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El objeto del derecho procesal es el proceso judicial. El proceso judicial es a su vez una de las
soluciones posibles para dirimir conflictos con relevancia jurídica.
Cuando se produce una violación de los preceptos establecidos por la ley (cuando hay
una insatisfacción jurídica, una discordancia entre la ley y lo que sucede), debe buscarse un
medio para solucionar y cesar el conflicto. Son posibles al menos tres soluciones: la
autotutela, la autocomposición y el proceso mismo.1
1. La autotutela es la acción directa y personal de quien se hace justicia por mano propia.
En general esta se ve limitada —y en algunos casos prohibida— por la ley. Entre los
casos en que se la admite está el derecho de huelga o la legítima defensa. La
autotutela significa una solución parcial en favor del interés privado de una parte.1
2. La autocomposición (también llamada sumisión o renuncia) es la renuncia total o
parcial de quien sufre el perjuicio, de su pretensión. Ejemplos de esto son la remisión
de la deuda o la transacción.1
3. El proceso, en el que las partes dirimen su controversia ante el tribunal —imparcial— y
que las partes quedan sometidas a su decisión.1
Definiciones doctrinarias de derecho procesal[editar]
“El derecho procesal puede definirse como la rama del derecho público que estudia el
conjunto de normas y principios que regulan la función jurisdiccional del Estado en todos
sus aspectos y que por tanto fijan el procedimiento que se ha de seguir para obtener la
actuación del derecho positivo en los casos concretos, y que determinan las personas que
deben someterse a la jurisdicción del Estado y los funcionarios encargados de ejercerla”.2
El Derecho Procesal es una rama de la ciencia del derecho que estudia las atribuciones,
competencia, funcionamiento y organización de los tribunales de justicia, además de las
normas de procedimiento que deben ser utilizadas por las personas en el planteamiento
de sus pretensiones y contra pretensiones ante los órganos jurisdiccionales.5
Denominaciones[editar]
A lo largo de la historia del derecho, el derecho procesal —aun siendo una rama del derecho
«joven»— ha recibido distintas denominaciones e incluso ha variado su contenido. Hasta el
siglo XVIII en la mayoría de los países de derecho continental europeo (principalmente los
latinos), su contenido era el de la mera práctica jurisdiccional. Se la denominó práctica
judicial, práctica civil o practis iudicium.6 En el siglo XIX se sustituye el término “práctica”
por procedimiento, y el método de la materia describe al proceso y examina el alcance de sus
disposiciones. Ya en esta época Chiovenda la llamó derecho procesal.6
Luego surgen otras formas de denominarlo. Por ejemplo, en la doctrina francesa —respecto
del derecho procesal civil— era común la denominación droit judiciaire prive, mientras que en
la doctrina española lo era el vocablo derecho jurisdiccional. Pero estos términos no son
coincidentes en cuanto al contenido que abarcan. La primera se refiere a la concepción
tradicional que se refería al derecho judicial, mientras que la segunda es más amplia que la
primera, abarcando además del derecho procesal propiamente dicho, la organización de los
tribunales.6
La doctrina alemana prefirió el término prozess frente a procedur. La escuela italiana, desde el
siglo XII al XVIII se refirió a la materia con el término iudizio, y en el siglo XIX —por influencia
francesa— lo sustituyó por procedura, y finalmente en el siglo XX —por influencia alemana—
fue sustituido por diritto procesuale.6
Conceptos implicados[editar]
El derecho procesal se estructura en torno a tres conceptos básicos:
El derecho procesal como conjunto de normas que regulan la actividad jurisdiccional del
Estado, se puede distinguir por sus diferencias que han determinado en regularlos con
distintas normas propias en ciertos elementos como la actuación del juez, la prueba, pero esto
no afecta a la unidad del derecho procesal general.7
El derecho procesal civil —en palabras de Couture— «la rama de la ciencia jurídica que
estudia la naturaleza, desenvolvimiento y eficacia del conjunto de relaciones jurídicas es
denominado proceso civil».8
Por otra parte, el derecho procesal penal es el conjunto de normas jurídicas correspondientes
al derecho público interno que regulan cualquier proceso de carácter penal desde su inicio
hasta su fin entre el estado y los particulares tiene un carácter primordial como un estudio de
una justa e imparcial administración de justicia: la actividad de los jueces y la ley de fondo en
la sentencia. Tiene como función investigar, identificar y sancionar (en caso de que así sea
requerido) las conductas que constituyen delitos, evaluando las circunstancias particulares en
cada caso y con el propósito de preservar el orden social. El derecho procesal penal busca
objetivos claramente concernientes al orden público.
