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Miquizpan. El momento del parto, un momento de muerte.

Prácticas alrededor del embarazo y parto entre nahuas y mayas


del Posclásico1

BERENICE ALCÁNTARA ROJAS

En lasfuentes documentales del siglo xvi, en especial los trabajos de Sahagún y sus colaboradores nahuas, se hallan
valiosas informaciones sobre ciertasprácticas, algunas de carácter ritual, que acompañaron a las mujeres nahuas du-
rante sus embarazos y partos. Estasprácticas marcaban distintos momentos de esteproceso, reafirmaban los vínculos
entre losparientes queparticipaban del embarazo y permitían que ellapudiera transitar adecuadamente hacia un nuevo
estado. Elparto era llamado por los nahuas "momento de muerte" y de él surgía la mujer mexica renacida como gue-
rrera, transformada en una mujer verdadera, capaz de vivir siendo esposa y madre o de alentar todos los días al Sol
en su recorrido del cénit al ocaso. Asimismo, a través de la comparación de estasprácticas nahuas con laspocas cos-
tumbres mayas que quedaron registradas referentes al embarazo y parto, puede ampliarse nuestra comprensión de cómo
muchas mujeres mesoamericanas vivían o morían suspartos.

equilibrio y junto con él se asegurara la continui-


dad de la sociedad en la que había nacido.3
.La propiedad de la madre es tener hijos y darles Hasta donde sabemos los nahuas del Posclásico
leche. La madre virtuosa es vigilante, ligera, no se pensaban que la existencia de todos los seres del
para, diligente, veladora, solícita, congoxosa. Cría a mundo y del tiempo en el que estos seres existían
sus hijos. Tiene continuo cuidado dellos. Tiene vi- era posible gracias a la continua confrontación,
gilancia en que no les falte nada. Regálalos. Es como cópula, entrelazamiento y alternancia de dos prin-
esclava de todos los de su casa. Congóxase por la
cipios opuestos: lo femenino y lo masculino, lo
necesidad de cada uno. De ninguna cosa necesaria
terrestre y lo celeste, lo bajo y lo alto, lo frío y
en casa se descuida. Es guardadora. Es laboriosa o
trabajadora.2 lo seco, lo húmedo y lo cálido, lo nocturno y lo
diurno, lo oscuro y lo luminoso; así como el maíz
Desde el momento en que los antiguos nahuas moría y renacía gracias a la continua sucesión de
recibían su nombre y, con él, su calidad de suje- una estación de lluvias y una de secas. Dentro
tos plenos, capaces de sobrevivir en la superficie de ese orden los nahuas otorgaron a las mujeres el
de la tierra, recibían también su identidad genéri- dominio de las actividades que se desarrollaban al
ca. Los utensilios en miniatura que acompañaban interior de las fronteras de la vivienda familiar,
al corte del cordón umbilical indicaban al recién "habéis de estar dentro de casa como el corazón
nacido, y a los demás asistentes, los roles precisos dentro del cuerpo [...], habéis de ser la ceniza con
que éste debía cumplir a lo largo de su existencia, que se cubre el fuego en el hogar", eran las pala-
como un representante de lo masculino o de lo bras que la partera decía a la recién nacida en el
femenino, para que el cosmos se mantuviera en instante en que la desprendía de su madre.4

