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Ivan Diaz Peña - 201216940

Andrés jurado - 201217115


Universidad de los Andes

Nietzsche y el libre desarrollo de la personalidad: Derecho y hombre autónomo


soberano
“Criar un animal al que le sea lícito hacer promesas - ¿no es
precisamente esta misma paradójica tarea la que la naturaleza sea
ha propuesto con respecto al hombre? ¿no es este el auténtico
problema del hombre?”
Genealogía de la moral - F. Nietzsche.

Es sencillo reconocer y rastrear que la mayoría de nuestros sistemas y organizaciones


políticas contemporáneas están basadas en el liberalismo y el constitucionalismo que a partir
de este se desprende, incluyendo a su vez todo el discurso que sobre estos pilares se
desarrolla, en el cual elementos como el sujeto, la libertad, la responsabilidad individual, los
derechos, la autonomía, la soberanía, entre otros tantos conceptos se dan prácticamente por
sentados. Ahora bien, lo difícil en nuestro contexto actual es hacer una crítica a estos
presupuestos pues en este sentido es bastante complejo ser un maestro de la sospecha frente a
un conjunto de ideas que determinan nuestra realidad política y jurídica, las cuales, además,
prácticamente se nos presentan como naturales, inmutables e incluso netamente racionales.
Siendo así, Friedrich Nietzsche es uno de esos auténticos maestros de la sospecha, como lo
habría de denominar el filósofo Paul Ricoeur, quien mediante su filosofía nos hace cuestionar
los fundamentos mismos de lo que damos por dado, justo, bueno, puro, etc.. A partir de todo
esto, este texto busca crear un diálogo entre, por una parte, los postulados de Nietzsche en el
libro dos de su texto “Genealogía de la moral” y, por otra parte, la comprensión actual que la
corte constitucional colombiana ha hecho del derecho a la autonomía e identidad personal, a
partir de la Constitución colombiana de 1991, cuyos pilares están basados en el liberalismo y
sus presupuestos antes mencionados. De esta manera, específicamente lo que se busca
principalmente es un diálogo en el que, a la luz de la genealogía de moral, se interroguen los
supuestos detrás de derecho al libre desarrollo de la personalidad tal como ha sido
interpretado por la corte constitucional en la sentencia C-336 de 2008.

-El derecho al libre desarrollo de la personalidad en la C-336 de 2008.

Es importante comenzar retomando una cita de la sentencia C-336 de 2008, de acuerdo a la


que principalmente se desarrollará este trabajo:

Como consecuencia lógica del respeto por la dignidad de la persona se encuentra el de libre
desarrollo de la personalidad, cuyo núcleo esencial protege la libertad general de acción,
involucrando el derecho a la propia imagen y la libertad sexual, entre otras manifestaciones de la
personalidad merecedoras de protección. El derecho al libre desarrollo de la personalidad, conocido
también como derecho a la autonomía e identidad personal, busca proteger la potestad del individuo
para autodeterminarse; esto es, la posibilidad de adoptar, sin intromisiones ni presiones de ninguna
clase, un modelo de vida acorde con sus propios intereses, convicciones, inclinaciones y deseos,
siempre, claro está, que se respeten los derechos ajenos y el orden constitucional. Así, puede afirmarse
que este derecho de opción comporta la libertad e independencia del individuo para gobernar su
propia existencia y para diseñar un modelo de personalidad conforme a los dictados de su conciencia,
con la única limitante de no causar un perjuicio social. Se configura una vulneración del derecho al
libre desarrollo de la personalidad cuando a la persona se le impide, de forma arbitraria, alcanzar o
perseguir aspiraciones legítimas de vida o valorar y escoger libremente las circunstancias que dan
sentido a su existencia. Así, para que una limitación al derecho individual al libre desarrollo de la
personalidad sea legítima y, por lo mismo no arbitraria, se requiere que goce de un fundamento
jurídico constitucional. No basta que el derecho de otras personas o la facultad de la autoridad se
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basen en normas jurídicas válidas, sino que en la necesaria ponderación valorativa se respete la
jerarquía constitucional del derecho fundamental mencionado.1

Partiendo de la cita anterior es importante empezar a resaltar algunos elementos que más
adelante se confrontarán con los análisis de Nietzsche en la genealogía.

