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UNIVERSIDAD PRIVADA ANTENOR ORREGO

FACULTAD DE MEDICINA HUMANA

ESCUELA DE MEDICINA HUMANA

“PARASITOLOGIA MEDICA

AUTORES:
Solís Adrianzén, Andrea
Timana Nizama Angie
Torres Paucar Carlos
Valverde Avila Dayana
Velaszo Cumbicus Daniela
Viera Encalada Anny
Vitteri Eden Maria

TUTOR:
Dra. Karim Dioses Díaz
Mblga. Rosa Cruz Ojeda

TURNO:
LUNES – 4:10 – 5:55 PM

FECHA:
I) Introducción:
La paragonimosis es una enfermedad causada por diferentes especies de
trematodos del género Paragonimus, con focos endémicos en zonas tropicales y
subtropicales de Asia, África y el Continente Americano.
Paragonimus requiere de 2 hospederos intermediarios, un molusco y un crustáceo
de agua dulce antes de instalarse en hospederos definitivos, el humano y una
amplia variedad de mamíferos domésticos y silvestres.
Se han reportado más de 30 especies de Paragonimus, y al menos diez de ellas se
consideran patógenas para el humano, entre las cuales se consideran: P.
mexicanus, P. westermani, P. kellicotti, P. skrjabini, P. miyazakii, P. heterotremus,
P. africanus, P. uterobilateralis. El principal representante a nivel global es P.
westermani. En México, se identifica a P. mexicanus.
II) OBJETIVOS

Definir y conocer la infección por paragonomiasis, sus características morfológicas


y ciclo de transmisión.

OBJETIVOS ESPECIFICOS:
 Resumir información de reportes de investigación que se han hallado en
pacientes con paragonomiasis
 Informar estadísticas sobre los casos que se presentan en el Perú y Piura
sobre la enfermedad
 Plantear diferencias y semejanzas en diferentes pacientes que presentan la
infección
 Establecer prevención para esta enfermedad
III) Marco Teorico:
Las formas adultas de Paragonimus mexicanus se encuentran habitualmente
aisladas o en parejas en los pulmones de los hospederos definitivos, encerradas en
una cápsula fibrosa con contenido hematopurulento y abundantes huevos. Estos
organismos monoicos tienen la forma y tamaño de un grano de café, miden 7 - 13 x
5.5 - 7.5 mm, son de color castaño rojizo, con un aplanamiento en sentido
dorsoventral. Su tegumento es grueso y cubierto de espinas. Presentan una ventosa
oral y un acetábulo de tamaño similar. Cuentan con una vejiga excretora que se
extiende desde la parte posterior hacia la faringe; sus dos testículos lobulados se
observan en el cuarto posterior del cuerpo, y el ovario también lobular, se aprecia
debajo del acetábulo. El útero, delicado, en forma de roseta, se encuentra a un lado
del acetábulo y se abre en el atrio genital común
El parásito expulsa diariamente alrededor de 20 000 huevos operculados no
embrionados, que miden 40 - 50 x 60 - 70 µm. Son eliminados con la expectoración
y/o en materia fecal si son deglutidos
Ciclo Vital:

El humano se infecta al ingerir carne cruda o mal cocida de cangrejos o langostinos


de agua dulce parasitados (con la forma infectiva - metacercaria), y por
manipulación de alimentos y utensilios de cocina contaminados durante la
preparación de los crustáceos. Mamíferos carnívoros, tales como perros, gatos,
gatos silvestres, tigres, leopardos, panteras, lobos, zorros, ratas, cerdos, entre otros,
pueden adquirir la parasitosis.

Las metacercarias atraviesan la pared del estómago o duodeno en un lapso de


tiempo menor a una hora y caen a la cavidad abdominal, donde sufren cierto grado
de desarrollo durante unos 5 - 8 días. Posteriormente migran a cavidad torácica a
través del diafragma, penetran en las capas serosas pulmonares. Durante la
migración pulmonar inducen zonas de necrosis focal, hemorragias y exudado
inflamatorio. Se alojan con frecuencia a unos centímetros de la superficie pleural,
cerca de bronquiolos y bronquios hasta convertirse en gusanos adultos en nódulos
de tejido fibrótico, con formación de granulomas.
En los quistes fibrosos, de forma irregular, y un tamaño de unos 10 - 15 mm de
diámetro, los trematods adultos se encuentran habitualmente en pares; la
comunicación con bronquiolos da lugar a la salida de huevos y desechos.
El tiempo requerido para que se complete su desarrollo a partir de la ingesta, con
eliminación de huevos, fluctúa entre 8 - 10 semanas; generalmente mueren después
de 6 años, pero pueden persistir por años. En infecciones severas pueden
eliminarse hasta 13 000 huevos / día.

