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Quejosos: Bertha Chárrez Díaz y Claudia Córdoba Millan

Amparo Indirecto
Escrito inicial

C. Juez de Distrito en turno con Residencia en la ciudad de Mérida; Yucatán.


Presente.

Bertha Chárrez Díaz y Claudia Córdoba Millán en representación de nuestro menor


hijo nacido el veintidós de noviembre del año 2014 cuyas iniciales corresponden a
L. C. C. cómo se encuentra plasmado en el aviso de alumbramiento expedido por
la Secretaría de Salud del Estado, cuya copia simple anexo a este escrito; con
fundamento en el artículo 8 de la Ley de Amparo; señalando como domicilio para
oír y recibir notificaciones el ubicado en calle Naíf, manzana K, número 137, en la
Colonia Almendros de esta ciudad.

Autorizando para tal efecto a los Licenciadas en Derecho Olga Berenice Enciso
Campero con cédula profesional 456682 y Erika Anaid Sánchez Sánchez con
cédula profesional 562245.

Con fundamento en el artículo 1 párrafo quinto, artículo 4 en su párrafo octavo y


noveno, artículo 29 segundo párrafo, articulo 133, artículo 103 fracción I, 107
fracción VII, todos contenidos en la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos. De igual manera los artículos 107 fracción II, 108 de la Ley de Amparo,
venimos a solicitar el amparo y protección de la justicia Federal contra el acto de
autoridad que vulneran sus garantías y derechos reconocidos, como relatare
continuamente.

Encuadrado al artículo 108 de la Ley de Amparo manifiesto:

I. NOMBRE Y DOMICILIO DE LAS QUEJOSAS: Bertha Chárrez Díaz y Claudia


Córdoba Millán en representación de nuestro menor hijo de iniciales L. C. C.; con
domicilio en Calle Naíf, manzana K, número 137, en la Colonia Almendros en la
Ciudad de Mérida, estado de Yucatán. C.P, 93335

II. NOMBRE Y DOMICILIO DEL TERCERO INTERESADO: Bajo protesta de decir


verdad manifestamos que no existe.

III. AUTORIDAD RESPONSABLE: C. Directora del Registro Civil del Estado de


Yucatán con domicilio en CALLE 65 # 520 X 64 Y 66 CENTRO EDIFICIO PROPIO,
Municipio: Mérida 9303150

IV. ACTO RECLAMADO: Responsable de la emisión del oficio CJ-DRC-JUR-095-


075-2015, de fecha 20 de enero de 2015, mediante el cual nos niega el derecho de
inscribir en el Registro Civil la filiación consanguínea y/o jurídica que expresamos
en nuestra solicitud para dar a nuestro menor hijo nuestros apellidos; denotando la
imposibilidad de poder registrar y asentar a nuestro menor hijo con el
reconocimiento pleno de ambas como madres. Cuya autenticidad es comprobable
dado a que la C. Directora del Registro Civil del Estado de Yucatán calza su firma
en él, y en el libelo de marras se aprecia el sello de la autoridad que representa;
cuya copia simple anexo al presente.

V. Bajo protesta de decir verdad manifestamos que los siguientes hechos


constituyen los antecedentes del acto reclamado:

Hecho 1: Que el 11 de febrero de 2013 Bertha Chárrez Díaz y Claudia Córdoba


Millán solicitamos el amparo y protección de la Justicia de la Unión en contra de la
negativa de la autoridad registral aquí señalada como responsable ante la negativa
de formalizar y registrar el matrimonio solicitado por las ahora quejosas. Concedido
el amparo que promovimos, se expidió el acta de matrimonio en la que consta que
contrajimos nupcias el cuatro de enero de dos mil catorce.

Hecho 2: Que Bertha Chárrez Díaz, después de nueve meses, en concreto el día
veintidós de noviembre de dos mil catorce, siendo las diez horas con diecinueve
minutos, dio a luz a un niño de sexo masculino, el cual tuvo un peso de 3.600
Kilogramos, midiendo 52 centímetros como consta en la fe de alumbramiento
mencionada con anterioridad. Reconocido por Bertha Chárrez Díaz al momento del
alumbramiento.