Así pues, lo primero que se expone con claridad sobre el derecho al libre desarrollo de la
personalidad es que es consecuencia lógica de un principio constitucional mayor, a saber, la
dignidad humana. La importancia de esto se aprecia en que la dignidad aparece como
principio fundador del Estado colombiano, como se observa en el artículo 1 de la
constitución2, de modo que el origen y fundamento del libre desarrollo de la personalidad se
rastrea nada más que uno de los principios que da origen al Estado Colombiano. En este
punto la sentencia C-143 de 2015 da pistas sobre lo que se entiende por dignidad y lo que
implica:
La dignidad humana, según se desprende del art. 1 Superior, es el fundamento del ordenamiento
jurídico, es decir que este concepto es un pilar determinante en el Estado Social de Derecho y en la
democracia constitucional, y por tanto de los Derechos Humanos y de los derechos fundamentales en
general, y constituye una norma vinculante para toda autoridad.
La consagración constitucional del principio de la dignidad humana, indica que debe existir un trato
especial hacia el individuo, ya que la persona es un fin para el Estado y por tanto para todos los
poderes públicos especialmente para los jueces, pues este principio debe ser el parámetro interpretativo de
todas las normas del ordenamiento jurídico, este principio impone una carga de acción positiva de cara a
los demás derechos. (Negrilla fuera de texto).3

Retomando la anterior cita, la dignidad implica la idea kantiana del hombre –entendido como
individuo– como fin en sí mismo, por oposición a un mero medio. Siendo así, del individuo
como fin surge la idea del individuo capaz de auto-determinarse, de adoptar sin intromisiones
un modelo de personalidad basado en su conciencia.

Entre otros aspectos que llaman la atención de la cita, se encuentra la sinonimia que expresa
la corte en su vocabulario jurídico entre libre desarrollo de la personalidad y autonomía e
identidad personal, demostrando que la idea del hombre como individuo autónomo juega un
papel fundamental en la comprensión legal del mencionado derecho. En segundo lugar, es
importante recalcar la finalidad del derecho al libre desarrollo pues con él no se busca más
que proteger “la posibilidad [del individuo] de adoptar, sin intromisiones ni presiones de
ninguna clase, un modelo de vida acorde con sus propios intereses, convicciones,
inclinaciones y deseos”(cursiva fuera de texto). En último lugar, aunque no menos
importante, es el límite impuesto a la potestad del individuo de auto-determinarse, pues él
ante todo debe respetar los derechos ajenos y el orden constitucional.

En suma, de la cita de la sentencia se puede extraer que (i) el derecho al libre desarrollo de la
personalidad se entiende como consecuencia de la dignidad humana, resaltando de esto la
importancia que de ello se desprende y la jerarquía que eso le otorga; (ii)otro nombre para el

1
Corte constitucional, sentencia C-336 de 2008. Magistrado Ponente: Clara Inés Vargas Hernández.
2
Se cita a continuación el mencionado artículo: “Colombia es un Estado social de derecho, organizado en forma
de República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y
pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la
integran y en la prevalencia del interés general.”
3
Magistrado ponente: LUIS ERNESTO VARGAS SILVA
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derecho al libre desarrollo de la personalidad es el de autonomía e identidad personal, de


modo que desarrollar libremente la personalidad se equipara a ser autónomo y crear una
identidad personal; (iii) lo que se protege con este derecho al desarrollo de la personalidad es
la libertad e independencia del individuo para auto-determinarse de acuerdo a sus
convicciones, inclinaciones y deseos, es decir, que el individuo como ser autónomo, capaz de
elegir y ser responsable por sus acciones, gobierne su existencia y diseñe un modelo de
personalidad conforme a los dictados de su conciencia; y, finalmente, (iv) que la idea de
límite es importante pues es recurrente la mención de que el límite al desarrollo de la
personalidad puede ser causar perjuicio social, entendido como irrespetar los derechos ajenos
o en general el orden legal-constitucional.