Estudios Mesoamericanos Núm. 2, julio-diciembre, 2000


38 MIQUIZPAN. EL MOMENTO DEL PARTO

El cuidado de la crianza de sus hijos, junto con bles las relaciones sexuales en los primeros meses
la elaboración de alimentos y textiles, eran las la- del embarazo.8
bores por excelencia que definían lo que era ser A esta etiología fisiológica debemos añadir otra
una mujer verdadera, en el seno de una sociedad de carácter divino, pues tanto para los nahuas
que exaltaba la procreación y la maternidad, pues como para los mayas la concepción era en primer
tenía como modelo de vida a la pareja heterosexual lugar una decisión de los seres sagrados. Los
con fines reproductivos. nahuas atribuían a la pareja creadora suprema
De acuerdo con Quezada el amor-erótico den- Ometecuhtli (Señor dos) y Omecihuatl (Señora
tro del matrimonio era visto por los nahuas como dos) "la remisión de las entidades anímicas al vien-
la perfecta unión de los dos principios opuestos tre de las madres";9 mientras que Tlazolteotl ("dio-
que, en su combinación, perpetuaban la existen- sa" de los desperdicios), la "gran parturienta", era
cia de todos los seres; una actividad en la que hom- responsable de la fertilidad humana y agraria, y
bres y mujeres eran igualmente responsables del protectora de las relaciones sexuales, de las preña-
equilibrio del cosmos, así como lo eran en los ri- das, las parteras y los médicos.10 Por su parte los
tuales que propiciaban la fertilidad agraria, de la mayas piensan la Luna como un ser que regula la
cual dependía el sustento de toda la sociedad, en fertilidad femenina y la procreación. Deidad lu-
los que puede observarse un marcado simbolismo nar que crece y decrece y que puede equipararse
de carácter erótico.5 El amor-erótico, como lo lla- con la joven diosa I y la anciana diosa O de los
ma Quezada, era propuesto a los jóvenes como antiguos mayas."
aquello que era característico de la superficie de Pasemos ahora a la descripción de ciertas prác-
la tierra, que aseguraba la continuidad de las gen- ticas que pueden considerarse de carácter ritual y
tes, que embriagaba y que, por consiguiente, era que entre los nahuas y los mayas distinguían di-
uno de los pocos placeres que hacía agradable la versos momentos del proceso del embarazo; éstas
vida de los seres humanos. tenían la intención de marcar y propiciar el paso
de la mujer hacia un nuevo estado, al mismo tiem-
Oye bien, hija mía, niña mía: no es lugar agradable po que procuraban su salud y la de su hijo y
la tierra; no hay contento, no hay alegría. Se dice redefinían los lazos que unían a todos los miem-
que sólo hay alegría con cansancio, alegría con aflic- bros de la familia involucrada. En lo tocante a los
ción sobre la tierra. Así lo andan diciendo los vie- nahuas, por ejemplo, estas prácticas nos permi-
jos: para que no estemos viviendo en lloros por siem- ten conocer cómo vivían cotidianamente hom-
pre, para que no fenezcamos de tristeza los hom-
bres y mujeres este proceso y qué ideas se forma-
bres, él, Nuestro Señor, se dignó darnos la risa, el
ron estos mesoamericanos acerca de la preñez, de
sueño, y nuestro sustento, nuestra fuerza, nuestro
brío. Y esto más: lo terrenal, para que sea la repro- la preñada y del fruto en gestación en el marco
ducción. general de su pensamiento.
Todo esto embriaga la vida sobre la tierra para El ciclo de prácticas rituales alrededor del em-
que nadie ande llorando [...]6 barazo puede analizarse además siguiendo el es-
quema propuesto hace ya muchos años por Van
Este regalo divino hacía posible la concepción Gennep para los ritos de paso, ya que encontra-
de un nuevo ser. Los nahuas asumían la procrea- mos en ellas claras alusiones a la separación, a un
ción como una responsabilidad compartida; tal estado marginal y a la agregación de la mujer a la
como ocurre en la actualidad entre algunos gru- sociedad como madre.12 Sin embargo, el embara-
pos mayances, quienes piensan que el feto forma- zo era en sí mismo, para los nahuas, un prolonga-
do a partir de las semillas de ambos padres se ali- do estado marginal al cual la mujer era agregada o
menta de semen y que por ello son recomenda- afirmada a través de una ceremonia doméstica.13
BERENICE ALCÁNTARA ROJAS
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Cuando la mujer se reconocía bras que allí se vertían ponían en evidencia la re-
embarazada levancia de la continuidad de una línea familiar,
del mantenimiento de un linaje,16 cuyo inicio se
Según los testimonios de los informantes de hallaba en los antepasados que no podían venir
Sahagún los nahuas del Altiplano Central en el desde las entrañas de la tierra, para decir palabras
Posclásico, en especial los miembros de los linajes verdaderas, y que venía a desembocar en el recién
gobernantes, solían hacer una comida ritual en el concebido:
momento en que la mujer recién casada se reco-
nocía preñada y se lo comunicaba a sus padres y a [...] Nuestro Señor, questá en todo lugar, ha abierto
sus suegros. el cofre y la caxa de sus misericordias, que sólo él
Durante esta reunión miembros destacados de las posee. Por ventura mereceremos, o merecerán
las familias del esposo y la esposa pronunciaban nuestros padres, que ya son pasados deste mundo, y
varios discursos en los que expresaban su alegría nuestro señor los ha quitado de sobre la tierra, y les
por la noticia; en ellos reiteraban a los futuros pa- ha puesto en el lugar del abscuridad, que ni tiene
dres que lo que la mujer poseía en su vientre era ventana ni por donde le entre luz, por ventura flo-
un regalo precioso de los dioses, extremadamente recerá y brotará lo que ellos dexaron plantado, así
como maguey que dexaron plantado profun-
frágil, un fruto de la misericordia divina y de nin-
damente, que file el deseo que tuvieron que se mul-
guna forma de sus merecimientos personales.
tiplicase su generación.17
Por ventura ya quiere brotar la generación de
Sabed que nuestro señor ha hecho inmisericordia, tus bisabuelos y tatarabuelos, de tus padres que te
porque la señora N, moza y recién casada, quiere echaron acá. Y nuestro señor Dios quiere que en-
nuestro señor hacerla misericordia y poner dentro gendre y produzca fructo el maguey que ellos plan-
della una piedra preciosa y una pluma rica [...] Pues taron hondamente, para que lo que naciere sea ima-
¿qué será agora la voluntad de nuestro señor, si me- gen dellos, a los cuales el mismo nuestro señor los
recerá este mancebo gozar de la merced de nuestro ascendió, los llevó para sí, y el quiere que los levan-
señor, y vuestra hija N, si será merecedora por ven- ten la cabeza y en alguna manera los resuciten los
tura de que venga a luz lo que ha concebido? que nacerán de su posteridad.18
[...] No atribuyáis esta merced a vuestro mereci-
miento, porque si esto hicierdes, no se le podrá
absconder a nuestro señor lo que dentro de vos La imagen del maguey, como el árbol que nace
pensardes; porque no se le absconde ninguna cosa, de los antepasados y florece en los recién nacidos,
aunque esté dentro de las piedras y de los árboles. es mucho más que una metáfora de carácter lite-
A ansi se enojará contra vos y os enviará algún cas- rario para aludir a una especie de "árbol genea-
tigo, de manera que perdamos lo de dentro de vos lógico"; pues nos habla de que los nahuas equipa-
está [...]"' raban la reproducción humana a los ciclos de re-
producción vegetal. En particular, el maguey, una
E) alto valor en que tenían a ese ser que se en- planta de profundas raíces que daba a los
contraba oculto nos muestra la importancia de la mesoamericanos el líquido a partir del cual se ela-
procreación dentro de la sociedad nahua: "Habe- boraba el pulque para luego secarse, hace alusión
rnos recibido de nuestro señor dios un tesoro y a la simiente masculina que pretende perpetuarse
una riqueza, porque habernos sabido lo que está y volver a existir sobre la superficie de la tierra.
en el cofre y en el arca encerrado, que es la criatu- No debe olvidarse que esta planta es propuesta
ra que está en el vientre de la moza, lo cual no en otro texto como un "símil" de la vida sexual
nos es lícito ver ni mirar".15 masculina; por ello solían decir a los muchachos
Asimismo esta comida ritual servía para reafir- las siguientes palabras para inducirlos a la tem-
mar los vínculos de los asistentes, pues las pala- planza:
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paso hacía un nuevo estado. Todas las felicitacio-


