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EL CAMPESINO POLACO

EN EUROPA YEN AMÉRICA

WILLIAM l. THOMAS
Y FLORIAN ZNANIECKI

Edición a cargo de
Juan Zarco

Prólogo de
Ken Plummer

CIS
Centro de lnvest1gac1ones Sociológicas
BOLETIN
ÜFICIAL DEL
ESTADO
MINISTERIO DE !A PRESIDENCIA

Madrid, 2006
EL CAMPESINO POLACO
EN EUROPA Y EN AMÉRICA
Primera edición: Julio de 2004
Segunda edición: Julio de 2006

Consejo Editorial:

MIGUEL BELTRÁN V1UALBA (Director). - SALVADOR GINER DE SAN }ULIÁN.

LUIS GONZÁLEZ SEARA. - josa }IMt.NEZ Bu.Neo. - EMILIO LIMO DE EsPINOSA.

CARLOS MOYA VALGAÑÓN. - josa VAREU ORTEGA. - RAMON RAMOS TORRE.

M.' ÁNGELES DURÁN HERAS. - JOS!c E. RODRfGUEZ IBAAEZ

ÍNDICE

THOMAS, William Isaac. PRÓLOGO, por Ken Plummer . 11

El campesino polaco en Europa y en América I William l. Thomas y EsTuDIO INTRODUCTORIO, por juan Zarco . 21
Florian Znaniecki; edición a cargo de Juan Zarco; prólogo de Ken
Plumrner; [traducción de María Teresa Casado]. - 2.ª ed. - Madrid: l. Presentación . 23
Boletín Oficial del Estado: Centro de Investigaciones Sociológicas,
2006. 422 p.; 22 cm. - (Clásicos del pensamiento social; n. 3)
2. Sobre los autores:
DL M-36976-2006 - ISBN 84-340-1655-9. - NIPO 007-06-064-1
l. Campesinado-Polonia. 2. Polacos-Estados Unidos-Situación So- 2.1 Contexto: el Departamento de Sociología de la Universidad
cial. L Znaniecki, Florian. ll. Zarco, Juan. m. Boletín Oficial del Es- de Chicago . 27
tado (España). rv. Título. V. Serie 316.343.2:63(438)
2.2 William l. Thomas . 38

o
308-054. 72(=1.438:73)
2.3 Florian Znaniecki . 55

3. Sobre la obra EL campesino polaco en Europa y en América:

3.1 La obra original 63


3.2 La presente edición 73
© Centro de Investigaciones Sociológicas y Boleún Oficial del Estado
4. Anexos:
Catálogo General de PublicacionesOficiales.
http://publicaciones.administración.es 4.1 Bibliografía de William l. Thomas . 76
4.2 Bibliografía de Florian Znaniecki . 79
Traducción de María T cresa Casado 4.3 f ndice de la obra original . 82

Bibliografía 87
ISBN: 84-340-1655-9
NIPO (BOE): 007-06-064-l
NIPO (CIS): 004-06-026-3 EL CAMPESINO POlACO EN EUROPA Y EN AMÉRICA . 91
Depósito legal: M-36976-2006
l. ORGANIZACIÓN DEL GRUPO PRIMARIO:
IMPREITTA NACIONAL DEL 80LETfN OFICIAL DEL EsTADO
Avda. de Manoteras, 54. 28050 Madrid l. Noca metodológica . 93

7
WiUiam l. Thomas y Flonan Znaniccki
El campesino polaco en EuropaJ m Ammca

2. Introducción: 2. La desorganización del inmigrante:


2.1 La familia campesina 167
2.1 La desmoralización . .. .. .. .. . .. .. .. .. . 369
2.2 La vida económica 181 2.2 La dependencia económica 373
3. Forma y función de la cana campesina 199 2.3 La ruptura de la relación conyugal 386
2.4 El asesinato 395
4. Correspondencia entre miembros de los grupos familiares 201
2.5 Conclusión 401
4.1 La serie W róblewski 201
4.2 La serie Kozlowski 216
IV. REGISTRO DE lA VIDA DE UN INMIGRANTE:
4.3 La serie Markiewicz 228
4.4 La serie Sekowski 240 1. Introducción 405
4.5 La serie Raczkowski 249

5. Correspondencia entre esposos:


5.1 La serie Borkowski 267
5.2 La serie Porzycki 286

6. Relaciones personales fuera del matrimonio y la familia:


6.1 La serie J asinski . .. . . . . . .. .. .. . . .. . .. . .. . .. .. .. 298

II. DESORGANIZACIÓN Y REORGANIZACIÓN EN POLONIA:

1. Desorganización social:
1.1 El concepto de desorganización social 305
1.2 La lucha por la preservación del viejo sistema social 306
1.3 Actitudes revolucionarias 316

2. Reorganización social:
2.1 El concepto de reorganización social .. .. . .. 320
2.2 El liderazgo .. .. . . .. .. . . .. .. . . . .. . .. . . .. .. .. .. .. . 322
2.3 La educación 323
2.4 La comunidad extensa y el papel de la prensa .. . . . .. . . .. .. .. 334
2.5 Las instituciones cooperacivas 342
2.6 El papel del campesino en la vida nacional 349

111. ORGANIZACIÓN Y DESORGANIZACIÓN EN AMÉRICA:

1. La organización del inmigrante:


1.1 La comunidad polaca-americana 353

8 9
PRÓLOGO A LA EDICIÓN ESPAÑOLA DE
EL CAMPESINO POLACO EN EUROPA
Y EN AMtRICA*

Investigaciónhumanística
y EI campesinopolaco

Ken Plummer
Catedrático de Sociología
Universidad de Essex, Reino Unido

¿Quién lee El campesino polaco en Europa y en América hoy en día? Pu-


blicado hace unos ochenta años y considerado durante un tiempo como
la pieza sociológica más significativa jamás publicada en los Estados
Unidos 1, no ha engrosado el panteón sociológico de El suicidio de
Durkheim, La ética protestante de Weber o El capital de Marx, para si-
tuarse en la vanguardia de lo que codo sociólogo culto tiene que leer. Es
cierto que en inglés se ha reeditado recientemente -aunque solo una pe-
queña selección editada para estudiantes (Zaretsky, 1996). Pero hoy en
día no puede considerarse como parte del canon sociológico clásico. En-
cuentro por canco muy loable que una editorial española haya estimado
útil traducir y publicar la obra para un auditorio de habla española al
comienzo del siglo XXI.
Hay muchas buenas razones para tomarse este estudio muy en serio.
En términos absolutos debe situarse como uno de los volúmenes
sociológicos más extensos (5 volúmenes en la edición inicial y más
de 2000 pp.). Aborda un problema social de primer orden que quizás sea

· Traducido al castellano por Juan ZARCO.


I
En 1938 fue honrada por el Social Science Research Council -como la exhibición más aguda de
investigación sociológica avanzada y análisis teorético» (cf. BLUMER, 1979, p. vi)

11
William l. ThoRW y Florian Znaniecki El tampt1ino polaco en Europa y en Ambica

aún más acuciante hoy en día -el del cambio social, la migración y el Florian Znaniecki también ha sido severamente desatendido, y pareciera
ajuste de diferentes grupos viviendo juntos en una ciudad-. Incorpora que fue su trabajo, quizá incluso más que el de Thornas, el que proveye-
un tema teórico de igual importancia -los lazos entre subjetividad y ob- ra el fundamento metodológico para este cipo de investigación. Florian
jetividad en la investigación social, siendo el precursor de lo que ha lle- Znaniecki -canco en su «nota metodológica» (junco a W. l. Thornas)
gado a conocerse como interaccionismo simbólico. Por ello también corno en su El método de la sociología (1934)- muestra una fuerte preo-
proporciona un gran ejemplo del trabajo llevado a cabo por la emer- cupación acerca de la distinción neokanciana entre dos sistemas, el natu-
gente Escuela de Sociología de Chicago -que pronto se situará en la ral y el culrural-. Los sistemas naturales se dan objetivamente «por natu-
vanguardia creativa de la teoría e investigación en Norteamérica-. raleza» y tienen una existencia independiente. Están separados de la
Muestra, también, la colaboración entre un sociólogo europeo y uno experiencia y actividades de la gente. Los sistemas culturales, en contras-
estadounidense y proporciona las pistas fundamentales para conocer a te, están inexcricablemente entrelazados con las experiencias concretas de
dos teóricos altamente olvidados (W. l. Thomas y F. Znaniecki), quie- los agentes humanos en interacción unos con otros. Mientras los sistemas
nes merecen una mayor recuperación. Y, quizá lo más importante de naturales están dados objetivamente a los científicos como si existieran de
todo, se demuestra una perspectiva rnulri-rnétodo, aunque focalizada manera absoluta e independiente a las experiencias y actividades de los
en la investigación cualitativa y el uso de documentos personales. hombres, los sistemas culturales se enfrentan con experiencias humanas
Cada método utilizado es de interés por derecho propio, y también sus de sujetos históricos concretos y activos. El objeto de estudio está siempre
combinaciones (lo que a veces hoy se llama triangulación). Por codo ligado a los significados humanos de alguien. Znaniecki denominó a
ello, la obra nos proporciona un excelente ejemplo de visión huma- este rasgo esencial de los datos culturales «el coeficiente humano», «por-
nística en las ciencias sociales. que esos datos, en tanto objeto de reflexión teorécica del estudioso, tam-
bién pertenecen a la experiencia activa de alguien más y son tal y corno
Los dos autores son algo así como outsiders del canon sociológico. W. l.
esa experiencia los construye». Así, si el sistema cultural es ignorado y no
Tomas (1863-1947) nunca ha sido biografiado apropiadamente y no
es percibido como un coeficiente humano, si la vida cultural fuera estu-
sabemos mucho acerca de él. De hecho, parece ser que era renuente a
diada corno un sistema natural, entonces el investigador sencillamente en-
hablar de sí mismo, y como curiosa ironía, no dejó documentos perso-
contraría «una masa inconexa de cosas y procesos naturales sin ningún
nales acerca de su propia vida 2. Pero en muchos sentidos puede consi-
parecido con la realidad que comenzó a investigar» (Znaniecki, 1934,
derarse como el fundador de la Escuela de Sociología de Chicago (real-
pp. 136-7). Esto se convierte en central a la hora de investigar dentro de
mente uno de ellos). La abandonó abruptamente en 1918 (parece ser
la vida cultural y humana.
que a causa de un escándalo sexual de poca importancia), y publicó muy
poco a partir de entonces (de hecho parte de su trabajo posterior parece Este «coeficiente humano» se ejemplifica en El campesino polaco en Eu-
haber sido firmado oficialmente por otros autores). Pero fue autor de un ropa y en América, donde un gran número de documentos subjetivos
buen número de libros de gran importancia y generalmente objeto de -cartas, historias de vida, registros de casos, etc.- son utilizados para al-
controversia ( The Unadjusted Girl Sex and Society, Old World Traits canzar a comprender la experiencia de la migración. Este estudio de pri-
Transplantedi y existen temas recurrentes en su trabajo -la necesidad de mer orden anticipó el importante desarrollo de los documentos persona-
una ciencia social a la altura de los elementos subjetivos y humanos de la les, las historias de vida y la observación participante dentro de las
vida social. ciencias sociales.

2 Ver Donald YOUNG, prefacio a VOLKART, 1951, p. v.

12 13
William l. Thomas y Florion Znaniccki El campesino polaco en Europay en América

EL PODER DE LOS DOCUMENTOS PERSONALES etapas de su vida en la localidad polaca de Lubotyn, donde nació hijo de
un herrero rural. Habla de su época escolar, su ingreso en el oficio de pa-
Documentos personales son todos aquellos documencos en los que una nadero, su emigración a Alemania en busca de empleo y su final llegada a
persona revela sus características sociales y personales en formas que las Chicago y su delicada situación allí. Para Gordon Allport ( 1942) puede
hacen accesibles para la investigación. Incluirían diarios, carcas, focogra- verse como un documento vital comprehensivo que intenta abarcar la to-
fías, historias de vida e incluso inscripciones de lápidas. Hoy día deberían talidad de la vida de una persona -el recorrido completo- desde el naci-
incluirse también vídeos y sitios web personales. En una descripción miento al momento presente, capturando el desarrollo de un ser humano
temprana de este método, el antropólogo humanista Roben Redfield, los único. Es a través de esta historia de vida por lo que W. l. Thomas y
describe como herramientas «en las que las características humanas y F. Znaniecki llegaron a afirmar que las historias de vida «constituyen la
personales de alguien que es en algún sentido el autor del documento en- clase perfecta de material sociológico» (Thomas y Znaniecki, 1918-21;
cuentran expresión, lo que significa que quien lee el documento llega a 1958, p. 1832-3). Y como continuación de este trabajo clásico, las histo-
conocer al autor y sus visiones del evento con el que el documento está rias de vida se convinieron en una herramienta importante en el trabajo
relacionado» (Redfield, en Gottschalk et al., 1942, p. vii). No son por tanto de Chicago como de los sociólogos polacos. Habiendo llegado in-
tanto construcciones de la realidad de «segundo orden» hechas por los cluso a un periodo de negación hacia mediados del siglo XX, en años re-
científicos sociales, sino expresiones de primer orden que intentan inter- cientes han venido a asumir un papel mucho más prominente en gran
narse en el mundo subjetivo de los informantes, tomándoles en serio en parte de la ciencia social contemporánea.
sus propios términos. En El campesinopolaco nos encontramos con una
gran cantidad de este cipo de documentos. Están las famosas (e infames) Pero las historias de vida y la investigación de documentos personales han
cartas entre campesinos polacos y sus familiares -infames porque parece cambiado su sentido y su forma en el proceso. Mientras que la historia
ser que sencillamente fueron encontradas por W. l. Thomas en un cubo original de Wladek es sencillamente contada, los últimos tiempos del si-
de basura, y no solicitadas para la investigación. Están ordenadas en series glo XX atestiguan la llegada de lo que podría denominarse historias de vida
y pares y revelan el valor de las carcas como indicadores del curso de reflexivas y recursivas -historias en las que hay una mucho mayor con-
la vida. ciencia de las maneras en que están construidas. Las historias de vida más
tempranas llevan consigo la sensación de que están contando la historia
Y está también la historia de vida clásica de Wladek El campesino polaco,
de una vida, contándola tal cual es. Las historias de vida más recientes se
Wladek, debe ser visto como el primer ejemplo de historia de vida «larga-".
han vuelto mucho más auroconscientes y reflexivas, sugiriendo que la his-
Se trata de la narración de la vida de una persona contada en sus propias
toria contada es un juego de lenguaje, un acto del habla, una manera de
palabras más o menos del tamaño de un libro completo. En su formato
escribir, una construcción social. Sea lo que sea lo que las historias cuen-
original es la historia en 300 páginas de un emigrante polaco a Chicago,
tan, nunca pueden sencillamente contar la historia de una vida. Una
Wladek Wisniewski, escrita en tres meses justo antes del estallido de la
vida es percibida de manera más rica como «compuesta» o construida: el
Primera Guerra Mundial. En su historia, Wladek describe las primeras
escritor se convierte en parte del escrito. Desde este punto de vista la in-
3 Para Roben Ackinson, un historia de vida es «una narración ampliamente completa de una ex-
vestigación con historias de vida normalmente incorpora un contador de
periencia de vida entera como un codo, iluminando los aspectos más importantes» (ATKIN- la historia (el narrador de la misma) y un entrevistador (que actúa como
SON, 1998, p. 8). Para una discusión sobre la diversidad de formas de las historias de vida ver guía en el proceso) así como un texto narrativo que es ensamblado:
DENZIN, 1989, pp. 27-49. Dos gulas útiles contemporáneas son SMITH y WATON (2001) y
ROBERTS (2002). Ver también PLUMMER (2001). quien produce, quien cuenta y el texto. Quien la produce y quien la

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William l. Thomas y Florian Znaniccki El cempnino polaco en Europa J en Amlric,z

cuenta construyen juntos las historia en circunstancias sociales específicas. ronces como un instrumento de colonización que ha sido impuesto a
Y las historias se pueden contar de diferentes maneras en diferentes mo- otras culturas. El ser humano varía ampliamente a través de las diferentes
mentos 4• Así, podemos ahora acercarnos a Wladek con mucha más cau- culturas y la versión liberal es sólo una interpretación. Para algunos post-
tela: ¿Cómo llegaría realmente a contar su historia y cuál fue su relación modernistas, también, la idea del ser humano resuena demasiado a una
con Thomas y Znaniecki? ¿Cómo ayudaron estos sociólogos a Wladek persona con raíz narrativa que subscribiría demasiada coherencia a las hu-
para ensamblar su historia dentro de un texto de 300 páginas? ¿Qué re- manidades de la que podría esperarse. El ser humano es múltiple, frag-
laciones debería tener la historia contada con la vida conducida? ¿Cómo mentado, descentrado, cambiante. Simpatizo con escas críticas pero no
pudo la historia ser contada de esa manera -y no de otras- en los inicios considero que destruyan el proyecto humanista. De hecho, una lectura
del siglo XX y cómo tendría que ser contada ahora en el comienzo del XXI? atenta de El campesino polaco nos ayuda a apreciar esta humanidad com-
¿Qué tarea trata de cumplir la historia (su función retórica) y qué pro- pleja más plenamente y a percibir que las críticas se construyen en algo
blemas ético/políticos se manifiestan mientras se cuenta la historia? Las parecido a falsos construccos. Brevemente, ese «ser humano» que las his-
preguntas ahora se multiplican: un relato de historia de vida nunca más torias de vida intentan describir es siempre un ser enclavado, dialógico,
será una empresa sencilla. contingente, encamado, con un carácter moral y político. No hay seres hu-
manos fijos caminando por el tiempo y el espacio, sino que se traca de un
ser humano que está abierto al cambio y que necesita que se le dé un pa-
INVESTIGACIÓN CON HISTORIAS DE VIDA: pel clave en nuestras deliberaciones morales y políticas. Esto es la base de
HACIA UN HUMANISMO CRfTICO lo que yo llamo un humanismo crítico5•
No sorprende que el interaccionismo simbólico sea la teoría general-
Podemos ver El campesino polaco como un buen ejemplo temprano de in- mente más tenida en cuenta en la investigación con historias de vida, por-
vestigación humanística, investigación que sitúa en primer lugar a los se- que es la principal tradición humanista que resalta la necesidad de una
res humanos, la comprensión humana y las acciones humanas. Esta clase «familiarización Intima» con el mundo empírico contingente y cam-
de investigación normalmente trabaja también con un marco ético fuer- biante. Dibujada desde el pragmatismo y teniendo afinidades con el
te, que tanto respeta a los seres humanos como busca mejorar la condi- poscmodernismo, rechaza las verdades abstractas y totalizadoras en favor
ción humana en un contexto global. Se alía más con las humanidades que de las observaciones cotidianas, locales y enraizadas. Y esto incluye no-
con las ciencias, a las que critica a menudo. ciones del ser humano universal. Aliada de manera muy próxima a la teo-
Recientemente una posición como ésta se ha convertido en claramente ría de la persona de George Herbert Mead y a la tradición investigadora
mal visea desde distintos lugares. Para algunos, el sujeto humano viene a de los sociólogos de Chicago (especialmente Blumer, Park y Hughes), en-
identificarse demasiado con la postura individualista liberal de lo que ha- fatiza que lo que realmente diferencia al ser humano frente al resto de los
bitualmente se llama «la persona sin límites». Se ve el humanismo en- animales es su capacidad de producir elaborados símbolos que le hacen
capaz de producir historias, relatos, culturas e intrincadas webs de co-
municación. Esto es lo que los interaccionistas investigan; y como sea que
' Liz Scanlcy incluso encuentra que muchas de las distinciones más habiruales que se hacen -por
ejemplo entre biografía y aurobiografla- son falsas: «dejando aparte la ficción, biografla y auto- esos significados nunca son fijos e inmutables sino siempre cambiantes,
biografía no es asunto sencillo- (STANLEY, 1993. p. 125). Por ello acuña otro concepto:
«auco/biograflv -«término que dude cualquier distinción sencilla entre biografía y aucobiografla,
reconociendo sin embargo su simbiosis», y lo aplica a parte de su propia vida (STANLEY, 1993, , Discuto esta idea de forma mucho más completa en el capitulo que cierra PLUMMER (2001)
p. 127). y la desarrollo más allá en PLUMMER (2003).

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William l. Thomas y Florian Znaniecki El campesino polaco en Europa y en Ambica

emergentes y ambiguos, las herramientas tradicionales de investigación de BLUMER, H. (1939, 1969): An Empírica/ appraisal ofThomas and Znaniecki
entrevistas o cuestionarios no deben ser la manera más apropiada de es- (1918-20). The Polisb Peasant in Europe and América; SSRC y New Jersey,
tudio. Más bien se reclama un intensivo enganche con el mundo empí- Transaccion Books.
rico vivido. OENZIN, N. K. (1989): Interpretiue Biograpby, Londres, Sage.
- (1992): Symbolic lnteractionism: Tbe Politics oflnterpretation. Ox:ford: Black-
Los interaccionistas también destacan la idea de que las vidas, las situa- well.
ciones, incluso las sociedades están siempre y en cualquier lugar desarro- GOTISCHALK, L., KLUCKHOHN, C. y ANGELL, R. (1942): The Use of
llándose, ajustándose, llegando a ser. Esto es una visión muy activa del Personal Documents in Psycbological Science, Nueva York, Socia! Science Re-
mundo social en el que los seres humanos están constantemente yendo a search Council.
lo suyo constituyendo sociedad a través de esas interacciones. La investi- GUBRIUM, J. F. y HOLSTEIN, J. A. (1997): The New úznguage ofQualitative
gación interaccionista no tiene que ver ni con lo «puramente indivi- Metbod; Nueva York, Oxford Universiry Press.
dual» ni con la «sociedad abstracta»: su foco son las maneras en que se or- JAMES, W. (orig. 1902; 1952): Tbe Varieties of Religious Experience: A Study in
Human Nature, Londres, Longmans, Green & Co.
ganizan, los «actos unidos» que construyen sociedades. Tiene que ver con
PLUMMER, K (2001): Documents ofLife-2: An lnvitation to a Critica/ Huma-
el «comportamiento colectivo». Su más básico concepto -la persona- nism, Londres, Sage.
implica que la idea de «el otro» está siempre presente en una vida: nunca - (2003): lntimate Citizenship: Prívate Decision: and Pub/ic Dialogues, Seartle,
podemos ser sólo «persona». En definitiva, el interaccionismo se ocupa de Universiry ofWashingron Press.
«cómo la gente hace cosas junta» (Becker, 1986). ROBERTS, B. (2002): Biographical Research, Buckingham, Open Universiry
EL campesino polaco anticipó los desarrollos de un humanismo crítico aliado Press.
SHA W, C. (1966): Tbe Jack Roller, Chicago, Universiry of Chicago Press.
con la teoría del inreraccionisrno simbólico. Aunque tanto la teoría como el
SMITH, S. y WATSON, J. (2001): Reading Autobiography: A Cuide far Inter-
método que lo acompaña han variado, aún conserva hoy un testimonio de
preting Life Narratiues, Minneapolis, Universiry of Minnesora Press.
primer orden y ejemplar de este estilo de ciencia social. Es por todo ello muy STANLEY, L. (1992): TheAuto!Biographicail: The Theory and Practice ofFe-
bueno verlo aquí por primera vez en una traducción al español. ministAuto!Biography, Manchester, Manchester Universiry Press.
Ken Plurnrner, THOMAS, W. l. y ZNANIECKI, F. (1918-20): The Polish Peasant in Europe
Santa Bárbara, andAmerica, 2 vols. Nueva York, Dover Press.
Febrero de 2003. VOLKART, E. H. (1951): Social Behavior and Personality: Contributions of W I.
Thomas to Theory and Research, Nueva York, Socia! Science Research Council.
ZARETSKY, E. (ed.) (1996): The Polisb Peasant in Europe andAmerica, Urbana
and Chicago, Universiry of Illinois Press.
BIBLIOGRAFfA
ZNANIECKI, F. (1934): The Method of Sociology, Nueva York, Farrar and
Rhienhart,
ALLPORT, G. (1942): Tbe Use of Personal Documents in Psychological Science,
- (1969): On Humanistic Sociology, Selected Papers. Edited with an inuoduccion
Nueva York, Social Science Research Council.
by Roben Bierstedr, Chicago, University of Chicago Press.
ATKINSON, R. (1998): The Lije Story lnterview, Londres, Sage.
BECKER, H. S. (1986): Doing Things Together, Evanston, Illinois, Northwestern
Universiry Press.
BLUMER, H. (1969): Symbo/ic Interactionism: Perspeaiue and Metbod; Engle-
wood Cliffs, Nueva Jersey, Prentice-Hall.

18 19
ESTUDIO INTRODUCTORIO

Juan Zarco
1. PRESENTACIÓN

En el año 1924 recibía el premio Nóbel de literatura el escritor polaco


Ladislao Reymonc. Su obra más conocida, traducida a varios idiomas,
lleva por título Los campesinos (Reymonc, 1926 y 1927 -publicado ori-
ginalmente entre 1902 y 1909-), y es una narración novelada, en
cono casi naturalista, de la vida de los campesinos de su país. Los cam-
pesinos se estructura significativamente en cuatro volúmenes que llevan
por título Otoño, Invierno, Primavera y Verano. La vida de Reymonc,
de origen campesino, estuvo marcada por sus viajes de juventud por
coda Polonia, donde sin duda halló la inspiración para su monumental
novela (casi 1.400 pp. en su versión en castellano), pero interesa seña-
lar también que, entre sus desplazamientos posteriores, está docu-
mentado que viajó, entre otros destinos, a la ciudad de Chicago, aun-
que fue París el lugar que más tiempo le retuvo.
Quisiera partir de este hecho para comenzar a introducir la obra The Po-
lish Peasant in Europe and America; título original en inglés del libro del
que una extensa selección ve aquí y ahora por vez. primera la luz en lengua
castellana y que tengo el privilegio de presentar. Y es que se trata sin duda
de una singular coincidencia, pero en terminología del antropólogo Gre-
gory Bateson, de una coincidencia cargada de sentido, de una de esas
«pautas que conectan». Un viajero polaco, de origen campesino, en la ciu-
dad de Chicago a principios del siglo XX ostentó el Nóbel de literatura
años más tarde. Un emigrante polaco, Wladek, de origen campesino, en
la ciudad de Chicago a principios del siglo XX se erige como uno de los
protagonistas de un clásico de la sociología. Pero como señala Ken Plum-
rner, quien tan generosamente prologa este texto, en 1914 Chicago, con
sus 360.000 polacos, era la tercera ciudad en el mundo por población po-

23
Wdliam l. Thomas y Florian Znaniccki El campesino polaco en Europa y en América

laca, después de Varsovia y Lodz (Plummer, 2001, p. 104), lo que es un no se encenderían los unos sin los otros. Dos nacionalidades, dos edades
dato muy significativo. La cuarta ciudad era probablemente Detroit. Y si -19 años les separaban-, dos formaciones intelectuales, dos talantes bien
bien estos datos hablan de un estudio sociológico de extraordinaria per- distintos, dos peripecias biográficas cuando menos intensas ... y, como re-
tinencia, en el sentido de abordar lo que sin duda era un fenómeno social sultado, una de las colaboraciones académicas más fértiles en las que se
de envergadura, también nos aluden a un trabajo de enorme actuali- pueda reparar en el contexto de la sociología. Sobre ello habrá que volver,
dad. Hoy en día es sabido que sólo la ciudad de Nueva York tiene mayor pero puede adelantarse que la comunión de dos inteligencias sobresa-
población de origen puertorriqueño que el propio Puerco Rico. Por no lientes, dos sensibilidades excepcionales y una misma pasión en el traba-
aludir a los distintos y profundos procesos migratorios que afectan ac- jo abordado podrían ser la clave que explique can fértil colaboración.
tualmente al continente europeo en los que en muchas ocasiones España Y como colofón simbólico, pero a la vez muy explicativo, como veremos,
es puerta de paso. El rema de fondo, la emigración (y codos sus procesos EL campesino polaco cuenta también con una leyenda negra, con una his-
asociados) era y es un asunto sociológico de primer orden. toria oscura que si bien afectó principalmente a uno de sus autores, tam-
Pero como más adelante señalaré con detalle no es, o no sólo, el objeto de bién es cierro que en cierto sentido marcó desde sus orígenes el devenir de
investigación amplio el que hace de la obra que a continuación se pre- la obra, por lo accidentado de su primera publicación sobre codo. Aunque
senta un hito insoslayable de la sociología. Como se ha destacado en nu- se señalará con detalle a continuación, la hiscoria no es can negra, si
merosas ocasiones, significó también un modelo para codo un estilo de bien sí lo son, así me lo parece, el resultado de los juicios que pueden
investigación que durante mucho tiempo tuvo en El campesino polaco un realizarse como consecuencia. El juicio moral que debe merecernos el in-
referente de autoridad. Inauguró, por así decir, coda una manera de jusco ostracismo al que fue sometido William Thomas es la mejor opor-
abordar los fenómenos sociales. Ya queda apuntado en el prólogo: la tunidad para recordar aquí una vez más que desconocer la historia siem-
tradición investigadora de la llamada Escuela de Chicago tiene en esca pre nos condena a repetirla.
obra su más señero referente y a ella habremos de aludir como contexto
muy significativo. ***
Pero si con seguridad objeto y método hacen del libro una pieza de ex-
cepción, éste no lo es menos por su componente teórico. Desde la apro- Por breve que sea esta mi aportación a este libro, he contraído en ella nu-
ximación al concepto de «definición de la situación», que posteriormen- merosas deudas personales e intelectuales que no quiero dejar de señalar,
te reelaborará con precisión Thomas, hasta la teorización sobre los al menos las más significativas. El primer agradecimiento no es personal
conceptos de «actitud» y «valor», o aquellas que describen la idea de sino más bien colectivo. Estoy seguro de que codo lector en lengua cas-
«desorganización social» y su correlato aún más interesante, el de «reor- tellana compartirá conmigo la gratitud para con el Cenero de Investiga-
ganización» en el contexto de un análisis profundo y riguroso del cambio ciones Sociológicas como institución que ampara esca edición y por ello
social, nos encontramos con un auténtico arsenal de elementos de refle- no puedo dejar de mencionar a quien es su presidente, Ricardo Moncoro,
xión que, más allá de su en muchos casos necesaria reformulación, mues- como encarnación del mismo. La colección en que se incardina este vo-
tran una obra de calado teórico que perfila una autoría con un claro plan- lumen es igualmente objeto de alegría compartida, y a todo el Consejo
teamiento intelectual científico social. Editorial de la Colección Clásicos del Pensamiento Social les muestro mi
Lo que nos remire a sus dos autores y al necesario abordaje con cierta pro- gratitud, al tiempo que celebro y alabo su labor. Vaya para Miguel Bel-
fundidad de sus perfiles tanto humanos como sociológicos o académicos; trán que lo dirige mi más sincero agradecimiento personal, no sólo por su

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William l. Thomas y Florian Znaniccki El campesinopolaco en Europay m Améric«

labor en la colección, ni siquiera por haberme solicitado participar con Numerosos colegas de otros contextos académicos han enriquecido con
este texto, sino también y sobre codo por su constante apoyo, consejo y sus sugerencias e ideas las páginas que siguen, a menudo sin ellos saberlo.
afecto. Y no puedo aludir al CIS y a sus publicaciones sin dejar de men- Por no hacer demasiado larga la lista mencionaré sólo a Jesús M. de
cionar a la que siendo una profesional de eficacia casi milagrosa me pre- Miguel, por su centralidad en el tema auto/biográfico que está de fondo
cio de decir que es también mi amiga, Mercedes Contreras. Vaya migra- en escas páginas y por el cariño que desde hace ya más años de los que me
tirud también a codo el servicio de publicaciones representado en la gustaría reconocer le profeso y de él percibo.
persona de Jaime Peón. Quiero por último agradecer la influencia personal de tres maestros y
Tiene para mí un significado muy especial la presencia en esta edición de amigos, cada uno de una generación distinta, cada uno de un ámbito aca-
la figura del profesor Ken Plummer. Agradezco en primer lugar profun- démico, personal y hasta geográfico distante y sin embargo de todos
damente que haya enriquecido notablemente la edición espafiola de El ellos deudor de lo que de una manera o de otra soy y por tanto hago.
campesino polaco en Europa y en América con su participación preparán- Ellos son Alfonso Orueta, Bernabé Sarabía y Miguel Ángel Mateo. Cada
donos un prólogo a la misma. El entusiasmo con que aceptó la pro- uno sabe su papel. Cuanto de valioso el tiempo pudiera rescatar de estas
puesta aún me emociona al tiempo que me ofrece una lección de verda- páginas pertenece sin duda a mi hijo Ignacio.
dero espíritu académico. A título personal debo mencionar, además, que
gran parte del material bibliográfico que he utilizado para elaborar escas
2. SOBRE LOS AUTORES
páginas procede de los archivos personales de Plummer, que en un acto
de inusitada generosidad intelectual no dudó en ofrecerme para su uso.
Además, mi estancia como visitingfellow en su departamento de la Uni- 2.1 Contexto: el Departamento de Sociología
versidad británica de Essex I y las conversaciones con él mantenidas sin de la Universidad de Chicago
duda han contribuido notablemente a consolidar mi visión sobre el tema
En el año 1904 el filósofo pragmatista norteamericano William James es-
tratado. También de mí estancia en Essex he de hacer constar mi agra-
cribía, con un comienzo no exento de ironía, las siguientes líneas: «¡Chi-
decimiento al sociólogo Kerman Calvo, mi gatekeeper inicial en tierras in-
cago tiene una escuela de pensamiento!, una escuela de pensamiento la
glesas y un ahora apreciado colega y a pesar de ello amigo.
cual, es seguro predecir, figurará en la literatura como la Escuela de Chi-
De mis compañeros del Departamento de Sociología de la Universidad cago por los próximos veinticinco años. Algunas universidades tienen una
Autónoma de Madrid sólo puedo señalar su apoyo colectivo percibido plenitud de pensamiento que mostrar, pero no escuela; otras plenitud de
como una constante alentadora; de entre ellos y por mor de brevedad, escuela, pero no pensamiento. La Universidad de Chicago, en sus De-
quiero mencionar a su director, Luis Enrique Alonso, de cuya erudición cennial Publications, muestra verdadero pensamiento y verdadera escuela.
siempre se aprende, y secretario académico Cristóbal Torres, con quien El profesor John Dewey y al menos diez de sus discípulos han introdu-
comparto el gusto por las entrañas de la ciencia sociológica. Un agradeci- cido, de manera homogénea pese a surgir de muchas mentes cooperando,
miento especial va dedicado a Julia Romero, por su amistad, apoyo y una visión del mundo canto ceorética como práctica, que es tan sencilla,
aliento, a Juan José García de la Cruz, por su complicidad, y a José Juan masiva y positiva que, aparte del hecho de que muchas de sus partes ne-
T oharia, por ser un espejo para codos nosotros en tantos sentidos. cesitan aún ser retrabajadas, merece el título de un nuevo sistema filosó-
I Tengo que destacar que mi escancia en Essex se debe a la obtención de una «Beca Posrdocroral
fico» (lames, 1904, p. 1). Aunque por supuesto se refería a una escuela de
en el exrranjero- del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, en su convocatoria 2001. pensamiento filosófico, no han transcurrido veinticinco sino cien años y

26 27
William l. Thornas y Florian Znaniecki El campesinopolaco en Europay en Amhu:a

aún continuamos haciendo referencia a la Escuela de Chicago, en este La Universidad de Chicago se funda en el año 1890, bajo el patrocinio
caso a la escuela de sociología, aunque aún hoy hay quien pone en duda privado del filántropo John D. Rockefeller Senior, admitiendo a sus pri-
su existencia, más como cal escuela que como ingente productora de meros escudiances en 1892 4• Pero la primera fecha que interesa señalar es
pensamiento e investigación 2• Más allá de discusiones desde luego inte- la de 1894, año en que se incorporan a la universidad John Oewey y
resantes en otro contexto, lo cierto es que, desde los primeros años del si- George Herbert Mead, ambos procedentes de Michigan. Con ellos pue-
glo XX y con roda claridad al menos hasta la II Guerra Mundial, la uni- de decirse que comienza, como celebraba James líneas arriba, una primera
versidad de Chicago generó una serie de investigaciones sin precedentes escuela de pensamiento, en este caso de pensamiento filosófico: el prag-
canco por su cantidad como por su calidad: The Hobo, The Taxi-Dance matismo norteamericano de Chicago. Y si bien como es sabido fue en
Hall, The Gold Coast and the Slam, TheJack Ro/fer o, en fin, las más tar- mayor medida el departamento de psicología de esa universidad el pri-
días The Projessional Thiefy Street Comer Society, son sólo algunos de los mero en recibir la influencia de estos maestros (Faris, por ejemplo, fue di-
títulos que, de entre los clásicos de la sociología de todos los tiempos, rá- rigido por Mead y Dewey en su tesis doctoral en psicología, aunque
pidamente nos vienen a la menee para ilustrar aquel periodo. En todos los después recalaría en la sociología, y los propios Mead, Dewey y Charles
casos se trata en origen de investigaciones generadas en o amparadas por Horren Cooley, que permaneció en Michigan, pueden ser considerados
el departamenco de sociología de Chicago. Y no es menos cierto que co- los padres de la psicología social que sentó las bases del marco teórico que
das ellas son posteriores a 1918 y que por canco es desde la publicación de más carde se denominaría Inreraccionisrno Simbólico 5), será su impron-
la obra que nos ocupa, El campesinopolaco, es decir, las décadas de los ta en el de sociología la que a continuación habremos de señalar.
años veinte y treinta del siglo XX, que se alude a la «edad de oro» o época El departamento de sociología de Chicago fue dirigido por Albion Small
de máximo esplendor de la sociología de Chicago. desde su fundación en 1892 hasta 1924 cuando éste se jubiló. Más allá de
Y aunque John Dewey y el propio William James son referencias fun- sus aportaciones a la sociología como autor y como uno de los fundadores
damentales, junco con George Herberc Mead, no es en ellos, pilares te- de la sociología norteamericana 6, a Albion Small, y además de su liderazgo
óricos y filosóficos esenciales, en quienes primero me quiero detener. en los primeros años de Chicago al que enseguida volveremos, se le debe la
Las figuras clave, según me parece, para entender el contexto de Chi- fundación de la revista American ]ournal ofSociology, nada menos que en
cago sobre codo en su vertiente investigadora -aparee claro está de la del 1895, y su participación en la creación de la American SociologicalAsso-
propio Thomas, como se señalará y retomaremos en detalle- son la de ciation en 1905. Se trataba, al parecer, de un administrador excelente que
Roberc E. Park, quien se incorpora al departamento de Chicago en
1913, atendiendo una invitación de, precisamente, William l. Thomas Martin BULMER (1984); The Chicago School A Liberal Critique of Captalism, de Dennis
y, en menor medida en la primera etapa, pero esencial para la segunda, SMITH (1988); Tbe Traditionof th« ChicagoSchoo/ of Sociology, editado por Luigi TOMASJ
la de Ernesc Burgess, a parcir de la expulsión de Thomas de la uni- ( 1998); Myth1 ofthe ChicagoSchoo/ ofSociology, de Lec HARVEY (1987); Department & Discipline.
ChicagoSocioloo at One Hundred;de Andrew ABBOTT ( 1999) y, desde luego, la monumencal
versidad. Pero estamos corriendo demasiado, quizá lo mejor sea co- The Chicago SchooL Critica/Assessments; editada en 4 volúmenes por Ken PLUMMER ( 1997).
menzar por el principio, para ello además contamos con excelentes A ellos habría que añadir títulos anteriores como el clásico de Roben FARIS (1967) ChicagoSo-
áoloo 1920-1932 y las decenas de artículos publicados como el ya mencionado de Howard
fuentes bibliográficas 3. S. BECKER (1999) «The Chicago School, So-Called»,
• Para una descripción detallada de los orígenes de la universidad y su contexto ver, por ejemplo,
2
Ver por ejemplo el excelente articulo dcsmitificador de Howard BECKER (1999), «The BULMER (1984, pp. 12 y ss.).
I
Chicago School, So-Called-. Ver por ejemplo el trabajo de Juan José Caballero al respecto (CABALLERO, 1997).
3
De entre los muchos drulos que existen sobre la sociología de Chicago al menos media docena
6
Junto a WARD, SUMMER y GIDDINGS, ver por ejemplo CARABAÑA (1974) o ZARCO
de ellos de entre los más recientes son de referenciaineludible. Tbe ChicagoSchoo/ ofSocio/o, de (1997).

28 29
Willíam l. Thomas y Florian Znaniccki El campesino polaco en Europa y en América

supo liderar el departamento tanto en su vertiente académica como, y so- Por lo que se refiere al primer periodo, coincidente aproximadamente con
bre codo, en su dimensión investigadora, consiguiendo no sólo los fondos, la estancia de Thomas en el departamento, como decíamos, nos sitúa en el
sino también contribuir a generar la atmósfera necesaria para la investiga- siguiente escenario. El departamento fue dirigido desde 1892 hasta 1924
ción (ver Bulmer, 1984, p. 34). A esa atmósfera se enroló en 1893 un es- por Albion Small, a él se integra ya como docente Thomas en 1895 y a sus
tudiante de doctorado llamado William l. Thomas. A los dos años obtuvo primeros años de funcionamiento hemos de asociar también la figura de
el grado de doctor en sociología en el departamento, incorporándose como Charles A. Henderson, sobre el que volveremos por su influencia en Tho-
profesor del mismo en esa fecha, cargo que ocupó hasta 1918. mas. Además de ellos, habría que añadir a George Vincent, que ingresó
junto con Thomas en el departamento pero que pronto emprendió una
Sobre la figura de Thomas y sus años en Chicago volveremos de manera
extensa, pero señalemos ahora que existen dos hechos fundamentales para carrera de administrador más que de docente, abandonando Chicago
encender la relación mutua de influencia entre la obra que se presenta y el en 1911, y a Charles Zueblin, quien también abandonó el departamen-
to en 1907. Tal era el cuerpo docente inicial.
departamento de sociología de Chicago, pues así me parece que debe ca-
racterizarse esa relación, y ambos hechos pasan por la figura de William En ese contexto, y en cuanto al departamento de sociología estrictamen-
Thomas. Podemos comenzar a desbrozar el territorio apuntando que el pri- te, no es de extrañar que William Thomas enseguida fuera erigiéndose en
mer hecho significativo giraría en torno al ambiente o atmósfera de la el eje central del mismo, por su propio talante y brillante inteligencia so-
primera etapa del departamento, que debemos situar precisamente en los bre la que más adelante volveremos. Pero el comienzo de esa primera eta-
años en que Thomas formó parte del mismo y que, además, en parte sería pa previa a la salida de Thomas coincidente con la publicación de la obra
responsabilidad suya, en varios sentidos que a continuación se desarrolla- que nos ocupa no se agotaba en los profesores de sociología propiamen-
rán. El segundo hecho marca el inicio de la segunda etapa de Chicago, que te (que además y hasta 1929 lo eran de antropología también). Como es
coincidiría con la salida de Thomas en 1918 y no es otro que la propia pu- sabido, y ya lo hemos mencionado, los primeros años de la Universidad
blicación, y posterior influencia, de EL campesinopolaco. Este segundo ele- de Chicago se caracterizaron por la presencia de la que podemos deno-
mento, que es precisamente el hecho más relevante para explicar el Chica- minar escuela pragmatista de filosofía, que ejerció su influencia en el res-
go de después de Thomas y su obra en coautoría con Znaniecki, marca to de departamentos, sobre codo psicología y, desde luego, sociología. De
además el inicio de la época de esplendor de la Escuela de Chicago, dicha escuela basta con mencionar a Dewey y a Mead y al propio Cooley 8
sus años dorados por así decir, cuyo declinar podemos fechar en torno a para apreciar el basamento teórico filosófico que los estudiantes de las pri-
la II Guerra Mundial y a continuación pondremos en relación con otros meras generaciones iban recibiendo. Y aunque en esta introducción no
hechos de la historia de la sociología que coadyuvan a explicar tal ocaso. podrá desarrollarse una panorámica mínimamente completa de las apor-
Comencemos por argumentar la existencia de esos dos periodos, que ade- taciones a la sociología de Chicago, texto que en castellano aún está por
más sustentan los dos elementos que hacen irremisible la presencia en esca escribir, sí podemos siquiera perfilar los tres tópicos más sobresalientes
introducción de aquel primer contexto que arropa y al tiempo da sentido que nos sitúan anee los primeros años de aquel departamento. Así, y si-
guiendo a Andrew Abbot ( 1999) en uno de los textos más recientes sobre
a la obra: el Departamento de Sociología de la Universidad de Chicago7.
la Escuela de Sociología de Chicago, podemos sintetizar tres claros focos
7 Dos periodos hasta el declinar de Chicago a mediados de los años treinta del siglo XX, lo que en
I
ouo sentido serla en si mismo un primer periodo de Chicago. Si ampliáramos el foco podríamos Aunque es sabido que Charles Horren Coolcy no se movió de Ann Arbor más que en contadas
aludir a la Nueva Escuela de Chicago (ver MATZA, 1981, por ejemplo) ya en los años sesenta, que ocasiones, su influencia, por su relación con los profesores mencionados propiamente de Chicago,
a su vez tiene su propia cronología y hasta podría decirse que distintas «sedes», la propia Chicago y sobre codo por la potencia sociológica de sus dos conceptos clave (el /oolting ulf glms y la distin-
pero también California. ción entre grupo primario y secundario) fue muy significativa en el departamento de sociología.

30 31
WiUiam J. Thomas y Florian Znaniccki El campesino polaco en Europa J en Ammra

de atención. El primero sin duda sería la psicología social, con las apor- Estos elementos, con algunos otros que los completarán cuando estudie-
taciones centrales de Thomas en el estudio del concepto de actitud y los mos la figura de Thomas con más profundidad, me parecen suficientes
célebres faur wishes 9 pero también y sin duda con las ideas pragmatistas, para perfilar una primera etapa de la Escuela de Chicago, aquella previa a
aplicadas a la psicología, de James, Dewey, Mead y Cooley. Un segundo la «edad de oro» de la que es pistoletazo de salida la publicación de la obra
foco se centraría en la llamada organización social también con abun- que venimos introduciendo y en la que serán protagonistas, ahora sí, el
dante herencia de Thomas, no sólo en su obra con Znaniecki, atendien- tandem Park y Burgess, pero no sólo. Si Burguess se benefició de ser uno
do a la organización del inmigrante, sino en trabajos posteriores aplican- de los estudiantes de la primera generación que se incorporó como do-
do el concepto a otros grupos y situaciones humanas. Y por último, y cente (leyó su tesis doctoral en el departamento en 1913) las siguientes
quizá una de las áreas más difundidas por su originalidad, la ecología so- generaciones son otra de las claves que van a perfilarnos esa época de má-
cial. Como afuma Abbot (1999, p. 7) acerca de este último foco «en cier- ximo apogeo de Chicago 10• Un frío dato de registro nos introduce en esa
to sentido hace pareja con [el estudio de] la organización social; en la me- realidad: entre 1900 y 1915 en el departamento se leyeron 24 tesis doc-
dida en que la organización social estudia la localización de los eventos torales, entre 1915 y 1930, 59. Los autores de las obras que líneas arriba
sociales en un tiempo y dentro de un proceso, la ecología social estudia su proponía como obras clásicas de la sociología, sin excepción, fueron
localización en el espacio y la estructura social». doctorandos de Chicago y sus respectivas monografías ( The Gold Coast
and tbe Slum, por ejemplo, de Zorbaught fue best seller en Chicago el año
Por supuesto que estos tres tópicos se fueron desarrollando a lo largo del
de su publicación, 1929) investigaciones dirigidas por esos profesores.
tiempo y algunos de ellos cobraron mayor intensidad con el propio desa-
rrollo y evolución del departamento, ya en la segunda etapa, después de la Lo que nos sitúa ya plenamente en la capacidad de argumentar la que he
salida de Thomas. Así, sería Blurner, un alumno de la segunda generación denominado segunda etapa, la que propiamente se conoce como Escue-
de Chicago, quien acuñaría el término «interaccionisrno simbólico», o la de Sociología de Chicago y que comienza con una landmark incues-
Park y Burgess los encargados de profundizar en la dimensión ecológica de tionable, como ya nos adelanta Plurnmer en el prefacio; la publicación de
The City, etc. Pero lo que me interesa señalar ahora es que, ya en los años una gran investigación sociológica: El campesino polaco en Europa y en
previos al comienzo de la «edad de oro», en corno a 1918, estaban algunas América. Este hecho nos propone la seña de identidad de la Escuela de
de las bases de su posterior esplendor. Y lo que es más, Thomas contribu- Chicago que hasta ahora hemos ido posponiendo, una seña de identidad
yó sustancialmente a su surgimiento, en al menos otro sentido que quisie- que tiene que ver con la investigación sociológica, en concreto con las re-
ra señalar. Así es, porque en 1913 se incorpora al departamento la figura glas que la guían u orientan: la metodología. No quisiera insistir dema-
clave para comprender muchos de los logros de Chicago, Robert Erza siado en ello y quizá no sea éste el lugar más adecuado para hacerlo 11,
Park, por invitación de Thomas. Al año siguiente, en 1914 y en condicio- pero siquiera brevemente debo señalar algunos aspectos mínimos que dan
nes que más adelante se detallarán, lo hace Znaniecki, y ello también es vía sentido tanto a la obra que presento como al contexto en que debemos si-
Thomas. En 1916, además, pasa a formar parte del cuerpo docente otro tuarla, y en este caso sobre todo a lo que significó para al menos una par-
autor clave para encender el Chicago posterior a Thomas y la publicación
de su obra con Znaniecki, el profesor que más tiempo dedicó al departa- 'º La cruzada que podríamos denominar «anti-endogámica acrftica» que parece inundar nuestra
mento y que en alguna medida vino a sustituir el papel jugado por Tho- institución universitaria a principios del siglo XXI nos hubiera privado, por ejemplo, de Burgess, de
Faris, de Blurner, de Sutherland ... todos ellos doctorandos de Chicago y todos ellos con impor-
mas: Ernest Burgess, que permaneció en Chicago hasta 1952. tantísimos papeles como docentes en los años sucesivos.
II Ya tuve ocasión de argumentar el papel jugado por la metodología de Chicago en otra ocasión
9 Deseo de nuevas experiencias, de seguridad, de respuesta o reciprocidad y de reconocimiento. en SARABIA y ZARCO (1997) y a ese trabajo remito.

