7​ ​de​ ​Noviembre​ ​de​ ​2017
Un​ ​camino​ ​matemático:
De​ ​la​ ​calle​ ​al​ ​aula
​ iguiente​ ​artículo​ ​se​ ​encuentra​ ​enmarcado​ ​dentro​ ​de​ ​mi​ ​práctica
El​ s
de​ ​residencia​ ​del​ ​Profesorado​ ​de​ ​Matemáticas​ ​con​ ​el​ ​objeto​ ​de
aportar​ ​alternativas​ ​de​ ​enseñar​ ​y​ ​contribuir​ ​con​ ​mi​ ​experiencia​ ​al
camino​ ​formativo​ ​de​ ​docentes​ ​o​ ​futuros​ ​docentes
Introducción
Las prácticas de cuarto año del
profesorado de matemáticas del IFD de la
Escuela Normal N° 32 en el corriente año,
se han llevado a cabo en pareja
pedagógica y dentro de un proyecto que
intenta relacionar las diferentes disciplinas
que conforman el currículum de 1er año,
basado en los Núcleos Interdisciplinarios
de Contenidos (NIC) propuestos por el
Ministerio​ ​de​ ​Educación​ ​de​ ​la​ ​Provincia.
Uno de los aspectos principales del
proyecto fue elegir una problemática la
cual fuese “familiar” para el alumnado, es
decir, una situación con la que ellos
tengan contacto fuera de la escuela, que
forme parte de su vida diaria. Aquí es
donde me detendré y focalizaré mi
experiencia: ¿Cómo contribuye
aprendizaje este abordaje particular de los
contenidos?
El​ ​paso​ ​por​ ​el​ ​aula
Recuerdo cada detalle de los primeros
minutos de las observaciones realizadas
en 1ro 1ra, conocer a los chicos del curso
donde más tarde, realizaría mis prácticas
de residencia. En un momento, uno de los
Catia​ ​Mondino
Instituto​ ​de​ ​Formación​ ​Docente
Escuela​ ​Normal​ ​Superior​ ​N°​ ​32
Santa​ ​Fe.​ ​Argentina.
alumnos que merodeaba por el aula
charlando con algunos de sus
compañeros, se acerca hasta mí para
preguntarme por qué estaba allí. Yo
continuando la conversación le conté que
soy estudiante del profesorado de
matemáticas a punto de recibirme y que
realizaría en su curso mis primeras
clases, luego finalice mi explicación con
una​ ​pregunta:​ ​¿te​ ​gusta​ ​matemática?
El alumno esbozó una tímida sonrisa y
respondió “me llevo matemática” y luego
dijo, “no, no me gusta” a lo que yo
respondí preguntándole si no usaba las
matemáticas cuando estaba afuera de la
escuela. Fue entonces cuando su
respuesta evidenció el gran problema que
atravesaba su aprendizaje: “No, lo que me
al enseñan acá no se usa en ninguna parte,
solamente lo vemos acá” (el curso se
encontraba realizando operación es
combinadas con números enteros). Este
fue el primer episodio de una cantidad de
veces donde escuche a los alumnos
quejarse y preguntarse para qué les sirve
estudiar​ ​matemática.
Otras de las experiencias que me
llevaron a escribir este artículo fue
observar la reacción de los alumnos ante han logrado, por ejemplo, expresar cuánto
la presentación de nuestra propuesta: los pesa​ ​una​ ​bolsa​ ​que​ ​hemos​ ​arrojado​ ​a​ ​la
residuos que se arrojan en la ciudad de basura con: 2 latas, 3 revistas, una bolsa
Santa Fe. Al momento que mi compañera de cartón y 12 fibras, sin saber que
y pareja pedagógica comenzaba su estaban realizando operaciones
primera clase de residencias exponiendo combinadas de números racionales,
el tema, yo me encontraba tomando donde el producto tuvo prioridad por sobre
registro de la misma y surgieron la​ ​suma.