Aunque tengas apetito de mujer, resístete; resiste a
tu corazón hasta que ya seas hombre perfecto y re-
nes, prescripciones y consejos que daban a la pre-
cio. Mira que el maguey, si lo abren de pequeño para
ñada y a sus familiares cercanos nos indican que
quitarle la miel, ni tiene sustancia ni da miel, sino
ésta había adquirido una nueva condición, mar-
piérdese. Antes que abran el maguey para sacarle la
cada por la fragilidad de lo que llevaba en su vien-
miel le dexan crecer y venir a su perfection, y en-
tre y la incertidumbre ante el destino de ambos,
tonces se saca la miel.19
que señalaba el momento en que la recién casada
Así, los vínculos familiares ritualmente afirma- debía dejar de comportarse como "muchacha" y
dos propiciaban una adecuada participación de to- tenía que asumir plenamente las responsabilida-
dos los parientes en el embarazo de la recién casa- des de la vida adulta.
da. Si algo dejan en claro los siete discursos que se Para finalizar esta reunión la embarazada des-
pronunciaban en esta ocasión es que el primer pedía a sus parientes de la siguiente forma:
embarazo no era visto como un asunto individual
que sólo competiera a la mujer involucrada, sino Señores nuestros y padres muy amados, por mi cau-
como un proceso de carácter social, del cual de- sa habéis recebido trabajo en el camino, porque hay
pendía el mantenimiento de un linaje, y en el cual caldas y tropiezos con tener muchos negocios y ocu-
paciones que nuestro señor os ha encargado. Por
debían participar por igual la preñada y su esposo
mi causa los habéis dexado, por darme a mi conten-
y los padres y las madres de ambos para que éste
to, descanso y placer con vuestras palabras y conse-
tuviera un buen término. Estos últimos tenían la jos y avisos muy preciosos y raros que aquí yo he
responsabilidad de ayudar a sus hijos en lo que fuera oído, como de padres y de madres muy amados, los
menester y de aconsejarlos adecuadamente: "Con- cuales tenéis atesorados en vuestras entradas y en
viene que exhortéis mucho a vuestros hijos, aun- vuestra garganta, cosa muy preciosa y deseable.~
que son ya adultos [...] No saben aún de cuánta
importancia sea este negocio, porque aún burlan y Las fuentes que nos hablan de los pueblos ma-
juegan como muchachos, según la costumbre del yas de este período no hacen ninguna alusión a
mundo".20 Por su parte los jóvenes esposos debían este tipo de prácticas. Es en el primer tercio del
no'imar su vida a partir de los consejos que les da- siglo xx cuando se detectaron en comunidades
ban sus mayores para que viera la luz la joya pre- guatemaltecas "riaiales de protección" con los que
ciosa que los dioses creadores habían depositado se separaba a la mujer de su condición previa. Hoy
en el vientre de la preñada. día las mujeres mayas de Chenalhó invocan, al
Entre los consejos que se apuntan en este pri- saberse embarazadas, a la "Santa Tierra", quien
mer encuentro ritual destacan conductas "piado- tiene injerencia, genera y devora a todas las for-
sas" que la mujer debía llevar a cabo, como barrer mas de vida que se hallan en su interior y que
y limpiar los altares de sus dioses patronos y ve- habitan sobre la superficie, para que no se ofenda
lar junto a ellos; junto con comportamientos que por el nuevo ser que vendrá al mundo a lastimar-
podrían pensarse profilácticos y otros más que la y a nutrirse de ella. Modo de concebir a la tie-
caerían en el terreno de las llamadas abusiones.21 rra que puede advertirse en la iconografía de las
No obstante estas son diferencias que se han he- diosas madres de los mayas antiguos.23
cho sin tomar en cuenta que los nahuas parecen
no establecer ningún tipo de jerarquía en estas
prescripciones y que todas por igual tenían el ob- Preparando un buen parto
jeto de asegurar un buen embarazo.
De este modo las familias extensas de los nahuas Cuando la mujer nahua se encontraba ya en los
del Posclásico solían hacer del conocimiento pú- dos últimos meses de embarazo todos sus parien-
blico que uno de sus miembros había dado un tes se reunían otra vez. Durante este segundo en-
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cuentro volvían a intercambiarse discursos, en ellos péutico. Aunque pareciera que los informantes de
se daba a la preñada nuevas indicaciones y se le Sahagún aprovechan la oportunidad que les brin-
vinculaba a una partera, en especial, para que es- da su propio relato para poner en boca de la par-
tuviese cerca de ella y se hiciese cargo del parto. A tera todos los consejos que la preñada debía
partir de este momento se iniciaba para la mujer seguir a lo largo de todo su embarazo y que no
encinta un verdadero periodo de transición, en el habían podido mencionar con anterioridad.
cual su única obligación era disponerse para arri- Se dice, por ejemplo, que la embarazada no
bar al parto de la mejor manera posible. debía bañarse en un temazcal demasiado caliente
Una parienta del esposo se encargaba de dele- ni calentarse al sol porque su hijo se le pegaría o
gar en la partera la responsabilidad del bienestar se le tostaría en el vientre. Tampoco era recomen-
de la preñada: dable que mascara chicle, pues su hijo moriría con
el paladar endurecido. Si se espantaba o se enoja-
Sabed, señora, que esta mozuela está preñada, [...] ba corría el riesgo de abortar o traer al mundo
sus padres y parientes os la presentan y encomien- una criatura en mal estado. Debía alimentarse bien
dan, porque nuestro señor, que rige el mundo quie- y cumplir todos sus antojos, menos el de comer
re hacer con ellos misericordia en darles una piedra tierra o tizatl. No debía llorar, ni mirar lo colora-
preciosa y un pluma rica, que es la criatura ya vive do, ni esforzarse más de la cuenta, pues pondría
dentro del vientre de su madre, [...] el cual la pone
en peligro su vida.27
en vuestras manos, en vuestro regazo y sobre vues-
A todas estas consejas deben añadirse aquellas
tras espaldas; y también los viejos y viejas parientes
que son mencionadas en el capítulo que Sahagún
y padres y madres della os encomiendan esta su hija
agora.
dedico a las "abusiones" de lo indios, ya que allí
Señora, metedla en el baño, como sabéis convie- se exponen conductas que las niñas observaban
ne, que es la casa de nuestro señor, llamada xuchical- desde pequeñas para llegar a ser buenas madres.
tzin, a donde arrecian y esfuerzan los cuerpos de Entre ellas podemos señalar el no comer los
los niños, la madre y la abuela, que es la señora dio- tamales que se pegaran a las ollas, porque esto
sa llamada Yoaltícitl.2'1 propiciaría que sus hijos se pegaran en su vientre
y no pudiesen parir. Conductas que se asemejan
Había llegado así el tiempo de que la preñada a las que han sido observadas entre las niñas ma-
fuera llevada a cuestas por la partera, de que fuera yas choles, quienes no comen los corazones de
introducida periódicamente en las entrañas de la las aves para no tener hijos irritables, ni frutas do-
tierra, en el húmedo y oscuro temazcalH, la "casa bles, para no engendrar gemelos, ni la nata del
florida" (xucbicaltzin), donde Yohualticitl25 ayu- atole, para que sus hijos no nazcan con "zurrón",
daría a que el nuevo ser acabara de formarse. De igual forma deben procurar que no se les pe-
La partera, a su vez, tomaba la palabra y habla- gue el atole para que sus niños no sean muy mo-
ba de sus pocos méritos en la materia, para luego cosos y hacer sus tortillas con bolas pequeñas de
aceptar el cuidado de la mujer próxima a parir, sin masa para que sus hijos no sean cabezones.28
dejar de mencionar que el éxito del parto se encon- Todas estas costumbres de las mujeres meso-
traba en manos de los dioses. La preñada era baña- americanas nos hablan de la manera en la que dia-
da en el temazcal, bajo la protección de las diosas riamente vivían, y viven, sus embarazos, de los
Yohualticitl y Quilaztli,26 donde era palpada por esfuerzos que hacían porque estos llegaran a buen
la partera para acomodar a la criatura. término y de los métodos terapéuticos que em-
Además de los baños en el temazcal y las pal- pleaban para solucionar los problemas de salud
paciones a que era sometida la preñada, la partera que pudieran presentarse; sus "abusiones" no de-
le hacía, durante este primer encuentro, una bue- ben entenderse como prácticas supersticiosas na-
na cantidad de recomendaciones de orden tera- cidas de la ignorancia, sino como conductas que
MIQUIZPAN. EL MOMENTO DEL PARTO
