Sunteți pe pagina 1din 2

A David Rodas Maldonado

En el mes de diciembre de 1916 nació David Rodas Maldonado, hijo de


David Rodas Cuervo y Mercedes Maldonado Castro. A temprana edad
abandonó los estudios y se convirtió en el proveedor de su hogar, la
orfandad paterna le obligó a buscar el sustento para su madre y cinco
hermanos pequeños.

Esta situación no amilanó al joven que además de encontrar el lugar de


abastecimiento en los cercanos esteros, manglares y campiña
circundante de la naciente Machala, no descuidó la tarea de auto
educarse, pues en la vieja casa familiar se conservaba la biblioteca de su
padre y abuelo en la que se dedicaba a leer por mucho tiempo.

Su apego a los espacios naturales más su inquieto y aventurero espíritu


lo fueron transformando en un personaje que atraía a sus congéneres,
poco a poco la casa familiar ubicada en la esquina de las calles Sucre y
Ayacucho se fue convirtiendo en el lugar donde convivían con grandes
reptiles y animales de la campiña; y claro, no faltó el circo y el teatro
que organizaba con hermanos y amigos.

El tiempo lo transformó en un formal caballero que ocupó importantes


cargos públicos en el Cuerpo de Bomberos de Machala, la Junta de
Reconstrucción de la Provincia de El Oro y la Ilustre Municipalidad de
Máchala, siendo esta última la institución en la que ejerció por varias
décadas como Secretario General, siendo distinguido con el
nombramiento de Cronista Vitalicio. En esta última institución se jubiló.

En sus tiempos libres incursionó en diferentes actividades artísticas y


culturales, entre las que se destacan los amorfinos, los cuentos y
leyendas, el teatro radial, que en su momento realizaron con Severo
García, Mariana Cueva de Febres Cordero, Ney Bravo Castillo y otros.

La personalidad de David Rodas Maldonado le permitió ser un personaje


cercano de muchos hogares de Machala y la provincia de El Oro a donde
acudía sin distinguir clases ni posición económica. La facilidad de palabra
y expresión escrita le ubicaron en un importante sitial de nuestra
comunidad, transformándose en autor de muchos discursos, artículos y
otros documentos que aún no han sido rescatados en la debida forma.

Sus familiares y amigos le recordamos como un ser amable, bromista,


contador de cuentos y leyendas llenas de fantasía y costumbrismos de
nuestra heredad órense, magnífico promotor de nuestra estirpe, cultura
y buen nombre. Por siempre recordaremos las incontables anécdotas y
las perspicaces ocurrencias; y, la gran labor de su vida de ser
prácticamente un archivo viviente de nuestra historia.

Falleció el 12 de febrero del 2002, el Concejo Cantonal presidido por el


Dr. Mario Minuche Murillo le ofreció un magnífico homenaje póstumo en
el Salón de la Ciudad de Machala.

Julio César Manzo Rodas

S-ar putea să vă placă și