Sunteți pe pagina 1din 13

Palas Atenea: visiones y modelos culturales

de la inteligencia y el conocimiento

Pelayo Benavides Medina*

El presente artículo analiza, desde la perspectiva psicológica y educacio- Palabras clave


nal, diferentes visiones acerca de la inteligencia y el conocimiento. Estas
visiones son abordadas a través de la reinterpretación de la figura mítica Psicología
de Atenea, diosa griega de la inteligencia y el conocimiento, considerán- Conocimiento
dola como imagen metafórica popular de lo que comúnmente se asocia Inteligencia
al concepto de inteligencia y sus características. La reinterpretación se
sustenta, además, en la descripción de la evolución de los modelos cien- Coeficiente intelectual
tíficos de inteligencia, desde las teorías más antiguas, centradas en una Educación de adultos
capacidad global y estática, hasta las más recientes, multidimensionales y
más centradas en aspectos de aplicación práctica.

This article analyzes from the point of view of psychological and educa- Keywords
tional studies several visions about intelligence and knowledge. These vi-
sions are tackled through the reinterpretation of the mythical Athenea Psychology
figure, goddess of intelligence and wisdom, considering her as a popu- Knowledge
lar metaphorical image of what usually is associated to the concept of Intelligence
intelligence and its specific features. Furthermore, the reinterpretation
supports itself with the description of the evolution experienced by the Intellectual quotient
scientific models of intelligence from the oldest theories, focused on a Adult education
global dan static capacity, to the most recent ones, multidimensional and
more focused on practical application aspects.

Recepción: 13 de abril de 2010 | Aceptación: 7 de abril de 2011


* Licenciado en Psicología por la Pontificia Universidad Católica de Chile; Graduate Diploma in Arts-Social Anthro-
pology; Master of Arts-Social Anthropology por la Massey University, Nueva Zelanda. Académico-investigador
de la Pontificia Universidad Católica de Chile-sede regional Villarrica. Temas de investigación: cognición y cultu-
ra; epistemologías indígenas y herramientas educacionales “tradicionales”. CE: sbenavme@uc.cl

Perfiles Educativos | vol. XXXIV, núm. 136, 2012 | IISUE-UNAM 149


Introducción los modelos sobre inteligencia presentes a tra-
vés de la historia en la psicología occidental.
Desde una visión “tradicional y cotidiana” de Simultáneamente, este trabajo busca dar una
la educación formal, tanto en tiempos remo- mirada crítica al constructo de inteligencia
tos como actuales, la sabiduría y la inteligencia desde una perspectiva sociocultural e inter-
han estado presentes en ella como conceptos disciplinaria, haciendo énfasis en la influencia
fundamentales. Esto se refiere tanto al punto de aquél en la educación. Por último, la cita-
de partida de la educación formal como a la da reinterpretación se sustenta también en la
meta de la misma: quien aprende debe estar descripción de la evolución de los modelos
abierto al saber y por supuesto contar con una científicos de inteligencia, desde las teorías
inteligencia que le permita absorber los cono- centradas en una capacidad global y estática,
cimientos y habilidades impartidos por los hasta las teorías más recientes, multidimen-
maestros, tutores o profesores. Por otra parte, sionales y más dinámicas.
el hecho de educarse haría que el sujeto fuera
progresivamente más sabio y —aunque sujeto La imagen de la inteligencia y la
a mayor discusión incluso en las concepcio- sabiduría occidental: Atenea
nes cotidianas en torno a la educación— pro-
bablemente más inteligente. En occidente, nuestras impresiones e imá-
Más aún, la inteligencia y la sabiduría, a genes populares sobre diversas característi-
través de la educación “formal-occidental”, cas, valores y defectos humanos se han visto
se desarrollarían específicamente en ciertos históricamente influenciadas por figuras
espacios privilegiados (escuelas, academias, metafóricas diversas, en especial por aque-
institutos, universidades), a través de ciertas llas provenientes de la cultura griega clásica.
prácticas (charlas magistrales, cátedras expo- La Venganza, La Muerte, La Fortuna y otras
sitivas, actividades experimentales en labora- tantas figuras tienen su alegoría correspon-
torios) y a través de ciertos contenidos (huma- diente. De la misma forma, los dioses y dio-
nidades, ciencias exactas y tecnología). Todo sas del panteón griego también se asociaban
ello debidamente rodeado de un aura sobria, a ciertas áreas de importancia en la vida de
meticulosa, sistemática, con teorías de base y los mortales: el amor, la guerra, los elementos
generación de conocimiento, particularmen- naturales, la salud, etc. En este caso particu-
te a través de medios escritos. lar, nos detendremos en el análisis de la diosa
Sin embargo, esta creencia “popular”, he- griega Atenea, también llamada Palas Atenea
redera de la llamada “leyenda intelectualis- (Minerva entre los romanos), la diosa de la in-
ta” (Ryle, 1949), ha contribuido a fraguar en teligencia y la sabiduría.
nuestras conciencias una visión del quehacer Para comenzar, su solo nacimiento —in-
educativo, así como del conocimiento y de la mediatamente adulta— marca una imagen
inteligencia, cargada de prejuicios, rigideces y poderosa en relación con las asociaciones
de un acento fuertemente etnocentrista. vulgares que creamos cuando hablamos de
El presente artículo se propone analizar inteligencia y/o de conocimientos. Señala
y cuestionar, desde los mismos fundamentos Hesíodo (2000: 49) en su Teogonía:
metafóricos —en este caso mitológicos, de la
Grecia clásica— la imagen antes citada de la Zeus rey de dioses tomó como primera
inteligencia, con la expectativa de contribuir a esposa a Metis, la más sabia de los dioses
debilitar sus alcances así como de aportar a la y hombre mortales. Mas cuando ya falta-
discusión acerca de sus connotaciones, dando ba poco para que naciera la diosa Atenea
además una mirada general a los cambios de de ojos glaucos, engañando astutamente

