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Bucaramanga 30 de agosto de 2019

Señor
TRIBUNAL ADMINISTRATIVO DE SANTANDER
Bucaramanga

Asunto: Alegatos de Conclusión


Medio de Control: Acción de Nulidad y Restablecimiento del Derecho.
Demandante: JESUS MARIA GUTIERREZ CAMACHO
Demandado: COLPENSIONES
RADICADO: 2017-00491-01

Señor Juez,

Dentro de la oportunidad procesal presento mis alegatos de conclusión en los


siguientes términos:

Teniendo como base para la presentación de mis alegatos de conclusión el PRINCIPIO


CONSTITUCIONAL DE LA CONFIANZA LEGITIMA, en la Sentencia de unificación del
Honorable Consejo de Estado en el proceso de Referencia 4683-2013, Expediente:
25000234200020130154101, de fecha 19 de noviembre de 2015, vigente a fecha de
radicación de la demanda de Nulidad y Restablecimiento del Derecho, es claro que mi
representado es beneficiario del régimen de transición, contenido en el Artículo 36 de la Ley
100 de 1993, al acreditar más de 35 años de edad a 1º de Abril de 1994, y en su condición
de servidor público le es aplicable el artículo 1° de la Ley 33 de 1985, la cual establece que
el empleado público que haya servido 20 años de servicio público y tenga 55 años de edad,
tendrá derecho a pensión de jubilación equivalente al 75% de los salarios devengados en el
último año de servicio público.

Que la anterior disposición legal no fue aplicada integralmente en su momento por


COLPENSIONES al momento de decidir la reliquidación de la pensión, toda vez que para
efectos de la liquidación se fundamentó en lo dispuesto por el art. 36 de la ley 100 de 1993,
aplicando una taza de reemplazo del 75% al IBL resultante del promedio de las cotizaciones
realizadas en los últimos diez años de servicio, respetando edad, tiempo y monto pero al
aplicar el IBL escinde la norma, afectando la cuantía de la misma, acogiéndose a la Sentencia
C-258 DEL 2013.

Situación que llevo al asegurado a demandar la reliquidación de su pensión de Jubilación


ante la Justicia Contencioso Administrativa, solicitando la reliquidación de la pensión de
Jubilación con fundamento en lo dispuesto por el Artículo 1º de la Ley 33 de 1985,
invocando el principio de indiscibilidad de la norma y principio constitucional de
progresividad de la ley , aunado al principio de favorabilidad por tanto se debió liquidar
en forma literal conforme lo establece la norma en transición es decir con el 75% del
promedio del salario y todos los factores salariales devengados en el último año de servicios
públicos, pretensiones que deben ser acogidas por el AD-QUO, para que mediante
sentencia de mérito , declare la nulidad de los Actos administrativos atacados y ordene
a la Administradora de pensiones COLPENSIONES, re liquidar la pensión de vejez
reconocida al señor JESUS MARIA GUTIERREZ CAMACHO, teniendo en cuenta el 75%
de lo devengado (salario y factores salariales del último año) de servicio conforme consta
en el artículo segundo del precitado

Es importante resaltar que el Consejo de Estado en el proceso de Referencia 4683-2013,


Expediente: 25000234200020130154101, de fecha 19 de noviembre de 2015, procede a
expedir nueva Sentencia de Unificación, sobre la aplicabilidad del artículo 1 de la Ley 33 de
1985, donde manifiesta en uno de sus apartes:
…”Quiere en esta oportunidad el Consejo de Estado señalar que, de conformidad con lo
expuesto y como se expresó con anterioridad en esta providencia, el criterio invariable de
esta Corporación, sostenido en forma unánime por más de veinte años, ha sido y es que el
monto de las pensiones del régimen de transición pensional comprende la base
(generalmente el ingreso salarial del último año de servicios) y el porcentaje dispuesto
legalmente (que es por regla general el 75%).

La única excepción a este criterio la constituyen las pensiones de Congresistas y asimilados,


regidas por la Ley 4 de 1992, en virtud de la cosa juzgada constitucional establecida en la
sentencia C-258 de 2013, pues conformé a la parte resolutiva de la referida sentencia de
control constitucional, "las reglas sobre ingreso base de liquidación (EL), aplicables a todos
los beneficiarios de este régimen especial, son las contenidas en los artículos 21 y 36, inciso
tercero; de la Ley 100 de 1993, según el caso".