Hecho 3: Mediante escrito de diez de enero de dos mil quince, con el carácter de
matrimonio solicitamos a la directora del Registro Civil del Estado de Yucatán,
realizara la inscripción de nuestro hijo recién nacido, con el nombre de Luis Chárrez
Córdoba.

Cuya afectación a nuestro menor hijo prevalece, sin gozar de un nombre legal, la
nacionalidad y seguridad jurídica que el Estado debe otorgarle, debido a que nació
dentro de un matrimonio conformado por dos mujeres.
Siendo este un acto de discriminación por parte de la autoridad responsable ya
que constituimos una forma de familia, la cual se encuentra obligada a proteger y
resguardar el Estado Mexicano. Como lo expresa la siguiente tesis:

"MATRIMONIO. LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS NO


ALUDE A DICHA INSTITUCIÓN CIVIL NI REFIERE UN TIPO ESPECÍFICO DE FAMILIA, CON BASE
EN EL CUAL PUEDA AFIRMARSE QUE ÉSTA SE CONSTITUYE EXCLUSIVAMENTE POR EL
MATRIMONIO ENTRE UN HOMBRE Y UNA MUJER. El artículo 4o. de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos contiene diversos aspectos, entre los que se encuentran
la igualdad ante la ley del hombre y la mujer; la protección a la familia, correspondiendo
a la ley establecer lo relativo a su organización y desarrollo; y el derecho de las personas
a decidir el número y espaciamiento de sus hijos, en forma libre, responsable e informada;
sin que tal protección constitucional aluda ni defina a la institución civil del matrimonio,
por lo que deja esa atribución normativa al legislador ordinario. Esto es, la Constitución
Federal no se refiere o limita a un tipo específico de familia como podría ser la nuclear -
conformada por padre, madre e hijos- con base en la cual se pudiera afirmar que ésta se
constituye exclusivamente por el matrimonio entre un hombre y una mujer y, mucho
menos, que sólo se proteja a la familia que surge de dicha institución, toda vez que en un
Estado democrático de derecho, en el que el respeto a la pluralidad es parte de su esencia,
debe entenderse protegida constitucionalmente la familia como realidad social, a efecto
de cubrir todas sus formas y manifestaciones en cuanto realidad existente, alcanzando a
dar cobertura a aquellas familias que se constituyan con el matrimonio; con uniones de
hecho; con un padre o una madre e hijos; o bien, por cualquier otra forma que denote un
vínculo similar".

Época: Novena Época, Registro: 161267, Instancia: Pleno, Tipo de Tesis: Aislada, Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXXIV, Agosto de 2011, Materia
Constitucional, Tesis: P. XXI/2011, Página: 878.

VI. Preceptos constitucionales violados:

Artículo 1 último párrafo, artículo 4 sus párrafos octavo y noveno, artículo 29


párrafo segundo, artículo 133, artículo 103 fracción I, artículo 107 fracción VII
todos contenidos en la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos.

En lo que compete a los tratados internacionales se encuentra en la


Convención Americana de los Derechos Humanos artículo 3, 17, 18, 19 y 20.

En cuanto a la Convención sobre los Derechos de los Niños el artículo 19.

VII- CONCEPTOS DE VIOLACIÓN

Sin soslayar, que en este contexto, la ahora responsable cita la legislación vigente
en el Estado y sostiene que el acto pretendido no se prevé, los cuales son del
contenido literal siguiente:

Filiación consanguínea

Artículo 217. La filiación consanguínea es el vínculo de parentesco que surge de la relación genética
entre dos personas, por el sólo hecho de la procreación.

Se equipara a la filiación consanguínea el vínculo que surge de la adopción plena.