150 Perfiles Educativos | vol. XXXIV, núm. 136, 2012 | IISUE-UNAM


Pelayo Benavides Medina | Palas Atenea: visiones y modelos culturales de la inteligencia y el conocimiento
su espíritu con ladinas palabras, Zeus se la por estado infantil alguno. Esta frialdad hacia
tragó por indicación de Gea y del estrellado los dioses masculinos, sin embargo, contrasta
Urano. Así se lo aconsejaron ambos para con su marcado apego a una serie de “héroes
que ningún otro de los dioses sempiternos culturales” y semidioses masculinos, como
tuviera la dignidad real en lugar de Zeus. veremos más adelante.
Como se puede deducir a partir de su apa-
Producto de la ingestión de Metis —una riencia militar, los griegos la consideraban
Titán diosa de la sabiduría y de la prudencia— patrona de la llamada “guerra justa”, la guerra
el suyo es probablemente el parto más notable defensiva, y en particular de la estrategia y las
de entre las diosas de la Grecia clásica (Parker tácticas —es decir, de la parte aparentemen-
y Stanton, 2003). Zeus, al poco tiempo co- te intelectual de los conflictos armados— no
mienza a tener un dolor de cabeza insoporta- afecta a la violencia abierta y desmesurada
ble, ante lo cual acude al dios herrero Hefesto propia de Ares, el dios griego de la guerra. Al
(Vulcano, para los romanos), y le pide que respecto, aunque en un marco algo distinto
abra su cabeza con un hacha. Como señala entregado por Homero (2000), en que los dio-
Eliade (1978: 297), “Surge de la cabeza de Zeus ses se ven enfrentados por asuntos mundanos
revestida de su armadura, blandiendo la lan- y rebosantes de bajas pasiones en la guerra de
za y profiriendo su grito de guerra”. Vemos, Troya, ambas deidades se vieron enfrentadas,
de esta forma, cómo la imagen del asiento de saliendo vencedora la diosa, como se indica
la inteligencia “en la cabeza” se ve temprana- en la Ilíada, en su canto XXI.
mente influida por esta antigua visión.1 Varias de las características revisadas,
Atenea está claramente masculinizada en propias de la imagen de esta diosa de mu-
muchos de sus atributos y en su apariencia: es chos nombres —llamada Atenea Partenos
hermosa y atractiva pero viste casco y arma- (“virgen”), adorada en el Partenón; Atenea
dura; lleva consigo un escudo y una lanza, y Promacos dirigiendo la batalla; Atenea Polias
en muchas ocasiones, una lechuza —Athene (“de la ciudad”), como protectora de Atenas
noctua o Mochuelo de Atenea— (glaux en y la Acrópolis (Parker, 1996)— se correspon-
griego, de ahí el epíteto homérico de glaukopis derían, entonces, con el imaginario de lo que
para la diosa, “ojos de lechuza” u “ojos grises”) constituye el ser inteligente y sabio: pensa-
ave tradicionalmente asociada a la sabiduría, miento frío y distante, falto de emocionali-
posada en su hombro o cabeza (Powell, 2004). dad y calidez (rasgos popularmente referi-
Desde nuestra perspectiva, estas caracterís- dos como “femeninos”), acerado, abstracto,
ticas y su vinculación con las artes guerreras confrontacional y fuerte. De lo anterior se
podrían obedecer a las características ma- desprende que la efigie de la diosa haya sido
chistas de la sociedad griega clásica, en que la utilizada en distintas partes del mundo para
inteligencia parecía ser un atributo, al menos adornar e inspirar estudios, universidades,
entre los mortales, sólo de los hombres. trabajos artísticos, etc. Se pueden citar, en-
Esta figura femenina es, además, una tre otros, los logos que identifican al presti-
diosa virginal en extremo celosa de su sexua- gioso Instituto Max Planck de Alemania; a
lidad, con contactos distantes —nunca ro- la Universidad Federal de Río de Janeiro en
mánticos— con otros dioses. De hecho su na- Brasil; a la Universidad Técnica de Darmstadt
cimiento a través de la cabeza de Zeus marca en Alemania; a la Academia Militar de
un estado también alejado de lo sexual, con Estados Unidos y a la Universidad de Lincoln
la distintiva característica de tampoco pasar en Inglaterra.

1 Para una lectura más profunda de las implicaciones patriarcales y los reflejos del proceso sociohistórico a la base
de este episodio mítico, se recomienda ver el análisis de Joseph Campbell, 1992: 180-181.

Perfiles Educativos | vol. XXXIV, núm. 136, 2012 | IISUE-UNAM


Pelayo Benavides Medina | Palas Atenea: visiones y modelos culturales de la inteligencia y el conocimiento 151
En el caso de las variadas expresiones ar- precisamente esas características las que, en
tísticas asociadas se cuentan, a nivel local, los más recientes modelos, como afirman los
el imponente relieve escultórico del Arco autores previamente citados, han sido descu-
de Medicina (por Mario Ormezzano), de la biertas y abordadas por la psicología científi-
Universidad de Concepción, Chile; la escul- ca. Como ocurre con muchos otros fenóme-
tura del Parlamento en Austria; la escultura nos de “descubrimiento”, en realidad dichas
y edificio “Atheneum” en Londres; la pintura características siempre estuvieron ahí, siendo
de Klimt para el movimiento Secession y su otros factores sociohistóricos y culturales los
revista “Ver Sacrum”, e incluso —y lamenta- que influyeron en el trabajo de los teorizado-
blemente— la portada de la revista artística res para que fueran descartadas en el momen-
más importante de la época nazi Die Kunst im to de reelaborar el constructo de inteligencia.
Dritten Reich, fundada en 1937 (Florman, 1990; En cuanto a la historia de los conceptos
Adam, 1992). griegos previamente aludidos, es importante
En ese sentido, es interesante destacar notar que el nous —como base para construir
que en la Grecia clásica, el constructo “inte- el concepto más “moderno”, y fuertemente
ligencia” fue conceptualizado mediante dos abstracto, de inteligencia— se liga a posiciones
distinciones fundamentales. Según explican filosóficas distanciadas de los relatos mitoló-
Rosas et al., (2005), los autores Riviére y Núñez gicos clásicos. El término nous fue utilizado
(1996) afirman que la cultura griega distinguía de maneras distintas pero relacionadas desde
entre dos tipos de inteligencia, designados Homero (siglo VIII aC) y Hesíodo (siglo VII aC),
con los nombres de “nous” y —el nombre de en obras no filosóficas en estricto rigor, hasta
la madre de la diosa Atenea— “metis”, siendo la filosofía presocrática y de autores posterio-
Atenea representativa de la primera, esen- res más citados tales como Platón (423-347 aC).
cialmente parmenídea (del filósofo presocrá- Sin embargo, parece haber sido el filósofo
tico Parménides): capacidad de organizar un griego “pluralista” Anaxágoras (500-428 aC) el
mundo abstracto, estático e impersonal de responsable de introducir la noción de nous
relaciones invariantes. La segunda forma de como “pensamiento” o “razón” ordenadora
inteligencia, esencialmente heraclítea (del fi- primordial en la filosofía acerca de las causas
lósofo presocrático Heráclito), estaría mucho originales de los entes en el universo, estudios
más ligada a los contextos interpersonales, y en los cuales, por contraste, sus predecesores
requeriría de la comprensión de claves sutiles tendieron a concentrarse más en los elemen-
en la relación con otras personas. En palabras tos (tierra, aire, fuego, agua) como realidad
de los primeros autores: “Esta forma de inteli- última (Solomon y Higgins, 1996).
gencia ha sido recién descubierta por la psico- Es así como Anaxágoras marca un hito
logía científica en la última década, habiendo en la historia de la filosofía griega; su doctri-
sido ignorada hasta entonces de manera ab- na del nous fue adoptada posteriormente por
soluta en el desarrollo de nuestra disciplina” Aristóteles (384-322 aC), y sus interpretaciones fí-
(Rosas et al., 2005: 15). sicas prepararon también el camino para la teo-
Sin embargo, a partir de una revisión de ría atómica del filósofo Demócrito (~ 460-370 aC)
fuentes diversas, así como de textos que re- (Flew, 1984; Von Fritz, 1946). Esto último fue de-
cogen los relatos míticos, plantearemos una bido a sus planteamientos acerca de la presen-
posición diferente a la recién expuesta; hay cia de múltiples elementos que lo constituyen
otras características atribuidas a Atenea que todo y no sólo “una” sustancia fundamental,
parecen haberse olvidado o deformado en lo que de alguna manera —por la influencia
las asociaciones posteriores de la diosa con de la filosofía griega clásica en la cultura occi-
la imagen estereotípica de la inteligencia. Son dental— sentó las bases para la comprensión