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sólo pueden entenderse dentro del sistema de pen- diariamente al sol en su lucha cotidiana por rena-
samiento que las generó, pues emanan de las cate- cer del "lugar de los muertos". Podría considerar-
gorías taxonómicas propias de los mesoamerica- se que el parto era para los nahuas un proceso "fi-
nos, quienes habitan en un mundo donde todo se siológico-ritual" por medio del cual una mujer era
encuentra cargado de significado y los diversos realmente investida como tal. La "mujer guerre-
grados de calor y de frío, presentes en cada uno ra" era el ideal mexica de la "esposa-madre".30
de los seres que lo integran, influyen de distinta "Llegada la hora del parto, que se llama 'hora
manera al entrar en contacto unos con otros. de muerte', cuando ya quería parir la preñada,
Finalmente, volviendo con los nahuas, la par- lavábanla toda y xabonábanla los cabellos de la
tera se despedía de todos los asistentes y agradecía cabeza. Luego aparejaban una cámara o sala don-
su confianza, encargándoles que velasen por la de había de parir y padecer afliction y tormen-
preñada, ya que sabían que "grandes peligros de to".31 Dentro de esta cámara se iniciaba así esa
muerte hay en lo interior de las mujeres".29 güeña femenina, que los nahuas denominaron "su
momento de muerte (imiquizparí)" .i2 La partera
metía a la preñada en el temazcal y luego le daba
El momento del parto, un momento a beber un poco de cibuapabtli, para acelerar las
de muerte contracciones del útero; si esto no surtía el efecto
deseado le daba también a beber un preparado de
Al describir los sucesos que enmarcaban el parir cola de tlacuatzin, con el mismo propósito.33
los informantes de Sahagún mencionan prácticas Asimismo la partera urgía a la preñada para
rituales que se llevaban a cabo junto con otras que que saliera victoriosa de la guerra que enfrentaba:
podríamos pensar "profanas". Sin embargo debe-
mos admitir que estas distinciones sólo existen Hija mía, esfuérzate. ¿Qué te haremos? No sabe-
en nuestra mente y que las costumbres nahuas mos ya que te hacer. Aquistan presentes tu madre y
parientas. Mira que tu sola has de hacer este nego-
alrededor del embarazo y el parto nos retan a ale-
cio. Haz fuerza en el caño de la madre para que
jarnos de las obsesiones occidentales por fragmen-
salga la criatura Hija mía, muy amada, mira que
tar todo aquello que se pretende conocer, pues eres mujer fuerte. ¡Esfuérzate, y haz como mujer
nos demuestran que para ellos lo terapéutico no varonil! Haz como hizo aquella diosa que parió pri-
se encontraba separado de lo ritual, sino que cons- mero, que se llamaba Cihuacoatl y Quilaztli.31
tituían dos aspectos de una sola realidad, profana
y sagrada al mismo tiempo, que debían atenderse Si la mujer no podía lograr que el fruto de su
conjuntamente para que el equilibrio del mundo vientre viera la luz, la partera pedía permiso a los
no se viera violentado y los seres humanos pudie- padres de la preñada para despedazar a la criatura
ran alcanzar sus fines. y así salvar la vida de su hija. Si, además de esto,
Los textos de Sahagún y sus informantes nos se presentaban otras complicaciones o los padres
presentan el parto como un momento de tránsito no accedían al despedazamiento, la partera se en-
definitivo, del cual la mujer salía renacida a un cerraba con la preñada y se preparaba para dispo-
nuevo estado de cosas, sin importar cuál hubiese ner el paso de ésta hacia otra forma de existencia.
sido el desenlace. Al sentir los dolores que anun- La mujer nahua al morir en el parto se trans-
ciaban el parto, la mujer, que hasta ese entonces formaba en un ser divino cuya misión era acom-
había vivido vigilante y vigilada, tenía que asu- pañar y alentar al sol en su recorrido celeste del
mir en soledad, auxiliada nada más por la parte- cénit al ocaso, rumbo al que llamaban cihuatlampa
ra, su nuevo rol social de "mujer guerrera"; una (el rumbo de las mujeres), el lado femenino del
mujer fuerte, capaz de vencer o morir, merecedora cielo masculino. La muerta de parto recibía el
del honor de criar a sus hijos o de acompañar nombre de mocihuaquetzqui (la que se yergue
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como mujer) y era adorada por la partera de la miera que había muerto como valiente y que su
siguiente manera: destino era ir a la Casa del Sol. La partera iniciaba
los rituales funerarios que deben entenderse como
¡Oh, mujer fuerte y belicosa, hija mía muy amada! prácticas que, al mismo tiempo que permitían a
Valiente mujer, hermosa y tierna palomita, señora los parientes encauzar sus procesos de duelo, te-
mía, habéis os esfurzado y trabajado como valien- nían el objetivo de asegurar el adecuado tránsito
te; habéis vencido; habéis hecho como vuestra ma-
del difunto hacia su nueva forma de existencia en
dre la señora Cihuacoatl o Quilaztli; habéis pelea-
otro plano de la realidad, al cual los mesoameri-
do valientemente; habéis usado de la rodela y de la
espada como valiente y esforzada, la cual os puso canos no podían acceder en condiciones normales
en la mano vuestra madre la señora Cihuacoatl de vigilia.
Quilaztli. Pues despertad y levantaos, hija mía, ya Luego de que la partera reconfortaba a la re-
es de día, ya amanecido; ya han salido los arreboles cién difunta, ésta era bañada y llevada a cuestas,
de la mañana; ya las golondrinas andan cantando y como el día de su boda, hasta el patio del templo
todas las otras aves. Levantaos y componeos. Id aquel donde sería enterrada. El cuerpo era seguido por
buen lugar que el la casa de vuestro padre y madre los parientes de la difunta y por todas las parte-
el sol, que allí todos están regocijados y contentos y ras, quienes se armaban y gritaban como guerre-
gozosos. los hija mía, para vuestro padre el Sol ras para defender el cuerpo de los jóvenes gue-
y llévenos sus hermanas, las mujeres celestiales, la rreros que querían apoderarse de él, pues algunas
cuales siempre están contentas y regocijadas y lle-
partes de éste traían a los muchachos buena for-
nas de gozo con el mismo Sol, a quien ellas regoci-
tuna en la guerra. Por último la mujer era ente-
jan y dan placer, el cual es madre y padre nuestro.
Hija mía muy tierna, señora mía, habéis trabajado irada al momento de la puesta del sol para que se
y vencido varonilmente, no sin gran trabajo. Hija uniera a las demás mocihuaquetzqui que hasta allí
mía, habéis adquirido la gloria de vuestra victoria y lo acompañaban y el lugar de su sepulcro era cus-
de vuestra valentía [...]35 todiado durante cuatro días para que nadie muti-
lara el cuerpo.36
Es este un buen lugar para destacar el papel de Por el contrario si la mujer lograba dar a luz,
la partera como terapeuta y ritualista, pues ella, y surgía de ese "momento de muerte" como ma-
una mujer iniciada también ritualmente en su ofi- dre, la partera se disponía a lavar al recién nacido
cio, era la encargada de atender la etapa final del y ayudarlo a constituirse en un sujeto pleno, para,
embarazo y de realizar los primeros actos rituales después, ocuparse otra vez de la recién parida:
que acompañaban este momento crítico: la incor-
poración de la parturienta a la sociedad como Hija mía, muy amada, mujer valiente y esforzada.
"mujer guerrera", ya fuera como madre de fami- Habéislo hecho como águila y como tigre. Esforza-
lia o como mocihuaquetzqui, y la separación del damente habéis usado en vuestra batalla la rodela.
recién nacido de su madre y su posterior integra- Valerosamente habéis imitado a nuestra madre
ción al mundo como sujeto, pues, como ya se Cihuacoatl Quilaztli, por lo cual nuestro señor os
mencionó, los actos que seguían al corte del cor- ha puesto en los estrados y sillas de los valientes
soldados.
dón umbilical imponían al recién nacido su cali-
¡Oh, hija mía, águila! Habéis hecho todo vues-
dad de persona sexuada; al momento de recibir
tro poder. Habéis puesto todas vuestras fuerzas para
su nombre, el infante recibía también la entidad salir con esta empresa de madre. Esforzaos poco a
anímica en la que residía su personalidad y su ads- poco. Esperemos lo que querrá nuestro señor que
cripción genérica. está en todo lugar [...] Mira, hija, que no te ingrías
Cuando la parturienta moría la partera aban- porque tienes hijo. Teneos por indigna de haberlo
donaba inmediatamente su papel de terapeuta y recibido. Rogad siempre a nuestro señor con lloros
comenzaba a preparar a la difunta para que asu- que le de vida.37
44 MIQUIZPAN. EL MOMENTO DEL PARTO