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William l. Thomas y Florian Znaniccki El campesino polaco en Europay en Ammca

te de la sociología posterior que la tomó como referente de lo que podría- Y si las figuras de Park y Burgess comienzan a explicar una parte de la
mos denominar un estilo y una sensibilidad a la hora de hacer sociología. orientación empírica, casi netamente investigadora 13, que enseguida
Así es el departamento de sociología que abruptamente abandonó Tho- pondremos en relación con la metodología, otro elemento nos sale al
mas en 1918 ya había comenzado una deriva investigadora que sería su paso. En 1924, tras la jubilación de Small, Ellsworth Faris pasa a ocupar
marca de clase hasta mediados de los años treinta, y que en verdad es lo la dirección del departamento de sociología. Ya señalamos que Dewey y
que convirtió a Chicago en esa época en una referencia incuestionable Mead habían sido sus directores de tesis, leída en el departamento de psi-
para la sociología. Son muchísimos los elementos que explican tal situa- cología, y puede considerársele como el vínculo teórico entre el prag-
ción, y sobre ello se han escrito innumerables trabajos, señalando uno u matismo filosófico y la sociología. La parada intermedia sería, sin lugar a
otro aspecto, deshaciendo mitos o aporrando nuevos datos para su expli- dudas, la psicología social, ya mencionada como uno de los tres focos de
cación y aquí no podrán, como ya he afirmado, abordarse en profundi- trabajo del departamento, y en concreto el más sociológico de sus marcos
dad; pero sí al menos he de aporrar los datos mínimos que tienen una re- teóricos, aún por formular por escrito, pero objeto de reflexión oral en
lación directa con la obra que nos ocupa y con sus autores. las clases del profesor Mead. A esas clases asistía el por entonces joven es-
tudiante Herbert Blumer, quien en un artículo de 1937 (cf. Plum-
Y como ya adelantábamos al comenzar esta brevísima descripción del
mer, 1997, p. xv) por primera vez lo «bautiza» bajo el rótulo «Interac-
contexto que significó el departamento de sociología de Chicago, las fi-
cionismo Simbólico».
guras clave son la de Roben E. Park -no quiero insistir más en ello, pero
atraído al departamento por Thomas cinco años antes-, quien en 1918 Y si he querido insistir tanto en la referencia teórica que supone el inte-
tenía 54 afios, y un estrecho colaborador excepcional, Ernest Burgess, 22 raccionismo simbólico por su conexión con la metodología humanista de
años menor-. Como es sobradamente sabido Park se incorpora a la so- Chicago, en terminología de Plummer (2001), es por la enorme cohe-
ciol~gía tras una dilatada carrera como periodista de investigación, lo que rencia que ello supone. La adecuación objeto de estudio-metodología de
explica gran parte de su estilo de dirección de jóvenes doctorandos, y era investigación de la Escuela de Chicago me parece una de sus más valio-
además un hombre con una excepcional sensibilidad deslumbrado con lo sas lecciones, y es un aspecto en el que no se ha insistido suficiente-
que podíamos denominar «la ciudad» como objeto privilegiado de estu- mente. Cuando tu objeto de estudio -y ya sea éste la organización del
dio sociológico, convirtiendo esa pasión en el mayor laboratorio de cien- inmigrante, la definición de la situación del delincuente, los distintos
cias sociales que jamás haya existido 12• Su experiencia como investigador asentamientos de la Costa Dorada de Boston, la interacción en los salo-
«de campo» en sus años de periodista, el considerar a la ciudad también nes de baile o, en fin, las bandas callejeras colonizando las esquinas de los
como un «campo» de estudio por explorar de una riqueza humana ex- barrios-, cuando tu objeto de estudio, decía, es susceptible de enmar-
cepcional, y sin duda la influencia ejercida por Thomas en su orientación carse teóricamente en la necesidad de entender toda interacción social
sociológica son los tres elementos clave, así me lo parece, para explicar la como significativa en términos simbólicos, el método más apropiado
influencia de Park en las investigaciones amparadas por el departamento. para su abordaje empírico, si acaso no el único método posible, ha de ser
El propio Burgess, ya lo he señalado, fue uno de los primeros productos aquel capaz de captar, en los propios términos de sus actores, los signi-
del departamento que de alguna manera Thomas deja en manos de Park. ficados por ellos compartidos. Un método atento al «factor humano»

1~
13
Insisto que un buen texto en castellano sobre la Escuda de Chicago está por escribir; en él sin
PARK es coautor con BURGESS, entre otros trabajos, del manual más influyente para los so- duda habría que enfatizar la sorprendente poca producción «teórica,, en los años centrales de Chi-
o6logos de aquella época, el célebre Introductionto tb« Science ofSocio/;,gyde 1921, donde ya está cago, señalada por varios autores en ocasiones para argumentar la ausencia de verdadera «escuelas,
el germen de la teoría zonal de la ciudad. pero aspecto sobre el que valdrla la pena hacer un análisis menos apresurado.

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William l. Thomas y Florian Znaniccki El campesinopolaco en Europay en América

que, como veremos, definiría Znaniecki años después. Si se me permite alguno de los aspectos de la obra que nos ocupa y argumentar con algo
la simplificación ése es el único y primigenio «misterio», el resto de ela- más de detalle otro elemento central, el cambio de orientación metodo-
boraciones, bien que necesarias y desde luego muy pertinentes, son lógica.
consecuencia natural de la asunción más importante de Chicago: hacer,
En primer lugar hay que señalar que, en algún sentido -y es un argu-
frente a otras posibilidades de conocimiento, verdadera ciencia social. Su
mento que a menudo se esgrime para aludir a la ausencia de verdadera es-
coherencia con su peculiar objeto de investigación, y por tanto su cien-
cuela- es justo afirmar que en el departamento las individualidades te-
tifisrno, y no lo contrario, es la marca de Chicago en aquella época. La
nían un peso excepcional, y en 1934 se jubila Park. Además de ello, el
importancia de El campesino polaco y su trascendencia para el posterior
peso institucional de Chicago progresivamente iba siendo menor, en fa-
desarrollo de la escuela radica precisamente en ello: la obra que nos
vor fundamentalmente de Columbia y Harvard. El cambio simbólico de
ocupa fue considerada, y durante muchos años, como el primer y mejor
las «riendas» de la sociología fue la sustitución de la publicación oficial de
trabajo científico social desarrollado en los Estados Unidos. Su meto-
la American Sociological Association, hasta 1935 la American [oumal of So-
dología: el uso de documentos personales y la construcción de una his-
ciology fundada por Small y dominada por el departamento, desde en-
toria de vida.
tonces la American Sociological Review.
No cuesta así entender cómo la edad de oro de Chicago fue consolidan- Pero la desaparición progresiva de algunos protagonistas y la pérdida rela-
do investigaciones y profesores; tras Park, Burgess o Faris, y bajo ese tiva de peso institucional no son los únicos elementos a tener en cuenca.
marco teórico metodológico, otras figuras posteriores como Louis Wirth, Otros factores de contexto coadyuvan a explicar el declinar, como sin
Herbece Blumer, Everett C. Hughes, Clifford Shaw y un largo etcétera duda la progresiva demanda de estudios más centrados en la medida por así
-que si ampliáramos el foco hasta la tercera y aun cuarta generación (la ya decir, canco en el contexto asociado a la II Guerra Mundial como en el ám-
aludida «nueva escuela de Chicago») nos propondría nombres como el bito político 14• En ese sentido, también las formulaciones teóricas, para
propio Goffman, desde luego Howard Becker o Anselm Strauss- se abordar contextos más macrosociológicos, se iban «agrandando», hasta la
constituirán en herederos que desarrollaron, depuraron, modificaron mismísima gran teoría de Parsons, desde luego también muy explicativa en
etc., pero, sobre codo, transmitieron ese espíritu, si se me permite el tér- el giro de la sociología en el entorno de esos años. Si al Inceraccionismo
mino, que creo ha quedado claro tiene su origen en los dos momentos in- Simbólico asociamos una manera y una sensibilidad investigadora, el cam-
mediatamente anterior y posterior a la publicación de El campesino pola- bio de orientación teórica lleva asociado -también por coherencia, otra cosa
co en Europa y en América. es lo acertado del giro- un cambio en su metodología al abordar los nuevos
Y para finalizar este primer elemento de contexto que me parece perti- intereses. En ese sentido, también desde dentro del propio Chicago, y tras
nente para introducir a los autores y a dicha obra es de justicia, he avan- la pérdida de las grandes referencias (Park muere, Burgess se retira, e incluso
zado que lo haría, una siquiera breve referencia a su ocaso, elemento un posible continuador, Blumer, se va a California), son atendidas las
que además también nos adelantará algunas claves para entender el de- nuevas voces de la sociología desde entonces prácticamente hegemónica.
venir del trabajo de Thomas y Znaniecki y su posterior difusión. Y una Así, otro representante de la segunda generación, William Ogburn, que di-
vez más los elementos que podrían servirnos de factores explicativos del rige el departamento desde 1936 a 1951, es mayoritariamente reconocido
declinar de la escuela son tantos que resulta dificil dar una breve cuenta de como el responsable de redirigir la nave de Chicago hacia los nuevos aires
ellos sin caer en la simplificación excesiva. Aun asumiendo ese riesgo se de la sociología y muy especialmente de la metodología de investigación.
hace necesario siquiera mencionar algunos de ellos por su conexión con 14
El célebre estudio de Gallup para las presidenciales de Roosevelt fue en 1936.

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William l. Thomas y Florian Znaniccki El campesino polaco en Europay en Ammca

No cuesta entender entonces que «neopositivismo», «objerivismo», «cien- un tiempo transcurrido entre las montañas de Virginia y T ennessee, dispa-
tificidad» (sic) o «estadística» sean términos que empiezan a tenerse muy en rando en solitario con su escopeta durante horas y horas en los bosques, lle-
cuenta en un departamento dirigido por Ogburn, quien en 1931 había sido vando una vida más parecida a la de un cazador que a la de un futuro inte-
elegido presidente de la American Statistical Association. leccual. En 1880, a la edad de 17 años, se matricula en la Universidad de
T ennessee para estudiar literatura y culcura clásica. De los primeros dos años
en la universidad (en la «así llamada universidad», ironiza Thomas en Baker,
2.2 Wtlliam l. Thomas op. cit.) Thomas afuma que le era indiferente aprender, hasta que al final del
segundo curso al parecer influido por dos de sus profesores, empezó a inte-
William Isaac Thomas nació el 13 de agosto de 1863 en Russel Counry, resarse seriamente por la cultura griega y la llamada historia natural. Parece
una región aislada en las colinas del estado de Virginia, y murió en di- evidente que en esos años Thomas fue progresivamente sintiéndose atraído
ciembre de 1947 en Berkeley, California, a los 84 años. Aunque como se por la vida académica, en realidad sus campos de escudio tanto de la licen-
ha señalado en numerosas ocasiones, y resulta paradójico, no existen ciatura como de su primer doctorado (en literacura inglesa y lenguas mo-
apenas documentos personales dejados por Thomas, sabemos bastante de dernas, obteniendo la primera beca doctoral que otorgaba esa universidad)
su biografía, sobre todo por la excelente reconstrucción de Morris Jano- parecían ser más que fruto de una vocación intelectual clara en cuanto a te-
wicz (1966) y la relectura de su vida fumada por Coser (1977). Esca úl- máticas, medios para una progresiva incorporación a la vida universitaria.
tima hace uso extenso del único testimonio vital escrito en primera per- Por supuesto, todo ello arropado por una brillantez como estudiante que ya
sona por el propio Thomas en 1928 en respuesta a una demanda de comenzaba a combinar con un cierto carisma y atractivo personal, ganando
Lucher L. Bernard, quien se embarcó en una Historia de la sociologia en los premios de oratoria, presidiendo clubes literarios, y participando en coda
Estados Unidos a través de los testimonios personales de sus fundadores. clase de actividades académicas e incluso deportivas. Según Janowirz. (1966,
La obra nunca se terminó y los relatos vitales de las personas que cola- p. XI), en realidad ése era el proceso habicual de «reclutamiento» en las
boraron escribiendo sus autobriografías (entre ellos Thomas, pero tam- universidades de la época en los Estados Unidos.
bién Roben Park, por ejemplo) permanecieron en cajas sin publicar has-
ta principios de los años setenta en que Paul Baker (1973) los rescató. Por En cualquier caso, como afirma el propio Thomas más por tener un plan
tanto sí existe un testimonio personal autobiográfico de Thomas a la edad que por el plan en sí mismo, decidió pedir una beca para «irse a Alema-
de 64 años, del que pueden deducirse algunos de los rasgos de la persona nia», lo que en sí mismo era bastante vago pero suficiente. El propio
detrás del personaje, como a continuación se observará. Thomas relata que le servía para, cuando alguien le preguntaba por sus
La estación de ferrocarril más cercana de Russel County estaba a 32 kiló- planes, contestar de manera resuelta un concluyente «voy a irme a Ale-
metros, como recuerda el propio Thomas (en Baker, 1973, pp. 246 y ss.) y manía». Después de graduarse ya estaba impartiendo clases de inglés,
el ambiente social que se respiraba recordaba al del siglo XVlll. Su padre era francés, e incluso alemán (lengua que aún desconocía casi totalmente,
hijo de un «alemán de Pensylvania, rico en tierras pero de actitudes cam- como él mismo confiesa, op. cit.), y parecía claro que para ser alguien
pesinas» que retiró la herencia de su hijo Thadeus Peter Thomas -quien como joven profesor que iniciaba su carrera universitaria debía pasar un
combinaba el ser predicador con granjero- cuando éste decidió mudarse tiempo en la universidad alemana. En el curso 1888-89 por fin viajó a las
con su familia (siete hijos, entre ellos William Isaac) a Knoxville, Tennessee, Universidades de Berlín y Gocinga, donde puede situarse su primera
precisamente para poder ofrecerles un mejor ambiente cultural y la posibi- reorientación de intereses hacia las ciencias sociales al haber entrado en
lidad de estudiar. El propio Thomas recuerda su infancia y juventud como contacto con la psicología y la etnología. A su vuelta a los Estados Unidos

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William l. Thomas y Florian Znaniccki El campesinopolaco m Europa y en Ambira

no regresó a la Universidad de Tennessee sino que aceptó una plaza de podrían denominarse los «problemas sociales» de la ciudad. Estaba en-
profesor en el Oberlin College, para impartir inglés. El propio Thomas re- vuelto en numerosas actividades de tipo caritativo, enseñaba materias
cuerda que sus tres años como docente en Oberlin estuvieron entre los como «organización de la caridad», «seguros sociales» o «clases depen-
más gratificantes de su vida (en Baker, op. cit.). En aquel tiempo, y tras ha- dientes, defectuosas y delincuentes» (sic, Bulmer, op. cit., p. 35) y era ade-
ber entrado ya en contacto con las ciencias sociales, fue cuando la lectura más miembro de numerosas comisiones de estudio, todo ello desde una
de los Principios de Sociologia de Spencer actuó como un revulsivo defini- perspectiva de reformador social pero más próximo al científico o al menos
tivo en su orientación académica. La sociología había aparecido ya en la académico que al filántropo 15• Fuera como fuere lo cierto es que, aun des-
vida de Thomas como el marco capaz de albergar sus inquietudes, que ha- de un fundamento religioso profundo, Henderson es reconocido como el
biendo pasado por el estudio de la cultura griega, de la lengua alemana, in- primero en llevar a la práctica un abordaje empírico de esos problemas so-
glesa y la literatura comparada, así como por una aproximación a la an- ciales, jugando un papel fundamental al promover un vínculo entre la
tro pologfa y la psicología folk alemana, probablemente también universidad y la ciudad como necesario campo de estudio empírico. El pro-
incorporaban en las zonas más oscuras de su brillante inteligencia el deseo pio Thomas recuerda cómo Henderson «me instó a que le consiguiera un
de entender a personas como su abuelo, campesino alemán emigrado a los poco de información acerca de los bares (saÚJons). Dijo que él personal-
Estados Unidos. En el curso 1893-94, se inscribió como uno de los pri- mente jamás había pisado un bar ni siquiera probado la cerveza» (Thomas
meros estudiantes de doccorado de un departamento de sociología recién en Baker, op. cit., p. 248). El puritanismo de Henderson, o la mojigatería
creado en la vecina Universidad de Chicago. En 1895 abandona definiti- de la época, en cualquier caso fueron un acicate precursor del célebre
vamente Oberlin para incorporarse a tiempo completo al departamento de «have you been there? [¿has estado allf']» con que espetaba Robert Park a
sociología de Chicago con la categoría de «instructor». Al año siguiente, sus estudiantes de doctorado años más tarde cuando le proponían investi-
tras finalizar su tesis doccoral, pasa a ser assistant projessor, hacia 1900 as- gaciones sobre contextos de toda índole. Pero Park aún no había llegado a
sociated professor, y desde 191 O hasta su expulsión en 1918 professor. Chicago y estamos a finales de la década de 1890 ante el joven profesor
El departamento de sociología de Chicago fue desde su fundación hasta William Thomas, treintañero de origen pueblerino pero de refinado gusto,
1929 un departamento conjunto de sociología y antropología y a ese con- socializado en la vida académica norteamericana, que ya había viajado en
texto se incorpora Thomas primero como estudiante y casi de inmediato dos ocasiones a Europa 16, que por aquel tiempo estaba ya felizmente ca-
como docente. A la cabeza del departamento ya hemos mencionado que sado desde 1888 con la atractiva e inteligente Harriet Park y que se dis-
estaba el profesor Small, y para cuando Thomas accede le acompafíaba ponía, en sus propias palabras, a «explorar la ciudad» (en Baker, ibid.).
como la otra figura más representativa del aún exiguo cuerpo docente La ciudad de Chicago en el cambio de los siglos del XIX al XX era, como
Charles A. Henderson. tantas otras ciudades norteamericanas, un hervidero en numerosos senti-

Si ya se ha señalado la importancia de Small como, digamos, gestor que


'' Si bien es cierto que hay que insistir en su marcada religiosidad. Martin Bulrner rescata una
entre otras cosas conseguía fondos para investigar, hemos ahora de re-
cita de Henderson que no puedo por menos que reproducir en la que afuma: •para asistirnos en la
marcar el papel que sin duda Henderson jugó a la hora de proyectar y dificil tarea de ajustarnos a las nuevas situaciones Dios nos ha escrito providencialmente las cien-
transmitir a Thomas, y otros estudiantes y jóvenes profesores de la época, cias sociales y las ha puesto a nuestra disposición» (HENDERSON, en BULMER. 1984, p. 35).
Las ciencias sociales son producto de Dios, pero son d instrumento para encender las diRciles si-
lo que podríamos llamar el germen del espíritu investigador de Chicago. tuaciones. Magnífico.
16
Efectivamente, Henderson, un hombre muy religioso, fue el primer re- Su segundo viaje después del de estudios a Alemania fue en 1896 y por placer, nada más ter-
minar su doctorado, y en esa ocasión se desplazó hasta «más allá del Volga» (en BAKER, op. cit.,
presentante de Chicago que mostró una honda preocupación por lo que p. 249). Como enseguida veremos, el viaje fue por placer pero no llevó los ojos cerrados.

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William l. Thomas y Flori:m Znaniccki El campesino polaco en Europa y en América

dos. Quizá la tan utilizada metáfora del meltingpotencuentre su mejor ex- Ésa era la ciudad que Thomas comenzó a explorar, y si creemos a su bió-
presión en aquel lugar y aquella época. U nos fríos datos demográficos nos grafo Morris janowitz, se desenvolvió en ella como pez en el agua. <Nes-
ilustran, solamente en términos de población, sobre la velocidad vertigi- tía con distinción y cuidado, se mezcló en codos los barrios de La ciudad,
nosa de los cambios. En 1840 la ciudad tenía alrededor de 4.500 habi- y disfrutó la vida de un bon uiuant en la metrópoli. Experimentó las
tantes; en 1880 la población ya era de 500.000; en 1890, de 1.100.000; realidades de la vida de Chicago tanto como un observador como un
en 1910, de 2.200.000; en 1930 casi de 3.400.000 (cfr. en Bulmer, op. cit., participante» (janowirz, 1966, p. :xm) y es ésa la época en la que, junto a
p. 13). Efeccivamence estos datos nos apuntan un crecimiento demográfico su mujer, comenzó a involucrarse personalmente en asuntos de política
vinculado al económico que en aquel contexto era el propio de una me- social, mostrando en concreto su posición como firme defensor de los
trópolis industrial. Asociado a este proceso podemos fácilmente intuir derechos de las mujeres. Si atendemos a las publicaciones de Thomas en
un paralelo proceso de degradación y explotación humana, podemos ima- su primera época (ver Anexo 4.1), ya desde los años 1897, 1898 y 1899,
ginar las condiciones de asentamiento, de vivienda y de vida de las perso- su temática central giraba en torno al estudio de las diferencias entre se-
nas, la violencia asociada a muchas de las actividades de subsistencia y has- xos. Aunque realmente hasta la publicación en 1909 de su primera gran
ta los olores de una ciudad en crecimiento al borde del lago Michigan. En obra los escricos de Thomas tienen a La diferencia entre sexos como su
todas esas cosas quisieron fijarse un grupo de pioneros de la sociología, principal temática, también se observa que entre las publicaciones en la
pero explica que estuvieran allí el hecho de que, pese al contexto breve- revista de gran difusión American Magazine (quizá más por divertimen-
mente evocado, en la ciudad de Chicago, y prueba de ello fue el fértil asen- to y cierto afán de notoriedad social que La satisfacción de la pequefia va-
tamiento de la universidad, con la miseria y la degradación convivió en nidad de codo intelectual demanda), se entremeten algunas otras que son
esos finales del siglo XIX un cierto espíritu ilustrado, culto y, si se me muestra de su progresivo asentamiento de algunas ideas básicas de su
permite, iluminador. Así, Bulmer (1984) por ejemplo destaca que junto al planteamiento científico así como de algunas de las temáticas que resul-
lado oscuro de la trepidante Chicago convivía una ciudad de aprendizaje y tarán clave para entender su obra futura. Es cierro que también en aque-
cultura, de lo que son ejemplo la Orquesta Sinfónica de Chicago (funda- lla época colaboraba con la Comisión para el Vicio de Chicago, a la que
da en 1891), el prestigioso Instituto de Arte (algunos años anterior) o en al parecer abrumaba con su manera excesivamente progresista de enten-
fin la celebración de la Exposición Universal de 1893 (cuarto centenario der las conductas desviadas. En cualquier caso la psicología social como
del descubrimiento de América) en Chicago y no en Nueva York o Bos- telón de fondo teórico, la comparación cultural como método de cono-
ton, centros de gravitación que estaban perdiendo influencia en favor de la cimiento y el interés por los negros como grupo social marginal son tres
floreciente Chicago. Sin duda habría muchos más indicadores de ese mi- áreas de interés esenciales para encender el propio desarrollo intelectual y
lieu llamado ciudad que Thomas se dispuso a explorar desde su posición vital de Thomas y también el desarrollo del propio departamento, como
de privilegio: la universidad. Universidad que, no está de más señalar ya vimos.
aquí, contó desde incluso un año antes de admitir estudiantes en 1892,
con la prestigiosa Chicago University Press, como una seña más de identi- Pese a que de esos años el propio Thomas recuerda que era una etapa de
dad de un espíritu profundo no sólo de generar conocimiento sino tam- su vida digamos de preparación, e incluso llega a afirmar que hasta bien
bién de promoverlo por su difusión 17• cumplida la edad de cuarenta años no se consideraba a sí mismo como
una persona thoughtfu4 siendo en corno a 1909 cuando recuerda haber
17 Pan contextualizar la ciudad de Chicago, su dimensión culrural y el papel de la propia uni- retomado ya con plenitud una idea mucho anterior, la de estudiar el tras-
versidad y su presidente, Harper, en aquella época, puede consultarse BULMER (1984),
SMITH (1988) o HARVEY (1987) entre otros. fondo campesino europeo en relación a la inmigración, de esos días

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Wtlliam l. Thomas y Florian Znaniccki Elcempaino polac« en Eurap«y en Améric«

Thomas rescata sin embargo cuatro méritos que me parece son muy ex- logy: Srandpoint and Questionnaire, with Panicular Reference to the Irn-
plicativos. En el documento personal que recoge Baker y venimos co- migrant and the Negro», donde sienta las bases teóricas y metodológicas
mentando afirma: «1) Nunca me dejé influir por la filosofía como capaz que desarrollará en EL campesino polaco en Europa y en América, obra cum-
de explicar la realidad. 2) Tornaba notas de las lecturas y clasificaba y re- bre de esa su segunda etapa intelectual, que duraría hasta la publicación
clasificaba materiales de tal manera que prácticamente tenía a mano, en 1923 de Old World Traits Transplanted, a la que enseguida volveremos
con referencias exactas, todo lo que me interesaba en la literatura. 3) Leí y que a su vez marcaría el inicio de su tercer y final periodo intelectual, di-
ampliamente y en materias marginales -biología, psicología, etnología- y fícil de clasificar aunque quizá el más fértil en cuanto a la difusión posterior
adquirí un hábito de lectura rápida. Reconozco que se trataba más de cu- de sus concepciones teóricas vertidas en producción escrita.
riosidad que de un método deliberado. 4) Exploré la ciudad» (en Baker,
Centrándonos en aquel primer periodo, que ya hemos señalado cómo el
op. cit., p. 248). propio Thomas califica de preparatorio, sus diversos ensayos sobre dis-
No fueron por tanto años perdidos. Y quisiera insistir además en que jun- tintos aspectos del comportamiento sexual quedaron finalmente recogidos
to a estos méritos su principal objeto de interés giró en torno al estudio en su primer libro Sex and Society de 1907. Pero quizá de mayor tras-
de las diferencias entre sexos, ello en el contexto de su implicación per- cendencia sea su obra de 1908 Source Book far Social Origins: Etbnolo-
sonal y su toma de partido pública en favor de los derechos de las muje- gicaL Materials, Psycbologica! Standpoint, Classified and Annotated Bi-
res. Ambos datos ayudan a entender sus siguientes pasos vitales, al menos bliographiesfar the lnterpretation of Savage Society, en la que en la intro-
en dos sentidos. Primero, su interés y prestigio asociado en la defensa de ducción y anotación de los materiales de cada uno de los tópicos va per-
los derechos de las mujeres le granjeó el respeto de la alta sociedad pro- filando a través de temáticas como el juego o la moda su aproximación a
gresista de la ciudad de Chicago. Sobre ello volveremos, pero en 1908 las explicaciones sociológicas. Siguiendo a Janowitz (op. cit., pp. Xl y
William Thomas se hace cargo del «Heleo Culver Research Fund for ss.), para el final de ese periodo las líneas principales de su approach a la
Race Psychology», lo que, entre otras cosas, financió la obra que nos ocu- realidad social ya estaban claramente perfiladas y serían cuatro:
pa 18• Pero esa misma fama que en una dirección le benefició con la
- Para explicar el cambio social, uno de los ejes de su teoría sociológica,
concesión de fondos y con el aprecio de, sobre todo mujeres, de la alta so-
es necesario conjugar la organización social con los aspectos subjetivos de
ciedad, tuvo un segundo sentido de influencia. Al parecer tanto él como
la realidad social. Así, citado por Janowitz leemos que Thomas afirma:
parece ser que de manera más enfática su mujer se situaron en el punto
«Sin ignorar el determinismo económico ni negar la importancia de las
de mira también del más rancio, puritano y conservador sector de esa
características especiales de cada raza, considero que las variaciones indi-
misma élite de Chicago. Así que pasaran diez años iban a dejar caer su in-
viduales son de mayor importancia que las diferencias raciales, y los
fluencia con implacable saña sobre el matrimonio.
principales factores del cambio social son la atención, el interés, la simu-
Morris Janowitz en la obra citada señala diciendo seguir un trabajo de lación, la imitación, la diferenciación ocupacional y la posibilidad de
Kimball Young que la primera etapa de producción intelectual de Thomas acceso a las oportunidades» (Thomas, 1912, p. 726, citado en Janowirz,
se desarrollaría hasta la publicación en 1912 de su artículo «Race Psycho- op. cit.).
18
Cuesta imaginar una investigación que se desarrolló a lo largo de casi diez afias y que se ma- - La necesidad de una teoría sobre la motivación, tópico que gravitará en
terializó en 2.244 páginas realizada sin financiación. Helen Culvcr personalmente dotó de 50.000 toda su obra sin llegar a resolverse terminando siempre por aparecer el
dólares a Thomas para estudiar la inmigración (cf. en SMITH, 1988, p. 100). Sobre ello volvere-
factor interaccional como más explicativo que la motivación en sí misma.
mos porque investigaciones más recientes apuntan a la inexactitud de algunos de los datos de este
hecho, si bien como abordaré el trasfondo y el sentido no cambian. En ese contexto elabora sus célebres cuatro deseos o motivos.

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William l. Thomas y Florian Znaniccki El campninopolaco en Europay en Amtrica

- La necesidad de desarrollar criterios para la investigación empírica. un estudio sobre el bagaje campesino europeo en relación a los inmi-
Aunque desde el principio Thomas admitía como materiales todo cipo de grantes, gestada años antes en su viaje a Europa tras la tesis doctoral, y que
información disponible y el uso de la observación personal le parecía la finalmente decidió por razones que más adelante se señalarán concentrarse
manera más adecuada al objeto de estudio de la sociología, ya en los es- en los polacos, motivo por el que eligió Polonia como lugar de destino,
critos de esta su primera época aparece en germen lo que más adelante entre otros varios como Rusia o Alemania, y razón por la cual comenzó a
será una de las bases de la llamada «inducción analítica»: sospechar siem- familiarizarse con el idioma polaco que llegó a dominar. Enseguida reto-
pre de la posibilidad de existencia de casos que refuten tus teoría y, por maremos este viaje y los sucesivos, en concreto aquel que realizó en 1913
tanto, buscarlos intencionalmente. El planteamiento metodológico de a Varsovia en el que conoció al joven filósofo Florian Znaniecki, por en-
Thomas desde sus inicios abogaba por una intensidad en la investigación tonces encargado de la Asociación para la Protección de Inmigrantes Po-
que sería mezcla de la sensibilidad del observador participante antropo- lacos, quien un año más tarde, inmediatamente después del estallido de la
lógico y del estudio intensivo de casos asociado al método del trabaja- por entonces Gran Guerra, tocaría a su puerta en Chicago.
dor/reformador social. También en esas fechas, concretamente en 1910, es cuando Thomas re-
cuerda haber sido invitado por el instituto T uskeege de estudios indus-
- La necesidad del análisis comparativo, claramente presente también en
triales, en concreto por su director, Booker T. Washington, uno de los
su primera etapa. Como veremos El campesino polaco no sólo será la pie-
principales defensores de los derechos civiles de los negros, para dar una
za maestra del intento de entender dos culturas al analizar los procesos de
conferencia en el contexto de un simposio internacional que contaría con
reajuste de una en la otra sino que sus propios autores lo plantearon
la participación de personas negras de 21 países. Thomas aceptó gustoso
como el primero de una serie de estudios en los que necesariamente se ha-
la invitación, ya que en la carta donde le proponían participar podía
brían de comparar otros procesos similares si de veras se quería llegar a
deducirse que quien la escribió conocía en profundidad su obra escrita, se
una comprensión profunda del fenómeno.
hadan comentarios y críticas a sus ideas, etc., y eso sin duda le atrajo.
Situados ya en el momento de la publicación del Source Book far Social Pese a que la carta estaba firmada por Washington, Thomas relata que
Origins, en ese año 1909 en que Thomas retrospectivamente se reconoce enseguida descubrió que no fue él mismo quien la redactó, sino quien era
como una persona madura intelectualmente, hemos de detenernos en 1912, su secretario por aquel entonces, un ex periodista de investigación lla-
año de su siguiente articulo: «Race Psychology: Standpoint and Ques- mado Roben E. Pa.rk, quien había intuido que desde la sociología, en
tionnaire, with Particular Reference to the Immigrant and the Negro». concreto desde modelos que intentaban explicar el origen campesino de
En el entorno de esas fechas comenzaría el segundo periodo intelectual de los inmigrantes, podría tratar de entenderse la situación en algún sentido
la vida de Thomas, el de El campesino polaco en Europa y en América, si- análoga de los negros del sur de Estados Unidos 19• La conexión intelec-
guiendo la clasificación de Janowich aludida, y en ese periodo se produ- tual entre ambos parece que fue inmediata. Thomas recuerda que «Ése
cen dos eventos de envergadura, para la vida de Thomas y, sin exagerar fue el comienzo de una muy larga y provechosa asociación. Park no sólo
una coma, para la historia de la sociología mundial. Ambos eventos se
adelantan en el título del artículo de 1912. La inmigración y el estudio " Lamencablemence la de Roben Park es otra historia, que por canco ha de quedar fuera de escas
del problema negro en los Estados U nidos. páginas más allá de su papel en Chicago, aunque se trata de W1a historia apasionante que puede co-
menzar a reconstruirse a través de su propio resrimonio personal. En BAKER (1973, pp. 251-260)
En primer lugar, Thomas recuerda que fue en aquella época «habiendo puede leerse un relato en primera persona que es parte de la misma colección del que procede el de
Thomas. También puede consultarse su biografía, con un prólogo de Evererc HUGHES en
madurado algo» (sic, en Baker, op. cit., p. 249) cuando retomó la idea de RAUSHENBUSH (1979).

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William l. Thomas y Florian Znaniecki El campesinopolaco en Europa y en Améric«

estaba rumiando todo el rato sino que me trasladaba su rumiar a mí, con comenzado de manera irreversible y si se me permite irreparable. Desde la
un eventual gran provecho para mí mismo» (en Baker, op. cit., p. 249). presidencia de la universidad, ostentada en ese momento por la figura de
Como ya hemos señalado, en 1913 Park impartía su primer curso de so- Henry Pratt, se cortó de raíz el escándalo expulsando de manera inme-
ciología en Chicago por invitación de Thomas. diata a Thomas con el apoyo unánime de toda la junta directiva. La falta
de simpatía que el progresismo y la brillantez de Thomas llevaba ya años
Retomando el argumento central de este segundo periodo intelectual
generando en un sector de la institución y que ya se ha mencionado en-
en la vida de Thomas, que no es otro que la preparación y realización de
contraba ahora vía libre para desatarse. Tras un cuarto de siglo de dedi-
El campesino polaco, recordemos que finalizaría con la publicación de la
cación a la Universidad de Chicago ésta le pagó sus servicios asegurando
obra Old World Traits Transplanted;trabajo en el que se depuran algunas
a un catedrático de 55 años que nunca más volvería a ocupar una plaza
de las conclusiones de El campesinopolaco, y que sería algo así como el
propia en la vida académica. Con el tiempo se ha llegado a averiguar que,
cierre de la etapa. Sobre la preparación de la monumental investigación
tras la obra que estamos presentando, realizada en esos años por Thomas,
al parecer, el FBI no andaba tras los pasos de Thomas, sino de su mujer,
quien era activista del movimiento pacifista Henry Ford y a quien se qui-
y la realización propiamente dicha de la investigación y redacción del ma-
so humillar públicamente con la difusión de la noticia de la infidelidad de
nuscrito, en coauroría con Znaniecki, volveremos 2°. Pero la propia Old
su marido y no tanto desacreditar a Thomas. Para añadir más leña al fue-
World Traitsnos va a introducir en el lamentable episodio vital de Tho-
go, se difundió que la señora Granger, la «joven» en compañía de quien
mas que ya hemos venido adelantando y que, por más que conocido en
fue detenido Thornas, era la esposa de un oficial de la marina norteame-
sus grandes líneas (Plummer lo adelantaba de manera sencilla en el pró-
ricana, ausente precisamente por estar destinado en Francia con el ejército
logo), quiero analizar y compartir aquí hasta donde he sido capaz de ave-
de los Estados Unidos, que como ha continuado haciendo cruzaba el
riguar. Y es que la autoría de Old World Traits Transplantedpor parte de
Atlántico para implicarse en una guerra.
Thomas tardó casi treinta años en hacerse pública, al no aparecer como
firmante de la obra precisamente como una de las muchas consecuencias Y si creo que a ningún estudioso de la historia de la sociología le interesa
que las circunstancias que a continuación se relatan le trajeron. el dormitorio de Thomas (por lo demás, continuó casado casi veinte
años con su esposa Harriet) 21, creo también que a codos debe interesar-
Al final del primer trimestre de 1918, cuando ya habían aparecido los dos
nos saber dónde estaba Park, dónde Znaniecki, dónde el resto de «com-
primeros volúmenes de El campesinopolaco publicados por la editorial de
pañeros» del departamento. Yo no lo he podido averiguar, pero no hay
la Universidad de Chicago y los siguientes tres estaban a punto de edi-
constancia de que estuvieran públicamente de su lado. Small, quien
tarse, el periódico The Chicago Tribune publicaba en grandes titulares la
como colega parece que de manera privada le mostró su apoyo, realizó al-
noticia de la detención por el FBI del profesor de la universidad William
Thomas, acusado de violar el «Acta de Mann», lo que al parecer incluía
gún movimiento y la leyenda dice que lloró desconsolado en su despacho
la pérdida del amigo, pero tampoco como director del departamento le
cruzar una frontera interestatal en compañía de una mujer joven con
apoyó públicamente, ni el cuerpo de profesores promovió ningún tipo de
«propósitos inmorales», y de utilizar un nombre falso en el registro de un
hotel, acusaciones todas ellas constitutivas de delito y acusaciones todas 11 Y digo Thomas como podría decir Gómez Arboleya, o cualquier otro representante de la his-
ellas retiradas de los tribunales casi inmediatamente. Pero era demasiado toria de la sociología objeto de interés histórico. Ante el tratamiento mojigato, pseudo protector y
desde luego aciencífico de algunos estudiosos y coetáneos que prefieren callar, desde el punto de vis-
tarde: el proceso de crucifixión mediático -¡y aún sin televisión!- había ta de quien investiga la historia reivindico la obligación intelectual de desvelar sucesos personales
que contribuyan a explicar la historia de la disciplina. Que un hombre casado vaya a un hotel con
una mujer casada o que sea homosexual no me parecen sucesos a proteger, ¿de quéi, ¿a quién?, y sl
20
En el epígrafe 3.1 se analiza en profundidad la obra y su contexto. me parece sin embargo que pueden ser desveladores de todo un cauce de devenir subsiguiente.

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William l. Thomas y Florian Znaniccki El campesino polaco en Europa J en Améric«

defensa, según Janowitz porque al parecer «Thornas había tenido com- Americanízación», también se negó a que apareciera su nombre en la pu-
plicaciones personales previas» (janowitz, op. cit., p. XV) que no explica y blicación producto de ese acuerdo; tal obra era precisamente Old World
de las que no he encontrado mención en ningún otro autor. Y aunque Traits Transplanted; la «conclusión» de El campesino polaco, que apareció
este suceso ya va cobrando cintes casi novelescos me siento en la obliga- en 1921 firmada por Park y Herbert A. Miller, quienes en realidad sólo
ción de aportar otro dato más que, aunque añade patetismo, me parece habían tenido una participación muy secundaria (ver en Coser, 1977,
contribuye a caracterizar a la persona de William Thomas y la trascen- p. 536). No fue hasta 1951 que se difundió públicamente por el respon-
dencia del episodio. El 22 de abril de ese año 1918 The Chicago Herald; sable de la serie de Estudios sobre Americanízación lo que sólo en algunos
el periódico competencia del que se encargó de airear lo que, para no de- círculos se daba por supuesto: William Thomas era el autor principal del
sentonar, ya podemos denominar el «asunto Thornas», publicó una larga libro (ver janowirz, 1966, p. xvi). Desgraciadamente Thomas había fa-
cana de William Thomas en su defensa. No he podido acceder a la mis- llecido cuatro años antes. La fundación por supuesto en aquel momento
ma, por lo que hemos una vez más de creer a Janowitz, quien, esta vez sí, no le renovó la ayuda ni le quiso incluir en su stajf Afortunadamente
me parece que desvela un dato de trascendencia al afirmar: «Han ali- para Thomas, quien después del escándalo se mudó a la ciudad de Nue-
mentado el mito acerca de la "brillante réplica" y "profundo criticismo" va York, algunas personas no le dieron la espalda y así Ethel S. Dummer,
de Thomas en ese ensayo. Por desgracia, el documento tiene poco valor, esposa de un célebre banquero y mujer adinerada de la alta sociedad
excepto por representar a un hombre en la trágica búsqueda de autode- cultivada de Chicago, interesada en la sociología y con una actitud filan-
fensa bajo circunstancias de terrorífica presión personal y como conse- trópica hacia los problemas sociales, sustentó los siguientes años de in-
cuencia distorsionando sus orientaciones básicas tanto hacia la ciencia so- vestigación de un Thomas desterrado de la vida académica.
cial como hacia los problemas sociales contemporáneos» (op. cit., p. XV).
Y esos años posteriores a la publicación en 1921 de su estudio sobre los
Me parece que lo único que puede añadirse en honor a su memoria es rasgos del Viejo Mundo que cerraría la etapa intelectual de El campesino
que cuando los actores definen una situación como real, ésta es real en sus
polaco serían para Janowirz precisamente los que marcarían el inicio de su
consecuencias. tercera y final etapa intelectual, afectada sin duda por las consecuencias
Y además de las consecuencias personales, entre las profesionales que se del «asunto Thornas» que, entre otras cosas le situaron como un outsider
conocen 22, la primera de ellas ya la hemos aludido. La editorial de la uni- de la universidad quien, sin embargo, desde su descierro en Nueva York,
versidad rompió el contrato de publicación de El campesino polaco ne- continúo investigando, financiado por Ethel Dummer entre 1920 y 1923.
gándose a editar los volúmenes tercero, cuarto y quinto que, como es sa- Fruto de esa investigación es su siguiente publicación, la célebre The
bido, se publicaron por una casa de Bosron poco conocida (Richard G. Unadjusted Girl: With Cases and Standpointe far Behavior Analysis, de
Badger). No es necesario señalar cómo pudo este hecho afectar a la difu- 1923, donde entre otras cosas sienta las bases de lo que, con el tiempo, ha
sión de aquella primera edición de la obra 23• Por otra parte, y como se- pasado a conocerse como «el teorema de Thornas», parafraseado más
gunda consecuencia, la fundación Carnegie, que había contratado a arriba y condensador de todo un planteamiento heredero del pragmatis-
Thomas para que escribiera un volumen dentro de la serie «Estudios de mo, el interaccionismo simbólico y una perspectiva investigadora de
sensibilidad cualitativa 24• En el capítulo segundo de esta excelente obra
22
Sólo puede especularse acerca de qué hubiera sido del propio departamento, de Thomas y de
la sociología posterior si no se hubiera producido la expulsión de la universidad, pero sin duda la
historia hubiera sido otra; siempre ignoraremos cuál. 2• La obra completa, con el prólogo de Ethcl DUMMER de la edición original, está a libre
u Aunque sobre ello volveremos, puede señalarse ahora que la primera edición, de 1.500 ejem- disposición de los lectores en el fantasmagórico Internet, que a veces ofrece joyas como ésta.
plares, no se agotó hasta 1926. La dirección electrónica es: http://sparcan.ac.brocku.ca/%7Elward/chomasrrhomas_l923/

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William l. Thornas y Florian Znaniccki El campainopolaco en Europay en Amlnca

fruto de una investigación realizada con documentos personales (cartas, ausencia de Thomas, a desempefiar su papel simbólico como el otro
diarios y otros materiales), titulado «La regulación de los deseos», pode- componente del tándem con Robert Park. La reacción de Thomas no fue
mos leer en su idioma original cómo elabora el concepto de «definición muy optimista, pero los jóvenes profesores, esta vez sí, contaban co~ el
de la situación»: respaldo de Park, quien no es descabellado pensar que, con su rumiar,
«Prelirninary to any self-determined act of behavior there is always a animó a promover la iniciativa, quien sabe si como expiación de su falta
stage of examination and deliberation which we may cal! tbe definition of de apoyo en el momento crítico. En cualquier caso Burgess,junto con ~os
tbe situation. And acrually not only concrete acts are dependent on the por entonces jóvenes Louis Wirth, George Lundberg, Stuart Chap~~,
definition of the situation, bue gradually a whole life policy and the per- Sruart Rice o Kimball Young entre otros, se creyeron capaces de movili-
sonality of the individual himself follow from a seriesof such definitions» zar a sus colegasjóvenes en favor de la candidatura de Thomas, pese a la
(Thomas, 1923, p. 42). oposición abierta de la «vieja guardia», ejemplificada en Charles A. Ell-
wood, quien consideró la candidatura inapropiada porque podía manci-
Pero no será hasta 1928 en su obra firmada con Dorothy Swaine 25 The llar el honor de la sociologia americana (Coser, op. cit.). William l. Thomas
Child in Americe: Behavior Problems and Programsque Thomas escribirá fue elegido por un amplio margen como el presidente número 17 de la
«If men define siruations as real, their are real in their consequences» ASS (posteriormente ASA), cargo que desempeñó durante el afio 1927, a
(Thomas y Swaine, 1928, p. 572) y antes de ello hemos de retomar la los 64 años de edad; su discurso de ingreso fue «The Behavior Partern
vida de Thomas en el punto donde la dejamos, el año 1923 en Nueva and the Siruation». Señalemos que dos años antes, en 1925, había ocu-
York, porque a los pocos años iba a recibir una «compensación», bien que pado el mismo cargo Roberr Park, que Dorothy Swaine Thomas lo
tardía y mínima, a su injusta expulsión. Y es que cuesta pensar en un ocuparía en 1952, siendo la primera mujer presidente de la ASA, y que,
hombre como Thomas totalmente alejado de la docencia. Y efectivamen- en fin, dos años después, en 1954, lo ocuparía Florian Znaniecki, como
te, en el año 1923 y hasta el 1928 imparte clases en la N ew School for señalaremos.
Social Researchde Nueva York, definida por Coser como una institución
académica marginal en aquella época, pero «un paraíso para aquellos En ese año 1927, y una vez más con fondos de Ethel Dummer y al am-
académicos no convencionales como Thorstein Veblen, Charles Beard y paro de la Sociedad de Higiene Mental de lllinois, Thomas organiza el
Harold Laski» (Coser, 1977, p. 535). Y fue estando en la New School primer simposio interdisciplinar de ciencias sociales bajo el lema de
cuando en 1926 un grupo de profesores jóvenes de su viejo departa- c<el inconsciente», que será publicado ese mismo año. Pero desde 1926
mento de Chicago, que en su mayoría habían sido alumnos suyos y que hasta 1928 Thomas recibió además otra ayuda de investigación, la que
comenzaban sus andaduras académicas o estaban ya consolidándolas, sustentaba el Laura Spelman Rockefeller Memorial, que ofrecía fondos
decidieron que ya era momento para que Thomas obtuviera el reconoci- para el estudio de las situaciones marginales,entre otras áreas. Cuesta cre-
miento que como académico merecía: presidir la Sociedad Americana de er que el Laura Spelman Memorial fuera una fuente de mecenazgo sus-
Sociología (posteriormente Asociación). A la cabeza de ese grupo no tentado económicamente por el mismo John D. RockefellerSenior, que
cuesta entender que estaba Ernest Burgess, quien precisamente pasó, en dotó de capital a la Universidad de Chicago para su fundación en 1890.
Tbomas_l923_toc.hunl. El Departamento de Sociología de la Universidad canadiense de En esta ocasión el filántropo Rockefellerinstituyó una ayuda de investiga-
Brock, bajo el nombre «Proyecto Mead», difunde íntegra y gratuitamente la mayoría de 105 ca- ción en honor a su esposafallecida:Laura Spelman, una mujer de Chicago
cos de 105 clásicos de Chicago, entre dios gran número de 105 escritos de Thomas, y en concreto
éste que contiene el germen de su «teoremas.
comprometida con los problemas sociales. Fruto de esa ayuda de investi-
21
La célebre demógrafa Dororhy Swaine, desde 1934 Dorochy Swaine Tbomas. gación fue la obra ya aludida, The Child in America; escrita en coautoría

