Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
VOLUMEN II
BOLIVIA
1
RAUL RUIZ GONZALES
BOLIVIA
EDITORIAL PLATINA
BUENOS AIRES
2
Libro de Edición Argentina
C by Editorial Platina
3
A la esforzada y combativa clase
Obrera de mi país.
4
I. PAISAJE
País mediterráneo, Bolivia limita con varios países: al norte y al este con el Brasil, al sud
con la Argentina y el Paraguay y al oeste con el Perú y Chile. Su territorio se extiende al
occidente del centro geográfico del Continente Sudamericano, con una superficie de
1.098.581 kilómetros cuadrados.
El macizo central de los Andes o Promontorio de América (1), denominado con razón por
el escritor Jaime Mendoza, Macizo Boliviano, constituye en toda su diversidad
geográfica, el variadísimo escenario en el que vive y se desarrolla un pueblo de ricas
tradiciones históricas. “El macizo boliviano —escribe Fernando Diez de Medina— da
contextura fundamental al país, coherencia a la síntesis cósmica de sus paisajes,
fusiona los pueblos que lo habitan y se proyecta al continente.”(2)
A una altura media de 3.700 metros sobre el nivel del mar, el gigantesco Altiplano es, en
realidad, la configuración de dos cordilleras que se desatan de los nudos de
Apolobamba y Vilcanota y se extienden como sus bordes hacia el sud, enlazándose
nuevamente en el nudo de Lípez.
La Cordillera Occidental o de la Costa, sale de Bolivia por el sud hasta las riberas del
Pacífico, formando “un laberinto de sierras y macizos sobre la “puna” de Atacama”(3).
La Cordillera Oriental o interior que atraviesa el territorio boliviano, comprende dos
macizos: el septentrional o de yungas, que en rápida sucesión de valles profundos y
estrechos, desciende hasta las llanuras de la hoya amazónica; y el meridional o de
Charcas, que atravesado de norte a sud por planicies elevadas y valles amplios y
templados, desciende lentamente hasta los llanos de la hoya platense. Diríase mejor. El
macizo boliviano se alza por su flanco marítimo en vertiginosas pendientes, en tanto que
por su flanco oriental se alza desde los llanos que forman su base, lentamente, por
mesetas escalonadas hasta las planicies altas conocidas con el nombre de punas, a
modo de gigantesca gradería.
Las tierras ribereñas del Pacífico constituyen, de esta manera, la plataforma desde
donde se yergue la Cordillera Occidental del macizo boliviano, del mismo modo que “las
tierras bajas de la cuenca del Madera integran, en lo orográfico y en la hidrográfico, el
5
macizo de los yungas; y ]as planicies de la hoya platense, entre el Paraguay y el
Pilcomayo, pertenecen por los mismos conceptos, al macizo de Charcas”.(4)
La región altiplánica, fría y árida, azotada por los vientos, pero soberbia por su
inmensidad, su cielo profundamente azul y sus montañas siempre coronadas de nieve,
comprende parte de los Departamentos de La Paz, Oruro y Potosí y el lado occidental
de Cocha-bamba. Abarca un catorce por ciento del territorio. Los yungas y los valles, de
clima cálido y templado respectivamente, dotados de tierras fecundas para todos los
frutos, se extienden en los Departamentos de La Paz, Cochabamba, Chuquisaca, Tarija
y aun Potosí y representan el diez por ciento del territorio. Las tierras bajas, de clima
tórrido, de montes, bosques, llanuras y pampas y de una fertilidad realmente asombrosa,
comprenden el Departamento de La Paz, la parte oriental de Cochabamba, Chuquisaca
y Tarija y en toda su extensión los Departamentos de Pando, Beni y Santa Cruz,
constituyendo el sesenta por ciento del territorio.
Cada una de estas grandes regiones geográficas tiene sus características propias; y sin
embargo, es necesario destacar el hecho de que en la región de los valles, situada entre
el Altiplano y los llanos, los del macizo septentrional son estrechos y profundos, yungas
de clima cálido y húmedo; y los del macizo meridional son amplios y más altos, de clima
templado y menos húmedo. Asimismo, en la región de las tierras bajas, se distinguen las
selvas del norte en la cuenca del Madera, las llanuras de Chiquitos y las pampas y
arenales del Chaco en la hoya del Plata, lo que tipifica un clima y paisaje variados, si
bien toda esta región tiene, en general, un clima tórrido.
Este es el panorama geográfico que ofrece Bolivia. Es, como dijera su autor, “la síntesis
geográfica de América”. Tiene selvas y montes, llanuras y valles profundos y templados,
Altiplano y montañas de eternas nieves: Illampu, Sajama, Illimani, Parinacota, Huayna
Potosí, Mururata, Chacaltaya y otras; lagos como el Titicaca, el más alto del mundo, a
3.810 metros del nivel del mar y cuyo dominio se comparte con la vecina República del
Perú. En las zonas de influencia de este lago se desarrolló una de las culturas más
antiguas de América, y es célebre, porque una de sus islas, la Isla de Coati (Isla de la
Luna), convertida en penal para delincuentes comunes durante la República es, hasta la
insurrección de abril de 1952, el lugar de confinamiento de los políticos opositores. Tiene
otros lagos como el Poopó, unido al anterior por el río Desaguadero; salares como los de
Coipasa, Uyuni y otros; ríos grandes y caudalosos, navegables muchos de ellos y que
por su sistema hacen de Bolivia el centro hidrográfico del Continente.
Bolivia que, sin lugar a dudas, por su misma posición geográfica, “como clave del
pasado histórico y centro de equilibrio del hemisferio”(5) desempeña un destacado papel
en la historia de América Latina, encierra un potencial de riqueza asombrosa. “Mesa de
6
plata, asentada sobre bases de oro”, como dice Humboldt, el macizo andino es,
ciertamente, de enormes riquezas naturales.
En las cumbres de sus montañas anidan el águila y el cóndor. Este último es símbolo del
escudo patrio.
En las entrañas de sus cerros y en las cuencas de sus ríos, palpitan casi todos los
minerales conocidos, desde el oro y la plata, el estaño y el plomo, el cobre, el cinc, el
antimonio, el wolfram, la fluorita, el hierro, el manganeso, asbesto y muchos otros, hasta
minerales radioactivos.
Sus bosques guardan la quina y el tanino, la castaña, la goma, el cacao, la vainilla, etc. y
una ingente riqueza forestal aún explotada. Es realmente sorprendente la variedad de
maderas que poseen los bosques de la región oriental del país. En ellos anidan aves de
los mas variados plumajes, desde el loro y el papagayo bulliciosos, hasta la elegante
garza que planea sobre las altas y cimbreantes palmeras de las tierras de Mojos; moran
el tapir y fieras como el tigre americano, junto al asustadizo mono.
Sus valles profundos y templados y sus llanuras orientales, son fecundos para todos los
productos: caña de azúcar, yuca, café, arroz, maní, trigo, maíz, coca, patatas,
legumbres, etc. y frutas de todas clases.
En sus pampas y llanos se crían el ganado vacuno, caballar, ovillo, caprino y otros. Las
llanuras orientales, particularmente en el Departamento del Beni, se hallan expuestas
periódicamente a las inundaciones de los grandes ríos de la cuenca amazónica.
En la aridez del Altiplano, azotado por los vientos fríos que silban en los pajonales, se
siembra la papa, la cañahua, la oca, la quina y la cebada; y por la vastedad
impresionante de estas tierras que se alzan a los 4.000 metros, recorren el guanaco y la
vicuña ariscos, y la llama, como símbolo telúrico que acompaña al indio.
“¡La llama! Adorable bestia que no requiere domadores ni arrieros que le den de
latigazos, ni de ronzales, ni de jáquimas, ni de herrajes, ni de caronas, albardas y
sudaderos. Animal providencial que manumitió a los chullpas y collas de la condición de
bestias cargueras a que estaban reducidos hasta la domesticación de este camélido. Es
el rumiante de los viajes dilatados. Es el portador milenario de la sal común, mercadería
mágica de los collaymarás, desde salares de Coipasa y Uyuni hasta los jocundos valles
y vallejuelos de Cochabamba, Chuquisaca y Tarija.”(6)
La zona estañífera situada en la Cordillera de los Andes a una altura entre los 3.500 y
los 5.000 metros, tiene yacimientos dispersos de condiciones naturales muy diversas La
riqueza de sus vetas es muy variada. Las famosas minas de Llallagua, de la empresa
Catavi, en el Departamento de Potosí son, sin duda, las más ricas. “Hay tres clases de
yacimientos estañíferos, según la clasificación de los geólogos: unas sin plata, otras con
ella y la tercera la de Potosí.” “Naturalmente hay aluviones en varios lugares, que pro-
ducen la tonelada fina a muy bajo costo: Ocurí, Huanuni, Aroifilla son los más
7
importantes... si bien estos aluviones bolivianos son mucho más ricos en estaño que los
de Malaya, pero tienen una masa de mineral mucho menor.” (7)
Durante más de un siglo, en la época de la Colonia, Bolivia, entonces el Alto Perú, figuró
como el primer productor de plata en el mundo. “Bolivia es un país esencialmente
estañífero —dice Raúl Canedo Reyes— más propiamente un país argento-estañífero”;
sin embargo, “la zona cuprífera se extiende desde la frontera con la Argentina, a lo largo
del límite del Altiplano con la Cordillera Occidental hasta la frontera con el Perú... en una
faja de más de 600 kilómetros de longitud”. Los principales yacimientos son Corocoro,
Turco y Chacarilla. ‘La zona de plomo y antimonio se extiende a lo largo de toda la faja
estañífera, en un ancho considerablemente mayor al ocupado por los depósitos de
estaño, es decir, a lo largo de una faja de más de 1.200 kms.” La existencia de wolfram
es también importante y se han descubierto grandes yacimientos de hierro y manganeso
como los de Mutún, cerca de la frontera con el Brasil; hay asimismo asbesto y una gran
variedad de minerales.
Los filones de cuarzo aurífero como en Yani y Amayapampa, los “filones auríferos de
minerales complejos como en la Joya y varios otros tipos de filones metalíferos con oro,
son importantes; pero, las grandes reservas de este metal precioso se encuentran en los
yacimientos aluviales, “en las morrenas glaciares, los depósitos fluvio-glaciares y en las
gravas fluviales.., distribuidos a lo largo de las cordilleras y en las estribaciones de la
Cordillera de Chiquitos”. “La parte más impoitante de los yacimientos aluviales... se
encuentra en los depósitos relativamente modernos y que constituyen las playas a veces
boscosas de los ríos, especialmente el río Kaka, Mapiri, Tipuani, Challana y Zongo.”(8)
La verdad es que Bolivia constituye la zona argento-estañífera más rica del mundo y
además, de acuerdo con Raúl Canedo Reyes, “la zona mineralizada que más tiempo ha
estado en manos de los mineros.
Sobre esta tierra de grandes recursos naturales, que encierra casi todos los minerales
conocidos, que ofrece los más marcados con-trastes geográficos, con una flora y una
fauna variadísimas, vive, sufre y crea una población de tres millones y medio de
habitantes. La mayoría, el sesenta por ciento, la constituyen los aymará y los quechuas,
descendientes de tiahuanacotas, collas e incas. El treinta por ciento son mestizos,
nacidos de la mezcla de españoles y aborígenes, en un proceso de misogenación que
arranca desde la brutal dominación de los indios por los primeros conquistadores
8
hispanos, hasta nuestros días. El diez por ciento son blancos y salvajes. Estos últimos
habitan las selvas orientales y las pampas del sudeste, en diversas tribus: guarayos,
yuracarés, baures, mojos, movimas, chiquitanos, zamucos, tobas, sirionós, matacos y
muchas otras.
Es típico el vestido del indio, como lo es el del camba y el del mestizo o cholo, y son
distintos los idiomas y dialectos que se hablan, que acentúa diferencias irritantes y
arraiga prejuicios sociales y un raciales, extendidos particularmente entre las diversas
capas de pequeña burguesía.
9
II. SINTESIS RETROSPECTIVA. EL KOLLASUYU
Sólo el hecho de que a través del tiempo perviva el ayllu. colla, con las naturales
modificaciones impuestas por la dominación incaica, por la conquista y la colonización y
por las trasformaciones operadas durante la República, nos induce a referirnos,
brevemente por cierto, al Collao y al Imperio Incaico.
Esta pervivencia del ayllu adquiere para nosotros singular importancia, puesto que
tipifica una de las peculiaridades nacionales más características de Bolivia; y por eso
mismo, para comprender en sus raíces más profundas la realidad boliviana, el drama del
pueblo boliviano, se hace indispensable, cuando menos, un examen panorámico de la
cultura preincaica, que nos legara el portentoso Tiahuanacu, como prueba de la pujanza
y de la capacidad creadora de las poblaciones nativas.
País de indios, como se dice, Bolivia alienta en el corazón mismo del Continente, lo más
hondo y típicamente americano. Como “símbolo y esencia de lo nativo”, como “puente
inevitable, núcleo originario, fuerza centrípeta equidistante entre el Pacífico, el Amazo-
nas y el Plata” —al decir de Fernando Diez de Medina— Bolivia muestra al mundo
particularidades inconfundibles por su misma composición demográfica y especialmente
por su mayoritaria población aborigen, sometida y explotada durante cerca de tres
siglos, como colonia de la monarquía feudal decadente de España y oprimida durante la
República, sobre la base heredada de ese feudalismo, por el capitalismo monopolista
británico y norteamericano sucesivamente.
Es evidente que los “indios de Bolivia” no constituyen una “raza inferior”, retardataria,
holgazana, viciosa e inútil, como frecuentemente afirman historiadores y sociólogos
nacionales y extranjeros, influidos por absurdas teorías racistas.(11)
10
En realidad, para esa refutación basta TIAHUANACU, que los llamamos cultura
Tupuraya. De ellos se forma más tarde aún la cultura Mojocoya... Hacia tiempos de la
Era llega a Bolivia una corriente cultural proveniente de Nazca en la Costa peruana, por
lo cual llamamos cultura Nazcoide... trae la organización del Estado, con reyes, la vida
en ciudades y el conocimiento del bronce. Al pasar por Tiahuanacu los Nazcoides dieron
origen a la civilización del Tiahuanacu clásico” Edgar Ibarra Grasso: De Antes de
Tiahuanacu en Cochabamba. Publicación especial de El Mundo, del 30 de agosto de
1959. Cochabamba).
Es admirable cómo el Imperio del Collao extiende su dominio a un vasto territorio que,
según algunos, llega hasta Colombia al norte y al sur hasta Chile y Argentina.
Los collas o aymarás, cuyos descendientes forman hoy una nacionalidad mayoritaria y
oprimida, habitan las zonas de influencia del lago Titicaca, lago sagrado, y constituyen
un imperio, sometiendo a numerosas tribus del Altiplano y los valles: ayaviris, pacajes,
larecajas, omasuyus, lupaces, charcas, pacasas, carangas, quillacas, aullagas, urus,
chichas y varias otras. Mas no es del caso examinar la jurisdicción del Collao ni es
imprescindible determinar todos los pueblos que lo forman. Conquistado en el siglo XIV,
después de cruentas batallas, es incorporado al Imperio Incaico con el nombre de
Kollasuyu, integrando así el Tahuantinsuyu.
El nombre de colla que aún hoy se da a los habitantes del Altiplano y de los valles,
deriva de kallana, nombre de tribus de habla aymara.
Lo que nos interesa para el objeto que nos hemos propuesto, es saber que el ayllu como
forma de organización social, la chunca, la minca y la mita como sistema y régimen de
11
trabajo, y la estructura política fundada en el gobierno de los mallcus, jilakatas, kallas y
amautas, son adaptados por los incas y aprovechados por los españoles para sus fines
de colonización.
El ayllu colla como sistema de vida en común, todavía conserva esos vestigios, Ligados
sus miembros por vínculos de sangre, económicos, religiosos y políticos, constituyen la
comunidad establecida sobre un área de territorio denominada marca. Sobre esa cir-
cunscripción geográfica en la que vive y se desarrolla la comunidad indígena (el ayllu),
tiene lugar a través dc un largo proceso de aglutinamiento y como consecuencia
inevitable del desarrollo productivo, la formación y desenvolvimiento de las poblaciones
collas llamadas llajtas.
Los collas no saben escribir y no obstante, la invención del sistema de nudos en hilos de
colores (kipus), se atribuye a uno de sus mallcus (Quipuilla). Conocen la alfarería y el
tejido en los que reproducen las expresiones más vivas del arte decorativo tiahuanacota,
lo que quiere decir que son continuadores de esa civilización.
Las tierras cultivadas y las piaras de llamas requieren, en efecto, del cuidado celoso del
ayllu, lo que naturalmente, exige el turno para las faenas agrícolas propiamente dichas y
para la vigilancia y cuidado de sus sembradíos y del ganado.(16)
Los incas conservan el sistema de la mita casi dentro de sus propios marcos; pero los
españoles lo utilizan como forma de esclavizamiento, para saquear el metal precioso de
las entrañas de los cerros, con la desesperada avidez de acumular cuanto antes una for-
12
tuna e irse de retorno a España, dejando en los socavones de las minas enterrados
cientos de miles, millones de mitayos.
La mincca, que hoy mismo se practica en las labores agrícolas, consiste en el trabajo
voluntario a cambio de productos alimenticios. Casi siempre se recurre a este sistema en
ausencia de los varones, viéndose la mujer obligada a utilizar el servicio de la mincca. El
ayni, también practicado en nuestros días por los campesinos quechuas y aymarás
como forma de ayuda, de prestación recíproca de servicios, -expresa la más amplia
solidaridad nacida de los múltiples vínculos del ayllu, que el tiempo no ha podido borrar.
El ayllu, equiparable según Engels a la gens griega, celta, romana o germana, nace de
la familia pulalúa. (17).Los vínculos religiosos se expresan en totems y tabús, que en
resumen son las huacas.(18) Los collas creen en varios diosas. El principal es
Wiracocha y también la madre tierra. Momifican sus muertos y los guardan en tumbas
con el nombre de chullpas, junto con sus ropas y alimentos, sus objetos de uso: de oro,
plata, etc., lo que prueba su creencia en la otra vida.
La autoridad del gobierno se halla en manos de los mallcus, elegibles cada año de entre
los miembros más destacados de la comunidad. El mallcu dcl ayllu es el jilakata. Junto a
éste funciona un Consejo de ancianos o auquis, denominado Amauta.(19)
Parece que la decadencia del Collao se debiera a las luchas intestinas de los jefes de
distintos suyus o regiones, como en el caso de los kan y los Zapana. Sea lo que fuere, lo
evidente es, como dice Rigoberto Paredes, que el “Imperio Incaico no fue sino la conti-
nuación y desarrollo del gobierno de los antiguos kollana. Los incas fueron los
restauradores felices de aquella civilización indígena, que se extinguía”.
EL IMPERIO INCAICO
Según la tradición, la conquista del Collao por Pachacuti Inca Yupanqui, el décimo del
Imperio Quechua, es el resultado de grandes luchas y el aplastamiento de sucesivas
rebeliones. Jamás los aymarás se sometieron fácilmente; y desde la iniciación de la con-
quista con Pachacuti Inca Yupanqui, pasan los reinados de dos incas más hasta su
consolidación. Tupaj Amaru Yupanqui fracasa en la lucha contra cl Collao, como fracasa
en la conquista de los Purumancas de lo que es hoy el territorio chileno y fracasa
asimismo en sus expediciones contra los Mojos y los Chiniguanos, cuyos descendientes
habitan hoy el oriente boliviano. Es Tupaj Yupanqui el que recién después de
sangrientas y sucesivas batallas somete al Collao; y desde entonces dos lenguas
mayoritarias se hablan en estas tierras que forman el territorio boliviano: el QUECHUA y
el AYMARA.
Bautista Saavedra dice a propósito: “El quechua fue idioma que representando una
extensa civilización no hizo sino cubrir muy por encima una más honda que ella: la
aymará, sin haber podido borrarla. Raspando un poco el barniz quechua queda como
roca firme el ayunará y su civilización.” (20)
13
El Imperio Incaico se extiende en un territorio de casi cuatro millones de kilómetros
cuadrados, con una población de doce a quince millones de habitantes.(21) Desde el río
Ancasmayu hasta el Maule, comprende parte del Ecuador, los territorios del Perú y
Bolivia y las regiones norteñas de Argentina y Chile. El Tahuantinsuyu significa las
cuatro partes del mundo: Chinchasuyu al norte, Kollasuyu al sur, Antisuyu al este y
Cuntisuyu al oeste. De Cuzco, capital del Imperio, parten grandes rutas a cada uno de
los suyus.
La técnica productiva, muy rudimentaria, no llega al uso del hierro y la rueda. Los
instrumentos de trabajo se hacen de piedra, cobre y madera. Los incas conocen el
14
bronce y explotan el oro y la plata con fines suntuarios únicamente. No disponen de
cereales panificables y carecen de animales de carga pesada. Por eso, tiene razón Louis
Baudín al afirmar que el maíz y la llama, constituyen la base de la economía peruana.
Eximios ceramistas y hábiles tejedores, los súbditos del Imperio son explotados en los
obrajes que los españoles instituyen sobre la base de la encomienda.
Para cultivar en las sierras y regiones montañosas de los Andes, utilizan el ingenioso a
la vez que admirable sistema de los andenes y terrazas, que aún hoy se ven. Tienen
acueductos para la irrigación y son buenos constructores de puentes y caminos; mas no
los superan a los collas del Tiahuanacu, en la construcción de templos y monumentos,
pues el arte arquitectónico se halla en un plano mAs elevado en la civilización de
Tiahuanacu que en la civilización incaica.
Campesinos por excelencia, los incas tienen como actividad fundamental la agricultura y
la ganadería. Las artes y los oficios expresan apenas un carácter doméstico y rural. “Los
trabajos públicos, las obras colectivas más admirables del Tahuantinsuyu —dice José
Carlos Martategui— tuvieron un objetivo militar, religioso o agrícola. Los canales de
irrigación de la Sierra y de la Costa, los andenes y terrazas de cultivo de los Andes
quedan como los mejores testimonios del grado de organización económica alcanzado
por el Perú Incaico. Su civilización se caracteriza en sus rasgos dominantes, como una
civilización agraria.”
“La tierra en la tradición regnícola —dice Luis E. Varcárcel— es la madre común; de sus
entrañas no sólo salen los frutos alimenticios, sino el hombre mismo. La tierra depara
todos los bienes. El culto de la Pacha Mama es par de la heliolatría y como el Sol que no
es de nadie en particular, tampoco el planeta lo es. Hermanados los dos conceptos en la
ideología aborigen, nació el agrarismo, que es propiedad comunitaria dc los campos y
religión universal del astro del día.”.(25)
La siembra en las tierras del Sol, del inca y de la comunidad, se hace en medio de
grandes festividades, para las que los indios se atavían con sus mejores trajes. El hecho
mismo de la siembra con toda una serie de rituales y ceremonias, es ya en sí un acto de
culto a la Pacha Mama. Y ahora mismo, las grandes labores agrícolas se festejan con
kaima (chicha tierna) y se challa (brinda) a la Pacha Mama, para que rinda sus frutos
más jugosos y sazonados, permitiendo una buena cosecha.
15
incaica; y finalmente, los yanakuna, una clase reducida a los servicios domésticos y,
según algunos a la esclavitud.
La aristocracia incaica, como clase dominante, ejerce un inmenso poder sobre todas las
demás del Imperio, y la religión constituye su mejor instrumento de dominación y
sometimiento del pueblo. Las funciones de gobierno se hallan en sus manos: la dirección
del ejército, la administración de justicia y del culto le está reservada. Depositaria de
todos los conocimientos y secretos de la ciencia, goza del privilegio de la educación, de
indudable orientación clasista.
El inca se elige en un comienzo por los sinches o jefes guerreros, y desde Wiracocha la
corona es hereditaria con la formación de una dinastía. Así, la antigua federación de
tribus es sustituida por su unidad en el Imperio, cuya aristocracia se convierte en un
círculo cerrado, dando origen a conflictos como aquél entre Quito y Cuzco que, en último
análisis, es ya la señal inequívoca de una situación de decadencia.
Los jatun-runas constituyen la clase oprimida y tienen la obligación de todos los trabajos
de la agricultura, la ganadería, las artes y los oficios, el laboreo de las minas, las
construcciones de puentes, caminos, acueductos, andenes, templos y fortalezas. Tienen
además, la obligación del servicio militar y del postillonaje o Chasquis, el servicio de
mitimaes o ‘trasplante a las poblaciones conquistadas para su asimilación, etc.
El Imperio absorbe la vida de sus súbditos en casi todos sus aspectos. Los jatun-ruuas
dan al inca y a los curacas, sus hijos para que les sirvan y sus hijas para sus
concubinas, para el celibato forzoso e incluso para el sacrificio en honor de la Pacha-
Mama. Constituyen la clase tributaria, sometida y explotada por la nobleza y el clero.
Viven una sobriedad extrema y una sumisión inaudita. La obediencia al inca es ciega.
Como dice Georges Rouma siguiendo a Cieza de Leon: El inca estaba rodeado dc un
profundo respeto. Nadie, cualquiera que fuese su rango, podía aproximársele por pri-
mera vez si no era con los pies descalzos y con una carga al hombro, en signo de
sumisión y de obediencia.” (29)
16
Se le considera hijo del Sol. No puede mirársele de frente. El P. Bernabé Cobo dice al
respecto: “El yugo que sobre sus services tenían estos miserables indios era tan pesado,
que no dudo que si todos los hombres del mundo se juntasen a inventar un género de
sujeción y tiranía tan grande como en la que ellos vivían, no creo que podrían inventar
más de lo que habían alcanzado estos incas para tenerlos sujetos.”(30)
No obstante la centralización del poder, la hábil política incaica permite utilizar las formas
organizativas de las tribus y pueblos conquistados, incorporándolas al mecanismo
estatal del Imperio. La organización colla tiene en esto como en la religión y el sistema
de abajo, una grande influencia.
De todos modos, sea cualquiera el rumbo que hubiese tomado el Imperio, lo cierto es
que la conquista corta en redondo todo ulterior desarrollo autónomo de esa sociedad
nativa, rompiendo la perspectiva histórica de quechuas y aymarás, que alcanzan a
formar un imperio tan grande y poderoso como el Imperio Incaico, el más avanzado de
los imperios prehispánicos de América.
17
III. CONQUISTA Y COLONIAJE.
HOJEADA HISTORICA (Nueva Toledo - Alto Perú)
De todos modos, dado el grado de cultura de los incas, la aparición de hombres blancos
y barbudos, vestidos con malla de hierro, armados de sables y arcabuces, montados a
caballo —animal que los incas no conocen— la aparición de hombres que hablaban un
idioma incomprensible para los nativos de América, constituye un choque brutal; el
choque de dos mundos, de dos civilizaciones distintas, de dos culturas completamente
diferentes. La consecuencia ineludible de este choque no puede ser otra que la
imposición de una de ellas. La cultura de los conquistadores 4iispanos avasalla la cultura
inferior de los peruanos, mas no la elimina. “A pesar del alud conquistador —dice Luis
Alberto Sánchez— los pobladores genuinos mantuvieron su poderosa influencia en los
conglomerados sociales dc que formaban parte. El arcabuz, el perro, el caballo y la
espada lograron doblegar, pero no exterminar ni destruir la estructura fundamental de
colectividades tan secularmente constituidas.”
Los incas practican un activo trueque entre el Altiplano y los valles próximos, pero no
alcanzan una producción mercantilista, una economía monetaria. Desconocen la
moneda metálica y por tanto el y dinero, los préstamos, el interés, la usura y el trabajo
esclavista.
18
La situación de absoluto sometimiento de la mujer al hombre, que en el matrimonio
“representa al inca, al señor, mientras la mujer y los hijos al pueblo”; el hecho dc que la
mujer “cumple su doble función económica en la familia al reproducirse en. los hijos y
producir para la sustentación”, bajo “la patria potestad despótica, tiránica y egocéntrica”
del hombre, como aun “puede identificarse a través de la atmósfera de las costumbres
tradicionales de los indios”(33); la abyecta sumisión de los jatun-runas al inca, la
existencia misma de los yanakuna y las luchas en que se hallan empeñados Huáscar y
Atahualpa, son indicios inobjetables de ese período de transiciones a que nos referimos.
Mientras ese es el grado de desarrollo dcl Imperio Incaico, la vieja sociedad feudal del
occidente europeo, en ese mismo tiempo, en el siglo XV, gesta en su entraña una
sociedad nueva: el capitalismo.
Lenin explica este proceso del siguiente modo: “Un Sistema económico destinado ya a
los usos dcl mercado ha dado señales de cambio. La adopción de la economía mercantil
constituye la riqueza de una economía individual que depende del mercado. Las fluctua-
ciones de éste originan y agudizan la desigualdad económica, concentrando el dinero
libre en las manos de unos cuantos y causando, al mismo tiempo, la ruina dc otros. El
dinero se emplea naturalmente en la explotación del pobre y se convierte en capital. La
ruina llega a tal grado cuando el campesino se ve obligado a dejar por completo su
tierra, pues ya no puede vender el producto neto de su trabajo; ahora sólo puede vender
su fuerza de trabajo.”
Se operan cambios importantes en la esfera del comercio exterior. Si aún antes del siglo
XV, es el Mar Mediterráneo la principal ruta del tráfico mercantil, hegemonizado en cierto
modo por los mercaderes italianos, cuyas manufacturas alcanzan bastante desarrollo,
particularmente en la ciudad de Florencia, la conquista de Constantinopla, capital del
Imperio Bizantino, y la conquista del Mar Negro por los turcos, ya posesionados del Asia
Menor, asesta un rudo golpe a los mercaderes de Europa y a la economía europea al
aislarla del Cercano Oriente.
A mediados del siglo XV, los árabes, que dominan por mucho tiempo la Península
Ibérica, son expulsados de ella por los españoles. “Desde el 711 duraba la guerra contra
el invasor musulmán —dice Luis Alberto Sánchez—. Después de ocho siglos de lucha
sin tregua, los Reyes Católicos eliminaron de la Península, mediante la toma de
19
Granada, al último rey extranjero, Boabdil, llamado el rey chico, quien al ver derrotados
sus ejércitos, desde las sierras de su ciudad perdida, «lloró como mujer lo que no supo
defender como hombre», según la frase atribuida a su acerada madre.”
Las ligas de comerciantes germanos (hansas), organizado ya en los siglos XII y XIV,
constituyen la Gran Liga Hanseática Germana, que en el siglo XV alcanza un formidable
poder económico y político, poniendo de relieve la importancia cada vez mayor de la
nueva clase que surge impetuosa: la burguesía Pero, el cambio de mayor significación
se opera a raíz de la conquista de Constantinopla por los turcos, que cierra el paso de
Europa hacia Oriente por la ruta del Asia Menor y de Siria, ya que los sultanes de Egipto
tienen en sus manos el control del comercio con Oriente por el Mar Rojo. Por eso, “en
todas partes —dice Rostovski— pero particularmente en las ciudades portuarias, los
mercaderes, los sabios, los nobles venidos a menos, los emprendedores sacerdotes
católicos, soñaban con países ultramarinos, ricos en oro, en especias, en telas y
perfumes”; y mientras la nobleza se halla postrada, “los vecinos y los artesanos’’ se
hallan ‘‘por lo menos en movimiento”(34) contra las trabas feudales que impiden su
liberación. En realidad, hacia fines del siglo xv, el feudalismo se muestra en pleno
proceso de descomposición y decadencia.
A su vez, la leyenda sobre la fabulosa riqueza dc las Indias Orientales, que inspirara Las
Mil y Una Noches, incita la ansiedad de oro y el espíritu de aventura, junto a la idea de
encontrar nuevas rutas hacia ellas, señaladas como la fuente capaz de saciar la sed de
riquezas, desencadenada por las trasformaciones operadas en las relaciones feudales;
pero entonces un viaje a la India constituye una travesía peligrosa y dura años enteros,
condicionando precios elevados de las telas, perfumes, especias, etc., en los mercados
europeos; por eso se buscan rutas nuevas, más cortas y menos peligrosas. De esta
manera, la necesidad de surcar los mares y hallar nuevos mundos permite el desarrollo
de condiciones, con el progreso de la ciencia geográfica, la astronomía, el arte militar y
la construcción naval. Tal progreso y la invención de la brújula, crean las posibilidades
dc prolongadas y lejanas expediciones. Esas mismas posibilidades y las guerras en que
se hallan empeñados los reyes, exigen cada vez más dinero, que las monarquías feudal-
absolutistas, recientemente constituidas en Estados centralizados, buscan, igualmente,
en el Lejano Oriente.
20
de los sultanes de Egipto y de Siria y de los emires de Turquía, es la necesidad
inaplazable de buscar nuevas rutas a las Indias Orientales, es la búsqueda misma a que
se ven obligados mercaderes, sabios, navegantes y aventureros.
Los requerimientos nuevos de los Estados nacionales, exigen oro y más oro, y, como
todos, los monarcas ven su fuente inagotable en el Asia, en las “benditas” tierras de las
especias, sedas y perfumes. Así nace la necesidad de revisar los conocimientos de las
ciencias, aun a despecho de la Iglesia y la Teología, porque si bien el oscurantismo
medieval regula y mide el pensamiento filosófico y científico, con los cánones de la fe y
bajo la amenaza de la inquisición, en cambio, las trasformaciones materiales y
espirituales operadas, derrumbando las barreras feudales y teológicas, que limitan el
vuelo del pensamiento humano, abren nuevos horizontes al conocimiento humano. Y
justamente con el ascenso de una burguesía media se produce el florecimiento en la
ciencia. “Y la burguesía, por el desarrollo de su propia producción industrial —dice
Engels— requería una ciencia que descubriera las propiedades físicas de los objetos
naturales y los modos de acción de las fuerzas de la Naturaleza. Hasta ahora la ciencia
había sido la humilde doncella de la Iglesia, a la que no se le permitía sobrepasar los
límites impuestos por la fe, y por esta razón la ciencia no era en absoluto ciencia. La
ciencia se rebeló contra la Iglesia; la burguesía no podía desarrollarse sin la ciencia y,
por tanto, tenía que sumarse a la rebelión”.(36)
La burguesía requiere un mundo más ancho, mercados nuevos, minas y veneros de oro
y plata, requiere un mundo que le abra sus entrañas sin reservas para darle sus
riquezas, que le muestre sus confines “con remotos continentes y pueblos extraños”. Por
eso, el viejo concepto ptolomeico, el “mundo plano” de la concepción teológica, con sus
“orillas” que se precipitan en los abismos insondables e ignorados, es sustituido por el
mundo esférico de Galileo, girando en su propia órbita y en torno del Sol. Esta nueva
concepción abre la perspectivas de conocer otras tierras y descubrir continentes nuevos;
y Colón, un alucinado lector de Marco Polo, un navegante audaz de Génova, descubre
un Continente nuevo el 12 de Octubre de 1492. “Y así fue como, en un año crucial —
dice Luis Alberto Sánchez— España» se dio de pronto cuenta de que, al par que
alcanzaba su íntima unidad política, territorial, religiosa e idiomática, su poder se
proyectaba sobre los mares, avanzando hacia lo ignoto, cirniéndose sobre un mundo del
cual no sólo vendrían especias lujuriosas como de Oriente, sino oro, plata y minerales
preciosos para cimentar más ambiciosas empresas en el propio continente europeo.”
21
que era gente muy pobre de todo. Ellos andaban todos desnudos como su madre los
parió, y también las mujeres, aunque no vide más dc una harto moza y todos los que yo
vi eran mancebos...”(37)
Según los historiadores soviéticos, las autoridades españolas hicieron circular la versión
de que Colón descubrió una fabulosa riqueza, a fin de interesar en la empresa
colonizadora, y declararon que las nuevas tierras eran las “benditas” de Asia. Afirman si-
mismo, haber encontrado una carta secreta de Colón a los reyes Fernando e Isabel la
Católica, en la que deja en claro, no sólo conocer la posición de las Antillas, sino cómo
podían los españoles usar esas tierras. Sostienen, por último, que Colón habría alterado
el contenido de sus diarios.
En todo caso, la fecha oficial del descubrimiento de América, que Leonardo Da Vinci
llama Nuevo Mundo(38), es el 12 de Octubre de 1492, descubrimiento que influye
decisivamente en el Viejo Mundo. En efecto; el Manifiesto Comunista dice: “El
descubrimiento de América y la circunnavegación de Africa ofrecieron a la burguesía en
ascenso, un nuevo campo de actividad. Los mercados de las Indias y de China, la
colonización de América, el intercambio con las colonias, la multiplicación de los medios
de cambio y de las mercaderías en general impusieron al comercio, a la navegación y a
la industria un impulso hasta entonces desconocido, y aceleraron con ello el desarrollo
del elemento revolucionario de la sociedad feudal en descomposición”.
CONQUISTA
Mas, al llegar a este punto, nos asaltan las dudas de si para comprender la realidad
boliviana, es necesario todo este examen de antecedentes. Al propio tiempo, creemos
sinceramente, que el plasma nacional boliviano se halla en todas esas fuerzas y
procesos que arrancan desde el kollasuyu, la conquista y la Colonia, configurando un
pueblo que se yergue vibrante en la “encrespada geografía” de su territorio, en el
corazón mismo de América Latina. Por eso, no es fácil renunciar al análisis de las luchas
de resistencia de los indios, de los conquistadores entre sí y de la monarquía contra los
conquistadores rebeldes.