Artículo 224. Se presumen hijos o hijas de ambos progenitores:


I. Los nacidos después de la celebración del matrimonio o de iniciarse la relación de concubinato;

II. Los nacidos dentro de los trescientos días siguientes a la disolución del matrimonio, por nulidad del
vínculo, muerte de uno de los cónyuges o divorcio;

III. Los nacidos dentro de los trescientos días siguientes a aquél, en que se separan los miembros del
concubinato;

IV. Los reconocidos por ambos cónyuges, o miembros del concubinato durante la vigencia de la unión, y

V. Los reconocidos por ambos progenitores, que no estén unidos en matrimonio o concubinato.

Los términos a que hacen referencia las fracciones II y III anteriores cuentan, desde la separación de los
cónyuges o de los miembros del concubinato. Contra estas presunciones se admiten pruebas biológicas
idóneas para excluir o demostrar la paternidad o la maternidad.

CAPÍTULO V Del Reconocimiento de los Hijos o Hijas

Reconocimiento de los hijos o hijas

Artículo 250. Los hijos o hijas tienen derecho a llevar los apellidos de ambos progenitores. Cuando se trate
de hijos o hijas cuyos progenitores no estén unidos en matrimonio o concubinato, deben llevar los apellidos
de quienes los presenten en el Registro Civil como descendientes suyos. En estos casos, cuando sólo uno de
los progenitores los presente llevarán sus apellidos o apellido, si sólo tuviere uno".

De la lectura integral de estos se aprecia la conformación de la filiación


consanguínea, equipara a este tipo de filiación, la que deriva de los procedimientos
de adopción, el derecho de los menores a llevar los apellidos de ambos progenitores
y establece el parámetro para los casos en que los progenitores no se encuentren
unidos en matrimonio o concubinato e indica que en esta hipótesis llevará el niño
los apellidos de quienes los presenten como descendientes suyos, empero, si sólo
uno los presenta llevará los apellidos de éste. Siendo la filiación consanguínea la
aludida por la autoridad responsable.

Ahora, en el Capítulo V del citado código contienen diversas disposiciones


relacionadas con la posibilidad de reconocer a los hijos, inclusive de modo unilateral,
sin necesidad de demostrar el vínculo genético entre el que reconoce y el
reconocido (artículo 250). Ergo para que sean operantes las presunciones de
paternidad o maternidad a que se refiere el capítulo II del Título Octavo del Código
de Familia para el Estado de Yucatán, no se requiere la existencia de prueba idónea
que demuestre el vínculo consanguíneo efectivamente entre padres e hijos.

Secundando lo ya expuesto lo establecido en los artículos 252, 271, 272 y 273 del
Código de Familia para el Estado en el contempla la posibilidad de establecer la
filiación de los hijos nacidos fuera de matrimonio o concubinato, a través de otras
formas, como ocurre con el reconocimiento de hijo que hagan el padre, la madre o
ambos, el que puede hacerse en la partida de nacimiento ante el Juez del Registro
Civil, en escritura pública, en testamento, por confesión judicial, o en el acta de
matrimonio de los progenitores sin requerir prueba idónea sobre identidad biológica
o genética.

De lo anterior expuesto consideramos que la legislación del Estado de Yucatán


reconoce tanto la existencia de los lazos consanguíneos, como también la
posibilidad de establecer la filiación aun cuando no exista ese lazo consanguíneo,
o no se demuestre fehacientemente antes de originar el vínculo filial. Esto es, se
alude tanto a la filiación consanguínea como la jurídica. Pues inclusive en esos
dispositivos legales se alude a la necesidad del establecimiento de la filiación
jurídica, cuando no exista identidad biológica entre las partes.

Concluyendo, si la Autoridad responsable fundo y motivo la imposibilidad de otorgar


el registro a nuestro menor hijo de iniciales L. C. C., se observa que tal imposibilidad
es nula, ya que los capítulos II, III, IV y V contemplan la filiación jurídica aun sin
prueba idónea, ni siquiera fehacientemente, ahora, dicho cuerpo normativo no
prohíbe la inscripción de un menor aun cuando ambos consortes pertenezcan a un
mismo sexo o conformen un matrimonio homoparental.