Quiere insistir el Consejo de Estado en las razones que sustentan su postura tradicional con
respecto al ingreso base de las pensiones del régimen de transición, y que ahora reitera:

1) La complejidad de los regímenes especiales pensionales, aplicables en virtud del régimen


de transición, hace altamente razonable la interpretación que tradicionalmente ha tenido
esta Corporación respecto de la expresión "monto" contenida como criterio general en el
artículo 36 de la Ley 100 de 1993”

2) Esta interpretación ha sido compartida en múltiples sentencia de constitucionalidad y de


tutela de la Corte Constitucional, por lo cual el Consejo de Estado la ha aplicado en forma
reiterada y pacífica. La variación interpretativa que pretende introducir la sentencia
SU-230 de 2015, si se acogiera por el Consejo de Estado; afectaría el derecho a
la igualdad de los ciudadanos beneficiarios del régimen de transición que tienen
sus pensiones pendientes de decisiones judiciales o administrativas, y que
constituyen un número significativamente menor de quienes se han beneficiado
de la forma tradicional de liquidación, dada la inminente finalización del régimen
de transición pensional. El principio constitucional de igualdad, en este caso se
vería seriamente afectado en un aspecto cardinal de los derechos sociales como
lo son las pensiones. Igual reflexión cabría sobre el impacto económico, que en
todo caso ya se asumió para la generalidad de los pensionados, quedando muy
pocos pendientes de esa decisión. Debe recordarse que el Acto Legislativo No. 1
de 2005, además de introducir el concepto de sostenibilidad financiera al sistema
pensional, dispuso que el Estado "asumirá la deuda pensional que esté a su
cargo"….(Subrayado fuera de texto)

Por lo tanto, según la sentencia aludida constituyen salario sin importar para ello la
denominación dada ni que se pretenda modificar su naturaleza ni que no se haya aportado
sobre los mismos al sistema de Seguridad Social en Pensiones y aún porque en gracia de
discusión, como lo dice el Consejo de Estado, si persistiera alguna duda sobre la naturaleza
de los conceptos por mí representado percibidos se debe aplicar la norma más favorable al
trabajador en obedecimiento al artículo 53 de la Constitución Política.

Igualmente es de gran importancia para este proceso remitirnos al reciente


pronunciamiento del Honorable Tribunal Administrativo de Santander en sentencia del 14
de Abril de 2016 MP Dr. RAFAEL GUTIERREZ SOLANO, dentro del expediente radicado al
No. 6867933330012013003020, siendo demandante MARTHA CESPEDES DE PINEDA
Y DEMANDADO UNIDAD DE GESTION PENSIONAL Y PARAFISCALES UGPP; al
cual me acojo en su integridad.

Por lo tanto mi poderdante tiene derecho a que se le re liquide conforme a las normas que
le eran aplicables antes de la expedición de la ley 100 de 1993 es decir la ley 33 y ley 62 de
1985 teniendo en cuenta que para liquidar el ingreso base de liquidación de la pensión
vitalicia se deben tener en cuenta todos los factores salariales devengados en el último año
de servicio conforme a la sentencia del Consejo de Estado del 4 agosto de 2010.
Así las cosas, al demostrarse dentro del sub examine por parte del extremo activo de la
controversia, la presunta violación al ordenamiento jurídico con la expedición de los actos
administrativos acusados de nulidad; por ende las pretensiones de la presente acción están
llamadas a prosperar, por lo que habrá de ser declarado así por el Juzgado, ordenando
cancelar la diferencia derivada entre lo que está devengando en relación a lo que debería
cancelársele desde la fecha del reconocimiento de la pensión de la actora.

Por otra Honorables Magistrados, acogiéndonos a las conclusiones dadas en la Sentencia


01541 de 2017 Consejo de Estado, Radicado No 250002342000201301541-01
Numero Interno 4683-2013, demandante ROSA ERNESTINA AGUDELO,
Demandados UNIDAD ADMINISTRATIVA ESPECIAL DE GESTIÓN PENSIONAL Y
CONTIBUCIONES PARAFISCALES Y DE LA PROTECCIÓN SOCIAL UNIVERSIDAD
PEDAGÒGICA NACIONAL AUTORIDADES NACIONALES

Que establecen:

1. El Consejo de Estado, reitera la tesis que el régimen de transición de que trata el artículo
36 de la ley 100 de 1993, debe interpretarse de manera armónica, integral y en aplicación
del principio de inescindibilidad normativa, ateniendo su finalidad; pues la interpretación
que ha venido aplicando esta Corporación resulta razonable y favorable tanto de los
derechos laborales como de las finanzas pública y en materia pensional se encuentran de
por medio derechos constitucionales fundamentales que no pueden desconocerse.
Igualmente, debe interpretarse la noción de salario en sentido amplio y no restrictivo.

