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ADMINISTRACIÓN DE MEDICAMENTOS

Introducción

La administración de medicamentos son actividades de enfermería que se realizan bajo


prescripción médica, en las cuales la enfermera (o) debe enfocarlas a reafirmar los
conocimientos y aptitudes necesarias para aplicar un fármaco al paciente, asimismo,
saber evaluar los factores fisiológicos, mecanismos de acción y las variables individuales
que afectan la acción de las drogas, los diversos tipos de prescripciones y vías de
administración, así como los aspectos legales que involucran una mala práctica de la
administración de medicamentos.

La administración de medicamentos es el procedimiento a través del cual


se proporciona un fármaco a un paciente para conseguir determinado efecto. El
medicamento puede administrarse a través de diferentes vías. Es importante tener en
cuenta que cada fármaco está preparado para ser administrado por una vía determinada
con el fin de que ejerza su acción de la forma más eficaz posible. El médico es el
encargado de recetar al paciente la dosis necesaria y el enfermero o técnico auxiliar de
enfermería será el encargado de administrar el medicamento.

Las vías de administración de fármacos son las rutas de entrada del medicamento al
organismo, la cuales influyen en la latencia, intensidad y duración del efecto de la
sustancia.
Existen ocho vías distintas para administrar fármacos:
 Vía oral: el medicamento se ingiere y se absorbe a través del tracto
gastrointestinal. Es la vía más utilizada y el fármaco puede tomar forma de gotas,
jarabes, elixires, comprimidos, cápsulas, pastillas, etc.
 Vía sublingual: el fármaco se administra debajo de la lengua, donde debe
permanecer hasta su total disolución en la mucosa.
 Vía tópica: el fármaco se administra directamente sobre la piel o las mucosas
(incluyendo genitales y ojos). Los más comunes son medicamentos dermatológicos
e instilaciones oftálmicas.
 Vía parenteral: el fármaco se introduce atravesando la piel o las membranas
mediante una aguja hueca en su interior (inyección o catéter).
 Vía respiratoria: el medicamento se administra a través de las vías respiratorias
altas en pequeñas dosis.
 Vía rectal: el fármaco se introduce en el recto. Se utiliza cuando existen dificultades
para la administración por otras vías.
 Vía vaginal: el medicamento se introduce en la vagina, a veces mediante un
aplicador.

 Vía percutánea o transdérmica: el fármaco o sustancia pasa a través de la piel hasta


los capilares dérmicos.

Las vías de administración rectal y vaginal se usan para la administración de fármacos


tanto local como sistémica y pueden ofrecer algunas ventajas únicas. Las vías rectal y
vaginal pertenecen a las vías transmucosas de suministro de fármaco y por lo tanto
ofrecen la ventaja de evitar el metabolismo de primer paso. Las mismas son empleadas
en la administración sistémica de fármacos cuando la vía oral no está disponible, o
cuando el fármaco considerado no es adecuado para la administración oral, sin
embargo, son relativamente menos populares debido a su naturaleza rectal-genital, lo
que influye directamente en aspectos relacionados con la privacidad.
ADMINISTRACIÓN DE MEDICAMENTOS INTRAVAGINAL

La vía vaginal para administración de medicamentos, aunque es una vía bastante


explorada, aún no es muy utilizada en comparación con otras como la oral o parenteral.
Sin embargo, es una buena alternativa a éstas debido a que se puede conseguir tanto
una acción local como sistémica de los mismos.

La vagina es el órgano reproductor femenino y se ha descrito como un canal


fibromuscular elástico que conecta el cuello uterino con el vestíbulo. El canal vaginal
mide alrededor de 7-15 centímetros de longitud, posee una anchura mayor a nivel
cervical que va disminuyendo según avanza el canal vaginal y un espesor de 150-200
micrómetros, que variará en función de diferentes factores (edad, actividad hormonal,
menopausia).