22
entre Huáscar y Atahualpa; en cambio, todo eso es pasajero, una vez que repuestos de
ese golpe fulminante y mortífero, comienzan la lucha de resistencia; comienzan la
“época de leyendas y prodigios”, como dice Luis Alberto Sánchez. “Los indígenas
combatían con clavos y dardos contra los arcabuces, sables, lanzas, caballos y
culebrinas de los españoles. Sin embargo, la guerra crecía.”
El oro y la plata del Perú, de México, Nueva Grana y Chile, confieren a España, grande
influencia política en Europa hasta fines del siglo xvii, causando al propio tiempo, la
decadencia de sus manufacturas. Esta es la razón por la cual España adoptar una
23
política de protección monopolista, siguiendo las ideas del mercantilismo, que entonces
constituían la teoría y la política económica del capitalismo mercantil.
No olvidemos que el oro “es la palabra mágica que empuja a los españoles por el
Atlántico; cl oro: he aquí lo que ante todo reclama el blanco apenas pone su pie en la
nueva playa descubierta”, conquistadores y adelantados buscan, en efecto, metales
preciosos en grandes cantidades. De ahí que en la Española no escatimen medio alguno
para arrancar de los nativos, si no el oro y la plata que buscan, el “secreto” que les
atribuyen de saber dónde hallar esos metales preciosos. Y como los indios no pueden
darles ni una ni otra cosa, son vejados, torturados, diezmados. Los indios huyen de la
voracidad salvaje de los españoles; huyen de la esclavitud y la muerte.
24
España del futuro Carlos V, es obtenido por demanda del más respetado de los prelados
de España, el Obispo Las Casas”.(44)
La Gasca sabe aprovechar las contradicciones entre Pizarro y Centeno por la mina de
Porco y entre Centeno y Villarroel por la ‘de Potosí; divide a los pizarristas, los debilita y
finalmente los derrota.
Tiene razón Luis Peñaloza en su Historia Económica de Bolivia, decir que la conquista
hizo del Alto Perú, denominado por las reales capitulaciones Nueva Toledo, apenas un
campamento minero; y que durante la Colonia es un cuerpo político con asiento en las
ciudades, pero siempre condicionado a la explotación de dos riquezas: las del subsuelo,
las minas, y las humanas, los indios encomendados y sometidos a servidumbre, bajo
diversas formas.
25
“Desde entonces —dice José María Camacho— Charcas ocupa entre los grandes
distritos coloniales del Continente, su posición de cuerpo nacional aparte e
inconfundible, lo cual llegaría a servir de base y fundamento para la constitución de la
República de Bolivia.”(47)
EL COLONIAJE
Por eso es necesario el análisis, aunque sea panorámico, del coloniaje, a fin de
comprender la realidad republicana. No es posible desconocer esas fuerzas que con sus
procesos de desarrollo y sus contradicciones, constituyen el pasado innegable de
Bolivia, el plasma que nutriera su carácter personalísimo que exhibe ante el mundo.
¿ Acaso ese elemento social no es fruto de ese pasado que vertebra la historia de
Bolivia, acusando peculiaridades nacionales propias?
Pues bien, descubierto el Nuevo Mundo, conquistados y vencidos los nativos, los
españoles se apoderan de América. La bula del Papa Alejandro VI, “padre de Lucrecia y
de César Borgia, el virtuoso del crimen” (48)“legaliza” el 4 de mayo de 1494, el despojo
de todo un continente: tierras, minas, mano de obra y mujeres, son el botín de los
conquistadores. Estos. “no se ocuparon sino de distribuirse y disputarse el pingüe botín
de guerra -dice J. C. Mariátegui—. Despojaron los templos y los palacios de los tesoros
que guardaban; se repartieron las tierras y los hombres
Todo esto corresponde al proceso de acumulación primitiva del capital. “Sabido es que
en la historia real desempeña un gran papel la conquista, el esclavizamiento, el robo y el
asesinato, la violencia en una palabra... En realidad, los métodos de la acumulación ori-
ginaria fueron cualquier cosa menos idílicos.” (49)
26
Ya Colón inicia el reparto de tierras y de indios en La Española, instituyendo el sistema
de repartimiento y encomiendas. Así se dan las bases para la implantación del régimen
feudal en América, a semejanza del vigente en España, sobre la base de un régimen
agrario colectivista, dislocado por la fuerza y la violencia. Y esto se funda en la religión
católica, lo que no es extraño, porque “la Iglesia Católica Romana —dice Engels— era el
gran centro internacional del feudalismo... Coronaba las instituciones feudales con la
aureola de una consagración divina”(50)
Bien se dice que los españoles colonizaron América con la cruz y la espada. La cruz y la
espada son los símbolos de dos clases en pugna. La espada representa la burguesía, la
conquista, el triunfo de una clase que aún no había vencido totalmente. La cruz repre-
senta el feudalismo, a los señores feudales, a todo un sistema que aún no había perdido
completamente. Por eso, la colonización de América y por tanto del Alto Perú, tiene ese
doble carácter.
27
subsiste como una “unidad territorial económica”, con las modificaciones traídas por la
colonización.
Los repartimientos y encomiendas dc los primeros años causan verdadero pánico entre
los indios. Muchos huyen de la triste condición de encomendados, aun abandonando
sus tierras, por verse libre de las exacciones tributarias y dc la explotación de los
encomenderos. Esto significa pérdida para la Corona, pérdida en cuanto al tributo y en
cuanto a la mano de obra; de manera que, a fin de “asegurar la mano de obra para los
trabajos mineros y agrícolas, facilitar el cobro de tributos y, en suma, sistematizar la
explotación del trabajo indígena”(51) , se concentran las poblaciones nativas en las lla-
madas “reducciones”, que generalmente se fundan sobre la base de’ un ayllu.
28
simple parasitismo... “. Por otra parte, como dice Julio Paz, se prohíben los cultivos
como el olivo y la vid, que hacen competencia a los aceites y vinos de España. “Un
corregidor —agrega— hizo arrancar de Mizque, ciudad floreciente con más de 20.000
habitantes, todas las viñas y sólo permitió el cultivo del ají.”
La manufactura industrial, cuyo germen se halla en los obrajes, instituidos sobre la base
de la encomienda para la fabricación de tejidos, sombreros y otros artículos, adquiere
alguna importancia en los obrajes de Cochabamba, Mojos y Chiquitos; pero, debido a la
política de monopolio cerrado ejercida por la Metrópoli, es relegada e incluso destruida,
a fin de inducir a los habitantes a comprar esas mercancías de España e impedir la
competencia a la manufactura metropolitana.
En 1661, las misiones jesuitas alcanzan a reducir 15.000 neófitos. En 1773, más de
30.000. Se expulsa a los jesuitas a fines del siglo xvii. En 1796, la renta de
Cochabamba, Mojos y Chiquitos, alcanza a 72.600 pesos de un total de 1.853.990 de
renta real del Alto Perú. En 1800, la renta de Mojos es de 44.000 pesos y la de Chiquitos
28.400, de un total de renta real de $ 2.252.100 para todo el Alto Perú.(55) “Cuando
éramos colonos —escribe Peñaloza— comprábamos los efectos de la industria europea
29
a precios altos, que recibíamos de cuarta, sexta u octava mano, en virtud del monopolio
que se ejercía desde Cádiz”, no obstante de que en esa misma época, sólo
Cochabamba llega a producir un millón de varas de tocuyo, fuera de muchos otros
tejidos. Los obrajes de La Paz, Potosi y Oruro, también aportan con su producción,
aunque mucho más Mojos y Chiquitos. “El año 1796 —según el informe del Visitador
Viedma—, Santa Cruz exporta 10.600 arrobas de azúcar y 500 odres de miel” y cada
año a las provincias limítrofes del Alto Perú y Buenos Aires, 1.600 arrobás, de acuerdo
con los datos recogidos por Gustavo Adolfo Otero.
Las misiones que se fundan con la finalidad de “libertar” a los indios, se convierten en
centros de inicua explotación en. nombre de “Dios” y la “Santa Biblia”, bajo el pretexto de
la minoridad atribuida a los nativos.
Muchas minas y veneros de oro, plata, cobre, etc., ya trabajados por los incas, los
“descubren” los españoles. Las minas de plata de Porco y Tupiza y los lavaderos de oro
del Chuquiañu donde se funda La Paz, son los primeros. “Chuquiapu, que
corruptamente llamamos Chuquiabo, quiere decir en lengua general de aquesta tierra,
Chacra o Heredad de oro”(56), etc. Cada “descubrimiento” inmola cientos de vidas de
indios que se resisten, por temor a sus “dioses”, a revelar las minas y veneros por ellos
conocidos; mas la fiebre de metales preciosos conduce a los españoles a conocer casi
todos los veneros, minas y lavaderos de oro, plata, cobre, estaño, etc., que hoy se
conocen y que son muchísimos.
A base de datos de varios autores, Omiste, citado por Peñaloza, anota que la plata
producida en Potosí desde 1545 hasta 1834, alcanza a la suma de 3.897.215.288, y los
derechos de la Corona a 779.444.857 pesos, con un promedio anual de producción de
pesos
30
813.484.174. Estas cifras prueban con elocuencia la enorme riqueza del Potosí, y, en
verdad, casi toda la plata enviada a España como procedente de Buenos Aires, es del
Alto Perú.
Potosí no solo vacía sus entrañas para la monarquía española, ayuda también, con el
nombre de situado, a la Capitanía General de Chile y a Buenos Aires. Según el mismo
Peñaloza, un 85 % de las rentas de Buenos Aires en 1770, es de Potosí.
Como las tierras, las minas pertenecen a la monarquía por derecho de conquista. Para
las concesiones existe una minuciosa legislación que preserva los derechos de los reyes
de España.
El sistema de trabajo es la mita, que no sólo quiere decir turno, sino también, trabajo
gratuito, a pesar de las Leyes de Indias, que no se cumplen. Hoy mismo se dice mita o
punta al turno de una jornada de las tres que rigen durante las 24 horas del día en las
minas, bajo él régimen del salario. En tiempos de la Colonia, la jornada en Potosí era de
36 hs. sin salir de la misa; y de 18 pesos anuales que se paga al mitayo, 8 se restan a
cuenta de la capitación o tributo, 21/4 para su vestido, y los restantes 73/4 para su
alimentación y el pago de diezmos eclesiásticos(57). Los mitayos siempre resultan
deudores y no se les acepta el pago en dinero, se les cobra en trabajo. Así, los hijos y
los nietos se hallan reatados a las deudas de sus padres. “Los desgraciados indios
arrastrados para la mita. —dice J. Paz— se despedían para siempre de sus ayllus,
porque perecían en las minas o quedaban inutilizados por la violenta faena.”
Los indios de 150 leguas a la redonda se reclutan para las minas de Potosí y
frecuentemente se roban indios de las comunidades y haciendas, provocando pleitos
entre encomenderos y colectores de mitayos (herederos de éstos en la República son
los enganchadores, que contratan obreros por cuenta del patrono, en regiones distantes
del trabajo). A los aborígenes arrancados de su tierra, se les conduce como esclavos,
encadenados, a las minas.
La mita es, en realidad, un trabajo forzado y gratuito, “una forma cruel de esclavitud” y
de exterminio. “La mita minera —escribe Otero— fue una máquina trituradora de
hombres igual que la mita de los obrajes y la coca. Se calcula en 8.000.000 de indios
muertos en la mina del cerro de Potosí en un siglo y medio”, o sea, 53 mii personas por
año, cerca de 150 por día. Ochenta mil mitayos por año se emplean en esas minas. De
cinco mil que entran a los socavones —según tI. Paz— apenas salen 400 por término
medio.
31
Potosí se extrae tanta riqueza que según “la frase ya consagrada, bastaba el quinto del
Rey para construir un puente de plata de Potosí al Palacio de Madrid”.
La Casa de la Moneda de Potosí, uno de los pocos monumentos coloniales dejados por
los españoles, y el Banco de San Carlos, con sus funciones de estanco, están ligados
íntimamente a la minería, base de la economía altoperuana.
Según el censo de 1556, la población del Alto Perú alcanza a 370 mii habitantes, “de los
cuales 8.000 son españoles de nacimiento”. El censo de 1796 arroja la cifra de 552.700
y, al iniciarse la República llega a los 500.000. Los españoles de nacimiento y los
nacidos en América, los criollos, que constituyen la minoría de la población, tienen en
sus manos la autoridad civil, militar y eclesiástica, delegada por el Rey. Ellos son los
funcionarios de la Rea Audiencia de Charcas. Ellos, los terratenientes, son los dueños
de minas, de obrajes, del comercio, mientras los mestizos, los indios y los negros, la
gran mayoría de la población, sin acceso a las funciones públicas y sin derecho a poseer
mina sin encomiendas ni obrajes, son los explotados y oprimidos. Los mestizos se
ocupan más en la artesanía, en el pequeño comercio y en el trasporte: son los arrieros
de recuas de mulas que llevan las piñas de plata hasta los puertos de embarque a
España, y también los indios con sus piaras de llamas; pero los indios son ante todo los
encomendados y yanakonas, los pongas y mitanís de la República, los mitayos y los
máncados de las minas, en suma, los que producen. Finalmente los negros, muy pocos,
son los esclavos que trabajan en la Casa de la Moneda, los sirvientes de por ‘vida de las
familias ricas de españoles y criollos. Por eso, tiene razón Gustavo Adolfo Otero, cuando
dice qu~ el indio es el principal actor de la tragedia agraria del coloniaje. “La agricultura
estuvo en poder de la familia indígena, principalmente de la mujer y los niños. Los
hombres que no fueran ancianos, casi en su totalidad estaban ausentes de la
agricultura. Eran llevados a la batalla de la plata, a las líneas de fuego de la mita, de
donde se salvaban fugazmente para rendir el cuerpo cuando no había quedado
sepultado por las ayzas, junto a la tierra madre alumbrada por el Sol.”
Como los racistas del fascismo alemán “sostenían que Alemania, es decir, la burguesía
alemana, estaba destinada por obra de la naturaleza a ser dueña y señora del mundo
entero”; como los racistas anglosajones de hoy (de los EE. UU. e Inglaterra), entienden
que “es la burguesía de las naciones de habla inglesa la llamada a dominar sobre todos
los pueblos”(58), así también los españoles que alcanzan a dominar y a someter por
espacio de tres siglos al Alto Perú, se consideran a sí mismos exponentes de una ‘‘raza
superior”. Es que las potencias comerciales. de ayer, como el imperialismo de hoy,
colonialistas ambos, tratan de justificar la dominación de unos pueblos por otros, como
una consecuencia legítima de esa supuesta superioridad de tinas razas con respecto a
otras.
32
tiempos se presenta una verdadera invasión de monjas, frailes y curas de España,
portavoces del falangismo de Franco; del Canadá y Norteamérica, voceros del
imperialismo yanqui; alemanes, etc., en proporciones tan grandes, que no es exagerado
decir que como en la Colonia están “copando” la vida en los campos, minas y ciudades.
“El hombre de la Colonia —dice Otero— vivía encadenado por la sensación mística, y la
religión católica lo había convertido en un autómata por la vigilancia del confesionario.”
Parece que se quisiera retrotraer esas épocas ya muertas y revivir el pasado. En
realidad, son manifestaciones postreras de un régimen social que está en aguda crisis,
en trance de muerte. El colonialismo se desmorona. El capitalismo cede su campo al
socialismo y está en vías de ser totalmente sustituido.
33
insurrección... incuba a los precursores, no sólo de la independencia altoperuana, sino
también... de algunas repúblicas vecinas.”(59)
34
IV. INDEPENDENCIA DEL ALTO PERU.
FUNDACION DE LA REPUBLICA
Las luchas de los conquistadores entre sí y de éstos contra el poder real, también
cuentan en los movimientos sociales y políticos operados a lo largo de tres siglos
coloniales. Uno de ellos es el liderizado por Gonzalo Pizarro. Se trata de imponer el
régimen de la encomienda y el derecho a explotar tierra e indios; y es innegable que la
Corona transa con éstos, reconociendo su derecho ‘a explotar minas y hombres de
América y enriquecerse a costa del trabajo, del dolor y la vida misma de éstos, a cambio
del derecho de disponer de sus colonias y de una participación jugosa en las fortunas
amasadas con la sangre de mitayos y encomendados. En verdad, ése es el sentido, la
esencia de la vida colonial; y por eso también, únicamente los españoles pueden ejercer
las altas funciones políticas, administrativas, militares y eclesiásticas. “Sólo ellos y los
criollos, sus hijos, podían ser dueños de tierras, de obrajes. Jamás un español era peón;
35
comerciante sí. Jamás egidatario ni peón de minas; capataz sí. Desde luego, de manera
alguna caía en la esclavitud. Ni siquiera en la servidumbre.”(62)
Al empezar este siglo, cuando la plata de Potosí fluye a raudales a las bolsas de los
mineros, de los mercaderes, tahures, dueños de mesones, “hacendados”, “moradores”
de La Plata, a las Cájas Reales y “hasta a los piratas de Gran Bretaña y Holanda que
merodean las exportaciones hispánicas en el Mar de Balboa”; cuando “con la plata de
Potosí se adquieren en la Corte de la Villa del Oso y del Madroño, indistintamente,
armas y sedas, especias olorecientes y avituallamientos para. su ejército, libros latinos y
cristales venecianos, joyas y tejidos, barcas y armaduras, perfumes y pólvora”(63), los
vascos se agrupan en torno de la Iglesia de San Agustín y forman la “nación
vascongada”, con la finalidad de controlar económica y políticamente la Gran Villa
Imperial de Potosí; y la controlan, pues la mejor producción de plata es de ellos y las
autoridades surgen de sus recomendaciones. Pero, también los gallegos, castellanos,
extremeños y andaluces, organizan sus cofradías y constituyen grupos opositores a los
vascos.
Al finalizar el primer cuarto de dicho siglo, la pugna alcanza contornos por demás
violentos, arrastrando en sus luchas a criollos nativos, como “carne de cañón”.
“Hasta el rango social y emperifollado apuntaba por la golilla de estos nuevos señores --
dice Armando Alba—, los vascos, que veían por muy menos a extremeños, gallegos,
andaluces o castellanos, que derraban un ojo para ver a medias a criollos y nativos y
que cerraos ojos herméticamente para no ver a la morería trashumante a otra gente de
Europa.”(64) Entonces asoma en la conciencia de los criollos, la intuición de su mayor
derecho que el de los peninsulares, al goce y disfrute de las riquezas y del poder de la
tierra en que nacieron; y fundan el grupo de los vicuñas, cuyo exponente bravío, audaz y
rebelde es Alonso de Ibáñez. Es un grupo proscrito de toda garantía. A los vicuñas se
les declara al margen de la ley, como hoy se considera a los comunistas”, escribe Alba.
No se puede afirmar que los vicuñas adquieren de golpe y porrazo una conciencia clara
de la libertad. Pero es innegable que protagonizan un movimiento de sentido
nacionalista. Combatir a los españoles de España y exigir derechos en razón de ser
ellos españoles de América, tiene, ciertamente, ese sentido nacionalista que arde, casi
dos siglos después, sería el principio de la auto-y la independencia del Alto Perú.
Los vicuñas eran un bando corajudo —agrega Alba— que contendió con los foráneos
por la hegemonía de la Villa. Actitud muy justa nacida de una lógica reacción ante el
oprobio en que se les hacía vivir a los otros grupos... estallido del conflicto de la
desigualdad económica, que produjo el terrible lance a muerte; en último término
movimiento insurreccional impetuoso contra el sistema económico de ese tiempo, que
36
entregaba toda la riqueza de las minas a un bando exclusivista y temerario. Esta es la
evidencia..
Entre las rebeliones de mestizos, una de las que alcanza características revolucionarias
es, sin duda, la encabezada por Alejo Calatayud en Cochabamba, el 30 de noviembre de
1730. Ante las exacciones tributarias, los abusos de la Aduana y los atropellos de los
funcionarios, el pueblo de Cochabamba se rebela dirigido por Calatayud, llegando al
extremo de deponer al Gobernador.
En 1739, los vecinos de Oruro, dirigidos por Juan Vela de Córdova, también se alzan
contra el régimen y lanzan un Manifiesto de Agravios, que circula por varios
corregimientos. Mas, como la re.-helión de Cochabamba, es ahogada en sangre, lo
mismo la dirigida por Antonio Gallardo en La Paz. Bien dice José Maria Camacho, que
tanto Alonso de Ibáñez, como Juan Vela de Córdova, Mejo Calatayud, Antonio Gallardo
y “aun Antonio Geldres, pueden ser considerados como los precursores de la
independencia”.
España, en guerra con Inglaterra hacia 1779, dispone elevar los impuestos en la
Colonia, crear otros nuevos, agravar la explotación de nativos y mestizos, en suma,
obtener de cualquier modo aportes nuevos para dicha contienda. Por eso, en toda la
Colonia hispana se producen movimientos de rebelión contra el orden establecido.
En el Alto Perú, los indios de Chayanta, cansados de la mita, los obrajes y los abusos de
corregidores y demás funcionarios, y no habiendo obtenido justicia en Potosí, ni en
Charcas, ni en Buenos Aires, se sublevan conducidos por Tomás Catan en 1780.
Secundan a Tomás sus hermanos Nicolás y Dámaso y la sublevación se propaga a los
pueblos de Charcas, La Paz, Oruro y Cochabamba, adquiriendo grandes proporciones;
pero los indios de Pocoata y de Aullagas traicionan a los Catan. Sin embargo, la
situación es ya insostenible
Y la rebelión brota en cada pueblo, en cada aldea, en cada ciudad. Tupaj Amaru
proclama el 4 de noviembre de 1780 la sublevación preparada desde años atrás y, sin
37
duda alguna, es la más grande la América, que hace vacilar los cimientos coloniales. Su
propósito es instituir un reino independiente, proclamarse “Inca Rey del Perú”, suprimir la
mita, el obraje y devolver la tierra al indio. El caudillo altoperuano Nicolás Catan, expresa
en forma categórica esta reivindicación de la tierra.
Julián Apaza, llamado Tupaj Catan, de Ayo-Ayo (La Paz), su asesor Bonifacio
Chuquimamani y su mujer Bartolina Sisa, son los grandes líderes que llevan adelante el
plan de Tupaj Amaru. Valerosos y decididos sitian La Paz por dos veces. El primer sitio
dura 109 días, causando la muerte de diez mil españoles.(66) El segundo lo sostiene
Bartolina Sisa; pero, todos estos movimientos que conmocionan las colonias, fracasan
frente a la superioridad de las armas colonizadoras, si bien sus repercusiones perduran
largo tiempo, en realidad, hasta la guerra de la independencia.
La vía de ingreso de esas ideas nuevas que despiertan la inteligencia adormecida por el
dogmatismo religioso ya ayudan a formar una brillante pléyade de intelectuales y sabios
criollos, la. vía de infiltración dc las ideas enciclopedistas es el contrabando que siempre
burla el riguroso control de la Casa de Contratación. Y los mismos funcionarios reales,
inquietos por esas ideas, ya por snobismo, ya por convicción, hacen llegar a las colonias
los libros y escritos “prohibidos”.
Por entonces Inglaterra, en rápido ascenso industrial, no disimula su interés por estas
tierras. Fatiga constantemente a España, con guerras, piratería y contrabando,
contrabando no sólo de mercancías, sino también de libros devorados clandestinamente
por los estudiantes criollos, que desempeñan un papel dirigente en la revolución.
38
Bogotá, como en México, se notó con cuánta ansiedad observaban el dramático des-
arrollo de los sucesos.”
“En el campo jurídico-político, esta revolución provoca el cambio radical de los sistemas
feudales vigentes durante el absolutismo monárquico. La teoría de la soberanía como
noción concreta del poder sustituye a la vaga y abstracta idea del derecho divino. La
idea de la perfectibilidad humana y del progreso mediante la razón, echa en tierra el
principio fideísta de la conquista del «más allá», como meta de la felicidad humana. La
39
religión, cuyos dogmas constituyen el criterio de validez universal, indiscutibles bajo todo
aspecto, es barrida lenta y sistemáticamente por la ciencia y la técnica. Una cultura
nueva, un modo nuevo de enfocar los problemas jurídicos y políticos y una nueva forma
de organización del Estado, es decir, el Estado Nacional, el Estado moderno, surgen
como una consecuencia de ese cambio trascendental”(68). Este acontecimiento influye
grandemente en el proceso de la independencia americana porque, al aflojar y debilitar
la monarquía española y crear una situación crítica con el cautiverio del Rey español,
abre la válvula dc escape a la contenida insurgencia del Alto Perú contra el poder co-
lonial.
Tanto la insurrección del 25 de Mayo, corno la de La Paz, dcl 16 de julio del mismo año,
son dominadas por las fuerzas de los virreynatos de Lima y de Buenos Aires. Todos los
dirigentes pa“triotas de la Revolución de Julio, son ejecutados. Murillo, presidente de la
Junta Tuitiva, habría dicho desde el cadalso: “La tea que dejo encendida nadie la podrá
apagar” y, ciertamente, ya nadie pudo apagarla. La Proclama de la Junta Tuitiva no deja
dudas sobre el carácter definidamente emancipatorio y revolucionario de la insurrección
de julio. Comienza diciendo: “Hasta aquí hemos tolerado una especie de destierro en el
seno mismo de nuestra Patria.” Y prosigue: “Ya es tiempo, pues, de sacudir yugo tan fu-
nesto a nuestra felicidad, como favorable al orgullo nacional español. Ya es tiempo de
organizar un sistema de gobierno, fundado en los intereses de nuestra Patria altamente
deprimida por la bastarda política de Madrid. Ya es tiempo en fin, de levantar el
estandarte de la libertad en estas desgraciadas colonias, adquiridas sin el menor título y
40
conservadas con la mayor injusticia y tiranía.” La Proclama se dirige a “todo el Imperio
del Perú” y pide la unidad para triunfar. Como consecuencia de la revolución de Julio, la
vigilancia realista se hace temible; mas, un acontecimiento viene a mantener vivo el
fuego de la revolución, es el Cabildo Abierto que depone al Virrey de Buenos Aires, el 25
de Mayo de 1810.
Abascal, en bando de 3 de julio de 1810 expresa: “que los americanos eran unos
hombres destinados a vegetar en la oscuridad y abatimiento, y que mientras hubiese un
español nacido en Europa, a ése le correspondería el gobierno de América”.(71)
La simpatía del pueblo por la Junta de Buenos Aires constituye un factor que alienta a
los patriotas. Inclusive los indios de San Agustín de Toledo (Oruro), que tienen
reclamaciones ante la Audiencia a raíz de la forzada renuncia del cacique Manuel Victo-
riano Titichoca, sabedores del triunfo de la revolución de Buenos Aires, deciden resolver
sus problemas por la vía de los hechos y se sublevan el 6 y 7 de noviembre de 1810,
dirigidos por Titichoca, el canónico Jimenez Mancocapaj, el Dr. Rivera y los aborígenes
Carlos Colque y Santos Choque.(72) Pero, es un hecho que los indios participan unas
veces a favor de los colonialistas. Es el caso de Pumacahua y de Choquehuanca,
aunque después se adhieren a la causa de la independencia. Los revolucionarios de La
Paz —anota Peñaloza— prefieren en 1812 el ingreso del sanguinario general Benavente
a la colaboración de Irusta y sus indios. No se puede negar que los criollos y los
mestizos, que también explotan a los indios, temen de la participación de éstos en la
revolución. Sin embargo, los indios luchan heroicamente armados de palos y macanas,
como en los campos de Aroma, en las guerrillas y otras batallas gloriosas de nuestra
historia.
41
de Junín y Ayacucho, dirigidas por Simón Bolívar y Antonio José de Sucre,
respectivamente.
42
V. LA NUEVA REPUBLICA Y LA
“SANTA ALIANZA”
Antes de que la nueva república naciera, la prensa de los años 20 del siglo xix, tanto en
Europa como en Norteamérica, difundía en forma insistente el rumor de que la “Santa
Alianza” intervenida en la América Latina, con el propósito de restituir el dominio colonial
en favor de Fernando VII. “A su difusión contribuyó —escribe N. Boljovítinov- la política
reaccionaria de la “Santa Alianza”, que interpretaba el papel de estrangulador del
movimiento revolucionario en Europa y, en particular, la intervención de Francia en
España, el año 1823.” (74)
Todavía hoy se cree, para justificar la llamada “Doctrina Monroe , que en 1823 la “Santa
Alianza” habría realmente intervenido contra los pueblos de América Latina, y que la
“Doctrina Monroe”, sintetizada en la sugestiva frase “América para los americanos” y
proclamada por el presidente Monroe en su mensaje al Congreso norteamericano el 2
de diciembre de 1823, como expresión de la supuesta necesidad de oponerse a dicha
amenaza de la “Santa Alianza “, habría sido la que salvaría a nuestros pueblos. Sin
embargo, las investigaciones cuidadosas realizadas por historiadores de varias na-
cionalidades, compulsadas por el soviético N. Boljovítinov, nos llevan a conclusiones que
permiten esclarecer este problema, nos llevan sobre todo a conocer el verdadero motivo
de la “Doctrina Monroe”, que más tarde se traducirla en el denominado
“Panamericanismo” y después en la Constitución de la “Organización de los Estados
Americanos” (OEA), en 1948. El conocimiento de la función que desempeña este
organismo internacional americano, tiene para nosotros, como para todas las naciones
de América Latina, particular importancia, pero veamos antes algunos datos objetivos
que desvirtúan los propósitos atribuidos a la “Santa Alianza”, con respecto a la
emancipación de las colonias españolas de América.
43
lejanas posesiones allende el Océano”, determinan que en concreto, ninguno de los
gobiernos de la “Santa Alianza” presente ni apruebe proyecto alguno de intervención ar-
mada contra los pueblos de América Latina. Esto lo saben perfectamente tanto los EE.
UU. como Inglaterra y los mismos políticos y estadistas latinoamericanos como Bolívar,
Rivadavia y otros.
TEORIA DE LA EMANCIPACION
44
abierta contradicción con la teoría de la emancipación americana, teoría que,
ciertamente, no es original. La verdad es que en ningún país de América Latina el
pensamiento teórico en materia política es original. Sus fuentes siempre se encuentran
en el pensamiento universal, como no puede ser de otro modo, dada su propia infancia.
Las teorías que arman ideológicamente las luchas emancipatorias, no son originales; y
chocan entre los mismos dirigentes, como resultado de la contradicción de intereses que
representan. En tales luchas triunfan, como es sabido, los criollos que tienen en sus
manos el poder económico: tierras, minas, comercio y requieren el poder político para
resguardar sus privilegios heredados.; mientras las masas dc mitayos y obrajeros, de
yanakonas, artesanos y pequeños comerciantes, en suma, los indios y los mestizos, son
preferidos en sus intereses y derechos. En ese sentido, la emancipación americana, un
acontecimiento de trascendencia histórica mundial sumamente importante y progresista,
“producto de un cierto estado de conciencia que se gesta subrepticiamente durante la
era colonial y madura en los primeros años del siglo XIX”, no es sino una trasferencia del
poder político detentado por la decadente. monarquía feudal-absolutista de España, a
los criollos que ya tienen el poder económico. En efecto, ‘españoles peninsulares y
criollos —dice José Luis Romero— no eran, durante los últimos tiempos de la Colonia,
dos grupos separados solamente por el origen; y es significativo que el Obispo Lué se
atreviera a decir en el momento más crítico de la revolución, que el gobierno de las
colonias americanas sólo podía ir a manos de los hijos del país, cuando ya no hubiese
quedado un solo español en él”(75) Es también revelador el juicio de Cornelio Saavedra,
que tres años antes resume la situación espiritual creada con motivo de la defensa de
Buenos Aires contra los ingleses, en estos términos: “Me atrevo a felicitar a los
americanos, pues a las pruebas que siempre han dado de valor y lealtad, se ha añadido
esta última, que realzando el mérito de los que nacimos en Indias, convence a la
evidencia que sus espíritus no tienen hermandad con el abatimiento, que no son
inferiores a los europeos españoles, que en valor y lealtad a nadie ceden.”
La erección de repúblicas con sistemas parlamentarios y sus ideas liberales no es, pues,
el resultado de un pensamiento original latinoamericano, sino más bien la acomodación
o adaptación del liberalismo europeo, a las condiciones peculiares económicas y
sociales de tipo feudal predominantes en las nuevas repúblicas. Es por eso que la
democracia liberal no alcanza a florecer en nuestras tierras, porque el liberalismo es la
expresión ideológica y política del capitalismo industrial, en contraposición iii
mercantilismo de las potencias comerciales de los siglos xvi, xvii y aun xviii. Por eso
también los partidos políticos en nuestro país, tardan en estructurarse sobre la base de
una doctrina; y por eso mismo, en los primeros tiempos de vida republicana, el
caudillismo militar halla propicio el clima para su desarrollo, Es que este es el tipo de
gobierno correspondiente al dominio de los terratenientes feudales.
Pero, cuando por el desarrollo de las ideas liberales, éstas se encarnan en los partidos
políticos —en Bolivia alrededor de 1880— ya no pueden aplicarse en su verdadera
expresión en nuestra América, porque las nuevas condiciones nacionales surgidas como
consecuencia de las contradicciones económicas, sociales y políticas mas nítidas, a que
45
da lugar la dominación imperialista impuesta por el capitalismo anglo-norteamericano,
exigen una política nueva, de contenido nacional y democrático.
46
patriótico de organización y propiamente de consolidación de la República; mientras en
el campo internacional se operan acontecimientos que influirían decisivamente en el
porvenir de Bolivia.
Ya en 1720, Inglaterra, que basta entonces hiciera bastante para romper el monopolio
español, suscribe un tratado con España, pudiendo comerciar libremente con las
colonias hispanoamericanas. En 1860 es el primer país capitalista del mundo. El
volumen de su producción fabril, de acero, carbón, etc., es superior al producido en
conjunto por Francia, EE.UU., Alemania, Rusia y Japón. Es indiscutiblemente el primer
país industrial, que empieza a controlar la vida económica de los pueblos
latinoamericanos, primero de los más fácilmente accesibles por su posición geográfica:
Argentina, Chile. Pero, cuando la explotación del salitre y del guano adquiere impor-
tancia comercial, inicia su penetración por el Litoral boliviano, causando la guerra del
Pacífico, que determina el primer cercenamiento de nuestro territorio y su
mediterraneidad absoluta. Precisamente por entonces, después de la crisis de 1873,
comienza en el capitalismo un vasto desarrollo de carteles, y en 1876, tres años antes
de la guerra del Pacífico, las colonias inglesas representan 22.500.000 kms.2 de
superficie con una población de 253 30,000 habitantes(77). Estos datos muestran con
elocuencia la magnitud del desarrollo monopolista de Inglaterra, que llega a dominar
mares y mercados.
Hacia el año 1860, Francia ocupa el 2º lugar en la producción industrial y EE. UU. inicia
su gigantesco desarrollo hasta alcanzar el 2º puesto en 1870 para subir al 1º en 1880-
1890. Otro tanto ocurre con el capitalismo alemán, que en 1900-1910 logra desplazar del
2º lugar a Inglaterra, es decir, que “la trasformación del capitalismo en imperialismo”(78)
, justamente en la infancia de los pueblos latinoamericanos, que ni siquiera consolidan
su propia organización estatal, como es el caso concreto de Bolivia, significa que uno a
uno caerían en las fauces del imperialismo, para debatirse hasta nuestros días en una
dependencia que impide el desarrollo económico y cultural de nuestros pueblos.
47
La mita se sobrevive en un régimen de salario sin ninguna regulación. La jornada de
trabajo 110 tiene límite y el salario constituye una remuneración arbitraria e
insignificante. Los trabajadores se reclutan como los mitayos en la Colonia, mediante el
contrato de enganche, que hoy mismo regula el Código del Trabajo de 1942, de-
dicándole un capítulo con ese mismo nombre.
48
mestizos ven disimulado el tributo> “considerado como baldón dc ignominia del indio
originario “.(81)
Un hecho digno de mención como movimiento social importante en este período es, sin
duda alguna, el movimiento popular estimulado por el caudillo militar, Manuel Isidoro
Belzu, que gobierna el país de 1848 a 1855. Hasta entonces se da el caso de simples
sustituciones de equipos gobernantes de una misma clase, la de los latifundistas; y
aunque Belzu no sabe o no puede realizar reformas sustanciales en beneficio de la
Nación y del pueblo, no obstante el indeclinable apoyo que le prestan artesanos y
campesinos, es decir, la gran mayoría de la población, los indios y los cholos, es
evidente que su gobierno tiene un carácter “populista”, sin orientación definida y,
ciertamente, demagógico: “Cholos, mientras vosotros sois del ambre y de la miseria —
manifiesta en sus discursos— vuestros opresores, que se llaman caballeros y que
explotan vuestro trabajo, viven en la opulencia. Sabed que todo lo que tenéis a la vista
os pertenece, porque es fruto de vuestras fatigas. La riqueza de los que se dicen nobles,
es un robo que se os ha hecho”.(82)
49
VI. PERIODO FINANCIERO DE LA REPUBLICA
Durante el primer período, Bolivia se desenvuelve bastante aislada del comercio y las
finanzas internacionales. No tiene deuda externa y su comercio exterior es limitado. En
realidad, la importancia comercial del salitre y del guano, canaliza el comercio exterior
del país, su incorporación a la red de las finanzas internacionales y su retorno a la
minería, como actividad básica de la economía nacional.