Después una anciana felicitaba a la partera por iniciático asume su condición y que es enseñada
lo bien que había actuado, pues había ayudado por las otras parteras a descubrir el don con el que
diestramente a la diosa Cihuacoatl Quilaztli, a lo nació; de igual forma que las parteras descritas en
cual la partera respondía: los textos de Sahagún la partera maya media entre
la parturienta y los seres sobrenaturales que prote-
Señoras nuestras de gran valor [...] Bien he visto el gen el parto. Es la encargada de llevar a buen tér-
trabajo que habéis tenido todos estos días pasados mino ese proceso peligroso, en el cual la mujer pier-
[...] Ansimismo esperábades con angustia y trabajo de calor excesivamente, de separar al niño de su
cómo se esforzaría, cómo se haría varonilmente madre e iniciarlo en la vida del mundo y de ayudar
vuestra hija tiernamente amada [...] Por cierto, este a la recién parida a reincorporarse poco a poco a la
negocio es como una batalla en que peligramos las vida habitual durante el puerperio.41
mujeres, porque este negocio es como tributo de
Ese "momento de muerte" del cual la mujer
muerte que nos echa nuestra madre Cihuacoatl
emergía renacida a una nueva vida como guerrera,
Quilaztli.38
en el cielo o en la tierra, y que en las mujeres ma-
yas parece prolongarse a lo largo del puerperio, es
Una vez más las fuentes nos brindan muy poca
el punto final de los sucesos cotidianos que me pro-
información sobre la manera en que las mujeres
puse revisar. Considero que la parca descripción
mayas del Posclásico vivían o morían sus partos.
que se hizo de ellos permite tener una idea de cómo
No obstante puede decirse que ellas también acu-
esos actos que se repetían y se repetían permitían a
dían a parteras profesionales que eran al mismo
las mujeres nahuas y mayas adquirir un nuevo ca-
tiempo ritualistas y terapeutas, y que, así como la
rácter y transitar con éxito por un proceso lleno
diosa madre Cihuacoatl Quilaztli se encontraba
de cambios físicos y emocionales.
presente en ese "momento de muerte", la diosa
Las prácticas descritas nos muestran las respues-
Ixchel protegía a las mujeres mayas al parir:
tas que dieron los nahuas y los mayas a esos cam-
bios que implica el embarazo y el alumbramien-
Son muy fecundas y tempranas en parir y grandes
to, pues estos aseguraban el adecuado "paso" de la
criadoras [...] Son gente que desea muchos hijos; la
que carece de ellos los pedía a sus ídolos con dones mujer de una etapa a otra, le imprimían un nue-
y oraciones, y ahora los piden a Dios [...] Para sus vo carácter, reforzado por la reiterada alusión a
partos acudían a las hechiceras, las cuales les hacían la forma en que la sociedad, a la que pertenecía la
creer sus mentiras y les ponían debajo de la cama preñada, percibía ese proceso y a la manera en
un ídolo de un demonio llamado Ixchel, que decía que lo inscribía dentro de su conceptualización
era la diosa de nacer las criaturas.39 del mundo. Las palabras y los objetos que entra-
ban en contacto con la embarazada la auxiliaban
En la actualidad las mujeres mayas que dan a a dar ese "paso" y llenaban de sentido todo lo que
luz en el seno de sus comunidades, donde sus estaba ocurriéndole, logrando que el equilibrio del
vínculos sociales se encuentran íntegros, se ven mundo y de la persona no se viera alterado.
acompañadas en el momento del parto por sus Tengo que admitir que muchas cosas faltaron
parientes más cercanos, su esposo y, en muchas por ser analizadas a detalle, pues al centrar mi aten-
ocasiones, por una partera tradicional. Los k'echís ción en la condición de la preñada durante estas
nombran Alabaal al lugar donde el recién nacido prácticas rituales dejé de lado la forma en la que
entra en contacto con la tierra, el sitio donde cae interactuaban sus parientes, cómo se involucraba
la sangre de su madre, y al que quedará unido el al futuro padre, los ritos y las fiestas propios de
resto de su vida.40 las parteras y de las diosas madres que se men-
La partera tradicional maya es una mujer pre- cionan en ellos, la significación de la casa y el
destinada para este oficio que a través de un rito temazcal en los que la preñada era instalada y
BERENICE ALCÁNTARA ROJAS 45