.2. No se hace evidente que el reconocimiento pensional, bajo el criterio del Consejo de
Estado afecte las finanzas públicas, menos cuando el impacto fiscal no puede limitar el
acceso a las prestaciones sociales y pensionales. Además, ha sido línea jurisprudencial de
esta Corporación ordenar los descuentos para efectos de cotización, sobre los factores
salariales que no se hubieren hecho, pues se repite, en Colombia, no hay pensiones
graciosas, salvo, la especialísima del personal docente.

.3. La mayoría de las normas pensionales anteriores a la ley 100 de 1993, contienen todos
los componente de la pensión como derecho, entre estos, los lineamientos para establecer
el ingreso base de liquidación y el monto de la pensión, pues son de la esencia del régimen
de transición: la edad, el tiempo de servicios y el monto de la pensión, este último
comprende tanto el porcentaje de la misma, como la base reguladora e integran una
unidad inescindible. Si se altera alguno de esos presupuestos se desconocen dichos
beneficios, en la medida que se distorsiona el sistema.

.4. En el ordenamiento jurídico colombiano, se encuentra consagrado el principio de


favorabilidad y conexo a éste, el principio de inescindibilidad, en la medida que la norma
que se adopte debe aplicarse en integridad y se prohíbe dentro de una sana hermenéutica
desmembrar las normas legales. Al escindir la norma se compromete el derecho a la
igualdad en materia laboral, el principio de favorabilidad de raigambre constitucional, los
derechos prestacionales ciertos e indiscutibles que contiene el mínimo de beneficios en
favor de la parte más débil de la relación laboral y su efectividad.

5. La regla de interpretación ínsita en la sentencia C-258-13 de la Corte Constitucional se


originó en el contexto del control abstracto de constitucionalidad de un régimen especial y
coyuntural, que extendió con la sentencia SU-530-15 y T-615-16, a todos las situaciones
amparadas por el régimen de transición, y cobijadas tanto leyes generales como especiales
anteriores a la ley 100 de 1993, no contiene todos los elementos necesarios para resolver
cada uno de los casos particulares del régimen de transición que ocupan la atención de esta
Corporación como órgano de cierre y que constituyen el precedente en la jurisdicción
Contenciosa Administrativo.

6 Aplicarse de tajo la línea jurisprudencia de la Corte Constitucional, especialmente en las


pensiones amparadas por regímenes generales, es desfavorable, atentatorio del concepto
de salario, de los principios de progresividad, y favorabilidad, compromete los derechos
fundamentales del pensionado. También compromete la autonomía del juez contencioso
administrativo, que es el único competente constitucionalmente, para el control de legalidad
de los actos administrativos particulares y concretos a la luz de los principios constitucionales
y legales.

Así las cosas, al demostrarse dentro del sub examine por parte del extremo activo de la
controversia, la presunta violación al ordenamiento jurídico con la expedición del acto
administrativo acusado de nulidad; por ende la pretensiones de la presente acción están
llamadas a prosperar, por lo que habrá de ser declarado así por el Juzgado, ordenando
cancelar la diferencia derivada entre lo que está devengando en relación a lo que debería
cancelársele desde la fecha del reconocimiento de la pensión de la actora

De igual manera se observa que la entidad demandada incurrió en violación de normas de


carácter superior bien sea por falta de aplicación, aplicación indebida o interpretación
errónea que generó la expedición de unos actos administrativos con visos de falsa
motivación y desviación de poder, afectando no solo el monto de la pensión de mi
poderdante, sino que además no tuvo en cuenta el régimen de transición desconociendo así
el ya mencionado principio de favorabilidad, el cual establece la situación más favorable al
trabajador en caso de duda e interpretación de las fuentes formales del derecho; por lo que
en aras de proteger el ordenamiento jurídico y frente al fallo proferido por el Juez de
instancia, se hace imperioso solicitar que se revoque en su integridad y se declare la
nulidad de los actos administrativos demandados y el Honorable Tribunal Contencioso
Administrativo como Órgano de Cierre de la Jurisdicción Contencioso administrativa
restablezca a mi poderdante sus derechos en los términos referenciados en acápite de
declaraciones y condenas.

