Sunteți pe pagina 1din 99

http://psicoalterno.blogspot.

com/

Título original: La famiglia maltrattante. Diagnosi e terapia


Publicado en italiano por Raffaello Cortina Editore, Milán
Traducción de Nélida Bellani y Claudia I. Torquati

1.ª edición, 1991


1. reimpresión, 1994
a

Qukedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los propietarios del


"Copyright", bajo las sanciones establecidas por las leyes, la reproducción total o parcial
de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprograffa y el
tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o
préstamo públicos.

© 1989 by Raffaello Cortina Editore, Milán


© de todas las ediciones en castellano,
Ediciones Paidós Ibérica, S.A.,
Mariano Cubí, 92 - 08021 Barcelona
y Editorial Paidós, SAICF,
Defensa, 599 - Buenos Aires

ISBN: 84-7509-662-X
Depósito legal: B-33.378/1994

Impreso en Novagráfík, S.L.


Puigcerdá, 127 - 08019 Barcelona

Impreso en España - Printed in Spain


http://psicoalterno.blogspot.com/

ÍNDICE

Presentación, Mara Selvini Palazzoli 9


Introducción 15
El contexto de la experiencia: la fundación del Centro di aiuto al
bambino maltrattato e alla famiglia in crisi (Centro de ayuda al niño
maltratado y a la familia en crisis) (CAF), 15. La respuesta de la ciudad
de Milán y la casuística del maltrato, 16. La duplicación de los servicios
para casos de maltrato: el nacimiento del CBM, 18. Fisonomía del
CBM: la comunidad de acogida, 20. El equipo psicosocial, 22. El
acercamiento teórico al maltrato y nuestro modelo de referencia, 23. La
adopción de la metáfora del juego, 27.

1. ¿Se puede "curar" en ausencia de demanda voluntaria de ayuda? 31


La terapia coactiva: un desafío 31
Por qué la familia que maltrata no pide ayuda, 32. Factores sociofami-
liares de la ausencia de pedido, 34. Algunas excepciones: cuando la
familia se presenta espontáneamente, 37
Las asechanzas del contexto espontáneo 40
Los falsos "casos espontáneos": cuando el problema surge con el
cambio de conducción, 43. La denuncia, único instrumento para el en-
ganche, 44.

2. La terapia en situaciones de coacción. Los prerrequisitos


contextuales 47
Relato e informe de los denunciantes, 47. El decreto del Tribunal de
Menores y las disposiciones provisorias, 50. Definiciones de los
deberes e integración de los servicios, 52.
El primer contacto con la familia 54
El expediente familiar, 54. A quién citar en la primera reunión, 57.
Planeamiento de la primera entrevista y definición del
contecto coercitivo 60
Relación entre coerción y motivación 64

3. El diagnóstico de la familia que maltrata 68


Qué entendemos por diagnóstico 68
El psicólogo frente a l a familia obligada a someterse a la terapia.
La pretensión de espontaneidad en un contexto coercitivo, 7 1 . Por -
qué es imposible un diagnóstico fotográfico, 72. El diagnóstico como
"diálogo experimental", 75.
http://psicoalterno.blogspot.com/

Un caso ejemplificador del proceso diagnóstico 77


Primera fase: prerrequisitos contextuales y constitución del equipo
interinstitucional, 77. Sesión previa, 79. Segunda fase: primera y
segunda entrevista, 79. Tercera fase: últimas entrevistas diagnósticas,
82. El éxito diagnóstico, 84.
Cuando el pronóstico es positivo 85
¿Qué hacer si el pronóstico es negativo? 87

4. Juegos familiares típicos de las familias que maltratan 90


Peculiaridades de los juegos que comprenden el maltrato 90
La incapacidad de los padres como mensaje 92
Golpear a un niño por ira contra el compañero, 93. Cuando el repro-
che está dirigido a la abuela, 94. Un hijo predilecto y los otros descui-
dados, 97.
El maltrato del chivo expiatorio 100
El patito feo, 100. La profecía del incesto, 103. Los riesgos del oficio
de "abogado defensor", 105. El defensor del ausente, 107.
El niño en el proceso del maltrato 109
Primera etapa: el conflicto de pareja, 111. Segunda etapa: la inclinación
de los hijos, 112. Tercera etapa: la coalición activa del hijo, 114.
Cuarta etapa: la instrumentalización de las respuestas del niño, 115.
Desarrollo cognoscitivo del niño y percepción del conflicto
conyugal 116
Los sentimientos de abandono del progenitor que maltrata 117
Cronicidad del proceso 119

5. La terapia en el contexto coercitivo 120


La relación entre terapia y control: el mantenimiento de
la terapia 120
Técnicas de intervención: la imposibilidad de recurrir a paradojas 124
Las disposiciones en las primeras sesiones 126
El descubrimiento del juego 130
Una intervención determinante: definir el formato de la terapia 133
Sesiones alternadas con las familias de origen, 134. Cuando la familia
de origen es una sola: la coalición cruzada, 139. Los abuelos como
coterapeutas, 141. Las reuniones conjuntas con padres e hijos, 144.
La intervención sobre el niño después de su despedida de las sesiones
familiares, 146. El tratamiento de la última generación, 149. Las
sesiones de pareja, 155. Sesiones individuales alternadas, 158.
El trabajo de rehabilitación 163
http://psicoalterno.blogspot.com/

PRESENTACIÓN

Si pienso en la gran conmoción que me provocó el pasado verano


el manuscrito de este libro, que los autores me habían entregado al
inicio de las vacaciones estivales, preveo que lo mismo le sucederá
a un buen número de colegas. Lo que hizo que reaccionara de esta
forma fue el tomar conciencia de dos hechos que me concernían. El
primero era el de haber hablado tanto, desde que comencé a dedicarme
a la terapia de familia, de contexto y de "deslizamientos" de contexto,
sin comprender y experimentar plenamente una consecuencia esencial.
¿Qué consecuencia? Precisamente que es posible inducir efectos
terapéuticos en cualquier contexto. Hasta en el más opuesto a la
espontánea solicitud de ayuda, comúnmente aceptada, como es el
contexto coercitivo debido a un decreto judicial, siempre y cuando
conscientemente nos sintamos inmersos en él, plasmando nuestro obrar
conforme con los signos y reglas que lo definen y de las cuales
extraemos su significado al actuar. Tal es así, que esto se muestra
claramente en este libro, al considerarlo, los autores, como el primer
paso que los ayudó a salir de un cúmulo de errores que no vacilan
en reconocer; lo que me lleva a percatarme del segundo hecho que,
al leer el libro, comprendí que también yo, en las mismas circuns-
tancias, habría hecho lo mismo. Condicionada como estaba, ya sea
por la formación como por el trabajo, primero como psicoanalista y
después como terapeuta de familia, en un contexto privado donde la
petición de ayuda es ley, también yo me sentiría incómoda en la misma
situación; también yo trataría a los padres de manera ambigua, casi
avergonzándome de estar de parte del magistrado; también a mí me
costaría un esfuerzo entender que el contexto coactivo tiene su razón
de ser en el fin ineludible de la protección inmediata del niño de
posteriores maltratos: pero que tal contexto no excluye, justamente
por su carácter temporal, que el juez recurra a expertos para un
diagnóstico acerca de la posible recuperación del papel de los padres,
y la eventual realización de una terapia.
http://psicoalterno.blogspot.com/

10 N I Ñ O S MALTRATADOS

Este fenómeno del rechazo a adaptarse constructivamente a un


contexto coactivo instituido con el f i n de proporcionar protección a
los miembros débiles del cuerpo social, que de ningún modo podrían
por sí mismos defenderse de la violencia, nos hace pensar. De hecho,
tal rechazo se expresa con actitudes muy similares tanto en los padres
que maltratan directa e indirectamente como en los hijos víctimas de
la violencia y en los asistentes sociales que deberían ocuparse de ello.
Stefano C i r i l l o y Paola Di Blasio nos muestran cómo estos padres,
enfrentados a pruebas inequívocas que testimonian su violencia sobre
el niño, casi sin excepción, se oponen tercamente a aceptarlas, por
medio de justificaciones y pretextos, sin vacilar en recurrir a espec-
taculares autodefensas de trasfondo ideológico. Además, salvo raras
excepciones, se asiste a comportamientos de verdadera complicidad
entre el progenitor que no maltrata directamente y su cónyuge. Y hasta
los niños maltratados, de edad menor a los siete u ocho años, mantienen
el silencio acerca de los maltratos sufridos, como si quisieran proteger
a sus padres y su relación con ellos, a costa de enfrentarse reitera-
damente a graves riesgos. Y, finalmente, no muy distinto y menos
fácil de explicar, es el comportamiento del asistente social que, al
cerrarse en su papel de personaje comprensivo y enemigo del castigo,
con la pretensión de cautivar a los padres, resta importancia a la
gravedad de los hechos, se demora, sustrayéndose del sacrosanto y
urgente deber de liberar al niño del riesgo de tan tremendas expe-
riencias.

La constatación de la repetición de comportamientos similares en


tres categorías de personajes que ocupan en el drama del maltrato
infantil posiciones tan distintas, padres-niños-asistentes sociales, nos
aterroriza. No nos satisface del todo la explicación diversificada de
sus posibles móviles. De cualquier modo, el trabajo del C B M inaugura
la esperada ruptura de los viejos condicionamientos socioculturales.
Vayamos al relato que los autores hacen de la secuencia cronológica
de sus conquistas, que sintetizo en forma esquemática:

1. darse cuenta de que el f i n primario del decreto del Tribunal de


Menores es sustraer urgentemente al niño de la convivencia familiar
y, por lo tanto, del riesgo de sufrir posteriores violencias;
2. que tal decreto es el único instrumento eficaz para lograr llegar
a este tipo de familias que, por sus características, no piden ayuda;
http://psicoalterno.blogspot.com/

PRESENTACIÓN 11

3. que, a partir del acercamiento, puede surgir una motivación y


una colaboración auténtica de los padres, no sólo por su deseo de
tener otra vez a sus hijos, sino también por efecto de los siguientes
requisitos indispensables en los terapeutas: a) alianza explícita con
el decreto del juez de menores, sin ninguna reserva interior, con el
pleno convencimiento de la indiscutible primacía de la protección del
menor; b) tener la suficiente competencia para motivar a los padres
al cambio de las relaciones, al reconstruir y mostrarles, desde el
principio, las trágicas modalidades del complejo juego interactivo en
el cual se encuentran involucrados (juego que habitualmente incluye
a tres generaciones y desemboca en comportamientos de maltrato).
Es indispensable subrayar aquí de qué manera el trabajo terapéutico
de los autores con las familias que maltratan ha extraído del uso de
la metáfora del juego una indudable ventaja. La organización de la
relación de la familia no es una estructura estática, pero sí un proceso
vivo, dinámico, que reacciona a los acontecimientos, que evoluciona
en el tiempo. La rebelión de un comportamiento inaceptable está por
eso conectada con la específica evolución de las relaciones familiares:
es el resultado de un juego o proceso interactivo, al que nosotros,
los terapeutas, debemos abocarnos para encontrar el camino, paso a
paso, que reconstruya la historia de la organización de la relación de
la familia donde tal comportamiento surge. Para lograr, con la
indispensable rapidez, "fascinar" y comprometer a la familia al
presentarle la reconstrucción "histórica" del juego que la condiciona,
es necesario un gran entrenamiento. Los autores de este libro lo han
logrado al participar, directamente, en la búsqueda que desde hace
años está en marcha en el Nuovo Centro per lo studio della famiglia,
donde Cirillo es terapeuta desde 1982, y Di Blasio lo fue desde 1981
hasta 1985, colaborando con G. Prata. De ello, ciertamente, no faltan
en el libro testimonios concretos, que se muestran en las numerosas
exposiciones de los tratamientos efectuados.
Muchos de estos infortunados padres enfrentados a un relativamente
breve período de investigación de sus propias historias dolorosas,
sentían un auténtico interés por los terapeutas y se prestaban a colaborar
con ellos. Esto permitía, como se verá en la lectura del libro, incluir
siempre en la investigación a sus respectivas familias de origen, los
vínculos intensos y frustrantes que ellos mantenían con uno u otro
progenitor, la competencia y los celos todavía vivos hacia algún
hermano o hermana considerado como favorito. También aquí, como
http://psicoalterno.blogspot.com/

12 NIÑOS MALTRATADOS

ya afirmó Murray Bowen a propósito de las familias con hijos


esquizofrénicos, parece que son necesarias tres generaciones para llegar
a ejercer violencia contra el propio niño.
Pero tampoco, como veremos, se deberá excluir de la reconstrucción
del proceso familiar una posible contribución activa de la misma
víctima, a veces más precoz de lo que los adultos pueden suponer.
Es difícil permanecer fuera del juego. Es difícil, por ejemplo, asistir
cotidianamente a un conflicto entre los padres sin mostrarse partidario
o defensor de alguno de ellos. Desde la cabecera de su camita, el
niño no tan pequeño observa todo aquello que sucede a su alrededor.
Escucha los lamentos de las abuelas, espía las interminables charlas
telefónicas de la mamá, se percata de los comentarios agrios de los
tíos... Poco a poco el niño se siente atraído por el juego, se forma
una idea propia del mismo, y quizá sienta que en aquella situación
hay una víctima, alguien a quien defender. Gradualmente, comienza
él también a hacer sus movimientos en el juego. Si los terapeutas
no tienen presente también tal posibilidad, pueden caer en el error
de perder de vista un actor, y no sólo un receptor pasivo de las acciones
ajenas, obstaculizando importantes posibilidades terapéuticas. 1

El trabajo hasta aquí realizado por Cirillo y Di Blasio (que tendrá


una continuación, ya que este libro expone sólo su primera etapa)
posee numerosos e importantes méritos. Pero me siento obligada a
señalar, al terminar mi presentación, el mérito que considero más
relevante: el haber entendido, y el haber hecho entender, la necesidad
de permanecer coherentes con el contexto en el cual se debe trabajar.
De esta manera cualquier contexto definible como no terapéutico puede
ofrecer al asistente social insustituibles ocasiones para actuar
terapéuticamente, con tal de que se realicen intervenciones con el fin
de provocar los tan deseados cambios en la relación, no sólo per-
maneciendo coherentes con el contexto, sino aprovechando hasta sus
señales y sus reglas (para no confundirse con las costumbres torpes,
rígidas y obsoletas) como válidos propulsores. Experimentaciones de
este tipo, consistentes en la tentativa de probar a fondo los recursos
encontrados en contextos distintos del terapéutico, han surgido —como
no podía ser de otro modo— en ámbitos institucionales. Nombro aquí

1. Véase, con este fin, el libro de Diana Sullivan y Louis Everstine, People in crisis, Brunner/
Mazel, Nueva York, 1984. donde la posibilidad de que el niño tome partido activamente en el
conflicto de pareja de sus padres no está nunca contemplada.
http://psicoalterno.blogspot.com/

PRESENTACIÓN 13

algunas de ellas con el único fin de dar una idea del amplísimo espectro
de posibilidades. Pensemos en el campo de la asistencia social de los
ancianos. Frente a la demanda de asilo, una recopilación de infor-
maciones con respecto al ámbito relacional, oportunamente conducida,
puede a veces inspirar al asistente social que no se quiere ajustar a
las rígidas costumbres burocráticas, alguna mejora de la relación de
otro modo impensable. Pensemos en un contexto diagnóstico-evalua-
tivo cuyo deber es la entrega de certificados. También aquí la demanda
del certificado puede ser utilizada por el asistente social para indagar,
con tacto, los móviles subyacentes de la relación, al utilizarla como
una ocasión de empezar un cambio en ciertas relaciones familiares.
Pensemos en la acostumbrada demanda de subsidio. Esta puede
significar, para el asistente social atento, la muestra de otras nece-
sidades bastante más importantes y graves que no pueden ser expre-
sadas por personas que nada saben acerca de psicoterapeutas y psi-
coterapias. 2

De tal manera, al gran trabajo y esfuerzo relatados en este libro


podemos considerarlos como precursores de una dirección nueva, en
gran parte todavía por inventar.
En tal dirección parece que se deben encaminar no sólo los
terapeutas, sino también los asistentes sociales en general, y en especial
los institucionales. Al desvanecerse la pretensión de que la gente nos
presente peticiones de ayuda espontáneas originadas en motivaciones
auténticas, ha llegado el momento de prepararse para lograr ser
expertos, ante todo, en motivar cambios relaciónales en la gente que
lo necesita realmente. Lo que significa provocar la necesidad del
cambio, además de ser capaces de inducirlo.

Milán, marzo de 1989. Mara Selvini Palazzoli

2. En este filón de experimentos y tentativas, Stefano Cirillo ha trabajado desde 1982 con
grupos de asistentes que pertenecen a contextos institucionales heterogéneos. Tales experiencias
han sido recientemente elaboradas por los mismos asistentes sociales y recogidas en un manuscrito
titulado Come avviare il cambiamento in contesti non terapeutici.
http://psicoalterno.blogspot.com/

AGRADECIMIENTOS

Este libro es fruto de la experiencia que hemos adquirido en un


extenso trabajo colectivo con un amplio grupo de amigos y colegas,
algunos de los cuales forman parte todavía de nuestro equipo.
A todos ellos, cuyos nombres y papeles que desempeñaron se citan
en el texto, vaya nuestro primer agradecimiento. Entre ellos, con
especia] afecto, agradecemos a Teresa Bertotti, Marinella Malacrea
y Alessandro Vassalli, quienes desde hace ya tiempo comparten con
nosotros las cotidianas fatigas del trabajo con las familias, y a quienes
debemos agradecer también la atenta lectura de nuestro manuscrito
y sus útiles sugerencias. Gracias también a Tito Rossi, presidente y
antiguo amigo de nuestro C B M , quien afectuosamente nos ha dado
coraje para persistir en nuestra empresa.
Nuestro segundo agradecimiento va dirigido a la profesora M a r a
Selvini Palazzoli, nuestra maestra, quien ha revisado pacientemente
y paso a paso todo nuestro escrito, guiándonos con sus insustituibles
indicaciones. También sus colaboradores y nuestros amigos, Matteo
Selvini y Anna María Sorrentino, nos han ayudado a leer el manus-
crito y darnos varios consejos que también agradecemos. Nuestro
reconocimiento igualmente a Francesca Ichino Pellizzi, abogada, y a
Giovanna Picinali Ichino, magistrado, quienes con su competencia en
la materia han controlado las referencias jurídicas contenidas en el
texto.
Recordamos finalmente con gratitud a Giuliana Mauro Paramithiot-
ti por su apreciada contribución en la redacción del escrito dactilo-
grafiado.
http://psicoalterno.blogspot.com/

INTRODUCCIÓN

El contexto de la experiencia: La fundación del Centro di aiuto al


bambino maltrattato e alla famiglia in crisi (Centro de ayuda al
niño maltratado y a la familia en crisis) (CAF)

En 1979, en M i l á n , se constituyó una asociación privada denominada


Centro di aiuto al bambino maltrattato e alla famiglia in crisi, que
tenía como f i n institucional la prevención de todo tipo de abuso a
la infancia, y el socorro y la asistencia a los menores víctimas de
violencias, de maltratos o de abandono, así como también a las familias.
Para tal f i n ésta se propone, como está escrito en su acta cons-
titucional, crear y dirigir un centro donde se puedan recoger los menores
que sean víctimas de maltratos físicos y psicológicos, de violencias
o de abandono, para un primer y rápido auxilio de emergencia, por
medio de la sugerencia o autorización de la magistratura u otra
autoridad, de los servicios sociales o por denuncia de los ciudadanos;
y, además, desarrollar una actividad terapéutica de apoyo a los padres
en crisis y en graves dificultades psíquicas o socioambientales,
referentes a sus hijos.
La asociación, de la que ha sido promotora la señora Ida Crane
Borletti, es una iniciativa de un grupo de personas particulares quienes
desde hace algún tiempo actúan en el panorama de la asistencia
sociosanitaria de la ciudad de M i l á n con realizaciones significativas:
atestigua tal labor el hecho de que, entre los socios del C A F , Francesca
Ichino Pellizzi, la segunda signataria del acta constitutiva, es abogada,
fundadora, junto con otros, del preexistente C A M (Centro ausiliario
per i problemi minorili presso il Tribunale per i minorenni), que ha
desarrollado, entre otras, una obra de promoción y difusión de la
custodia de los menores, y se ha ocupado de numerosísimas de ellas
cuando tal institución todavía era escasamente utilizada por parte de
los servicios públicos.
Si bien los doce fundadores del C A F constituyen una asociación
de particulares, entre ellos encontramos personas que cubren puestos
http://psicoalterno.blogspot.com/

16 NIÑOS MALTRATADOS

oficiales, lo que hace que el Centro adquiera relevancia en la realidad


de Milán. Figuran, de hecho, A d o l f o Beria d'Argentine y Gilberto
Barbarito, en aquel entonces presidente y vicepresidente respectiva-
mente del T r i b u n a l de Menores de M i l á n , además de docentes
universitarios como el pediatra Biagio Carletti, el psicólogo Fulvio
Scaparro y el jurista Pietro Schlesinger. Otro importante vínculo entre
el naciente C A F y la colectividad es la presencia —entre los f u n -
dadores— del secretario de la Associazione italiana per la prevenzione
dell' abuso all' infanzia ( A I P A I , Asociación italiana para la prevención
del abuso a la infancia), Ernesto Caffo. Con tales garantías se
comprende la manera en que el Ayuntamiento de M i l á n ha tomado
con agrado el nacimiento de esta iniciativa, primera en su género en
Italia. Dando pruebas de sensibilidad frente al fenómeno — e n gran
parte todavía subestimado— del maltrato de la infancia, el Ayunta-
miento de M i l á n ha asignado al Centro un establecimiento, sede de
una escuela infantil de 3 a 6 años, y ha estipulado un convenio con
el C A F que en enero de 1981 pudo iniciar su propia actividad
operativa.

La respuesta de la ciudad de Milán y la casuística del maltrato

En los meses precedentes a la apertura, los futuros trabajadores del


Centro —dos parejas tutelares que se encargarían de la administración
de la comunidad de admisión de menores, dos asistentes sociales y
tres terapeutas de familia, que constituirían la unidad psicosocial — 1

se beneficiaron de un cursillo formativo, impartido por Fulvio Sca-


parro, acerca del maltrato de la infancia y de sus intervenciones.
Durante este cursillo se precisó cada vez más uno de los puntos clave
del programa del C A F : su intento de ponerse a disposición de los
servicios sociosanitaribs, sin ninguna pretensión de sustituirlos.
En consecuencia, así que los trabajadores sociales del C A F pre-
sentaron su programa a la red de servicios públicos para plantear una
colaboración, debieron enfrentarse, en primer lugar, al problema de
precisar el propio ámbito de intervención. Era de hecho necesario

1. Las parejas que habían obtenido la custodia estaban constituidas por Maurizio y Nadia
Agape, Domenico y Floriana Sala. Las asistentes sociales eran Fausta Fano y Edmea Pincelli; los
terapeutas Bruna Bianchi, Stefano Cirillo y Marinella Malacrea.
http://psicoalterno.blogspot.com/

INTRODUCCIÓN 17

prever el riesgo de que un nuevo recurso fuera indiscriminadamente


requerido por los servicios sociales para todos los casos asistenciales
complejos, agudos o crónicos, al considerar especialmente el hecho
de que el Centro disponía de algunas camas para acogidas de
emergencia, mientras que los organismos de acogida urgente, en aquel
entonces más que hoy, tenían en M i l á n una capacidad dramáticamente
inferior a las necesidades de la ciudad.
Es por eso que el C A F se preocupó de delimitar con la máxima
claridad la casuística del abuso de la infancia en la familia, objeto
de su intervención. La definición de "maltrato" a la cual se suscribe
es la formulada algunos años antes de convocarse el Consejo de Europa,
en el IV Coloquio de Criminología, llevado a cabo en Estrasburgo,
en 1978 (Council of Europe, 1981), según la cual por "maltrato" se
entienden "los actos y las carencias que turban gravemente al niño,
atentan contra su integridad corporal, su desarrollo físico, afectivo,
intelectual y moral, y cuyas manifestaciones son el descuido y/o
lesiones de orden físico y/o psíquico y/o sexual por parte de un familiar
u otras personas que cuidan del n i ñ o " .
Por lo tanto, esquemáticamente, los casos de maltrato de los niños
en la familia pueden clasificarse en: maltrato físico, por el que el menor
es objeto de agresiones por parte de los familiares, con consecuencias
físicas (como lesiones cutáneas, oculares o viscerales, fracturas,
quemaduras, lesiones permanentes, muerte); abuso sexual, por el que
el menor se ve envuelto, por parte de los familiares, en actos sexuales
que presuponen violencia o a los cuales no es capaz de consentir
conscientemente; grave descuido, por el que el menor sufre los efectos
de las omisiones o carencias de los familiares con respecto a las
necesidades físicas y/o psíquicas (vestimenta inadecuada con referencia
a las condiciones climáticas, negligencia higiénico-sanitaria o alimen-
taria, incumplimiento escolar, desnutrición, etcétera); maltrato psico-
lógico, por el que el menor es víctima de una reiterada violencia verbal
o de una presión psicológica tal que lo perjudica. Entran en esta última
categoría todas aquellas situaciones de separación conflictiva donde
los menores son abiertamente utilizados por los padres en su recíproca
disputa, con evidentes y graves efectos en el equilibrio emotivo del
niño.
Conforme a tal definición, en los primeros once meses de actividad
(enero-noviembre de 1981), el C A F recibió 39 "verdaderas" denuncias,
filtradas, por supuesto, de la gran cantidad de denuncias generales
http://psicoalterno.blogspot.com/

18
NIÑOS MALTRATADOS

que llegaban al inicio. En los primeros diez meses del año siguiente
(enero-octubre de 1982) las "verdaderas" denuncias habían ya alcan-
zado la cifra de 109, hasta el punto de que el Centro sólo pudo hacerse
cargo de 46 de ellas, mientras que se vio obligado a rechazar las otras.
El rechazo de estas últimas frecuentemente se debió a la distancia:
de hecho, muchas denuncias comenzaron a afluir también de la
provincia, de otras ciudades y hasta de las afueras de la región, como
prueba de la insuficiencia de recursos disponibles. ¡ A l año siguiente
(1983), las denuncias de menores maltratados de las que el C A F logró
ocuparse alcanzaron la cifra de 56, ya en los primeros cinco meses
del año! Un crecimiento tan vertiginoso de la demanda no se debía,
por supuesto, a la propagación, como si fuera una mancha de aceite,
del drama del abuso. Tenía su explicación en la naturaleza del
fenómeno, cuidadosamente encubierto por los protagonistas y bajo la
indiferencia y la negación de los testigos, lo que contribuye a
mantenerlo en las sombras. Finalmente, la parte sumergida del iceberg
comenzaba a emerger.

La duplicación de los servicios para casos de maltrato:


el nacimiento del CBM

En este momento, la creciente toma de conciencia de la magnitud


del fenómeno del maltrato indujo al Ayuntamiento de M i l á n , en la
persona del entonces Asesor de la Asistencia y Seguridad Social, A t t i l i o
Schemmari, a instituir un servicio municipal dirigido a ese problema.
Este nuevo servicio debería trabajar como lugar de investigación para
coordinar la documentación de los casos de abuso de los menores
en la familia, y como laboratorio para perfeccionar y experimentar
técnicas apropiadas de intervención en tales casos.
En j u n i o de 1984, algunos trabajadores sociales —psicólogos, 2

asistentes sociales, educadores—, que hasta ese entonces habían


trabajado para el C A F , constituyeron una cooperativa denominada

2. Maurizia Azzoni (asistente social), Floriana Battevi (secretaria), Stefano Cirillo (psicotera-
peuta), Teresa Di Bari (educadora), Paola Di Blasio (psicoterapeuta), Anna Frigerio (asistente
social), Laura Gabbana (psicopedagoga), Graziano Gatta (educador), Alessandro Vassalli (psico-
terapeuta y director). A ellos se suman Tito Rossi (actual presidente) y, más tarde, Teresa Bertotti
(asistente social), Marinella Malacrea (psicoterapeuta), Virginio Marchesi (psicólogo). Hace un
año que Elena Fontana (asistente social) sustituyó a Maurizia Azzoni.
http://psicoalterno.blogspot.com/

INTRODUCCIÓN 19

Centro per il bambino maltrattato e la cura della crisi familiare


( C B M ) , a la cual, en abril de 1985, el Ayuntamiento confió la
administración de su propio servicio. El C B M , por lo tanto, fue el
primer servicio público en Italia que se ocupó del maltrato, acercándose
al C A F (que continuó trabajando en un régimen de convención para
M i l á n y ayuntamientos limítrofes), de modo que la metrópoli lombarda
podía contar con dos buenos centros especializados.
En la red de los servicios sociosanitarios del territorio milanés, el
C B M no tiene la obligación de hacerse cargo de todos los casos de
maltrato, obligación no sólo cuantitativamente imposible, sino sobre
todo programáticamente incorrecta. Desde hace ya tiempo, los servicios
territoriales han desarrollado las competencias necesarias para ocuparse
de las familias que, atravesando una situación de crisis, producen
síntomas de malestar parecidos a los que sufren las familias que
maltratan. La particular complejidad de este último caso ha demostrado
la necesidad de un servicio especial que se sitúe como punto de re-
ferencia, en condición de recoger las experiencias de los servicios
de base y de los servicios de segundo nivel, o como centro de búsqueda,
capaz de elaborar una experiencia propia acerca de situaciones
particularmente complejas —porque son dramáticamente agudas o
porque, al contrario, son crónicas desde hace ya t i e m p o — enviadas
por los servicios zonales.
A partir de tales experiencias, propias y ajenas, el C B M perfecciona
modalidades de intervención específicas apropiadas para el tratamiento
de los casos de abuso, transmitiéndolas a los servicios para que puedan
a su vez utilizarlas. Esta transmisión se da tanto en cada una de las
intervenciones de consulta, que cada servicio puede recibir del C B M
cuando debe afrontar una situación de maltrato, como en los seminarios
o convenciones ciudadanas, donde el equipo expone a las diversas
instituciones milanesas las líneas de intervención ejecutadas y los
resultados obtenidos. 3

Como garantía del empeño asumido por el C B M de llevar adelante


la propia profundización técnica y teórica, el equipo está avalado por
un Comité Científico. Este ahora está integrado por el actual presiden-

3. Hasta hoy se han organizado dos convenciones, una en abril de 1985, que inauguraba la
actividad del Centro, acerca del "Maltrato de los niños en familia y la custodia operativa de los
menores", y la otra en noviembre de 1987, acerca de "La intervención en los casos de incesto".
http://psicoalterno.blogspot.com/

20 NIÑOS MALTRATADOS

te del Tribunal de Menores, Gilberto Barbante, por algunos docen-


tes universitarios que representan las disciplinas relativas al campo
— u n a socióloga, Bianca Barbero Avanzini, un pediatra, Giuseppe
Masera, un psicólogo, Assunto Quadrio y un pedagogo, Giuseppe
V i c o — además de una neuropsiquiatra infantil, Odette Masson, pre-
sidente de la "Asociación suiza contra el abuso a la infancia". Su
modelo de intervención sobre los casos de maltrato (Masson, 1981)
constituyó una apreciada guía para nuestro equipo en los comienzos
de nuestro trabajo.

Fisonomía del CBM: la comunidad de acogida

Para hacer frente a las propias obligaciones, el Centro cuenta con


una secretaría y con dos distintas unidades: una comunidad de acogida
urgente y un equipo psicosocial, coordinados por un psicólogo clínico
con funciones de director. La comunidad de acogida es una estructura
que está preparada para dar hospedaje a los menores maltratados (o
en riesgo de ser maltratados) cuando el Tribunal de Menores dispone
un inmediato y provisional alejamiento de sus padres y el servicio
social municipal (que obtiene la custodia de los menores) considera
oportuno mandarlos a nuestro Centro. La comunidad puede dar asilo
a diez menores, de una edad que oscila entre cero y doce años (se
ha evitado incluir sujetos en edad adolescente para no superponer
exigencias demasiado diversas). Es posible hospedar también a un
padre, en el caso de que esto sea aconsejable: como sucede en casos
de niños muy pequeños, para los cuales no sólo se considera nocivo
el alejamiento de la madre —con frecuencia a su vez maltratada por
el cónyuge— sino también aconsejable la observación de la recíproca
relación. La comunidad dispone de cuatro educadores residentes
coordinados por una psicopedagoga y auxiliados por una colaboradora
familiar y por dos objetores de conciencia.
El personal administra la comunidad como un "ambiente terapéu-
tico", que se enfrenta a múltiples exigencias.
El primer objetivo de los educadores, en orden cronológico, es el
de ayudar al niño — y a traumatizado por el maltrato sufrido— a superar
el estrés del alejamiento de los padres y de la inserción en un ambiente
desconocido. Para este fin, se tiene presente que algunos casos se
pueden dar también en situaciones de emergencia, de forma que un
menor es alejado de urgencia, por ejemplo por la policía, y acompañado
http://psicoalterno.blogspot.com/

INTRODUCCIÓN 21

quizá por la noche, aterrorizado, trastornado y frecuentemente dolorido,


a nuestro Centro, en espera de que el Tribunal efectúe una primera
disposición provisional. Durante la acogida, con el fin de que el niño
pueda mantener un vínculo con su realidad habitual, se le garantiza
la asistencia a la misma escuela en la que estaba inscrito, propor-
cionándole el transporte.
El segundo objetivo del personal de la comunidad, que ocupa más
tiempo, consiste en respaldar al niño en el proceso de elaboración
de lo que le ha sucedido. E l , de hecho, se orienta con dificultad en
el acontecimiento del que ha sido protagonista: ser maltratado por
las personas de las que depende tanto material como emotivamente
—sus padres— a quienes ama y teme a la vez. El niño es además
ayudado por los educadores a comprender todo lo que le sucede a
él y a su entorno: la tutela ejercida por otras personas, la entrada en
su vida de personajes desconocidos y de contornos muy vagos (el
juez del Tribunal de Menores, el asistente social), que cuentan siempre
con tanto poder para determinar su vida presente y su futuro próximo.
El tercer objetivo que la comunidad persigue durante todo el período
de la acogida del niño es la observación. Son objeto de observación,
ante todo, las condiciones psicofísicas del niño, a quien siempre se
le somete a una cuidadosa visita médica, a la cual se añade, dado
el caso, una visita ginecológica para las niñas, además de todos los
aspectos de sus comportamientos. Son además atentamente observadas
sus relaciones con los padres durante sus visitas (que pueden efectuarse
cada dos días, en horario fijo) y durante los contactos telefónicos.
Es por eso que un educador está presente siempre en las visitas y
en las llamadas telefónicas. De tal manera él puede al mismo tiempo
evitar que los padres —a su vez frecuentemente confusos y asustados—
ejerzan intervenciones inadecuadas en el niño, como, sobre todo,
recoger informaciones acerca de la interacción padre-hijo. Todos los
elementos recogidos quedan señalados en un informe diagnóstico que,
como se verá más adelante, se envía al juez, integrando la evaluación
del equipo psicosocial sobre la recuperabilidad de la familia.
Naturalmente, el personal de la comunidad no se limita a registrar
la calidad de la actitud de los padres frente al niño. Sobre todo, trata
de guiarlos para asumir la actitud cada vez más apropiada. El cuarto
objetivo de la comunidad es justamente esto. Como es de prever, a
pesar de tratarse de una comunidad de acogida urgente, la permanencia
de los pequeños huéspedes pocas veces puede ser breve: con frecuencia
http://psicoalterno.blogspot.com/

22 NIÑOS MALTRATADOS

se prolonga más de tres meses y en algunos casos hasta un año, en


conformidad con el largo tiempo requerido para el diagnóstico familiar,
que siempre es muy complejo. El niño sale de la comunidad, en
principio, cuando el diagnóstico y el pronóstico acerca de la recu-
perabilidad de su familia han sido formulados. El juez, teniendo en
cuenta el diagnóstico y el pronóstico, además del informe del servicio
social encargado de la custodia, puede de este modo decretar o el
regreso del niño a la familia (en caso de pronóstico positivo), o un
alejamiento definitivo de la misma (en caso de pronóstico negativo),
o bien un posterior período de alejamiento provisional —siempre en
el caso de un pronóstico positivo— en el caso de que los padres
necesiten un tratamiento, en ausencia del hijo, para volver a encontrarse
en condiciones de acogerle nuevamente. En este caso, es necesario
que el servicio social responsable, junto con el equipo del Centro,
considere el lugar de custodia provisional más apropiado a las
necesidades individuales del niño, que normalmente consiste en una
familia de tutela provisional o a veces una institución.
No es frecuente, sin embargo, que los menores hospedados en la
comunidad del CBM se tengan que enfrentar a cambios de lugar (por
ejemplo un instituto o una custodia provisional) cuando todavía el
diagnóstico y el pronóstico acerca de la familia no se han completado
(Grillo, 1988). Intentar que coincidan el tiempo del diagnóstico con
eí de la acogida tiene como fin el evitar a los menores el triste peregrinar
de una solución provisional, a otra también provisional, a la espera
de que el éxito de la evaluación indique la posibilidad de su regreso
a la familia o el hallazgo de un lugar idóneo para ellos (custodia a
plazo, instiiución, familia adoptiva). Ello implica, negativamente,
tiempos de acogida prolongados y, por consiguiente, un escaso
movimiento de huéspedes, lo que obliga al rechazo frecuente de las
nuevas demandas.

El equipo psicosocial

La segunda unidad del CBM es el equipo psicosocial. Este está


integrado por dos asistentes sociales y tres terapeutas familiares (dos
psicólogos, que son los autores del presente trabajo y un neuropsi-
quiatra infantil).
El equipo está en condiciones de asumir simultáneamente los casos
de una treintena de familias, mucho más, por lo tanto, de aquellas
http://psicoalterno.blogspot.com/

INTRODUCCION 23

cuyos hijos ocupan las diez camas de la comunidad del Centro. Por
consiguiente, en algunos casos los menores se hospedan en otras
organizaciones con las cuales nuestro equipo establece un convenio
de colaboración. En algunas situaciones menos graves, el Tribunal
no ha decretado el alejamiento de los menores de la familia, pero
los ha confiado al Ayuntamiento de Milán prescribiendo que el servicio
social ejerza un papel de vigilancia, y que el núcleo familiar —como
en los otros casos— se presente al CBM para una evaluación y un
eventual tratamiento.
De cada familia se hace cargo un pequeño equipo compuesto por
dos terapeutas y por una asistente social. Este pequeño equipo se forma
con el personal de nuestra comunidad de acogida, o con el de las
otras organizaciones que hospedan menores, además del asistente
social de la jurisdicción responsable del caso.
El equipo psicosocial del CBM desarrolla, como veremos, dos
funciones: diagnóstico (y pronóstico) sobre la recuperabilidad de la
familia que maltrata y la consiguiente terapia en caso de pronóstico
positivo.

El acercamiento teórico al maltrato


y nuestro modelo de referencia

En el acercamiento a los casos de maltrato, el modelo de intervención


que hemos adoptado pone su atención, tanto en la fase de diagnóstico
como de terapia, sobre todo en las estructuradas y complejas dinámicas
familiares que se vinculan a la violencia, más que en las problemáticas
particulares de los individuos. El equipo del Centro ha llegado a la
convicción de que las manifestaciones de desatención, de violencia
física o de abuso sexual son la señal de una patología que afecta al
funcionamiento global de la familia (Di Blasio. 1988a). De confor-
midad con tal presupuesto, el objetivo que perseguimos no es sólo
comprender las razones del abuso, sino también modificar las pautas
disfuncionales que dan origen a la violencia, a fin de situar a la familia
en condiciones de recuperar sus propias funciones de educación de
los hijos.
La elección de centrar la atención en la familia o, mejor, en el
juego familiar (Selvini Palazzoli y otros, 1985. 1988), nos parece, por
el momento, la más adecuada para afrontar la complejidad de un
fenómeno que siempre responde a una multiplicidad de factores
http://psicoalterno.blogspot.com/

24 NIÑOS MALTRATADOS

individuales, culturales y sociales. Si analizamos brevemente los logros


alcanzados hasta ahora en este campo vemos que, desde que en 1962
Kempe y otros identificaron el " a t t e r e d child syndromé", se ha
realizado gran cantidad de estudios al respecto. El vivo interés suscitado
por este tema se comprueba no sólo por el gran número de inves-
tigaciones, sino también por la presencia de revistas especializadas,
entre las cuales la más notoria es Child Abuse and Neglect International
Journal (órgano de la ISPCC - International Society for Prevention
of Cruelty to Children).
No obstante, no se ha llegado todavía a un total acuerdo acerca
de los mecanismos psicológicos que se encuentran en la base de tal
fenómeno. La violencia familiar se continúa considerando, frecuen-
temente, bajo el inamovible estereotipo que la configura como un
suceso casi exclusivamente ligado a un determinado tipo de ambiente
social y culturalmente bajo, cuyas consecuencias psicopatológicas se
pueden quizás intuir, pero escasamente definir. Ciertamente, la escasez
de estudios de seguimiento capaces de documentar el efecto a largo
plazo del abuso, juntamente con la dificultad de hacer comparacio-
nes entre violencias de diferente tipo, frecuencia y duración, pueden
explicar, en parte, la cautela que se tiene en reconocer más explí-
citamente todo el potencial patógeno que poseen dichos sucesos
(Bandini, Gatti, 1987). Además de esta razón, Bowlby (1984) menciona
otra: la tendencia de ciertos sectores del psicoanálisis clásico a rechazar
o infravalorar la importancia que tienen las experiencias reales de la
infancia —y por lo tanto también las de violencia intrafamiliar— como
factores etiológicos en psiquiatría.
Estas dos razones explican la insatisfacción que siente el psicólogo
clínico cuando se enfrenta con situaciones de maltrato sin contar con
elementos que le permitan comprenderlas en su complejidad actual,
así como tampoco en el proceso de evolución en el tiempo.
Esto no significa, como decíamos, que falten estudios acerca de
particulares o múltiples factores que concurren para desencadenar la
violencia familiar, o acerca de los efectos a corto o a largo plazo que
la misma provoca sobre las víctimas. Al respecto podemos citar el
amplio y complejo modelo ecológico propuesto en 1980 por J.
Garbarino y relatado por Browne (1988). En este trabajo no se ha
olvidado ni los factores de predisposición de tipo individual, familiar,
social y cultural, ni los factores de mediación representados por las
redes de apoyo y de ayuda social, como tampoco los factores
http://psicoalterno.blogspot.com/

INTRODUCCIÓN 25

Individuales Familiares Sociales Culturales

p e r c e p c i ó n de estabilidad de la redes sociales actitud frente a


las propias experien- pareja formales e informa- la violencia
cias infantiles les

prácticas edu- interacción en- bienestar gene- actitud frente a


cativas tre los miembros de ral de la c o m u n i - los castigos
la familia dad

salud física y necesidades condiciones de actitud frente a


mental particulares de cada habitabilidad la educación
uno de los miembros

tolerancia a las estructura fa- integración so- c o n c e p c i ó n de


frustraciones miliar cial la familia

acercamiento a redes de rela- agencias de co- c o n c e p c i ó n de


la solución del pro- ciones familiares munidad de acogida la sociedad
blema

capacidad de violencia fami- recursos econó- c o n c e p c i ó n de


hacer frente a las di- liar micos las instituciones de
ficultades apoyo a la familia

i m a g e n de sí desocupación significado atri-


mismo buido a los concep-
tos de mérito, indivi-
dualismo, progreso y
tecnología

lugar del con-


trol
1

Sistema social de apoyo/Red social


Grado de conexión y calidad de las relaciones interpersonales de la familia
Afiliaciones a instituciones y a organizaciones
2

Sucesos de las
Interpretación de los Estrés subjetiva-
diferentes etapas de Maltrato del niño
hechos mente percibido
la vida
3

Cuadro 1: El modelo ecológico del maltrato infantil: 1) factores que predisponen; 2) factores de
mediación; 3) factores que precipitan (modificado por J. Garbarino, relatado por Browne, 1988, p.
46).
http://psicoalterno.blogspot.com/

26 NIÑOS MALTRATADOS

desencadenantes tales como las diferentes etapas de la vida, las


interpretaciones y las percepciones que los sujetos tienen de los hechos
que se dan y de su potencial estresante.
Tampoco faltan trabajos profundos sobre aspectos más específicos,
tales como las consecuencias tolerables, emotivas y cognoscitivas de
la violencia en los niños que son objeto de ella.
Brown (1984), por ejemplo, demuestra hasta qué punto las tenden-
cias criminales están conectadas con experiencias de desatención
sufridas en la infancia, más que de maltrato físico; Oates, Forrest y
Peacock (1985) revelan en los niños víctimas de violencia un cuadro
de personalidad caracterizado por subestimación de sí mismos,
inseguridad e incapacidad de relacionarse con sus compañeros. Las
observaciones sobre estos niños coinciden en subrayar la presencia
de tendencias depresivas, pasividad, inhibición, ansiedad, dependencia,
rabia y agresividad (Gaensbauer, Sands, 1979; Martin, Rodeheffer,
1980). Investigaciones más sistemáticas han puesto el acento en los
aspectos específicos del comportamiento de los niños maltratados, que
se expresan en secuencias sucesivas o combinadas de "acercamiento"
y "alejamiento" en los contactos sociales (George, M a i n , 1979). O
bien han subrayado la tendencia a agredir o a amenazar al adulto con
comportamientos agresivos típicos denominados "molestia" (Bowlby,
1984).
Otra corriente de investigación ha enfocado la atención en las
características de los padres que maltratan, y en particular en la relación
madre-niño. De vez en cuando, se han descrito las tendencias
depresivas, las necesidades de dependencia, el aislamiento social, la
ansiedad por la separación de la madre como factores explicativos
o que predisponen a las manifestaciones de violencia en contra de
los hijos (Seel, Pollack, 1968; Morris, Gould, 1963).
No se puede dejar de notar la manera en que ambos filones de
investigación — y a sea el de los niños o el de los padres— experimentan
los límites propios de un planteamiento que tiende a privilegiar las
características de cada uno, en menoscabo de una comprensión global
de la familia que maltrata. A pesar de ello, algunas intuiciones surgidas,
por ejemplo, de la investigación de De Lozier (1982), revisten a
nuestros ojos cierto interés, si son releídas e interpretadas a la luz
de las normas familiares. La autora evidencia, de hecho, la presencia,
en las madres que maltratan, de una "preocupación ansiosa" por el
bienestar de sus propios padres, subrayando cómo ellas, en su propia
http://psicoalterno.blogspot.com/

INTRODUCCIÓN 27

infancia, experimentaron una típica inversión de los papeles, en el


sentido de sentirse responsables del cuidado y la protección del adulto.
Se trata de observaciones que merecen ser posteriormente desa-
rrolladas y profundizadas. ¿De qué manera y por qué tales experiencias
pasadas continuarían actuando en el presente? ¿En qué condiciones
y con qué modalidades las relaciones con la familia de origen estarían
conectadas con la específica dinámica del maltrato?
El campo de estudios acerca de la f a m i l i a ( M i n u c h i n , 1967;
Boszormenyi-Nagy, Spark, 1973; Masson, 1981) se mueve en esta
dirección. En particular, Masson ha puesto en evidencia el hecho de
que la desatención y el maltrato tengan origen en sistemas familiares
en los cuales la parentification de los hijos por parte de las familias
de origen (primera generación, abuelos) no se agota con el matrimonio
de los hijos, sino que continúa actuando activamente, estimulando en
la segunda generación comportamientos inadecuados por parte de los
padres. Esta comprobación confirmaría, por otro lado, la opinión
consolidada (Cicchetti, Rizley, 1981; M a i n , G o l d w y n , 1984) que ve
en el maltrato un fenómeno reiterativo que se desarrolla de generación
en generación (abused-abusing intergenerational cycle) y que justa-
mente por esto es necesario tratar de interrumpir (Cirillo, Di Blasio,
1988).

La adopción de la metáfora del juego

Como se verá, del breve cuadro hasta aquí trazado surge una
diferencia sustancial entre dos distintas perspectivas de investigación:
la que pone su atención en las características de comportamiento y
de personalidad tanto de los padres que maltratan como de los niños
víctimas de violencia, y la de los estudiosos de la familia, preocupados
sobre todo en recoger las reglas y las modalidades interactivas del
grupo en su conjunto. La dificultad de tener en cuenta a un mismo
tiempo tanto los aspectos individuales como aquellos más globales
concernientes a la dinámica familiar es un último motivo, en este caso
de carácter conceptual, que puede mostrar el inmovilismo de las
explicaciones acerca de la dinámica del maltrato.
Por otro lado, durante muchos años la adhesión de los terapeutas
de familia a un concepto de sistema, entendido desde una perspectiva
esencialmente holística (Bertalanffy, L. v o n , 1968), ha impedido un
análisis del significado peculiar de las respuestas de cada uno. Del
http://psicoalterno.blogspot.com/

28 NIÑOS MALTRATADOS

mismo modo, éstas solas no son suficientes para hacernos comprender


totalmente un fenómeno tan complejo como el maltrato que afecta
al funcionamiento global de la familia.
Para salir de la rígida dicotomía familia/individuo y, por consiguien-
te, de la rigidez de los estudios que se acercan a esta problemática,
se nos ha abierto una nueva posibilidad, en los últimos años, para
la adopción de un modelo fundado sobre la "metáfora del juego"
(Selvini Palazzoli y otros, 1985, 1988). Este modelo permite integrar
el nivel de funcionamiento individual con el de los determinantes so-
cioambientales, a través del nivel intermedio relativo a los modelos
relacionales del grupo familiar.
El concepto de "juego familiar" (que el grupo de Selvini Palazzoli
ha asumido con el significado que le han dado Crozier y Friedberg,
1977) se utiliza para describir el mundo donde las relaciones entre
todos los miembros de la familia están organizadas y se desenvuelven
en el tiempo. La metáfora del juego, más allá del concepto de sistema,
permite integrar el nivel individual con el supraindividual, representado
tanto por el funcionamiento familiar como social. De este modo, a
las emociones, a los comportamientos y a las estrategias de cada uno
de los miembros de una familia se les reconoce una autonomía relativa,
aunque todos están estrechamente integrados en la organización
interactiva que los engloba. Según este punto de vista, está claro que
un individuo realiza un cierto juego porque posee unas particulares
emociones, motivaciones y fines, pero también es cierto que tiene
ciertas emociones, motivaciones y fines porque es parte de un juego
colectivo que lo influye y que limita las jugadas a su disposición
(Selvini Palazzoli y otros, 1988).
Justamente la adopción de tal modo de pensar multidimensional
representa el anclaje teórico al que hemos llegado, después de pasar
por nuestra experiencia de intervención. Sobre tales presupuestos no
sólo orientamos el acercamiento diagnóstico y el tratamiento de las
familias, sino también las modalidades técnicas más generales de
recopilación de informaciones, del momento de la denuncia, del primer
contacto con la familia, de la aceptación del caso, de la organización
de las relaciones con los servicios externos. La observación del juego
familiar (que comienza desde el momento trágico en que se descubre
el problema del maltrato y continúa en los contactos con los diversos
asistentes sociales, hasta el momento de la acogida del niño, en la
etapa diagnóstica y terapéutica), ofrece una vía que se nos presenta
http://psicoalterno.blogspot.com/

INTRODUCCIÓN 29

prometedora y útil, tanto para comprender la complejidad del fenómeno


como para elaborar intervenciones idóneas en las diversas fases del
proceso.
Los capítulos que siguen están dedicados por completo a mostrar
la manera en que de estos presupuestos nace una propuesta concreta
de trabajo diagnóstico y terapéutico.
http://psicoalterno.blogspot.com/

1. ¿SE P U E D E " C U R A R " EN A U S E N C I A


DE DEMANDA VOLUNTARIA DE AYUDA?