152 Perfiles Educativos | vol. XXXIV, núm. 136, 2012 | IISUE-UNAM


Pelayo Benavides Medina | Palas Atenea: visiones y modelos culturales de la inteligencia y el conocimiento
europeocéntrica de la inteligencia y de las ta- conserva aún su pasión por hilar y tejer la
reas intelectuales. Cabe preguntarse entonces, tela (Humbert, 1969: 43).
¿qué sucedió con la metis? Expondremos a con-
tinuación las referencias por las cuales identi- Como se desprende de lo anterior, Atenea
ficaremos a Atenea con la metis, la dimensión era patrona del hilado y el tejido, pero tam-
práctica de la inteligencia, como clásicamente bién de una serie de oficios, de los artesanos y
se habría concebido, alejándonos del plano de de otras labores femeninas. Al respecto, seña-
las abstracciones del nous. la Eliade (1978) que es precisamente la metis, la
inteligencia práctica, su atributo más caracte-
La metis, o inteligencia práctica rístico, siendo no sólo la protectora de los ofi-
cios femeninos (hilar y tejer entre otros), sino
Un episodio particular —entre otros— mues- que es por encima de todo la “politécnica”, la
tra la orientación práctica de Atenea, además inspiradora y la maestra de toda clase de arte-
de una faceta oscura de la diosa que también sanos especializados:
puede ligarse a las imágenes populares acerca
de la inteligencia e incluso de personas inteli- De ella aprende el herrero a hacer la reja de
gentes: el orgullo y recelo frente a la compe- arado, y los alfareros la invocan... Atenea,
tencia.2 La diosa deja en evidencia su escasa domadora de caballos, inventa el bocado y
tolerancia a la frustración después de una enseña el modo de utilizar los carros. Y en
competencia para ver quién elaboraba un me- el arte de la navegación, dominio que por
jor tejido, establecida por una joven llamada derecho gobierna Poseidón, Atenea revela la
Aracne. Famosa por su habilidad en el telar, complejidad y a la vez la unidad de su metis.
la joven desafió a Atenea a demostrar quién Interviene ante todo en las múltiples opera-
realizaba un mejor trabajo. Una de las versio- ciones técnicas propias de la construcción
nes al respecto detalla así los acontecimientos, de un navío. Pero también ayuda al piloto a
ante la comparación de los resultados: “guiar recto” su barco (298-299).

El trabajo de Minerva resultó sin duda muy Eliade (1978) afirma que es inusual encon-
perfecto, pero el de Aracne no le quedaba trar un ejemplo de “sacralidad de la invención
en zaga.... El dibujo era tan perfecto y las fi- técnica y la mitología de la inteligencia”, con
guras quedaban tan vivamente ejecutadas, lo cual Atenea revela el carácter “sagrado” o el
que Minerva, no pudiendo descubrir en él origen “divino” de ciertos oficios y vocaciones
defecto alguno, hizo pedazos el hermoso que requieren de inteligencia, habilidad técni-
trabajo en que quedaban tan magistral- ca e invención práctica, así como dominio de
mente representadas las locas aventuras de sí mismo, serenidad en las pruebas, confianza
su padre, llevando su resentimiento hasta en la coherencia y, quizás lo más característico
el punto de golpear a Aracne, que llena de y marcador para la incipiente ciencia de sello
desesperación se ahorcó. Movida la diosa a “occidental”, en la inteligibilidad del mundo.
compasión, sostúvola en los aires para que A partir de lo anterior, según el autor, es que
no acabara de estrangularse y la transformó se puede comprender que, “en la época de los
en araña. Bajo esta nueva forma, Aracne filósofos, la diosa de la metis se convirtiera en

2 La historia de la gorgona Medusa se liga con este aspecto también; una versión plantea que era una hermosa joven
de preciosos cabellos que se atrevió a afirmar que su belleza era mayor que la de la diosa Atenea, la que en castigo la
transformó en gorgona (un tipo de monstruo) junto a sus hermanas. Otra la conecta con Poseidón y la desacrali-
zación de un templo dedicado a la diosa, al mantener la joven relaciones sexuales con el dios en dicho espacio, por
lo que es castigada con tan horrenda transformación. Una última versión le da a las gorgonas su propia genealogía
y origen monstruoso, sin intervención de la diosa.

