Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Presentado por:
Codigo: 35894988
Tutora.
Programa: Psicología
Octubre – de - 2019
Introducción.
Uno de los campos de la psicología que ha venido cobrando fuerza en los últimos años, es
la psicología aplicada a la humanización de las leyes. (Psicología Jurídica). En nuestro país
este alcance se ha venido promoviendo desde las acciones de exploración y experiencias
significativas que se obtiene en el ejercicio de la profesión. (Díaz, 2011). Por lo anterior es
importante aclarar que a nivel conceptual se reconoce la psicología jurídica como un área
de aplicación que surge como disciplina, permitiendo estudiar las situaciones donde el
individuo infringe la normatividad o las leyes establecidas en determinado estado para la
convivencia social. Así mismo la psicología jurídica es interpretada como parte de la
psicología que centra su estudio en las acciones ejecutadas en contextos jurídicos y
regulados por las normas, a fin de poder llevar a cabo no solo valoraciones que den cuenta
de las causas que influyeron en dicho actuar, sino también para crear estrategias de
prevención y promoción, a fin de disminuir el cometimiento de un delito.
Desde la relación que existe entre la psicología y le derecho, para Carnelutti (citado por
Díaz, 2011) el derecho y la justicia no son la misma cosa, y el derecho será justo o aportará
a la justicia, sólo cuando coadyuve al mejor bienestar de la sociedad. Para el derecho es un
producto cultural que debe ser comprendido antes que explicado como lo pretenden las
ciencias naturales; el derecho es un instrumento de poder con una base ideológica que le da
sentido. De esta manera, las normas son para el derecho el "deber ser" que cobrará eficacia
sólo cuando estén próximas a la realidad que pretenden regular. Giraldo (citado por Díaz,
2011).
Objetivos:
Objetivo General.
Identificar los elementos que reconocen la psicología jurídica como un área de aplicación
en los contextos donde los sujetos cometen delitos.
Objetivos Específicos.
Caso
zoraya sabe que el dolor nunca cederá, mujer afrocolombiana de 32 años al relatar
su tragedia, que comenzó hace cinco años en Quibdó, capital del departamento de
Chocó y donde hoy vive desplazada por la violencia del conflicto armado. Aún se
recrimina "no haber mirado hacia atrás" cuando a fines de 2011 no notó que su
pequeña, a quien había dejado con sus abuelos para hacer un trámite, salía detrás.
"Le quitaron el vestido, el pañal y un palo le introdujeron por el ano y le perforaron
el intestino delgado.
Testigos recuerdan el charco de sangre cuando la encontraron. La llevaron de
urgencia a un hospital y estuvo un mes en cuidados intensivos. Ahora "tiene una
cicatriz muy grande, casi todo el abdomen" Nunca supo quién fue el responsable.
Solo sabe que no pudo volver a ponerle a su hija el vestido que llevaba ese día.
En Chocó, "el conflicto es muy fuerte (...) y la violencia sexual ha sido una de las
armas más frecuentes para controlar a la población civil, ha sido como una
herramienta de guerra", explica Lorena Mosquera, asistente de salud del CICR en
Quibdó; Embarazos no deseados, abortos traumáticos, enfermedades venéreas,
daños físicos, familias rotas y madres solteras: el flagelo tiene consecuencias "muy
graves", agrega esta enfermera, y menciona casos de mujeres "desde un año y
medio hasta de 65 años", e incluso de hombres.
Además, está la "invisibilidad": por culpa, miedo a ser estigmatizadas y sufrir
represalias, "el subregistro es muy, muy grande.
Es tan vergonzoso", afirma en el informe María Eugenia Urrutia, fundadora de
Afromupaz, una asociación en Bogotá que ayuda a víctimas de agresión sexual.
A ella también le costó superarla tras sufrirla en carne propia y tener que abandonar
su natal Chocó. Lloró, se encerró en casa. Hasta que un día empezó a cantar. La
música del Chocó la sanó: "Con los cantos, abrazando a mis hijos, reaccioné".
Esa crianza está dada por la creencia de que el hombre (macho) por el hecho de ser
hombre puede disponer de la vida de la mujer, aunque no se le dice específicamente
que puede hacer y deshacer con su mujer o las mujeres, desde pequeños a los niños
en Colombia se les inculca que son los hombres de la casa; y ser el hombre de la
casa, implica entre otras cosas, que puedes hacer lo que quieras, por ejemplo, dar
órdenes a tus hermanas y que ellas deben obedecerte, dejar a tus hermanas y/o
madre todo el oficio de la casa, también que las preferencias del hombre son las que
deben primar, por ello la mujer se va con el marido, y no el marido con la mujer.
Es lógico que un niño que se cría teniendo control sobre las mujeres que le son
prohibidas por la primera regla social (no cometer incestos), asuma que sobre
aquellas que no le son prohibidas (su mujer), tiene más dominio y poder; y piense
que sí la mamá y las hermanas hacían todo para complacerlo, y le daban todo cuanto
a él le apetecía; su mujer, tiene una obligación mayor de complacerle y él puede
poseer toda la cognición y la corporeidad de ella.
Área de la Psicología.
Forense, ya que esta está dada a la búsqueda de información o pruebas que se han
viables para la administración de justicia frente a los hechos expuestos por la
persona afectada con el fin de restablecer así sea un poco los derechos a los que fue
vulnerado por un sujeto en cuestión.
De igual manera la psicología forense desarrolla sus conocimientos y aplicaciones
con la finalidad de apoyar, con sus resultados, el trabajo jurídico en la Sala donde
haya que impartir Justicia. Teniendo como objetivo auxiliar al juez en la toma de
decisiones. se base en la evidencia científica. El especialista en otras áreas de la
psicología como: clínica, o neuropsicología, educativa, etc. pueden actuar como
peritos o expertos, será el psicólogo forense, por su formación específica, el
especialista en la realización de las valoraciones psicológicas en el ámbito legal.
Algunos aspectos que comúnmente son objeto de interrogación del sistema judicial
a los psicólogos forenses son la competencia del acusado para someterse a juicio y
ejercer su legítimo derecho a la defensa, o que se dictamine el estado mental del
procesado al momento de cometer el crimen por el que es acusado, de forma de
conocer la comprensión de la criminalidad del acto punible y la capacidad del
imputado para dirigir sus acciones al momento de la comisión del delito, lo que
tiene una incidencia directa sobre la responsabilidad penal que se le pueda imputar.
Conclusiones.