Entendiéndose que la protección del interés del menor debe conducir al aplicador
del derecho a resolver lo que más le convenga ya que la inscripción constituye un
derecho del hijo a tener su filiación, y no una facultad de los padres al hacerlo
posible, y que la protección y reconocimiento de dichos principios presupone que
sus exigencias normativas entrarán en conflicto.

Para apoyar nuestro argumento citamos el siguiente criterio, aplicable al caso en


concreto:

"INTERÉS SUPERIOR DEL MENOR. SU POSIBLE COLISIÓN CON EL PRINCIPIO DE


MANTENIMIENTO DEL MENOR EN LA FAMILIA BIOLÓGICA EN LOS CASOS DE
ADOPCIÓN DE UN MENOR DE EDAD. El principio de mantenimiento del menor en la
familia biológica está proclamado en la Declaración de la Asamblea General de las
Naciones Unidas, de 3 de diciembre de 1986, así como en el artículo 9 de la
Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, de 20 de noviembre
de 1989, ratificada por México el 10 de agosto de 1990. Conforme a lo dispuesto en
dichas normas, los Estados deben velar porque los niños no sean separados de sus
padres contra la voluntad de éstos, salvo en aquellos casos donde, a reserva de la
decisión judicial, las autoridades competentes determinen que la separación es
necesaria para el interés superior del niño, de conformidad con la ley y los
procedimientos aplicables. Por lo mismo, esta Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación advierte que los principios del interés superior de la infancia y de
mantenimiento del menor en la familia biológica pueden entrar en contradicción en
los casos de adopción de menores de edad, puesto que las soluciones más adecuadas
al interés del niño pueden no ser las que favorezcan el mantenimiento o reinserción
en la familia biológica. No obstante, en este entramado normativo se advierte la
superioridad jerárquica atribuida al deber de perseguir el interés del menor, pues la
directriz que ordena procurar la reinserción familiar expresamente se subordina a
ella, al determinar que los Estados parte velarán por que el niño no sea separado de
sus padres contra la voluntad de éstos, salvo en aquellos casos en los que tal
separación sea necesaria para el interés superior del niño. En el plano de la función
judicial, procurar el interés superior del menor implica separar conceptualmente
aquel interés del menor -como sujeto de derecho- de los intereses de otros sujetos
individuales o colectivos, incluso el de los padres. Consecuentemente, esta Primera
Sala considera que el derecho de los padres biológicos no es reconocido como
principio absoluto cuando se trata de adoptar medidas de protección respecto de un
menor desamparado y tampoco tiene carácter de derecho o interés preponderante,
sino de fin subordinado a aquel que debe atenderse de forma preferente, que es el
interés del menor".

Décima Época, Registro: 2002816, Instancia: Primera Sala, Tipo de Tesis: Aislada, Fuente: Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta, Libro XVII, Febrero de 2013, Tomo 1,
Materia(s): Constitucional, Tesis: 1a. LIV/2013 (10a.), Página: 825.

Por ello pedimos sea atendiendo el principio de protección del interés de nuestro
menor hijo, principio rector en materia de filiación, se ponderen los hechos que
rodean el caso concreto y se resuelva atendiendo a lo que sea mejor para el menor.

Estos actos violan los preceptos contenidos en los artículo 1 constitucional, el cual
establece que todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos
en esta y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte,
puntualiza que las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de
conformidad con esta, favoreciendo en todo tiempo a las personas la protección
más amplia y señala que todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias,
tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos
humanos. Ya que la responsable no ponderó lo establecido en este, estando
obligada respetar y garantizar el Derecho Humano al nombre siendo este un
elemento determinante de la identidad de nuestro menor hijo. Al negarle al menor
la filiación como hijo de un matrimonio existente. La directora del registro civil del
estado de Yucatán le negó al menor el reconocimiento legal como parte de la familia
nuclear recién formada, por lo que evidentemente queda desprotegido al no
establecer el vínculo de filiación y no permitirle el acceso a los derechos legales que
derivan de esta relación tales como la seguridad social, el derecho a la FAMILIA,
derecho a recibir alimentos, etc.