cómo se modificaba la calidad anímica de la mu- llegaban todos los desperdicios orgánicos que se
jer durante su embarazo. Aspectos que evidente- generaban en la superficie. Al mismo tiempo era
mente merecen un estudio mucho más amplio. el lugar donde se guardaban las esencias de todos
Todas estas ausencias hacen que me parezca perti- los seres que poblaban la tierra. El Mictlán ("lu-
nente ocuparme un poco, a manera de conclusión, gar de los muertos") era un sitio de generación de
del modo en que los nahuas y los mayas, conce- vida; por ello Quetzalcóatl tuvo que descender a
bían y conciben, a la mujer embarazada. él y extraer los huesos de los muertos para poder
constituir una nueva humanidad.43 En el interior
de la tierra se encontraba el origen de los vivos,
II pues allí se llevaba a cabo el proceso de putrefac-
ción de las semillas que gestaba las plantas que
[...] Ca iz un unca in motonantzin, motecuyotzin, sustentaban la vida del hombre.44
in ixillan, in itozcatlampa otitzicuehuac otitlapan. Así cada vientre femenino era una réplica de
In maan tixiuhtzintli, maan tiquiltzintli otihualixe- las entrañas de la tierra. En un conocido texto dos
huac, otixotlac, oticuepon, in maan noce oticohia
ancianas utilizan para describir su sexo expresio-
otihualizac.
nes que aludían a los sitios que servían como en-
Aquí es donde está la que es tu madre, tu seño-
ra, de su vientre, de su seno te desprendiste, te des- tradas al inframundo:
garraste; tu que eres hierba, tu que eres quelite, ha-
cia acá levantaste el rostro, verdeaste, floreciste, an- Abuelas nuestras, decidme, ¿es verdad, que todavía
tes dormías y hacia acá despertaste.42 tenéis deseo del deleite carnal? [...] Señor nuestro
[...] Vosotros los hombre cesáis de viejos de querer
Como ya fue mencionado en su oportunidad la delectación carnal por haber frecuentádola en la
juventud, porque se acaba la potencia y la simiente
los nahuas equiparaban el proceso de gestación
humana; pero nosotras las mujeres nunca nos har-
humana con los procesos de reproducción vege-
tamos ni nos enhadamos desta obra; porque es nues-
tal. En el texto aquí citado los nahuas hablan de tro cuerpo como una sima y como una barranca
sus hijos como plantas que se desgarraron de sus honda, que nunca se hinche; recibe todo cuanto le
madres para florecer sobre el mundo. Equipara- echan y desea más, y demanda más; y si esto no
ción que se funda, no en un giro poético, sino en hacemos no tenemos vida.45
la forma en que los nahuas, junto con muchos
otros mesoamericanos, concebían a la mujer y a "Es una cueva, una barranca, lo que hay en
lo que dentro de ella se encontraba. nosotras (ca oztotl ca te/xxitl in totech ca)", son las
Sabido es que los antiguos nahuas pensaban palabras nahuas empleadas para describir esa en-
que la existencia de los seres sobre la tierra era trada profunda, húmeda y oscura al vientre feme-
posible gracias a la continua combinación del aba- nino;46 ese lugar en el que germinaba la semilla
jo y el arriba. Este mundo inferior se expandía humana. De modo que no debe causar extrañeza
bajo Ja superficie de una tierra que paría y devo- que los nahuas y los mayas hayan visto el emba-
raba. El vientre femenino y las entrañas de la tie- razo como un proceso de corrupción que permi-
rra compartían una misma esencia, no está de- tía la generación. Los antiguos nahuas usaban un
más recordar el folio l6v de la Historia tolteca- mismo verbo (itlacahuí) para aludir a la concep-
chichimeca, donde las cuevas que dan origen a los ción de un ser humano y la putrefacción.47 Hoy
pueblos nahuas de Cuauhtinchan están cubiertas muchos mayas nombran a la embarazada con vo-
de tejido endométrico. cablos que provienen de la palabra muerte48 y los
El inframundo de los mesoamericanos era un nahuas de la sierra de Puebla dicen "miquicya"
sitio oscuro, profundo, húmedo, en el cual se des- (ya está muerta) cuando la mujer lanza el último
componían los cadáveres de los difuntos y al que pujido con el cual expulsa al bebé.49
46 MIQUIZPAN. EL MOMENTO DEL PARTO