Perfiles Educativos | vol. XXXIV, núm. 136, 2012 | IISUE-UNAM


Pelayo Benavides Medina | Palas Atenea: visiones y modelos culturales de la inteligencia y el conocimiento 153
símbolo de la ciencia divina y de la sabiduría identificaba a sí misma como el máximo
humana” (298-299). centro de las artes y las ciencias del mun-
La aludida diosa, pese a tener un tem- do griego. La tradición cuenta que tanto
peramento irascible en ocasiones y a no re- Atenea como Poseidón, dios de los mares,
sistir competición alguna, fue una notable disputaban por ser los patronos de la ciudad
maestra que tuvo un profuso contacto con y, consecuentemente, por darle el nombre.
varios héroes a los que enseñó y dio conse- Acordaron, para dirimir la cuestión, dar cada
jos de cómo sortear ciertas pruebas. Esto, uno un regalo a sus habitantes, quienes a su
según autores como Powell (2004), indica la vez decidirían, según su utilidad, qué dios
simbolización de los procesos racionales y de patrocinaría la ciudad. En una versión se dice
la aplicación de conocimientos técnicos para que Poseidón golpeó el suelo con su tridente
ejercer control sobre el entorno y los efectos y creó una fuente de agua salada; en otras ver-
arbitrarios de las fuerzas naturales, a su vez siones creó el caballo, símbolo de la guerra.
representadas y simbolizadas por otras dei- Atenea, por su parte, golpeó el suelo con su
dades y seres míticos. lanza y brotó un olivo domesticado. El rey de
De esta manera, Atenea guió a Perseo en los habitantes de la ciudad, Cecrops, decidió
su combate con Medusa, entregando al héroe que el árbol, por su aceite, madera y frutos,
un escudo pulido como un espejo para que así resultaba la ofrenda ganadora (Powell, 2004;
no tuviese que ver directamente a la gorgona Carvalho de Magalhaes, 2007). Además, po-
—lo que lo transformaría en piedra— y pu- demos agregar que, como contraste con el ca-
diese cortar su cabeza. Una vez logrado esto, ballo de Poseidón, la rama de olivo constituye
Perseo regaló a Atenea la cabeza de Medusa, un símbolo asociado a la paz y la diplomacia,
que puso, según una versión, en su escudo aparte de sus ventajas prácticas, ligadas al
y, en otras, en su armadura, conociéndose el ámbito agropecuario.
motivo como un amuleto denominado gorgo- Podemos ver, finalmente, cómo la iden-
neion.3 A Hércules enseñó cómo despellejar al tificación de Atenea con aspectos abstractos
León de Nemea con sus propias garras, para —incluso etéreos— de aquello comprendido
usar su piel como armadura; a Belerofonte como “inteligencia” resulta ser un producto
indicó cómo podía capturar al caballo alado histórico más bien reciente (de orígenes fi-
Pegaso; orientó a Jasón en la construcción losóficos idealistas), influido poderosamente
del navío Argos para salir en búsqueda del por agendas ideológicas ligadas al iluminis-
Vellocino de Oro; a Odiseo, llamado también mo clásico y a fuertes sesgos europeocén-
Ulises, le ayuda en diversas etapas de su viaje tricos. De una u otra manera, sus aspectos
“Atenea hace amistad con Ulises y lo protege, prácticos, holísticos y cercanos al diario vivir
pues admira la fuerte personalidad y astucia fueron enterrados y olvidados, para ser re-
del héroe, el hombre ‘de muchos recursos’ descubiertos y sancionados canónicamente
(polymetis)” (Eliade, 1978: 297). sólo en las últimas décadas. Parte de esto se
De esta manera, el patrocinio de la dio- explica y evidencia en las siguientes seccio-
sa sobre la ciudad de Atenas, llamada así en nes, que analizan desde el punto de vista de
su honor, resulta uno de los puntos cúlmi- teorías psicológicas, la conceptualización de
ne de su valor simbólico: una ciudad que se la inteligencia humana.4

3 El gorgoneion, de acuerdo a Parker y Stanton (2003), es un amuleto “apotropaico” o para combatir influencias ma-
lignas. Fue utilizado profusamente por griegos y romanos para combatir el “mal de ojo”, utilizándose en escudos,
armaduras, edificios y otros. Aún se puede observar en puertas o cornisas de edificios de inspiración clásica.
4 Al respecto, resulta recomendable el texto de Rosas et al. (2005), utilizado como referencia bibliográfica para el
presente artículo.

154 Perfiles Educativos | vol. XXXIV, núm. 136, 2012 | IISUE-UNAM


Pelayo Benavides Medina | Palas Atenea: visiones y modelos culturales de la inteligencia y el conocimiento
De la imagen metafórica determinada e incluso con una influencia di-
a los modelos teóricos recta por parte del grupo étnico al que se per-
teneciese. Es necesario notar que buena parte
Es pertinente, llegado este punto, analizar de los supuestos y deficientes aplicaciones de
más específicamente cuál ha sido el resultado la prueba de Binet y Simone fueron produc-
del traspaso de las asociaciones populares a to de otras iniciativas y no de los autores y sus
partir de la alegoría ya expuesta, a ciertos mo- intenciones generales. De hecho, Cole (2003)
delos de inteligencia presentes en la historia de afirma que los creadores de la prueba se ajus-
la psicología, que a su vez han influido sobre taron perfectamente a la petición que les hizo
la educación y sus modelos de enseñanza- el gobierno francés de la época: generar una
aprendizaje. El objetivo de esta sección es dar prueba orientada a medir desempeño respec-
una mirada breve y muy general al devenir de to de habilidades escolares del sistema fran-
las teorías y modelos, debido a la existencia de cés. Esto fue lo que tuvieron en mente al selec-
libros completos que abordan el tema de ma- cionar el tipo de tareas presentes en la prueba,
nera sistemática y más profunda. manteniéndose estrictamente en el marco de
La visión que hemos expuesto de la acep- la educación escolar formal de su época y con-
ción popular de inteligencia, quizás algo rígi- texto sociocultural.
da y caricaturizada, se conecta de manera más Pese a sus advertencias explícitas, el uso
poderosa con los primeros planteamientos posterior de la prueba y otras similares se salió
hechos acerca de la misma en el plano teóri- de dicho margen, yendo también en contra de
co. Así, según Whittaker (1977), Alfred Binet la advertencia expresa de Binet y Simone acer-
y T. Simone, creadores de la primera prueba ca de las complicaciones al aplicar la prueba
para medir coeficiente intelectual (CI), com- a niños provenientes de contextos culturales
prendían la inteligencia como una capacidad distintos. Así, al considerarse la inteligencia
mental de tipo general, base de una serie de con las mismas características en todas partes
funciones distintas. Puntualmente, como y en todas las culturas, se produjo una verdade-
plantean Rosas et al. (2005), Binet definió la ra “avalancha” de aplicaciones en estudios cul-
inteligencia como una composición de tres turales comparados (Gould, 1977, 1981; Wober,
elementos: dirección (saber qué hacer y cómo 1975, en Gould, 1986) que tendieron a dar los
lograrlo), adaptación (selección y monitoreo resultados esperados por la corriente de es-
de las propias estrategias de resolución de tudiosos europeocéntricos partidarios de la
problemas) y control (habilidad de criticar heredabilidad de la inteligencia, muy vincula-
los propios pensamientos y acciones). Aquí da, por tanto, a aspectos raciales y a los mo-
se revela una importante contradicción en su vimientos colonialistas de la época. Uno de
perspectiva, ya que su test arroja un resultado los grandes representantes de esta perspectiva
unitario y general, pero dado que asume que fue Sir Cyril Burt (1883-1971), de la escuela fac-
la inteligencia es producto de muchas aptitu- torialista inglesa, famoso por sus estudios con
des, termina midiendo la inteligencia como gemelos univitelinos criados en ambientes
un nivel medio. distintos, estudios que posteriormente proba-
Así, el resultado “general” arrojado se pre- ron estar falseados y manipulados en su gran
sentó para muchos como una continuación mayoría (Rosas et al., 2005).
“científica”, una medida matemática objetiva Cabe destacar que de un tiempo a esta par-
de la impresión —intuitiva y generalizada en te, como lo plantean Rosas et al. (2005), dadas
el mundo occidental del siglo XIX— de que ciertas modificaciones para evitar problemas
la inteligencia era una capacidad innata, no con las escalas de edad aplicadas a los punta-
cambiante, en gran medida biológicamente jes, el CI de un sujeto no se comprende como