LA TERAPIA COACTIVA: UN DESAFIO

Cuando, en 1980, uno de nosotros fue llamado para formar parte


del grupo de trabajadores que conformarían el equipo del Centro di
aiuto al bambino maltrattato e alla famiglia in crisi ( C A F ) , todavía
en formación, no tenía el mínimo conocimiento del problema del
maltrato a los niños. Esto era así, aunque había trabajado durante
muchos años como psicólogo, tanto en instituciones para la infancia
como en consultorios, y aunque había hecho un curso de terapia
familiar. Esta absoluta ignorancia en la materia era general, creemos,
en muchos terapeutas en esa época, y lo era también para los futuros
colegas del equipo del C A F . Nuestra aproximación al problema se
produce casi exclusivamente a través de material norteamericano, en
forma de manuales y filmaciones didácticas, radicalmente pragmáticas,
que intentan suministrar una serie de conocimientos acerca del
fenómeno y dar instrucciones a los terapeutas que se ven obligados
a afrontarlo. Después de todos estos años, al pensar de nuevo en ello,
no recordamos que en toda aquella abundante documentación estuviese
explícitamente afrontada la temática de la contradicción, tan llamativa
para nosotros, entre terapia y coacción. Incluso en el pequeño volumen
de Kempe (1978), que da por descontada la necesidad de tratar a la
familia que comete abusos contra los hijos, se nombran simplemente
algunos recursos útiles para vencer la desconfianza de los padres que
maltratan y así lograr incluirlos en un programa de intervención.
Sin embargo, tenemos bien presente la objeción de fondo que el
Comité Científico y la Asamblea de los Socios del C A F hizo a nuestro
primer proyecto de trabajo (elaborado y escrito después del cursillo
http://psicoalterno.blogspot.com/

32 NIÑOS MALTRATADOS ¿SE PUEDE "CURAR" SIN DEMANDA DE AYUDA? 33

formativo y de nuestras sucesivas reflexiones) : "¿Cómo pretenden 1 contradicción tan radical poniendo en cuestión la afirmación según
curar a quien no les pide ninguna ayuda y que llega enviado sim- la cual la ausencia de una demanda de ayuda indica siempre y de
plemente por el Tribunal de Menores? ¡El requisito fundamental para todos modos la ausencia de cualquier motivación para cambiar.
una terapia —o sea la motivación espontánea— se viene completa- En el caso del adulto que maltrata a su propio hijo, es la naturaleza
mente abajo!" misma del problema la que hace que sea tan difícil — s i no imposible—
Entonces, al no tener ninguna experiencia sobre familias que la formulación de una demanda de ayuda externa a la familia, aunque
maltratan, nos faltaban absolutamente todos los argumentos para poder exista la voluntad de salir de esa situación. De hecho, el progenitor
rebatir esta objeción, que, incluso sin admitirlo, de alguna manera que maltrata sabe muy bien que declarar su propio comportamiento
compartíamos; por esta razón, nuestra decisión de aventurarnos en equivale a autodenunciarse por haber violado no sólo un tabú social
el camino de la terapia impuesta recibió, por unanimidad, la definición profundamente arraigado, sino t a m b i é n una norma de conducta
de " u n desafío". sancionada por la ley. Mucho más que el individuo que confiesa poseer
Ahora, después de ocho años de trabajo duro pero estimulante, un síntoma que la sociedad considera culpable o vergonzoso (como
creemos poder aclarar, de modo más concreto, los términos de aquel el alcoholismo o, hasta hace poco tiempo, la homosexualidad), quien
desafío y mostrar sus primeros resultados. confiesa el maltrato hacia sus propios hijos sabe que va a enfrentarse
con el reproche y la desaprobación y que corre el riesgo de incurrir
Por qué la familia que maltrata no pide ayuda en un juicio penal: todo esto hace m u y difícil la exteriorización de
una petición de ayuda.
Al comienzo de nuestro trabajo, el desafío de la terapia coactiva De hecho, sería absurdo esperar, por parte de los padres que
se nos presentaba como el "tercer camino" entre la consideración de maltratan, tal sinceridad y una confianza total, tanto en la magistratura
criminalidad de los padres que maltratan y la indiferencia frente a como en los servicios sociosanitarios, para elegir afrontar un daño
los niños maltratados. seguro hoy (la autoacusación del comportamiento del maltrato, con
Como hemos dicho, éramos conscientes de que, a pesar de la la consiguiente sanción), para procurar una ayuda incierta mañana.
presunta ignorancia de los colegas norteamericanos, la expresión Tanto es así, que nuestro ordenamiento jurídico no reconoce incentivos
"terapia coactiva" se interpreta en nuestra cultura psicológica como concretos para el reo confeso que quiera colaborar en su propia re-
una contradicción de términos. Desde siempre se ha subrayado que habilitación, más allá de la llamada ley acerca de los arrepentidos,
la terapia presupone una demanda de ayuda y una subyacente que es una medida excepcional concebida para otro tipo de situación
motivación, que constituye, por así decirlo, el motor que puede criminal. Sin embargo, algo ha cambiado, en este sentido, en el campo
impulsar al paciente hacia el cambio, ayudándolo a superar inercias de las toxicodependencias: la ley nº 663 de 1986 permite, como
y resistencias de todo tipo. alternativa de la cárcel, la custodia del toxicodependiente en una
La coacción, por el contrario, puede a lo sumo inducir a un sujeto comunidad que garantice un programa terapéutico y de rehabilitación,
recalcitrante a tolerar servilmente una medida que no ha elegido, y también para aquellos sujetos que están acusados de delitos (como
que puede parecerle odiosa, desagradable o incomprensible. Y, todo por ejemplo el robo) a quienes, antes, no se les permitía disfrutar del
esto, con el solo f i n de evitar un mal peor, pero sin ninguna motivación beneficio de la custodia a prueba del servicio social. En nuestro campo
auténtica hacia el cambio. Creemos que es posible superar esta específico, una radical innovación podría ser introducida por el
proyecto de ley Russo Jervolino-Vassalli acerca de la tutela penal de
1. El proyecto de organización del Centro fue realizado por Stefano Cirillo juntamente con la personalidad del menor (4 de febrero de 1988). Ella, en su artículo
Bruna Bianchi y Marinella Malacrea, quienes luego habrían de integrar con él el equipo terapéutico 12, configura una hipótesis —notable, vista en la perspectiva del nuevo
del Centro y con Ernesto Caffo, miembro del primer Consinglio Direttivo (Consejo Directivo) del
código de procedimiento penal— de suspensión del proceso donde
CAF y secretario de la "Asociación italiana para la prevención del abuso a la infancia", surgida poco
antes. al progenitor se le imputan delitos cometidos contra el hijo menor,
http://psicoalterno.blogspot.com/

34 ¿SE PUEDE "CURAR" SIN DEMANDA DE AYUDA? 35


NIÑOS MALTRATADOS

que tiene como f i n la posibilidad de restablecer la relación familiar. cientes a minorías étnicas, que han tenido una historia de relación
Ciertamente, el diverso marco jurídico nos da el motivo, al menos con la asistencia basada, por parte del usuario, en la hipocresía y la
en parte, de la indiferencia con la cual los autores norteamericanos explotación de los recursos económicos del organismo de la admi-
han abordado siempre el problema de la terapia coactiva, por lo que nistración (Malagoli Togliatti, Rocchetta T o f a n i , 1987). En tal situa-
en su contexto se acepta, con moderación, que un incentivo externo ción, los trabajadores sociales, por su parte, frecuentemente se resig-
pueda inducir a un cambio activo, de la misma forma que una naban a suministrar ayudas financieras escasamente utilizadas, en vez
motivación espontánea (¡que no obstante podemos siempre esperar!) . 2 de tratar de intervenir con la mirada puesta en un proyecto global.
Parece legítimo suponer que al menos algunos de estos sujetos que En estratos culturales bajos, además, falta el conocimiento de la
maltratan desearían vivamente modificar su propia condición de psicoterapia como recurso (mientras actualmente en el ambiente
sufrimiento, que es causa y efecto del maltrato, ni más ni menos que burgués recurrir al psicólogo se ha convertido en una moda o en un
las otras personas quienes, dentro de la propia familia, viven problemas símbolo de la posición social) y la idea de que se pueda afrontar y
y penurias de diverso género (síntomas psiquiátricos, toxicodependen- resolver un problema a través de la comunicación verbal es cultu-
cia, conflictos graves y demás), pero que están prácticamente impo- ralmente extraña.
sibilitados para expresar una petición de ayuda. Además de tales consideraciones generales, en algún caso particular
Sería entonces extremadamente injusto, frente a familias prisioneras pueden existir específicas dinámicas familiares que se oponen a la
en un trágico enredo de relaciones equivocadas, no ofrecer una ayuda petición de ayuda.
que les dé la oportunidad de encaminarse hacia una mejor unión y
limitar el castigo a la pura y simple consideración de comportamiento Véase el caso de un niño de nueve años, Alex. La denuncia ha sido elevada a
los servicios sociales por el médico escolar ya que le han encontrado repetidamente
socialmente aberrante (Cirillo, 1986a).
equimosis por golpes. El niño es el primogénito de una pareja que administra una
pequeña empresa familiar juntamente con los padres del jefe de la familia. Alex, desde
Factores sociofamiliares de la ausencia de pedido el primer grado de la escuela elemental, había sido señalado por el maestro por
inestabilidad psicomotriz e incapacidad de atenerse a las reglas escolares. En esa época
La dificultad en pedir ayuda por temor a autodenunciarse, elemento los padres, convocados por el médico escolar, manifestaron que estaban dispuestos
a una consulta psicológica en el servicio materno-infantil. A pesar de que el com-
casi común a todas las familias en las cuales los padres maltratan
portamiento del niño se fue agravando, ellos no siguieron la indicación. Pese a la
o descuidan a los hijos, determina en los padres, frente a la impugnación
insistencia del maestro, los padres no habían tomado ninguna iniciativa a favor de
del maltrato verificado, una serie de comportamientos característicos. su hijo, que suspendió en el tercer grado elemental.
Casi sin excepciones se asiste a tercas negaciones de hechos inequí- ¿Cómo explicar esta actitud por parte de personas de cultura media, económicamente
vocos, a justificaciones pretextadas que rayan en lo absurdo, a en condiciones de afrontar también los gastos de una consulta privada, pero que
impenetrables silencios y obstinadas reticencias, a tentativas de alimentan desconfianza ante el servicio público?
descargar la responsabilidad del maltrato sobre terceros: ¡un niño Los padres de Alex, Franco y María, se habían casado muy jóvenes (veintidós
y veinte años), adelantando el matrimonio por causa del embarazo ya iniciado. La
pequeño, el maestro o hasta el gato de la casa!
joven pareja se alojó en un apartamento muy reducido que se encontraba en la gran
La desconfianza en los servicios sociosanitarios y en sus posibilida- vivienda de la familia de Franco, sobre el laboratorio donde se encontraba la pequeña
des de dar una auténtica ayuda puede estar originada, también, por empresa. Maria asumió de muy mala gana esta situación, descontenta por el hecho
la pertenencia a particulares contextos socioculturales. Por ejemplo, de que sus padres no la habían ayudado, obligándola a aceptar la ayuda de los suegros,
de los cuales, a su juicio, Franco era un ciego seguidor. Inexperta y mal predispuesta,
en el caso de familias subproletarias, quizás inmigrantes o pertene-
muy pronto se mostró irritable con el pequeño Alex, a quien enseguida prefirió confiar
a la suegra, con el objeto de encontrar algunas horas para evadirse gracias a su propia
actividad laboral. Cuando Alex cumplió cuatro años, Maria decidió tener un segundo
2. También la experiencia de la Unidad dirigida por Odette Masson saca provecho de la
existencia en Suiza del Service de protection de la jeunesse, en un marco institucional significati- hijo, esperando que, al crecer la familia, Franco se sentiría obligado a tratar con los
vamente diferente al nuestro. padres la conveniencia de la adquisición de un apartamento autónomo. Así fue, y
http://psicoalterno.blogspot.com/

36 NIÑOS MALTRATADOS ¿SE PUEDE "CURAR" SIN DEMANDA DE AYUDA? 37

María dejó definitivamente su trabajo para dedicarse a cuidar de la segunda hija, insoportable, ya que éste, al sentirse fuerte gracias al apoyo paterno, aumenta sus
Simonetta. Alex, después de estar durante algunos meses al cuidado de los abuelos, provocaciones. El apoyo del padre, si se piensa, es puramente instrumental: no es
volvió a la familia y a los cuidados de la madre. Como era previsible, se mostró que Franco dedique de veras su tiempo y su afecto al hijo para compensar la dureza
caprichoso y exigente, celoso de la hermanita, añorando los cuidados que la abuela de la madre. Simplemente se limita a mostrarse permisivo con él —en oposición a
le prodigaba, rebelde frente a las pretensiones impacientes de la madre. la línea educativa de la mujer— en los pocos momentos que pasa en familia, enfrascado
Sin embargo, la pareja madre-hijo probablemente habría podido llegar a un como está por su trabajo en la empresa. Cuando Maria, exasperada, pierde el control
entendimiento, superando las dificultades iniciales, si no se hubiera sumado el y pega duramente a su hijo, no tiene ningún interés en admitir que lo ha hecho por
comportamiento de Franco, propenso a valerse del descontento del niño para desahogar causa de la exasperación a la que Alex la induce. Está segura de que obtendría sólo
su propio rencor hacia María. El, de hecho, estaba cansado de las recriminaciones la desaprobación del marido. Este, aunque sospecha lo que ocurre, es cómplice por
de ella, quien le reprochaba estar dependiendo de los padres. De noche, al volver callarlo, ya que no sabe cómo podrían reaccionar sus padres (también con respecto
del trabajo, encontraba a su mujer que, a través de largas llamadas telefónicas, volcaba a él), y porque teme la reprobación social y las repercusiones judiciales. Además,
en su madre (que vivía a algunos kilómetros de distancia) las amarguras de la relación Maria sabe que, si admitiese el maltrato, perdería toda esperanza de ser perdonada
conyugal. Por eso, cada vez que María reprendía a Alex y le pedía a su padre que por su madre, porque la anciana mujer se mostraría horrorizada por el comportamien-
interviniera, Franco le daba la razón al niño, acusando a la mujer de ser fría con to de la hija e intransigente en condenarla. Así como tres años atrás los padres de
él, de no saberlo tratar (como lo hacía la abuela... ) y de preferir a la niña. De esa Alex se habían opuesto a que lo ayudase un psicólogo, ahora se resistirán enérgicamente
manera Franco, sin darse cuenta, reavivaba el rencor de Alex hacia la madre, lo a admitir que el niño es maltratado, y que tanto él como ellos tienen una urgente
impulsaba en contra de ella, volviéndolo todavía más rebelde e intolerante a toda necesidad de ayuda.
disciplina. 3

Como veremos más adelante, sólo una denuncia a la autoridad judicial puede
Es en esta fase de la vida familiar que tiene lugar la inserción de Alex en la escuela
permitir una intervención que tutele, en primer lugar, la integridad física y psíquica
y la sugerencia de enviarlo a una consulta psicológica. Que Franco fuese reacio a
del niño, poniendo las bases para intentar una recuperación del núcleo familiar en
aceptar la propuesta es comprensible. El estaba convencido de que el niño "no tenía
su conjunto.
nada que modificar". Era su mujer quien debería cambiar el comportamiento con el
niño (y sobre todo con él, aunque este deseo no se expresaba explícitamente). Más
difícil de explicar es la resistencia de María en acompañar al niño al Servicio de Algunas excepciones: cuando la familia
Higiene Mental. Por otra parte, son notorios los casos de familias donde la madre
se presenta espontáneamente
está dispuesta a calificar al hijo como "anormal" con la esperanza de eludir la acusación
por parte del cónyuge de lo inadecuado de su educación. ¿Por qué María no aprovecha
esta ocasión? Probablemente porque, al igual que su marido, se siente desilusionada En estos años nos hemos encontrado, a veces, con casos que parecen
y frustrada por la vida conyugal, y al igual que él, busca consuelo en su familia de una excepción a la regla, ya que es un integrante de la familia quien
origen. Naturalmente ésta es sólo una parte del círculo vicioso, la otra está constituida
denuncia espontáneamente el maltrato.
por el hecho de que un equívoco vínculo con la familia de origen determina una
insuficiente iniciación en la vida de pareja y por ello una escasa adaptación a ella. Contrariamente a lo que se puede pensar (o a lo que tiempo atrás
A diferencia de Franco, que puede contar con el apoyo indiscutible de sus padres, pensábamos), se trata de casos mucho más complejos que los otros,
al ser hijo único, María, profundamente celosa del vínculo seguro que Franco tiene los de las familias que no son enviadas por una orden del Tribunal
en su familia, se siente escasamente apoyada por su madre, quien hace poco enviudó de Menores.
y se ha trasladado a casa del hijo varón para cuidar de sus niños. María, por lo tanto,
sigue la estrategia de comunicarle continuamente a su madre los disgustos que le En un primer grupo de estos casos, es un pariente (un miembro
dan Franco y Alex, con la secreta esperanza de hacerla sentir culpable y de inducirla de la familia de origen o el cónyuge) quien denuncia al progenitor
a pensar más en ella, a preocuparse, a compadecerla. Tampoco Maria, por lo tanto, que maltrata. En este caso, los asistentes sociales tienen que tratar
está realmente motivada para resolver el problema del niño, ya que también ella, como con una familia que ya ha identificado en su seno al " m a l o " que debe
Franco, espera sacar provecho de ello.
ser castigado (más que curado). Quien denuncia se presenta, por el
Eso no significa que el comportamiento de Alex no sea, para ella, cada vez más
contrario, como el "bueno", sin tomar en cuenta el hecho de que, como
miembro de la f a m i l i a , él también ha contribuido a ese tipo de
3. Para un exhaustivo tratamiento del fenómeno de la instigación véase Selvini Palazzoli y interacción familiar que desembocó en el maltrato, del cual el " m a l o "
otros (1988, páginas 95-132). es el responsable.
http://psicoalterno.blogspot.com/

38 NIÑOS MALTRATADOS ¿SE PUEDE "CURAR" SIN DEMANDA DE AYUDA? 39

El asistente social debe desplegar una habilidad casi de acróbata una jugada que, en vez de terminar con el juego, lo reforzaba. Sólo el riguroso cuidado
para aceptar la demanda de intervención formulada por un miembro que puso el asistente social en mantener una absoluta neutralidad en la fase de recepción
de la familia y poner en marcha las disposiciones necesarias para de la denuncia evitó que también nuestra intervención se convirtiese más tarde en
custodiar a los menores, evitando al mismo tiempo favorecer la división patógena. Gracias a este cuidado, la terapia familiar fue correctamente planteada,
permitiendo una resolución simultánea del maltrato y de la depresión de la señora.
de la familia en "buenos" y "malos". Este favorecimiento imposibi-
litaría el posterior trabajo terapéutico. De hecho, el denunciante trata
Debemos decir, sin embargo, que en este grupo de casos (en los
implícitamente de mostrarse como un " c o l e g a " exclusivamente
cuales el que denuncia es un pariente del que maltrata) el asistente
preocupado por el bien de los niños y del todo ajeno a las dinámicas
experto advierte rápidamente la trampa que se le tiende, aunque no
relacionadas con maltrato. Si el asistente aceptase en los hechos tal
siempre sabe cómo evitarla. Más difícil es en cambio desenvolverse
5

definición, terminaría reforzando la modalidad disfuncional de la


en un segundo grupo de casos, por otro lado mucho más infrecuentes
familia que a la larga ha determinado la asunción del papel de
en nuestra experiencia.
castigador por parte de uno de sus integrantes: esto constituye un error
Se trata de aquellos en los cuales el que maltrata se denuncia a
d i f í c i l de reparar. Veamos un ejemplo.
4

sí mismo. Los primeros casos de este género en que intervinimos se


resolvieron de un modo sustancialmente decepcionante, a pesar de
El señor D'Andrea —así lo llamaremos— se presenta, sin haber convenido
previamente una cita, ante nuestra asistente social. Pide ayuda para su hija Inés, de que nos enfrentamos a ellos con un cierto optimismo, convencidos
nueve años, a quien la madre, desde hace ya tiempo en tratamiento por depresión, como estábamos de que se trataba de situaciones comparables con
pega violentamente porque es lenta para comer y para hacer los deberes. El padre, una terapia espontánea. Más tarde comprendimos que la autodenuncia
que trabaja como representante, trata de regresar a casa en el momento en que llega representaba un mensaje d i r i g i d o a otro m i e m b r o de la f a m i l i a ,
su hija del lugar al que asiste después de la escuela, en donde se la inscribió para
habitualmente el cónyuge, del tipo: " H e hecho por nuestro h i j o m u -
que haga una comida, al menos, lejos de la madre. Alguna que otra vez, el hombre
cho más de lo que hiciste tú. Si tú, en cambio, no te decides también
se ve obligado a llegar más tarde y en esas ocasiones teme por la integridad de la
hija. a hacer algo por mí, acabaré pegándole fuerte al niño, porque no pue-
La asistente social telefonea de inmediato a la señora D'Andrea en presencia del do más". 6

marido. Le refiere con lujo de detalles lo que éste le ha contado, cuidándose de no Entre estos casos, donde quien hacía la denuncia era el m i s m o que
inclinarse ni a favor ni en contra de esa versión de los hechos. Propone a ambos maltrataba, dos núcleos familiares, en particular, presentaban un
un primer encuentro, a realizarse algunos días después, y despide al marido. Si hubiera
progenitor centrado en el hogar y la familia (el que maltrataba y pedía
omitido comunicar a la señora D'Andrea lo que había sabido por el marido, de hecho
habría establecido una alianza con éste y en contra de ella. De haber callado, indicaría ayuda) y otro que eludía las obligaciones cotidianas: en un caso el
que creía incondicionalmente en su relato y estaría empleando con la madre la cautela marido había abandonado a su mujer y a sus dos pequeños hijos y,
que se reserva para las personas a las que se considera desequilibradas o no dignas en el otro, la mujer se sustraía, amparándose en sus obligaciones
de fe. laborales, a los requerimientos afectivos del cónyuge, que consideraba
El trabajo posterior con la familia mostró que el señor D'Andrea se había casado sofocantes.
con una muchacha que estimulaba su instinto de protección porque había roto con
sus familiares. Pero él había desviado rápidamente sus atenciones y las había volcado
En ambos casos, la terapia posterior al maltrato obtuvo una cierta
en su hija, nacida poco después del matrimonio. Cuanto más se mostraba la celosa aproximación del cónyuge desapegado, pero en medida insuficiente
mujer intolerante frente a esta estrecha relación padre-hija, más se mostraba el marido
solícito con la niña. Creía así compensarla de la frialdad de la mamá, frialdad que
interpretaba como una consecuencia de la mala relación que ésta había tenido en la
infancia con su propia madre. De tal manera el círculo vicioso se autoalimentaba 5. No entraremos aquí en la esencia de la frecuente petición por parte del denunciante de
hasta el maltrato: y es obvio que la demanda de ayuda a nuestro Centro constituía mantener el secreto acerca de su propia denuncia, remitiéndonos al más genérico problema del
secreto en la terapia familiar (Selvini Palazzoli, Prata, 1981).
6. Acerca de la petición de ayuda como la última baza del juego, véase Selvini (1985, páginas
4. Con respecto del error irreparable véase Selvini Palazzoli (1984). 210-211).
http://psicoalterno.blogspot.com/

¿SE PUEDE "CURAR" SIN DEMANDA DE AYUDA? 41


40 NIÑOS MALTRATADOS

por ejemplo una psicoterapia que pueda, a lo mejor, forzar un cambio


con respecto a los deseos del otro, y por lo tanto con resultados parciales
de las causas que llevan al maltrato.
en lo que se refiere a la actitud de este último hacia los hijos.
Asumir esta diferencia es un deber fundamental del trabajador
En ambos casos, el maltrato terminó, pero fue sustituido por una
social a quien se le presenta un caso en el cual el menor sufre un
actitud de desatención hacia los hijos y de delegación a una institución.
maltrato (o corre el riesgo de ser maltratado). Es su preciso deber
Hoy interpretamos la institucionalización de los hijos como un mensaje
denunciar inmediatamente la situación a la Magistratura, cosa que no
de rencor y venganza dirigido al cónyuge: " S i tú no haces nada por
sucedió en las situaciones descritas anteriormente; será obligación del
mí, entonces no creas que estoy dispuesto/a a sacrificarme tanto por
juez del Tribunal de Menores evaluar si es necesario adoptar algún
tus hijos". No descifrar a tiempo el verdadero significado relacional
procedimiento para la protección del menor — p o r ejemplo, su ale-
del maltrato impidió a la terapia llegar a los resultados que hubiera
jamiento de la persona que lo maltrata—; así como será obligación
podido obtener.
del juez del Tribunal Ordinario verificar si se cumplen los extremos
Observamos que en estos casos el progenitor que maltrataba a sus
para perseguir penalmente al que maltrata.
hijos sólo veía en ellos el medio de que se valía su cónyuge para
Es indudable que esta iniciativa es extremadamente delicada y el
mantenerlo/la prisionero/a (es decir, si no fuera por los hijos, también
trabajador social puede resistirse a ello, ya que se opone al concepto
él/ella sería libre y podría marcharse). No los ve, entonces, como
general que los profesionales de los sectores psicosocial y sanitario
personas con quienes establecer relaciones, sino como grilletes de los
tienen de su papel. De hecho, ellos se ven a sí mismos en exclusiva
cuales el otro hace uso hábilmente para encadenarlo a la "rutina" y
función de ayuda, y, por lo tanto, sienten repugnancia al realizar una
evadirse. Quien maltrata está entonces concentrado en su pareja y en
acción de control social como es el de la denuncia.
cómo librarse de ella —ése es el juego—, en forma tan excluyeme
que ve a sus hijos sólo como emisarios de los abusos de él/ella, y Esta decisión es todavía más d i f í c i l de tomar si ha de ser la respuesta
por eso no dignos de respeto, sicarios que merecen solamente golpes. a una espontánea solicitud de ayuda que proviene del mismo sujeto
Una lógica elemental, frecuente y trágica, de la cual la instituciona- que maltrata o de un familiar suyo. El asistente teme, en estos casos,
lización final es el natural epílogo. que el sujeto lo considere un delator (o quizás él mismo se considera
como tal), por lo tanto, posterga lo más que puede el ingrato paso.
Sin embargo, nuestra sucesiva experiencia en situaciones análogas nos
LAS ASECHANZAS DEL CONTEXTO ESPONTANEO
ha demostrado que el sujeto, superado el primer momento de natural
contrariedad, se da cuenta de que el asistente, obligado como está
por la ley a denunciar a la magistratura la condición del menor, no
Aparte de este error al descifrar el comportamiento de maltrato,
puede sustraerse a su deber. Cuando las reglas del juego son claras,
se observa en todos los casos descritos en el párrafo anterior un error
la gente las acepta: aunque nadie siente placer cuando un vigilante
acerca del contexto más grave, en el cual hemos incurrido durante
lo multa, un policía lo arresta o un juez lo condena, todos entienden
mucho tiempo frente a las demandas espontáneas.
que estos personajes deben cumplir con las normas codificadas de
Cuando un progenitor pide una consulta psicológica debido a las
la vida c i v i l (¡como máximo, quien se encuentra en falta puede tratar
dificultades de un hijo, o formula una petición de consulta en pareja
de dar lástima al vigilante, huir del policía o corromper al magistrado,
para resolver conflictos que causan sufrimientos al niño, pone en
movimientos todos previstos en el juego de los papeles sociales!).
marcha una intervención en interés del menor. En cambio, cuando
un familiar denuncia un maltrato que el menor recibe en el hogar M u y distinta sería, por el contrario, la reacción del sujeto si nuestro
(infligido por él mismo o por otro pariente), pone implícitamente de asistente en un primer momento delineara el contexto, dentro del cual 7

manifiesto su propia incapacidad de cuidar del niño. Se impone por


lo tanto una inmediata intervención de protección del menor para 7. Acerca de las líneas generales del contexto y las reglas referentes a ellos, véase Selvini
Palazzoli (1970).
terminar con el abuso, con la esperanza de una asistencia de otro tipo,
http://psicoalterno.blogspot.com/

42
NIÑOS MALTRATADOS
¿SE PUEDE "CURAR" SIN DEMANDA DE AYUDA? 43

se inserta la relación con el sujeto, exclusivamente como contexto


con el propio deber, en relación con las instancias de tutela del menor
de ayuda, por lo cual son válidas todas las reglas propias del contexto
profesional privado, según la fórmula: " T ú solicitas espontáneamente (representadas por la Magistratura y el servicio social), de procurar,
que te preste mis servicios porque tienes confianza en mí, yo acepto antes que nada, su protección. Solamente sobre estos fundamentos se
ayudarte y te los doy hasta que estés satisfecho de ello. Cada uno podrá luego tratar de seguir el d i f í c i l camino de la evaluación y
de nosotros dos tiene pleno derecho de rescindir nuestro contrato en posiblemente de la recuperación de la crisis familiar.
el momento que considere oportuno". Todo esto no es en absoluto
válido en la situación contextual que estamos analizando. Si a la Los falsos "casos espontáneos": cuando el problema
petición de ayuda espontánea corresponde una prestación del asistente surge con el cambio de conducción
que logra modificar la situación, como ha sucedido en el caso descrito
anteriormente de la pequeña Inés D'Andrea, todo va bien. ¿Pero qué En estos años, otro grupo de familias se ha dirigido a nosotros sin
sucedería en caso contrario? una prescripción del Tribunal de Menores, solicitando "espontánea-
mente" ayuda por episodios de maltrato con respecto a los niños.
Si a pesar de los esfuerzos del asistente no se produce un cambio,
En este caso, sin embargo, el juego de la autodenuncia no tiene
si él sujeto que maltrata no se presenta cuando se lo cita, si falta la
colaboración de los interesados, o si el maltrato del menor no cesa su origen dentro de la familia, como en las dos tipologías anteriormente
—independientemente de las razones— ¿qué hará el asistente? Frente descritas, pero representa el resultado de una distorsión en la relación
a la permanencia del daño o del peligro para el niño, frente a la evasión entre la familia y los servicios sociosanitarios. Se trata casi siempre
del padre, no podrá hacer otra cosa que —tardíamente— denunciar de familias que han sido largamente seguidas y asistidas, frecuente-
la situación a la Magistratura. Pero a estas alturas el sujeto se sentirá, mente, por una m u l t i p l i c i d a d de razones existentes: dificultades
y con derecho, traicionado, ya que no se le había aclarado desde el económicas, problemas de habitabilidad, desocupación, patologías
principio que su relación con el asistente se inscribía dentro de un diversas en los distintos integrantes del núcleo (alcoholismo, presencia
contexto de ayuda y de control a la vez: es decir, en el contexto de de discapacidad, etcétera). Cuando en la familia aparece un episodio
la protección del menor. de maltrato a los menores (o, más frecuentemente, cuando un episodio
más grave de maltrato sigue a otros que los trabajadores sociales habían
De esta manera, en este punto de la relación se vuelven previsibles
preferido ignorar), los servicios se encuentran frente a la frustrante
las reacciones, incluso violentas, de protesta por parte del sujeto. Ya
necesidad de declarar fracasados sus esfuerzos de asistencia. Para no
no se trata de amenazas formales como aquellas que a veces los sujetos
ceder en su papel de ayuda y de apoyo con respecto a la familia,
dirigen al asistente cuando él, desde el comienzo, aclara que está
obligado por la ley a proteger al menor; sino de amenazas sinceras ellos prefieren demorar la denuncia al Tribunal y mandar directamente
y fundadas, al punto que, en casos límite, pueden traducirse en a los sujetos a otro servicio (en el caso específico, a nosotros). Con
agresiones físicas al incauto asistente. todo esto, les hacen entender sólo implícitamente que el maltrato no
será denunciado al Tribunal con la condición de que la f a m i l i a acepte
Un elemento que no debe descuidarse y que actúa cuando se trabaja
dejarse conducir por terceros, quienes la ayudarán a resolver sus
en un contexto que no ha sido delineado en modo claro es la ansiedad
— n o bien identificados— problemas.
que invade al asistente cada vez que asiste al imparable deterioro de
Naturalmente, la familia, en este momento, recibirá formalmente
su intervención en la familia que maltrata, sin que el menor resulte
la invitación de dirigirse al centro especializado, y, más o menos
protegido en forma apropiada, con el peligro constante de que un nuevo
oportunamente, se pondrá en contacto con él. Su actitud, sin embargo,
maltrato tenga lugar. Una enseñanza fundamental que nuestro equipo,
será la de restar importancia a la gravedad de los problemas y la de
al inicio de su trabajo, recibió del equipo de Lausana, dirigido por
alterar su naturaleza. Los padres sostendrán, por ejemplo, que se les
Odette Masson, es la siguiente: " E n primer lugar, colocarse en
aconsejó dirigirse al servicio para recibir sus indicaciones acerca de
situaciones seguras". Eso significa estar tranquilos de haber cumplido
cómo tratar al niño, quien "es muy vivaz", o para resolver problemas
http://psicoalterno.blogspot.com/

44 NIÑOS MALTRATADOS ¿SE PUEDE "CURAR" SIN DEMANDA DE AYUDA? 45

de pareja ya "superados". Los problemas se remontarán a un período que tratar de evitarla mientras se vislumbren esperanzas de una
anterior, cuando el marido bebía o cuando vivían todos en una casa "verdadera" intervención.
inadecuada, para concluir que ahora "todo va bien". De tal manera En un trabajo anterior (Azzoni, C i r i l l o , Di Blasio y otros, 1985)
que los asistentes se encontrarán ante la situación paradójica de describimos el cambio que nos proponemos introducir en tal conso-
responder a la petición de pacientes "espontáneos" que declaran no lidada tradición, que se da en la relación entre servicios y Tribunal
tener ninguna necesidad de ellos. Experimentarán una impotencia total de Menores; conviene recurrir al juez cuando se considera que la
al tratar sufrimientos que intuyen más allá de la cortina de mentiras, familia es capaz todavía de progresar, pero sumamente reacia a
y estarán obligados a sufrir un rápido abandono por parte de los sujetos. someterse a un tratamiento terapéutico. 8

Comunicar a quien se lo ha enviado que el sujeto ha abandonado Desde este enfoque, la denuncia al Tribunal no constituye sólo un
el tratamiento no es suficiente para salir del enredo. Esto es así porque acto de responsabilidad por parte del servicio, consciente de su deber
dicho profesional no ha pactado explícitamente con la f a m i l i a , de proteger ante todo al menor. La denuncia se transforma en un
condición por la cual demorar la denuncia al Tribunal (convirtiéndose instrumento clínico para lograr la comunicación con una familia que
de hecho en cómplice de la familia) implicaba, por parte de ésta, la de otro modo sería inalcanzable (Vassalli, 1987).
adhesión a un programa de intervención relativo a un maltrato Los padres que mandan a la escuela un niño cubierto de moretones
constatado y objetivo. Cuando la familia abandona el tratamiento, el o mordiscos, de hecho admiten que el problema de la violencia surge
servicio que la ha enviado encuentra todavía más difícil proceder a del círculo familiar. Si bien están preparados — c o m o es comprensible,
una tardía denuncia. El tiempo ha transcurrido, el recuerdo del maltrato en el sentido que ya hemos explicado anteriormente— para negar la
se ha ido borrando, las cartas sobre la mesa se han mezclado demasiado. evidencia de su propia responsabilidad, recurriendo a ridiculas
La familia declara que se ha dirigido una o dos veces al centro indicado mentiras, permitiendo también, aunque de modo contradictorio y
y que ha recibido la ayuda necesaria: " A h o r a ya no hay más pro- distorsionado, que el maestro o el médico escolar perciban el triste
blemas". Y quien la ha enviado se encuentra desarmado. desenlace de sus problemas irresueltos, piden ayuda. Solamente
enfrentándolos a sus responsabilidades podremos ayudarlos a salir de
La denuncia, único instrumento para el enganche una condición, a su j u i c i o , sin salida. La primera disposición a tomar
es el inmediato alejamiento del niño en peligro. Pero esta disposición
Únicamente después de repetidas experiencias, en las cuales —y esto se les explica claramente a los padres— se toma en primer
nosotros mismos habíamos estado abogando por este tipo de envíos, lugar para proteger al menor, pero con un segundo objetivo estre-
nos hemos dado cuenta de que esta práctica de los servicios socio- chamente ligado: investigar si es posible cambiar las razones que son
sanitarios, de enviarnos "falsos casos espontáneos", era no sólo la causa del maltrato, para lograr recuperar la positiva relación padre/
improductiva, sino hasta nociva. En aquel tiempo, estábamos conven- hijo que es fundamental para el desarrollo de su niño.
cidos de poder trabajar mejor con familias que, aunque fuera en cierta Naturalmente, los asistentes resultarán dignos de confianza si, en
medida, "aceptaban" dirigirse a nosotros (aceptación que se manifestó primer lugar, ellos mismos están convencidos. De hecho, ¿por qué
después como mero ritual). Sin embargo, es necesario admitir que motivo los trabajadores sociales no le piden al magistrado que proceda
una orientación de este tipo encuentra sus orígenes en una enraizada a un alejamiento, a través de su autoridad, en todos los casos de niños
convicción de los servicios sociales, que señala al Tribunal de Menores afectados por psicosis o por otros graves disturbios psíquicos? Porque
como " a l último lugar" donde denunciar a las familias definitivamente
derrumbadas, donde alejar a los hijos de padres irrecuperables. Desde
este punto de vista la denuncia se considera una catástrofe clínica,
8. Nos sentimos satisfechos de nuestro modo de concebir el recurso al Tribunal de Menores
un obstáculo para todo posterior contacto entre el terapeuta y la familia, como un instrumento más para la recuperación del caso, debido a algunas acertadas intervenciones
algo que está más allá del puro y simple control, por lo tanto hay de los magistrados. Véase, por ejemplo a Moro (1988).
http://psicoalterno.blogspot.com/

46 NIÑOS MALTRATADOS

si bien consideran que estos síntomas van unidos a una profunda


distorsión de las relaciones dentro de la familia, no se puede constatar,
claramente, en tales casos, un acto lesivo por parte de los padres. En
las situaciones de maltrato, por el contrario, hay un acto lesivo evidente,
que obliga a proteger al menor. Pero el asistente sabe que, detrás,
al igual que en la psicosis, se encuentra la presencia de conflictos
de la relación disfuncionales a los cuales quiere acceder, incluso
valiéndose de la denuncia. 9

9. Véase con este fin, un interesante debate aparecido en el Family Therapy Networker (1985.
volumen 9), a propósito de la distinción entre víctimas y "victimarios" en los casos de violencia entre
cónyuges. En tal debate, un planteamiento feminista (véase nº 3, en la sección "Cartas", páginas 9-
11) criticaba ferozmente algunas afirmaciones de Minuchin —aparecidas en el número anterior—
acerca de la dificultad de discriminar en los casos de violencia quién es la víctima y quién el
verdugo. Dicho planteamiento argumentaba con firmeza y sentido común lo referente al daño físico
evidente (ojeras, huesos rotos, quemaduras en la piel, sangre coagulada), recordando la diferencia
de la fuerza física entre el hombre y la mujer. Por eso, ellos rechazaban firmemente el uso de la teoría
sistémica que pudiera poner en discusión tales evidencias. Una buena intervención, aparecida —
también en la sección "Cartas"—en el nº4, pág. 4, firmada por Harris, parece aclararnos la aparente
contradicción del extremo que dice que "las mujeres golpeadas son responsables de la violencia que
padecen" y "los terapeutas de familia son insensibles y antifeministas porque sostienen este punto
de vista". El escritor —que pretendía salvaguardar el punto esencial de la "neutralidad" del terapeuta
de familia y simultáneamente resaltar lo inaceptable que es en una sociedad civilizada la violencia
contra las mujeres— demuestra cómo la cuestión está epistemológicamente mal enfocada. El
lenguaje de "crimen y víctima" es un lenguaje legal y en el campo de la ley un hombre que pega a
su mujer es culpable de un delito y debe ser castigado. El campo de la terapia no se ocupa de atribuir
razones o sinrazones, culpa o inocencia, sino de cambiar las actitudes. ¿Y cómo se puede ayudar a
una pareja si no se comprenden las dinámicas particulares que producen la interdependencia entre
quien abusa y quien sufre el abuso?
http://psicoalterno.blogspot.com/

2. LA TERAPIA EN SITUACIONES DE COACCIÓN

LOS P R E R R E Q U I S I T O S C O N T E X T Ú A L E S

En la Introducción y en el capítulo 1, hemos tratado de transmitir


tanto el clima emotivo que acompañó el surgimiento del Centro y
las primeras experiencias de trabajo con las situaciones de maltrato,
como la reconstrucción de la historia desde los inicios, de las d i f i -
cultades, de los obstáculos y de los "ensayos y errores".
Querríamos ahora dar un paso más, al tratar de exponer el
procedimiento actualmente adoptado en el planteamiento del traba-
jo psicológico con la familia que maltrata. Un procedimiento que, en
los hechos, nuestra experiencia nos indica que resulta útil y satisfac-
torio, pero sin dudar que, en un futuro, se pueda mejorar y perfeccionar.
Antes de iniciar un trabajo psicológico con la f a m i l i a , estamos con-
vencidos de la oportunidad de estructurar algunas precondiciones,
mediante una serie de operaciones en secuencia, situadas en el ámbito
del proceso global del tratamiento. Cualquier intervención psicológica,
en ausencia de tales precondiciones, tiene muchas posibilidades de
fracasar. De igual manera que errores y omisiones en la secuencia
del proceso de tratamiento se pueden difícilmente salvar en las fases
sucesivas. Veamos entonces cuáles son los elementos relevantes de
tipo contextual que, de acuerdo con nuestra experiencia, constituyen
los prerrequisitos para el trabajo clínico posterior.

Relato e informe de los denunciantes

Está claro que el inicio de todo el proceso se funda en la supo-


sición de que un niño está siendo víctima de violencia familiar. T a l
duda se transforma en certeza en los casos, nada infrecuentes, en los
http://psicoalterno.blogspot.com/

48 NIÑOS MALTRATADOS

que se observan signos inequívocos de golpes, equimosis, arañazos,


hematomas, o bien vestimenta descuidada e inadecuada, desnutrición,
graves carencias en la asistencia médico-sanitaria, y hasta violencia
sexual explícita y convincentemente revelada por la víctima (por
ejemplo, a un amigo o a un maestro).
Sin embargo, muy a menudo, incluso en casos tan notorios, muchos
asistentes creen poder resolver el problema adoptando procedimientos
informales e indirectos, como por ejemplo citar a la familia con algún
pretexto, el planteamiento de una charla falsamente amistosa, la
tentativa de estimular la confidencia y la confianza de los padres, o
de cubrir, con intervenciones asistenciales, las más inmediatas y
concretas dificultades económicas del núcleo familiar, etcétera.
En otros casos, por el contrario, se piensa en tratar este tipo de
situaciones mediante una intervención acreditada sobre los padres (por
ejemplo, la de un director de escuela o de un maestro), dirigida a
investigar las causas de las lesiones o de la desatención, y a exhortarlos
paternalmente para que cuiden de los hijos de manera más apropiada.
Estos intentos, como bien saben los asistentes que los han experi-
mentado, no obtienen ningún resultado, o, en el mejor de los casos,
producen algún que otro cambio de brevísima duración. 1

Sucede entonces, quizá después de algunas semanas o meses, que


puntualmente el niño presenta nuevamente signos de violencia o de
desatención. En el caso del incesto, subestimar el problema produce
consecuencias todavía más graves para la víctima quien, interpretando
que no le han creído ni tampoco protegido, puede tener reacciones
autoagresivas, intentar fugarse o suicidarse, usar drogas, etcétera.
Los asistentes escolares, sanitarios, socioasistenciales no deberían
olvidar que su papel de oficiales públicos impone la obligación, en
los casos de delitos de violencia a los menores, de denunciar a la
autoridad judicial, basándose en los artículos 330, 333 del Código
C i v i l italiano, y para los delitos que se investigan de oficio, los artículos
570, 5 7 1 , 572 del Código Penal italiano (Ichino Pellizzi, 1988).
Ciertamente, adoptar disposiciones de este tipo puede no resultar
fácil, sobre todo cuando se está convencido de que el maltrato es un
síntoma de un malestar que debería curarse antes que penarse. Pero,

1. Debemos señalar que frecuentemente el padre que asiste a la cita del asistente no es el que
maltrata, sino más bien el cómplice silencioso de una pareja evidentemente más violenta. Por lo
tanto, éste resulta partícipe de una dinámica violenta que no puede o no quiere modificar.
http://psicoalterno.blogspot.com/

LA TERAPIA EN SITUACIONES DE COACCIÓN 49

también es cierto que a veces la falta de cumplimiento de tales


obligaciones constituye la señal de una difundida tendencia a sub-
estimar y a negar los imprescindibles derechos de los menores,
juntamente, quizá, con la convicción de que una familia que maltrata
y violenta hace menos daño que los servicios, la policía o los tribunales.
Desgraciadamente, sabemos que las consecuencias a breve y a largo
plazo sobre la salud mental de los sujetos víctimas de violencia son
muy graves, mucho más de lo que la misma bibliografía especializada,
psicológica y psiquiátrica, había supuesto algún tiempo atrás. 2

Se trata entonces de individualizar modalidades de intervenciones


capaces, como hemos dicho, de superar por un lado la negación del
problema y la sensación de impotencia, y por el otro la simple
incriminación del culpable.
Frente a casos de violencia familiar, el primer objetivo — n o nos
cansamos de repetirlo— es el de proteger a los menores. Esto es posible
sólo si los asistentes activan los recursos disponibles, y si se
comprometen, no eludiendo la obligación de investigar, a informar
y relatar, y por lo tanto a denunciar.
El primer paso consiste en recoger, lo más pronto posible, elementos
seguros que prueben la violencia. Un maestro podrá, por ejemplo,
redactar un detallado informe fruto de sus observaciones, o hacer que
el niño sea revisado por el médico escolar para establecer la real
entidad, y, de ser posible, las causas de las lesiones físicas. También
podrá solicitar la ayuda de los servicios denunciando los casos
sospechosos, sin que por ello delegue totalmente el problema, sus-
trayéndose a la obligación de redactar un informe o de denunciar el
caso, con la falsa esperanza de que los otros puedan cumplir con
obligaciones que le son propias. Sólo gracias a denuncias acompañadas
de informes médicos, de relatos detallados y completos, es posible
atender oportunamente a una protección de los menores con inter-

2. La bibliografía acerca de las consecuencias a corto y a largo plazo ha puesto en evidencia la


presencia de disturbios en varias funciones y en varias esferas de la vida del niño como, por ejemplo,
en el aprendizaje, en la expresión de la agresividad, en la capacidad de socializar y, en general, de
estructurar vínculos interpersonales, y hasta en el desarrollo de la inteligencia y de las habilidades
lingüísticas. Para una mayor profundización se puede consultar algunos, entre los más recientes
trabajos que tratan estos temas (Allen, Oliver, 1982; Bagley, Mc Donald, 1984; Bolton, Reich,
Guttierres, 1977; Bowman, Blix, Coons, 1985; Barahal, Waterman, Martin, 1981; Brassard,
Germain, Hart, 1987; Deschamps, Pagean, Person, Deschamps, 1982; Elmer, 1978; Friedrich, Ein-
bender, Lucke, 1983; Monane, Leichter, Lewis, 1984; Pardeck, 1988; Post, 1982, Sack, Dale, 1982;
Shengold, 1985; Toro, 1982; Valdiserri 1982.)
http://psicoalterno.blogspot.com/

50 NIÑOS MALTRATADOS
LA TERAPIA EN SITUACIONES DE COACCIÓN 51

venciones del Tribunal que prevean también la posibilidad de recu-


fundada. De este modo podrán disponer una primera investigación
peración de la familia. Con mucha frecuencia, con tal de evitar tales
por parte de los servicios, que quizá decidirán el cierre del expediente,
obligaciones, se termina condenando a los niños y a sus familias a
aunque desgraciadamente estos casos se dan en muy contadas
la " p r i s i ó n " de la violencia crónica (Cirillo, 1986a). En ausencia de
ocasiones. Resulta mucho más frecuente que la investigación ponga
disposiciones jurídicas oportunas y claras, cualquier asistente experto
al descubierto graves y complejas situaciones familiares, en las cuales,
en problemas sociales y psicológicos se encuentra frente a familias
sin embargo, frente a una denuncia ambigua y titubeante, se termina
reticentes y reacias a aceptar ayuda alguna.
por intervenir con retraso y encontrar notables resistencias.
El apoyo y la intervención psicológica representan un recurso, una
Por el contrario, mediante una denuncia acompañada por el informe
posibilidad, una ocasión aprovechable —en casos similares-— sola-
médico o psicosocial, la magistratura está en condiciones de adoptar
mente después de la activación de un mecanismo judicial.
oportunamente medidas para la protección de los menores y de
Es evidente que la integración entre estos dos aspectos es indis-
encaminar un programa de evaluación de la familia.
pensable e imprescindible. Sólo así la denuncia al Tribunal se trans-
En esta fase del proceso intervienen los trabajadores psicosociales,
forma en aquel instrumento con altas potencialidades clínicas al que
a los cuales se les confía la tarea de interpretar las razones de la
hemos hecho referencia en el capítulo anterior.
violencia, de evaluar la situación y de dar indicaciones útiles para
predisponer programas definitivos que tienen como fin la tutela de
El decreto del Tribunal de Menores
los menores.
y las disposiciones provisionales
El decreto del Tribunal, junto con los informes de los denunciantes,
La denuncia al Tribunal de Menores constituye, por lo menos de
3 constituye entonces la segunda premisa indispensable para la cons-
acuerdo con nuestra experiencia, un canal accesible, eficaz y favo- trucción de un contexto diagnóstico eficaz. Por supuesto, al formular
recedor, en cuanto permite poner en marcha, al mismo tiempo que el decreto provisional, el magistrado tiene en cuenta los elementos
la protección del menor, un trabajo psicológico con las familias. Los peligrosos de la situación familiar y puede disponer —en caso de alto
jueces de menores nos han parecido siempre muy sensibles en la riesgo— alejar inmediatamente a los menores, o bien —en caso de
consideración del interés principal del menor, que es el de ser re- bajo riesgo— permitir su residencia en familia.
insertado en el núcleo familiar, cuando éste se encuentre en condiciones En ambos casos, es evidente la parcialidad de estas disposiciones,
de cumplir adecuadamente sus propias funciones educativas (Bertotti, si no van acompañadas de la predisposición de intervenciones, por
Malacrea, 1987). una parte, de apoyo y de evaluación y, por la otra, de control tanto
Dichos jueces, al evaluar los elementos de que disponen, se de padres como de hijos. Es evidente que la magistratura de menores
preocupan en primer lugar de confirmar si se trata de una denuncia no puede desarrollar adecuadamente su propio deber de tutelar sin
el auxilio de los servicios sociales y de asistentes con competencias
3. En el plano jurídico, el maltrato da lugar esencialmente a dos tipos de intervenciones, el de psicológicas que individualicen las dificultades de la familia y evalúen
la magistratura ordinaria que, después de la denuncia, interviene para reprimir penalmente al adulto su susceptibilidad al cambio. La acción del magistrado, en caso
y el de la magistratura de menores que tiene el deber de tutelar y de proteger a los menores, víctimas
de violencia. Entre los dos tipos de intervención, sin embargo, no siempre es posible una integración.
contrario, se reduciría a la de un rígido censor que emite disposiciones
La legislación italiana, de hecho, no considera que la magistratura ordinaria tenga la obligación de fundadas esencialmente en normas generales más que en la inves-
denunciar al Tribunal de Menores, y sí, a la inversa. De esta manera, puede suceder que la tigación de los datos concretos (Vassalli, 1987).
magistratura de menores no sea solicitada para interesarse en el caso: hecho éste que indudablemen-
te compromete la posibilidad de adoptar programas adecuados de tutela a los menores. Es por este
Por otra parte, la intervención de los expertos con competencias
motivo que comúnmente las denuncias se transmiten al Tribunal de Menores "donde el juez, tiene socio-psicológicas sería inútil en ausencia de disposiciones que señalen
la obligación de averiguar (también de oficio) las diversas situaciones de abandono o de perjuicio claramente, incluso ante la familia, la necesidad de proteger a los
del menor y de dirigir eventualmente a los padres al juez penal, en el caso que esto fuera necesario
y se dieran los extremos" (Ichino Pellizzi, 1988, pág. 39).
menores debido a los comportamientos inadecuados de los padres.
¿Qué credibilidad y posibilidad de intervención tendrían el psicólogo
http://psicoalterno.blogspot.com/