Ahora en gracia de discusión que se llegare a aplicar la sentencia de Unificación


del Honorable Consejo de estado de fecha 28 de Agosto de 2018, tendríamos que
esta desconoce principios mínimos fundamentales, toda vez que si bien es cierto la
sentencia de unificación del 28 de Agosto de 2018, indica que para efectos de establecer
el IBL de la pensión de vejez de los servidores públicos beneficiarios del régimen de
transición, se deberá aplicar lo contemplado en el inciso 3° del artículo 36 de la Ley 100 de
1993 en concordancia con lo señalado en el artículo 21 y 36 ibídem, también es cierto que
esta norma no debería ser aplicada al presente caso , en razón a que la demanda
presentada data del 15 de marzo de 207, 18 meses antes de la expedición de dicha
sentencia. Motivo por el cual se debió dar aplicación a lo contemplado por el Consejo de
Estado con base en el Principio de Favorabilidad en estricta aplicación del artículo 1° de la
Ley 33 de 1985, teniendo en cuenta para la liquidación de la prestación el salario y todos
los factores salariales devengados en el último año de servicios y en consecuencia
CONFIRMAR el fallo proferido por el A Quo.

Se percibe que la sentencia de Unificación de fecha 28 de agosto de 2018,


vulneró los siguientes principios fundamentales y legales:

DE LA CONDICIÓN MÁS BENEFICIOSA:

Precisó la HONORABLE CORTE CONSTITUCIONAL en sentencia Nº C-168/95 del 20


de Abril de 1.995, expediente Nº D-686.- Demandante: Jairo Villegas Arbeláez.-
Magistrado Ponente: Dr. Carlos Gaviria Díaz:

“…e. La condición más beneficiosa.

El artículo 53 de la Constitución, establece en el inciso primero, los


principios “mínimos fundamentales” que debe contener el Estatuto del
Trabajo, a saber: igualdad de oportunidades para los trabajadores;
remuneración mínima vital y móvil, proporcional a la cantidad y calidad
del trabajo; estabilidad en el empleo; irrenunciabilidad a los beneficios
mínimos establecidos en normas laborales; facultades para transigir y
conciliar sobre derechos inciertos y discutibles; “situación más favorable al
trabajador en caso de duda en la aplicación e interpretación de las
fuentes formales de derecho”; primacía de la realidad sobre a las
formalidades establecidas por los sujetos en las relaciones laborarles;
garantía a la seguridad social; la capacitación, adiestramiento y el
descanso necesario; protección especial a la mujer; a la maternidad y al
trabajador menor de edad. “

“En el inciso segundo, dispone que el Estado garantiza el derecho al pago


oportuno y al reajuste periódico de las pensiones legales, y en el tercero
consagra que los convenios internacionales del trabajo debidamente
ratificados, hacen parte de la legislación interna.”

“En el inciso final, que es el precepto del cual deduce el actor de la


existencia de la denominada “condición más beneficiosa” para el
trabajador, concretamente de la parte que se resaltará, prescribe: “la ley,
los contratos, los acuerdos y convenios de trabajo, no pueden
menoscabar la libertad, la divinidad humana ni los derechos de los
trabajadores.”

“Veamos entones, el significado de la expresión a que alude el


demandante. “Menoscabar”, según el Diccionario de la Real Academia
de la Lengua Española, tiene entre otras acepciones la de “Disminuir las
cosas, quitándoles una parte; acortarlas, reducirlas”. “Causar mengua o
descrédito en la honra o en la fama”.

“…De otra parte, considera la Corte que la “condición más beneficiosa”


para el trabajador, se encuentra plenamente garantizada mediante la
aplicación del principio de favorabilidad que se consagra en materia
laboral, no solo a nivel constitucional si no también legal, en el sentido de
que a quien le corresponde determinar en cada caso concreto, cual
norma es más ventajosa o benéfica para el trabajador es a quien ha de
aplicarla o interpretarla. En nuestro Ordenamiento Superior el principio de
favorabilidad se halla regulado en los siguientes términos: “situación más
favorable al trabajador en caso de duda en la aplicación e interpretación
de la fuentes formales de derecho”, precepto que debe incluirse en el
estatuto del trabajo que expida el Congreso.