Perfiles Educativos | vol. XXXIV, núm. 136, 2012 | IISUE-UNAM


Pelayo Benavides Medina | Palas Atenea: visiones y modelos culturales de la inteligencia y el conocimiento 155
una categoría abstracta de naturaleza ontoló- le recordaban a pueblos africanos, malayos,
gica, sino que es una medida de comparación indios americanos y orientales. De estas ima-
de la ubicación relativa de aquél respecto de la ginativas comparaciones, sólo los “idiotas
muestra sobre la que se estandarizó el test. De que se disponen en torno al tipo mongólico”
hecho, en su forma actual de escalas de des- sobrevivieron en la literatura como designa-
viación, ya no corresponde a ningún “coefi- ción técnica (Gould, 1986: 171-172).5
ciente”; la operación de división no se utiliza
en el cálculo de puntajes estándar, hecho que En otras palabras, los niveles de retraso y
anteriormente se daba, dividiéndose edades anomalías varias en el desarrollo cognitivo
mentales y cronológicas. de los sujetos occidentales se equipararon a
Volviendo sobre el tema de los prejuicios los niveles de desarrollo de distintos pueblos,
étnicos que sirvieron de soporte a las exten- siempre tasados por la sociedad europea y/o
didas interpretaciones europeocéntricas so- estadounidense colonial. Más rasgos caucá-
bre la inteligencia, baste recordar los trabajos sicos se corresponderían con inteligencia su-
del doctor John L. H. Down (1828-1896) y la perior y con un nivel más propio de “huma-
descripción del síndrome que lleva su apelli- nidad” (Le Bras-Chopard, 2003), plasmada a
do. Como explica Gould (1986), los términos su vez en los avances científico-tecnológicos,
“mongólico” e “idiota” tenían para Down artísticos, arquitectónicos, etc. del mundo
unos significados técnicos con base en el pre- occidental. Esto, por supuesto, no tomaba en
juicio cultural, ampliamente difundido en consideración los avances propios de otras
aquella época, y no del todo extinguido en la culturas, muchas veces tachados de ser sim-
actualidad, de clasificar seres humanos según ples actos miméticos y no propiamente crea-
escalas unilineales, poniendo en el pináculo tivos. Afortunadamente, estas tendencias
del desarrollo al grupo del clasificador. De la racistas fueron desapareciendo en las consi-
misma forma, el autor afirma: deraciones científicas respecto de la inteligen-
cia, eliminándose además, progresivamente,
Goddard, uno de los tres principales arqui- el término “mongolismo” para referirse a la
tectos de la interpretación rígidamente here- Trisomía 21, como uno de los últimos resabios
ditaria de los tests de coeficiente intelectual de esa oscura época.
(C.I.), creía que su clasificación unilineal del Con el paso del tiempo, teóricos poste-
valor mental podía extenderse simplemente riores fueron ampliando, con sus respectivos
por encima del nivel del morón hacia una estudios, la visión de inteligencia “unitaria”
clasificación natural de razas y nacionali- que predominó en la primera etapa de la in-
dades humanas, con los inmigrantes del vestigación centrada en aquélla. Pese a que
sur y el este de Europa en la parte inferior los primeros modelos seguían considerando
(aun, por término medio, al nivel del mo- que se trataba de una capacidad global capaz
rón) y los viejos WASP americanos en la de cubrir una serie de tareas, su progresión se
cúspide... El doctor Down era superinten- orientó a la suma de más dimensiones para
dente médico del Manicomio de Earlswood explicar cómo una persona considerada inte-
para idiotas, en Surrey, cuando publicó sus ligente “globalmente” podía desempeñarse de
“Observations on an Ethnic Classification of manera menos eficiente en ciertas áreas. Estos
Idiots” (Observaciones para una clasificación modelos provendrían del enfoque “cognitivo”,
étnica de los idiotas) en el London Hospital más centrado en las formas de procesamiento
Reports de 1866. En tan sólo tres páginas de la información y estrategias de resolución
consiguió describir “idiotas” caucásicos que de tareas.
5 WASP: White Anglo-Saxon Protestant (blanco, anglosajón y protestante).