52 NIÑOS MALTRATADOS LA TERAPIA EN SITUACIONES DE COACCIÓN 53

o el asistente social si se librara a la familia completamente de cualquier a juzgar como ineptos e irrecuperables a esos padres, y, por consi-
responsabilidad jurídica? En los hechos, ninguna. La familia, por guiente, a su relación con el hijo.
descontado, se sentiría legítimamente autorizada —y de nada serviría Del mismo modo, un asistente social que en los encuentros con
la opinión de los asistentes sociales— a perpetuar la misma dinámica los padres o en las visitas domiciliarias debe evaluar —supongamos—
relacional que conduce a la violencia hacia los hijos. las condiciones de habitabilidad antes que las aptitudes organizativas
de la madre y de apoyo económico del padre, podría verse abocado
Definiciones de los deberes e integración de los servicios a apoyar a la familia mediante intervenciones asistenciales, y por lo
tanto inclinarse a su favor y atribuir a la desocupación, a las difíciles
En la formulación del decreto, el juez de menores, además de las condiciones económicas, al disgusto social o a ciertos eventos críticos,
disposiciones provisorias que en opinión de la familia pueden parecer las raíces de la violencia y de la crisis. D e l m i s m o modo, una
punitivas (como, por ejemplo, el alejamiento de los menores, la intervención psicológica en la familia, desconectada de las disposi-
limitación o suspensión de la potestad con la consiguiente entrega ciones judiciales o de las intervenciones de los servicios, quizás haga
en custodia de los menores al servicio social o el nombramiento de suponer que la comprensión y la explicación de los puntos conflictivos,
un tutor), predispone medidas de control, de apoyo y de evaluación de las motivaciones y de las expectativas de cada uno y de las razones
diagnóstica aptas para aportar elementos para un programa definitivo. de la crisis sean suficientes como para producir cambios que excluyan
Las intervenciones necesarias para la tutela deben, entonces, traducirse la repetición de la violencia. Finalmente, también el magistrado puede
en operaciones coordinadas de verificación y de apoyo, tanto a los caer en el error de sobrevalorar la eficacia de su intervención cuando
menores como a la familia (Azzoni, Cirillo, Di Blasio y otros, 1985; piensa que puede desalentar en los padres posteriores comportamientos
Cirillo, Di Blasio, Vassalli, 1987). inadecuados sobre los hijos exclusivamente con la fuerza de persuasión
En situaciones complejas como las del maltrato es inevitable que de su propia autoridad o adoptando solamente disposiciones de carácter
muchos trabajadores sociales con especializaciones y con tareas judicial.
distintas aporten elementos para la formulación de un programa
Esto no quiere decir que cada uno de los trabajadores sociales deba
definitivo. El riesgo siempre latente es que entre los mismos asistentes
abandonar sus propios instrumentos operativos, subestimarlos por ser
surjan conflictos y discordias producidos no sólo por la incapacidad
parciales y considerarlos inadecuados, entrando, quizás, en compe-
de conciliar planificaciones y epistemologías diversas, sino también
tencias distintas. Este error, que se da con frecuencia, incluso en otros
por la misma parcialidad intrínseca del punto de vista de cada uno.
contextos operativos, sería irreparable en las situaciones de violencia
Este segundo problema — d e l cual deriva la necesidad de integración—
que, por la naturaleza multidimensional del problema, requieren
es, a nuestro modo de ver, sin duda más relevante que el primero.
intervenciones y operaciones diferenciadas. No debe olvidarse que,
Las dificultades no surgen solamente de la aprobación total al propio
para delinear en modo complejo y dinámico el problema de la violencia
modelo de referencia (que puede ser médico, social, jurídico, psico-
en familia, es necesario considerar una cantidad de factores y de
lógico) sino además de la tendencia de los trabajadores sociales a
circunstancias críticas de tipo jurídico, sanitario, social y psicológico
extraer conclusiones generales de observaciones parciales. Por ejem-
(Bertotti, Malacrea, 1987). Cada uno de los campos de trabajo es
plo, los educadores encargados de ocuparse de un niño víctima de
indispensable en virtud de su especificidad, pero hay que llegar a un
violencia, alejado de la familia y acogido en una institución, concen-
acuerdo para que se puedan integrar en un programa unitario que las
trarán, como es lógico, su atención en el menor, sobre sus pertur-
comprenda y las valore (Masson, 1981, 1988).
baciones, sus dificultades psicológicas y de relación con los padres,
para obtener, quizá, cambios significativos en el rendimiento escolar Por ejemplo, el modo en que una familia utiliza una contribución
y en la esfera personal. Pero, si notan que las visitas de los padres económica no es solamente una información útil para el psicólogo
perturban al niño y encienden nuevamente sus temores, podrían llegar encargado de la evaluación diagnóstica, sino que además se transforma
http://psicoalterno.blogspot.com/

54 NIÑOS MALTRATADOS LA TERAPIA EN SITUACIONES DE COACCIÓN 55

en una diversa modalidad operativa para el asistente social, si éste tediosa primera sesión dedicada totalmente a la recopilación de in-
conoce las dinámicas de pareja que se dan bajo la administración formaciones. 4

económica. De forma análoga la descripción de una visita domiciliaria Debemos advertir que, y esto es todavía más grave, enfrentarse a
de control, mediante la cual se observa la presencia de desorden y la familia "en la oscuridad" hace imposible organizar y formular
confusión, es útil no sólo al asistente social para percibir la persistencia hipótesis preliminares que puedan ser verificadas en la sesión. La
de la desatención, sino también al psicólogo para tratar en la sesión hipótesis, como sabemos, representa uno de los instrumentos más
el hecho de que la esposa no ha abandonado todavía sus deseos de eficaces en la conducción de las entrevistas y, ciertamente, uno de
revancha y de venganza hacia su marido, deseos que se manifiestan los principales fundamentos para la comprensión de los problemas
descuidando las tareas domésticas. De este modo, la intervención del de la familia. 5

educador que limita a los padres las visitas en interés del niño es En el caso de las familias que maltratan, el psicólogo que se
más eficaz si se acompaña de una explicación específica (dada tanto encuentre en la imposibilidad de formular una hipótesis corre un riesgo
a los padres como al niño), por estar fundada en las informaciones posterior: el de ser inmovilizado por las reticencias de la familia o
comunicadas al educador por el psicólogo que trata las dificultades confundido por sus negaciones. El conocimiento de los elementos
que la pareja afronta en esa particular fase del trabajo terapéutico. sobresalientes que caracterizan la historia de la familia y la elaboración
La integración entre las intervenciones, desde este enfoque, busca de hipótesis acerca de los motivos de la crisis es, por lo tanto, aún
conseguir una simultaneidad de operaciones unidas entre sí por un más indispensable en las situaciones de abuso. Las hipótesis dan, de
constante intercambio de informaciones que tienen todas como fin, hecho, una guía para intentar entrar sin demora en el punto central
la evaluación de la recuperabilidad de la relación entre padres e hijos. de los problemas psicológicos que generan disgusto y sufrimiento.
Justamente, de tal consideración surge la necesidad de proceder a
una recopilación de informaciones preliminares que se deben sintetizar
EL PRIMER CONTACTO CON LA FAMILIA en una ficha sobre la cual el equipo prepara el primer encuentro. Se
trata de datos que se refieren al núcleo familiar y a la familia de origen
Solamente después que se ha definido claramente el cuadro insti- y que, en nuestro caso, son recogidos por el asistente social del Centro
tucional y el requerimiento que el Tribunal dirige a los especialistas con la cooperación de ambos padres en el transcurso de una visita
(similar a un requerimiento pericial), el servicio encargado de la domiciliaria o, en contadas ocasiones, de una conversación telefónica.
evaluación puede iniciar el múltiple diagnóstico que, en nuestro caso, El informe relacional está siempre organizado en torno a algunas
se plantea en una perspectiva sistémico-interactiva dividida por el áreas que la experiencia clínica indica como las más significativas.
equipo (véase en la introducción el párrafo relativo al modelo teórico Es inoportuno e inútil buscar detalles informativos superfluos con la
de referencia). pretensión de querer saber todo rápidamente, así como resulta insu-
ficiente la simple recopilación de datos anamnésico-biográficos. Como
El expediente familiar promedio, al menos de acuerdo con nuestra experiencia, una entrevista
de veinte minutos debería ser suficiente para suministrar los principales
La primera exigencia imprescindible para quien opera, tanto en un elementos relacionales.
ámbito privado como público, es la compilación de un expediente
4. En lo que concierne a la utilización y a las modalidades de cumplimentar el expediente
familiar: Este debe contener una serie de informaciones preliminares
familiar en el ámbito privado, véase Di Blasio, Fischer, Prata (1986, págs. 5-17). En el libro de
útiles para formar un cuadro que permita empezar a comprender los Covini y otros (1984, págs. 62-68) están contenidas útiles indicaciones acerca del primer contacto
modelos organizativos de la familia. Sin tales informaciones se corre en el ámbito de un servicio público.
5. La hipótesis sistémica, según la definición dada por Selvini Palazzoli y otros (1980) "es
el riesgo de hundirse en las modalidades de relación que caracterizan
aquella que incluye a todos los miembros del sistema y otorga una suposición concerniente al
a la familia sin poderlas controlar, o bien, al contrario, imponerle una funcionamiento relacional global" (pág. 11).
http://psicoalterno.blogspot.com/

56 NIÑOS MALTRATADOS
LA TERAPIA EN SITUACIONES DE COACCIÓN 57

En la práctica normal de la terapia familiar, además de los simples La utilidad de proceder en el trabajo a través de la verificación
datos registrados acerca del núcleo familiar y de la de origen, son de hipótesis es un dato ya adquirido. Por otra parte, también el
explorados algunos aspectos que representan ocasiones de conflictos presupuesto según el cual " l o más complejo explica lo más simple"
más o menos latentes, como por ejemplo el trabajo, sobre todo de —es decir que los fenómenos típicos del núcleo familiar son exa-
la mujer, eventuales cambios o suspensiones de actividad de uno o minados a la luz de la complejidad del sistema general— se confirma
de otro cónyuge, la presencia de frecuentes desplazamientos o viajes por la experiencia (Ricci, 1981; Ricci, Selvini Palazzoli, 1984). Esto
de trabajo, traslados o mudanzas de la familia, las convivencias o las significa que el múltiple diagnóstico debe comenzar ampliando el
estrechas vecindades de habitabilidad con padres y/o parientes. Es muy análisis a niveles de complejidad superior y por eso citando a una
importante considerar siempre con atención la presencia de convivien- de las primeras sesiones no sólo al núcleo familiar, sino también a
tes, sean éstos los padres u otros parientes. Estos, de hecho, al igual los convivientes y a las otras personas eventualmente involucradas
que los componentes del núcleo familiar, son a todos los efectos en el problema. En las siguientes sesiones, el trabajo de evaluación
miembros del sistema familiar, y como tales pueden colaborar para podrá proseguir con dos personas o hasta con un solo individuo, con
sostener la crisis de la familia de la cual todo síntoma (incluida, en la condición de que inicialmente se hayan explorado niveles de
el caso específico, la violencia) es la expresión. complejidad superior.
En la investigación de familias de origen resulta importante tratar El expediente relacional sirve, entonces, para decidir desde qué nivel
de entender si uno de los abuelos juega un papel paternal suplente del amplio sistema de comunicación (Ricci, 1981) se debe partir y
con respecto a los nietos, o si existen coaliciones tanto simples (por para formular una primera hipótesis acerca del "juego patológico".
ejemplo un abuelo con su propia hija) como complejas (por ejemplo, Una regla fundamental en la conducción de la entrevista preliminar,
el suegro con la nuera). Un elemento disfuncional de este tipo nos donde se completa el expediente, es la de mantener una posición neutral
permitiría hipotetizar la existencia de una suerte de grupo alternativo, que tienda a desalentar toda eventual tentativa de manipulación o de
en el cual los papeles parentales son desarrollados por un abuelo o coalición por parte del interlocutor.
por uno de los padres, con la exclusión de su pareja ( D i Blasio, Fischer,
La necesidad de la entrevista para completar el expediente se funda
Prata, 1986).
en la reformulación y en la repuntualización — p o r medio de posteriores
En lo que respecta, en particular, a la familia que maltrata, que preguntas— de los términos del problema, además de la inclusión
frecuentemente es una familia irregular o multiproblemática, hemos progresiva en la investigación de los miembros ausentes del sistema.
enriquecido la ficha de informaciones con más detalles sobre algunas Para este f i n es muy importante evitar aquellas preguntas que podrían
áreas potencialmenté conflictivas, como por ejemplo la presencia de inducir al interlocutor a comentar y a evaluar los comportamientos,
hijos nacidos de uniones anteriores, su posición jurídica en el núcleo las opiniones y los sentimientos de los miembros ausentes. El asistente
actual, las diferentes relaciones entre padres separados con respecto social debe, entonces, solicitar la descripción solamente de los hechos
al cuidado de los hijos, el recurso a la institucionalización de los hijos, y de los comportamientos, y ser en el transcurso de la entrevista un
las eventuales experiencias de institucionalización o de maltrato activo solicitador de informaciones y nunca un receptor pasivo de datos
sufridas en la infancia por los mismos padres. y noticias. Con habilidad y tacto, debe entonces estar en condiciones
Las informaciones sintetizadas en el expediente relacional cons- de oponer a la lógica lineal propuesta por el usuario, su propia visión
tituyen un preciado instrumento de trabajo, ya que permiten formalizar centrada en la trama de las relaciones.
un primer y provisional mapa de las relaciones familiares conforme
al cual:
A quién citar en la primera sesión

a) decidir a quiénes citar a la primera sesión;


Uno de los objetivos del expediente familiar, como hemos dicho, es
b) formular hipótesis a verificarse en el encuentro con la familia. el de dar indicaciones acerca de quién debe ser citado a la primera
http://psicoalterno.blogspot.com/

58 NIÑOS MALTRATADOS LA TERAPIA EN SITUACIONES DE COACCIÓN 59

sesión. La citación asume el valor de una verdadera y propia inter- Otro caso, en el cual la presencia del servicio social o del organismo
vención, cuyas potencialidades terapéuticas serán esclarecidas en el receptor es determinante, es aquel en el cual, dada la entidad no grave
transcurso del capítulo 5. del maltrato, el Tribunal pudo haber entregado para su custodia a los
menores al mismo organismo, sin disponer su alejamiento de los
En un centro privado de terapia familiar, frecuentemente, la gama
padres. La familia podría caer entonces en el error de pensar que el
de personas involucradas en el problema de la familia se restringe
inicio del diagnóstico constituye un motivo suficiente para librarla del
a los parientes. La eventual convocatoria de parientes es funcional,
control del servicio social. De ello se desprende la utilidad de definir,
por lo tanto, para la verificación de específicas hipótesis acerca del
en el primer encuentro de diagnóstico, las diferentes —pero integra-
juego patológico que sostiene el síntoma. En un servicio público, por
das— tareas de evaluación y de control que serán llevadas a cabo
el contrario, no siempre es posible iniciar los encuentros en la seguridad
por los dos servicios.
de que el contexto esté tan claro y definido como para no interferir
En estos casos, la primera sesión tiene como f i n la definición de
con el específico problema de la familia. Sabemos, de hecho, que el
los límites del contexto, y sólo en forma secundaria la primera
contexto dentro del cual se sitúa una intervención "pública" comprende
verificación parcial de las hipótesis relativas a los elementos psico-
trabajadores de otros servicios que continúan teniendo contactos con
lógicos y relacionales ligados a la violencia. Se trata, por lo tanto,
la familia, o como terapeutas individuales de un miembro del núcleo
de un encuentro importante, pero preparatorio, para el siguiente, en
familiar, o como aparato de apoyo, o bien como profesionales
el cual, frecuentemente en presencia de miembros de las familias de
coadyuvantes. En los casos de maltrato, como se ha descrito ya
origen, se comenzará a recorrer nueva y gradualmente la historia pasada
ampliamente en los párrafos anteriores, el metacontexto dentro del
y a "replantearla", proponiendo a la familia una lectura distinta de
cual se sitúa la evaluación asume una relevancia tal como para ser
la que hasta entonces compartía de forma predominante. C o n frecuen-
considerado imprescindible.
cia es importante analizar las relaciones con las familias de origen
Desde este enfoque, es entonces importante tener siempre presente no en uno, sino en dos encuentros, a cada uno de los cuales serán
que la cita a la primera sesión se decide dándole prioridad a los citados, por separado, los respectivos parientes de los dos cónyuges.
elementos contextúales que están más inmediatamente relacionados En la situación ideal (no imposible de lograr, gracias a un profundo
con el juego familiar. Es así, entonces, que en las situaciones donde trabajo preliminar) en la cual todos los prerrequisitos nombrados con
faltan o son poco claros algunos prerrequisitos de la "terapia coactiva", anterioridad, además de haberse completado, han sido previamente
resulta indispensable dedicar una parte del primer encuentro diagnós- aclarados a la familia, se puede acelerar el m ú l t i p l e diagnóstico
tico a su definición, cuidando de que la sesión no se transforme en convocando, ya a la primera cita, a un miembro de la red de parientes
un encuentro contradictorio acerca del maltrato. Si el informe del que se supone cubre un papel significativo en la dinámica del maltrato.
maestro que atestigüe el maltrato es ambiguo (por ejemplo, un cer- Debemos precisar que, normalmente, esto se da en los casos de
tificado médico donde se alude a la violencia sólo implícitamente, desatención y de violencia física, hechos sobre los cuales los parientes
un informe de la escuela redactado más con la preocupación de evitar están, de ordinario, ampliamente informados; mientras que se debe
la hostilidad de los padres que con la de proteger al menor, etcétera) actuar con mayor cautela en las situaciones de incesto y de abuso
es necesario contrabalancearlo utilizando, para responsabilizar a los sexual, por la discreción y el ambiente incómodo que frecuentemente
padres, los elementos recogidos por el servicio social. En estos casos, rodea el suceso, incluso en los casos en los cuales se ha iniciado un
que se dan con frecuencia, es muy útil citar a la primera sesión al procedimiento judicial posterior a la denuncia.
asistente social de la jurisdicción, que colaborará activamente con el No es oportuno contrariar tal discreción sin el consentimiento de
psicólogo del centro especialista no solamente para esclarecer el la propia víctima, quien podría no aceptar con agrado la difusión de
contexto del diagnóstico, sino también para subrayar las evidencias informaciones relativas a su vida privada y que quizá fueron mal usadas
acerca de los episodios de maltrato. en detrimento suyo.
http://psicoalterno.blogspot.com/

60 NIÑOS MALTRATADOS

En las parejas separadas hemos verificado la u t i l i d a d de un


procedimiento de convocatoria distinto, en el sentido de que se trata,
en primer lugar, de decidir cuál es el grupo significativo que gira en
torno de la dinámica violenta. Frecuentemente se trata de cónyuges
que, no obstante vivir separados —quizá desde hace años—, continúan
manteniendo fuertes vínculos confusos y ambiguos a través de la
instrumentalización de los hijos, además de la progresiva inclusión
en el conflicto no sólo de miembros de las familias de origen sino,
a veces, hasta de trabajadores sociales que han tratado inútilmente
de intervenir. En estos casos, la decisión de quién deberá ser citado
a la primera sesión asume el significado de una verdadera y propia
intervención, que selecciona entre todos los involucrados a los
miembros que estén más directamente relacionados con el problema;
por ejemplo, ambos padres y un miembro de la red de parientes; o
bien, los padres por separado, cada uno de ellos acompañado por el
pariente a través del cual se da el vínculo más intenso. Es siempre
preferible emplear tiempo y energía en la recopilación preliminar de
informaciones, cuya falta nos lleva a veces a cometer graves errores
en la convocatoria, como por ejemplo citar justamente a aquellos
miembros de la red familiar escasamente significativos o periféricos,
o —peor aún— a componentes de la familia que son tan hostiles entre
sí que anularían cualquier colaboración con el trabajador social.

PLANTEAMIENTO DE LA PRIMERA ENTREVISTA

Y DEFINICIÓN DEL CONTEXTO COERCITIVO

En el primer encuentro, después de haber recibido a todos los


familiares citados y a los asistentes sociales a quienes quizá interese
entrevistar, sería oportuno comenzar por aclarar, antes de empezar a
afrontar las temáticas más propiamente psicológicas, cuál es el ámbito
en el cual se desarrolla la evaluación.
Como decíamos al principio, de hecho, sólo dentro de un contexto
claro de la terapia —es decir, de un ámbito que no niegue, sino que
utilice los elementos coactivos y prescriptivos—, es posible iniciar
la parte del trabajo psicológico dirigido a la evaluación y, posiblemente,
al tratamiento de la familia.
http://psicoalterno.blogspot.com/

LA TERAPIA EN SITUACIONES DE C O A C C I Ó N 61

Son cuatro los elementos que especialmente se explican claramente


a los usuarios en el curso de la primera entrevista, y que definen los
límites del contexto del diagnóstico coactivo.

1. El primer límite del contexto está dado por la puntual precisión


de todos los datos objetivos y concretos que testifican el maltrato
consumado. Para este fin se leen los informes de los maestros, los
partes médicos, las actas de la policía, etcétera. En ausencia de pruebas
objetivas, hecho que no se da con frecuencia en nuestra realidad, puede
ser útil, como decíamos en el párrafo precedente, la presencia del
asistente social que ha denunciado o que conoce y ha seguido el caso.
Su testimonio se vuelve un preciado elemento que pone trabas a la
negación o la desvirtualización del hecho por la familia.
2. El segundo aspecto que define el contexto coactivo consiste en
la declaración que se hace a la familia para que sea consciente de
que el equipo social tiene el deber de desempeñar un trabajo de
consulta para el Tribunal de Menores, a quien corresponderá tomar
la última decisión acerca de la suerte de los hijos menores. En nuestra
experiencia, la lectura del decreto del Tribunal, en presencia de toda
la familia, aclara los términos de la tarea encomendada a nuestro centro.
Se evita así el riesgo de ser considerados por los usuarios c o m o
individuos preparados para unirse en contra del Tribunal que, al
contrario, es definido como nuestro único y verdadero referente.
Además, se le da a la familia un mensaje de vital importancia, y es
por eso que nuestro intento, por el momento, no es terapéutico o
curativo.
Introducir elementos para lograr la " p a c i e n c i a " de la f a m i l i a
equivaldría a definir como enfermo al padre que maltrata, sustrayén-
dolo de la responsabilidad que la misma legislación le atribuye. La
familia, al contrario, resulta la única responsable en su conjunto y
el maltrato es definido como la expresión de una crisis que aprisiona
a todos sus integrantes, generando malestar y sufrimiento. A f i r m a m o s
que es deber del psicólogo evaluar si la familia misma posee los re-
cursos y la disponibilidad para superar esta crisis. Se advierte f i n a l -
mente a la familia acerca de que, al finalizar el trabajo, se realizará
un informe para el Tribunal de Menores; también debe comunicársele
que, de acuerdo con nuestra práctica, cuando enviemos el informe
al Tribunal y al servicio que efectúa el control, la citaremos para escu-
char su lectura, para pedir aclaraciones y posiblemente para comen-
http://psicoalterno.blogspot.com/

62 NIÑOS MALTRATADOS LA TERAPIA EN SITUACIONES DE COACCIÓN 63

tarlo. Anticipando que ocurrirá una especie de "restitución" diagnós- social) distinguiéndolas de aquellas valorativo-diagnósticas que
tica, se obtiene, entre otras cosas, el efecto positivo de garantizar a competen a nuestro Centro, por lo tanto sienta las bases para reforzar
la familia la ausencia de cualquier decisión tomada sin su conoci- la integración entre las diferentes instituciones que ven en el Tribunal
miento: hecho éste todavía más indispensable dentro de un contexto de Menores una entidad jerárquicamente superior, a la cual todos los
como el nuestro, que si bien es impuesto resulta claro y explícito. servicios deben referirse. Comunicar eso a la familia significa impedir
Después de varias experiencias, esta práctica nos ha parecido la que ésta realice cualquier tentativa de manipulación o distorsión de
más satisfactoria, ya que nos permite situarnos con claridad entre el las informaciones, al actuar separadamente sobre cada uno de los
que ejerce la imposición y el usuario, indicándole a la familia que servicios interesados. Por supuesto se tratará, durante toda la duración
puntualmente y sin reticencias referiremos al juez aquello que surja del diagnóstico, de confirmar con los hechos la realidad de esta
del trabajo común, pero le permitiremos, sin embargo, un cierto control colaboración: por parte de nuestro Centro ello se concretará en la
sobre nuestra relación con el Tribunal. Es como si el asistente trabajara utilización abierta, en los encuentros diagnósticos, de todas las
en una situación de doble transparencia: su intervención con el usuario informaciones acerca de la familia que nos irán llegando, en el intervalo
está bajo la mirada del juez, pero también su relación con el juez que existe entre un encuentro y otro, brindadas por los servicios
está clara para el usuario. De este modo, no se plantea el problema encargados del control.
del secreto profesional con el usuario, totalmente fuera de lugar en
un contexto coercitivo.
El esclarecimiento de estos elementos permite que el problema del
3. El tercer elemento está representado por la declaración de que
maltrato se pueda afrontar desde una posición no contaminada debido
el equipo social, a pesar de que esté a punto de iniciar una evaluación
a confusiones de contexto y a expectativas o intentos terapéuticos
familiar, comparte la validez del procedimiento provisional, llevado
prematuros. El deber confiado por el Tribunal a nuestro Centro es
a cabo por el Tribunal, de alejamiento de los menores del núcleo
el de captar y explicar las razones de la crisis, además del de suministrar
(o de su custodia al organismo responsable). La aclaración de este
elementos pronósticos con referencia al riesgo de la repetición de la
punto se realiza con la intención de resaltar la importancia de una
violencia. La familia, de acuerdo con estas premisas, es citada por
disposición que, si bien tiene el fin principal de garantizar la integridad
nosotros con el fin de facilitar las pruebas concretas que permitan
y la protección de los menores, logra también el efecto de situar a
excluir una nueva situación de maltrato. En casos tan complejos y
la familia frente a la gravedad real de su situación.
en los cuales el riesgo para los menores es elevado, solamente hechos
En particular, el alejamiento es una jugada de gran capacidad
concretos y cambios reales en la actitud hacia los hijos pueden ser
estratégica que, movilizando todos los recursos de la familia, logra
considerados, a nuestro entender, elementos de pronósticos de cierta
frecuentemente llegar al fondo de la aguda conflictividad conyugal,
credibilidad.
volviendo a unir a la pareja con el objetivo común de volver a tener
a los hijos. Habitualmente, en los contactos con el Tribunal de Menores En el plano técnico, o sea relativo a la modalidad de conducción
durante la fase terapéutica, nuestra petición — p o r lo menos en los de los encuentros, las sesiones diagnósticas no difieren, en esencia,
casos de alto riesgo— es la de alejar también a eventuales hermanos de las terapéuticas. Se desarrollan siguiendo los criterios de la
que no resultan maltratados, ya sea para prevenir un eventual des- hipotetización: son precedidas por una presesión preparatoria en la
plazamiento del maltrato, como para evitar identificar al niño objeto cual se examina nuevamente el expediente familiar o la síntesis de
de violencia como al chivo expiatorio. los encuentros precedentes y las informaciones dadas por el servicio
4. Finalmente, se inicia el esclarecimiento de las relaciones entre social en el intervalo entre sesiones, prevén la participación de
la familia, el centro especialista y los servicios territoriales involu- miembros del conjunto de parientes involucrados con la familia, tienen
crados en el caso. Se definen las tareas propias del organismo de generalmente un ritmo mensual y concluyen con una intervención que
control (normalmente el Tribunal considera que éste es el servicio dirige la atención sobre puntos centrales surgidos durante la sesión.
http://psicoalterno.blogspot.com/

LA TERAPIA EN SITUACIONES DE COACCIÓN 65


64 NIÑOS MALTRATADOS

RELACIÓN ENTRE COERCIÓN Y MOTIVACIÓN litigios entre los padres, que culminan regularmente en golpes a la madre p o r parte
del padre.
El encuentro en el que pudimos extraer algo fue el tercero, donde no habíamos
Si bien es cierto, tal como hemos dicho hasta ahora, que sin coerción citado a los niños (huéspedes por algunos meses de una institución de acogida urgente,
las familias de las cuales nos ocupamos no son abordables, también distante varios kilómetros de M i l á n ) porque en la sesión precedente habían asistido
es cierto que nadie se ha curado nunca con la pura y simple intervención nuevamente a una violenta escena entre el padre y la madre. La señora, que había
llegado a aquella sesión sola, con un ojo morado y la nariz hinchada, nos d i j o que
de control. En la relación con los usuarios, entonces, los asistentes
era la enésima vez que se separaba de su pareja. Este ú l t i m o llegó pocos m i n u t o s
sociales deberán utilizar no sólo los instrumentos de control necesarios después, alterado por el alcohol, le arrojó violentamente e n c i m a las llaves de la casa
para proteger al niño, sino también los instrumentos clínicos más y dinero, diciéndole, entre desagradables insultos, que no quería verla nunca más.
adecuados tanto para la comprensión del juego patológico, como para Por esa razón se había citado a los padres por separado: a ella con una hermana,
la restitución a los diversos miembros del núcleo familiar de una nueva quien la ayuda económicamente desde hace años; a él con la madrastra, c o n quien
va a v i v i r nuevamente cuando deje la casa de su mujer. Sin embargo, en el intervalo
comprensión de las dramáticas dinámicas que los aprisionan. Es por
entre la segunda y la tercera cita, los dos habían hecho saber al asistente social zonal
eso imprescindible que los asistentes sociales logren, en cierto modo, que habían comenzado, de nuevo, su borrascosa convivencia, con la consiguiente
"fascinar" a la familia, al mostrarse en condiciones de entender su alternancia de escandalosas rupturas y de precarias pacificaciones que habían carac-
complejo funcionamiento, con el f i n de suscitar en los usuarios terizado los últimos cuatro años de su larga relación. Por eso se había d e c i d i d o que
fundadas esperanzas acerca de la posibilidad de encontrar juntos una vinieran los dos, j u n t o con la hermana de ella, Carmela. Esta vez fue el h o m b r e ,
el señor Puglisi, quien llegó primero, solo. Refunfuñando y después de negarse a
salida al callejón en el cual la familia se encuentra.
traer a las dos mujeres con su automóvil porque " l a B i s c e g l i e " (cada u n o de los
En su último trabajo, varias veces citado, Selvini Palazzoli y otros integrantes de la pareja cuando habla del otro lo nombra siempre p o r el apellido)
(1988) han ilustrado de qué manera para "fascinar" a una familia es lo había hecho enojar. Las dos hermanas llegan por medio del transporte p ú b l i c o ,
necesario que el terapeuta "juegue anticipadamente", no conformán- con cuarenta minutos de retraso.

dose solamente con trabajar a partir del escaso material que los El terapeuta inicia la sesión tratando de que le cuenten, con esfuerzos sobrehumanos,
miembros de la familia, avariciosamente, están dispuestos a conce- la ú l t i m a pelea. La señora Bisceglie se sienta i n m ó v i l en su r i n c ó n c o n la m i s m a
derle. Al contrario, el terapeuta debe saltar por encima de la barrera c o m u n i c a c i ó n — v e r b a l o n o — de un bloque de granito. En el o t r o rincón del
cuadrilátero, el señor Puglisi está mucho más interesado en continuar la pelea que
de la reticencia de la familia, al formular preguntas particularmente
en responder a las preguntas del terapeuta. En el centro, la hermana de la señora
puntuales y acertadas, arriesgando declaraciones fundadas en la trata de comportarse, sonriendo avergonzada y restando i m p o r t a n c i a a lo sucedido.
intuición, en ausencia, aparentemente, de informaciones. Finalmente, se logra entender que el señor Puglisi se enfureció porque su pareja había
Es evidente que, en realidad, tales aseveraciones del terapeuta contestado por la calle el saludo de un hombre que él no conocía. La señora Bisceglie
respondió de mala manera a las quejas de su pareja, la hermana la d e f e n d i ó , y " e l
—también las llamadas "preguntas terribles" son puros artificios re-
P u g l i s i " le dio patadas a " l a Bisceglie" en medio de la calle, después se subió al
tóricos, que equivalen a afirmaciones, a todos los efectos— están
auto dejando plantadas a las dos mujeres. Transcribimos ahora las sucesivas partes
fundadas en la hipótesis del juego, hipótesis que el equipo ha construido del diálogo entre el terapeuta y los tres personajes.
sobre la guía de los datos preliminares y de los conocimientos de Terapeuta (dirigiéndose a la hermana de la señora Bisceglie): Señora Carmela,
otras familias con análogas configuraciones de juegos. Con nuestras ¿cuánto hace que se dio cuenta de que el señor Puglisi está celoso de usted?
familias que maltratan, en las cuales la reticencia es altísima, la Carmela: N o , no me ha entendido. El se enojó porque ella saludó a uno por la
necesidad de "jugar anticipadamente" es absoluta. Veamos, a través calle.
Terapeuta: Entendí. Entendí, no soy sordo. ¡Pero no pensará que v o y a creer
de la transcripción de una sesión, un ejemplo de estas transacciones
semejante idiotez! ¡El señor Puglisi no puede pensar que su m u j e r va a la cama con
entre terapeuta y familia. cada hombre que saluda por la calle! Es de usted, de quien está celoso, de la relación
que su hermana Assunta ha tenido siempre con usted. (Assunta ríe)
Se trata de un caso muy grave de maltrato psicológico, en el que el trauma al Carmela: Es que mi hermana me telefonea siempre para pedirme ayuda, me dice:
cual están expuestos los dos niños, de siete y tres años, es del tipo "violencia asistida". " M e separo de Puglisi, no puedo aguantarlo más, no trabaja, y toma, y cuando toma
Los pequeños, de hecho, en varias oportunidades se han visto involucrados en fuertes se pone m a l o " , entonces yo le digo: "Sepárate", pero después ella no lo hace.
http://psicoalterno.blogspot.com/

66 NIÑOS MALTRATADOS LA TERAPIA EN SITUACIONES DE COACCIÓN 67

Señor Puglisi: ¡Si tomo, tengo mis motivos, y no es que ella no tenga nada que
ya que los niños han sido alejados por su comportamiento violento
ver!
desencadenado justamente por su ebriedad. Por el contrario, en las
Terapeuta (a Assunta): Pero hoy su marido, perdón, discúlpeme, el señor Puglisi,
¿ha bebido después de esta escena, antes de venir aquí, o había ya bebido cuando otras dos ocasiones en las cuales el terapeuta trata de descubrir el
comenzaron a pelear? (Assunta m i r a a su pareja y no responde) juego ("El está celoso de la hermana de ella"; " E l l a piensa sólo en
Señor Puglisi (amenazante): ¿Cómo bebido? ¿¡Le parece que he bebido!? su madre") la reticencia de cada uno de los componentes de la familia
Terapeuta: ¡Claro que me lo parece, no estoy ciego y mi nariz funciona! no está en absoluto dirigida al terapeuta, sino principalmente a los
Assunta (confiada por la afirmación del terapeuta): Ya había bebido, bebe desde
otros familiares. Como veremos en los capítulos siguientes, el objetivo
por la mañana...
Terapeuta (a él): ¿Ha bebido porque estaba enojado debido a que su mujer, perdón,
de sacar a relucir el juego patógeno que, como un tumor maligno,
me equivoco siempre, la señora Bisceglie haya venido aquí con su hermana? se desarrolla silenciosamente e invade los ganglios relacionales de la
El señor Puglisi hizo un largo y confuso discurso sobre el hecho de que su pareja, familia, asimila completamente el tratamiento coercitivo a una terapia
para adquirir la casa donde quería ir a v i v i r sola y en la que se hospeda, hubiese familiar espontánea.
preferido pedirle prestado a su hermana y no a él, quien lo habría hecho a través
En uno y otro caso, más allá de las mentiras y de las manipulaciones
de un cliente suyo (el señor Puglisi es pintor).
expresamente dirigidas al asistente aliado con el Tribunal, los diversos
Terapeuta (a Carmela): Señora, ¿usted no se da cuenta de que su hermana utiliza
toda la ayuda que usted le da para destruirse? Es como una drogadicta que desecha miembros de la familia se " m i e n t e n " unos a otros, escondiendo cada
su vida, y usted continúa dándole dinero para la droga... Sí, su hermana no piensa uno sus intenciones y estrategias, porque desconfían de la comprensión
en estar mejor, en establecerse, en ser f e l i z . . . ¡Piensa sólo en mostrar a su madre, y del apoyo de los familiares.
allá en Puglia, la espantosa vida que lleva!
Este motivo es el que evita que el terapeuta, en los tratamientos
Assunta: ¡Pero si de esto a mi madre no le hablo nunca! ¡ V o y allí solamente en
impuestos, caiga en la depresión en la cual se precipitaría si sintiese
verano para ver a mis hijos! (La señora Bisceglie tiene dos hijos adolescentes, nacidos
de una unión anterior, confiados desde siempre a los cuidados de la abuela materna).
que traiciona su papel de asistente para transformarse en un inqui-
Terapeuta: Pero Carmela la telefonea y la informa siempre, ¿verdad, señora?
sidor, que arranca al usuario incautas admisiones para usarlas en su
contra. Llevar a la luz el "cáncer" sirve para tratar de extirparlo: si
Como es notorio, en este fragmento de la charla, el terapeuta se el terapeuta lo entiende, logra que lo perciba también el usuario que,
lanza tres veces hacia adelante peligrosamente ("¿Usted, Carmela, gradualmente, puede reemplazar la pasiva resistencia, con la cual sufre
cuánto tiempo hace que se dio cuenta de que el Puglisi está celoso la coacción, por una auténtica m o t i v a c i ó n para colaborar en el
de usted?"; "Su marido, señora, ¿ha bebido antes o después?"; "¡Su tratamiento.
hermana desecha su vida para mostrárselo a su madre!"). No se trata
de evoluciones en el aire "sin red". "Tratar de adivinar" es la única
manera de recoger informaciones de personas que de ningún modo
quieren suministrarlas. Si el juego anticipado se revela equivocado,
la familia —para desmentir al terapeuta— se verá obligada a dar su
propia versión, comunicando con frecuencia de este modo, gracias
al estímulo de la ira, de la agresividad o de la participación emotiva,
algún que otro fragmento de verdad.
Es de resaltar que de los tres "riesgos" del terapeuta, solamente
el segundo ("¿Ha bebido antes o después?") es típico del contexto
que se caracteriza por su sentido valorativo, en el cual se desarrolla
el tratamiento coercitivo. Aquí, de hecho, el usuario trata de negar
el alcoholismo al terapeuta — y , a través de este último, al j u e z —
http://psicoalterno.blogspot.com/

3. EL DIAGNOSTICO DE LA FAMILIA QUE MALTRATA

QUE ENTENDEMOS POR DIAGNOSTICO

La evaluación psicológica requerida por el Tribunal de Menores


puede definirse de forma sintética como un asesoramiento que debería
aportar elementos adicionales para el esclarecimiento de un problema
controvertido y contradictorio que afecta a los menores. Por supuesto,
el asesoramiento del psicólogo no se requiere cuando la transparencia
del caso permite al juez tomar una decisión rápida e inmediata.
A estas condiciones básicas, que son comunes también a gran parte
de las demandas de investigación psicológica , se agrega además un1

elemento específico que caracteriza los casos de maltrato y de violencia


familiar: el hecho de que la violencia física o moral hacia los menores
puede implicar la aplicación de las normas penales, es decir, la cárcel
o la sanción pecuniaria para el culpable.
La demanda de averiguaciones, en casos de este tipo, significa que
el juez de menores ha decidido, paralelamente al proceso penal que
el tribunal ordinario podrá iniciar o no, apelar a la legislación c i v i l ,
que hace uso de instrumentos distintos de la aplicación de la pena.
Tales instrumentos —como subrayan Ammanniti y otros (1981)—
permiten una mayor oportunidad y ductilidad de la intervención, ya

1. Un extenso e interesante desarrollo de los diversos tipos de investigación (psiquiátrica,


psicológica, pericial acerca de la imputabilidad del menor, del alcohólico, del toxicodependiente,
acerca de la peligrosidad social, acerca de la parte ofendida, acerca del testigo, etcétera) ha sido
compilado por Gianluigi Ponti (1987) en cuatro capítulos que se encuentran contenidos en el
Trattato di psicología giudiziaria a cargo de G. Gulotta. Para aclaraciones acerca de la diferencia
entre la investigación pericial en el procedimiento penal y el asesoramiento técnico de oficio en el
procedimiento civil, véase, también de Ponti, en la obra citada, "La perizia psichiatrica e psicoló-
gica nel quadro della legge penale" (págs. 593 y ss.).
http://psicoalterno.blogspot.com/

EL DIAGNOSTICO DE LA FAMILIA Q U E MALTRATA 69

que ofrecen la posibilidad de adoptar disposiciones de pérdida o


suspensión de la potestad y, al mismo tiempo, predisponer interven-
ciones diagnósticas, terapéuticas o asistenciales. 2

La demanda de averiguaciones se configura, entonces, como un


procedimiento alternativo (y/o paralelo) del proceso penal. Su carácter
vinculante —que hace que la familia no se atreva a e l u d i r l o — está
constituido por las disposiciones provisorias del Tribunal de Menores
que lo acompañan y que comprenden en sus diversas disposiciones
las limitaciones de la potestad de los padres (artículos 330, 333 y
336 del Código C i v i l italiano). En este sentido, podemos decir que
el alejamiento de los menores del lado de los padres, acompañado
de la prescripción de averiguaciones diagnósticas en los casos de
maltrato o de violencia, representa una clara coacción del Tribunal
de Menores hacia la familia. Tal coacción es explícita pero, en esencia,
no es distinta de aquella implícita típica de las maniobras para la tutela
de los hijos (por ejemplo, en los casos de separación conflictiva de
los cónyuges) donde, cuando uno de los cónyuges rechazase someterse
a una evaluación dispuesta por el Tribunal, ofrecería, justamente a
través de ello, un elemento de j u i c i o más que positivo acerca de la
motivación para ocuparse de sus hijos. Entonces, aunque en forma
no tan evidente, también otras demandas de consulta psicológica se
caracterizan por la presencia de fuertes elementos prescriptivos.

EL PSICÓLOGO FRENTE A LA FAMILIA OBLIGADA


A SOMETERSE A LA TERAPIA

La presencia de una explícita imposición crea, por supuesto, no


pocos problemas al clínico (psicólogo o psiquiatra), habituado a
responder a demandas espontáneas y a trabajar con la clara presu-

2. En el ámbito de la aplicación del código civil, la pérdida de la potestad por abuso de poderes
con respecto a los hijos es una disposición que "presenta notables diferencias con la pérdida de la
potestad pronunciada por el juez en lo penal como pena accesoria de las condenas por algunos delitos
(violencia carnal, actos libidinosos, corrupción de menores, actos obscenos, rapto, incesto y otros
delitos contra la situación jurídica del hijo). La pena accesoria es consecuencia automática de la
condena, mientras que la pérdida en lo civil puede ser declarada por el juez; la primera hace perder
los poderes respecto de todos los hijos, incluidos aquellos que no son víctimas del delito; mientras
la segunda se refiere sólo a las relaciones entre el padre y el hijo damnificado. La pérdida en lo penal
permanece, salvo caso de amnistía o rehabilitación, en tanto que la civil desaparece en caso de
cambio de las circunstancias de hecho" (Ammanniti y otros, 1981, pág. 80).
http://psicoalterno.blogspot.com/

EL DIAGNOSTICO DE LA FAMILIA Q U E MALTRATA 71


70 NIÑOS MALTRATADOS

posición de que existen, por parte del usuario, al menos de algunos, La pretensión de espontaneidad en un contexto coercitivo
motivación e interés para someterse y para colaborar en el diagnóstico
y la terapia. Estos elementos faltan en la situación en la que estas A pesar de lo dicho, las energías de muchos trabajadores sociales
técnicas han sido impuestas. Como bien saben quienes trabajan en se agotan en la tentativa de recrear, en los contextos públicos, o en
el sector, por algunos aspectos semejantes que se dan en las de la presencia de demandas "falsas", las condiciones ideales propias de
tutela de los hijos, la notable conflictividad, más o menos explícita, la práctica privada. En ausencia de una petición espontánea de ayuda,
presente en la pareja impide la división de cualquier objetivo común. se tratarán de recrear las condiciones para permitir la instauración de
El juego de las contraposiciones, los intentos de instrumentalización, una relación de confianza y de colaboración, con la convicción de
los deseos de venganza y la recíproca agresividad son demasiado que sólo así es posible comprender los verdaderos y auténticos
fuertes para permitir a los padres tomar en consideración los problemas problemas de los usuarios.
de los hijos. Es justamente a través de la instrumentalización de los También nosotros al principio nos movimos en esta dirección
hijos que se perpetúa la lucha competitiva. — q u e luego abandonamos, como veremos, debido a su ineficacia—
en el planteamiento del primer acercamiento valorativo con las familias
Como ha subrayado Gulotta (1983, páginas 2-3), el contexto
que maltratan. La barrera de silencio y de reticencias, la cómplice
diagnóstico-pericial es sustancialmente diferente del clínico. Este ú l -
y sólida negación, por parte de la familia, de cualquier episodio de
timo está caracterizado por la espontaneidad de la demanda, por la
maltrato, juntamente con la percepción de heridas internas y de
conciencia de una situación desagradable y por la voluntad de curarse,
conflictos encubiertos, representaban una gravísima e insuperable
por la reserva y por la obligación del secreto profesional.
dificultad para el asesor, que se encontraba en una impotencia operativa
Debemos destacar que las situaciones en las cuales se dan las total, obligado a tener que trabajar sobre un problema que la familia
condiciones ideales nombradas son menos frecuentes de lo que se no reconocía como propio. De aquí, el intento de estimular la confianza
piensa. Las demandas de intervención acerca de niños o adolescentes, y la espontaneidad y de obtener la alianza y la disponibilidad de la
por parte de los padres o de los maestros, las de un cónyuge preocupado familia para discutir sus propios problemas de relación y los motivos
por la salud psíquica de su pareja, las denuncias concernientes a de la crisis. Ello podía suceder, por supuesto, con la condición de
pacientes psiquiátricos incapaces de llevar a cabo una demanda de pactar con respecto a la negación y a quitar importancia a los episodios
ayuda, son algunos ejemplos frecuentes en la práctica profesional de de maltrato.
los trabajadores de los servicios públicos, de situaciones en las cuales Este camino muy pronto se vio que era equivocado, ya que tenía
el psicólogo debe resolver el problema de las reglas del tratamiento, la absurda aspiración de pretender a toda costa la espontaneidad dentro
sin que ello signifique negar la validez de una demanda formulada de un contexto de imposición. En la mayoría de los casos, de hecho,
en forma atípica. La situación de investigación para la acogida de las familias estaban dispuestas a discutir sobre cualquier asunto, con
los niños, o la de diagnóstico en los casos de maltrato, la primera, la condición de que se respetara el implícito acuerdo de no tocar el
de forma implícita y la segunda, claramente impuesta, representan doloroso tema del maltrato. De este modo, nos hemos tenido que
casos extremos, pero simbólicos, de una problemática que reúne convencer de que en un contexto de imposición no se puede pretender
muchas demandas de intervención psicológica. instaurar una relación de confianza y de colaboración como si hubiese
Por otro lado, a la difusión de la cultura psicológica va unido el una petición espontánea de ayuda. Además, con un planteamiento de
surgimiento de demandas multiformes, polifacéticas, que no pueden este tipo, terminábamos haciendo, inevitablemente, una coalición con
ser dirigidas, de una manera simple, hacia prácticas operativas esta- la familia en contra del Tribunal de Menores, que implícitamente
blecidas, óptimas y funcionales sólo en teoría o en ciertas particulares aparecía como una instancia autoritaria que no sólo imponía a la familia
condiciones como, por ejemplo, la del estudio privado. el sometimiento a una evaluación, sino que nos obligaba a nosotros
a efectuarla. Además de que se corre el riesgo de pactar con la familia,
http://psicoalterno.blogspot.com/

72 N I Ñ O S MALTRATADOS EL DIAGNOSTICO DE LA FAMILIA Q U E MALTRATA 73

también, al contrario, se arriesga uno a asumir una actitud inquisidora evaluación, con qué presupuestos y criterios? ¿Cómo comprender las
y policíaca para lograr que sean admitidos y reconocidos a toda costa razones de la crisis y del maltrato sin pactar con la negación y las
los episodios de violencia. Hemos notado que al actuar de ese modo, resistencias de la familia? Y también, ¿qué valor y qué significado
la familia termina transformándose en una contraparte sometida a juicio atribuir a las afirmaciones de personas que por una imposición deben
con la cual se instaura, frecuentemente, una relación de desafío, más someterse a un diagnóstico? Se trata de cuestiones que requieren
o menos encubierta que, o provoca la negación del maltrato o, en diferentes respuestas.
el caso de que este último sea admitido, estimula entre los cónyuges Se podría comenzar por decir que la idea de que el psicólogo o
acusaciones recíprocas y culpabilizaciones. La f a m i l i a , en otros el experto pueda evaluar y registrar de manera objetiva los fenómenos
términos, termina acentuando justamente esos modelos disfuncionales que aparecen debido a su observación, sin dejarse influenciar por ellos
que mantienen a la crisis como originaria de la violencia. y sin ser a su vez emisor, estimulante y destinatario privilegiado de
El problema, que no es nada fácil, es el de lograr evitar la tenaza ciertos mensajes, es un punto de vista ampliamente superado en las
de la actitud de pactar contra terceros y de ser inquisitorio, tratando ciencias sociales.
de hacer comprender a la familia la existencia de una posibilidad de Las numerosas investigaciones acerca de la interacción entre
esclarecimiento psicológico exento de manipulaciones, complicidad examinado y examinador, en el transcurso de las sesiones o de las
y juicios. entrevistas clínicas, han demostrado que el examinador, cualquiera que
La definición de un contexto coactivo no elimina el riesgo de asumir sea el papel que desempeñe, tiene una participación activa dentro de
una postura clínicamente inadecuada, pero puede contribuir a reducirlo una relación de recíproca influencia. Hasta en la situación aparen-
en la medida en que exime al psicólogo de asumir una actitud temente más neutra, como lo es aquella donde el examinado es
inquisitoria. Es evidente, como se verá más claramente en los capítulos sometido a pruebas objetivas psicométricas, no se puede pensar que
siguientes y en los ejemplos clínicos, que no es justamente la los resultados obtenidos estén simplemente ligados a variables de
imposición la que cura los problemas relacionados con la violencia. personalidad e independientes de la situación más global, como la
Pero sí el hecho de que la familia pueda ponerse en contacto con relación entre examinador y examinado, el ambiente físico, etcétera,
expertos que, aunque no pacten de ningún modo con ella, comprendan en la cual surgen y son observadas (Bocchi, Ceruti, 1985; von Förster,
y demuestren que captan con precisión las vicisitudes dramáticas que 1987).
atraviesan. Vicisitudes que los mismos miembros de la familia (algunos En las situaciones de imposición y, por lo tanto, en las de diagnóstico
más que otros) consideran a veces tan reprochables que deben impuesto sobre los casos de maltrato o en las investigaciones, debe
ocultarlas con la máxima reticencia. Y es solamente con el conoci- posteriormente tenerse presente que el contexto de la entrevista no
miento de las específicas modalidades con las cuales la familia afronta es sólo aquel en el cual se realiza la interacción entre psicólogo y
este tipo de problemas, y no a través de una actitud inquisitoria o familia. La situación de investigación se desarrolla y se realiza en
juzgadora, lo que permite diferenciar la posición del psicólogo clínico un "metacontexto" (Selvini Palazzoli, 1970) en el cual están invo-
de la de otros trabajadores sociales. lucrados jueces, asesores, servicios y familias con sistemas de ideas,
conocimientos y expectativas frecuentemente distintos ( C i g o l i , 1983,
página 257).
La imposición en sí misma no constituye un aspecto que invalide
POR QUE ES IMPOSIBLE UN DIAGNOSTICO FOTOGRÁFICO
el éxito diagnóstico, con la condición de que se la entienda como
un marco dentro del cual se debe evaluar todo aquello que surja o
Una vez superada la posición policíaca y la pretensión de tratar
se produzca.
a la familia como si pidiera espontáneamente ser ayudada, surge
Frecuentemente, al plantear la investigación se tiende a privilegiar
inmediatamente un nuevo problema. ¿Cómo conducir y plantear la
los aspectos de contenido, con la preocupación dominante, y común-
http://psicoalterno.blogspot.com/

