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Bulletin d’Histoire Contemporaine de

l’Espagne
51 | 2017
Les forces politiques durant la Seconde République
espagnole

Dirigismo cultural y disidencia editorial en España


(1962-1973)
Francisco Rojas Claros

Edición electrónica
URL: http://journals.openedition.org/bhce/783
ISSN: 1968-3723

Editor
Presses Universitaires de Provence

Edición impresa
Fecha de publicación: 1 junio 2017
Paginación: 292-295
ISSN: 0987-4135

Referencia electrónica
Francisco Rojas Claros, « Dirigismo cultural y disidencia editorial en España (1962-1973) », Bulletin
d’Histoire Contemporaine de l’Espagne [En línea], 51 | 2017, Publicado el 09 octubre 2018, consultado el
20 abril 2019. URL : http://journals.openedition.org/bhce/783

Bulletin d’histoire contemporaine de l’Espagne


Dirigismo cultural y disidencia Blanco. Un período de cambio económico
editorial en España (1962-1973)1 y social, pero sobre todo cultural, crucial
en nuestra historia reciente, y de gran
Francisco ROJAS CLAROS importancia para entender el derrumbe
del edificio político del franquismo y el
Esta tesis trata de la influencia del mundo comienzo del proceso de transición política
editorial de vanguardia sobre el cambio a la democracia parlamentaria en España.
cultural de los años sesenta y primeros Las editoriales disidentes frieron una
setenta en España. Particularmente, se realidad. El régimen las tuvo muy en cuenta
abordan las tensiones entre el dirigismo y no tardó en identificarlas como elementos
cultural del régimen y las ideas que la política y socialmente distorsionadores,
creciente disidencia intelectual trataba de como se demuestra a lo largo de este estudio.
divulgar, valiéndose del estudio de una serie Como hipótesis de trabajo se ha intentado
de editoriales de vanguardia, minoritarias explicar de qué forma la disidencia editorial
pero de gran trascendencia. Se entiende por trataba de divulgar una serie de ideas que
dirigismo cultural la tendencia exacerbada hasta entonces habían sido consideradas
de las autoridades del régimen al control de «subversivas», teniendo por objetivo
toda manifestación política y cultural que no socavar los cimientos ideológicos del
se adecuase a sus presupuestos ideológicos, régimen; y por otra parte, cómo el propio
fomentando al mismo tiempo la prevalencia régimen se valió del dirigismo cultural
de los mismos. Así, el dirigismo cultural para impedirlo en la medida de lo posible.
puede ser positivo (en forma de propaganda, Todo ello, con la pretensión de demostrar
de mecenazgo cultural y de la concesión en qué medida contribuyó este tipo de
del permiso necesario para constituir una publicaciones al cambio cultural de los
empresa editorial y la publicación de años sesenta y al retorno de las libertades
cada uno de sus libros), y negativo, con en España, partiendo de la idea de que la
el empleo de elementos represivos como democracia no es el simple correlato del
la censura, el secuestro de libros y el desarrollo económico y social.
silencio administrativo. Cronológicamente, Las fuentes fueron diversas y numerosas.
el trabajo abarca los años comprendidos Empezando por las fuentes bibliográficas
entre 1962 y 1973. Desde la llegada del (es decir, los propios libros, cargados de
«aperturista» Manuel Fraga Iribarne al claves y pistas), las hemerográficas y los
Ministerio de Información y Turismo, hasta testimonios personales, pero prestando
el asesinato del almirante Luis Carreroi especial atención a las archivísticas,
referidas sobre todo al Ministerio de
i Tesis doctoral defendida el 2 de junio de Información y Turismo, donde se indica
2011 en el Departamento de Humanidades buena parte de las claves y las estrategias
Contemporáneas de la Universidad de Alicante. propias del dirigismo cultural del régimen
Director: Glicerio Sánchez Recio (Univ. de en cada momento. Fondos tales como la
Alicante). Tribunal: Presidente: Salvador