Es indudable que la misma guerra del Pacífico ya significa la presencia del imperialismo
inglés en el Litoral, trayendo como consecuencia la mutilación del territorio boliviano. Es
que para entonces; la explotación del salitre y del guano, ya está en manos de intereses
británicos en Chile.
50
Los anteriores gobiernos no conceden ninguna importancia a los medios de trasporte,
porque como ejecutivos de los terratenientes, se bastan con la llama del indio para llegar
con sus productos a los mercados internos. En cambio, los mineros interesados en im-
pulsar la industria extractiva, comprenden desde un principio que no pueden dar ese
impulso sin medios de trasporte, sin ferrocarriles; pero, al propio tiempo, aseguran y
garantizan sus ganancias aun a costa de los intereses nacionales. Por eso, cl quinto del
Rey que rige en la Colonia, es remplazado por un sistema rudimentario de impuestos
miserables que no favorecen en nada al país, y sí facilitan. la exportación incontrolada
de minerales, dando margen a la fuga de capitales nacionales creados con la riqueza
natural del territorio-y el trabajo de los obreros bolivianos.
Es cierto que el Estado ya contrae empréstitos antes de la guerra del Pacífico, el primero
denominado “empréstito interno’’, por 3.500.000 pesos en 1826, que en verdad, como
dice Julio Paz, es más-bien “venta de los bienes nacionales, tan abundantes en aquel
momento, por la extinción de multitud de conventos, bienes dc la Iglesia y
temporalidades’’~ Los primeros empréstitos internos son: el de la Chambre en 1868 por
£ 1.000.000, con descuento del 30 %; el de Meiggs en 1869 por £ 2.500.000, con
descuento dcl 15 %; el de Enlanger en 1872 por £ 1.700.000, con descuento del 32 %, y
el de Valdeavellano y Cía. en 1874 por Sl. 500.000, con descuento del 10 %.(83)
La concesión se otorga a los banqueros The National City Bank y Speyer y Cía., ambos
de New York. Según el contrato los banqueros resultan concesionarios, fideicomisarios,
depositarios y tienen la facultad de ceder a terceros sus derechos y obligaciones, es
decir, poner por delante una sociedad fantasma y escabullirse de toda responsabilidad”.
En efecto, el 18 de febrero dc 1907, se forma en EE. UU. una sociedad anónima
denominada The Bolivia RailNvay con un capital autorizado de u$s. 10.000.000. La
51
sociedad paga sólo u$s. 3.500 y el saldo por pagar, u$s. 9.996.500, no es cancelado por
los suscriptores hasta el día de hoy. El 27 del mismo mes y año, los banqueros venden a
The Bolivia Railway C, la concesión obtenida de Bolivia; pero como ésta no tiene sino
u$s. 3.500, entrega a los mismos banqueros 99.965 acciones de u$s. 100 cada una, que
representan u$s. 9.996.500. Tales acciones “usadas en la transacción —dice Humberto
Fossati- eran tas suscritas pero no pagadas cuando se constituyó la sociedad, mientras
que las 35 acciones pagadas quedaron en poder de Tbe Bolivia Railway Co”. Los
banqueros concesionarios venden las 99.965 acciones no pagadas a The .Antofagasta
(Chili) and Bolivia Railway C. por £ 200.000, equivalentes, según estimación de Fossati a
cerca de u$s. 1.000.000, de acuerdo con la relación de cambios de entonces. “Es así
que la compañía inglesa anota Fossati— resultó como principal accionista de The Bolivia
Raílway C~ y que los banqueros sacaron la primera tajada en el negociado de la
concesión.”
Finalmente, el mismo Fossati expresa que el gobierno liberal dice como defensa, que
según cl Contrato Speyer, The Bolivia Railway C~, tenía la obligación de cancelar los
bonos de primera hipo-teca por £ 5.750.000 a los 20 años del contrato, los de 2º
hipoteca por £ 2.500.000 a los 25 años, y que el adelanto a cuenta de intereses (
2.147.581) sería devuelto a los 30 años. Lo cierto es que no se cumple tal cosa.(85) De
este modo, la Bolivia Railway ce, adquiere con sólo u$s. 3.500, el dominio de los
ferrocarriles del país, construidos con fondos de la Nación y por obreros bolivianos. Es la
expresión típica del “business are business” de los banqueros y monopolios
imperialistas. Por otra parte, el plan original de la construcción de ferrocarriles, es
alterado de acuerdo con las necesidades de la minería exclusivamente. Así empieza a
actuar el imperialismo en Bolivia.
52
No sólo en Bolivia! Todos los países de América Latina caen ya a fines del siglo pasado
bajo el control de los capitalistas anglo-yanquis, que monopolizan el comercio exterior de
nuestras naciones, controlan su banca, sus ferrovías y carreteras, sus industrias, etc.
Son convertidos en “apéndices agrarios y de materias primas”, en mercados para la
producción inglesa y norteamericana, en zonas de inversión de capitales excedentes do
estas naciones.
53
coca, la castaña, la goma, los cueros, el ganado vacuno, cuyos valores en su mayor
parte, no son registrados por las aduanas.”(87)
Bolivia llega a ocupar el segundo lugar en la producción mundial dcl estaño; pero tal
situación no favorece al país, sino sólo a los compradores y banqueros del capitalismo
monopolista anglo-yanqui y a la formación de contadas fortunas privadas que fugan al
extranjero En realidad, una especialización productiva tan extremada, como a la que
llega Bolivia con la minería de estaño, que cubre más de medio siglo de su historia
económica, no es, no puede ser nunca favorable a los intereses nacionales. Al contrario,
la monoproducción facilita la mayor dependencia del país, puesto que por la compra del
estaño en mineral, el imperialismo controla las finanzas y sistemas de crédito
nacionales, eh mercado y la producción misma, los medios de trasporte y
comunicaciones, en suma, toda la economía boliviana; como consecuencia, controla
también el ejército, la cultura y la política nacionales. Es por eso que, como efecto
ineludible de esta situación que nace con la economía estañífera, las formas de
propiedad y las relaciones sociales en el campo se mantienen tal como se heredan dc la
Colonia, porque- precisamente la fuente de mano de obra barata para la minería se halla
en el campo, en los campesinos, en los indios. Por otra parte, la industria de trasfor-
mación apenas atisba en la segunda década de este siglo, con la implantación de una
que otra fábrica de bienes de consumo.
La otra cara de la medalla muestra que a principios de este siglo, la clase obrera de las
minas empieza a luchar contra las inauditas condiciones de vida y de trabajo. Hasta
entonces, los trabajadores son considerados como simples bestias o instrumentos que
amasan fortunas a costa de su salud y de su vida y de la salud y de la vida de los
suyos”.(89) La única autoridad que impera en las minas es la de los dueños o gerentes.
La única ley, los “reglamentos internos” de las empresas, elaborados por los propios
dueños. El único móvil y la única finalidad de éstos es la obtención del máximo
rendimiento de los obreros y el mayor aprovechamiento de las minas. No se conoce
54
forma alguna de legislación social. El Estado se halla ausente de las minas aun para
exigir su participación en las fortunas creadas con el trabajo de los obreros y la riqueza
del territorio.
55
los frecuentes despojos de tierras comunarias, como en los casos de Zongo y Challana y
el caso de la comunidad de Taraco. El analfabetismo llega a más del 80 % de la
población. Por otra parte, tiende redes telegráficas y organiza el ejército, pero convierte
a los militares en una casta privilegiada, autipopular, instruida en la disciplina prusiana,
no al servicio de la Nación, sino al de los grandes mineros, propiamente al servicio del
imperialismo inglés. Así, el postulado programático del Partido Liberal, de “guardar
relaciones íntimas y de recíproco interés con todas las naciones del mundo, sin
subordinarse a ninguna”, queda simplemente inscrito, puesto que sucesivamente
subordina el. Estado a los intereses de los monopolios ingleses y norteamericanos,
practicando al mismo tiempo, una política fiscal complaciente con los grandes mineros,
que amasan fortunas fabulosas sacadas al extranjero, dejando como saldo miserables
ingresos para el Estado, andrajos, miseria y tuberculosis para los obreros, verdaderos
creadores de esas fortunas. Esta política da origen, lógicamente, a una oligarquía
burocrática que se sucede de gobierno en gobierno, ya en el Parlamento, ya en la
diplomacia o ya en las altas esferas de la administración pública. El contraste hiere todo
sentimiento humano.
56
acción dc dichos monopolios. Tal “neutralidad” les permite a éstos suministrar ingentes
cantidades de material bélico a la Entente, reportándoles grandes beneficios. Mas, la
voracidad siempre insaciable de estos monopolios, hace que al terminar la guerra
presionen sobre su gobierno para intervenir en ella, a fin de aprovechar mayores
beneficios. A Sharapoy anota que en 1916-18, los beneficios medios anuales de las
compañías capitalistas superan en 4.800 n4llones de dólares los de l912-1914.~
57
alimentos y vestidos “generalmente importados”; de manera que al emplear todo su
salario en bienes de consumo y uso primordiales, entrega “a las cajas fiscales no menos
de un 40 % sobre el valor total de sus jornales”, mientras que los capitalistas se hallan
‘‘casi enteramente eximidos de imposiciones”. ‘‘Yo no dudo —dice el ministro liberal— ni
me atrevería jamás, que quien por su industria o su talento obtiene elevada
remuneración por su trabajo, defienda ese producto... pero lo único que pedimos es que
en esa defensa se empleen medios legítimos, y que se parta como base de la necesidad
de que todos concurran al sostenimiento de las necesidades del país en proporción a la
situación de la cual disfrutan y que la Nación les garantiza.”
Ahora bien, para saldar los déficits permanentes desde 1900, se recurre a los
empréstitos internos, pagados con bonos de aduana. Agotados éstos, se acude a los
empréstitos externos del imperialismo inglés, francés y norteamericano, comprometiendo
cada vez mas el porvenir de la Nación. Desde el contrato Speyer, la primera mani-
pulación financiera de magnitud, casi cada 3 años sc contratan empréstitos hasta 1920,
año en que un golpe de estado derroca al Partido Liberal. En 1922 se efectúa la
operación de empréstito más grande, entregando abiertamente el control de la economía
y las finanzas nacionales al imperialismo yanqui. El llamado empréstito Mikolaus, por
u$s. 33 millones al 8 % por 25 anos, hipoteca has acciones del gobierno en el Banco de
la Nación y casi la totalidad de los ingresos públicos, para cuyo control se funda la
Comisión Fiscal Permanente, con personeros de los prestamistas. En 1924 se inter-
nacionaliza la empresa Patiño en los lEE. UIT. con accionistas yanquis, concentrando
las cuatro más grandes empresas del país: Pa-tiño Mines & Ent. Cons. Inc.; Boiivian Tin
& Tuugsten Miniiig; Cía. Agrícola Oploea de Bolivia y Soc. Empresa Estano Araca. Casi
inmediatamente de haberse internacionalizado la empresa Patiño, el gobierno contrae
un nuevo empréstito de Glyn Milis and C~ por 600.000 libras. Los impuestos que debía
pagar la Patiño Mines se destinarían a amortizar esta deuda; pero la condición exigida
por los banqueros es no elevar los impuestos a la minería. En 1927 se contrata otro
préstamo con los banqueros DilIon Read & C~ de New York, por u$s. 14.000.000. En
58
1928 y en 1930, otros más por 23 millones y 2 millones respectivamente. “Además de
estos empréstitos directos —dice la CEPAL— el gobierno garantiza préstamos a
entidades privadas, que a la larga se trasforman en obligación del Estado”, o sea que se
repite el caso del famoso contrato Speyer.
La ley de diciembre de 1916 declara de propiedad exclusiva del Estado los yacimientos
petrolíferos de Bolivia, pero el último gobierno del Partido Liberal levanta la reserva en
febrero de 1920 y entonces, nacionales y extranjeros hacen peticiones por más de 10
millones de hectáreas. La empresa norteamericana Richmond Livering se adjudica un
millón a los 4 días de levantada la reserva: Jacobo Bakus otro millón y cuatro
particulares más 355.000 hectáreas. Total 2.355.000. Las concesiones de Livering y
otras pasan en 1922 a manos de la Standard Oil, por medio de William Braden, en fla-
grante contradicción con el propio contrato suscrito por Livering con el gobierno de
Bolivia.
La Standard Oil, el trust petrolero más grande del mundo, que según Víctor Peno,
establece desde 1870 virtualmente el monopolio de la industria petrolera de los EE. UU.,
que “domina en el petróleo del mundo capitalista casi enteramente como en los EE.
UU..”, adquiere la obligación de pagar al Estado Boliviano la regalía del 11 % sobre la
producción en crudo, gasolina, etc, y un impuesto por hectárea desde 2 ½ centavos
hasta 50 ctvs., a partir del sé timo ano de comenzada la explotación.
Según la misma empresa, en 1925 produce menos dé 500 ms.3. Sin embargo, existen
indicios fehacientes de que la producción de ese año es mucho mayor. Es que se
exporta clandestinamente a la Argentina, conforme se denunciaría más tarde, tanto en
Bolivia como en la vecina República. De esta ‘manera, la Standard Oil no sólo burla el
pago de regalías e impuestos, sino que además saquea el petróleo boliviano mediante
su exportación clandestina. Los gobiernos son realmente condescendientes con todas
las maniobras de la Standard, al extremo dc que el presidente Hernando Siles autoriza el
pago dc patentes, recién a partir del 1 de enero de 1930. No digamos nada con respecto
a la inoperancía de éstos en cuanto a la denuncia de esa exportación clandestina,
denuncia que incluso se hace en el Parlamento argentino, a instancias indudables de los
capitalistas británicos, que en ese péríodo cierran el paso en esa Nación a los capitales
yanquis, como éstos cierran el ingreso de capitales ingleses en nuestro país.
59
La producción total en 1930 aumenta a un poco más de 9 mil Ms.3 En 1936 pasa de 16
mil, siendo 26 en 1935. Entre 1922 y 1930, la Standard perfora 12 pozos exploratorios.
Estos trabajos se suspenden con la guerra del Chaco y la perspectiva de la anulación de
las concesiones otorgadas a dicha empresa (CEPAL).
Las necesidades de Bolivia en cuanto a petróleo y sus derivados, están lejos de ser
satisfechas en esa etapa con la producción de la Standard Oil en nuestro país, pues se
calcula que de 1925 a 1930, Bolivia paga a la misma Standard Oil, por la importación de
petróleo peruano y sus derivados, más de Es. 30.000.000, de moneda buena, ligada al
patrón oro. (En 1926 la £ se cotiza en Bs. 13,71, y en 1930, en Bs. 13,51.)
No cabe duda de que la Standard Oil realiza un suculento negocio con Bolivia: 19, burla
cl pago de impuestos y regalías; 2~, exporta clandestinamente el petróleo boliviano;
vende a Bolivia el petróleo peruano; 49, cobra dc Bolivia, como indemnización por
entregar los antecedentes exploratorios y mapas geográficos, u$s. 1.750.000 (durante el
gob. de Peñaranda, 1940-43), y es en gran medida causante de la guerra del Chaco.
La clase obrera aumenta de número en las minas y es evidente que las grandes
empresas, como la Patiño Mines, mejoran las condiciones técnicas de explotación; pero
es algo realmente sorprendente el hecho de que no exista ninguna forma de legislación
del trabajo hasta 1924.
Pues bien, si la primera guerra mundial repercute tan hondamente en Bolivia y en toda la
América Latina, con la penetración arrolladora del imperialismo yanqui; no es menos
cierto que otro acontecimiento histórico mundial, resuena en el ámbito de Latinoamérica
y en el mundo entero, con el alegre tañido de las campanas de la esperanza y la
libertad: es la Revolución Socialista de Octubre de 1917. Con ella se inicia el cambio de
60
rumbo en la historia. Con ella se desgaja del sistema imperialista, la sexta parte
habitable de la tierra. Con ella se instaura el socialismo en la Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas (URSS), bajo la dirección del Partido Comunista, representante de
la clase obrera y del pueblo de la Unión Soviética.
61
relaciones obrero-patronales, dictando las primeras leyes sociales y del trabajo en 1924,
manteniendo sin embargo, en lo fundamental, la misma orientación favorable a los
consorcios mineros, al latifundismo, al comercio dc importación y a la burocracia
palaciega, ligados todos al capitalismo financiero de los EE. UU.
GUERRA MUNDIAL
62
El promedio de impuestos sobre el valor de exportaciones en 6 años, de 1930 a 1935,
apellas alcanza al 5,7 % y en 1931 al 3,2 %, lo que revela que el Tesoro Público percibe
miserias, mientras se permite la fuga de cuantiosos capitales.
La caída del precio y del volumen de exportación de nuestro principal producto, lleva
aparejado el colapso económico; así como el alza del precio y del volumen de
exportaciones trae consigo una relativa bonanza. Esto se debe, indudablemente, a esa
dependencia tan marcada de la economía nacional con respecto al mercado inter-
nacional. Para Bolivia se cumple, en realidad, esa terrible disyuntiva señalada por los
economistas Olson y Hickman: “exportar o morir’ ‘.‘~ Por eso, en ese periodo de crisis,
se confronta una sensible disminución de la capacidad de importación. Concomitante
con este fenómeno, el abandono del patrón oro por la libra esterlina, a la que entonces
se halla ligada nuestra moneda, trae una serie de problemas dc cambio, que inducen a
una política financiera de verdaderos tanteos, política que no hiere la causa del grave y
constante desequilibrio económico y financiero en que se debate el país, hasta que,
como medida defensiva, por la escasez de divisas, se adopta el sistema de control dc
cambios en 1932; mas, este control no es suficiente, porque sus mecanismos se hallan
bajo la influencia de la grande minería y del comercio de importación.
63
El efecto político de la crisis del 29, es el golpe de estado de 1930, inspirado por los
“barones del estaño”, con el pretexto de resguardar la Constitución, porque el entonces
presidente, Dr. Hernando Siles, pretendiera prorrogar su mandato. Sin embargo, el ver-
dadero motivo del golpe es la proyectada elevación de impuestos a la minería, dada la
aflictiva situación fiscal. La Junta Militar que se encarama en el poder, desvía la
inquietud del pueblo mediante un referéndum para declarar la autonomía universitaria y
crear el Consejo Nacional de Educación. Convoca a elecciones preparando
prácticamente la ascensión del Partido Republicano Genuino, ligado a intereses
latifundistas y de la minería
La conmoción social y política provocada por la crisis en todos los países del Continente,
da lugar a cambios semejantes: en Chile derrocan al General Ibáñez; en la Argentina al
Jefe de la Unión Cívica Radical, Irigoyen, asumiendo el gobierno en esa Nación, las
fuerzas más reaccionarias. Rafael Leónidas Trujillo se apodera del gobierno de la
República Dominicana, y con la complaciente ayuda del imperialismo yanqui, mantiene
hasta ahora una férrea tiranía contra el pueblo dominicano: en Guatemala, la United
Fruit Company impone el gobierno de Jorge Ubico. Otro tanto ocurre en Honduras. En
Nicaragua se asesina al general demócrata Augusto César Sandino, y por tercera vez
los EE. UU. intervienen con las armas este país.
Otro efecto de la crisis es que a raíz de la disputa sobre el petróleo del Chaco, Bolivia y
el Paraguay son arrastrados a una guerra fratricida. Las intrigas de los poderosos trusts
petroleros: Royal Duch Shell que actúa desde el Paraguay y la Argentina, y Standard Oil
que actúa desde Bolivia, cuajan en la consigna de “pisar fuerte en el Chaco”.
El conflicto coincide con el período más agudo de la crisis, cuando el precio y el volumen
de exportación del estaño llegan a su punto más bajo, cuando la disminución dcl ingreso
real y de la capacidad de importación es realmente desastrosa y cuando el gobierno
carece de autoridad sobre las empresas mineras. En efecto, bajo el sistema de control
de cambios, dispone la obligatoria entrega del 65 % de las divisas provenientes de la
exportación, al Banco Central; pero los empresarios se oponen y comienzan
sencillamiento los tanteos financieros. Se sustituyen irnos decretos por otros, de acuerdo
con las conveniencias dc la minería. Finalmente se establece un cambio fluctuante entre
Bs. 15 y 20 por libra esterlina, de acuerdo con la cotización del estaño. La entrega de
divisas sobre- el valor exportado se reduce al 50 %. En estas condiciones no pueden
cubrirse las necesidades bélicas y de importación de alimentos, vestido, etc., de modo
que para satisfacerlas. el gobierno toma las reservas internacionales, reducidas ya de
1932 a 1934 en un 50% y recurre a los préstamos en oro y moneda extranjera, a los
préstamos de bancos privados y empresas mineras: recurre al aumento de impuestos a
la renta por servicios personales, al aumento de impuestos sobre ventas y a la creación
dc impuestos especiales (CEPAL). Como estos recursos son insuficientes, acude a los
préstamos del Banco Central. De 1932 a 1935, tales préstamos suman Bs. 400 millones.
64
El circulante aumenta en más de 10 veces: de 23 millones a fines de 1931, a 387
millones a fines de 3935 (CEPAL). Por otra parte, la cotización de la libra esterlina en el
mercado libre, en los años de la guerra, es de Bs. 40 y 50. La diferencia con respecto a
Bs. 20 del tipo de cambio establecido, da margen a la más grande especulación.
Promueve la aparición de nuevos ricos, sobre un pueblo agobiado por el dolor y la
miseria.
Así, la guerra del Chaco no sólo exige sacrificio económico a la Nación, no sólo impulsa
la inflación que poco a poco aumenta hasta llegar en 1956 a una tendencia galopante,
sino que desangra al pueblo, ahonda la miseria y cl hambre, lleva la orfandad y el luto a
miles de hogares y provoca, asimismo, el abandono de los campos. El ejército absorbe
grandes contingentes de campesinos, y muchos de éstos, después dc la guerra,
prefieren quedarse en las ciudades antes que volver a las condiciones feudales de
explotación. Este hecho explica en parte, que el índice mayor del alza en el costo de
vida, corresponda a la vivienda, al vestido y la alimentación. Bolivia llega a importar papa
de Holanda, cosa que jamás había ocurrido antes. Finalmente, como consecuencia de la
guerra del Chaco, Bolivia sufre una nueva mutilación de su territorio. Al fundarse la
República tiene 2.342.981 kms2; pero, con las sucesivas desmembraciones en favor de
Chile, Brasil, Perú, Argentina y Paraguay, se reduce a 1.098.581 kms.2 de extensión.
La guerra del Chaco tiene la virtud de mostrar a modo de rayos equis, las llagas
sangrantes y purulentas de la Nación enyugada al imperialismo yanqui con gruesas
cadenas de estaño, por obra de los partidos tradicionales hasta entonces gobernantes,
personeros de la grande minería y del latifundismo, ejecutivos de una política de
sumisión y dc entrega de las riquezas nacionales en favor de los monopolios capitalistas
norteamericanos. Esto explica las precauciones para la desmovilización del ejército,
dado el fundado temor de una rebelión contra la servidumbre política y el entreguismo
indignante.
65
golpes de estado y cuartelazos se sucede como expresión objetiva de la pugna entre las
fuerzas de la grande minería y el latifundismo con la débil burguesía industrial
recientemente surgida-. Loa obreros empiezan a adquirir conciencia de clase, y la
pequeña burguesía urbana es arrastrada de un bando a otro, mientras los campesinos,
que constituyen la gran mayoría nacional, se hallan marginados de las luchas políticas.
En esta situación, un golpe de estado lleva al sillón presidencial al Cnl. Toro, cuyo
gobierno se caracteriza por sus vacilaciones. Mientras que por la presión popular
nacionaliza el petróleo, expulsando a la Standard Oil en 1936, por la presión del
imperialismo adopta medidas antidemocráticas, contrarias al desenvolvimiento político
nacional. Las vacilaciones de este gobierno titulado “socialista”, empujan a la joven
oficialidad, militante de las logias Radepa y Santa Cruz, a un nuevo golpe que impone en
el Palacio Quemado al entonces Jefe del Estado Mayor, Cnl. Busch. Si bien éste inicia
una firme política contra el “super-Estado minero” con el decreto del 7 de junio de 1939,
que dispone la entrega obligatoria del 100 % de divisas provenientes de la venta de
minerales, y con el dictado de la Ley General del Trabajo; en cambio, cancela el
Parlamento, se proclama dictador y, después de promulgar la avanzada Constitución
democrática del 38, dieta leyes de represión del comunismo. La muerte de Busch sigue
siendo una incógnita, aunque oficialmente se dice que “se había suicidado”. A causa de
este suceso, se enea-rama en el poder otro militar que restablece plenamente el control
del gobierno por los Patino, los Hochschíld y los Aramayo. Durante este gobierno estalla
la segunda guerra mundial en septiembre de 1939.
Como una explicación de esa inestabilidad política después de la guerra del Chaco, es
indispensable señalar algunos hechos relativos a los modos de acción interventoras del
imperialismo sobre nuestra economía. En efecto, en 1938-39, la economía capitalista
ingresa en un proceso de depresión que determina la caída de los precios y la
desocupación. Entonces el precio del estaño se regula por la ley de la oferta y la
66
demanda. La demanda menor que la oferta no da motivo a que los EE. UU. intervengan
en el precio, de hecho bajo y con tendencia a bajar aún más; pero, las necesidades
bélicas de la segunda guerra mundial, desencadenada por el agresivo imperialismo nazi,
impulsan la industria norteamericana, incrementando la demanda de materias primas y
el ascenso de precios. El aumento de la demanda de estaño se debe, por otra parte, a
que las Malayas caen en manos de los japoneses. Ahora bien, si en esas circunstancias
hubiesen continuado en vigencia las leyes del mercado de libre competencia, el precio
del estaño habría sido alto; pero, precisamente para impedir eso, los EE.UU. intervienen
obligándonos a venderles a un precio bajo, al precio congelado de 0,52 ctvs. de dólar la
libra fina, precio que no compensa los esfuerzos y sacrificios del pueblo boliviano. En
realidad, EE. UU. no hace otra cosa que exigir al gobierno el cumplimiento de sus
compromisos contraídos en Lima y La Habana, compromisos por los cuales debe incluso
limitar las libertades democráticas y sindicales, como forma de “cooperación y mutua
ayuda continental”. Tal política impuesta a Bolivia la expresa en toda su desnudez el
Subcomité de Servicios Armados del Senado Norteamericano, al decir que el sistema
de. cupos “evita un aumento incontrolado en el precio mientras subsista la escasez del
estaño”.
La guerra termina en 1945 con la derrota del fascismo y la toma de Berlín por el Ejército
Rojo de la Unión Soviética, no obstante el control persiste hasta 1949, ahondando la
inestabilidad económica, financiera y política del país.
Durante la guerra mundial, Bolivia es el principal proveedor de estaño de los EE. UU. Se
le exige un pesado tributo que no tiene compensación alguna. Se le impone, conforme a
los acuerdos de Lima y La Habana “cumplir las obligaciones de cooperación y mutua
ayuda continental: estimular la producción de minerales y asegurar el normal
funcionamiento de las minas”. El gobierno ejecuta sumiso esta imposición. Prohíbe por
decreto del 12 diciembre de 1941 “todo acto que, directa o indirectamente tienda a
disminuir, perturbar o suspender la producción de minerales”. Dispone la “vigilancia del
ejército sobre los establecimientos mineros, petrolíferos”,- etc. En virtud de esas
medidas se intensifica la explotación de los trabajadores, sin ninguna mejora en sus
remuneraciones ni en la atención médica, vivienda, pulpería y demás servicios sociales.
A título de “cooperación y mutua ayuda continental” se favorece ampliamente las
ganancias de los monopolios capitalistas norteamericanos, el saqueo inaudito de
nuestras riquezas mineras, mediante la explotación de los más ricos filones de estaño y
67
se hunde en la mayor opresión a la clase obrera, cuya situación no puede ser más
grave.
Esta situación insoportable culmina con la huelga de “ollas vacías” iniciada en 1938 por
las mujeres de los obreros de las minas de Llallagua, a pesar de que las condiciones
impuestas a raíz dé la segunda guerra mundial agudizan la miseria de los trabajadores
de las minas.
En 1939 corresponde al autor de este trabajo cooperar directamente con los obreros de
la Patino Mines, en la fundación del Sindicato de Trabajadores Mineros de Llallagua, el
mismo que en 1942 confronta junto con el Sindicato de Oficio Varios de Catavi, el más
grande conflicto social hasta entonces conocido. La petición de aumento de salarios es
respondida con balas. El ejército desplegado en línea de combate ametralla niños,
mujeres y hombres indefensos. Más de cien muertos y cientos de heridos es el saldo de
la política del gobierno “de escarmentar” de una vez por todas a los obreros, cuyas
legítimas demandas son calificadas de “actos subversivos contra el orden constituido”.
La huelga de Catavi, denominada “huelga del estaño”, es considerada por el gobierno
como huelga que “obedece a móviles de carácter político extremista”, en su afán de
justificar lo injustificable, es decir, el crimen que comete con los obreros un gobierno
obsecuente e incondicional de la grande minería. Como una ironía, el presidente es
premiado después, por los EE. UU., con el título de Doctor Honoris Causa.
Fácil es comprender que, en esas condiciones, los trabajadores de las minas sientan un
creciente odio por los gringos que gerentan minas, ingenieros, capataces, etc, yanquis
que tienen cargos de mando en el trabajo, y, dada su desorientación, incluso simpaticen
con la Alemania nazi, por los sentimientos antinorteamericanos de ésta durante la
guerra.
68
La década del 40 es, ciertamente, de intensa agitación social y política. La masacre de
Catavi no es la última. Tampoco los partidos tradicionales de factura liberal ni Falange
Socialista Boliviana, fascista, ni el Partido Obrero Revolucionario, trotskista, son los
únicos que actúan en el país. Surgen en la arena política partidos nuevos. El Partido de
la Izquierda Revolucionaria, de tendencia democrática reformista, nace del Congreso de
Izquierdas en julio de 1940, bautizado con la persecución y las balas de los jóvenes
falangistas protegidos por el Ministerio de Gobierno. El Partido de la Izquierda
Revolucionaria llega a controlar el movimiento obrero; pero, el caudillismo y las
veleidades pequeño burguesas de sus máximos dirigentes, frustran esta importante
fuerza política, hasta llegar a su propia liquidación. En 1941 aparece el Movimiento
Nacionalista Revolucionario influenciado por la Doctrina del Nacionalsocialismo alemán.
Ese mismo año fracasa el putch nazi en el que se hallan comprometidos el alto dirigente
de la logia Santa Cruz, capitán Elías Belmonte y el embajador alemán en Bolivia.
La difícil situación nacional, agravada par la segunda guerra mundial, crea un ambiente
propicio para la agitación demagógica de los problemas económicos y políticos más
importantes e inmediatos. De ahí que el golpe dc estado de las logias militares y el MNR,
instaure un nuevo régimen militar en 1943. Este golpe es saludado por los trabajadores
mineros, víctimas de masacres y persecuciones constantes por cl gobierno depuesto. Es
pues cierto lo que dice Codovilla: “La característica de los movimientos nazifascistas en
todos los países, es la de agitar los problemas de orden político y social mas candentes,
y por cuya solución luchan las masas, y presentarse ante éstas como luchando contra
los intereses que en realidad están defendiendo.” El gobierno del My. Gualberto
Villarroel, que cuenta con la colaboración de FSB, tiene la misma orientación que el
GOU (grupo de oficiales unidos) argentino de Farrel-Perón-Peluffo, y de Morínigo en el
Paraguay.
69
manufacturados a precios altos, lo que permite a los empresarios cumplir a medias el
decreto del 3 de abril de 1945, que dispone la venta obligatoria de la totalidad de divisas
provenientes de la exportación de minerales. La verdad es que EE. UU. compra a
precios bajos y vende a precios altos. El mismo gobierno del MNR dice: “...incluso la
cantidad de minerales que podemos exportar, se encuentra fuera de nuestro control,
puesto que está regulada por acuerdos internacionales. De ese modo, el ingreso bruto
del país, en dólares, disminuye por el doble concepto de los precios bajos y la
exportación obligatoriamente regulada. Esta situación se agudiza porque los precios de
los artículos manufacturados que debemos importar, no bajan en la misma proporción”
(93)mas, no sólo no bajan, sino que suben constantemente.
La Junta organizada a raíz de ese acontecimiento, no tiene otra finalidad que presidir las
elecciones de 1947; y cuando trata de negociar un mejor precio para el estaño, corre la
misma contingencia que el gobierno anterior y los posteriores. Entonces se pretende
justificar el bajo precio, argumentando que EE. UU. tiene fuertes reservas y que por
tanto puede no comprarnos. Sin embargo, la realidad es otra, El consumo es mayor que
la producción mundial. En 1946, el consumo es mayor que la producción en 19.624
toneladas métricas y en 1947, la producción es menor que el consumo en 22.758
toneladas. EE. UU. ejerce, pues, un rígido control sobre el precio de esta materia prima
estratégica, dada su escasez.
70
A causa de estos fenómenos, Bolivia confronta una grave situación económica en los
años del 50. Pero, la agresión norteamericana contra el pueblo de Corea, en esas
circunstancias de “competencia libre”, impulsa la industria y por tanto la demanda de
materias primas. El estaño alcanza un precio récord: 1,83 dólares por libra fina. Ante
este hecho “insólito”, EE.UU. abandona la libre competencia e interviene nuevamente.
Regula a voluntad cuotas y precios. Bolivia inicia gestiones en defensa del precio, que
de u$s. 1,83 baja a 1,03 la libra fina. A propósito, la memoria anual de 1950 del Banco
Central de Bolivia dice: “La coyuntura, por consiguiente, es favorable. Pero no debe
descartarse la posibilidad de que si, debido al libre juego de la oferta y la demanda, el
precio continúa en ascenso, el gobierno de EE. UU. restablecerá el control sobre el
consumo del estaño, imponiendo finalmente un precio unilateral que convenga a sus
intereses, sacrificando los de los productores, como lo hizo durante la segunda guerra
mundial.” Estos son los ajetreos a los que se halla sometido el pueblo boliviano.
En las elecciones de mayo de 1951, triunfa la candidatura del MNR; pero Urriolagoytia
que ya desplazara a Hertzog, entrega el poder a una Junta Militar que gobierna con
FSB. Este es el acto más torpe de la historia “democrática” de Bolivia, condenado por la
opinión internacional del Continente y repudiado por las mayorías nacionales, que hacen
abierta oposición a la Junta. Si además se tienen en cuenta las pésimas condiciones de
vida de la clase obrera, de los campesinos, empleados públicos, maestros, etc.; si se
tiene en cuenta la deficiente atención de los servicios sanitarios, educativos, culturales y
la ausencia de libertades democráticas, fácil es comprender que la explotación y la
opresión acumuladas a lo largo de medio siglo de dominación imperialista, configuran un
estado social y político, realmente explosivo.
71
VII. INSURRECCION POPULAR DE ABRIL DE 1952.
GOBIERNO DEL M.N.R.
72
Poco antes de la insurrección, la oposición a la Junta adquiere proporciones enormes y
ya la misma gente sencilla advierte cómo se asoman negros nubarrones, que presagian
una gran tormenta política. Justamente, debido a estas condiciones explosivas en que
ya actúa el Partido Comunista, la grande minería y el latifundismo, pretenden anticiparse
al estallido insurreccional que irremediablemente se avecina. De ahí que lancen al
“hombre fuerte” de la Junta, general Seleme, a una nueva aventura golpista, el 9 de abril
de 1952, arrastrando en ella a los regimientos de carabineros de la guarnición de La
Paz, que luchan contra el ejército y el Colegio Militar, movilizados por el presidente de la
Junta, general Ballivián. Pero, ni unos ni otros cuentan con el pueblo que está cansado
de esa opresión, largamente soportada y sin perspectivas de solución. Es por esto que
la intervención de la mayoría del pueblo, particularmente de los trabajadores mineros,
fabriles, constructores y otros, convierten el fallido golpe de estado, en. una insurrección
popular de insospechadas proyecciones históricas.
Las jornadas de abril son jornadas de victoria del pueblo, que derroca a los consorcios
mineros y al latifundismo, hasta entonces gobernantes por más de 50 años. Son
jornadas que destruyen en épicas batallas a los militares, al ejército autor de todas las
masacres de campesinos y obreros y guardián de los “barones del esta. no” y de los
“aristócratas del campo”.