“De conformidad con este mandato, cuando una misma situación jurídica
se halla regulada en distintas fuentes formales del derecho (ley,
costumbre, convención colectiva, etc.), o en una misma, es deber de
quien ha de aplicar o interpretar las normas escoger aquélla que resulte
más beneficiosa o favorezca al trabajador. La favorabilidad opera,
entonces, no sólo cuando existe conflicto entre dos normas de distinta
fuente formal, o entre dos normas de idéntica fuente, sino también cuando
existe una sola norma que admite varias interpretaciones; la norma así
escogida debe ser aplicada en su integridad, ya que no le está permitido
al juez elegir de cada norma lo más ventajoso y crear una tercera, pues se
estaría convirtiendo en legislador.” (…)
CONFIANZA LEGÍTIMA:

Sentencia T-427 de 2009: “La confianza legítima es un principio constitucional


que directa o indirectamente está en cabeza de todos los administrados lo cual
obliga al Estado a procurar su garantía y protección. Es un mandato inspirado y
retroalimentado por el de la buena fe y otros, que consiste en que la
administración no puede repentinamente cambiar unas condiciones que
directa o indirectamente permitía a los administrados, sin que se otorgue un
período razonable de transición o una solución para los problemas derivados de
su acción u omisión. Dentro del alcance y límites es relevante tener en cuenta,
según el caso concreto: (i) que no libera a la administración del deber de
enderezar sus actos u omisiones irregulares, sino que le impone la obligación de
hacerlo de manera tal que no se atropellen los derechos fundamentales de los
asociados, para lo cual será preciso examinar cautelosamente el impacto de su
proceder y diseñar estrategias de solución; (ii) que no se trata de un derecho
absoluto y por tanto su ponderación debe efectuarse bajo el criterio de
proporcionalidad; (iii) que no puede estar enfocado a obtener el pago de
indemnización, resarcimiento, reparación, donación o semejantes y (iv) que no
recae sobre derechos adquiridos, sino de situaciones jurídicas anómalas
susceptibles de modificación.”

Sentencia T-308 de 2011: “La confianza legítima ha de entenderse como la


expectativa cierta de que una situación jurídica o material, abordada de cierta
forma en el pasado, no sea tratada de modo extremadamente desigual en otro
periodo, salvo que exista una causa constitucionalmente aceptable que
legitime su variación. En este sentido, esta Corporación ha sostenido que “el
administrado no es titular de un derecho adquirido sino que simplemente tiene
una mera expectativa en que una determinada situación de hecho o regulación
jurídica no serán modificadas intempestivamente, y en consecuencia su
situación jurídica puede ser modificada por la Administración.” Como elemento
incorporado al de buena fe, la confianza legítima puede proyectarse en el
hecho de que se espere la perpetuación de específicas condiciones regulativas
de una situación, o la posibilidad de que no se apliquen exigencias más gravosas
de las ya requeridas para la realización de un fin, salvo que existan razones
constitucionalmente válidas para ello.”

En tal sentido el principio de confianza legítima nos indica que siempre se debe
acechar por la protección de que la regulación que lo ampara en un derecho
se seguirá manteniendo vigente en el ordenamiento jurídico. Razón por la cual
se debió amparar en mi caso lo indicado reiteradas veces por el Consejo Estado
al tomar como ingreso base de liquidación la totalidad de los conceptos que
conformaban salario en el último año laborado, para el reconocimiento de la
pensión de vejez en aplicación al artículo 1° de la Ley 33 de 1985, tal como lo
tomo en cuenta el A quo.

PRINCIPIO DE PROGRESIVIDAD - PRINCIPIO DE NO REGRESIVIDAD.

La Honorable Corte Constitucional, mediante Sentencia C- 228 de 2011,


manifestó al respecto:

“El principio de progresividad y la prohibición de regresividad representan


un componente esencial de la garantía de los Derechos Económicos,
Sociales y Culturales, y dentro de ellos los derechos de seguridad social. La
exigibilidad judicial de la protección de un derecho social, debe ser
complementada con la posibilidad de conformar contenidos o
estándares mínimos constituidos por prestaciones concretas, cuya
garantía se pueda posicionar de manera general como un punto sobre el
cual avanzar, y de no retorno en cuanto al carácter incuestionable de su
satisfacción. El mandato de progresividad implica que una vez alcanzado
un determinado nivel de protección, la amplia libertad de configuración
del legislador en materia de derechos sociales se ve menguada, al menos
en un aspecto: todo retroceso frente al nivel de protección alcanzado
debe presumirse en principio inconstitucional, y por ello está sometido a un
control judicial estricto. Para que pueda ser constitucional, las autoridades
tienen que demostrar que existen imperiosas razones que hacen necesario
ese paso regresivo en el desarrollo de un derecho social prestacional.”