156 Perfiles Educativos | vol. XXXIV, núm. 136, 2012 | IISUE-UNAM


Pelayo Benavides Medina | Palas Atenea: visiones y modelos culturales de la inteligencia y el conocimiento
Como uno de los primeros teóricos en perceptiva, y g) razonamiento inductivo.
esta línea de acción destacó Charles Edward Guilford, en su modelo de fines de los años se-
Spearman (1863-1945), psicólogo y estadístico senta, considera cinco operaciones o procesos
inglés, considerado entre los “factorialistas psicológicos básicos y 120 posibles habilidades
clásicos”. Estos factorialistas hicieron uso del para combinarlas, con cuatro contenidos o
denominado análisis factorial (AF), método tipos de datos con los que se realizan las ope-
que permite agrupar conjuntos de variables raciones, en seis posibles formas de presentar
en un número menor de dimensiones más la información. Posteriormente Vernon, a co-
generales llamadas “factores”. De esta mane- mienzos de los ochenta, retoma el factor de in-
ra “El AF conceptualiza variables en factores, teligencia general —compuesto por la induc-
agrupando aquellas que evalúan dimensiones ción, deducción y razonamiento abstracto—,
en común (alta correlación) en factores más situándolo en el tope de una organización je-
generales o abstractos, conservando el ‘peso’ rárquica, con un área verbal y otra práctica di-
o ‘aporte’ de cada variable en la dimensión ge- vididas en subfactores, correspondiendo a la
neral” (Rosas et al., 2005: 57). parte verbal la comprensión verbal, la fluidez
Así, Spearman afirmó que existía un factor verbal, la rapidez de razonamiento y la fluidez
general de inteligencia, denominado “G” que numérica. Al área práctica, por su parte, co-
subyace a la actividad intelectual. Este factor se rresponderían la memoria visual, la inteligen-
mantendría relativamente constante en la vida cia espacial, la información mecánica y la ha-
de los sujetos, pero variaría entre los mismos, bilidad manual, con un nivel jerárquico aún
siendo, además, lo que evalúan en común di- más bajo que agruparía los llamados “factores
ferentes pruebas de inteligencia. Por otra parte, específicos” (Gleitman et al., 2004).
existirían factores específicos, denominados
“S”, hallados en cierto tipo de actividades men- Elaboraciones posteriores
tales, o ejecución de tareas particulares. Los veía
como independientes de “G” y dependientes de Al analizar los desarrollos teóricos más re-
la educación, no como el primer factor, a su jui- cientes en este campo, resalta la figura de
cio, heredado genéticamente. La diferenciación Weschler, autor que desarrolló dos de las es-
descrita entre dos tipos de factores es lo que calas de inteligencia más ampliamente usadas
fundamenta el nombre de la teoría “bifacto- desde fines de los años cincuenta. Dicho au-
rial” de Spearman, y se puede considerar como tor definió la inteligencia como la capacidad
una de las principales justificaciones teóricas global del individuo para actuar de un modo
para la definición de la inteligencia como una provisto de finalidad, para pensar racional-
entidad única, concreta y hereditaria (Rosas et mente y para enfrentarse de un modo eficaz
al., 2005; Gould, 1996). Sin embargo, otros, en- con su medio ambiente (Whittaker, 1977). A
tre los que se cuentan Guilford, Thorndike y partir de lo anterior se observa —a nuestro
Thurstone plantearon que la inteligencia era en juicio— cómo Weschler logra integrar en su
realidad una suma de diferentes capacidades definición categorías diversas, dándole mayor
independientes (Whittaker, 1977). complejidad al modelo, sacándolo del ámbito
De manera cronológica y muy sintéti- referido exclusivamente a las abstracciones y
ca podemos afirmar que en el modelo de a las operaciones de tipo intelectual “puras”
Thurstone, de fines de los cuarenta, se consi- (de ahí la consideración de varias escalas en
deran siete factores o aptitudes mentales entre sus pruebas). Pese a esto, Weschler siguió
las que se cuentan: a) comprensión verbal; b) asumiendo la inteligencia como una capaci-
fluidez verbal; c) factor numérico; d) aptitud dad global, que constituyó una marca general
espacial; e) memoria mecánica; f) rapidez para los modelos provenientes del llamado

Perfiles Educativos | vol. XXXIV, núm. 136, 2012 | IISUE-UNAM


Pelayo Benavides Medina | Palas Atenea: visiones y modelos culturales de la inteligencia y el conocimiento 157
“enfoque psicométrico” (Whittaker, 1977). Este a categorías más usuales en modelos más an-
enfoque se centra en el estudio de las diferen- tiguos: lingüística (lectura y escritura), lógica
cias individuales a partir de factores a la base matemática (utilizar los números y solucionar
de las mismas, empleando el análisis factorial problemas lógicos) y espacial (hallar una nue-
de puntuaciones de pruebas psicométricas en va ruta en un ambiente dado) (Gardner, 1995).
muestras determinadas (Kalat, 2008). Cabe preguntarse, consecuentemente, de
El desarrollo iniciado por Weschler de- qué manera afecta esto al campo educativo, o
canta, más recientemente, en el modelo de más precisamente, cuáles son las implicancias
Gardner sobre las inteligencias múltiples propiamente educativas de estos desarrollos
y la teoría triárquica de la inteligencia de teóricos en un área diferente, a saber, la psico-
Sternberg, en la primera mitad de los años logía. La respuesta apunta a la base misma de la
ochenta (Carlson et al., 2004). Respecto de esta actividad pedagógica, a los supuestos que tra-
última teoría, Papalia et al. (2005) afirman que zan el horizonte filosófico de dicho quehacer.
según Sternberg, existirían tres elementos El argumento central, en este caso, es que
principales en la inteligencia de los sujetos: existe una relación directa entre el modelo de
un primer elemento “componente” que, como inteligencia imperante en un momento dado
aspecto crítico de la inteligencia, apunta a la y la forma en que los procesos educativos son
eficiencia con que las personas analizan y pro- pensados, organizados y desarrollados en las
cesan información; un segundo componente instituciones especializadas. De esta forma,
es el denominado “experiencial”, que invo- la preeminencia de una visión unitaria de la
lucra la forma en que se abordan las tareas, inteligencia ha redundado en la selección de
tanto novedosas como comunes, según las habilidades académicas a ser entrenadas y que
experiencias previas y los aprendizajes, rela- derivarían de una capacidad general. En otras
cionándose con formas de pensar originales y palabras, el escolar sería considerado inteli-
creativas. Y por último existiría un tercer ele- gente en la medida en que se desempeñe bien
mento “contextual”, que se dirigiría a aspectos en lenguaje, matemáticas, ciencias e historia,
prácticos, vinculados al entorno del sujeto, y porque todas estas materias se trabajan con
que implica, además, la evaluación de situa- ciertas habilidades básicas e interdependien-
ciones y la consecuente toma de decisiones. tes que representan un núcleo central.
Por último, está el caso de la ampliamente Sin embargo, a partir de un enfoque de in-
difundida teoría de las inteligencias múltiples teligencias múltiples, se deduce que no todas
de Howard Gardner, quien sostiene la posibi- las personas aprenden de la misma forma, ni
lidad de que las personas muestren habilida- al mismo ritmo, y que resulta casi imposible
des disímiles en al menos siete inteligencias, que alguien pueda aprenderlo todo y con el
cada una relativamente independiente de las mismo nivel de habilidad. Esto pone en jaque
otras. Algunas de ellas no podrían ser medi- al modelo tradicional educativo, aquél que Sir
das a través de pruebas de inteligencia tradi- Ken Robinson caracterizara como resultado
cionales, tales como la musical, la de cinestesia de la Ilustración y de la Revolución industrial,6
corporal (movimientos con precisión como en con el foco en la producción homogénea y en
la danza), la interpersonal (entender a los de- masa de sujetos con un currículo uniforme,
más) o la intrapersonal (conocerse a sí mismo). adaptado a las exigencias de la industria im-
Las inteligencias restantes corresponderían perante. Este modelo sostiene una visión muy
6 Particularmente connotadas han sido las charlas realizadas por Sir Ken Robinson para las conferencias TED del
año 2006: http://www.ted.com/talks/ken_robinson_says_schools_kill_creativity.html (consulta: 18 de marzo
de 2011), y del año 2010: http://www.ted.com/talks/sir_ken_robinson_bring_on_the_revolution.html (consul-
ta: 2 de abril de 2011). Así también, resulta interesante y complementaria la transposición gráfica hecha por la
Royal Society of Arts (RSA) de una de sus conferencias para dicha organización: http://comment.rsablogs.org.
uk/2010/10/14/rsa-animate-changing-education-paradigms/ (consulta: 2 de abril de 2011)..