EL DIAGNOSTICO DE LA FAMILIA Q U E MALTRATA 75


74 NIÑOS MALTRATADOS

verificables y transparentes. Para lograrlo nos basamos esencialmente


mente ilusoria, de poder evaluar razonablemente la idoneidad de una
en hechos y pruebas concretas que testimonien un cambio real de la
familia o de uno de los padres para ocuparse de los hijos, subestimando
situación familiar.
la incidencia del "metacontexto" dentro del cual se desarrolla el proceso
valorativo en su totalidad. Un planteamiento de este tipo, que pretende
El diagnóstico como "diálogo experimental"
poder juzgar objetivamente las respuestas de los individuos, separán-
dolas del campo en el cual adquieren sentido, podría quizá ser válido
El acercamiento diagnóstico en la situación de imposición podría
solamente en las investigaciones sobre objetos inanimados, cuando,
a nuestro entender ( D i Blasio, 1988b) parecerse por analogía al
por ejemplo, el deber es el de juzgar el grado de sofisticación ali-
"diálogo experimental" que, como afirman Prigogine y Stengers (1979,
mentaria o la seguridad de un edificio, pero es muy inadecuada si
página 7) " i m p l i c a tanto la comprensión como la modificación de los
tiene como f i n comprender los problemas de relación.
fenómenos objeto de estudio". Por supuesto "experimentación no
Los seres humanos, de hecho, contrariamente a los objetos inani-
quiere decir observación fría y aislada, ni tampoco renunciar al intento
mados, están dotados de intencionalidad y no pueden evitar realizar
de comprender, al ponerse en su lugar, las emociones, los conflictos,
comportamientos estratégicos relacionados, de alguna manera, a las
los juegos relacionales en los cuales están involucrados los individuos.
señales provenientes de las situaciones en las cuales estamos insertos.
Además, en la acepción de experimentación aplicada a las ciencias
En una situación de imposición, los individuos no podrán evitar recibir
modernas, Prigogine y Stengers afirman que "experimentación no
las expectativas y los criterios de j u i c i o del psicólogo y generar
quiere decir sólo fiel observación de hechos tal como suceden ni
actitudes, al menos en las intenciones, coherentes con ello y adecuadas
tampoco simple búsqueda de conexiones entre fenómenos, pero
para lograr sus fines.
presupone una interacción sistemática entre conceptos teóricos y
¿De qué manera, entonces, puede el asesor distinguir la realidad
observación..." (ibídem, página 7). El diálogo experimental no supone,
de la representación, lo que es espontáneo de aquello que podría ser
por cierto, una observación pasiva, sino una práctica cuyos resultados
una respuesta provocada por la situación? La pretensión de registrar
adquieren significado solamente si se refieren a una hipótesis con-
y de observar desde una postura neutra las respuestas que se producen
cerniente a los principios a los cuales los procesos presumiblemente
tropiezan de este modo con la imposibilidad de evaluar su significado.
se refieren (ibídem, página 41).
Suponer estar en una situación en la cual se pueda evitar influenciar,
La aplicación de estos principios a la situación de diagnóstico
o ser influenciados, tiene como consecuencia el hecho de que se pierde
permitiría quizá salir de la subjetividad de la evaluación, que se referiría
de vista la conciencia de los efectos de las propias intervenciones.
de este modo a criterios intersubjetivos explícitos y compartidos por
Controlar los propios comportamientos-comunicaciones significa, a
la familia; criterios en los cuales confluirían el nivel de comprensión
nuestro entender, tener claros los fines que se desean alcanzar, sabiendo
y el de modificación y cambio.
que no es posible evitar la manipulación recíproca.
Siguiendo estos principios generales, sucede entonces que en los
La reflexión y la posterior profundización de estos temas es hoy
diagnósticos no nos basta con observar y registrar en sentido fotográ-
un deber ineludible para las ciencias psicológicas, debido al cada vez
fico la dinámica relacional que caracteriza a la familia, sino que, activa
mayor requerimiento de intervenciones en ámbitos y situaciones en
y claramente, introducimos elementos que estimulen cambios y
los cuales falta una clara y espontánea demanda de ayuda. La necesidad
movimientos. Quien diagnostica, en otros términos, formula a los otros
de elaborar, para los casos de maltrato, cuadros diagnósticos y
miembros del equipo una o más hipótesis sobre el juego familiar que
pronósticos que se puedan atender suficientemente, donde evitar, en
ha provocado y mantenido la violencia. Si la hipótesis encuentra
cuanto sea posible, la reiteración de la violencia, nos ha llevado a
confirmación empírica en las afirmaciones de la familia, y si resulta
abandonar una evaluación puramente descriptiva o basada en la
por ella compartida, se llega a un primer nivel de comprensión:
intuición del experto. Nuestro esfuerzo es el de hacer que las con-
condición necesaria, pero no suficiente para fomentar un cambio.
clusiones diagnósticas y pronosticas sean, en la medida de lo posible,
http://psicoalterno.blogspot.com/

76 NIÑOS MALTRATADOS EL DIAGNOSTICO DE LA FAMILIA Q U E MALTRATA 77

Solamente la conexión entre el nivel teórico y el de la acción sobre lo que reste, el mismo juego típico de la crisis que había
concretamente realizada nos confirma (y a la familia también) la desencadenado la violencia. De aquí, el riesgo de cronicidad, que sería
veracidad de las suposiciones acerca del intrincado y complejo juego la consolidación de un juego disfuncional, pero jugado con un número
en el cual están inmersos los miembros del núcleo y, sobre todo, prueba cada vez más elevado de actores, internos y externos al núcleo.
la capacidad de la familia para interrumpirlo o no. A nuestro entender, el psicólogo asesor que pretende fotografiar,
como observador, la dinámica familiar, se arriesga sin darse cuenta
En el caso de una familia, que llamaremos N e r i , en la cual la madre maltrataba
a transformarse en un potente aliado del juego disfuncional. Si quien
al hijo de seis años, una de nuestras primeras hipótesis, compartida por la m i s m a
familia, se refería a la presencia de una coalición negada entre el marido y su madre:
diagnostica no asume un papel activo, será entonces la familia quien,
coalición que, excluyendo completamente a la esposa, terminaba quitándole toda al no tener la posibilidad de abandonar el campo, realizará la única
autoridad educativa respecto del hijo. Este último, m u y apegado a la abuela, pero jugada a su alcance: la de manipularlo en función de sus propios
desobediente y rebelde con su madre, terminaba provocando en ella una rabia impotente objetivos.
y un sentido de frustración que eran uno de los motivos del maltrato. A pesar de
la confirmación verbal de esta hipótesis dada por la familia, no se sucedieron hechos
que pudieran romper con el juego patógeno. Al contrario, las informaciones que
recogíamos, tanto en la sesión como en los controles ejercidos por el servicio social, UN CASO EJEMPLIFICADOR DEL PROCESO DIAGNOSTICO
nos indicaban la persistencia inmutable de la coalición entre la abuela y el padre
del niño. Solamente cuando, después de dos meses aproximadamente, la nuera tuvo
Mostraremos ahora el caso de una familia, que llamaremos Ruggeri,
el coraje de imponerse a su suegra, y, simultáneamente, el marido conminó a su madre
enviada a nuestro Centro por el Tribunal de Menores con la demanda
a apreciar a su esposa y a considerarla digna de confianza y capaz como madre, tuvimos
la confirmación, a través de comportamientos concretos, de que la hipótesis por nosotros de realizar verificaciones diagnósticas en una situación de grave
formulada era justa, de que había sido aceptada y de que también había favorecido maltrato del padre sobre el hijo de tres años.
cambios de reestructuración en las relaciones familiares. El trabajo previo había dado las premisas para poder iniciar las
entrevistas diagnósticas con la familia en condiciones no ambiguas.
En el diagnóstico en situación de imposición, lo que se busca es De hecho, los dos hijos —tanto el maltratado como el primogénito—
demostrar, a través de hechos concretos, los cambios que se producen habían sido alejados y momentáneamente acogidos en una institución;
en la familia. El papel del experto no puede limitarse al del simple el decreto del Tribunal había alcanzado tanto a la familia como a
observador: aquél debe proponer a la familia juegos diversos, como nuestro Centro; las informaciones necesarias para preparar el primer
diversas alternativas de comportamiento. encuentro fueron recogidas y sintetizadas en el expediente social y
No debemos olvidar que nos encontramos frente a familias que, familiar.
dada la situación, deberán reorganizar los propios modelos interac-
tivos. El temor de perder a los hijos, en primer lugar, además del Primera fase: prerrequisitos contextuales
deseo de reconquistar una credibilidad social como familia y de adquirir y constitución del equipo interinstitucional
nuevamente un espacio privado exento del control del Tribunal y de
los servicios sociales, constituyen potentes estímulos para cambiar, En una reunión con todos los miembros de nuestro equipo, fue
de una entidad ciertamente no inferior a la motivación que sostiene designado el reducido equipo operativo encargado de seguir a la
la demanda de ayuda espontánea. Pero si se deja actuar a la familia familia. Por tratarse de un caso que no interesaba directamente ni a
misma, los modelos disfuncionales subtensos al juego típico del los educadores ni a la pedagoga, se decidió confiarlo a dos psico-
maltrato sí se modificarán, pero sólo de un modo superficial. Podemos terapeutas y a un asistente social, con las tareas de, respectivamente,
añadir que, de forma tendenciosa, las mismas medidas externas conducir las entrevistas diagnósticas (un terapeuta directo y el otro
tomadas por los servicios y por el Tribunal para contener o eliminar supervisor detrás del espejo unidireccional) y mantener contactos con
los riesgos de maltrato serán utilizadas y englobadas para replantear. las figuras externas al Centro, partícipes también ellas del equipo
http://psicoalterno.blogspot.com/

78 NIÑOS MALTRATADOS EL DIAGNOSTICO DE LA FAMILIA Q U E MALTRATA 79

interinstitucional (juez del Tribunal de Menores, asistentes sociales Sesión previa


de los servicios, médicos, educadores de los institutos).
Antes de citar a la familia, el equipo examinó todas las informaciones El análisis de esta situación familiar fue objeto de una larga discusión
que poseía, con el doble propósito de trazar un primer esbozo de en equipo, en el curso de la cual se trató de hipotetizar las razones
hipótesis sobre la dinámica de la familia y decidir a quién citar en de la crisis y del maltrato del pequeño Saro. Entre las diversas hipótesis
la primera sesión. He aquí el contenido. barajadas, la que nos parecía más verosímil era aquella concerniente
a las relaciones entre el núcleo Ruggeri y la familia de origen de
La f a m i l i a Ruggeri está integrada por el padre, Silvano, de 28 años, por la madre,
Giovanna.
Giovanna, de 35 años, y por dos hijos, Gianni, de 13 años, que Giovanna había tenido
de una relación anterior, y Saro, de tres años, nacido del m a t r i m o n i o con Silvano. Nos preguntábamos si la reacción violenta de Silvano no estaría
Saro es el menor, víctima de un grave y reiterado maltrato por parte del padre durante ligada con las continuas descalificaciones que recibía de su mujer y
una breve ausencia de la madre. Esta última, enterada de las lesiones sufridas por con las interferencias de la familia de ella. Algunos indicios de la
el hijo, tuvo que hospitalizarlo. En esta ocasión el asistente social zonal supo del historia de la relación de Giovanna con su familia de origen y con
caso.
el hermano vecino suyo parecían sustentar tal suposición. Por ejemplo,
La f a m i l i a de origen de Silvano está integrada por una hermana menor, N i n a , de
la oposición de sus padres para restituirle a su hijo Gianni podía ser
25 años, y por el padre, ambos empleados. Su madre había muerto hacía tres años,
pocos meses antes del nacimiento del nieto, Saro. Los padres de Silvano, desde siempre
la señal de la desconfianza de su capacidad para ocuparse adecua-
en conflicto, vivían separados desde hacía, aproximadamente, cinco años. En esa época, damente del niño. Y, en este caso ¿qué papel había jugado el hermano
ambos hijos eligieron v i v i r con su madre. Sobre todo Silvano se alió con ella al punto Giuseppe? ¿Quizá le habían encargado la tarea de proteger a su
de interrumpir bruscamente las relaciones con el padre. hermana de posibles desgracias, de hacer de padre y tutor del niño?
La f a m i l i a de origen de Giovanna v i v e en el sur, donde ella nació y v i v i ó hasta Era muy evidente que el traslado de Giuseppe a M i l á n y la estrecha
los 17 años, momento en el que decidió buscar trabajo en M i l á n para huir de las cercanía de su vivienda con la de su hermana habría favorecido en
eternas peleas de sus padres. Giovanna tuvo su primer h i j o , G i a n n i , a la edad de
él la aceptación de una serie de obligaciones de control que conti-
22 años, de un hombre que m u r i ó en un accidente antes de que naciera el niño. Gianni
había pasado gran parte de sus primeros 6 años en el sur, con sus abuelos, hasta nuaban, a pesar del matrimonio con Silvano. En las entrevistas con
que Giovanna decidió, a pesar de la oposición de los suyos, llevárselo nuevamente la familia habíamos decidido empezar con este tema, con la reserva
consigo. Mientras tanto, también su hermano menor, Giuseppe, de 33 años, se había de analizar posteriormente las relaciones entre Silvano y su familia.
ido a M i l á n , donde luego se casaría, viviendo con su propia f a m i l i a en un apartamento
En lo que concierne al procedimiento de definición de la señal del
cercano al de su hermana.
contexto, habíamos decidido invitar al asistente social del servicio que
Silvano y Giovanna decidieron casarse debido a la insistencia de Silvano, con-
había denunciado el caso al Tribunal de Menores. De hecho, supimos,
trariando la voluntad de sus padres, solamente tres meses después de haberse conocido.
Por falta de una situación de habitabilidad más apropiada, no encontraron una
cosa muy frecuente, que en el hospital donde había sido llevado el
alternativa mejor que el pequeño apartamento en el que vivían Giovanna y su h i j o niño se había realizado un diagnóstico médico general en el cual no
Gianni. Los parientes de Silvano no ofrecieron la menor ayuda a la pareja, ni en se aludía, sino implícitamente, al maltrato. El asistente social de la
el momento del matrimonio, ni con posterioridad, aunque su situación económica no zona, sin embargo, recogió una serie de informaciones del hospital,
era en absoluto precaria.
del médico y de las educadoras de la escuela i n f a n t i l 0-3 años
Silvano, después del matrimonio, al desear mejorar su propia situación económica frecuentada por el niño que excluían la hipótesis de lesiones acci-
arriesgó su pequeño capital en una empresa equivocada y, al quedarse sin trabajo,
dentales.
tuvo que ser mantenido durante cuatro meses por su mujer, quien ya estaba esperando
a su hijo. A la ausencia de trabajo, se sumó la muerte de su madre, suceso traumático
que le provocó una grave crisis depresiva que lo indujo a separarse de Giovanna Segunda fase: primera y segunda entrevista
y a intentar suicidarse. Un poco más tarde Silvano se reconcilió con su mujer y encontró
otro trabajo estable, pero no a la altura de sus aspiraciones.
En el planteamiento del primer encuentro, el psicoterapeuta mostró
las modalidades de conducción de las sesiones, el uso de un espejo
http://psicoalterno.blogspot.com/

80 NIÑOS MALTRATADOS EL DIAGNOSTICO DE LA FAMILIA Q U E MALTRATA 81

unidireccional y de un micrófono, y la presencia, detrás del espejo, Ni el m a t r i m o n i o , ni el nacimiento del h i j o habían menoscabado, ni siquiera en lo
más m í n i m o , el papel prestigioso que Giuseppe desenvolvía dentro de la f a m i l i a
de un colega supervisor y del asistente social de nuestro Centro
Ruggeri, a la cual seguía ofreciendo ayuda, consejos, apoyo en los momentos de
encargados del caso. Esclareció después —a través de la lectura del
dificultad y de c o n f l i c t o conyugal.
decreto— la tarea diagnóstica encargada por el Tribunal de Menores, Por su parte, Silvano había sido siempre —y lo era t o d a v í a — m u y a m b i g u o con
las etapas del trabajo y los trabajos de verificación periódica que habían respecto al cuñado, quien suscitaba en él sentimientos de rabia, a d m i r a c i ó n , temor,
sido realizados por el servicio social de la zona por mandato del mismo envidia. No era capaz ni de oponérsele abiertamente, ni de tener c o n él una relación
Tribunal. Siguió el informe del asistente social zonal acerca de los igualitaria.
Estas informaciones fueron suficientes para que entendiéramos la enorme i m p o r -
episodios de maltrato; cuando concluyó se remarcó a los padres la
tancia, en la dinámica del maltrato, de la compleja relación de cada uno de los cónyuges
necesidad de entender cuáles eran los problemas que los habían con Giuseppe. Por el m o m e n t o , elegimos no profundizar este tema, pero sí afrontarlo
empujado a una situación tan crítica que provocaba la explosión de en un encuentro posterior con la presencia de Giuseppe. Rogamos, por eso, a la pareja,
rabia y agresividad del padre sobre el pequeño Saro. Una vez despedido y en particular a Giovanna, que comunicara a Giuseppe nuestra demanda de cola-
el asistente social zonal, el psicólogo retomó la charla con la familia, boración y que le advirtiera que recibiría una i n v i t a c i ó n f o r m a l escrita p o r parte de
nuestro Centro. La señora garantizó rápidamente la colaboración del h e r m a n o , mientras
comprendiendo que las premisas necesarias hasta ahora planteadas no
Silvano se mostraba perplejo, nervioso, insatisfecho por esta decisión, a la que trató
habían contribuido a distender la atmósfera. de oponerse con miles de pretextos, antes de decidirse a afirmar que ú l t i m a m e n t e ,
por causa de la denuncia al T r i b u n a l de Menores y del alejamiento de los hijos, el
La entrevista con el núcleo familiar estuvo caracterizada por un c l i m a de gran cuñado se mostraba hostil con él y no perdía oportunidad de acusarlo abiertamente
tensión. Silvano estaba muy ansioso. La mujer, con los dos niños estrechamente ceñidos de ser un pésimo padre y un m a r i d o inadecuado. Reforzando la necesidad de la presencia
a ella, respondía con monosílabos, en un esfuerzo denodado por restar importancia de Giuseppe, concluimos la primera entrevista evitando profundizar el s i g n i f i c a d o de
a los episodios de maltrato. las críticas hacia el cuñado, ya que ello habría c o m p r o m e t i d o inevitablemente el c l i m a
Silvano al p r i n c i p i o intentó defender su derecho a la v i d a privada, luego de de la segunda entrevista.
presentarse a sí m i s m o y a su familia como víctimas de las instituciones y de la sociedad El día fijado para el segundo encuentro, S i l v a n o telefoneó para c o m u n i c a r la
y, por ú l t i m o , de justificarse apelando a la d i f í c i l situación económica y de habitabilidad: i m p o s i b i l i d a d del cuñado de asistir, insistiendo para que la sesión t u v i e r a lugar
todo dentro de una alternancia de maldad agresiva y de v i c t i m i z a c i ó n . De todo este igualmente. No dudamos de la conveniencia de posponer la cita a una fecha que
río de inútiles palabras, se pudo entender solamente hasta qué medida Silvano se sentía garantizara la presencia de Giuseppe. Este encuentro se reveló, de hecho, de f u n -
muy desilusionado por la actitud de desprecio del padre y de la hermana y por la damental importancia para empezar a comprender el j u e g o de la f a m i l i a . Observando
escasa disposición, por parte de ellos, a intervenir en su ayuda. Este tema nos pareció a Giovanna y a su hermano Giuseppe se tenía la impresión de estar frente a una
muy importante, pero por el momento se agotaba entre reticencias y ambigüedad. pareja de la cual Silvano resultaba excluido. L o s dos hermanos se sentaban uno cerca
Entre otras cosas, Giovanna no lograba tener su espacio, ya que el marido se comportaba del otro, se sonreían, hablaban y se entendían con la mirada. Giuseppe, sin mostrarse
como protagonista, respondiendo a las preguntas dirigidas a la mujer, explicando en absoluto atemorizado por la presencia del cuñado, fuerte debido a la presunta alianza
nuevamente con una terminología más sofisticada y confusa aquello que, a su entender, con la hermana y convencido de que la única solución era orientar a su hermana
ella no era capaz de explicarnos con claridad. Era evidente la intención de relegarla hacia la separación de su marido, se propuso explícitamente c o m o padre tutelar de
a una posición subalterna, de inferioridad cultural. El terapeuta, entonces, d i r i g i ó sus sobrinos. Silvano enrojeció de rabia, e m i t i ó alguna tímida protesta, m i r ó con aire
decididamente su atención a la señora, para una reconstrucción de la historia vivida, inquisidor a la mujer. Parecía, sin embargo, demasiado atemorizado p o r el cuñado
de los sucesos anteriores y posteriores al matrimonio. e inseguro de lo que pensaba su mujer, para tener el coraje de asumir una posición
Se supo así que Silvano había decidido casarse en contra de la opinión de sus decidida. Giovanna enmudeció sorprendida. De este m o d o , se v i o claramente que
padres, para demostrarles que era un verdadero hombre, capaz no sólo de cargar con Giuseppe era, en realidad, portavoz de un deseo de sus padres, felicísimos de poder
el peso de una mujer, sino también de un hijo no propio. En el apuro por cerrar ocuparse nuevamente del amado nieto G i a n n i que había dejado un vacío inmenso
la unión y en la convicción de obtener la gratitud de Giovanna y de su familia, Silvano en sus vidas.
no le había dado mucha importancia a la, para él, impensable hostilidad de los padres
Acerca de la suerte del pequeño Saro, sin embargo, no existían proyectos seguros.
y del hermano de ella. Como confirmación de la hipótesis barajada en la sesión previa,
Giuseppe pensaba poder tenerlo consigo, aunque su mujer no se había expresado al
surgió que Giuseppe, el hermano de Giovanna, hacía de portavoz de los deseos de
respecto aún con claridad.
los padres residentes en el sur, y de protector de la reputación de la hermana, a tal
Gran parte del encuentro se dedicó al análisis de esta petición de los abuelos,
punto que esta última se había visto obligada a frecuentar a escondidas a su novio.
con la intención de estimular una clara toma de posición por parte de G i o v a n n a , a
http://psicoalterno.blogspot.com/

82 NIÑOS MALTRATADOS EL DIAGNOSTICO DE LA FAMILIA Q U E MALTRATA 83

la que se le provocó abiertamente al definirla como seguidora de su hermano menor En estas sesiones la pareja nos pareció más unida. Silvano había abandonado
y de sus padres. Esta redefinición obtuvo el efecto esperado. Giovanna, finalmente decididamente aquella modalidad desvalorizadora que consistía en r e f o r m u l a r con
tuvo el coraje de declararse de f o r m a expresa en contra de la separación y deseosa palabras más doctas aquello que la mujer contaba. Giovanna, por su parte, no se aferraba
de recomenzar sobre bases distintas su relación con el m a r i d o . Silvano también, a a la protección de sus hijos, y se dirigía frecuentemente al m a r i d o para consultarle.
pesar de seguir manteniendo una actitud ambigua respecto del cuñado, se veía ahora En síntesis, habíamos confirmado que la p o s i c i ó n de Giuseppe en la f a m i l i a R u g g e r i
más seguro debido a la valiente toma de posición de su mujer. había sido siempre más importante que la de Silvano. Este ú l t i m o , d e b i d o a la diferencia

Al término de la sesión se pudo concluir reafirmando la necesidad de trabajar de edad con él, al p r i n c i p i o había intentado hacerse aconsejar y amparar p o r el cuñado,

sobre la pareja, para verificar su capacidad de estar juntos y de ocuparse adecuadamente a quien consideraba un hombre decidido, emprendedor y capaz. Giuseppe, que siempre

de los hijos. Giuseppe se mostraba desilusionado e irritado por la " t r a i c i ó n " de su había sido como un padre para G i a n n i , asumió con Silvano la m i s m a a c t i t u d , tratándolo

hermana que había preferido al m a r i d o , pero no pudo hacer más que aceptar sus c o m o a un hijo. De hecho, en la f a m i l i a R u g g e r i , desde el p r i n c i p i o todas las decisiones

decisiones, aunque manifestando nuevamente un sutil desprecio por Silvano, c o m o importantes, no sólo aquellas concernientes al n i ñ o , sino también las relativas a la

hombre y como padre. administración económica, eran tomadas p o r G i o v a n n a y Giuseppe, sin que Silvano
osara oponerse abiertamente. Giuseppe, por otra parte, nunca había sentido mucha
estima por el cuñado, no sólo por su j o v e n edad, sino también p o r su escasa i n i c i a t i v a
Tercera fase: últimas entrevistas diagnósticas económica y por las dificultades que encontraba para lograr la obediencia de G i a n n i ,
que de hecho lo trataba más como compañero que c o m o padre. S i l v a n o entonces había
En las tres entrevistas diagnósticas que siguieron, se decidió enfocar intentado colocarse — a l menos e c o n ó m i c a m e n t e — en un plano de igualdad respecto
la atención en la evolución de las relaciones dentro de la pareja, y de su cuñado, arriesgándolo todo en una actividad que luego se manifestó poco

entre ésta y la familia de Giuseppe, sin olvidar la enorme importancia prometedora. En el m i s m o período, la pareja supo que esperaba un h i j o y, casi al
m i s m o tiempo, a la madre de Silvano se le diagnosticó un carcinoma que rápidamente
que tenía toda la problemática, tanto personal como familiar, de la
la llevó a la muerte. Para Silvano, la desaparición de la madre, única (presunta) aliada
cual Silvano era portador. La decisión de dar una mayor importancia de su f a m i l i a de origen, fue un golpe durísimo, que lo postró hasta el p u n t o de i n d u c i r l o
a un aspecto del problema en perjuicio del otro nacía de nuestra idea a descuidar a su m u j e r y su trabajo.
de comenzar a despejar el campo de aquellos conflictos que nos De este m o d o comenzaron los choques con Giovanna que, sintiéndose descuidada
parecían más urgentes, actuales o más directamente relacionados con y poco protegida por su marido, se apoyó todavía más en el h e r m a n o , i n v i t á n d o l o
la dinámica de maltrato. a salir en su defensa en las discusiones entre ella y Silvano. El pequeño Saro nació
en este c l i m a de tensión familiar. En esa circunstancia, Silvano trató de reanudar los
Era de esperar la constatación de que, en la construcción de este
vínculos con el padre y la hermana, pretendió su ayuda, r e i v i n d i c ó el derecho de
complejo "juego" familiar, Silvano había contribuido en una medida ser apoyado económicamente, p i d i ó a la hermana un lugar en el gran apartamento
ciertamente más relevante que la mujer, sólo por el hecho de ser en el que v i v í a sola, pero sólo obtuvo rechazo. El padre —desde siempre hostil a
responsable, en primera persona, del comportamiento de maltrato. Pero Silvano por haber sido aliado de su mujer y parte activa en la decisión de esta ú l t i m a
nos parecía mucho más evidente la constatación de que, a problemáticas de separarse de é l — no sólo no le ofreció ninguna ayuda, sino que rechazó también
ver a Giovanna y conocer a su pequeño nieto.
personales preexistentes, se sumaron factores desencadenantes que
Tampoco la hermana, quien a pesar de que estaba dispuesta a hospedarlo en los
habían funcionado como detonadores. Nuestra elección diagnóstica
momentos de agudo c o n f l i c t o con su mujer, no le concedió la ayuda que Silvano
fue la de medir la importancia de estos factores desencadenantes, pretendía, sino que, por el contrario, lo estimuló a ser más activo, lo que agravó su
verificando su consistencia y la posibilidad de acceder al cambio, y sentimiento de fracaso. En la torpe tentativa de resolver sus problemas adoptando
reservar para más tarde —quizás en una fase más propiamente la estrategia de dar lástima a los suyos, Silvano o l v i d ó a su mujer y al pequeño Saro.
terapéutica— el análisis posterior de cómo la combinación de las Cuando finalmente decidió encontrar un trabajo estable, estaba l l e n o de rabia, de
hostilidad y de sentimientos reivindicativos hacia el padre y la hermana, frente a quienes
problemáticas personales de Silvano y Giovanna habrían provocado
seguía mostrándose insatisfecho, necesitado de ayuda y de apoyo e c o n ó m i c o . C o n
las dificultades en la pareja y en la relación con los hijos. la convicción de haber tratado de ayudar a su f a m i l i a y de merecer estima por su
Concentramos entonces la atención sobre sucesos más cercanos en nuevo trabajo, se d i r i g i ó a su mujer y a su cuñado esperando su reconocimiento. V i o
el tiempo, esencialmente sobre aquellos concernientes a la recíproca con sorpresa que no sólo no fueron reconocidos sus sacrificios, sino que, en el intervalo,
decisión de unirse en matrimonio, el papel de Giuseppe y el de las la solidaridad entre los dos hermanos se había profundizado aún más. G i o v a n n a ya
había perdido confianza en él y requería constantemente al hermano ante el menor
familias de origen.
http://psicoalterno.blogspot.com/

84 NIÑOS MALTRATADOS EL DIAGNOSTICO DE LA FAMILIA Q U E MALTRATA 85

problema. Giuseppe, por su parte, acudía espontáneamente cada vez que en el La conclusión del diagnóstico coincidió con un primer balance
apartamento de al lado oía discutir a la pareja en voz alta: reprendía a su cuñado realizado junto con la red de los servicios dirigida al control, quienes
y llegaba hasta a levantarle la mano. confirmaron una clara mejoría de la relación de la pareja y una mayor
Silvano, consciente ya de su débil posición, de la desconfianza de su mujer, de serenidad en los contactos con los hijos durante las visitas en la
la escasa consideración, que c o m o padre, sentía hacia él G i a n n i , comenzó a sentir
institución. De la convergencia de estas observaciones surgió el
hacia el cuñado un odio producto de la mezcla de miedo y de impotencia. No se
animaba a desafiarlo abiertamente, ni tampoco respondía a sus reproches, y a veces
informe diagnóstico en el cual —además de describir aquello que a
trataba de obtener su aprobación; pero, de hecho, padecía en silencio, con la pretensión nuestro entender calificaba la dinámica de maltrato— subrayábamos
de que fuera su mujer la que pusiera distancia y lo desvinculara de su casa. Es evidente todos los problemas pendientes que requerían un tratamiento terapéu-
la manera en que estas diversas estrategias que, en las intenciones de Silvano y de tico. El diagnóstico y la propuesta de un programa fueron sometidos
Giovanna, deberían resolver sus problemas, producían el efecto contrario de incre-
al juez del Tribunal de Menores. El programa preveía una parcial
mentar aún más el conflicto de la pareja.
reinserción de los hijos en la familia, continuando con la suspensión
Y, de hecho, el grave episodio de maltrato sobre el pequeño Saro se desarrolla
de la patria potestad, con la consiguiente tutela de los menores a cargo
justamente en una fase de extrema tensión de esta dinámica. Silvano, en presencia
de un nutrido grupo de amigos del cuñado, había visto a este ú l t i m o poner una mano
del Ayuntamiento y el control del servicio social.
sobre la espalda de la hermana, mientras declaraba descaradamente, señalando al
pequeño Saro, " m i r a d , qué bonito es nuestro n i ñ o " . E l , sin embargo, no había tenido
el valor de rebelarse, ni contra el cuñado ni contra su mujer, quien por otra parte
se mostraba satisfecha con las apreciaciones del hermano. La pelea, a consecuencia CUANDO EL PRONOSTICO ES POSITIVO
de dicho episodio, había inducido a la mujer, como de costumbre, a refugiarse en
casa del hermano, mientras que el pequeño Saro, despierto debido a los gritos, se
había puesto a llorar. En una crisis de incontenible rabia, Silvano le había pegado Un acercamiento con fines valorativos que, como el que hemos
ferozmente a su h i j o dejándolo lleno de moretones.
explicado, trata de superar la simple descripción de los fenómenos,
responde a la doble exigencia de evidenciar las causas de la violencia
El éxito diagnóstico y de suministrar indicadores pronósticos acerca de la recuperabilidad
de la familia. Tales indicadores derivan, como hemos dicho, de los
movimientos y de los cambios que la familia produce en su orden
Al concluir estas sesiones se habían verificado algunos cambios
interno.
que simbolizaban una relación distinta de pareja. El hecho de que
Giuseppe saliera de escena no ocurrió, por supuesto, por efecto Estos primeros cambios, por supuesto, no conducen por sí mismos
milagroso de la sesión. Ambos cónyuges, después de una primera fase a la resolución de puntos tan problemáticos, pero permiten, sin
de sacar a relucir el problema, tuvieron necesidad de tomarse algún embargo, la iniciación de un trabajo terapéutico que recorrerá nue-
tiempo para verificar el efecto pernicioso que tenían sobre ellos las vamente, en la siguiente evolución, los temas ya afrontados para
constantes interferencias de Giuseppe y lo difícil que era para Giovanna desmenuzarlos más a fondo, para analizar sus recovecos y sus
mantener a distancia a su hermano y, sobre todo, valorar al marido implicancias menos evidentes. Cada situación familiar es, como es
ante sus hijos. En lo que respecta a Silvano, debió transcurrir algún lógico, peculiar, no sólo en virtud de sus características, sino también
tiempo para que fuese capaz de enfrentarse a su cuñado sin ambigüedad, en el tiempo que emplea para producir los cambios. En la evaluación
presentándose y comportándose como marido y como padre. diagnóstica y en la previsión pronóstica es necesario también tener
en cuenta este elemento, para poder formular un programa adecuado
La disponibilidad de la pareja para entender y, sobre todo, para
a las exigencias del menor.
poner en práctica actitudes de delimitación y de protección de su
familia, fueron elementos suficientes para lograr que concluyéramos En el plano de la intervención institucional, un pronóstico positivo
nuestra evaluación con un pronóstico positivo. simboliza una serie de disposiciones que modifican la posición de
http://psicoalterno.blogspot.com/

86 NIÑOS MALTRATADOS
EL DIAGNOSTICO DE LA FAMILIA Q U E MALTRATA 87

la familia en su relación con los servicios y con el Tribunal de Menores. tiene como f i n la verificación de las posibilidades de uno de los padres
Concretamente, esto significa que el Tribunal recibe un primer informe para ocuparse de los hijos y de la capacidad de ambos para colaborar,
que, al describir las raíces de la crisis y la evolución de las relaciones preservando frente a los hijos una buena imagen de la ex pareja.
familiares, resalta también los elementos de cambio que apoyan el
pronóstico y, sobre esta base, individualiza una propuesta específica
de programa adecuada a la situación de la familia. En los casos de
¿QUE HACER SI EL PRONOSTICO ES NEGATIVO?
pronóstico positivo, con frecuencia el punto central del programa prevé
la reaproximación gradual entre padres e hijos, o la reinserción de
estos últimos en la familia. El concepto mismo de pronóstico positivo El diagnóstico sobre las dinámicas que han llevado al maltrato puede
implica, de hecho, que la familia va readquiriendo la capacidad de concluir, sin embargo, con un pronóstico negativo, que es formulado
ocuparse adecuadamente de los hijos. En esencia, esto significa que cuando la familia de origen no se considera idónea para ocuparse de
entre los cónyuges se va formando una cierta alianza como padres los hijos. Se trata, esencialmente, de situaciones de dos tipos: aquellas
y una relación de confianza mutua, condición indispensable para en las cuales, ya desde la fase diagnóstica, no se ha producido en
afrontar adecuadamente los problemas de los hijos. la familia ningún cambio de signo positivo, y aquellas en las cuales
Los tiempos necesarios para la reinserción de los niños en la familia el diagnóstico y, por consiguiente, el pronóstico, en los hechos se ha
varían de acuerdo con las distintas duraciones del tratamiento tera- mostrado equivocado, por lo cual episodios de violencia o de evidente
péutico. En los casos en los cuales se prevén tiempos largos para la incapacidad como padres reaparecen en el transcurso del tratamiento
recuperación de la familia — d e dos a tres años de tratamiento— en terapéutico.
condiciones de riesgo, que aconsejen prolongar el alejamiento del niño,
En los casos del primer tipo, la ausencia de cualquier señal de cambio
surge el problema de ponerlo en una situación que no sólo lo proteja,
puede ocurrir por numerosos motivos. El pronóstico negativo quizá
sino que también le asegure una sana evolución psicofísica. Una
se deba a una exigencia de exclusión de la familia de aquel hijo,
solución no siempre fácil pero que, si se realiza adecuadamente, ofrece
exclusión que la misma familia no puede o no se atreve a expresar
óptimos resultados, es la de buscar una familia adoptiva temporal.
abiertamente. En estos casos se trata de trabajar con el núcleo, en
Con un pronóstico positivo, la familia de origen puede aceptar tal
presencia del niño, cuando su edad así lo permita, para lograr de este
solución, ya que no le parece una amenaza; mientras tanto a la familia
modo que el rechazo implícito sea honestamente declarado y que se
encargada de la custodia se le desalienta con anticipación respecto
disipe toda confusión. La elaboración de las razones profundas del
de la esperanza de adopción (Cirillo, 1988). De este modo, puede ocurrir
rechazo puede atenuar sentimientos de culpa demasiado intensos,
que, en una sana competencia, la familia de origen se sienta estimulada
arrepentimientos u otras consecuencias negativas. En estos casos es
verdaderamente a estar en condición de recoger lo más pronto posible
importante que padres e hijos puedan separarse, momentánea o
a los hijos.
definitivamente, manteniendo, en cuanto sea posible, una imagen
También se puede hablar de pronóstico positivo allí donde el recíproca no excesivamente deteriorada.
conflicto o las dificultades familiares se resuelvan con la decisión de
Existen también situaciones en las cuales el pronóstico negativo
una separación conyugal, tomada en una forma no excesivamente
— e n estos casos sería mejor llamarlo pronóstico de no tratabilidad—
traumática para los hijos. En estos casos, el punto conflictivo que
es la consecuencia de errores cometidos en la fase de construcción
provocaba la obstinada oposición recíproca de los cónyuges en un
del contexto en la terapia.
juego sin f i n , que les impedía tanto estar juntos como separarse, puede
resolverse decidiendo disolver el vínculo matrimonial de mutuo
Un caso que sirve de ejemplo fue aquel de una denuncia hecha ante el Tribunal
acuerdo o, más frecuentemente, por iniciativa de uno de los integrantes de Menores acompañada de un informe que atestiguaba la incapacidad de una madre
de la pareja. En estos casos la iniciación de un trabajo terapéutico para ocuparse de sus seis hijos, de una edad comprendida entre los ocho y los dieciséis
http://psicoalterno.blogspot.com/

88 N I Ñ O S MALTRATADOS EL DIAGNOSTICO DE LA FAMILIA Q U E MALTRATA 89

años. El decreto, p o r el cual se decidía el alejamiento de los menores, se hizo efectivo En una dramática sesión en la cual fueron examinados estos elementos, la pareja
solamente para los cuatro más jóvenes, mientras que a los dos mayores, adictos a admitió haber vuelto a la droga a pesar del afecto que sentían por el hijo. A estas
la droga e iniciados en la delincuencia, luego de repetidas fugas de un instituto incapaz alturas, fue necesario, a pesar de las presiones y las peticiones de la pareja, hacerles
de tomar medidas que los pudieran refrenar, se les permitió quedarse en la casa, de entender con claridad la importancia de poner en primer lugar el bienestar del niño
donde no quisieron alejarse, entre la indiferencia del servicio social y la impotencia que requería constantes y continuos cuidados, en un ambiente estable y sereno que
del m i s m o T r i b u n a l . sólo podía ofrecerle una familia adoptiva.
En esta situación, fue imposible ayudar a la madre a recuperar un papel acreditado
y n o r m a t i v o respecto de esos hijos, que ni las mismas instituciones estaban en Los casos de pronóstico negativo implican la necesidad de predis-
condiciones de controlar. En otras palabras, la madre se v i o apoyada al lamentar sus
poner para los menores soluciones alternativas a la familia de origen.
dificultades con los hijos mayores, presentándose c o m o una v í c t i m a de sus atropellos,
En general, nuestros esfuerzos están dirigidos a evitar que el pronóstico
considerándolos c o m o incorregibles y eludiendo la responsabilidad en los hechos,
ocultando su propia permisividad con ellos detrás del disfraz de la impotencia de negativo equivalga a una delegación de nuestra responsabilidad. Esto
los servicios a quienes, con palabras, les había pedido muchísimas veces que alejaran significa que, mientras sea posible, se plantee un trabajo que permita
de la casa sólo a los dos hijos mayores. a los padres tomar conciencia de sus propias dificultades y, al mismo
tiempo, considerar en primer lugar el derecho de los hijos a ser cuidados
Debe considerarse que también los errores de quien diagnostica, y seguidos en un ambiente extrafamiliar. Si hay parientes que se ofrecen
sus limitaciones o su incompatibilidad con ese tipo de familia pueden para ocuparse de los menores, frecuentemente nuestro Centro debe
frustrar cualquier cambio positivo. Si se está en condiciones de encargarse, por disposición del Tribunal, de evaluar la concreta
apreciarlo oportunamente, se pueden elaborar modalidades de super- posibilidad de que por medio de ello se resuelva efectivamente el
visión específica, o bien hallar estrategias que permitan a otro colega problema. Como es lógico, la familia se siente menos amenazada si
entrar en contacto con esa familia. la propuesta alternativa es otorgar la custodia a los parientes, o bien
la acogida en un instituto o en una comunidad que les permita, al
Los casos del segundo tipo, aquellos en los cuales la reiteración
menos, mantener relaciones, aunque sean limitadas, con los hijos.
de la violencia se verifica en el transcurso del tratamiento terapéutico,
son evidentemente más dolorosos y más difíciles de afrontar, tanto Es imposible conciliar, por el contrario, el apoyo a los padres con
para la familia como para los asistentes. la protección de los menores en los casos en los cuales, como
alternativa, se considera la posibilidad de la adopción. Esta medida,
frecuentemente indispensable, puede cortar nuestra relación con la
Es emblemático con este f i n el caso de dos jóvenes drogadictos, padres, que
descuidaban gravemente a un niño de un año —entre otras cosas afectado por una
familia que nos considera corresponsables de una decisión tan drástica.
grave e n f e r m e d a d — hospedado en una pequeña c o m u n i d a d por prescripción del Tal decisión, en todo caso, no se toma nunca a espaldas de los padres
T r i b u n a l de Menores. Durante el diagnóstico, el deseo de volver a tener al h i j o había que, a pesar de ser incapaces de llevar a cabo su papel, merecen ver
impulsado a los padres no sólo a alejarse de la droga, sino también a independizarse salvaguardada su propia dignidad y su derecho a conocer las decisiones
de las familias de origen en el plano económico y de vivienda. Las visitas al niño,
que les conciernen.
constantes y adecuadas al plan pedagógico hacían, en conjunto, prever una salida
positiva. Tales cambios — q u e se m a n t u v i e r o n estables durante ocho meses aproxi-
m a d a m e n t e — i n d u j e r o n a los asistentes a organizar un programa que responsabilizara
más a los padres en el cuidado del h i j o . El T r i b u n a l de Menores, notificado de la
e v o l u c i ó n de la situación, dictó un decreto en el cual, además de prescribir un
tratamiento terapéutico, se le permitía a la pareja tener consigo al niño los fines de
semana y algunas tardes. Coincidiendo con la toma de estas responsabilidades, la
pareja comenzó a mostrarse reticente y cerrada en las sesiones terapéuticas, a no respetar
las disposiciones y los horarios de la comunidad que había recogido al niño, a ser
irresponsables respecto del h i j o , quien manifestó inmediatamente una serie de síntomas
c o m o ansiedad, i n s o m n i o e inapetencia.
http://psicoalterno.blogspot.com/

JUEGOS FAMILIARES TÍPICOS 91

4. J U E G O S F A M I L I A R E S TÍPICOS DE hacen que —del vasto repertorio de las reacciones que se pueden dar
L A S F A M I L I A S QUE M A L T R A T A N en el conjunto de los comportamientos de los seres humanos— sea
la violencia física sobre el menor la elegida en las familias en estudio.
Ciertamente, uno de estos factores está representado por el con-
texto de aprendizaje; en la introducción hemos recordado la manera
en que la bibliografía subraya el llamado "ciclo repetitivo del abuso",
por el cual, el haber estado expuestos de niños a maltratos hace más
probable el recurso, cuando se es adulto, de comportamientos violentos
hacia los propios hijos (Cirillo, Di Blasio, 1988). Además de este factor
de orden individual (y otros que se podrían hallar ciertamente en una
PECULIARIDADES DE LOS JUEGOS óptica intrapsíquica: personalidad inmadura, dominada por el impulso,
QUE COMPRENDEN EL MALTRATO
estructura criminal, etcétera) como causa de la aparición del maltrato
se citan frecuentemente elementos de tipo sociocultural, entre los
Es posible, a estas alturas, esbozar una tipología de las familias cuales, en particular, el elevado índice de estrés relacionado con la
con problemas de maltrato, deducida de nuestro trabajo clínico de estos marginalidad social, con la desocupación, con la falta de vivienda o
años. Por supuesto, no se trata de una clasificación exhaustiva; sin la superpoblación en viviendas inadecuadas, con la miseria, con la
embargo, creemos que agrupar nuestras observaciones clínicas según pobreza cultural que limita el recurso de la verbalización en la
las categorías de los juegos familiares puede constituir un estímulo resolución de los conflictos.
para que otros trabajadores sociales formulen hipótesis explicativas La presencia de uno o varios de estos factores (individuales y
sobre el juego específico que se lleva a cabo en las familias que sociales) se une, a nivel familiar, con un tercer factor, que es el de
maltratan y que a ellos se presentan. la peculiar evidencia del juego de la familia que maltrata. Este juego,
Los terapeutas de familia que conocen las reconstrucciones de los en efecto, a diferencia de aquel encubierto y huidizo de la familia
juegos en las familias psicóticas elaboradas por Selvini Palazzoli y psicótica, surge ante los ojos del experto en su dramática manifestación.
otros (1988) podrán observar cómo los juegos que descubrimos de En la familia psicótica, en efecto, el conflicto conyugal pocas veces
las familias que maltratan son, bajo muchos aspectos, bastante es abierto y aun cuando lo sea tiene características, por así decir, de
parecidos a aquéllos. Esto depende naturalmente del observador, en pantalla, mientras que sobre los puntos esenciales de la problemática
el sentido de que nosotros mismos hemos delineado los juegos de de la pareja ninguno de los integrantes habla explícitamente: es esto,
las familias que maltratan a partir de aquellos ya descritos para las de la forma más resumida, el concepto de "asiento" que Selvini
familias psicóticas, y por lo tanto hemos copiado parcialmente estos Palazzoli y otros han hallado en la raíz de cada juego psicótico.
modelos. Creemos, por otra parte, que algunas profundas coincidencias En la familia que maltrata, por el contrario, el conflicto conyugal
entre estos y aquellos juegos no pueden depender sólo del punto de explota de modo violento y manifiesto, invistiendo con frecuencia más
vista del observador. Algunos fenómenos importantes, como la directamente las áreas vitales de cada uno de los dos contendientes.
presencia de vínculos irresueltos con las familias de origen o la En el juego psicótico, el complejo enredo de las alianzas y
inserción del hijo dentro del conflicto conyugal, son, en efecto, cier- coaliciones está casi totalmente encubierto y negado: la seducción y
tamente similares. la instigación que se entretejen entre cada uno de los dos padres y
Quizás estemos investigando sobre las diferencias entre los dos los hijos son maniobras que se realizan de forma preferente a través
grupos de juego: aquellos que desembocan en un síntoma psiquiátrico de sutiles mensajes análogos, que, desde luego, se puede presumir
de un hijo y aquellos que desencadenan el comportamiento del maltrato. que escapan, al menos en parte, a la conciencia de los mismos
Todavía no está bien claro, en efecto, cuál es la serie de factores que protagonistas. En cambio, en el caso de la familia que maltrata, los
http://psicoalterno.blogspot.com/

JUEGOS FAMILIARES TÍPICOS 93


92 NIÑOS MALTRATADOS

bandos están normalmente bien definidos, exhibidos de manera Golpear a un niño por ira contra el compañero
provocativa y descarada, hasta que la violencia de un progenitor se
Podemos reconocer como destinatario de este mensaje, ante todo,
desencadena contra el hijo que milita en el campo contrario. Es
al otro padre. Hemos expuesto ya esta posibilidad en el capítulo 1,
simbólica la dinámica incestuosa, que en la familia que abusa se llega
a llevar a cabo de formas más o menos completas, protegida por el allí donde, al hacer referencia a algunos padres que maltratan que
silencio de los dos protagonistas y, a veces, por la complicidad de se habían dirigido espontáneamente a nuestro servicio, comentamos
los familiares. Por el contrario, la misma dinámica se limita a una que su jugada de no ocuparse de su propio deber de padre se podía
intimidad sólo aludida en algunas familias de transacción psicótica, interpretar como un reproche hacia el compañero. En tales casos, el
como en los casos de anorexia. progenitor que maltrata puede ser, por supuesto, tanto el padre como
la madre, y pueden vivir tanto juntos como separados.
Dicho esto, podemos comenzar a esbozar la tipología de las familias
Sin embargo, para hacer más fácil de entender el juego que queremos
que maltratan distinguiendo entre las familias en las cuales el papel
mostrar, es oportuno extremar la situación de un modo adecuado a
del niño maltratado puede ser considerado, por simplicidad, insigni-
nuestro contexto sociocultural, y elaborar la hipótesis de que el
ficante, y aquellas, en cambio, en las cuales los hijos se utilizan
progenitor que maltrata sea la madre que ha quedado sola y que el
activamente para mantener el juego relacionado con el maltrato.
padre, algún tiempo antes, haya dejado la familia, descuidando sus
En la primera categoría entran aquellas familias en las cuales el
deberes hacia el hijo (es éste el aspecto sobre el cual se apuntan las
padre que maltrata —o más frecuentemente el que descuida— se
recriminaciones de la mujer abandonada), haciendo simultáneamente
presenta generalmente como incapaz de hacer frente al deber de criar
"oídos sordos" también a las protestas desesperadas de la compañera,
y de atender a la prole, normalmente representada por uno o más niños
que no deseaba en absoluto la separación. En un caso así, este elemento
pequeños. La incapacidad de los padres como mensaje es la definición
es siempre ocultado por la mujer, la cual por orgullo se obstina en
que se le puede dar a este grupo de juegos.
proclamar que lo que no le perdona al traidor es sólo el hecho de
En la segunda categoría entran, en cambio, familias en las cuales
que no asuma sus deberes de padre.
es objeto del maltrato, más frecuentemente que del descuido, un hijo
El maltrato del niño es por lo tanto expresión de un complejo
específico —pocas veces dos— mientras los otros resultan indemnes.
entretejido de sentimientos en el cual la madre se debate: por un lado,
En este grupo de familias, los niños maltratados tienen generalmente
la intolerancia hacia el hijo, descargado por el traidor como un
al menos dos años y, como veremos, refuerzan con su comportamiento
embarazoso fardo, liberado del cual "ése" puede gozar de la vida,
los mecanismos relacionados con el desencadenamiento de la violencia.
mientras que ella —que antes había deseado al niño, y lo había amado
Como se puede intuir fácilmente, los juegos familiares destacables
intensamente ya que era fruto de una relación feliz— se siente ahora
en estas familias serán del tipo chivo expiatorio.
insoportablemente oprimida. Por otro lado existe, a veces, el terco
frenesí de "echárselo en cara" (al ex compañero) atendiendo al hijo
L A INCAPACIDAD D E L O S P A D R E S COMO M E N S A J E con perfección obsesiva, de modo que el padre palpe lo inútil que
es y que nadie lo encuentre a faltar. Pero apenas la madre descubre
Si analizamos la primera categoría de juegos, es posible asignar que ella sola no puede hacerse cargo del deber de criar bien al hijo,
al maltrato un significado de reclamo frente a un pariente, que se se encuentra que este último se transforma en la "pelota entre los
1
muestra desinteresado hacia el progenitor que maltrata. pies" que el compañero le ha impuesto al abandonarla. Si el niño es
entonces maltratado, incluso de manera grave, el estallido de agre-
sividad se entiende como dirigido contra él, en cuanto es responsable
1. La jugada que busca llamar la atención de un pariente mediante la conducta inadecuada de no corresponder afectuosamente a sus cuidados, causa por lo tanto
como progenitor, muy difundida en las familias conflictivas, ha sido bastante discutida en un trabajo de su fracaso existencial, cadena que la aprisiona, instrumento
anterior (Cirillo, 1986b).
http://psicoalterno.blogspot.com/

94 NIÑOS MALTRATADOS JUEGOS FAMILIARES TÍPICOS 95

(inconsciente) del traidor que se ha ido, pero que a través de él continúa Un ejemplo nos mostrará la forma más típica. Se trata, como
persiguiéndola indirectamente. veremos, de uno de los pocos casos espontáneos con los cuales nos
En circunstancias menos desesperadas, el progenitor reacciona hemos tropezado: según lo que hemos afirmado anteriormente, la
frente al maltrato del hijo abandonado, no materialmente pero sí autodenuncia se interpreta también aquí como una especie de
emotivamente, al compañero, librándose de sus demandas de afecto, "denuncia" de alguna otra persona.
de acercamiento, de cohesión. En este caso el traidor puede descuidar
al cónyuge por apego a su trabajo: en las dos familias que hemos Mariella se dirige a nuestro Centro pidiendo ayuda. Vive con sus dos niños, Sara,
de 20 meses, y Omar, de 6. Su compañero, norteafricano, está en la cárcel por venta
aludido en el capítulo 1 (págs. 37-40), el refugio del compañero en
de droga. Mariella vive con la anciana abuela paterna, que atiende a Omar mientras
el trabajo era sentido como particularmente injusto porque obligaba ella trabaja como empleada administrativa en un inestable trabajo. La niña va a la
al otro (en un caso, la esposa, en el otro, el marido) a cargar enteramente guardería. Mariella tiene problemas justamente con Sara, con la que, inexplicablemente,
con el peso de la rehabilitación de un hijo discapacitado, seguida a se muestra impaciente. La golpea a menudo con violencia cuando desobedece o se
conciencia y, a veces, violentamente golpeado. ensucia, y está asustada por esa reacción: quisiera entender por qué maltrata así a
su hija, a la que ama mucho, y desea que la ayuden a cambiar. Una breve investigación
Más que con el trabajo, la traición puede ser consumada con un
permite aclarar que Mariella es la "oveja negra" de su familia donde los dos hermanos
rival, como en el caso siguiente: menores conviven más o menos correctamente con sus padres. Estos, todavía jóvenes,
administran un bar desde que ella era pequeña y por este motivo, desde niña, ha
En la familia que se nos envió para una evaluación, nos encontramos con que sido atendida por su abuela paterna, quien vivía con ellos.
el joven padre había golpeado salvajemente a su propia hija de 18 meses, aunque,
Se organiza, a esta altura, una larga sesión, en la cual están presentes, además
sin embargo, supo criar a su primogénito (que en la época del hecho tenía ya 6 años),
de Mariella y los niños, también los padres y la abuela. En la sesión, surge fácilmente
paciente y tiernamente. Comprobamos que al joven, en la época del noviazgo, el futuro
la animosidad que Mariella siente desde la infancia hacia su madre, que se ha ocupado
suegro le advirtió que la muchacha con la que estaba a punto de casarse no era capaz
poco de ella, animosidad avivada por las críticas que la abuela paterna, a quien estaba
de asumir con eficacia los deberes maternos. Tendría que ser constantemente guiada
muy ligada, no le ahorra a la nuera, culpable de preferir la animación del trabajo
y ayudada. La muchacha, a quien siempre se la había considerado levemente retardada,
en el bar, a la casa y a los niños. Mariella comenzó a escaparse de su casa a los
había crecido, de hecho, bajo el ala protectora del padre. El marido se había hecho
16 años y las fugas se repitieron más tarde. Por eso se acercó a la droga, sin llegar
la ilusión, primero, de que con el matrimonio y, después, con el nacimiento del primero
a ser una verdadera drogodependiente, tuvo distintas relaciones sentimentales fraca-
y segundo hijo, ocuparía el lugar de su suegro, y luego descubrió, poco a poco, que
sadas y se prostituyó por un breve período. Encontró una cierta estabilidad sólo con
su esposa seguía recurriendo al padre para pedirle guía y consejo, dejándolo solo
el padre de los niños; cuando éste fue encarcelado, fue a vivir con la abuela, que
en la casa, después del trabajo, con los niños.
desde hacía algunos años había dejado la casa del hijo por diferencias con su nuera.
Una última provocación de la mujer (que le había sacado a escondidas dinero
Mariella nunca dejó de informar a sus padres de todos estos sucesos, por lo general
del sobre del sueldo para llevárselo al padre-rival) había desencadenado la crisis de
indirectamente, confiándose con el hermano más cercano a ella por edad. Su familia
furia del hombre descargada sobre su pequeña hija, que representaba su lacerante
se había preocupado, pero, a su juicio, sólo formalmente: la primera vez que se fue
fracaso en el intento —perseguido sobre todo a través de los hijos— de arrancar a
de su casa habían esperado una semana antes de dirigirse a la policía.
la muchacha del padre y vincularla finalmente a él.