-Nietzsche y el individuo soberano

Problematizar la comprensión legal del libre desarrollo de la personalidad y los presupuestos


que detrás de él se encuentran y expresan en la cita de la Corte Constitucional, requiere
empezar exponiendo el punto de partida de la la presente crítica, a saber, el segundo tratado
de La genealogía de la moral. A grandes rasgos en esta parte del libro se comienza haciendo
un recuento del origen de la responsabilidad, se hace un estudio de cómo se creó la mala
conciencia y también la conciencia de culpa. En este sentido, una de las tesis transversales de
Nietzsche es que la creación del hombre tal y como lo conocemos ha sido fruto de un
proceso, particularmente de un caracterizado por la colisión de múltiples fuerzas. En la
búsqueda histórica, Nietzsche se da cuenta que el hombre tiene una constante tensión entre la
memoria y el olvido, en la cual hay en juego varias fuerzas que crean lo que conocemos
como hombre. Mientras la vida necesita de la salud que le otorga el olvido, el hombre se crea
la memoria para poner en suspenso al olvido cuando necesita hacer promesas. En este punto
vale retomar una frase con que comienza la segunda parte del segundo tratado, en la que se
refiere a la historia de la responsabilidad del hombre:

“ Aquella tarea de criar un animal al que le sea lícito hacer promesas incluye
en sí como condición y preparación, según lo hemos comprendido ya, la tarea
más concreta de hacer antes al hombre, hasta cierto grado, necesario,
uniforme, igual entre iguales, ajustado a regla y en consecuencia, calculable” 4

Retomando la cita, lo que conocemos hoy como ser humano es algo creado, hecho en
palabras de Nietzsche, de modo que el hombre no fue siempre el mismo. La tarea previa que
prepara el camino para que el hombre pueda hacer promesas es la de hacerlo calculable. En
palabras de Acampora, la humanidad tuvo que pagar un precio: al hombre aumentar su
capacidad de hacer promesas, disminuyó su capacidad de olvido, que es una capacidad activa,
saludable. En otras palabras, esa humana posibilidad de hacer promesas requiere que el
hombre recuerde –se haga una memoria–lo que prometió para cumplirlo en un futuro y que
el hombre se haga calculable.

Ahora bien, la pregunta que sigue es ¿cómo se hace calculable el hombre? La respuesta
nietzscheana pasa por el hecho de que el hombre vive en sociedad –está sometido a la
“camisa de fuerza social”– y debe comportarse de determinada manera, es decir, su actuación
está guiada por lo que Nietzsche llama la eticidad de la costumbre. Aunque no se da una

4
Friedrich Nietzsche. Genealogía de la moral. traducción de Andrés Sánchez Pascual, Alianza Editorial,
Madrid, 1984. p. 77
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definición explícita en la genealogía de la moral se pueden extraer algunas consideraciones


de otro de sus textos: Aurora. En el aforismo nueve de autora dice Nietzsche : “El hombre
libre es inmoral porque quiere depender en todo de sí mismo, y no de un uso establecido”
(Aurora, aforismo 9 ). En las sociedades más antiguas lo inmoral estaba definido como
aquello por fuera de la costumbre, así que un hombre moral era aquel que seguía las
costumbres de la sociedad. En efecto, la convivencia en sociedad exigía que el sujeto
cumpliera con determinadas reglas, por el hecho de ser una orden. En consecuencia, se puede
decir que las sociedades antiguas no apreciaban un hombre libre como nosotros lo
entendemos, por oposición lo importante para esas sociedades era que el hombre se guíe por
la moral y costumbre de su pueblo.