Etapas del proceso penal[editar]
Etapa preliminar (averiguación previa)[editar]
Auto de radicación
Declaración preparatoria
Auto de plazo Constitucional
Instrucción[editar]
Sentencia
Segunda instancia
Ejecución
Etapas de procesos no penales
Expositiva, postulatorias o polémica Demandas, contestaciones, reconvenciones(contra
demanda)
Probatoria o demostrativa
Alegatos
Primera instancia
Sentencia
Segunda Instancia
Ejecución procesal
Características[editar]
El derecho procesal se considera una rama de derecho público, único, instrumental y
autónoma.
Es de derecho público, ya que regula la intervención, organización y competencia del Estado
en el proceso cuando interviene por medio de los Tribunales. Asimismo tiene el carácter de
publicidad debido a que es un derecho que no se ocupa de regular directamente los intereses
de los particulares sino los intereses generales de la comunidad.79
Es un derecho de carácter instrumental, ya que no constituye un fin en sí mismo sino que sirve
como medio o instrumento para hacer valer el derecho sustantivo mediante pretensiones
procesales.7 Este carácter instrumental (también llamado «formal» o «adjetivo») es el que lo
diferencia de otras ramas del derecho positivo; instrumentalidad que consiste en estar
integrado por normas que regulan el proceso jurisdiccional, medio a través del cual se busca
eliminar la insatisfacción jurídica y así asegurar la efectividad de los derechos «materiales» o
«sustantivos».10 Es decir, que si bien puede haber derecho sustantivo sin que exista
regulación procesal, en cambio, no tiene sentido concebir la idea de un derecho compuesto
únicamente de normas procesales.79
Es una rama autónoma pues no está subordinada conceptualmente a ningún área del derecho
(civil, mercantil, etc.). Esta autonomía se debe a que, si bien a mediados del siglo XIX no era
más que un apéndice de los derechos sustanciales, hoy en día es toda una rama autónoma,
ya que de acuerdo al grado de desarrollo de la disciplina, posee conceptos propios (como el
de «debido proceso», «jurisdicción» o la «cosa juzgada») e instituciones propias, y también
posee principios propios, los llamados principios del derecho procesal.7911
El derecho procesal se caracteriza también por su unidad: no hay un derecho procesal por
cada derecho sustantivo sino que hay un único derecho procesal. Gracias a esta unidad, es
posible aplicar a todo proceso principios, instituciones y conceptos del derecho procesal a
cualquier tipo de proceso sin importar que su objeto esté vinculado a un derecho sustantivo
determinado (como el derecho civil, penal, laboral, etc.). Esta unidad no significa que, por
ejemplo, se sigan los mismos procedimientos en un proceso en el que se tramita un divorcio
que en otro que se condene al cumplimiento de un contrato, sino que lo que se establece es la
existencia de algunas normativas especiales en determinadas materias, en el marco de un
único derecho procesal.79
Si bien algún sector de la doctrina habla de una característica «formal» del derecho procesal
como la regulación de la forma de la actividad jurisdiccional del Estado y el cumplimiento de
ciertos requisitos o formalidades para que sea procedente una cualquiera actuación judicial,
algunas de estas normas en sí no constituyen o están en la frontera de lo que es derecho
procesal, siendo en algunos casos decisión constitucional o de derecho administrativo.12
Tribunal[editar]
Artículo principal: Tribunal
Los interesados principales son las partes litigantes en un proceso determinado, y se tratan
del actor y el demandado.14 La parte es la persona o conjunto de personas que actúa en el
proceso judicial defendiendo su pretensión frente a un conflicto actual sometido a la decisión
de un tribunal de justicia.