Las masas populares arriadas y victoriosas imponen al MNR en el poder. Pero esto
tampoco es casual. La verdad es que este partido de composición heterogénea, en el
que militan desde burgueses radicales hasta latifundistas, pequeños burgueses,
campesinos y obreros, no ceja en la oposición su campaña contra la “oligarquía minero-
feudal” desde su derrocamiento junto con las logias militares en julio de 1946. Adopta
posiciones antiimperialistas que le permiten aglutinar en sus filas importantes sectores
de todas las fuerzas progresistas de la Nación. Prueba de este antiimperialismo es el
pronunciamiento de Víctor Paz Estenssoro en noviembre de 1951, con motivo del
acuerdo firmado el lº de octubre por el gobierno con las Naciones Unidas, a base del
Plan Keenleyside; “Mientras en todo el mundo —dice-— los países coloniales y semico-
loniales rompen sus ataduras que limitan su soberanía política o económica, venciendo
una etapa más en la marcha hacia la libertad, Bolivia retrocede y entrega el poder
público de la nación a un grupo de extranjeros... El llamar “asistencia técnica” a lo que
en realidad es “asistencia política” y la dádiva de doscientos mil dólares que las
Naciones Unidas hacen a la Junta Militar de Gobierno para que aparezca contratando a
los “expertos” extranjeros que han de asesorarla, son simples formalidades para salvar
apariencias. No alcanzan, empero, a ocultar el significado real de la entrega del gobierno
de Bolivia a los “técnicos” extranjeros con jerarquía igual o superior a las del presidente
do la República, ministros de Estado, directores generales, contralor general, gerente del
Banco Central, etc.”... “Tan evidente es la pérdida de la soberanía de Bolivia-continúa-
que la United Press, al trasmitir tal información desde Nueva York, al resto del mundo, la
comentó así: «la entrega de cargos de responsabilidad a extranjeros es un experimento
sin precedentes, que se espera será observado con interés por otros países en
condiciones parecidas a las de Bolivia»...”
V. Paz Estenssoro critica duramente los objetivos del Plan Keenleyside, que los resume
en los siguientes puntos: “a) disminución de los impuestos sobre la exportación de
73
minerales, para ir luego a su supresión, sustituyéndolos dentro de un impuesto refundido
sobre la utilidad neta de las empresas. En la práctica, esto significa rebajar
considerablemente la contribución real de la minería, pues se hará efectivo el menor
pago de impuestos sobre las exportaciones sin que sea remplazado cuantitativamente
por la evasión, a que tan habituadas están las compañías; b) mayores impuestos sobre
la propiedad inmueble y sobre el consumo de artículos de producción nacional e
importados, así como una más estricta cobranza de tales gravámenes lo mismo que del
impuesto a la renta de los profesionales; c) adquisición de divisas, a tipos de cambio
establecidos «sobre bases reales», esto es, en oil nivel del mercado negro o en uno muy
próximo a él; d) pago de la amortización e intereses de la deuda ‘pública en dólares,
dentro de las condiciones estipuladas por el gobierno de Urriolagoytia. con el Comité de
Tenedores de Bonos”.(95)
La activa lucha de este partido contra la “oligarquía minero feudal” y contra la ingerencia
imperialista en todos los aspectos de nuestra vida, hace que el pueblo, lleno de fe y
optimismo en su triunfo, deposite su esperanza en el MNR. Este apoyo no es gratuito. El
MNR contrae en la lucha misma de la insurrección, el serio compromiso de trabajar por
la independencia nacional, por el bienestar material y cultural de la Nación y asume una
grave responsabilidad ante la historia y ante el pueblo.
74
¿ Por qué debió nacionalizarse la grande minería y por qué realizarse la reforma
agraria? Para responderse es necesario resumir en síntesis las características de la
economía boliviana.
La CEPAL anota en Desarrollo Económico de Bolivia, que este país, con un nivel dc
producto bruto de u$s. 248 millones en 1950, es decir, 82 dólares por habitante —el más
bajo comparativamente con 12 países del Continente-—, es uno de los más atrasados
en su desarrollo económico. ¿ A qué se debe esta situación? Se debe a su tremenda
dependencia del imperialismo yanqui. En efecto, el pulso de la vida nacional se anima
cuando el volumen y el precio de su exportación fundamental aumentan, y decae,
cuando éstos bajan; pero, volumen y precios dependen de las fluctuaciones cíclicas del
mercado capitalista y dc las manipulaciones de los monopolios capitalistas
internacionales. Por eso se dice que nuestra economía es demasiado vulnerable. En
realidad, todas las actividades de la Nación están condicionadas por esta dependencia.
75
Bolivia, de todos los medios para eludir sus obligaciones con el fisco y, en último
análisis, dictan la política impositiva que conviene a sus intereses, facilitando la
cuantiosa fuga de capitales al extranjero, dejando en cambio, migajas para el Tesoro
Público, hambre, miseria y enfermedades para los trabajadores, cerros perforados y
equipos e instalaciones mineras, totalmente desgastados.
La verdad es que todas estas causas que traban el desarrollo industrial del país, son ya
efectos de una economía esencialmente estañífera.
76
pitalismo estadounidense. No obstante haber producido fabulosas riquezas, este pueblo
se debate en la miseria, atrapado como deudor impenitente en las tenebrosas redes
financieras y diplomáticas del imperialismo yanqui. Con esfuerzos y sacrificios
verdaderamente dramáticos, pugna por romper sus cadenas. Sometido a los dictados de
los multimillonarios de Wall Street, que operan desde el Departamento de Estado
norteamericano, es apenas productor de materias primas, mercado para la venta de
artículos extranjeros y zona de influencia e inversión de capitales financieros; en suma,
apéndice y reserva de la industria monopolista de EE.UU.
Treinta años de prédica sobre esta realidad y el dolor hecho carne en la conciencia del
pueblo de la insurrección de abril, imponen la nacionalización de las minas de Patiño,
Hochschild y Aramayo.
El gobierno del MNR, surgido bajo la presión de las masas en ascenso, inicia una serie
de medidas previas a la nacionalización. Por Decreto Supremo del 13 de mayo de 1952,
crea la Comisión encargada de estudiar las bases, procedimientos y condiciones para la
nacionalización mediante expropiación de las minas controladas o pertenecientes a las
empresas que forman los grupos Patiño, Hochschild y Aramayo”. El plazo para que ésta
presente su informe es de 120 días. El Decreto Supremo del 2 de junio establece el
monopolio estatal sobre la exportación de minerales, y otro de la misma fecha
reglamenta el anterior. El Decreto del 2 de octubre de 1952v crea la entidad autónoma
denominada Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL), “que estará en relación con el
Poder Ejecutivo por intermedio del ministro de minas y petróleos” y que tendrá por
objeto: “explorar, explotar y beneficiar los minerales de los yacimientos mineros que el
gobierno de la Nación le asigne”; “la comercialización y la exportación de los productos
77
minerales... “, “la importación de maquinarias, herramientas, materiales, implementos de
trabajo minero y artículos de pulpería tanto para la atención de sus necesidades como
las del resto de la minería nacional”. A la COMIBOL se le faculta asimismo, constituir
empresas mixtas “para la mejor explotación de determinadas minas a su cargo”. El direc-
torio de la COMIBOL se constituye con siete miembros elegidos por el Ejecutivo, siendo
dos de ellos elegidos de “una terna propuesta por la Federación Sindical de
Trabajadores Mineros de Bolivia”. Por Decreto dcl 7 de octubre se intervienen “todas y
cada una de las empresas pertenecientes, controladas o administradas por los grupos
mineros Patino, Hochschild y Aramayo... con carácter de control o de gestión directa
según las circunstancias a juicio de la entidad interventora”. Esta medida se debe a que
“las delegaciones destacadas por la Comisión encargada del estudio de la nacio-
nalización de las minas, a los centros de trabajo de las mencionadas empresas, para el
acopio de informaciones necesarias a su cometido1 así como los agentes del Banco
Minero de Bolivia en los puertos del Pacífico, han evidenciado que dichas empresas han
impartido instrucciones y adoptado medidas que comprenden la cancelación de los
pedidos de maquinarias, repuestos, herramientas, implementos, pulpería, etc., etc. y la
detención de los mismos efectos• que ya fueron pedidos, en los puertos de tránsito, lo
que descubre la intención manifiesta de perjudicar la producción nacional procurando la
falta de tales elementos necesarios y de reposición indispensable para la continuidad de
la explotación minera”. Además, el Decreto congela las cuentas corrientes de las
empresas en los Bancos, ya que éstas no pueden hacer gastos sin autorización de la
Corporación Minera de Bolivia, que es la entidad interventora.
Por fin, después de cinco meses y medio de creada la Comisión, por Decreto Supremo
Nº 3232, del 31 de octubre de 1952, se nacionaliza la grande minería. El Decreto
comprende dos aspectos. El primero se refiere a “la reversión al dominio del Estado, en
toda su plenitud, de las concesiones mineras poseídas actualmente, a cualquier título,
por todas y cada ana de las empresas nombradas en el inciso siguiente, que son las que
integran los grupos Patiño, Hochschild y Aramayo”. El segundo aspecto se refiere a ~‘la
expropiación en favor del Estado, por causa de utilidad pública” de todos los bienes de
minería pertenecientes a las “empresas Patiño Mines & Enterprises Consolidated Inc.,
Bolivian Tin & Tungsten Mines Corporation, con su subsidiaria Sociedad de Estaño
Araca, compañía Minera y Agrícola Opioca de Bolivia; Compañía Huanchaca de Bolivia,
Compañía Minera Unificada dcl Cerro de Potosí, Compañía Minera de Oruro, con sus
subsidiarias Compañía Estañífera y Vinto y Sociedad Estañífera de Morococala;
Empresa Minera Matilde, Minas Pampa Grande, Empresa Minera Bolsa Negra; Grupo
Minero Venus y Companie Aramayo de Mines en Bolivia 5. A.; las instalaciones
industriales pertenecientes a Mauricio Hochschild S. A. M., destinadas a la explotación
minera, así como todo lo que, perteneciendo a las nombradas empresas se juzgue
necesario para el descubrimiento, exploración, explotación, beneficio, trasporte y dis-
tribución de la industria minera
78
interés anual del 3 % sobre las sumas consignen esa apreciación provisional. El mismo
Decreto establece el “control obrero”, con “la participación de los trabajadores,
mediante delegados, en la administración local de cada una de las minas nacionali-
zadas”.
Existen, pues, fundadas razones para que las masas populares depositen su confianza
en el MNIR, confianza en que su triunfo en la insurrección popular no será defraudado.
De ahí que cuando el gobierno del MNR nacionaliza las minas, obedeciendo al clamor
nacional antiimperialista de las grandes masas populares, logra el apoyo decidido de
éstas. A. su vez, los trabajadores creen de buena fe que el MYR puede impulsar el
desarrollo de la industria minera, haciendo de ella una fuente próspera de trabajo y de
recursos que apuntalen el desarrollo independiente de la Nación. Confían en que puede
seguir el camino de la liberación nacional. Confían en que puede orientar una política
nacional en defensa de los precios de las materias primas exportables, por la única vía
democrática, es decir, ampliando las relaciones internacionales de Bolivia con todos los
Estados del mundo. Debido a esa euforia de los primeros momentos siguientes a la
victoriosa insurrección popular, los trabajadores no alcanzan a darse cuenta de que el
79
MNR al poner sus intereses partidarios, en realidad, los intereses de clase de una
burguesía vacilante y claudicadora, por encima de los intereses nacionales, inicia desde
ese momento el viraje de capitulación ante el imperialismo yanqui. Los hechos con su
muda elocuencia, pero irrefutables, prueban esta afirmación.
Medio siglo de la historia de Bolivia prueba que los monopolios que dirigen consorcios
internacionales, manipulan en las cuotas y precios de los minerales, dirigen el mercado
mundial capitalista y operan a través de organismos oficiales como la Reconstruction
Finance Corporation (RFC) de los EE. UU. La ley económica fundamental del
capitalismo monopolista consiste en la obtención de las mayores ganancias a costa de
cualquier sacrificio de los países coloniales y dependientes como el nuestro y aun a
costa de la guerra.
A esta dependencia que impide ejercer el derecho de producir y vender a quien ofrezca,
mejores condiciones, se suma la mala administración de la COMIBOL, que según
decreto de su creación, tiene la facultad de constituir empresas mixtas “para la mejor
explotación de determinadas minas a su cargo”, lo que significa abrir la puerta trasera
para facilitar el retorno de capitales financieros, que en un momento dado volverían a
adueñarse de las minas nacionalizadas.
Con respecto a la mala administración de la, COMIBOL, debernos aclarar que la crítica
situación de la minería, no se debe exclusivamente, esa, mala administración. El
desorden y la deficiencia de dirección técnica, económica, comercial, etc., son la
consecuencia inevitable de la, política económica del gobierno, política delineada
conforme a la naturaleza de las relaciones internacionales de Bolivia, dado su carácter
dependiente. Si bien la falta de dirección y la, deficiencia, administrativa se han
trasformado en una de las causas da la creciente elevación de los costos do producción,
en cambio, no constituyen la única causa de las cuantiosas pérdidas de las minas
nacionalizadas.
80
desarrollo industrial, la desarticulación económica del país, la fuga constante de
capitales, los procesos inflacionarios, los continuos ensayos de políticas económicas
inadecuadas, la reciente miseria del Estado y del pueblo, etc., tienen su origen en esa
dependencia. Esta es, pues, la verdadera causa, para que las minas nacionalizadas
hayan llegado al borde de la quiebra. Esta, es la causa que determina una situación
económica nacional cada vez más aflictiva.
Como se ve, la exportación en los años 1957 y 1958, es apenas algo más de la mitad de
lo exportado en 1952.
Con respecto al zinc, el total exportado en 1952 es 35.618.679 kls. fino y en 1958 baja a
menos de la mitad, o sea, 14.222.065. La exportación de wolfram en 1952 alcanza a
2.224.338 kls. fino y en 1958 sólo a 1.337.472. El plomo de 30.013.241 kls. fino en 1952
disminuye en 1958 a 22.814.665. El cobre de 4.703.123 kls. fino en 1952, baja en 1958
a cerca de la mitad, o sea, 2.873.871. El antimonio de ~.805.693 en 1952, disminuye a
5.277.577 en 1958, etc., etc.
81
Año Total por export. de min. COMIBOL Sólo por estaño
$us. $us. $us.
1952 135.986.571 92.547.787 83.722.313
1953 109.486.596 83.511.306 72.435.623
1954 98.664.584 70.637.898 57.677.402
1955 97.761.404 72.414.793 57.273.360
1956 99.969.856 75.410.339 59.257.063
1957 88.423.783 63.154.691 57.377.144
1958 55.130.352 40.139.665 36.284.971
Los ingresos por exportación de minerales declinan sistemáticamente al extremo de que
en 1958 es menos de la mitad del ingreso que por el mismo concepto en 1952. ¿ A qué
se debe esta situación que lleva a la más grande empresa económica del país al borde
de la quiebra? La respuesta surge por sí misma. Esta situación se debe al control que el
imperialismo ejerce no sólo sobre este renglón básico de la economía boliviana, sino
sobre todos y cada uno de los aspectos de la vida nacional.
82
tiempo más la base de la economía boliviana, tal como afirma el mismo gobierno en su
Plan de Política Económica publicado en 1955 es, pues, la causa fundamental de la
crítica situación de la COMIBOL.
Qué quiere decir el presidente de Bolivia en su mensaje? Quiere decir: 1º) que Bolivia
sigue siendo como antes de la nacionalización de las minas, un país dependiente de los
monopolios capitalistas extranjeros, particularmente norteamericanos. Esto explica su
“extremada vulnerabilidad” a las fluctuaciones cíclicas del mercado mundial capitalista y
a las manipulaciones del imperialismo; 2º) que pese a los “esfuerzos” del gobierno para
diversificar el comercio de exportación, el estaño sigue siendo el principal producto de
exportación en la proporción de ‘‘seis décimas”; 3º) que el mercado mundial capitalista
no ofrece ninguna seguridad ni garantía para la exportación boliviana, puesto que “las
grandes alteraciones de precios como en el caso del wolfram”, o la inelasticidad de la
demanda “como en el caso del bismuto”, o las grandes restricciones proteccionistas de
los EE. UU. “como en el caso del plomo” y del zinc, fijan condiciones externas
inexorables”, cuya “aceptación recomienda el presidente de la República, señalando la
“vía del sacrificio” y de la resignación jesucristiana para salir de esta situación. Pero el
pueblo no puede aceptar esas “condiciones inexorables” ni es patriótico que siga la “vía”
señalada por el gobierno, sin perspectivas de solución. Esto significaría renunciar a la
lucha para romper precisamente esas condiciones que reatan a Bolivia en una
dependencia que determina su atraso y su miseria. Significaría el renunciamiento al
ejercicio del derecho de soberanía y autodeterminación nacional.
La verdad es que tales condiciones impuestas por el imperialismo, prueban una vez más
la inestabilidad del mercado mundial capitalista, la crisis general por la que atraviesa el
capitalismo como sistema económico social. Y en lo que respecta al gobierno do nuestro
país, prueba la ausencia de una política de defensa de los intereses nacionales.
Es por eso que la COMIBOL, al ajustar su política minera a la línea trazada por el
gobierno en función de los intereses del imperialismo, está lejos de orientar la
diversificación de la economía minera. Por eso mismo, no obstante hallarse el
aprovisionamiento nacional de medios de pago estrechamente ligado a la cantidad y
83
precio de exportación del estaño, ante la caída de este mineral, la COMIBOL no puede
aprovechar las condiciones favorables que se presentan en el mercado internacional del
cobre, por ejemplo. En efecto, de octubre de 1954 a septiembre de 1955, EE. UU. y
Gran Bretaña —según CEPAL— debido a la escasez de este mineral, se ven obligados
a recurrir a sus reservas estratégicas, utilizando de ellas EE. UU. 65.000 toneladas. La
consecuencia del aumento de la demanda de cobre, es que su precio sube de 36
centavos de dólar la libra fina durante el primer trimestre de 1955 a 43 ctvs. en septiem-
bre del mismo año. Entre tanto,, la producción de este mineral en Bolivia disminuye
constantemente. De 4.076 toneladas finas en 1952 baja a 3252 en 1955 y a 2.249 en
1958.
84
irresponsables”. A renglón seguido propone una “nueva política de la minería
nacionalizada” a fin de cumplir “estrictamente las nietas fijadas por la Revolución
Nacional “. Tal política la condensa. en los siguientes puntos: “1) Organización del
Servicio Geológico. 2) Reducción del personal técnica pagado en dólares e instalación
de éste en trabajos de campo. 3) Reducción burocrática y agilización de la maquinaria
administrativa. 4) Trasformación de las •pulperías en un sistema de cooperativas. 5)
Capitalización a corto plazo... 6) Plena coordinación con la minería cooperativa privada...
7) Estímulo enérgico a la instalación y mejoramiento de fundiciones...” y, concluye:
“Estas no son, simplemente, condiciones para un nuevo régimen técnico y financiero de
COMIBOL y la minería boliviana: son las condiciones para la independencia económica
de Bolivia. Es, ni más ni menos, el precio de la libertad.”
A fin de tener una idea más o menos completa del estado actual de la minería boliviana,
es necesario anotar que el Informe Ford Bacon & D ‘Avis, sostiene que cerraron más de
1.600 minas privadas. La CEPAL afirma, a su vez, que la COMIBOL mantiene 6.000
obreros supernumerarios. Por su parte la Corporación Minera de’ Bolivia expresa
textualmente, que hay “un aumento persistente en los costos de producción donde la
labor total ascendió desde el 35 % que significaba en las ex empresas mineras, antes de
la nacionalización, hasta el 45 % en la actualidad”; mientras que el valor bruto de la
producción anual de $us. 98 millones, en cifras redondas, en 1952v, baja a u$s. 42
millones en 1959. Dice, además, que hay baja en la ley de cabeza de minerales en casi
todas las empresas, presentándose el problema de las empresas marginales y
submarginales; y, según el cuadro de operación en la gestión dc 1958, la pérdida
~‘global de la COMIBOL asciende a Bs. 177.910.588.66.(96)
85
supernumerario.” En este punto propone la desocupación de 5.006 obreros, sobre los
8.500 ya echados a la calle por la COMIBOL. 2) “Descongelamiento de precios de
artículos de pulpería.” Se refiere a cuatro artículos cuyos precios se hallan congelados
por acción de los sindicatos en defensa del salario real, frente a la política de
“estabilización monetaria”, impuesta por el Fondo, Monetario Internacional en diciembre
de 1956. En realidad, los artículos de precios congelados, entre ellos la carne, se vende
a los obreros en forma dosificada. Una sola vez, a la semana come carne la familia
obrera de las minas nacionalizadas. 3) “Revisión de las cotizaciones para seguridad
social.” Se trata de reducir las cotizaciones de la COMIBOL a la Caja Nacional de
Seguridad Social, lo que significaría transferir el estado de falencia de la COMIBOL a la
C.N.S.S. y, 4) “disminución de los gastos generales”. Se refiere a gastos de “comisiones
sindicales”, “beneficios graciosos”, “uso arbitrario y desmedido de los medios de
movilidad, despilfarro de explosivos y materiales de trabajo en general, etc.” Para el
“Aumento dc la Producción”, plantea estos puntos:
86
última prueba contundente. Toda la producción de estaño de alta ley, hasta 1965, se
halla hipotecada a esas fundiciones; y, parte de ese empréstito ya se ha empleado con
fines distintos para los que fuera obtenido. Pretender salvar las minas nacionalizadas
siguiendo la corriente de la dependencia que amarra al país por un cordón umbilical de
estaño al imperialismo, es como querer salvar el barco que se hunde en alta mar,
abriendo más los agujeros por los que penetra el agua.
Total 171.9 176.9 178.8 183.1 189.8 180.8 194.0 195.5 201.2 165.4
Capitalismo 114.3 153.3 140.7123.8 126.1 135.3 149.2 154.3 150.7 145.0
Socialismo 14.8 17.0 17.7 19.1 19.8 20.0 25.0 25.0 28.5 28.5
Total 129.1 170.3 158.4 142.9 145.9 155.9 174.2 179.3 179.2 173.3
87
Según estos datos, el consumo del estaño en el mercado mundial capitalista es siempre
menor que la producción. Este es un dato muy importante. Por otra parte, los cuadros
anteriores muestran las fluctuaciones acentuadas del aumento y la disminución del
consumo. Esas fluctuaciones corresponden a los períodos de recesión operados en la
economía capitalista. Esta es otra prueba de la inestabilidad del mercado mundial
capitalista. Por eso, tanto EE. UIT. como Inglaterra, forman sus stocks de reserva,
precisamente en los’períodos de precios bajos, causando mayor daño a los productores.
El mismo documento afirma que EE. UU. tiene un considerable stock de metales
llamados estratégicos, razón ésta para que haya reducido casi completamente su
demanda de estaño, colocando en situación de verdadera ruina a sus tradicionales
proveedores como Bolivia. Inglaterra tiene también un stock de más de 20.000 toneladas
de estaño, que entrarán al mercado en el período de junio de 1960 a junio de 1961, “en
que continuará el control de precios”. No debe perderse de vista que este país vende el
estaño boliviano fundido por William Harvey. De todos modos, los únicos perjudicados
son los países productores.
En realidad, todos estos datos no hacen otra cosa que confirmar nuestras afirmaciones
en el sentido de que el mercado mundial capitalista no ofrece seguridad ni garantía para
la exportación de minerales de Bolivia, mientras que el marcado mundial socialista, dada
la irregularidad con que aumenta el consumo de minerales, abre la perspectiva de
seguridad para nuestra exportación.
Cuando en enero de 1958, el excelentísimo señor presidente Dr. Hernán Siles Zuazo,
deseara conocer mis impresiones recogidas en la Unión Soviética, me invitó a conversar
en Palacio, dándome de este modo la ocasión de informarle sobre las ventajas que
88
significaría para el pueblo boliviano el establecimiento de relaciones comerciales con la
Unión Soviética. El interés demostrado por el. Dr. Siles hizo que me pidiera una relación
escrita, la misma que en sus partes salientes dice: “El establecimiento de relaciones
comerciales con la Unión ‘Soviética tiene para Bolivia una extraordinaria importancia
tanto como medio de defensa de los precios de las materias primas, como para el
desarrollo independiente de la economía nacional.
“Hasta hoy, nuestras exportaciones dirigidas a los EE. IJIJ. o en el mejor de los casos a
Inglaterra, son tierra o «casa» que contiene concentrados de bajísima ley. Los fletes de
ferrocarril y vapor, las tasas de seguro, derechos e impuestos sobre el tonelaje de tierra
exportada, comisiones de fundición, etc., pesan perjudicialmente sobre la economía del
país.
“Hay que agregar a todo esto que los EE. UU. según es de conocimiento público, han
resuelto gravar con fuertes impuestos sus importaciones de plomo, zinc y otros
minerales, lo que abre una perspectiva sombría a la actividad económica fundamental de
nuestro país.
“Por otra parte, con la exportación de concentrados de baja ley proporcionamos a costa
de la explotación de nuestros obreros, fabulosas ganancias a los monopolios que tienen
a su cargo la fundición de nuestros minerales en el extranjero, cuando en realidad con la
instalación de hornos de fundición en ‘el país, podrían crearle nuevas fuentes de trabajo
para el pueblo boliviano.
“La Unión Soviética, para el caso de que el gobierno decidiera gestionar oficialmente
estas relaciones, estaría dispuesta a facilitar ingenios y hornos de fundición para toda
clase de minerales y a prestar ayuda con personal técnico hasta la formación de
nuestros propios técnicos, por el tiempo que viera conveniente el gobierno de Bolivia.
“La instalación de ingenios para los diversos minerales que posee Bolivia, permitiría la
diversificación de la economía minera.. La instalación de hornos de fundición, abriría
nuevos mercados internacionales ya no para la venta de minerales, sino de metales, y
constituiría asimismo, un paso decisivo hacia la industrialización, es decir, hacia la
fabricación de hojalata, cañería, alambres, etc.
“La Unión Soviética se interesa por comprarnos cantidad d.c plomo y cobre...
“Cuál es la razón por la que no se impulsa la explotación del plomo y del cobre, mientras
empresas norteamericanas han hecho peticiones de miles de hectáreas de yacimientos
cupríferos con fines de reserva? La razón está en que por nuestra dependencia econó-
89
mica y la consiguiente limitación de relaciones comerciales, Bolivia se ha configurado
como un país monoproductor esencialmente estañífero.
“La Unión Soviética está dispuesta a instalar plantas concentradoras, ingenios y hornos
de fundición para este mineral, para el plomo y otros, con facilidades de pago a plazos
convenientes, y a prestar ayuda con personal técnico, en la forma ya indicada.”
POLITICA PETROLERA
Vivimos una época que se caracteriza por el paso del capitalismo al socialismo, una
época que se caracteriza por el desarrollo incesante de la ciencia, la técnica, la
economía y el bienestar material y cultural de los pueblos en el sistema mundial
socialista. Una época que se caracteriza a su vez por la decadencia del sistema mundial
capitalista, debido, precisamente, al desarrollo del socialismo y del movimiento de
liberación nacional que aceleran la descomposición del imperialismo y, por tanto, del
sistema colonial. Estos hechos agudizan las contradicciones capitalistas y agravan la
crisis general del capitalismo. Es acertada la opinión del diputado conservador inglés, Sir
Robert Boothby, que en el Daily Express del 10 de octubre de 1957 escribe: “Occidente
cede las posiciones al comunismo. El comunismo es el líder en cualquier esfera, sean
los satélites, los cohetes, las armas de hidrógeno, la diplomacia o el desarrollo
industrial.”
90
las que el poder económico y político, hace tiempo está en sus manos. A este respecto,
F. Piskoppel, en la revista Tiempos Nuevos, Nº 6, de febrero de 1958, comentando el
libro El Imperio de los Magnates, Financieros , del economista norteamericano, Víctor
Peno, dice lo siguiente: “...nada tiene de particular que, en el actual gobierno de los
Estados Unidos, los Bockefeller sean los mejor representados... Los intereses del
imperio petrolero se hallan representados también por el secretario de Estado John
Foster Dulles... Hace tiempo sirve a los Rockefeller, unas veces de abogado de la Stan-
dard Oil of New Jersey, otras como miembro de los consejos de administración de las
numerosas corporaciones que controlan los reyes del petróleo
Después de esto es más fácil explicarse la política norteamericana con respecto a los
países de América Latina ‘y de otras partes del mundo, en los que los trusts petroleros
han clavado su garra. El problema del petróleo es un problema que se relaciona íntima-
mente con la independencia y la soberanía de Bolivia.
Es interesante anotar cómo don José María Dalence, según el citado libro, “se refiere al
descubrimiento de asfalto o pez natural en el departamento de Tarija por Barba en el
siglo xvii’’ como, durante el gobierno de Melgarejo, Mokst y Harres obtienen por
resolución del 9 de enero de 1867, la adjudicación de la provincia Salinas de Tarija,
“para extraer y purificar petróleo; y como también, Enrique Arias, “explorador infatigable”
según el doctor López, es el primero en lanzarse a las serranías de Hincahuasi en 1896.’
El libro se refiere además a las pruebas de destilación por el método Engler y a todas las
comprobaciones experimentales efectuadas, para afirmar que el territorio boliviano
cuenta con grandes posibilidades petroleras, que abarcan extensas zonas.
El Plan de política económica del actual gobierno (1955), corrobora esas “muy serias
posibilidades dc grandes acumulaciones de petróleo.. . “, y la CEPAL expresa, por su
91
parte, que la existencia de petróleo en territorio boliviano, se halla garantizada por los
estudios preliminares de la estructura geológica del país. Queda, por consiguiente,
descartada toda duda con respecto a la existencia de grandes mantos petrolíferos que
abarcan, aproximadamente, las dos terceras partes del territorio.
Como se sabe, las concesiones de Richmond Livening Co. y otras pasan a manos de la
Standard Oil Co. en 1922. Este hecho marca justamente la penetración del imperialismo
norteamericano en Bolivia, a través del reconocimiento de dichas trasferencias
petroleras, a través del empréstito Nikolaus, a través de la participación de accionistas
norteamericanos en las minas de Simón 1. Patiño, etc. La posguerra de 1914-18, marca
la etapa saliente del imperialismo yanqui en la América Latina, en la que,
sistemáticamente gana posiciones, desplazando muchas veces al imperialismo inglés,
así como a los imperialismos francés y alemán.
Ya en 1922, el doctor Pedro Nolasco López dice: “Las múltiples aplicaciones del
petróleo, ya como materia prima, combustible o lubricante y el éxito en la última guerra
europea, hacen que el precioso vellocino de oro líquido entre en el campo internacional y
desempeñe un papel importante...” “El pueblo debe intervenir en la solución de este
problema del petróleo, ya que como productor o consumidor es partícipe de los
beneficios que irradia o de la catástrofe próxima a encenderse.” Por ello considera este
problema entre “los primeros de la paz”. Alerta sobre la política de las grandes potencias
que se disputan la hegemonía económica del mundo, “respaldados siempre por su
poderío militar, bajo la etiqueta de Standard Oil Co. y Royal Duch Shell.”
En efecto, Inglaterra define su política petrolera en 1901 por intermedio del Lord del
Almirantazgo, Hume Long: “Si nosotros logramos asegurar las existencias de petróleo,
que ahora hay aprovechables en el mundo, podemos hacer después lo que queramos.”
92
“Nos hallamos en el dintel de las grandes oportunidades, y la Nación debe preocuparse
por ocupar la casa, antes que otros la ocupen y con ella la llave de todos los sucesos
futuros.”
Las previsiones del diputado Pedro Nolasco López, sobre la “catástrofe próxima a
encenderse” ‘se cumplen, cuando diez años más tarde los pueblos de Bolivia y del
Paraguay, que atraviesan una seria crisis económica1 como efecto de la crisis de 1929-
33, son arrastrados por la standard Oil Co. y la Royal Duch Shell a la guerra del Chaco
en 1932.
Los esfuerzos patrióticas del senador Abel Iturralde y del diputado Pedro Nolasco López,
en defensa del petróleo boliviano, son sin lugar a dudas, los valiosos antecedentes para
la nacionalización del petróleo después de la guerra del Chaco.
Por los años del veinte de este siglo, casi todos los países latinoamericanos, excepción
hecha de la Argentina que mantiene la nacionalización del petróleo, resuelven este
problema del modo más simple. Bolivia firma concesiones sin ninguna previsión del
futuro y acaso con desconocimiento de los acontecimientos internacionales.
La conciencia que hiciera el pueblo de Bolivia del carácter imperialista de la guerra del
Chaco, origina un movimiento nacional que impone la caducidad de las concesiones de
la Standard Oil, caducidad que se declara por decreto-ley del 7 de julio de 1936. Por
decreto-ley del 21 de diciembre del mismo año se organiza Yacimientos Petrolíferos
Fiscales Bolivianos (YPFB). La Ley Orgánica de Yacimientos se pone en vigencia por
decreto-ley del 6 de mayo de 1937 y por decreto-ley del 5 de noviembre del mismo año,
se declara reserva fiscal, asignándosele a YPFB todos los yacimientos petrolíferos de la
República. Así se inaugura la segunda etapa de la historia petrolera de Bolivia y con ella
una política de defensa nacional del petróleo.
93
Inicialmente las actividades de YPFB, son difíciles por la falta de equipos y la falta de
personal técnico.
La producción total de petróleo crudo de YPFB, organizada con el capital inicial de Bs.
10.000.000, alcanza en 1937 a un poco más de 20.000 m8, para ascender lentamente
hasta 1949, en que produce 107.700 m3, declinando los años siguientes hasta 83.500 m3
en 1952 (CEPAL).
94
invierten en la construcción de refinerías en Cochabamba y Sucre y el oleoducto Camiri-
Cochabamba, con un ramal a Sucre.
La tercera etapa de la historia del petróleo boliviano se inaugura con el cambio operado
a raíz de la insurrección popular de abril dc 1952, insurrección que origina uno de los
más grandes movimientos de masas registrados en la historia de Bolivia, por lo menos
es lo que va de los años trascurridos de este siglo. Esa insurrección, que permite
nacionalizar la grande minería y decretar la reforma agraria, da lugar a la justificada
esperanza del pueblo en el gobierno del MNR, sobre la posibilidad de medidas que
conduzcan al país hacia su liberación. Pero esas esperanzas quedan frustradas. El
gobierno inicia una política de vacilaciones y compromisos frente a la presión del
imperialismo y sus agentes. Vacila entre adoptar una política independiente o someterse
a las imposiciones norteamericanas. Abandona todo intento de defensa de los precios
del estaño y demás minerales, no obstante ser ése cl camino más seguro para
garantizar el desarrollo de la industria petrolera, de la agricultura, la ganadería, la
industria de trasformación, etc. Prefiere no oponer ninguna resistencia a la presión
imperialista y replegarse al intento de la “diversificación económica” con la “ayuda
americana”, dando margen a la carrera inflacionaria, de características galopantes, que
es precisamente la dirección señalada por el imperialismo, para penetrar a paso de
vencedor a la toma de posesión de nuestras riquezas naturales, fundamentalmente del
petróleo.
95
Esta política abre perspectivas sombrías para las minas nacionalizadas que, como se ha
visto, se hallan al borde de la quiebra, al igual que YPFB y todas las empresas
económicas del Estado.
En esta tercera etapa, especialmente los años 53, 54 y 55, el gobierno fomenta la
industria petrolera con la ilusión de sustituir el estaño con el petróleo, como producto de
exportación. Esta política tiene por supuesto, efectos efímeros.
“El gobierno actual tiene una política de puertas abiertas —dice el plan de referencia—.
Se han ofrecido, y se ofrecen ahora mismo, contratos especiales a los inversionistas
privados que se interesen en el desarrollo de la industria del petróleo boliviano. En
ejecución de esa política, se ha suscrito un contrato con una compañía americana que
96
se encuentra trabajando actualmente al sudeste dc Bolivia, y otra importante firma
americana está efectuando estudios preliminares con el mismo fin.
Sin embargo, es necesario destacar el aspecto positivo de esta tercera etapa. El impulso
dado a la actividad petrolera permite a YPFB demostrar que las empresas económicas
públicas responden a las aspiraciones nacionales y populares, garantizando la explota-
ción de los recursos naturales en bien del país.
El valor original del activo fijo —según datos de la CEPAL—— pasa de 29 millones de
dólares en 1952 a 56.400.000 en 1955. El valor real de $us. 22.700.000 a 39.200.000.
Las inversiones que desde la creación de YPFB alcanzan a $us. 23.100.000 y Bs. 251
millones, suman 20.300.000 dólares en divisas y 1.306 millones en bolivianos en los
años 1953, 54 y 55. Con este incremento de capital, YPVB logra ampliar sus actividades.
97
modo la liquidación de YPFB. Puede, ciertamente, tener otros errores más técnicos y de
administración. Pero, en todo caso, tales errores no son atribuibles exclusivamente a la
empresa como tal, sino a la política económica del gobierno. Por eso, lo fundamental no
es la crítica a YPFB, sino la defensa del monopolio estatal del petróleo y la lucha por la
modificación de la política del gobierno.
La política entreguista que atenta contra la soberanía por tanto contra la vida de una
empresa nacional como YPFB, no es simplemente el fruto de errores que pueden
cometerse aun teniendo una correcta orientación en defensa de los intereses
nacionales. Esa política es el fruto de una concepción política y filosófica proimperialista,
dirigida a frenar y destruir el movimiento de liberación de nuestro pueblo.
La cuarta etapa de la historia política del petróleo, es la llamada por el propio gobierno,
política de “puertas abiertas”. Se expresa en el decreto-ley del 26 de octubre de 1955,
que conforma el Código del Petróleo y, en el decreto reglamentario de éste, de] 24 de
enero de 1956, que caracterizan la política de concesiones, iniciadas ya en 1952, con las
otorgadas a Gleen Mc Carty. Esta política se complementa a las mil maravillas, con los
decretos mal llamados de “estabilización monetaria”, del 15 de diciembre de 1956, dicta-
dos en servicio de los trusts petroleros concesionarios del petróleo boliviano.