Posteriormente, de acuerdo a las consideraciones de la genealogía de la moral, Nietzsche


dice que luego de un largo periodo de tiempo en el cual el árbol hace madurar sus frutos, la
camisa de fuerza social y la eticidad se exponen como lo que son, meros medios para la
creación del individuo soberano, en lenguaje más familiar, el individuo autónomo. Este ser
humano se libera de la etnicidad de la costumbre y se siente por encima de la ética. Es decir,
el ser humano soberano ( no ético ) siente y cree que ha superado los hombres de la eticidad
de la costumbre. Por eso dice Nietzsche : “encontraremos al hombre de la duradera voluntad
propia, independiente, al que le es lícito hacer promesas” ( Nietzsche, 1984. Pág, 78). Este
hombre soberano llama al instinto de su responsabilidad: su conciencia.

Cuando Nietzsche se refiere al hombre soberano, utiliza un tono irónico, parece burlarse de
que el hombre soberano que se cree libre :

“ este hombre liberado, al que realmente le es lícito hacer promesas, este señor
de la voluntad libre, este soberano- ¿ Cómo no iba a conocer la superioridad que
con esto tiene sobre todo aquello a lo que no le es lícito hacer promesas ni
responder de sí” 5

El tono de Nietzsche permite la siguiente interpretación. La sociedad moderna saca a relucir


su fruto de un hombre soberano y autónomo. Este hombre siente que ha superado al hombre
de la etnicidad de la costumbre, este hombre se ha formado una conciencia de poder y
libertad. Este hombre autónomo y soberano siente que se puede imponer las normas así
mismo, en ello consiste su responsabilidad. Sin embargo, este hombre soberano no es tan
libre, es cierto que cuando hace promesas manifiesta su voluntad pero no es tan único como
pretende. Para que se haya creado el “individuo autónomo soberano” tuvo que transcurrir un
largo proceso en que el ser humano se haya vuelto calculable. Es decir, para llegar a ser
autónomo, el individuo debió volverse calculable durante un largo proceso que concluye en
que justamente el hombre más calculable, regular y necesario, es el hombre autónomo que se
aprecia como superior por su voluntad libre y su potestad de hacer promesas. En palabras del
propio Nietzsche :

“ cuánto debe el hombre mismo, para lograr esto, haberse vuelto antes calculable,
regular, necesario, poder responderse a sí mismo de su propia representación
para finalmente responder de sí como futuro, a la manera como lo hace quien
promete” 6

5
Genealogía de la moral. Pag 78.
6
Ibidem, Genealogía de la moral . pag 77.
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El hombre soberano-autónomo no es tan libre como creía, pues cuando el fruto maduro del
árbol salió, ya los hombres se habían hecho regulares y calculables. En este proceso de
creación, la conciencia, como Nietzsche explica en la sección tercera, es fruto de una larga
historia del hombre. La historia de creación de una memoria al animal hombre. El dolor es el
que imprime el sello de la memoria. El animal hombre es el que Nietzsche describe como
aquel humano que se guía por sus instintos, vive en una sociedad guiada por la ética de la
costumbre. El animal hombre tuvo un proceso de transformación y ahora se hace la
valoración de un hombre soberano. Ahora bien, la pregunta que debe plantearse de la lectura
de genealogía de la moral es siguiendo a Acampora : ¿ El fin de la humanidad debe ser un
crear un ser humano autónomo ? Según una interpretación de Gemes : “ Since his audience
are meant to identify themselves as the inheritors of slave morality, it is clear that they
cannot be not be identified with this sovereign individual , who unlike them, is ´autonomous
and supermoral', a lord of the free will”7