158 Perfiles Educativos | vol. XXXIV, núm. 136, 2012 | IISUE-UNAM


Pelayo Benavides Medina | Palas Atenea: visiones y modelos culturales de la inteligencia y el conocimiento
clara y definida de las habilidades deseadas y, mediante la resolución de problemas lógico-
por tanto, ideológicamente asociadas a la inte- matemáticos, es decir, un tipo de pensamiento
ligencia (Robinson, 2005; Azzam, 2009). abstracto y “objetivo”. Sin embargo, diversos
Por otra parte, un enfoque de la inteligen- autores (Astuti et al., 2004; Bjorklund, 1997;
cia como un corpus diverso de habilidades que Gardner, 1993; Metz, 1995; Moshman, 1998, en
pueden operar de manera más independiente Kuhn, 1999) afirman que los planteamientos
también implica que la educación puede ha- piagetianos acerca del patrón “universal” de
cer posible que cualquier persona desarrolle desarrollo cognitivo humano no resulta tan
alguna de las áreas a un nivel elevado, si se ordenado ni secuencial, y algunos han indi-
siguen metodologías adecuadas, debilitándo- cado que un número importante de personas,
se las concepciones deterministas y estáticas según este parámetro, nunca alcanza el pensa-
que suelen asociarse al enfoque psicométrico miento maduro o no lo aplica con uniformi-
de la capacidad global. A lo anterior se suma- dad en sus ámbitos de acción.
rían las críticas crecientes provenientes de los De esta forma, es importante destacar
campos de la antropología sociocultural y de lo que plantean Papalia y Wendkos (1997)
la denominada “psicología cultural”, con sus respecto de la no consideración, en los plan-
deconstrucciones sobre el concepto de inte- teamientos de Piaget, de otros aspectos de
ligencia como un universal comprensible y la inteligencia, desatendiendo el ejercicio de
aplicable de manera transcultural, y por tanto la inteligencia práctica y la capacidad para
definible de manera “objetiva” (Miller, 1997). manejar problemas del “mundo real” y para
En suma, los modelos sobre la inteligencia adaptarse a un mundo caótico. Afirman, por
denominados “multifactoriales” complejiza- tanto, que “la definición de Piaget de la madu-
ron sus postulados en la línea de la suma de rez cognoscitiva es significativa, pero el razo-
distintos componentes que ya no considera- namiento formal no es el único aspecto, quizá
ban sólo operaciones intelectuales puntuales ni siquiera el más importante, del pensamien-
y centradas principalmente en abstraccio- to maduro” (Papalia y Wendkos, 1997: 568).
nes. Estos modelos han abierto, por ejemplo,
la posibilidad de desprejuiciar el trabajo de Hacia un mundo “real” y “diverso”
enseñanza-aprendizaje con personas adultas
que no han estado entrenadas en habilidades Al analizar todo lo ya expuesto, da la impre-
escolares formales y cuyo campo de acción ha sión de que el trazado del recorrido es circu-
estado orientado hacia lo práctico. Los mode- lar: la alegoría original de Palas Atenea parece
los aludidos permiten valorizar toda la infor- revelar elementos más actualizados en cuanto
mación, aprendizajes y experiencias previas a concepciones respecto de la inteligencia de
que las personas poseen y que ponen en juego lo que hubiésemos sospechado en un princi-
en las interacciones educativas, sin tener que pio. Podemos así observar una serie de carac-
asumir, erróneamente, que aquellas son me- terísticas frecuentemente ligadas al quehacer
nos inteligentes o que tienen menos posibili- intelectual, que en realidad sólo representan
dades de adquirir una serie de competencias. una lectura bastante parcial y, por qué no,
Lo anterior reforzaría la crítica hecha a los algo deformada de elementos más profundos
planteamientos de Piaget sobre el tipo de pen- e importantes presentes en la mitología de la
samiento más complejo o “superior” al que de- diosa. Es la misma Palas Atenea, en los relatos
bían llegar las personas en su desarrollo cog- de sus acciones, la que nos enseña que la inte-
nitivo, en este caso, el llamado “razonamiento ligencia y los conocimientos no se circunscri-
formal” o etapa de las operaciones formales. El ben a un área rígida, abstracta, distante y fría
logro de esta clase de razonamiento se mediría del quehacer humano.

