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8 mar2012

Análisis de datos cualitativos en los trabajos de investigación


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Por el Mtro. Fernando Reyes Baños

En los trabajos de investigación con un enfoque cualitativo el propósito de analizar


los datos es el de articular y estructurar éstos para describir las experiencias de las
personas bajo su propia óptica, lenguaje y forma de expresarse, interpretando y
evaluando unidades, categorías y patrones, para dar sentido a los datos dentro del
marco del planteamiento del problema.

El análisis de datos cualitativos se caracteriza por ser eclético, paulatino y paralelo


al muestreo y a la recolección de datos, distinguiéndose del análisis cuantitativo por
no seguir reglas ni procedimientos concretos, ya que es el investigador quien
construye su propio análisis. El análisis considera las reflexiones e impresiones
registradas por el investigador en la bitácora de campo durante su inmersión inicial
y profunda, además de los datos provenientes de las notas que toma de la
observación que hace del ambiente y de la recolección enfocada que realiza a
través de entrevistas, documentos y materiales diversos; en tanto, sigue generando
más datos y acumulando grandes volúmenes de los mismos, por lo que el
investigador debe preguntarse qué hacer con ellos (Hernández, Fernández y
Baptista, 2010).

La forma específica de analizarlos variará según el diseño del proceso de


investigación seleccionado. El procedimiento que se describe a continuación se
deriva de la teoría fundamentada, según el cual, la teoría va emergiendo
fundamentada en los datos:

1. Primero, se revisa todo el material (en su forma original), iniciándose en este


punto con la bitácora de análisis (para documentar paso a paso el proceso analítico),
en tanto que se comprueba que el material esté completo y tenga la calidad
necesaria para ser analizado; segundo, se transcriben los materiales de entrevistas
y sesiones a través de herramientas como la computadora, lo que generalmente
implica copiar anotaciones, transcribir grabaciones de audio y video y escanear
documentos e imágenes; tercero, se vuelven a revisar los datos ya procesados para
explorar nuevamente el sentido general de los mismos; y cuarto, se organizan los
datos de acuerdo al criterio que parezca más conveniente (estos criterios pueden
ser: cronológico, por sucesión de eventos, por tipo de datos, por grupo o participante
o por tema). Cabe destacar la importancia de la bitácora de análisis en este punto,
porque resulta invaluable para la validez y la confiabilidad del análisis, además de
que las anotaciones (“memos analíticos”) que se registren en ella permitirán
identificar unidades y categorías de significado.

2. Para entender mejor el material a analizar, se codifican los datos para tener una
descripción más completa de estos, al tiempo que se resume y elimina la
información irrelevante. La codificación tiene un primer nivel, donde se codifican las
unidades en categorías, y un segundo nivel, donde se comparan las categorías
entre sí para agruparlas en temas y buscar posibles vinculaciones. En el primer
nivel, el investigador considera un segmento de contenido y lo analiza, toma otro y
lo analiza también, luego compara ambos segmentos y los compara en términos de
similitudes y diferencias: si los segmentos son distintos en términos de significado y
concepto, de cada uno induce una categoría, pudiéndose presentar también la
posibilidad de que los considere irrelevantes para el planteamiento del problema;
pero si son similares, induce una categoría común; acto seguido el investigador
considera un tercer segmento, lo analiza en términos de significado y concepto, para
luego contrastarlo con los dos anteriores, evaluando sus similitudes y diferencias,
de donde induce una nueva categoría o los agrupa con los otros, y así
sucesivamente. Al proceso anteriormente descrito se le denomina “comparación
constante” y, básicamente, consiste en asignar la misma categoría y código a los
segmentos que comparten naturaleza, significado y características similares, y
ubicar en otras categorías a los que son distintos, asignándoseles códigos distintos.
En la teoría fundamentada a este primer nivel de codificación se le llama
“codificación abierta”.
3. Más abstracto y conceptual que el primer nivel de codificación, el segundo nivel
describe e interpreta el significado de las categorías, para lo cual se recomienda
revisar nuevamente, las unidades contenidas en cada una de ellas y recuperar al
menos tres segmentos de contenido para su ejemplificación, y de la misma forma
como se hizo con las unidades, se comparan las categorías (ésta vez atendiendo a
los significados y segmentos implicados en ellas), identificándose similitudes y
diferencias, así como posibles vínculos entre una categoría y otra. La meta es
integrar las categorías, según sus características particulares, en temas más
generales (categorías con mayor “amplitud conceptual”), razón por la cual se buscan
patrones que aparezcan repetidamente entre las categorías, asignándosele a cada
tema un código. Tales temas son la base de las conclusiones que emergerán del
análisis. Para la interpretación que surge del análisis cualitativo resulta importante:
describir, de manera completa, cada categoría y ubicarla respecto al fenómeno que
se estudia; analizar el significado que la categoría tiene para los participantes; tener
presente la frecuencia con que la categoría aparece en los materiales analizados y
encontrar vínculos, nexos y asociaciones entre las categorías, las cuales, pueden
ser temporales y causales.

4. Partiendo de los temas seleccionados y de las relaciones establecidas entre las


categorías, comienza la interpretación de los resultados. El investigador,
sirviéndose de herramientas que permiten visualizar las relaciones entre los temas,
completa el ciclo del análisis cualitativo al presentar el sentido y el significado de
tales relaciones, además de generar hipótesis y teorías con las que desarrolla un
entendimiento profundo sobre el fenómeno estudiado. Entre las herramientas que
el investigador utiliza para representar gráficamente las relaciones entre los temas
están: los diagramas de conjunto (o mapas conceptuales), las matrices, las
metáforas, el establecimiento de jerarquías, los calendarios y otros elementos de
apoyo. Cabe destacar los siguientes aspectos sobre el análisis cualitativo: primero,
que éste termina cuando se han “saturado” las categorías o cuando se ha
respondido al planteamiento del problema; y segundo, que actualmente existen
programas informáticos que facilitan esta labor: Atlas.ti, Ethnograph, Nvivo, etcétera
(Hernández et. al, 2010).

Nota final sobre el rigor científico en la investigación cualitativa: con el propósito de


realizar trabajos de calidad que cumplan con el rigor de la metodología de la
investigación, se han formulado una serie de criterios que intentan establecer un
paralelo con la confiabilidad, validez y objetividad cuantitativa, entre tales criterios
están los siguientes:

1. Dependencia (“confiabilidad cualitativa”, consistencia lógica, estabilidad). Grado


en que distintos investigadores que recolecten datos similares en el campo y
realicen los mismos análisis, generen resultados parecidos.

2. Credibilidad. Se trata de la correspondencia entre la forma en que los


participantes perciben los conceptos relacionados con el planteamiento del
problema y el modo en que el investigador capta los puntos de vista de los
participantes.

3. Transferencia (o “traslado”). No es generalizar los resultados del estudio a una


población más amplia, sino aplicar parte o la esencia de éstos a contextos similares.

Referencias

Hernández Sampieri, R., Fernández Collado, C. y Baptista Lucio, P.


(2010). Metodología de la investigación (5ta. ed.). México: McGraw-Hill.

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