En el ejemplo se puede ver el maltrato a la hija como una señal,


Cuando el reproche está dirigido a la abuela
entre tantas, que la joven mujer envía a su propia madre. Es como
si Mariella quisiera de este modo implicarla, atraerla, castigarla por
Con más frecuencia, el destinatario de esta comunicación, es decir,
haberla a su vez descuidado de pequeña, y parece que es justamente
del mensaje que viene a expresar que "no soy capaz de criar a mis
el deseo de amplificar esta señal lo que induce a Mariella a la
hijos", no es el cónyuge, sino el progenitor del padre inepto.
autodenuncia.
En tal situación, por lo general el maltrato es crónico, no llamativo
En general, cuando una madre exhibe su propia incapacidad como
(aunque agudo, como en los casos precedentes) y puede manifestarse
tal esperando lograr que su madre se ocupe de sus hijos, trata de obtener
a través de un grave descuido o desidia.
una especie de resarcimiento del hecho de que su propia madre se
http://psicoalterno.blogspot.com/

96 NIÑOS MALTRATADOS JUEGOS FAMILIARES TÍPICOS 97

haya ocupado poco de ella. Tal maniobra está de todos modos destinada Descubrir, en cambio, que después de una desaprobación poco más
al fracaso: en el caso de que la abuela rechazase cuidar al nieto, la que formal la madre consiente en su elección, se convierte en una
madre se sentiría más frustrada y transferiría su propio rencor sobre prueba posterior del hecho de que ella no ve la hora de liberarse,
el niño, por no haber sido capaz de procurarle el afecto de la madre. en la primera ocasión, de la hija incómoda y provocadora. Al seguro
En el caso de que, en cambio, la abuela aceptase, la madre se daría fracaso del vínculo conyugal, con todas sus desilusiones previsibles,
cuenta desde el primer momento de que aquel resarcimiento por lo debidas a la naturaleza de la elección de compañero, puede por lo
que hizo otra persona no la satisface en absoluto, ya que la relación tanto sucederle la manifiesta incapacidad de la joven mujer de atender
entre su madre y su hijo tiende a excluirla, lo que la hace sentirse a sus hijos, para que la madre consienta en recibirla nuevamente en
todavía más defraudada por el amor, tanto de la primera como del su casa, por lo menos por compasión hacia los nietos. En este punto,
segundo. el rechazo de la abuela, que intenta disuadir a su hija de separarse
Esta eventualidad es por desgracia muy frecuente, por ejemplo en del marido, al que siempre ha criticado, provoca la petición de ayuda
los casos de niños hijos de muchachas toxicodependientes: la joven a los servicios sociales, con la demanda de proteger a los niños. Cuando
madre, casi sin excepción, experimenta una recaída cuando la entrega los asistentes aceptan, sin ver más allá de la demanda asistencial y
de su hijo a la abuela (pedida por ella misma o tal vez, sin más, sin percibir que están supliendo a la abuela, se darán las condiciones
sancionada por el Tribunal de Menores) desencadena en la abuela un para convertir en crónica la intervención (seguridad, instituto, apoyo
enamoramiento por el nieto, enamoramiento que la joven madre no domiciliario, etcétera) que se había creído que era sólo temporal.
recuerda que haya sentido nunca por ella. Casi parece que la abuela
sintiese que el nieto le ofrece una segunda oportunidad de realizarse Un hijo predilecto y los otros descuidados
como madre, al haber fracasado la primera vez: y prefiere alejar de
sí, emotiva y físicamente, a la hija que encarna su fracaso, para Un tercer (y por otra parte inusitado) destinatario de la incapacidad
dedicarse de lleno al nuevo niño. de los padres puede ser un hijo —típicamente el primero— en cuanto
Hemos enunciado esta casuística toda en femenino, porque en la éste se incorporó de manera descarada a la pareja, mientras los otros
experiencia hemos verificado que la incapacidad de los padres es una hijos aparecen, por así decirlo, fuera del juego.
jugada típicamente usada por una joven madre para llamar la atención
Un ejemplo particularmente característico está representado por la familia que
de la abuela. Esto se verifica generalmente en configuraciones
llamaremos Scalici. Los cónyuges se casaron a los 15 años, después de fugarse de
familiares en donde el padre de la muchacha está ausente, o periférico, su casa, lo que se da con frecuencia en cierta cultura del sur de Italia, y tuvieron
o, de todos modos, proporciona escaso apoyo tanto a la hija como muy pronto su primer hijo, Vincenzo. La segunda hija, Anna, murió a los pocos días
a la esposa. de vida, así que entre Vincenzo y la siguiente hermana, Rosaria, existía un intervalo
Casi siempre, la muestra máxima de descuido que la hija reprocha de cuatro años. Después de otros dos años nació Giuseppe, y al año siguiente, Antonio.
En esos momentos la emigración de la familia a Milán había provocado la ruptura
a la madre consiste en haber accedido a su matrimonio: como si sintiera
del esquema de pareja tradicional en su cultura, con el marido que provee el dinero
que fue "entregada" al primero que vino, a pesar de que ella misma, necesario para el mantenimiento y la esposa que atiende a la prole y la casa. Los
tercamente, lo quisiese. Se puede así elaborar la hipótesis de que la dos cónyuges habían encontrado trabajo con horarios distintos, él como peón de albañil
joven esperaba que, a su intención declarada de casarse con un partido y ella en una empresa de limpieza, dividiéndose los quehaceres domésticos.
evidentemente malo —una de las tantas manifestaciones de protesta En este momento es cuando explotan los primeros conflictos, al mostrarse el marido
probadas en la batalla con la madre, quizá la más extrema— corres- reacio a asumir tareas "de mujer" y celoso de los tiempos de la mujer fuera de la
pondería una firme negación por parte de la madre, quien no se casa. Ella, entonces de 25 años, se apoya cada vez más en Vincenzo, ahora ya de
9 años, con el cual se desahoga del mal carácter del marido. Este último, sintiéndose
mostraría en absoluto en contra de tenerla todavía con ella, como prueba
cada vez más excluido, se vuelca al alcohol, lo que refuerza el vínculo entre la esposa
de aquel vínculo que las unía, del cual la muchacha había hasta ese y el primogénito. Al marido, frustrado e incapaz de expresar con claridad los celos
entonces dudado. que tiene del hijo, no le queda otra alternativa que dejar embarazada otras dos veces
http://psicoalterno.blogspot.com/

98 NIÑOS MALTRATADOS JUEGOS FAMILIARES TÍPICOS 99

a su mujer. La mujer reacciona mal a las dos maternidades indeseadas, y trata sucesivamente a la familia es la de un juego de cuatro jugadores (padre, madre,
inútilmente de interrumpir la última, no renunciando, sin embargo, a su trabajo Vincenzo y Rosaría), desequilibrado luego por la llegada de Anna: por el contrario,
extrafamiliar, con más razón ahora que el marido bebe cada vez más y trabaja cada parecía que Giuseppe, Antonio y los otros dos pequeños —no por casualidad
vez menos. El padre y Rosaria deben ocuparse de los cuatro niños más pequeños, innombrados— no llegaron ni siquiera a la condición existencial de jugadores, tanto
formando una pareja contrapuesta a aquella de la madre/Vincenzo. Pero mientras el a sus propios ojos como a los de sus familiares.
vínculo entre estos últimos se funde en una intensa atracción, el del padre y la hija La terapia familiar comenzó con el alejamiento de todos los hijos, excepto Vincenzo,
se basa sólo en el rencor, en los celos y en la envidia hacia los otros dos. En este ya mayor de edad. Las primeras sesiones de diagnóstico, en las cuales se descubrió
clima, como se descubrirá más tarde, ha sido también consumado el incesto entre el juego que hemos descrito, debieron afrontar la extrema reacción de Rosaria, que
el padre y Rosaria. escapó de la institución donde había sido alojada y, en el instituto donde luego se
El matrimonio simbólico entre la madre y Vincenzo es ratificado por una noticia hospedó, presentó una crisis disociativa. El trabajo ya desarrollado sobre la inclusión
que la señora sabe a través del médico y que comunica sólo a Vincenzo: una avanzada de Vincenzo en la pareja permitió sugerir a los cónyuges alejar al primogénito, que,
cirrosis ha golpeado al jefe de familia (¡fuera de todo cálculo!) dejándole poco tiempo en espera de partir para el servicio militar, se hospedó durante algunas semanas con
de vida. la familia de Anna. Esta disposición tranquilizó inmediatamente a Rosaria. Una
Mientras tanto, Giuseppe y Antonio y los dos hermanitos pequeños crecen sin afortunada circunstancia facilitó el tratamiento: cuando los terapeutas decidieron
ser atendidos adecuadamente por nadie: ni por la madre, llena de rencor hacia el marido explicar al señor Scalici lo grave que era su situación clínica, él reaccionó abandonando
que bebe, es violento, no trabaja y no piensa en otra cosa que en dejarla embarazada; inmediatamente el alcohol, con la consiguiente mejoría psicofísica y un pronóstico
ni por el padre, que, sin trabajo, mortificado por su condición de "ama de casa", más favorable.
reniega, bebiendo, sobre los agravios que ha recibido de su mujer. Vincenzo, y sobre La presencia de un servicio social, con posibilidades de realizar en el domicilio
todo Rosaria, suplen esto dentro de sus posibilidades, pero el precario equilibrio de y en la escuela un control muy puntual y detallado sobre las condiciones de los menores,
la situación se precipita bruscamente cuando Vincenzo, a los 16 años, tiene una novia, permitió concluir la fase de evaluación con una incorporación simultánea de todos
Anna. La madre, aterrorizada con la idea de perder el apoyo del hijo, trata de englobar los hijos a la familia, menos Vincenzo, después de sólo cuatro meses de alejamiento.
a la muchacha en la familia, y la recibe con los brazos abiertos como una reencarnación La terapia se consideró concluida cuando los padres y los terapeutas lograron
de su niña muerta, de quien, por coincidencia, lleva también el nombre. terminar de centrar las reuniones exclusivamente en Vincenzo y en la pobre Anna,
Anna, que a su vez proviene de una familia desastrosa, está contenta con esta transformada por los esposos Scalici poco menos que en la encarnación del diablo,
aceptación y hace todo para merecerla, reemplazando a Rosaria en el cuidado de los y hablar en cambio de Rosaria y de los cuatro más pequeños, que se volvieron
niños pequeños. El padre está contento de tener alguien que lo reemplaza en algunos —tanto en las reuniones como en la casa— diferenciados y reconocibles unos de
deberes domésticos: la única insatisfecha es Rosaría, desprovista de su identidad otros.
—vacilante— de madre sustituía de la familia (y de esposa sustituta del padre). Por A este proceso de individuación de los niños contribuyó también la familia tutelar
supuesto, Anna se cansa muy pronto de "hacer de sirvienta" en casa de otros, y empieza que había hospedado a los dos más pequeños: en efecto, la disponibilidad de la familia
a criticar, con Vincenzo, a la futura suegra, poniendo al muchacho en la necesidad tutelar estimuló una sana competencia por la "posesión" de los niños, que representaron
de elegir. desde ese momento un valor a obtener y no un peso que cargar.
Los trabajadores de los servicios sociales, que hasta ahora habían asistido a la
familia, supliendo las carencias más graves (incumplimiento escolar, falta de cuidados
médicos, vacunaciones, etcétera) ven, entre tanto, cómo el núcleo familiar se precipita E L M A L T R A T O D E L CHIVO E X P I A T O R I O
en una condición cada vez más dramática. Rosaria se presenta en la escuela (donde
o
repite, sin ningún provecho, el 2 año de la Enseñanza Media) en un estado de
abatimiento y de confusión cada vez más evidente; Giuseppe y Antonio van a la escuela Llegamos ahora a la segunda categoría de juegos familiares ca-
muy irregularmente, desorientados y desordenados; los más pequeños, en la guardería, racterísticos de las situaciones de maltrato: aquellos que hacen que
están sucios, desnutridos y con mala salud. Pero las investigaciones de los servicios la activa participación del maltrato mantenga el juego patógeno.
chocan contra el muro de las negaciones por parte de los padres, hasta que Vincenzo Es también cierto que en la primera categoría de juegos (incapa-
realiza su elección y, acompañado por Anna, se presenta a los asistentes sociales para
cidad de los padres como mensaje) no se debe considerar al niño ex-
denunciar la desatención de los padres hacia los hermanitos.
clusivamente como el receptor de las comunicaciones de otros, y
Como se puede notar, en esta familia la desatención es un síntoma que se encuentra
dentro de un juego que no traspasa los límites del núcleo familiar: todos los abuelos específicamente sólo como víctima del abuso. Volvamos a considerar
han muerto ya y los varios tíos, que se encuentran en el sur de Italia, aparecen como los dos casos expuestos en el capítulo 1 y a los cuales hemos nombrado
escasamente significativos. La impresión vivida por los terapeutas que siguieron nuevamente en las págs. 93-4: en éstos un pequeño minusválido es
http://psicoalterno.blogspot.com/

100 NIÑOS MALTRATADOS


JUEGOS FAMILIARES TÍPICOS 101

objeto de maltrato por parte del padre, insatisfecho por la desaten- después, vuelve a buscar al niño, diciendo que ha encontrado acomodo en otro lugar,
ción afectiva de la cónyuge. Indudablemente los dos niños en cuestión la abuela se niega a dárselo, Ornella cede, y reaparece de vez en cuando para visitar
(uno de los cuales no era ni siquiera hijo único) presentaban ciertamente al niño en compañía de hombres que deberían infundir temor a su suegra. Pero un
un factor que los predisponía al maltrato, es decir, la incapacidad: día es maltratada por ésta y no aparece más.
la bibliografía sobre el abuso es muy clara a propósito de esto (Camblin, Tres años más tarde Luigi inicia una relación con Sandra, mujer fuerte y volun-
1982; Kienbergen, Diamond, 1985). En una óptica sistémica, también tariosa, y se va a vivir con ella a su pueblo, a algunos kilómetros de la casa de su
madre. La abuela también está en contra de este segundo vínculo: deja entender
la incapacidad es una información ante la cual a los otros miembros claramente que no "soltará" nunca a Matteo. De momento Sandra cede y se dedica
de la familia les es imposible no reaccionar (Cirillo, Sorrentino, 1986; a consolidar su relación con Luigi sustrayéndolo de la influencia de su madre. Después
Sorrentino, 1987): he aquí, entonces, que el niño es considerado del nacimiento de su primera hija, sin embargo, Sandra vuelve a la carga, confiando
también como emisor de mensajes —la diversidad inherente a la a Luigi que quiere traer a Matteo con ellos: sólo de este modo ella podrá sentirse
incapacidad y las necesidades de rehabilitación que esto requiere— legitimada a todos los efectos, tanto frente a Ornella (que sigue siendo la esposa legal
y que, de vez en cuando, Luigi encuentra por las calles del pueblo) como frente a
y no como puro y simple receptor. Esto no significa, sin embargo, su suegra. Luigi está indeciso, le pregunta a Matteo (¡que tiene 4 años!) qué desearía
que consideremos al niño como "estratega", es decir, como emisor hacer, enreda las cosas. Una solución de compromiso, alcanzada con esfuerzo consiste
intencional de mensajes extraídos de una gama de mensajes posibles, en hacer que Matteo pase durante algunos años las vacaciones con el nuevo núcleo
como sucede en cambio en la segunda categoría de juegos que podemos familiar. Después del nacimiento de la segunda hija, Sandra finalmente lo logra, y
definir como del tipo "chivo expiatorio". Matteo, de 7 años, va a vivir —más o menos de forma estable— con el padre y
la madrastra. La abuela, envejecida, se opone más débilmente, también porque el niño
es tremendo y le da mucho trabajo.
El patito feo
Podemos imaginar, por lo tanto, que Matteo deja a su abuela con sentimentos
muy confusos. Primero se siente culpable de haberla abandonado, además ha sido
Con mucha frecuencia el hijo que asume el papel de chivo expia-
prevenido por ella sobre la madrastra con la insinuación de que "allá" será maltratado
torio —y quien es, por lo tanto, el único maltratado o quien lo es y dejado de lado por las hermanitas. Y por otro lado, lleno de expectativas por la
más llamativamente— mantiene los vínculos con cualquier miembro idea de vivir en una "verdadera" familia, pero al mismo tiempo ansioso y asustado.
de la familia de origen; a veces, sólo es hijo de uno de los cónyuges, Luigi, que debería tranquilizar al hijo y favorecer su inserción, es a su vez poco
y por este motivo ha sido, durante un cierto período de tiempo, atendido propenso a disgustar del todo a su madre y a unirse totalmente a su concubina. Entrega
por los abuelos. Describamos un ejemplo paradigmático. el niño a Sandra, pero no pierde ocasión para interponerse entre los dos, casi temiendo
que Sandra pueda ser muy dura con Matteo. Este, por su parte, pone muy pronto
Matteo, de 9 años, se presenta en la escuela con un corte sangrante en el cuero a prueba a sus padres: cuando Sandra le grita o lo castiga, enseguida Luigi lo cubre
cabelludo y varios moretones en el cuerpo. Inmediatamente se lo aleja de la casa, y lo defiende y, casi para resarcirlo de la infelicidad que le ha ocasionado, le propone
algunos días de vacaciones con la abuela. La abuela, por supuesto, aviva el fuego.
donde vive con el padre, su concubina y las dos hijas de la pareja, de 5 y 2 años.
En su casa el nieto se siente confortado y respaldado, pero también excluido y exiliado
Como en las fábulas, parece que la madrastra mala ama a sus dos niñas y golpea
de la casa paterna.
al hijastro, que encuentra apoyo y consuelo sólo en la abuela paterna. La realidad,
naturalmente, es mucho más compleja. En dos años, Matteo se vuelve cada vez más difícil de controlar. También la abuela,
entre miles de suspiros y recriminaciones sobre cómo lo han cambiado, declara que
El padre de Matteo, Luigi, vivía sólo con la madre, viuda, hasta que un día trae
no quiere ocuparse más de él. En este momento explota el episodio del maltrato,
a casa a una muchacha que ha dejado embarazada, Ornella. Esta es muy hermosa
como desesperada tentativa de Sandra de ejercer su autoridad sobre el niño y de golpear
y muy extravertida, a diferencia de Luigi, que es tímido y cohibido. La madre de
al marido que no la respalda.
Luigi se opone al casamiento reparador (que de todos modos se realiza) porque cree
Al alejamiento de Matteo (recogido por nuestro centro de acogida) sigue para-
que Ornella busca "encajar" a Luigi el hijo de otro. La joven pareja empieza de todo»,
lelamente la terapia familiar. En las sesiones de evaluación —a la primera de las
modos a vivir con el recién nacido, Matteo, en dos habitaciones que consiguen dentro
cuales es invitada también la abuela— se logra reconstruir el juego recién descrito.
del apartamento de la abuela. Naturalmente, el matrimonio naufraga en espacio de
Esto, además de dar al juez una evaluación muy detallada de la crisis familiar, da
un año a causa de los violentos enfrentamientos entre suegra y nuera, agravados por
la posibilidad de proponer al mismo tiempo al Tribunal el regreso de Matteo a su
el comportamiento ambiguo de Luigi. Ornella desaparece y cuando, una semana
casa (después de tres meses de permanencia en el centro) y el comienzo de una verdadera
http://psicoalterno.blogspot.com/

NIÑOS MALTRATADOS JUEGOS FAMILIARES TÍPICOS 103


102

terapia de familia. El trabajo centrado sobre la indecisión de Luigi a "ponerse en por una profecía de incesto que todos —ellos incluidos— conju-
manos" de Sandra y sobre los vínculos de ésta con su familia —mucho más ocultos ran para que se cumpla. El caso siguiente muestra esta particular
que la evidente dependencia de Luigi con respecto a su madre— concluyó seis meses situación.
después con la apertura del juicio de divorcio de Ornella, primer paso para que fuera
efectivo el matrimonio con Sandra.
Un año después del fin de la terapia, vista la positiva relación del servicio social La señora Barbara se presenta ante el asistente social lamentándose, entre mi-
que constantemente ha tenido bajo control la situación de Matteo, el juez cierra les de reservas y alusiones retiradas con rapidez, de la relación indecorosa que se
formalmente el expediente en una reunión final con Luigi y Sandra, el asistente social ha instaurado entre su marido y su hija Annarosa, de 14 años. Ha tenido una explí-
y un terapeuta de nuestro Centro. cita confirmación de esto cuando volvió del hospital donde se había internado pa-
ra interrumpir un embarazo. La señora pide —y obtiene— que Annarosa sea puesta
en un colegio y nuestro servicio se encarga de evaluar la situación familiar en su
Creemos que este caso ejemplifica con claridad de qué manera el totalidad.
juego que sostiene el maltrato es mantenido también por el niño. Esto En el primer encuentro se convoca a Annarosa; su madre Barbara, que tiene sólo
no significa, naturalmente, que él sea cómplice del maltrato; él es 14 años más que su hija; Ugo, marido de Barbara, que ha reconocido legalmente
y seguirá siendo, una víctima. Pero lo ha sido también a causa de a Annarosa en el momento de su matrimonio —que se produjo cuando la niña tenía
sus propias estrategias, en parte dictadas por elecciones inconscientes, 2 años— y los otros 5 hijos de la pareja. Las familias de origen de Barbara y de
Ugo también son significativas, pero no se las invita porque residen muy lejos y tienen
en parte por motivos comprensibles, pero sin embargo equivocados,
problemas de salud y de organización doméstica.
ya que el niño esperaba obtener un resultado distinto. Matteo, en efecto,
Con gran dificultad, sale a la luz el dramático caso de Barbara, a quien se mandó
instigado por la abuela, seguía subrayando su "diferente situación"
a trabajar en el servicio doméstico a los 9 años y quedó embarazada del "patrón"
rechazando que su madrastra lo tratase como a un hijo: ¡El tiene otra a los 13. Cuarenta días después del parto, se la envió nuevamente a trabajar, mientras
"mamá" (¡por otro lado, mucho más hermosa que ella!... y sabe que la madre cuidaba a la niña. No se presentó ninguna denuncia contra el seductor, que,
es su vivo retrato... ) y además quien le hizo de madre fue su abuela, incluso con frecuencia, era recibido en casa de los padres de Barbara. Cuando Barbara
no la extraña concubina del padre! se casó con uno de su pueblo, Ugo, la madre no le devolvió a la niña, a pesar de
que Ugo le hubiera dado su apellido, así que Annarosa creció con la convicción de
Es fácil imaginar que el juego hubiera podido desarrollarse de un
que Barbara era su hermana. Sólo después de los 9 años, la niña fue a vivir con
modo bien distinto si Matteo se hubiese dejado conquistar por la "nueva los padres y los hermanos (hasta ese momento habían nacido tres), muy lejos del
mamá". Tal vez habría podido fingirse un pobre huerfanito que nunca pueblo donde había estado hasta ese momento. Al llevarla con ella, Barbara realiza
conoció a su madre, y así competir con las hermanastras para atraer una elección de la que no está totalmente segura: por un lado, no quiere ser injusta
las atenciones de ella. Naturalmente para poder hacer esto, debería con esta hija, ya que ella atiende a los otros; por el otro, tiene miedo que Ugo no
pueda quererla porque no es su hija. Pero tiene también algo que la carcome en secreto,
haber tenido un padre que no lo utilizara para conformar a las dos,
es decir, las alusiones de la madre sobre lo que puede suceder cuando "se pone la
para mantenerse a distancia tanto de su madre como de su concubina paja cerca del fuego... ", manifestando así mucha aprensión por lo que podría suceder.
(de quienes parece tener terror). Esto muestra bien la interconexión Ugo, por su parte, hace lo posible por acercarse a Annarosa, pues le quiere mostrar
entre las estrategias de todos los jugadores, en un torbellino de a su mujer que no hace diferencia entre sus hijos y la de ella. Es un hombre alegre,
influencias recíprocas en donde ni siquiera la estrategia adoptada por dispuesto a las bromas, que en los breves momentos en los que está en su casa después
del trabajo, se sienta a los niños en las rodillas y juega con ellos, mientras Barbara
Matteo puede ser subestimada.
está contenta de poder sacárselos un poco de encima, después de haberlos atendido
lodo el sanio día. Annarosa, que creció en una casa de mujeres solas (atormentada
La profecía del incesto por los problemas físicos y psíquicos de dos hermanas de Barbara) se siente muy
atraída por el padre, a quien prácticamente no conocía.

El juego del "patito feo" se presenta con muchas variantes: la más Sin darse apenas cuenta, en cosa de poco más de un año, la atmósfera de la casa
significativa se refiere a aquellos casos en los cuales un padras- cambia: mientras durante el cha Annarosa se queja y responde de mala manera a su
madre, que pretende que la ayude en las tareas y en la atención de los niños
tro y una hijastra son ineludiblemente empujados uno hacia el otro
http://psicoalterno.blogspot.com/

JUEGOS FAMILIARES TÍPICOS 105


NIÑOS MALTRATADOS

hija, deberá adquirir (y declarar) la conciencia de haber realizado un atentado a la


(recientemente ha nacido otro), por la noche se transforma y ríe sin freno con el padre.
integridad psicofísica de Annarosa y al vínculo conyugal, devastador, debido a las
Barbara comienza a ponerse celosa y, cada vez más a menudo, piensa en las palabras 2
provocaciones realizadas por Barbara.
de la madre, que no ha podido olvidar. Se vuelve cada vez más huraña y malhumorada
tanto hacia la hija como hacia el marido, a quien lanza oscuros reproches. Muy pronto,
en la consideración de todos, Annarosa, se transforma en el tercer adulto de la casa
y, aun antes de cumplir los 13 años, "mete baza" en las discusiones sobre las finanzas, Los riesgos del oficio de "abogado defensor"
muy quebrantadas, también porque a la familia se le ha añadido un sexto hijo.
Probablemente, en la intimidad sexual con Ugo y en las continuas maternidades,
Otro grupo familiar en donde el maltrato se sostiene por una parte
Barbara busca una señal de su vínculo privilegiado con el marido, que la diferencie
de su hija. Al mismo tiempo, quiere "poner a prueba" al marido: cuando Annarosa activa desarrollada por el hijo, es aquella en la que los cónyuges se
se queja de frío (la casa no tiene calefacción) y de dolores de estómago, le deja su oponen recíprocamente en un conflicto violento pero sin salida, que
lugar en la cama matrimonial y se va al diván de la cocina. Poco a poco, Annarosa invita a los hijos a participar, defendiendo al padre, quien aparece
aparece más triunfante, descarada y sin reglas a las que someter su exuberante para ellos como el más débil. La defensa del hijo a favor del padre
adolescencia; paralelamente, Barbara se aisla cada vez más, descuida a los niños, y
a quien considera como víctima (en realidad también el provocador,
llora largos ratos en la cocina. Cuando otra vez queda embarazada, decide abortar,
Ugo se desentiende del problema y no la acompaña ni siquiera al hospital. Cuando pero de manera más encubierta) obtiene generalmente, en efecto, la
vuelve, encuentra la casa en desorden, su hija, sentada en las rodillas del padre, jugando transferencia sobre el hijo de la agresividad del padre hipotéticamente
cartas con él y una amiga. Los espía mientras salen juntos en el coche y sorprende más fuerte, y de esta manera desencadena la explosión del maltrato.
a Ugo con las manos bajo la falda de Annarosa. En este punto la denuncia al asistente He aquí la descripción de un caso particularmente ejemplificador.
social, necesaria para la tutela de la muchacha, asume a los ojos de Barbara también
el significado de una venganza contra el marido.
En el trabajo con la familia es extremadamente difícil evidenciar las estrategias Agata llega con su hijo Claudio a pedir auxilio a una monja que presta asistencia
de Ugo en el juego familiar, mientras es relativamente más fácil sacar a la luz la a las familias de un barrio humilde. Le cuenta que su marido, Nicola, la golpea
parte de Barbara, la de Annarosa o la de la abuela. La fachada que Ugo exhibe es violentamente porque ella se opone a la relación homosexual de él con un muchacho
en efecto la tranquila seguridad de quien simplemente ha respondido a las jugadas de 20 años a quien pretende hospedar en su casa. Cuenta, llorando, que el marido
de los otros, jugando siempre de víctima: Barbara se volvía cada vez más huraña, ha tenido varias condenas por robo, encubrimiento y emisión de cheques sin fondo.
incomprensible, llorando sin razón, Annarosa estaba siempre alegre, afectuosa, parecía Por lo tanto, ha perdido su trabajo de jornalero y pasa el tiempo en el bar y en salas
quererlo consolar del mal carácter de su mujer. El sin embargo "no ha hecho nunca de juego. Ella trabaja algunos días como colaboradora familiar y recibe un subsidio
nada malo" con ella. Sólo con mucha dificultad, por lo tanto, se logró tomar y reconstruir del asistente social. Además de Claudio, tiene también una niña, Rosalba, que por
la otra cara de la moneda: el rencor de Ugo hacia Barbara, que nunca le permitió el momento está a cargo de una tía abuela que vive cerca. Agata se llevó con ella
hacer de padre de la niña porque no era suya, su contrariedad por los aires que se al hijo mayor (10 años) porque éste la entiende y la ayuda. Por ese motivo el padre
daba la muchachita, dándoselas de ama de la familia, sin que él pudiera darse su la toma también con él, golpeándolo cuando trata de defenderla.
lugar frente a ella; las acusaciones de Barbara al marido ("Permite que Annarosa
me insulte sin defenderme") son finalmente devueltas por Ugo a su mujer: "Has dejado
que la niña se me subiera a la cabeza". Gradualmente, los cónyuges se dieron cuenta 2. En este libro no nos ocuparemos posteriormente del tema del incesto. A éste estará dedicado
de que entre ambos habían contribuido a colocar a Annarosa en el papel de la otro trabajo a cargo de Marinella Malacrea y Alessandro Vassalli, actualmente en preparación, que
"verdadera" mujer de la casa, permitiéndole provocar al mismo tiempo al padre y tiene la intención de mostrar la experiencia del C B M sobre este problema. Queremos recordar aquí
a la madre, sin jamás darle una señal que la volviera a situar en su lugar de hija. solamente que los juegos que están debajo del fenómeno del incesto son específicos. En otro
El juez propone entonces la vuelta a casa, los domingos, de Annarosa desde el colegio, momento presentamos la primera tipología de las familias incestuosas (Cirillo, Di Blasio, Vassalli,
para que pueda experimentar una reorganización de los papeles familiares. Se pone I9K7). En esa ocasión, con el fin de simplificar, hemos conducido nuestro análisis exclusivamente
al triangulo padre-madre-hija. Para subrayar la parte activa de la hija en el juego (aspecto que es
en marcha un tratamiento con la pareja, que apunta a una inclusión de Annarosa en
siempre difícil de recoger en nuestra mentalidad lineal, que separa inexorablemente a la víctima del
el grupo de los hijos, y procura cimentar la pareja conyugal a través del artificio
perseguidor) hemos denominado estos juegos a partir del papel desarrollado por la hija. De esta
terapéutico de colocar a los dos padres en el mismo plano, como responsables ambos
forma hemos individualizado familias incestuosas con una hija "compadecida", con una hija
del trauma que han hecho experimentar a la hija. Esto no evita, sin embargo, que "fascinada", con una hija "traidora". Un agudo análisis del funcionamiento del triángulo incestuoso
una parte indispensable de la terapia consistirá en inducir a Ugo a una autocrítica se puede encontrar en los trabajos de Furniss (I983, 1984a, 1984b) enriquecidos además por
más radical. El, para reconciliarse auténticamente tanto con su mujer como con su valiosas indicaciones operativas.
http://psicoalterno.blogspot.com/

106 NIÑOS MALTRATADOS JUEGOS FAMILIARES TÍPICOS 107

Al día siguiente la monja acompaña a la mujer a ver al asistente social, que denuncia el futuro de su hijo, sobre cuya precoz inteligencia tanto habían hablado. El niño,
la situación al Tribunal de Menores. Cuando el juez convoca a los cónyuges, Agata en efecto, encastrado en el papel absurdo de tercer adulto en la familia, tiende a asumir,
se retracta de todo. Algún tiempo después, sin embargo, la escuela procede a una incluso fuera de la casa, comportamientos "de mayor", volviéndose insoportable para
nueva denuncia, porque Claudio presenta evidentes moretones por golpes. El juez los compañeros y los maestros. Además ha aprendido a explotar las ventajas de su
decide entonces pedir una investigación en la que interviene también nuestro Centro. difícil situación, librándose de las obligaciones escolares con comportamientos de
víctima, al exhibir su triste situación familiar. El intento de hacer cooperar a los padres
Después de innumerables dificultades logramos situar, dentro de la historia de la
en una intervención tutelar de Claudio llega a buen fin, y esto permite trabajar
familia, la específica calidad de las provocaciones entre marido y mujer, más allá
indirectamente sobre el conflicto conyugal de fondo.
de la atribución de los papeles de víctima y verdugo efectuada evidentemente por
Claudio.
Agata conoce a Nicola en Milán, donde, al reñir con su madre, vino desde el De forma circunstancial, se observa que el tratamiento del conflicto
sur de Italia, a hospedarse en casa de una tía. Su padre está preso desde hace muchos no puede limitarse a la exploración de los motivos de insatisfacción
años. Nicola creció en un instituto, donde recibió cierta instrucción, y vive solo desde
hace ya algunos años. Se casa, pero Agata, una semana después del casamiento, se
de cada uno. La atención de los terapeutas deberá concentrarse también
lleva de la casa los escasos ahorros de ambos y vuelve a la casa de su madre, sin sobre la especificidad de las jugadas a las que la pareja recurre; en
avisar al marido. Este la sigue, y Agata pretende que se mude al pueblo, cerca de el caso que acabamos de describir, Agata, a la manipulación encubierta
su familia. Nicola accede de mala gana, pero después de unos años vuelve al norte y a la pasividad; Nicola, a la violencia y a la delincuencia. Los orígenes
para buscar trabajo; Agata acepta seguirlo, pero dejando "en prenda", a su madre, de estas diferentes estrategias se han de buscar tanto en los respectivos
al pequeño Claudio. Esta especie de baile se prolonga durante años: en varias ocasiones
Agata escapa a la casa de la madre y es necesaria la buena voluntad de Nicola para
contextos de aprendizaje, como en el juego de la influencia recíproca.
convencerla de que vuelva con él. Cuando está en Milán, por otra parte, la muchacha ¡Es evidente, en efecto, que, en este caso, el encuentro de los peculiares
muestra su apego hacia la tía, y hace que ella también se ponga en contra de Nicola. estilos interactivos de la pareja ha funcionado no para corregirlos, sino
E l , por su parte, la desafía con provocaciones muy graves: los problemas con la justicia, para acentuarlos!
la desocupación, los golpes y por último la traición homosexual. Por supuesto los
comportamientos del marido empujan a Agata a refugiarse cada vez más en casa de
su madre: justamente es a causa de sus desgracias que ha encontrado un lugar especial El defensor del ausente
en su corazón, mientras que cuando era joven se sentía descuidada en comparación
con sus hermanos. Mientras tanto, las fugas de Agata ponen a Nicola, como es lógico,
Una variante muy frecuente de este juego, en el cual el hijo toma
cada vez más furioso y reaccionario.
partido por el progenitor que le parece más débil, se da en las
A los hijos, Claudio y Rosalba, el círculo vicioso de esta interacción, sin embargo, situaciones de separación conyugal. La bibliografía refiere que los
se les escapa completamente: es mucho más fácil para ellos percibir las injusticias
casos de maltrato se presentan con mayor frecuencia en familias con
del padre —que son evidentes y continuamente subrayadas por las lamentaciones de
la madre— antes que las culpas de ésta, más aún porque también ellos quieren mucho
padre único, generalmente la madre (Sack, Mason, Higgins, 1985).
a la abuela y a la tía abuela, que los rodean de atenciones. La posición de Claudio, Una interpretación diádica del fenómeno considera la sobrecarga y
el primogénito, muy inteligente y sensible, lo vuelve el más probable candidato al la tensión a la que está sometida la mujer al cumplir ella sola ambos
papel de defensor de la madre y de rival del padre: Ágata, en efecto, lo implica papeles, su depresión por la soledad en la que vive, la falta de apoyo
constantemente en sus conflictos con el marido y el niño se presta voluntariamente
en los momentos de estrés.
a consolarla, mientras Rosalba queda resguardada debido a su condición de hija más
pequeña, sin inclinarse a favor de ninguno, y muy a menudo se queda a jugar en Es necesario, sin embargo, ampliar el campo de observación hasta
la casa de la tía. abarcar al tercero, es decir, al padre, por lo menos para descartar
El objetivo de la terapia consistirá —una vez descubierto el juego y recibido del
que desarrolla una parte activa en el juego. La misma ampliación del
Tribunal el encargo de tratar de romperlo— en sacar antes que nada a Claudio de campo, que en los casos de "incapacidad de los padres como mensaje"
su papel patógeno dentro de la pareja conyugal. nos había hecho descubrir a un "traidor" que goza de la vida, totalmente
Los cónyuges están unidos en el deber común de ser padres de Claudio: y con irresponsable hacia los hijos que ha engendrado, puede permitirnos
esta consideración se los pone frente al hecho de que una pesada hipoteca carga sobre aquí hacer surgir una muy distinta configuración de las relaciones.
http://psicoalterno.blogspot.com/

108 NIÑOS MALTRATADOS JUEGOS FAMILIARES TÍPICOS 109

Muchas veces comprobaremos que el padre —directamente o por crianza del niño) y de aquellas que quizá sigue soportando, si él se
intermediarios, por ejemplo, la abuela o la tía de los niños— mantiene libra —como es frecuente— de contribuir al mantenimiento del hijo.
un contacto con los hijos, de tal modo que éstos conocen las miserables Por este motivo la desobediencia y la provocación del niño, su continua
condiciones en las que vive. El hombre puede vivir en una situación defensa del padre, la confabulación con éste para permitirle su retorno
objetivamente desagradable (en un dormitorio público, una pensión, a la casa, cuando la madre denodadamente se esfuerza por impedir
su propio taller) y a pesar de ello se ve obligado a dejar el hogar. sus interferencias, le resultan a ella como una injusta y amarguísima
A los ojos del niño es probable que el padre aparezca como "echado traición. De ahí el maltrato, que frecuentemente explota después de
de casa" por su madre y —en la atmósfera de recíprocas acusaciones, que la mujer se deja llevar por la depresión (y tal vez por el alco-
propias de la separación conflictiva— el padre describirá a su ex mujer holismo).
como la "mala" que le impidió estar con él, verlo, comer juntos, darle Por supuesto, la resolución de una situación de este tipo puede
el beso de las buenas noches y así sucesivamente. De este modo, el ciertamente intentarse a través de un apoyo total a la madre, pero
niño estará, por un lado, lleno de compasión por el padre solo y errante solamente después de haber reconstruido la complejidad del juego y
por el mundo, y por el otro, cargado de resentimiento hacia la madre de habérsela demostrado con claridad también al padre y al niño. Y
que lo ha privado de la cercanía del padre. esto con el fin de dificultar al hombre la tarea de continuar con sus
Naturalmente, también en esta situación al niño se le escapará jugadas provocadoras y seductoras (ahora a la vista de todos), y al
completamente el carácter provocador de las jugadas del padre: seguir niño el de ser instrumento inconsciente de ello, buscando que
durante años viviendo en un dormitorio público antes que buscarse comprenda la dificultad en la que se encuentra la madre.
una casa, beber para "olvidar" y consolarse de la difícil situación en
la que vive, son jugadas que buscan conmover y/o culpar a su ex
mujer. Otras jugadas, como estrechar una relación con una persona E L NIÑO E N E L P R O C E S O D E L M A L T R A T O
evidentemente inadecuada (una mujer mayor, una desheredada, una
prostituta) puede tener la doble intención de dar celos a la mujer y
a la vez mostrarle cómo lo ha dejado "caer tan bajo". La descripción de los juegos hasta aquí esbozada, a pesar de su
Además, la clásica división del tiempo del hijo de padres sepa- complejidad y su dinámica, puede quizá transmitir una visión toda-
rados (el tiempo del deber con la madre, el tiempo del placer con vía muy rígida de la posición que en ella ocupa cada uno de los acto-
el padre) contribuirá a la idealización del padre bueno y permi- res. Se podría extraer de ello, erróneamente, la conclusión de que el
sivo, y la intolerancia hacia la madre exigente, impaciente y auto- papel de cada uno ha sido, incluso en el pasado, el que ocupa
ritaria. actualmente.
En este cuadro, la insubordinación del niño con respecto a la madre, De hecho, la dimensión temporal que es posible explorar cuando
que provocará el maltrato por parte de esta última, se vuelve incluso un grupo familiar se presenta para nuestra observación es limita-
inevitable. El hijo, en efecto, vive con la madre, pero está lleno de da respecto de aquella, muy prolongada y aplazada en el tiempo, en
rencor hacia ella, lleno de añoranza por el padre "perdido" que le la que se ha organizado la maraña de relaciones que ahora concu-
causa compasión, por lo que no ha dudado ponerse de su parte. Además, rren para determinar un específico juego. Es además cierto que
cada vez que lo ve, resulta fuertemente instigado contra la madre lo que podemos observar directamente tratamos de reconstruirlo a
(aunque no explícitamente). través de las verbalizaciones de los protagonistas o de otros miembros
A ésta, mientras tanto, le comienzan a pesar los sacrificios que está de la red de parientes. Este es uno de los motivos de que estos últi-
afrontando para mantener al hijo ella sola, consciente de las injusti- mos sean invitados a participar en las sesiones, otro sería conseguir
cias que ha sufrido del ex marido (que nunca la ha ayudado en la que surgieran más claramente, hechos que tal vez el recuerdo de los
http://psicoalterno.blogspot.com/

110 NIÑOS MALTRATADOS JUEGOS FAMILIARES TÍPICOS 111

protagonistas ha reinterpretado de manera personal, o acontecimien- a las situaciones de desatención y de abuso sexual, acontecimientos
tos que la memoria ha preferido olvidar. que siguen una autónoma evolución por etapas, que se puede super-
Pero también la reconstrucción es útil para el presente, pues está poner sólo en parte a la secuencia que caracteriza al maltrato físico.
orientada a completar la explicación de lo que sucede en la actualidad,
para permitir describir el juego realizado de manera que también el Primera etapa: el conflicto de pareja
pasado, con la parte relevante que ha tenido, contribuya a hacer resaltar
la complejidad de la trama actual. He aquí entonces que, en la
descripción, puede derivarse la visión de un juego que aparece estable, La familia en donde se desarrollará el maltrato sobre el hijo presenta,
fijo y estructurado según reglas y parámetros organizativos válidos en la primera etapa, un conflicto conyugal explícito, caracterizado por
tanto hoy como en el pasado. Sabemos, en cambio, que un grupo se la oposición constante y sistemática de un integrante de la pareja al
organiza en el tiempo a través de "ensayo y error" que progresivamente, otro. Es un conflicto sin salida aparente, marcado por rupturas de
a veces siguiendo los criterios de la discontinuidad, más que los de duración más o menos breves, por continuas amenazas de separación
la continuidad, dan lugar a tramas relacionales funestas que, justa- y por sucesivas reconciliaciones. Una relación de pareja, por lo tanto,
mente, aparecen en la investigación. En la descripción de tales sujeta a perennes oscilaciones, dominada por la imposibilidad tanto
fenómenos no siempre es posible tener presente constantemente la de estar juntos como de separarse.
progresión de los acontecimientos (dimensión longitudinal) y lo que Se podría pensar que las incómodas condiciones de la familia, la
sucede en el presente (dimensión transversal). dependencia económica de uno de los integrantes de la pareja (con
Por esta razón, queremos ampliar la descripción de los juegos más frecuencia, de la mujer), las dificultades de habitabilidad,
adelantando algunas consideraciones, especialmente dedicadas a la contribuyen de una manera relevante a desalentar la interrupción de
posición del niño, en el proceso que sustenta al maltrato. Tales un vínculo insatisfactorio. Sabemos, sin embargo, que tales factores,
consideraciones, que tienen más el valor de estímulos para posteriores aunque son importantes, no motivan la perpetuidad del vínculo ni
profundizaciones que de adquisiciones consolidadas y definitivas, representan las razones reales del conflicto, incluso si, en virtud de
parten de la adopción de una perspectiva diacrónica que ilumine el su carácter objetivo, se vuelven pretextos idóneos para justificar la
3
trayecto y las fases a través de las cuales toma forma el maltrato. ausencia de cualquier cambio. El conflicto, a su vez, perdura por la
Hemos utilizado como esquema de referencia aquel bastante complejo, expectativa que cada uno de los integrantes de la pareja tiene de poder
elaborado por Selvini Palazzoli y otros (1988) para el análisis de los modificar al otro y de lograr que se rinda.
juegos psicóticos, en el cual los autores han individualizado un proceso
En una situación semejante, sucede que los cónyuges terminan por
con seis etapas. En analogía con tal modelo y según nuestras obser-
mantenerse obstinadamente en dos distintos papeles, en donde uno
vaciones con muchos familiares violentos, hemos delineado algunas
parece estar constantemente sufriendo las imposiciones y las decisiones
fases que caracterizan la dinámica de la familia que maltrata. Nuestra
del cónyuge, mientras el otro parece estar jugando un papel prominente
atención se limita a las situaciones de violencia física porque sólo
y preponderante. Se definen, en otros términos, dos posiciones, una
para éstas la consistencia numérica de los casos observados nos permite
de víctima aparentemente pasiva, y la otra, de dominador aparente-
hacer generalizaciones. Sería impropio aplicar tales generalizaciones
mente activo. Más exactamente, cuando hablamos de víctima entende-
mos, de acuerdo con lo que sostienen Selvini Palazzoli y otros (1988),
una posición sólo aparentemente inactiva, ya que en ella el individuo
3. Las consideraciones contenidas en esta parte son la reelaboración del informe "Emotional juega el papel encubierto de "provocador pasivo". De forma análoga,
o
reactions in abused children" presentado por Paola Di Blasio en el 21 International Congress of con el término "dominador" nos referimos a aquella posición que en
Applied Psychology, Jcrusalén, 1986.
http://psicoalterno.blogspot.com/