Una de las los puntos que plantea Acampora ,para seguir con la argumentación, de que el
ideal de Nietzsche no es la creación de un individuo autónomo soberano, es que si se acepta
la interpretación según la cual Nietzsche alaba al al individuo soberano, se tendría que
aceptar también la idea de la subjetividad humana. Ya en el primer capítulo de la genealogía
de la moral Nietzsche cree que la creación de la idea de sujeto es fruto del auto- engaño que
terminó ayudando a los débiles. Nietzsche parece rechazar la idea de “sujeto” porque implica
una cierta idea de esencia, de algo que hay detrás. Para Nietzsche, toda acción (todo hacer) no
debe estar condicionada por un sujeto, el hacer lo es todo. En su texto, más allá del bien y del
mal dice: “es una falsificación de los hechos del caso sostener que la condición del sujeto yo
es la condición del predicado pensar”8. En consecuencia, puede decirse que la filosofía de
Nietzsche, en oposición a la metafísica, rechaza la idea de sujeto, así que, sería erróneo
aceptar la interpretación de Nietzsche según la cual, él tiene el ideal de crear de un individuo
(sujeto) autónomo soberano.

En una de las interpretaciones del individuo autónomo soberano se cree que este hombre debe
responder por su palabra a futuro y que eso es lo que hace autónomo. Debe responder porque
su voluntad se ha conformado. Ahora bien, si se piensa de esta manera se entraría en conflicto
con otras ideas de Nietzsche, como son el devenir del futuro y el amor fati. Sobre el devenir,
Nietzsche entra en oposición con la tradición metafísica de la filosofía que considera que un
Ser más allá de las cosas. Nietzsche rechaza esa tradición metafísica y considera que el
mundo en el que nos movemos es paradójico e incluso contradictorio. En el mismo sentido
escribe Nietzsche en la sección 10 de Ecce Homo sobre el amor fati : “ mi fórmula para
expresar la grandeza en el hombre es el amor fati : el no querer que nada sea distinto ni en
el pasado, ni en el futuro, ni por toda la eternidad”9. Si el hombre hace promesas a futuro, se
espera que este futuro tenga un resultado, sea previsible, lo que entraría en oposición con el
devenir del futuro. Por lo cual, creer que el ideal Nietzscheano sea el individuo autónomo
soberano, un ser capaz de hacer promesas a futuro, sería poner a Nietzsche en contradicción
con sus otras ideas sobre el devenir y el amor fati.

7
Gemes, K., & Janaway, C. (2006). Nietzsche on Free Will, Autonomy and the Sovereign Individual.
Proceedings of the Aristotelian Society, Supplementary Volumes, 80, 321-357.
8
Friedrich Nietzsche. Más allá del bien y del mal. Porrua. 1998. Traducción de Eduardo Ovejero.

9
Friedrich Nietzsche. Ecce Homo. Biblioteca virtual universal.
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-Problematizando nuestra concepción de autonomía

Mientras el origen de la autonomía se rastrea y presupone según la Corte Constitucional en la


dignidad, la cual se entiende como un principio fundamental justificativo del Estado,
Nietzsche rastrea su origen en un proceso que buscaba hacer memoria en el hombre para que
este pudiera prometer, lo cual requería volver al hombre calculable, de manera que detrás del
individuo que se denomina como autónomo no hay nada más que el hombre más calculable,
más regular y más necesario de todos. La cuestión en juego aquí es que justamente tras ese
proceso de creación de memoria y regularidad que antecede al hombre autónomo, lo que se
esconde, la verdad subterránea y fea por así decirlo, es una historia de dolor y crueldad. Es
así que en palabras de Nietzsche: “¡Cuánta sangre y horror hay en el fondo todas las <cosas
buenas>!”10. La problematización que corresponde a este punto nos lleva a considerar que
comprender la autonomía como mera consecuencia lógica de la dignidad puede ser irreal,
pues detrás de los ideales se esconden relaciones y conflictos de fuerzas que se dan en el
mundo y por ende es incorrecto buscar el origen de este tipo de conceptos como autonomía
detrás del mundo11, como mera consecuencia lógica de un principio, negando su terrenalidad.
En este sentido, en realidad llegar al individuo autónomo implica construir memoria con
métodos crueles y dolorosos a fin de dominar los instintos del animal-hombre, de modo que
se llegue al individuo calculable y regular, del cual ya sabemos qué esperar.