Forner Muñoz (Univ. de Alicante). Secretario: correspondencia intra e interministerial, los
Emilio La Parra López (Univ. de Alicante). expedientes de censura bibliográfica y el
Vocales: Jesús A. Martínez Martín (Universidad «Registro de Empresas Editoriales».
Complutense de Madrid), Jordi Gracia García En cuanto al esquema expositivo,
(Univ. de Barcelona) y Carme Molinero Ruiz
(Univ. Autónoma de Barcelona). La versión la tesis ha sido estructurada en cinco
ampliada y corregida de la misma constituyó el capítulos, siguiéndose un criterio temático y
libro homónimo Dirigismo cultural y disidencia cronológico, con un último apartado en el que
editorial en España (1962-1973), Publicaciones
de la Universidad de Alicante, 2013.
se han expuesto las conclusiones principales, largo etcétera. Todo ello con el propósito
que en esencia serían las siguientes. de conseguir una lectura alegórica, una
La política de «apertura» emprendida «doble lectura». El medio se convirtió en
por Manuel Fraga Iribarne y su equipo el mensaje. Desde este punto de vista, el
ministerial, al menos en el caso que concepto de «autocensura editorial» de
nos ocupa, se redujo a permitir publicar dichos años no tiene cabida, aunque haya
mayor número de libros considerados sido utilizado a menudo incluso por los
«de minorías», es decir, aquéllos cuya propios editores. Las ideas permanecen
complejidad de lectura, tiradas limitadas en el texto, sólo cambia la forma en que
y elevado precio restringieran su acceso a son expresadas. Así, la censura de los
una minoría intelectual económicamente años sesenta se movió en esos términos:
solvente. No hubo voluntad de establecer reescribiendo, orientando y manipulando
una liberalización cultural más allá de el significante, sin alterar el significado.
una simple estrategia de propaganda. De El dirigismo cultural del régimen fue
hecho, la Ley de Prensa e Imprenta de consciente de ello. Su objetivo, no obstante,
1966 fue enormemente restrictiva, y sólo fue evidente: si el medio era el mensaje, el
vino a consolidar en el plano político y régimen buscaba los medios para restringir
judicial la normativa interna sobre libros la difusión de dicho mensaje mediante una
«de minorías» previamente dictada desde codificación lo más extrema posible. Así, la
1963. Sin embargo, hubo un proceso de política de «apertura cultural» significó, en
divulgación de obras de vanguardia a una definitiva, la posibilidad de que el mensaje
escala mucho mayor que la deseada por pudiera circular, pero siempre de forma
el franquismo. Y se debió, precisamente, restringida. De ese modo, el Ministerio de
a ciertas «fisuras» en la nueva normativa, Información y Turismo pretendía justo lo
pero también a la directriz que obligaba contrario de lo que buscaban los editores:
a los censores a atender en todos los es decir, orientar la lectura para evitar
casos «más a lo que se dice que a lo que toda posible aplicación del texto sobre
parece que se quiere decir». Es decir, a las realidades del régimen; que fuera una
la literalidad del texto, lo cual supuso un lectura «sólo para eruditos». Fracasados
cambio prácticamente radical en las reglas sus intentos (a partir sobre todo de 1968),
de juego. Así, desde los años sesenta, el se optó por controlar directamente las
conflicto principal se libró en un terreno editoriales. Y de una forma completamente
muy específico. El intento de los editores de extralegal. Primero, utilizando el chantaje
ampliar el estrecho marco de los «libros para administrativo y colocando agentes del
minorías», popularizando su lectura. Por Ministerio en sus puestos directivos; y
un lado, valiéndose del quality paperback, si esto fallaba, procediendo a su cierre
es decir, libros de pequeño formato con administrativo. El «Registro de Empresas
tiradas más amplias y precios asequibles; Editoriales» no tenía validez más allá de su
y al mismo tiempo, orientando la lectura y función coercitiva. El Ministerio cerró con