112 NIÑOS MALTRATADOS JUEGOS FAMILIARES TÍPICOS 113

la relación aparece como prominente, ya que el individuo utiliza las el intento de consolar al progenitor que manifiesta, de una manera
jugadas evidentes de la provocación activa. 4
incomprensible para ellos, incomodidad y sufrimiento. Este tipo de
El niño, en esta primera fase, es todavía simple espectador del implicación emotiva comienza a detectarse ya en niños de 3-4 años.
conflicto, aunque exprese su desagrado a través de esporádicas Sabemos, por otra parte, por las investigaciones sobre la empatia, que
reacciones de ansiedad y de irritabilidad. los niños aún más pequeños son sensibles a la incomodidad y al
sufrimiento de los otros y buscan, de alguna manera, aliviar esto para
Segunda etapa: la inclinación de los hijos preservarse a sí mismos de experimentar dolor.
Los trabajos de Radke-Yarrow, Zahn-Waxler (1976), Rheingold y
En la segunda etapa, a medida que perdura el conflicto, los hijos otros (1976), Sagi, Hoffman (1976), Hoffman (1979, 1982), Hinchey,
son empujados a entrar en el campo de batalla y a ponerse de parte Gavelek (1982) desacreditan el estereotipo del niño insensible a los
de uno de los padres. Los niños, a los que se les escapa la complejidad reproches y a las expresiones de sufrimiento, subrayando la manera
y la tendencia circular de la relación de pareja, expresan una alianza en que, ya en los primeros dos años de vida, comienzan a manifestarse
preferencial con aquel progenitor que presumen débil y víctima del las capacidades empáticas —precursoras del comportamiento altruis-
compañero. Impulsados por sentimientos de compasión se acercan con ta— que le permiten reconocer el dolor y la incomodidad ajenos,
compartirlos, en virtud de una suerte de "contagio" emotivo, movilizar
respuestas de atención y comportamientos que tiendan a aliviarlos.
4. Se impone, en este momento, una aclaración indispensable ya que nuestra atención se dirige En nuestro caso, la propensión del niño a acercarse al progenitor para
hacia un conflicto de pareja, que en esta primera fase, incluso si el hijo todavía no es objeto de aliviarle el sufrimiento es aceptada por el mismo que, sin darse cuenta,
maltrato, puede dar lugar a comportamientos violentos de un integrante de la pareja al otro. Tales
alienta esta inversión de papeles. Como advierte De Lozier (1982)
comportamientos están justamente censurados por la sociedad y, en los casos más graves, penados
por la ley. Es justo tomar partido por quien sufre violencia física, pensando que se encuentra en una y Masson (1981), éste puede ser empujado a hacerlo justamente a
condición tal que no la puede evitar y no queremos negar la validez de esta evaluación. Pero, sin causa de experiencias análogas que, en su infancia, lo situaron en la
embargo, queremos llegar a la comprensión del problema desde una perspectiva psicológica menos misma posición de consolador de su propio padre. El adulto, en otros
simplista del sentido común, no podemos dejar de analizar los impulsos emotivos que sostienen al
que se encuentra en una posición de desventaja y subordinación. De nuestras observaciones se términos, busca apoyo, consuelo y alivio en el niño, le confía sus
deduce que quien se encuentra en tal posición alienta la convicción de que la falta de sus propios desilusiones conyugales, expresa insatisfacción por el compañero y
espacios de autonomía y de acción es una culpa específica del compañero. Firme en esta convicción espera del hijo una relación de complicidad. Se colocan aquí las bases
se propondrá porfiadamente modificar el carácter y el comportamiento del otro, nunca de manera
explícita, sino a través de estrategias implícitas de boicot, de resistencia pasiva, de culpabilización
que esbozarán un tipo de relación caracterizada por la presencia de
y de victimismo. Modalidades éstas que, dicho sea de paso, estimulan justamente aquellos una coalición más o menos explícita entre miembros de dos gene-
comportamientos agresivos y violentos que la víctima desea eliminar. El fracaso de esta estrategia, raciones distintas (progenitor e hijo), contra un tercero (el cónyuge). 5

en lugar de desalentar su consecución, alimenta todavía más los sentimientos de impotencia, de furia
y los deseos de desquite y de venganza. Sentimientos estos que, juntos, colaboran para dar lugar a
Por supuesto, en el caso de que el conflicto de pareja se resuelva
reacciones de provocación pasiva. Debería resultar claro, ahora, que la definición de "provocador modificándose positivamente, existirían buenas posibilidades de que
pasivo" (y por lo tanto, la de "provocador activo") no posee ninguna connotación valorativa o que
implique culpa, sino que expresa una posición dentro del proceso específico del juego familiar del
cual nos ocupamos. Por descontado, no todas las relaciones de pareja ven al marido agresivo y a la
esposa subordinada y aparentemente pasiva. En nuestra casuística son más escasos, pero sin
5. El concepto de coalición pasó a formar parte de los criterios explicativos utilizados por los
embargo existen, relaciones en las cuales la esposa aparece como dominante (desarrolla un trabajo
terapeutas de familia desde que Haley (1963, 1969) individualizó en la "coalición negada" una
estimulante, tiene un buen sueldo, y mantiene relaciones sociales) y con su comportamiento provoca
modalidad de relación patológica constitutiva de los así llamados "triángulos perversos". Las
los celos del marido generándole sentimientos de furia y de posesión. En este caso la definición de
observaciones clínicas posteriores, confirmando la validez de tal parámetro interpretativo, han
"víctima", o mejor dicho de "provocador pasivo", se aplica al marido, incapaz psicológicamente de
individualizado sus posteriores matices, como por ejemplo la coalición simple y la compleja. La
reaccionar o de modificarse a sí mismo, constantemente desilusionado por el comportamiento de
la compañera, reactivo y sutilmente decidido a ser mejor que ella, incluso instigándola contra el hijo extensión de tal concepto al ámbito institucional ha sido realizada por el grupo de Selvini Palazzoli
para demostrarle que ha fallado como madre. para mostrar una posible modalidad de relación entre el asesor psicólogo y la organización-cliente
(Di Blasio, 1981).
http://psicoalterno.blogspot.com/

114 NIÑOS MALTRATADOS JUEGOS FAMILIARES TÍPICOS 115

los fenómenos hasta ahora descritos tiendan progresivamente a como vencedor y dominante. Podemos ver la manera en que el niño
desaparecer, evitando la estructuración de la coalición. También en es activamente instigado, por las señales que recibe de la "víctima",
el caso en que el conflicto de pareja no se resuelva por medio de a expresar rabia y agresividad.
la reconciliación, puede igualmente modificarse a través de otras Esta instigación se une al fértil terreno de las emociones negativas
soluciones. Por ejemplo, uno de los integrantes de la pareja puede que el niño ya siente por el comportamiento autoritario, rígido e irritable
estar finalmente dispuesto a separarse con la convicción de poder contar del provocador activo, comportamiento que éste expresa frecuente-
con el apoyo del hijo para construir con él una sólida relación afectiva. mente también en la relación directa con él.
En otros casos, por el contrario, la alianza con el hijo es utilizada En el ámbito extrafamiliar se nota en el niño una progresiva
para producir las bien conocidas separaciones ficticias, caracterizadas acentuación de irritabilidad, ansiedad, distracción, mientras que casi
típicamente por la utilización del hijo como medio de intercambio no se producen respuestas de rabia y de agresividad.
para negociar una modalidad distinta de relación con su pareja. Un Si el conflicto perdura, el niño tiende a adoptar, en forma estable,
ejemplo de este tipo de casos puede ser el de la esposa que revela una serie de respuestas agresivas que, sucesivamente, utilizará incluso
la violencia del marido hacia ella, pide protección junto al hijo y declara fuera de la familia.
que se quiere separar, con la esperanza de que, a través de esta amenaza,
el compañero modifique sus comportamientos. En los mejores casos, Cuarta etapa: la instrumentalización de las respuestas del niño
esta jugada puede obtener el efecto de poner en cuestión las reglas
familiares. Con más frecuencia, sin embargo, ésta queda como una En la cuarta y última etapa —que podemos definir como de
mera amenaza, no sustentada por la decisión real de poner claras instrumentalización de las respuestas emotivas del niño—, el juego
condiciones al compañero. La reconciliación, en estos casos, es casi familiar se vuelve más complejo, ya que el niño asume, a su vez,
fulminante y acompañada por la retractación de las acusaciones la posición de instigador activo del maltrato.
dirigidas al compañero y por el encubrimiento de la admisión de ¿Qué es lo que sucede habitualmente? Pues, que los padres no
cualquier problema. Jugadas de este tipo pueden verificarse muchas pueden interpretar las respuestas emotivas y de comportamiento del
veces, con la consecuencia de mantener el juego sin variantes. niño como señales directamente ligadas con el conflicto de pareja.
Ellos sienten la rabia y la agresividad como signos de rebelión, de
Tercera etapa: la coalición activa del hijo maldad y de desobediencia que son castigadas drásticamente. Las
reacciones del niño son utilizadas por los padres para lanzarse
Se puede llegar, entonces, a una tercera etapa, donde el niño, que acusaciones recíprocas de incompetencia e incapacidad.
ahora se ha inclinado hacia uno de los padres, comienza a dirigir su El conflicto de pareja desemboca en problemas educativos y los
propia hostilidad hacia el otro. En los momentos de conflicto, más padres asumen papeles estereotipados. Uno se vuelve excesivamente
o menos frecuentes, él ya no es un simple espectador, sino que actúa permisivo, el otro excesivamente autoritario, en la aparente tentativa
en defensa de uno de los padres contra el otro. Expresa abiertamente de controlar el comportamiento del hijo. De hecho, el desafío
sus propias emociones de miedo, rabia, rencor, hostilidad, acompaña- competitivo se mueve hacia el terreno retador de demostrar cuál es
das con comportamientos de oposición y rebelión como por ejemplo: el mejor padre, e implica la descalificación casi automática de las
negarse a comer, a levantarse por la mañana, a lavarse, a vestirse, modalidades educativas del compañero. En este momento, el niño se
a irse a dormir, a apagar la TV, a hacer los deberes. Tales oposiciones siente traicionado y tiene la frustrante sensación de ser un simple
están esencialmente dirigidas, en esta fase, hacia uno solo de los padres. instrumento en la lucha entre sus padres, así que termina por detestarlos
Esta serie de reacciones emotivas y de comportamientos es en efecto a los dos. Sus reacciones de rabia, hostilidad y agresividad se expresan
selectiva, es decir, específicamente dirigida a aquel progenitor que ahora indistintamente contra los dos padres. De tal modo, con su
hemos llamado "provocador activo", y que a los ojos del niño aparece comportamiento se vuelve, al mismo tiempo, víctima e instigador de
http://psicoalterno.blogspot.com/

116 NIÑOS MALTRATADOS JUEGOS FAMILIARES TIPICOS 117

la violencia. Se transforma así en protagonista activo, perpetuando serán percibidos por el niño como justas exigencias para oponerse
el juego inherente al maltrato. al compañero. E l , ciertamente, no está capacitado para comprender,
ni en el plano lógico ni en el relacional, las interconexiones que existen
en la relación entre los padres. Posee un esquema de lectura simple
DESARROLLO COGNOSCITIVO D E L NIÑO Y PERCEPCIÓN y lineal, que lo lleva a creer que las acciones erróneas más evidentes
D E L CONFLICTO CONYUGAL deben ser las castigadas —aun cuando el que las realice sea un adulto
para restablecer condiciones de justicia y equidad. Comenzará, por
Sería interesante comprender mejor cuáles son los factores espe- lo tanto, a rebelarse para castigar al culpable y con la expectativa
cíficos de maduración y de experiencia que contribuyen a estabilizar de obtener el reconocimiento de aquel al que cree defender. La
las reacciones emotivas del niño. Nuestras observaciones muestran desilusión de estas expectativas, el aumento del conflicto entre los
que el sexto y séptimo año constituyen un momento particularmente padres y la consecuente connotación negativa de su comportamiento,
crítico, cuando el niño comienza a asumir un papel de agresor activo expresada esta vez también por el progenitor más cercano afectiva-
primero en su familia y posteriormente en los contextos extrafamiliares. mente a él, serán sentidos como una traición y juzgados como un
Podemos intentar una explicación de este cambio integrando las injusto atropello, esta vez hacia él, y al cual debe rebelarse más adelante
observaciones hasta ahora adelantadas, con algunas consideraciones y en primera persona, no sólo en familia, sino también fuera de ella.
sobre el desarrollo de las habilidades cognoscitivas y morales en la Para mayor claridad hemos resumido en el cuadro 1 las reacciones
infancia. del niño según el desarrollo del juego familiar.
Sabemos por los estudios clásicos de Piaget (1947) y los de Kholberg
(1976) que el niño de edad inferior a los 6 años atribuye mucho valor Cuadro 1 Evolución del juego familiar y reacciones del niño.
a la obediencia y al respeto de las reglas por el solo hecho de que
éstas provienen de la autoridad del adulto. Tiene tendencia, por lo Fases del juego familiar Reacciones del niño
tanto, a considerar justas tanto las normas sostenidas por la autoridad, lº etapa: conflicto conyugal Ansiedad, irritabilidad
como aquellos comportamientos que pueden evitarle sufrir castigos. 2º etapa: inclinación de los hijos Ansiedad, miedo
En las configuraciones familiares que hemos descrito, el niño de 3º etapa: coalición activa Furia, agresividad
esta edad no se opondrá abiertamente al progenitor que considera como 4º etapa: instrumentalización Furia, agresividad, hostilidad
dominante, bien por el temor a ser castigado, o bien por la verdadera incluso fuera de la familia.
incapacidad de emitir juicios de valor justos o injustos en relación
con criterios personales de referencia. E l , como decíamos, se sentirá
efectivamente cercano a aquel o aquella que percibe como víctima,
desarrollará sentimientos de hostilidad hacia el otro progenitor y LOS SENTIMIENTOS DE ABANDONO D E L PROGENITOR Q U E M A L T R A T A
tenderá a imaginarse a sí mismo en el papel de vengador que aplica
la ley del Talión (justicia retributiva). Hacia los 6-7 años, en cambio, Hasta ahora hemos tratado de ponernos en el lugar del niño y de
la adquisición de criterios de juicio, fundados en un concepto de justicia analizar la maraña de emociones que lo llevan predominantemente
distributiva, pero sobre todo el desarrollo de la capacidad de juzgar a entrar en escena, a abandonar la posición de pasividad para volverse,
las intenciones ajenas y de ponerse en el lugar de los otros (habilidad a su vez, furiosamente agresivo y sintomático.
de role taking), le dará una nueva visión de las relaciones familiares. Si ahora nos ponemos en el lugar del progenitor que maltrata y
Además de reaccionar empáticamente al sufrimiento de la "víctima", analizamos uno de los resortes que lo impulsan a ejercer violencia
el niño tratará ahora también de interpretar sus intenciones. Aquellos física en el hijo —comportamiento ciertamente distinto, tanto del
deseos de venganza y de resarcimiento que animan a la "víctima" atropello verbal como de la violencia física (ocasional o sistemática)
http://psicoalterno.blogspot.com/

118 NIÑOS MALTRATADOS JUEGOS FAMILIARES TÍPICOS 119

ejercida sobre un compañero adulto— notamos cómo éste se basa en por contener o mitigar, la señal de rechazo, de una separación y de
el temor a la pérdida y al abandono. Los estudios de planteamientos una pérdida, y al mismo tiempo de una alianza y de un acuerdo del
psicoanalíticos subrayan el hecho de que los padres que maltratan que se siente violentamente excluido.
tienden a reaccionar a la separación con ansiedad y rabia (De Lozier,
1982). La hipótesis elaborada por Bowlby, según un modelo psico-
analítico fuertemente influenciado por las contribuciones de la etología, CRONICIDAD D E L P R O C E S O
parte de la interpretación de la rabia funcional para llegar a la
explicación de la disfuncional. Si se expresa en el lugar y en el momento Como hemos visto, las respuestas del niño (Gaensbauer, Sands,
oportunos, sostiene el autor anglosajón, el comportamiento de rabia 1979; Martin, Rodeheffer, 1980) son las únicas posibles y adecuadas
es una respuesta idónea para mantener y proteger aquellas relaciones para este ambiente familiar. Por este motivo él tiende, con el tiempo,
específicas y vitales para el individuo, como la relación con un a adoptarlas como estrategias estables incluso fuera de la familia.
compañero sexual, con los propios padres y con el hijo. "Gran parte Muchas veces hemos subrayado que, para ser eficaz, la intervención
de la violencia inadecuada de la familia" no es más que "una versión psicológica en el maltrato debe modificar la posición que cada miembro
distorsionada y desproporcionada de un comportamiento de apego por ocupa en el juego familiar. Todos los miembros de la familia, incluido
un lado, y el comportamiento de crianza por el otro" (Bowlby, 1984, el niño, son igualmente prisioneros de un juego disfuncional donde
pág. 23). La violencia sobre el hijo sería expresión, desde esta no pueden evitar jugar un papel activo. Intervenciones clínicas
perspectiva, de un modo inadecuado de manifestar la rabia y la individuales corren el riesgo de ser parciales e ineficaces, sobre todo
preocupación, que nacen del temor de pérdida y de separación. Las en la fase inicial de acercamiento al problema.
observaciones sobre estos padres muestran la presencia en ellos de Hemos podido verificar que, en los casos de maltrato agudo, las
una extrema sensibilidad "a cualquier tipo de situación de separación respuestas del niño, independientemente de su edad, no están todavía
aun la más banal y común" (ibídem, pág. 27). Y esto no sólo, como estructuradas en forma estable y, por esto, cambian al modificarse
se podría esperar, en virtud del hecho de que estas personas han vivido el juego familiar. Como es lógico, para la estructuración de un sistema
experiencias reales de separación de su propia familia de origen, sino estable de respuestas emocionales, es necesario un contexto de
también porque han sufrido repetidamente la amenaza de ser aban- aprendizaje que perdure en el tiempo. El episodio de maltrato agudo
donadas por sus propios padres. Esto es signo de que "las amenazas no es suficiente, por sí solo, para determinar en el niño la configuración
repetidas de abandono son patógenas, tanto como las separaciones compleja emocional y de comportamiento que hemos descrito. En los
reales, si no más" (ibídem, pág. 27). casos de maltrato crónico y repetido hay posibilidades de recuperación,
Si utilizamos estas indicaciones dentro de nuestra perspectiva, a través del tratamiento, si el juego familiar todavía no ha alcanzado
fundada en el concepto de juego familiar, podemos observar de qué la cuarta etapa. Si las relaciones familiares se desarrollan según las
manera el progenitor que maltrata reacciona con rabia, ansiedad y modalidades de la cuarta etapa, la terapia de familia, por sí sola, es
hostilidad, no sólo por causa de sus experiencias pasadas, sino también frecuentemente insuficiente. Para modificar las respuestas emocionales
porque percibe confusamente que está excluido de la coalición que y de comportamiento del niño es necesario intervenir simultáneamente
se ha establecido entre el compañero y su propio hijo. Una percepción en varias áreas de su vida (escuela, grupo de compañeros, relaciones
confusa e indefinida por la naturaleza misma de la coalición inter- con los parientes, etcétera) y ofrecerle, al mismo tiempo, un acer-
generacional que, como hemos visto, no puede ser declarada clara- camiento psicológico individual.
mente. Lo que él percibe proviene sólo de señales indirectas analógicas,
es decir aquellas conectadas con el comportamiento del hijo. Y son
justamente la hostilidad, la rebelión y la agresividad del hijo dirigidas
abiertamente hacia el progenitor, y que el compañero no hace nada
http://psicoalterno.blogspot.com/

LA TERAPIA EN EL C O N T E X T O COERCITIVO 121

5. LA TERAPIA EN EL CONTEXTO COERCITIVO familia que niega y resta importancia a los hechos. Es sólo a través
de un regular contacto con quien ejerce el control, que los terapeutas
entran en posesión de elementos concretos que indican tanto la eventual
persistencia de los problemas, como también la entidad y la estabilidad
del cambio. El equipo terapéutico no puede contar con una familia
que colabore, que esté motivada a describir los problemas y las crisis
que se suscitan por ejemplo entre sesión y sesión, pero sí puede confiar
en un cuidadoso trabajo de investigación efectuado por el equipo que
ejerce el control.
LA RELACIÓN ENTRE TERAPIA Y CONTROL:
Resulta, entonces, que una separación entre terapia y c o n t r o l ,
EL MANTENIMIENTO DE LA TERAPIA
entendida en el sentido de absoluta independencia, nos parece no sólo
artificiosa, sino también condenada al fracaso. ¿Cómo se comportarían
El nudo central del trabajo de la terapia impuesta es, y sigue siendo, los terapeutas si los pacientes abandonasen el tratamiento? ¿Sobre qué
la difícil relación entre la intervención de ayuda y la intervención de material podrían trabajar si la familia declarase que los problemas se
control. El problema ha sido afrontado muchas veces, también en han disuelto mágicamente? ¿Qué sentido tendría escudarse, frente al
trabajos que parten de premisas teóricas muy cercanas a las nuestras Tribunal, detrás del secreto profesional, refiriendo tal vez sólo aspectos
(Mastropaolo y otros, 1985; Bianchi, Rangone, 1985): la tentativa de formales (como la asistencia o no a las citas por parte de la familia),
solución que se propone es generalmente aquella de la neta separación si el trabajo es desarrollado por el Tribunal m i s m o , y asume para toda
entre contexto terapéutico y contexto de control. la fase valorativa casi las características de una investigación o de
En los primeros años de nuestra experiencia, también nosotros un informe pericial?
hemos utilizado esta fórmula. Terapeutas diferentes, dentro de dos Recientemente hemos puesto a punto y concretado una fórmula
servicios separados, ejercían las dos distintas funciones independien- operativa distinta. La primera sesión de la terapia sirve, antes que
temente una de la otra: los psicólogos de nuestro Centro, la terapia; nada, para definir —implícita y explícitamente— el contexto. En la
el asistente social zonal, el control. La integración entre los dos reunión, la familia encontrará, además del equipo encargado del
servicios era relativa y casual, consistiendo sobre todo en un episódico diagnóstico y de la eventual terapia, también al servicio social zonal,
intercambio de noticias y en un esfuerzo unilateral del asistente social encargado del control. El asistente social zonal presenta brevemente
de reforzar el apego de los usuarios a la psicoterapia. los antecedentes que han dado origen a la denuncia; por lo tanto, se
Posteriormente, nos hemos dado cuenta, cada vez más, que las dos relee el decreto del Tribunal que prescribe a la familia someterse a
tareas, la de la terapia y la del control, son dos caras de la misma la evaluación de nuestro Centro, confiando al mismo tiempo a los
moneda, y que las dos se inscriben en el contexto más amplio de menores al servicio social. Hecho esto, el asistente social zonal sigue
la protección del menor. Es sólo con este fin que la familia —que
1

el resto de la sesión detrás del espejo unidireccional, aportando


no pide ninguna ayuda— es atendida, como ya hemos dicho en el eventuales integraciones a la reconstrucción del problema que es
capítulo 3, y es únicamente gracias a una precisa señal, que nos revela efectuada por el psicólogo con la familia. Por lo general, este asistente
los sufrimientos y daños ocasionados al menor (o riesgos objetables), no presencia los encuentros posteriores, pero antes de cada sesión
que es posible encontrar un material sobre el cual trabajar con una proporciona una actualización telefónica al colega del Centro según
los encuentros que ha tenido con uno o ambos padres, llamadas
1. En esta gradual toma de conciencia nos ha alentado la consonancia entre el nuevo plantea-
miento y las agudas consideraciones contenidas en el libro de Crivèlle (l987). También su trabajo
significativas, noticias sobre los menores recibidos por los institutos
va desde la crítica al consolidado principio según el cual un papel terapéutico no sería compatible o por las familias tutelares, interferencias de parientes, contactos con
con un papel de autoridad. el juez y así sucesivamente. A su vez, el equipo de diagnóstico o
http://psicoalterno.blogspot.com/

122 NIÑOS MALTRATADOS LA TERAPIA EN EL C O N T E X T O COERCITIVO 123

terapéutico refiere al servicio social, después de cada sesión, los decisiones que crea más oportunas: esto marca eficazmente de qué
principales elementos surgidos en la misma y los indicios dados por manera contexto de terapia y contexto de control están incluidos en
los usuarios. Cuando la actualización telefónica no es suficiente, se el contexto más amplio, y generalmente superior, de la tutela del
organizan reuniones entre los dos servicios. menor, que contiene a ambos.
Coherentemente con nuestro planteamiento de fondo de la doble En nuestro modelo organizativo, la tarea compleja de integración
transparencia, la familia está perfectamente al tanto de esta estrecha entre la familia, el aparato diagnóstico-terapéutico y el aparato de
colaboración entre los servicios zonales y el Centro. C o m o se control, tarea que denominamos como "mantenimiento de la terapia",
desprenderá de lo dicho, esto contribuye a combatir toda contraposición es desarrollada por el asistente social del Centro que, después de haber
artificiosa entre el trabajador social "malvado" (el asistente social que realizado las operaciones preliminares de planteamiento de la terapia
ha alejado a los niños) y el trabajador social "bueno" ( el terapeuta y la ficha familiar, asiste detrás del espejo, j u n t o con el terapeuta
que trata de restituirlos a la familia). El hecho de que el terapeuta supervisor, a cada sesión con la familia. Su tarea entre una sesión
haga uso constante y explícitamente de las informaciones que le ha y la otra es la de integrar las exigencias impuestas por la evolución
transmitido el colega zonal, permite superar esta dicotomía. Natural- del proceso de diagnóstico (o terapéutico) con las necesidades de la
mente, el usuario deberá experimentar gradualmente que la utilización tutela del menor, expresadas por el servicio zonal, por el Tribunal
que el terapeuta hace de estas noticias no es ni acusatoria ni punitiva, y por el organismo que hospedó a los menores (familia tutelar, centro,
salvo en el caso de que eventuales recaídas en comportamientos de instituto). Su trabajo permite mantener a la familia conectada a la
abusos o descuidos requieran una inmediata denuncia al juez con el terapia en cuanto intenta impedir su fuga y evitar las manipulaciones
propósito de conseguir una nueva providencia para la protección del (de las que inevitablemente los terapeutas pueden ser presa, a falta
menor; generalmente, el terapeuta utilizará el material recibido del de coordinación recíproca). Se esfuerza además por prevenir o combatir
servicio social para profundizar el conocimiento del juego familiar, las disfunciones que intervienen fácilmente en una red de servicios
con el fin de ayudar a los usuarios a desarrollarlo positivamente. generalmente muy articulada y poblada: escuela, hospital, servicios
Con el progresivo aumento de la conciencia de los usuarios en relación sociales, servicios especializados para los adultos y/o los menores,
con el objetivo del tratamiento, disminuirá su comprensible rechazo Tribunal de Menores, policía, voluntarios, etcétera.
a referir espontáneamente también las dificultades o los problemas Compleja y difícil de organizar y de mantener, la integración entre
que se pueden haber dado en el intervalo entre los encuentros. terapia y control resulta por lo tanto el requisito indispensable para
El hecho de que el asistente social zonal no se haya transformado un trabajo de terapia impuesta. Si se acepta el principio de que se
en un agente de policía está probado también por las intervenciones trata de dos funciones complementarias, que cooperan para la recu-
asistenciales que puede realizar, si fuera necesario, con referencia a peración de la familia que maltrata cuidando al mismo tiempo al menor,
los usuarios. Al ayudarlos a realizar los trámites para obtener un se comprende mejor la experiencia de un servicio zonal, al mismo
subsidio o un cambio de vivienda, o para encontrar un trabajo, al tiempo básico y especializado, como la Unidad Psicomédica Peda-
facilitarles los contactos con la escuela de los hijos, con los institutos gógica de Lausana, dirigida por Odette Masson, en la cual las funciones
o con las familias tutelares, el asistente social demuestra constante- de terapia y de control son ejercidas no sólo por el mismo servicio,
mente a los padres que cuentan con él en su camino de recuperación sino además por los mismos terapeutas. Nuestro Centro, en cuanto
de su capacidad familiar. Al hacer esto, el servicio social, por un lado, es especialista, persigue, en su fase actual, un modelo distinto:
toma conciencia de los progresos de los padres de los cuales el terapeuta desarrolla la función de diagnóstico y terapia, mientras el servicio social
los pone al corriente, por el otro es él mismo quien los consolida zonal mantiene predominantemente la de c o n t r o l . C o m o hemos
y los estimula paralelamente a la terapia. subrayado, sin embargo, las dos funciones se llevan a cabo con la
Los resultados del trabajo de diagnóstico, de terapia y de control premisa de la máxima integración posible, desde el punto de vista
son transmitidos al Tribunal, que según éstos tomará después las de una experiencia piloto que nada prohibe que pueda ser asimilada
http://psicoalterno.blogspot.com/

LA TERAPIA EN EL CONTEXTO COERCITIVO 125


124 NIÑOS MALTRATADOS

Estas consideraciones se pueden volver a proponer a primera vista


rápidamente y transferida totalmente a nivel de un único servicio zonal,
que asuma el peso de ejercer al mismo tiempo ambas funciones (Soavi en el contexto de la terapia impuesta. También la familia que maltrata,
y Vianello, en preparación). en efecto, tiene fuertes resistencias al cambio (¡tanto es así que no
pide ayuda alguna!), por lo cual dejarse llevar por sus empujes
homeostáticos podría revelarse como una jugada estratégica particu-
larmente astuta. ¡Es una lástima, sin embargo, que no sea posible,
TÉCNICAS DE INTERVENCIÓN: LA IMPOSIBILIDAD
dentro del contexto, que un servicio contra el maltrato formule una
DE RECURRIR A PARADOJAS disposición a favor del síntoma específico, es decir, imponga, que se
siga golpeando al niño por la unidad y el bienestar de la f a m i l i a !
En los primeros años de la década del 80, período en el cual nuestro Como es natural una intervención así estaría totalmente en de-
equipo comenzó su trabajo con las familias que maltratan, los tera- sacuerdo con todas las señales del contexto —naturaleza del Centro
peutas de familia del área de Milán utilizaban todavía con frecuencia contra el maltrato, envío desde el Tribunal, etcétera— que, en lugar
la paradoja. Como es por todos conocido, el recurso en la primera de aparecer provocativo como una eficaz paradoja, aparecería, al
sesión de la intervención contraparadójica de la prescripción del menos, absurda y hasta delictiva.
síntoma (Selvini Palazzoli y otros, 1975) tenía entre otros el fin de Además, al prescindir también de la paradoja específica de la
reforzar la conexión de la familia con el tratamiento. Entonces, en disposición a favor del síntoma, inaplicable por los motivos mencio-
una época de "purismo sistémico", abrazado en contraposición a las nados, nuestro principio de la doble transparencia en la relación entre
teorías intrapsíquicas de orientación psicoanalítica, se razonaba según el usuario y el organismo que le impone la terapia excluye recurrir
categorías globalísticas (u holísticas) que ponían entre paréntesis la a cualquier paradoja. Nuestro propósito de referir correctamente al
presencia en el sistema de facciones, coaliciones, jugadas individuales. juez lo que sucede en la relación con los usuarios (presupuesto
En este enfoque, la petición de terapia era interpretada en los términos fundamental para respetar el encargo que se nos ha hecho), impide
de un compromiso entre dos tendencias contrapuestas, al mismo tiempo utilizar cualquier intervención inventada con el f i n de provocar. Tanto
presentes en el sistema familiar: el empuje homeostático y el empuje la prescripción paradójica, como la previsión paradójica, como la
al cambio. Tales tendencias, inicialmente utilizadas como contribu- simple relectura (o reframing) tienen un valor como provocación. Son
ciones explicativas, terminaron por ser casi consideradas por los todos modos de descomponer los elementos significativos de la
terapeutas de familia como atributos realmente operantes en el sistema, dinámica familiar recomponiéndolos de una manera nueva, para lo
a su vez casi personificado. que el terapeuta se esfuerza por construir una interpretación aceptable
Se decía, por esto, que la demanda de la terapia familiar, jugada de la dinámica familiar que sea inesperada para la familia y, por lo
aparentemente d i r i g i d a al cambio, era en realidad una jugada tanto, capaz de introducir en el sistema un nuevo elemento.
homeostática por parte de la familia, que sentía amenazado el propio Con tal intervención, sin embargo, el terapeuta no se plantea de
equilibrio interno por el síntoma del paciente designado. La familia ningún modo el problema de la "verdad" de lo que afirma: ateniéndose
pedía por lo tanto ayuda para cambiar (y eliminar así el síntoma) a un acercamiento epistemológico rigurosamente constructivista, él
a fin de no cambiar (para dejar inmutable su organización de rela- propone una lectura de los sucesos familiares para revolucionar la
ciones). Ante tal perspectiva parecía totalmente lógico que en la explicación que la familia se ha dado inútilmente hasta ese momento.
primera sesión el terapeuta se dejase llevar por los empujes homeostá- El planteamiento constructivista no es posible para el terapeuta al
ticos de la familia que prevalecían y dispusiera la continuación del que el Tribunal ha encargado una clase de informe pericial. El Tribunal,
síntoma: se pensaba, en efecto, que cualquier disposición a favor del en efecto, le pregunta su opinión sobre lo que él cree que pueda el
cambio, muy abiertamente antihomeostática, habría provocado la maltrato haber desencadenado en la familia, según una línea de pen-
rigidez defensiva de la familia y el abandono de la terapia. samiento con una conformación puramente positivista.
http://psicoalterno.blogspot.com/

126 NIÑOS MALTRATADOS LA TERAPIA EN EL CONTEXTO COERCITIVO 127

Entre el relativismo constructivista y el positivismo científicamente contexto impuesto la falta de petición por parte del usuario elimina
superado, nuestro equipo se ha atenido a una elección co-construc- completamente el poder de las órdenes del terapeuta. Si bien es verdad
tivista (Speed, 1984). En esta opción está comprendida la conciencia que la coacción, en efecto, puede mantener al usuario en contacto
de que el observador influencia tanto al objeto observado como a la con el Centro, ésta no puede sin embargo obligarlo a obedecer las
propia observación. Tal conciencia es, por lo tanto, inmune a la ilusión intervenciones del equipo. Incluso sin oponerse abiertamente al
positivista que cree poder fotografiar la realidad tal como es. Como derecho del terapeuta de asignarle obligaciones (derecho que es
ya hemos dicho en el capítulo 3, hemos renunciado por principio a sostenido por el decreto del juez), el usuario tiene m i l modos de
la ambición de describir al juez el "verdadero" funcionamiento de la sabotearlo. Mucho más que un usuario espontáneo, el usuario a quien
familia, independientemente de nosotros, pero nos proponemos referir el tratamiento le es impuesto puede declarar que le ha sido imposible
la manera en que ella reacciona a nuestra intervención. poner en práctica lo que le han mandado, no por culpa suya sino de
Por otro lado, no renunciamos al encargo, que el juez nos da, de terceros; puede mentir, afirmando que ha seguido las recomendaciones
hacer surgir, justamente gracias a nuestra intervención, las cualidades cuando no es así; puede realizar las órdenes de tal manera que queden
peculiares de las familias que organizan sus relaciones internas (es descalificadas o resulten un fracaso y así sucesivamente. ¡Por des-
decir, su juego) en tal forma que desencadena el maltrato. Nosotros contado el equipo terapéutico no tiene la posibilidad de recurrir a la
creemos que este juego, que existe independientemente del ingreso contramedida de la interrupción del tratamiento en la que pensaría
del terapeuta en él (en cuanto inevitable modalidad de organización si fuera un contexto espontáneo! En la terapia coactiva es necesario
interactiva de cualquier "grupo con historia" en un momento dado), por lo tanto renunciar al carácter prescriptivo del tratamiento, por lo
pueda ser descubierto por él, aunque sea con un cierto grado de menos en una primera fase, cuando una auténtica colaboración de los
aproximación y reconstruirlo de un modo nada arbitrario. usuarios ha de conseguirse todavía.
Selvini Palazzoli y sus colaboradores han descrito en el trabajo que A pesar de esto, sucede frecuentemente que nuestro equipo tera-
hemos citado varias veces (1988) la propia evolución teórica y técnica, péutico recurre igualmente a las prescripciones desde los primeros
remarcada por el abandono de la paradoja, por el paso a una óptica encuentros, sin la pretensión, sin embargo, de que sean obedecidas,
co-constructivista y por la llegada a una línea de pensamiento pero con el f i n de centrar la atención de los usuarios sobre algunas
multidimensional que trasciende el simple purismo sistémico. De áreas problemáticas cuya existencia se obstinan en negar.
manera menos meditada y más intuitiva, nuestro equipo del C B M se
ha visto impulsado por las condiciones contextuales a una inmediata Tenemos un ejemplo retornando al caso Puglisi-Bisceglie que hemos descrito en
las págs. 64-67. La p r o x i m i d a d de las fiestas de N a v i d a d había hecho que los padres
reserva de la óptica paradójica y a la adhesión a una confianza en
se pusieran m u y fuertes en la pretensión de la vuelta a casa de los niños para esos
la esperanza de aferrar la articulada complejidad que se oculta detrás días. El equipo creía que los padres deseaban la visita de los hijos sobre t o d o c o n
del fenómeno del maltrato. el fin de confundir las ideas de los parientes, c o m o si el otorgarles el permiso de
tenerlos nuevamente en la casa para Navidad indicase que los pequeños estaban en
un " c o l e g i o " por libre elección de los padres. Ellos, por supuesto, negaron denoda-
damente esta suposición del equipo. Por otra parte, el asistente social zonal y el centro

LAS DISPOSICIONES EN LAS PRIMERAS SESIONES donde los niños habían sido acogidos no veían inconvenientes para una vuelta de
los niños a su casa desde la mañana hasta la noche del día de N a v i d a d . Al negarles
este permiso se provocaría la exasperada reacción de los padres, que ya una vez habían
En el tratamiento impuesto, a la imposibilidad de recurrir a las retirado al hijo menor del centro.
técnicas paradójicas se acompaña desgraciadamente la imposibilidad En consecuencia, el equipo terapéutico declaró que expresaría al juez su o p i n i ó n
de hacer uso de disposiciones. La prescripción se considera tradicio- favorable a esta visita, con la c o n d i c i ó n de que los padres se esforzasen por demostrar
nalmente el instrumento por excelencia de la terapia familiar, que está a los niños que estaban fundando una familia unida que no existía hasta ahora: debían,
por lo tanto, tratar de pasar la Navidad solos, sin otros parientes o amigos. Los padres
catalogada por lo tanto entre las terapias prescriptivas. Pero, en el
consintieron, él con mucho entusiasmo, ella de manera más f o r m a l . ¿Qué sucedió
http://psicoalterno.blogspot.com/

128 NIÑOS MALTRATADOS LA TERAPIA EN EL CONTEXTO COERCITIVO 129

en realidad? La señora Biscegli, pocos días antes de Navidad, declaró, de una forma diciéndole que se vengará por la denuncia. Los padres de Carmelina se conocieron
provocadora, a su esposo que, si su madre la hubiese invitado a Puglia para las fiestas, cuando Calogero acababa de sufrir el abandono de su mujer, Rosa, quien se había
los hubiese dejado, a él y a los niños, en M i l á n , y se habrían ido al Sur. A esto ido llevándose a Vincenzo, el h i j o de 6 años de la pareja. Rosa estaba entonces
siguió, como era previsible, una furiosa reacción del señor Puglisi, que c u l m i n ó en embarazada de otro hombre, quien había ofendido gravemente al pobre Calogero, al
nuevos golpes a la mujer y en una nueva separación. Los dos naturalmente se acusarlo de ser impotente y homosexual. Justamente en esos días, cuando se sentía
reconciliaron "por los niños" el día de Navidad; durante ese día, sin embargo, cada lleno de rabia, Calogero conoció a Angela. El encuentro fue providencial para él,
uno t o m ó para sí a uno de los hijos y lo llevó a visitar a sus parientes. Este ya que A n g e l a estaba embarazada de 2 meses. La muchacha había sido abandonada
comportamiento — d i s c u t i d o en la sesión que siguió a las fiestas de N a v i d a d — permitió por un militar, que " c o m o suele suceder" había huido ante la noticia del embarazo.
al equipo recoger datos para demostrar a los padres de qué manera ambos (y no sólo De esta manera, en el T r i b u n a l , en la primera audiencia para la separación, Calogero
la señora) anteponían la relación con su propia familia de origen a la fundación de había p o d i d o contraponer a la " b a r r i g a " de Rosa, el vientre casi tan prominente de
una nueva familia unida. su novia, lavando de este m o d o toda afrenta. Calogero prometió por descontado a
A n g e l a tanto el matrimonio c o m o el recocimiento de la criatura, una niña llamada
María. Pero luego convenció a su concubina, de que así que se disolviera el m a t r i m o n i o
Un primer efecto positivo de una prescripción puede ser, por lo
anterior, llevaría a cabo el reconocimiento y el nuevo m a t r i m o n i o . De este m o d o M a r í a
tanto, el de evidenciar —justamente por el hecho de que no ha sido siguió siendo ilegítima, a pesar de las teorías fantasiosas con las que Calogero se
cumplida— la presencia de áreas problemáticas que se han negado persuadía a sí m i s m o , a A n g e l a y a los parientes, sobre que la niña era también un
obstinadamente. En efecto, los usuarios, una vez que han aceptado poco su hija, puesto que a los tres meses el semen "se mezcla". Un año después
la orden, no pueden aducir que no la han obedecido porque no tenían nació Carmelina, y m u y seguidos otros 3 niños. En ese tiempo, M a r i a fue confiada
definitivamente a los padres de Angela que v i v í a n en el campo: de esta manera se
ganas (desconociendo por lo tanto la autoridad del terapeuta), sino
da aparentemente una especie de reciprocidad, puesto que Calogero había perdido
que deben reconocer la existencia de una dificultad para realizarla. a su h i j o , Vincenzo, también A n g e l a debía renunciar a la suya.
Un campo donde puede ser m u y importante recurrir a estas
Comenzó entonces a mostrarse de forma más evidente la depresión en la que se
prescripciones "imposibles" de tipo estructural —es decir, que tienden 2

hundía la pobre A n g e l a . Cada vez más consciente de la naturaleza puramente


a definir de una manera clara los límites de la f a m i l i a — es el de las instrumental del vínculo que Calogero había estrechado con ella. El tiempo pasaba
familias reconstituidas de hecho. Entre nuestros usuarios hay un gran y ella no se convertía nunca en " l a esposa", sino que era solamente la muchacha
porcentaje de casos en los cuales los padres conviven sin estar casados, ostentada frente a la traidora Rosa, con el f i n p r i m o r d i a l de rehabilitar las dotes viriles
de Calogero a los ojos de todos los parientes. La madre y las hermanas de Calogero
después del fracaso de la unión anterior de uno de ellos. En estos
no perdían oportunidad para recordar a A n g e l a que no estaba casada y que por otra
casos es muy frecuente que el maltrato sea consecuencia de un clima parte no lo merecía, ya que había tenido una hija de otro. Además, la descalificaban
de rencor, sordo y jamás manifestado, de uno de los dos integrantes constantemente como ama de casa y sobre todo c o m o madre. Naturalmente, Calogero,
de la pareja que desea legalizar la convivencia (con más frecuencia " f a n f a r r ó n " de palabras, pero cobarde en los hechos, jamás se hubiera atrevido a
la mujer, pero no siempre) mientras el otro le pone obstáculos defender a Angela frente a su temible madre. Es más, le hubiera agradado confiar
los niños al cuidado de la abuela, si ella los hubiese querido, como les hacía creer
burocráticos complejos, que utiliza como pretexto.
continuamente, pero sin prestarse concretamente a ello. Sobre todo, la abuela recalcaba
constantemente que habría hecho milagros con Carmelina, la niña que era prueba
Véase la familia de Angela y Calogero —situación extrema incluso en nuestra del fracaso de Angela c o m o madre: hablaba m a l , no sabía conservarse l i m p i a , no
dramática casuística— que llegaron a nuestro Centro por un gravísimo maltrato a hacía caso... ¿Sorprende que la desgraciada A n g e l a llegara al punto de desear la muerte
la hija de 7 años, Carmelina, a quien el médico escolar le descubrió heridas provocadas de su niña, y estuviera ella m i s m a m u y cerca de provocarla?
por azotes sobre toda su espalda. Carmelina es psicótica, incontinente, casi no habla.
A pesar de esta reconstrucción, suficientemente clara y completa para el equipo,
Es muy d i f í c i l establecer cuál de los padres la ha golpeado: los dos lo niegan de
el tratamiento de este caso estuvo a punto de naufragar, dada la obstinación con que
forma áspera, y el señor Calogero amenaza varias veces a la directora de la escuela
los padres negaban que A n g e l a hubiese azotado a su hija. La pareja dejó de asistir
a las reuniones y por dos años creímos haber perdido toda conexión con la familia.
2. En la terapia f a m i l i a r la escuela estructural está contenida sobre t o d o en los trabajos de Carmelina, después de una frustrada experiencia de custodia, fue puesta en un instituto
M i n u c h i n , uno de los pioneros del m o v i m i e n t o f a m i l i a r i s t a . Sus obras han i n f l u e n c i a d o fuertemen- especializado que los padres desconocían. Ellos, al interrumpir el trabajo diagnóstico
te a los terapeutas de Italia. Particularmente, con sus orientaciones se f o r m a nuevamente la escuela en nuestro Centro, habían renunciado a ver a la hija. Un buen día, el señor Calogero
romana de A n d o l f i . — c u y a madre no dejaba de echarle en cara su poco sentido del h o n o r — decidió dirigirse
http://psicoalterno.blogspot.com/

130 NIÑOS MALTRATADOS LA TERAPIA EN EL CONTEXTO COERCITIVO 131

a un abogado para ejercer su derecho de saber dónde se encontraba Carmelina y de Frente a otros métodos pedagógicos-rehabilitativos (que utiliza por
visitarla. El abogado lo convenció que pidiese al juez un permiso para volver a asistir ejemplo el equipo de Odette Masson citado muchas veces) sentíamos,
a las reuniones de evaluación. Cuando los padres se presentaron de nuevo ante nosotros,
hasta hace algún tiempo, una desconfianza tenaz. Estos métodos,
estaban más que nunca a la defensiva. Después de algunas sesiones, el señor Calogero,
exasperado por las continuas tentativas del equipo de sacar a la luz algún problema
contrarios a nuestras profundas intenciones de que la familia llegue
familiar (cuya existencia negaba tercamente incluso antes de que el terapeuta hubiese a estar perfectamente capacitada para reorganizarse sola, una vez
terminado de decir una palabra), amenazó con acudir a la p r ó x i m a reunión con su liberada de los factores patógenos, nos parecían simples paliativos.
abogado. No esperaba que el equipo reaccionara con alivio a la supuesta intimidación, En el ú l t i m o párrafo veremos, sin embargo, cómo esta posición
la tomase inmediatamente en serio, se pusiera en contacto con el profesional y
optimista a ultranza se ha visto atenuada posteriormente.
concertara una cita conjunta.
A q u í es necesario, sobre todo, precisar lo que entendemos por
Aparte del benéfico papel de intermediario, que el inteligente abogado supo cumplir
perfectamente, su presencia en la sesión fue infinitamente ú t i l , porque permitió al
"descubrimiento del juego". No creemos necesario dar un ejemplo:
terapeuta expresar todas sus dudas acerca de la posición matrimonial de Calogero. todas las descripciones de juegos familiares, que hemos referido en
¿Cómo era que todavía no había obtenido el divorcio, después de siete años de el capítulo 4, podrían servir de ejemplos del descubrimiento del juego.
separación legal? ¿Por qué no podía reconocer a María? ¿Por qué no podía llevar Naturalmente, la formulación lingüística se realiza de un modo que
a Vincenzo a su casa de visita? El abogado, que ignoraba incluso que Calogero había
la reconstrucción sea recibida con facilidad por los pacientes, así como
estado casado y que desconocía la existencia tanto de Vincenzo como de Maria,
prometió informarse, mientras Calogero se empequeñecía cada vez más y Angela
debe ser apropiada la atmósfera emotiva que acompaña tal consigna.
parecía a punto de saltar de su silla. La intervención del descubrimiento del juego es radicalmente
A partir de esta sesión, el equipo cubrió literalmente de obligaciones al pobre distinta de la interpretación psicoanalítica. Esta diferencia consiste en
Calogero: que llevara un domingo a su casa a Vincenzo (¡ya que se averiguó que el hecho de que en el psicoanálisis la interpretación genera la
no sólo le era permitido, sino que además se le impuso por los acuerdos de la
penetración en una relación transferida del paciente al analista. Por
separación!); que se presentara a las sesiones con la pequeña M a r i a , puesto que tenía
el contrario, el descubrimiento tiene lugar en el curso de una sesión
la intención de convertirla lo antes posible en su hija y, por lo tanto, era necesario
que la acostumbrase a frecuentar a la familia, y, sobre todo, que discutiera con Angela familiar, donde cada miembro del grupo se enfrenta con una revelación
los motivos por los cuales no se quería casar con ella, ya que la sentencia de divorcio acerca de la intencionalidad encubierta de las propias estrategias y
(demandada por Rosa y no por él) había sido depositada formalmente dos años antes. de las ajenas. Según nuestro punto de vista, es justamente sobre esta
C o m o hemos dicho, con estas prescripciones reestructurantes, el equipo no se hacía diferencia que se funda la potencial eficacia del descubrimiento en
ilusiones de que se cumplieran sino sólo en una m í n i m a parte. ¡Pero la falta de ejecución
un contexto coactivo. Es lógico, en efecto, que en un tratamiento
de éstas no podía dejar de demostrar de forma inequívoca, incluso al reacio señor
coactivo nada puede ser interpretado o descubierto de forma eficaz,
Calogero, que existían problemas!
a un único usuario. Este, que no ha pedido nada, reaccionará a una
intervención no solicitada con respuestas de rechazo, de descalifica-
EL DESCUBRIMIENTO DEL JUEGO ción, de encierro, de quitarle importancia a los hechos. En una sesión
familiar, el mismo usuario podrá naturalmente realizar los mismos
comportamientos: ¡pero deberá sin embargo tener en cuenta que
Se desprende de lo dicho hasta ahora que el instrumento terapéutico
también sus familiares han oído, junto con él, lo que el terapeuta ha
principal, del que esperamos una cierta eficacia, consiste en la
dicho acerca de sus estrategias, y no reaccionarán con las mismas
intervención del descubrimiento del juego. Al haber tenido que
negaciones! Cada uno de los miembros de la familia, en efecto, tratará
postergar desde el inicio de nuestra actividad, por los motivos que
de rechazar del descubrimiento aquel aspecto desagradable que tenga
hemos señalado, tanto la paradoja (y cualquier otra forma provocativa
que ver con él, mientras podrá aceptar con entusiasmo lo desagradable
de reformulación o reframing) como las prescripciones, como tácticas
que se revele de los otros (sólo para disculparse o justificarse). El
para inducir el cambio, nos ha dejado en las manos sustancialmente,
terapeuta podrá de este modo recibir por parte de cada uno el material
de todo nuestro instrumental de intervenciones, el descubrimiento del
de confirmación sobre distintos aspectos del descubrimiento. Esto le
juego.
http://psicoalterno.blogspot.com/