La pared vaginal está constituida por cuatro capas celulares; la más superficial es la capa
epitelial (formada por un epitelio escamoso estratificado no secretor) a continuación, se
localiza la lámina propia (formada principalmente por tejido conectivo, con canales
vasculares y linfáticos que drenan dentro de la vena ilíaca interna), la tercera capa es la
capa muscular (posee tejido conectivo y grandes plexos sanguíneos) y una última capa
es la túnica adventicia (formada por tejido conectivo y vasos sanguíneos).

Aunque no hay glándulas secretoras en la mucosa vaginal, el epitelio está recubierto por
una fina capa de fluido vaginal, el cual está formado por una mezcla de fluido
endometrial, moco cervical y secreciones vestibulares. Además, contiene células
inmunes, epiteliales y residuos de orina. Por otro lado, su composición química está
formada principalmente por agua y una pequeña cantidad de mucina, derivada del
mucus cervical, la cual aporta propiedades adhesivas y lubricantes al fluido. Pero esta
composición puede estar influenciada por cambios cíclicos y hormonales.

El pH vaginal normal tiene un valor comprendido entre 3,5-4,5. Es importante mantener


un pH ácido ya que es una característica importante que influye en la absorción de
fármacos y se consigue mantener gracias a la presencia de la microflora vaginal, la cual
está formada principalmente por lactobacillus. Estas bacterias son las encargadas de la
producción de ácido láctico a partir del metabolismo del glucógeno proveniente de las
células epiteliales descamadas. La presencia de estas bacterias es beneficiosa para la
salud vaginal debido a dos causas; la primera es que compiten con otros
microorganismos exógenos por los nutrientes y, además, también producen peróxido
de hidrógeno que es tóxico para dichos patógenos evitando así su colonización y a su
vez, la aparición de infecciones. La cantidad de glucógeno de las células epiteliales de la
vagina está influenciado por los niveles de estrógenos, por tanto, después de la
menopausia, al disminuir dichos niveles, se pierden las condiciones ácidas. Pero además
hay otros factores que también pueden alterar el pH vaginal como la edad, la presencia
de mucus cervical, las relaciones sexuales (ya que el semen tiene un valor de pH básico),
las infecciones o las etapas del ciclo menstrual.

Ventajas de la administración vaginal de medicamentos

Las vías de administración más utilizadas tradicionalmente son la vía oral o parenteral
para lograr un efecto sistémico y la vía tópica para un efecto local. Pero en la actualidad
la vía vaginal está asumiendo un importante enfoque como alternativa a las vías
tradicionales ya que puede lograr ambos efectos, tanto local como sistémico.

La biodisponibilidad de los medicamentos administrados por esta vía va a depender de


varios factores citados anteriormente como el pH, el espesor del epitelio vaginal y la
composición del fluido vaginal.

Existen una serie de ventajas e inconvenientes de la vía vaginal sobre el resto de vías de
administración.

 Ventajas sobre la vía oral: Evita el metabolismo hepático y su denominado


“efecto de primer paso”, y la degradación enzimática producida por el tracto
gastrointestinal, presenta una elevada absorción de fármacos de bajo peso
molecular, y no produce irritación de la mucosa gastrointestinal ni genera
problemas de absorción en presencia de alimentos u otros medicamentos.
 Ventajas sobre vías con mucosas: Presenta una densa red de vasos sanguíneos y
una gran área de superficie que facilita una buena absorción sistémica, tiene un
mayor tiempo de residencia que permite el uso de regímenes de dosificación
prolongados y unas dosis diarias menores y favorece una elevada penetración,
facilitando la administración de muchos compuestos bioactivos, péptidos y
proteínas.
 Ventajas sobre vía parenteral: No es una ruta invasiva, por tanto, no produce
daño en su administración, generando el mismo efecto y está más facilitada su
auto aplicación.
 Inconvenientes: Tiene un uso limitado basándose en el sexo femenino, en
función de la forma farmacéutica vaginal que se utilice tiene mayor o menor
aceptación, puede producir irritación local. La concentración de niveles de
estrógenos puede influir en la permeabilidad de la membrana vaginal y a su vez
en la farmacocinética de los principios activos diseñados para aportar una acción
sistémica. Por otro lado, el fluido vaginal al disminuir con la edad, la presencia
de un mucus cervical grueso (efecto barrera) y un pH elevado, puede influir en
la absorción vaginal de los fármacos. Por otro lado, un fluido vaginal elevado
puede realizar un “efecto lavado” y eliminar parte del fármaco administrado.
Todos estos inconvenientes hay que tenerlos muy en cuenta en el momento de
realizar la formulación vaginal.