Perfiles Educativos | vol. XXXIV, núm. 136, 2012 | IISUE-UNAM


Pelayo Benavides Medina | Palas Atenea: visiones y modelos culturales de la inteligencia y el conocimiento 159
Son precisamente esos aspectos diferen- comprensión más sofisticada del constructo
tes, enraizados en la inteligencia práctica o de inteligencia en la medida que han expues-
metis, los que se busca destacar y potenciar to la estrecha vinculación de las habilidades
en la actividad educativa desde enfoques más asociadas tradicionalmente a la inteligencia
flexibles, también fuera de los salones escola- —principalmente el pensamiento lógico—ma-
res, aspectos a los que progresivamente se han temático y las habilidades de lecto-escritura-
abierto los modelos más recientes de inteli- con la experiencia escolar “formal” canónica.
gencia en el campo de la psicología y la educa- Esto último resulta particularmente crítico
ción. Dicha apertura responde a una mirada dado que una porción importante de la pobla-
más compleja y profunda del ser humano y su ción en diversos países no ha tenido acceso a
funcionamiento, más desprejuiciada respecto esta última, o solamente accede a una educa-
de la cultura de origen, nivel de escolaridad, ción formal deficiente, por diversos factores de
clase social, género, etnia, etc. Algunas de es- tipo estructural (inequidad en la distribución
tas variables, específicamente las que se ligan de la riqueza, efectos postcoloniales, deterioro
a condiciones socioeconómicas y culturales, sostenido de la educación pública, etc.).
deben ser cuidadosamente consideradas al Por último, insistimos en destacar que la
construir pruebas de inteligencia que eviten consideración de los aspectos prácticos y de
al máximo los sesgos a la hora de evaluar, as- aplicación de competencias a problemas del
pecto al que los nuevos enfoques sobre inteli- “mundo real”, abre posibilidades en la edu-
gencia han contribuido notablemente. cación de población con escasa escolaridad
Así, el aporte principal de los nuevos formal, especialmente entre adultos que vi-
modelos aludidos ha sido su énfasis en la ven en el contexto rural. Estas posibilidades
heterogeneidad existente en las capacidades implican el reconocimiento de la inteligencia,
medidas, evitando categorizaciones reduc- conocimientos y habilidades presentes en di-
cionistas de la inteligencia que la definen chas personas, ejercitados cotidianamente
como una sola capacidad, holística y unifor- para la subsistencia en un medio desafiante,
me. Esto implica una visión más compleja y complejo y altamente impredecible, como es
realista del ser humano, que reconoce multi- el contexto rural-agrario. Dichas competen-
plicidades y potencialidades en las combina- cias constituyen los puntos de partida para
ciones de dichas habilidades en cada persona, las interacciones de enseñanza-aprendizaje
lo que inevitablemente plantea un enorme posibles de establecer, que además fluyan
desafío a nivel educativo: un solo programa en distintas direcciones y no perpetúen las
adecuado a un solo molde termina siendo, en asimetrías de poder y estatus —en muchas
el largo plazo, insostenible. ocasiones imaginarias e impuestas— entre
Sumado a lo anterior, dichos modelos “educadores” y “educandos” tan arraigadas en
también han aportado significativamente a la sistemas asistencialistas y paternalistas.

160 Perfiles Educativos | vol. XXXIV, núm. 136, 2012 | IISUE-UNAM


Pelayo Benavides Medina | Palas Atenea: visiones y modelos culturales de la inteligencia y el conocimiento
Referencias
Adam, P. (1992), El arte del tercer Reich, Barcelona, Le Bras-Chopard, A. (2003), El zoo de los filósofos:
Tusquets. de la bestialización a la exclusión, Madrid,
Azzam, A. (2009), “Why Creativity Now? A Taurus Pensamiento.
Conversation with Sir Ken Robinson”, Miller, J. (1997), “A Cultural-Psychology
Teaching for the 21st Century, vol. 67, núm. Perspective on Intelligence”, en R. Sternberg
1, pp. 22-26. y E. Grigorenko (eds.), Intelligence, Heredity
Campbell, Joseph (1992), Las máscaras de Dios: mito- and Environment, Nueva York, Cambridge
logía occidental, Madrid, Alianza Editorial. University Press, pp. 269-302.
Carlson, N., G. Martin y W. Buskist (2004), Psycho- Papalia, D. y S. Wendkos (1997), Psicología del de-
logy, Harlow (Essex), Pearson Education. sarrollo, Santafé de Bogotá, McGraw-Hill
Carvalho de Magalhaes, R. (2007), The Little Big Interamericana.
Book of Classical Mythology in the Visual Papalia, D., S. Wendkos y R. Feldman (2005),
Arts, Florencia, McRae Books. Psicología del desarrollo. De la infancia
Cole, M. (2003), Cultural Psychology. A once and a la adolescencia, México, McGraw-Hill
future discipline, Cambridge, The Belknap Interamericana.
Press of Harvard University Press. Parker, J. y J. Stanton (2003), Mythology: Myths,
Eliade, M. (1978), Historia de las creencias y de legends and fantasies, Sydney, Global Book
las ideas religiosas I. De la prehistoria a los Publishing.
misterios de Eleusis, Madrid, Ediciones Parker, R. (1996), Athenian Religion: A history,
Cristiandad. Nueva York, Oxford University Press.
Flew, A. (1984), A Dictionary of Philosophy, Nueva Powell, B. (2004), Classical Myth, Upper Saddle
York, St. Martin’s Press. River, NJ, Pearson Prentice Hall.
Florman, L. (1990), “Gustav Klimt and the Precedent Robinson, K. (2005), “How Creativity, Education
of Ancient Greece”, The Art Bulletin, vol. 72 , and the Arts Shape a Modern Economy”,
núm. 2, pp. 310 -326. Arts and Minds: Conversations about the arts
Gardner, H. (1995), Inteligencias múltiples. La teoría in education, Education Commission of the
en la práctica, Barcelona, Paidós. States (ECS): Arts and Mind Series, en: http://
Gleitman, H., A. Fridlund y D. Reisberg (2004), www.ecs.org/clearinghouse/60/51/6051.pdf
Psychology, Nueva York, W.W. Norton & (consulta: 10 de marzo de 2011).
Company. Rosas, R., C. Boetto y V. Jordán (2005), Introducción
Gould, S. (1986), El pulgar del panda, Buenos Aires, a la psicología de la inteligencia, Santiago de
Hispamérica Ediciones Argentina. Chile, Ediciones Universidad Católica de
Gould, S. (1996), The Mismeasure of Man, Nueva Chile.
York, W.W. Norton & Company. Ryle, G. (1949), The Concept of Mind, Chicago, The
Hesíodo (2000), Obras y fragmentos, Madrid, University of Chicago Press.
Gredos. Solomon, R. y K. Higgins (1996), A Short History of
Homero (2000), Ilíada, Madrid, Gredos. Philosophy, Nueva York, Oxford University
Humbert, J. (1969), Mitología griega y romana, Press.
Barcelona, Gustavo Gili. Von Fritz, K. (1946), “Nous, Noein and their
Kalat, J. (2008), Introduction to Psychology, Belmont, Derivatives in Pre-Socratic Philosophy
Thompson Wadsworth. (Excluding Anaxagoras), parte II: The post-
Kuhn, D. (1999), “A Developmental Model of Critical Parmenidean period”, Classical Philology,
Thinking”, Educational Researcher, vol. 28, vol. 41, núm.1, pp. 12-34.
núm. 2, pp. 16 -46. Whittaker, J. (1977), Psicología, México, Nueva
Editorial Interamericana.

Perfiles Educativos | vol. XXXIV, núm. 136, 2012 | IISUE-UNAM


Pelayo Benavides Medina | Palas Atenea: visiones y modelos culturales de la inteligencia y el conocimiento 161

S-ar putea să vă placă și