Los huevos, eliminados con el esputo, o en heces, si son deglutidos, desarrollan en


agua dulce a los miracidios, los cuales penetran a caracoles donde se lleva a cabo
la reproducción asexual, con la liberación de cercarias microcercas, que dejan al
primer hospedero intermediario y penetrabn en los tejidos de crustáceos
(cangregos, otros), donde se desarrollan las metacercarias (sobre todo en
branquias, corazón, glándula digestiva, músculos, otras vísceras).

IV) ESTADISTICAS EN PERU Y PIURA


V) EVALUACIÓN CLÍNICA DE PARAGONIMIOSIS EN GATOS
INFECTADOS EXPERIMENTALMENTE CON Paragonimus
mexicanus

La paragonimiosis es una zoonosis parasitaria causada por tremátodos del género


Paragonimus, siendo Paragonimus mexicanus (=P. peruvianus) la especie
notificada como principal agente en el Perú (Alvarado et al., 2004). Su presencia fue
reportada por primera vez en el país en 1910 (Barton, 1910), al verificarse la
presencia de huevos de Paragonimus spp en el esputo de un poblador de Trujillo,
considerándose al agente causal como Paragonimus westerman hasta 1967, por
ser la especie más conocida y estudiada a nivel mundial (Ibáñez y Jara, 1992).

OBJETIVO:

El objetivo del presente estudio fue describir signos clínicos asociados con la
infección experimental con Paragonimus mexicanus en gatos.

MATERIALES Y MÉTODOS

 Animales: Se emplearon ocho gatos domésticos de 2.5 a 4 meses de edad (6


hembras y dos machos) sin distinción de raza.
 Control Sanitario: Los animales fueron pesados y se realizó una evaluación
clínica completa antes y después de la infección experimental. También se
realizaron exámenes complementarios para verificar el estado de salud pre y
post-inoculación (hemograma completo, examen coproparasitológico, ecografía
abdominal y radiología de tórax).
 Necropsia: En la necropsia se confirmó la presencia de quistes y parásitos a nivel
pulmonar. Se evaluaron las lesiones macroscópicas en órganos de la cavidad
abdominal y torácica. Se colectaron muestras de pulmón, colon, recto y nódulos
linfáticos mediastínicos, mesentérico yeyunal y cecal; además de tejido
inflamatorio del mediastino.
 Metodología Experimental: Evaluación clínica: examén físico, hemograma,
coproparasitología, radiología y ecografía.
 Infección:
- Fase aguda:

Día 3 PI: examen físico, hemograma, ecografía.

Día 10 PI: ídem+Radiografía.

Día 20 PI: íedem+Radiografía.

- Fase Crónica:

Día 28 PI: ídem+Radiografía y coproparasitología.

Día 40 PI: ídem+Radiografía y coproparisitología.

Día 50: ídem+Radiología y coproparasitología.

Necropsia: Examén físico, hemograma, coproparasitología, radiología y ecografía.

RESULTADOS:

Los gatos fueron positivos a P. mexicanus entre los días 41 a 50 de la infección,


según la técnica de sedimentación, con excepción de un gato que fue positivo a los
70 días de la infección.

DISCUSIÓN:

Durante la fase aguda, que coincide con la migración de los parásitos desde el tubo
digestivo hacia los pulmones, se pudo observar un aumento de la temperatura en el
25% de los gatos, aunque solo uno de ellos presentó temperatura febril hasta el día
8. Las larvas de P. mexicanus causan lesiones parenquimatosas intrapulmonares
debido a que se establecen adyacentes a los conductos aéreos pequeños,
formando los quistes parasitarios (Jeon et al., 2005). Este proceso de migración
causa lesiones mecánicas en los bronquios contribuyendo al desarrollo de focos de
bronquiectasia (Im et al., 1992).