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William l. Thomas y Florian Znanicclci El campesin» polaco en Europay en Amhica

con quien por aquella época era su colaboradora Dorochy Swaine y con La bién racionalizan, justifican, etc.- los sujetos. Si nuestro planteamiento
que contrajo matrimonio en 1934, tras finalmente divorciarse de Harriet investigador persigue entender, en los propios términos de los actores, sus
Park. realidades, éste es el mejor tipo de datos posible, como leeremos que afir-
Aunque sin duda desde muchos puntos de vista sería El campesino polaco man Thomas y Znaniecki en El campesino polaco en Europa y en Amércia
en Europa y en América la obra de mayor trascendencia de Thomas, y es y cantas veces se ha tachado de exageración.
desde luego la que justifica escas páginas, la formulación teórica quizá mas De los últimos años de la vida de nuestro autor señala Janowitz que du-
difundida por su sencillez y brillantez está contenida, ya lo hemos men- rante los años 1932-33 fue miembro del Social Science Research Coun-
cionado, en The Child in America. Y es que si ya en The Unadjusted Girl cil, y que desde el año 1930 hasta el 1936 viajó con frecuencia a Suecia,
hizo uso extenso de todo tipo de materiales y documentos personales, in- donde colaboraba estrechamente con el Instituto de Ciencias Sociales de
cluidos documentos autobiográficos, continuando con la Línea de El la Universidad de Estocolmo. Su último contacto con la enseñanza fue
campesino polaco, es en esta monografía sobre la juventud americana un curso impartido en la Universidad de Harvard en 1936-37 como
donde con más claridad argumenta la utilidad (y la misma posibilidad de profesor visitante. Su invitación afirma Coser (op. cit.) que fue responsa-
uso) de testimonios personales, salvando en mi opinión de manera ma- bilidad de Pirrirn Sorokin y al parecer fue recibido y tratado como una
gistral las críticas al subjetivismo. Leamos cómo lo argumenta: celebridad por los estudiantes. Su última publicación, Primitive Behauior:
«Podría haber, y hay, dudas acerca de la objetividad y veracidad del re- An Introduction to tbe Social Sciences, data de aquel periodo. La última
gistro [se refiere a un testimonio autobiográfico de un delincuente], pero fase de su vida la pasó como un investigador independiente, primero re-
incluso el más subjetivo de los testimonios es valioso para el estudio del sidiendo en New Haven hasta 1939 y posteriormente en Berkeley, Cali-
comportamiento. Un documento elaborado por uno mismo tratando de fornia, donde murió en diciembre de 1947 a los 84 años de edad.
compensar un sentimiento de inferioridad o elaborando un engaño para
no ser perseguido está lo más alejado posible de la realidad objetiva, 2.3 Florian Znaniecki
pero la visión de la situación del sujeto, como él la contempla, podría ser
el elemento más importante para la interpretación. Su comportamiento Florian Witold Znaniecki nació el 15 de enero de 1882 en la localidad po-
inmediato está estrechamente relacionado con su definición de la situa- laca de Swiatniki cercana a Wloclawek y murió el 23 de marro de 1958 en
ción, la cual puede ser en términos de realidad objetiva o en términos de Urbana-Champaign, Illinois, a los 76 años. De familia acomodada, su
apreciación subjetiva -"como si" fuera así»: Thomas y Swaine (1928, primera educación la recibió en su propia casa de la mano de tutores que,
p. 571; citado en Shaw, 1966, p. 3). entre otras cosas, le enseñaron latín y griego, francés, alemán y ruso y
Líneas después enuncia su célebre teorema: «Si los hombres definen las si- desde muy temprano mostró un interés excepcional por la filosofía y la li-
tuaciones como reales, éstas son reales en sus consecuencias». Y aunque teratura. Con 21 años ya vio publicada su primera obra de poemas.
por mucho tiempo los testimonios personales en primera persona han La figura de Florian Znaniecki, vista desde la distancia, se aproxima al
sido considerados materiales inservibles para la ciencia sociológica, por menos durante su primera juventud, hasta su llegada a Chicago en 1914
inexactos, a menudo racionalizadores de la propia vida y, sobre todo, con 32 años, a la de un intelectual romántico. A los pocos meses de in-
subjetivos, lo cierto es que esa misma subjetividad es la que les dota de gresar en la Universidad de Varsovia para estudiar literatura es expulsado
todo su valor. Cuanto más subjetivos mejor, si es que acaso queremos en- por encabezar un movimiento juvenil de oposición al dominio ruso sobre
tender las realidades desde dentro, tal y como las experimentan -y tarn- la Polonia de la época, lo que se puede interpretar como un primer co-

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William l. Thom2.S y Florian Znaniccki El campesinapolaco en Europay en América

queteo de compromiso político. Pero tras la expulsión, y teniendo los me- la Universidad de París, ya se había topado con la sociología, lo que
dios económicos, comienza un «periodo romántico de viajes» como cali- también en otro sentido le significó un encuentro irreversible. En París
fica Roben Bierstedt 26 • Es en esos afios cuando estudia en las U niversi- atendió las clases de Rauh, Lalande, Lévy-Bruhl, Belot y ... Émile Durk-
dades de Ginebra, Zúrich y París, licenciándose por la primera de ellas, heim. De alguna manera, el contacto con esos profesores fue, como para
hasta su regreso a Polonia donde realiza el doctorado en Cracovia leyen- Thomas la lectura de Spencer, definitivo en su reorienración intelec-
do su tesis en 1909 sobre el problema de los valores en la filosofía. tual. Quizá el cerna de su tesis doctoral, los valores, sea el más sociológico
de la filosofía.
Aunque no existen muchos datos acerca de ese periodo de cerca de seis
afios que transcurre de viaje en Suiza y Francia fundamentalmente, es en Znaniecki se casó dos veces; de su primer matrimonio no se sabe mucho,
esa época donde podemos recabar algunos datos de poca trascendencia sólo que fue en 1906, a la edad de 22 afios y con una joven polaca lla-
para su futuro pero según me parece muy simbólicos para comenzar a ca- mada Emilia Szwejkowska, que murió en 1915 y con la que tuvo un hijo,
racterizarnos al personaje. Así, podemos imaginar la personalidad de Za- J uliusz Znaniecki, poeta y novelista de cierto éxito en su país. Por tanto
naniecki como la de un joven burgués, bien educado, con gusto y habi- en 191 O Znaniecki era ya un hombre casado que, si bien probablemente
lidades literarias que progresivamente va derivándose hacia el estudio de no necesitaba el empleo, comenzó a trabajar en un departamento públi-
la filosofía. Es sabido que durante un tiempo fue editor de una revista li- co relacionado con la emigración, en concreto como director de la «Aso-
teraria en París, y el otro hecho muy sobresaliente -que podríamos cali- ciación para la protección de los emigrantes polacos», donde ya sabemos
ficar casi de extravagante- que habitualmente se difunde es su intento de que en 1913 se detuvo a husmear un sociólogo norteamericano que es-
incursión nada menos que en la Legión Extranjera francesa como una es- taba preparando una investigación sobre la emigración polaca a los Esta-
pecie de «Beau Geste» sin duda atraído más por el componente román- dos Unidos. Que Znaniecki ocupara un puesto en una administración
tico del aventurero que por la actividad marcial. En cualquier caso una le- que hoy denominaríamos de «asuntos sociales» y no en un banco, o en la
sión en un hombro le declaró inútil para tal cometido y la ironía del oficina de aduanas, por poner por caso, puede ser una prueba de su in-
destino le reservaba el hecho de que precisamente las dos guerras mun- terés y sensibilidad, pero de cualquier modo fue un hecho providencial
diales, aún por venir, marcarían radicalmente su vida. por propiciar el encuentro con Thomas. En esos afios, en cualquier caso,
nunca abandonó su actividad intelectual, y publicaba artículos con cier-
A su regreso a Polonia, tras leer una tesis doctoral valiosa en el campo de
ta frecuencia en revistas de filosofía, cosa que compaginaba con escritos
la filosofía y traducir al polaco la obra L 'Éuolution Créatrice de Bergson,
poéticos y literarios, probablemente su mayor pasión, que nunca aban-
parecería que su evolución más lógica hubiera sido el desarrollo de una
donó totalmente 27.
carrera académica en el campo de la filosofía dentro de la universidad en
su país natal. Sin embargo ello no fue así, ni en el fondo ni en la forma, Las condiciones de la llegada de Znaniecki a Chicago son origen de
lo que puede explicarse en pane por su talante personal y su propia cor- controversia, pero sí resulta claro que abandonó Polonia tras el inicio de
ta pero intensa biografía (en 1910 tenía aún 28 afios). De una parte sus la guerra por motivos políticos, Znaniecki mismo fue un inmigrante
ideas políticas, en la Polonia ocupada, le tenían vetado el acceso a la polaco en ese sentido. Cuando repasamos la vida de Thomas señalamos
universidad como docente; en segundo lugar, en su época de estudios en
27 No es dificil recolectar al menos la mayoría de las referencias a sus trabajos literarios, prácti-
26
BIERSTED (1969, p. l ), su biógrafo en la obra Florian Znaniecki:On Humanistic Sociology, camente en su totalidad escritos en su lengua madre. Por ser un gran número y por su dudosa uti-
perteneciente a la misma colección de monograflas The Hericage of Sociology editada por la lidad en nuestro contexto lingüístico no los reproduciré en el apéndice bibliográfico correspon-
Universidad de Chicago y a la que pertenecía el trabajo de Janowirz sobre Thomas. diente, donde me circunscribiré a su producción científica.

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Wtlliam J. Thomas y Florian Znaoiccki El campesino polaco en Europa y en América

cómo él afirmó que Zananiecki tocó, literalmente, a la puerta de su casa blicación con Thomas, aún no muy difundida, sin duda los años de tra-
en Chicago en 1914; añadamos ahora que en la versión de Thomas lo bajo y aprendizaje en Chicago le habían convenido en un profesional de
hizo «sin un penique» y sin previa invitación. Los biógrafos de Znanie- la sociología de primer nivel. Fueron esos años inmediatos a su regreso a
cki no sostienen la misma versión: su llegada a Chicago fue en respuesta Polonia años de trabajo académico muy productivos. En 1922 publica su
a una invitación formal. Retomaremos la cuestión un poco más adelante, Introducción a la sociologfa y entre 1928 y 1930 edita su monumental
porque su contexto de mayor significado es el de la génesis de El campe- SocioÚJgla de la educación en dos volúmenes, ambas obras en polaco.
sino polaco. En 1925, esta vez en inglés, publicaba su libro The Latos ofSocial Psico-
Sea como fuere, en 1914 Znaniecki se instala en Chicago, sustentado por logy, todo ello al tiempo que daba impulso a las instituciones que había
fondos de la investigación que Thomas había ya comenzado y con la ca- creado, cuya semilla prendió en algo parecido a una escuela polaca de so-
tegoría de «ayudante de investigación». Que su inserción en la vida aca- ciología, de la que por ejemplo sería un heredero Jan Szczeparíski 28,
démica norteamericana no fue muy difícil lo atestigua el hecho de que ya más conocido en nuestro contexto.
en 1915 ve publicado su primer artículo científico en una revista acadé- Ese año de la publicación de la obra The Laws ofSocial Psicology, 1925,
mica norteamericana: The PhilosophicalReview (ver anexo 4.2) y que, en sería el que en opinión de Jorgensen (1980) 29 marcaría el final de su se-
el terreno de lo personal, en 1916, a los dos años de su llegada a Chicago gundo periodo intelectual, que habría comenzado a su llegada a Los Es-
y al año de enviudar, vuelve a casarse, esta vez con la joven norteameri- tados Unidos en 1914. Sería el primer periodo propiamente sociológico,
cana Eileen Markley, estudiante de derecho en Chicago, quien parece ser ya que La anterior etapa se caracterizaría por sus aportaciones a la filosofía
que jugó un papel esencial en la vida de Znaniecki, tanto como esposa de la cultura, y estaría marcado por la influencia de William Thomas.
como, y quizá aún más, como ayudante personal en toda su producción Aunque más adelante volveremos sobre ello, es en esa época cuando es-
escrita. Eileen Markley era una brillante estudiante de derecho que, al no cribe la célebre «Nota metodológica» con la que se abre el texto clásico
ser admitida en la Universidad de Columbia (que aún no permitía el ac- que venimos introduciendo, y cuya autoría es responsabilidad esencial-
ceso a mujeres a ese grado de estudios superiores) se matriculó en la Es- mente suya, como es sabido. En ella está contenida toda la teorización so-
cuela de Derecho de Chicago, graduándose con brillantez. U na vez más el bre los conceptos de actitud y valor, y de ella se desprende un plantea-
carácter vanguardista de la en tantos sentidos ambivalente Chicago per- miento sociológico culturalista que aparecía ya con nitidez en Cultural
mitía un encuentro que sería clave para el surgimiento de El campesino Reality, su trabajo de 1919.
polaco, en este caso para entender a la figura de Znaniecki.
Pero los lazos generados en y con los Estados Unidos debieron ser muy
Esos años entre su llegada a Chicago en 1914 y el fin de la publicación de fuertes porque entre los años 1932 y 1934 estaba de vuelta en aquel
su obra en coautoría con Thomas fueron de gran intensidad por encon- país. De una parte es comprensible, sobre todo, por el origen estadouni-
trarse sumergido de lleno en la ejecución y posterior redacción de la in- dense de su esposa; de otra, la vida académica norteamericana, en par-
vestigación que generó la obra que nos ocupa, y sobre ellos volveremos.
21
En 1920 Florian Znaniecki había regresado a Polonia, no sin antes haber Además de por haber presidido la ISA, Jan Szczepañski, buen conocedor de la obra de Zna-
niecki, es un reputado autor en el campo del método biográfico.
publicado su primer libro en inglés, CulturalReality, de 1919 y, esta vez i, Si el trabajo de Robert BIERSfED (1969) que venimos siguiendo es esencial para aprehender
sí, se incorporó a la docencia universitaria como catedrático en la Uni- algunos datos sobre la persona de Znaniccki, no lo son menos para situarnos ante el autor en su
vertiente académica o teórico incelccrualel trabajo de Danny JORGENSEN (1980), «Florian Zna-
versidad de Poznan, donde además fundó el Instituto Polaco de Socio-
niccki's sociological rheorizing: a sociothcorecical analysis» o, en menor medida, el de su hija He-
logía y la Revista Polaca de Sociologia: Más que el relativo éxito de su pu- lena ZNANJECKI LOPATA (1976), «Florian Znaniccki: creative cvolucion of a sociologiso.

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W,lliam l. Thomas y Florian Znaniccki El campesino polaco en Europa y en Améric«

ticular aquella que había conocido, la de Chicago, debía ser un foco de con algo de detalle en al menos uno de los elementos presentes en su tra-
atracción para un intelectual de la sociología como Znaniecki 30• Pero fue bajo de 1934 32, obra que, además, no me parece exagerado afirmar que es
la Universidad de Columbia la que le acogió como visiting professor en en muchos sentidos producto de su participación en la investigación con
aquella ocasión. El departamento de sociología lo dirigía Maclver. Pre- Thomas.
cisamente en esos años, en concreto en 1933, había otro polaco ilustre Pero que los datos de la sociología, en última estancia, siempre se refieran
para las ciencias sociales enseñando como visitante en Nueva York, en a un «alguien a quien le afectan» es una consideración radical que con-
este caso en la Cornell Universiry, se trataba claro está de Bronislaw densa de manera clara codo su planteamiento metodológico y una semi-
Malinowski, dos afios menor que Znaniecki y asimismo nacido en Polo- bilidad-que con el paso del tiempo se ha convertido en una de las claves
nia en el seno de una familia adinerada 31• de la hoy llamada metodología cualitativa- y que él mismo denominó
Sería la época de su tercer periodo intelectual en opinión de Jorgensen «Inducción analítica». Así es: en The Metbod of Sociolog;y, Znaniecki, tras
(1980), que se extendería aproximadamente de 1926 a 1936 y tendría reflexionar sobre la selección de datos en las ciencias en general, proponer
como ejes centrales la construcción de una teoría sobre las acciones so- unos principios para seleccionarlos en las ciencias «culturales» y en la so-
ciales, de una parte, y el intento de formalización de una metodología ciología en particular, y criticar ciertas tendencias en la investigación de su
realmente apropiada para su estudio empírico. Y en esos años, y en este tiempo, enuncia su propio planteamiento metodológico: la inducción
último sentido fue cuando Znaniecki produjo su obra quizá más signifi- analítica, o lo que es lo mismo, la sospecha sistemática de que nuevos ha-
cativa, The Metbod of Sociology, editada en Nueva York en inglés en llazgos podrían refutar su propio análisis, lo que supone la búsqueda ac-
1934. De manera análoga al teorema de Thomas es en esta obra, y no en tiva de casos «divergentes» antes de proponer un análisis explicativo. Y es
El campesino polaco, donde Znaniecki enuncia su más conocido principio, que Znaniecki, ya en el prefacio de su obra, afirmaba que «lo principal y
el denominado «factor humano» de los datos de la realidad social; tal fac- esencialmente más valioso de la realidad social, [supone] aceptar tanto los
tor, que los afecta, es el que determina que «En una palabra, los datos del valores como las actuaciones humanas como hechos, justo como los pro-
estudioso de la cultura son siempre "los de alguien", nunca los datos "de pios agentes humanos los aceptan, pero estudiarlos objetivamente y con la
nadie"» (Znaniecki, 1934, p. 37). Y aunque quizá pueda parecer injusto aplicación de los mismos principios formales que los físicos o los biólogos
con respecto al resto de las facetas intelectuales de Znaniecki, quiero aplican a su materia natural» (Znaniecki, 1934, pp. VII y ss.). Como
hacer un énfasis especial en su papel como metodólogo, deteniéndome más adelante se señalará, esta coherencia de planteamiento científico,
comprometido de manera primera y si se quiere principal con la natura-
)O No he podido averiguar si mantuvo contacto con Thomas en aquella ocasión. En algunos años leza de sus datos, ya estuvo presente en su trabajo con Thomas.
de aquella época es probable que el norteamericano estuviera en Europa por su contacto con la uni-
versidad sueca, pero es dudoso que en todos e101 años. En cualquier caso, para 1938, cuando Her- Para el afio 1936 Znaniecki estaba ya de vuelta en Polonia, y desde allí
ben Blumer organiz.aun simposio precisamente sobre la obra El campesino polaco, Znaniedci estaba
de vuelta en Polonia, lo que le impidió asistir al aludido simposio, sobre el que volveremos, y que
publicó en inglés su obra más extensa Social Actions, que él mismo afirma
si contó con la participación de Williarn Thomas. le llevó más de quince afios de trabajo y reelaboración de conceptos.
" Como ya lamentábamos a propósito de Park, la de Malinowski es también otra historia. Sin
Aunque no es su obra mas sistemática sí hay que resaltar que su concep-
embargo quiero señalar que, como enésima ironía, la publicación de los diarios Intimes -un do-
cumento personal, cescimonio autobiográfico por canco- del célebre anuopólogo funcionalisca dio
32
un giro copernicano a la propia disciplina anuopológica. Los llamados «hijos de Malinowski», al En I 952 José BUGEDA, uno de los primeros mecodólogos de la sociología española, daba
menos algunos de ellos y al amparo del paraguas postmoderno, comenzaron la después denomi- cuenta de su existencia en la RrviJta Internacionalde Sociología,donde escribía una «Noea biblio-
nada antropología interpretativa, que introduce reflexiones sobre el sujeto como autor (Geem) que ~ráfica de Th« Mahod ofSociology de F. Znaniecki-. Hay que señalar asimismo que en 1992 la
en absoluto son ajenas al trasfondo de la obra que vertimos introduciendo. El propio Plummer, en REIS publicaba como «texto clásico» la traducción del capítulo segundo de The Method of Socio-
su prólogo, lo señala con precisión. "'r;y, traducido y con una breve incroducci6n de Fernando REINARES (1992).

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Wtlliam l. Thornas y Florian Znanicclú El c11mpainopolaco en Europ111 en América

ción dinámica de lo social queda patente tras su análisis de las acciones en la que sin abandonar la preocupación metodológica, se embarcaría en
sociales, análisis que introduce la necesidad de que las acciones humanas, el intento de desarrollo de una teoría general sobre la estructura social, la
para ser sociales, han de ser de alguna manera dirigí.dasa un alguien. Es organización y el cambio. Y es que Znaniecki nunca regresó a Polonia,
decir, el objeto de una acción social es un individuo, o colectividad, sus- pero según Biersredt sus años en Illinois fueron placenteros. El joven ro-
ceptible de ser influido por esa acción, lo que nos sitúa, aunque Zna- mántico que intentó experimentar con el ejército en su juventud, eras dos
nieck.i aún no lo denomina así, ante la necesidad de encender la acción so- guerras mundiales y años de trabajo e investigación a uno y otro lado del
cial siempre como una interacción 33• Atlántico, quedó varado definitivamente en una dulce vida académica en
una ciudad del medio Oeste norteamericano. Según cuenta su biógrafo,
Y si ya hemos señalado cómo la I Guerra Mundial significó para Zna-
Znaniecki vivía en una confortable casa en una calle arbolada, se levan-
nieck.i un primer contacto con los Estados Unidos, quizá el más definiti-
taba tarde de la cama, y asistía a sus clases en la universidad, pasaba las
vo para su carrera y su propia vida, que duró seis años, la II Guerra
cardes leyendo o jugando al bridge, otra de sus pasiones, y se comportaba
Mundial le impondría otra estancia en Norteamérica, ésta aún más defi-
como codo un caballero «peligroso solamente en las calles de la ciudad
nitiva. Y es que en el verano de 1939 nuestro autor estaba una va más en
por las que conducía su coche, actividad para la que no estaba dotado de
la Universidad de Columbia, impartiendo una serie de conferencias que
talento» (Bierstedr, 1969, p. 4). Sin duda fueron años felices para Zna-
dieron origen a su obra El papel social del intelectual, único trabajo de
niecki, quien hasta 1952 en que ve editado su ya mencionado Cultural
Znaniecki vertido al castellano. Al terminar su estancia, y pese a que las
Sciences, publicaba con regularidad en revistas académicas, fundamental-
noticias hadan poco recomendable viajar a Europa y el propio Maclver
mente sobre aspectos metodológicos, aunque revisicando también viejos
trató de persuadirle para no hacerlo, Znaniecki se embarcó: no cuesta en-
temas (ver apéndice). También en ese año 1952 publica su obra Modern
tenderlo, su mujer y su hija estaban en Polonia. Parece ser que el barco en
que viajaba tenía previsto arribar en el puerto polaco de Gdynia el preci-
Nationalities, y desde entonces hasta su muerte en 1958 dedicó sus es-
fuerzos a una obra no terminada, fragmentos de la cual fueron editados
so día en que los nazis cruzaron la frontera de Polonia, comenzando
de forma póstuma por su hija, también socióloga, en 1965 bajo el título
oficialmente la II Guerra Mundial; eran los primeros días de septiembre.
Por suerte el barco de Znanieck.i había sido interceptado con anterioridad
Social Relations and Social Roles. En 1954, como reconocimiento a una
carrera intelectual desarrollada fundamentalmente en los Estados U nidos,
por la marina británica y había sido puesto a salvo en un puerto inglés del
fue elegido presidente de la American Sociological Association. El título
que partió de vuelta, esta va definitiva, a los Estados Unidos. Al parecer
de su disertación: «Basic Problems of Contemporary Sociology».
su mujer e hija fueron internadas en un campo de concentración del que
de algún modo pronto pudieron huir para reunirse con Znanieck.i en Ur-
bana, Illinois, en 1940, donde éste pasó a ocupar una plaza de profesor en
3. SOBRE lA OBRA EL C.AMPESINO POI.ACO EN EUROPA
su universidad.
YEN AMÉRICA
Sería su vuelta definitiva a los Estados Unidos la que marcaría el inicio de
su cuarta y última etapa intelectual, según el criterio de Jorgensen (1980), 3.1 La obra original

33 BIERSTEDT, en su estudio de 1969 que venimos siguiendo, señala la importancia de este Quizá no sea inoportuno en este momento introducir un pequefio dato
hecho, y afirma que no es hasta la obra Cultural Sciences. muy posterior, cuando Znaniccki alude autobiográfico que no pretende otra cosa que en cierto sentido remarcar
a la acción social como «interacción». Sorprende en cualquier caso que un autor de la sensibilidad
de Znaniccki no incorpore extensamente en su reflexión sobre la acción social las ideas de Weber. aún más el motivo de celebración que la edición española de la obra que

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William l. Thomas y Florian Znaniecki El campesino polaco en Europa y en Amhic,z

presentamos significa. La primera vez que oí mencionar el libro El cam- Creo sinceramente que haber conocido con cierta profundidad algunas de
pesino polaco en Europay en América fue en las clases de la licenciatura en )as facetas intelectuales y vitales de los dos autores responsables de este tra-
sociología en la Universidad Complutense de Madrid, y el responsable bajo ayuda bastante para su mejor comprensión, así como su inserción
fue Bernabé Sarabia. Celebro poder afirmar que quien con el tiempo se como fenómeno clave que explica, al menos en parte, la existencia de
convirtió en uno de mis más apreciados maestros fue el primer profesor coda una Escuela; las páginas precedentes en ese sentido ya han adelanta-
que mencionó este texto como de conocimiento esencial para cualquier do parte del trabajo. Sin embargo es cierto que la obra en sí misma ha co-
estudiante o estudioso de la sociología; lamento tener que afirmar que fue brado con el paso del tiempo, y según me parece en verdad lo hizo desde
también el último. Pero la semilla prendió; no en vano muchos señala- su mismo origen, un cierto carácter de independencia, de pieza única o
rían al profesor Sarabia como el precursor español en, desde la psicología de casi mágico espécimen. Si se me permite la expresión, El campesino po-
social primero y desde la sociología después, apuntar la importancia y laco es para muchos hoy día una especie de «fetiche», y su aura no va a
pertinencia del uso de materiales biográficos como fuente valiosísima desvanecerse fácilmente. Sin embargo en esta primera edición en caste-
de datos en las ciencias sociales 34. Pero si para un estudiante de sociología llano no aparece la obra completa sino una extensa selección, lo que sí
puede resultar complicado comprender el alcance de la obra El campesi- que me obliga a siquiera describir el trabajo completo original. Pero antes
no polaco y más aún todas las implicaciones metodológicas y teóricas de ello retomemos algunos hilos argumentales que dejamos pendientes
que de alguna manera promueve y desvela, no es quizá de extrañar que al- cuando señalamos algunos aspectos relacionados con sus autores y abor-
gunos académicos aún no sean capaces de valorarlo, por más que lo uti- demos la génesis de su surgimiento, algunos elementos del desarrollo
licen a menudo como «cita erudita». Y no pienso tanto en ellos como lec- de la investigación y algunas de sus consecuencias o repercusión.
tores de estas páginas como sí en los actuales estudiantes que, a diferencia
de cuando yo lo era, van a disponer de este texto en castellano. Mi deber Y en ese sentido el responsable esencial fue, sin ningún lugar a dudas,
con ellos es la mayor responsabilidad que me condiciona en esta breve in- William Thomas, quien ideó la investigación, la comenzó en solitario y,
troducción. finalmente, llegó a considerar a Znanieck.i como coautor en sentido es-
tricto y por méritos propios en cuanto a su final responsabilidad y parti-
Y es que me resulta realmente difícil aportar algunos datos útiles para in-
cipación. Retomado el testimonio autobiográfico de Thomas hay que se-
troducir a los lectores a esta obra sin caer en el error de más o menos se-
ñalar que recuerda cómo una noche lluviosa, paseando por un oscuro
cretamente tratar de contarla, lo que a su vez no pasaría de ser más que un
callejón detrás de su casa en Chicago encontró literalmente en la basura
pobre intento de suplantarla 35• Quiero decir: a continuación se va a leer
una carta de una joven polaca. Se trataba de una estudiante de enferme-
una selección de una de las obras clásicas de la sociología, y me veo en la
ría en prácticas en un hospital de Chicago e iba dirigida a su padre en
situación de argumentar por qué debemos considerarla así. El problema
Polonia. Si bien nuestro protagonista había realizado mucho trabajo
es que los argumentos principales se encuentran en sus propios conteni-
previo y desde luego posterior, ese elemento casual sirvió de chispa de-
dos y, precisamente por ello, me parece que sería un error por mi parte
tonante de la investigación, al menos en cuanto a su metodología. Era la
pretender adelantar aquí lo que a continuación se leerá con mucha mayor
época, recuerda Thomas, en que uno podía aprender mucho si pudiera
precisión y desde luego pertinencia, por pertenecer a su propio contexto.
conseguir muchas cartas de ese tipo (Thomas, en Baker, 1973, op. cit.).
¿Pero fue un hecho casual? No totalmente, recordemos que el Thomas
34 Ver SARABIA (1985, 1986 o 1988), por ejemplo. del departamento de sociología de Chicago en esos años se dedicó a
lS Los consejos y sugerencias del profesor Juan José García de la Cruz me han sido muy útiles a
este respecto. «explorar la ciudad» y ya hemos argumentado su significado.

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Wtlliam l. Thomas y Florian Znaniccki El campaino polaco en Europay en Amlrica

Sea como fuere, la faente de datos y el tipo de los mismos sí parece verosí- para atenderle y ayudarle en sus negocios. El negocio de la familia Hull
mil que fueran decididos eras esa ocurrencia emparejada a un fenómeno era la inmobiliaria, dedicación muy lucrativa ya a finales del XIX, y cuan-
fortuito. Pero ello no basca para explicar el conjunto de acontecimientos re- do Hull fallece en 1889 su prima Helen se convierte en la heredera de
lacionados con el comienzo y es ahora cuando cobra valor también la una fortuna millonaria. Tras años de gestionar con mano dura y éxito
descripción de Thomas que hicimos páginas atrás. Brevemente recapitu- económico las empresas que le habían sido legadas, precisamente en ho-
lemos que William Thomas, en su experiencia como explorador de Chi- nor a la memoria de su primo, comienza una serie de donaciones y me-
cago, había ido cobrando una preocupación intelectual por distintas mi- cenazgos. Además de la célebre Hull-House de Chicago, condición de
norías «desfavorecidas», en vocabulario algo anacrónico de Henderson: posibilidad de toda la conocida labor de Jane Adarns, en 1895 dona a la
negros y emigrantes; en concreto y fruto de sus viajes a Europa y proba- Universidad de Chicago un millón de dólares en propiedades para esta-
blemente por su propio origen familiar de emigrantes campesinos, por la blecer varios laboratorios de ciencias e investigación. Un estudio acerca de
emigración centroeuropea a los Estados Unidos. Los 360.000 polacos re- la documentación de aquella época (Haerle, 1991) muestra cómo preci-
sidentes en Chicago explican canco su visibilidad como colectivo como la samente esa donación fue el motivo del primer contacto de William
casualidad de la carta de la enfermera en la basura, aunque parece ser que Thomas con ella. El que por aquel entonces era un recién llegado profe-
Thomas tenía también un especial interés por los judíos, a los que final- sor a la universidad escribió una carta agradeciéndole, probablemente
mente no llegó nunca a estudiar en los términos que sí hizo con los polacos. como tantos otros hicieron, su generoso donativo e impulso a la institu-
ción. De si existió más relación en los años sucesivos y de qué tipo fue
Recordado el interés «objetivo» del colectivo inmigrante polaco y el in-
ésta no existe noticia alguna, pero lo cierto es que el siguiente contacto vi-
terés teórico de Thomas por la organización de las minorías sujetas a pro-
mos que lo fecha Thomas en 1908. Como señala Haerle (1991, p. 24)
fundos procesos de cambio social, recordemos ahora, ampliándolas, al-
parece ser que Thomas comete un error de recuerdo, pues los documen-
gunas de las condiciones de posibilidad que permitieron el comienzo
tos que dan fe del contrato entre Helen Culver y Thomas están fechados
de la investigación, fruto de la cual es la obra que se presenta a conti-
en 1910, por canto dos años después. Otro pequefí.o error, también sin
nuación, dedicada «con agradecimiento» a Helen Culver. El agradeci-
trascendencia, según me parece, es que los términos económicos no es-
miento es comprensible; ya mencionamos que en 1908 William Thomas
tablecían 50.000 dólares sino 35.000, a devengar en cinco años, en cual-
se hace cargo del «Helen Culver Research Fund for Race Psychology» y
quier caso una suma excelente.
que ello fue lo que dotó de fondos a la investigación. Pero señalemos aho-
ra que cal «fondo de investigación», realmente, fue el rótulo que amparó
Con ese soporte económico y, con toda seguridad desde 1910, Thornas
lo que literalmente era una especie de cheque en blanco personal a Tho-
comenzó a disefí.ar su investigación, de la que tenía una vaga idea pero
mas, quien aún no tenía, ni mucho menos, la investigación programada,
que, ni mucho menos, tenía totalmente decidida. A ese respecto existe co-
ni siquiera diseñada.
rrespondencia enviada desde Europa por Thomas a Culver durante 1911
Helen Culver (1832-1925) fue una mujer que, proveniente de una clase donde se deduce que Thomas está comenzando a tomar decisiones sobre
trabajadora, dedicó toda su vida, en un sentido u otro, a la ayuda a los de- cuál será el colectivo de campesinos europeos a estudiar (Rusia, Polonia,
más, corno consecuencia de un profundo sentido filantrópico. De joven Bohemia, Hungría, Servia, Bulgaria, Rumanía e Italia eran los países can-
fue maestra de escuela y enfermera durante la Guerra Civil norteameri- didatos) y lo que es más importante, está acercándose al método con que
cana. Pero en 1885 su primo Charles Hull, uno de los hombres de ne- realizar la investigación. A ese respecto, una vez más sefí.alado en el traba-
gocios más prósperos de Chicago, enferma y ella se traslada a vivir con él, jo documental del que como estos datos (Haerle, op. cit.) en una carca a

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William l. Thomas y Florian Znaniecki El campeunopolaco en Europa y en Ambúa

Helen Culver en diciembre de 1911 Thomas afirma: «Estoy siguiendo lo Si en su encuentro de 1913 en Polonia Thomas ofreció a Znaniecki la
que denomino "método de caso", y utilizando especialmente registros posibilidad de viajar a su departamento en Chicago para hacer carrera
judiciales, periódicos y materiales escolares. Eso me asegura una abun- académica o, por el contrario, su visita al año siguiente fue una sorpre-
dancia de materiales concretos y es por eso que estoy terminando un libro sa para él no resulta un hecho esclarecido. En cualquier caso, como ya
de indicaciones para trabajadores de campo» (en Haerle, 1991, p. 29). El vimos, a finales de 1914 Znaniecki se estableció en Chicago y comenzó
libro al que se refiere Thomas es su artículo «Race Psychology: Srandpoint a ayudar a Thomas en su trabajo en marcha. La primera labor fue de
an ...» de 1912, del que, aunque ya afirmamos que sienta las bases meto- ayudante de investigación propiamente dicha, ayudándole a ordenar, re-
dológicasy teóricas de El campesino polaco, leamos ahora con mayor pre- gistrar y pre analizar un material que Thomas ya tenía en su poder. Pa-
cisión por lo que se refiere a su sensibilidad como investigador: rece ser que hasta ese momento (cf. en Bulmer, 1984, pp. 49 y ss.) Tho-
«En el primer caso [observación personal] es deseable vivir dentro del gru- mas había estado ya en Polonia hasta en ocho ocasiones y, tras una serie
po, preferiblemente en una familia y gradualmente captar el contexto de de gestiones, había conseguido que el editor de algo parecido a una re-
la vida del grupo. El error más común es aceptar casos paniculares como vista folclórica o popular de gran éxito en aquel país (la Gazeta Swia-
teczna; la «Gaceta festiva») le permitiera llevarse a los Estados Unidos un
si fueran generales. Sospecha de los casos llamativos; pueden ser can sor-
prendentes para la gente entre quienes ocurren como lo son para ti. Si archivo inmenso de cartas recibidas en la redacción, además de un ejem-
crees que son registros extraños es que lo son. Los malentendidossiempre plar de la serie de la revista prácticamente desde su fundación en 1863.
aparecen... Después de abandonar el más raro, desconfiado y poco co- Aunque gran parte del material se perdió por el camino ésa fue la pri-
municativo pueblo eslovaco me enceré de que uno de sus habitantes es- mera fuente de datos de la investigación (si obviamos las observaciones,
taba en paradero desconocido a causa de un reciente asesinato, y cual- entrevistas y anotaciones previas de Thomas en sus viajes). Fue entonces
quier intrusión no era en aquel tiempo bienvenida». Y un poco más cuando ya con Znaniecki, y tras un trabajo de análisis del material con
adelante, en un signo de precursión deslumbrante afirma: «Haz tus re- el que contaban -que Znaniecki traducía y contextualizaba ya en un
gistros por casos siempre que sea posible, es decir, da ejemplos más que proceso de clara colaboración con el norteamericano- decidieron aco-
descripciones generales. Anota tus fuentes literalmente, no parafraseán- piar más carcas, en este caso y sobre todo de los residentes en Estados
dolas. Asegúrate de conseguir ejemplos incluso de entrevistas, si fuera po- Unidos, por la vía de un anuncio en la prensa polaca de Chicago. Así
sible. Recoge siempre la fuente de cu información, y en el caso de que la fue como recolecta.ron la segunda fuente de datos esencial, que consti-
fuente sea un material escrito pon extremo cuidado al reproducir la refe- tuye el origen de las famosas series de correspondencia que a continua-
rencia. Haz y colecciona fotografías» (Thomas,1912, pp. 771 y 772, ci- ción se leerán. A la oferta en el periódico de pagar diez «centavos» por
tado en Haerle, op. cit., p. 29). cada carta (que después de transcribir se devolvía a su propietario) con-
testaron masivamente miles de inmigrantes polacos y se recibieron al-
Creo que no queda la menor duda acerca de cómo fueron de trascen- rededor de un millón de ellas. Znaniecki era quien recibía a los inmi-
dentales los años entre 1910 y 1913 para Thomas por lo que se refiere a grantes interesados en facilitar su correspondencia y trataba con ellos,
su asentamiento teórico, del objeto y del método de su subsiguiente in- y precisamente en una de esas breves entrevistas fue donde apareció
vestigación. Pero aún falcaba una pieza que se demostró esencial, y en Wladek Wiszniewski, quien fue el protagonista de la tercera principal
parte Thomas ya había, quizá sin saberlo, echado las redes para conse- fuente de datos. Tras comprobar la riqueza del material epistolar que
guirla. Se trata, claro está, del otro componente del tándem: Florian aporcaba, y ratificar que se trataba de un sujeto colaborador, le propu-
Znaniecki. sieron escribir su historia de vida, también de manera remunerada, y

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WiUiam J. Thonu.s y Florian Znaniccki El campesino polaco en Europay en Amlrica

Wiszniewski aceptó, generando un manuscrito de aproximadamente el Thomas and Znaniecki's The Polish Peasant in Europe and America y en el
doble del tamaño del que finalmente se publicó. Además de esas tres que Blumer tuvo un papel central.
fuentes principales, los autores utilizaron otras fuentes de datos secun- En la edición de 1979 de esa misma obra, con una nueva extensa intro-
darios, como regimos administrativos, parroquiales, archivos de agencias ducción de Blumer, se relata la serie de acontecimientos previos al en-
sociales, etc. cuentro. Así, en esa introducción señala que, en las décadas de los años
Todos esos trabajos de análisis de materiales, en su mayor parte bio- veinte y treinta en los Estados Unidos, EL campesino polaco «era considera-
gráficos, debieron llevarles la mayor parre del tiempo de esos años da de manera extensa en los círculos sociológicos como la mejor demos-
1915 al 1917, cuando probablemente entregaron el manuscrito a la tración de investigación sociológica avanzada y análisis teorético» (Blumer,
editorial de la Universidad de Chicago, que como dijimos inició su pu- 1979, p. VI) y que por ello, en respuesta al comité organizador de la con-
blicación con los dos volúmenes iniciales. Y durante todo aquel tiempo ferencia, codos los consultados para señalar la obra objeto de reflexión en el
fue cuando al parecer Znaniecki estuvo convenciendo a Thomas de la encuentro señalaron al trabajo de Thomas y Znaniecki como «de lejos el
pertinencia de añadir una introducción inicial teórico metodológica al estudio de investigación más distinguido en su campo» (Blumer, op. cit.).
trabajo, cosa en la que Thomas no estaba muy interesado. Según relata Con ese fin Blumer preparó un largo trabajo (su appraisalpropiamente di-
Biersted (1969), fue tras un tercer borrador del manuscrito de la célebre cho) abiertamente crítico en muchos de sus extremos, que enseguida reto-
«Nota metodológica» cuando Thomas decidió incluirla en la edición fi- maremos, y que fue el centro de discusión del encuentro. A ese encuentro
nal; y no sólo eso, parece ser que en ese preciso momento Thomas co- asistieron, el 10 de diciembre de 1938 en el edificio del Consejo en la calle
municó a Znaniecki que su nombre aparecería en la obra en la primera Park Avenue de Nueva York, Gordon Allport, Read Bain (presidente del
página y junto al suyo, en el mismo tamaño de tipografía, como coautor Consejo), Blumer, F. W. Coker, Max Lerner, George Murdock, Roy Ni-
de pleno derecho. chols, E. G. Nourse, A. T. Poffenberger, Samuel Stouffer, Warren
Thompson, Williar Waller, Malcom Willey, Louis Wirth, Donald Young
La primera edición de El campesino polaco constó de 1. 500 copias y no se y el propio William Thomas. Ya mencionamos que Znaniecki estaba en
agotó hasta 1926, como señala Janowitz (1966, p. LIII) y ya adelantamos. Polonia, aunque envió una colaboración escrita en respuesta al texto de
La siguiente, de la editorial Alfred Knop's en 1927, no se vendió hasta Blumer. Tanto esa colaboración como la de Thomas y la transcripción del
1937. Ello nos plantea un escenario en el que, hasta 1958, solamente debate generado en el encuentro están publicadas y a ellas hay que remi-
3.000 copias habían circulado de la obra, lo que puede parecer mucho tirse para apreciar la dimensión de la difusión de la obra así como los tér-
tratándose de un trabajo de gran volumen, pero más bien apunta a difi- minos del debate intelectual que generó 36• No obstante, y recordémoslo
cultades en su difusión, sobre todo de la primera edición, velada por el ahora, 1938 era el comienzo del declinar de Chicago. Pero para 1957,
«asunto Thomas». Sin embargo, cuando en 1957 Dover reeditó la obra, cuando se reedita EL campesino polaco, la sociología estaba otra vez empe-
en menos de tres años ya se habían vendido 1.500 copias. Creo que zando a cambiar. Recordemos solamente que, desde el punto de vista teó-
para entonces el mito ya se había disparado, y en ello sin duda tuvo rico, La imaginacián sociolágica de Wright Mills aparecería en 1959 y,
mucho que ver un simposio al que ya hemos aludido pero del que quie- desde la sensibilidad investigadora, en esos años se comenzaba ya a hablar
ro aquí dar breve cuenta antes de describir sucintamente los contenidos de los primeros trabajos de Goffman y la «Nueva Escuela de Chicago».
de la obra original. Se trata del célebre encuentro impulsado por el comité
ejecutivo del Social Science Research Council en 1938, publicado en 1939 ~ Una versión mas corta pero interesantísima de la crítica de Blumer está reproducida en su li-
bajo el título Critiques of Researb in tbe Social Sciences: An Appraisal of bro Symbolic [nteractionum: Perspeaiue and Method (BLUMER, 1998).

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William l. Thomas y Florian Znaniecki El campesinopolaco en Europay en Amlrica

La obra completa original El campesino polaco en Europay en América, ya La tercera parte aborda los procesos de «Organización y desorganiza-
lo señalaba en la presentación, persigue estudiar el cambio social me- ción en América», en concreto las formas de «Organización del inmi-
diante una metodología que enfatiza la necesidad de, para ello, capear la grante», donde juega un papel esencial la comunidad polaco-americana y
interacción entre los factores objetivos y subjetivos que inciden de manera cambién los elementos de la, en ocasiones, subsiguiente «Desorganización
inseparable en el proceso; en concreto, cuando los valores (del grupo) y del inmigrante», en concreto algunas de sus formas dependientes en par-
las actitudes (de los individuos) están en congruencia puede aludirse a la te de la «Desmoralización» y «Dependencia económica» y ejemplificadas
«organización social» o, de no ser así, a su contrario, la «desorganización». en la «Ruptura de la relación conyugal» o el «Asesinato» y otras formas de
Thomas y Znaniecki estudian y desvelan ese complejo proceso analizan- delincuencia.
do el «caso» de los campesinos polacos que emigraron masivamente a los
La cuarta parte, y última, «Registro de la vida de un inmigrante», es un
Estados U nidos y dividen su trabajo de 1918-1920 en cuatro parces di-
ejemplo de codo el proceso anterior en forma de testimonio personal de
ferenciadas que, como se señalará en el epígrafe siguiente, se han mante-
un inmigrante, precedido de una extensa introducción donde se señalan
nido en esca edición. A continuación describo sucintamente los conteni-
la pertinencia y el valor del documento, así como algunas de las claves
dos de la obra original 37•
para su interpretación.
La primera parce lleva por título «Organización del grupo primario» y
comienza con la «Nota metodológica», donde se sustentan los fundamen-
tos de la investigación que a continuación presentan, así como los dos con-
3.2 La presente edición
ceptos teóricos clave: actitud y valor. Acto seguido, en la «Introducción»
De la obra que nos ocupa existen dos ediciones resumidas, ambas res-
describen distintos elementos de la estructura social del campesinado po-
ponsabilidad del historiador de origen polaco Eli Zarestky, y a ellas hay
laco, con especial énfasis en las instituciones que representan la solidaridad
que hacer una primera referencia, pues suponen el inmediato prece-
del grupo, muy especialmente la solidaridad del grupo familiar. A conti-
dente a la nuestra. La primera de ellas es del año 1984 y, por su gran di-
nuación se presenta el cipo de datos que son la base empírica de esta parte:
fusión, supuso la primera oportunidad para abordar el texto clásico, al
la «Forma y función de la carta campesina», datos con los que a continua-
menos una parce de él, por muchos estudiantes y académicos de la so-
ción y agrupados en cuatro conjuntos de series de correspondencia, mues-
ciología. De su «Estudio introductorio» (Zarestky, 1984, pp. 1-53) he-
tran y argumentan tanto la cohesión del grupo como su desintegración.
mos realizado extenso uso en el epígrafe precedente. La segunda, mucho
En la segunda parte, «Desorganización y reorganización en Polonia», más resumida, se publicó en 1995 con un subtítulo que reza: «Un tra-
analizan, en el marco de cambios sociales en proceso, y en su primera par- bajo clásico en Historia de la inmigración» y está claramente orientada a
te, la «Desorganización social» vinculada a la familia y a la comunidad, así una difusión más centrada en estudiosos de la inmigración como fenó-
como las distintas respuestas,ya sean intentos de mantener la solidaridad meno histórico.
tradicional o, por el contrario, las «Actitudes revolucionarias» en busca de
Para la selección de la presente edición nos hemos orientado, en grandes
sustitución de los viejos lazos. A continuación, bajo el epígrafe «Reorga-
líneas, con el modelo de Zaretsky de 1984, pero con algunas diferencias
nización social», y tras exponer el concepto, señalan algunas de las áreas o
importantes que hay que señalar. La primera de ellas se refiere a la cé-
esferas en las que se vehiculiza cal reorganización.
lebre «Nota metodológica», en verdad un estudio teórico-metodológico
reponsabilidad inicial de Znaniecki pero corregido y «aprobado» por
37 Ver, en cualquier caso, el anexo 4.3, donde se reproduce el índice de la obra original. Thomas, como vimos. Por primera vez desde la reimpresión de 1958 de

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WiUíam l. Thomas y Florian Znaniccki El campesino polaco en Europa y en América

la segunda edición de la obra de 1927 se reproduce la «Nota metodo- cación que introdujeron sus autores con respecto a la edición original en
lógica» de forma completa 38. cinco volúmenes comenzada en 1918, y esa modificación se limitó a
cambiar el orden de su aparición. Así es, en la edición original constituyó
La segunda de ellas se refiere al orden de algunos de los fragmentos,
el volumen tercero, un tomo de casi 300 páginas de relato en primera
modificado por Zarestky en su edición de 1984 por criterios estilísticos.
persona: la historia de vida de Wladeck Wiszniewski precedida de una in-
En nuestro caso, por respeto al trabajo original y porque me ha parecido
troducción de los autores de la investigación.
que no queda justificado un cambio en la secuencia de los capítulos (en
concreto el orden de algunas de la series de correspondencia presentadas
Como digo, fueron los propios Thomas y Znaniecki quienes en su edi-
por Thomas y Znaniecki) no hemos modificado en ningún caso el orden
ción de 1927 decidieron que su lugar más adecuado en esa y sucesivas pu-
de aparición de los distintos fragmentos seleccionados. Además, en las
blicaciones del libro era como cierre del segundo volumen, es decir,
partes coincidentes de nuestra edición con la selección previa de Za-
como la parte cuarta y última de la obra. Pues bien, cuando estaba reali-
restky de 1984 hemos eliminado los encabezamientos que introdujo el
zando la selección de textos para nuestra edición en castellano tanto el
editor. Lo que sigue, por tanto, es estrictamente una selección de lo es-
profesor Ken Plummer como Bernabé Sarabia me sugirieron el interés
crito por Thomas y Znaniecki y en el preciso orden secuencial en que
que tendría para los lectores de la obra la inclusión de algún fragmento de
ellos lo dieron a la imprenta.
la historia de vida, pues si las cartas eran una fuente principal de «datos»
Una tercera diferencia, que apoya la anteriormente mencionada, se refiere en la investigación, la otra fuente sin duda lo era la propia historia de
a la inclusión, también por primera vez; del índice de la obra original a vida. Tras mucho meditar y varios intentos fallidos de selección de frag-
modo de apéndice. Creo que cal documento es en sí mismo muy ilustrati- mentos tomé una decisión que si no se comparte sí espero que al menos
vo y, en cualquier caso, desde un principio me pareció adecuado incluirlo, se comprenda y explico a continuación. Como se observará desoí final-
pues al fin y al cabo es el armazón que da sentido al texto que a continua- mente el consejo de Plummer y Sarabia (y mi propio deseo e interés en
ción va a leerse. Las proporciones originales de «teorización» y «datos» de la que una parte de los contenidos de la historia de Wladeck estuvieran a
obra original pueden así comprobarse y, para esta edición resumida, se han disposición de los lectores en castellano) y decidí no incluir ningún frag-
intentado mantener en la medida de lo posible. En cualquier caso, creo que mento de la historia de vida. U na parte de la explicación ya la he dado: su
los fragmentos que a continuación se reproducen mantienen de manera extensión original constó de 288 páginas y su reproducción total hubie-
equilibrada la intención de los autores en su obra original. ra sido, en muchos sentidos, insostenible. La otra parte es consecuencia
Obra que, como hemos mencionado ya, está dividida en cuatro partes di- del propio género biográfico: no he sido capaz de elegir, sin el consenti-
ferenciadas y aunque de todas ellas hemos reproducido parte de sus con- miento de su autor o aun de Thomas y Znaniecki, un fragmento, ya fue-
tenidos, un último comentario para justificar la selección de la última de ra largo o corto, de la primera etapa o de la segunda, en fin, un fragmento
ellas se hace necesario. La parte cuarta de EL campesino polaco («Registro que no me hiciera sentir que traicionaba y desvirtuaba de forma muy ne-
de la vida de un inrnigranre») en la edición de 1927 es la única modifi- gligente el relato original. Así pues, situado ante la alternativa de «todo» o
«nada», y no pudiendo abordarse el «todo», el «nada» me pareció más ho-
31 Agrada.ca a Migud Beltrán que me indicara la pertinencia de reproducir la «Nota metodológi- nesto y valioso. Una decisión subjetiva y cargada de valor, como todas y
ca• completa, a diferencia de las ediciones de Zarestky donde, en ambas, sólo aparece un fragmento
de la misma. Debo señalar que si existe una reimpresión de la nota completa, la de Roben BlERS- cada una de las tomadas en la redacción de estas páginas; así son, según
TEDT (1969) en sus «Selected papcrs,, de Znaniccki, pero por tanto no en las ediciones de Tbomas he aprendido, las decisiones que tomamos las personas, también los cien-
y Znaniecki:U na traducción al castellano de parce del esrudio de Zarcstky y de un pequeño fragmcnco
de la «Nota metodológica. apareció en la revista EMP!RlA a cargo de Victoriano CAMAS (2001). tíficos sociales.