El artículo 4 en su párrafo octavo que a la letra dice: “Toda persona tiene derecho
a la identidad y a ser registrado de manera inmediata a su nacimiento. El Estado garantizará
el cumplimiento de estos derechos. La autoridad competente expedirá gratuitamente la
primera copia certificada del acta de registro de nacimiento”. Siendo que con oficio CJ-
DRC-JUR-095-075-2015 niega el derecho de inscribir en el Registro Civil la filiación,
vulnerando así la inmediatez establecida.
Noveno párrafo que tutela el principio del interés superior del menor en el cual
establece: En todas las decisiones y actuaciones del Estado se velará y cumplirá con el
principio del interés superior de la niñez, garantizando de manera plena sus derechos
Lo cual se incumple por la responsable, ya que la persecución a que debió avocarse
la constituye la identidad del menor y no la posible indagatoria de paternidad que
podría ser del interés del menor en el momento conducente.

El artículo 29 en cuanto al sentido y alcance del derecho humano al nombre, a


partir de su propio contenido y a la luz de los compromisos internacionales
contraídos por el Estado Mexicano en la materia, son el conjunto de signos que
constituyen un elemento básico e indispensable de la identidad de cada persona sin
el cual no puede ser reconocida por la sociedad; este derecho está integrado por el
nombre propio y los apellidos; lo rige el principio de autonomía de la voluntad.
Siendo privados de este derecho por la autoridad competente en este caso.

Artículo 133 Constitucional cuya transcripción es oportuna


Artículo 133. Esta Constitución, las leyes del Congreso de la Unión que emanen de ella y todos
los tratados que estén de acuerdo con la misma, celebrados y que se celebren por el Presidente de
la República, con aprobación del Senado, serán la Ley Suprema de toda la Unión. Los jueces de
cada entidad federativa se arreglarán a dicha Constitución, leyes y tratados, a pesar de las
disposiciones en contrario que pueda haber en las Constituciones o leyes de las entidades
federativas. Debido a que la C. Directora del Registro Civil posiciono a la legislatura
del Estado de Yucatán en supra ordenación a lo contenido en este precepto, siendo
así un acto inconstitucional el emanado en el oficio reiterativamente mencionado.

VIII. Pruebas
1. Se ofrece la documental pública consistente en copia certificada del acta de
matrimonio, conformado por las hoy quejosas Bertha Chárrez Díaz y Claudia
Córdoba Millan.
2. La documental pública consistente en la partida de alumbramiento, expedida por
la Secretaria de Salud Pública del Estado de Yucatán, en la que se establece la
media de identificación del menor, al contener huellas del pie y mano.
3. La documental pública consistente en el oficio CJ-DRC-JUR-095-075-2015, de
fecha 20 de enero de 2015, mediante el cual la señalada autoridad responsable
negó a la familia promovente, el derecho a inscribir a nuestro menor hijo.

Por lo anteriormente expuesto y fundado,

A USTED C. JUEZ, atentamente pido se sirva:

PRIMERO.-Tenerme por presentado con este escrito, demandando EL AMPARO


Y PROTECCIÓN DE LA JUSTICIA FEDERAL, en los términos del presente ocurso,
y en contra

SEGUNDO.- Tener por exhibidas todas y cada una de las copias exigidas por el
artículo 110 de la LEY DE AMPARO EN VIGOR.

TERCERO.- NOTIFÍQUESE DE LA DEMANDA DE AMPARO a las Autoridad


Responsable, con la finalidad que a la brevedad posible remitan a esta Autoridad
sus Informes Previos y Justificados.

CUARTO.- Señalar día y hora para la Audiencia Constitucional.

QUINTO.- Se resuelva lo conducente sin soslayar los derechos imperativos


concernientes al INTERES SUPERIOR DEL MENOR y EL DERECHO HUMANO A
LA FAMILIA, estando obligado a garantizar, resguardar y proteger el Estado
Mexicano.

PROTESTAMOS LO QUE ES DEBIDO

Bertha Chárrez Díaz Claudia Córdoba Millan.


Mérida, Yucatán; 20 de Enero de 2015

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