132 NIÑOS MALTRATADOS LA TERAPIA EN EL CONTEXTO COERCITIVO 133

permitirá reformularlo, retocarlo, perfeccionarlo y reforzarlo, con el de un trabajo regular (¡por primera vez, después de doce años de m a t r i m o n i o ! ) y
f i n de lograr ser más convincente en la reconstrucción del juego. se logró que la esposa saliera del estado de apatía en que estaba sumida desde hacía
años, sin mostrar ningún interés ni por la casa ni por los niños. Sin embargo, a este
Además, cada componente de la familia, tanto en el momento de
abandono de los viejos aliados no se correspondió la tarea de los cónyuges de construir
la sesión, como luego en su casa, se verá obligado a comportarse de
una cohesión conyugal, que se expresaba sólo en hostilidad hacia un enemigo c o m ú n
tal manera que pueda desmentir las afirmaciones del terapeuta. En representado por las instituciones (la escuela denunciante, el T r i b u n a l , los servicios).
la hipótesis más favorable, la influencia recíproca de tales cambios Simplemente, los dos reforzaron los incipientes vínculos privilegiados con los hijos:
(en cuanto puedan ser exclusivamente una reacción) llevará a una cada uno de ellos eligió declaradamente uno de los dos hijos mayores c o m o cónyuge
modificación del juego, más o menos consistente. sustituto y lo utilizó cada vez más en las coaliciones contra su pareja. Y éste fue
el nivel de juego posterior que, una vez terminada la fase de evaluación, se hizo
Es evidente que un juego complejo como el que mantiene al maltrato
necesario descubrir y contrastar durante la verdadera terapia.
no es esclarecido (ni mucho menos desmantelado) de una sola vez.
La intervención del descubrimiento que concluye la fase de diagnóstico
se limita frecuentemente a trazar un cuadro muy general de las UNA INTERVENCIÓN DETERMINANTE: DEFINIR
estrategias de cada uno de los miembros de la familia. Por más que EL FORMATO DE LA TERAPIA
se esfuerce el equipo en precisarla en detalle, la reconstrucción puede
resultar muy genérica para lograr un cambio radical. Si nuestro instrumental terapéutico en los tratamientos coactivos
Puede darse el caso además de que el nivel del juego evidenciado es muy limitado, sin embargo es verdad que además del descubrimiento
y atacado sea el más llamativo, por ejemplo, aquel en el cual los del juego contamos con una intervención prescriptiva plenamente
cónyuges se han puesto en contra mutuamente un pariente significativo. accesible: nuestra decisión de quién debe ser citado a las sesiones.
Pero tal nivel de juego podría haberse desgastado a través de los años, Contrariamente a lo que podría parecer, se trata de un tipo de
por lo cual una posible renuncia de cada uno a implicar al viejo aliado intervención extremadamente eficaz. Por tal motivo, esto es m u y
ya no será más determinante. No es raro que las viejas coaliciones, delicado, obligando a nuestro equipo a elecciones bien meditadas.
mientras tanto, se hayan vuelto a plantear mediante el engaño de los Al comienzo de nuestra actividad, para lo que concierne a las
hijos. citaciones, nos movimos sobre la experiencia de Selvini Palazzoli que,
salvo excepciones establecidas, recomienda que se trabaje en la primera
Véase el caso de una jovencísima pareja cuyos tres hijos son repetidamente sesión con el núcleo de la familia y algún pariente significativo, después
descuidados y uno de ellos ha sido maltratado algunas veces por el padre durante con padres e hijos durante algunas sesiones posteriores — p o r lo general
las peleas con su mujer. El juego descubierto por el equipo durante la tercera sesión
dos— y por último, sólo con los padres. M u y pronto, sin embargo,
había reconducido — u n poco de forma estereotipada— la guerra entre los jóvenes
hacia sus irresueltos vínculos con sus propios padres. Después de esta intervención,
nos dimos cuenta que la adhesión a tal modelo no tenía razón de ser
el marido (único varón entre cuatro hermanas) había renunciado finalmente a un viejo en nuestro contexto. Las terapias del Centro de Selvini Palazzoli tienen
proyecto, que a pesar del enojo que le producía a su mujer había insistido de forma por objeto un hijo (niño, o con más frecuencia adolescente) gravemente
terca en llevar a cabo: trasladar a su madre al sur, con él, para un tratamiento médico, sintomático, de cuya cura se responsabiliza —implícita y explícita-
liberándola así de la convivencia con el marido-patrón, de quien el h i j o había sido
mente— a los dos padres, que se convierten de esta manera en
antagonista (normalmente perdedor). Simultáneamente, la esposa, de f o r m a también
inesperada, había decidido utilizar el subsidio de la asistencia social para comprar
terapeutas, en la medida en la que modifican su relación de pareja
una lavadora. Esto significaba su renuncia a las dos visitas semanales a su madre y/o dejan de involucrar a los hijos en ella.
(para llevar y retirar la ropa para lavar), durante las que se desahogaba con ella de En nuestra casuística, por el contrario, no se trata de una patología
las ofensas que recibía del marido. De esta manera la muchacha había pretendido
de un hijo, sino de un síntoma, el maltrato, presentado por uno o ambos
conquistar, si no el afecto, por lo menos la compasión de la madre, aferrada a los
padres. Por otra parte, esto normalmente se acompaña por otros
cuatro hijos varones. El equipo creyó que estos cambios eran relevantes para el
pronóstico, porque además fueron acompañados por la aceptación, por parte del marido, síntomas psiquiátricos, como el alcoholismo, toxicodependencia,
depresiones y psicosis, en el que maltrata, en el cónyuge o en ambos.
http://psicoalterno.blogspot.com/

134 NIÑOS MALTRATADOS


LA TERAPIA EN EL CONTEXTO COERCITIVO 135

En fin, en muchos casos, la patología presentada se refiere a la relación


Por el contrario, muchas de las familias que llegan a servicios
de pareja, que está en abierta discordia, atravesada por violentos y
zonales como el nuestro pueden ser catalogadas en el grupo de las
explosivos conflictos, pero incapaz de lograr una separación efectiva
llamadas familias desvinculadas (Minuchin, 1974), cuyos procesos de
no sólo en el plano legal.
desintegración han llevado a varios miembros de las familias de origen
En todos estos casos la elección de trabajar con los padres no
a mantener entre sí contactos muy esporádicos. Frecuentemente los
significaría de ningún modo aliarse con aquellos que solicitan cuidados
padres que maltratan o golpean han crecido en institutos, o tienen
para un hijo, conduciéndolos a admitir que inconscientemente lo han
los padres lejos, tal vez separados, con quienes tienen poquísima
empujado a dicha patología al haberlo implicado en el propio conflicto
relación. A veces se lamentan, por el trato privilegiado o de estima
conyugal. En nuestros casos, tal elección significaría, por el contrario,
que un hermano suyo recibe de sus padres, mientras ellos no son nunca
confirmar aquello que la familia ya sabe, es decir, que los verdaderos
consultados.
pacientes, los verdaderos enfermos, son los padres, con graves
El trabajo profundizado con este segundo grupo de familias nos
conflictos uno con el otro, que maltratan frecuentemente, que son
ha inducido a dejar de lado la distinción minuchiniana entre núcleos
psíquicamente frágiles, socialmente desviados, etcétera.
atrapados y núcleos desvinculados, dado que son excesivamente
Se imponen estrategias terapéuticas muy diversificadas, caso por
descriptivas para permitir elecciones diferenciadas en el plano clínico.
caso, que permitan evitar dentro de lo posible que convocaciones
Hemos verificado muchas veces de qué manera ciertos vínculos
equivocadas impidan cristalizar justamente la definición, compartida
insatisfactorios son difíciles de resolver, por lo cual un enrarecimiento
ya por todos, de quiénes son los enfermos. Para individualizar tales
extremo de las relaciones con las familias de origen se acompaña
estrategias, nuestro criterio de fondo consiste en considerar siempre
frecuentemente por una intensa añoranza, un rencor sordo e inexpre-
a la familia en sus tres generaciones y en elegir, de tanto en tanto,
sado, en suma una carga emotiva infinitamente más intensa de la que
el nivel generacional sobre el cual nos resulta más oportuno trabajar.
cada uno de los cónyuges (o uno de ellos) invierte en la unión conyugal.
Examinemos algunas situaciones que muestran las distintas alter-
Por lo tanto, justamente en el caso de familias aparentemente
nativas posibles, teniendo presente que en el curso del mismo tra-
desvinculadas debemos tratar de hacer surgir los vínculos invisibles
tamiento puede ser oportuno pasar de un formato a otro (por ejemplo,
con el clan de pertenencia, vínculos que tan perniciosamente interfieren
clan, núcleo familiar, pareja y después otra vez núcleo familiar,
en la formación de la pareja.
etcétera).
Con este claro objetivo en la mente, hemos abandonado la práctica
general de citar a algún miembro de las familias de origen desde la
Sesiones alternadas con las familias de origen
primera sesión. En un contexto tan inusual y complejo como el de
la evaluación impuesta nos parece más oportuno elegir como primeros
Un objetivo terapéutico notoriamente fundamental es el de desvin-
interlocutores a los padres, explicándoles los fines y las modalidades
cular a la pareja de los padres de la interferencia de los parientes.
de nuestro trabajo, y utilizar la presencia de los niños para propor-
Pero observamos que las familias que se dirigen a los centros de terapia
cionarles a ellos —e indirectamente a todos— posteriores elementos
familiar, por lo general, pertenecen a la categoría de las familias
de clarificación del contexto.
atrapadas (Minuchin, 1974), para las que los terapeutas individualizan
Solamente una vez que se inicia la obra de tranquilizar a los padres
fácilmente la necesidad de marcar los límites que la distingan de sus
—a quienes se les ha comunicado que el objetivo del terapeuta es
propias familias. Se trata, por lo general, de clanes que realizan juntos
verificar si existe la posibilidad de que los niños vuelvan a su casa
una actividad industrial o comercial, que viven en la misma casa
y que es para esto que ellos tratan de ayudarlos— es oportuno extender
patriarcal o en apartamentos contiguos, que realizan juntos sus va-
la citación a las familias de origen.
caciones, que se reúnen en las fiestas, que se llaman con frecuencia
En los años en los cuales ya efectuábamos la sesión de aclaración
por teléfono, etcétera.
contextual con la presencia de un pariente significativo, comprobamos
http://psicoalterno.blogspot.com/

LA TERAPIA EN EL CONTEXTO COERCITIVO 137


136 NIÑOS MALTRATADOS

Si se logra superar estas resistencias (por las cuales el asistente


que los padres frecuentemente se volvían más agresivos con los
con frecuencia tiende a desalentarse), la sesión con los miembros de
terapeutas, al verse forzados a defender su imagen frente a sus familias
la familia de cada uno es con frecuencia muy informativa. La estrategia
de origen (que con frecuencia los hace objeto, solapadamente, de
de tal sesión consiste en que todos los participantes sean conscientes
severas críticas). En el contexto de evaluación, los familiares se asocian
de que los vínculos irresueltos de uno de los dos cónyuges con la
a las protestas del conjunto para que no pierdan a sus hijos. Esto
familia de origen constituyen una grave interferencia, no sólo pasada,
determina una suerte de instigación recíproca entre los padres y los
sino presente, en el funcionamiento del núcleo familiar. El material
parientes, contra los terapeutas. Esta defensa a ultranza vuelve
que emerge puede resultar esclarecedor, sobre todo para los respectivos
prácticamente imposible utilizar la presencia de los parientes para
cónyuges.
profundizar el análisis de las relaciones dentro de las familias de origen.
Por el contrario, cuando los padres llegan a la segunda sesión sin- Tomemos el caso de un hombre que llamaremos Augusto V a l l i a n i , que, m u y j o v e n
tiéndose menos amenazados porque han comprendido mejor la se casó con una mujer de su edad, Loredana, madre soltera de un n i ñ o de dos años.
potencialidad de ayuda que pueden lograr del contexto diagnóstico, Loredana había crecido en un instituto, con pocas y tumultuosas relaciones con su
comunican una cierta tranquilidad también a sus propios familiares. madre y los sucesivos concubinos de ésta. Cuando Augusto la conoce, la muchacha
había confiado su h i j o a una nodriza, con quien estaba muy ligada. Después de cinco
Por lo tanto, al final del primer encuentro proponemos, si fuera
años de matrimonio y el nacimiento de dos niñas, Augusto no logra entender el m o t i v o
posible, dos citas no muy distanciadas una de la otra, con la familia por el cual Loredana insiste en dejar a su h i j o con la nodriza — d e quien él está
de cada uno de los cónyuges. No es raro que los cónyuges muestren
3
celoso— en vez de traerlo a v i v i r con ellos. Loredana afirma que su m a r i d o y su
su asombro frente a la idea de que los asistentes quieran conocer a h i j o no congenian; sin embargo, es ella la que maltrata al pequeño luego de una de

sus parientes, especialmente cuando tienen con ellos relaciones muy las tantas peleas con el marido. En la sesión a la que fue citada la madre de Loredana,
el terapeuta logró mostrar cómo la unión que la j o v e n tiene c o n la nodriza existe,
esporádicas. Con mucha frecuencia afirman que será imposible
no tanto para dar celos a su marido, sino a su madre. Y Loredana, aun cuando su
convencer a los familiares de que participen, o se niegan a invitarlos. matrimonio corra el riesgo de fracasar, insiste en su estrategia, porque la madre parece
Al mismo tiempo, sin embargo, se muestran sorprendentemente estar siempre a punto de tragarse el anzuelo. Es verdad que no ha venido nunca,
dispuestos a dar el número de teléfono de su madre o de su hermana, ni siquiera acudió al bautismo de uno de sus tres nietos; es verdad que nunca está

con quien sostienen que nunca se hablan: lo conocen de memoria, dispuesta a ocuparse de las niñas, ni siquiera durante un internamiento de urgencia
de Loredana en el hospital; es verdad, en f i n , que afirma querer m u c h o a sus tres
o lo tienen escrito en un papel cuidadosamente doblado en la billetera.
perros, pero no a los niños; sin embargo, de manera ambigua y contradictoria, repite
En suma, se encuentran divididos entre la esperanza de que la asistente constantemente que si su nieto debe estar con una extraña (la nodriza), entonces no
social logre convencer al pariente reacio a comprometerse, tal vez importa que se quede con ella, aun cuando es m u y inquieto y ella m u y anciana. Pero
debido a la alusión al Tribunal, y el temor de que el " l í o " en el cual bastan estas tibias propuestas para avivar en Loredana la ilusión de que, 25 años después

se encuentran con las instituciones les haga perder el resto de estima de haberla puesto en un instituto, su madre por f i n cambie y se ocupe de ella a través
del nietecito. La comprensión de este dramático vínculo que indisolublemente mantiene
que todavía sienten por ellos sus familias. En otros casos piensan que
a Loredana prisionera de su madre, aclara finalmente las ideas a A u g u s t o . De este
sus propios padres no les darán ninguna palabra de ayuda o de defensa, modo él puede experimentar comportamientos distintos, en lugar de seguir oponién-
que no sea de manera formal, sino posteriores críticas y reproches. dose, como un niño caprichoso, a la nodriza, o discutir con el hijastro porque no
O se avergüenzan de mostrar la degradación de sus propios parientes: es suficientemente cariñoso con él, o enojarse con su esposa con despecho infantil.

alcoholismo, prostitución, etcétera. Sólo su acercamiento a Loredana puede ayudarla a recuperar una relación con su
madre menos cargada de expectativas y, por lo tanto, menos expuesta a dolorosas
frustraciones.

3. Hemos encontrado una sugestiva analogía entre nuestra experiencia y el m o d e l o de terapia Al m i s m o tiempo, sólo la comprensión y la solidaridad del cónyuge pueden inducir
de pareja propuesto por Canevaro (1988). Sin embargo, entre los dos tipos de intervención existen a Loredana a volcar en él sus necesidades afectivas que tan estérilmente sigue pidiendo
también importantes diferencias, la más destacada de ellas es la de que Canevaro excluye, de cada a su madre.
una de las sesiones con un clan, al cónyuge no consanguíneo y quiere mantener en secreto, recípro-
camente, los contenidos de las sesiones con cada una de las dos familias.
http://psicoalterno.blogspot.com/

138 NIÑOS MALTRATADOS LA TERAPIA EN EL CONTEXTO COERCITIVO 139

Después de una sesión como la descrita frecuentemente hemos caído la familia de origen, se esfuerza inútilmente por comprender cuál es
en una trampa constituida por la dualidad del juego de uno de los el juego actual del otro con la suya. Existen en efecto situaciones
dos cónyuges con su propia familia. Justamente tal dualidad nos puede en donde de una de las familias de origen no queda nadie con vida,
llevar a descuidar cuál es el juego especulativo del compañero, que o bien todos los parientes viven muy lejos y sus relaciones con el
se ha ido adaptando e intrincando con el primero. En efecto, si el núcleo, indagadas escrupulosamente, son casi inexistentes.
marido de Loredana ha elegido unirse, tan joven, a una muchacha En estos casos, en presencia de un grave maltrato o de un importante
que tenía ya un hijo, y si luego no ha podido de algún modo colmar desarreglo del orden familiar, se toma en consideración la hipótesis
las necesidades emotivas de la esposa, será necesario indagar las de que ambos cónyuges tengan un juego particularmente nocivo y
razones. maligno con la misma familia de origen.

De esta manera, en la siguiente sesión con la hermana menor de Augusto — u n i d a


al hermano en el papel de oveja negra de la f a m i l i a — , ésta ha mostrado a los asistentes
En este sentido, es típica la trágica situación de la f a m i l i a Pasqua, denunciada
sociales la variedad de las relaciones en la generación anterior de los V a l l i a n i .
ante el T r i b u n a l de Menores por el servicio pediátrico de un hospital en donde había
La vida familiar estaba dominada por la pareja constituida por la madre y la hija
sido internada, por una crisis convulsiva, la pequeña Debora, de 15 meses. Durante
mayor, Rolanda, frente a quienes ni el padre ni los otros tres hijos podían hacer nada.
la convalecencia, la madre había aplicado a la niña varias compresas de un de-
Augusto, único hijo varón, el penúltimo en orden, se solidarizaba silenciosamente
sinfectante extremadamente tóxico. La señora, en evidente estado de confusión, luego
con el padre y trataba de estimularlo para que se rebelara contra el predominio de
había dicho al pediatra que le "parecía recordar" que también en su casa había tratado
la madre y de Rolanda. Desilusionado por la pasividad paterna, amplificó sus propias
de ahogar a su hija c o n una almohada (episodio que había provocado la crisis c o n v u l s i v a
rebeliones hasta volverse un "calavera", con pocas ganas de trabajar, juntándose con
y una leve hemiparesia que dejó afectada a la pequeña). La madre, Grazia, a la que
malas compañías y con algunos problemas con la justicia (conducir sin permiso de
se le había diagnosticado una psicosis post-partum, era una j o v e n mujer culta e
conducción, hurto de motocicletas, etcétera). El matrimonio con Loredana, de carácter
inteligente, madre por primera vez. El m a r i d o , Franco, un poco más j o v e n que ella
rebelde y ya con un hijo a su cargo, sigue en la misma línea de provocaciones a
y menos instruido, emigrado del sur, trabajaba como operario en el turno de la noche.
la familia, en donde Rolanda, que se ha casado y no ha tenido hijos, no sólo continúa
Grazia, cuando v o l v í a a su casa de su trabajo como secretaria, recogía a su hija de
mandando, sino que además ha hecho que recibieran a su marido como " v e r d a d e r o "
la guardería y, para no quedarse sola en su casa, cenaba en la de sus padres. Las
hijo, con " l a cabeza en su lugar" y capaz de dar ayuda y consejo. Por lo tanto, no
relaciones entre los esposos y la f a m i l i a de ella siempre habían sido m u y estrechas.
sorprende que la disponibilidad de Augusto a tratar de que la unión con Loredana
De esta manera, después de la denuncia del hospital, la madre de Grazia renunció
se desarrolle seriamente sea muy escasa, al haber nacido el matrimonio bajo el signo
a su trabajo para ocuparse de su nieta, que le fue confiada por el j u e z .
de la venganza.
No nos detenemos aquí a describir en detalle la naturaleza del juego entre la j o v e n
Loredana, voluntariosa e impulsiva, en la sesión adquiere una nueva conciencia
y sus familiares, también porque es análogo a otros ya descritos: hija única predilecta
del hecho de que sus choques con la suegra, sus peleas furibundas con la cuñada
del padre, a quien estaba unida por una complicada relación de malentendidos y
presuntuosa, es precisamente lo que Augusto quería de ella, es decir, un ataque posterior
polémicas, Grazia sufría por la brecha que existía entre ella y su madre, que se había
a las dos matriarcas. Pero al m i s m o tiempo comprende que el marido jamás le
ido agrandando a medida que se profundizaba su unión c o n el padre. Frente a la
agradecerá estos ataques, ya que su secreto e inconfesable deseo sería, en cambio,
noticia del embarazo de su hija, al cual Grazia se había visto empujada, un poco
obtener la estima (y no la piedad) de su débil padre, además de, al menos una vez
contra su voluntad, por el marido, la madre había reaccionado c o n mucha indiferencia,
en la vida, una de las tantas alabanzas que su madre dedica a su yerno predilecto.
dejando a su hija la decisión de interrumpirlo o no. Cuando nació Debora, el abuelo
Pero con un matrimonio tambaleante, un hijo ilegítimo al cuidado de una nodriza,
se enamoró de la nieta, relegando a segundo plano a su h i j a . Pero esta " t r a i c i ó n "
una esposa frustrada que se desahoga atacando al niño, las probabilidades de lograr
del padre, y esta fallida reconquista de la madre, no parecían suficiente para explicar
estas metas son muy escasas para el pobre Augusto.
por qué Grazia veía en su hija una odiada rival a la que había que suprimir. Sólo
el análisis de la relación de Franco con los padres de Grazia p e r m i t i ó descubrir de
Cuando la familia de origen es una sola: la coalición cruzada qué manera el nacimiento de Debora creó alrededor de ella " u n i n f i e r n o " .
Franco se presentaba como un j o v e n precozmente independizado de sus padres
pero, como a menudo sucede, su alejamiento de casa a los 15 años era el signo de
En algunos casos, particularmente insidiosos, el terapeuta, una vez
un profundo malestar que él sentía en su casa, donde había sido claramente postergado
que ha comprendido el juego llamativo de uno de los cónyuges con
por un hermano mayor. De carácter bondadoso y cautivador, Franco — q u e inicialmente
http://psicoalterno.blogspot.com/

140 NIÑOS MALTRATADOS LA TERAPIA EN EL CONTEXTO COERCITIVO 141

había desagradado a sus suegros porque era meridional y operario— logró rápidamente Los abuelos como coterapeutas
hacerse querer por ellos.
Si Grazia había tenido una intención, aunque sea parcial, de emanciparse de su
familia a través de una relación de pareja, tal intención fue rápidamente frenada por En los dos casos que hemos tratado (Loredana y Augusto, Fran-
el marido, quien en lugar de irritarse por los contactos frecuentes con los suegros, co y Grazia) el lector habrá intuido ciertamente que a las sesiones
los buscaba activamente, ensombreciendo cada vez más la figura de su hija. centradas en la reconstrucción del juego entre la pareja y las familias
En poco tiempo, Grazia apareció ante sus padres como una muchacha intransigente
de origen, sigue la despedida de los parientes y el trabajo con la familia
e impaciente, que Franco soportaba con bondad. También las recriminaciones de su
nuclear. Eligiendo trabajar solamente con la pareja conyugal, el equipo
hija por el turno de la noche, que por otra parte el yerno elegía por propia voluntad,
resultaban totalmente injustificadas para sus padres. A s í que cuando Franco la declara explícitamente su intención de evaluar si ésta es capaz de
convenció de tener un niño, Grazia, a pesar de que dudó, cedió, con la esperanza elaborar y resolver sus propios vínculos con las familias de origen,
de que este acontecimiento la acercaría a su marido. Por el contrario, el nacimiento donde fundar una relación matrimonial satisfactoria. Sólo dentro de
de Debora no provocó una mayor presencia doméstica de Franco, contento de que tal relación —o por el contrario al haberla disuelto con una separación
se ocupasen los abuelos de la pequeña, que habían consolidado así su unión con él.
real— los dos integrantes de la pareja podrán asumir su responsabilidad
Evidentemente Franco, al hacerse querer como hijo por los padres de Grazia, por
un lado buscaba compensar el escaso interés que sus propios padres manifestaban
como padres sin caer en el maltrato o en el descuido de los hijos.
por él y, por el otro, esperaba conseguir provocar todavía su nuevo acercamiento. Si la reconstrucción del juego ha sido suficientemente detallada y
Y en efecto, sus padres, especialmente después del nacimiento de la nietecita, compartida, la jugada de la despedida de los abuelos y de la con-
comenzaron a acercarse más a é l , dejando ver que desaprobaban que el muchacho
vocatoria del núcleo familiar es la lógica conclusión, que no ofende
se hubiese dejado absorber por la familia de su esposa.
ni enoja a nadie. Describiremos más adelante los distintos formatos
Grazia, por lo tanto, se encontró al lado de un hombre que consideraba todavía
comprometido en la relación con sus padres, sin entender por qué estaba tan interesado terapéuticos que se pueden elegir una vez despedidos los abuelos.
en los de ella y sin embargo tan desinteresado en ella. Además, si bien los dos hombres Queremos aquí mostrar antes una fórmula alternativa: la de la
de su vida, padre y marido, se enamoraron perdidamente de la pequeña Debora, esto despedida de los padres y la elección de los abuelos como genera-
no sucedió con su madre. La abuela, en efecto —hasta la denuncia por intento de
ción sobre la cual trabajar. Es una alternativa que nos parece se debe
i n f a n t i c i d i o — continuó demostrando frente a la nieta la misma indiferencia que había
tomar en consideración cuando los padres son m u y jóvenes y/o
manifestado frente a la relevante preferencia que su marido concedía a Grazia.
De esta manera, en los primeros meses después del nacimiento de Debora, Grazia gravemente perturbados (alcohólicos, toxicodependientes, psicóticos)
cayó en la desilusión y en la depresión, sintiéndose desposeída de todo lo que le y los abuelos, por el contrario, aparecen más susceptibles de ser
pertenecía por derecho propio: del marido, de la hija, del padre, de la madre. ¿Pero enganchados en un trabajo terapéutico que, pasando a través de su
cómo podía reaccionar a este robo si sus rivales eran precisamente las personas que cambio, lleve a una modificación de los síntomas de los padres, incluida
ella más anhelaba? ¿Cómo podía lamentarse de que su marido y Debora le quitasen
la incapacidad como tales.
a su padre y a su marido respectivamente? La única cosa de lo que podía protestar
abiertamente —y en efecto lo hacía— era del escaso interés de su madre por Debora:
sin embargo, no de su desinterés por ella, puesto que ella misma había contribuido, C o m o ejemplo, describamos el desarrollo de un caso tomado por la incapacidad
con la complicidad del padre, a alejarla. global de una muchacha soltera, Alessandra (con diagnóstico de psicosis s i m b i ó t i c a ) ,
En la niebla de la psicosis (de la cual, se puede ver, ninguno de los familiares frente a su h i j a de 9 meses. La j o v e n , de 20 años, v i v e con sus padres y choca exas-
la indujo a curarse), su protesta por los múltiples abandonos tomó el camino de la perantemente con su madre (que manifiesta una depresión recurrente con internamien-
agresión a su hija, que hubiera tenido que reconquistar para ella sus afectos y en tos hospitalarios). L o s conflictos entre las dos mujeres sobre c ó m o cuidar a la niña
cambio parecía que se los había robado todos. hacen que ésta no reciba los cuidados adecuados.
Alessandra, que pertenece a una f a m i l i a de comerciantes, ha comenzado y fracasado
varios tratamientos terapéuticos, y desde hace algunos años los ha interrumpido. La
denuncia ante el T r i b u n a l ha sido hecha por el Consultorio F a m i l i a r , al que Alessandra
se d i r i g i ó , cuando todavía no tenía 18 años, acompañada por su madre, para i n t e r r u m p i r
un primer embarazo. Pocos meses después, embarazada por segunda vez, v o l v i ó a
presentarse con la duda de si debía o no abortar otra vez, cosa que después no h i z o .
http://psicoalterno.blogspot.com/

142 NIÑOS MALTRATADOS


LA TERAPIA EN EL CONTEXTO COERCITIVO 143

Después del nacimiento de la niña, Alessandra pidió repetidamente a los asistentes contra su madre. L u i g i lo empeora todo, mostrando a su hija todo su descontento
que alejaran a la recién nacida de ella, porque la madre le impedía ocuparse de ella de hombre débil de carácter, atormentado por una m u j e r fría, exigente y, para c o l m o ,
como le hubiera gustado. depresiva.

Llegamos así a una primera charla en nuestro Centro, que ocurrió después de que C u a n d o , durante la adolescencia, Alessandra m a n i f i e s t a más c l a r a m e n t e su
el T r i b u n a l emitió una providencia de alejamiento de la pequeña A l i c e de su madre hostilidad frente a la madre, esperando que su padre la i m i t e o por lo menos la apoye,
y de sus abuelos maternos, confiándola a la M u n i c i p a l i d a d para una custodia idónea. surge la desilusión: L u i g i , por comodidad, comienza a castigar duramente a su h i j a ,
El juez, sin embargo, permitió que el Servicio Social colocara a A l i c e en una estructura defendiendo a su mujer. Alessandra, aislada y furiosa, comienza a entender lo i n f i e l
dispuesta a hospedar también a Alessandra. Esta acepta dejar la casa de sus padres que es aquel que ella creía su aliado, y comienza a darse cuenta de que no sólo su
con su hija, pero los educadores del instituto observan que descuida alevosamente madre, sino también su padre prefieren a su j u i c i o s o hermano mayor: es en este
a la niña y constantemente habla por teléfono con su madre lamentándose y acusándola momento cuando cae en la psicosis.
sin descanso. A las exasperantes peleas c o n la madre, de la cual sin embargo no logra separarse,

En la primera sesión de evaluación están presentes A l i c e , Alessandra y sus padres. al fracaso en los estudios, al abandono de toda psicoterapia, se suman ahora las fugas

Estos, que se han dirigido a un abogado para impugnar el alejamiento de la nieta, de su casa, la promiscuidad sexual, la elección de una pareja que seguramente

se oponen a la citación y rechazan implicar en la reunión al h i j o mayor, casado hace desagradará a los padres, los embarazos.

poco y al que no quieren molestar con los problemas que Alessandra causa a la f a m i l i a . Por ú l t i m o , Alessandra se ilusiona con la idea de que el n o v i o y su hija la podrán

En la sesión, A l i c e pasa constantemente de los brazos de su madre a los de su compensar de todas las injusticias que ha padecido. Pero he aquí (extrema traición)

abuela. El padre de A l i c e , norteafricano, que está en la cárcel a la espera de un proceso que empieza a darse cuenta que tanto su madre como su padre se han enamorado

por venta de drogas, no ha podido reconocer a la h i j a , mientras Alessandra declara de A l i c e , se la quitan y están dispuestos a dejarla abandonada a su triste destino siempre

provocativamente que tiene la intención de casarse con él cuando salga de la cárcel. que no les quiten a la niña. De aquí deriva la ambivalencia de Alessandra hacia A l i c e ,
la desatención, la tentación de abandonarla.
Son necesarias dos sesiones, m u y concisas y " c o m b a t i v a s " de nuestra parte, para
hacer surgir — p o r lo menos p a r c i a l m e n t e — un cuadro f a m i l i a r desolador que Descubierto este drama, el equipo decide proponer a los padres trabajar j u n t o con
mostramos someramente. los terapeutas para salvar a Alessandra, renunciando a la nieta. Alessandra fue excluida
de las reuniones, y la pareja de abuelos se debate fuertemente bajo la durísima
Cuando el señor L u i g i , padre de Alessandra, h i j o único de madre viuda, se casa
obligación a la que se enfrentan: si quieren salvar a su h i j a , los cónyuges deben
con la señora Silvia, ésta tiene una mala relación con su madre, que siempre ha preferido
renegociar completamente su relación, cortar con sus propios vínculos irresueltos con
a su h i j o mayor. L u i g i espera que Silvia, a la que ha salvado de su familia de origen
las familias de origen y dejar de favorecer a su h i j o mayor. Si cambian los fundamentos
donde era tan infeliz, se una a él de modo exclusivo. Por el contrario, su esposa
mismos de su vida, los padres quizá podrán curar a su h i j a . Si esto sucede, Alessandra
pasa gran parte del tiempo al teléfono recriminando a su madre. Silvia, por su parte,
podrá independizarse de ellos y ocuparse adecuadamente de A l i c e . Pero si lo hacen
está desilusionada de L u i g i , que en lugar de dedicarse enteramente a ella para
perderán la posibilidad de recomenzar, anulando el t i e m p o , borrando a Alessandra
compensarla de lo que no le han dado sus padres, se dedica constantemente a su
y sustituyéndola por la nieta. Por otra parte, si no aceptan cambiar su v i d a , no hay
anciana madre.
esperanzas para Alessandra. El T r i b u n a l podría entonces alejar definitivamente a A l i c e
La situación se arrastra, incluso en medio del poco disimulado descontento de
de su madre, que no es idónea, y dar a la pequeña en adopción, consciente de que,
ambos, en los primeros años de vida del primogénito de la pareja. Cuando se anuncia
v i v i e n d o con los abuelos, ésta corre el serio riesgo de recorrer nuevamente el destino
el segundo embarazo, L u i g i se opone a que su mujer lo lleve a término. Pero la mujer,
de su madre. Entre la espada y la pared, los padres deciden proseguir c o n el tratamiento
que en su infancia había sido criada por una nodriza, decide no abortar, en explícita
(que nunca en el pasado habían aceptado, si bien les había sido propuesto numerosas
competencia con la madre, para demostrarle que ella podrá cuidar a ambos hijos.
veces por los especialistas consultados).
En ese período, el padre de Silvia, considerado por ella como único aliado de
la f a m i l i a de origen, se retira de su actividad comercial y, en la partición que realiza, Dos años más tarde, Alessandra muestra grandes progresos y se ocupa de su hija
permite que su esposa beneficie descaradamente al hijo varón. en un apartamento que le dieron sus padres. En las horas que Alessandra trabaja,

L u i g i , en lugar de defender a la esposa, deja que ésta se arregle, puesto que los A l i c e va a la guardería, según prescripción del juez, y no se queda con la abuela.
parientes de ella lo habían acusado de haberse casado por interés. Cuando nace El caso está lejos de estar resuelto, porque la salida reciente de la cárcel del padre
Alessandra, su madre manifiesta el primer episodio depresivo; la abuela materna se de A l i c e ha repropuesto la necesidad de nuevos ajustes. Por otra parte, los padres
niega terminantemente a cuidar a la nieta porque está ocupada con los hijos de su de Alessandra están ahora verdaderamente comprometidos en un trabajo terapéutico
primogénito varón. Alessandra será así cuidada por la abuela paterna. que lleva ya dos años, y en donde han demostrado la m i s m a m o t i v a c i ó n y las mismas
Trágicamente, en la generación siguiente se presenta, agravada, la misma situación resistencias al cambio que cualquier pareja en tratamiento espontáneo. Por su parte,
familiar que había padecido la familia de Silvia. Alessandra crece con la abuela, la Alessandra ha expresado recientemente a la asistente social, que la sigue con regularidad
cual, resentida contra su nuera que le había robado a su único hijo, instiga a la niña desde la época de la denuncia, el deseo de tomar contacto con un psicólogo que pueda
http://psicoalterno.blogspot.com/

144 NIÑOS MALTRATADOS LA TERAPIA EN EL CONTEXTO COERCITIVO 145

ayudarla a definir su propia relación con el padre de A l i c e . La pequeña, b i e n cuidada, atravesada — s i es necesario junto a representantes elegidos de las
precoz en el desarrollo psicomotriz, sociable, está bajo control a través de la guardería familias de origen— la fase de profundización de las relaciones entre
y las visitas domiciliarias de la asistente social.
el núcleo y los dos clanes, se pasa generalmente a algunas sesiones
con padres e hijos. No describiremos aquí las más típicas de estas
Las reuniones conjuntas con padres e hijos
sesiones, que buscan hacer surgir la parte activa del hijo en el juego
de pareja de sus padres, ya ejemplificadas en el capítulo 4, como hemos
Liberar al hijo de su inclusión en el juego de pareja representa un
dicho.
objetivo terapéutico primario en todos aquellos casos en los cuales
El pequeño Claudio, que siente el deber de defender a su madre
el hijo desarrolla una parte seguramente activa en el juego que implica
de las maneras dominantes del padre, y otro de su misma edad que
el maltrato. Hemos descrito varias veces tales juegos en el capítulo
trata que el padre, a escondidas, vuelva a ganar la casa de donde la
4 (págs. 105-9).
ex mujer lo ha excluido, son víctimas de un error de perspectiva. Cada
En algunas familias puede ser prioritario bloquear la inserción del
uno de ellos está, en efecto, persuadido de que su acercamiento al
hijo en el conflicto de pareja, para tratar de interrumpir rápidamente
padre que considera víctima de los abusos del otro, aunque no logre
el circuito interactivo en el cual el maltrato se desencadena. A pesar
garantizar un buen funcionamiento de la familia, sirve por lo menos
de esto, hemos decidido mostrar en este momento este objetivo, puesto
para evitar uno peor. Y con tal f i n se sacrifica activamente. No se
que la inclusión del hijo en el juego de los padres jamás es, por
trata aquí de la paradoja que describía el síntoma del llamado paciente
descontado, el primer paso en la evolución disfuncional de un sistema
designado como sacrificio inconsciente. El niño pone, en efecto,
familiar. En efecto, en el primer período de vida de la pareja, cuando
concretamente en peligro su propia relación con un progenitor, de quien
todavía los hijos no han nacido o son muy pequeños para ser invitados
se siente injustamente abandonado o agredido por él. Corre el riesgo
(o para ofrecerse) a asumir el papel de confidentes, defensores,
de su desaprobación y hasta de sus arrebatos bajo la forma de maltratos;
cónyuges suplentes, etcétera, son generalmente los miembros de las
pierde su serenidad, su alegría, su derecho infantil a una existencia
familias de origen los que son estimulados — y / o se proponen— a
protegida, ajena a las diatribas de los adultos, su disponibilidad interior
cubrir tales papeles.
a ocuparse de sí mismo, de sus compañeros, de su escuela.
Al mismo tiempo, se puede elaborar la hipótesis de que una pareja
Las sesiones que sirven para mostrar el juego apuntan a ayudar
conyugal, que durante años ha funcionado a través de la inclusión
al niño a comprender cómo, por el contrario, su sacrificio no logra
de un miembro de la familia de origen como tercero en su propia
en absoluto el efecto deseado, sino más bien perpetúa la estéril lucha
relación conflictiva, tratará de reproducir indefinidamente tal confi-
entre sus padres. Una lucha donde la presunta víctima lanza golpes
guración triádica. De esta manera, cuando el tercero falte (porque ha
igual de mortíferos (aunque silenciosos y escondidos) que los del
muerto o ha envejecido) uno de los padres, o ambos, lo reemplazarán
presunto verdugo, que resultan evidentes.
con el hijo que aparezca como más adecuado, o que tiende a desarrollar
Cuando el terapeuta está convencido de que el niño lo ha entendido,
la misma función.
puede despedirlo de la sesión junto con sus hermanos. Le explicará
Como en el caso del objetivo terapéutico anterior, que consistía
que él y sus colegas tratarán de ayudar a sus padres a clarificar sus
en combatir la interferencia de los parientes en el vínculo conyugal,
propias dificultades de relación y a encontrar una forma de salir de
también este objetivo (excluir al hijo de la relación entre los padres,
ellas. Tal despedida tiene el valor de una intervención importante en
perjudicial para ellos y sobre todo para él) puede ser perseguido a
cuanto está dirigida (por lo general) a menores que han sido ya alejados
través de varios formatos de tratamiento.
de sus padres y puestos en centros para su custodia.
El primero está representado por sesiones conjuntas de padres e
El mensaje inequívoco que les llega es, por lo tanto, el siguiente:
hijos, el formato clásico de la terapia de familia. Una vez agotada,
que su alejamiento provisional de casa coincide con un trabajo que
con la asistente social y el núcleo, la fase de clarificación del contexto,
sus padres deben emprender junto con asistentes expertos, para
http://psicoalterno.blogspot.com/

146 NIÑOS MALTRATADOS


LA TERAPIA EN EL CONTEXTO COERCITIVO 147

cambiar ellos y su relación conyugal, y que, de tal obligación, ellos de haberla sacado jovencísima de un instituto y de haberle dado algunos años de
deben ser espectadores y no promotores o protagonistas. De esta felicidad, la relegó al preferir a sus parientes y posteriormente a su tres hijos mayores.
manera se relató que niños, aún pequeños, en una sesión posterior, Algunas dramáticas sesiones donde toda la f a m i l i a p r i m e r o , y luego los cónyuges
solos, se habían esforzado en la reconstrucción del j u e g o f a m i l i a r , no p r o d u j e r o n n i n g ú n
habían confiado con evidente emoción a sus maestros que ese día
efecto. N i n g u n o de los padres se m o v i ó de la posición en la que se encontraba: él
"Papá y mamá iban a la terapia". Algunos habían formulado explí- en la de pretender que los problemas de la f a m i l i a dependían exclusivamente del
citamente, sin más, su esperanza de que se decidieran a cambiar, «¡Se alcoholismo de su mujer, por lo cual sus hijos drogadictos tenían derecho a comprensión
quieren!» y j u s t i f i c a c i ó n , ella en la de proclamar que nunca hubiera m o v i d o un dedo para
Puede ser ciertamente desconcertante escuchar una afirmación de desintoxicarse ni para ocuparse de los problemas familiares si su m a r i d o no echaba
de su casa a los hijos mayores.
un niño que implícitamente (pero a veces a las claras) acusa a su
padre de que no lo quiere, puesto que continúa bebiendo, drogándose El T r i b u n a l de Menores, al obtener de nuestro equipo un diagnóstico de irrecu-
perabilidad, decretó la conveniencia de la adopción de Paolo, al pensar que las
o pegándole al cónyuge. También la capacidad de expresarse de este
recomendaciones impartidas a los padres para m o d i f i c a r su comportamiento en vistas
modo corresponde a una etapa fundamental en el proceso de creci- a garantizar un crecimiento sereno de su h i j o , quedaron incumplidas por su culpa.
miento, hasta ahora gravemente distorsionado, del niño maltratado. El niño, informado por los asistentes sociales del fracaso del trabajo c o n sus padres
Tal etapa consiste en la adquisición de la conciencia de que es deber y de los consiguientes pasos del j u e z , recibió la ayuda de los maestros para que se
de sus padres garantizarle las condiciones más idóneas posibles para diese cuenta por sí m i s m o , durante las visitas familiares, del persistente rencor de
una vida familiar serena, y no todo lo contrario, como hasta ahora su madre, encerrada en el más absoluto m u t i s m o , de la arrogancia de sus hermanas
y hermano, apoyados por el padre, de la irresponsabilidad de éste c o n respecto a
confusa pero firmemente había creído.
é l , ya que durante las visitas se adormecía en un sillón o bromeaba con el h i j o m a y o r ,
desinteresándose de él. Pero fueron los mismos padres, al terminar el tiempo para
La intervención sobre el niño después de presentar la apelación (después de haber perdido ya el recurso contra la conveniencia
su despedida de las sesiones familiares de la adopción ante el T r i b u n a l de Menores) quienes le d i j e r o n , esta vez unidos:
"Escucha Paolino, quizás tú, de todos nosotros, eres el más afortunado. ¡ M i r a la v i d a

Naturalmente, el terapeuta, para absolverse de la obligación que que hacemos nosotros y tus hermanos! En cambio tú te irás con otra f a m i l i a " . Pensamos
que no hay nada que hubiera ayudado más al n i ñ o a encaminarse de f o r m a positiva
ha asumido con los niños, debe asegurarse de que éstos sean puestos
hacia su nueva f a m i l i a adoptiva que estas trágicas y sufridas palabras.
periódicamente al corriente del desarrollo del tratamiento. A veces
los hijos tienen formas de verificar directamente la situación en la
Otras veces, las verificaciones sobre la situación de los padres, que
que se encuentran sus padres durante las visitas de éstos.
los hijos pueden hacer fuera de las sesiones de tratamiento, no son
O bien es suficiente con darles a conocer las noticias que les son
suficientes. Entonces es necesario que el terapeuta los convoque
transmitidas por las familias con las que viven, o los educadores o
nuevamente a una sesión con los padres.
la asistencia social que los tiene a su cargo.
Este fue el caso de dos niños, de 7 y 5 años respectivamente, Laura e Igor, recogidos
T a l ha sido el caso de Paolo, cuarto hijo — c o n gran diferencia de edad con los en nuestro Centro de acogida por maltratos al varón, por parte del padre, y grave
o t r o s — de una pareja, en la cual los primeros tres hijos, dos mujeres y un varón, desatención de ambos, por parte de la madre.
daban a sus padres grandes disgustos por su conducta desviada vinculada a la Los padres, m u y jóvenes (24 años él y 22 ella), v i v í a n en un pequeño apartamento
toxicodependencia (venta, prostitución, hurto) y por los consecuentes encarcelamientos. contiguo al de la familia del m a r i d o , por quien la muchacha — h u é r f a n a de padre
Antes del alejamiento, Paolo, de 7 años, frecuentemente no asistía a la escuela y m a d r e — había sido, por así decirlo, recogida. Durante la custodia se ayudó a los
porque su madre, ebria, dormía, y su padre y hermanos decían que era obligación niños para que comunicaran y elaboraran poco a poco sus dramáticas vivencias,
de ella, y no de ellos, acompañarlo. La asistente sanitaria, además, en el curso de conectadas, por un lado, con la delincuencia del padre (ladrón profesional, i m p l i c a d o
varias visitas domiciliarias, lo había encontrado solo varias veces, con fiebre alta, en hechos de sangre, varias veces encarcelado), y c o n su violencia contra su mujer
en una situación de suciedad y desorden increíbles. y contra ellos mismos, y por el otro, con la irresponsabilidad de la madre, que los
El trabajo diagnóstico con la familia permitió descubrir que el alcoholismo crónico dejaba solos para seguir — l i t e r a l y metafóricamente— al m a r i d o , que, además, la
de la madre representaba una suerte de represalia contra el marido quien, después traicionaba con otras mujeres.
http://psicoalterno.blogspot.com/

148 NIÑOS MALTRATADOS LA TERAPIA EN EL CONTEXTO COERCITIVO 149

El trabajo con la pareja se reveló inesperadamente provechoso, tanto por la notable de sus temores precedentes. Logrado el consenso del j u e z , los retornos a casa a prueba
inteligencia de ambos, c o m o por su altísima colaboración c o n el tratamiento. comenzaron sin problemas relevantes. L o s niños se mostraron m u y desenvueltos al
Especialmente, la mujer veía en las sesiones de pareja una ayuda para conseguir la contar en el centro lo que sucedía en casa, y al referirse, en cada uno de los dos
unión definitiva del marido con ella, arrancándoselo a su suegra, quien desconfiaba ambientes, a las experiencias vividas en el otro. Después de algunos meses, hubo
abiertamente de las instituciones e instigaba al h i j o a raptar a los niños de nuestro un retorno a casa más largo, de cuatro semanas, para las vacaciones de verano, de
centro y a llevarlos nuevamente a su casa. La adhesión del j o v e n a las reglas del lo que hay que destacar los encuentros entre los padres y los terapeutas del centro,
contexto y su empeño en el tratamiento testimoniaban a su mujer su prevalente lealtad a quienes los mismos padres consultaron variados problemas surgidos al retornar la
hacia ella y su cauto desprendimiento de la protección materna. convivencia con los hijos, y las visitas periódicas de la asistente social de la zona,
En el curso de ocho meses de tratamiento, la mujer pudo gradualmente expresar encargada de verificar el curso de este retorno. T a m b i é n , bajo su sugerencia, los padres
su satisfacción por el hecho de que su marido parecía haber "sentado cabeza": había hicieron preguntas telefónicas varias veces al centro con respecto a pequeños problemas
encontrado trabajo regular y lo conservaba, no salía más de noche sin ella, abandonó educativos.

la cocaína y se distanciaba emotivamente de sus amenazadores parientes. En el siguiente año escolar, Laura e Igor v o l v i e r o n de forma estable a la f a m i l i a ,
Paralelamente, el marido refirió el comportamiento totalmente cambiado de su mujer mientras los padres continuaron tanto con la terapia c o m o con las reuniones psico-
con respecto a é l : por primera vez, capaz de autocriticarse, había dejado de comportarse pedagógicas con los terapeutas del centro.
con él como una misionera que debe convertir a un i n f i e l , y comenzaba a ocuparse
con atención del problema familiar y de la escuela de la hija.
Ambos eran extremadamente puntuales y solícitos en sus visitas a los hijos en El tratamiento de la última generación
el centro y en poner en práctica todas las indicaciones sugeridas por los asistentes.
A s í , j u n t o con el servicio social, pedimos al juez que permitiera una vuelta de los
niños a su casa, a prueba, durante los fines de semana. Los maestros, sin embargo, El ejemplo de Laura e Igor introduce otro importante aspecto de
registraron que los pequeños, informados del hecho de que el T r i b u n a l debía tomar nuestro proceso de tratamiento: la necesidad de reservar algún
una decisión, habían manifestado un claro empeoramiento: Igor había vuelto a presentar momento terapéutico específico a los hijos, cuando éstos son alejados
recurrentes pesadillas nocturnas y comportamientos agresivos hacia los compañeros.
de las sesiones familiares. Ante todo, pensamos que tanto el caso de
Laura había tenido una inmediata merma del rendimiento escolar y marcada dificultad
Paolo, encaminado a la adopción, como este último de Laura e Igor,
en su alimentación. Al mismo tiempo, después de las visitas de los padres, que también
esperaban con ansia y recibían con alegría, ambos niños evocaban con los maestros
nos han permitido ofrecer al lector una sección de nuestro centro, que
episodios traumáticos que habían sucedido cuando estaban en f a m i l i a . es antes que nada una comunidad terapéutica. En ella la psicopedagoga
Era, en f i n , evidente que la perspectiva de los reencuentros semanales, a los que y los educadores en el período en el cual se encargan de la custodia
los niños habían reaccionado con alegre excitación, los llenaba al m i s m o tiempo de de los niños, están obligados a realizar una serie de intervenciones
temor. Al no haber asistido al recorrido a través del cual los padres decidieron refundar
cotidianas que van bastante más allá de la simple tutela y del apoyo
su vínculo conyugal, temían tener que r e v i v i r los dramas pasados. Se decidió, por
—aunque indispensable— relativo al trauma del maltrato y de la
lo tanto, convocarlos a una reunión j u n t o con los padres, para recorrer con ellos el
camino realizado por la pareja. consiguiente separación de los padres.
Los dos niños parecían seguir m u y poco la charla que la terapeuta t u v o con ellos, Tal ambiente globalmente terapéutico se prolonga en el ambiente
además de las explicaciones que, con su ayuda, los padres trataron de darles. Distraídos de la familia tutelar en los casos en los cuales, como hemos dicho,
por los juguetes presentes en la habitación, respondían con monosílabos, indicando
incluso con un pronóstico positivo se impone un largo tratamiento
con su comportamiento que los argumentos no les interesaban y que preferían que
de los padres que se realiza alargando el alejamiento de los menores
los adultos hablaran entre ellos. La terapeuta p i d i ó incluso a los padres que se situaran
un poco detrás del espejo unidireccional (que los niños conocían bien, ya que habían
de su casa.
seguido desde aquella posición alguna parte de las primeras sesiones, cuando Además de estos dos tipos de aportes terapéuticos, una pequeña
molestaban o querían jugar). De este m o d o , los pequeños, aunque conscientes del parte de los niños seguidos por nosotros (muy pequeña, en verdad)
hecho de que los padres los observaban, se animaron un poco, aceptando conversar se beneficia también de una terapia individual que puede, según la
con la terapeuta — u n poco formalmente, en v e r d a d — acerca de sus temores rela-
necesidad, comenzar cuando el niño está todavía en la comunidad
cionados con el regreso a casa.
terapéutica o instituto, o bien cuando ya ha vuelto a la familia. Por
Aunque la sesión parecía frustrante, fue m u y utilizada por los niños y referida
con precisión a los maestros, por lo que pareció que habían quedado bastante aliviados supuesto, esto impone formas de colaboración entre los dos tipos de
http://psicoalterno.blogspot.com/