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William l. Thomas y Florian Znaniecki El campesino polaco en Europa y en América

Ni un segundo más puede justificar la demora en la lectura de las páginas - «Is the Human Brain Stationary?», Forum, 36 (1904), pp. 305-320.
que siguen. Enhorabuena para los escasos lectores que no hayan «saltado» - « The Province of Social Psychology», American [ournal of Sociology, 1 O

la introducción para sumergirse directamente en las palabras de Thomas (1905), pp. 445-455.
- «The Advencitious Character ofWoman», American]ourna/ ofSocioiogy, 12
y Znaniecki (¡cosa que yo mismo hubiera hecho!) porque, ahora sí, están
(1906), pp. 32-44.
a punto de disfrutar de una de las joyas de la sociología universal. Como
- «The Mind ofWoman and the Lower Races», Americanjournai of Sociology,
suele decirse en otros contextos, con ustedes EL campesino polaco en Eu- 12 (1907), pp. 435-469.
ropa y en América. - «Der Man gel an Generalisation Svermogen bei den Negern», Zeitschrift far
Socia/wissenschaft, 7 (1904), pp. 215-221.
- «The Significance of the Orienc for che Occidenr», Publications of the Ame-
4. ANEXOS rican Sociologica/ Society: Papen and Proceedings, Second Annual Meeting, 11
(1907), pp. 111-124 (discussion, pp. 124-137, 136-137, by W. J. Tho-
4.1 Bibliografía de Wtlliam l. Thomas mas). También en el American [oumal of Sociology, 13 (1908), pp. 729-
742, 754-755.
Elaboración propia, adaptada de Morris Janowin en W I. Thomas on Social Or- - Sex and Society: Studies in the Social Psychoiogy ofSex. Chicago: Universicy of
ganization and Social Personality ( 1966). Chicago Press, 1907.
- «The Scope and Mechod of Folk-Psychology», Americanfournai of Sociology, - «The Psychology of the Yellow journal», American Magazine, 65 (1908), pp.
1 (1896), pp. 434-435. 491-496.
- «On a Difference in the Metabolism of the Sexes», American JournaL of So- - «The Psychology of Woman's Dress», American Magazine, 67 (1908), pp.
ciology, 3 (1897), pp. 31-63, tesis doctoral, Universicy of Chicago; reimpre- 66-72.
so por the Universiry of Chicago Press, 1897. - «The Mind ofWoman», American Magazine, 67 (1908), pp. 146-152.
- «The Relation of Sexto Primicive Social Control», American [oumal of So- - «The Older and Newer Ideals of Marriage», American Magazine, 67 (1908),
ciology, 3 {1898), pp. 754-776. pp. 548-552.
- «Sex in Primitive Industry», American [oumal of Sociology, 4 (1899), PF - «Eugenics: The Science of Breeding Men», American Magazine, 68 (1909),
474-488. pp. 190- 197.
- «Sex in Primitive Moralicy», Americanjournal ofSocioiogy, 4 (1899), pp. 774- - «Votes for Women», American Magazine, 68 (1909), pp. 292-301.
787. - «Woman and che Occupations», American Magazine, 68 (1909), pp. 463-
- «The Psychology of Modescy and Clothing», American Journai of Sociology, 5 470.
(1899), pp. 246-262. - «Standpoint for che Interpretation of Savage Sociery», American [oumal of
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- «The Psychology of Race-Prejudice», American journal ofSocioiogy, 9 (1904), - «Educarion and Racial Traits», Southern Workman, 41 (1912), pp. 378-
pp. 593-611. 386.

76 77
William l. Thomas y Florian Znaniccki El t4111ptnnopolaco en EuropaJ en Améru»

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Chicago: Talas Corporation, ca. 1915. "Tbe Polish Peasant in Europe and America ·: Social Science Research Coun-
« The Persistence of Prirnary-group Norms in Presenr-day Sociecy and Their cil BuUetin 44, de Herbert Blurner, pp. 82-87, Nueva York, Social Science
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Conceming Education, por Herbert S. Jennings John G. Watson, A. Meyer y
W. l. Thomas, pp. 159-197. New York: The Macmillan Company, 1917.
4.2 Bibliogra.6a de Florian Znaniecki
Tbe Polish Peasant in Europe and America. Con Florian Znaniecki, 5 vols.
Boston: Richard G. Badger, 1918-1920 (vols. 1 y II publicados originalmente Elaboración propia, adaptada parcialmente de Roben Bierstedr en On Huma-
por The Universicy of Chicago Press, 1918). Segunda edición, 2 vols. New
nistic Sociology. Selected Papen (Bierstedt, 1969) y aumentada. A ella habría
York: Alfred A. Knopf, 1927. Reimpreso, 2 vols. New York: Dover Publi-
que añadir más de medio centenar de arúculos y libros en polaco que omito
cations, 1958. por su dificultad de localización y menor difusión. En cualquier caso muchos
- Old World Traits Transplanted. Con Roben E. Park y Herbert A. Miller. de ellos son la traducción al polaco de arúc~los y/o libros en inglés. Además
New York: Harper & Brothers, 1921. (A volurne in the Americanization
de numerosos artículos en periódicos, reseñas bibliográficas, traducciones y
Srudies, Allen T. Burns, director).
obras poéticas y literarias.
- The Unadjusted Girl: With Cases and Standpoint far Behauior Analysis. Boston:
Lirtle, Brown, and Company, 1923. Monográfico de Criminal Science, núm. 4 - «The Principie of Relativicy and Philosophical Absolutism», Tbe Philosophi-
(suplemento del [oumal of th« American Insti tute of Criminal Law and Cri- cal Reoieui; vol. XXIV (1915), pp. 150-164.
minology). - The Polish Peasant in Europe and Americe, con William l. Thomas, 5 vols.,
«The Problem of Personalicy in che Urban Environrnent», Publications of tb« Bosron, Richard G. Badger, 1918-1920 (vol. I y II publicados originalmen-
American Sociolcgical Society: Papers and Proceeding: of tb« T'ioentieth Annual te por The U niversicy of Chicago Press, 1918). Segunda edición, 2 vols.,
Meeting, XX(1925), pp. 30-39. Nueva York, Alfred A. Knopf, 1927. Reimpreso, 2 vols., Nueva York, Dover
- «The Behavior Pattern and the Siruation», Publications of tbe American So- Publications, 1958.
ciological Society: Papen and Proceeding), Twency-second Annual Meeting, - Cultural Reality. Chicago: The Universicy of Chicago Press, 1919 (reeditada
XXII (1927), pp. 1-13. Se trata de su discurso de recepción como presidente en 1972 y 1983).
de la American Sociological Sociecy (más tarde llamada American Sociologi- - lntroduction to Sociology (Resumen), Poznan, Universicy of Poznan Press,
cal Associarion). Reimpreso en Personality and tbe Social Group, editado por 1922. Reimpreso en A. Kwilecki y B. Czarnocki (eds.), The Humanistic So-
Ernest W. Burgess, pp. 1-15. Chicago: Universicy of Chicago Press, 1929. ciology of Florian Znaniecki. Polish Period 1920-1939, Varsovia-Poznan:
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143-177. New York: Alfred A. Knopf, 1927. - «The Peles», en H. Fairchild (ed.), Imigrant Backgrounds. In Honor of W. I.
- Tbe Child in America: Behavior Problems and Programs, con Dorothy Swaine Thomas, Nueva York, 1927, pp. 196-212.
Thomas. Nueva York, Alfred A. Knopf, 1928. - «The Objecr-Matrer of Sociology», American [ournal of Sociology, 32, 4
- «The Relation of Research to the Social Process», en Essays on Researcb in the (1927), pp. 529-584.
Social Sciences: Papers Presented in a General Seminar Conducted by the Com- - «Sexual Relation as a Social Relacion and Sorne of irs Changes», en Ver-
mittee on Training of Tbe Brookings Institution, 1930-31, pp. 175-194, Wash- handlungm des lntemationalen Kongressesfaer Sexualforrchung, vol. IV, Berlín-
ington, Brookings Instirution. Colonia, Marcus und Weber, 1920, pp. 222-230.

78 79
WiUiam l. Thomas y Florian Znaniccki El campesino polaco en Europa y en América

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ving, vol. III (1941), pp. 58-62. 6 (1956), pp. 419-420.
«Sociornetry and Sociology», Sociometry, vol. V, 3 (1945), pp. 225-233. - «Social Roles», en Estudios Sociológicos Intemacionales, vol. II, Madrid, 1961,
«The Irnpact of War on Personal Organization», Sociolog:; and Social Re- pp. 745-779.
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«Social Organization and Instirurions», en G. Gurvitch y W. Moore (eds.), pany, 1965.
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«Controversies in Doctrine and Method», American [oumal of Sociolog:;, Bierstedt, Chicago y Londres, The Universiry of Chicago Press, 1969.
50, 6 (1945), pp. 514-521. - «The Subject Marrer and Tasks of che Science of Knowledge», en Bohdan
- «Sociological Ignorance in Social Planning», Sociolog:; and Social Rssearch, 30, Walentynowicz (ed.), Polish Contributions on the Science ofScience, Varsovia,
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80 81
William l. Thomas y Florian Znaniccki
El campesino polaca en Europa y en Ambica

«Studies on Antagonism to Aliens (Strangers)», en A. Kwilecki y B. Czar-


CONTENIDOS
nocki (eds.), The Humanistic Sociology of Florian Znaniecki. Polisb Period
1920-1939. Varsovia-Poznan, PWN, 1989, pp. 172-193.
VOLUMEN UNO
- «What Are Sociological Problerns?», en Florian Znaniecki, What Are Socio-
/ogica/ Prablems? A Selection of Papees edited by Zygmunt Dulczewski, Ri-
chard Grathoff and Jan Wlodarek, Poznan, Nakom, 1994, pp. 23-105. PARTE 1: ORGANIZACIÓN DEL GRUPO PRIMARIO
- The Social Role of the University Student (con un primer capítulo de Helena
Znaniecka-Lopara), Poznarí, Nakom, 1994. NOTA METODOLÓGICA.................................................................. 1
INTRODUCCIÓN............................................................................... 87
4.3 Índice de la obra original La familia campesina . 87
Matrimonio . 106
Reproduzco aquí en forma de anexo el índice completo de la obra origi- El sistema de clases en la sociedad polaca . 128
nal. Se trata de la segunda edición, en 2 volúmenes, publicada en 1927, Entorno social . 140
Vida económica . 156
que incorpora las leves modificaciones que en cuanto al orden de los ca- . d es re 1·1g1osas
Actiru . y m ág"reas ................•................................................. 205
pítulos introdujeron sus autores, quienes remarcan el carácter de com- Intereses teóricos y estéticos . 288
pletud de esta segunda edición en formato de 2 volúmenes. Se repro-
FORMA Y FUNCIÓN DE LA CARTA CAMPESINA......................... 303
duce aquí esa segunda edición en su única reimpresión, la de Dover
Publications de 1958, manteniéndose la paginación original. Muestra de cartas campesinas.................................................................. 308
CORRESPONDENCIA ENTRE MIEMBROS DE LOS GRUPOS FA-
MILIARES .. . .. .. .. .. . .. . .. . . . . .. . . .. . . . .. .. . . . .. . .. . . . . . . . .. . . . .. . . . .. . . .. . . 316
EL CAMPESINOPOLACO
Series Borek . . . .. .. .. .. . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . .. . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . .. . . .. . .. .. 317
EN Series Wróblewski 325
Series Stelmach 379
EUROPA Y EN AMÉRICA Series Osinski.......................................................................................... 394
Series Gosciak......................................................................................... 4 51
POR Series Markiewicz.................................................................................... 455
Series Kozlowski........ 527
Series Jackowski 556
WILLIAM l. THOMAS Series Kanikula . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . 5 74
y Series Topolski........................................................................................ 579
Series Sekowski . . . . . . . .. .. . . . . . .. .. .. .. .. . . . .. . . . . . . . . .. . .. 587
FLORIAN ZNANIECKI Series Makowski .. . ... . .. . . .. . . .. . .. .. . . . .. . .. . .. . .. .. . . .. .. .. . . . . . . . . .. . . . .. .. . . . .. . . .. 606
Series Cugowski .. . . . . . . .. .. .. .. . .. .. .. .. . . . .. . .. .. . . . . . . .. . . .. . . . . . .. . .. 615
*** Series Barszczewski. . .. .. .. . . . . . . . .. . .. . . . . . . .. .. .. . . .. .. . . . . . . . . . . .. . . . . . .. . . .. 634
Series Halicki 647
DEDICADO CON AGRADECIMIENTO Series Rzepkowski 665
A Series Kalinowicz 675
Series Wickowski . .. . . . .. . . . .. . . . .. . .. .. . . . . .. .. .. .. .. . . . .. . . .. . . . .. . . . . . . .. . . . .. 684
HELEN CULVER Series Serczynski . . . . . . . .. . .. .. . . . . . . . .. .. . .. . . ... . .. . . . . . . . .. .. . . .. . . . ... ... . . . . . .. . . . .. .. . . .. 690

82
83
William l. Thomas y Florian Znaniccki El campesino polaco en Europa y en América

Series T erlecki .. .. .. .. . .. . . .. . . . .. . .. . . . . . .. . .. . . .. . .. . . . .. .. . .. . . . .. .. . .. . . .. . .. .. . .. .. .. . . . 696 VOLUMEN DOS


Series Raczkowski . . . .. . . . . . .. .. . . . . . .. . .. . . . . .. .. . . . .. . . . .. .. . . . .. .. . . . . . .. . . . . . . . . .. . . .. . . .. 706
Series Rebienska...................................................................................... 775
Series Butkowski .. . .. . . .. .. . . . .. .. .. . .. . .. . . . .. . .. . .. . . .. . . . . . . . . .. . 782
PARTE II: DESORGANIZACIÓN Y REORGANIZACIÓN
Series Radwanski..................................................................................... 792 EN POLONIA
Series Konscancya Walerych.................................................................... 803
Series Feliks P. .. . .. .. .. .. .. . .. . .. . . . . .. . . . .. . . . .. .. . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . .. .. . 807 INTRODUCCIÓN............................................................................... 1117
Series Winkowski .. . .. . . .. . . . . . .. . . .. .. . . . . . . . .. .. . . . . . .. . .. . . . .. .. . ... .. . . .. . .. .. .. .. . . . . .. . 809
l. DESORGANIZACIÓN SOCIAL
CARTAS INDIVIDUALES Y FRAGMENTOS DE CARTAS QUE
MUESTRAN LA DISOLUCIÓN DE LA SOLIDARIDAD FAMI- I. EL CONCEPTO DE DESORGANIZACIÓN SOCIAL 1127
LIAR................................................................................................. 814 II. DESORGANIZACIÓN DE LA FAMILIA 1134
III. DESORGANIZACIÓN DE LA COMUNIDAD 1171
CORRESPONDENCIA ENTRE ESPOSOS Y ESPOSAS.................... 822 IV. LUCHA POR LA PRESERVACIÓN DEL ANTIGUO SISTE-
Series Pawlak.... .. .. . . . . . . . . . . . . .. . . . .. . .. .. . .. . . .. .. .. . .. .. .. . . . 824 MA SOCIAL 1213
Series Kukielka................. 829 V. ACTITUDES REVOLUCIONARIAS 1265
Series Jankosk.i 835 Revolucionismo de clase................................................................ 1269
Series Lazowska....................................................................................... 837 Revolucionismo religioso 1280
Series Olszak........................................................................................... 842
Series Scark.iewicz. 847 U. REORGANIZACIÓN SOCIAL
Series Kluch. 854 l. EL CONCEPTO DE REORGANIZACIÓN SOCIAL 1303
Series Strucinsk.i 858 II. LIDERAZGO 1307
Series Borkowsk.i... .. . . . .. . . . . .. .. . . . . . . . . . .. .. .. . . . .. . .. . . . .. . . . . .. . .. . .. . . . .. .. .. . . . 869 111. EDUCACIÓN 1335
Series Porzycki . . . . . . .. .. . . . .. . . .. . . .. . . . . . . . . . .. . . . . . .. . .. . . . . . . .. .. . . . . .. . .. . . . .. .. .. . . . 901 IV. EL CONJUNTO DE LA COMUNIDAD Y EL PAPEL DE LA
Series Jablkowski 932 PRENSA....................................................................................... 1367
RELACIONES PERSONALES FUERA DEL MATRIMONIO Y LA V. INSTITUCIONES COOPERATIVAS 1397
FAMILIA.......................................................................................... 959 VI. EL PAPEL DEL CAMPESINO EN LA VIDA NACIONAL 1432

Series Hejmej 961


Series Pedewski .. .. . . . . .. . . . .. .. .. .. . . . . . .. . .. .. . .. .. . . . .. . . . . . . . . .. .. . . . . . .. .. . .. . . . .. . 967
PARTE III: ORGANIZACIÓN Y DESORGANIZACIÓN
Series Kazirnierz F. . .. . . . . . . . . .. . .. .. . . .. .. .. . .. . .. . . . . . .. . .. .. .. . . . . . . . . . .. . . .. . 971 EN AMÉRICA
Series Arciszewski.................................................................................... 975
Series Kowalski .. . .. . .. . . . .. . . . . .. .. .. . . .. . .. .. . .. .. . .. . . . . . . .. . . .. . .. .. . . . . .. .. .. . 981 fNTRODUCCIÓN 1467
Series Fryzowicz...................................................................................... 988 l. ORGANIZACIÓN DEL INMIGRANTE
Series Osiniak 995
Series Krupa 1009 I. EMIGRACIÓN DESDE POLONIA 1483
Series Piocrowski 1029 II. LA COMUNIDAD POLACO-AMERICANA 1511
III. LA ORGANIZACIÓN SUPRATERRITORIAL DE LA SOCIE-
Series Lipniacki 1093
Series Jasinski 1102 DAD POLACO-AMERICANA 1575

ÍNDICE DE LAS SERIES DE CARTAS............................................... 1115 II. DESORGANIZACIÓN DEL INMIGRANTE


l. DESMORALIZACIÓN 1647

84 85
William l. Thomas y Florian Znaniccki El campesino polaco en Europay en América

II. DEPENDENCIA ECONÓMICA 1655 BIBUOGRAFfA


III. RUPTURA DE 1A REl.ACIÓN CONYUGAL 1703
IV. ASESINATO 1753 ABBOTT, A. (l 999): Department & Discipline. Chicago Sociology at One Hun-
V. VAGABUNDEO Y DELINCUENCIA DE LOS CHICOS 1776 dred, Chicago y Londres, The Universicy of Chicago Press.
VI. INMORALIDAD SEXUAL DE LAS CHICAS 1800 ALEXANDER, J., BOUDON, R. y CHERKAOUI, M. (eds.) (1997): The cu:
CONCLUSIÓN 1822 sical Tradition in Sociology. The American Tradition, London, Sage (4 vols.).
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PARTEN: REGISTRO DE LA VIDA American foumal of Sociology, 79 (2), pp. 243-260.
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Universicy of Chicago Press.
INTRODUCCIÓN 1831 BAUGH, K. (1990): Tbe methodology of Herbert Blumer. Critica/ interpretation
REGISTRO DE VIDA 1915 and repair, Cambridge, Cambridge Universicy Press.
CONCLUSIÓN 2227 BECKER, H. S. (1999): «The Chicago School, So-Called». Qualitative Sociology,
ÍNDICE 2247
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William l. Thomas y Florian Znaniecki

11. DESORGANIZACIÓN
Y REORGANIZACIÓN EN POLONIA

1. DFSORGANIZACIÓNSOCIAL

1.1 El concepto de desorganizaciónsocial

P
odemos definir brevemente la desorganización social como una re-
ducción de la influencia de las reglas sociales de conducta existentes en-
tre los miembros individuales del grupo. Esta reducción puede pre-
sentar innumerables grados que van desde la simple ruptura de una regla
particular determinada por parte de un individuo hasta el desmorona-
miento general de todas las instituciones del grupo. Ahora bien, la de-
sorganización social en este sentido no mantiene una conexión inequívoca
con La desorganización individual, que consiste en una reducción de la ca-
pacidad del individuo para organizar toda su vida en pos de la realización
eficiente, progresiva y continuada de sus intereses fundamentales. Un in-
dividuo que rompe algunas o incluso muchas de las reglas sociales pre-
valecientes de su grupo puede hacerlo porque está perdiendo La capacidad
mínima de organización de La vida que requiere el conformismo social;
pero también puede rechazar Los esquemas de conducta que le impone su
entorno porque le impiden lograr una organización de la vida más efi-
ciente y general. Por otra parte, también La organización social de un gru-
po puede ser muy permanente y fuerte en el sentido de que no se mani-

304 305
William l. Thomas y Florian Znaniccló El campesino polaco en Europa y en Ambúa

fiesta ninguna oposición a las reglas y las instituciones existentes; y esta en las sociedades más complejas y civilizadas; son la espina dorsal de todas
falta de oposición puede ser simplemente el resultado de lo estricto de los las legislaciones represivas y coercitivas y de casi todas las actividades de
intereses de los miembros del grupo y puede venir acompañada de una «reforma social». La diferencia entre un grupo primario campesino y
organización de la vida ineficiente, mecánica y rudimentaria de los miem- una sociedad moderna compleja y plenamente desarrollada es, a este
bros individuales. Por supuesto, una organización fuerte de grupo puede respecto, principalmente una diferencia en el grado de sofisticación. La
ser también el producto de un esfuerzo moral de sus miembros y corres- actitud de la comunidad campesina es más ingenua tanto al valorar el mal
ponderse así con un grado muy alto de organización de la vida de cada como en el intento de abordarlo y el conjunto de la maquinaria de re-
uno de ellos individualmente. Por lo tanto, es imposible concluir de la or- presión y reforma es incomparablemente más simple, sus motivos son
ganización o desorganización social la organización o desorganización in- más transparentes y su expresión mas sincera ...
dividual, o viceversa. En otras palabras, la organización social no equiva-
A1 estudiar escas cuestiones debemos tener en mente el hecho de que la
le a la moralidad individual, ni la desorganización social se corresponde
clase campesina polaca no es una sociedad totalmente independiente y
con la desmoralización individual.
aislada, sino que está en contacto con otras clases -el clero, la nobleza y
las clases urbanas media y baja- que tienden a influir en su evolución.
1.2 La lucha por la preservación del viejo sistema social Mientras la comunidad campesina es fuerte y coherente y preserva su sis-
tema tradicional de valores parece que no necesita ninguna iniciativa o li-
Cuando la desorganización de un grupo social suscita la atención reflexiva derazgo de los miembros de otras clases; su vida social funciona con es-
de sus miembros, la tendencia que surge inmediatamente y de un modo casa atención reflexiva; su evolución -que, por supuesto, nunca es
espontáneo es la de reforzar el sistema social existente frente al proceso de totalmente estacionaria- procede con cambios imperceptibles casi conti-
deterioro. Los fenómenos de la desorganización aparecen primero como nuos, y es la mayoría, dotada de un poder activo de control social, la que
una mera negación del orden tradicional y parece que el grupo se enfrenta aborda los fenómenos aislados de desorganización. Pero cuando el pro-
a un simple problema de alternativas: el viejo orden o el caos total. Sólo ceso de desorganización se acelera, la comunidad campesina es cada vez:
más tarde, cuando, debido a un contacto mayor con el otro medio social menos capaz de abordarlo por sus propios medios y requiere una cola-
o a una creciente conciencia de las nuevas formas de vida social, parece boración e iniciativa exteriores para defender el viejo sistema de la deca-
posible un orden social diferente; el problema pierde entonces su aparente dencia. Es la Iglesia la que satisface esca necesidad y en el presente capí-
simplicidad y se revela como un problema muy complejo y harto difícil tulo veremos con qué métodos y con qué efectos.
de evolución social que ofrece una variedad indefinida de soluciones Este documento nos indica, desde el punto de vista de un sacerdote, los
más o menos satisfactorias. Desde este punto de vista más general, la de- métodos que aplica el clero a los miembros individuales de una comuni-
sorganización en sí es una cuestión secundaria, un síntoma social más que dad campesina para luchar contra la desorganización del sistema tradi-
un factor social. Pero mientras se considera exclusivamente en referencia cional.
al sistema social existente que se está desorganizado, los fenómenos de la
La confesión católica, de acuerdo con la intención de la Iglesia, es no sólo
desorganización son juzgados como el problema real e importante, el
la revelación de los pecados para lograr el perdón, sino también un medio
mal social cuya superación es la principal carea social.
de dirigir a los creyentes, regular su vida cotidiana conforme a los prin-
Estas valoraciones no sólo se encuentran en los grupos campesinos pri- cipios cristianos tal y como los expone la Iglesia católica ... La actividad del
marios; siguen constituyendo el contenido principal de la reflexión social confesor concierne a la vida sensual, la vida familiar [y comunitaria] (la re-

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Williarn l. Thomas y Florian Znaniecki El campesino polaco en Europa y en Améric«

lación entre cónyuges, la educación de los hijos), [la relación entre los cree que no es pecado. Si así lo cree, entonces el sacerdote debe decir a
miembros de la familia extensa y de la comunidad], la vida económica (las la mujer que no toque esta cuestión con su marido desde el punto de
cuestiones de los gastos, los salarios de los sirvientes, las condiciones de vista moral, pero que le influya para que tenga relaciones de una forma
trabajo, etc.), la vida social (la vida en relación con el Estado, las cuestio- natural ... Luego el sacerdote debe convencer a la mujer de que pierda
nes de los impuestos, del cumplimiento de obligaciones; las relaciones de todos los miedos e intente fortalecerse lo más posible y practicar el
clase, la relación con los judíos, etc.), la vida nacional (la lengua polaca, el sexo sólo durante el periodo en el que las posibilidades de fecundación
sentimiento nacional, la relación con los enemigos nacionales), la vida en son bajas (es decir, durante un periodo de 10-14 días entre una mens-
la iglesia (el cumplimiento de las obligaciones religiosas) ... truación y la siguiente, evitando tener relaciones sexuales una semana
La vida sensual las cuestiones sexuales son indudablemente las que surgen antes y una semana después de la menstruación), aunque este método
con más frecuencia en la confesión ... La regulación de las relaciones se- no sea totalmente seguro 1 ••• El resultado es una vida normal entre cón-
xuales entre cónyuges es un campo de enorme influencia para el sacer- yuges y más hijos. El médico suele exagerar o seguir el deseo de la mu-
dote ... El problema de evitar el aumento de la familia penetra cada vez jer en sus decisiones. La influencia de la religión, la creencia en la Pro-
con más frecuencia en la vida de los campesinos. Y el sacerdote tiene que videncia suele representar un papel importante para despejar el miedo al
contestar cada vez más frecuentemente a las preguntas de las mujeres, más parto ...
escrupulosas que los hombres, sobre si lavarse la vagina tras el coito o usar En algunas ocasiones el hombre tiene escrúpulos sobre si puede tener re-
medicinas es o no un pecado. Él debe predicar que el onanismo conyugal, laciones durante el embarazo. Particularmente entre los campesinos hay
el uso de píldoras y condones y el lavado de vagina son inmorales, peca- un gran respeto sexual hacia la mujer embarazada. El sacerdote le debe
minosos y van en contra de la naturaleza. En casos más graves debe en- decir que es mejor abstenerse, particularmente durante los primeros dos
señar lo que se puede hacer conscientemente (tener relaciones sólo du- meses, pero si para el hombre hay periculum incontinentiae, puede prac-
rante un periodo determinado). ticar la relación, pero con mucho cuidado ...
Tomemos algunos ejemplos (los tomo exclusivamente desde el punto de A menudo, la gente viene con preguntas sobre la frecuencia de las rela-
vista de la Iglesia). ciones sexuales. Suele preguntar si es pecado hacerlo completamente
l. Una mujer se queja de que los hijos la debilitan extraordinaria- desnudo; si cienos besos y tocamientos son pecado y en qué circunstan-
mente y que el médico le ha dicho que un parco más la matará. Pero el cias. La regla es que, entre esposos, algunos abusos sexuales (la no conti-
marido no quiere ni oír hablar de abstenerse de tener relaciones sexuales nencia) son pecados veniales si ... no se excluye la posibilidad de fecun-
y le ordena introducirse unas píldoras en la vagina antes del coito. Du- dación ...
rante mucho tiempo ha tenido dudas, pero finalmente fue a pedir con- Sistema para tratar de las desviaciones sexuales ... Por lo que me ha en-
sejo al sacerdote ... Ella no quiere morir, pero tampoco puede ni quiere sefí.ado mi experiencia personal en el confesionario, la masturbación es
rechazar a su marido. El sacerdote se enfrenta a dos alternativas. Si le un cipo muy raro de desviación entre los campesinos, particularmente en
dice que es pecado, la mujer de todas formas seguirá actuando igual, si le el campo. En la ciudad sucede con más frecuencia ... Existe una mayor
dice que no es pecado, el sacerdote actuará en contra de la ley moral y tendencia a la satisfacción normal del instinto sexual, particularmente en-
sus obligaciones.
En primer lugar, el sacerdote debe cuestionar la decisión del médico y I
Adviértase que el consejo del sacerdote es erróneo: está aconsejando la práctica de relaciones se-
enviar a la mujer a otro médico ... Luego debe preguntarle si su marido xuales en un periodo en el que las posibilidades de fecundación son las más altas.

308 309
W11liam l. Thornas y Florian Znaniccki El campmno polaco en Europay en Améru«

tre los muchachos, o al bestialismo. La relación sexual de los animales hijos. Por ejemplo, un campesino confesó que había pegado a su mujer por
suele ser un estímulo para juegos análogos entre los muchachos en la no tener la casa y los hijos aseados ni ocuparse del ganado ... El sacerdote le
pubertad con chicas menores de diez años de edad. Estas ofensas son enseña cómo manejar a su mujer y cómo enseñarle a ser ordenada de una
habituales en la clase más pobre de campesinos, jornaleros, sirvientes, manera amable. Evidentemente, los medios varían conforme a las condi-
pastores (principalmente), tanto jóvenes como personas mayores. El ciones económicas. En algunas ocasiones, el consejo de dar un morga la
bestialismo es relativamente frecuente entre la población rural ... El bes- mujer para que se compre un bonico vestido por tener la casa limpia y ocu-
tialismo sucede con más frecuencia en el periodo de la pubertad (2-3 por parse del ganado, así como dar buen ejemplo y no cargar excesivamente a
ciento) y hacia el final de la vida sexual (1 por ciento) que en el periodo la mujer de trabajo, tiene un efecto excelente ... Pero es en la educación de
de la madurez y sucede casi exclusivamente entre los hombres, muy ra- los hijos donde el confesor puede ejercer mucha influencia (si quiere).
ramente entre las mujeres ... La pederastia es muy rara entre los campe- Había un sacerdote experto en estas cuestiones. Sabía cómo sacar del cam-
sinos; sucede casi sólo entre jóvenes de pequeñas ciudades y sólo de pesino el sentimiento oculto por el hijo [recurriendo] al punto de vista eco-
forma experimental. Al menos nunca lo he observado como un vicio ha- nómico y suscitándole el orgullo paternal. Sin vacilar, este sacerdote hacía
bitual. Es relativamente más frecuente el amor lésbico entre las chicas, comparaciones como las siguientes: ,<A ver, ¿no estás orgulloso de que rus
pero sólo en ciudades y entre sirvientas que viven juntas. Esta manifes- vecinos te envidien por tener un caballo o un coro y por mantenerlo limpio
tación suele estar relacionada con una falsa devoción ... y se limita a y no sobrecargarlo de trabajo? ¿Acaso tu propio hijo, tu imagen y seme-
medios poco sofisticados. janza, es peor que un coro? ¿No te das cuenta de que él te proporcionará
más beneficio en el futuro, cuando crezca y sea fuerte, sabio y valiente, si le
El aborto intencionado ... ocurre con más frecuencia en las ciudades que
has dado mucho de comer, le has respetado y le has dejado tiempo para es-
en los pueblos. Por lo que yo he podido observar, las causas de esta dife-
tudiar? No hablo de su alma, imagen de Dios. Si te sientes responsable de
rencia son: una vida más disoluta, una idea más relajada de la moralidad,
tu granja, si quieres que el orden y la justicia reinen en la cierra, [si quieres]
la cuestión del mantenimiento de los hijos, que es más difícil en la ciu-
que el campo, el bosque y el ganado te sirvan de algo, debes cuidar tam-
dad, y finalmente una mayor facilidad para ocultar el delito ... El aborto
bién de que tu propio hijo o hija crezca y ame ese campo, ese bosque y ese
en las ciudades sucede con más frecuencia entre las mujeres casadas y, en
ganado; no debes hacer que se canse de la vida y del mundo pegándole, in-
el campo, entre las chicas ... Por otra parte, en el campo hay muchos es-
sultándole o sobrecargándole de trabajo».
fuerzos inútiles de provocar abortos, como hechizos, medicinas, etc.
La gran proporción de hijos ilegales en el campo se debe a la mayor li- Un campesino confiesa que se ha peleado con su mujer. Resulta que a él
bertad de relaciones entre los jóvenes de ambos sexos, más facilidad para le gusta frecuentar la taberna y a su mujer no le gusta porque se gasta el
esconderse y practicar relaciones sexuales, más intimidad entre el patrono dinero. Pero él quiere distraerse porque «cuando se está continuamente
y las sirvientas ... y a la falta de otras distracciones. El número más eleva- con la mujer a veces se encuentra uno en un mundo horrible». Y cuando
do de hijos ilegítimos lo encontramos entre los jornaleros y las chicas sir- regresa de la taberna empiezan a insultarse mutuamente, ella no le quie-
vientas en las grandes propiedades o con campesinos ricos, en las casas de re ni ver y le echa de casa para que vaya «a lavarse la boca para quitarse el
los funcionarios, etc. aliento a alcohol y que luego vuelva a casa». Enfadado, se va con una
Vida. familiar (y comunitaria}. .. La gente suele confesar cuestiones relati- kuma, cuyo marido es guarda nocturno, y duerme con ella una o incluso
vas a la vida conyugal o a dar mal ejemplo a los hijos, pero raramente dos veces por semana. Luego, cuando regresa a su casa, su mujer intenta
(casi nunca) confiesa indiferencia por lo que respecta a la educación de los agradarle, pero entonces él la empuja y la golpea, etc.

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William l. Thomas y Florian Znaniecki Elcampenno polaco en Europa y en América

Conforme a la ley de la Iglesia, un esposo (o esposa) que ha cometido pan de sus hijos sin trabajar. [La madre se come las provisiones de su hija
adulterio pierde el derecho a exigir el coito y sólo un sacerdote le puede o nuera en su ausencia; la hija, que lo descubre, toma represalias.] ... Y
devolver este derecho ... El sacerdote tiene que encontrarles un modus vi- luego se roban una a la otra. En la confesión, el sacerdote debe escuchar
vendi que evite las peleas y lograr que las relaciones vuelvan a la norma- coda una serie de letanías y debe moderar y reconciliar a los enfrentados.
lidad: debe obligar al campesino a que deje de ir a la taberna (rogarle que A veces la hija no descubre lo que falca. Entonces el confesor tiene que
no beba) e intentar que los dos cónyuges pongan un poco de su parte ... decidir si la madre debe devolverlo. Esto depende de los ingresos del yer-
no o del hijo y del arreglo económico en el que los mayores viven con los
[El sacerdote actúa también de juez entre las partes.] Los casos más fre-
jóvenes ...
cuentes en los que el confesor debe decidir son asuntos familiares que
son demasiado insignificantes o íntimos como para llevarlos a los tribu- El beneficio material es siempre la razón de las peleas, de la amistad, y
nales: «pecados corrientes de los campesinos», como los definió una vez guía las creencias, las oraciones, etc. Tuve un caso en el que una mujer
un sabio campesino. En estos casos, el confesor actúa no sólo como crajo dinero a la confesión para una misa para que su ganado creciera bien
juez sacramental que decide que algo es malo o indiferente, e impone y sus gallinas pusieran huevos. El motivo era, como se demostró más tar-
una penitencia y una satisfacción. Normalmente, tiene que hacer exá- de, que envidiaba a su hermana ... «Las mujeres me han dicho que ella re-
menes formales, preguntar por la conducta de ambas panes, investigar curre a hechizos ... pero yo prefiero recurrir al Señor para tener codo me-
las circunstancias, la situación, hacer preguntas cruzadas para estudiar la jor que ella». Resultó que la mujer también había intentado hechizos y
esencia del asunto y finalmente pronunciar una sentencia que determina perdió tiempo en ellos en lugar de trabajar ...
qué persona ha actuado mal y hasta qué punto y cómo esa persona que Nuestro campesino también se caracteriza por una profunda descon-
se acusa a sí misma (con frecuencia se acusa a otra) debe actuar para re- fianza o búsqueda de motivos secretos en la conducta de otra persona, y
mediar el mal que ha hecho (moral y material) y arreglar las relaciones con frecuencia atribuye esa conducta a «fuerzas ocultas». Es más, la falca
familiares de una manera cristiana. de horizontes más amplios dirige su mente hacia el ocultismo así como
hacia un interés excesivo por los asuntos de sus vecinos. El cotilleo rural,
Las causas de escas peleas suelen ser pequeños delitos como el uso de algo
que confiesan practicar todas las mujeres campesinas sin excepción y
sin pedir permiso, el egotismo o un sentimiento excesivamente desarro-
hacia el que incluso los niños muestran una marcada tendencia, es pre-
llado del derecho de propiedad y el uso exclusivo de una cosa; la ocasión
cisamente una mezcla de creencias ocultas y de crítica de la conducta de
más frecuente es el cotilleo y una grosería innata en la conducta hacia el
vecinos y parientes. El cotilleo da lugar a la difamación, comúnmente de-
entorno. Estas riñas son más frecuentes entre las mujeres por tonterías.
nominada «denigración», es decir, difundir información odiosa sobre
Entre los hombres ocurren con menos frecuencia, pero cuando surgen es
los vecinos. El origen de ello es la envidia ... o el odio, frecuentemente
sobre el uso de aparejos, de una cuerda, una guadaña, etc. A veces los
causados por incidentes triviales -ostentar el derecho a un banco de la
hombres se ponen en contra de las mujeres y aparece «el estado de gue-
iglesia, dar prioridad a una fraternidad o a la comunidad, peleas entre los
rra» en toda la familia. Las peleas más típicas se deben a los alimentos
hijos; la negativa a unir dos familias mediante una boda-, en una palabra,
-harina, grano, panceta ahumada, vegetales- y sobre todo entre los jó-
el odio originado por cuestiones concernientes a la posición social.
venes y los mayores: los padres y sus hijos casados ... Aunque no puedo
proponerlo como regla, he descubierto que en la mayoría de los casos los El uso de fuerzas ocultas se suele mencionar como razón del éxito. Tam-
mayores son los culpables de empezar la guerra. Esto no es raro. Han tra- poco faltan las asociaciones con el demonio, los hechizos, etc. Un cam-
bajado toda su vida, han criado a sus hijos, y por eso quieren comerse el pesino que ha ofendido a otra familia debe estar preparado de antemano

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William l. Thomas y Florian Znaniccki El campesino polaco en Europa J en América

para este tipo de acusación. En la familia extensa son particularmente fre- se propiedad del Estado ... Cree que no está robando, porque ese hierro es,
cuentes. Muy a menudo, el motivo es la diplomacia familiar con vistas al en cualquier caso, propiedad común [el Estado es de todos en su len-
beneficio material: la sucesión, ere. Vemos, pues, que una y otra vez gua]. .. Tan difícil como partir una nuez para el confesor es ensefiar al
aparece el beneficio material ... Los medios con los que lograr beneficio campesino a aplicar la teoría de la propiedad también al huerto, prado o
parecen no ser importantes. Siempre es posible confesar, pero no siempre campo, particularmente de la hacienda y del sacerdote ... Fuera del con-
es posible obtener beneficios: ésta es la teoría de la vida del campesino, fesionario, el campesino responderá: «Dios los creó para todos» y «El Se-
medio cínica (inconscientemente), medio cristiana ... llena de impulsos ge- ñor, o el sacerdote, es suficientemente rico, no voy a perjudicarle» ... En
nerosos pero también de fríos cálculos ... algunos casos el propietario de la hacienda se adapta a las circunstancias.
Así, por ejemplo, un propietario que tenía muchos huertos fue incapaz de
El cristianismo requiere necesariamente que se interfiera en las más in-
evitar los robos. Ni siquiera la influencia del sacerdote pudo detener los
significantes cuestiones de la vida cotidiana de acuerdo con el principio
robos. Luego, el propietario dijo al sacerdote: «Al menos dígales cuando
de que es una doctrina que no sólo debe recibir reconocimiento, sino
se confiesen que no rompan las ramas ni estropeen los árboles ... ».
también aplicarse ... La carea del sacerdote en general es mantener en la
mente del campesino la idea del orden en el universo (atribuido a la En algunas ocasiones, la confesión de un campesino que entra en un bos-
Divina Providencia) y adaptar esa idea a la realización de todas las acti- que privado o mancomunado es divertida: «Cogí algunos palos del bos-
vidades económicas o familiares. El trato adecuado a la esposa, los hijos, que», «¿Cuántos cogisre?». «Cerca de cinco». «¿Eran palos finos o gruesos?
los padres y los sirvientes, si hay alguno en casa, se debe basar en esa gran No hay respuesta. «¿Qué hiciste con esa madera?». «Bueno, reparé la
armonía del universo, estar dentro del todo, un todo acorde en esta ar- pocilga e hice algunas estacas para la valla». El sacerdote empieza a sos-
monía, para que todo sea en beneficio de la familia (del cabeza de familia pechar que se trata de un robo más serio y le pregunta sobre el tamaño de
y su mujer en primer lugar) y de la gloria de Dios. La gloria de Dios en el esos «palos» [y al final]: «¿Estaban en el suelo o los arrancaste?», «Bueno,
sacerdote y en el campesino reside precisamente en preservar y desarrollar los corté. Eran aproximadamente el doble de largos que la camioneta.
el orden, que es una de las manifestaciones del pensamiento de Dios en el Pero eran de todos, por eso también eran míos» ... Lo mismo ocurre con
mundo ... Esta ensefianza ... siembra en una mente que quizás nunca antes el bosque del hacendado y con la recogida de setas y bayas (aunque está
analizó sus deberes sociales ... un sentido crítico y una idea de las funcio- prohibida); este tipo de hurto ni siquiera lo confiesan. La idea de que to-
nes de la vida como comer, vestir, el gaseo de dinero, todo tipo de tran- das las cosas son de Dios, primero, de la gente, segundo, y sólo después
sacciones económicas, todo el sistema de la economía privada, la teoría de del individuo, es tan fuerte que la influencia pedagógica del sacerdote que
la pobreza, ere. proclama un principio muy diferente de propiedad se impone muy len-
tamente y gana muy pocos adeptos. «El sacerdote dice eso porque le
Ejemplos: muy a menudo es necesario ilustrar al campesino polaco sobre
conviene». Escas pocas palabras ilustran bien la relación entre el sacerdo-
el derecho a la propiedad, sobre la aplicación de las ideas honestas de la
propiedad al Estado o a la hacienda, y sobre la justicia económica para te y los campesinos en este asunto ...
con las criadas o los parobeks e incluso para con sus propios hijos. Carácter reformador de la influencia del confesor... La confesión es, en
Así, un campesino confiesa que cogió un poco de hierro [raíles de ferro- muchos casos, un factor poderoso para reformar males sociales tales
carril y clavos] de la vía. Es necesario saber que el hierro de cualquier tipo como el alcoholismo, el hurto, la conducta inmoral, etc. [En Polonia se
y el cuero constituyen una tentación invencible para nuestro campesino y puede apreciar mejoría, sobre todo por lo que respecta al alcoholismo.] ...
que incluso un campesino relativamente rico lo cogería siempre que fue- Por supuesto, hay otros factores sociales que influyen, como un mayor

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Willi:un l. Thomas y Florian Znaniccki Elcampesinopolacoen Europay en América

grado de cultura, de organización social y de acción social contra las tendencia revolucionaria puede también implicar esas demandas perso-
tiendas de licores. Pero estos factores sólo tienen un valor preventivo. nales y, en este sentido, ser un acto de revuelta; pero su rasgo esencial es
Cuando el problema es erradicar un mal arraigado, para obtener resulta- que incluye la demanda de nuevos valores para todo el grupo: la comu-
dos positivos es necesario añadir a la confesión -la fuerza de las creencias nidad, la clase, la nación, etc.: los individuos actúan no sólo en su nom-
religiosas- una actividad social común. bre, sino también en nombre de los demás.

