ENCUENTRO MATRIMONIAL - MUNDIAL

ORACION EN PAREJA
OBJETIVO
Evidenciar la importancia de la oración de pareja para el crecimiento de su relación.

I. ORACION INICIAL (Marcia)

Oración de los esposos, el uno por el otro

Señor Jesús, te pedimos que nos concedas a mí y a mi esposo(a) que podamos

tener un amor verdadero y comprensivo el uno por el otro.
Concédenos, amado Señor, que ambos podamos estar llenos de fe y confianza
para enfrentar los retos de la vida en nuestro matrimonio.
Danos la gracia de vivir juntos en paz y armonía y que seamos ejemplo de tu
amor.
Que siempre podamos soportar las debilidades del otro y crecer de las fuerzas
del otro.
Ayúdanos a perdonarnos y superar los fracasos y concédenos paciencia,
amabilidad, alegría y el espíritu de colocar el bienestar del uno por el otro.
Que el amor que nos unió crezca y madure con cada año que pasa.
Llévanos cada vez más cerca de Ti a través de nuestro amor el uno por el otro.
Que nuestro amor crezca en la santidad como Tú eres Santo. Amén.

II. CANCION

Bendita la luz (MANÁ y Juan Luis Guerra)

Bendito el lugar y el motivo de estar ahí

Bendita la coincidencia
Bendito el reloj que nos puso puntual ahí
Bendita sea tu presencia
Bendito Dios por encontrarnos en el camino
Y de quitarme esta soledad de mi destino
Bendita la luz
Bendita la luz de tu mirada
Bendita la luz
Bendita la luz de tu mirada desde el alma

Benditos ojos que me esquivaban

Simulaban desdén que me ignoraban

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 Y de repente sostienes la mirada (tarantintiriran)
Bendito Dios por encontrarnos en el camino
Y de quitarme esta soledad (de mi destino)
Bendita la luz
Bendita la luz de tu mirada
Bendita la luz
Bendita la luz de tu mirada ooohhh

Gloria divina de esta suerte, del buen tino

Y de encontrarte justo ahí en medio del camino
Gloria al cielo de encontrarte ahora, llevarte mi soledad
Y coincidir en mi destino
en el mismo destino
Bendita la luz
Bendita la luz de tu mirada
Bendita la luz
Bendita la luz de tu mirada
Bendita mirada ooohhh
Bendita mirada
desde el alma
tu mirada
Bendita Bendita Bendita mirada
Bendita tu alma y bendita tu luz
Tu mirada ooohh

III.- BIENVENIDA Y PRESENTACION DEL TEMA (Jorge)

La oración en pareja siempre es escuchada y más cuando nos fiamos en las manos del
Amor. La oración es abandonarnos humildemente a los planes del Señor, decirle
tómanos en tus manos, así como el alfarero toma el barro para dar forma a una
hermosa creación. Hablar de la oración de los esposos, es hablar de
complementariedad, de encuentro, de ser uno como esposos con el mor del AMADO,
para entender esas emociones cargadas de sentimientos. Una oración hecha con
insistencia, amor y fe no puede dejar de ser escuchada por Dios porque es Jesús
mismo quien dijo “todo lo que pidas al Padre en mi nombre se les concederá” La pareja
que ora unida permanece unida y a través de este taller vamos fortaleciendo la riqueza
del encuentro, del volver a la fuente y eso produce en mí sentimientos de gozo y
esperanza como el 14 de noviembre del 2011 que me preparaba para encontrarme con
Emilia Guadalupe y poder sentir en nuestras vidas esa presencia amorosa del Dios
amor que me permitió tomar en mis manos la ternura del amor humano.

Bienvenidos queridos Matrimonios a este taller “La oración en Pareja” a través del cual
queremos Marcia y Yo evidenciar la importancia de la oración de pareja para el
crecimiento de nuestra relación.

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IV- LECTURA BIBLICA (Mt. 18,19-20 Los dos esposos)
Marcia:
«Les aseguro también que si dos de ustedes se ponen de acuerdo en la tierra para
pedir algo, sea lo que fuere, lo conseguirán de mi Padre que está en los cielos. Porque
donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.»"
Marcia:

Marcia:

Jorge:
Adentrarme en este texto me permite descubrir una invitación del Señor a ponerme de
acuerdo con mi esposa en un ambiente de confianza para orar. La oración con Marcia
me une, me complementa, me permite entrar en una comunión con ella que es mi
compañera de camino y el complemento de mi vida y que es quien me apoya y a quien
puedo apoyar en la oración, para alabar, agradecer o simplemente para contemplar.
Eso me permite sentir que nuestra oración halla eco en nuestros corazones y es
escuchada por Dios, produciendo en mí sentimientos de paz y regocijo como cuando
me siento en la playa o en otro lugar para ver la caída del sol y me deja el alma atónita
de la magnificencia de Dios, haciéndome sentir lleno del amor y feliz de haberlo
compartido contigo mi amor, permitiendo sentirme más cercano y cimentado en Dios
Amor que me regala todos los días la oportunidad de Vivir y complementarme contigo y
con nuestra pequeña Emilia, formando una comunidad de Amor y donde siento se van
cumpliendo las promesas del amor generoso de Dios, quien nos regala AMOR,PAZ,
QUIETUD, ALEGRIA comparado esto como cuando viajo a visitar a mi familia de la
sierra y los puedo estrechar en un abrazo, produciéndome sentimientos de gozo y
agradecimiento.
Marcia:
La oración es una promesa concreta, real, hecha por Jesús para cualquier comunidad
de fe, “porque donde dos o tres estén reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de
ellos”.

La pareja es una pequeña Iglesia, una comunidad de fe.

Dios está presente en la pequeña Iglesia en oración.

V.- DESARROLLO (esposos alternándose)

Marcia:
En el FDS., escuchamos, en una de las charlas que para hacer cambios en nuestra
vida y vivir ese nuevo estilo de vida, necesitamos algunos elementos que nos ayuden
en el trabajo diario de crecimiento. Estos elementos son:

- El diálogo diario.

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- La oración

- Las relaciones sexuales

- Buscar convivir con otros matrimonios que compartan los mismos ideales y valores.

Jorge.
NUESTRO TEMA HOY ES “LA ORACION EN PAREJA “

A) Así como cada uno de nosotros se dirige a Dios en los diferentes momentos de
nuestras vidas para pedir, agradecer, alabar, hablando desde dentro de nuestro
corazón, el matrimonio, como un ser conyugal, también necesita estar en diálogo
con Dios. No es lo mismo que rezar u orar como individuo. Es rezar juntos, en una
sola carne, en un mismo espíritu, uniendo sentimientos y necesidades para dirigirse
al Padre.
Todo se hace común a los dos; las palabras, el nosotros en lugar de yo, las
alabanzas, los pedidos de intercesión.

Es hermoso reconocer que en nuestra relación de esposos, la oración se ha vuelto un

hábito que implica sujetar bien, aunque hay momentos en lo que siento que flaqueo;
me gana la rutina, el cansancio, o el ¿Para qué?, cuando me doy cuenta de eso surgen
en mí sentimientos de tristeza y de vergüenza, como si estuviese descalzo y sin
camisa en una reunión elegante donde yo tengo que dar el discurso, me siento raro,
me falta algo, perdí algo, no alcancé esa gracias especial que buscaba. Son
sentimientos de culpa al saber que podía vivir ese encuentro de oración, sin embargo
no lo hice dejándome vacío, solo y triste, aunque me ponga una máscara de no pasa
nada, internamente si me afecta. Es muy común a veces sentir que día a día hago lo
mismo, olvidándome de algo muy importante: la oración de encuentro de ese cuarteto
hermoso Yo, Marcia, Emilia y Dios.

La oración desde el corazón y la mente es el reconocimiento de nuestros límites y de

nuestra dependencia, teniendo un origen en Dios, somos de Él y retornamos a Él. Esta
es la clave, que en medio de esa dependencia puedo sentirme cada vez más coceador
con Él

Cuando oramos y lo hacemos en pareja y en familia, nuestra unión de esposos se

fortalece y nuestra fe se acrecienta cuando tienes al Dios como centro de tu vida y le
expresas tus alegrías, tristezas, triunfos, fracasos, ideales y realidades. Esto genera en
mí sentimientos de alegría y de complicidad como cuando nos acostamos Marcía,
Emilia y Yo y nos hacemos cosquillas y disfrutamos ese encuentro lúdico y amoroso a la
vez.

B) Nuestro mundo necesita, con urgencia, del testimonio de la fuerza del Espíritu
Santo, manifestado en nuestra vida, como matrimonio. Realizaremos nuestra
vocación de escucha profunda y diaria del Espíritu Santo si, juntos, buscamos la

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 Palabra de Dios para nosotros, si agradecemos la gracia que recibimos como
padres y esposos, si alabamos al Señor por las maravillas que hizo y hace en
nuestra vida de pareja. Dar testimonio de la acción salvadora de Dios, es la
oportunidad de que seamos signo de su amor para otros, es cumplir una misión:
Llevar la Buena Nueva de que Dios esta en medio de nosotros, para el mundo. Es el
Amor en diálogo con el Amor.

Marcia:
C) A la medida en que nos unimos en oración y, juntos vamos a Dios, percibimos el
inicio de una conversación. Nos tornamos más dóciles y mansos, más confiados uno
en el otro y juntos, en el Amor de Dios; enriquecemos nuestro diálogo de pareja con
la fuerza que la oración nos da y empezamos a sentir necesidad de abrirnos a otros,
transformándonos en Iglesia.