Así mismo mediante Sentencia T-469 de 2013 Magistrado Ponente, LUIS ERNESTO
VARGAS SILVA,

“Esta Corporación ha dispuesto que los derechos sociales deben ser


desarrollados por el legislador, el cual goza de un amplio margen de
libertad para definir su alcance y condiciones de acceso. Sin embargo,
esta libertad de configuración dista de ser plena, ya que encuentran
límites precisos en tanto (i) no puede desconocer derechos adquiridos y (ii)
las medidas que adopte deben estar plenamente justificadas conforme al
principio de progresividad. Cuando el legislador decide adoptar una
medida que implica un retroceso en relación a la protección alcanzada
por la legislación anterior, debe presumirse la inconstitucionalidad de la
medida regresiva, por cuanto el principio de progresividad ordena que,
prima facie, estén prohibidas este tipo de medidas. Pero, como lo ha
reiterado la Corte en su jurisprudencia, la constatación del carácter
regresivo de una medida no conduce automáticamente a que se declare
su inconstitucionalidad. Si bien, la adopción de éstas, pueden ser
constitucionalmente problemáticas, por desconocer el principio de
progresividad, esto sólo opera como una presunción de su susceptible de
ser prueba en contrario. En consecuencia, para desvirtuar esta presunción,
es necesario que la medida sea justificada, además de adecuada y
proporcionada, para alcanzar un propósito constitucional de particular
importancia.”

Es por lo anterior que la Corte Constitucional ha señalado en reiteradas


ocasiones que el principio de progresividad y no regresividad tiene como
finalidad un avance en materia de protección de los derechos sociales y de este
modo evitar la vulneración de un derecho de manera desproporcionado e
irrazonable.

PRINCIPIO DERECHO ADQUIRIDO:

Se ha entendido que son derechos adquiridos aquellos que han ingresado al


patrimonio de las personas, por haber cumplido éstas los requisitos y condiciones
señalados por la ley para su adquisición, antes de que entrara en vigencia una
nueva disposición legal que modificó la regulación de esos derechos. Por tanto
queda probado que antes de la expedición de la Sentencia de unificación del
28 de Agosto de 2018, ya tenía adquirido mi derecho a la pensión de vejez en
estricta aplicación al artículo 36 de la Ley 100 de 1993, en concordancia con el
artículo 1° de la Ley 33 de 1985, siendo beneficiaria a la reliquidación teniendo
en cuenta que para liquidar el IBL de la pensión vitalicia se deben tener en
cuenta el salario y todos los factores salariales devengados en el último año de
servicio, conforme a la sentencia del Consejo de Estado del 4 de Agosto de 2010.

Al respecto la Corte Constitucional ha señalado que: “configuran derechos


adquiridos las situaciones jurídicas individuales que han quedado definidas y
consolidadas bajo el imperio de una ley y que, en tal virtud, se entienden
incorporadas válida y definitivamente o pertenecen al patrimonio de una
persona”, es decir, que para que se configure un derecho adquirido es necesario
que antes de que opere el tránsito legislativo se reúnan todas las condiciones
necesarias para adquirirlo.”

De ese modo, podemos hablar de derecho adquirido en aquellos casos en que


la persona ha cumplido todas las condiciones y exigencias necesarias para
adquirir el derecho pensional, por lo tanto no se me debe desmejorar mi
derecho, aun en cuanto cambie el concepto del Consejo de Estado, toda vez
que ya cumplía con las condiciones necesarias para adquirir dicho derecho
siendo beneficiaria del artículo 36 de la Ley 100 de 1993, en concordancia con
el artículo 1° de la Ley 33 de 1985.

Razón por la cual a mi poderdante si le asiste el derecho a la reliquidación de la


pensión de vejez, conforme lo planteado anteriormente, en razón a que la
demanda de NULIDAD Y RESTABLECIMIENTO DEL DERECHO, se radico 29 de
noviembre de 2017, fue admitida el 10 de mayo de 2018, y la sentencia de
unificación data del 28 de Agosto de 2018, su aplicación atenta contra los
principios fundamentales antes enunciados.

En consecuencia de lo anterior reitero las pretensiones de la demanda.

Del Señor Juez, atentamente,

MARIA EUGENIA MOJICA CORREA


C.C. 28.131.327 de Floridablanca
T.P. 47.582 del C. S. de la J.

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