Auxiliares[editar]
Artículos principales: Testigo, Perito judicial, Informante, Depositario y Traductor.
Terceros[editar]
Si bien en el proceso las partes intervinientes son quienes hacen los actos de proposición en
virtud del principio dispositivo, se admite que los terceros participen en el proceso (y por lo
tanto, se incorporan al mismo personas distintas de las partes originarias), con el propósito de
hacer valer intereses propios de este tercero vinculados con el objeto del proceso,15 y que si
se dictase sentencia favorable a una u otra parte —actor o demandado—, podría verse
afectado en su derecho.16 Esto encuentra su fundamento en que resulta conveniente extender
los efectos de la cosa juzgada a todos los interesados en una misma relación jurídica, y en
una razón de economía procesal, concentrando en un solo proceso lo que serían ambos, de
esta forma economizando recursos.
La participación de los terceros debe distinguirse dependiendo del tipo de proceso que se
trate. En los procesos de conocimiento, cuando interviene de manera excluyente, asume el
papel de parte actora frente a las otras dos partes originarias y la sentencia definitiva lo
afectará por igual. Pero en los procesos ejecutivos, cautelares y de ejecución, el tercero se
limitará a hacer valer su derecho.
La intervención del tercero puede ser voluntaria o provocada. La voluntaria es la que surge por
la propia determinación del mismo tercero, mientras que la provocada es aquella en la que el
tercero es citado judicialmente de oficio o a petición de parte. En la intervención voluntaria
principal (o excluyente) se da una acumulación de pretensiones, ya que se interpone allí una
nueva pretensión frente al actor y demandado originarios. Para poder realizar esta pretensión
se requiere que el derecho del tercero se funde en un interés directo, personal y legítimo,16
además de la legitimación en la causa.
La intervención voluntaria en un proceso también se puede subclasificar en adhesiva (o
coadyuvante),15 que puede tomar dos formas, una simple y otra autónoma o litisconsorcial. La
intervención adhesiva simple se da cuando un tercero, en razón de tener un interés jurídico
relacionado con aquel alegado por las partes originarias, se une al proceso para adherirse al
éxito de la pretensión o al éxito de la oposición de la misma.16 Aquí, a diferencia de la
principal, el tercero no asume la calidad de parte autónoma. Los requisitos de participación
suelen ser los mismos que para la intervención principal.
Con respecto a la intervención provocada del tercero, esta se da cuando en un proceso
pendiente se cita a un tercero para que participe en este, ya sea de oficio o a petición de
parte. Esta citación puede ser en garantía de la pretensión, citación de evicción, citación del
legitimado para intervenir o la citación del tercero pretendiente.16
Las normas constitucionales como tales son generales y abstractas, y por esto en ellas se
establece su complementación mediante el dictado de normas legales. Así, por lo tanto, se
deduce que el procedimiento de creación de normas de derecho procesal de rango legal se
trata del procedimiento de creación de las leyes.17
Procedimiento de creación de normas procesales internacionales
Artículo principal: Tratado
Los tratados internacionales en materia procesal que regulan los procesos que involucran a
más de un Estado, ya sea que se trate de derecho internacional público o derecho
internacional privado, constituye una fuente para el derecho interno siempre que el Estado
adhiera al tratado y lo ratifique, de este modo asimilándose y tomando fuerza de ley.17
Creación de normas procesales por la doctrina
Artículo principal: Doctrina jurídica
En ciertos casos relativos a la integración del derecho procesal, las conclusiones de los
estudios doctrinarios acerca de cómo debería ser una norma procesal general, en cuanto esta
doctrina sea de las «más recibidas» en ciertos supuestos, se convierten ellas mismas en
normas de derecho procesal, y por lo tanto, debe de ser considerada una fuente formal de
derecho procesal. No obstante, esto no incluye las conclusiones a las que la doctrina llega
sobre normas procesales vigentes, por lo que dichas conclusiones no se constituyen en
normas procesales.17
Para que a partir de este medio surjan normas procesales, debe tenerse en cuenta lo
dispuesto en la Constitución, en el caso de que en ella se haya previsto algún procedimiento
específico de creación de normas en la materia y sobre la integración del derecho.