codificando el verdadero mensaje dentro del total arbitrariedad editoriales registradas
texto publicado. ¿De qué forma? Mediante y sin registrar. Sabiendo que el cierre de
un proceso de selección. Selección de las una editorial suponía un verdadero drama
temáticas, de los autores, de los textos y para sus socios y empleados, siendo
de los prologuistas. Como también de todo empresas privadas que permitían a ciertas
tipo de añadidos editoriales, tales como personas ganarse la vida. Los cierres
notas al pie, dedicatorias, prólogos, estudios fueron un atropello en toda regla. Y el
introductorios, índices bibliográficos, y un miedo, un factor constante durante toda la
dictadura. El Ministerio también se valió la reconstrucción histórica como forma de
del dirigismo cultural positivo en forma disidencia, con un triple objetivo: recuperar
de mecenazgo de tipo monopolistico. El la historia y la memoria, atacar al régimen
mejor ejemplo de ello se encuentra en la en sus mismos cimientos ideológicos, y
colección de «Libros RTV» (de manos de proponer un sistema alternativo para el
las editoriales punteras Salvai y Alianza) futuro, siendo consecuente con el pasado
lanzada en mayo de 1969 con varios recuperado. En cuarto lugar, teorizar sobre
propósitos. El propagandístico fue el más la España alternativa, es decir, ofrecer una
evidente, pero también se buscaba lograr visión de la realidad nacional, alternativa a la
un control más directo sobre el proceso «oficial», más plural y reivindicativa de las
de «aperturismo», monopolizándolo, y nacionalidades históricas, y a la vez creadora
al mismo tiempo, fortalecer la red de de nuevas identidades nacionales, como era
intereses que hasta entonces había sido la el caso de la valenciana, la andaluza y la
base principal integradora del franquismo, canaria. Hubo entonces una segunda fase,
una red de intereses cuyos lazos se estaban donde a esos cuatro bloques iniciales se
desarticulando a un ritmo cada vez mayor. fueron añadiendo otras grandes temáticas,
El estallido del affaire MATESA evitó sobre todo desde finales de la década de
recoger los frutos políticos. En todo caso, los sesenta. En primer lugar, cuestiones
fue una propuesta interesante con efectos de política internacional, determinados
culturales muy positivos, que supuso la por el devenir de los acontecimientos
entrada en España del libro de bolsillo en más que otra cosa. En segundo lugar, la
estado puro (es decir, obras ya consagradas, educación superior, dado el contexto de una
de edición en grandes tiradas). universidad convulsa. En tercer lugar, el
Las empresas editoriales de vanguardia empleo del humor como arma de combate
configuraron una serie de «espacios político, fundamentalmente a través de
libres» por iniciativa íntegramente privada, antologías de autores muy señalados,
para constituir y articular -cada una por previamente aparecidos en prensa periódica
separado y todas en conjunto- un espacio y publicados de forma unitaria en forma
público privado de naturaleza política y de ensayos de crítica sociopolítica. Y por
cultural. Ahora bien, hubo una evolución último, el análisis directo de las realidades
en la dinámica de todo el proceso, donde del régimen, al socaire del pleno desarrollo
la iniciativa corrió siempre por parte de de las Ciencias Sociales y sobre todo del
los editores de la disidencia. Inicialmente periodismo, con la aparición del moderno
(y teniendo presente que toda clasificación libro político, que tendrá gran protagonismo
bibliográfica es discutible), se partió durante buena parte de los años setenta. Ese
de cuatro grandes bloques principales. análisis directo fue el objetivo principal de
En primer lugar, la renovación del la disidencia desde el principio, y por ende,
Pensamiento, las Artes y las Ciencias una de sus grandes conquistas. Así, desde
Sociales, que fue una renovación basada en fines de 1969 hubo cambios incluso en el