Esta vía tradicionalmente ha sido utilizada para la administración de anticonceptivos y


de medicamentos para tratar infecciones vaginales. En la actualidad se está ampliando
su uso a la administración de muchas otras moléculas como antivirales, anti
protozoarios, anti fúngicos, agentes espermicidas, hormonas, prostaglandinas etc.

Además, y debido a dichas ventajas muchos medicamentos que han sido utilizados
mediante su administración por vía oral, a su vez se están investigando y desarrollando
para administrarlos por vía vaginal y así conseguir un uso diferente de los mismos.

Formas farmacéuticas de administración vaginal

Existen numerosas formas farmacéuticas de administración vaginal y se pueden


clasificar en función de su estado físico:

 Formulaciones líquidas: soluciones y duchas vaginales


 Formulaciones semisólidas: geles, espumas y cremas,
 Formulaciones sólidas: comprimidos, cápsulas, óvulos, films, anillos
intravaginales, y esponjas.
Sobre las formas tradicionales de administración vaginal (cremas, gel, comprimidos) se
ha observado limitaciones como tener un tiempo de residencia del principio activo en el
lugar de acción relativamente corto, y esto es debido principalmente al “efecto lavado”
del propio canal vaginal requiriendo múltiples dosis diarias para asegurar el efecto
terapéutico deseado. Por tanto, el desafío principal del diseño de las formas de
administración vaginal es la capacidad de establecer algunos criterios funcionales como
la dispersión del producto a lo largo de toda la extensión de la vagina, aumentar el
tiempo de residencia del principio activo sobre la mucosa, desarrollar las propiedades
fisicoquímicas adecuadas para asegurar una correcta interacción con el medio vaginal,
así como una correcta liberación del principio activo.

Procedimiento de administración
La administración de medicamentos vía vaginal debe realizarse siguiendo los siguientes
pasos:
 Preparar todo el material necesario para la técnica, a fin de evitar tener que
interrumpir luego el procedimiento.
 Mantener en todo momento las normas de higiene recomendadas.
 Colocar al paciente en la posición más adecuada y cubrir con una sábana para
asegurar la sensación de intimidad del paciente.
 Introducir el medicamento según las características y modo de aplicación que
presenten. Por ejemplo, entre los más utilizados encontramos:
Supositorio: En primer lugar, se mantienen separados los pliegues labiales con la mano
no dominante. Después se introduce el supositorio lubricado de manera rápida pero sin
brusquedad. Finalmente, el sujeto deberá permanecer acostado durante unos minutos
para evitar la expulsión del mismo y asegurar su eficacia.
Crema vaginal: En este caso, se deberá preparar el aplicador con la crema
correspondiente. También se deberán mantener separados los pliegues labiales y se
introducirá el aplicador en la vagina. A continuación, se apretará el émbolo para
depositar la crema en la región corporal. Para finalizar, se retirará todo el material usado
y se limpiará los restos de crema. El paciente deberá permanecer acostado durante unos
minutos para asegurar la absorción.
ADMINISTRACIÓN DE MEDICAMENTOS RECTAL

La vía rectal es anatómicamente el segmento terminal del tubo digestivo (15-19 cm).
Tiene una estructura que consta de una capa serosa peritoneal, una túnica muscular,
una capa submucosa (irrigada por el plexo venoso hemorroidal) y una capa o túnica
mucosa.

La administración de medicamentos a través del recto supone una vía segura y es una
práctica frecuente en determinadas situaciones, consiguiendo un efecto local y / o
sistémico. La administración por esta vía no suele tener problemas.
Hay que evitar utilizar esta vía principalmente cuando el paciente tenga hemorragia
rectal o haya sido intervenido de esta zona.

Esta vía está indicada cuando se quiere evitar un tracto digestivo superior por unas
determinadas causas, patología, sabor desagradable o agresividad del medicamento, si
bien es verdad, que esta vía está limitada a las presentaciones existentes que ofrece la
empresa farmacéutica.