Procedimiento de creación de normas procesales consuetudinarias (costumbre)
Artículo principal: Costumbre
Esta fuente, al igual que la costumbre, es fuente formal en los sistemas jurídicos de derecho
anglosajón, sin embargo, no lo es en aquellos sistemas jurídicos basados en el derecho
continental europeo. La jurisprudencia obligatoria consiste en el dictado de una resolución
judicial en un proceso que se convierte en una norma jurídica general, abstracta y obligatoria,
actuando como un precedente que a partir de allí en más deberá fallarse de acuerdo a ésta en
los casos análogos, por todos los tribunales.17
Procedimiento de creación de normas procesales a través de los principios generales
de derecho
Artículo principal: Principios generales del derecho
En sí, esta no es una fuente ordinaria como las otras, sino que constituye más bien un método
de integración del derecho, de normas de máxima generalidad obtenidas mediante la
deducción del ordenamiento jurídico.17
Principios procesales[editar]
Artículo principal: Principios del derecho procesal
Los principios del derecho son reglas generales que, a pesar de que formalmente no han sido
integrados en el ordenamiento jurídico, se entiende que forman parte de este, porque sirven
de fundamento a otros enunciados normativos particulares, o bien recogen de forma abstracta
el contenido de un grupo de ellos. Así, los principios del derecho procesal son criterios
generales a partir de los cuales el legislador va a concretar luego en numerosas disposiciones
específicas la regulación del proceso y el proceder de sus sujetos.18 En este
sentido, Couture mencionaba que «toda ley procesal, todo texto particular que regula un
trámite del proceso, es, en primer término, el desenvolvimiento de un principio procesal (...)».18
19
Evolución histórica[editar]
El primer pueblo que manifestó una organización para enjuiciar el comportamiento de los
individuos fue Grecia. Si bien no se conoce con certeza cuáles eran las características de esa
administración de justicia, sí podemos asegurar que fue uno de los primeros pueblos en actuar
en una seudo democracia. Dentro de lo que se conoce de la Antigua Grecia, puede saberse
que su organización jurisdiccional respondía a dos características: la especialidad (dividiendo
los conflictos en civiles o penales) y la colegialidad de sus órganos (cada persona que
colaboraba en la resolución de los conflictos tenía una especialidad, y el órgano jurídico se
hallaba formado por un grupo plural de personas). Existía en Grecia el tribunal heliástico, que
se reunía a debatir a plena luz del día en la plaza pública acerca de la mejor forma de guiar el
porvenir de la comunidad. Dicho grupo estaba formado por personas elegidas por el pueblo,
de una buena reputación y que no tuvieran deudas con el fisco. Ellos eran los encargados de
atender los delitos que se cometían y de decidir una sentencia para los delincuentes.
Podríamos decir que en ese período de la historia surgió el derecho procesal, aunque recién
muchos años después fue entendido como tal y se acuñó el término.
Sistemas orientales. Son ordenamientos jurídicos con cierta forma estática, preservando
algunas fórmulas tradicionales. Algunos de estos sistemas tienen códigos de
procedimiento civil modernos, pero la tradición, las costumbres inmemoriables e incluso el
orden religioso pueden tener influencia en el orden civil.