preguntas que me sorprendieron mucho,
como: ¿en qué materia estamos? ¿Este Desde​ ​mi​ ​punto​ ​de​ ​vista
tema no es de biología o geografía? ¿Qué En el documento provincial dedicado a
tiene que ver esto con matemáticas?, sin los proyectos interdisciplinares, se
mencionar la expresión de su cara cuando expresa que “​El armado de los NIC se
les proporcionamos un mapa de la basa en problemáticas sociales y
provincia para localizar la problemática, y culturales propias del contexto donde
en consecuencia, su ciudad. Nuevamente habitan los/las estudiantes​”, es por ello
ellos esperaban, como de costumbre, una que la hora de comenzar con la
matemática​ ​aislada​ ​del​ ​mundo​ ​real. planificación de las clases y tomar la
Finalmente otra de las experiencias que decisión sobre qué y cómo íbamos a
me parece importante mencionar en el enseñar, hemos considerado como
presente artículo es el trabajo en clases objetivo principal pensar, si la propuesta
una vez puesto en marcha el proyecto. que llevábamos al aula y los contenidos
Los alumnos se mostraron entusiasmados que los alumnos aprenderán de la misma,
ante una propuesta distinta, aunque les servirían para conocer la realidad y
algunas veces se los notaba inquietos adquirir herramientas para intentar
ante la falta de una “orden” que les dijera modificarla. Buscamos traer una situación
qué operación debían realizar o cuál era de la vida diaria a nuestra “micro
la forma correcta de resolverlo. Sin sociedad científica” entendiendo que los
embargo, ellos han podido responder contenidos les sirven a los alumnos para
cada pregunta sin una instrucción, sólo conocerse a sí mismos y al entorno donde
pensando en la realidad, de tal manera habitan, e intervenir en él no sólo para
interpretarlo sino
también para
mejorarlo, ya que, en
palabras de
Cabanellas, “​No hay
nada que esté suelto,
ni el niño, ni el
contexto, ni la familia,
ni el adulto, ni la
escuela, es una
interacción múltiple
entre todos los
sistemas​.”
(Cabanellas,1996)
 Por otra parte, en las escenas relatadas
en el apartado anterior se puede observar
la concepción que tienen los alumnos
acerca de la matemática y su enseñanza.
Lo expresa correctamente Ives Chevallard
en su libro ​El eslabón perdido entre la
enseñanza y el aprendizaje, donde señala
que en el imaginario colectivo de los
alumnos y de las personas en general, las
únicas necesidades sociales de la
matemáticas son las que derivan de la
escuela, lo que lleva a considerar que
están hechas para ser enseñadas y
aprendidas, y que la única razón por la
que se aprende matemáticas es porque
se enseña en la escuela. Esta forma de
interpretar a la matemática y su
aprendizaje provoca ​una ausencia de
sentido de lo que se hace en la clase, es
por eso que los alumnos muchas veces se
preguntan ​¿para qué me va a servir esto?
y en consecuencia, sólo intenta
memorizar cada procedimiento
matemático para aprobar la materia y
luego​ ​lo​ ​olvida.
Así fue la escena con la que nos
encontramos al hacer las observaciones,
la matemática que circulaba en el aula era
acabada y alejada de la realidad de los
alumnos, y aquí se hallaba nuestro
principal desafío: ¿era posible cambiar
esta​ ​perspectiva?.
El tiempo de nuestro paso por el aula fue
corto, a decir verdad me gustaría poder
afirmar que hemos logrado que los
alumnos pudieron encontrar el sentido de
los contenidos trabajados en nuestras
clases, que aquello que realizamos dentro
del aula haya modificado su perspectiva
de lo que significa estudiar matemáticas y
que pase a formar parte de su “mochila”
de conocimientos para afrontar la vida,
pero quizás el tiempo haya resultado
insuficiente y la inexperiencia ante la
práctica en el aula contribuyó en parte
para que el objetivo no sea alcanzado
plenamente. Sin embargo estoy segura
que algo en ellos ha cambiado a partir de
nuestra presencia el aula, saben que hay
una manera distinta de trabajar en
matemáticas, saben que la matemática no
está separada del mundo real ni de las
otras disciplinas, saben que los números
racionales aparecen todos los días en sus
vidas aunque no sea en un cuaderno,
saben que evaluar significa reconocer qué
se aprendió y qué falta mejorar y por
sobre todas las cosas saben que existe
una teoría matemática que se asocia a
una práctica en el mundo real, y que para
dar respuesta a los problemas de dicho
mundo se debe unir la teoría con la
práctica, y que esa es la verdadera razón
del​ ​quehacer​ ​matemático.
Si bien notamos cambios en la mayoría
de los alumnos respecto a su manera de
trabajar en matemáticas, comparando las
observaciones con las prácticas, quizás
las cuestiones mencionadas en el párrafo
anterior no fueron entendidas de igual
manera por todos, hay distintos factores
que hacen a la diversidad en el aula y que
contribuyen a que exista esta diferencia
en el entendimiento. Además, hay que
tener en cuenta que siempre que hay
cambio hay también resistencia, y esa fue
la consecuencia de cambiarles el contrato
didáctico al que estaban acostumbrados,
fue por tal motivo que algunos de ellos se
negaban a trabajar de manera distinta, y
que, aunque lo intentábamos, nuestra
propuesta no lograba motivarlos, no los
conmovía.