La influencia de la confesión se refuerza con sermones y ensefianzas ade- En segundo lugar, la revuelca no aspira intencional y conscientemente a la
cuados. Que también preparan el camino para cambiar y convertir al obs- destrucción del viejo sistema en general; su propósito es, en cada caso par-
tinado. Pero la confesión es siempre el momento de crisis e incluso aun- ticular, la satisfacción de algún deseo particular. La ruptura de las reglas es
que en cienos casos individuales no procura una victoria definitiva, mina sólo, en cierto sentido, incidental en pos de esca satisfacción. El desmo-
en codo caso la fuerza de los malos hábitos. Esta extraordinaria fuerza de ronamiento del sistema tradicional aparece espontáneamente como re-
la confesión reside en (1) su acción psicológica corriente y (2) su «en- sultado de un número creciente de casos variados de revuelta, mientras el
canto» sobrenatural y mágico, conectados con el temor al juicio de Dios, propósito inmediato de la revolución es abolir el sistema tradicional o, al
el sentimiento de la indignidad del vicio y la esperanza de perdón me- menos, algunos de los esquemas de conducta que forman parte de él, des-
diante la confesión. La fuerza personal del confesor se basa también en truir para siempre su influencia dentro del grupo en cuestión y despejar
dos tipos de factores: su inteligencia natural y su capacidad para influir en así el camino a una satisfacción permanente y general de esas necesidades
los demás, y en los poderes mágicos que le atribuye la fe del penitente. El que no se pueden satisfacer libremente mientras perdura el sistema.
método de acción depende del individuo, de su disposición y de la fuer- A la vista de estas diferencias entre la revuelta y la revolución, los métodos
za del hábito ... , debe ser diferente en cada caso particular ... La situación que resultan más o menos eficientes para sofocar la primera suelen fracasar
se presenta frecuentemente como una guerra en la que el borracho lucha cuando se aplican a la segunda. Así, es claro que una comunidad campesi-
por su dosis y el sacerdote por su bien espiritual y psíquico. Pero el bo- na que consciente y espontáneamente reprime una revuelta individual
rracho lucha sólo o aliado con unos pocos amigos, mientras del lado del contra sus tradiciones y costumbres puede difícilmente ser empujada a co-
sacerdote están la coalición de los miembros de la familia, las fuerzas má- operar con entusiasmo con las clases sociales altas con el fin de suprimir las
gicas, las oraciones y los sacrificios de la mujer y los hijos (que suelen ser tendencias de sus miembros que persiguen modificar el orden social exis-
heroicos), el castigo, la mano excluyente de la iglesia y la opinión de la tente en beneficio de la clase campesina. Esta comunidad puede, en efecto,
mayoría de la comunidad ... oponerse a las actividades revolucionarias de sus miembros individuales por
(Declaración de un sacerdote de Galitzia que no desea desvelar su nombre miedo a que la represión del exterior tenga consecuencias desastrosas para
transcritapor los autores.) codo el grupo, o porque su deseo de seguridad es más fuerte que el deseo
de los nuevos valores que esperan de la revolución. Pero esa oposición ca-
rece de la indignación moral que acompaña a la supresión de la revuelta
1.3 Actitudes revolucionarias
personal contra esos principios que mantienen unida a la comunidad; en
estos casos, el miembro revolucionario del grupo suele extraer su energía de
El tipo de oposición activa a las reglas existentes que llamamos revuelca es
un sentimiento de rectitud conectado a sus actividades.
de carácter individualista, aunque participen en ella muchos miembros de
un grupo; implica sólo, de parte de cada individuo, demandas personales Y lo que es más, hemos visto que uno de los medios más eficientes de in-
de algunos valores que no puede tener bajo el sistema tradicional. Una ducir al individuo a aceptar, en contra de su deseo, cualquier definición

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William l. Thomas y Florian Znanicck.i El campnino polaco en Europa y en Améric«

particular, es conectar esa definición con un sistema amplio, coherente y La segunda actitud general y fundamental que encontramos tras los mo-
poderoso de emociones y creencias. Es evidente que este método funcio- vimientos revolucionarios de los campesinos se puede describir como la
na sólo mientras el individuo se revuelve contra reglas particulares que conciencia del poder social y de la rectitud moral de una comunidad so-
obstaculizan la satisfacción de sus deseos particulares, pero que no desea lidaria. Esca conciencia, que a veces asume proporciones ingenuamente
ni se atreve a atacar todo el sistema. Por lo canco, no se puede utilizar para exageradas, evidentemente tiene su fuente en la importancia que la co-
sofocar una tendencia revolucionaria cuyo rasgo característico es precisa- munidad posee originalmente a los ojos de cada uno de sus miembros,
mente que va contra la dominación de todo un sistema tradicional 2• Los que se sienten controlados y dominados por ella y aceptan sus juicios
intentos de aplicar este método en periodos de turbulencia social pueden como supremos criterios de lo correcto. Así, cuando una comunidad
incluso acelerar el estallido de la revolución, porque si la oposición al sis- cuyos miembros siguen preservando esa actitud primaria entra en con-
tema tradicional como un todo ha empezado a desarrollarse en la con- flicto con elementos sociales exteriores -individuos de otras clases, de
ciencia social, ésta tiende a crecer con cada acto que tiende a reprimir las otras instituciones políticas o religiosas, etc-- y actúa como una unidad
necesidades básicas en el nombre de este sistema ... solidaria, es sorprendente ver la fe casi ilimitada que tienen todos los
La agitación intelectual carece de poder a menos que exista en las masas la miembros individualmente en la justicia de su punto de vista común y en
actitud necesaria para pasar de una insatisfacción con situaciones parti- el éxito de su acción común. Es casi imposible persuadir a una comuni-
culares a la crítica de toda la organización social, y de sentimientos de dad campesina que ha preservado su carácter de grupo primario de que su
agravio privado a sentimientos de indignación pública. acción es incorrecta o está condenada al fracaso salvo compartimentando
la cuestión y discutiéndola por separado con cada individuo. Este rasgo
En nuestro caso, las actitudes a las que ha recurrido con éxito la agitación
sociopsicológico explica el atrevimiento con el que un grupo campesino,
revolucionaria son fáciles de determinar. En primer lugar (como ya he-
una vez decidido a vindicar sus demandas, suele iniciar y perseguir la ac-
mos mencionado en el primer volumen, en relación con las actitudes eco-
ción revolucionaria más radical sin tener aparentemente la mínima opor-
nómicas), durante los últimos 50 o 100 años se ha producido un cambio
tunidad de éxito. Esto también nos muestra de dónde procede ese senti-
profundo y muy general en las actitudes de los campesinos hacia la vida,
miento de solidaridad ante agravios y demandas, esa conciencia de actuar
un cambio que como mejor se puede expresar es diciendo que, mientras
no sólo para uno mismo sino también para el grupo, que distingue la re-
antes el propósito único de la organización de la vida del individuo era el
volución de la revuelta personal. Más tarde, una vez familiarizada con las
mantenimiento de su estatus económico y social, ahora sus actitudes se
condiciones sociales y políticas externas, la comunidad campesina pri-
han organizado en relación con una tendencia general al avance, de la que
maria pierde su ingenua fe en su propia rectitud y poder; pero entonces,
el hambre de cierra, el ascenso social y la emigración a las ciudades o al
cuando aumentan los contactos entre las comunidades, se desarrolla una
extranjero son manifestaciones parciales. Esca tendencia no es una cues-
solidaridad supracomunicaria, el grupo primario se concibe a sí mismo
tión relativa a una disposición personal o temperamental, sino una co-
como parte de un cuerpo social más amplio, clase o nación y aquella mis-
rriente social que se propaga por imitación y se alimenta de la informa-
ma fe ilimitada se transfiere a esca nueva «gran comunidad».
ción popular sobre las nuevas posibilidades de avance ...

Es apenas innecesario que acentuemos el hecho de que estas dos actitudes


2 Debe entenderse que nuestro objeto de estudio son las actitudes rcvolucio~arias: no 1?5 actos n básicas que fundamentan los movimientos revolucionarios de los cam-
volucionarios. Una actitud revolucionaria que se manifiesta como una vaga insatisfacción con la
condicionesexistentespuede ser sociológicamenre más significativaque la que se expresa en un acto pesinos -la tendencia a avanzar y la conciencia de poder social y rectitud
de rebelión abierta, si es más general y duradera. moral de la comunidad- no son, de ningún modo, actitudes socialmen-

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WiUiam l. Thomas y Florian Znaniccki El azm~mo polaro en EuropaJ en Aménr«

ce destructivas; al contrario, si se guían adecuadamente, son, como vere- mecer esta difícil tarea es el método de la cooperación consciente. Se for-
mos ahora, los factores más eficientes de la reconstrucción social. man libremente grupos sociales cerrados para la persecución común de
intereses positivos definidos que el individuo puede satisfacer de esca
manera con mayor eficiencia que si los persiguiera sólo. Estos grupos or-
2. REORGANIZACIÓN SOCIAL ganizados están dispersos por codo el país en varias comunidades cam-
pesinas, pero tienen noticias unos de otros mediante la prensa. La carea
2.1 El concepto de reorganización social posterior de la organización social es acercar a los grupos con propósitos
similares o complementarios para perseguirlos en común, del mismo
La desorganización social sobrevino como consecuencia de la interrup- modo que los individuos se unen unos a otros dentro de cada grupo par-
ción del antiguo aislamiento de las comunidades campesinas; los con- ticular.
tactos entre la comunidad y el mundo social exterior han estado au-
mentando en número, variedad e intensidad. Es evidente que codo Cuanto más extenso y coherente es este nuevo sistema social, más fre-
intento de reconstrucción social debe tener en cuenca este hecho; una or- cuentes, variados e importantes son sus contactos con las instituciones po-
ganización social basada exclusivamente en relaciones e intereses cuyo líticas y sociales creadas por otras clases y en las que, hasta hace poco
único objetivo es mantener la unidad de los miembros de una comunidad tiempo, los campesinos no habían participado nunca (salvo, por supues-
aislada no tendrá opción alguna de perdurar y desarrollarse. Pero, por to, esos individuos que pasan a ser miembros de otras clases y dejan de

otra parte, esas actitudes de solidaridad social que son indispensables en la pertenecer a la clase campesina). El campesino empieza conscientemente
construcción de un nuevo sistema social para asegurar una cooperación a cooperar en esas actividades mediante las que se mantiene la unidad na-
armoniosa entre los individuos destinada a la realización activa de sus cional y se desarrolla la cultura nacional. Este hecho tiene una impor-
nuevas tendencias no pueden surgir de la nada; es necesario recurrir a las tancia particular en el caso de Polonia, donde durante codo un siglo la
actitudes en las que se basa la unidad de la antigua comunidad. Aunque vida nacional hubo de preservarse mediante la cooperación voluntaria, no
ya no son suficientes para organizar socialmente los nuevos intereses, se sólo sin la ayuda del Estado, sino incluso en contra de él, y donde ac-
pueden modificar con influencias adecuadas y hacerlas más generales y tualmente se está usando el mismo método de cooperación voluntaria
conscientes para que se adapten mejor a las nuevas condiciones. En otras para reconstruir un sistema de Estado nacional. La importancia de este
palabras, el principio de la comunidad debe modificarse y extenderse para experimento histórico para la sociología es evidente, porque contribuye
que se adecue a la totalidad de elementos con los que el grupo primario más que nada a la solución del problema más esencial de los tiempos mo-
campesino está o estará pronto en contacto, al conjunto de la clase cam- dernos: cómo pasar del tipo de organización nacional en el que se exigen
pesina o incluso a coda la nación. Y así nace una comunidad más amplia, los servicios públicos y se impone el orden público por medio de la co-
se crea el instrumento con el que se forma su opinión y se promueve su erción, a un tipo diferente, en el que no sólo una pequeña minoría, sino
solidaridad mediante la prensa. también la mayoría, ahora culturalmente pasiva, contribuye voluntaria-
mente al orden social y al progreso cultural.
El sistema social que se desarrolla de forma natural sobre esta base tiende
a reconciliar, modificándolos, dos principios originalmente contradicto- Así, nuestro estudio de la reconstrucción social incluye los cinco proble-
rios: la absorción tradicional del individuo por parte del grupo y la nue- mas siguientes: 1) el liderazgo, 2) la educación de los campesinos, 3) la
va aucoafirmación del individuo frente o con independencia del grupo. comunidad y la prensa, 4) las organizaciones cooperativas, y 5) el papel
Tras varios intentos, el método que se demuestra más eficiente para aco- de la clase campesina en la nación.

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William l. Thomas y Florian Znaniecki El campesino po'4co en Europay en Ammca

2.2 El liderazgo grandes líderes se desmorone algunas veces cuando dejan de ser líderes;
llevan la reconstrucción social más allá del punto donde debía haber
Es claro que la clase campesina constituye un terreno muy favorable sido acatada por líderes menores surgidos de las masas. Por el contrario, la
para el desarrollo del liderazgo basado en el prestigio en la medida en reconstrucción social realizada por muchos líderes con relativamente
que las comunidades campesinas preservan su carácter de grupo prima- poco prestigio es más lenta, pero tiene un progreso ininterrumpido.
rio cuyos miembros son utilizados para pensar en términos sociales y cu-
yas ideas y apreciaciones dependen de la opinión pública. He aquí una
circunstancia muy propicia para la reconstrucción social, porque per- 2.3 La educación
mite a los líderes llevar a efecto, en virtud de su prestigio, planes cons-
Cuando la revolución de 1863 fracasó en su objetivo de dar la libertad
tructivos cuya importancia objetiva apenas es comprendida adecuada-
política a Polonia, empezó a considerarse la «ilustración popular» como
mente por sus desprevenidos seguidores. De hecho, como la preparación
uno de los problemas nacionales más vitales. Se revisaron, modificaron y
de una nueva organización social requiere organización social y las ma-
desarrollaron las ideas del siglo XVIII. No sólo había que hacer del cam-
sas aprenden a comprender los nuevos ideales e instituciones sociales
pesino un «hombre pensante» y miembro políticamente consciente de la
sólo en el transcurso de su realización gradual, el proceso de la recons-
nación polaca, había también que enseñarle cómo mejorar su condición
trucción social no podría iniciarse si los seguidores de los líderes tuvie-
económica y prepararle para la cooperación social. Debido a las peculia-
ran que comprender y apreciar, antes de pasar a la acción, las sugeren-
res condiciones de la vida nacional en Polonia que habían dificultado su
cias de éstos basándose en sus méritos; el prestigio de los líderes, en
desarrollo cultural, la educación popular asumió un papel que raramente
cierta fase de la evolución social, proporciona a las formas sociales nue-
había tenido en cualquier otro lugar: se convirtió en un instrumento
vas y aún no desarrolladas esa fuerza motivadora sin la cual no podría
universal para la reconstrucción social.
vencerse la inercia de las masas.
Pero con la individualización progresiva, el desarrollo intelectual y la ca- El único método de propagar una educación que se pudiera utilizar siem-
pacidad crítica de los campesinos, el liderazgo basado en el prestigio pre sanamente era el de la instrucción individual o el fomento individual
pasa gradualmente a ser un liderazgo basado en la eficiencia, en el que un de la autoeducación. La organización social formal para lograr la instruc-
individuo asume el papel de líder porque es considerado, tras la reflexión ción pública sólo se pudo realizar en Galirzia. En Kongresowka cada co-
o un examen práctico, más eficiente que los demás por sus propios mé- muna particular podía establecer escuelas primarias bajo control guberna-
ritos. Esta evolución ocurre naturalmente antes en aquellos campos en los mental, pero no se permitió la creación de sociedades educativas; se fundó
que la opinión del campesino depende menos de la tradición y la opinión una en 1905, pero el gobierno la disolvió al año siguiente. Así, el problema
pública, en los que es más capaz de definir racionalmente situaciones des- era crear una organización social formal captando en cada comunidad un
de el punto de vista de la adaptación adecuada de los medios a un fin, en puñado de individuos dispuestos a ser instruidos y a contribuir a instruir a
lugar de definirlas desde el punto de visea de su concordancia con las re- otros, y que constituyeran de este modo el centro local desde el que se pro-
glas tradicionales. Así, vemos que el liderazgo basado en la eficiencia se pagara la educación por toda la comunidad. El éxito de esta empresa de-
desarrolla mucho más deprisa en la cooperación económica que en la pendía del desarrollo de actitudes sociales entre los campesinos que fo-
educación o en la política. Es también evidente que cuanto menos pres- mentaran el deseo de aprender y enseñar de todos los individuos, una
tigio tiene un líder, más fácilmente se aplican los criterios de la eficiencia cuestión no siempre fácil teniendo en cuenta el arraigado conservadurismo
a las actividades que sugiere. Esto explica el hecho de que la obra de lo! del campesino.

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William l. Thomas y Florian Znaniecki El campesino polaco en Europay en América

[El significado de las actitudes del campesino hacia la educación en la re- en Varsovia hay una Gazeta que cualquiera, incluso los no instruidos,
organización social lo indican las siguientes cartas.] puede leer?». Y el hombre me dijo: «¡Mira este engreído!, ¡quiere un pe-
Esto que envío es una breve remembranza de mi juventud. No se trata de riódico!» Y le dijo a mi padre: «Compadre, ¿sabes que tu hijo llegará a ser
una avenrura interesante, pero pienso que podrá interesar al lector como un auténtico caballero?, dice que va a suscribirse a un periódico», «[a, ja»,
prueba de que si uno desea de manera urgente y perseverante algo, al fi- dijo mi padre, «¿y de dónde va a sacar el dinero?».
nal termina lográndolo, al menos en parte. Soy hijo de agricultor. Hasta
Algún tiempo después mi padre me cambió la tarea de llevar a pastar a los
los 1 O afios de edad no aprendí el alfabeto o, más exactamente, sólo co-
gansos por la de vigilar el ganado. Una vez otro pastor me dijo que en Su-
nocía la letra B. Mi padre no me envió a la escuela. Solía repetir siempre:
chedniów, no lejos de nuestro pueblo, había un vigilante de trenes que se
«Nosotros hemos llegado a viejos sin saber leer ni escribir y seguimos vi-
llamaba Korzec y recibía la Gazeta. Inmediatamente dejé a otro al cui-
viendo. Por eso vosotros, hijos míos, también viviréis sin conocimiento».
dado del ganado y corrí a ver a Korzec. Cuando llegué me preguntó:
Nada me convenía más. En invierno me dedicaba al trineo con los chicos
«¿Qué quieres, chaval?». «Vengo a ver la Gazeta a la que parece que usted
y en verano llevaba los gansos a pastar.
está suscrito». Me enseñó la Gazeta Suuateczna: Empecé a leerla y me gus-
U na vez mi madre me llevó a la iglesia. Miré a mi derecha; un chico me- tó mucho. Bien, pero ¿de dónde voy a sacar el dinero?
nor que yo estaba leyendo en un libro de oraciones. Miré a mi izquierda;
Empecé a fabricar escobas y a venderlas a tres grosz cada una; trencé láti-
otro, igual que el de la derecha, tenía un libro, y me encontré entre los
gos y, de este modo, entre la primavera y el Día de San Juan ahorré 2
dos como un simplón. Fui a casa y le dije a mi padre que quería aprender
de un libro. Mi padre me espetó: «¿Y quién pelará las patatas en invierno
zlotys. Pero no era suficiente. ¿De dónde podía sacar más dinero? Era di-
fícil alejarme del ganado para ganar algo más. Una va. estaba pastorean-
y llevará los gansos a pastar en verano?». Lloré entonces porque me sentí
avergonzado de ser mayor y no saber leer. do el ganado cerca de una colonia en el bosque. Unos extraños se acer-
caron a mí y me dijeron: «Chico, ¿sabes leer? Si sabes, te voy a dar un
En una ocasión, cuando estaba pelando patatas, me escapé de mi padre y
libro con historias interesantes». Le respondí que sí sabía y que le agra-
fui a ver a un viejo que no sólo sabía leer, sino también escribir bien. Le decía el libro, pero al mismo tiempo le pedí tímidamente un poco de di-
pedí que me enseñara algunas [letras] de un texto elemental, y no se negó.
nero. «Eres un pícaro», me dijo el extranjero, <<¿para qué necesitas dine-
Volví a casa pensando: «¡Esto está mal! Padre probablemente me va a dar
ro?» Le dije que para la Gazeta. Pero me contestó: «¿No será para
una paliza». Y así fue. Padre me propinó algunos golpes y me dijo: «Niño
cigarrillos?». «No», le dije llorando, «ya tengo 2 zlotysy necesito 15 grosz
engreído, ¿acaso no sabes que, como dicen los viejos, los que aprenden a
más para tener dos zlotys y medio, y el carpintero dice que el contribuirá
escribir se condenan al infierno?». Pero yo me escabullía cada va. con más
otro poco para suscribirme un trimestre ... Juré en mi primera confesión
frecuencia para aprender. El siguiente invierno el padre no me lo prohi-
que no bebería ni whisky ni fumaría cigarrillos hasta cumplir los veintiún
bió, y lentamente aprendí a leer y a escribir.
años». Entonces, ese hombre no sólo me dio 15 grosz, sino 3 zlotys y el li-
Con doce afios ya había leído varios libros, pero sólo fábulas, porque en bro [diciendo]: «Con esto tendrás suficiente para suscribirte a la Gazeta
aquellos tiempos en el pueblo sólo podías encontrar libros como Ali todo un trimestre». Es difícil describir cuánta fue mi alegría. Inmediata-
Babá, Sobotnia Gára; etc. Una va. encontré un viejo almanaque en la ca- mente pedí a un chico que escribiera al editor de la Gazeta y el domingo
lle. Lo miré y en la última página leí que existía en Varsovia una Gazeta siguiente ya la tenía en casa. En cuanto la vieron en el pueblo, empe:z.aron
Sioiateczna que la gente recibía por correo codos los domingos previa sus- a comentar el hecho y que sólo los caballeros debían leerla, porque su lec-
cripción. Luego le dije a un vecino, no joven por cierto: «¿Sabe usted que tura llevaba bastante tiempo. Pero no les escuché y la leía con gran placer.

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William l. Thomas y Florian Znaniccki Elcampain« polac» en Europay m Amlrica

Llevo ocho afias suscrito a la Gazeta. Ya no me falta el dinero para ha- porque en su familia nadie sabía leer y ella creció como un ternero al
cerlo, porque en los últimos seis afias he trabajado de silvicultor y vivo en amor de la lumbre.
una granja de 15 morgs. Me he acostumbrado tanto a la Gazeta que Pasó un afio y llegó el momento de suscribirse a la Gazeta, y a mi mujer
cuando llega el domingo cojo la revista en una mano y la cuchara en la no se le podía decir «ni papa» de esto, pero el vecino, que había estado le-
otra. La gente dice que leer la Gazeta lleva mucho tiempo. Pero en día yendo mi revista un afio, me dijo: «Mira, yo pago este afio y la leemos los
festivo hay tiempo suficiente para rezar y leer. .. Y creo que un campesino dos». Y, bueno, así ocurrió.
que vive en el campo necesita la Gazeta más que uno que ha asistido a la Cuando cogía la Gazeta y empezaba a leerla, mi mujer siempre hablaba
escuela. Es indudable que podemos aprender de la Gazeta. Es cierto que con alguien lo más alto que podía o me preguntaba algo para importu-
hay otros periódicos que no están escritos para todo el mundo, quepa- narme todo lo que podía. Mis amigos venían a verme para enterarse de
recen escritos en una lengua extranjera [con palabras culeas]. Sin embar- las noticias de la Gazeta. Cuando me preguntaban, solía contestarles: «No
go, la revista de la que estoy hablando es para codos, la puede comprender sé, la he leído tan rápido que no me he quedado con mucho en la me-
hasta un hombre simple e inculto ... Yo suelo decir: «Si fuese necesario co- moria, y tenía que dejar de leerla. Pero pregunta a mi mujer. Ella te pue-
mer sólo una vez al día, yo lo haría y no dejaría de suscribirme a la Ga- de contar más porque es sigilosa, se da cuenta de todo y se acuerda de
zeta hasta el final de mis días». codo muy bien».
En conclusión, que Dios premie al sacerdote Wozniakowesk.i por ha- AJ principio me llevé muchas reprimendas de mi mujer, pero como no se
berme prohibido fumar cigarrillos. Nunca dejé que se me fuese el dinero atrevía a regañarme en presencia de los invitados, se callaba y ruborizaba de
en fumar. Por eso puedo suscribirme a la Gazeta. Que Dios también rabia y se marchaba de casa. Poco a poco empezó a guardar silencio mien-
premie a Marcin Korzec por haberme mostrado el camino hacia la tras leía para que yo pudiera recordar algo y decirlo cuando se me pre-
Gazeta. guntaba. Todo empezó a mejorar para mí porque mi mujer dejó de rega-
( Gazeta Sioiateczna; 1898, 31) ñarme. Empecé a leerle algunas historias divertidas o algunas aventuras que
describía la Gazeta y muchas veces incluso se reía de verdad. Luego le leía
Mi mujer no se quedó a la zaga de las mujeres de Anconi y Jan ... He es- las Vidas de los Santos y se le saleaban las lágrimas y lloraba mucho. Y me
tado mucho tiempo sin leer la Gazeta; la primera vez que cayó en mis alegré de que se aclarara su menee y empezara a respetar los libros.
manos fue en 1895. Entonces me resultaba más fácil, porque mi mujer En el otoño de 1897 me trasladé del campo a la ciudad. Compré una casa
no comprendía lo que significaba esa revista para mí. Pero cuando veía con jardín, pero el dueño anterior lo había dejado todo devastado. Tuve
unos papeles de los que, según ella, no podía sacarse beneficio alguno, que preparar todo a mi gusto y estaba continuamente afilando mis he-
empezaba a echarme la bronca. Y siempre que esto ocurría me tocaba tra- rramientas y cambiando todo lo que podía. Pero necesitaba volver a tener
gar. Me profería insultos y burlas: «[Se te va a romper el cuello, ce vas a la revista para completar mis conocimientos de agricultura. Pedí a mi mu-
quedar ciego, condenado lector de periódicos! Fija sus ojos [en la re- jer permiso [para suscribirme a la revista]. Y mi mujer me contestó:
vista] y parece un cuervo sobre un hueso raído », «Bueno, si quieres, sí. En lugar de irte a la ciudad a perder el tiempo, es-
En codo momento oía estos rumores y murmullos. Pero los aguanté co- tarás en casa leyendo. Además, en ella escriben cómo preparar el terreno
dos. No me enfadaba, sólo me reía de las tonterías que decía. Y cuando para cultivar hortalizas y así podremos arreglárnoslas aquí y en cualquier
hablaba demasiado, me quitaba de su visea y me apiadaba de su falta de parte». Y me permitió suscribirme a la revista durante 1898, pero a con-
sentido común. Pero no puedes pedirle peras al olmo. No me sorprendía, dición de que no fumara cigarrillos. Y estuve de acuerdo ...

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Wtlliam l. Thomas y Florian Znaniccki El campainopolaco en Europay en Ambica

Cuando recibía la Gazeta leía todas las noticias y le decía a mi mujer qué Siempre pendiente de mis hijos, no tenía ni un solo momento de tran-
hacer, cómo y cuándo hacerlo [todo] y empezamos a trabajar. Plantarnos quilidad. Al final Dios se apiadó de nosotras, madres desgraciadas, e
grosellas, frambuesas, arbustos para injertar; en el jardín hicimos surcos, hizo que una buena gente, dispuesta a ayudar a sus congéneres, conside-
abonamos y removimos la cierra y planeamos hortalizas. Y el sacerdote me rara la idea de abrir una escuela infantil en Pilica. Y así se hizo. Llevé a
dio algunas semillas de flores ... Mi mujer se reía cuando oía que la gente dos de mis hijos al parvulario. Estaban allí casi todo el día. Allí apren-
nos tomaba por jardineros y se alegraba porque apreciaban nuestro tra- dieron a hacer manualidades y a recitar pequefias poesías. Y lo que es más
bajo. Y todo esto se lo debemos a la Gazeta Swiateczna. Empezó a apren- importante aún, les ensefiaron religión y a respetar a los mayores y ser
der a leer y ahora no lee mal. Nuestra hija de cinco afios está empezando educados. Llevan un afio y medio yendo a la escuela y todos los que les
a descifrar la cartilla porque su madre la obliga, porque no quiere que sea conocen les admiran y dicen: «¡Qué niños tan amables y educados! ¡Son
ignorante como ella hasta ahora. Y no sólo no me prohibe gastar dinero como ángeles!». Y hay razones para alabarles. Cuando se encuentran con
en la Gazeta; sino que me permite comprar libros, sólo si son útiles. alguien a quien conocen, le saludan, las chicas doblan un poco su rodilla
¡Dios me permite que lea en silencio! Siempre que leo la casa debe estar derecha y los chicos se quitan la gorra.
en silencio, y ella se ocupa de todo ... Durante el largo invierno los niños venían a mi casa (los que asistían a la
Por eso, que los lectores se comporten con amabilidad con sus esposas, escuela) y los vecinos también. Los niños nos entretenían toda la tarde.
igual que yo; que les dejen leer la Gazeta minuciosa e inteligentemen- Uno de ellos nos leía, otro recitaba versos, otro nos enseñaba sus trabajos
te, y que les muestren con ejemplos los beneficios que se obtienen de manuales, otro cantaba, etc. A las nueve en punto se marchaban todos
su lectura. Que las mujeres se percaten de todo lo bueno que se puede muy felices y contentos. Ese afio, el día de mi santo, los niños vinieron a
hacer con lo que describe y aconseja esa buena gente ... Pero si lee usted felicitarme. ¡Qué agradable fue oír a mi hija recitar! ¡Cómo me gustó el
la revista sólo por leerla o si después de leerla la tira a una esquina; si la regalo de los nifios!. ..
lee sólo para divertirse, o si se suscribe usted a la Gazeta sólo para pre- Los maestros de la escuela eligieron a los niños que tenían mejor voz de
sumir delante de sus vecinos, y si después de leerla no se le queda los que asistían a la escuela; entre los elegidos estaban mis hijos, y les en-
nada en la memoria ... , entonces, ¿por qué se asombra de que su mujer señaron varias canciones religiosas. Y ahora cantan en el coro de la iglesia
le regañe? parroquial de Pilica. Al principio se oía a un puñado de voces masculinas
(Carta enviada a Gazeta Swiateczna, publicada, pero sin referencias) cantar desafinada e ininteligiblemente, pero ahora es agradable escu-
charlos en nuestra iglesia. Justo después nos representaron la [obra] de los
Tres Reyes fase/ka,y en ella participaron también nuestros hijos. Los jó-
Soy una mujer de campo ... Tengo tres niños pequefios que necesitan
venes actores y actrices representaron sus papeles muy bien. El público los
continuamente mis cuidados. Antes de que abrieran la escuela primaria
recompensó con largos aplausos y elogios.
tuve muchas dificultades con estos niños y no podía hacerme con ellos.
Estaban siempre corriendo por las calles con otros niños y no hacían caso Nosotras, las madres, estamos sorprendidas de que los maestros de la es-
de mis llamadas y amenazas: eran descarados, obstinados y desobedientes. cuela hayan conseguido hacer que niños obstinados e ineducados se con-
Una vez, aunque les había ordenado lo contrario, se marcharon a la calle viertan en esos niños educados y obedientes. Sabemos que les ha debido
y un rato después llegó a mis oídos un grito de mis hijos. La causa era que de costar mucho, mucho trabajo y dedicación; por eso, siempre que re-
un agricultor había atropellado a uno de mis hijos. Gracias a Dios To- zamos a Dios le rogamos que les conceda su gracia.
dopoderoso, el niño no tenía heridas graves. (Carta a Ziemianka, no publicada)

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William l. Thomas y Florian Znaniccki
El um¡mino polaco en Europay en Ammca

¿Qué podemos hacer para mejorar el futuro de nuestra nación? diferentes países, etc. Si se desea que los jóvenes consideren el mundo de
forma inteligente, debemos remangarnos y ponernos a trabajar; si no, ten-
Bueno, yo, tu compadre campesino, te doy este consejo. Lo mejor que se
dremos salvajes en lugar de ciudadanos ordenados.
puede hacer es abrir parvularios en los pueblos. Por lo siguiente: lo que
Jas no aprenda de pequeño, no lo aprenderá de mayor. Y además, los ni- Sería muy útil que se formase en los pueblos un equipo de bomberos y
ños pequeños están siempre sin hacer nada, holgazanean y aprenden ma- una orquesta de jóvenes voluntarios y clubes populares y bibliotecas en
ñas de perro [malas]. Nuestras madres campesinas suelen ser ignorantes los que participen los jóvenes. Una sana diversión sería que los chicos y
y tienen que ocuparse del mantenimiento de la casa. Pero un maestro de chicas representaran obras de teatro y estaría bien ensefíarlos a declamar.
escuela se dedica y se ocupa de dar una educación adecuada a los niños Esto se puede hacer rápidamente, pero no es suficiente. Hay que enviar a
desde su tierna infancia. Pero para conseguirlo hay que evitar que los ni- los chicos y las chicas a escuelas de agricultura, y los que no puedan
ños vayan a cuidar al ganado y enviarlos al parvulario canto en verano asistir, que realicen al menos cursillos de agricultura.
como en invierto. Un pueblo grande o dos pequeños que estén próximos Queridos hermanos, pongámonos a trabajar de verdad. No seamos como
pueden establecer un parvulario. Un maestro cuesta en el campo de 15 a el padre o la madre que dice: «¿Por qué tengo que mandar a mi hijo a la
20 rublos mensuales más el alojamiento. escuela, si ya sabe hasta arar?». No dejemos que nadie diga: «Nuestros
Deben establecerse también escuelas para los jóvenes en los pueblos, abuelos y bisabuelos trabajaron la tierra sin aprenden). Sí, pero a nuestros
buenas escuelas dirigidas por maestros cultos y morales. ¿Qué le parece a abuelos y bisabuelos una granja les costaba 5.000 zlotys [400 dólares] y
usted que es más necesario en un pueblo, un parvulario y una escuela pri- hoy día la misma granja le cuesta a usted 5.000 o 6.000 rublos; a sus
maria o una cervecería? abuelos y bisabuelos les costó 500 zlotys construir una casa; a sus abuelos
y bisabuelos los zapatos les costaban 8 zÚJtys y ahora a usted le cuestan 8
Hemos hablado de los niños, pero no debemos olvidar a los jóvenes. Si
rublos. ¿Qué importa entonces lo que hicieron sus abuelos y bisabuelos?
está dispuesto a ello, un hombre del pueblo puede conducir a La juventud
Es mejor desearles el descanso eterno o rezarles un Ave Maria que recor-
por el buen camino. Primero debe ganarse la confianza de todos los chi-
cos que pueda, dos, tres o, si puede, diez, y organizar un círculo social de
dar continuamente sus hazañas. Los tiempos han cambiado y los hombres
cambian, el modo de trabajar la tierra mejora y debemos cambiar nuestro
jóvenes. Esto influirá en los demás y se ganará cada vez más la confianza
viejo sistema de trabajar la tierra. Debemos seguir los pasos de países más
de otros chicos del pueblo o incluso de chicos de otros pueblos. Los
ilustrados si queremos contar en el mundo.
obstinados también se adherirán al círculo si ven que la gran mayoría de
la juventud del pueblo pertenece a él. Entre las chicas también pueden or- (Carta a Gazeta Swiateczna, no publicada)
ganizarse estos círculos sociales.
Los agricultores que saben tocar instrumentos harían bien en conseguir Las diversas actitudes de los campesinos hacia la educación tienen un in-
que los jóvenes vayan a sus casas las tardes de invierno a escuchar música terés sociológico incomparable, porque se encuentran en todas las so-
y a bailar moderada y decentemente, porque es sabido que a los jóvenes ciedades y en todas las fases de la evolución cultural. Y estas actitudes
les gusta mucho el baile y la música. Pero sólo deben tocar canciones fes- fundamentales son exactamente las mismas por muy grande que sea la
tivas, religiosas y morales, canciones populares y nacionales, krakowiaks, diferencia cultural entre el cuerpo legislativo de un Estado moderno, que
mazurcas, kujawiaksy polcas. Éstas se deben alternar con discusiones so- ignora o tiene en cuenta el problema de la financiación de la investiga-
bre los perjuicios de la bebida, los hábitos sanos, el poder de la cultura, ción científica, y un pueblo de campesinos, que acepta o se niega a sus-
nuestra historia nacional, Las diversiones, y las asociaciones organizadas en cribirse a los periódicos populares; entre un hombre de negocios rico que

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Wuliam l. Thomas y Florian Znanicclci El campninopolaco en Europay en América

desprecia el trabajo intelectual que no produce resultados prácticos in- teca» a menos que se haya hecho parcialmente independiente de la opi-
mediatos, y una mujer campesina que regaña a su marido por leer y mal- nión social. E incluso sin presión social, el aprendizaje apenas contiene
gastar el tiempo; entre un científico que sigue su camino a pesar de to- atractivos suficientes frente a las actitudes tradicionales que justifiquen a
parse con obstáculos materiales e indiferencia social u hostilidad ante sus ojos el esfuerzo necesario para adquirirlo. Satisface su curiosidad
algún gran descubrimiento, y un chico campesino que lucha contra la normal mediante los canales tradicionales de las relaciones personales con
pobreza y la oposición de su medio social para conseguir un mínimo de los portadores de información o «los hombres sabios», a cuya información
instrucción; entre los miembros de la junta de gobierno de una univer- él puede aplicar sus viejos y conocidos criterios y a quienes está dispues-
sidad que temen el efecto destructivo de la ciencia en la moral pública, y to a creer más que a los libros y periódicos, que requieren criterios des-
un viejo campesino que proclama que saber leer y escribir conduce al in- conocidos para él. No ve cómo aplicar el conocimiento a las cuestiones
fierno. prácticas que le interesan porque, en la mayoría de los casos, esta aplica-
ción implica un cambio radical de sus métodos tradicionales para el que
Lo que probablemente mejor puede explicar el recelo con el que un gru-
no está preparado. En general, mientras esté satisfecho con el viejo tipo de
po de campesinos conservadores suele recibir la aparición de intereses in-
vida, no le atraerán los nuevos valores intelectuales.
telectuales en alguno de sus miembros es su aversión a cualquier forma de
individualización. Un hombre que lee en una comunidad que no lee tie- El desarrollo de los intereses intelectuales está estrechamente relaciona-
ne intereses que la comunidad no comparte, ideas que difieren de las de do con la interrupción del aislamiento de la comunidad campesina y la
los demás e información que los demás no pueden obtener; en cierta me- consecuente desorganización del viejo sistema. El aumento de contactos
dida, se aísla de su entorno y vive en parte en una esfera inaccesible para con el mundo exterior desarrolla en los individuos un deseo de nuevas
los demás y, lo peor de todo, extraña y desconocida para los demás; en experiencias; el periódico o el libro son bienvenidos como sustitutos
ciertos aspectos, escapa al control social. La situación se agrava por el he- parciales de nuevas experiencias reales cuando éstas están limitadas por las
cho de que aprender siempre se ha asociado con otras clases sociales. Qui- circunstancias, así como un medio por el que el individuo puede entrar al
zás persiste también cierto remanente de La actitud medieval que cree que menos indirectamente en contacto con hombres y con posibilidades
el mundo de los libros tenía conexiones mágicas, divinas o diabólicas; así, más allá del estrecho círculo de la vida en su grupo primario. Ambos mo-
leer un libro de oraciones en la iglesia recibe mucho reconocimiento in- tivos son particularmente fuertes entre la gente joven, donde vemos que
cluso en las comunidades que más aversión sienten por la educación. se reafirma la tendencia a la educación sin necesidad de fomentarla ex-
Cuando los intereses intelectuales dejan de ser una excepción y empieza a plícitamente o incluso frente a influencias desalentadoras. Y esa misma
compartirlos una parte apreciable de la comunidad, el sentimiento de ra- quiebra del aislamiento que suscita el deseo de nuevas experiencias en el
reza desaparece. Pero la parte conservadora del grupo suele seguir rece- individuo debilita también la oposición del grupo a los intereses intelec-
lando de la difusión de la instrucción, porque les parece que implica tuales de sus miembros; en el capítulo anterior [que se ha omitido] he-
posibilidades indefinidas de cambio, amenaza con la disolución parcial o mos visto cómo aumenta la esfera de privacidad permitida al individuo
total del sistema tradicional y suscita oposición desde el punto de vista del cuando el grupo ya no es capaz de alcanzar todos sus intereses comunes y
deseo de seguridad. de lograr una identidad en sus actitudes.

Así, no es de extrañar la dificultad que implica que un miembro normal Pero la aparición espontánea de intereses intelectuales en los individuos y
de una comunidad campesina conservadora, que sabe cómo va a reac- la reducción de la tendencia a reprimirlos en el grupo no bastaron para
cionar su entorno, se haga un «hombre de libros» o un «ratón de biblio- propagar la educación popular en las peculiares condiciones políticas de

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Wúliam l. Thomas y Florian Znanicclú El campesino polaco en Europa y en América

Polonia. Fue indispensable desarrollar una apreciación positiva de los va- no sólo a los individuos, sino también a las comunidades primarias; en se-
lores intelectuales en las comunidades campesinas para que la opinión so- gundo lugar, desarrollar en los individuos la conciencia de la obligación
cial fomentara este cipo de esfuerzos individuales. Esto se llevó a cabo de moral de contribuir al progreso material e intelectual de esca comunidad
dos formas: dando al desarrollo intelectual un significado moral y enfa- más amplia a la que pertenecían, al margen de cualquier reciprocidad es-
tizando la aplicabilidad práctica del conocimiento en conexión con el perada o real de servicios.
avance económico. [Descripción típica de un grupo primario escrita con el único propósito
de atraer hacia sí la atención de la comunidad extensa; de hacer de in-
mediato al primero parte de la segunda:]
2.4 La comunidad extensa y el papel de la prensa
Nuestro pueblo ... es pequeño y en modo alguno es peculiar; sin embargo,
La tarea de los líderes campesinos polacos fue tan interesante como difí- es una pequeña parcela de nuestro país donde viven 16 familias campe-
cil. Tuvieron que reproducir en unas condiciones totalmente diferentes el sinas, por eso merece que la gente lo conozca. .. Como en todas partes, en-
proceso social fundamental por medio del que se habían construido los tre nosotros se encuentra el bien y el mal, gente bienintencionada y gen-
Estados y crear un nuevo grupo secundario a parcir de una pluralidad de te mala. Pero, en general, los habitantes de Szklana son trabajadores,
grupos primarios. El principal instrumento que había servido siempre discretos y honestos. A pesar de ello, aquí la gente se queja más de su mi-
para llevar a cabo este propósito, el poder militar, no se podía utilizar en seria que en otros pueblos. Ello se debe a que aquí los campesinos com-
este caso. Tampoco existía ningún cipo de unión política libre entre las pran demasiada cierra, más de la que pueden permitirse ... Los habitantes
comunas campesinas, porque la intención de los gobiernos divisivos era de Szklana no malgastan el dinero en vestir. Llevan muchos años el mis-
destruir la cohesión política de la sociedad polaca; la comuna campesina mo abrigo blanco «cracoviano». El corazón se alegra cuando vemos a todo
estaba políticamente aislada de otras comunas y sólo tenía contacto con un señor vestido con una camisa blanca, pantalones y chaleco negros, un
las autoridades rusas. La religión y la organización de la Iglesia podría ha- sombrero negro y un abrigo blanco.
ber sido, en efecto, un medio poderoso para unificar los grupos primarios Aquí casi todo el mundo sabe leer, al menos las palabras impresas, y por
campesinos; pero no se pudo recurrir a ella debido a la negativa de las au- eso la educación se propaga rápidamente. En lugar de jugar a las cartas o
toridades de la Iglesia católica a dejar que el clero polaco participara en lu- pasar el tiempo en charlas indecentes y vanas, frecuentes hasta hace pocos
chas sociales y nacionales, al recelo con que contemplaban los gobiernos años, hoy prevalece la lectura de la Gazeta Swiateczna. En nuestro pe-
prusiano y ruso las actividades del clero polaco, y también debido al ca- queño pueblo disponemos de dos copias. Al principio, cuando se suscri-
rácter no democrático de la jerarquía eclesiástica. Así, el único instru- bió un habitante, era difícil convencer a alguien de que leyera o escucha-
mento con el se que podía construir un sistema de grupo secundario por ra... Si algo no he descrito con exactitud, por favor, que nadie se asombre,
encima de la organización de grupo primario era la prensa, y la única for- porque yo no soy escritor, sólo soy un campesino que vive bajo un tejado
ma que podía asumir este sistema de grupo secundario era la de una co- de paja y está más acostumbrado al arado que a la pluma.
munidad extensa, en la que la comunicación a través de la palabra impresa
( Gazeta Swiateczna, 1899, 25)
sustituyó al contacto personal directo, y la solidaridad moral abstracta, a
la solidaridad social concreta. Nunca hubo tantos lectores en Chocianowice como el domingo 15 de
El problema fue, así, en primer lugar, crear un opinión social a escala na- septiembre. La noticia de que nuestro pueblo se describía en la Gazeta
cional, estandarizada por los líderes, y someter al control de esta opinión Swiateczna bajo el título «Crecer o beber» se propagó por el lugar como el

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William l. Thomas y Florian Znaniccki El campesino polaco en Europa J en Améric«

rayo. Casi todo el mundo, viejos y jóvenes, lo supo ese domingo y se co- [La próxima carta indica lo indispensable que es para el autocontrol in-
rrió la voz de que alguien había escrito en la Gazeta sobre Chocianowice. dividual el respaldo de la comunidad, pero también que la comunidad ex-
La gente honesta elogió al hombre que había escrito en la revista y co- tensa puede sustituirse por el grupo primario:]
mentó que lo había hecho muy bien; otros insultaron y prometieron ven- En 1887 leí en la Gazeta un bonito y útil artículo titulado «Fumar o no
garse del que lo había escrito. Pero los que más se movilizaron fueron los fumar». Lo leí atentamente y coincidí en que era cierto. Y yo era un fu-
que vendían veneno. Un tendero se lo tomó tan a pecho que decidió de- mador habitual, fumaba tres octavos de libra de machorka a la semana:
jar de vender whisky, y ya no lo vende; cuando alguien va a comprarle ve- esta verdad me hizo reflexionar seriamente. Me pregunté qué hacer.
neno, este hombre les dice: «Si me van a describir en la Gazeta, dejo de «No fumes», me gritaba la razón. Pero ¿cómo erradicar el maldito
venderlo». Y codos salían de la tienda con la botella vacía y el bolsillo lle- hábito?
no e insultando no al hombre que no les había vendido el vodka, sino a
Intenté persuadir a mis vecinos para que dejaran de fumar: les leí lo que
quien escribió en la Gazeta. Ese vendedor hizo bien, pero sólo consiguió
había escrito la gente buena y sabia. Mis vecinos me dijeron que no po-
que la gente que quería vodka volviera a él y le rogara [que se la vendiera].
dían dejar de fumar, porque «estaban muy habituados y las desventajas de
Entonces la gente empezó a calcular quién había podido ser el que había fumar no eran tan grandes, porque los que no fumaban no estaban más
escrito esa carta a la Gazeta, y decidieron que cuando lo descubrieran no sanos». Algunos incluso me contaban el siguiente cuento: un fumador
lo perdonarían. Bueno, después de muchas dificultades, lo descubrieron: dejó de fumar y ahorró los peniques que se hubiera gastado en fumar has-
«[El escritor] ruvo que ser ese que lleva mucho tiempo leyendo la Gazeta ta llegar a nueve rublos. Con ese dinero compró un cerdo y le alimentó
y no bebe vodka, y no hay nadie más en el pueblo [como él]». No lleva- con el grano que tenía. Luego el cerdo se murió y el hombre padeció
ron a cabo su amenaza, quizás debido a que [el tendero] les convenció de hambre.
su decisión, como Judas. Se justificó diciendo que él se gana así el pan, y
Pero logré convencer al más culto de mis vecinos, F. Pr. Volvimos a leer
sus aliados le comprendieron.
el artículo de la Gazeta y a la de tres, «¡Una, dos y tres!», tiramos las pi-
Y les confieso a ustedes que han adivinado quién escribió [la carca]. Di- pas al suelo. Arrojamos al fuego nuestras bolsas de tabaco y prometimos
cen ustedes que no fumo cigarrillos ni bebo vodka, y es verdad, pero se intentar no volver a fumar en dos meses o, al menos, no volver a com-
lo debo a la Gazeta Swiateczna, porque me incitó a aprender. Ahora sé prar nada para fumar. Mantuvimos nuestra promesa, pero cuando pa-
cómo vivir, cómo amar a mis congéneres polacos y cómo desarraigar la saron los dos meses empezamos a comprar y a fumar. Y desde entonces
bebida. Además, dicen ustedes que yo les he difamado; son ustedes los he sido un enemigo del tabaco. Fumaba, pero sólo porque no podía
que se difaman. Quedó claro en la Gazeta que más de la mitad [de los aguantar la tentación. Iba con amigos: uno u otro me ofrecía cigarrillos
habitantes] son buenos y honestos. ¿Es culpa mía que no quieran uste- y era difícil renunciar a ellos. Pero en varias ocasiones estuve sin fumar
des pertenecer a este grupo de buenos y honestos agricultores? He lu- tres o cuatro meses, desde la primavera hasta el otoño ... Pero ninguno
chado contra mi enemigo y mi enemigo es la bebida. .. Con la bebida se de mis vecinos pudo seguir mi ejemplo y, como en invierno venían a
convierten ustedes en enemigos de nuestra patria. Por eso, si todavía casa a charlar dos veces por semana, yo, que les veía fumar, volvía a co-
sienten ustedes algo de amor por la madre patria, Polonia, se unirán a ger la pipa.
esos hombre honestos y gritarán: «¡Fuera de nuestro pueblo la bebida y
La primavera pasada, después de leer en la Gazeta opiniones de doctores
la jaranal»,
sobre los perjuicios de fumar, me lo tomé a pecho, se lo expliqué a los ve-
(Carta a Gazeta Stoiateczna, no publicada) cinos, y el 5 de abril dejé definitivamente de fumar. Delante de mis ve-

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Wtlliam l. Thomas y Florian Znaniccki El campesinopolaca en Europay en Ambica

cinos arrojé la pipa al fuego diciendo: «Has quemado y destruido mi sa- Otros se nos acercaron y me percaté de que mis juicios sobre ellos eran
lud. Ahora me coca a mí, amiga mía. ¡Quémate, desaparece, piérdete'» ... correctos porque son gente sensible, educada y agradable. Mi inten-
Dos de mis vecinos me prometieron dejar de fumar, pero siguen tenien- ción no era quedarme mucho tiempo en Palecznica, pero mis amigos
do dudas ... y parientes me vieron, y entre ellos estaba Mikolaj Laccyk. .. Al final,
Kaccyk me invitó a su casa. Szymczyk nos acompañó también. El
Nosotros, lectores de la Gazeta; aunque somos menos que los que no la
anfitrión nos ofreció todo lo que tenía. Entonces empezamos a hablar
leen, aunque estemos dispersos por todo el mundo y no nos conozcamos
y pasaron las horas, y ninguno de nosotros se aburría, porque hablá-
personalmente, nos podemos considerar sin ambages verdaderos herma-
bamos de cosas que interesan a todo el que tiene una mente despierta
nos, porque la Gazeta Swiateczna nos ha educado el espíritu y se ha
y no le cuesta pensar. Lo pasé muy bien en esa casa. Jamás hubiera
ocupado de nosotros. Escuchemos sus consejos, sus explicaciones y ex-
sospechado que a pocas millas del pueblo en que yo vivía tuviera co-
hortaciones con fe y confianza ciegas. Percatémonos de que llega a su fin
legas tan bien predispuestos.
el decimonoveno afio de vida de la Gazeta desde que empezó a educar-
nos, indicándonos donde está el bien y el mal; y nos vamos acercando a «Vecino», [me dijo el agricultor], «¿recuerdas cuando hace unos doce
ser mayoría y podemos decidir nosotros mismos nuestro destino y pre- afios me visitaste, como hoy, y me reprochaste que no hubiese plantado
guntarnos entre hermanos: «¿Fumar o no fumar?» ... ningún árbol frutal en mi bonito jardín? Y me acusaste de no haber
acondicionado las cierras yermas para obtener madera? Vayamos a ver
En modo alguno voy a describir mi vida sin tabaco, porque no quiero
ahora ese jardín y esa cierra yerma ... No sé todavía qué rendimiento sacaré
elogios; pero envío esta carta como ejemplo con el fin de incitar a mis
este afio del huerto. El afio pasado los árboles dieron menos frutos, pero
hermanos lectores a que hagan lo mismo ... Estaría bien que vecinos o in-
obtuve 60 rublos de la fruta» ... «Bueno, bueno», le dije, «no esperaba que
cluso lectores más distantes se dieran su palabra e hicieran la promesa de
supieras hacer ese cipo de cosas». Y me contestó: «Al principio seguí tus
no fumar. Esta asociación anima a dejarlo; en compañía todo el mundo
consejos y, luego, los de la Gazeta Sunateczna: En cuanto me dijiste que la
está más contento.
Gazeta me ayudaría a progresar y que me enseñaría cómo trabajar el
( Gazeta Swiateczna, 1899, 38: huerto, la arboleda y, en general, las tareas agrícolas, empecé a leerla in-
mediatamente. Y he aquí los beneficios que he obtenido». Comprendí
Llegué [a Palecznica] un día de fiesta y a tiempo para ir a misa. Y salí al
que me estaba muy agradecido por haberle animado a leer la revista. Yo,
mismo tiempo que los demás. Me paré frente a la iglesia, porque a un
por mi parte, le agradecí haber escuchado mis consejos y le deseé éxito en
hombre siempre le gusta observar a gente de diferentes localidades y
el trabajo. ¡Que Dios le bendiga!
adivinar, basándose en lo que ve, qué cipo de personas son y qué se debe
pensar de ellas. Yo conocía un poco a los habitantes de Palecznica, porque [Szymczyk también había hecho mejoras en su granja, pero había empe-
no era la primera vez que iba allí; hasta tengo algunos parientes en ese zado más carde y su éxito no era tan notorio como el de Laccyk.] ...
pueblo. Pero los domingos hay muchas personas de otros pueblos. En ge- Hay muchos agricultores como éstos en el pueblo, en el distrito y en la
neral, me gustaban mucho esas personas. La mayoría viste al modo cam- comunidad de Palecznica, y éste progreso se percibe más desde que en-
pesino, igual que sus padres y abuelos, sin cambiar nada o añadir nada in- traron en las casas la Gazeta y otros buenos libros.
necesario. Es agradable contemplar sus vestimentas.
(Gazeta Swiateczna, 1900, 52)
Vi a un agricultor que conocía, Szymczyk, un lector de la Gazeta
Sunateczna. Me acerqué a él. Nos saludamos y empezamos a charlar.