Antes de referirnos a las concesiones y al Código del Petróleo, conviene señalar algunos
aspectos dc la política petrolera del gobierno Siles, bajo el “Plan de Estabilización”. En
1957 se autoriza a los ferrocarriles la importación de fuel oil, a pesar de que YPFB
produce lo suficiente como para satisfacer las exigencias de dichos ferrocarriles. La
razón está en que YPFB cobra precios mayores que los del fuel oil venezolano, como
medio de defender su estabilidad frente a la política dirigida a su destrucción. Pero, en
tales condiciones, los ferrocarriles tampoco se resignan a cargar con el peso de una
subvención indirecta en favor de YPFB, una vez que su situación también está al borde
de la quiebra, debido a la política de “estabilización” y a la competencia del trasporte
automotriz impulsado, especialmente, por el punto IV de la llamada ‘‘ayuda americana”.
Así, el imperialismo yanqui golpea al imperialismo inglés que tiene el monopolio de los
ferrocarriles de la red Speyer y a los ferrocarriles del Estado.
Por otra parte, para financiar la primera etapa de la construcción del oleoducto Sicasica-
Anca, la Gulf Oil presta cinco millones de dólares que el gobierno debe pagar
convertidos en ocho millones, es decir, con el interés del 60 %. Iguales condiciones se
estipulan para la construcción de la segunda etapa del oleoducto, y como si esto fuera
poco, para iniciar esta segunda etapa —según la CEPAL— YPFB deberá contar con una
reserva probada de 200 millones de barriles y una producción mínima de 20.000 barriles
diarios. En caso de que le sobrara capacidad de bombeo, deberá preferir a la Gulf Oil a
fin de que esta empresa trasporte al Pacífico el petróleo que produzca en Bolivia, o sea
que, YPFB construye el oleoducto en servicio de la Gulf Oil.
Ahora bien, pese a que YPFB “ha elevado -dice la CEPAL— considerablemente la
producción, se, ha llegado a un punto en que para mantener el nivel alcanzado durante
un lapso prudencial (10 años), serían necesarias apreciables tareas de perforación de
pozos productivos y para aumentarlo con miras a lograr un incremento considerable de
98
las exportaciones, es indispensable una intensa acción exploratoria que posibilite la
explotación de nuevos yacimientos. Todo ello requiere fuertes inversiones que son
difíciles de realizar”. Esto quiere decir que se han dado todas las condiciones para liqui-
dar YPFB y entregar el petróleo a los trusts imperialistas que ya operan en Bolivia al
amparo de la antinacional Ley de Petróleos, aprobada sin ningún análisis por el
Parlamento boliviano. Este Poder Legislativo no cumple sus funciones. Al contrario, se
desprende de sus facultades específicas, otorgando facultades extraordinarias al Poder
Ejecutivo, que de tal modo ejerce una dictadura económica y financiera al servicio del
imperialismo norteamericano.
Las concesiones otorgadas hasta fines do 1957, abarcan un área de más de once
millones de hectáreas. Los concesionarios son: la Gulf Oil Co., uno de los siete
poderosos trusts petroleros que dominan el mundo capitalista. Tiene 31/2 millones de
hectáreas, incluidas ‘las áreas de la zona de Yacimientos Petrolíferos Fiscales
Bolivianos. La Standard Oil of California, otro de los siete poderosos trusts, con un millón
novecientos noventa y nueve mil doscientas noventa y cinco hectáreas (1.999.295). La
Shell Prospeeting, filial de la Royal Duch Shell, con 1.905.694, también otro de esos
grandes. Finalmente, otras cinco o seis empresas menores, subsidiarias de las siete
grandes. El total de las concesiones, con los permisos de reconocimiento pasa de los
setenta millones de hectáreas.
No creemos que el gobierno ignore la existencia del Cartel Internacional del Petróleo,
constituido por la Standard Oil of New Jersey, Standard Oil of California, Texas Oil
Company, Socony Vacum, Gulf Oil, Royal Duch Shell y Anglo Iranian. Los cinco pri-
meros norteamericanos y los dos últimos británicos, que, según el senador
norteamericano, Rennings, “controlan el comercio mundial del petróleo, lo cual les ha
permitido - precios excesivos que les proporcionan así beneficios abusivos...”
99
empresas petroleras en la Argentina, expresa: “Una de las causas es la situación
internacional: los consorcios petroleros están a punto de perder del todo las inmensas
riquezas del Medio y Cercano Oriente.” Finalmente dice: “Es necesaria la movilización
de la opinión pública -para que YPF no ceda. En tal sentido cl Movimiento Nacional de
Defensa del Petróleo, en el que personas independientes y de las más variadas
posiciones ideológicas coincidimos en la necesidad de la defensa del monopolio estatal,
como una forma de defensa de nuestra soberanía, es una importante contribución.”
Tampoco creemos que el gobierno ignore los resultados que dejan a los pueblos árabes
las empresas petroleras, que operan en esos países. El periodista francés Michel
Bosquet, citado por Hernán Piriz, dice al respecto: “El petróleo árabe, efectivamente, no
ha servido hasta ahora para el mejoramiento de los países árabes. En Arabia Saudita,
aún más que en el Irak, cada año se despilfarran 1.400 millones de pesos en palacios,
harenes y Cadillacs. En Kuwait, el productor más grande de petróleo árabe, un Emir que
reina sobre 150.000 súbditos recibe anualmente (de los occidentales, claro está)
2.100 millones de pesos que, distribuidos asegurarían a cada ciudadano una renta anual
de 14 mii pesos. Esos miles de millones, sin embargo, no los ha visto nunca ningún
árabe. Se acumulan bajo la forma de bonos del Tesoro en los cofres del Banco de
Inglaterra. Kuwait posee más de 15.000 millones de pesos de créditos sobre el Tesoro
británico y esos millones durmientes, que permiten a los ingleses vivir mejor, aparecen
ante los nacionalistas árabes como el agua y el pan que se les niega a sus pueblos
hambrientos.”
En cuanto al Código del Petróleo, la citada carta de la Comisión Política del Partido
Comunista, expresa su opinión en los siguientes términos: “Este Código constituye una
afrenta a la soberanía del país... El art. 104 dice: «Corresponderá al Estado una
participación o regalía del 11 % », etc... Si comparamos esta regalía con la que pagan
en otros países esos mismos trusts petroleros, encontraremos clara la estafa que hacen
al país... Así, tenemos en el Irak la ENI (Entidad Petrolera de Italia), que ofrece una
participación del 75%..... En Venezuela pagan el 50 %, que con más los impuestos
alcanza el 70 % ... En el Kuwait, la Gulf paga el 50 % aparte de los impuestos... Esto,
indudablemente, no significa que esas empresas imperialistas no saqueen las riquezas
de esos pueblos, sino simplemente que, si en ellos obtienen suculentas utilidades, cómo
no las obtendrán en Bolivia, con una legislación redactada por ellos mismos, mucho más
si por disposición del art. 120, esas regalías pueden rebajarse hasta el 7,5 %.
“El art. 102... indica que el monto de pago de patentes iniciales por explotación, por
hectárea, según las zonas se hará en esta forma: Zona 1, 40 ctvs. de dólar; Zona II, 30
ctvs.; Zona III, 20 ctvs., sumas que, francamente son irrisorias...
100
por disposición de los arts. comprendidos entre el 121 y el 128, ese 30 % resultará tan
exiguo y miserable, que no tendrá ninguna importancia, puesto que deberá obtenérselo
después de realizar una serie de deducciones como el 27 % por «factor de
agotamiento», «por valor bruto» de la producción dc petróleo, gas natural, asfalto natural
y demás sustancias extraídas y comercializadas, fuera de deducir los llamados «costos
de operación» que, en el fondo suponen «gastos de explotación», «costos intangibles»,
«amortización del activo intangible», aparte de la amortización del capital, etc., lo que en
los hechos constituye el fraude más descarado.
“También en este punto es importante señalar las ganancias que los trusts petroleros
imperialistas obtuvieron en 1955 en el Cercano Oriente, a fin de tener una idea acerca
de lo que obtendrán en nuestro país con un código como cl que redactaron para su uso
y abuso en Bolivia. En 1955 los monopolios norteamericanos e ingleses succionaron 150
millones de toneladas de petróleo con un costo total de 240 millones de dólares,
obteniendo en cambio, un beneficio líquido de 1.900 millones de dólares amortizando en
un solo año todo el capital invertido en esa zona. En Kuwait, los beneficios de un
trimestre fueron equivalentes a todo el capital invertido en dicho país. En EE.UU. habrían
sido necesarios de cinco a siete años, como mínimo, para amortizar ese capital. del
discurso de Mikoyán en el XX Congreso del P.C.U.S.].
“El político venezolano, Eduardo Machado, refiriéndose a Venezuela dice: «La Creole,
que en el último año tuvo ingresos de 780 millones y de 328 millones de dólares de
utilidades netas, es la joya más brillante de la corona de Jersey. La filial [La Creole],
contribuyó con el 40 % de las utilidades netas consolidadas de la Jersey en 1954.» Y
agrega: «... la Royal Duela Shell, la Gulf Oil, que poseen igual habilidad para los
negocios.., recibieron 420 millones. Hay que anotar que las empresas citadas y otras
tienen una inversión de 2.000 millones de dólares».
“Según el art. 132, las empresas petroleras imperialistas están liberadas del pago de
impuestos de importación y la exportación por cuatro años, de todo lo que traigan y 10
que vuelvan a sacar. Y no sólo esto, sino que por imperio del art. 135, quedan también
exentas del pago de todos los impuestos nacionales, departamentales, municipales y
universitarios creados o por crearse. Es decir, que tienen tales privilegios que ni en su
propio país de origen se les. habría reconocido, estando obligadas a entregar sólo las
regalías del 11 % y un 30 % de impuesto sobre las utilidades considerablemente
mermadas por la serie de deducciones a que nos hemos referido.
“De otra parte, el Código del Petróleo, además de asegurar ganancias suculentas a los
trusts, de conspirar contra los intereses económicos del país y de comprometer la
soberanía de la Nación, tiende-en forma clara e indubitable a la estrangulación de la
entidad fiscal YPFB, en la cual tuvo y aún tienen fundadas esperanzas el pueblo
boliviano. En efecto, si bien por el art. 159 se le reconoce a YPFIB,. el derecho exclusivo
de explorar y explotar dentro de la zona que’ se le tiene asignada..., en cambio, el 161
desnaturaliza completamente esa disposición cuando expresa: «Previa autorización del
Poder Ejecutivo [y no del Parlamento que representa al pueblo] mediante resolución
suprema [cual si se tratase de un asunto de poca monta] para cada caso YPFB tendrá la
facultad de constituir sociedades o celebrar contratos de arrendamiento u operación con.
101
personas naturales o jurídicas para la explotación o explotación de las superficies o
áreas comprendidas en su zona y para el aprovechamiento de las sustancias extraídas
de aquéllas. Al amparo do esta disposición ya se ha entregado 1.500.000 hectáreas a la
Gulf Oil, 200.000 a la Chaco Petroleum y también la rica estructura de Madrejones.
“..... el Código del Petróleo atenta contra las leyes y la soberanía del país, primero,
porque establece’ un tiempo de 40 años de duración de una concesión [art. 67] y no
contempla una sola disposición que autorice la reversión o nacionalización de esas
concesiones por causa de necesidad y utilidad pública, siendo en este aspecto, inferior a
la Ley del 20 de junio de 1921, que sirvió de base a la recuperación del petróleo de
manos de la Standard Oil y es sobre todo absolutamente contrario a las terminantes
disposiciones de los arts. 108, 109, 110 y 111 de la Constitución Política del Estado
vigente; y, segundo, porque al tratar de las caducidades, nulidades, etc., de las
concesiones petrolíferas, hace escarnio de la dignidad nacional, pues, esas nulidades y
caducidades han de recaer sobre aquello que no les interese o no les sirva a las
compañías petroleras yanquis [arts. 121 al 128].”
Este Código ha sido redactado por los abogados Davenport de los EE.UU. Y, en virtud
del Mutual Security Act “quien tendrá la última palabra en cualquier conflicto suscitado
entre el Estado boliviano y los trusts petroleros yanquis”, será el Senado norte-
americano, como si Bolivia fuese una colonia nortcamerieana.
¿ Cómo obrar en las actuales condiciones? ¿ Cuáles son las soluciones adecuadas en
defensa del petróleo, dada la situación creada? En primer término es necesario luchar
para que el gobierno modifique su política económica, política que debe estar al servicio
de los intereses nacionales. En segundo término, es necesario que el gobierno adopte
una política exterior independiente en ejercicio de la soberanía nacional y del derecho de
autodeterminación, estableciendo relaciones con todos los países del mundo capitalista
y socialista, especialmente con la Unión Soviética, a fin de negociar libremente el
financiamiento de YPFB.
El gobierno ha tratado de conseguir recursos en EF. UU. para’ YPFB. Este país ha
expresado reiteradas veces que “por razones de principio’’ no facilita capitales a
empresas nacionalizadas,, señalando en cambio que existen empresas privadas
norteamericanas dispuestas a invertir sus capitales en sustitución de esas entidades.
estatales para las que se buscan recursos. El gobierno de Bolivia ha preferido este
camino, es decir, abrir las puertas a las inversiones de los capitales financieros
monopolistas y la consiguiente desnacionalización parcial del petróleo. Contrariamente a
los EE.UU., la Unión-Soviética se halla dispuesta, por principio, ratificado en numerosas
declaraciones por sus gobernantes, a facilitar capitales y bienes de capital, precisamente
102
a empresas estatales y no a empresas privadas para ayudar al desarrollo independiente
de los países subdesarrollados.
Es un hecho cierto que la URSS ofrece, en las condiciones más difíciles de YPFB, el
empréstito de $us. 65.000.000 para esta entidad, con el interés del 2 % anual y a largo
plazo, sin condiciones de ninguna naturaleza. Ante esta oferta de sincera ayuda fraterna,
las organizaciones sindicales de todas las ramas laborales se han pronunciado
solicitando al gobierno la aceptación de ese crédito; pero, el gobierno prefiere
mantenerse alejado de la Unión Soviética, sometido a los dictados del “State
Departatnent” norteamericano.
A este respecto, un senador boliviano, señor Humboldt, dice en una actuación camaral lo
siguiente: “Nos estamos haciendo llevar por aquella corriente antinacional, antiboliviana
y antirrevolucionaria que gradualmente trata de presentar las inversiones de los trusts
petroleros como la única salida y la única posibilidad de que nuestros hidrocarburos no
continúen en cl subsuelo.” “El problema se debe situar en un piano de dignidad nacional,
recordando que somos un país soberano que tiene no sólo el derecho sino la obligación
de realizar una política exterior independiente, nada más que en función de los intereses
de Bolivia y de los bolivianos.” La Cámara de Diputados ha aprobado asimismo, una
minuta de comunicación exigiendo relaciones con la Unión Soviética.
103
unitaria de los diplomáticos latinoamericanos en la ONIJ, con motivo de la intervención
armada de los EE. UU. e Inglaterra al Líbano y Jordania en defensa de sus trusts
petroleros, al exigir el abandono de esa ocupación militar. El fracaso de la última
conferencia de cancilleres americanos en Washington. La condenación del Perú y otros
pueblos a la política norteamericana con respecto al plomo y al zinc. La decisión y
firmeza con que el gobierno y el pueblo cubanos luchan por su independencia,
señalando a los demás gobiernos y pueblos de América Latina, el único camino para
romper las cadenas que nos enyugan al imperialismo yanqui.
LA REFORMA AGRARIA
Un análisis de las formas de propiedad, del estado de la técnica y del carácter de las
relaciones sociales de producción, antes y después del dictado del Decreto-Ley de
Reforma Agraria, nos pone en condiciones de medir sus alcances y contenido. Nos
permite medir los beneficios inmediatos de la reforma en favor de las masas
campesinas, así como facilita conocer las deficiencias y deformaciones en la aplicación
de la Ley y sus repercusiones en la economía nacional.
La, población boliviana se halla, como tenemos dicho, concentrada desde tiempos
remotos en las regiones altiplánicas y de los valles, mientras zonas extensas se hallan
despobladas en la región oriental, que representa el 70 % del territorio nacional. De este
hecho resulta que -Bolivia es un país escasamente poblado, con una densidad media de
3,2 habitantes por Km2. Mas, si se considera únicamente la superficie agrícola cultivada,
la densidad demográfica de algunas zonas es, ciertamente, alta. Tenemos por ejemplo
las provincias Jordán, Quillacollo y Punata del Departamento de Cochabamba, en las
que la densidad de la población calculada para 1955 es de 66, 60 y 42 habitantes por
Km2, respectivamente.9 Esta contradicción explica la coexistencia del minifundio y del
latifundio sobre todo en el valle cochabambino.
Ahora bien, siguiendo los cálculos preliminares de la CEPAL obtenidos del censo de
1950, alrededor del 75 % de la población boliviana depende, para vivir, directamente de
104
la agricultura y la ganadería. De 23,6 millones de hectáreas de superficie agrícola que se
estima existen, sólo 654.200 se hallan en cultivo, lo que significa un promedio de área
cultivada por trabajador, sumamente reducido, es decir, apenas 0,35 de hectárea. -La
situación de Bolivia es, pues, completamente desfavorable en comparación con la de
otros países del Continente.
Entre las formas de propiedad agraria privada, el latifundio, cuya extensión varía basta
llegar a 10.000 hectáreas y más, según las regiones geográficas, tipifica el rasgo
dominante de la propiedad en el campo.
105
comunarios y también los campesinos ricos que desarrollan en proporción mínima la
empresa agrícola capitalista.
En verdad, como en la época del coloniaje, la tierra no tiene valor por sí sola, “si no está
regada con el sudor y la sangre” de los indios. En efecto, el precio de la tierra no está
sólo en relación directa con su calidad y extensión, sino, ante todo, en relación con el
número de colonos con que cuenta.
Demás resulta anotar que para todas las faenas agrícolas, los colonos emplean sus
propios animales de labranza y de trasporte, sus propios instrumentos y útiles de trabajo,
a cambio de una ridícula compensación.
El derecho de usufructo de un pedazo de tierra pesa muy fuerte sobre la vida del colono
y su familia. Y cuando más alejadas de los centros poblados están las haciendas o
fincas, tanto mayor es la penuria de los campesinos. De un lado el patrono con toda una
serie de obligaciones que acaban por convertir a éstos en semovientes, de otro, desde el
corregidor al cura, los policías y agentes civiles que los apabullan haciéndoles caer toda
suerte de calamidades, sin darles tiempo ni reposo en la vida miserable que arrastran a
lo largo de centurias, vida que poco o nada ha variado con la Declaración de la
Independencia de 1825. En estas condiciones, los campesinos no disponen de tiempo
para labrar su pegujal o sayaña, viéndose impelidos a recurrir al ayni o a la minca, para
atender sus necesidades propias.
106
Por otra parte, para nadie es desconocido que el indio subsiste casi exclusivamente
dentro de una economía natural. .Almacena sus productos en pequeñas casetas de
barro denominadas pirras, que les suministra una alimentación frugal durante el año.
Hila y teje la lana de -sus ovejas y llamas para confeccionar sus vestidos, es decir, se
autoabastece en lo fundamental, casi como en tiempos del coloniaje. Fabrica la chicha
de maíz en los valles y de quinua, en el Altiplano, para solemnizar las numerosas fiestas
religiosas que gravitan pesadamente en su pobre economía, postergándolo en la igno-
rancia y la superstición. Actualmente, los campesinos del Altiplano, gastan sus escasos
recursos en alcohol, para solemnizar dichas fiestas religiosas.
Los latifundistas perciben la renta creada por el trabajo de los campesinos, como canon
anual, cuando arriendan sus fincas e haciendas con todos los derechos y las costumbres
vigentes sobre e1 trabajo del colono, o también como precio de la venta de los productos
obtenidos a través de la administración del trabajo campesino -por medio de
mayordomos, y raras veces por la administración directa.
Pero, en ningún caso muestran interés en mejorar los medios técnicos de producción,
puesto que, además de la renta, tienen como fuente inagotable de ingresos, una serie de
exigencias que prácticamente aplastan a los campesinos. No sólo es el trabajo gratuito -
de cuatro días a la semana en la hacienda, conforme a la reglamentación determinada
por la Ley del 15 de mayo de 1945. Ni sólo la obligación de trasportar los productos de la
hacienda a los centros de - consumo por su cuenta y riesgo e inclusive, a veces,
venderlos para luego rendir cuenta al patrono. Los campesinos están obligados, -
además, a una variedad de servicios personales gratuitos, tales como el pongueaje o
semanero, cacha o propio, mukeo, mitani, mulero, etc. y al cuidado del ganado de la
hacienda bajo su responsabilidad. Por otra parte, no pueden vender sus productos:
aves, huevos, quesos y otros, sin llenar previamente el cupo señalado por el patrono a
precios por debajo del 50 % de los que rigen en los mercados más próximos.
107
Aparte de las formas indicadas del trabajo, existe la llamada compañía o aparcería,
consistente en que el campesino trabaja en determinada parcela de hacienda con sus
aperos de labranza. El patrono pone la semilla y el producto se divide a medias, aunque
Len los hechos no le faltan pretextos a éste para sacar una parte más de la porción
correspondiente al compañero o aparcero, que igualmente se halla sujeto a la obligación
de prestar servicios personales, gratuitos al patrono, lo que señala el carácter
inconfundible semifeudal de las relaciones de producción en el campo bajo el régimen
del latifundio.
En las propiedades de los Yungas, formadas especialmente por las concesiones del
Estado, se practica el sistema de los arrimantes, consistente en que el campesino
ejecuta las - tareas esenciales en el cultivo de la coca, por ejemplo, recibiendo en
cambio, un pedazo de tierra para su usufructo. Finalmente, en la explotación de la goma
y la castaña, en la región oriental, rige el sistema precapitalista de trabajo: el peonaje,
sistema por el cual los trabajadores y sus descendientes son arraigados por toda una
vida bajo la férula de un mismo patrono.
Los campesinos ricos que desarrollan la industria agrícola de tipo capitalista, constituyen
una pequeña minoría. Tienen interés en mejorar- la producción agrícola y ganadera, y si
bien no alcanzan a organizar empresas propiamente capitalistas, en cambio, es evidente
que en alguna medida desarrollan las condiciones técnicas de la producción
agropecuaria, empleando medios mecánicos, abonos químicos, semillas seleccionadas
y trabajo temporal de jornaleros agrícolas, aunque los salarios de éstos son
extremadamente bajos en comparación con los que perciben los obreros de las minas,
fábricas, etc., que tampoco compensan el elevado costo de vida. Con frecuencia
combinan el trabajo de jornaleros con el sistema de compañía en determinadas parcelas
de la finca e intervienen, sino en todas, por’ lo menos en algunas labores esenciales. Se
interesan en el trasporte automotor personal de los productos a los centros de consumo
y en la conservación de los caminos, valiéndose de la carga pública denominada
prestación. vial, que con todo rigor pesa especialmente sobre las espaldas de los indios.
Los campesinos ricos emplean, además ocasionalmente, los servicios de agrónomos,
veterinarios y otros técnicos en las actividades agropecuarias. Constituyen, en suma,
campesinos ricos semilatifundistas. De ahí que por esas características positivas de
progreso, no es un error suponer que estos campesinos, que a veces arriendan tierras
de los latifundistas, tengan interés en eliminar la renta absoluta y en acrecentar la renta
diferencial mediante el mejoramiento de las técnicas de producción.
108
Los industriales de empresas agrícolas propiamente capitalistas que emplean capitales
en grande escala y trabajo asalariado permanente, son poquísimos en Bolivia.
Los campesinos medianos poseen la tierra y otros bienes en proporciones que les
permiten trabajar independientemente. Satisfacen con ventaja las necesidades de su
familia, dentro de las condiciones generales de atraso en que se desenvuelve la Nación.
Son propietarios de los medios de producción y a veces de los medios de trasporte
automotor. Aunque en algunos casos contratan peones o jornaleros mincados, corno
término general no explotan a nadie, pues ellos mismos y su familia trabajan y
económicamente se abastecen. Tienen parecidas características a las del artesano de
las ciudades y con frecuencia se enfrentan a gamonales y latifundistas con motivo de las
mitas de agua para el regadío de su propiedad. Velan por el progreso de sus aldeas,
luchando por el establecimiento de escuelas para sus hijos, de postas sanitarias y de
maternidad, de luz eléctrica, etc.; y no es raro que luchen contra las autoridades-
cantonales y provinciales, por los abusos que éstos cometen, como agentes de los
latifundistas, contra los pequeños propietarios, comunarios y campesinos pobres. Los
campesinos medios son, en resumen, un elemento progresista interesado en la abolición
del latifundio.
109
El hecho de que estos campesinos alternen las actividades agrícolas con el trabajo
asalariado, hace que constituyan una fuerza política importante en el campo; y ya antes
de la insurrección dc abril de 1952, toman, en cierto modo, la dirección del movimiento
campesino, particularmente en Cochabamba. Tal es el caso del sindicato agrario de
Ucureña por ejemplo.
Por último, las comunidades indígenas, que según Urquidi. se hallan organizadas “a
base del ayllu o de un conjunto de ayllus, han desvirtuado casi completamente, la
estructura y relaciones de esa primigenia forma de asociación gentilicia’’. La comunidad
indígena de nuestros días se compone de originarios, agregados y utaguaguas o
simples acogidos, como categorías sociales superpuestas, con derechos e intereses
diferentes. En efecto, en la distribución de tierras dentro de la comunidad, los primeros
gozan de privilegios con respecto a los segundos y éstos con respecto a los acogidos,
que “suelen carecer de ellas’’. La comunidad indígena tiene en la actualidad un carácter
meramente territorial; y dadas las condiciones miserables en que se desenvuelve, con
una producción que apenas abastece sus necesidades vegetativas, sus miembros se
convierten en peones o mincas en el mismo campo o migran a las minas o a- las
ciudades, donde realizan los trabajos de changadores, barrenderos de calles, etc.
Estas son, a grandes rasgos, las condiciones generales de la vida en el campo antes del
dietado del Decreto-Ley de Reforma Agraria.
Marginado de los derechos ciudadanos, el campesino arrastra una vida miserable, sin
ninguna protección a su salud, a su persona y su familia, ni a sus exiguos bienes.
Mantenido en la ignorancia y en la servidumbre, explotado sin defensa alguna por
110
latifundistas y gamonales, funcionarios públicos, curas, etc., con frecuencia se rebela
contra sus opresores; pero, las llamadas ‘‘sublevaciones de indios”. son aplastadas
brutalmente por las autoridades, que no conciben en el indio ni siquiera el derecho de
protesta.
Varias leyes dictadas ordenando la abolición del pongueaje quedan sin efecto, porque
no tocándose en lo más mínimo las formas de propiedad que son la base de esas
relaciones de servidumbre, resultan simples declaraciones líricas, demagógicas. De
igual modo, la política idealista de “educar al indio para liberarlo”, resulta una burla
sangrienta que posterga a los campesinos en una situación humillante.
111
necesidad de defender esas conquistas nacionales, contra todos los intentos de
destruirlas por parte del imperialismo yanqui.
El doctor Víctor Paz Estenssoro, al dar posesión a los miembros de la Comisión creada
por Decreto Supremo del 20 de enero de 1953, “para estudiar el problema agrario
campesino en sus aspectos económico, social, jurídico, técnico y educativo, y proponer
al Supremo Gobierno las medidas que convengan para una solución adecuada al interés
nacional’’, expresa en cl discurso pronunciado el 9 de abril del mismo año, lo siguiente:
“...Cuando afrontamos la nacionalización de las minas, se cumplió el primer paso de
nuestro programa: el de la lucha antiimperialista; después tenía que venir el segundo, la
secuencia lógica en el desarrollo de la Revolución Nacional; la lucha antifeudal. Yo creo
necesario entrar en detalles, sin embargo, resulta conveniente enunciar algunos de los
grandes lineamientos que debe seguir la reforma. ‘Uno de sus objetivos debe ser elevar
las condiciones humanas de los campesinos; otro, aumentar la productividad en el
campo, y finalmente un tercero, la conservación natural. Todo esta siguiendo el viejo
principio de todas las reformas agrarias: «la tierra es para quien la trabaja».
Naturalmente, no se pueden adoptar normas demasiado rígidas al respecto; al contrario,
hay que proceder con suficiente elasticidad porque Bolivia es un país tremendamente
diferencial, porque las relaciones son distintas en cuanto a densidades geográficas a
fecundidad de tierras, proximidad de las minas a los mercados de consumo, etc. Hay
que atender toda esta variedad de situaciones a fin de que la reforma agraria pueda ser
un beneficio positivo para la economía nacional...”
El art. 1º del decreto declara el suelo, el subsuelo y las aguas del territorio de la
República, pertenecientes por derecho originario a la Nación. El 2º “reconoce y
garantiza...” como “formas de propiedad agrícola privada”, únicamente “el solar
campesino”, la propiedad pequeña, la propiedad mediana, la propiedad de comunidad
indígena, la propiedad agraria cooperativa y la empresa agrícola capitalista. El art. 12
dice: “El Estado no reconoce el latifundio...” y, concomitante con esta disposición, el 144
declara “abolido el sistema de colonato, así como toda otra forma de prestación de
servicios personales gratuitos o compensatorios” e “incorpora al trabajador campesino al
régimen jurídico social de la Nación, con todos los derechos reconocidos por la Ley’’. El
art. 15 “establece el sistema del salario, en todos los contratos individuales o colectivos,
y como norrna de remuneración”. Condona, asimismo, “en favor de los trabajadores
todas las deudas provenientes de obligaciones personales”. El art. 168 dispone que “un
decreto especial reglamentará los casos de excepción en que se permitan los contratos
de arrendamiento, compañía y aparcería’’.
112
subzonas, es de 10 hectáreas hasta 35; en la zona de valles, también dividida en
subzonas, de 3 hectáreas en tierras vitícolas hasta 20 en cabeceras de valle; en la zona
subtropical, igualmente dividida en subzonas, de 10 hasta 30 hectáreas.
La extensión máxima para la empresa agrícola debe ser dc 400 hectáreas en la zona
influenciada por el Lago, hasta 800 en la zona andina, Altiplano y Puna; en la de valles,
80 hectáreas en valles cerrados y 500 en valles abiertos “no adyacentes a la ciudad de
Cochabamba ni influenciadas por el sistema de riegos de la Angostura;” en las zonas
tropical y subtropical, 2.000 hectáreas.
Esta clasificación basada en las definiciones preestablecidas por la Ley con respecto al
“solar campesino”, propiedad pequeña, propiedad mediana, cooperativa agraria,
propiedad de comunidad indígena, latifundio, etc., abre la válvula de escape para su
inafectabilidad, ya que toma como premisa fundamental la extensión superficial de las
tierras y no la forma de propiedad ni menos la forma de trabajo. En realidad, dada la
característica semifeudal predominante en las relaciones de producción, no sólo el
latifundio, sino también en muchos casos, las llamadas propiedades pequeña -y me-
diana, se explotan bajo las diversas formas dc trabajo de servidumbre que hemos
indicado. Una cosa es, pues, clasificar las propiedades rurales por su extensión y otra
muy diferente es determinar las clases y categorías sociales en el campo. Para esto
último debe tenerse en cuenta, necesariamente, el papel que corresponde a los hombres
en el proceso de la producción. Esta clasificación de propiedades por su tamaño, es una
de las razones por la cual la reforma en Bolivia, no cumple aquel principio invocado por
cl doctor Paz, de que “la tierra pertenece a quien la trabaja”, es, además, una de las
causas para que la dotación de tierras y la extensión de títulos ejecutoriales, que siguen
trámites judiciales interminables, postergue el proceso mismo de la reforma.
113
“La propiedad mediana es inafectable. Sin embargo, por vía de excepción, será
afectable en las extensiones poseídas por los campesinos (Sayañas, pegujales,etc.) que
pasan a propiedad de los trabajadores [art. 33]. La Ley del 27 de agosto de 1953 la
declara inafectable sólo cuando es trabajada por el sistema de salario. Pero, si se
explota por el sistema de colonato y no alcanza al límite fijado por la Ley, «aunque fuese
por un escaso metro cuadrado —observan en razón Fausto Beltrán y José Fernández—
se reputa como pequeña y, consiguientemente, como inafectable. De esta manera,
según ~ nuestra legislación, el cambio cualitativo de una propiedad depende de un
simple e inocente cambio cuantitativo de metros».
El latifundio, definido por el art. 12 es, según el 34, afectado en toda su extensión.
Cedamos la palabra a los autores citados, que trabajaran en el Ministerio de Asuntos
Campesinos. “De conformidad con la ley —dice— una propiedad que teniendo las
características del art. 12 sobrepase la extensión máxima de la propiedad mediana,
puede ser en 100 hectáreas, en una o en un metro eua4rado, será calificada como
latifundio y afectada en su integridad; en cambio, si no sobrepasa dicho límite, tendrá
que ser considerada como mediana y afectada, parcialmente, es la extensión superficial
el factor que determina la diferenciación entre propiedad mediana y latifundio.., pero,
puesto que las mensuras correspondientes debe realizarlas el topógrafo, quiere decir
que éste en situaciones dadas, puede decidir la suerte de la propiedad. De ahí que para
“salvar” sus propiedades de la afectación total, algunos latifundistas se valen de los
servicios de los citados peritos. De esta guisa los topógrafos se han erigido en
verdaderos árbitros de la reforma agraria.”(100)
114
sayaña, que en muchos casos no alcanza a dos arrobadas, es decir, a una hectárea. Por
otra parte, subsiste y se generaliza en las propiedades parcialmente afectadas, el
sistema de contratos de arrendamiento y el de trabajo en compañía o aparcería,
conforme al art. 168 de la Ley de Reforma.
Pero, dejemos ya de glosar la Ley, cuyas contradicciones son notorias y se deben a ]as
vacilaciones y también al oportunismo que caracteriza a la burgues6a gobernante.
Sigamos, por tanto, simplemente anotando algunos preceptos más de la Ley de Reforma
Agraria.
Las propiedades de comunidad indígena “son inalienables, salvo los casos que serán
establecidos en reglamento especial”. “Los campesinos de comunidad indígena no
reconocen ninguna forma de obligación de servicios personales ni de contribuciones en
especie. Las autoridades políticas, militares, municipales y eclesiásticas, que exijan tales
contribuciones, cometen delito de abuso de autoridad.” “Los campesinos que carecen de
tierras y que sin ser comunarios viven en la comunidad indígena trabajando para los
propietarios de aquéllas, tienen derecho a la dotación de tierras, en las partes
incultivadas, en una extensión que no sea mayor al tamaño promedio de las que
actualmente posee una familia de la categoría de agregados.” “Los colonos de las fincas
poseídas por las comunidades y explotadas por sistemas feudales, tienen los mismos
derechos de dotación que los colonos de las propiedades particulares.”
“Todos los bolivianos mayores de 18 años, sin distinción de sexos... tienen derecho a ser
dotados de tierras y los campesinos pegujaleros, arrimantes, agregados, forasteros, etc.,
«mayores de 18 años, los casados mayores de 14 años y las viudas con hijos menores”,
son declarados.., propietarios de las parcelas que actualmente poseen y trabajan...”
115
expropiación, “en el valor catastral, vigente, en la proporción que corresponda a la parte
afectada, con bonos de reforma agraria, ,que devendrán un interés no capitalizable del
2% anual, en el término de 25 años”,. etc., etc. , -
Ahora bien, ¿ cuáles son los resultados de la reforma agraria en casi siete años
trascurridos desde su dictado. Cuáles las repercusiones de su aplicación con respecto a
la economía, la cultura y la política nacionales.
Desde luego, es importante destacar el hecho de que bajo la agitación social y política
general en que vive el pueblo con el triunfo de la insurrección popular de abril, los
campesinos no tardan en comprender que ha sonado la hora de sus reivindicaciones.
Pero, no saben’ cómo orientarse ni cómo organizar su lucha por la tierra y su libertad. De
ahí que son fácilmente conducidos por los agentes del partido oficial y por los trotskistas
que ingresan al MNR, en una política de verdadero aventurerismo, política que tarde o
temprano debía llevar a los campesinos a la división y a la lucha interna, que hoy
adquiere caracteres de una guerra de caudillos totalmente adversa a la masa
fundamental de campesinos, y, por tanto, favorable a los enemigos de la reforma
agraria, favorable al imperialismo, cuyas manos, en último análisis, no pueden dejar de
verse en esta peligrosa lucha en el campo.
Organizados en atención a los distritos rurales y no a las capas sociales que conforman
la masa fundamental de campesinos, los sindicatos agrupan tanto a colonos o
pegujaleros, Cómo a campesinos sin tierra, jornaleros agrícolas o peones, comunarios,
pequeños propietarios y aun propietarios medianos, no obstante ser los intereses de
unos y otros distintos y sus objetos de lucha distintos también.
116
Pero, lo más grave de esa política aventurera, es que se introduce en las luchas
campesinas el virus de la lucha racial, empujando a los indios contra los cholos y los
blancos, sin discriminación de clases en el campo. Así, en vez de buscar la unidad de
los campesinos y los pobladores de aldeas, cantones y capitales de Provincia, donde no
sólo moran campesinos, sino también comerciantes, profesionales, maestros de
escuela, estudiantes, etc., lanzan a las masas del campo al saqueo de dichas
poblaciones, que a la postre evacúan hacia las ciudades reforzando, quiérase o no, las
filas de la reacción y el imperialismo.