LA TERAPIA EN EL CONTEXTO COERCITIVO 151


150 NIÑOS MALTRATADOS

apatía que eliminaba cualquier impulso incluso con respecto a ellas. Trágicamente
tratamiento con frecuentes encuentros de programación y de verifi-
el o d i o p o r el padre era acompañado, en ellas, por una reacia admiración por la fuerza
cación. y la inteligencia de é l , y por un inconfesable deseo de cualquier lejano gesto de
Más allá de estos casos específicos, realmente infrecuentes, varias benevolencia suyo.
veces se ha verificado la oportunidad de que nuestro equipo ponga T a l enredo de sentimientos hacía, por supuesto, imposible a las muchachas cualquier
en práctica las astucias terapéuticas para ir al encuentro de las separación psicológica de los padres. Las dos estaban físicamente en casa, una,
recogiendo los desahogos inmutables de la madre contra el padre, la otra, intentando
exigencias de los menores, cuando éstos eran despedidos de las sesiones
inútilmente complacer a este ú l t i m o , cegado por el rencor por las dos hijas mayores
reservadas sólo a los adultos de la familia. Tal exigencia se hace todavía que le habían hecho la afrenta de irse. Estas últimas estaban físicamente fuera de
más difícil en los casos en los que el trabajo de los padres fracasa. casa, pero envilecidas por la envidia de los presuntos p r i v i l e g i o s de las hermanas
En el caso de Paolo, el acercamiento al niño en ese dramático trance que se quedaron en casa, e incapaces de disfrutar de la emancipación que decían
fue llevado a cabo por la comunidad terapéutica, que decidió prolongar tener. A otras dos se las había colocado, por el servicio social, en un pensionado,
la una concentrada en a c u m u l a r ahorros, esperando que al menos sus ahorros
el ya largo período de custodia durante el intermedio judicial que siguió
impulsarían al padre a recibirla nuevamente en su casa, la otra, perdida en el sueño
al recurso de los padres contra la conveniencia de la adopción (después de poner celosos a sus padres al p e r m i t i r que la aceptaran c o m o h i j a en la f a m i l i a
de cuyo fracaso, como hemos dicho, ellos renunciaron al recurso de de su n o v i o .
apelación) para acompañar a Paolo hasta su inserción en la familia Entre estos sentimientos, no había espacio para la solidaridad fraterna, para el apoyo
adoptiva. ¡De esta manera el niño quedó en nuestro centro durante recíproco, para consolar a la hermana que en ese m o m e n t o estaba en desgracia, sino
más de dos años! sólo envidias, despechos, celos, disputas, engaños, cambiantes coaliciones de dos para
dañar a una tercera.
En otros casos, sin embargo, no se puede contar con una inter-
A todo esto, el hermano, que era el más j o v e n y que debería ser el " p r í n c i p e "
vención análoga de apoyo del menor cuando sus padres son juzgados de la casa, pasaba completamente inadvertido. Quizá menos dotado que las hermanas,
definitivamente incapaces de hacerse cargo de él. La sensación de no se lo consideraba en absoluto, no sabía hablar, se ruborizaba, lloraba, era el más
que el niño está dramáticamente "al descubierto" la percibimos sobre d e p r i m i d o y coartado de todos, aplastado por el desprecio del padre, p r i v a d o de una
todo en el caso de adolescentes hospedados en pensionados o en unión v á l i d a con la madre, cuidado por las hermanas, más por recíproca competencia,
o por mostrarle a la madre " c ó m o se debía hacer", que por auténtico interés.
institutos que no están capacitados para garantizarles un aporte afectivo
Abandonada toda esperanza de m o d i f i c a r a los padres, no estábamos de acuerdo
suficiente cuando la familia no lo hace.
en despedir definitivamente a los hijos, que habían demostrado en breve t i e m p o un
p r o f u n d o interés por las sesiones familiares. Cuando quisimos en un p r i m e r m o m e n t o
Es significativo el caso de la familia, que llamaremos Loverso, compuesta por excluir por lo menos a las dos que habían elegido (aparentemente) romper para siempre
dos padres ancianos y siete hijos (seis mujeres y un varón) entre los 23 y los 14 con los padres, éstas se quejaron de que nuestras reuniones eran el ú n i c o m o m e n t o
años. El alejamiento de los padres se refiere a los tres hijos todavía menores, en el cual ellos siete, hermanas y hermano, se veían, se mostraban las prendas que
repetidamente maltratados por el padre: otras dos hijas mayores, sin embargo, se habían se habían comprado, charlaban, comentaban juntos los proyectos para el f u t u r o . Un
ido de su casa por el mismo motivo y habían obtenido la intervención del servicio momento emocionante se v i v i ó durante la lectura de nuestra p r o v i s i o n a l evaluación
social a pesar de haber cumplido los 18 años. En el caso de una de las dos muchachas de irrecuperabilidad del núcleo, en presencia de las dos asistentes sociales que seguían
se tenía también la sospecha —nunca convertida en certeza— de que había sido violada a los menores. Después de leer el largo i n f o r m e , entregamos, además de una copia
por el padre " c o m o castigo" por su comportamiento rebelde. para los padres, una copia a cada uno de los hijos, para testimoniar la disgregación
El trabajo con la familia naufragó rápidamente. Nunca vimos una pareja conyugal de la f a m i l i a , donde ahora cada uno vivía por su cuenta. Fue entonces cuando el
tan cristalizada en el odio recíproco y en la inmutabilidad. El marido, analfabeto, hijo menor tuvo la asombrosa iniciativa: debajo de la firma del terapeuta hizo poner
pero de lúcida y despiadada inteligencia, era un padre-patrón llevado al extremo, casi la f i r m a a cada una de sus hermanas. A s í todos los hijos, frente a los mudos e impasibles
al nivel de caricatura. La mujer, como reflejo de eso, contraponía a él una estúpida padres, ratificaron el documento que describía su atormentadora v i v e n c i a f a m i l i a r y
torpeza de bestia de carga, que se niega a moverse aunque la golpeen. Las seis hijas, la irrefrenable dispersión de la que habría podido ser una f a m i l i a .
todas ellas bellas e inteligentes, se consumían en el odio por el padre, muy instigadas
El trabajo con los siete muchachos, que pretendía que tomaran conciencia de que
justamente por el espectáculo de la pasividad materna. Cuanto más la madre soportaba
compartían un m i s m o destino dramático, aunque se debatieran, c o m o los capones de
las violencias del marido, tanto más fomentaba la rebelión de las hijas, que provocaba,
Renzo, en la búsqueda de soluciones opuestas, fue totalmente infructuoso. La aspiración
a su vez, los reproches y los golpes paternos. Por otro lado, la piedad por la madre
de acompañar al más j o v e n a ingresar en una f a m i l i a tutelar que le encontró el servicio
se encontraba mezclada, en las hijas, por un profundo desprecio por ella, por su gran
http://psicoalterno.blogspot.com/

152 NIÑOS MALTRATADOS


LA TERAPIA EN EL CONTEXTO COERCITIVO 153

social y que lo habría recogido hasta la mayoría de edad, logró suscitar sentimientos
no competitivos con el menor en algunos subgrupos de hermanas, tanto que dos de V i n c e n z o , que tanto la habían ayudado a afrontar el paso de la separación. Todos
ellas fueron a v i v i r juntas. Una de las muchachas comenzó también una psicoterapia ellos, de c o m ú n acuerdo, le sugerían moverse c o n decisión y firmeza para acabar
individual, mostrando a las otras la posibilidad de pedir por su cuenta ayuda. Otra claramente c o n todo v í n c u l o , recurriendo también a medidas legales para hacer valer
mejoró notablemente su capacidad de establecer relaciones positivas, tanto con su sus propios derechos. Pero incluso cuando estaba en dificultades económicas la m u j e r
asistente social como dentro del pensiondo en el que vivía. pedía dinero al ex marido (ninguno de los dos mantenía a las hijas, que eran asistidas

El c o m p r o m i s o de todas de visitar regularmente al hermano bajo tutela, y por el servicio social), alimentando en él la ilusión de que tal gesto podría significar
que ella quería v o l v e r a depender de él.
simultáneamente la conciencia de que no debían invadir el nuevo espacio, representaron
otro resultado satisfactorio. Comportándose de manera tan inmadura e irresponsable, a la señora se la había
considerado p r o v i s i o n a l m e n t e incapaz de criar a sus hijas, que p o r lo tanto se
encontraban en un colegio, a merced de las escasas visitas de la madre y de las
El ejemplo de la familia Loverso muestra una modalidad de incursiones del padre. Este, cada tanto, aparecía (en contra de toda reglamentación)
intervención sobre la última generación en una situación donde el para llevarse a la menor, Giada, de diez años, con la intención de usarla de cebo
trabajo sobre la pareja de los padres había fracasado. La conveniencia para atraer a su esposa hacia é l . C o n esta maniobra, la mujer " p i c a b a " regularmen-
te. En cuanto a las dos hijas mayores, el padre, en sus " i n c u r s i o n e s " , las amenazaba
de volver a implicar a los hijos en el tratamiento puede, sin embargo,
y las insultaba, porque a su j u i c i o eran partidarias de la madre. Las tres muchachas
comprobarse también en otros casos, por ejemplo, cuando las v i c i -
se v i e r o n , por lo tanto, obligadas a cambiar varias veces de instituto, porque los
situdes conyugales de los padres cambian sin descanso y los hijos responsables no aguantaban la invasión violenta del señor Laurieto, q u i e n , borracho,
se encuentran en la necesidad de adaptarse continuamente a bruscos agredía y maltrataba a los trabajadores sociales y al día siguiente pedía disculpas
y repentinos cambios (separaciones, reconciliaciones, posteriores con lágrimas en los ojos logrando así que éstos desistieran del propósito de denunciarlo
a la policía.
rupturas y reconstrucciones de nuevos vínculos). En algunas de estas
familias, sólo la sesión terapéutica parece constituir un lugar de pausa, Las primeras fases del tratamiento de esta f a m i l i a f u e r o n , c o m o se puede suponer,
m u y agotadoras. Diremos sólo que el problema menor que t u v i m o s que afrontar fue
de reflexión, de diálogo, donde los participantes logran comunicarse
conseguir la forma de i m p e d i r que el señor Laurieto esperase afuera a su ex mujer,
estados de ánimo, proyectos, decisiones. después de las entrevistas, para molerla a golpes. En el t é r m i n o de seis meses logramos
pasar de la citación más a m p l i a (ex núcleo f a m i l i a r más los padres de ella, que eran
Véase la situación de las tres muchachas Laurieto, alejadas de sus padres, separados, una parte importante en el caso) a aquella más restringida (es decir, cada uno de
y confiadas a un instituto. La separación conyugal tuvo lugar por decisión unilateral los padres individualmente), pasando a través de algunas sesiones c o n los padres y
de la esposa, cansada de las continuas peleas con el marido alcohólico, de los maltratos las hijas. Lograr que el señor Laurieto aceptara citas separadas para él y su ex mujer
que le infligía a ella y a las dos hijas mayores, de su crónica inactividad laboral. fue una empresa titánica, puesto que las sesiones representaban para él una importante
El marido, que desde hacía años había roto también con su f a m i l i a de origen, deprimido, ocasión de v o l v e r a ver a su ex mujer. No nos asombramos, sin embargo, demasiado
solo, no se resigna de ningún modo a la ruptura del vínculo conyugal, que lo priva del hecho de que quien faltó más a menudo a las sesiones individuales no fue é l ,
de toda esperanza de recibir algo parecido al afecto, o por lo menos de compañía, sino la esposa, que llegaba con horas de retraso, o simplemente no venía, sin avisar
por parte de la esposa y de las hijas. Además, siente como una afrenta a su honor con antelación, mientras el m a r i d o asistía puntualmente.
y a su respetabilidad la idea de que su esposa lo hubiese dejado; el solo pensamiento Durante el siguiente año, la situación se desarrolló lentamente. Gradualmente, el
de que pudiese iniciar una relación con otro hombre lo ponía fuera de sí. señor Laurieto dejó de importunar a la esposa y ésta dejó de ilusionarlo y de dejarse
Para la señora Laurieto, sin embargo, la vida después de la separación se reveló perseguir. La señora comenzó a trabajar con mayor regularidad, a organizarse para
tan estresante como antes: el marido se negó a dejarle el d o m i c i l i o conyugal, que encontrar alojamiento, dejó de implicar a la hija m a y o r en sus confusas aventuras
por otro lado le había correspondido por dictamen del juez, la persiguió en su lugar sentimentales (lo que atraía sobre la muchacha las iras y las recriminaciones del padre).
de trabajo, la amenazó con un cuchillo y un revólver, la golpeó gravemente numerosas T a m b i é n el señor Laurieto comenzó a trabajar con más continuidad, dejó de i r r u m p i r
veces. en el colegio de las hijas y finalmente aceptó la regulación de las visitas, alternándose
Naturalmente, la esposa se comportaba de tal manera que mantenía siempre viva con su ex mujer según turnos suficientemente respetados por ambos. Sin embargo,
en su marido una esperanza aunque fuera tenue de que "si él cambiase" ella regresaría: el señor Laurieto no salió ni de la depresión ni del alcoholismo y se negó tanto a
en su ausencia, iba periódicamente al apartamento para arreglárselo, le preparaba la hacerse controlar seriamente por el psiquiatra zonal, c o m o a incorporarse al grupo
comida, aceptaba sus citas en el bar para discutir sobre su situación de pareja. De de A l c o h ó l i c o s A n ó n i m o s .
nada valían los consejos de los trabajadores sociales, ni de las voluntarias de San En esta situación de profunda y desesperada soledad, su relación p r i v i l e g i a d a con
la pequeña Giada, al p r i n c i p i o utilizada instrumentalmcnte para atraer a la ex esposa,
http://psicoalterno.blogspot.com/

LA TERAPIA EN EL CONTEXTO COERCITIVO 155


154 NIÑOS MALTRATADOS

pasado más de dos semanas. Fue confiada a un centro mejor preparado para afrontar
se profundizó y se v o l v i ó su único recurso afectivo. En las vacaciones de Pascua,
la intromisión del señor Laurieto.
contraviniendo todo acuerdo con los servicios, el instituto y su ex mujer consintieron
Este, en el transcurso de la sesión a la que había sido convocado i n d i v i d u a l m e n t e ,
a la petición del señor Laurieto de que Giada pasase toda la semana con é l , y sus
fue puesto al corriente con escrupulosa precisión, por la terapeuta, sobre lo que había
hermanas con la madre, en lugar de pasar las tres juntas algunos días con cada uno
sucedido. Por increíble que pueda parecer, esto no lo debilitó en absoluto, sino que
de los padres.
reforzó su intensa participación en la terapia, donde ya estaba v i n c u l a d o más allá
Puesto que frente a una familia tan terrible, las resquebrajaduras en el contexto
de toda coacción.
de la terapia eran continuas, en lugar de recurrir al servicio social y al j u e z , decidimos
afrontar esta involución patológica de la situación en el contexto del tratamiento. Por Mientras tanto, Patrizia, durante una visita a casa de su madre, experimentó la

lo tanto, convocamos nuevamente a las tres muchachas con cada uno de los padres droga c o n un toxicodependiente crónico, y se presentó en el instituto en condiciones
separadamente, tocando en ambas sesiones, con el progenitor presente, los aspectos lamentables. Después de una sesión con la madre y las hermanas, le f u e r o n fijadas
preocupantes de cada una de las hijas. La primogénita, Patrizia, de 14 años se mostraba algunas entrevistas individuales con la terapeuta, donde el enamoramiento exaltado
fuertemente a la defensiva, sin motivación para el estudio, dispuesta a juntarse con que declaraba por el muchacho drogadicto se relacionó con sus rencores hacia la madre
los grupos de adolescentes más descarrilados. Era evidente de qué manera la muchacha desatenta. En los encuentros entre la madre y las hijas, que se alternaban con las
se había sentido herida por la indiferencia del padre (atrapado primero por la mujer charlas individuales de Patrizia, la madre dejó de llegar tarde (después de casi dos
y después por Giada) y enojada por el escaso apoyo que recibía de la madre. La años) y trabajó con buenos resultados, tanto en v o l v e r a acercarse a G i a d a , c o m o
segunda hija, Simona, un año menor, había inventado una estrategia de retiro y de en reconocer las exigencias afectivas tanto de Patrizia como de Simona.
silencio, donde nadie la encontraba a faltar, pero sin embargo sufría por estar Creemos además que el sentido de culpa experimentado por las muchachas por
constantemente en segundo plano respecto de las hermanas. Giada, a su vez, se mostraba haber denunciado al padre (sentido de culpa del cual Patrizia habló m u c h o en sus
cerrada y distante con respecto a la madre y a las hermanas, incapaz de encontrar charlas) haya sido mejor tolerado y elaborado por ellas gracias también al hecho de
su propia identidad, distinta de aquella ambigua de "mimada-compañera" del padre, que la terapeuta había mantenido una buena relación con el señor L a u r i e t o , a pesar
de quien estaba claramente prendada. Particularmente, durante la sesión con el padre de su participación en la denuncia a la magistratura. Este hecho ayudó presumiblemente
y las hijas, después de haber discutido la d i f í c i l posición de Patrizia y de Simona, a las muchachas a tomar distancia momentáneamente del padre, postergando a un
la terapeuta hizo hincapié sobre todo en los peligros que corría Giada. C o n mucha futuro menos cargado de tensiones las necesarias explicaciones c o n é l .
franqueza, mostró el riesgo de una evolución incestuosa de su relación c o n el padre,
subrayando, entre otras cosas, de qué manera el alcohol podía provocar la disminución
Las sesiones de pareja
posterior de los frenos inhibitorios de un hombre ya desesperado, debido a la soledad
en la que vivía.
De lo dicho hasta aquí, el lector habrá entendido sin duda que
El señor Laurieto, en vez de modificar su actitud, se v o l v i ó más desafiante, al
sacar a Giada del instituto el sábado siguiente y no permitir que volviera más, indiferente el objetivo principal del terapeuta, cuando trata de excluir a un tercero
también al hecho de que la niña perdiera el año escolar. En la siguiente sesión con interferente en la relación conyugal —sea éste un miembro de la familia
la madre y las hijas, faltaba Giada, porque el padre no la llevó. La discusión se centró de origen o un h i j o — es siempre el de desentrañar el juego de la
entonces en el comportamiento sometido de la madre, que para v i v i r tranquila había pareja. Puesto que el trabajo terapéutico tiene como f i n prioritario
aceptado dejar a la pequeña Giada a su ex marido durante la semana de Pascua. A
ayudar a la pareja a alcanzar modalidades de funcionamiento menos
las reiteradas afirmaciones de la terapeuta sobre los riesgos con los que se enfrentaba
la niña, la madre mostró su acuerdo con aparente participación. En este punto, Patrizia patológicas, que no comporten el maltrato ni la eventual explosión,
le recordó un episodio, sucedido antes de la separación de los padres, donde el padre además, de un síntoma psiquiátrico. Por supuesto estas modalidades
la había molestado sexualmente. También Simona, entonces, se sumó a su hermana, más funcionales pueden estar representadas tanto por una profunda
contando un hecho análogo que le había sucedido poco después. Frente al compor- reconstitución del vínculo conyugal, como por una separación que lleve
tamiento serio y participativo de la terapeuta, la madre se j u s t i f i c ó por no haber jamás
a una disolución, no sólo legal, de la relación.
examinado estos comportamientos del marido. Sin embargo, aceptó las indicaciones
de la terapeuta de proceder a una denuncia. Después de este esclarecimiento, Patrizia Cualquier otro aspecto del juego que se utilice en la terapia es
" r e c o r d ó " otras dos ocasiones de acercamientos sexuales del padre, en los cuales no secundario al juego de pareja, a cuyo arreglo apuntan siempre, en
había pensado desde entonces. última instancia, las diversas intervenciones del terapeuta. Las sesiones
En los días siguientes, la madre acompañó efectivamente a las hijas a presentar con miembros de la familia de origen, o las sesiones en presencia
la denuncia, mientras que la terapeuta hacía un informe para la magistratura. Algunos de todo el núcleo, afrontan también algunos puntos conflictivos del
días después, finalmente, la policía se llevó a Giada de la casa del padre, donde había
http://psicoalterno.blogspot.com/

156 NIÑOS MALTRATADOS LA TERAPIA EN EL CONTEXTO COERCITIVO 157

vínculo conyugal, sin que la pareja sea necesariamente aislada en formarlo de víctima en perseguidor. Más bien, el terapeuta mostrará
sesiones específicamente reservadas a ella. Sin embargo, en las compasión y comprensión por un pequeño voluntarioso, inconscien-
sesiones posteriores a la despedida de los hijos, de las que hemos temente arrastrado por los adultos a un juego superior a él.
hablado ampliamente, la atención del terapeuta llega al centro de las El otro adversario contra quien la pareja puede aliarse es el mismo
dificultades conyugales. En esta fase del tratamiento, la modalidad terapeuta, o la red institucional de la cual él es representante. D i f í -
más típica del trabajo con las parejas, es decir, las sesiones con los cilmente, sin embargo, esta maniobra es duradera, funcionando
dos cónyuges juntos, es utilizada por nosotros sobre todo en los casos exclusivamente como una tapa puesta a presión sobre un recipiente
en los cuales el nivel de conflictividad no resulta muy elevado. En en ebullición, destinada por lo tanto a saltar por el aire rápidamente.
efecto, si la hostilidad entre los cónyuges es muy fuerte, existe el Si el terapeuta no se deja amedrentar por la muralla que los cónyuges
riesgo de que cada uno utilice después contra el otro el material de provisionalmente unidos le colocan, encontrará un espacio, aunque
la sesión. Esto hará que ambos se vuelvan extremadamente reticentes sea reducido, donde insertarse para examinar el juego que hay detrás.
durante los encuentros, para no proporcionarle armas al adversario.
Apenas uno de los dos, tal vez presionado por la insistencia del
Podemos dar un ejemplo de esto retomando el caso de los jovencísimos padres
terapeuta, deja escapar una confidencia cualquiera, en seguida el otro de Laura e Igor, de los que hemos hablado en este m i s m o capítulo (págs. 148-9).
la utilizará para acusarlo, culpándolo de la ruina de la familia, del La recíproca agresividad entre los dos jóvenes, Ettore y M o n i c a , d i s m i n u y ó nota-
maltrato de los niños, de la persecución que la institución hace de blemente cuando se aclaró la influencia de la madre de Ettore en la pareja. A esto
se sumaba que M o n i c a no tenía a sus padres y hacía referencia también ella, c o m o
la familia, etcétera. El fuego encendido en la sesión continuará ardiendo
Ettore, a su suegra.
en casa, con tanta fuerza que la pareja sostendrá que el resultado de
Salvado este obstáculo, el juego de pareja parecía, en la superficie, modificarse
las reuniones sólo consigue hacerlos pelear más. considerablemente. En c a m b i o , su esquema de fondo había quedado inmutable. Nos
En nuestra casuística, no es frecuente encontrar desde el comienzo dimos cuenta, en efecto, que M o n i c a tenía la tendencia de hacer las veces de la primera
del trabajo dos cónyuges con un nivel de agresividad recíproco lo de la clase, respecto de Ettore, no sólo a los ojos de la suegra, sino también de todos
los interlocutores significativos: la asistente social, nuestra comunidad terapéutica, la
suficientemente bajo como para que sea provechoso un tratamiento
m i s m a terapeuta. Resultó evidente, además, que este comportamiento, en vez de
de pareja. Pero es más frecuente que, después de las sesiones más estimular en Ettore una competencia positiva, inexorablemente lo llevaba otra vez
amplias, la pareja encuentre un punto de unión, aliándose quizás en a la parte descarriada de sí, que durante tantos años había mantenido encubierta.
cierta medida contra un miembro de la familia de origen (como sucedió, Buscamos entonces en el contexto de aprendizaje de M o n i c a las raíces de su
por ejemplo, en el caso de Silvano y Giovanna, descrito en el capítulo estrategia. Debíamos entender por qué razón se negaba a dejar al m a r i d o que tantos
3, págs. 78 y sigs.). Es necesario, sin embargo, que el terapeuta, al terribles problemas le daba, y persistía en tratarla con inagotable paciencia, mezclada
con un sutil matiz de superioridad. Descubrimos así que la infancia y la adolescencia
utilizar esta nueva unión, sea muy cauto en avalar este movimiento
de M o n i c a habían quedado profundamente marcadas por el alcoholismo de su madre.
de "coalición contra". El contexto de aprendizaje de estas familias La niña había amado y admirado mucho a su padre, pero más adelante lo acusó de
está, en efecto, totalmente impregnado de una violencia que puede haber inducido a su madre, con sus aventuras extraconyugales, a la depresión y al
dirigir tal movimiento hacia niveles extremos. v i c i o . A diferencia de sus hermanos y hermanas mayores, que m u y p r o n t o se

Se actúa con mayor prudencia en los casos en los cuales esta desinteresaron del alcoholismo materno, M o n i c a , después de la muerte del padre, se
dedicó en cuerpo y alma a salvar a su madre. Pero falló. " A h o r a — c o n f e s ó la j o v e n
cohesión de la pareja estalla contra uno de los hijos. Puede suceder,
en una sesión de gran intensidad e m o t i v a — hago lo m i s m o con Ettore. Q u i e r o
en efecto, en presencia de juegos en los cuales uno de los hijos es cambiarlo, quiero redimirlo. De vez en cuando me desanimo, pero después pienso
utilizado por uno de los padres como rival interno, que el niño, chivo que él es más joven que mi madre y que por lo tanto lo lograré. El algunas veces
expiatorio sólo del progenitor que maltrata, llegue a ser odiado también me da ciertas esperanzas... durante algunos meses se comporta b i e n . . . ¡pero después

por el otro, que hasta ese momento lo había seducido e instigado contra no me quiere dar la satisfacción de haberlo c a m b i a d o ! " Esta penetrante observación
de M o n i c a señaló el comienzo de su disponibilidad a la autocrítica. La terapia trabajó
el cónyuge. Es muy importante, con este f i n , que el terapeuta, incluso
sobre este punto basándose en las estrategias de pactar contra terceros de los dos
mostrando las jugadas activas del niño en el juego, se cuide de trans-
http://psicoalterno.blogspot.com/

158 NIÑOS MALTRATADOS LA TERAPIA EN EL CONTEXTO COERCITIVO 159

cónyuges, cristalizadas en los papeles complementarios: ella de terapeuta y él de


análogo. Primero él se mostrará disponible y dispuesto a colaborar,
paciente. En corto tiempo los jóvenes vislumbraron posibles modalidades alternativas
pero no entrará jamás en una verdadera relación en la cual hablar
de relación.
de sí mismo y de sus dificultades. Buscará, por el contrario, utilizar
las entrevistas para recoger noticias sobre su ex esposa y para contar
Sesiones individuales alternadas
a su vez episodios que puedan dejarla en mal lugar frente al terapeuta.
Sin embargo, cuando se da cuenta de que tal estrategia no le sirve,
En los casos en los cuales aparece contraindicado trabajar junta-
tenderá a abandonar simultáneamente al terapeuta y al hijo.
mente con los dos integrantes de la pareja, utilizamos el recurso de
dos tratamientos individuales paralelos, conducidos, por lo general, En este punto, es indispensable que el terapeuta supere la tentación
por el mismo terapeuta. A veces hemos experimentado la fórmula de de actuar contra una apresurada dimisión del paciente. Ayudado por
cambiar los papeles de terapeuta directo y de supervisor en los dos el equipo (menos implicado emotivamente por el rechazo del paciente
tratamientos. a proseguir el trabajo), debe al menos tratar de motivarlo para que
acepte desarrollar su función de padre, de la que el hijo sigue teniendo
Como hemos visto en el caso de los señores Laurieto, ésta es la
una vital necesidad, aunque no pueda v i v i r más con él. Para ayudar
modalidad de elección en el caso de parejas separadas, que sin embargo
a este padre, desilusionado y dispuesto a abandonar a su hijo apenas
presentan un compromiso emotivo altísimo. Los dos tratamientos,
desaparecen sus esperanzas de reconquistar a su ex mujer, el terapeuta
generalmente, no prosiguen durante el mismo lapso, a veces uno de
debe ofrecer la continuación de su relación, que puede consistir en
los integrantes de la pareja se compromete menos con el trabajo
charlas de verificación y de apoyo psicopedagógico. Estas charlas serán
terapéutico a medida que su separación del ex compañero se va
menos frecuentes y profundas de las que el terapeuta mantiene con
haciendo efectiva. En tales casos, el trabajo principal prosigue
el otro progenitor, pero serán, de todos modos, propuestas de nuevo
generalmente con el otro cónyuge, con quien es posible que los hijos
con confianza.
pueden volver a vivir (o a quien ya le han sido confiados nuevamente).
La relación terapéutica con este padre será de todos modos muy
Está claro que hay una relación de influencia recíproca entre la
precaria y su vinculación con frecuencia se desvanecerá si corresponde
decisión del equipo de trabajar de manera más concisa y continuada
con la inserción de un eventual compañero de su ex esposa en las
con el progenitor que intuimos como más motivado por el tratamiento
sesiones dedicadas a ella. En efecto, cuando la mujer implica en su
(y porque se le dé la tutela de los hijos), y la decisión del otro progenitor
relación con el hijo a un nuevo compañero, puede ser necesario citarlo
de abandonar al mismo tiempo tanto el trabajo terapéutico, como la
a la sesión: ésta funciona generalmente como señal que sanciona la
solicitud de la tutela de los hijos.
reconstitución de un nuevo núcleo familiar y paralelamente lleva al
Si bien somos conscientes de que la elección de retirarse por parte
abandono de la terapia por parte del padre. Si a esto no sigue también
de uno de los padres no puede ser influenciada, ni siquiera de forma
el abandono del hijo, el trabajo del terapeuta, tendiente a consolidar
determinante, por el terapeuta, en muchos casos nos ha parecido
y a hacer más auténtica la relación del hombre con el niño, no habrá
percibir una gran semejanza entre el comportamiento que el progenitor
sido inútil.
tiene en la terapia y el que ha tenido con el hijo. Es típico el caso
La fórmula de dos tratamientos individuales alternados no es
del padre que prodiga atenciones y regalos al niño esperando que éste
indicada exclusivamente en los casos de parejas separadas. Funciona
le permita recuperar a su esposa que se ha ido. En una fase posterior,
también en las situaciones donde cada uno de los integrantes, en una
si su proyecto fracasa, el mismo padre volcará sobre el hijo su angustias
sesión de pareja, rechazaría afrontar con el terapeuta sus estrategias
por haber sido abandonado y traicionado, hasta el punto de inducirlo
interactivas por temor a descubrirse frente al otro. Recalcamos que
a realizar el control sobre la madre que él, ex marido, no puede efectuar
se trata de un tratamiento de pareja, y no de un verdadero tratamiento
más directamente.
individual, que no resulta posible cuando la vinculación con el terapeuta
El comportamiento de un padre así con el terapeuta es totalmente
es todavía frágil y la motivación para un trabajo terapéutico totalmente
http://psicoalterno.blogspot.com/

LA TERAPIA EN EL CONTEXTO COERCITIVO 161


160 NIÑOS MALTRATADOS

tercamente que bebe mucho, o disminuye la importancia de su


instrumental. Como hemos subrayado varias veces, mientras el trabajo
dependencia, y el otro mientras tanto tercamente trata de empujarlo
con varios miembros de la familia presentes en la misma sesión puede
a confesar su vicio. Este fenómeno también invalida la terapia.
dar frutos a pesar de que ellos están empujados primordialmente por
Cada vez que el terapeuta encuentra en el comportamiento del
la coacción externa del Tribunal, el tratamiento individual requiere
cónyuge no alcohólico un elemento que sostiene el síntoma del otro,
una motivación personal. En el caso de sesiones individuales alter-
corre el riesgo de darle a este último una justificación para continuar
nadas, se tiene presente que cada uno de los integrantes de la pareja
bebiendo. Inversamente, cada vez que el terapeuta impugna la elección
está en conocimiento del hecho de que también su cónyuge tiene
de beber del alcohólico sugiriéndole estrategias alternativas en la
análogas citas con el mismo terapeuta. Puede, por lo tanto, crearse
relación con el compañero, este último está dispuesto a utilizar las
en la pareja competiciones que refuerzan una motivación incierta. Es
palabras del terapeuta para echarle en cara al cónyuge que si ha elegido
muy d i f í c i l , en efecto, que uno de los dos quiera librarse del
beber para hacerlo sufrir significa que es malo.
compromiso terapéutico que busca resolver la crisis que los llevó al
alejamiento de los hijos. El terapeuta, por lo tanto, tiene a su disposición
Un ejemplo de esta dinámica lo constituye la f a m i l i a C i v i d a l i , de buen n i v e l
algunas sesiones para suscitar una motivación más auténtica. Deben
sociocultural, que administra un negocio familiar. Los cónyuges, después de varios
tenerse en cuenta resistencias que pueden ser expresadas con la frase
años de m a t r i m o n i o , han tenido una única h i j a , Daniela, de 11 años en el m o m e n t o
"¿si él es el que se debe curar, yo qué hago aquí?" o tentativas de de la intervención del T r i b u n a l . La intervención fue provocada por las crisis familiares
usar las sesiones sólo para hablar del cónyuge. que se desencadenaban alrededor del alcoholismo de la madre. L o s gritos de los tres
En cuanto al problema de qué comunicará el terapeuta a cada uno miembros de la f a m i l i a inducían frecuentemente a los vecinos a llamar a la p o l i c í a ,

de los cónyuges con referencia al material surgido en las sesiones que había denunciado al T r i b u n a l de Menores el estado de angustia en el que varias
veces habían encontrado a la niña, espectadora de peleas familiares que convertían
con el otro, hemos notado que esto entraña menos dificultad de lo
al hogar en un campo de batalla. Daniela fue entonces confiada al servicio social,
que podría parecer. Los cónyuges son conscientes de que el terapeuta que la mandó a un semiinternado del que v o l v í a a su casa por la noche. El drama
posee la globalidad de las informaciones, es decir, ambas versiones había alcanzado su punto m á x i m o algunos meses antes, cuando la madre, tratando
del juego de pareja, que también son reveladoras de las distintas de recoger algunos trastos que desde el balcón había tirado a una terraza vecina, se
estrategias. Generalmente, el terapeuta no transfiere contenidos de cayó en el patio fracturándose las piernas.
Las sesiones con el núcleo f a m i l i a r (la abuela paterna, personaje clave, no pudo
sesiones de un contexto terapéutico a otro, y se lo garantiza explí-
participar porque estaba enferma), y después con la pareja, consiguieron hacer emerger,
citamente a los dos pacientes. Pero a veces, en cambio, pide auto-
en el transcurso de varios meses, dos puntos centrales. El p r i m e r o estaba c o n s t i t u i d o
rización a uno de los dos para comunicar al otro un elemento que por el vínculo intensísimo entre el señor C i v i d a l i y su madre, con quien había v i v i d o
le parece particularmente significativo. Esto sucede generalmente en durante 30 años, después de la precocísima viudez de ella, muerto el m a r i d o a causa
los casos donde la comunicación directa entre los cónyuges es tan del alcoholismo. El señor C i v i d a l i , hombre introvertido y depresivo c r ó n i c o , había
escasa, debido a la profunda resistencia de ambos a descubrirse por encontrado en su esposa una mujer que lo animaba con su carácter exuberante. Sin
embargo, todos los días corría al lado de su madre, con quien, entre otras cosas,
miedo de ser frustrados y desilusionados, que el terapeuta descubre
administraba el negocio, c o m o si se tratara de un oasis de paz y tranquilidad, para
amplias áreas de la relación toscamente basadas en el error. En tales
sustraerse de la i n t r o m i s i ó n y del ímpetu de su esposa, que estaba profundamente
casos, el terapeuta actúa, para estas áreas, de canal telefónico entre celosa de la " m a m i t i s " de su esposo.
los dos asustados interlocutores, buscando facilitar una comunicación El segundo punto c o n f l i c t i v o estaba constituido por la posición asumida por Daniela,
menos reticente. que se ponía abiertamente del lado del padre. Esta inclinación sería comprensible
si se hubiese iniciado después del alcoholismo de la madre: actualmente la niña cree,
Hemos usado frecuentemente este formato de tratamiento con las
en efecto, que el padre es v í c t i m a de una borracha que descuida la casa y que le
parejas donde uno de los miembros es alcohólico, casuística muy
hace continuamente escenas injustificadas porque va a comer a casa de su abuela.
frecuente en un centro que se ocupa del maltrato. Cuando el problema Pero esta inclinación padre-hija se presenta m u c h o antes en el tiempo, y t a m b i é n eso
del alcoholismo se vuelve el punto crucial entre los dos contendientes, es causa de grandes celos en la señora C i v i d a l i . Esta última, como es típico en los
es difícilmente tratado en sesiones conjuntas: el alcohólico niega alcohólicos, niega que bebe, aunque sí admite haber bebido en el pasado y afirma
http://psicoalterno.blogspot.com/

162 NIÑOS MALTRATADOS LA TERAPIA EN EL CONTEXTO COERCITIVO 163

dramáticamente que ha decidido beber para dejarse m o r i r y castigar al marido y a EL TRABAJO DE REHABILITACIÓN
Daniela.
El descubrimiento del juego familiar no lleva a ningún cambio relevante. Los
Este último caso, donde nuestro tratamiento se integró y completó
cónyuges están preocupados exclusivamente por denunciar cosas del adversario frente
al terapeuta elegido como juez de la competencia: "¿Te das cuenta de que bebes?"; con la intervención de los Alcohólicos Anónimos, llevando en el curso
"¿Has visto que por tu culpa he comenzado a beber?". Después de algunos meses de los meses siguientes a una radical mejora de la situación, nos permite
de sesiones sustancialmente inútiles, el terreno de la contienda se traslada a A l c o h ó l i c o s introducirnos en el tema del trabajo de rehabilitación, tema que hace
A n ó n i m o s , a cuyas reuniones el marido obstinadamente quiere llevar a su esposa,
poco ha comenzado a formar parte de nuestras reflexiones de equipo.
quien tan obstinadamente como él se niega a participar.
Como ya hemos dicho en este capítulo, durante varios años hemos
El cambio se verifica cuando el terapeuta comienza a ver a los cónyuges i n d i -
vidualmente. El objeto del tratamiento del marido es su depresión, y la consiguiente
sobrevalorado el poder de cambio que tiene el descubrimiento del juego
necesidad de conseguir la ayuda del grupo de parientes de A l c o h ó l i c o s A n ó n i m o s . y de las otras intervenciones características de la terapia de familia.
Este trabajo consigue un rápido resultado, por lo cual el señor C i v i d a l i se acerca Creíamos entonces que la ruptura de un juego patógeno repetitivo podía
con agrado al grupo, mejorando notablemente su estado depresivo. El terapeuta dar acceso por sí mismo a una nueva modalidad de funcionamiento,
inmediatamente decide espaciar las sesiones, para no i n t e r f e r i r c o n el mensaje
capaz de excluir la reaparición tanto del maltrato como de otros signos
desculpabilizador que los Alcohólicos A n ó n i m o s dan a los parientes ( " E l alcoholismo
de malestar. Esta opinión, ingenuamente confiada, contrastaba, entre
es una enfermedad"), j u n t o con la hábil invitación a la responsabilización ("Para ayudar
a tu esposa, debes cambiar t ú " ) . otras cosas, con experiencias preexistentes (Masson, 1981), que
El objeto del tratamiento de la esposa, por el contrario, es la reconstrucción de subrayaban la importancia de una fase "reconstructiva", donde acercar
su caso familiar, cuyas vicisitudes (que no contaremos aquí) la predispusieron a hacerse a la familia por medio de la reorganización de un nuevo juego más
considerar como hija por su futura suegra. La señora confirma tranquilamente la "sano", es decir, más satisfactorio para todos los miembros.
suposición del terapeuta según la cual ella se había casado para tener una madre.
Nos obligaron a abrir los ojos algunas dramáticas recaídas en
Sus celos por el estrecho vínculo que todavía subsiste entre su suegra y su esposo
es por lo tanto doble: por un lado, sufre por la primacía que su m a r i d o reserva a comportamientos de maltrato, por parte de familias seguidas por
su madre; por el otro, por no haber podido ella conquistar el primer lugar en el corazón nosotros, así como algunos seguimientos, si bien no trágicos, pero
de su suegra, aunque la cuida amorosamente desde que se quedó inválida. Por otro que daban la impresión de un trabajo dejado por la mitad (Covini,
lado, perseguir el amor de su suegra ha sido en buena parte un instrumento para lograr 1985).
poner celosa a su madre, que siempre la había tratado fríamente.
Es verdad que, en algún caso particularmente afortunado, haber
El lento desplazamiento del objetivo del tratamiento, de la relación con el cónyuge
puesto eficazmente delante de los ojos de la familia las estrategias
a la relación con las mujeres significativas de su vida, se reveló fructífero. En los
meses siguientes, la señora reanuda las relaciones interrumpidas con sus tías y primas encubiertas de cada uno ha permitido a los varios componentes el
maternas. La relación con Daniela, por el contrario, no es tan f á c i l de recomponer, abandono casi inmediato de los comportamientos patógenos. A veces
porque la muchacha, que a su tiempo ha absorbido la instigación paterna, es ahora esto sucedió a través de la disolución afectiva (no sólo legal) del vínculo
provocativa por sí misma, cargada como está de rencor por el descuido de la madre
conyugal, jamás asumido como vínculo privilegiado respecto de la
hacia el padre y hacia ella misma, y por la vergüenza con que cubrió a la f a m i l i a .
fidelidad de cada uno de los integrantes de la pareja hacia la familia
En el transcurso de una última escena en estado de ebriedad, es la misma señora
quien llama al asistente social, que organizará con el Tribunal un alejamiento también
de origen. En otros casos, por el contrario, hemos asistido a una
nocturno de Daniela. En una tempestuosa sesión del terapeuta con el padre, éste acepta refundación del matrimonio sobre bases radicalmente nuevas, sin
la decisión del juez, interrumpiendo así la cadena de reproches. Cuando Daniela sale necesidad de que la pareja fuese acompañada posteriormente en la
de la casa, el señor C i v i d a l i logra convencer a su esposa de que su deseo de verla recontratación de las reglas de la relación conyugal y paternal.
curada del alcoholismo es auténtico y es un signo de su verdadero afecto por ella.
De la rapidez con la que tales casos se resolvieron probablemente
La señora llega a la siguiente sesión en un estado de conmovedora felicidad por haber
participado en las primeras tres reuniones de los Alcohólicos A n ó n i m o s .
puede ser responsable la experiencia misma del contexto judicial (el
alejamiento de los hijos, la sanción penal, etcétera) que ha empujado
de forma penetrante a aquellas particulares familias fuera de las arenas
de la violencia y del abuso. Pero en otros casos, desgraciadamente,
http://psicoalterno.blogspot.com/

164 NIÑOS MALTRATADOS


LA TERAPIA EN EL CONTEXTO COERCITIVO 165

enormes dificultades se han interpuesto a los esfuerzos de varios


componentes del núcleo para encontrar nuevas modalidades de él obligado, desde pequeño, a robar por su madre ávida y despótica),
convivencia. La inercia de reglas consolidadas durante años, el los dos jóvenes no tenían modelos de referencia educativos. Aunque
torbellino de vínculos no rescindidos eficazmente con personas Monica, como hemos dicho, tendía a utilizar las sugerencias de nuestros
externas a las familias, el aislamiento social agravado justamente por educadores para ser " l a primera de la clase" en menoscabo de su
el hecho de haber incurrido en los rigores de la ley, el debilitamiento marido, también ambos aprendieron muy pronto una serie de com-
de la autoridad de los padres resultado inevitable de la sanción (con portamientos educativos para llevar a cabo con sus hijos, con gran
el consiguiente riesgo de una instigación de los hijos contra los padres) satisfacción tanto de Laura e Igor, como de ellos mismos.
son todos factores que pueden hacer regresar a la familia a modalidades Debe notarse, a este propósito, que niños que viven por largos
organizativas preexistentes. períodos en un centro atento y solícito advertirán después más
fácilmente en sus padres comportamientos que les podrán parecer de
De estas constataciones se derivó una renovada atención por nuestra
desinterés y de descuido. Son frecuentes en los niños expresiones del
parte a la fase del trabajo de rehabilitación, que se abre un vez agotada
tipo: "¿Por qué no me das el beso de buenas noches? ¡ M i maestra
la fase de la terapia propiamente dicha. Consideramos, por lo tanto,
lo hacía!", o bien: "¿Por qué no comemos todos juntos sentados a
que es indispensable, en muchos casos, especialmente en aquellos más
la mesa? ¡En el C B M era más divertido!", etcétera. Algunos padres
crónicos y más pobres de recursos (intelectuales, culturales, econó-
descubren así, con sorpresa, módulos de comportamientos comple-
micos, etcétera) proceder, en segunda instancia, también a una obra
tamente desconocidos para ellos. Un joven padre, cuyos tres hijos
de reconstrucción, que acerque y prosiga la intervención demoledora
habían sido confiados por el instituto los fines de semana a tres fami-
que el descubrimiento del juego ha operado sobre los equilibrios
lias distintas, en lugar de sentirse ofendido, como pensaban los
disfuncionales preexistentes. Es interesante observar cómo nuestro
asistentes, exclamó: " M e gustaría también a mí tener una familia
progresivo convencimiento acerca de la necesidad de retener en terapia
adonde ir... ".
a las familias, mucho más allá del momento del descubrimiento del
juego, refleja un proceso de análoga revisión de los objetivos y los El trabajo de reconstrucción puede, en algunos casos, ser fácilmente
métodos de la terapia familiar en otros contextos, como el psiquiátrico desarrollado por la asistencia social zonal, si su relación con los padres
territorial (Selvini y otros, 1987). se ha mantenido constante en el tiempo y no se ha limitado a la función
Caso por caso, es necesario individualizar quién está en condiciones de control. Hemos descubierto que, por el contrario, es más difícil
de proporcionar este aporte rehabilitador. Los Alcohólicos Anónimos enviar un caso a otro asistente una vez concluido nuestro tratamiento
actúan perfectamente en este sentido, ofreciendo una red de relaciones sobre juegos familiares. Este envío, en efecto, corre el riesgo de
muy estrecha y presente y además una serie de ocasiones también catalogar la siguiente intervención como un trabajo "clase B " , que
sociales que ayudan a la familia que maltrata a salir de su aislamiento. obviamente nadie quiere desarrollar. Inevitablemente el terapeuta
El planteamiento de los Alcohólicos Anónimos es además capaz de encargado de la rehabilitación tratará, en circunstancias de este tipo,
favorecer la recuperación o el aprendizaje de habilidades sociales de de poner en cuestión el trabajo desarrollado por el colega precedente,
las que con frecuencia nuestros pacientes están totalmente desprovistos, no evaluar como satisfactorios los resultados (siempre inevitablemente
como asumir un comportamiento de reparación frente a las personas parciales) que el tratamiento ha obtenido, y adoptar un comportamiento
que han sido maltratadas u ofendidas, el saber pedir perdón, el hacerse de crítica y de desaprobación hacia el usuario. Este, por lo tanto, dejará
perdonar, etcétera. muy pronto de presentarse al servicio, con el riesgo de recaer en
comportamientos de maltrato.
En otros casos, es nuestra comunidad terapéutica, u otra análoga,
la que desarrolla el papel de educador y rehabilitador de los padres, Para evitar tal riesgo, ahora hemos decidido que ante la falta de
como en el ejemplo de Monica y de Ettore antes señalado. Crecidos alternativas válidas es necesario desarrollar, nosotros mismos, el
en dos familias gravemente conflictivas (ella hija de una alcohólica, trabajo de reeducación y rehabilitación con los padres, una vez agotada
la intervención sobre el juego familiar. Es, pues, nuestro deber acercar
http://psicoalterno.blogspot.com/

166 NIÑOS MALTRATADOS

a los usuarios al proceso de adquisición de nuevas modalidades de BIBLIOGRAFÍA


relación, eventualmente también ayudándolos a ampliar la gama de
comportamientos adquiridos en el propio contexto de aprendizaje. Esta
Autores varios (1984): La viólenza nascosta. Gli abusi sessuali sui bambini, Raffaello Cortina
gama es frecuentemente muy reducida en casos de personas que a Editore, Milán, 1986.
su vez provienen de familias gravemente patológicas. Alien, R. y Oliver, J. M. (1982): "The effects of child maltreatment on language development",
Probablemente, aquellas iniciativas, que existen en otros países, de Child Abuse and Neglect, 6, págs. 299-305.
Ammanniti, M., Matassi, R., Salomé, G. y Tolino, G. (1981): Il Bambino maltrattato, II
grupos de padres que maltratan que actúan según el modelo de los
Pensiero Scientifico, Roma.
Alcohólicos Anónimos serían muy útiles en esta fase del programa Azzoni, M., Cirillo, S., Di Blasio, P., Frigerio, A., Gabbana, L. y Vassalli, A. (1985): "La
de tratamiento. Pero una organización meditada de modos de inter- presa in carico coatta nei casi di maltrattamento dei bambini in famiglia", en Lupoi S., De
Francisci, A. y Angiolarú O, Le prospettive relazionali nelle istituzioni e nei servizi territoriali,
vención de este tipo forma parte, por ahora, sólo de nuestros programas
Masson, Milán.
futuros. Bagley, C. y McDonald, M. (1984): "Adult mental health sequels of child sexual abuse,
physical abuse and neglect in maternally separated children", Canadian Journal of Community
Mental Health, 3, págs. 15-26.
Bandini, T. y Gatti, U. (1987): Delinquenza giovanile, Giuffré, Milán.
Barahal, R. M., Waterman, J. y Martin, H. P. (1981): "The social cognitive development of
abused children", Journal of Consulting and Clinical Psychology, 49, págs. 508-516.
Bertalanffy, L. von (1968): Teoría genérale dei sistemi, I.L.I., Milán, 1971.
Bertotti, T. y Malacrea, M. (1987): "Bambini maltrattati, piaga vergognosa della societá
moderna", Vivereoggi 4, págs. 25-40.
Bianchi, B. y Rangone, G. (1985): "Maltrattamento infantile e intervento nei servizi pubblici",
Prospettive Sociali e Sanitarie, 14, págs. 8-10.
Bocchi, G. y Ceruti, M. (comps.) (1985): La sfida della complessitá, Feltrinelli, Milán.
Bolton, F. G., Reich, J. W. y Guttierres, S. E. (1977): "Delinquency patterns in maltreated
children and siblings", Victimology, 2, págs. 349-357.
Boszormenyi-Nagy, I. y Spark, G. (1973): Invisible Loyalties, Harper and Row, Nueva York,
1973.
Bowlby, J. (1984): "Violence in the family as a disorder of the attachment and caregiving
systems", The American Journal of Psycho-Analysis, 44, págs. 9-27, y Terapia Famillare, 20,
1986, págs. 19-37.
Bowman, E. S., Blix, S. y Coons, P. M. (1985): "Múltiple personality in adolescence:
relationship to incestual experiences", Journal of the American Academy of Child Psychiatry,
24, págs. 109-114.
Brassard, M. R., Germain, R. y Hart, S. N. (1987): Psychological Maltreatment of Children
and Youth, Pergamon Press, Nueva York.
Brown, S. E. (1984): "Social class, child maltreatment and delinquent behavior", Crimino-
logy: an Interdisciplinary Journal, 22, págs. 259-278.
Browne, D. H. (1988): "High risk infants and child maltreatment: conceptual and research
model for determining factors predictive of child maltreatment", Early Child Development and
Care, 31, págs. 43-53.
Camblin, L. D. (1982): "A survey of state effort in gathering information on child abuse and
neglect in handicapped population", Child Abuse and Neglect, 6, págs. 465-472.
Canevaro, A. (1988): "Crisi matrimoniale e contesto trigenerazionale. Un modello sistemico
di terapia breve", en Andolfi, A., Angelo, C. y Saccu, C. (comps.), La coppia in crisi, I.T.F.,
Roma.
Cicchetti, G. y Rizley, R. (1981): "Developmental perspective on the etiology, intergenera-
tional transmission, and sequealae of child maltreatment", New Direction for Child Development,
11, págs. 31-55.

S-ar putea să vă placă și