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Quizás, a partir de ahora, dejaremos de preguntar qué es lo que nos transmite la naturaleza
sin reflexionar previamente a qué parte de la naturaleza nos estamos refiriendo. Y es que la
naturaleza no es solo un prado verde con árboles, sino que también es fuego, es agua y es
profundidad, en muchos aspectos.
Agua
¿Qué emociones nos transmiten los colores del agua? Generalmente, este elemento de la
naturaleza está relacionado con los colores azul o negro, así que estaríamos mezclando el
misterio que nos provoca el color negro con la tranquilidad de las aguas azules, cristalinas y
en ocasiones turquesa. Ante todo, podemos relacionar los colores del agua con la frescura y
la profundidad.
Tierra
Si pensamos en los colores de la tierra sin duda nos trasladamos a todas las tonalidades
beige, marrón, amarillo, naranja…y las emociones que generan en las personas son de
relajación, de descanso, sin dejar de pensar en el optimismo que transmiten todas estas
tonalidades.
Fuego
Es sencillo definir lo que el fuego transmite en las personas, y es que se trata del elemento
más agresivo, con un color rojo que transmite pasión y amor pero también poder y
agresividad, emociones fuertes. Es, por lo tanto, uno de los elementos con mayor
personalidad que puede transmitir unas emociones muy distintas dependiendo de la persona
o de su estabilidad emocional en ese momento.
Metal
El metal tiene una de las tonalidades más sencillas y visualmente más gratificantes: colores
que van desde el blanco hasta los grises transmitiendo calma y elegancia, de modo que son
colores ideales si queremos transmitir tranquilidad.
Madera
La madera es la naturaleza más pura, por lo que la relacionamos con el color verde, ya que
es en este color en el que pensamos cuando nos preguntan por la naturaleza, y es que el
verde es identificativo, es frescura, es equilibrio y es un constante renacer.
Conclusión
De acuerdo a muchas de las investigaciones que existen hoy en día se puede concluir La
naturaleza nos puede traer paz y mejoras tanto en el cuerpo (ámbito físico) y la mente
(ámbito psíquico). Los espacios verdes facilitan la realización de actividad física, mejoran
nuestro sistema inmunológico, mejoran las habilidades de vida de los adultos mayores y el
estado de salud en general. Para los diabéticos resulta importante, pues los ayudaría a
alcanzar niveles saludables de glucosa en el torrente sanguíneo. Por el contrario, la gente
que vive en lugares con menos espacios verdes, tendrán más tasas de obesidad infantil y
enfermedades cardiovasculares.
Vivir junto a una zona verde nos ayuda a relajarnos, nos invita a la práctica del deporte y
nos hace ser más sociables. Son las conclusiones de un estudio cuyos resultados pueden
extrapolarse a la población infantil, que se beneficia del mismo modo de parques y jardines
urbanos.
Otras investigaciones mencionan también que los espacios verdes mejoran el rendimiento
del intelecto