Movilizados con frecuencia en forma obligada, con o sin motivo, los campesinos se
mantienen en una constante e inútil agitación, dejando de atender sus actividades
agropecuarias. Es cierto que expulsan del campo a los latifundistas y en un comienzo
ocupan gran parte de los latifundios, pero también es evidente que despojan a los
pequeños y medianos campesinos que no son indígenas, ahondando la división en sus
filas. Esta movilización frecuente que obliga el abandono de las tareas agrícolas
coincide, en los hechos, con los objetivos de la reacción y el imperialismo, que sabotean
la producción. Los campesinos viven más bien en marchas constantes hacia las ciu-
dades, en vez de ejecutar la reforma agraria y reivindicar definitivamente su derecho a la
tierra y con ella, su verdadera liberación.
El Ing. Eduardo Palomo y el Dr. Remberto Rojas, altos personeros del Servicio Nacional
de Reforma Agraria, dicen al respecto: “Cuando el hombre ha sido sometido a la
esclavitud, cuando ha sufrido toda suerte de vejámenes y se enfrenta súbitamente con
mm ambiente de plena libertad, se siente en principio ofuscado y no siempre hace buen
uso de esa libertad. En la primera etapa de la revolución y aplicación de la reforma
agraria, se presentaron algunas situaciones de, esa naturaleza. En los valles de
Cochabamba, riberas del Lago Titicaca y algunas otras zonas, donde por. la fertilidad de
la tierra se habían concentrado grandes masas de campesinos colonos, la falta de tierra
para dar cabida a todos, les hizo cometer algunos excesos.”
117
nombre de “ayuda americana” primero y luego al amparo de la política de “estabilización
monetaria” y “libre cambio”, dictada por el Fondo Monetario Internacional, permite a EE.
UU. colocar sus excedentes de trigo y de harina de trigo, decretando la ruina de la
producción triguera de Bolivia.
No ocurre lo mismo con la papa y el arroz, cuya producción, si bien disminuye en los
primeros años de la reforma, en cambio, los años .posteriores muestra una tendencia al
aumento. ¿ A qué se debe esto? A que la papa no entra en la llamada “ayuda
americana” y a que los grandes productores de -arroz, que desarrollan en Santa Cruz la
empresa agrícola capitalista, absorben la mayor parte de la ayuda técnica y económica
del gobierno.
Otro es el fenómeno con respecto a la producción de maíz, que en los años de 1954, 5.5
y 56 disminuye aproximadamente en un 50 % en relación con los años anteriores y
aumenta en 1957 en cerca del 40 % en relación con los años 54, 55 y 56, para luego
disminuir sistemáticamente, debido a que por la política de “libre cambio”, la importación
de maíz peruano, provoca la ruina de los pequeños productores, particularmente de
Cochabamba, cuya producción fundamental es el maíz.
Este estado de cosas, agravado por los ritmos cada vez más acelerados de la inflación
monetaria, determina el alza constante del costo de vida, creando una situación
realmente aflictiva, que hace mayores impactos en la pequeña burguesía urbana. Es por
eso que algunos sectores de esta clase social, en su desesperación, confluyen con la
reacción y el imperialismo, en una abierta posición contra los indios y contra los obreros,
a quienes atribuyen toda la causa de sus males.
118
“En este orden es ilustrativo citar el cálculo que hiciéramos para 1956 —escriben Beltrán
y Fernández—. En dicho año, el Servició Nacional de Reforma Agraria contaba con la
asignación presupuestaria de Bs. 779.760.250 y otorgaba, como promedio anual, cerca
de 3.431 títulos ejecutoriales. Esto quiere decir que cada parcela cuesta a la
administración... Bs. 227.269; pero, fuera del Servició de Reforma Agraria, otros
organismos como los departamentos legales del Ministerio de Asuntos Campesinos y del
Palacio de Gobierno, forman parte del mecanismo de ejecución de la reforma..., En
realidad, si se hiciera un breve cálculo, el costo de todo el trámite... hasta la obtención
del título, sería, en muchos casos, superior al de compra. Por esta razón.., gran número
de ex colonos’ prefieren comprar sus parcelas”; de ahí que ,el Consejo Nacional de
Reforma Agraria autoriza la trasferencia directa, previa solicitud.
Pero, no solo se trata de la lentitud de este procedimiento, “que precisará todavía más
de un siglo —dicen Beltrán y Fernández— exactamente 108 años para afectar todas las
demás propiedades suceptibles de afectación”. Se trata también de la insuficiente ex-
tensión de las dotaciones, ya que al amparo del Decreto-Ley del 17 d~ febrero de 1955,
que reduce la mediana propiedad en los valles -dé Cochabamba, simplemente se
consolida el pegujal o sayaña, agravando el problema del minifundio, mientras que en
ese mismo valle existen latifundios intocados, muchos de ellos pertenecientes a
destacados militantes del partido gobernante.
Los señores Palomo y Rojas dicen a este respecto: “A pesar de que la Ley de Reforma
Agraria previó la preferencia en el derecho de dotación y en el caso de propiedades
medianas, progresistas, empresas y aun latifundios, determinó como condición para
tener de-rocho a dotación el ser colono con dos años de anterioridad al dietado de la
Ley, en la práctica la dotación indicada se hizo extensiva a todos los campesinos que
vivían en el fundo en calidad ya sea de arrimantes, aparceros, tolerados y aun, en
ciertos casos, arrendatarios, lo que originó un excesivo fraccionamiento de la tierra en
las zonas de fuerte presión demográfica.
Por otra parte, es un hecho que los campesinos no reciben ninguna forma de ayuda, ni
créditos ni atención técnica. Mas, a fin de que esta afirmación tenga todo el respaldo que
merece, preferimos trascribir lo que dice el Sr. presidente de la República en su mensaje
de referencia: “... Dé un lado, las instituciones jurídicas de la reforma agraria se han
limitado a ocuparse del proceso de titulación, si bien el ritmo de este proceso está muy
lejos de responder a las justas aspiraciones del gobierno revolucionario y dé las masas
campesinas. De otro, se han ido descuidando las tareas de investigación agropecuarias,
de extensión agrícola,’ de trasformación revolucionaria de las técnicas de trabajo en el
campo. Las máquinas agrícolas han llegado a manos de los intermediarios o de los
grandes propietarios de tierras del Oriente, pero no a manos de las comunidades
campesinas, de las cooperativas de producción de Oruro o de Cochabamba, de La Paz
119
o de Potosí. No importa que las comunidades campesinas hayan estado situadas en los
linderos mismos de las estaciones experimentales: nada han aprendido de ellas y ningún
beneficio han recibido de sus máquinas y de sus nuevas herramientas. Lo que equivale
a decir que esta estructura superior de -técnica agrícola, ha ido conformándose —y
“organizándose”— por encima de los intereses y los problemas de las clases
campesinas pobres como si en Bolivia no se hubiese efectuado una profunda y medular
reforma agraria. Hasta la propia y antigua organización de crédito agrícola, el Banco
Agrícola de Bolivia, ha sufrido una inevitable deformación, empujada y limitada por estas
corrientes... es... más fácil arrendar máquinas a los grandes productores de algodón,
arroz y azúcar de Santa Cruz o a los progresistas lecheros de Cochabamba, que
entregarse a la peligrosa y tremenda tarea de cooperar en la trasformación técnica de la
pobre agricultura del Altiplano o de los valles interandinos o en el difícil asentamiento de
colonos en Santa Cruz, en Caranavi, en Inquisive o en el Chapare. Es... más fácil,
prestar Bs. 1.000 millones a un productor de azúcar que prestar unos miles de bolivianos
a miles de -cultivadores pobres...”
Los objetivos esenciales que se propone la Ley de Reforma son dar tierra a los
campesinos que la trabajen, aboliendo para el efecto los latifundios que permiten a sus
detentadores una renta absoluta, que no proviene de su trabajo personal en el campo; y
desarrollar la actividad agropecuaria utilizando medios técnicos y métodos nuevos de
trabajo y estimulando a los agricultores medianos y pequeños y al cooperativismo. El
primer objetivo lleva implícita la finalidad de liberar a los campesinos, de su condición de
siervos.
120
El Censo Agrícola de 1950 toma corno “unidades” 86.377 propiedades rústicas, de las
cuales 59.988 tienen una extensión menor de 10 hectáreas, por lo que según el Informe
Analíico del Consejo Nacional de Reforma Agraria (1960), “los trámites de afectación y
dotación de tierras deben realizarse sobre 26.389 haciendas”. El mismo Informe indica
que el número de campesinos beneficiados “desde la iniciación de las labores” de dicho
Consejo, hasta el 31 de diciembre de 1959, alcanza a 32.608 jefes de familia, es decirr
163.400 personas, si se considera que una familia se compone de cinco personas. Si la
población rural total calculada para 1959 16 llega a 2.213.755, quiere decir que el
número de personas beneficiadas, incluyendo mujeres y niños, representa solamente el
7,2 % dc la población rural.
El Censo de 1950 registra como superficie total agrícola 32.7 millones de Hectáreas y
654.200 como área bajo cultivo. A base de estos datos, de los proporcionados por la
FAO y por el Servicio Forestal del Ministerio de Agricultura, la CEPAL estima que la
superficie agrícola total es de 23,6 millones de hectáreas y el área en cultivo solamente
del 2 al 3 % de esta superficie, o sea, 654.200 hectáreas. Admitiendo como evidentes
las cifras dadas en el Informe Analítico, se han distribuido hasta el 31 de diciembre de
1960, 806.956 hectáreas individuales y colectivas entre 32.608 jefes de familia. Esto
quiere decir, que esa distribución sobrepasa en 152.756 hectáreas el área en cultivo
registrada por el Censo del 50; sin embargo, la dotación de tierras beneficia apenas al
7,2 % de la población rural. ¿ Cómo se explica este fenómeno’? Por fuerza debemos dar
crédito a que la reforma está tomando de las 23,6 millones de hectáreas de tierras
cultivables que se estima existen; pero, en ese caso, las 806.956 hectáreas ya
distribuidas, presentan escasamente el 3,4 %, y si se tiene en cuenta, conforme al citado
Informe Analítico, que las dotaciones individuales solamente alcanzan a 613.753
hectáreas, siendo las dotaciones colectivas de 193.203 hectáreas, resulta que el
porcentaje de las dotaciones individuales en relación al total de tierras cultivables, es
apenas el 2,6 % y el porcentaje de las dotaciones colectivas sólo el 0,8 %.
121
trabajo en dichas áreas.;.” La producción, llamada colectiva” beneficia a ciertos líderes
campesinos erigidos en nuevos caciques. “En cuanto a las propiedades cooperativas,
durante los seis años de ejecución de la reforma agraria, son muy raros los casos en
que se han hecho dotaciones en favor de dichas organizaciones...” “En las propiedades
de comunidades indígenas aún no se tienen datos sobre resultados, desde el momento
en que no se ha aplicado la Ley de Reforma Agraria...” “Finalmente, con referencia a las
dotaciones individuales, como era de prever, no ha sido posible dotar con unidades
equivalente a la pequeña propiedad en las diferentes zonas y subzonas, conforme era el
ideal de la Ley, sino cuando más en un reducido porcentaje... El resultado inmediato
constituye el minifundismo...”
Todos los informes guardan un silencio absoluto con respecto a los campesinos
pequeños o piqueros, que en su mayoría poseen parcelas con menos de una hectárea,
particularmente, en la región de los valles centrales. Estos campesinos no reciben
ningún beneficio. Al contrario, a causa de la política de “Estabilización Monetaria”, se ven
obligados a vender sus cosechas, especialmente maíz, a precios cada vez más bajos,
mientras deben comprar los artículos manufacturados a precios cada vez más altos. Por
esta razón los piqueros emigran en proporciones alarmantes a las zafras argentinas, en
busca de mejores condiciones de vida.
En la, región oriental del país, casi despoblada, donde no existe el problema de la tierra,
desaparecen los monopolios de la explotación de la goma y la castaña, detentadas por
las Casas Suárez y Zeller, explotación basada en el sistema del, peonaje. Ahora, los
peones explotan libremente la goma y la castaña, para los rescatistas o acopiadores
organizados por empresas extranjeras con socios bolivianos, ligados al partido del
gobierno. La consecuencia es el contrabando incontrolado de estos productos, con
defraudación de los intereses fiscales. Si antes la Casa Suárez explotaba el trabajo de
los siringueros sin ninguna inversión, ahora, los acopiadores hacen lo mismo, con la
única diferencia de que los siringueros trabajan cuando pueden y cuanto quieren. Pero,
la falta de previsión y de interés del gobierno ha determinado la fuga de estas riquezas,
con perjuicio del Tesoro Público. Por otra parte, en cuanto al ganado bovino, la matanza
y el contrabando al exterior, amenazan liquidar esa importante fuente de riqueza del
país. El gobierno no toma ninguna medida de protección a la ganadería, ni se interesa
en la solución de estos problemas de la región oriental del país.(101)
122
agravan el proceso de depauperación de los campesinos, dando lugar a que los
sistemas de arrendamiento y aparcería, autorizados por la propia Ley de Reforma
Agraria, se generalicen, lo que significa conservar, en cierto grado, las relaciones
feudales, como resabios que la reforma no alcanza a eliminar.
Es también evidente que la conquista de los derechos sociales y políticos permite a los
campesinos y obliga al Estado a promover un movimiento educacional en el campo.
Actualmente hay 3.685 escuelas con 5.347 maestros y 158.000 alumnos, lo que
representa• un incremento del 113 % en el número de escuelas, 117 % en el número de
maestros y 220 % en el de alumnos”, con relación a 1951. Gran parte de dichas
escuelas corresponde al esfuerzo de los campesinos “sin ninguna ayuda del Estado”.
Según el mensaje del presidente Siles al Congreso de 1958, más del 40 % de ellas son
obra exclusiva de los campesinos. Pero tampoco puede dejarse de anotar el propósito
ya señalado de la escuela rural boliviana, a cuyas aulas acuden los hijos de los
campesinos quechuas y aymarás, de eliminar la lengua materna. de éstos
imponiéndoles un idioma que no es el suyo. ¡ Para nada sine la experiencia histórica! Ni
siquiera la de los conquistadores y colonizadores españoles que enseñan el catolicismo
a los indios, en la lengua nativa de éstos.
Con respecto al cooperativismo agrario, hay que distinguir dos etapas: lii primera hasta
la implantación de la política de “Estabilización Monetaria”, el 15 de diciembre de 1956, y
la segunda desde entonces en adelante. La primera etapa se caracteriza por un proceso
123
inflacionario que en 1956 adquiere una tendencia galopante, con la consiguiente
elevación del costo de vida y la depresión del salario real. En estas condiciones, el
gobierno, a base del sistema preferencial de cambios, subvenciona los precios de ciertos
artículos, importados, cuya distribución por medio de cupos se otorga discri-
minatoriamente en favor de miembros del partido oficial. De ahí que según el entonces
presidente Dr. Paz Estenssoro, ‘hasta el 30 de junio de 1956, se fundan 320
cooperativas “bajo los auspicios del gobierno, con un número dc socios que alcanza a
17.844”, la mayoría de las cuales “han concedido más atención —dice— al aprovi-
sionamiento de sus socios que a la producción misma”, por lo que para preparar el
personal capacitado que corrija las fallas —continúa— que coadyuve a la formación y
funcionamiento dc nuevas cooperativas, se ha creado un curso especial de la OIT”.
La segunda etapa del cooperativismo agrario se inicia con la Ley General de Sociedades
Cooperativas, que entra en vigencia el 10 de enero de 1959. Se crea un nuevo aparato
burocrático, cuya Dirección Nacional trabaja “en estrecha cooperación con la sección’
cooperativas del SAI, FAO y Acción Andina de las Naciones Unidas” Y En verdad, poco
o nada puede esperarse de la “nueva” orientación cooperativista, que tiene mucho que
ver con cl problema de la colonización del Oriente boliviano; pero, este es un problema
que debemos examinarlo rápidamente en otro subcapítulo.
LA COLONIZACION
¡La colonización!. He aquí la nueva solución que el gobierno encuentra a los problemas
emergentes de la reforma agraria, tales como el parvifundisino, la no entrega de tierras a
los campesinos que carecen de ellas, la depauperación, la desocupación de los trabaja-
dores de todas las ramas de la producción, debido tanto al cierre de minas pequeñas y
medianas del sector privado, de fábricas, etc., etc., como al despido de obreros
“supernumerarios”. Sólo la COMIBOL aumenta el ejército de desocupados en más de
8.000 y pretende echar a la calle 5.000 obreros más.
124
La colonización encargada a la Misión Andina de las Naciones Unidas, que cuenta con
la “asistencia técnica” de la OIT, FAO, OMS, Unesco, etc.; encargada ‘al Servicio
Agrícola Interamericana (SAI) y al punto IV, he aquí la solución de los problemas.
Las razones aducidas por la CEPAL para colonizar el Oriente boliviano son, en primer
término, la necesidad de “provocar un desahogo a la presión demográfica en los valles y
en el Altiplano, si se desea mejorar, o por lo menos no agravar, la situación económica
de las poblaciones rurales de dichas regiones” y, en segundo término, la necesidad de
producir algunos artículos que actualmente se importan y que pueden obtenerse en las
tierras aún inexplotadas de la región oriental del país. “Debe tenerse en cuenta, además
—dice la CEPAL—, que se han invertido cuantiosos ‘capitales en el desarrollo de esa
zona, como por ejemplo en la carretera de Cochabamba a Santa Cruz y en el ingenio
azucarero de Guabirá, y que su debido aprovechamiento requiere la existencia de
población en número suficiente para extender los cultivos de caña, algodón, café, arroz y
oleaginosas, entre otros.”
125
“colonizadora” tiene como fundamento teórico el neomalthusianismo, cuya finalidad es,
en último análisis, impedir la reforma agraria, dejando intacto el régimen de propiedad y
los sistemas de explotación semifeudales. Pero esto no es todo, puesto que la
colonización toca también a los desocupados de la industria de trasformación, de las
minas, la construcción, los ferrocarriles, etc., lo que significa que la situación crítica por
la que atraviesan las actividades económicas de producción en general, también se
atribuye al “exceso” dc trabajadores o “supernumerarios” y no a las condiciones de
dependencia en que se desenvuelve el país, a la explotación y opresión que soporta
toda la Nación boliviana de parte de los monopolios capitalistas de los EE. UU. De ahí
que el desplazamiento de contingentes desocupados no tenga la finalidad de solucionar
la situación de la miseria, la industria, etc., sino simplemente prorrogar su agonía,
manteniendo intactas las causas de esa situación, es decir, conservando las condiciones
que hacen de Bolivia una fuente de materias primas y un mercado para los productos del
imperialismo norteamericano.
Este trasplante de “excedentes” de población de las- tierras altas, tiene, por otra parte, el
objeto de facilitar la penetración de nuevas empresas norteamericanas hacia la región
oriental del país, para la explotación de los grandes recursos forestales y de las fer-
tilísimas tierras, mediante su monopolización por esas empresas. Tal es ya el caso de la
Harnet, a la que se le entregan 20.000 hectáreas en el Alto Beni, en abierta
contradicción con la Ley de Reforma Agraria.
Este Plan colonizador, para cuyos objetivos se cuenta con la “cooperación” de ciertos
organismos de “asistencia técnica” de las Naciones Unidas y de las “misiones de ayuda”
de los EE. UU., como el punto IV y otras, tanto en lo construcción de caminos como en
la “educación técnica” de determinado personal boliviano, constituye un gasto
diversionista de los escasos recursos nacionales y de las fuerzas humanas de
producción, al servicio de la penetración imperialista hacia la región oriental del país.
126
Esta política soslaya la solución de fondo de los problemas, con medidas que de
momento sólo cumplen objetivos contrarios a esa solución, es el resultado ineludible de
la sumisión a los dictados de los monopolios capitalistas de EE. UU. Todos los “planes”
de estabilización y otros, seguidos al pie de la letra, crean condiciones favorables para la
aplicación de medidas dé “cooperativismo” y “colonización”, descuidando lo fundamental
del problema, es decir, la realización efectiva de la reforma agraria. Ocurre lo mismo con
las minas nacionalizadas, YPFB, la industria de trasformación, ferrocarriles, etc. De ahí
que es conveniente referirse a dichos planes de estabilización” dictados por “técnicos” y
organismos que representan los intereses del imperialismo yanqui.
POLITICA DE “ESTABILIZACION”
Veamos, en primer término, que desde fines de 1931 y como consecuencia de la crisis
mundial capitalista de 1929-33, el país entra en un proceso inflacionario del que no
puede salir sin mayores conmociones económicas y financieras.
En 1932 Bolivia confronta una fuerte escasez de divisas y adopta como medida
defensiva el sistema de Control de Cambios, con el propósito de lograr la recuperación
económica y la estabilidad financiera y monetaria. Pero, debido a que las bases de la
dependencia nacional, del atraso y de las relaciones de producción semifeudales son
intocadas, el sistema que establece tipos de cambio preferencial, da margen al
negociado y la especulación por parte de favoritos del gobierno, aunque nunca en forma
tan descarada como en los primeros cuatro años del gobierno del MNR. Sin embargo,
este episodio no desahucia el sistema mismo, porque aplicado con honestidad y en
defensa de los intereses nacionales, es justamente el sistema aconsejable en los países
de economía subdesarrollada y dependiente.
Es, pues, desde fines de 1931 que la inflación viene desvalorizando la moneda, sin que
las modificaciones del cambió ni las diversas medidas de política financiera pongan
remedio al proceso inflacionario, que sigue su curso cobrando cada vez un ritmo de
mayor velocidad.
Tal dependencia favorece la fuga constante de capitales y hace que la balanza de pagos
sea por lo general deficitaria. El carácter monoproductor de la economía boliviana es,
por otta parte, un rasgo dominante que la hace excesivamente sensible a las
fluctuaciones del mercado mundial capitalista y a las manipulaciones de los monopolios
internacionales que, en realidad, son los que controlan la economía nacional. De ahí que
el Estado acuse una situación de permanente pobreza; y, precisamente por eso, los
gastos públicos superiores a los ingresos, son la causa de la inflación en un comienzo.
El Estado se ve frente a gastos desmesurados, como en el caso de la guerra del Chaco,
127
gastos que sobrepasan en mucho a sus ingresos, viéndose obligado a recurrir a los
préstamos, a sus reservas en divisas y oro y a diversas medidas impositivas que gravan
el consumo popular. La necesidades urbanas que marcan el progreso de las ciudades a
partir de 1936, exigen fondos que se obtienen en préstamo del Banco Central. La
necesidad de obras públicas, carreteras, represas para regadío y otras, requieren dinero
que el Estado obtiene por el mismo medio de los préstamos. Los presupuestos
permanentemente deficitarios requieren asimismo su nivelación, cosa que se logra por la
misma vía, es decir, por los préstamos del Banco Central; de modo que éste, para cubrir
tales exigencias, tiene que recurrir a la emisión de más papel moneda, desvalorizando
continuamente su poder adquisitivo.
Sin embargo, la inflación adquiere un ritmo más acelerado a partir de 1952, lo que en
manera alguna justifica la política de los anteriores gobiernos, que no mueven un dedo
en busca de la independencia económica del país. Entregados como se hallan al- impe-
rialismo norteamericano, como ahora contralor casi absoluto de ‘la economía nacional,
viven adormecidos, gozando de las fruiciones del poder político dispensado por las
grandes empresas mineras, sin preocuparse en lo más mínimo de los intereses
nacionales ni del pueblo.
El índice del costo de la vida en la ciudad de La Paz, tomando como basa 1931 igual
100, sube a fines de 1986 a 214, lo que representa una tasa acumulativa anual de
16,6 %.
En 1939, el circulante aumenta a 679,5 millones y el índice del costo de vida asciende a
733 puntos, en la ciudad de -La Paz. Las cifras de la circulación monetaria, de 679,5
millones a fines de 1939, año en que estalla la segunda guerra mundial, suben a 2.558,4
millones a fines de 1945, año en que termina la guerra. El índice del costo de vida en La
Paz, aumenta de 733 a fines de 1939 a 1911 puntos en 1945. De este año a 1951, el
circulante crece a 4.334 millones y el costo de vida a 5.041.
La cotización oficial del dólar americano en moneda nacional, en los años 1946, 47, 48 y
49 es igual a Bs. 42. En 1950 y 1951 se cotiza en Bs. 60; pero, las cotizaciones del
mercado libre (bolsa negra) son las siguientes: en enero de 1948 Bs. 71, en diciembre
del mismo- año, Bs. 91. En enero de 1949, Bs. 95, diciembre Bs. 116, enero de 1950,
Bs. 117 y diciembre Bs. 130.
128
del país... “, de modo que “el comportamiento de la economía en su conjunto no es el
mismo”.
En 1953 ese proceso toma fuerte impulso y el costo de vida aumenta en 152 %. ara
combatir esa inestabilidad monetaria que amenaza el desquiciamiento de la economía,
el gobierno del Dr. Paz Estenssoro contrata los servicios del señor Arturo Karazs,
técnico de las Naciones Unidas, cuyas directivas se imponen en los Decretos
Económicos del 14 de mayo de 1953.
Para el logro de estos objetivos, el primero de esos decretos establece la paridad del
peso boliviano en 190 por dólar americano. Como consecuencia y dado el propósito de
“poner los precios reales para asegurar la abundancia de artículos alimenticios”, los-
precios suben. Demás resulta anotar que la formación de los precios no obedece
129
únicamente a la relación de cambio internacional de la moneda, ni el alza de éstos es
suficiente incentivo para estimu1ar la producción, ya que en países atrasados y
dependientes, las condiciones semifeudales dé la producción agrícola, hacen
innecesaria la inversión de capitales, y la producción d. algunos articulo manufacturado
reduce a pocas fábricas técnicamente atrasadas, que en gran medida se mantienen por
la subvención del Estado. Finalmente, las importaciones de artículos alimenticios,
vestido y otras manufacturas, que no se producen o se producen escasamente en el
país, se hallan monopolizadas por uno o dos consorcios internacionales, como la Casa
Grace Co., por ejemplo.
El segundo decreto reconoce dos mercados cambiarios: el oficial y el libre o bolsa negra;
determina que el “producto íntegro, en moneda extranjera, de todas las exportaciones y
reexportaciones deberá venderse al Banco Central de Bolivia...”; dispone la organización
de un presupuesto anual de divisas, etc. Como se sabe, la fuente principal de divisas en
Bolivia, es la venta de minerales, fundamentalmente estaño; de manera que no se toma
en cuenta para nada, el hecho de que el precio y la cantidad de exportación de este
mineral, dependen exclusivamente de EE. UU. y Gran Bretaña, cuyos monopolios
regulan según sus intereses económicos y políticos, nuestros ingresos en moneda
extranjera. Los decretos no prevén la escasez de la divisa dólar, escasez que trae
consigo el alza constante de su cotización en el mercado libre.
Para afrontar el aumento de sus gastos, ocasionado por estas medidas, el gobierno
establece “un impuesto adicional a las importaciones del 50 y 100 % sobre el valor CIF
de las minas.., y se suprimen numerosos impuestos sobre transacciones en monedas
extranjeras. Se crea, en cambio, el impuesto de Bs. 35 sobre cada dólar vendido por- la
COMIBOL, por concepto de exportaciones de minerales de cualquier naturaleza. Así
resulta que la empresa que constituye la fuente principal de ingresos en dólares, en vez
de recibir Bs. 190 por cada dólar, recibe solamente Bs. 155, pese a que entre las
razones para la devaluación del tipo de cambio, se aduce el “alto costo” de la producción
de minerales, especialmente estaño.
Los decretos suprimen las subvenciones al consumo y en cambio fijan los precios
máximos de determinados artículos, congelan los alquileres y autorizan al Ministerio de
Economía la atención directa del abastecimiento de ciertos productos indispensables,
mediante el. sistema de cupos. Para contrarrestar el alza del costo de ‘vida a causa de la
devaluación, se compensan los sueldos y salarios con Bs. 4.000 mensuales para los
trabajadores que no gozan de pulpería barata, y con Bs. 2.000 para los que se
benefician con ella. Se congelan los sueldos y salarios. Se restringen los créditos
bancarios en favor del público, aunque al propio tiempo, al margen de los decretos, se
instituye el llamado Préstamo de Honor en favor de los militantes del partido del
gobierno. Finalmente, para “crear las condiciones jurídicas y económicas adecuadas
para que el pueblo mejore su bienestar” y “ahorre”, se autoriza al Banco Central hacer
acuñar piezas de oro que, si bien el pueblo no ha visto, sabe que se sacaron al
extranjero sin ningún beneficio para el país. Por último, los Decretos Económicos crean
la Oficina de Estabilización de Precios y Salarios, que casi automáticamente
desaparecen a poco de su creación.
130
Este Plan estabilizador, dictado a base de los principios keynesianos, que en la
Conferencia de Breton Woods se imponen dando lugar a la creación del Fondo
Monetario Internacional (FMI) y del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento
(BIRF), en servicio del dólar americano y, por tanto, de los multimillonarios de Wall
street, fracasa estrepitosamente en cuanto se refiere a la estabilización monetaria del
peso boliviano; pero consigue todos sus objetivos al servicio de los monopolios
capitalistas, es decir, devaluar la moneda de los países de la llamada “periferia”, entre
ellos Bolivia, para mantener la dictadura del dólar en el cambio internacional;
descapitalizar las empresas estatales de estos países, para inducirlos a atraer capitales
privados de los monopolios internacionales -o, lo que es lo mismo, obligar a la
desnacionalización para imponer la empresa privada o “mixta” con capitales de origen
imperialista; orientar el comercio exterior de estos países de la “periferia” hacia el ‘Centro
Cíclico”, es decir, en favor de los monopolios capitalistas de EE.UU.; y, por último,
facilitar las ganancias de la, burguesía burocrática y compradora de dichos países de la
“periferia”, que de tal modo se constituyen en los más celosos defensores del impe-
rialismo y por tanto, en los peores enemigos de su propia nación y de su pueblo.
Es así como el proceso inflacionario sigue su curso a un ritmo cada vez más acelerado.
En efecto, los medios de pago en circulación, de Bs. 10.596.642 a fines de 1952,
ascienden a Bs. 20.557.342 al 31 de diciembre de 1953, o sea, un incremento del 93,99
%. Al 31 de diciembre de 1954, el circulante se eleva a Bs. 35.008,8 millones, es decir,
el 70,3 % con respecto al año anterior. Al 31 de diciembre de 1955 aumenta a Bs.
73.112,6 millones, lo que significa del 108,84 % de aumento; pero, la carrera
inflacionaria no cesa, pues en diciembre de 1956 el circulante sube a Bs. 247.591,7
millones, lo que representa el 238,64 % de incremento, tomando como base 1955. El
costo de vida, tomando como base 1936 igual 100, sube en diciembre de 1953 a 7.784;
en diciembre de 1954 a 15.463 en la ciudad de La Paz; en diciembre de 1955, tomando
como base diciembre de 1953 igual 100, el índice general del costo de vida en la misma
ciudad de La Paz, sube a 355 y a fines de diciembre de 1956 sube a 1.924 puntos, es
decir que al alza del costo de vida en la ciudad de La Paz en un año, del 31 de diciembre
de 1955 al 31 de diciembre de 1956, representa el 474 %.
Según la CEPAL, las cotizaciones del mercado libre en moneda nacional por dólar son
las siguientes: enero de 1952 Bs. 205, diciembre 275; enero de 1953 Bs. 400, diciembre
950; enero de 1954 Bs. 1.120, diciembre 1.820; enero de 1955 Bs. 2.054, diciembre
4.018; enero de 1956 Bs. 4.513, octubre Bs. 11.604 y a mediados de noviembre del
mismo año, sube hasta Bs. 12.500 según la Memoria de 1956, del Banco Central de
Bolivia.
131
“Las condiciones desfavorables subsistentes en los principales mercados de consumo
de minerales, han determinado el ostensible decaimiento de la producción, y en mayor
grado la caída de las exportaciones.
“Es obvio suponer que la. producción minera seguirá siendo por muchos años más, el
basamento de la economía del país, y por consiguiente el nervio sensible que trasmitirá
sus efectos a todo el organismo económico.
“En segundo lugar, debido a la caída del poder de compra del dinero, el crédito
desaparece y como consecuencia surgen los usureros. La falta do crédito priva a la
economía de sus ventajas y afecta a la industria nacional que es de insuficiente
desarrollo. Por otra parte, las ventas ya no se hacen a plazo, sino al contado, etc,
“En tercer término, todo el mundo pierde la confianza en la moneda: de ahí que los que
tienen dinero lo inviertan apresuradamente- en mercancías, y esto acrecienta
132
notablemente la demanda, impulsando el alza mayor de precios. Como consecuencia, la
circulación de la moneda cobra una velocidad inusitada.
‘En cuarto lugar, este estado de cosas crea un ambiente de incertidumbre y de angustia
y cada cual trata de hacer pagar con los demás los riesgos de la continua
desvalorización de la moneda. Todo el mundo busca el modo de negociar en cualquier
forma.
“Pero la inflación pesa brutalmente sobre las espaldas de los trabajadores, puesto que
los - sueldos y salarios se reajustan de cuando en cuando y en proporciones siempre
pequeñas; mientras que los precios suben continuamente y en proporciones siempre
mayores.
Además, los trabajadores gastan sus salarios «estirándolos» hasta el próximo pago,
confrontando constantemente precios cada más vez más altos. La inflación actúa como
un impuesto especial son los salarios y éstos caen continuamente en su poder de
compra. Son, pues, las clases laboriosas en general, las que más sufren en un periodo
inflacionario.
“Este cuadro más o menos general de las consecuencia de la inflación crea un campo
propicio para la especulación, el contrabando, la ocultación, el negociado, etc., que
nuestro pueblo contempla con estupor y en cierta medida, impotente, al ver a los
“nuevos ricos” luciendo los automóviles más lujosos y gozando de los privilegios
irritantes del oficialismo: los «cuperos». los «diviseros», los «bolsa-negreros», favoritos
todos del oficialismo, edificando fortunas de la noche a la mañana a costa del hambre
del pueblo, y lo que es más grave, haciendo fugar esas fortunas al extranjero, es decir,
descapitalizando a la Nación, fuga de capitales que a su vez impulsa la mayor inflación.
“Como todos los países latinoamericanos — decíamos en esa conferencia— unos más
que otros, Bolivia marca el compás de los tambores que se tocan en Wall Street.
Cuando por la mayor exportación y precios mejores del estaño tenemos alguna bonanza
económica, los monopolios norteamericanos que dirigen consorcios internacionales,
operan inmediatamente para bajar esas exportaciones y precios. Cuando a
consecuencia de este tipo de maniobras sufrirán hambre y miseria, como ocurre
después de la nacionalización de las minas, inmediatamente esos monopolios se nos
presentan como <amigos> y nos «ayudas» a través del Departamento de Estado
norteamericano que lanza a los cuatro vientos una propaganda de «su filantropía» con el
“hermano pueblo de Bolivia”.
A propósito, en la citada Memoria de 1954, del Banco Central de Bolivia, se dice que
“este trance difícil de la economía nacional ha sido mitigado con la ayuda de Estados
Unidos que ha concedido durante 1954 un obsequio o ayuda de u$s. 13.700.000
habiéndose utilizado la contrapartida en bolivianos, en un programa de inversiones. . .
“La ayuda americana, en el estado desastroso de nuestra economía, durante los años
siguientes a la insurrección de abril de 1952, ayuda consistente en leche en polvo, queso
y otros productos sobrantes de los EE. UU., alcanza apenas a la sexta parte de lo que
los monopolios yanquis sacan en los cuatro primeros años de gobierno del MNR, sólo
133
como diferencia del precio del estaño en relación con su costo de producción, es decir,
200 millones de dólares de diferencia según los datos oficiales. Además, esa ayuda» se
halla condicionada a ciertos requisitos que implican mayores concesiones económicas y
políticas. Entre esos requisitos señalarnos los siguientes: 1) la prohibición de vender los
minerales y especialmente el estaño a otros países que no sea EE.UU. o, en el mejor de
los casos, Inglaterra; 2) la entrega de otras riquezas nacionales y entre ellas, fuera de
los bosques y lavaderos de oro en el Oriente, el petróleo, entrega que se hace en las
condiciones más leoninas. A -este respecto es útil conocer que esa misma «ayuda» a
los países árabes, - tiene por objeto eliminar del Cercano y Medio Oriente a los socios
de EE.UU., Inglaterra y Francia, para expandir su dominación a esos países, porque el
petróleo del Cercano y Medio Oriente le cuesta a EE. UU. dos centavos de dólar el barril;
en tanto que el barril de petróleo en su propio territorio le cuesta dos dólares; por eso se
explica la conducta dual que asuma EE. UU. en el conflicto del Canal de Suez y, 3)
sumisión política de gobierno tanto en el orden internacional como en el orden interno.