Estos sistemas se pueden agrupar en tres categorías: el sistema chino, el hindú y el
musulmán.20 En cuanto al sistema chino, no necesariamente agrupa al sistema japonés,
debido a las diferencias entre ambos ordenamientos procesalistas.
Sistema soviético. En el momento en que Couture escribe su obra (década de los años
1950) la Unión Soviética era una realidad. Hoy en día esta clasificación carecería de
vigencia dado que ya no existe. Este sistema jurídico se ubicaba entre los sistemas
orientales y el romano occidental, y tenía un carácter inmemorial y codificado. El sistema
estaba inspirado por el discurso de Lenin: «el Tribunal es uno de los instrumentos del
poder del proletariado y de la clase trabajadora rural». Las instituciones procesales del
derecho soviético eran sumamente similares a las del derecho romano occidental.20
Sistema procesal occidental. En occidente, esta categoría agrupa —ya desde hace
siglos— al derecho procesal romano y al derecho procesal germánico. A lo largo de la
historia, los pueblos europeos han tenido contacto con uno u otro sistema procesal,
dándose como resultado algunas fusiones. Posteriormente con la influencia del
cristianismo, muchos de estos ordenamientos jurídicos tendieron a irse hacia el derecho
romano, a través de las instituciones del derecho canónico. Couture, a continuación,
clasifica contemporáneamente varios sistemas occidentales: el sistema
hispanoamericano, el luso-brasileño, el francés e italiano, el anglo-americano, y el austro-
alemán.20
Interpretación e integración[editar]
Véanse también: Interpretación jurídica e Integración del derecho.
Lagunas lógicas[editar]
Lagunas técnicas[editar]
Ámbito de validez[editar]
El ámbito de validez de las normas jurídicas puede ser temporal, territorial, o personal. El
ámbito territorial de validez, es decir, el territorio en donde serán aplicables las normas
procesales es aquel previsto en la misma ley procesal; aunque en general, en los estados
unitarios será en todo el territorio, mientras que en los estados federales, será en todo el
territorio de la federación si es la ley procesal federal, o podrá ser sólo en el ámbito del
territorio del Estado parte si se trata de la ley procesal estadual. A esto se suman los casos
excepcionales, como las embajadas de los países y las naves y aeronaves en los que será
aplicable la ley del país de la bandera.
Funciones procesales[editar]
Véase también[editar]
Portal:Derecho. Contenido relacionado con Derecho.
Derecho probatorio
Derecho material
Principios del derecho procesal
Referencias[editar]
1. ↑ Saltar a:a b c d Couture, 1958, pp. 9-11
2. ↑ Devis Echandía, Hernando (1985). Teoría general del proceso. Editorial
Universidad. ISBN 9789509072770.
3. ↑ Asencio Mellado, José María (1997). Introducción al derecho procesal. Illustrated.
p. 254. ISBN 9788480024389.
4. ↑ «Derecho material y procesal - Derecho Procesal Civil.». Facultad de Derecho. Consultado el
22 de agosto de 2012.
5. ↑ «Derecho Procesal». Inoponible. Consultado el 3 de abril de 2018.
6. ↑ Saltar a:a b c d Couture, 1958, pp. 4-8
7. ↑ Saltar a:a b c d e f Abal Oliú, 2008, pp. 46-51
8. ↑ Couture, 1958, pp. 3-4
9. ↑ Saltar a:a b c d Tarigo, 2010, pp. 38-42
10. ↑ Barrios de Angelis, 1981, pp. 59-60
11. ↑ Alsina, 1956, pp. 40-43: «Mientras las reglas de procedimiento estaban con fundidas con las
de fondo, participaban de su naturaleza jurídica y estaban sometidas a principios análogos.
Pero, a medida que el procedimiento fué independizándose hasta constituir una legislación
autónoma, se la substrajo paulatinamente a su influencia, reconociéndosele un régimen jurídico
propio».