CONCLUSIONES:

 A través de la ecografía abdominal se encontró engrosamiento de la pared


vesicular, esplenomegalia, hepatomegalia y aumento de ecogenicidad
hepática, especialmente durante la fase aguda.
 Los hallazgos radiológicos tempranos incluyeron focos de bronquiectasia y
de engrosamiento bronquial y aumento de radiopacidad de lóbulos
pulmonares, y en etapas posteriores se observaron estructuras radiopacas
ovoides en parénquima pulmonar y bronquiectasia.
 La necropsia confirmó la presencia de quistes y parásitos a nivel pulmonar.
VI) PARAGONOMIASIS PULMONAR EN NIÑO

Descripción del caso


Preescolar masculino de 3 años y medio de edad, natural y procedente del estado
Guárico, Venezuela, quien inicia su enfermedad actual en mayo de 2005, cuando
comienza a presentar tos seca en accesos, fiebre cuantificada (40°C) y pérdida de
peso, por lo que consulta a hospital de su localidad, donde ingresa con los
diagnósticos probables de neumonía basal derecha y tumor subdiafragmático.
Recibió antibioticoterapia por 8 días mejorando la sintomatología respiratoria, pero
en vista de la persistencia de la imagen radiológica en base pulmonar derecha es
referido al Hospital J.M. de los Ríos donde ingresa con la impresión diagnóstica de
neumonía basal derecha, tuberculosis pulmonar (TBC), leucocitosis con eosinofilia
marcada y asma bronquial en crisis moderada.
Dentro de los antecedentes personales, se refiere que el niño era asmático desde
los 3 meses de edad con por lo menos 10 crisis al año. En junio 2004 presentó
Síndrome Adenomegálico, realizándole serologías para Toxoplasmosis y
Citomegalovirus (CMV) que resultaron negativas, mejorando con antibióticos. Vivió
un año en zona cos- tera del Ecuador (Provincia Manabí) donde consumió alimentos
de la región tales como ceviche, moluscos y mariscos. En noviembre 2004 ingirió
cangrejos crudos o poco cocidos en gran cantidad.
Durante la hospitalización se evidenció hepatomegalia y nódulos subcutáneos en
tórax posterior donde anteriormente habían aparecido otros nódulos ya resueltos.
Estas lesiones eran de consistencia blanda, fluctuantes, no dolorosas, algunas
eritematosas. Se le realizó biopsia tipo Punch en nódulo cutáneo localizado en
región subescapular derecha descrita por el patólogo como “paniculitis septal con
escasas células gigantes de tipo cuerpo extraño, compatible con Eritema Nodoso.
No hay evidencia de malignidad y/o microorganismos patógenos”.
La ecografía abdominal reportó hepatomegalia parenquimatosa difusa sin imágenes
quísticas o tumorales.
El paciente permaneció 30 días hospitalizado, recibiendo antibioticoterapia
endovenosa y tratamiento ventilatorio con esteroides y broncodilatadores,
mejorando su cuadro respiratorio.
Discusión:
La Paragonimiasis es una infección parasitaria con predilección por el tejido
pulmonar. El período de incubación es variable siendo en los humanos, tan corto
como de 2 a 30 días o tan largo, como varios meses, pudiendo durar hasta un año.
En el paciente la sintomatología comenzó 6 meses después de la ingesta de
cangrejos crudos o poco cocidos en la Provincia de Manabí en Ecuador, conocida
área endémica de paragonimiasis.
Clínicamente la enfermedad tiene un curso crónico, desde pocos meses hasta
varios años. La gravedad y la progresión de los síntomas dependen de la fase y del
número de parásitos presentes. La fase aguda de la infección (invasión y migración
del parásito) cursa con diarrea, dolor abdominal, fiebre, tos, urticaria,
hepatoesplenomegalia y eosinofilia. La fase crónica (infección pulmonar) está
caracterizada por tos, hemoptisis, dolor torácico, pérdida de peso y anormalidades
radiológicas que persisten por varios años después de un tratamiento efectivo. En
