Sunteți pe pagina 1din 4

Paso del mito al logos

Hay quienes piensan, como Burnet, que el surgimiento del pensamiento racional se debió a
que los griegos inventores de la Filosofía eran unos pueblos dotados de una inteligencia
excepcional. En tal sentido, afirma “que los filósofos jónicos (han franqueado la vía que la
ciencia a partir de este momento no han tenido más que seguir”, de ahí que la aparición del
logos sea considerado como una especie de “milagro” o “dádiva de los dioses”.

A nuestro juicio la interpretación anterior resulta bastante simplista, pues aunque los dotes
intelectuales de muchos griegos hayan sido elevadas, no obstante hay que señalar algunos
factores externos que favorecieron la aparición del pensamiento filosófico entre los que se
podrían mencionar:

1. La prosperidad económica de Mileto, cuna de la Filosofía, ciudad habitada


por ricos comerciantes. Este hecho es importante destacarlo pues el bienestar
material habría producido el ocio, necesario para que algunos hombres pudiesen
dedicarse a la tarea de intentar conocer racionalmente la realidad. En
consecuencia favoreció la utilización del tiempo libre.

2. Por otro lado Mileto no poseía una casta sacerdotal poderosa, lo que
posibilitaría que el saber se fuese volviendo laico. También cabe mencionar una
serie de cambios que a partir del siglo VII se habían ido operando: la aparición
de la moneda, la escritura alfabética, el mayor progreso técnico, la organización
política de las ciudades y el comercio que no sólo favoreció a la economía, sino
también al intercambio cultural con otros pueblos, en especial hay que resaltar
las técnicas geográficas y astronómicas importadas de Egipto y Babilonia.

Pasaremos a analizar a continuación algunos de los cambios que se operan con el


surgimiento del pensamiento racional en contraposición con el pensamiento mítico
tradicional. Recordaremos que la relación que el hombre mítico establece con los demás
seres vivos es simpatética, o sea de solidaridad e igualdad, puesto que el hombre no se
considera como un ser superior. En cambio al surgir el pensamiento filosófico el hombre
tomó consciencia de las diferencias que existen entre él y el resto de los seres, por ende
prevalece una visión analítica que le permitió advertir que su diferencia especifica es
precisamente la razón o logos, a través de la cual inaugura una segunda forma de
apropiación de la realidad que será denominada por los griegos conocimiento filosófico.

Ahora bien, es importante comprender que este nuevo trato con las cosas, significa que
algunos hombres a mediados del siglo VII a. de C. habían puesto en duda sus antiguas
creencias, ya no les bastaba simplemente con narrar las viejas mitologías sobre el
surgimiento del mundo (las antiguas cosmogonías). No olvidemos al respecto que para la
mentalidad mítica las cosas podrían cambiar a capricho de los seres sobre naturales
(dioses), de ahí que, aquello solo podría ser objeto de narración; además como ya
explicamos, para el pensamiento prefilosófico en general las cosas solo se perciben bajo
una concepción de utilidad, esto es como cosas para, o como instrumento, por medio de los
cuales el hombre satisface diversas necesidades.

Pues bien, con el surgimiento del pensamiento filosófico el hombre toma distancia de las
cosas, las ve por primera vez como objetos con una consistencia, poseedoras de un ser fijo
que puede ser definido, ya que circunscribimos con precisión los límites donde las cosas
empiezan y terminan el perfil unitario de su aspecto, es decir de su idea. Platón y
Aristóteles pensaron que los hombres al percibir las cosas de otra manera tuvieron que
asombrarse o admirarse, de modo que en ese estado estaría la base del filosofar. De todas
maneras fue la necesidad de salir del estado de incertidumbre, de reconocer que las antiguas
creencias eran insuficientes para entender la realidad, lo que los llevó a desarrollar una
nueva vía de acceso a la misma, que será la Filosofía.

A partir del nacimiento del logos, el hombre se da cuenta de que puede hacer uso de su
racionalidad y por lo tanto todas las cosas deben someterse a ella.)