Un elemento cuestionable que se desprende de lo anterior es que según la interpretación legal


de la corte constitucional el hombre autónomo tiene “la posibilidad de adoptar, sin
intromisiones ni presiones de ninguna clase, un modelo de vida acorde con sus propios
intereses, convicciones, inclinaciones y deseos”(Negrilla fuera de texto). La pregunta que se
puede plantear de acuerdo a Nietzsche es ¿qué tan auténtico, original y sin intromisiones en
realidad es ese modelo de vida “elegido” por el individuo, si en realidad a él antes ya se lo
hizo calculable, regular y necesario? En este punto, nuestra comprensión actual da por
sentada la idea de un sujeto libre y autodeterminable, cuyo único límite al desarrollo de su
desarrollo es el ordenamiento legal y los derechos de terceros, más ¿no es es paradójico creer
en un sujeto libre y autodeterminable del cual ya podemos esperar ciertos comportamientos
regulares porque se lo constituyó de manera regular? Así pues, nuestro libre desarrollo de la
personalidad se mueve per se dentro de unos límites y marcos conocidos y aceptados por la
sociedad y el Estado, pues por ejemplo la organización estatal mediante las penas “hicieron
que todos aquellos instintos del hombre salvaje, libre, vagabundo, diesen vuelta atrás, se
volviesen contra el hombre mismo”12. El dominio y domesticación del animal-hombre y de
sus instintos demasiados contingentes para la sociedad y el Estado, se da mediante la cultura,
las penas, el dolor, la crueldad, buscando la regularidad de ese hombre instintivo, de modo
que su libertad esté contenida dentro de unos límites aceptables, que se cree una represión en
sí mismo, que nazca la mala conciencia13.

En suma, la mala conciencia, la represión de sí mismo, volverse calculable, son los


presupuestos de la autonomía, la cual se desarrolla en un mundo de crueldad en la que el
dolor se impone sobre el hombre para recordarle un conjunto de normas sociales, de
obligaciones, de deudas, etc., en pro de hacerlo capaz de hacer promesas y de responder de sí

10
Ibidem.Genealogía P. 90.
11
Ibidem, Genealogía P. 28.
12
Ibidem, Genealogía P. 122.
13
Ibidem, Genealogía P. 121.
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por ellas. La autonomía entendida de modo legal se escuda en unos presupuestos abstractos,
de un sujeto ahistórico, que siempre ha sido capaz de ser responsable, sin embargo, esa
interpretación olvida la materialidad, rudeza y fealdad que se oculta detrás de tan bello
supuesto abstracto de la responsabilidad. En este punto Nietzsche nos recuerda la que
finalmente somos un producto, un fruto maduro de un proceso en el que la represión a los
instintos que orientaban nuestro actuar se constituyó en una forma que nos fue dada por la
sociedad y el Estado. Detrás de la supuesta no intromisión que caracteriza el libre desarrollo
de la personalidad, en realidad hay una acción estatal y social que dio forma a la materia
bruta, instintiva y contingente que fuimos.

Bibliografía

Acampora, Ch. On sovereignty and Overhumanity: Why it matters how we read Nietzsche´s
Genealogy II,2. Puede consultarse en:
http://academicworks.cuny.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1074&context=hc_pubs

Gemes, K., & Janaway, C. (2006). Nietzsche on Free Will, Autonomy and the Sovereign
Individual. Proceedings of the Aristotelian Society, Supplementary Volumes, 80, 321-357.
Disponible en : http://www.jstor.org.ezproxy.uniandes.edu.co:8080/stable/4107046

Nietzche,F. Ecce Homo. Biblioteca Virtual Universal. Disponible en :


http://www.biblioteca.org.ar/libros/133538.pdf

Nietzche, F. La Genealogía de la moral, traducción de Andrés Sánchez Pascual, Alianza


Editorial, Madrid, 1984.

Nietzche, F. Aurora – Pensamientos sobre los prejuicios morales, traducción de


Germán Cano, Biblioteca Nueva, Madrid, 2000.

Nietzche, F. Más allá del bien y del mal. Porrua. 1998. Traducción de Eduardo Ovejero.

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