el caso que discutimos se presentaron manifestaciones de la etapa invasiva,
migratoria y de la fase crónica.
Los hallazgos radiológicos son norma- les en 10-20% de las personas infectadas.
En otros casos, se observan imágenes compatibles con infiltrados, cavernas,
fibrosis, derrame o engrosamiento pleural. Estas manifestaciones clínicas y
alteraciones radiológicas son similares a las de la tuberculosis pulmonar. Las
imágenes suelen observarse con más frecuencia en las bases o tercio medio de los
pulmones, estableciéndose diferencias radiológicas con TBC pulmonar. El
diagnóstico diferencial incluye además infecciones bacterianas, micóticas y otras
enfermedades parasitarias de los pulmones, las cuales fueron descartadas en este
caso.
El derrame pleural es una de las manifestaciones relevantes de la paragonimiasis
pulmonar. Se encuentra entre el 40% y 70% de los pacientes y está asociado al
daño del parénquima pulmonar subyacente en forma de lesiones quísticas o
nódulos. Puede ser bilateral en el 17% de los casos. La asociación con eosinofilia
periférica es un dato constante, sobre todo cuando hay afectación pleural.
Este paciente presentó infiltrado importante a nivel de ambas bases pulmonares a
predominio derecho con engrosamiento y derrame pleural y en el curso de la
enfermedad, mantuvo niveles de eosinofilia marcada (mayor de 3.000
eosinófilos/mm3). Después del tratamiento el contaje absoluto de eosinofilos (CAE)
fue menor de 500 eosinófilos/mm3 y las imágenes radiológicas mejoraron.
El paciente presentó lesiones nodulares en tórax posterior compatible con Eritema
Nodoso pero pueden haber correspondido a localizaciones cutáneas del
Paragonimus, las cuales se han descrito en la literatura. Estos nódulos
desaparecieron después del tratamiento.
La paragonimiasis pulmonar se considera una zoonosis de difícil diagnóstico, en
primer lugar porque no es considerada dentro de las principales causas de patología
pulmonar y en segundo lugar por desconocimiento de la enfermedad y su similitud
en la presentación clínica con la tuberculosis pulmonar.
El diagnóstico de la paragonimiasis pulmonar puede ser establecido en la mayo- ría
de los pacientes, por el hallazgo de los huevos operculados en el esputo, las heces
o en el líquido pleural pero la sensibilidad del diagnóstico parasitológico es del 28-
29%.
Cuando existe historia clínica sospechosa, eosinofilia, antecedente epidemiológico
(lugar de procedencia, consumo de cangrejos crudos o insuficientemente coci- dos),
y los huevos no pueden ser demostrados, alternativamente como en este caso,
debe considerarse el inmunodiagnóstico a través del método de ELISA para
despistaje y confirmación por Westernblot. Se detectó la presencia de títulos de
anticuerpos anti-Paragonimus spp. en suero, los cuales fueron elevados en la etapa
inicial, disminuyendo gradualmente después del tratamiento. El reconocimiento de
las bandas específicas del antígeno de Paragonimus por el suero del paciente,
constituyó el diagnóstico de certeza para la administración del tratamiento.
Varias drogas han sido introducidas para el tratamiento de la paragonimiasis, entre
ellas, bithionol, niclofolan y praziquantel las cuales han mostrado alta eficacia
terapéutica. El más recomendable es el praziquantel, medicamento que fue ad-
ministrado en el presente caso resultando muy efectivo con desaparición de la
clínica, mejoría de las imágenes radiológicas y disminución inmediata de los títulos
de anti- cuerpos.
La paragonimiasis en Venezuela es una enfermedad exótica por su infrecuencia,
sin embargo, debe tenerse presente en las afecciones pulmonares agudas o
crónicas que cursan con eosinofilia sin causalidad aparente.
VII) PARAGONIMIASIS PULMONAR EN ADULTO