traducciones, y también en fuentes clásicas, lenguaje utilizado en las publicaciones, algo
donde la introducción del marxismo resultó estrechamente relacionado con el desarrollo
esencial. En segundo lugar, el catolicismo del moderno periodismo de opinión política y
posconciliar progresista, con dos vertientes: cultural, en detrimento del «doble lenguaje»
la intelectual, y la proyectada por el y la «lectura entre líneas», que se fue
apostolado seglar, de corte sindicalista, más atenuando. Un lenguaje claro, indispensable
combativa y por ende más combatida desde para lograr la plena popularización y
la Administración. En tercer lugar, el uso de democratización del libro que perseguían
los editores. Se estaba afrontando el miedo a resulta clave. El precio, no obstante, fue
la represión porque posiblemente se percibía muy alto. Y aunque el balance fue muy
que ésta ya no daba más de sí: el Estado de positivo, la mayoría de planes editoriales
Excepción de 1969 había sido su techo, o al quedaron incompletos. Además, muchas de
menos, así se debió percibir. De ese modo, las obras se editaron mutiladas y con graves
la disidencia comenzó paulatinamente a modificaciones, y todavía se publican
denunciar en la prensa la persecución a la algunas reediciones sin estar revisadas. En
que estaban siendo sometidos, abiertamente todo caso, es de suponer que el impacto de
y con un doble lenguaje muy atenuado y la disidencia editorial tuvo que ser enorme.
cargado de ironía. Por otra parte, varias Cuanto menos, suficiente para que se
editoriales de vanguardia se organizaron en formase una elite política alternativa que
un frente común, integrando la plataforma alcanzaría el protagonismo durante los años
«Distribuciones de Enlace», y ofreciendo la setenta y ochenta. Además, la aparición
colección «Ediciones de Bolsillo», que junto de toda esa bibliografía en los escaparates
a otras como «Ariel Quincenal» y «Alianza de las librerías seguramente ofreció por
de Bolsillo», serán colecciones de referencia sí misma otro factor de la «percepción de
universitaria durante los últimos años de la cambio» en gran parte de la sociedad. Al
dictadura, con tiradas de gran entidad. mismo tiempo, y dado que «el medio era
Para el régimen franquista, con la derrota el mensaje», la posesión de un libro de
de los «aperturistas» y el ascenso de Carrero bolsillo de vanguardia tuvo que ejercer
Blanco a la cumbre del poder, el período una poderosa influencia psicológica sobre
comprendido entre noviembre de 1969 gentes incapaces de comprender el texto
y diciembre de 1973 fue prácticamente en toda su profundidad. Tras la muerte de
homogéneo en cuanto al dirigismo cultural Carrero Blanco, y sobre todo tras la muerte
se refiere, caracterizado por dos elementos del dictador, las actitudes y los objetivos de
fundamentales: intento de «regresión» en el la disidencia editorial cambiaron. Ya no se
discurso y «continuismo» con la dinámica trataba de seguir identificando medio con
más autoritaria y represiva del último mensaje: se trataba de una lucha, en campo
bienio de Fraga. En un contexto de división abierto, por la libertad de expresión.
interna en el seno del régimen y también de
crisis económica, política, social y laboral,
y sin otra capacidad de respuesta ni de
reacción que recurrir a la represión. Con
la muerte del Almirante Carrero Blanco ya
no habrá vuelta atrás, y aunque la censura,
la represión y el control cultural siguieron
activos hasta al menos 1979, es evidente
que el cambio cultural era irreversible. No
se puede entender el cambio cultural de los
años sesenta sin tener en cuenta el enorme
esfuerzo de estas editoriales y, lógicamente,
de los personajes que las impulsaron, cuya
procedencia política e ideológica pudo ser
dispar, pero no así sus objetivos (que fueron
mucho más allá que el simple beneficio
económico), en medio de un proceso donde
el concepto de «cambio generacional»

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