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William l. Thornas y Florian Znaniecki El campesino polaco en EuropaJ en América

Queridas hermanas, solemos leer en los periódicos populares el llama- maridos nos respetan y siguen nuestros consejos, o sencillamente ceden a
miento al trabajo social y al aprendizaje dirigido a nuestros hermanos. Es- nuestras demandas por el bien de la paz, aunque no todos.
tos llamamientos son, sin duda, muy justos. Sin embargo, cuando los lee- Así, ejercemos mucha influencia en las cuestiones sociales y privadas y por
mos sentimos cierta rabia e incluso celos. ¿Por qué llaman al trabajo y al eso es en buena medida culpa nuestra que las cosas nos vayan tan mal.
aprendizaje sólo a los hombres? Y nosotras, las mujeres, ¿tenemos derecho Pero, desafortunadamente, muchas mujeres no reconocen su culpa. So-
o debemos quedarnos en la oscuridad y en la inactividad social? ¡Nunca! lemos preocuparnos por los vestidos y los sombreros más que por las
Es el momento de que las mujeres despertemos espiritualmente. Por cuestiones nacionales y sociales, y esto está muy mal. Estamos perjudi-
eso, hermanas, hagamos llamamientos unas a otras a aprender y trabajar cando mucho a la sociedad sin saberlo. Pero esta inconsciencia no men-
para el renacimiento de la tierra ... Es una vergüenza que nosotras, las mu- gua nuestra culpa; al contrario, la agranda porque es consecuencia de la
jeres, nos mantengamos alejadas de ese trabajo y, ¡ay!, más vergüenza de- negligencia, de nuestra inactividad censurable y, me atrevo a decir, de una
bería darnos el disuadir a nuestros maridos de hacerlo. aversión a la ilustración y al progreso en general ...
¿De quién es la culpa de que en los pueblos y ciudades haya pocos parvula- (Zorza, 1914, 10)
rios y escuelas para niños? ¿Quiénes son los principales culpables de que
nuestras asociaciones de consumidores y tiendas polacas tengan poco éxito? La comunidad extensa, como se deduce de nuestros documentos, se basa
¿Quién tiene la culpa de que nuestros maridos lean poco y nuestros hijos evi- esencialmente en las mismas actitudes sociales que la comunidad prima-
ten la escuela? Lo voy a decir conscructivamente: Sólo nosotras, las mujeres. A ria: el deseo de reconocimiento y el deseo de respuesta. La diferencia prin-
nuestras mujeres no les preocupan los parvularios y las escuelas y muestran cipal reside en el mayor grado de intelectualización que escas actitudes de-
indiferencia por las asociaciones de consumidores. Nos enfadamos con nues- ben adquirir en la comunidad extensa. Mientras en el grupo primario el
tros maridos e hijos cuando gastan dinero en periódicos y libros y, con fre- individuo obtiene satisfacción de su instinto social mediante una reacción
cuencia, no mandamos a nuestros hijos a la escuela y los mantenemos en casa directa de personalidades concretas, en el grupo secundario debe estar sa-
alegando razones irrelevantes o para que hagan un trabajo que cualquiera po- tisfecho con una reacción indirecta de un público impersonal. Sin duda,
dría realizar. Si nuestro hijo o hija quiere ir a una escuela agrícola, le disua- no pasa sin recorrer fases intermedias de la psicología del grupo primario
dimos porque hay trabajo en casa y fingimos que no cenemos dinero ... a la del secundario. Por un lado, en la vida del grupo primario hay mu-
chas situaciones que le preparan para la fase del grupo secundario; por
Nuestro pueblo es infeliz, sombrío y débil y se encuentra en la miseria y
otro lado, en la vida del grupo secundario, por muy grande que sea la pre-
la humillación. Pero en buena medida podemos evitar nuestras desgracias,
valencia de las relaciones abstractas e indirectas sobre las relaciones di-
muchos podrían salir fácilmente de su dolorosa penuria. Porque la gran
rectas y concretas, éstas nunca desaparecen totalmente y prestan a todas
mayoría de nuestra tierra es fértil, hay mucha riqueza y mucho trabajo en
las actividades sociales parte de la vitalidad y el interés humano quepo-
nuestra tierra, pero es gente que ha nacido en el extranjero la que obtiene
seen en las comunidades primarias.
todos los beneficios y nosotros, hijos de Lech, hijos de esta tierra bañada
por la sangre de nuestros padres y abuelos, nos encontramos en la pobreza Incluso en el grupo primario el individuo suele tener que esperar el re-
y el abandono, y nos marchamos lejos de nuestra tierra, de nuestra que- conocimiento o una respuesta, que puede no llegar nunca si otros indi-
rida Polonia, para buscar pan y un salario. Nosotras, mujeres polacas, po- viduos no apoyan sus demandas. En algunas ocasiones, el campesino
dríamos remediarlo si supiéramos cómo hacerlo y lo hiciéramos. No de- pospone deliberadamente la satisfacción de sus deseos y no demanda
bemos alardear, sino reconocer por amor a la verdad, que nuestros inmediatamente el reconocimiento o la respuesta a los que cree tener de-

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recho, si piensa que con esa espera podrá obtener más reconocimiento o comerciales para la venta común de productos agrícolas, asociaciones in-
si ve la posibilidad de sorprender al grupo con algún efecto inesperado. dustriales para la explotación común de materias primas, etc.
En todos estos casos, mientras el individuo espera el reconocimiento o la Todas estas instituciones están dirigidas de forma cooperativa y aunque,
respuesta, puede recurrir a la imaginación para solventar las deficiencias de hecho, muchas las siguen controlando casi totalmente líderes que no
de su realidad. Pero el mecanismo psicológico con el que se obtiene el suelen ser campesinos, este control es el resultado de su influencia social,
instinto social en la comunidad extensa también consiste en buena me- nunca de su supremacía económica, y se requiere el interés activo y la par-
dida en complementar la respuesta y el reconocimiento realmente expe- ticipación personal directa de todos y cada uno de los miembros. Así, aun-
rimentados mediante una respuesta y un reconocimiento imaginarios. El que tienen una base económica, estas instituciones son organizaciones so-
individuo que ve su nombre o su contribución en letras impresas imagi- ciales, no simplemente empresas de negocios. Esto es importante para
na las actitudes de los lectores y esto tiene en él un efecto similar al que comprender cómo esas instituciones se convirtieron en los instrumentos
tendría la experiencia real de esas actirudes. más importantes de la reconstrucción social. La institucionalización de
otros intereses =inrelectuales, políticos o hedonistas- parece lograrse so-
2.5 Las instituciones cooperativas cialmente en la medida en que se asemeja al tipo de cooperación econó-
mica, de modo que esta última se convierte gradualmente en el modelo a
Para la reconstrucción social se ha acentuado no la reforma de las viejas partir del cual se cincela la nueva forma de organización social.
instituciones, sino la creación de nuevas. Entre las nuevas acritudes, la más
general y la más fácil de institucionalizar ha sido el deseo de avance eco-
nómico. Ha sido relativamente fácil mostrar las ventajas de la acción Parece que la comunidad llamada Dlugoborze ha cambiado no sólo en un
común para los hombres que, por separado, tenían pequeños medios solo aspecto, sino en todo ... Antiguamente, cuando la gente era analfabe-
económicos; y los métodos para la acción común y los modelos de insti- ta, tenían en sus reuniones comunitarias discusiones como, por ejemplo,
tuciones ya existían -en Alemania, Bélgica e Inglaterra- o podrían cons- aquella en la que un anciano y una anciana no podían entenderse porque
truirse con relativa facilidad. Además, los obstáculos que los gobiernos ale- él hablaba de una lezna y ella de una aguja. Por consiguiente, solían ter-
mán y ruso pusieron a la organización social polaca no eran tan grandes en minar gritando y sin entenderse y no sabían tomar ninguna decisión útil.
el campo económico como los que pusieron en el campo de la política y la Hoy hay más luz en su mente. La gente se ha sacudido su egoísmo,
educación. Por último, la pobreza que prevalecia entre los campesinos ha- comprende que mediante esfuerzos pacíficos comunes se pueden hacer
da necesario el progreso económico. El tamafio medio de las granjas muchas cosas. En las reuniones discuten con sentido y llegan con facili-
campesinas en Kongresowka era inferior a doce acres, mientras la familia dad a un acuerdo unánime. Eligen a gente ilustrada y honesta para que
media campesina contaba con más de seis personas, por lo que sólo con dirija la comunidad ... Los miembros de la comunidad de Dlugoborze, o
un trabajo agrícola intensivo y experimentado se podía mantener un nivel así se ha dicho, presumen de que sus administradores trabajan sin cobrar
de vida mínimo. Por todas estas razones, la tarea de la reconstrucción so- nada. Bueno, tienen algo de que presumir y es un honor para la comu-
cial durante el periodo que estamos considerando consistió principal y nidad que tengan una administración adecuada. Hay un proverbio que
fundamentalmente en organizar instiruciones económicas para fomentar el dice: «La propiedad es cal cual es su propietario»; y, recíprocamente: la co-
bienestar de la clase campesina: asociaciones cooperativas, bancos de cré-
muna es cal cual es su alcalde.
dito y ahorro, asociaciones agrícolas para la importación y el uso común
de máquinas costosas, semillas, sementales de calidad, etc., asociaciones ( Gazeta Swiateczna, 1904, 39)

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William l. Thomas y Florian Znaniccki El campaino polaco en Europa y en América

La Gazeta Sunateczna ha sido la primera en los últimos treinta o cuaren- reneciendo al Círculo. Durante esos afios los pagos han sumado dos ru-
ta años, anees que ninguno de nosotros, al menos en Varsovia, en acon- blos y setenta kopeks. Compré 13 libras de lana y 2 libras de hilo a 20 ko-
sejar a los aldeanos y a la gente en general del país así como a los habi- peks la libra de lana y la de hilo, 40 kopeks menos que aquí. Algunos
tantes de pequelías ciudades, que se organizaran en asociaciones. Y no .niernbros dirían: «el ahorro de veinte kopeks en cada libra no es una gran
sólo lo aconsejaba, también enseñaba el camino para hacerlo: asesoraba ganancia». Pero sí, sumaba 3 rublos, 40 kopekspara mí. Cuatro paquetes
sobre cómo constituir legalmente una compañía o asociación. Conoce- de semillas a 20 kopeks cada uno menos que para los no miembros suman
mos algunas corporaciones y asociaciones que se constituyeron gracias al 80 kopeks Y he recibido la Ziemianka [La Mujer Campesina] durante dos
ánimo y las explicaciones de nuestra Gazeta y a los esfuerzos de sus apa- afios por 50 kopeks (cuesta un rublo). Todo esto suma 5 rublos y 20 ko-
sionados lectores. Y esto ocurría en un momento en el que obtener los peks. Observen: cubrí los gastos y me sobró un poco de dinero.
permisos para organizar una asociación era más difícil que hoy y cuando Pero no entré en el Círculo por motivos económicos, sino para obtener
apenas se oía de la existencia de asociaciones porque la gente no leía un poco de conocimiento y experiencia en las tareas agrícolas. Y en par-
casi nada; y lo que es más importante aún, no existían modelos a seguir ni te lo he logrado, porque durante esos afios he leído 140 libros y, para mí,
el gobierno había elaborado estatutos que sirvieran de ejemplo. Las cor- esto es lo más importante que me ha reportado el Círculo. ¡Dios mío, re-
poraciones y asociaciones tuvieron éxito o no en función de la pasión y cuerdo cuando pasaba delante de libros a la venta y no podía comprar-
las aptitudes de sus organizadores. Algunas no han dado señal de vida en los! ... En esos afios yo los llamaba «la fruta prohibida» y esperaba pa-
mucho tiempo, quizás hayan dejado de existir. Pero otras avanzan noto- cientemente que se estableciera el Círculo. Y ahora estoy encantada,
riamente y han crecido enormemente a pesar de sus modestos y pequefios porque la Señora Presidenta ha organizado una biblioteca para nosotras y
uucios. está constantemente llenándola de libros nuevos.
Sin embargo, la relación entre su origen y la Gazeta la conocen sólo Además, es muy beneficioso escuchar conferencias y charlas, porque en-
muy pocas personas y hoy hay incluso menos que saben de ella. Algunas señan a las jóvenes cómo actuar en todas las circunstancias. Las mujeres
personas han muerto y los que llegan, la generación de los jóvenes, apenas han sufrido varios achaques porque no han sabido cómo actuar en de-
saben exactamente lo que sucedió. No hemos proclamado a viva voz terminados momentos. Muchas los han padecido porque después de
esca relación entre el comienzo de las asociaciones y nuestra Gazeta; así dar a luz [el pano] empiezan a trabajar demasiado pronto y luego les so-
como tampoco hemos intentado propagarla. Nos alegrábamos de que la breviene una larga enfermedad que exige la intervención del doctor.
gente se uniera en el trabajo y cuando intentaba hacer algo en grupos de
En cuanto al cuidado de los niños, me he convencido de que las madres
forma solidaria ... No deseábamos ni deseamos ningún elogio o publicidad torturan a sus bebés vendándose innecesariamente por miedo al prolapso.
del asunto. Animar y asesorar bien a nuestros lectores era simplemente
Por lo que a mí respecta, estoy absolutamente tranquila desde que recibí
nuestra obligación. Si alguien merece elogios, son los que llevaron a la respuesta correcta en la Ziemianka ... Pero todavía soy joven, por lo que
cabo nuestro consejo para el bien general de sus comunidades ... rogaría a las madres mayores y experimentadas que nos escribieran sobre
( Gazeta Su/iateczna. 1903, 48) la crianza física y moral de los hijos ya que sobre este asunto toda infor-
mación posible nunca será demasiada.
En el artículo del concurso describí a rasgos generales las actividades de <\demás, nuestro Círculo me ha sido de gran ayuda para mis tareas agrí-
nuestro Círculo [de mujeres]. Ahora quiero explicar con detalle todo lo .:olas. Y tenemos muy poca información sobre la cría de terneros, aunque
que me ha reportado. Debo empezar con los gastos. Llevo cinco afios per- esca tarea esté principalmente asignada a las mujeres ... Por eso cuando vi

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William l. Thomas y Florian Znaniccki El campnino polaco en Europa y en Amlrica

en el Ogniwo [El Enlace] un capítulo corto sobre la cría de terneros, lo leí mas, pero sí ilustran bastante bien los rasgos más importantes de la nue-
atentamente y encontré algunos consejos ... Seguí los consejos y mis ter- va organización social de los campesinos.
neros han crecido bien. En cuanto a la cría de pollos, animada por la
Si comparamos esa organización con el sistema de grupo primario, al que
charla en las reuniones sobre contabilidad, me convencí de que los pollos
en parte tiende a suplantar, vemos que su característica principal y quizás
que había estado criando no me reportaban beneficios, por eso decidí
la más distintiva es la intencionalidad consciente en la formación y el fun-
cambiar de animal ...
cionamiento de las instituciones reformadas o recién creadas. El viejo gru-
Pero no codas las amas de casa entienden la utilidad del Círculo, porque po primario era un aglomerado no planeado, producto de muchas gene-
suelen decir: «¿Qué hacen esas mujeres en el Círculo hablando cada dos raciones pasadas, y codos sus miembros lo consideraban como una
semanas? ¡Oh, mejor voy a la iglesia y rezo un pocol», Y mientras no en- realidad que simplemente estaba ahí y que carecía de propósito alguno
tran en la iglesia se reúnen fuera y difaman a los transeúntes. Por eso, en salvo su propia existencia. Sus costumbres y creencias se desarrollaron len-
mi opinión, es mejor invertir ese tiempo en conversaciones sobre nuestros tamente a través de innumerables adiciones y modificaciones sin tener en
deberes que difamar a la gente mientras se espera a que empiecen las Vís- cuenta su coherencia y sin ninguna idea de subordinarlas a un objetivo
peras, algo que es pecaminoso e indecoroso ... [Debemos no sólo asistir a general y común. Si, no obstante, a un observador exterior el grupo pri-
las reuniones sino también seguir el consejo que nos dan y comprar o mario no le parece un caos irracional, sino una organización social muy
vender cosas necesarias con la ayuda del Círculo.] bien ordenada, es debido a la relativa estabilidad de las condiciones en las
No puedo guardar silencio cuando se habla de esa partidaria nuestra, la que se desarrolló y de las actitudes fundamentales que en codo momento
Ziemianka. Con ella podemos saber de hombres venerables como el determinan las situaciones en las que se manifiesta la vida comunitaria y
Rev. Skarga, Krasinski, Konopnicka, etc. De ella podemos obtener co familiar. Mediante algún cipo de selección social, sólo se estabilizan
nocimientos para mejorar nuestros guisos y preparar provisiones para e, aquellas formas de comportamiento que en las condiciones apropiadas
invierno. Por último, en ella podemos expresar nuestras ideas y compar son capaces de dar satisfacción adecuada a los principales deseos de res-
cir nuestras experiencias. Y lo que es más importante aún, es barata y, po puesta, reconocimiento, seguridad y nueva experiencia a los miembros del
lo canco, accesible a codas las mujeres. A menudo dos semanas me pare- grupo; pero ninguna institución social se creó conscientemente para el
cen una eternidad y pienso: «Ojalá que la Ziemianka llegara codas las se- propósito definido de satisfacer una necesidad, es decir, una tendencia que
manas». Pero cuando pienso que a otras mujeres les cuesta más recibirla, sólo se puede satisfacer con determinados valores específicos.
enseguida me avengo a recibirla una vez cada dos semanas. Y cuando lle-
Sin embargo, todas las instituciones sociales reformadas o recién creadas
ga me siento can contenta como si fuese a conocer a alguien interesante.
son creadas y mantenidas conscientemente con propósitos definidos y
Son éstos los beneficios que me reportan el Círculo y la Zemianka. Oja-
para satisfacer necesidades específicas mediante la producción de los va-
lá me siga beneficiando de ellos si Dios permite que podamos seguir
lores específicos que se requieren. Se organizan teleológicamente. Y el mé-
trabajando juntos más tiempo. todo de su formación es siempre el mismo. Los líderes definen y formu-
(Carta no publicada enviada a Ziemianka) lan determinados tipos de actitudes populares nuevas -más o menos
vagas en origen, centradas más en la insatisfacción con el presente que en
Los ejemplos que acabamos de citar están, desde luego, lejos de agotar la las demandas positivas ante el fuero- como la necesidad de ciertos valores;
amplia variedad y complejidad de las formas sociales producidas por los y presentan el plan de una institución nueva, o de la reforma de una an-
movimientos de reconstrucción o las actitudes que fundamentan esas for- tigua, como el único camino accesible para satisfacer una necesidad dada.

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William l. Thomas y Florian Znaniccki El campesino polaco en Europay en Amlrica

Las dificultades empiezan cuando, para llevar a cabo los planes de los lí- los intereses sociales y los individuales, y el llamamiento a las necesidades
deres, se requiere, en primer lugar, convencer a los campesinos de que tie- individuales es uno de los motivos principales de la propaganda a favor de
nen verdaderamente las necesidades que los líderes han formulado; en las nuevas instituciones. Pero, lógicamente, una vez que el individuo
segundo lugar, que la institución planeada es el mejor medio para satis- pertenece a una organización cooperativa, la meta social común -el de-
facerlas y, en tercero, que la conclusión que sacan los líderes de esas pre- sarrollo, la expansión y el perfecto funcionamiento de la institución- ab-
misas es correcta y que el establecimiento de la institución nueva es ver- sorbe completamente su meta personal. Apenas hay problemas relacio-
daderamente deseable. Nada ilustra mejor la irracionalidad primaria de la nados con esos intereses egocéntricos que la institución contribuya a
conducta humana -la imposibilidad de interpretar el contexto primario satisfacer; su participación en las ventajas comunes está asegurada y,
de la vida en términos de una selección lógica de medios para fines defi- como miembro, raramente o nunca espera aumentar sus ventajas a ex-
nidos- que el hecho de que siempre y en todas partes es una carea exte- pensas de la institución. Hay, por el contrario, varios problemas que
nuante conseguir que la sociedad adopte métodos racionales en cualquier afectan a la institución, a su seguridad y su crecimiento, y la atmósfera
línea particular de actividad; esta adopción no es nunca el resultado de la que encuentra en el grupo cooperativo está imbuida de aspiraciones co-
mera persuasión intelectual ... munes. De este modo, el individuo empieza a interesarse por el bienestar
y el progreso social simplemente persiguiendo junto a otros individuos
Este carácter voluntario de la participación individual en las institucio- unos fines que, según él entiende, contribuyen al bienestar y el progreso
nes nuevas hace que todo el sistema social que conforman esas institu- social. El principio psicológico de la nueva organización es simplemente
ciones aparezca como esencialmente individualista, en particular si se el supuesto de que un sistema social que el individuo ha contribuido vo-
compara con la organización del grupo primario. Y el resultado del nue- luntariamente a formar debe adquirir gradualmente ante sus ojos mucha
vo movimiento es un incremento, no una reducción, de la cohesión so- más importancia y deseabilidad que un sistema que le es impuesto y
cial; el nuevo sistema supone un avance de la socialización no sólo contra para el que no le parece necesaria su contribución positiva. En este sen-
el estatus de la desorganización que hemos estudiado en la primera parte tido, el método cooperativo se diferencia de forma interesante del méto-
de este volumen, sino incluso contra el antiguo sistema en su momento do coercitivo; partiendo del individualismo, el primero desarrolla un in-
de plena vitalidad. Si bien la antigua dependencia pasiva del individuo terés positivo en el fomento del bienestar y el progreso social, mientras el
respecto al grupo tiende a desaparecer, la solidaridad activa empieza a ser sistema legal que parte del control social absoluto y que el individuo se ve
más profunda, amplia y continuada, porque se persiguen en común más forzado a aceptar produce sólo, en el mejor de los casos, un interés nega-
metas y aumenta el número de individuos, con frecuencia dispersos por tivo en no obstaculizar el bienestar y el progreso social.
todo el país, que participan en esa persecución con una constancia y
continuidad que nunca tuvieron las acciones comunes de los grupos pri- 2.6 El papel del campesino en la vida nacional
marios. Sin duda, el desarrollo de las nuevas instituciones individualistas
se ve acompañado de un crecimiento del espíritu público y de la solida- Sólo se puede entender apropiadamente la psicología de las actividades
ridad inteligente que ni las viejas instituciones del grupo primario, por su sociales que hemos estudiado en este volumen si nos percatamos de
carácter comunalista, ni las instituciones políticas, por su coerción, son que todas y cada una de ellas -la lucha por la preservación del viejo sis-
capaces de producir. La explicación de este fenómeno es fácil. Toda ins- tema, las tendencias revolucionarias y la reorganización social con la
titución cooperativa persigue enfáticamente una meta social. Por su- ayuda de la educación popular sobre la base de una comunidad extensa
puesto, el principal lema del movimiento cooperativo es la armonía entre y a través de las instituciones cooperativas- tienen su fuente en las aspi-

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William l. Thomas y Florian Znanicclci El campesi,u, polaco en Europa y en América

raciones nacionales y su propósito último determinado por el ideal na- persecución de la idea nacional se identifica además con la virtud en ge-
cional, o al menos están continuamente sometidas a la crítica y la eva- neral, una identificación que se justifica en buena medida por el hecho de
luación desde el punto de visea nacional. En la mayoría de los casos, este que el patriotismo activo bajo la opresión extranjera verdaderamente re-
trasfondo nacional no está explícitamente formulado, en parte porque es quiere alcas cualidades morales, mientras la deserción de la causa nacional
aceptado como evidente en sí, como una cuestión de hecho, en parte casi siempre indica un carácter generalmente indeseable. Por último, la
porque su formulación explícita en las condiciones políticas dadas era no armonía entre el ideal religioso y el nacional se logra identificando allí
sólo peligrosa para los individuos, sino también para la existencia de ins- donde se pueda el catolicismo y el polonismo, sobre todo en la frontera
tituciones cuya preservación o desarrollo se consideraba nacionalmente entre los territorios étnicamente polacos y los étnicamente rusos. Allí
importante. donde este método no funciona, como ocurre con las relaciones entre ca-
tólicos polacos y católicos alemanes en Austria y Prusia, o con los polacos
El modo en que el ideal nacional asume a los ojos de la sociedad este ca- de otras denominaciones religiosas (polacos protestantes o judíos polo-
rácter de propósito último y máximo criterio es interesante, porque re- nizados), se hace un llamamiento a principios más generales: la naciona-
cuerda mucho el método que utiliza la propaganda religiosa. Por un lidad es concebida como parte del orden divino del mundo en el que
lado, el ideal nacional se exalta por encima de codas las cosas. En caso de cada nación tiene una misión particular que cumplir y todo el que se atre-
conflicto, coda preferencia que se expresa por cualquier otro tipo de in- ve a obstaculizar la autodeterminación nacional -incluso si se trata de una
terés es tildada de traición nacional. Así, un individuo que se atreve a iglesia oficial- peca ante Dios.
plantear razones religiosas, morales, económicas o hedonistas para hacer La Convención de Mujeres Polacas de la Alca Silesia se celebró el 31 de
algo que podría ser perjudicial para la nación o para no hacer algo que se marro en el salón de la Casa de Polonia «Ul» [colmena] de Rossberg, cer-
espera que haga en beneficio de la nación, incurrirá en la más fuerte ca de Beuthen. Asistieron quinientas mujeres y se aprobaron las siguien-
condena social. Por otro lado, la idea nacional se interpreta como una tes resoluciones:
idea que incluye codo lo demás. Incluye la felicidad individual: la reali-
zación de las aspiraciones nacionales proporcionará a codos los miembros «Nosotras, mujeres polacas de todas las partes del país y todas las clases,
de la nación el alivio de sus problemas y la satisfacción de sus deseos, y presentes en la reunión del 31 de marro de 1913 en Beuthen, conscientes
ningún individuo puede o debe ser feliz cuando la nación está oprimida. de la importancia del presente momento, declaramos solemnemente
Incluye la seguridad económica: en la propaganda nacional se utiliza ante Dios y desde lo más profundo de nuestra alma:
con frecuencia el hecho de que el sometimiento de Polonia a Estados hos- 1) que es nuestro deseo esforzarnos todo lo posible para que nuestros
tiles ha evitado el desarrollo normal de sus posibilidades económicas; la hijos lean y escriban la lengua polaca, recen y reciban los sacramentos sólo
pobreza de las masas del país, los bajos salarios de los trabajadores urba- en esa lengua, que amen a Cristo y honren sobre todo la lengua heredada
nos, el lenco progreso del comercio polaco y la enorme casa de emigración de sus padres;
se interpretan como efectos directos de la dominación extranjera, y así
2) que siempre hablaremos en polaco y velaremos por la pureza de
la prosperidad del individuo depende directamente de la prosperidad
nuestra lengua nativa;
nacional. Los valores intelectuales se incluyen con facilidad en la idea
nacional: el contenido y la expresión del arte y la literatura dependen de 3) que trabajaremos desde nuestro puesto de avanzada consciente y
factores étnicos, y la ciencia requiere instituciones que sólo se pueden de- persistencemente y que ingresaremos en asociaciones para reforzar ese
sarrollar libremente en condiciones políticas favorables. La aceptación y trabajo;

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William l. Thornas y Florian Znaniecki

4) que estaremos en guardia continuamente y en todas partes para ve-


lar por nuestro honor nacional;
5) que depositaremos la propiedad que tengamos en instituciones y
bancos polacos;
6) que siempre que sea posible mostraremos el lema «De hermanos a
Hermanos», es decir, acudir sólo a nuestros propios hermanos [polacos];
7) que siempre tenderemos a ilustrarnos más, a leer libros y publica- 111. ORGANIZACIÓN Y DESORGANIZACIÓN
ciones polacas, para conocer nuestros deberes cívicos [polacos] y criar a EN AMÉRICA
nuestros hijos para la Gloria de Dios y en beneficio de la nación polaca.
Prometemos todo esto solemnemente en nombre del amor a nuestra fe
católica y a la lengua nativa polaca».

(Uimchau im Polenlager, 1913, 38)


l. LA ORGANIZACIÓN DEL INMIGRANTE

1. l La comunidad polaco-americana

P
arecería a priori y se ha supuesto en general que los principales pro-
blemas de los inmigrantes se pueden formular en términos de su
integración o no integración individual. Corno el inmigrante deja
de ser miembro de la sociedad de la que proviene, como vive en la socie-
dad estadounidense y corno está conectado con ella por vínculos econó-
micos y depende de sus instituciones, parece que la única línea de evolu-
ción que le es factible es la que le lleva a sustituir en su conciencia de
forma gradual los valores polacos por los valores culturales estadouni-
denses y las actitudes de su viejo país por actitudes adaptadas a su nuevo
entorno. Esta sustitución puede ser lenta o rápida, y varios factores -en-
tre otros la vida en distintos grupos raciales- pueden influir en su ritmo;
pero un inmigrante (o los descendientes del inmigrante) se sigue consi-
derando polaco en sus tradiciones y actitudes, estadounidense o a mitad
de camino entre el polonisrno y el americanisrno; se supone que lo esen-
cial que hay que estudiar sobre él es cómo hace esta transición.
Pero, de hecho, si estudiamos a los polacos en Estados Unidos no desde
el punto de vista de los intereses nacionales polacos o estadounidenses

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William l. Thomas y Florian Znaniccki El C4mptnnopolaco en Europay en Aménr«

sino desde el punto de visea de la investigación sociológica objetiva, des- Es evidente que esca evolución ha sido socialmente inevitable. El individuo
cubrimos que el problema de la integración individual es en realidad inmigrante trae consigo a este país sus antiguas tradiciones y actitudes,
una cuestión apenas relevante y totalmente secundaria. Por supuesto, ha pero no toda la organización social de su antiguo país. Tiende a asociarse
habido muchos polacos -pocos al principio y muchos más en la segun- con personas que proceden del mismo medio y, en cuanto un grupo de
da generación- que se han insertado individualmente en la sociedad es- ellos se aglomera, empiezan a reaparecer espontáneamente las viejas insti-
tadounidense y ahora están más o menos integrados; pero la cantidad de tuciones. Pero es claro que no pueden reconstruirlas aquí con codo su con-
esos casos en proporción a la población total de origen polaco en este tenido y significado original. En primer lugar, su reconstrucción, en tan-
país ha disminuido rápidamente durante los últimos cincuenta años. El to resulta de una demanda irreflexiva de los viejos valores sociales más que
proceso fundamental que ha tenido lugar durante este periodo es Lafor- de la realización de un plan consciente para reconstruir el viejo sistema, es
mación de un nueva sociedad polaco-estadounidense a parcir de esos frag- un proceso relativamente lenco. Pero aunque la gran mayoría de inmi-
mentos separados de la sociedad polaca y de su inserción en la sociedad grantes es de origen campesino y, por lo tanto, muy conservadora, con el
estadounidense. Esca sociedad polaco-estadounidense en su conjunto ha tiempo sus actitudes originales cambian necesariamente en las nuevas
evolucionado lentamente desde el polonismo al americanismo, como condiciones, y la demanda de los viejos valores deviene menos insistente y
muestra el hecho de que sus miembros, particularmente los de segunda definida. En segundo lugar, los grupos que forman los inmigrantes aquí
generación, están continuamente adquiriendo más actitudes estadou- son evidentemente menos coherentes que las comunidades en Europa; al-
nidenses y reciben más la influencia de la civilización americana. Pero rededor de un núcleo de colonos permanentes, que suele ser de origen re-
esca «integración» no es un fenómeno individual sino grupal, compara- ciente (en algunos pocos casos se remontan a la tercera generación), hay
ble a procesos cales como la germanización progresiva de la sociedad una masa cambiante reclutada continuamente por foráneos que se mar-
checa hace aproximadamente cien años o la adopción de la cultura chan tras un cono periodo de tiempo o que tienen pensado marcharse a
francesa por parte de la aristocracia polaca, rusa y alemana en el trans- las primeras de cambio tras al menos unos años. Además, mientras la
curso del siglo XVIII. Aquí el individuo no está aislado en medio de un vieja comunidad campesina y aldeana era en gran medida aucosuficiente y
grupo culturalmente diferente. Forma parte de un grupo homogéneo en satisfacía la mayor parte de sus necesidades dentro de su grupo, la comu-
contacto con una civilización que influye en varios grados en todos nidad polaco-estadounidense depende del mundo exterior en cuestiones
los miembros. Y el fenómeno sorprendente, el objeto central de nuestra fundamentales como la subsistencia económica, obtiene sus ingresos de su
investigación, es la formación de este grupo coherente a partir de ele- trabajo en talleres y fábricas estadounidenses y consume casi exclusiva-
mentos originalmente incoherentes, la creación de una sociedad que en mente productos estadounidenses. Por codas estas razones, aunque el in-
su estructura y sus actitudes predominantes no es ni polaca ni estadou- flujo constante de nuevos inmigrantes procedentes directamente de Polo-
nidense, sino un nuevo producto específico cuyas materias primas se nia y sus muchos recuerdos del viejo país impide que el interés por las
han derivado en parte de las tradiciones polacas, en parte de las nuevas instituciones tradicionales desaparezca totalmente, la organización social
condiciones en las que viven los inmigrantes y en parte de los valores que se desarrolla espontáneamente aquí es necesariamente sólo una imi-
sociales estadounidenses tal y como el inmigrante los ve y los interpre- tación muy imperfecta de la antigua organización polaca original. Sigue
ta. Es esta sociedad polaco-estadounidense, no la sociedad estadouni- centrándose en la familia y la comunidad primaria y se siguen recono-
dense, la que constituye el medio social en el que el inmigrante que vie- ciendo los principios fundamentales de la solidaridad personal directa y el
ne de Polonia se incorpora y a cuyos estándares e instituciones ha de conformismo con la opinión social; pero de las muchas creencias y cos-
adaptarse. tumbres diferentes y coherentes que dan riqueza y vitalidad a estas insti-

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tuciones, la mayoría se olvidan cocalmence o son ineficientes e incluso, en jer o novia. En este caso, codos compran los alimentos y la mujer cocina y
ocasiones, ridículas, y como quiera que se pueden desarrollar nuevas cre- limpia la casa a cambio de una pequeña suma de cada uno de ellos (de uno
encias y formas consuetudinarias de comportamiento, las nuevas condi- a dos dólares a la semana) y, por acuerdo tácito, ella y sus hijos se alimen-
ciones no son suficientemente generales, numerosas, estables o vinculantes tan de la comida que sobra en la casa.
como para ocupar adecuadamente el lugar de la tradición anulada.
Si la localidad tiene una industria permanente, la pequeña colonia polaca
seguirá creciendo tanto debido a los que son invitados como a los que apa-
[... / ... ]
recen por su cuenca. Casi codos los individuos o pequeñas familias que se
establecen atraen nuevos miembros del exterior, cualquiera que sea ya el ta-
Podemos apreciar con detalle el proceso del surgimiento y el crecimiento de
maño de la colonia, siempre que las condiciones económicas sean favora-
las colonias polacas durante los últimos veinte o treinta años ... Cuando un
bles. La razón de por qué, incluso allí donde ya hay un grupo polaco for-
inmigrante polaco encuentra un trabajo bien pagado y que promete ser
mado, sus miembros siguen invitando a sus amigos y parientes, la volvemos
permanente en una localidad donde todavía no hay polacos establecidos,
a encontrar en el deseo de respuesta y el deseo de reconocimiento. Mien-
normalmente intenta de inmediato atraer a sus amigos y familiares de
tras el inmigrante polaco está aislado entre estadounidenses o inmigrantes
otras comunidades polaco-estadounidenses. Sus motivos son evidentes.
de otros países, acoge de buen grado la llegada de otro polaco.
Se ha acostumbrado a una respuesta y un reconocimiento social que sólo
un grupo primario con sus viejos lazos sociales y actitudes uniformes le [ ... / ... ]
puede proporcionar y, por muy bien que se haya adaptado a las condicio-
nes políticas y económicas de Estados Unidos, un grupo primario esta- La afluencia de nuevos inmigrantes suele convertirse durante algún tiem-
dounidense (u otro grupo primario de inmigrantes de otros países) rara- po en el factor más importante del crecimiento [de una comunidad]. Más
mente le acepta al instante como miembro del grupo. Aunque lo fuese, carde, cuando la comunidad está definitivamente asentada, los matri-
echaría de menos las relaciones sociales afectuosas y directas a las que esta- monios y nacimientos -que al principio son relativamente irrelevances-
ba acostumbrado en su propio grupo. Pero en algunas ocasiones no logra pasan a ser gradualmente más importantes.
atraer a nadie. Entonces, si no se marcha de la localidad porque se siente A este respecto, debemos recordar que, desde el punto de vista del sistema
solo, el entorno estadounidense lo absorbe gradualmente. Sin embargo, lo de la familia tradicional, el grupo familiar tiende a ser lo más numeroso
normal es que enseguida se forme un pequeño grupo de trabajadores po- posible, una vieja concepción que armoniza perfectamente con la visión
lacos; y lo primero que intentan, en parte por razones económicas, en de la Iglesia católica, para la que los hijos se consideran «una bendición de
parce por razones sociales, es alojarse en una casa de huéspedes polaca. Con Dios». Por supuesto, el sistema familiar pierde gran parce de su poder con
frecuencia, alguno de ellos, casado y con algo de dinero, emprende la ini- la emigración, pero sigue siendo lo suficientemente fuerce, al menos en la
ciativa en Escados Unidos: trae a su mujer en cuanto la situación le parece primera generación, como para impedir que esca actitud se debilite rápi-
estable, alquila un piso grande y aloja en él a otros polacos como huéspedes. damente, porque es una de las actitudes familiares más antiguas y arrai-
Puede ocurrir también que un soltero se case con alguna chica polaca con gadas. Podemos añadir que el inmigrante no suele conocer otro medio de
la idea de establecer una casa de huéspedes. A veces se traen a su mujer o su evitar el embarazo diferente del aborto, considerado una vergüenza -pro-
novia de Europa. Pero la iniciativa suele proceder no de un individuo, sino bablemente porque a él recurrían principalmente las chicas solteras- y la
de un grupo; codos los trabajadores ponen algo de dinero para alquilar y abstinencia sexual, que el campesino cree que no merece la pena simple-
equipar un piso e inducen a alguno de sus colegas a que se traiga a su mu- mente para limitar el número de su familia. Además, las condiciones eco-

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William l. Thomas y Florian Znaniecki El campesino polaco en Europa y m América

nómicas favorecen el desarrollo de familias numerosas. Porque aunque grupos conyugales y en el sentimiento general de solidaridad racial. Pero
aquí los hijos no se pueden utilizar económicamente en edades tan tem- en el grupo siempre aparecen individuos -por lo general los que tienen al-
pranas como en las granjas campesinas en Polonia, apenas hay dificulta- guna experiencia en otras colonias polaco-estadounidenses- para los que
des reales para criarlos, porque el sueldo medio de un inmigrante suele ser el sentimiento de solidaridad racial y quizás también el deseo de repre-
suficiente para mantener una familia numerosa en el nivel al que ha es- sentar un papel público pasan a ser motivos para iniciar una organización
tado acostumbrado en su viejo país, si no más alto. Cuando los hijos son más cerrada. Se establece invariablemente «una sociedad» cuando la co-
mayores se espera de ellos que preserven la solidaridad familiar y que en- lonia alcanza un tamaño de entre 100 y 300 miembros ...
treguen a la familia la mayor parte de sus ganancias, porque, hasta que lle-
gan a la edad de trabajar, la familia considera los gastos de manteni- El primer propósito para el que normalmente se establece una sociedad es
miento de los hijos corno una inversión de los fondos familiares que en su la ayuda mutua en casos especiales {una enfermedad, la muerte y, con
día han de ser reintegrados. Además, la familia numerosa es considerada menor frecuencia, la falta de trabajo). Porque por muy vago que pueda
normal, porque el estatus económico y social de la segunda generación es ser inicialmente el vínculo de solidaridad racial entre los miembros de una
probablemente superior al de la primera, mientras en el viejo país una colonia nueva, este vínculo nunca deja de manifestarse cuando muere un
familia muy numerosa suele significar una división de la propiedad en miembro. Normalmente, una enfermedad grave o un accidente que ge-
partes tan pequeñas que los hijos no pueden mantener el nivel social y nera incapacidad también provoca sistemáticamente sentimientos y de-
económico de sus padres. Y si nos percatamos de que el poder de la co- seos de ayuda. Igual que en las cuestiones relativas al crecimiento de la fa-
munidad aquí es, como veremos ahora, mayor que en Polonia, y que la milia, en los casos que suscitan la solidaridad comunitaria hay factores en
comunidad, por razones obvias, favorece el crecimiento rápido de la po- las condiciones de la nueva colonia polaco-estadounidense que pueden
blación, no nos sorprende que se mantenga en la opinión social el anti- contrarrestar, en alguna medida y durante cierto tiempo, las influencias
guo criterio de «propagación», y que el prestigio de un grupo familiar au- desorganizadoras del nuevo entorno. Evidentemente, al trabajador que
mente cuando crece el número de hijos. Por supuesto, en casos de carece de propiedad productiva y tiene un contrato de trabajo semanal
desorganización individual, todos estos factores pueden dejar de interve- una desgracia le afecta más gravemente que al agricultor o incluso al sir-
nir. Sin embargo, por lo general suelen influir bastante corno para hacer viente de hacienda contratado por un año. Pero en tiempos de prosperi-
que los inmigrantes polacos sean can prolíficos corno los campesinos en dad, el aumento de su capacidad para obtener ingresos le hace más capaz
Polonia. Recientemente se ha insistido en la reproducción corno un deber de ayudar a los demás en caso de necesidad y más dispuesto a hacerlo,
patriótico tanto en Polonia como en la colonia local. porque aquí el dinero tiene menos valor para él que en su país de origen,
particularmente tras resignarse a considerar sus ganancias como un medio
[ ... / ... ] de vida más que corno un medio para adquirir propiedad. Además, el
grupo de trabajadores que forman una colonia polaco-estadounidense está
] unto al crecimiento de la nueva colonia, su unidad y cohesión progresa aislado y separado del medio social más extenso que le rodea en lugar de
también. Al principio, lógicamente, el grupo de inmigrantes está más o constituir, como el grupo de trabajadores en Polonia, una parte inte-
menos disperso en el territorio, sobre todo cuando la localidad tiene va- grante de una sociedad que dispone de cierta riqueza. En este país, la ca-
rias fábricas o minas, porque los trabajadores tienden a vivir cerca de su ridad privada de la gente acomodada, que en los distritos rurales de Po-
lugar de trabajo. No hay interés en mantenerla unida, salvo en el caso de lonia sigue siendo una fuente valiosa de ayuda en casos de emergencia, es
lazos personales de relaciones y amistad entre miembros particulares de necesariamente muy limitada. Por lo que respecta a la caridad pública, el

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William l. Thomas y Florian Znanicdú El campesinopolacoen Europay en Amlrica

recurso a una institución benéfica se considera incluso en Polonia una ción social entre los campesinos polacos y la nueva actitud individualista se
marca de desgracia social; aquí, para los inmigrantes polacos supone desarrolla en todas las colonias de inmigrantes, es claro que la institución
algo más que una desgracia debido al sentimiento de responsabilidad gru- del seguro mutuo, siendo el efecto de esta combinación de causas -la ins-
pal que impone, o se supone que impone, el entorno estadounidense ... titución preexistente y la nueva actitud social- la podemos hallar en todas
partes en la sociedad polaco-estadounidense.
Originalmente, durante las primeras fases en la evolución de una comu-
nidad polaco-estadounidense, la ayuda mutua se da esporádicamente, caso [ ... / ... ]
por caso, mediante colectas en beneficio del individuo o familia que ha ca-
ído en desgracia. Lógicamente, los miembros más asentados y acomodados La sociedad constituida en una nueva colonia es mucho más que una ins-
de la comunidad, sobre los que cae la mayor parte de la carga de ayudar a titución de seguro mutuo. No sólo une periódicamente a los miembros
los demás están deseosos de sustituir esta ayuda voluntaria no regulada por dispersos de la colonia, fomentando activamente así la interrelación social,
un sistema regular de seguros por muerte y enfermedad y promueven así el sino que se convierte en el órgano social de la comunidad, la fuente de
establecimiento de una asociación que reduzca sus riesgos. La necesidad toda iniciativa y el instrumento para la realización de codos los planes que
real de regulación de la ayuda mutua muestra, por supuesto, que se ha mo- se inician. Ésta es probablemente su función más importante. En una al-
dificado radicalmente la antigua, ingenua e irreflexiva solidaridad comu- dea campesina no hay necesidad de este órgano, porque la concentración
nitaria, por la que todos los individuos tienen derecho a reclamar la ayuda territorial y la estrecha cohesión social de la aldea hacen posible, caso por
de los demás en una medida que depende del grado de proximidad de su caso, la iniciativa individual directa y la cooperación espontánea inmediata
conexión social. De hecho, la mayoría de individuos que bajo el viejo sis- del grupo concreto. Para la comunidad del país de origen, la okolica, que
tema serían los primeros a los que un miembro recurriría para pedir ayuda incluye una serie de aldeas, las instituciones disponibles de la comunidad
-sus parientes más cercanos y vecinos de siempre- aquí no están; su fun- y, para ciertas cuestiones, la parroquia, son más que suficientes para efec-
ción la deben asumir vicariamente, al menos en parte, los parientes lejanos, tuar los cambios que la comunidad en la práctica puede introducir y tiene
a los que en Polonia nunca se les hubiera pedido intervenir. A los ojos de derecho legal a introducir en el sistema tradicional. Así, la organización co-
éstos, la ayuda que tienen que prestar aparece no como un deber natural operativa que en Polonia equivale a la sociedad polaco-estadounidense,
que han de cumplir irreflexivamente, sino como, digamos, un deber arti- aunque puede ejercer una fuerte influencia en la comunidad primaria en la
ficial, el resultado de condiciones no normales. Y esta actitud se comunica que existe y funciona, raramente actúa como órgano de esta comunidad
gradualmente incluso a aquellos que bajo el viejo sistema parecían obliga- proponiendo o realizando planes concernientes a la comunidad en su
dos a ayudar, como amigos y parientes cercanos. El deber de ayuda no se conjunto excepto, por supuesto, los que concuerdan con su propia línea de
puede erradicar totalmente, porque el miembro que ha caído en desgracia interés: el establecimiento de talleres cooperativos para uso público, re-
es al menos un compatriota, pero ese deber ya no está conectado con los presentaciones artísticas públicas, etc. Por el contrario, la comunidad po-
fundamentos de la vida social. El seguro mutuo es una solución reflexiva laco-estadounidense es demasiado laxa social y territorialmente como
para este problema. Es el mejor método de evitar el conflicto entre los ru- para funcionar sin un órgano y carece de los viejos centros religiosos o po-
dimentos de las viejas actitudes de solidaridad comunitaria, reforzada por líticos que podrían realizar esa función, pero necesita una iniciativa orga-
el sentimiento de responsabilidad grupal, y la no disposición individualis- nizada en mayor medida que la vieja comunidad polaca, cuyas iniciativas
ta de suscribir las demandas de ayuda que ya no parecen arraigadas en la pueden canalizarse durante mucho tiempo y más o menos sin dificultad
naturaleza de las cosas. Como la solidaridad comunitaria era una instiru- por los canales establecidos del sistema tradicional.