La rapidez de absorción que se consigue es una de las características de esta vía, además
de evitar, debido a la anatomía venosa de la zona, pasar por el filtro hepático.

Ventajas:
 Los medicamentos se absorben rápidamente a través de la mucosa colónica.
 No irrita el tracto gastrointestinal alto.
 No pasa por la bio-transformación en el hígado.
Desventajas:
 Suele ser molesto e incómodo para algunos pacientes.
 Puede producirse una absorción incompleta o irregular dependiendo de la
capacidad del paciente para retenerlo, o de la presencia o ausencia de heces en
el recto.
 Puede estimular el nervio vago por distensión de los esfínteres anales.
Formas Farmacéuticas de Administración Rectal

Los supositorios son formas farmacéuticas sólidas cuya forma, superficie, volumen y
consistencia favorecen su administración por vía rectal. Deben disolverse o fundirse en
la cavidad rectal y pueden ejercer efectos locales o sistémicos. Estas formas
farmacéuticas pueden destinarse a tres objetivos bien diferenciados:

 Acción mecánica. Para provocar la evacuación en casos de estreñimiento. Se


formulan con excipientes hidrófilos del tipo de la glicero gelatina que irritan la
mucosa rectal y provocan por vía refleja el peristaltismo.
 Acción local. Para efectuar acción astringente y sedante sobre la mucosa rectal y
los esfínteres. Normalmente se preparan con excipientes grasos. Deben proveer
una cesión muy lenta del principio activo para retardar su posible absorción, ya
que no se desean efectos sistémicos.
 Acción sistémica o general. Se formulan para favorecer la absorción del principio
activo y su paso a la circulación general. Se pueden elaboran con excipiente
hidrofilos y lipófilos siempre que faciliten la liberación lo más rápida y completa
del fármaco.

Los enemas son formas farmacéuticas líquidas destinadas a la administración por vía
rectal Pueden ser soluciones, suspensiones o emulsiones. Los enemas de efecto local
se destinan a la evacuación del intestino. Los enemas terapéuticos contienen
fármacos para ejercer acción local en el colon o producir una acción general. Los
enemas de contraste contienen sustancias radio-opacas para facilitar las
exploraciones radiológicas.

La vía rectal es una alternativa válida cuando existen dificultades para la


administración por otras vías. Por ejemplo en niños pequeños, en pacientes con
vómitos o con dificultades de deglución. Sólo puede utilizarse para aquellos
fármacos capaces de absorberse a través de la mucosa rectal. En algunos principios
activos que sufren un marcado efecto de primer paso hepático, se pueden conseguir
mejoras de la biodisponibilidad en magnitud, también para aquellos fármacos que
sufren degradación por las enzimas intestinales. Sin embargo, salvo estos ejemplos
concretos la absorción rectal es más lenta, más incompleta y más variable para la
mayoría de principios activos. No acostumbra a ser una vía adecuada para conseguir
efectos rápidos y reproducibles, y si, en cambio muchas veces para lograr niveles
plasmáticos más o menos sostenidos.

Las venas hemorroidales media e inferior desembocan en la vena ilíaca y esta a su


vez en la cava, para acceder directamente al corazón. Por otra parte las venas
hemorroidales superiores desembocan en la porta y acceden al hígado. Debido a las
anastomosis (interconexiones) entre estas venas es poco probable que un fármaco
administrado por vía rectal salve totalmente el primer paso por el hígado, pero en
general, para aquellos fármacos que se absorben bien y de forma completa en el
recto, las pérdidas de primer paso son del orden de la mitad de las que se presentan
tras su administración oral.
Conclusión

El proceso de administración de medicamentos tanto por la vía rectal o vaginal es


una actividad dependiente que realiza el profesional de enfermería. No obstante, su
intervención en el desarrollo de estos procedimientos es de vital importancia, siendo
ética y jurídicamente determinante en la atención de los pacientes. Su correcto
desarrollo implica el aseguramiento de la calidad en el cuidado de los pacientes.

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