«Hoy no puede negarse la autonomía del derecho procesal. Frente a la legislación de fondo, su
contenido es distinto como diverso su objeto. La acción, la relación procesal, la sentencia, con
sus supuestos de órgano judicial y determinación de su competencia, se rigen por normas
propias e independientes».
12. ↑ Abal Oliú, 2008, pp. 39-42
13. ↑ Saltar a:a b Abal Oliú, 2008, pp. 201-224
14. ↑ Alsina, 1956, pp. 471-496: «En todo proceso intervienen dos partes: una que pretende en
nombre propio o en cuyo nombre se pretende la actuación de una norma legal, por lo cual se le
llama actora, y otra frente a la cual esa actuación es exigida, por lo que se le llama demandada.
Es una consecuencia del principio de contradicción...».
15. ↑ Saltar a:a b Chiovenda, 1922b, pp. 27-36: «El sujeto particular de la relación procesal, no
siempre es necesariamente el sujeto de la relación sustancial deducida en el pleito. (...) el
sustituto procesal obra en nombre propio y es parte en el pleito...».
16. ↑ Saltar a:a b c d Tarigo, 2010, pp. 317-329: «La intervención de terceros en el proceso tiene
lugar cuando, durante su desarrollo, ya sea en forma espontánea o provocada, se incorporan a
él personas distintas de las partes originarias, con el objeto de hacer valer derechos o intereses
propios, aunque vinculados con el objeto del proceso pendiente...».
17. ↑ Saltar a:a b c d e f g h i j Abal Oliú, 2008, pp. 55-81
18. ↑ Saltar a:a b Abal Oliú, 2008, pp. 119-174
19. ↑ Couture, Eduardo J. (1978). Estudios de Derecho Procesal Civil. Tomo III (2ª
edición). Buenos Aires: Depalma. p. 51.
20. ↑ Saltar a:a b c d Couture, 1958, pp. 12-24
21. ↑ Barrios De Ángelis, Dante (1989). El Proceso Civil 2. Montevideo: Idea. p. 246.
22. ↑ Arlas, José (1978). «Situaciones jurídicas procesales». Revista Uruguaya de Derecho
Procesal No. 1.
23. ↑ Saltar a:a b Tarigo, 2010, pp. 75-82
Error en la cita: La etiqueta <ref> definida en las <references> con nombre
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Bibliografía[editar]
Abal Oliú, Alejandro (2008). Derecho Procesal (3ª edición). Montevideo: Fundación de
Cultura Universitaria.
Alsina, Hugo (1956). Tratado Teórico Práctico de Derecho Procesal Civil y Comercial.
Tomo I - parte general (2ª edición). Buenos Aires: Ediar. OCLC 868293898.
Barrios de Angelis, Dante (1981). Introducción al Proceso (2ª edición). Montevideo: Idea.
Chiovenda, Giuseppe (1922a). Princìpii di diritto processuale civile [Principios de Derecho
Procesal Civil]. Tomo 1. trad. José Casáis y Santaló (3ª edición). Madrid: Editorial
Reus. OCLC 15645136. LCCN 31016084.
————— (1922b). Princìpii di diritto processuale civile [Principios de Derecho Procesal
Civil]. Tomo 2. trad. José Casáis y Santaló (3ª edición). Madrid: Editorial
Reus. OCLC 15645136.
Couture, Eduardo (1958). Fundamentos del Derecho Procesal Civil (3ª edición). Buenos
Aires: Depalma.
Monroy Galvéz, Juan (1996). Introducción al proceso civil. Tomo 1. Bogotá:
Temis. ISBN 9789583501067. OCLC 318401739.
Tarigo, Enrique (abril de 2010). Lecciones de Derecho Procesal Civil. Tomo I (6ª edición).
Montevideo: Fundación de Cultura Universitaria. ISBN 9974-2-0187-X.