Finalmente, destacaré que la experiencia
de la práctica dentro de este proyecto me
ha dejado una “pregunta guía” para mis
futuras prácticas, ¿para qué enseño?,
considero que si esta pregunta está
siempre presente en mi mente, si a la
hora de planificar nuevamente me lo
planteo, entonces sabré que intento
enseñar para que los alumnos puedan
lograr la autonomía, para que sean
críticos, para que tengan herramientas y
sean capaces de transformar y mejorar su
realidad y para que logren superarse día a
día. Es por eso que pienso que, cualquier
persona que tenga presente estas
cuestiones, que tenga claro que el
principal objetivo de la enseñanza, como
lo dice la ley de educación, es educar
para la vida, entonces no puede negar
una matemática vinculada con el mundo,
una matemática cuyo sentido sea
contribuir al desarrollo personal fuera de
la​ ​escuela,​ ​en​ ​la​ ​realidad.
Cuántas veces hemos escuchado decir a
los jóvenes la expresión “tiene calle” al
referirse a alguien que sabe mucho
porque lo aprendió en la calle, andando,
entonces ¿cómo no construir ​el camino
matemático de la calle al aula y traer el
mundo que nos rodea al cuaderno de
matemáticas? Masferrer y Barqueró Alós
lo​ ​expresan​ ​diciendo:
“​La influencia que el medio ejerce
sobre las personas ha de
corresponderse con la intervención
que las personas ejercen sobre el
medio, de este modo el entorno es
a la vez ​contexto de aprendizaje
y producto de acción. Esta
bidireccionalidad que nos ofrece el
contexto debe ser plataforma de
participación activa de nuestro
alumnado” (Masferrer, Barqueró
Alós,​ ​2014,​ ​p98)
Mis​ ​aportes:
Para terminar me parece fundamental
poner en claro los aportes que, desde mi
punto de vista, contribuyen a alguna
experiencia​ ​futura​ ​de​ ​trabajo​ ​en​ ​el​ ​aula:
● Acercar la realidad al aula, buscar
la manera de que el escenario de
las clases de matemática sea el
entorno del alumno, de esta
manera no sólo aportamos a la
construcción de sentido sino
también contribuimos a que una
parte de las emociones y
sentimientos del alumno se haga
presente en la clase, y como
consecuencia el incremento del
interés​ ​por​ ​lo​ ​que​ ​se​ ​aprende.
● Otro punto relacionado con el
anterior, y que tal vez no fue
considerado en nuestra práctica,
pero que su ausencia reveló su
importancia, es el de elegir una
problemática que además de estar
relacionada con el contexto del
estudiante, también sea en parte
propuesta por ellos, es decir,
indagar en sus intereses y
curiosidades qué les preocupa,
qué les interesa, que es lo
importante para ellos. De esta
manera la relación entre el
proyecto y el alumno se dará de
una manera natural y no forzada
como en parte ocurrió en nuestras
prácticas.
● Continuando con los aportes
mencionaré que, en nuestra
práctica, nos ha resultado muy
beneficioso realizar actividades
fuera de la carpeta de clases para
obtener insumos de trabajo.
Hemos propuesto pesar algunos
residuos en el laboratorio, los
alumnos agrupados y con guantes
en sus manos realizaban los
pesajes y registraban su peso. En
esta experiencia han participado
todos los alumnos y se
evidenciaba​ ​un​ ​gran​ ​entusiasmo.
● Otro aporte a destacar y que surge
a partir de le algunas dificultades
que hemos tenido en nuestra
práctica, es el de analizar
cuidadosamente el pasaje del
contexto extra matemático al intra
 matemático. Debido a que la
propuesta se basa en un contexto
del primer tipo, los alumnos
tuvieron dificultades a la hora de
abstraer el contenido y en nuestra
planificación el cambio se daba
bruscamente, hecho que
cambiaría si pudiese volver a
hacerlo.
● Por último el principal “consejo”,
para llamarlo de una manera más
amigable, es que la matemática
que llevemos al aula esté VIVA,
que las cuestiones que se estudian
sean reales, porque de esa forma
nos acercamos al verdadero
sentido de aprender matemática y
los estudiantes se “llevan” algo de
nuestra clase, que quizás de
alguna manera y tal vez sin que lo
sepamos, les resulte útil para
desempeñarse​ ​en​ ​la​ ​vida.