 Presentación de caso clínico:

Varón de 33 años, natural de Guayaquil (Ecuador), rasgos étnicos andinos que


reside en España desde el año 2003, año en el que a raíz de presentar un cuadro
constitucional, hemoptisis e infiltrados con cavitación en lóbulos superiores se
confirma en otro centro enfermedad tuberculosa mediante esputo positivo para
Mycobacterium tuberculosis (M. tuberculosis), por lo que se ingresa en centro
específico para tratamiento durante 6 meses con isoniazida, rifampicina,
pirazinamida y etambutol durante dos meses y luego isoniazida, rifampicina 4 meses
más. Tras ello el paciente queda en revisiones periódicas en otro centro donde
consta que está asintomático a excepción de esputo herrumbroso desde 2003. En
dicho seguimiento se realizó TAC en 2007 que muestra en segmento posterior de
lóbulo superior derecho una cavidad periférica de 2 cm de pared media e imágenes
sugestivas de bronquiectasias cilíndricas. La analítica de esa fecha muestra discreta
eosinofilia del 9%. Posteriormente, en 2008 cuando acude a nuestras consultas y
ante la persistencia de la expectoración herrumbrosa persistente (que el paciente
describe como «sangre» en cuantía de unos 5-10 ml/día) se realiza una radiografía
de tórax (con hallazgos superponibles a los descritos en el TAC de 2007) y esputos
seriados negativos para bacilos ácido-alcohol resistente y Löwenstein negativo,
aislándose en uno de ellos una Brevundimonas vesicularis (B. vesicularis), por lo
que se puso tratamiento erradicado con ciprofloxacino 750 mg cada 12 horas
durante 21 días sin cese de la expectoración herrumbrosa. Ante la persistencia de
la clínica se realiza nuevo TAC torácico cuyos hallazgos son idénticos a los del TAC
de 2007 (fig. 1) y ante la persistencia de hemoptisis leve pertinaz por supuestas
bronquiectasias y tractos cicatriciales localizados se decide lobectomía superior
derecha previo estudio funcional respiratorio normal. Microscópicamente la pieza
muestra abundantes granulomas de células histocitarias con gran fibrosis periférica
y fina corona linfocitaria que engloban gran necrosis y cavitación con multitud de
cuerpos ovoideos pardo-amarillentos operculados y birrefrigentes con luz
polarizada, característicos de huevos de P. uterobilaterali. Revisando la pieza
macroscópicamente se observan cavidades y túneles con importante necrosis y
fibrosis periférica y en una de ellas se encuentra un ejemplar adulto de P.
uterobilateralis.

Interrogado el paciente sobre hábitos alimentarios en su país, ocasionalmente


pescan y comen cangrejos de río. El paciente fue tratado con prazicuantel 25
mg/kg/8 h durante 48 horas con buena tolerancia, ausencia de expectoración tras
la cirugía y ausencia de huevos en los esputos de control.

 Discusión:

Nuestra interpretación al respecto sería que es probable que la prevalencia de la


tuberculosis en dichos pacientes sea similar a la población general del país de
procedencia del paciente.

En este caso concreto las lesiones radiológicas orientaron, hace 7 años, hacia el
diagnostico de tuberculosis que se confirmó mediante cultivo de esputo
(baciloscopia y Löwenstein confirmatorios), catalogándose las imágenes
radiológicas persistentes de bronquiectasias y tractos cicatriciales residuales a
dicha patología. Tras 7 años y ante la persistencia de esputo herrumbroso (mal
descrita y percibida por el paciente como hemoptisis diaria) a pesar de estabilidad
radiológica de las lesiones y ante el riesgo vital que supone una hemoptisis
persistente en el tiempo, se decide lobectomía superior derecha confirmando el
diagnóstico de paragonimiasis.

El diagnóstico podría haberse realizado mediante la visualización directa de los


huevos del parásito en el esputo al microscopio, pero la práctica ausencia de esta
patología en nuestro medio hace que si no se sospecha no se busque y no se realice
microscopía del esputo. No obstante, al realizarse las baciloscopias seriadas del
esputo se realiza una visualización microscópica del mismo, pero hay que reseñar
que los reactivos empleados en la tinción de Ziehl-Neelsen destruyen los huevos de
Paragonimus spp. La realización de broncoscopia y análisis citológico del bronco
aspirado o de los lavados bronquial y bronco alveolar, habría permitido la detección
de los huevos

 Conclusión:

Tener presente el diagnóstico de diferentes parasitosis pulmonares ante pacientes


oriundos de zonas endémicas, con lesiones pulmonares compatibles y eosinofilia
en sangre a pesar de aislamiento de micobacterias en las muestras respiratorias.
Más aún, ante la existencia de todas estas premisas podría ser aconsejable la
realización de citología de esputo rutinaria para el despistaje de parasitosis
pulmonares como la paragonimiasis.

VIII) SEMEJANZAS Y DIFERENCIAS


IX) CONCLUSIONES
X) BIBLIOGRAFIA

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