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William l. Thomas y Florian Zn:miccki El campmno polaco en Europa y en América

Así, en una nueva colonia polaco-estadounidense, es la sociedad la que cacia como lo hacía la vieja comunidad porque, en primer lugar, rara-
asume la satisfacción de los intereses hedonistas del grupo organizando mente abarca la totalidad del territorio y es incapaz de obligar a codos los
bailes, meriendas, etc.; sus intereses intelectuales ofreciendo representa- que viven en el territorio a pertenecer a ella; en segundo lugar, su acervo
ciones teatrales, invitando a conferenciantes, suscribiéndose a periódicos; de reglas socialmente reconocidas y formas de conducta es mucho más
sus intereses religiosos organizando los servicios religiosos a los que se in- pobre; en tercer lugar, las actitudes de sus miembros evolucionan dema-
vita a algún sacerdote de alguna antigua colonia polaca. Es un cenero de siado rápidamente en las nuevas condiciones; y, por último, carece del
información para los recién llegados, los visitantes y los viajeros; envía a la respaldo de la sociedad a la que pertenece a la hora de aplicar sus medidas
prensa noticias sobre cualquier oportunidad que puede ofrecer la locali- coercitivas. Pero sus actividades son mucho más amplias y complejas
dad a los polacos. Actúa como representante de la colonia en sus relacio- que las de la parroquia de una comunidad en el país de origen.
nes con las instituciones centrales de la sociedad polaco-estadounidense y,
finalmente, también con las instituciones estadounidenses que intentan [ ... / ... ]
contactar con la comunidad polaca para propósitos políticos o sociales.
Así, fueron escas asociaciones en las pequeñas comunidades las que orga- Es un error suponer que un cenero comunitario establecido por agencias
nizaron las campañas para obtener fondos para los Liberty Loans polacos sociales estadounidenses puede cumplir en su forma presente, ni siquiera
y estadounidenses. Por último, la obra más importante de la sociedad, por por aproximación, las funciones sociales de una parroquia polaca. Es
la que se asegura la permanencia de la cohesión social de la colonia y ad- una institución impuesta por el exterior en lugar de haberse desarrollado
quiere prestigio, aunque, al mismo tiempo, entregando su liderazgo ex- libremente por la iniciativa y cooperación de la gente, y esto, además de su
clusivo, es la constitución de una parroquia. carácter racialmence poco familiar, sería suficiente para que no pudiese
ejercer una influencia social profunda. Sus administradores suelen saber
Cuando se estudia esca importante institución polaco-estadounidense poco o nada de las tradiciones, de las actitudes y de la lengua nativa de la
debemos tener la cautela de no dar demasiada relevancia a su forma ex- gente con la que tienen que tratar y, por lo tanto, no pueden convertirse
terna y su propósito oficial. De igual modo que la sociedad de beneficio en líderes sociales genuinos en ningún caso. La institución se asemeja a
mutuo es mucho más que una compañía de seguros, la parroquia polaco- una especie de club, lo que es totalmente desconocido para el campesino
escadounidense es mucho más que una asociación religiosa orientada al polaco. Todas las actividades comunes que intenta desarrollar son siem-
cuico común bajo el liderazgo de un sacerdote. El poder único de la pa- pre exclusivamente actividades para el tiempo de ocio; y aunque éstas son
rroquia en la vida polaco-estadounidense, mucho mayor que en lasco- indudablemente una necesidad social real, no son suficientes por sí mis-
munidades campesinas más conservadoras de Polonia, no se puede ex- mas para mantener unida a la comunidad y deben tratarse sólo como una
plicar por el predominio de intereses religiosos que, igual que las demás superestructura deseable que debe erigirse sobre unos pilares fuertes de
actitudes sociales tradicionales, se han debilitado con la emigración, aun- cooperación econámica: Cualquiera que sea la ayuda real que un centro
que parecen ser lo último en desaparecer completamente. La parroquia es social estadounidense puede dar a la comunidad de inmigrantes, es sim-
simplemente la antigua comunidad primaria reorganizada y concentrada. plemente el resultado de un método de trabajo caso a caso, que consiste
En su conjunto, es un sustituto tanto del menor pero más coherente gru- en tratar directamente y por separado con individuos o familias. Si bien
po de la aldea como de la mayor pero más difusa e indefinida okolica. Su este método puede ofrecer ayuda temporal eficiente al individuo, no
organización institucional realiza las mismas funciones que la parroquia y contribuye al progreso social de la comunidad ni posee gran influencia
la comuna en Polonia. No controla la vida de sus miembros con tanta efi- preventiva para luchar contra la desorganización social. Ambos propósi-

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W,11,am l. Thornas y Florian Znaniecki El campmnopolaco en Europay en Amtnca

tos sólo se pueden lograr organizando y fomentando la autoayuda social rroquia produce tanto una tendencia a utilizar este marco al máximo de
sobre la base de la cooperación. Finalmente, en sus relaciones con los in- sus posibilidades como el deseo correspondiente de ver crecer el tamaño
migrantes, los trabajadores sociales estadounidenses normalmente asu- de la comunidad, su riqueza, su cohesión y la complejidad de sus activi-
men, conscientemente o no, la actitud de una superioridad amable y pro- dades. Si bien los motivos individualistas -las razones económicas de
tectora y que, ocasionalmente pero en pocos casos, raya en el despotismo. aquellos cuya existencia depende de la colonia polaca, el deseo de un re-
Esta actitud puede ser aceptada por campesinos recién Uegados que esta- conocimiento más amplio de los que cumplen funciones públicas, etc>-
ban acostumbrados a ella en sus relaciones con las clases altas, pero sue- pueden proporcionar un fuerte incentivo adicional a las actividades in-
le provocar indignación en aquellos que, tras una larga estancia en este dividuales que tienden a realizar este ideal, el pilar fundacional principal
país, han adquirido mucha conciencia racial y personal de sí mismos. En de este ideal es social. Es el espíritu comunitario el que hace que el indi-
cualquier caso, el resultado es el mismo. El inmigrante asocia sus cone- viduo identifique sus intereses con los de su grupo en un «nosotros», lo
xiones con la institución estadounidense con la humillación, se someta a que hace que el grueso de la población de un Estado desee su expansión.
ella voluntaria o involuntariamente, mientras en sus propias instituciones Más adelante veremos el papel fundamental que representa esta aspira-
polacas no sólo es respetada su conciencia de sí mismo, sino que espera y ción de ver crecer el grupo al que se pertenece en el desarrollo de todas las
obtiene fácilmente reconocimiento. Por supuesto, su sacerdote tiene instituciones polaco-estadounidenses.
también una marcada actitud de superioridad, pero está totalmente jus-
El sacerdote, lejos de limitar las actividades de las asociaciones locales,
tificada a los ojos del campesino por su carácter sagrado.
fomenta su desarrollo y las utiliza constantemente como instrumentos
para todo propósito relacionado con el progreso de la parroquia. Mientras
[... / ... ]
en las parroquias rurales polacas el principal método de obtener la coo-
peración de la comunidad en cuestiones que atañen a la iglesia es un lla-
Una vez organizada la parroquia, la asociación de ayuda mutua a la que se
mamiento al grueso de los parroquianos directamente o a través del con-
debe esca organización deja indudablemente de ser la institución central
sejo parroquial, en las ciudades polacas la ayuda de las cofradías religiosas
y la única representativa de la comunidad, porque el liderazgo se encarna
se utiliza mucho para propósitos cales como celebraciones y peregrinajes
naturalmente en el sacerdote. Pero aquélla no cede del codo ninguna de
religiosos especiales, mejoras estéticas del edificio de la iglesia, desarrollo
sus funciones sociales; simplemente comparte la iniciativa en cuestiones
de la música sacra y el cancionero eclesiástico, organización de asocia-
comunitarias y la representación de la comunidad con el sacerdote, por
ciones benéficas, etc. En Estados Unidos, este sistema de colaboración
un lado, y con las otras asociaciones que ahora empiezan rápidamente a
de grupos organizados se ha extendido de dos formas. Primera, además de
aparecer, por otro. El establecimiento de la parroquia abre nuevos campos
las cofradías religiosas -iniciadas en su mayoría por sacerdotes con pro-
de actividad social, amplía la esfera de los intereses y exige una mayor y
pósitos puramente devocionales y que están totalmente bajo su con-
mejor cooperación social. El ideal del desarrollo de la comunidad, que
rrol-, también se espera que las asociaciones laicas -con propósitos eco-
conscientemente no existía en tanto la comunidad carecía de órgano y era
nómicos y culturales que son más o menos independientes del sacerdote-
vagamente concebido y realizado sólo intermitentemente en el tiempo en
contribuyan a los propósiros de la parroquia. En segundo lugar, estas me-
el que la sociedad de ayuda mutua local representaba el papel principal,
tas ya no se limitan a cuestiones relacionadas con el culto y la caridad,
aparece ahora claramente formulado como el ideal común del conjunto
sino que abarcan codos los campos de la vida social.
del grupo y perseguido de forma implacable. La existencia de un marco
para la organización permanente de la comunidad en la forma de una pa- [ .. ./ ... ]

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WiUiam l. Thomas y Florian Znaniecki El campesino polaco en Europa y en Ammca

La escuela parroquial se organiza inmediatamente después de fundar la fios con la religión, la lengua y la historia nacional de sus padres, sino
iglesia o, en algunas ocasiones, incluso antes. Normalmente, la iglesia se también porque inculca el respeto a esos valores tradicionales y a la nación
planifica como un edificio de dos planeas y en la planta baja están las au- de la que provienen. Además, la escuela no es sólo un vínculo común entre
las y las salas para pequefi.as reuniones. A veces, se alquila o compra una codos los miembros de la vieja generación, sino que también es considerada
casa para la escuela. Ambos arreglos suelen ser provisionales, porque por la joven generación como su propia institución, fomentando así su in-
cuando crece la parroquia, más carde o temprano es necesario levantar un terés por los asuntos de la colonia polaco-estadounidense. La escuela pa-
edificio especial para la escuela. Hay muchas parroquias -sólo en Chica- rroquial es una expresión necesaria de la tendencia de la comunidad inmi-
go hay cinco- a cuya escuela asisten más de 2.000 niños. Las maestras son grante a la preservación y el desarrollo de sí misma.
principalmente monjas de las diferentes órdenes, aunque en algunas oca-
siones hay también sacerdotes y maestros varones laicos, particularmente [... l ... ]
en las colonias grandes. Para enseñar utilizan tanto el polaco como el in-
glés, variando la proporción en las diferentes escuelas. Las tendencias nacionalistas polacas de las asociaciones locales tienen así
una significación racial, no política. Su meta es preservar el acervo cul-
No podemos detenemos aquí en la muy discutida cuestión de la inferiori- tural que traen los inmigrantes a este país -su lengua, sus costumbres y
dad o superioridad educativa de las escuelas parroquiales en comparación sus tradiciones históricas- para mantener la solidaridad racial de los po-
con las escuelas públicas. Buena o no, la escuela parroquial es un producto lacos como grupo étnico independientemente de su filiación política y de
social del grupo inmigrante y satisface importantes necesidades de este cualquier vinculación económica, social o política que les conecte indi-
grupo. Lo más esencial no es el carácter religioso de la escuela parroquial, ni vidualmente con su entorno estadounidense. El grupo local no pretende
tampoco el hecho de que sirve para preservar en los jóvenes el lenguaje y las separar totalmente a sus miembros de su entorno social general o con-
tradiciones culturales de su país de origen; lo esencial es la función que centrar todos sus intereses dentro de una colonia polaca territorialmente
cumple la escuela parroquial como factor de unidad social para la colonia de limitada. Por el contrario, parece apoyar, en la forma de reconocimiento
inmigrantes y de continuidad a través de sucesivas generaciones. La escue- social, todas las actividades a través de las que sus miembros participan en
la es un vínculo institucional nuevo y concreto entre los inmigrantes. Su la vida intelectual, política y económica estadounidense, y parece sentir-
primer efecto es unirlos territorialmente, porque nos hemos percatado de se orgulloso del reconocimiento que puedan obtener en los círculos es-
que la proximidad con la escuela -adonde los niños deben ir todos los días- tadounidenses. Pero presupone que cada miembro aprecia personalmen-
se consideraba más deseable que la proximidad con la iglesia. Además, la te al máximo y depende del reconocimiento que obtiene de su entorno
educación de los niños es un interés común de todos los miembros, igual polaco, y sobre todo que desea una respuestasocial exclusivamente de los
que el interés religioso, y este interés común lo fomentan la participación de polacos. No se le consiente que muestre en sus relaciones con los esta-
los padres en todas las celebraciones y festividades de la escuela. Pero incluso dounidenses la misma calidez e inmediatez de sentimientos sociales que
más importante que esta unificación de la vieja generación es el vínculo que las que muestra en sus relaciones con polacos; de las primeras se espera
crea la escuela parroquial entre los jóvenes y los mayores. Mientras los niños que sean totalmente impersonales e institucionales (si podemos usar este tér-
que van a la escuela pública se separan completamente de sus padres, si és- mino), y todos los contactos puramente personales deben limitarse a su
tos son inmigrantes, la escuela parroquial, a pesar del hecho de que su propia gente. Como mejor puede expresarse esta distinción es diciendo que
programa de estudios es en muchos aspectos similar al de la escuela pública, las únicas conexiones de grupo primario que se supone que un polaco
impide en buena medida esta separación no sólo porque familiariza a los ni- mantiene son aquellas que ofrece su grupo racial, mientras sus relaciones

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William l. Thomas y Florian Znanicck.i El campesino polaco en Europa J en Amlrica

con elementos sociales racialrnenre diferentes deben pertenecer exclusiva- nificado de la reunión formal no se agota en modo alguno en los asuntos
mente al tipo del grupo secundario. La psicología es similar a la de una fa- que el grupo discute y plantea. Con respecto a sus efectos psicológicos, su
milia o a la de una comunidad de una vieja aldea que entra en contacto papel más importante es la conexión social directa y real que se establece
con formas más complejas y modernas de organización social: un miembro entre los miembros por el simple hecho de estar juntos y debatir.
de este grupo primario puede actuar fuera de él tanto como desee, puede
ser vínculo de numerosas relaciones culturales, políticas y económicas que
2. IA DESORGANIZACIÓN DEL INMIGRANTE
el grupo primario conoce un poco y en las que no participa, pero en todo
momento se supone que él sigue siendo esencialmente, como una persona 2.1 La desmoralización
concreta, miembro de ese grupo primario y no de otro. Se supone que
rodo lo que hace fuera de él lo hace como miembro de esa familia o comu- La desmoralización es la decadencia de la organización de la vida personal
nidad, no como una persona aislada. Del mismo modo se consiente al po- de un miembro individual que pertenece a un grupo social. En nuestro
laco-estadounidense que participe en cualquier ámbito de la vida esta- estudio de la evolución de las comunidades campesinas en Polonia, he-
dounidense siempre que lo haga en tanto polaco, y las únicas formas de mos visto que la desmoralización del individuo no está conectada de
participación que se condenan socialmente son aquellas que tienden a in- ninguna forma regular e inequívoca con la desorganización social, es
corporarle a grupos primarios estadounidenses y a separarle de su gente po- decir, con la decadencia de las reglas de conducta y las instituciones so-
laca: es decir, el matrimonio, la amistad personal y todos los tipos de rela- ciales existentes. Su existencia en un grupo social ciertamente indica que
ción que impliquen una solidaridad personal directa. las reglas e instituciones prevalecientes en este grupo en un momento
dado son, en algunos aspectos, inadecuadas, no se corresponden con las
El grupo local es la institución cuya función con respecto a sus miembros
actitudes reales de los miembros y no pueden proporcionar a los últimos
consiste precisamente en reforzar este tipo de solidaridad racial frente a
una organización de la vida que se adapte a sus temperamentos indivi-
una posible desorganización en un entorno racialmente diferente. La
duales y, al mismo tiempo, sea capaz de regular su conducta de acuerdo
asociación proporciona al individuo de una forma inmediata oportuni-
con las demandas de la vida social en las condiciones dadas. Y tampoco
dades para satisfacer tanto su deseo de reconocimiento corno su deseo de
hay duda de que la desorganización social, que prevalece en los periodos
respuesta. Es lo suficientemente pequeña para permitir que todos sus
en los que el viejo sistema, que controlaba más o menos adecuadamente
miembros se conozcan entre sí, que se interesen por los asuntos de los de-
la conducta de los miembros del grupo, decae tan rápidamente que no
más y que provoquen el interés de los demás por sus propios asuntos. Es
deja espacio al desarrollo de un nuevo sistema social, es particularmente
lo suficientemente grande como para hacer que los miembros perciban la
favorable al aumento de la desmoralización individual, mientras la pre-
importancia del reconocimiento o la ausencia de él. Es lo suficiente-
valencia de la reconstrucción social -un nuevo sistema que sustituye al
mente solidaria para que su opinión tenga unidad y peso y, al mismo
viejo incluso antes de que éste haya decaído totalmente- es un factor de
tiempo, lo suficientemente relajada corno para no ser opresiva ni provo-
progreso moral. Pero las diferencias entre los individuos dan cuenta del
car una revuelta violenta.
hecho de que, incluso frente a una desorganización rápida, muchos
De acuerdo con su función, sus principales actividades internas son miembros del grupo son capaces de preservar la antigua organización de
aquellas que, desde el punto de visea de los resultados puramente objeti- su vida o de crear una nueva por sus propios medios; incluso en medio de
vos, parecería que están subordinadas a otras metas o que son simple- una reconstrucción intensa también muchos miembros son incapaces
mente incidentales: reuniones formales y entretenimientos sociales. El sig- de adaptar la organización de su vida a las nuevas demandas sociales y se

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William l. Thomas y Florian Znaniecki El campaino polaco en Europa J en Amhit4

desmoralizan. Además, los efectos de la desorganización social y la re- codos los casos de regulación de la conducta, en el hábito y las sugerencias
construcción social en la moralidad individual dependen de la superiori- y reacciones inmediatas de su entorno social, está más desamparado cuan-
dad relativa del nuevo sistema sobre el antiguo como instrumento de con- do su entorno no le proporciona estímulos suficientemente continuos, va-
trol del individuo por parte de la sociedad o viceversa. Así, en Polonia, el riados y coercitivos para la acción socialmente normal que un individuo
desarrollo del nuevo sistema se acompañó de un progreso moral general que, como un intelectual urbano, está acostumbrado a sentirse satisfecho
de la clase campesina que contrarrestó de modo extraordinario -al menos con esos estímulos sociales superficiales como los que se pueden obtener
hasta la guerra- la desmoralización que produjo la decadencia de las vie- de los simples conocidos o los contactos de negocios, ha sido adiestrado
jas instituciones. Por el contrario, en Estados Unidos, el progreso moral para prever y recibir la influencia de las consecuencias sociales indirectas y
debido a la nueva organización creada por los inmigrantes polacos es me- distantes de su conducta, sabe cómo regular su conducta conscientemen-
nos general e intenso que la desmoralización resultante del hecho de te de acuerdo con unos esquemas abstractos y generales y suple cualquier
que las viejas reglas pierden su in.fluencia en el individuo aislado de su en- insuficiencia de las influencias sociales presentes con ideas personales que
torno social original. En el mejor de los casos, el nuevo sistema aquí sería la sociedad le ha ayudado a desarrollar en el pasado. El inmigrante cam-
incapaz de controlar la conducta individual tan eficientemente como lo pesino es capaz de mantener su estatus moral, a pesar del debilitamiento
hizo el antiguo sistema en Polonia, por eso el desarrollo sorprendente- de la respuesta y el control social, simplemente debido a la fuerza de sus
mente rápido de las nuevas instituciones en la sociedad polaco-estadou- hábitos mentales. Una vez formado un sólido conjunto de asociaciones ac-
nidense, aunque frenó el ritmo de la desmoralización, no pudo impedir tivas es incluso suficiente un débil estímulo social para provocar el tipo
que descendiera lenta pero inconfundiblemente el nivel moral medio usual de conducta: una carca de casa, la respuesta o el reconocimiento de
de los inmigrantes en general en lugar de hacerlo subir, ni tampoco pro- un amigo, incluso la simple remembranza de influencias sociales pasadas
porcionar a la sociedad los medios adecuados para tratar los casos de des- puede ser, durante algún tiempo, casi tan eficiente para mantener al in-
moralización radical que vamos a estudiar en breve. dividuo dentro de los límites de la normalidad como la conciencia de un
control social directo por parte del viejo grupo primario. Pero cuando el
La importancia de nuestro material sobre la desmoralización de los pola- hábito se rompe, porque la educación social del individuo fue insufi-
cos en este país se apreciará con mayor claridad si recordamos siempre ciente en el país de origen, porque su temperamento es más refractario de
que todas las actitudes que capacitan al individuo para llevar una vida so- lo normal a las in.fluencias sociales dadas, o porque la tensión que las nue-
cial normal son, directa o indirectamente, el resultado de una larga serie vas condiciones provocan resulta ser demasiado fuerce, el inmigrante me-
de influencias sociales que han actuado en el acervo original de su tem- dio carece de la preparación necesaria para construir una nueva organiza-
peramento y se han forjado en un carácter, que, en otras palabras, esas ac- ción de su vida con elementos tales como la moralidad individualista
titudes son institucionales más que espontáneas. Encontraremos mucha abstracta, el misticismo religioso y los sistemas legal y económico que él
evidencia de que las tendencias naturales de un individuo, si no son encuentra en los Estados U nidos. Para reorganizar su vida sobre una nue-
controladas y organizadas por la educación social, producirán inevitable- va base necesita un grupo primario tan fuerce y coherente como el que
mente una conducta que, desde el punto de vista social, debe juzgarse dejó en su país. La sociedad polaco-estadounidense le proporciona algu-
como anormal. Esto es cierto en todos los tipos y fases del desarrollo nos esquemas nuevos de vida, pero no bastan para cubrir todas sus acti-
moral e intelectual. Pero debemos percatarnos además de que un indivi- vidades. Así, un cierto descenso de su nivel moral es inevitable. Aunque no
duo que, como le ocurre al campesino, ha crecido como miembro de un siempre conduce a una desmoralización activa y a una conducta antisocial,
grupo primario coherente y permanente y está acostumbrado a confiar, en se manifiesta al menos en lo que podemos llamar desmoralización pasiva,

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un debilitamiento general o parcial de los intereses sociales, una creciente actitudes familiares y comunitarias desorganizadas y tendencias econó-
estrechez o superficialidad de la vida social del individuo. micas más o menos normales durante algún tiempo, pero incluso en
este caso el retroceso o el progreso se extiende en última instancia a codo
Por supuesto, la segunda generación, si no entra en contacto directo y
el campo de la vida cultural.
continuo con aspectos de la vida estadounidense que son mejores que
aquellos con los que la comunidad inmigrante está familiarizada, dege-
nera aún más, canto porque los padres tienen menos que dar que lo que 2.2 La dependencia económica
han recibido por lo que respecta a principios sociales como porque los hi-
jos crecidos en las ciudades estadounidenses tienen más libertad y respe- Al investigar la situación económica de los polacos estadounidenses nos
tan menos a sus padres. La segunda generación está mejor adaptada in- desconciertan menos los casos de desmoralización económica que en-
telectualmente a las condiciones prácticas de la vida estadounidense, contrarnos que el hecho de que esos casos sean relativamente raros. El
pero su horizonte moral se estrecha aún más por término medio y sus in- cambio desde el viejo sistema económico del campesino, basado en la
tereses sociales son más superficiales. Sería de esperar que en la segunda propiedad familiar o en la servidumbre, al sistema estadounidense es
generación encontráramos menos casos de desmoralización activa y con- can radical, que un cierto tipo y grado de desmoralización económica se
ducta antisocial que en la primera generación, que atravesó la crisis de produciría necesariamente en todos los casos si no actuaran factores que
adaptación a las nuevas condiciones. Pero es un hecho bien sabido que, contrarrestaran el efecto que, de otro modo, producirían las nuevas con-
en proporción, el número de delitos es más aleo entre los hijos de inmi- diciones que actúan en las actitudes preexistentes.
grantes que entre los inmigrantes mismos. El rasgo más importante de las condiciones de la vida económica del
Una consecuencia característica de la vida del grupo primario, donde to- campesino polaco en su cierra natal en comparación con las condiciones
das las diversas líneas de actividad -económica, hedonista, religiosa, etc.- del inmigrante en este país es la gran estabilidad de las primeras, que na-
se entremezclan continuamente y sus reglas constituyen un complejo turalmente generan la formación de hábitos regulares. Sin duda, esca es-
inextricable de tradición, es que la desorganización individual raramente tabilidad es particularmente predominante en el caso del pequeño agri-
se limita a un solo dominio y abarca gradualmente toda la personalidad. cultor, cuyos planes económicos, a rasgos generales, están determinados
Ya hemos visto que cuando un individuo rechaza una tradición social de muchos años antes 1• Pero el siervo de una hacienda, con su contrato
su grupo, usualmente las demás tradiciones pierden su influencia en él anual y la posibilidad de estar toda su vida en un lugar determinado,
debido a la estrecha asociación entre ellas. Una preservación lógicamente tiene también una organización de la vida económica que, aunque no
motivada de algunos elementos tradicionales eras la exclusión de otros es ofrece importantes perspectivas de avance y no fomenta un esfuerzo ex-
posible sólo cuando el miembro del grupo primario está bajo la influen- traordinario, al menos le impide empobrecerse. El jornalero agrícola, el
cia de líderes culturales superiores. Y este fenómeno es aún más marcado trabajador manual adiestrado y el obrero fabril están sin duda más ex-
en los casos de desorganización individual que vamos a estudiar en breve. puestos a los cambios y la incertidumbre; pero incluso aquí los hábitos
Un inmigrante de la primera generación que se desmoraliza en cual- se forman con más facilidad en Polonia que en Estados Unidos, porque
quier ámbito particular -en su vida familiar, sus relaciones económicas o
relaciones comunitarias- en general pierde pronto el control moral de sí I
Un signo característico de la estabilidad de la vida agrícola en Polonia en comparación con la
vida en Estados Unidos es que, en Polonia, el plazo usual de un contrato de exploración agrícola es
mismo y codas sus actitudes institucionales se desmoronan. La situación
de 12 años, y salvo en los casos de lotes muy pequeños de tierra, nadie contempla la posibilidad de
es algo menos radical en la segunda generación. Así, podemos encontrar un contrato anual.

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los cambios en estas ocupaciones son raros y apenas hay otras oportu- portante es el deseo del inmigrante de adquirir propiedad mediante el
nidades. El entorno social inmediato, allí donde su control sigue sien- ahorro, un deseo que, como hemos visco, prevalece entre los inmigrantes
do fuerce, contribuye con su demanda continua de estabilidad econó- polacos de este país. Al principio piensan en la propiedad como si fuera la
mica a mantener al individuo o al grupo conyugal dentro de los límites de una granja o una tienda en Polonia; más tarde como la de una casa, un
de la normalidad, por muy bajos que sean los niveles normales de vida taller o una cuenta bancaria en Estados Unidos. Si las condiciones son pro-
en determinados casos. Por otra parte, es cierto que cuando se ha pro- picias para satisfacer este deseo, es decir, si el inmigrante gana lo suficien-
ducido ya la desmoralización económica, esos mismos factores difi- te como para aumentar sus ahorros continuamente y siente que avanza ha-
cultan mucho el regreso a la vida normal, pero las influencias que con- cia el estatus de propietario, aparece un nuevo cipo de organización de la
ducen a la desmoralización son mucho menos generales y poderosas vida económica, resultado de un ideal económico permanente que susti-
que en este país. tuye al antiguo, que se basaba en el hábito debido a la estabilidad de las
condiciones externas. Más carde el ideal de propiedad se puede cambiar por
Salvo cuando se establece en una cierra, el inmigrante se encuentra de re-
el aumento progresivo de sus ingresos o el ascenso en la jerarquía laboral, y
pente sin un esquema social permanente y definitivo para las actividades
si este cambio es gradual se evitará totalmente el peligro de desmoraliza-
económicas. Raramente su trabajo se ajusta a su vieja ocupación y en
ción. La opinión social de las comunidades polaco-estadounidenses es el se-
cualquier momento puede cambiarla e iniciarse en algo muy diferente. El
gundo factor importante que contrarresta la acción desmoralizadora de las
trabajo suele ser más duro y siempre más monótono que el trabajo que se
condiciones estadounidenses. El inmigrante que llega a una comunidad
había acostumbrado a hacer, por eso rara vez; si alguna, se manciene en
más ancigua y coherente encuentra ciertos esquemas sociales ya establecidos
una misma ocupación porque le atrae el trabajo en sí. Ningún puesto de
de la vida económica que, aunque difieren de los que él conocía y seguía en
trabajo es seguro; lo puede perder una semana tras otra y sólo raramente
su país, le son relativamente fáciles de comprender e imitar.
puede confiar en su continuidad para hacer planes futuros. Por otra par-
te, no teme mucho perderlo porque se siente seguro de encontrar algo Pero si otros factores contrarrestan esas influencias positivas, o si otras
tarde o temprano. También ve que puede contraer deudas con mayor fa- causas adicionales refuerzan el efecto de la influencia desorganizadora pri-
cilidad que en su viejo país, tanto debido a su creciente capacidad para maria -las relativamente no consolidadas condiciones del trabajo en Es-
obtener ingresos como debido al extendido uso del crédito en la sociedad tados Unidos-, es seguro que se producirá la desmoralización, y una vez
estadounidense. Y estas deudas significan menos para él porque le resul- que ha afectado a la vieja generación se transmite con mucha facilidad a
ta más fácil eludir la responsabilidad. la joven. Nuestros documentos muestran cuáles son estas causas secun-
darias de decadencia.
Todo este conjunto de condiciones -a las que debe añadirse, como pri-
mera influencia perturbadora, el hecho de abandonar el viejo estatus Familia Meyer. El Sr. Meyer, un polaco-alemán nacido de padres cam-
económico en busca de nuevas oportunidades- influye en la antigua pesinos, llegó a este país a la edad de 23 años [en 1886). Su hermano ma-
tendencia adquirida a parcir de la tradición y la experiencia vivida de con- yor, que le había precedido varios años, se estableció en una granja en las
siderar las situaciones económicas como esencialmente permanentes y las afueras de Chicago y tras trabajar duramente y ahorrar, logró tener 80
futuras posibilidades como limitadas dentro de un reducido campo. El acres de buena tierra y se gana la vida sin problemas. Huelga decir que es
efecto es la tendencia contraria de vivir como si la vida económica estu- un ciudadano respetable. Este hermano envió los fondos necesarios a
viera desprovista de esquemas generales y estables o principios, «vivir al nuestro Sr. Meyer para que él también probara suerte. Hasta la fecha no
día». Sin embargo, otras causas suelen contrarrestar este efecto. La más im- le ha devuelto ese dinero.

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El campesino polaco en Europa y en América
William l. Thornas y Florian Znaniccki

13 de enero de 1911. El trabajador social se entera ... de que el hombre ha


A su llegada, su hermano le ofreció la posibilidad de vivir con él, pero le
ingerido ácido fénico la víspera de Afio Nuevo. Le pregunta a la mujer so-
atraía mucho la gran ciudad y el Sr. Meyer, aunque no cualificado en
bre el asunto. Al principio ella no quiere decir nada pero finalmente lo re-
ninguna ocupación, cogió un trabajo no cualificado en Chicago y empezó
conoce; dice que tomó el equivalente a 20 c. de veneno mientras ella es-
a vivir en un vecindario más o menos congestionado. Desafortunada-
taba en el trabajo. Los niños gritaron cuando se desmayó y apareció el
mente no sabemos nada de su historial laboral hasta diez años más tarde,
patrón ... Luego mejoró y regresó a casa. La mujer dice que duerme de día
cuando se casó con una joven polaco-alemana de 25 años de edad. La
y está despierto de noche, molestándola considerablemente y no dejándola
Sra. Meyer, una mujer analfabeta, llevaba en Estados Unidos seis años
dormir. Discute con ella y emplea palabras viles en presencia de Los hijos.
cuando se casó con él. Dos años anees de casarse estuvo trabajando como
empleada doméstica ... 16 de enero de 1911. El hombre se presenta en La oficina y pide que le
arresten; dice que no puede seguir viviendo con esa mujer. [Está celoso de
La primera solicitud de ayuda la formuló en 1898 [dos años después de
un hombre soltero que llama a la mujer.] ... [El hombre se queja de que su
casarse], cuando La Sra. Meyer fue a la Sociedad de Ayuda y Socorro de
mujer cogió algunas ropas de la oficina de la Beneficencia, donde traba-
Chicago a pedir un subsidio. La Sra. Meyer llevaba tres meses sin traba-
ja de conserje.] La mujer reconoce haberlo hecho y dice que su marido le
jar y tenía una hija [Mary] de trece meses de edad.
dijo que cogiera lo que le cupiera en las manos porque decía que no re-
Parece que no se hizo nada en aquel momento. Tuvo otros hijos: Tillie cibía el salario correspondiente a la cantidad <le trabajo que hacía ...
en 1899, Theodore en 1903, Bruno en 1908 y Eddie en 1911. Cuando su mujer estaba fuera en el trabajo, el hombre quemó las sába-
nas, las cortinas de encaje y un velo nuevo que le habían regalado a la hija
3 de enero de 1908. La Sra. Meyer fue a la oficina de la Beneficencia. Su
por Navidad, las pólizas de seguros, toda la ropa de la mujer que encon-
marido llevaba cuatro años sin trabajar en un estado mental algo anormal.
tró y algunas ropas de los hijos; también rompió un reloj y deformó el
Ella había estado mendigando recientemente, pero antes solía trabajar
anillo de casada de la mujer. ..
duro. Mary, recogiendo carbón de las vías ... [Ayudada por La Beneficen-
cia y el Agente del Condado.] 7 de marzo de 1911. El hombre es enviado un año a Bridewell. [El traba-
jador social recibe La siguiente carca suya fechada el 28 de marzo de 1911:]
3 de enero de 1909. Ella es visitada. El hombre de la casa dice que tiene
Querido amigo: ... Le agradezco que me haya enviado aquí. He aprendido
que cuidar de los hijos mientras su mujer sale a trabajar. [Tuvo una gra-
a trabajar. Por favor, vaya a ver a mi mujer y dígale que me haré cargo de
ve caída hace varios años que le dejó parcialmente paralizado, pero el doc-
los hijos y de ella si me saca de aquí. Nunca me preocupé mucho de mí,
tor informa que el principal problema de ese hombre es su pereza.] ...
pero sí de mis hijos y de ella. No sabía apreciar ver a mi mujer y a mis hi-
1 de noviembre de 1910. La Srta. Campbell, cuya madre ha empleado a jos codos los días. Si me saca de aquí ahora sabré ocuparme de ella. No
la Sra. Meyer durante años, se presenta en la oficina y pregunta si no pue- quiero que dejen a mis hijos en orfanatos siendo niños. [En una carta fe-
den enviar a ese hombre a Bridewell [un correccional]; dice que la mujer chada el 5 de mayo de 1911 dice así.] Creo que un año es mucho para un
ha ido al trabajo con Los brazos morados de Los golpes ... la Sra. Meyer hombre de mi edad. Y no ha sido todo culpa mía. Por eso he pensado pe-
dice que ese hombre no ha llegado a trabajar más de dos meses seguidos dirle el favor de que intente rebajar mi escancia a seis meses ... siendo ésta la
durante los 19 años de su vida conyugal; dice que él se burla de ella por primera va que me arrestan en los 20 años que llevo en Chicago. Creo
tener que salir a trabajar mientras él se queda en casa. que tengo derecho a una oportunidad ... [Otra carta fechada el 23 de di-
ciembre sigue así:] ¿Sería usted can amable de decirle a mi mujer que estoy
3 de noviembre de 1910 ... El hombre es enviado 60 días a Bridewell.

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William l. Thornas y Florian Znaniecki El campesino polaco en Europay en Ammc11

enfermo en el hospital y que me haga una visita y que traiga a mi pequeño con el corazón roto por la pérdida ... [Más carde Mary telefonea y dice que
Niño Bruno? Quiero encarecidamente verle. Hace tanto que no le veo ... su padre ha vuelto a casa y está sentado tranquilamente en la cocina.] Les
Excúseme por enviarle a usted esca carca y crearle un problema, pero llevo hacen una visita. El Sr. Meyer dice que no tiene nada que decir sobre sí
aquí canto tiempo que he olvidado el número en el que vivo ... mismo, pero que «la mujer se llevaba lo mejor y lo tenía todo». Declaró
que sabía que la patrulla iba a por él ese día y que deseaba «dejar claras»
31 de enero de 1912. El hombre viene directamente a la oficina desde Bri-
las cosas con su mujer, que él «no había hecho gran cosa, pero sí había
dewell sin haber pasado por su casa... Le digo que su mujer no le quiere en
hecho algo». Su actitud sobre el asunto fue de rencor y la actitud de ella
casa y que la Organización de la Beneficencia no le permitirá volver al ho-
hacia él era normalmente buena. A pesar de todo lo que había sucedido,
gar mientras no tenga una posición y esté trabajando durante uno o dos
ella fue bastante gentil y ca.si patética en su declaración sobre el ca.so ...
meses y entregue el dinero a su mujer. [Estuvo algunos días en la Liga In-
dustrial Cristiana, luego se negó a seguir allí y se marchó con su hermana.] 15 de marzo de 1912. El caso se lleva a los tribunales. El hombre no ale-
ga ninguna excusa y no intenta defenderse ante el juez, sólo declara que
5 de febrero de 1912. Vino su hermana ... que no quería mantener a su
«Hay Dios en el Cielo». Le multaron con 100 dólares y las costas y le en-
hermano. Dijo que él tenía una mujer y unos hijos y que donde debía es-
viaron a un correccional ...
tar era en casa con ellos. El hombre dijo que iría a los tribunales para que
le dieran la custodia de Bruno y que casi se volvió loco cuando regresó de 12 de diciembre de 1912. Un vecino telefonea diciendo que el Sr. Meyer
Bridewell y no pudo verlos ... está en casa y que como la Sra. Meyer queda echarle él la había pegado
inmerecidamente [con un atizador].
8 de febrero de 1912. Vino la mujer a la oficina; dijo que el hombre había
ido a su casa el día anterior a mediodía ... y que los nifios le dejaron que- 24 de diciembre de 1912. La mujer dice que han arrestado al hombre ...
darse. Cuando ella volvió a casa él se arrodilló ante ella, besó sus manos y Ésta es la declaración de [oseph Meyer ante el juez: «Ayer, 19 de enero,
era el vigésimo segundo aniversario de mi boda con mi mujer Marcha,
le rogó que le permitiera quedarse. Como se humilló arrodillándose ante
ella, ella se ablandó y le dijo que si se ponía a trabajar sí se podía quedar. por la cual me he convertido en un paria debido a la aparición de un an-
tiguo compafiero de escuela y amigo del viejo país que llegó aquí hace dos
9 de febrero de 1912. El hombre vino a la oficina a pedir ropa; dijo que años de la Polonia alemana y que se ganó el afecto de mi mujer. Mi mu-
había conseguido un trabajo por un dólar y medio al día. Dice que no jer y este hombre han conspirado para mandarme a Bridewell con alega-
tiene zapatos y tiene que trabajar en el exterior mojado y que le duelen los ciones sin fundamento ni verdad. Nunca me proporcionaron un intér-
pies. [Deja el trabajo al cabo de una semana y no parece hacer muchos es- prete y parece que las declaraciones de mi mujer fueron suficiente
fuerzos por encontrar otro a pesar de las amenazas de arresto de la Bene- evidencia para condenarme la primera vez dos meses, la segunda vez un
ficencia si no lo hace.] año y la tercera seis meses en Bridewell ... Mi mujer decía con frecuencia
14 de marzo de 1912. Mary viene temprano a la oficina y dice que la no- que ella trabaja para personas ricas cuya influencia podría usar para hacer
che anterior su padre hizo tiras un buen abrigo y lo quemó en la estufa; de mí lo que quisiera, que sólo le llevaría cinco minutos formular una
que a primera hora de la mañana, cuando estaban todos dormidos, tiró queja y que de lo demás se ocuparían aquéllas. Durante ca.si dos años mi
de las cortinas y las cortó, desgarró la ropa de la mujer, derramó quero- mujer se negó en rotundo a cumplir con su deber familiar y cuando re-
seno sobre las camas de plumas, cortó los asientos de piel de cuatro sillas gresé de Bridewell la segunda vez mi mujer tenía otro hijo, un hijo del
del salón e hizo otras cosas por el estilo. [Amenazó con comprar una pis- amigo que he mencionado antes, y me explicó fríamente que no era
tola y matar a la Sra. Meyer.] ... La Sra. Meyer estaba aterrada, nerviosa y mío. Por atender a ese hombre no se ocupaba de mis hijos y dejaba que

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William l. Thomas y Florian Znaniecki El campmnopolaco m Europay en América

se corrompieran sus criterios morales. Ahora estoy bien, puedo trabajar y 3 de abril de 1913. La mujer dice que Mary no ha ido a trabajar hoy por-
estoy dispuesto a ello por el bien de los hijos que Dios me ha dado, pero que la pintura le hace enfermar. Le preguntarnos que si podemos llamar
mi mujer está intentando de nuevo que me condenen para tenerme fue- a la empresa y verificarlo. Mary estuvo con Miss Farell y tras negociar por
ra de juego y poder dedicarse a su nueva devoción. Como he dicho anees, un abrigo, ha acordado pagarle ocho dólares a plazos por él. Un agente
por no haber tenido la oportunidad de explicarme en los tribunales a tra- fue a casa de Mary a cobrar el plazo y Mary, gritando y llorando, se com-
vés de un intérprete, he estado exiliado de mi familia y he existido como portó tan mal que la madre al final tuvo que pagarle dos dólares. Aho-
un convicto durante el tiempo declarado. Mi informe de Bridewell está ra Mary disfruta del abrigo de Miss Farell y la madre quiere devolverlo,
disponible y muestra que recibí una rebaja de 54 días por mi conducta pero Mary se niega. [Despiden del trabajo a Mary porque se probó que e
ejemplar. Nunca he bebido. No he escrito esta carta por mí mismo para había robado a una de las chicas. Mary se negó a aceptar un trabajo do-
no suscitar el rencor de los tribunales, pero de alguna manera tengo que méstico que le ofrecieron.]
obtener justicia». [El juez del Tribunal, al recibo de un certificado del 9 de junio de 1913. Vino la mujer muy afectada a la oficina; dice que
médico del County Jail según el cual el Sr. Meyer estaba mentalmente Mary no ha estado trabajando en la fábrica de sombreros [como había
perturbado, remitió el caso al Tribunal de Custodia. El Sr. Meyer escribió fingido hacer]. .. Ha estado yendo con una chica que trabajaba allí. Las
a la Sociedad de Ayuda Legal pidiendo un abogado que le defendiera.] chicas dicen que el patrón es un hombre malo y que les enseñó una
Después de conversar con él percibieron que no estaba bien mental- chequera y les dijo que podía rellenar los cheques con la cantidad que
mente y pidieron a Higiene Mental que le hicieran un examen ... quisiera ... Mary [se negó a dejar que la besara, pero] le robó la chequera y
el día 29 rellenó un cheque por 12 dólares y se lo dio a su madre dicién-
14 de febrero de 1913. Visita del Tribunal de Custodia. Internan al hom- dole que era su paga. El día 2 rellenó otro cheque por valor de 11 dólares:
bre en Kankakee [hospital psiquiátrico]. Mary y su madre se pusieron his- de ellos, a su madre le dio 6 y ella se gaseó 5 en Riverview Park ...
téricas cuando escucharon la sentencia; dijeron que ellas nunca habían
29 de julio de 1913 ... El funcionario de la condicional dice que Mary
querido que le internaran allí y que no se marcharían del juzgado hasta que
perdió su trabajo el día 25, que una de las chicas le había prestado un ani-
le solearan. Un primo de la mujer dijo al Sr. Moore que Mary no está tra-
llo a Mary y cuando llegó el momento de devolvérselo, Mary no lo en-
bajando ... Y que le está haciendo la vida imposible a su madre [empezó a
contraba ... [A un informe de Kankakee sobre que Meyer se había esca-
trabajar cuando tenía 14 años, pero la echaron de la guardería Mary Crane
pado le seguía una carta que decía:] «él se escapó una tarde pero regresó
porque desconfiaron de ella y robó varios artículos pequeños y algún dine-
por propia voluntad por la noche y desde entonces no ha salido de la ins-
ro. Decía la Beneficencia en su resumen de la situación para el tribunal que]
titución» ...
Mary ... empieza a exhibir un temperamento similar al de su padre ... Nun-
ca se ganó la confianza de la niña. Siempre se puso del lado de su padre y su 17 de enero de 1914. El día 14 Mary llevó a casa 6 dólares, pero insistió
madre está preocupada por ella porque miente, se da colorete en las mejillas en que le devolvieran 4 para comprarse un sofisticado sombrero de ter-
y no vuelve a casa directamente de su trabajo. Es una mujer cuyas miserias ciopelo negro y lazada dorada. Hablé con Mary. Estaba muy insolente y
domésticas no han mermado el disfrute de las posesiones en el hogar, por- dijo que se iba a gastar codo el dinero en ropa. No estaba contenta con el
que siempre tuvo una coquetería natural. Creemos que éste es un atributo abrigo que la Beneficencia le había dado de la tienda de segunda mano.
inocente y que todas las acusaciones de su marido de infidelidad son sos- Dijo que ahorraría su dinero hasta que pudiera comprarse un abrigo
pechas inevitablemente resultantes de una obsesión sexual del hombre que nuevo de moda. Se le dijo que si lo hacía, la Beneficencia no la ayudaría
ha estado desocupado 20 afios. Sin duda, tiene una mente enferma. con la comida.

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William l. Thornas y Florian Znaniccki El campesino polaco en Europa y en Améric«

22 de enero de 1914. La Sra. Meyer deshecha en lágrimas. La señora fiada de varios meses. Su marido quiere que vaya a visitar a un médico.
de la tienda donde Mary trabaja telefoneó y dijo que Mary se había ca- Está planeando contratar a una comadrona porque es más barato. Se le
sado hoy en el juzgado ... Mary dijo que había nacido el 18 de diciembre aconseja que no lo haga ... Durante un tiempo en el que su marido estaba
de 1895 [en lugar de 1896] y firmó el documento ... desempleado se negó a pedir ayuda a instancias de su madre por orgullo ...