(Mentalidad: El otro esposo da ejemplos breves en donde a causa de llevar una vida
de oración se han abierto ayudando a otros, incluyan sentimientos)

D) Cristo es el modelo de oración para nosotros. Así como Jesús, tenemos el deber de
colocar la oración en nuestra vida, haciendo parte de la espiritualidad del
matrimonio, compuesta de vivencias, hábitos, de lenguaje común, de valores
incorporados.

Jesús rezaba: antes de las decisiones importantes y de los momentos intensos,

como para elegir sus Apóstoles Lc. 6, 12-16;
en la transfiguración- Lc 9, 20;
en la enseñanza del Padre Nuestro- Lc 11, 1 y en otros pasajes.
Jesús alababa al Padre; Jn 11, 41; Mc 6,46
En lugares solitarios: Mc 14,32; Lc 9,10; Lc 21,37
(Mentalidad: los pasajes bíblicos deberán ser solamente citados )

La oración de Jesús, nos hace ver que ella es posible y también necesaria. La
oración nos comunica fuerza y luz, y nos permite encontrar esta fuerza dentro de
nosotros para superar los tedios, los medios, las angustias, que vamos encontrando
en el camino.

La oración de pareja se hace fuerte, suplementada por la luz del Espíritu Santo.

Jorge:

E) La oración del matrimonio debe ser como la oración de Jesús.

La oración es por tanto un ingrediente que solidifica y sostiene la unidad de la pareja
y de la familia.

Insistiendo: Parábola del Juez y la Viuda Lc. 18, 1-8, orar siempre con insistencia pero
con intimidad, con propósito. "El deseo ora siempre, aun cuando la lengua calle. Si tú
deseas siempre, tú orarás siempre" (San Agustín).

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Con humildad: Parábola del fariseo y el recaudador de impuestos Lc. 18, 9-14 , orar
edificando con humildad, sencillez y agradecimiento, aceptando salir de sí para llegar a
Jesús. Si Él tiene el primer lugar en nuestra relación, la oración también.

Con confianza total; Parábola del Sembrador Mt. 13,18-22, Cuando pienso que voy a
resbalar, tu misericordia, Señor, me sostiene (Salmo 94,18)

Con simplicidad; el perdón de las culpas Mt. 6,14. Permiso, gracias y disculpa palabras
mágicas que forman parte de la simplicidad, con hacer la paz siempre, antes de que
termine el día nuestro matrimonio irá adelante.

Con audacia de hijos de Dios: el regalo de Dios bondadoso Lc 11,13. La audacia implica
confianza, fiat, desprendimiento. Señor haz de mí un instrumento de tu paz.

Marcia:

F) Como orar o rezar: En primer lugar es necesario que quede claro que la oración
puede ser hecha en cualquier tiempo o lugar. El matrimonio elige donde podrá
unirse en oración: En la iglesia, en la habitación, en el jardín, bajo los árboles o en
algún lugar especial.

Durante la oración el matrimonio puede estar sentado, de pie o de rodillas. Lo que

importa es que estén cerca uno del otro, juntos de cuerpo y espíritu y, si quieren de
manos o abrazados.

(Mentalidad: Un esposo da ejemplos breves de en donde y como hacen su oración

en pareja, incluyan sentimientos)

El diálogo con Dios, o la oración, debe ser una actitud espontánea del matrimonio,
con alabanzas ( uno puede alabar por el otro, agradeciendo a Dios por el regalo que
son el uno para el otro); puede ser un pedido por necesidades comunes; puede ser
intercesión por alguien necesitado en la familia, pueden ser declaraciones de amor a
Dios; puede ser una entrega del ser conyugal y su familia, con todos los problemas
que puedan estar viviendo. El matrimonio también puede unirse en oración en las
misas, en el rosario, en las novenas y en otras oraciones.

G) Al dialogar con Dios aprendemos: A reconocer cuanto exige del amor de nosotros
para perseverar en el proceso de conversión.

A que el estilo “dialogante”, fielmente renovado por la oración, es fruto de una gracia
de conversión continua y progresiva;
Que el diálogo humilde nos permite reconocer los dones de Dios y hacerlos
fructificar en el matrimonio

Que nuestros sin fin de fragilidades expuestas en la oración, nos hacen descubrir la
infinita paciencia de Dios y nos hacen más abiertos al perdón.

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 El matrimonio no es solo vivir el uno con el otro: es también ayudarse a crecer
espiritualmente. A través de la oración que nutre nuestro hogar, nuestra vida
espiritual, nuestra iglesia domestica modelo de hogar de Nazareth que vive la
oración, el trabajo, el amor, la paz.