Repitamos que el conocimiento en sentido estricto surgió con los griegos debido a que,
ellos supieron que detrás de los cambios aparentes existe una realidad permanente que es el
ser de las cosas; pero, además, que dicho ser posee una consistencia afín con el
entendimiento humano, en otras palabras, que el descubrimiento es accesible a la razón. J.
Pierre Vernant resume tales cambios al decir que: el nacimiento de la Filosofía aparece
solidaria de dos grandes transformaciones mentales, un pensamiento positivo que excluye
toda forma sobrenatural y que rechaza la asimilación implícita establecida por el mito, entre
fenómenos físicos y agentes divinos. Un pensamiento abstracto que despoja a la realidad
de este poder de mutación que le presta el mito.
Ahora bien, en cuanto a las características de esta forma de pensamiento, es conveniente
precisar el sentido que los griegos dieron a la actividad filosófica, la cual ya lo hemos
dicho, consiste en un que hacer racional cuyo objetivo es definir los primeros
principios constitutivos del ser, exponiendo en un sistema deductivo la estructura
profunda de lo real. El filósofo debe de proporcionar una serie de argumentos
congruentes para afirmar que algo es así, el cual excluye el aceptar una cosa por fe o
porque simplemente la tradición o el sentido común así lo estima. En un comienzo el
conocimiento filosófico estuvo unido al científico, pero en la medida que los conocimientos
se vuelven más amplios y complejos fueron dando lugar al surgimiento de las ciencias
particulares.

Las cosas poseen un ser que el filósofo se propone descubrir, así el filósofo cosmológico
Heráclito de Éfeso dirá en su famosa frase que la naturaleza o physys gusta de ocultarse. (
Farre Luis,1959)

Buscar la esencia de las cosas motiva la investigación y despierta en el alma esta sed por
encontrarla y no se tranquiliza hasta dar cuenta de ella. Ten presente esta reflexión en tu
mente y sigue con ánimo el estudio disciplinado de la filosofía recuerda siempre la máxima
filosófica conócete a ti mismo.

Fuentes de información básica

 Álvarez de Bittner, M. (1993). Texto de Filosofía. Ed. Universitaria, Tegucigalpa.


 Cassirer, E. (2009). Antropología Filosófica. Editorial Fondo Cultura Económica,
México. Recuperada el 3 de agosto de 2015
de:http://www.raularagon.com.ar/biblioteca/libros/Cassirer/Ernst%20Cassirer%2
0-%20Antropologia%20Filosofica.pdf
 Farre L .(1959) Heráclito. Ed. Aguilar, Buenos Aires, Argentina
 Frazer, G. (2011). La rama dorada: magia y religión. Fondo de Cultura Económica.
México
 García P., (2008) Reseña de "Pandora, de Vernant, Jean-Pierre. Nova Tellus, vol.
27, núm. 1, 2009, pp. 239-333 Centro de Estudios Clásicos Distrito Federal,
México. Recuperada el 3 de agosto de 2015
de: http://www.redalyc.org/pdf/591/59115499014.pdf
 Giobellina Brumana, f. & González, E. (1962) Mito, Levi Strauss. Recuperada el 3
de agosto de 2015
de:http://digital.csic.es/bitstream/10261/15207/1/REAA8181110245A.pdf
 Hernández Prado J.(2007) Epistemología y Sentido Común. editorial UAM
Azcapotzalco. México. Recuperada el 3 de agosto de 2015
de:http://zaloamati.azc.uam.mx/bitstream/handle/11191/1744/Epistemologia_y_se
ntido_comun_BAJO_Azcapotzalco.pdf?sequence=1
 Montalvo M.(1962) La heurística y el conocimiento común. Recuperada el 3 de
agosto de 2015
de:http://dspace.uces.edu.ar:8180/xmlui/bitstream/handle/123456789/235/Heur%
C3%ADstica_y_sentido_com%C3%BAn.pdf?sequence=1
 Ortega y Gasset. J. (1982) Qué es filosofía Ed. Espasa-Calpe, ed. 4ta.Madrid,
España.

Su navegador no soporta Javascript, habilítelo para disfrutar del contenido de este curso.

S-ar putea să vă placă și