30 de enero de 1914. Son visitados. Se le pide a la Sra. Meyer que haga 13 de noviembre de 1915. Tillie ya gana 4 dólares a la semana ... Tiene
algo ... Se le sugiere que Mary se quede y se ocupe de los niños ... Mary al que comprarse ropa nueva [se niega a llevar ropa de la Beneficencia por-
principio no estaba dispuesta a cumplir esa tarea. Mientras el trabajador que está pasada de moda, igual que Mary]. Lleva tres semanas sin ir a la
social estuvo allí, el Sr. Andersen [su marido] entró. Estuvo de acuerdo iglesia porque no tiene ropa decente. La Sra. Meyer se teme que se está
con que realizara esa tarea al menos temporalmente. escabullendo de ir a la iglesia con esa excusa. Sus ideas [las ideas de la Sra.
Meyer] son cada va. más extrañas. Dice que le gustaría estar muerta
14 de febrero de 1914. La Sra. Meyer va a la oficina. Dice que el trabajo para no tener problemas.
es demasiado duro en la actual situación y que no está ganando lo sufi-
El año pasado la iglesia [irlandesa, no la polaca, porque la polaca siempre
ciente para alimentar a sus hijos. Mary ha tenido que entregarle su dine-
pide dinero en lugar de darlo] influyó mucho en la Sra. Meyer. Sus hijos
ro, está avergonzada y lo siente. La mujer está muy nerviosa como para
asisten a la escuda parroquial y el sacerdote se ha tomado mucho interés en
trabajar y quiere que la Beneficencia saque al Sr. Meyer del hospital
su bienestar ... La familia vive en un distrito menos congestionado y, aunque
para que la mantenga. Jennie, su sobrina, la llevó a visitarle y le encontró
la Sra. Meyer sigue nerviosa y se queja con frecuencia, la familia ha cam-
pulcramente vestido y sobrio trabajando con los demás. Le prometió
biado. Muestra mucho interés en un curso de cocina para amas de casa que
que no volvería a beber y que mantendría a la familia.
empezó el invierno pasado ... Y su hijo de 12 de años le está enseñando a es-
Una carca de la Beneficencia escrita el 16 de junio de 1914 dice así: cribir ... Si el hombre permanece en Kankakee y los hijos siguen bien, esta-
«Esta primavera la hemos encontrado en una condición mental especial. mos seguros de que la familia finalmente se podrá mantener por sí misma.
Nosotros creemos que se debe simplemente a que está desanimada y a Es seguramente lo más importante por lo que respecta al nivel de vida ... El
que tiene la sensación de que la vida sólo le ha traído desgracias. Los sistema actual de ayuda del County tiene un efecto degradante en la familia,
muebles y objetos de la casa están muy gaseados y no ha podido reem- en particular en los hijos, que con frecuencia acompañan a la madre a por
plazarlos. Ha sido una mujer que siempre disfrutó de la casa y siempre un subsidio de víveres inadecuado ... Mary es una buena ama de casa y una
quiso tenerla equipada elegantemente para que no se viera pobre en madre responsable. Está contenta y felizy sus ideales son considerablemente
comparación con las casas donde ella había trabajado. Creemos que si superiores que los de sus padres debido directamente a su marido.
pudiéramos ayudarla a cambiar la ropa blanca y algunos de los artículos
De los Records o/The United Charities of Chicago
de la casa la ayudaríamos en el periodo de desánimo que tiene y le haría-
mos sentir que la vida merece la pena vivirse» ...
En las condiciones normales de la vida campesina en Polonia, [este cipo
19 de agosto de 1914. La Sra. Meyer y Mary vinieron a la oficina. [Mary de casos] no genera una conducta anormal. Por muy discapacitado que
muy bien vestida y viviendo en su propio apartamento.] Mary dice que ha esté físicamente un individuo ... siempre hay un lugar para él en la eco-
estado ayudando a su madre continuamente con la ropa y la comida. Su nomía familiar de la vida campesina, aunque sólo sea la supervisión de los
marido gana 19 dólares a la semana, pero tiene que pagar 17 de renta y ~ niños en ausencia de los padres. Su posición puede ser inferior, pero no
a la semana por el mobiliario. También tiene que ahorrar porque está pre· anormal, debido al simple hecho de que su trabajo no equivale al gasto

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El campaino polaco en Europ«y en Ammc11

que supone su mantenimiento, e incluso aunque no pueda trabajar en familia, que implicaba responsabilidades comunes y prestigio, respuesta
nada, depende exclusivamente de la familia de la que es miembro de de- recíproca, tradiciones comunes, semejanza de las ocupaciones, etc., un
recho, y su dependencia es un hecho social simple y común que no im- conjunto complejo e indivisible de actitudes. Aquí los intereses econó-
plica ningún sentimiento de sacrificio por parte de los que le mantienen y micos están separados de otros intereses y se individualizan; el prestigio
apenas humillación desde el punto de vista del mantenido. Por otra par- común deja de ser necesario porque la familia extensa ya no es una uni-
te, no existe la tendencia a exagerar la propia discapacidad para eludir el dad suficiente a los ojos de una comunidad en la que sus miembros están
trabajo, porque al individuo le interesan los resultados de su trabajo para dispersos. Cada miembro sigue su propio curso de acción, tiene un con-
beneficiar a su propio grupo y está dispuesto a hacer codo lo que pueda. junto diferente de intereses y, aunque siga existiendo algún sentimiento
de cohesión social, no es suficiente para inducir a los individuos o al gru-
Aquí la situación social es radicalmente diferente. La sociedad estado- po conyugal a mantener a los parientes discapacitados en contra de sus
unidense no ofrece más lugar para el discapacitado que el hospital. Pero propios intereses económicos paniculares.
en la conciencia campesina el hospital ha significado tradicionalmente
empobrecimiento y él se niega a ir mientras conserve algo de autoestima. En los casos de anormalidad o subnormalidad mental, el papel de las con-
Cuando las agencias estadounidenses le obligan a ir, se siente empujado diciones sociales y de las propias actitudes del individuo se manifiesta aún
por debajo del nivel de la normalidad económica. Como reacción puede con mayor claridad que en los de discapacidad física. [Por ejemplo, la in-
abandonar sus principios y estar dispuesto a mendigar o robar para im- capacidad mental en una mujer campesina] no le supondría muchos
pedir la humillación. Incluso una discapacidad temporal, al reforzar la problemas en las condiciones estables y reguladas de la vida campesina
impresión general de inseguridad que generan las condiciones estadou- tradicional en Polonia. No le impediría adquirir el mínimo de hábitos ne-
nidenses, produce una actitud de abatimiento que puede incluso condu- cesarios dada su posición en la familia, y esta posición podría adaptarse a
cir al suicidio. Conocemos casos en los que el suicidio no se puede atri- su capacidad con la ayuda de los familiares. Es la novedad de las situa-
buir a otras causas. ciones que ella tiene que encarar en este país lo que convierte su incapa-
La sociedad polaco-estadounidense contrarresta esta causa de desmorali- cidad mental en un factor de desmoralización económica. Meyer tenía,
zación económica de forma considerable con su sistema de seguros de sa- por supuesto, un temperamento más o menos anormal que, si hubiera vi-
lud, sin el cual una gran proporción de casos de discapacidad laboral hu- vido en Polonia, probablemente hubiera interferido en un grado consi-
biera provocado la decadencia económica. Pero allí donde el subsidio de derable en su éxito económico y en la armonía de su vida familiar. Pero
enfermedad no existe o es económicamente insuficiente, y particular- seguramente hubiera seguido siendo un miembro suficientemente estable
mente en los casos en los que la discapacidad, aunque sea parcial, es y controlable de su grupo, de modo que hubiera sido innecesario tomar
permanente, la sociedad no ofrece ningún cipo de mecanismo preventivo. medidas extraordinarias contra él, mientras aquí su anormalidad no sólo
Aunque el individuo o grupo conyugal tenga parientes en este país, los fa- se convierte en un obstáculo casi insuperable al impedirle construir sin
miliares indirectos ya no significan mucho en cuestiones de solidaridad ayuda social una organización de la vida económica permanente adapta-
social, y los intentos de las instituciones estadounidenses de instar a los da a las nuevas condiciones, sino que codo lo que le sucede fuera del or-
parientes a ayudar al discapacitado están totalmente abocados al fracaso. den tradicional al que ha estado acostumbrado aumenta su incapacidad
Las razones son evidentes. En el país de origen la vida económica estaba para definir las situaciones que se plantean en el transcurso de su vida,
incluida en, y subordinada a, las relaciones sociales, y la solidaridad eco· rompe codo remanente de los hábitos normales que ha dejado atrás, y le
nómica era una manifestación necesaria de la unidad profunda de toda l. conduce finalmente a un caos mental y a una desesperación emocional

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El campesinopolac« en Eun,pay en Amhica

que realmente raya con la locura. No es de extrañar que, al final, la pri-


misma razón que explica que la existencia de la Iglesia polaco-estadouni-
sión y el hospital psiquiátrico sean bienvenidos porque proporcionan
dense depende de la libre voluntad de congregación. Y el Estado, aunque
tranquilidad y liberación en la forma de una organización de la vida re-
intenta mantener unido al grupo conyugal, lo hace de un modo que no
gular y simple que ya no plantea nuevos e incomprensibles problemas que
armoniza en absoluto con las tradiciones del campesino y, lejos de pre-
han de solucionarse en cada momento.
servar el significado institucional del matrimonio a los ojos del campesi-
no, lo debilita bastante. A resultas de todo ello, el matrimonio casi deja de
2.3 La ruptura de la relación conyugal ser una institución social, y las antiguas actitudes socialmente sanciona-
El trasfondo general de la desorganización del grupo conyugal entre los in- das, en las que se basaba la fuerza y la permanencia del lazo conyugal,
migrantes polacos es la decadencia de la familia extensa, la debilidad de la pierden la mayor parte de su influencia.
comunidad polaco-estadounidense y la novedad de los criterios legales de
Estados Unidos. El matrimonio corno institución social era parte de la ins- En estas circunstancias el matrimonio se basa casi exclusivamente en las ac-
titudes temperamentales de los individuos, no en la obediencia a las reglas
titución más extensa de la familia. Las familias extensas del marido y de la
mujer, al margen de sus rivalidades y conflictos, estaban ambas interesadas sociales. El deseo sexual, el instinto maternal y, en menor medida, el pa-
ternal, el deseo de respuesta y el deseo de seguridad son parcialmente las
en preservar el lazo conyugal, una función que les correspondía más a ellos
que a los individuos implicados y que generaba un detallado ajuste de los únicas fuerzas que unen y mantienen unidas a las parejas. Ninguna de es-
tas actitudes es suficiente para formar una base permanente de la familia. Y,
asuntos sociales y económicos de cada familia, y no se podía romper sin
consecuencias indeseables para cada una de ellas. Así, cada familia se ocu- para la sociedad inmigrante, sustituir el viejo y decadente fundamento ins-
titucional de la vida familiar por nuevos ideales y normas sociales es mucho
paba de imponer las reglas tradicionales de conducta a su propio miembro
casado y, al mismo tiempo, estaba dispuesta a defender a su miembro ante más difícil que crear sustitutos para la organización de la vida económica
tradicional. El principio abstracto del deber apenas ejerce influencia prác-
la ruptura de esas reglas que pudiera cometer la otra parte. Y cuando la fa-
milia extensa conculcaba los principios que supuestamente tenía que de- tica, si no es la derivada de reglas sociales concretas o de alguna forma de
fender o era incapaz de influir en el grupo conyugal, la comunidad ejer- religión. El amor corno producto cultural, con su idealización de la perso-
nalidad y la consiguiente tendencia a la exclusión de los demás individuos
cería sus derechos de control tanto sobre el grupo conyugal como sobre la
familia extensa. El sistema tradicional lo sancionaba el entorno social de la del grupo, es raro en general y lo es más aún entre los campesinos, con su
subordinación tradicional del individuo al grupo. Los ideales económicos,
pareja casada, incluida la Iglesia y el Estado, cuyas reglas en este asunto ar-
cuando existen, contribuyen realmente al mantenimiento de la vida fami-
monizaban con las reconocidas por la comunidad campesina.
liar en general, porque el inmigrante raramente puede imaginar una vida
Pero, corno ya hemos visto, en este país la familia extensa ya no es un económicamente perfecta sin la familia. Pero esto no garantiza de modo
cuerpo social real con intereses comunes concretos, porque son sólo al-
suficiente la estabilidad del matrimonio, porque en cualquier caso parti-
gunos miembros los que han emigrado y suelen estar dispersos por un cular un hombre puede preferir establecer una nueva familia más que
vasto territorio. A la comunidad sólo le queda un pequeño acervo de vie-
permanecer con la antigua. Además, como sabemos, los problemas con-
jas tradiciones, y ni siquiera lo puede imponer eficazmente si el individuo yugales influyen de manera desfavorable en la vida económica. El progre-
no elige participar activamente en la vida común. Además, a pesar de la
so social del grupo conyugal, una participación activa y considerable en la
gran vitalidad de la parroquia como institución social, la autoridad de vida polaco-estadounidense que arraiga la atención de la comunidad y el
la Iglesia corno institución religiosa está muy debilitada, quizás por la
avance de la joven generación, son factores morales realmente decisivos en

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William l. Thomas y Florian Znaniecki El campesinopolaco en Europa y en Ammc,z

la medida en que suelen impedir una ruptura abierta del grupo conyugal; Insistió en que amaba mucho a su esposa, pero no podía vivir con ella.
pero su acción se limita a una minoría de inmigrantes y sólo es apreciable Ella le había confesado que había tenido relación con un hombre dos ve-
cuando el grupo conyugal ha empezado ya a alcanzar cierta prominencia ces y él no podía olvidarlo. Además, cada va. que salía con ella se imagi-
social, es decir, cuando los padres han pasado el tempestuoso periodo de la naba que estaba flirteando y teniendo algunos contactos con hombres.
juventud. Además, con el fin de que el principio tácitamente aceptado de Terminó ofreciendo traer a su mujer a la oficina de la Sociedad «para dis-
la sociedad polaco-estadounidense no interfiera demasiado en la vida pri- cutir el asunto». Esto hizo. Él se negó a dar más dinero y pidió el divorcio
vada de los miembros socialmente útiles, puede subsistir una desmoraliza- a la Sra. Michalski, prometiendo con sinceridad producir una evidencia
ción real e importante bajo la apariencia de la respetabilidad. concluyente de su infidelidad.

No obstante, los Michalski intentaron volver a vivir juntos, alquilaron un


Familia Micha/ski. Minnie y Stanley Michalski eran muy jóvenes cuando piso y compraron muebles nuevos. Tras dos semanas, Stanley Michalski
se casaron. Poco después de casarse, un amigo de Stanley, un joven Lla-
se marchó y su mujer acudió a la Sociedad de Ayuda Legal para quejarse
mado Frank Kornacki, fue a verles. Fue a verles unas seis veces. Un lunes
de que estaba saliendo con otra mujer y de que sólo le daba cinco dólares
de enero de 1912 apareció en su casa a mediodía. La joven Sra. Michal-
a la semana. Ahora queda el divorcio. Sin embargo, nada se hizo enton-
ski estaba sola en casa haciendo la colada. Es difícil decir si la forzó o no
ces. Seis meses después ella acudió de nuevo a la Sociedad. La noche an-
a tener relaciones sexuales. Más tarde ella dijo que se resistió, pero que le
terior su marido había ido a verla y la había amenazado con matarla a ella
tapó la boca con la mano con tanta fuerza que no pudo gritar y que,
y a Helen. Encendió el gas e intentó asfixiarla hasta la inconsciencia, pero
como estaba prefiada de cinco meses, no se atrevió a luchar contra él. Ella
ella gritó con tanta fuerza que él se alarmó y se marchó arrancando una
no le dijo nada de esto a su marido. Tuvo una hija y la llamó Helen.
fotografía de él colgada en la pared y Llevándose a la niña. La Sra. Mi-
Un domingo de agosto del mismo afio, Kornacki y Michalski estaban ju- chalski llamó a la policía, lo arrestaron y devolvió a la niña.
gando en un bar. Michalski había ganado ocho dólares cuando Kornacki,
Poco tiempo después, Michalski ascendió a administrador de la empresa
medio borracho, le ofreció decirle «algo» para que le devolviera los ocho dó-
donde trabajaba y proporcionó un trabajo a su mujer en su oficina por 7
lares. Le dijo entonces lo que había ocurrido con la Sra. Michalski. Mi-
dólares a la semana, y lo hizo con el fin de no tener que contribuir al man-
chalski se fue a casa enloquecido y acosó a su mujer hasta que le dijo la ver-
tenimiento de la niña, Ella enseguida perdió el trabajo, y él no reanudó sus
dad. Se enfureció sin límite. No se creyó que ella no había tenido culpa, le
pagos. La Sociedad de Ayuda Legal envió a buscarle. Dijo que ya no podía
ordenó que hiciera que arrestaran a Kornacki por violación y la echó de casa
trabajar, que había contraído la sífilis de alguna mujer con las que había vi-
hasta que el amigo fuese castigado. Pero la orden de arresto fue rechazada. Él
vido, que estaba en tratamiento y que probablemente le iban a operar. In-
estaba especialmente furioso porque el ataque había sucedido durante su em-
sistió en que su mujer estaba viviendo en pecado y dijo que una va. que
barazo y, como estaba preñada de nuevo, tuvo que abortar para tranquili-
había ido a su casa con un policía había descubierto a un hombre medio
zarle. Entonces él le permitió regresar y vivieron juntos dos afios más. Lue-
desnudo en el armario. Quería que arrestaran al hombre, pero temió im-
go él la dejó prometiéndole cinco dólares a la semana para mantener al nifio.
plicar a su mujer. Algunos meses después Michalski fue a la oficina de la
La Sra. Michalski recurrió a la Sociedad de Ayuga Legal para conseguir Sociedad de Ayuda Legal y pidió el expediente del caso. Quería ver si el
más dinero de su marido. Michalski respondió a la carta de la sociedad expediente contenía alguna confesión de su mujer de su inmoralidad para
personándose en la oficina y le dio muy buena impresión a la entrevista- usarla y conseguir así el divorcio. Cuando se le negó el expediente se excitó
dora, una chica nueva y sin experiencia que «sentía mucha pena por él». mucho y acusó a la Sociedad de «proteger siempre a la mujer».

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El campesinopolaco m Europay en AmmCA
William l. Thomas y Florian Znaniecki

La interferencia del Estado constituye un elemento totalmente nuevo en


Pasaron otros seis meses. Les concedieron el divorcio sin necesidad de
la vida conyugal del inmigrante polaco, que desde su punto de visea in-
pleitear. Se dieron varios testimonios del buen carácter del Sr. Michalski así cluye no sólo la acción de la justicia y la policía, sino también las acciones
corno de la conducta inmoral de la Sra. Michalski. El hermano de Mi-
de instituciones estadounidenses privadas o semi-privadas, puesto que él
chalski y una joven testificaron que una noche bebieron codos y, jugando
raramente puede distinguir una institución puramente social de una fi-
al escondite, la Sra. Michalski invitó a un chico de 18 años a su dormitorio
nanciada _por el Estado, particularmente porque la primera recurre, pue-
y se acostó con él. Al principio la Sra. Michalski lo negó y ofreció traer al
de ~ecurnr_ o ~ menos se considera que puede recurrir, a la justicia y la
chico en cuestión anee el tribunal para que negara la historia, pero cuando
policía. Ningún otro factor de la desorganización conyugal tiene un
el fiscal de la Ayuda Legal le volvió a preguntar y le hizo saber los riesgos
efecto destructivo can uniforme y general en el matrimonio. Tras estudiar
del perjurio, ella lo admitió codo. Sin embargo, ella imploró a la sociedad
minuciosamente cientos de casos, no hemos encontrado ni uno solo en el
para conseguir que se aplazara la orden del tribunal de dar al padre la cus-
que la interferencia oficial reforzara el lazo conyugal. Si, ocasionalmente,
todia de la niña, Ella dijo con lágrimas en los ojos que la niña lo era codo
después de la acción institucional se produce alguna mejora, ésta no se
para ella en este mundo. Cuando, unos días después, Michalski se llevó a la
produce debido a aquélla, sino a pesar de aquélla. En algunas ocasiones se
niña, su desesperación era can real y can penosa que la Sociedad resolvió re-
debe a influencias sociales o económicas constructivas y, en otras, la si-
currir los términos del divorcio. La sentencia se aplazó tras una demostra-
tuación, cuando se somete a la atención pública, se ve que no era tan
ción prelirnicar de los malos hábitos de Michalski. Para preparar la última
mala como parecía y que era posible un reajuste espontáneo. Sin embar-
vista, el fiscal de Ayuda Legal llamó a la chica por la que Michalski había
go, en la inmensa mayoría de los casos no se necesita un análisis detalla-
dejado a su mujer. Ella no se tornó a mal la sugerencia de ir al juzgado a
do para advertir la tensión adicional inmediata que afiade la interferencia
hablar de sus relaciones con Michalski. Ella «sentía pena por la pobre
real del Estado o su amenaza sobre el lazo conyugal.
Minnie y le gustaría poder ayudarla», pero era un momento inoportuno,
porque estaba intentando divorciarse de su marido y no quería verse en la La expl_icación de ello es fácil. El control social que ejerce la familia y la
situación de decirle al mismo juez, en el caso de Minnie, que ésta era comunidad en un grupo conyugal en el viejo país se ejerce sobre ese
una mujer inmoral y, en su propio caso, que era una mujer irreprochable
grupo como u~idad y se con_sideran los intereses de esa unidad. El papel
que quería separarse de su indigno marido. Finalmente acordó que si su di- del entorno social no es mediar entre el esposo y la esposa y arbitrar entre
vorcio «iba bien» tendría en consideración ayudar a Minnie. Pero no que- las _demandas personales de unos individuos separados, sino defender su
ría de ningún modo una citación, porque si la obligaban a testificar contra u~1.ón cuando está amenazada por la acción de alguno de los dos. Al in-
su voluntad diría cantas cosas de Minnie y de su marido que no le darían la dividuo que se comporta mal se le hace sentir que está pecando contra el
custodia de la nifia a ninguno de los dos. U nas semanas después, la Sra.
cará~er ~~rada del matrimonio, no que está equivocado en su pelea con
Michalski dijo que Stella se negaba a ayudarla porque Stanley le había pro- otro individuo. Por lo tanto, el control del viejo entorno social aumenta
metido casarse con ella cuando se divorciara de su marido. Ésta no fue la el significado institucional del lazo conyugal. Por el contrario, la interfe-
única promesa de matrimonio que Stanley hizo anees de divorciarse. rencia de la institución estadounidense significa un arbitraje entre un es-
El tribunal permitió a la Sra. Michalski ver a la niña, pero una vez la secues- poso y una ~posa que son tratados, oficial y no oficialmente, como par-
tró. La Sociedad de Ayuda Legal logró que fuese ella quien se quedara con la ces en una disputa, como individuos con demandas entre las cuales se
nifia y ni Michalski ni su abogado aparecieron en el tribunal para pleitear. debe establecer un equilibrio justo. Esto plantea de inmediato a la con-
ciencia del inmigrante la cuestión no sobre la base de la solidaridad,
De los Records of the Chicago LegalAid Society
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William l. Thomas y Florian Znaniccki El campesino polaco en Europa y en América

sino sobre una lucha donde cada parte quiere obtener lo mejor de su ad- La conciencia de que ella puede hacer que arresten a su marido siempre
versario por cualquier medio posible. Esta impresión se ve reforzada por que quiera con acusaciones de que no pasa la pensión acordada, de con-
lo que parece ser el carácter oficial y foráneo de las inscicuciones que in- ducta desordenada o adulterio es, para la mujer, una experiencia total-
terfieren, qui cando significado a todo llamamiento a la solidaridad, por- mente nueva. Aunque bajo el viejo sistema ella tenía, de hecho, un papel
que el trabajador social o el mismo juez. no son miembros de la comuni- en la administración de los asuntos comunes casi igual que el del hombre,
dad y no tienen intereses directos y vitales en el grupo conyugal. Además, en casos de desacuerdo explícito el hombre tenía el derecho formal de
la acción de las instituciones estadounidenses difiere por naturaleza de la coaccionarla, mientras ella sólo podía actuar mediante la sugerencia y la
de una comunidad polaca al ser esporádica y plantear la cuestión sobre persuasión, o recurriendo a su familia. Ahora ella no sólo puede negarse a
una base racional, mientras el viejo entorno social actuaba continua- ser coaccionada, porque los únicos instrumentos reales de coerción que le
mente y mediante sugerencias emocionales más que por medio de suge- quedan al hombre después de la desorganización de la familia extensa -el
rencias razonadas. uso de la fuerza física y la retirada de los medios de subsistencia- están
prohibidos por ley, sino que puede realmente coaccionar a su marido
Así, la interferencia estatal directa o indirecta mina de forma inevitable el
para que haga lo que ella quiera usando un acto de violencia, la bebida
significado institucional y el carácter sagrado social y tradicional del
excesiva o la negligencia económica de él como pretexto para una orden
matrimonio. Lo hace incluso en los raros casos en los que hay una bue-
de arresto. No es de extrañar que ella esté tentada de usar su poder recién
na información. Pero normalmente las condiciones se agravan por la ig-
adquirido siempre que discute con su marido, y sus amigas y conocidas,
norancia de las tradiciones y costumbres campesinas polacas que carac-
motivadas por la solidaridad de sexo, frecuentemente la incitan a em-
teriza a los trabajadores sociales y funcionarios de los tribunales mejor
prender acciones legales. Esca acción es, por supuesto, radicalmente con-
intencionados y más idealistas. Por supuesto, la situación es peor aún en
traria al significado tradicional del matrimonio, pero este significado es
esos casos afortunadamente raros en los que los representantes de las ins-
débil y tiende a olvidarse en el momento del enfado, porque no existe una
tituciones estadounidenses carecen de tacto e interés humano. Y cual-
familia extensa que lo mantenga siempre vivo. Y la acción, una vez. em-
quier error o injusticia cometida por los que representan la autoridad
prendida, es irreparable, porque el marido no olvidará jamás ni perdonará
tiende a ser exagerada y malinterpretada por el individuo y a ser aún más
del codo un acto que introduce una interferencia oficial foránea en la pri-
exagerada y malinterpretada por la opinión social de la comunidad in-
vacidad de sus relaciones conyugales, humilla su sentimiento de dignidad
migrante.
masculina, y lo sitúa durante el tiempo que está arrestado en la misma si-
Y esto no es todo. Ciertas tendencias predominantes manifestadas por las tuación que un delincuente. Si es una chica la que promueve el arresto de
instituciones estadounidenses cuando interfieren en la vida conyugal han un hombre acusándole de estupro, el delito parece menos gravoso porque
producido ya entre los inmigrantes polacos las nuevas actitudes sociales no hay ruptura de la solidaridad familiar; la chica no le debe obediencia y
que constituyen una predisposición más favorable a tener más problemas en la mayoría de estos casos la relación se basa ya en la lucha anees del
conyugales. Aparte de la idea de la inestabilidad del matrimonio esta- arresto. Por lo general, un matrimonio celebrado en un tribunal bajo esas
dounidense -un resultado del matrimonio civil y el divorcio-, la más im- condiciones está abocado al fracaso -como indica nuestro rnarerial-,
portante de codas es el sentimiento exagerado del poder coercitivo de la pero si la chica no manifiesta demasiada insolencia o insistencia sobre su
mujer y el correspondiente sentimiento del hombre de que las obligacio- derecho, es posible que la relación se consolide más tarde, voluntaria-
nes conyugales son una cuestión relativa a la coerción legal, no al deber mente y sin presión legal, mientras un lazo conyugal se rompe virtual-
moral. mente por el arresto del marido. El hombre puede ser intimidado y so-

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William l. Thomas y Florian Znaniccki El umperinopolacoen Europay en Amirúa

meterse por miedo, pero su relación conyugal ha dejado de implicar entre los polaco-estadounidenses, siempre tendrán el carácter externo del
para él solidaridad familiar y ya no es una unión voluntaria, sino una co- adulterio clandestino, y por lo tanto no sólo estarán oficialmente marcados
habitación impuesta y la contribución económica que los une se parece con un signo de inmoralidad general, sino que pueden contribuir a la in-
más a una relación de servidumbre. Naturalmente, si no está muy ape- moralidad general, es decir, a la decadencia de la organización de la vida
gado a sus hijos o es indolente por temperamento, tiende a salir corrien- individual. La única manera posible de contrarrestar esta degeneración del
do a la primera oportunidad. Y la popularización de estos hechos y acti- matrimonio es proporcionar a la sociedad polaco-estadounidense nuevos
tudes entre los inmigrantes ha dado como resultado la tendencia en los ideales de vida familiar o ayudarla a desarrollarlos. Y esto se puede hacer
hombres a renunciar a cualquier noción de deber permanente conectado sólo mediante su incorporación real a la sociedad estadounidense, no
con el matrimonio. No sirve para nada intentar hacer que un inmigran- sólo a los sistemas estatal y económico (si es que la sociedad estadouni-
te acepte a este respecto la idea formal de contrato y admita el principio dense tiene realmente ideales sobre la vida familiar que ofrecer).
de que, con el matrimonio, ha contraído cierras obligaciones de por
vida, porque la obligación es importante para él sólo mientras forma 2.4 El asesinato
parte de la organización del grupo social primario al que pertenece. Las
Desde el punto de vista sociológico hay dos tipos muy diferentes de crí-
leyes estadounidenses le tratan a él y a su mujer como individuos aislados,
menes: el crimen dentro del propio grupo del individuo y el crimen que
no como miembros de un grupo primario, y entre individuos aislados la
comete el individuo fuera de su grupo. Los límites del propio grupo del
conexión normal que hay en su conciencia no es la de un contrato, vin-
individuo en cualquier caso particular dependen del alcance dentro de la
culante incluso en contra de la voluntad de uno, sino la de una asociación
cual él reconoce los lazos de la solidaridad social activa como vinculantes.
libre disoluble en cualquier momento a voluntad de cualquiera de los dos.
Así, para el salvaje estos límites son los de su tribu particular; para el ig-
norante campesino del viejo estilo coinciden prácticamente con su co-
Así, en general, la situación conyugal entre los polaco-estadounidenses pa-
munidad primaria; para el hombre civilizado moderno medio son los de
rece bastante mala si se juzga de acuerdo con los criterios de un lazo con-
su nación; para el socialista consciente se limitan a la clase trabajadora;
yugal exclusivo y permanente. Hay numerosas causas que contribuyen a la
para el cristiano práctico incluyen a coda la raza humana; para el criminal
disolución progresiva del grupo conyugal monógamo, y no hay factores
habitual no van mucho más allá de su banda. Por supuesto, en muchos
importantes y generales para su reconstrucción. Quizás este proceso no
casos las líneas no se pueden trazar con exactitud, porque puede haber va-
constituyera un peligro social si entre los inmigrantes de origen campesi-
rios grados de solidaridad que el individuo reconoce en un grado decre-
no la desorganización del matrimonio no estuviese tan estrechamente re-
ciente; por ejemplo, la familia, la comunidad o los conocidos, la ciudad y
lacionada como lo está con la desmoralización en otros campos, y si no
la nación, son grupos propios del individuo. En la práctica tampoco se
afectara a los hijos como lo hace. Porque la vida social normal puede coe-
puede distinguir siempre claramente entre los dos cipos de crímenes;
xistir con otras formas de vida familiar diferentes a las basadas en el ma-
existen cipos complejos intermedios en los que se mezclan los rasgos de
trimonio monógamo. Pero es obviamente imposible para la sociedad po-
los dos cipos fundamentales en diferentes proporciones ...
laco-estadounidense construir un nuevo cipo de organización familiar
basado en la poligamia, primero porque esta sociedad no es suficiente- Cuando estudiamos el homicidio entre otros crímenes en las comunida-
mente coherente, y segundo porque el sistema legal y social estadouni- des campesinas de Polonia, cenemos que tratar principalmente con el pri-
dense no permitiría una poligamia explícitamente reorganizada y social- mer cipo de crimen, es decir, con el crimen que el individuo comete den-
mente regulada. Por muy generales que pasen a ser los arreglos polígamos tro de su propio grupo. En efecto, los homicidas de extranjeros son muy

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William l. Thomas y Florian Znaniccki El cam¡,mno polaco en Europa y en América

raros encre los campesinos. La razón es simple. Los contactos sociales en- No hay necesidad de recurrir a medios violentos para deshacerse de miem-
tre el individuo y el mundo social fuera de su propia comunidad son re- bros indeseables de la familia de un individuo, porque éste simplemente
lativamente pocos y superficiales, por lo que no existen muchos motivos los puede abandonar. Aquí, una casa o una suma de dinero que hereda un
para la violencia, mientras, con bastante independencia de las considera- individuo a la muerte de sus padres no significa tanto, ni siquiera por
ciones de la solidaridad social, el campesino necesita verdaderamente aproximación, como la más pequeña granja en el país de origen, ni por lo
motivos muy fuerces para realizar cualquier acto anormal debido al ca- que respecta a su vinculación con la posición social del individuo ni desde
rácter estable y regulado de su vida habitual y debido a la fuerza de su de- el punto de vista puramente económico en relación con su capacidad de
seo de seguridad. Ha habido numerosos homicidios de extranjeros du- obtener ingresos. El deseo sexual se puede satisfacer fuera de la institución
rante el periodo que hemos investigado [en la Parte III], pero ocurrieron del matrimonio. Los celos siguen existiendo, pero en la mayoría de los ca-
principalmente en las ciudades y fueron producto de las condiciones so- sos son más débiles debido a la conciencia de que es posible tener muchos
ciales que creó la revolución de 1905-1906, y sólo se pueden encender otros hombres o mujeres aparte del infiel. El miedo a la opinión social di-
adecuadamente en conexión con un estudio de esca revolución. En la vida fícilmente puede obligar al individuo medio a cometer un homicidio
campesina un homicidio suele ser la solución trágica de una compleja si- como alternativa a una revelación vergonzosa, porque la opinión social
tuación social que implica: 1) unas tendencias individuales poderosas, 2) tiene mucha menos influencia y puede ser fácilmente evitada si el indivi-
un conjunto de condiciones sociales que imposibilita al individuo realizar duo se traslada de lugar. El deseo de venganza no puede ser tan fuerte
esas tendencia sin eliminar a la persona o las personas que obstaculizan su como en el país de origen, porque aquí un individuo tiene menos opor-
camino, y 3) casi siempre el sentimiento de que él ha sido el agraviado y tunidades de infligir un daño realmente serio a otro y, como las demandas
que esa persona o esas personas han sido las primeras en romper el prin- de solidaridad han perdido gran parte de su viejo significado, una ruptura
cipio de solidaridad. La avaricia, el miedo, el deseo sexual, los celos y la de la solidaridad es menos sentida como tal.
venganza, fuerces debido a que han sido alimentados durante mucho
tiempo, constituyen los factores usuales de homicidio, y es claro que las Pero si, por lo tanto, el homicidio trágico, el homicidio con motivos po-
situaciones que dan lugar a esas emociones tienden a desarrollarse sólo derosos cometido dentro del propio grupo del individuo, pasa a ser rela-
dentro del propio grupo del individuo. tivamente raro aquí por la falta de motivos, hay un campo amplio para el
segundo tipo de homicidio, el homicidio sin tragedia ni conflicto que se
Ahora bien, basándonos en el conocimiento que acabamos de adquirir so- comete fuera del grupo del criminal. Mucho más que nunca, el inmi-
bre el debilitamiento de codos los lazos sociales y tradiciones entre los in- grante entra en contacto con extraños, con personas que no pertenecen a
migrantes, podemos esperar que aquí la naturaleza del crimen en general y su familia, comunidad o incluso raza, e incluso los miembros de su anti-
del homicidio en particular sea muy diferente. Por un lado, la mayoría de gua comunidad que viven en condiciones cambiantes y que ya no cons-
los motivos que impulsaban la acción de los campesinos en su país de ori- tituyen un grupo coherente, suelen apartarse de él. Su actitud usual hacia
gen, bien han dejado de existir, bien se han debilitado mucho precisa- este entorno social no es simplemente de indiferencia. Es esencialmente
mente porque codos los lazos sociales se han relajado. Aquí, un individuo defensiva, llena de desconfianza, con una vaga sensación de peligro y una
rara vez; si alguna, se encuentra en una situación que le pare:z.ca insoluble expectación continua del mal o la ofensa. La desconfianza hacia los ex-
si no es con el homicidio, porque sus deseos, menos determinados por la tranjeros era la actitud habitual del campesino, generada por siglos de ais-
tradición, son menos exclusivos; normalmente dispone de muchas formas lamiento cultural y por un estatus social subordinado que hada padecer a
de satisfacerlos y ningún lazo institucional puede atarlo contra su voluntad. la comunidad campesina males sociales inesperados cuya fuente no podía

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Willjam l. Thomas y Florian Znaniccl<l El cempesino polaco en Europa y en América

controlar. Las experiencias del inmigrante en este país, que implican a ve- sigilosamente de la casa. Cuando los hermanos regresaron se fueron a la
ces explotación, con frecuencia humillación y que están siempre llenas de cama, Joseph con su mujer y su hermano con la mujer huésped, que tenía
eventos, sucesos y actos humanos cuyo significado él capea sólo vaga- un marido y dos hijos en el país de origen y un hijo ilegitimo aquí.
mente, contribuyen, por supuesto, a mantener y desarrollar esa actitud de
Opalski declara en su confesión: «Fui a casa de Peter Altrnan ... Allí me
desconfianza general, y su primer movimiento suele estar lleno de apren-
puse los zapatos, el abrigo y el sombrero, regresé a casa de Stanczak y en-
sión u hostilidad implícita. Además, el nerviosismo que le producen las
tré por la puerta trasera. Me encontré con los hermanos Scanczak, Joe y
condiciones inestables de la vida hace que exagere con facilidad el mal
Feliks, y les dije: «Si sois tan fuertes, venga, empecemos». joseph se aba-
más pequefio. Éste es el trasfondo que nos ayuda a comprender casos
lanzó contra mí y me pegó con el pufio en la oreja derecha. Yo llevaba
como el siguiente.
una lima; la saqué del bolsillo y golpeé a joseph en la cabeza con la
[osepb Opa/ski, homicida de joseph Stanczak. Joseph Opalski estuvo vi- lima. Él cayó de lado, Feliks se abalanzó contra mí y le golpeé dos veces
viendo de huésped en casa de [oseph Scanczak. Scanczak tenía 37 afios de con la lima. Él se tambaleaba cerca de la estufa y gritaba: «¡Mujer, ayú-
edad y llevaba ocho afias en este país. Nació en la Polonia rusa y se casó dame!». Feliks entró en el dormitorio y Joe estaba levantándose. Cuando
allí. Vivía con su mujer en Chicago y tenía dos hijos de 1 O y 2 afias de le vi levantarse se me cayó la lima de la mano, cogí la silla y le golpeé con
edad. En los testimonios en el juicio de Opalski se reveló que todo el ve- ella en la cabeza. La silla se rompió en pedazos y él volvió a caerse al sue-
cindario hablaba de la relación entre la Sra. Stanczak y Opalski, «pero na- lo. No sé cómo o cuándo se habían marchado las mujeres, pero en ese
die quería interferir». Se sabía sobradamente que Scanczak quería que él se momento no estaban. Entré por la puerta delantera y cogí mi revólver,
marchara, «pero su esposa quería que se quedara. Hace tres meses Opals- que había comprado a un prestamista hacía algunos meses ... Lo compré
ki le pegó y le cortó en la cabeza. Él [Opalski] tenía más cosas que decir con la intención de matar a Joseph Sranczak después de una pelea que ha-
en casa que el difunto». Todos los implicados sabían que estaban por lle- bía tenido con él hacía tres meses.
gar más problemas.
«Luego me fui a ver aJoseph Polowski a la calle 49. Llegué allí hacia las 4
El domingo 29 de agosto por la noche, [oseph Scanczak pidió a su her- de la mafiana. Su cufiado me abrió la puerta y le pregunté si estaba Joe Po-
mano Feliks que se quedara con él a pasar la noche. No está claro si se lo lowski. Me respondió: «Sí, hace pocos minutos que ha regresado». Me dejó
pidió porque tenía miedo de Opalski o porque quería que su hermano le entrar, me fui a dormir con Joe y le dije que no podía dormir en mi casa
ayudara a echar al huésped. Todos estuvieron bebiendo. Opalski dijo porque los dos hermanos se estaban pegando. Joe Polowski se levantó a las
que no bebió nada y que se fue pronto a la cama, pero no pudo dormir- 5:30, se fue a trabajar y yo dormí hasta mediodía. Me levanté, desayuné y
se. Después de irse a su habitación, donde dormía también el chico de me marché de allí andando a casa de Srephen Malecki en la calle 26. Lle-
Stanczak, Joseph Stanczak «hizo dos descansos para entrar en la habita- gué allí cerca de las 2 de la tarde. Me cambié y me puse la ropa de los do-
ción», pero le detuvo su mujer, que se quejaba de que estaba enferma y no mingos y me marché de allí hacia las 4 de la tarde. Fui al centro de la ciu-
quería ruidos. Más carde, alrededor de la una de la noche, Stanczak fue al dad a ver un espectáculo en la calle State. Salí del teatro a las 9 de la
bar a por más cerveza y su hermano salió un momento. La Sra. Stanczak, tarde, fui a casa de Peter Alunan ... y dormí en la cocina hasta las 8 en pun-
una mujer que tenía de huésped y su cufiado, que vivía en el piso de arri- to de la mafiana del 31 de agosto. Luego cogí mi revólver y fui a casa de
ba, entraron en la habitación de Opalski y le rogaron que se marchara de Joseph Scanczak. Entré por la puerca de la cocina y fui al dormitorio don-
la casa porque Stanczak y su hermano estaban planeando clavarle un cu- de dormía Joseph Satnczak y le disparé tres tiros. Estaba dormido. En ese
chillo, «le iban a ensefiar lo que eran las leyes estadounidenses». Se marchó momento no había nadie más en la casa y, que yo supiera, nadie conocía

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William l. Thomas y Florian Znaniccki
El campesino polaco en Europa J m América

mi intención ... [Fui a casa de sus amigos; escondí el revólver; al día si- Aun así, esto sin embargo no explica por qué una aparente provoca-
guiente fui a trabajar y al día siguiente] cené en casa de Stephen Weybeck, ción a la lucha ha de impulsar siempre a un individuo hacia un ataque
en la calle 26. Mencionaron que Joseph Stanc:zak había muerto, pero yo no homicida.
comenté nada cuando me lo dijeron. Fui a casa de Stanczak y Josephine
Un individuo socialmente normal puede ignorar esa provocación, recurrir
Stanczak, Josephine Okrasina [la mujer huésped] y Binkowski [el cuñado
a su entorno social para que arbitre, recurrir a la ley como instrumento de
de Stanczak] estaban allí. Y Binkowski me dijo que [oseph Stanczak estaba
lucha y reparación, arreglarlo en una primera pelea o, por último, seguir el
muerto, a lo que yo respondí que le había llegado la hora. Las mujeres es-
código tradicional de honor de la nobleza europea y celebrar un duelo re-
taban en la cama dormidas y me fui a dormir con el pequeño John Stanc-
gular. La reacción homicida implica en el inmigrante una predisposición
zak. Y nada más se dijo de la muerte de Stanczak. La mañada del 2 de sep-
diferente de la que encontramos en cualquier sociedad organizada. La
tiembre me levanté a las 9:30 y marché a trabajar. Trabajé hasta la 1 :30 de
explicación parece residir en el hecho de que el homicida, en sus relaciones
la tarde. Fue entonces cuando me arrestaron ... »,
con el mundo exterior, no se siente respaldado por ningún grupo social
P. ¿No vivía usted con ella como si estuviera usted casado con ella? fuerte suyo y no es consciente de ser miembro de una sociedad organizada
R No. Nunca. y estable. Su familia es demasiado débil o está muy dispersa como para
P. ¿Por qué lo ha hecho? proporcionarle un refugio social seguro donde obtener la respuesta y el re-
conocimiento que necesita e ignorar las provocaciones exteriores debido a
R [Yo] lo he hecho simplemente porque él ya había vivido lo suficien-
su sensación de importancia social y seguridad. La nueva comunidad po-
te. Él asesinó a uno en su país. Eliminó a un hombre con una navaja de
laco-estadounidense no es un árbitro adecuado para las peleas personales,
afeitar.
porque carece de poder coercitivo y, en general, apenas se interesa por las
P. ¿Ese hombre al que asesinó Joseph Stanczak era pariente suyo? necesidades individuales. Los sistemas legal y policial estadounidenses son
R No conozco de nada a ese hombre. demasiado diferentes de lo que es para el campesino una justicia adecuada,
por lo que no puede identificarlos con el orden social; normalmente están
De los Records ofThe Cook Conty Criminal Court.
al servicio de un poder que para él suele ser incomprensible por su carácter
institucional e impersonal y arbitrario por sus aplicaciones caso a caso. Al
Hay un rasgo común a todos estos casos de homicidio del segundo tipo.
campesino polaco le gusta recurrir a la ley como instrumento de lucha y lo
El crimen es siempre una reacción a un acto de agresión pasado o pre-
haría con mucha frecuencia durante el primer periodo de su estancia en
sente. La manifestación externa de ese acto puede ser insignificante, qui-
este país si comprendiera las instituciones. Pero lo que le suele ocurrir es
zás simplemente una ligera observación o una expresión ruda; puede ser
que cuando empieza a ser capaz de utilizar esas instituciones ha olvidado ya
incluso sólo una reacción a un ademán agresivo del homicida. Sin em-
la tradición de recurrir a la ley para las luchas personales y se ha acostum-
bargo, es evidente que lo importante no es el lado objetivo del acto,
brado ya a la idea de la auto-reparación.
sino el significado que le da el hombre que responde con un intento de
homicidio. Ahora bien, este significado es claro; el individuo contra el
que va dirigido un acto de agresión interpreta ese acto como una provo- 2.5 Conclusión
cación a la lucha. El trasfondo psicológico de esta interpretación es esa
El campesino polaco no es y no puede ser exactamente el mismo tipo de
desconfianza general hacia el entorno social, la vaga expectativa de hos- hombre que el estadounidense nacido en Estados Unidos, porque su ca-
tilidad que acabamos de describir.
rácter lo ha moldeado su entorno social, y su entorno social tiene un con-

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WiUiam l. Thomas y Florian Znaniecki El campesino polaco en Europa 7 en Ammca

junco de tradiciones, una organización y una forma y nivel de vida muy do. De hecho, es sorprendente que quede tanta vida normal y que a
diferentes por su complejidad concreta de los que son familiares para el medida que pasa el tiempo las fuerzas constructivas se reafirmen ere-
lector estadounidense. Alguien cuyas actitudes han evolucionado bajo la cienternente en la comunidades polaco-estadounidenses. Esto se debe
influencia de la vida rápidamente cambiante de los Estados Unidos -lle- encera y exclusivamente al espíritu social del inmigrante, a su tendencia a
na de nuevas experiencias-, alguien que ha sido enseñado a reconocer las formar grupos, a su capacidad tradicional para la organización social. Esca
emergencias desconocidas y a afrontarlas por propia iniciativa, alguien capacidad se pone aquí más a prueba que nunca. Dispersos y aislados
que está acostumbrado y dispuesto a recibir la influencia en su conducta dentro de una sociedad prácticamente desconocida, normalmente indi-
del estimulo indirecto de la palabra escrita o impresa canto o más que del ferente, con frecuencia insolente y a veces incluso hostil, en condiciones
contacto humano directo, y alguien para quien las impersonales institu- económicas inseguras y míseras, con un liderazgo muy insuficiente y
ciones económicas, sociales, legales y políticas, con sus métodos abstrac- con unos ideales que ese liderazgo formula en términos nacionalistas,
tos y generales de tratar con la vida humana, son can reales en su sig- egoístas y en parte presuntuosos, estos pequeños grupos de personas,
nificado práctico como las personalidades que responden de forma cuyos máximos intereses estaban indisolublemente unidos a su viejo en-
inmediata, no puede entender ni al campesino polaco en Polonia ni tra- torno social y quienes, separados de su entorno, han perdido el único y real
tar con él como inmigrante en este país, si no se percata del significado de fundamento de su vida cultural, casi han logrado unirse en un cuerpo cul-
los siguientes hechos: tural y crear instituciones, que indudablemente son factores de progreso.
Escas instituciones no han podido impedir una rápida desmoralización de
Primero, el campesino estaba adaptado a la vida de una comunidad agrí-
los que permanecen fuera de su influencia, porque el nuevo sistema no es
cola permanente, asentada durante muchos cientos de años en la misma
can rico ni can eficiente para controlar al individuo como la antigua orga-
localidad y cuyo cambio era can lenco que las generaciones se adaptaban a
nización, condenada a decaer en las nuevas condiciones, pero es ésta una
los cambios con muy poco esfuerzo o reflexión abstracta. Segundo, el
tarea que está fuera del alcance de los poderes de la sociedad polaco-esta-
campesino no estaba acostumbrado a esperar sucesos desconocidos en el
dounidense en canco que está aislada de la sociedad estadounidense.
transcurso de su vida en su comunidad y, si le ocurrían, confiaba en su
grupo, que no sólo le proporcionaba ayuda siempre que la necesitaba y de
Aunque la sociedad polaco-estadounidense mantuviera en general esa
acuerdo con el principio de la solidaridad, sino que le ayudaba a recuperar
separación deseada por sus líderes, el nivel cultural de una Polonia ame-
su equilibrio mental y a recuperar el sentimiento de que la vida en general
ricana siempre será inferior que el de la sociedad estadounidense, porque
era normal a pesar de un suceso desagradable inesperado. Además, el
sus mejores hombres se sienten y siempre se sentirán atraídos por el
campesino extrae codos sus estimulas sociales, comprobaciones y suge-
campo más rico y amplio de la civilización estadounidense. Pero en
rencias del contacto social directo con su encarno, y la estabilidad y efi-
cuanto a las instituciones polaco-estadounidenses que ya han sido creadas,
ciencia de su organización de la vida dependían de la continuidad de sus
su destrucción significaría la desaparición de la única barrera que existe
relaciones sociales con su propio grupo. Por último, hasta hace bien poco
ahora entre las masas de inmigrantes polacos y la selva. El único método
tiempo era miembro de una clase política y culturalmente pasiva y no par-
que puede frenar la desmoralización y hacer de los inmigrantes -y sobre
ticipaba conscientemente, ni siquiera en la más mínima medida, en nin-
codo de sus descendientes- miembros valorados y culturalmente pro-
guna de las instituciones personales que hayan podido existir en su país.
ductivos de la sociedad estadounidense, y conducirlos imperceptible-
A la vista de todo esto no es de extrañar que en las diferentes condiciones mente y sin violencia hacia su verdadera americanización, es sustituir las
en que él se encuentra en este país se desorganice en mayor o menor gra- instituciones polaco-estadounidenses existentes por otras, por muchas

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William l. Thomas y Florian Znanicclú

otras, construidas sobre un fundamento similar pero con mayor contac-


to con la sociedad estadounidense.

Debemos recordar siempre que poco se puede lograr tratando al inmi-


grante esporádica e individualmente con el método de casos. El inmi-
grante polaco es un ser esencialmente social, no un «hombre», una «mu-
jer» o un «niño» en abstracto, sino el miembro de un grupo, que debe ser
tratado en grupos. La única cuestión es cómo formar los grupos, grupos
mixtos que incluyan un alto porcentaje de estadounidenses nativos con
propósitos productivos verdaderamente relevantes. Tenemos el enorme y
prácticamente inexplorado campo de la cooperación económica. Una
red por todo el país de miles, cientos de miles de pequeñas asociaciones
cooperativas, con la participación activa de varias nacionalidades, unidas
sobre una base de igualdad real para alcanzar metas comunes serias, haría
incomparablemente más que todo lo que se ha hecho para alcanzar las
metas de la auto-dependencia económica, la prevención de la desmorali-
zación, el desarrollo de la solidaridad activa y el logro de una verdadera
americanización del inmigrante. Además, contribuiría en cierta medida a
la solución de muchos de los problemas más difíciles que la sociedad es-
tadounidense está intentado resolver en este momento.
La turbulencia y la desmoralización social general prevaleciente se debe a
la decadencia de la organización del grupo primario que proporcionaba al
individuo un sentimiento de responsabilidad y seguridad debido a que
pertenecía a algo. Este sistema ha cedido el paso en parte a las fuerzas que
conducen a la eficiencia individual y no hemos desarrollado nada que
ocupe su lugar, ninguna organización que restaure el sentido de respon-
sabilidad social sin limitar la eficiencia del individuo. Esta nueva forma
está aparentemente destinada a ser la sociedad cooperativa, y todos los
grupos inmigrantes, de entre los que destacan quizás los polacos, traen a
este país precisamente las actitudes sobre las que se pueden construir las
empresas cooperanvas.

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