Para mí la oración es ese dialogo sencillo y amoroso que se va volviendo clave en

nuestro ser esposos, ser familia; este puede ser un momento muy pequeño, un
minuto en la noche antes de acostarme o una oración más elaborada: no hay una
oración correcta o incorrecta. Lo importante es que los dos juntos Marcia y Yo
damos un tiempo al Señor y eso produce en mí un sabor delicioso que marca mis
sentidos para buscar más. Todos los días aprendo, que el amor de Dios es infinito,
que no nos deja solo, que nos ayuda a edificarnos y que desde muy por la mañanita
hasta el anochecer, va delante nuestro, detrás nuestro, sobre nosotros y debajo
nuestro cuidándonos, eso produce en mí sentimientos de confianza como cuando
Marcia me dice todo estará bien, todo saldrá bien frente a algún reto que nos
presente la vida.

VI.- PREGUNTA PARA EL 10/10

¿Qué cambios puedo hacer para que la oración de pareja se haga parte de nuestra vida
diaria? C.M.S.C.M.R

VII.- COMPARTIR ABIERTO

VIII.- ORACION FINAL (Distribuir copias de oración)

SEÑOR JESUS:
Aquí estamos, desafiados por el Espíritu Santo, que todo aclara y a todos conduce, a
asumir un compromiso más en nuestra vida matrimonial. Queremos ser dóciles al
llamado y estar dispuestos a cambios que nos permitan dialogar contigo y hacernos uno
con el Padre. Danos tu mano y escucha nuestro diálogo.
Agradecemos, Señor Jesús, todos los compartir hoy escuchados, todos los ejemplos
que nos fueron pasados y la invitación a un camino de conversión hecho por quien nos
ama. Estamos en la senda de Jesús y, junto a El, como los discípulos de Emaús,
queremos caminar escuchando siempre tu voz.

AMEN.

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 Oración de Inicio.
De los esposos, el uno por el otro

Señor Jesús, te pedimos que nos concedas a mí y a mi esposo(a) que podamos

tener un amor verdadero y comprensivo el uno por el otro.
Concédenos, amado Señor, que ambos podamos estar llenos de fe y confianza
para enfrentar los retos de la vida en nuestro matrimonio.
Danos la gracia de vivir juntos en paz y armonía y que seamos ejemplo de tu
amor.
Que siempre podamos soportar las debilidades del otro y crecer de las fuerzas
del otro.
Ayúdanos a perdonarnos y superar los fracasos y concédenos paciencia,
amabilidad, alegría y el espíritu de colocar el bienestar del uno por el otro.
Que el amor que nos unió crezca y madure con cada año que pasa.
Llévanos cada vez más cerca de Ti a través de nuestro amor el uno por el otro.
Que nuestro amor crezca en la santidad como Tú eres Santo. Amén.

Bendita la luz (MANÁ y Juan Luis Guerra) ORACIÓN DE CIERRE.

Bendito el lugar y el motivo de estar ahí SEÑOR JESUS:

Bendita la coincidencia
Bendito el reloj que nos puso puntual ahí
Bendita sea tu presencia
Bendito Dios por encontrarnos en el camino
Y de quitarme esta soledad de mi destino
Bendita la luz. Bendita la luz de tu mirada
Bendita la luz
Bendita la luz de tu mirada desde el alma
Benditos ojos que me esquivaban
Simulaban desdén que me ignoraban
Y de repente sostienes la mirada (tarantintiriran)
Bendito Dios por encontrarnos en el camino
Y de quitarme esta soledad (de mi destino)
Bendita la luz. Bendita la luz de tu mirada
Bendita la luz. Bendita la luz de tu mirada ooohhh
Gloria divina de esta suerte, del buen tino
Y de encontrarte justo ahí en medio del camino
Gloria al cielo de encontrarte ahora, llevarte mi soledad
Y coincidir en mi destino en el mismo destino
Bendita la luz. Bendita la luz de tu mirada
Bendita la luz. Bendita la luz de tu mirada
Bendita mirada ooohhh
Bendita mirada desde el alma tu mirada
Bendita Bendita Bendita mirada
Bendita tu alma y bendita tu luz. Tu mirada ooohh
Aquí estamos, desafiados por el
Espíritu Santo, que todo aclara y a
todos conduce, a asumir un
compromiso más en nuestra vida
matrimonial. Queremos ser dóciles
al llamado y estar dispuestos a
cambios que nos permitan dialogar
contigo y hacernos uno con el Padre.
Danos tu mano y escucha nuestro
diálogo.
Agradecemos, Señor Jesús, todos
los compartir hoy escuchados, todos
los ejemplos que nos fueron pasados
y la invitación a un camino de
conversión hecho por quien nos
ama. Estamos en la senda de Jesús y,
junto a El, como los discípulos de
Emaús, queremos caminar
escuchando siempre tu voz.