La mujer nahua y maya al estar embaraza, y Notas


1 Este texto intenta ser, solamente, una revisión de cier-
tener dentro de sí contenida toda esa putrefacción
tas prácticas alrededor del embarazo y del paito entre
que va gestando vida, es un ser invadido por la
nahuas y mayas del Posclásico, tratando de entenderlas
muerte; por ello la partera nahua del Posclásico como "ritos de paso" a partir de la propuesta de análi-
cuando hablaba del feto solía decir "ca oc mictlan, sis de Van Gennep. Sin embargo la escasez de fuentes
ca ocyouayan, in tontlatoa (todavía está en el lu- que traten estos temas entre los mayas antiguos hizo
gar de los muertos, todavía está en donde es de necesario que concentrará mis comentarios en aque-
noche, aquello de lo que hablamos)".50 Sólo te- llas relativas a los nahuas y que recurriera constante-
mente a referencias sobre prácticas de pueblos mayas
niendo en cuenta estas ideas podrán entenderse contemporáneos. En la primera parte hago una descrip-
los alcances de nombrar al parto un "momento ción de dichas prácticas, mientras que en la segunda
de muerte", pues con ello no se hacía referencia abordo algunos aspectos de la peculiar forma en que
únicamente al peligro de muerte en el que se ha- los mesoamericanos, mayas y nahuas en este caso, han
lla la preñada, sino a la liberación sobre la super- concebido a la mujer embarazada.
2 Fray Bernardino de Sahagún, Historia General de
ficie de la tierra de toda esa muerte, de todo ese
las cosas de la Nueva España, libro 10, cap. i.
frío que se encontraba encerrado. 3 Para mayores detalles sobre la asignación genérica
Los nahuas percibían a los bebés y a las recién en los rituales de nacimiento véase Noemí Quezada,
paridas como seres predominantemente fríos, en Sexualidad, amory erotismo. Méxicoprehispánico y colo-
el caso de los bebés se habla de una ternura, en el nial, pp. 26 y ss.
'' B. de Sahagún, op. cit., libro vi, cap. 31.
sentido vegetal del término (celincayotl, üzmolin-
5 Véase N. Quezada, op. cit., pp. 87-95.
cayotl),íl que lentamente iba madurando, secán- 6 B. de Sahagún, Códice Florentino..., libro vi, cap.
dose, adquiriendo calor. Por esto mismo los ni- 18. Versión al español de Alfredo López Austin, Cuer-
ños, quienes tenían mucho más frío dentro de sí po Humano e ideología. Las concepciones de los antiguos
que un adulto, debían cubrir con ceniza sus co- nahuas, p. 276.
7 Véase N. Quezada, op. cit., p. 103.
yunturas al visitar la casa de una recién parida pa-
s Véase Martha Ilia Nájera Coronado, El umbral
ra que no entrara por ellas esas sustancias de muer-
hacia la vida. El nacimiento entre los mayas contempo-
te que podrían descompensarlos y enfermarlos.^2 ráneos, pp. 25-30. "También decía [...] a la preñada que
En un mundo cuyo frágil equilibrio se mante- cuando era preñada de un mes, dos o tres, que tuviese
nía por un complejo juego de distintas combina- cuenta con su marido templadamente, porque si del
ciones de lo caliente con lo frío, de lo celeste con todo se abstuviese del acto carnal, la criatura saldría
enferma y de pocas fuerzas cuando naciese" (B. de
lo terrestre, de lo que muere con lo que vive, las
Sahagún, Historia general..., libro vi, cap. 27).
mujeres embarazadas se hallaban "enfermas", es 9 A. López Austin, op. cit., p. 335. "¡Oh, piedra pre-
decir, pictóricas de esa descomposición que era ciosa! [...] Fuestes formada en el lugar donde están el
gestora de vida. Las prácticas rituales, que ayuda- gran dios y la gran diosa, que es sobre los nueve cielos.
ban a las mujeres nahuas a afrontar ese trance de Formóos y crióos vuestra madre y vuestro padre que
muerte, les permitían luchar con valentía "varo- se llama Ometecuhtli y Omecihuatl, mujer celestial o
hombre celestial. Has llegado a este mundo, lugar de
nil" y conquistar un nuevo sitio en la sociedad de
muchos trabajos y tormentos, donde hay calor destem-
su tiempo, a la par que servían para reproducir plado y frío destemplado, y vientos, donde es lugar de
una manera de entender y vivir el mundo muy hambre y de sed, y de cansancio, y de frío y de lloro.
distinta de la nuestra. En los actos rituales alrede- No podemos decir con verdad que es otra cosa, sino
dor del embarazo y del parto se reiteraba a todos lugar de lloros y de tristeza y de enojo" (B. de Sahagún,
los involucrados el sentido de lo masculino y de Historia general..., libro vi, cap. 32).
111 Véase N. Quezada, op. cit., pp. 87-89. Muchas otras
lo femenino, de la vida y de la muerte, que para diosas madres terrestres y lunares intervenían de algu-
los mesoamericanos no eran los extremos opues- na forma en el embarazo de las mujeres nahuas. No
tos de una línea, sino dos momentos de un ciclo puede negarse la relación que existe entre las distintas
que no debía jamás interrumpirse. fases lunares y deidades como Teteo innan o Toci,
BERENICE ALCÁNTARA ROJAS 47