“La ayuda del capitalismo monopolista yanqui que tiene el control de nuestra economía
es, en resumidas cuentas, el nombre de su política de expansión y de dominio; y esta es
la <ayuda> a la que recurre el gobierno del Dr. Paz Estenssoro, para «solucionar» la
aflictiva situación del país:” (102)
En este estado de cosas llega el nuevo gobierno del MNR y plantea a su vez cl problema
de Ja estabilización monetaria. No seríamos justos si no reconociéramos que el anterior,
siguiendo una conducta contradictoria, deja algunos hechos positivos que tarde o
temprano servirán para conquistar la independencia nacional. Nos referimos a la
nacionalización de las minas y al decretó de reforma agraria, medidas éstas, que
consecuentemente aplicadas en defensa de los intereses nacionales, constituyen junto
con una política estatal independiente, los pilares de la independencia del país;
En la Memoria anual de 1956, del Banco Central de Bolivia, se dice: “El Sr. presidente
de la República, a fin de poner término al proceso inflacionario que perjudicó el
desarrollo económico y financiero del país y considerando que la estabilidad de la
moneda es el factor básico para un desarrollo normal de la economía que permite
aumentar la producción y elevar el nivel de vida de la población, en uso de las facultades
extraordinarias que le confirió el Congreso mediante Ley del 22 de noviembre de 1956, y
previa consulta con el Fondo Monetario Internacional, dictó en fecha 15 de diciembre de
1956, los decretos sobre estabilización monetaria en Bolivia. Se puso así término al
período de inconvertibilidad del billete y del control de cambios...
“Para hacer frente a cualquier emergencia y llevar a cabo el plan, además de los
recursos ordinarios en moneda extranjera del país, se ha creado un «Fondo de
estabilización» de u$s 7.500.000, con cargo al préstamo otorgado- por el Fondo
Monetario Internacional; u$s. 7.500.000. con cargo al préstamo otorgado por la
Tesorería de-los Estados Unidos y u$s. 10.000.000, con cargo a la Ayuda Nor-
teamericana.”
134
de la Corporación Boliviana de Fomento (CBF), organización nacional creada en 1942.
La primera consecuencia es el aumento de la desocupación y la destrucción de la CBF,
llamada a constituir el núcleo central de una serie de obras importantes. Por ejemplo, las
obras de irrigación de Villamontes debían habilitar 15 mil hectáreas de terreno para el
cultivo de algodón; las de Corani y Montepunco tenían por objeto generar energía
eléctrica en cantidades suficientes como base de. la industria, etc. El golpe asestado a la
CBF es, por tanto, un golpe a las posibilidades de la industrialización del país.
135
social que le hice, respondió simplemente que se mueran de hambre, refiriéndose a los
obreros...”
Entre las medidas concretas de la estabilización tenemos el libre cambio, el nuevo tipo
de cambio, la libre disponibilidad de divisas por los empresarios, las nuevas tarifas
arancelarias, un nuevo sistema impositivo, la cancelación de los precios
subvencionados, la compensación a los sueldos y salarios por la devaluación. En lo
político, la prórroga del estado de sitio y la huelga de hambre del Exrno. Sr. presidente
de la República.
136
Si bien el libre cambio del capitalismo premonopolista introduce una política más
“benigna” con respecto a las colonias, en comparación con la violenta explotación
colonial, en los marcos de un monopolio cerrado, propugnado por el mercantilismo, en
cambio, ahora la política imperialista del capitalismo moderno, en singular paralelo
histórico con el mercantilismo, tiene la dominación económica del mundo al servicio de
los grandes monopolios que buscan la máxima ganancia a través de cualquier medio e
incluso a través de la guerra. Para ello buscan su expansión en idéntica actitud que el
nazismo alemán buscara a su tiempo “el espacio vital”,’ aplastando la independencia
nacional y saqueando las riquezas naturales de los países subdesarrollados y
dependientes como el nuestro.
El libre cambio tiene por objeto, ante todo, facilitar la explotación de nuestras riquezas
naturales por los monopolios imperialistas. En los momentos actuales, después de la
nacionalización de la grande minería, el libre cambio tiene por objeto garantizar las con-
cesiones de los yacimientos petrolíferos otorgadas a los trusts petroleros
norteamericanos e ingleses, otorgadas en las condiciones más desfavorables a los
intereses nacionales. Y no es raro que se llegue a arrendar las minas nacionalizadas a
los monopolios capitalistas o se constituye con éstos empresas mixtas para su
explotación.
137
Pero, lo que interesa destacar, que el petróleo seguirá siendo por mucho tiempo más, la
fuente de energía más importante de la industria moderna. De ahí que afirmar que el
ciclo del petróleo se está cerrando, no es sino una cortina de humo para justificar lo
injustificable: la enajenación de tan importante riqueza natural, en condiciones
incompatibles con la soberanía y el porvenir nacionales.
“Sin embargo, hay gentes que sostienen que no hay otra solución y que los consorcios
petroleros internacionales ofrecen una explotación eficiente, etc. Estamos de acuerdo
con que esos consorcios realizan una explotación eficiente de todo aquello que les
significa aprovechamiento exclusivo. Así es como las compañías -norteamericanas e
inglesas explotan el petróleo del Medio y Cercano Oriente. Como ya dijimos, el barril de
petróleo explotado en el Cercano y Medio Oriente cuesta a los trusts petroleros apenas
dos centavos de dólar. Ese mismo barril les cuesta producirlo en los EE.UU. dos dólares.
La diferencia llega a la increíble proporción de 100 veces y huelga decir que se traduce
en bajos salarios, hambre y miseria para los pueblos árabes, y fabulosas ganancias para
los trústs petroleros. Esta es la realidad de la política inversionista de los monopolios
capitalistas y es una política repudiada por los pueblos que aspiran a su libertad e
independencia.
Estamos, pues, ante el peligro de que los trusts petroleros se apoderen de los destinos
de la Nación, ya que la política de libro cambio respalda la antipatriótica Ley del
Petróleo.
Cuando la inversión de capitales extranjeros, que es lo que se busca con las medidas de
estabilización, está enmarcada, como en el caso del petróleo, en condiciones de saqueo,
los sectores más esclarecidos del pueblo se oponen a ese tipo de inversiones; porque
ello significa postergar la Nación en el atraso, la miseria y la dependencia. Otra cosa
sería que los capitales privados extranjeros, cualquiera que fuera su nacionalidad,
promovieran el desarrollo de la economía boliviana, estableciendo industrias de
trasformación que es lo que necesitamos, o realizando obras de interés nacional. Pero
sabemos de sobra que a las colonias, semicolonias y países dependientes, sólo llegan
capitales financieros para la explotación de materias primas, frenando así el desarrollo
de las fuerzas productivas de estos países. Por esta razón, la política de libre cambio
impuesta a nuestro país por el Fondo Monetario Internacional, hace abstracción de la
realidad económica y política del mundo en que vivimos y de nuestra propia realidad, de
nuestras necesidades y de nuestras aspiraciones.
“El Decreto de estabilización del 15 de diciembre de 1956, que sustituye <todo impuesto
sobre exportaciones y utilidades mineras>, por <una regalía en divisas de libre
convertibilidad», fija la escala de porcentajes de regalías para los distintos minerales que
se explotan en el país. Al mismo tiempo, el otro decreto que señala los principios
generales de la estabilización, en su art. 6~ autoriza a los empresarios a «disponer
libremente» de sus divisas provenientes de la exportación de minerales. Esto quiere
decir, que si bien se puede fomentar la exportación —aunque ello depende de las
condiciones del mercado internacional capitalista, dada la orientación cerrada del
comercio exterior boliviano— en. cambio, debido a la escala baja do regalías, los
ingresos del Estado disminuirán notablemente. Por el contrario, las necesidades
138
crecientes de carácter público, no disminuirán los gastos y es previsible que más bien
aumenten, y, corno consecuencia, los déficits presupuestarios abrirán una vez más el
ciclo inflacionario.” ~ Estas previsiones anotadas en enero de 1957, se cumplen en gran
medida, con el agravante de que las minas nacionalizadas y demás empresas estatales,
se descapitalizan sistemáticamente al extremo de llegar al borde de la quiebra; y con la
circunstancia de que los déficits del presupuesto nacional, se cubren con el “auxilio” del
punto IV, como veremos después al tocar el problema concreto de las relaciones
internacionales de Bolivia.
“En último análisis, este liberalismo implantado con los decretos de estabilización
monetaria, con el propósito de estimular inversiones en el país, ha abierto las puertas de
Bolivia a los capitales monopolistas norteamericanos, para el saqueo más libre de
nuestras riquezas naturales, aparte de que les facilita fabulosas ganancias para su
inversión en el extranjero, en contraposición a los bajos salarios que ha de pagar a los
obreros bolivianos.
139
nufacturados de consumo no duradero, no obstante participar la industria nacional hace
ya mucho tiempo en la producción de éstos.3~ En tercer término, los datos de referencia
muestran el carácter fragmentario de la industria boliviana, puesto que depende
aproximadamente en un 40 % de materia prima importada, dado el atraso de la actividad
agropecuaria que no puede ofrecer materia prima a la industria, sino en muy reducida
proporción. De ahí que el problema del aumento de la producción industrial no dependa
tanto de la capacidad del mercado interno, o de la capacidad productiva de la industria,
sino más bien, de las disponibilidades de materias primas. Esto explica por qué cl
volumen dc la producción industrial que comprende 528 industrias alimenticias, 220 de
bebidas, 5 de tabaco, 2.019 de textiles e indumentaria, 118 dc cuero, 769 de madera y
muebles, 8 de papel, cartón y derivados, 80 imprentas, editoriales, etc., 16 de caucho,
82 químicas, 1 de derivados de petróleo y carbón, 129 de cemento, vidrio, cerámica,
671. mecánicas y metalúrgicas y 423 otras industriass, “después de crecer con gran
rapidez desde la crisis de comienzos de los años treinta hasta la preguerra, y luego
durante la guerra misma... “, se haya estacionado “desde hace unos 5 ó 6 años. Aún
más —continúa la CEPAL—, son numerosos los casos en que puede comprobarse que
la producción alcanza ya niveles superiores a los actuales hace 5, lO ó 15 años”.
Por otra parte, “la cantidad media de maquinaria y equipo industrial importada
anualmente en los años de 19 54-55 ha sido muy inferior a la registrada en el quinquenio
de 1925-29, y no más de la mitad de la efectuada en el período de 1936-40, o en los
años de 1947-50”. Finalmente, el dato revelador del enorme atraso industrial boliviano,
es que la “contribución de la industria al producto nacional bruto”, no alcanza al 9 % en
1955.
lEs cierto que con el libre cambio el comercio adquiere un. amplio desarrollo, así como el
contrabando, acentuando más nuestra condición de mercado de los productos
extranjeros. Y es cierto que algunas mercancías extranjeras bajan de precio al comienzo
de la aplicación de las medidas estabilizadoras, para luego subir a precios mayores.
Este fenómeno se opera tanto por la competencia, como porque en un primer momento
son adquiridas al tipo de cambio de Bs. 7.750 el dólar y no al tipo de cambio de 10 ó 12
mii el dólar. Por ejemplo, la camisa manhatan que en EE. UIJ. cuesta 3 dólares y antes
de la estabilización se vendía a Es. 80.000, en un comienzo baja de precio; pero, aun si
140
tal precio bajo se mantuviese, cosa que no ocurre porque la cotización actual del dólar
es de Bs. 12.500, no es la gran mayoría la que usa camisas manhatan. Como este ejem-
plo pueden darse otros, asegurando que el libre cambio favorece a los ricos, y no a las
clases populares.
“Es evidente que con la importación de trigo y de harina de trigo extranjeros —decimos
en la citada conferencia— puede haber abundante pan, fideos y otros, pero también es
evidente que dado el atraso técnico en nuestra agricultura... se asesta un golpe de
muerte a la producción triguera del país”, hecho confirmado por la experiencia de estos
cuatro últimos años. “Otro tanto puede decirse del arroz, del azúcar, la cebada y de otros
productos, como el maíz por ejemplo. En resumidas cuentas, la reforma agraria quedará
totalmente paralizada y los campesinos se verán en una situación económica aflictiva,
constituyendo contingentes migratorios permanentes en busca de medios de vida.” Lo
que se ve con respecto a la reforma agraria, es la prueba de esta afirmación.
El problema reviste caracteres más graves si se examina en relación con los sueldos y
los salarios. En efecto, de Bs. 190 el dólar sube a Bs. 7.750, de modo que anulando los
precios subvencionados, el costo de vida sube en un promedio de mil por ciento. Por
ejemplo, el litro de kerosene de Bs. 30 a Bs. 300, el pan de 110 gramos de Bs. 30 a Bs.
50 el de 100 gramos, el kilo de azúcar de Bs. 110 a Bs. 1.200. El litro de leche en la
ciudad de La Paz vale 2.500 hasta 3.000; en la ciudad de Cochabamba subió de Bs. 400
el litro, a 900 hasta 1.200. El kilo de carne de 1.700 que aun con las mortificaciones de
las colas se compra antes de la estabilización, sube a Bs. 5.000, 6.000, 7.000 hasta
8.000, etc., etc. Por otra parte, la compensación otorgada por la devaluación del tipo de
cambio, alcanza en promedio cuando más al 30 %. Supongamos un obrero fabril que el
14 de diciembre de 1956 gana en promedio Es. 120.000, con la compensación de Bs.
1.300 diarios, gana 159.000. Si constituye una familia de cinco personas (este es
además el tipo de familia que se toma en cuenta para estos cálculos), necesita por lo
menos un kilo de carne por día a Es. 5.000, es decir, que todo su salario se acaba sólo
en carne y no puede comprar nada más. Debido a esta situación, los trabajadores
fabriles luchan tenazmente hasta conseguir el salario mínimo de Bs. 250.000, que
equivale a u$s. 20 mensuales, al cambio de Bs. 12.500.
141
obra y, por tanto, la situación de la clase obrera se torna cada vez más difícil y
dramática.
En estas condiciones, las conquistas sociales quedan de hecho anuladas, ya que por
ejemplo el beneficio de asignación de alquiler, los subsidios de matrimonio, de lactancia,
y familiar, representan sumas ridículas que no influyen en los ingresos de los obreros.
La verdad es que las medidas de estabilización asestan el golpe más duro a la clase
obrera, a los maestros y a los honestos empleados públicos. La congelación de sueldos
y salarios que rige hasta la fecha, así como la resistencia pertinaz y la escasa
sensibilidad popular del gobierno a llevar el más mínimo alivio a la situación de miseria y
hambre de los hogares bolivianos, obedeciendo los dictados del F.M.I.; el
desconocimiento del derecho de petición, del derecho de huelga y del fuero sindical, a
través de un permanente “estado de sitio”, constituyen el contenido de la política de
estabilización, cuyo propósito es crear la confusión y el divisionismo en las filas de los
trabajadores.
Veamos ahora en números, los resultados de la estabilización bajo la política del F.M.I.
De 247.591.693 millones al 31 de diciembre de 1956, el circulante combinado aumenta a
junio de 1960 a 540.456.128 millones-38, o sea, un incremento de más del 118 %, lo que
significa un proceso inflacionario mayor que el operado de 1954 a 1955.
El ingreso de divisas en 1956 alcanza a u$s. 72.984.124, menos del 8,44 % con
respecto a 1955. En cambio, los egresos ascienden a u$s. 79•936•569m, es decir, u$s.
6.952.445 más que los ingresos.
Las ventas de divisas señalan un aumento apreciable a favor del comercio y una
disminución para la industria comparativamente a 1955. En efecto, en 1955 se vende al
comercio el 16,95 % y en 1956 el 19,17 %; en tanto que a la industria en 1955 se vende
142
el 14,53 % y en 1956 sólo el 10,90 %. Pero, a partir del 15 de diciembre de 1956, la
compra-venta de divisas es completamente libre.
Los ingresos en divisas en 1957 alcanzan a u$s. 66.959.279; en 1958 a u$s. 59.321.355
“incluyendo la ayuda americana y las .compras del FMI, bajo el acuerdo de Stand-by ; y
en 1959 a 4s. 50.880.286. Como se ve, los ingresos bajo la política de estabilización son
cada vez más disminuidos.
En cuanto a los egresos en divisas, tenemos el siguiente cuadro que muestra a las
claras la decadencia de la economía nacional. En 1957 dichos egresos llegan a la suma
de u$s. 67.285.960, de los cuales u$s. 43.329.175, o sea, más del 64 % del total de
egresos, van a EE. UIT. por concepto de pago de importaciones, es decir, pago de las
compras efectuadas en EE. UU. En 1958 los egresos suman u$s. 62.300.760,07, de
éstos van a EE. UU., por igual concepto de importaciones, u$s. 36.942.072. En 1959 los
egresos llegan a la cifra de u$s 49.590.236,47, de los cuales, por el mismo concepto de
importaciones, van a EE.UU. u$s. 28.74~.805. Es de advertir que los egresos también
disminuyen sistemáticamente desde la aplicación de la política estabilizadora, lo que
precisamente explica el estado de verdadero languidecimiento en que se hallan todas
las actividades económicas del país.
El índice general del costo de vida en la ciudad de La Paz, tomando como base enero de
1956 igual 100, sube a 550 puntos en junio de 1960, mientras que los sueldos y salarios
permanecen casi invariables desde los famosos decretos de estabilización monetaria. A.
este respecto, en la “carta de intenciones” dirigida por el gobierno al Fondo Monetario
Internacional, el 28 de abril de 1959, Le dice lo siguiente: “El gobierno seguirá con su
política de dar tratamiento favorable a los salarios anormalmente bajos, en el sector
público, pero no permitirá otros aumentos de salarios... “
Según los índices comparados del costo de vida, teniendo como base 1953 igual 100, en
New York sube 10 puntos hasta abril de 1960, en Londres hasta marzo sube 20 puntos,
en Buenos Aires hasta lebrero sube 302 puntos, en Sao Paulo 484 puntos basta abril de
1960, en Caracas 10 puntos hasta septiembre de 1959, en Santiago de Chile el costo de
vida sube 1.040 puntos en abril de 1960, en Lima sube 64 puntos en marzo, en
Montevideo en 201 puntos el mismo mes, y en La Paz sube en 3.220 puntos en mayo
de 1960.42 Como se ve, el aumento del costo de vida en Bolivia es mucho mayor que en
cualesquiera de los países comparados. ¿ Cuál es entonces el beneficio de la política de
estabilización dictada por el FMI y sostenida férreamente por el gobierno del MNR? Ya.
hemos visto cómo la COMIBOL, YPFP,, la industria, los ferrocarriles, etc., están en una
situación sumamente difícil, y cómo el pueblo soporta una miseria que se agrava de más
en más, en la medida en que se imponen los “asesores” norteamericanos en el Consejo
Nacional de Estabilización Monetaria. Esta situación trae por cierto, cambios importantes
en el movimiento obrero.
EL MOVIMIENTO OBRERO
Si bien no es imprescindible hacer la historia del movimiento obrero boliviano, para el fin
propuesto, en cambio, es necesario destacar los rasgos generales de su desarrollo, para
comprender mejor su estado actual.
143
Durante el primer medio siglo de vida republicana, los obreros de las minas, aun en
número reducido, conservan en gran medida las características de ]os mitayos de la
época del coloniaje y se hallan totalmente desorganizados. Los artesanos, sujetos a las
reglamentaciones gremiales, se arrastran en el vicio, la miseria y la ignorancia, junto a la
soldadesca de los caudillos militares que se suceden en el gobierno a través de
cuartelazos y golpes de estado, como representantes del latifundismo dominante.
En realidad, sólo con la penetración del imperialismo inglés a principios del siglo, con el
desplazamiento parcial de los latifundistas por los industriales mineros de las funciones
ejecutivas del gobierno, con el desarrollo de las actividades mineras —sobre todo de la
minería de estaño—, con la construcción de ferrocarriles, el tendido de redes
telegráficas, etc., el movimiento obrero adquiere alguna importancia.
Los obreros gráficos, culturalmente los más avanzados, fundan en 1905, la Unión
Gráfica Nacional, con fines esencialmente mutualistas. Los artesanos que por su número
constituyen un sector social importante en las poblaciones urbanas, organizan centros
sociales de carácter cultural y político.
144
En estas circunstancias, el triunfo del gobierno frente a la coalición “radical-federalista”,
permite a la entidad obrera desligarse de sus compromisos con esos intelectuales y dar
paso a las ideas anarco-sindicalistas que empiezan a irrumpir en Bolivia.
De ahí que en 1914, los trabajadores de la Compañía Huanchaca inicien la batalla por
mejores salarios, sin ningún resultado positivo, ya que la falta de organización, y la poca
o ninguna experiencia, favorecen a la represión. Ese mismo año los gráficos buscan de
modificar la estructura y orientación de socorros mutuos de la Unión Gráfica Nacional.
Sin embargo, el Centro Tipográfico, fundado en La Paz, logra apenas eliminar la
ingerencia patronal conservando la tendencia mutualista, no obstante la atingencia del
anarco-sindicalismo.
En realidad, este es el rasgo dominante del movimiento obrero hasta los años veinte. Lo
mismo ocurre en las demás ramas laborales. Los ferroviarios, por ejemplo, fundan en
1912 la Sociedad Mutualista Ferroviaria de Oruro y los trabajadores de las minas
organizan <‘filarmónicas”, sociedades de socorros mutuos y centros sociales, que en
manera alguna constituyen un movimiento sindical.
Corresponde a los gráficos iniciar la roturación del terreno propiamente sindical con la
organización de la Federación de Artes Gráficas. Por cierto que esta entidad no
consigue despojarse del todo de las vestiduras mutualistas, pero ya constituye un paso
firme en la aplicación de los principios orgánicos del sindicalismo. Ese año se organizan
también varios sindicatos y federaciones, cuyos representantes reunidos en La Paz
forman la Federación Obrera del Trabajo (FOT) llamada a remplazar a la FOI y
destinada a orientar las luchas de reivindicación dc los trabajadores.
145
El golpe de estado de 1920 lleva al gobierno a la fracción saavedrista del Partido
Republicano y abre las puertas del país a la penetración del imperialismo yanqui. Como
consecuencia, se remachan las cadenas de dependencia económica y política que
impiden el desenvolvimiento independiente del país; se asegura la libertad de acción de
los partidos tradicionales en franca disputa por el poder, dado su afán de servir mejor al
nuevo amo. No sólo son los liberales los que enfrentan la oposición al Partido
Republicano Socialista, sino también la otra fracción republicana, constituida por el
Partido Republicano Genuino. Y la Nación toda vive un clima de conspiraciones y de
inseguridad institucional. Por otra parte, la masacre dc campesinos en Jesús de
Machaca; la huelga de ferroviarios y tranviarios en defensa de su representante
parlamentario, ofendido por haber expresado algunas ideas socialistas en defensa de los
obreros en la Convención Nacional de 1921; la huelga de trabajadores de La Paz por la
supresión del servicio nocturno de taxímetros, etc., agudizan el clima de intranquilidad
social y política. Esta es la razón por la cual el gobierno se ve obligado a ganarse la
simpatía de los trabajadores con la dictación de las primeras leyes sociales sobre
accidentes de trabajo, indemnización a empleados de comercio e industria, etc.
Si bien estas leyes son objeto del más rudo ataque por parte de la oposición, en cambio
logran el apoyo de los trabajadores. Pero, la masacre de Uncía, provocada por el mismo
ejército que a instancias del gerente de la Compañía Chilena de Catavi, apresa a los
dirigentes de la Federación Central de Mineros de Uncía y de las subcentrales de Catavi
y Siglo XX, debido a la combativa celebración del 1~ de Mayo, aísla nuevamente del
gobierno a los trabajadores de las minas y de otras ramas laborales, aunque gran parte
de los artesanos forman filas en el partido del gobierno.
146
Este es, ciertamente, un período en que el movimiento obrero adquiere una nueva
fisonomía. Ferroviarios y mineros hacen su experiencia en una larga y cruenta lucha, a
través de huelgas y masacres, derrotas y victorias, superando las formas de
organización mutualista. Con la aparición del proletariado fabril, aun en pequeña escala,
empiezan a ganar la hegemonía del movimiento sindical de manos del gremialismo
artesano predominante en las ciudades. Repetidos congresos y conferencias señalan el
proceso de formación de una conciencia de clase, que no sólo modifica las formas
organizativas, sino también el carácter de las luchas sociales. No logran, sin embargo, la
unidad de las diversas ramas laborales, debido a la pugna ideológica de las distintas
fracciones “socialistas” y al anarco-sindicalismo. Otro rasgo del movimiento obrero en.
este período, es la preocupación de los trabajadores por la suerte de los campesinos,
cuyas rebeliones se aplastan a sangre y fuego.
Ya hemos visto cómo la guerra del Chaco tiene la virtud de mostrar al desnudo las
cadenas que aherrojan al pueblo y cómo se desarrolló en las trincheras una verdadera
inquietud revolucionaria, capaz de arrojar por la borda el orden establecido por los
magnates de la minería ligados al imperialismo yanqui. Los obreros y campesinos
muestran una actitud nueva, que revela su disposición a no soportar por más tiempo la
dictatura de la oligarquía feudal-minera. De ahí que dada la crisis de posguerra,
comienzan las huelgas, las sublevaciones campesinas, los mitines y manifestaciones,
que culminan el 10 de mayo de 1936 en una huelga general, determinando el golpe de
estado que inaugura una sucesión de gobiernos militares.
Ya hemos visto asimismo, cómo las vacilaciones de este gobierno y la falta de solución
de los problemas atingentes a la clase obrera, llevan a ésta a una huelga general en
1937. Frente a esta situación, las logias militares, de tendencia nazifascista, sustituyen a
Toro. con el coronel Busch, cuyo gobierno, también contradictorio, dieta el Código del
Trabajo y leyes de represión contra el comunismo. Valida de este instrumento legal, la
Patiño Mines impide la organización de sindicato en la importante mina de Siglo XX.
147
Después de Busch, el general Quintanilla prepara la elección del general Peñaranda,
restableciendo totalmente el dominio de la minería. Durante este gobierno continúa el
alza del costo de vida creando condiciones de vida difíciles para los trabajadores,
maestros y empleados públicos.
La Ley dictada en 1941, de acuerdo con las imposiciones del-imperialismo yanqui, que
prohíbe toda acción tendiente a “perjudicar” la producción de las minas, petróleo,
ferrocarriles, etc., intervenidas por el ejército, se esgrime para justificar la masacre de
Catavi en 1942.
Ese mismo año sé lleva a cabo el Segundo Congreso de Mineros, el Tercer Congreso
Ferroviario y se funda el Sindicato de Empleados de Banco y Ramas Anexas. En marzo
de 1946 se efectúa el Tercer Congreso de Trabajadores Mineros.
148
La característica de este movimiento es el dirigismo impuesto por el gobierno, que
halaga a las masas, particularmente mineras, a través de medidas en apariencia
favorables a ellas, pero que en el fondo tienen el objetivo de someterlas a un riguroso
control oficial. Tales medidas consisten, por ejemplo, en órdenes a empresarios o
gerentes para despedir a determinados empleados, cuyo servilismo les llevara a adoptar
una conducta antiobrera. Sin embargo, esas mismas masas permiten la persecución de
dirigentes y organizadores sindicales pertenecientes al PIR, perdiendo así todo sentido
de solidaridad de clase, lo que da margen al desarrollo del oportunismo, que más tarde
causaría grave daño al movimiento obrero.
Como ya se sabe, la terrible violencia desatada por los organismos de represión contra
los dirigentes de los partidos tradicionales y del PIR, las prácticas de torturas y
vejámenes inauditos, la persecución a universitarios, maestros, etc. y la situación,
económica cada vez más aflictiva, favorecen la acción del pueblo de La Paz, organizado
en el Frente Democrático Antifascista (FDA), compuesto por el PIR y los partidos
tradicionales, que culmina con la derrota del ejército y el colgamiento del presidente el
21 de julio de 1946.
Ante la caída del precio del estaño por causas a las que ya nos hemos referido, las
empresas mineras lo primero que exigen del gobierno, es la autorización para el despido
masivo de grupos obreros. El gobierno accede a esta exigencia, dando paso a lo que ha
venido en llamarse “masacre blanca”. Pero, no sólo de este modo comienza la ofensiva
patronal contra el movimiento obrero que ya alcanzara un amplio desarrollo, sino que
toda huelga de aumento de salarios frente al alza incontenible del costo de vida, es
violentamente reprimida.
Bajo la influencia internacional de la “guerra fría”, provocada por la OTAN, que amenaza
con la tercera guerra mundial y, recogiendo la bandera anticomunista agitada por el
imperialismo yanqui, el gobierno de Bolivia atribuye al comunismo todo el profundo
malestar social y político, que se debe al hambre y la miseria, a la falta de garantías y
libertades democráticas.
149
En julio de 1947 los ferroviarios efectúan un Congreso Extraordinario que plantea la
indemnización por retiro voluntario, el subsidio familiar, la asignación de alquileres y
aumento de sueldos y salarios. Si bien el Ejecutivo y la prensa atacan este
planteamiento, en cambio, los parlamentarios piristas sacan la Ley del Retiro Voluntario
y el reajuste de sueldos y salarios. En junio de ese mismo año se lleva a cabo el IV
Congreso de Mineros para tratar el problema del despido de trabajadores de la mina de
Catavi. En junio de 1948 se efectúa el V Congreso de Mineros, al que se hacen pre-
sentes delegados campesinos para dar a conocer la terrible opresión que sufren de
parte de los latifundistas y del propio gobierno. Ese mismo año estalla la huelga general
de gráficos.
Un rasgo que revela el grado de conciencia de la clase obrera boliviana, es que en 1950
constituye un Comité Coordinador, con elementos del MNR, PIR, PC e inclusive POR,” a
fin de orientar las luchas de reivindicación que se hallan a la orden del día. Se logra,
pues, un movimiento unitario sumamente importante que llega hasta la huelga del 18 de
mayo, en que una vez más el gobierno masacra a los trabajadores, que sostienen ese
día una valerosa jornada de lucha. La huelga tiene su grupo de honor en los
trabajadores fabriles que defienden el sitio del ejército contra Villa Victoria (La Paz). En
octubre de 1951 nace del Primer Congreso Nacional de Trabajadores Fabriles, la
Confederación Sindical de Trabajadores Fabriles de Bolivia (CSTFB), cuya Declaración
de Principios se pronuncia por la unidad antiimperialista y antifeudal en la lucha por la
independencia nacional, por la paz mundial y por sus reivindicaciones específicas Sin
embargo, no es esta misma la actitud de la Federación de Mineros, no obstante su larga
y rica experiencia en las luchas sociales. El hecho es que gran parte de sus dirigentes se
hallan fuertemente influenciados por el trotskismo apadrinado desde la Secretaría
Ejecutiva de la Federación.
La grave situación social y política agudizada por el “mamertazo”, llega a su punto crítico
con el fallido golpe de estado. Y ya sabemos cómo ese golpe se trasforma en
insurrección popular que abre las perspectivas nuevas a la solución de los problemas
nacionales y populares. La insurrección que es un triunfo de la clase obrera, de los
trabajadores en general, crea condiciones favorables al desarrollo de la sindicalización
en todos los sectores laborales, inclusive entre los profesionales. El primer problema que
surge es el de la necesidad de constituir una entidad que centralice el movimiento obrero
en ascenso, problema que se resuelve el 17 de abril de 1952, con la organización de la
Central Obrera Boliviana (COB), en la que participan la Federación de Mineros, la
Confederación de Fabriles, la Confederación Ferroviaria, los gráficos, bancarios, cons-
tructores, empleados de comercio, campesinos, etc. La CSTB se disuelve a fin de
facilitar la unidad de los trabajadores en torno de la COB. Esta entidad no adopta
ninguna definición con respecto a las diferentes organizaciones sindicales de carácter
150
internacional, manteniéndose en una sedicente posición “independiente”, diríamos
mejor, en una “tercera posición”. Sin embargo, envía delegados fraternales a. diversos
congresos obreros internacionales: ATLAS en México, ORIT en Río de Janeiro, CIOLS
en Copenhague, FSM (Federación Sindical Mundial) en Viena y CUTCH en Santiago de
Chile.
La COB adquiere en un comienzo la fisonomía de frente único, toda vez que en ella
actúan elementos del MNR, del POR y del PCB, unidos por el objetivo común de la
nacionalización de las minas, la reforma agraria. Pero, la política de compromisos
adoptada por el gobierno debido a su debilidad frente a la presión de fuerzas
antagónicas, de una parte, al predominio de movimientistas y de poristaa que ingresan al
MNR, de otra, hacen que tal fisonomía desaparezca con la eliminación sistemática de
los dirigentes sindicales comunistas, imponiéndose el control oficial en la COB. El
cogobierno se convierte en el espejuelo que encandila a la clase obrera, cuya inde-
pendencia de clase se hipoteca en favor del partido del gobierno. Se ilusiona a los
trabajadores nombrando tres ministros “obreros”: dc trabajo, minas y obras públicas. Por
cierto que esos nombramientos recaen en dirigentes del propio partido oficial. De todos
modos se mantiene la ilusión de que a través de ellos la clase obrera interviene en el
gobierno de la Nación. Los trabajadores no se dan cuenta de que esos ministros
“obreros” son gente desclasada que se halla sometida a las directivas de la burguesía
gobernante en su calidad de militantes y dirigentes del MNR, y que, por tanto, se colocan
por encima de la clase obrera. En segundo término, no analizan el hecho de que aún en
el supuesto caso dc que interpretaran fielmente sus derechos e intereses de clase en el
Poder Ejecutivo, constituyen una insignificante minoría, incapaz ideológica y
políticamente frente ‘a. la burguesía vacilante y claudicadora que gobierna.
151
directorios sindicales por elementos allegados al gobierno, las candidaturas impuestas
desde arriba, la confusión de los intereses sindicales con los intereses del partido
gobernante y la intervención de ‘altos personeros de la Administración, conducen
inevitablemente hacia la dictadura en el movimiento sindical boliviano. La práctica de la
tendencia sindical peronista pretende encadenar a la clase obrera al servicio de la
política pronorteamericana del gobierno.
¿Cómo es posible declararse enemigos del fascismo y al propio tiempo propiciar una
política sindical que conduce directamente al fascismo y al total aplastamiento del
movimiento obrero independiente?. Por eso, en conclusión, se impone el corporativismo
sindical.
Por otra parte, los agentes peronistas y del imperialismo yanqui, como Serafino
Romualdi, Galazar y otros, son recibidos con entusiasmo en las esferas oficiales,
otorgándoseles carta blanca para el cumplimiento de sus tareas al servicio de los
monopolios capitalistas, que representan ante el movimiento obrero latinoamericano.
Romualdi se permite incluso intervenir en la política boliviana, “aconsejar” a los
trabajadores, preconizando un apoyo incondicional en favor de la política proimperialista
del gobierno.
152
al régimen imperante. La única novedad es que esta política se halla dirigida y
financiada después de la segunda guerra mundial, desde un único centro:
Esta política de los monopolios yanquis contra el movimiento obrero, halla su expresión
más típica en la tesis de “gobierno de partido único”. El MNR pretende representar los
intereses de la clase obrera, de los campesinos, de las diversas capas dc la pequeña
burguesía y de la burguesía, bajo el principio de la “conciliación de clases”, lo que le
permite convertir a los sindicatos en células partidarias, liquidando la democracia sindical
y la independencia de clase de los trabajadores; le permite igualmente arrastrar y
complicar a ciertos dirigentes obreros y campesinos en negociados con divisas dólar y
cupos, y ganarlos a las posiciones de la ideología burguesa proimperialista. De todo esto
resulta que la Central Obrera, controlada y dirigida por el partido del gobierno, convertida
en instrumento de la política oficial, deviene en el dique más poderoso de contención a
las luchas sindicales por la reivindicación de los intereses vitales de los trabajadores.
El terrorismo sindical, aplicado por los dirigentes de la COB para la consecución de los
objetivos del gobierno, llega al extremo de la imposición de dirigentes adictos a la
política oficial, al desplazamiento de dirigentes no afiliados al MNR mediante la amenaza
y la coerción policíaca, a la imposición del “carnet de partido” para obtener trabajo en la
Administración Pública, municipalidades, empresas públicas económicas, mixtas y
privadas, mediante la presión oficial a gerentes y administradores, etc. La política del
gobierno en relación con el movimiento obrero traduce, en suma, los rasgos típicos de
los métodos fascistas para dividir a los trabajadores y destruir sus organizaciones. Esta
es la característica del movimiento sindical en el primer período del gobierno del MNR.
Ahora bien, ¿ cómo responde la clase obrera a esta ofensiva? En primer término, en
defensa de sus intereses, pasa por encima de las instrucciones de los dirigentes de la
COB e inclusive obliga a algunos de ellos a cambiar de actitud frente a la política de
estabilización, que descarga todo su peso sobre las espaldas de la clase obrera y las
masas populares.
Ya hemos visto cómo con la inflación durante el gobierno de Paz Estenssoro, los
trabajadores sufren hambre y miseria por ci constante alza del costo de vida y la caída
vertical del salario real. “De haberse dejado continuar el ritmo de la inflación —dice el
Secretario Ejecutivo de la COB— sólo podía tener un fin: la bancarrota total del país, el
fin mismo de la revolución. Sobre el hambre y el descontento del pueblo las fuerzas
reaccionarias iban cobrando energía y audacia. El 22 de septiembre fue una
demostración de ello. En consecuencia, económica y políticamente los trabajadores
están vitalmente interesados en ponerle freno a la inflación; naturalmente, que el Plan
Eder también ha cavado la fosa para enterrar la revolución; dependerá, sin embargo, de
que el gobierno tome las medidas necesarias en un futuro próximo para evitar tal
entierro.(205)”La situación de los trabajadores se agrava con las medidas de estabili-
153
zación del gobierno de Siles Zuazo, medidas cuyas consecuencias ya las hemos
analizado. Los trabajadores son víctimas de la confusión.