Tlazolteotl, Coyolxauhqui, Coatlicue, Cihuacoatl 26 Recuérdese que Quilaztli era la diosa madre que
Quilaztli y Mayahuel, pues todas ellas aparecen con dis- aparece en varios relatos míticos como la encargada de
tintivos lunares en sus atavíos. Algunas de ellas serán mezclar los huesos de los muertos, que Quetzalcóatl
mencionadas con mayor detalle cuando aparezcan alu- obtuvo en el Mictlán, para formar con ellos una nueva
didas en los rituales nahuas que se están revisando. humanidad. De donde resulta obvio que sea invocada
11 Véase M. I. Nájera, op. cu., pp. 13-15. cuando se pretendía propiciar la adecuada formación
'- "Las ceremonias del embarazo y del parto consti- del producto. Este viaje de Quetzalcóatl al Mictlán pue-
tuyen, por lo general, un todo, de tal forma configura- de encontrarse en: Historia de México, en Teogonia e his-
do que con frecuencia se realizan en primer lugar ritos toria de los mexicanos. Tres opúsculos del siglo x\l, pp.
de separación que excluyen a la mujer encinta de la so- 105-106 y "Leyenda de los soles", en CódiceChimalpo-
ciedad general, de la sociedad familiar y, a veces, inclu- poca,pp. 120-121.
so de la sociedad sexual. Luego vienen los ritos del 27 Véase B. de Sahagún, Historia general..., libro vi,
embarazo propiamente dicho, que es un periodo de cap. 27.
margen. Finalmente, los ritos del parto tienen por ob- 28 Véase M. I. Nájera, op. cit., p. 63.
jeto reintegrar a la mujer a las sociedades a que ante- 29 B. de Sahagún, Historia general..., libro vi, cap. 27.
riormente pertenecía, o asegurarle en la sociedad gene- 30 Véase N. Quezada, op. cu., p. 111.
ral una situación nueva, en tanto que madre, sobre todo 31 B. de Sahagún, Historia general..., libro vi, cap. 30.
si se trata de un primer alumbramiento y ha sido niño" 32 Véase B. de Sahagún, Códice Florentino..., libro
(Arnold van Gennep, Los ritos depaso, p. 53). vi, cap. 30, f. 167.
13 Esta posibilidad no contradice la propuesta de Van 33 Para mayor información sobre las propiedades del
Gennep, pues él también habló de pueblos en los que cihupahtli y de la cola de tlacuache consúltese Bernar-
los periodos marginales se hallaban tan desarrollados do Ortiz de Montellano, Medicina, salud y nutrición
que llegaban a constituirse en etapas autónomas a las aztecas.
que los individuos debían ser agregados por medio de 34 B. de Sahagún, Historia general..., libro vi, cap. 28.
rituales específicos. Véase A. van Gennep, op. cu., pp. 35 Ibid., libro vi, cap. 29.
20-21. 36 Véase Ídem.
11 B. de Sahagún, Historia general..., libro vi, caps. 37 Ibid., libro vi, cap. 33.
24 y 25. ^Idem.
K Ibid., cap. 25. 39 Fray Diego de Landa, Relación de las cosas de
16 Entiéndase aquí linaje como una línea de paren- Yucatán, p. 135.
tesco con ascendencia sanguínea, independientemente 40 Véase M. I. Nájera, op. cit., pp. 96-97.
del status social de los individuos. 41 Ibid., pp. 101-116 y 160-190.
17 B. de Sahagún, Historia general..., libro vi, cap. 24. 42 B. de Sahagún, Códice Florentino..., libro vi, cap.
18 Ibid., libro vi, cap. 25. 18. La traducción al español es mía.
19 Ibid., libro vi, cap. 21. Véase también N. Quezada, 43 Véase Historia de México y leyenda de los soles y
op. cu., p. 128. Más adelante hablaremos de otras Gordon Brotherson, "Huesos de muerte, huesos de
implicaciones de esta equiparación entre los procesos vida: la compleja figura de Mictlantecuhtli", en Cui-
de reproducción humana y vegetal. cuilco, vol. 1, núm. 1, pp. 85-98.
20 B. de Sahagún, Historia general..., libro vi, cap. 25. 1/1 Véase A. López Austin, Tamoanchany Tlalocan,
21 Por ejemplo no cargar cosas pesadas y no abusar cap. iv, pp. 201-209.
de los baños ni del acto carnal, y por otro lado, no ac- 45 B. de Sahagún, Historia general..., libro vi, cap. 21.
tuar soberbiamente ni mirar cosas que espanten o cau- 46 B. de Sahagún, Códice Florentino..., libro vi, cap.
sen asco, véase ídem. 21, f. 99v. La traducción al español es mía.
" ídem. 47 Véase A. López Austin, Cueipo humano..., p. 336.
23 Véase M. I. Nájera, op. cu., pp. 43-47. 18 Por ejemplo kameelaal en mochó y chameli en
24 B. de Sahagún, Historia general..., cap. 27. tojolab'al, véase M. I. Nájera, op. cit., pp. 51-52.
25 Yohualticitl (médica o partera de la noche), diosa 19 Véase Sybille de Pury-Toumi, De palabras y ma-
madre encargada del temazacalli y de velar por el desa- ravillas. Ensayo sobre la lengua y cultura de los nahuas
rrollo de los niños, que al ser nombrada madre y abue- (Sierra Norte de Puebla), p. 149.
la se presenta como una advocación de la diosa Toci 50 B. de Sahagún, Códice Florentino..., libro vi, cap.
(nuestra abuela), pues era "la madre de los dioses" (Jeteo 27. La traducción al español es mía.
innari). Véase Cecilio A. Róbelo, Diccionario de mito- 51 Véase A. López Austin, Tamoanchany Tlalocan,
logía mhuatl, pp. 853-856. pp. 209-211.
48 MIQUIZPAN. EL MOMENTO DEL PARTO

^ Cf. B. de Sahagún, Historia general de las cosas..., Austria, Akademische Druck und Verlagsanstalt/
libro v, cap. 11. FCH, 1994.
Pury-Toumi, Sybille de, De palabras y maravillas. En-
sayo sobre la lengua y la cultura de los nahuas. Méxi-
Referencias co, Conaculta, 1997.
Brotherson, Gordon, "Huesos de muerte, huesos de Quezada, Noemí, "Creencias tradicionales sobre em-
vida: la compleja figura de Mictlantecuhtli", en barazo y parto", en Anales de Antropología. Méxi-
Cuicuilco. México, INAH, 1994. 2 vols. pp. 85-98. co, UNAM, 1977, vol. 14, pp. 307-326.
Duran, fray Diego, Historia de las Indias de Nueva Es- Quezada, Noemí, Sexualidad, amory erotismo. México
paña e islas de tierra firme. Estudio prel. de Rosa prehispánico y colonial. México, UNAM/Plaza y
Camelo y José Rubén Romero. México, Conaculta, Valdés, 1996.
1995. 2 vols. Róbelo, Cecilio A. Diccionario de Mitología Náhuatl.
Fuentes y Guzmán, Francisco Antonio de, Historia de México, Innovación, 1980. 2 vols.
Guatemala o Recordación florida. Madrid, Atlas, Sahagún, fray Bernardino de, Códice Florentino. Edi-
1969-1973. 3 vols. ción facsimilar a cargo del Gobierno de la Repúbli-
Landa, fray Diego de, Relación de las cosas de Yucatán. ca Mexicana del manuscrito 218-220 de la Colec-
Estudio prel. de María del Carmen León Cazares. ción Palatina de la Biblioteca Medicea Laurenziana.
México, Conaculta, 1994. Sahagún, fray Bernardino de, Historia general de las co-
López Austin, Alfredo, Cuerpo humano e ideología. Las sas de la Nueva España. Introd. de Alfredo Ló-
concepciones de los antiguos nahuas. México, UNAM- pez Austin y Josefina García Quintana. México,
IIA, 1990. 2 vols. Conaculta, 1989. 2 vols.
López Austin, Alfredo, Tamoanchan y Tlalocan. Méxi- Sullivan, Thelma D., "Pregnancy, Childbirth, and the
co, FCE, 1994. Deification of the Women who died in Childbirth",
Mendieta, fray Gerónimo de, Historia eclesiástica in- en Estudios de Cultura Náhuatl. México, UNAM-IIH,
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México, Conaculta, 1997. 2 vols. Teogonia e historia de los mexicanos. Tres opúsculos del
Nájera Coronado, Martha Ilia, El umbral hacia la vida. siglo xv¡. Ed. de Ángel M. Garibay K. México,
El nacimiento entre los mayas contemporáneos. Méxi- Porrúa, 1965.
co, UNAM, 2000. Van Gennep, Arnold, Los titos de paso. Estadio sistemá-
Ortiz de Montellano, Bernardo, Medicina, salud y nu- tico de las ceremonias de la puerta y del umbral, de la
trición aztecas. México, Siglo xxi, 1993. hospitalidad, delaadopcicm, del embarazo y del par-
La pintura de la muerte y de los destinos. Libro explicati- to, del nacimiento, de la infancia, de la pubertad, de
vo del llamado Códice Laúd. Introd. y explicación la iniciación, déla ordenación, déla coronación, del
de Ferdinand Anders y Maarten Jansen, con una noviazgo y del matrimonio, de los funerales, de las es-
contribución de Alejandra Cruz Ortiz. México/ taciones, etc. Madrid, Taurus, 1986.

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