Mientras que por una parte sienten que sus salarios disminuyen cada vez más en su
poder adquisitivo, por otra se paralogizan ante la propaganda oficial que les hace
consentir en una perspectiva ni-mediata de bonanza y felicidad. De esto resulta que el
gobierno puede oponer a las protestas de los mineros de San José y de Catavi, que
exigen una justa compensación, los ‘pronunciamientos de los mineros de Huanuni y de
Colquiri, que se oponen a ello. Los obreros de los demás distritos mineros se mantienen
a la expectativa. Otro tanto puede decirse de los trabajadores ferroviarios, fabriles,
Constructores, etc.
154
contra la desocupación, la supresión del pago de indemnizaciones a los ex empresarios
Patiño, Hochschild y Aramayo, la defensa del petróleo y de la industria nacional, la
orientación independiente del comercio exterior boliviano, la democratización y la
adopción de una política sindical independiente de clase de los trabajadores.
155
gobierno, se aventura a nuevos intentos golpistas y se agudizan las contradicciones
internas del partido oficial.
N9 de Promedio N’ de Promed.
Empresas trabaj. 1957 trabaj. 1958
F. C. Antofagasta Bolivia 4.564 321.388 4.388 325.083
F. C. Anca La Paz 584 180.913 612 222.583
F. C. Villazón-Atocha 647 292.912 602 320.823
F. O. Guaqui-La Paz 636 271.327 604 269.197
F. C. Potosí-Sucre 467 203.230 430 189.142
Bolivian Power Cº 469 269.742 418 273.371
L. y F. E. Cochbba 285 207.235 276 202.781
“El promedio general mensual de todas las empresas durante el año 1957 es de Bs.
262.230 y durante cl año 1958 de Bs. 287.732.
“Hace más de un decenio, es decir el año 1947, los trabajadores ferroviarios percibían el
salario promedio mensual de B. 2.087,09 que convertidos en dólares de cambio oficial
de Bs. 42 significaba 49,69 dólares; pero si para ajustarnos mejor a la realidad
computamos el cambio del dólar en el mercado libre, que era de Bs. 65, hallamos como
promedio, 32,10 dólares para 1947. Por el contrario, el sueldo promedio de 1958,
convertido al cambio único de Bs. 12.000 apenas alcanza a 23,97 dólares, lo que quiere
decir, que los sueldos y salarios rebajaron a menos de la mitad durante la última década
en detrimento de los ferroviarios, cuyos niveles de vida descendieron tanto, que resulta
incompatible con la dignidad humana.” Esto explica la división de los ferroviarios entre
aquellos que siguen a los dirigentes de la Confederación y los que luchan por mejores
condiciones de vida.
“Con arreglo al más reciente censo de 1950 —continúa Averanga— Bolivia tiene una
densidad demográfica de 3,19 por kilómetro cuadrado y un crecimiento medio anual de
1,11 %, que de suyo es inquietante para un país joven. De otro lado el índice de
natalidad boliviana asciende a 46,08 %, mientras que el coeficiente de mortalidad de los
nacidos es de 18,8 % lo que significa que, alrededor de la mitad de los nacidos se
extingue a causa de los agentes mortíferos prevalecientes en el país.
156
exacta de la longevidad en la ciudad de La Paz, es decir, la mediana en la que la vida
probable o mediana para los habitantes de esta ciudad, no pasa de los 53 años. La
escasa vida promedio boliviana es, indudablemente, el signo más inequívoco del
malestar económico y social en que se debaten habitantes de nuestro país.’’(106) Estas
condiciones que empeoran constantemente, en la medida en que se imponen los
dictados de los monopolios de EE.UU., en la política económica y social del gobierno,
permiten un proceso de unidad de los trabajadores, bajo los principios de democracia e
independencia sindical de clase. Los mineros son los más avanzados en este proceso,
siguiéndoles los constructores, fabriles y demás ramas laborales. Sólo así se logra
reorganizar la COB, que para las últimas elecciones presidenciales (junio 1960), formula
una plataforma electoral que expresa el criterio político independiente de los
trabajadores. Sin embargo, no puede afirmarse que los trabajadores hayan logrado su
unidad; mas, el proceso avanza y es de esperar que en poco tiempo más los
trabajadores alcancen esta aspiración tan sentida en sus luchas de reivindicación
propias y en la lucha por la liberación de nuestro pueblo.
REFORMA EDUCACIONAL
Un informe del vicepresidente del Consejo Nacional de Educación de 1947, anota que el
analfabetismo no es menos del 65 % de la población. Que no más de una sexta parte de
los niños en la edad escolar concurre a las escuelas; que sólo siete de las escuelas
primarias fueron construidas expresamente para fines educacionales; que el 64 % de los
alumnos carece de sillas o pupitres; que faltan casi completamente libros y útiles
escolares; que sólo dos de todas las instituciones de educación pública poseen
bibliotecas adecuadas; que de seis de las siete escuelas normales, el edificio y el
material de laboratorio son del todo inadecuados; que no más del 30 % del profesorado
de las escuelas rurales tiene una formación cualquiera en las disciplinas pedagógicas;
que el restante 70 % apenas ha cumplido un promedio inferior a los seis grados
primarios y que los sueldos. del personal docente en las escuelas primarias, no alcanza
en promedio a Bs. 1.350 mensuales.(107)
157
Otros datos de la actual Dirección General de Educación, muestran que en, 1951 había
501 establecimientos de educación fiscal primaria, secundaria y profesional, con 5.756
profesores y 142.214 alumnos; 132 establecimientos particulares o comerciales de
educación, con. 552 maestros y 20.76.5 alumnos; 35 establecimientos educacionales a
cargo de las entidades antárticas como YPFB, ferrocarriles, etc., con 433 profesores y
13.844 alumnos; 1.934 escuelas rurales dependientes del Estado, con 2.807 maestros y
49.393 alumnos y, 756 establecimientos de educación rural, particulares, con 880
maestros y 20.314 alumnos, es decir, en total, 3.148 establecimientos, 10.433 maestros
y 246.530 alumnos. Estos datos revelan la gravedad del problema do la educación
boliviana. Casi la totalidad de los establecimientos escolares, alquilados en casas de
vivienda, inadecuados para los fines educativos, no reúnen las más elementales
condiciones de salubridad e higiene. Con aulas oscuras, mal ventiladas y sucias, en las
que los niños permanecen hacinados, constituyen verdaderas incubadoras dc
enfermedades.
Por otra parte, la escuela se halla diferenciada. Los hijos de la. clase obrera y de ciertas
capas sociales de la pequeña burguesía económicamente restringidas, acuden a las
escuelas fiscales; en tanto que los hijos de la burguesía y de determinadas capas de la
pequeña burguesía, acuden a las escuelas particulares o pagas. Es cierto que tanto
unas como otras escuelas dependen en su orientación del Estado; pero, es evidente que
esa. orientación tiene un sentido clasista tendiente a profundizar un sentimiento de
inferioridad nacional que se arrastra desde los tiempos del coloniaje, y que ahora se
manifiesta particularmente con respecto a los EE. UU., nación en la que se ve el ejemplo
de “grandeza”, de “progreso” y de “democracia”. Sin duda tenemos mucho que aprender
del gran pueblo norteamericano, sometido también por los monopolios capitalistas de
ese país, que son los causantes del atraso económico, cultural y político de Bolivia y, por
tanto, tenemos que aprender, asimismo, de que libres de la opresión que esos
monopolios internacionales ejercen sobre nuestra Nación, podremos desarrollar una
economía independiente, una cultura nacional y democrática, y elevar el nivel político de
nuestro pueblo.
158
de lado todo movimiento que gravita con fuerza en la vida de las generaciones actuales
y futuras. Claro está que esto no quiere decir que lleguemos la importancia de conocer el
pasado, sino que ese pasado debemos saber eslabonarlo con el presente para avizorar
mejor el porvenir.
Si los primeros pasos que hemos dado son el punto de partida inicial de nuestras
marchas y carreras, no por eso hemos de enfocar toda nuestra atención en los objetos
que nos sirvieran para aprender a caminar, ni éstos han de constituir el material
exclusivo de nuestras investigaciones. El estudio del pasado debe hacerse en la medida
de la utilidad que presta a la comprensión del presente y de las perspectivas del
porvenir; mas, la escuela boliviana cierra los ojos a cuanto nos rodea, para nutrirse de
tiempos envejecidos y caducos y no puede enjuiciar los hechos, pese a la simplicidad de
sus contornos. Espera que el tiempo los atiborre, los llene de toda suerte de supers-
ticiones, y cuando el polvo de los años ha dejado una gruesa capa de tierra insalubre y
reseca, los recoge para enseñar a los niños siempre ausentes del mundo en que viven.
Es así que la enseñanza de Historia, de Geografía, de Castellano, etc., puede muy poco
en función de los intereses del educando y de la sociedad. En Historia, por ejemplo, el
estudio retrospectivo dc los acontecimientos demuestra que mientras el escolar se
detiene enfocando toda su atención en las presidencias, pongamos por caso la de
Melgarejo o la de Daza, cuyos actos confunde, desconoce las condiciones económicas y
sociales en que se desarrollan esas presidencias; y desconoce, asimismo, los acon-
tecimientos actuales, sus causas, sus efectos, etc.
Las escuelas populares tienen nutrido alumnado hasta el tercer curso. El cuarto, quinto y
sexto pasan por una disminución creciente, pues el fenómeno de los “desgranados
159
escolares” se repite con mayor o menor persistencia en la mayoría de las escuelas. En
realidad, para las masas populares, el ciclo de estudios es prácticamente sólo de tres
años.
Con respecto a la alfabetización del indio, dos son las causas que dificultan la solución
de este problema: la diferencia del idioma y el estado de servidumbre en que vive el
campesino, indio por antonomasia. La primera, como es obvio comprender, es de
fundamental importancia. Comúnmente se cree que alfabetizar es castellanizar. Este es
el error por el cual la educación del indio, más propiamente la alfabetización del indio, se
presenta como un problema extremadamente difícil. Lo es en efecto, si se trata de
destruir su idioma para imponerle el nuestro, del mismo modo que sería tarea suma-
mente difícil si a los analfabetos, cuya lengua nativa es el castellana tuviera que
imponérseles el inglés, por ejemplo, para alfabetizarlos e iniciar su educación.
160
Sin embargo, el criterio de la “oligarquía feudal-minera” dominante hasta la insurrección
popular de abril de 1952, no sólo es contrario a la alfabetización del indio en su propio
idioma, sino, incluso a su alfabetización en castellano. Uno de los altos exponentes de
dicha oligarquía, maestro y diplomático, dice al respecto. lo siguiente: “...la misma
enseñanza de la lectura y la escritura no significa nada en la educación indígena. El
indio, cuando sepa leer y escribir, no será más civilizado que en la actualidad, tanto más
si se considera la tendencia manifestada durante largo tiempo, de enseñarle a leer en su
propia lengua, en aymará o quechua, según las regiones del país. A este respecto
podemos citar varios ensayos de métodos de lectura en aymará, debido a la labor de los
maestros ambulantes. De qué puede servirle a un indígena el saber leer cii aymará o
quechua? ¿ Es que existe en Bolivia una literatura quechua o aymará, o por lo menos
periódicos. o revistas escritos en esas lenguas!” a lo expuesto se agrega la situación de
servidumbre en que vive el indio, situación por la que se halla constreñido a ciertas
obligaciones irremisibles para con el patrono, que combate la educación indígena; de
donde resulta que este problema es más complejo de lo que a simple vista parece. Pero,
es indudable que educar al indio en su idioma, es facilitar la solución del problema en un
cincuenta por ciento, es crear las condiciones que faciliten su liberación y su mayor
aprovechamiento como factor productivo en beneficio de la colectividad, es defender el
folklore y las tradiciones nativas, cuyas manifestaciones subsisten e influyen
vigorosamente en la configuración de las peculiaridades nacionales de Bolivia. Por
consiguiente, la educación del indio debe hacerse en su idioma. Las escuelas rurales
deben cumplir esta tarea. Las escuelas normales respectivas deben preparar maestros
que enseñen al indio en su idioma materno. Esto dará a su vez la oportunidad de revelar
virtudes insospechadas en ~l. indio boliviano.
161
campesino boliviano, una grande inquietud por educar a sus hijos y aprender él mismo a
leer y escribir.
162
Y ya hemos visto cómo los programas no corresponden a las necesidades históricas y
sociales en que vivimos. La escuela se halla enmohecida de prejuicios que se arrastran
desde la Colonia y se robustecen con la enseñanza de la religión católica. Carece de bi-
bliotecas, laboratorios y otros medios. Las condiciones de pobreza y de miseria en que
se desenvuelve la Nación toda, hacen inútiles las declaraciones de “promover una vida
sana por la buena nutrición”, etc., etc. Finalmente, los maestros, a quienes se inculpa la
responsabilidad del lamentable estado de la educación, no obstante ser éstos víctimas
también de las condiciones de atraso y de dependencia en que vive el país, se
desenvuelven en una situación económica que empeora de día en día. Si en 1947 un
docente de escuela primaria percibe un sueldo promedio de Bs. 1.350 por mes, que al
tipo de cambio oficial de Bs. 42 el dólar americano, representa más de 32 dólares; en
1960 percibe un sueldo promedio aproximado de Bs. 250.000, que al tipo único de
cambio de Bs. 12.000, representa apenas 20 dólares por mes. De ahí que se pretende
inculcar al maestro la idea de que es un “apóstol”, cuya misión es enseñar con sacrificio
y renunciamiento a sus necesidades vitales. Es cierto que buena parte de los maestros,
formados bajo la influencia de la religión y de una filosofía idealista, bajo la influencia de
una política de sometimiento a los monopolios internacionales de los EE. UU., asume
esa actitud de “apóstol “, que muestra como ejemplo su propia vida miserable y enseña
la resignación y el conformismo. Sin embargo, así y todo, el maestro, mordido por el
aguijón de las necesidades, viene luchando desde hace varios años por mejores
condiciones de vida y de trabajo, sufriendo represiones y amenazas de parte del
gobierno, amenazas con. las “milicias campesinas”, con la policía política y con los
“milicianos” del partido oficial, que actúan a las órdenes de los “comandos” de éste.
Durante la época del Coloniaje, se forman en nuestro país clérigos, militares y doctores.
En el curso del primer medio siglo de vida republicana se sigue igual orientación y ahora
mismo se forman más abogados y militares que médicos o ingenieros, no obstante la
mayor necesidad de técnicos para el desarrollo de la economía y la cultura nacionales. ¿
Cuál es la causa de este fenómeno! En primer término, esa causa - se halla en que el
propio gobierno subestima a nuestros técnicos y otros profesionales, con respecto a los
extranjeros, particularmente norteamericanos. Esto no es casual. Al contrario, es el
resultado de la política dependiente de los monopolios capitalistas de los EE.UU. A los
intereses de éstos que operan directa o indirectamente en nuestro país, no conviene
ocupar en cargos de responsabilidad a técnicos y otros profesionales bolivianos, salvo
excepciones, porque, por un natural sentimiento patriótico, pueden desbaratar sus
maquinaciones en relación a los intereses nacionales. Esto explica por qué, incluso para
163
la. redacción del Código del Petróleo, el gobierno recurre a la “asistencia técnica” de los
yanquis, entregando esa tarea a los abogados Davenport de los monopolios petroleros
concesionarios de nuestros yacimientos.
Por otra parte, los gobiernos que se suceden a lo largo de este siglo, representantes de
los consorcios mineros internacionales y del latifundismo o de la burguesía burocrática y
de la burguesía nacional vacilante, como actualmente ocurre, se someten a las
condiciones impuestas por los banqueros imperialistas en cuanto a la contratación de
empresas extranjeras que vienen con sus propios técnicos para realizar obras como la
carretera Cochabamba-Santa Cruz por ejemplo, obras en las que esas empresas
despilfarran los escasos fondos nacionales y los obtenidos por contratos de empréstito
externo. Ese es el caso, entre muchos, de la Compañía Mc Graw Warren en la citada
carretera. En los hechos, Bolivia no sólo entrega sus riquezas naturales a los
monopolios capitalistas, sino también, como consecuencia ineludible, la dirección de
todos los trabajos importantes de la economía nacional.
Con frecuencia ocurre que los técnicos extranjeros son inferior a los nuestros. Pero, se
ha creado un sentimiento antinacional tan extendido, que mucha gente considera
inferiores a nuestros técnicos y otros profesionales en relación con los extranjeros.
Ocurre lo mismo que con las mercancías. Si éstas son “americanas”, “son mejores que
las nacionales”, aunque la calidad de nuestras pocas mercancías sea tan buena como la
de las que se importan. Por cierto que ésta no es obra exclusiva de la escuela y la
universidad bolivianas, sino del sentimiento de inferioridad nacional orientado por el
propio gobierno a través de más de medio siglo de sometimiento económico, cultural y
político, que caracteriza la dependencia de Bolivia del imperialismo yanqui.
164
POLITICA INTERNACIONAL DEL GOBIERNO DEL M. N. R.
La historia de Bolivia, en lo que va de este siglo, muestra una política estatal ceñida a los
dictados del imperialismo inglés primero, cuando éste constituye el “centro cíclico” dé la
economía capitalista, y, después, del imperialismo norteamericano, que es el nuevo
“centro cíclico” de dicha economía. De esto resulta que para conocer la naturaleza de la
política exterior boliviana, que de suyo revela el grado de su dependencia del
imperialismo, y conocer la medida en que rigen las libertades y derechos democráticos,
es necesario examinar los rasgos esenciales de la política norteamericana.
165
“Nuestra raza, que tiene una energía extraordinaria —dice en 1885 el Pastor 1. Strong—
que está adornada.., con la libertad, con el cristianismo puro y la más alta civilización..,
imprime su sello a la humanidad.., porque esta raza ha recibido la manifiesta misión de
Dios y del cielo de ser el tutor de sus hermanos.”
Ya antes de ocupar el segundo puesto entre las potencias capitalistas, EE. UU. ataca las
Malvinas y destruye el puerto Soledad en 1831. En 1835-36 interviene en la guerra de
independencia del territorio mexicano de Texas, contra el gobierno del general Santa
Ana. En 1845 se anexa el territorio mexicano de Texas y en 1846, en guerra contra
México, cercena el territorio de este país. Por el tratado de la Mesilla, en 1853, impone a
México la cesión de otra laja de su territorio. Invade Centro América y en 1857 impone
como presidente de Nicaragua al norteamericano William Walker, “después de quitar
Luisiana a los franceses, Califorma a México y Filipinas a España —anota Eugenio
Varga— EE. UU. abonó a los ex poseedores varios millones de dólares a fin de que ese
despojo tuviese ci aspecto de un arreglo comercial pacífico”.53 En 1870 EE. UU. alcanza
el segundo puesto en la producción industrial del inundo y entre 1880-1890 el primero.
Sin embargo, su posición es inferior a la de otras potencias en lo que respecta a
posesiones coloniales; de ahí que en 1898 inicie las guerras imperialistas por el nuevo
reparto del mundo. Interviene en la guerra de independencia de los pueblos de Cuba,
Puerto Rico y Filipinas contra España; para apoderarse de ellos.
Para comprender mejor la política internacional de EE. UU., pueden señalarse tres
grandes fases:
La primera corresponde a la política del Big Stick. Sus métodos y procedimientos son la
agresión militar y financiera, las anexiones territoriales, las intervenciones militares, la
penetración financiera a través de empréstitos e inversiones de grandes empresas. EE.
UU. interviene con las armas contra varios países, repetidas veces contra Cuba,
Nicaragua, República Dominicana, México, etc.; impone tra4ados que asientan su
soberanía como en Panamá; toma posesión de las riquezas mineras y petroleras; invade
y ocupa territorios como en el caso de Haití; realiza “expediciones punitivas”, como en et
caso de México; obliga tratados llamados de “paz y amistad” en-servicio de sus
monopolios; instaura dictaduras como las de Trujillo en la República Dominicana y de
Jorge Ubico en Guatemala; incita. cuartelazos y golpes de estado; reconoce y sostiene
tiranías al servicio de sus monopolios, etc. Ya se ha visto en el proceso de penetración
166
del imperialismo yanqui en Bolivia, hechos concretos, que son-el resultado de esta
política de Big Stick o “Política del Garrote’ ‘, en lo que respecta a nuestro país.
El resurgimiento del capitalismo alemán después de la primera guerra mundial, así como
el desarrollo del capitalismo japonés, permiten su penetración en los mercados
latinoamericanos en el período. de 1932-1940, penetración favorecida tanto por los
efectos de la crisis de 1929-1933, que hace vacilar los cimientos del capitalismo nor-
teamericano, como por la política de buena vecindad, que en cierto modo abre las
posibilidades de acuerdos multilaterales
La tercera fase se inicia al terminar la guerra en 1945, con la política “desde posiciones
de fuerza”. Sus métodos son: la formación. de bloques militares y económicos, los
pactos unilaterales y la “ayuda americana”
167
Bajo la supuesta finalidad de “defensa continental”, los nuevos procedimientos de esta
política, comprenden el soborno para llevar a los gobiernos latinoamericanos a seguir la
política dictada por el State Departament. A tal fin se promueve conferencias como la de
Washington, en la que el Canciller boliviano, Pedro Silveti Arze, llega al extremo dé
ofrecer treinta mil jóvenes bolivianos para la guerra de intervención de EE. UU. contra
Corea, o, como la Conferencia de Caracas, en 1954, en la que el Canciller de la
“Revolución Nacional”, Walter Guevara Arze, ataca al gobierno democrático de
Guatemala y junto con los demás cancilleres de América Latina, se complica en la
intervención armada contra ese pueblo hermano, intervención que EE. UU. planea en
defensa de su monopolio United Fruit Co, como otras conferencias en las que el
imperialismo yanqui impone a los gobiernos de nuestra América, acuerdos de mayor
penetración y reforzamiento de sus posiciones, etc.
En general, los gobiernos de América Latina, siguiendo la línea trazada por el State
Departament, a través de la OEA, actúan en bloque en las Naciones Unidas, revelando
una sumisión que hiere el sentimiento de dignidad nacional. A este respecto, es
interesante anotar lo que dice Nikita Jruschov al corresponsal de United Pree en Moscú,
Henry Shapiro, en noviembre de 1957: “Al parecer —dice Jrusehov— en el Tribunal
norteamericano existe la disposición prohibiendo a las partes en litigio presentar en
calidad de testigos a personas deudoras de las minas. Si esta disposición se introdujera
en la ONU, la Organización de las Naciones Unidas cumpliría mejor su tarea. Sabemos
que algunas delegaciones en la ONU votan frecuentemente con los EE. UIJ. y después
de la votación, vienen a nuestra delegación y se excusan de no haber votado por las
propuestas soviéticas a pesar de que las consideran justas —qué le vamos a hacer,
dicen esas delegaciones— dependemos de los créditos norteamericanos. ¡ Acaso
pueden actuar independientemente muchos países, miembros de la ONU, que se
encuentran en deuda con los EE..UU.”.
168
Bajo la máscara del anticomunismo, EE.UU. refuerza su penetración en los países de
América Latina y el control de las materias primas, de la economía, las finanzas, el
ejército, la cultura y la política de estas naciones. En efecto, con el nombre de
“cooperación técnica y económica”, prácticamente dirige la vida de Bolivia en todos sus
aspectos.
A través de las “Oficina del Coordinador de Asuntos Americanos”, EE. UU. organiza en
Bolivia4 en 1942, el “Servicio Cooperativo Interamericano de Salud Pública” (SCISP).
Una publicación oficial dcl año pasado dice a propósito, lo siguiente: “Es necesario
destacar que no hay posibilidad de progreso económico y social sin una adecuada
protección de la salud humana, esto adquiere mayor relevancia en un país como el
nuestro que se cuenta entre los que tienen altos niveles de mortalidad general, infantil y
maternal.” “Enfermedades como las diarreas, enteritis, tos ferina, influenza: tuberculosis,
paludismo, silicosis, viruela y diversas deficiencias de nutrición ocasionan altos índices
de mortalidad y morbilidad.” ~ Por cierto que el gobierno cierra los ojos a las causas de
este estado de salud del pueblo boliviano. En 1944, EE. UU. organiza el” Servicio
Cooperativo Interamericano de Educación” (SCIDE); en 1947 establece la “Misión de
Aeronáutica Civil”; en 1948 el “Servicio Agrícola Interamericano” (SAI) y en 1955 el
“Servicio Boliviano Americano de Caminos” Punto IV), etc. Otras formas de la “coo-
peración americana” son las “misiones asesoras”, como la misión para la minería “Ford
Bacon & Davis Inc.” o como la del consorcio de abogados norteamericanos para la
redacción del Código del Petróleo y de la Minería. En relación con esto, la referida
publicación dice: “A pedido del gobierno de Bolivia, el Punto IV financió en 1956 la
preparación de un anteproyecto de Código de Petróleo, el que fue realizado por la firma
de abogados Travieso, Davenport, Evans y Angulo...” y el proyecto de Código de
Minería. “A mediados de 1956 el gobierno de Bolivia solicité la cooperación del gobierno
de los Estados Unidos para el estudio y solución de los problemas monetarios del
país’’55, etc., etc.
Ya hemos visto cómo ese Código del Petróleo sirve para la entrega de los yacimientos
petrolíferos a los trusts norteamericanos en condiciones lesivas a la economía y a la
soberanía de la Nación. El anteproyecto del Código de Minería tiende asimismo a la
desnacionalización de las minas. Finalmente hemos visto cómo el “asesoramiento
económico”, traducido en el plan de estabilización monetaria y regido dictatorialmente
por el Fondo Monetario Internacional, lleva a la decadencia a todas las actividades
productivas del país, determinando la desocupación, el hambre, la miseria en los
hogares bolivianos y la falencia del Tesoro Público. Por esta situación el gobierno de la
“Revolución. Nacional”, para salvar la “Revolución Nacional”, según el concepto irónico
de los dirigentes del MNR, se remachan aún más los eslabones de las cadenas de
dependencia que aherrojan las fuerzas productivas nacionales. En efecto, el gobierno
recurre al “auxilio” del punto IV para cubrir los déficit del presupuesto de la Nación.
169
“El Presupuesto nacional de 1957 de un total de Bs. 291.800 millones de ingresos
contaba con 112.500 millones provenientes de los fondos de contrapartida de la ayuda
americana, o sea el 39 %, mientras que en el de 1958 de un total de ingresos estimados
en 304.500 millones, 104.000 millones provienen de la ayuda americana, o sea el 34 %.
Sin embargo, la ayuda de los EE. UU. para el financiamiento del déficit del presupuesto
en 1957 no llegó a los 112.500 millones previstos debido a que los distribuidores,
molineros e industriales que recibieron los productos de la ayuda americana demoraron
sus pagos con diversos argumentos. De ese modo, la contribución al presupuesto fue
solamente de Bs. 83.861 millones.
“En 1958 sucedió algo semejante. El Tesoro Nacional ha recibido de la ayuda americana
la suma de Bs. 76.482 millones y no ha sido posible recibir más porque todavía se
adeuda una considerable suma por concepto de fondos de contrapartida, que ciertos
industriales y comerciantes retienen indebidamente en su poder... Hasta el presente se
han recibido Bs. 160.343 millones para el financiamiento del presupuesto nacional en los
años 1957 y 1958, que sumados a los Bs. 71.910 millones gastados en proyectos espe-
ciales, representan Bs. 232.253 millones ya invertidos en moneda boliviana. . -
Hasta 1953, la llamada “asistencia” de los EE. UIT. se refiere a la “cooperación técnica”
únicamente; mas, a partir dé noviembre de 1953, en que los gobiernos de Bolivia y de
EE. UIT. conciertan un” convenio de asistencia económica extraordinaria”, y la “ayuda
americana se extiende a la importación de productos agrícolas excedentes en EE.UU.
De acuerdo con este convenio, EE.UU. se compromete a proporcionar “productos
agrícolas y otras formas de asistencia económica, con el propósito de ayudar a impedir
una seria dislocación económica ocasionada por la evolución desfavorable de la
economía boliviana...” A su vez, el gobierno de Bolivia se compromete a preparar ‘un
plan para la distribución de esos artículos y a ejecutar un programa para aumentar la
producción de alimentos y otros productos y para reducir sus necesidades de ayuda
económica extraordinaria”.
En 1954, los productos importados de la “ayuda americana” son: trigo, harina de trigo,
manteca, aceite comestible, algodón y en pequeñísima escala maquinaria,
representando en total, en cifras redondas, u$s. 12,1 millones. En 1955 se agrega a los
productos indicados, arroz y leche en polvo, haciendo un total de u$s. 23,8 millones. En
170
1956 el total de la ayuda americana representa u$s. 20,5 millones. En 1957, se retira de
la ayuda americana, es decir, de los productos de la “ayuda”, la leche en polvo y se
agrega en cambio, el azúcar y en efectivo, sumando un total de 4s. 22 millones. En
1958, los productos de la “asistencia económica” para Bolivia son:
Pero, es posible que los gobernantes, que dicen estar haciendo. la “Revolución
Nacional “, no sepan que esa “falta de recursos” en. moneda extranjera, que esa
“creciente inflación”, que esa “disminución de la producción en ciertos sectores de la
economía nacional” que esa “difícil situación del pueblo de Bolivia”, se deben precisa-
mente a la acción del imperialismo norteamericano? ¿ Es posible que conociendo esa
acción del imperialismo que controla nuestra economía, nuestra cultura y nuestra
política, debido al entreguismo de la “oligarquía feudal-minera en más de medio siglo de
gobierno, los-círculos gobernantes del MNR, pretendan ‘‘salvar la revolución”? con la
“ayuda” del imperialismo norteamericano, causante y responsable del atraso, de la
miseria y del hambre del pueblo boliviano
171
pueden obtenerse en condiciones ventajosas. A esa política se debe la caída sensible
de la producción manufacturera dcl país y el languidecimiento de todas las actividades
productivas nacionales.
La “ayuda americana”, en la que los gobiernos del MNR cifran toda su esperanza para
salvar la situación nacional, está condicionada a requisitos que exigen concesiones
económicas y políticas, como lo prueban la concesión de yacimientos de petróleo, de los
bosques, de yacimientos de oro (a la South American Placers), yacimientos de cobre,
etc., y la intervención norteamericana en todos los asuntos de Bolivia.
La “ayuda” del capitalismo de los EE.UU. que tiene el control de nuestra economía es,
en resumidas cuentas, el nombre de su política de expansión y de dominio.
Antes de la insurrección popular de abril de 1952, el Jefe del MNR, Dr. Víctor Paz
Estenssoro, condena en noviembre de 1951, el acuerdo firmado por el gobierno de
Bolivia con las Naciones Unidas, el 1º de octubre de ese mismo año, en los siguientes
términos:
“Bajo el imperio de las bayonetas y teniendo el poder público en manos de los más
inconcientes de sus servidores, la Rosca ha consumado un nuevo atentado contra
172
Bolivia. Tal es el significado real de los convenios suscritos por la Junta Militar.., para
poner en ejecución las recomendaciones de la Misión Keenleside.
El MNR hace oír su voz de alarma, cumpliendo su misión de permanente defensor de los
intereses nacionales, de la dignidad y del porvenir de los bolivianos...
‘Mientras que en todo el mundo, los países coloniales y semicoloniales rompen las
ataduras que limitan su soberanía política o económica... Bolivia retrocede y entrega el
poder público de la Nación a un grupo de extranjeros. De este modo... Bolivia... se
convierte en mero territorio sometido a la administración fiduciaria.
¿ Qué ha sucedido para que los gobiernos del MNR hayan olvidado su posición de antes
de la insurrección popular de abril, y una vez en el poder ejecuten una política
condenada por ellos mismos desde el llano y la Oposición?
Lo que ha sucedido es que la presión imperialista desde el momento mismo del triunfo
de la insurrección popular, aprovecha las vacilaciones, la debilidad y el temor de la
burguesía gobernante, para imponer el cumplimiento del acuerdo que convierte a Bolivia
en un mero territorio sometido a la administración fiduciaria”. Esto ex finalidad es impedir
el desarrollo independiente de nuestra economía, implica la política de compromisos que
desarrolla el gobierno del MNR, la política de sometimiento a los dictados del
Departamento de Estado. Esto explica el anticomunismo de ciertos sectores dirigentes
del MNR, y explica el reatamiento de la Nación en las redes financieras y diplomáticas
del imperialismo yanqui. Esta es la razón por la cual se frustran las proyecciones
democráticas y revolucionarias de la insurrección popular de abril de 1952. Esta es la
razón por la cual la política interna del gobierno de Bolivia se ciñe a esas condiciones
generales de sumisión y dependencia del imperialismo norteamericano. Este estado de
cosas complica al propio “líder máximo de los trabajadores de Bolivia”, señor Juan
Lechín Oquendo, que manifiesta su acuerdo con esa política entreguista y capituladora,
cuya finalidad en cuanto al movimiento obrero es dividir, corromper a sus dirigentes y
golpear a las masas con la desocupación, el hambre y la miseria. En efecto, en enero de
1957 dice lo siguiente: “Es así que cuando vinieron a visitar nuestro país Mr. Eisenhower
y Holland declararon sin vacilación y hasta con entusiasmo su admiración por la acción
reformadora y creadora de nuestra revolución. Y ofrecieron la ayuda material de los
Estados Unidos sin fijarnos ninguna condición económica y política. Así entendimos y
así la recibimos.
“La ayuda norteamericana fue beneficiosa y oportuna. Gracias a ello pudimos hacer
frente a la etapa más difícil y peligrosa de nuestra constitución revolucionaria. El trigo, la
leche y los dólares norteamericanos nos permitieron sortear la etapa de más grave crisis
estructural derivada de las medidas revolucionarias.”(109)
173
Sin mayor comentario, destacamos solamente que estas palabras tratan, incluso, de
formar una conciencia falsa, al atribuir la difícil situación nacional y popular, a las
“medidas revolucionarias” y no a la acción del imperialismo, al sometimiento del gobierno
que capitula ante la presión del Departamento de Estado. Pero, este sometimiento se
traduce también en que ciertos círculos dirigentes del partido oficial, movilizan sus
“comandos”, a los funcionarios públicos, agentes y policías, para pintar las calles de la
ciudad de La Paz con la leyenda de: “Bienvenido compañero Holland”, “well come Mr.
Holland” con motivo del arribo de éste a Bolivia. De ahí que debido a esta abyección en
que caen los sectores reaccionarios del MNR, los imperialistas llegan al extremo de
inferir la más descarnada y brutal ofensa a la Nación boliviana. La Revista Time de
Nueva York, del 2 de marzo de 1959, bajo el título de “Caos en las Nubes”, traduce un
desprecio olímpico a Bolivia, que no puede “ordenar” su situación, no obstante la
“enorme ayuda americana”, y propone como solución definitiva, a base de declaraciones
atribuidas a un diplomático norteamericano, el reparto del territorio y la soberanía de
Bolivia entre sus vecinos. Anota además que personeros del partido de gobierno,
poseen fuertes depósitos de dólares en bancos norteamericanos y de otros países,
mientras la miseria pública y privada de Bolivia se ahonda de más en más.
“La visita hecha a Bolivia por el vicepresidente de los Estados Unidos señor Richard
Nixon no sólo ha servido para estrechar los vínculos de amistad existentes entre Bolivia
y los Estados Unidos, sino que, ha sido muy útil para avaluar los progresos del plan de
asistencia y la realidad económica que confronta el país, como consecuencia de la
depresión mundial. Valga esta oportunidad para reconocer, una vez más, la generosa
cooperación del pueblo y gobierno norteamericanos y el interés que demuestran en la
solución de nuestros problemas de desarrollo económico. Esta cooperación es tanto
más apreciable cuanto que no significa, en manera alguna, interferencias en nuestra
política interna.”
Sin embargo, podemos distinguir tres fases o matices en la política del MNR. Ante la
presión de las fuerzas antagónicas: de la clase obrera y las masas populares de una
174
parte y de otra del imperialismo y sus agentes, se advierten relativos desplazamientos y
afirmación de posiciones en el gobierno, poniendo de relieve las vacilaciones y los
temores de la burguesía gobernante.
175
gobierno el reconocimiento de un ítem en el presupuesto nacional de 1960, para
mantener una misión diplomática en Moscú. Pero, ocurre que el Presidente Siles, no
adelanta un paso más en este problema, que lo deja sin solución en manos del nuevo-
presidente, Dr. V. Paz Estenssoro, elegido en junio de 1960, año en que la presión de
las masas, particularmente mineras, para el establecimiento de relaciones con la URSS,
es aún mayor.
Esta es la razón por la cual sectores populares nuevos entran en la lucha para preservar
esas conquistas. Y esta es la razón por la cual se confunde y divide el movimiento
obrero y campesino, se restringen las libertades y derecho democráticos y sindicales, a
través de frecuentes estados de sitio. Esta es la causa que alienta las aventuras
golpistas de los sectores desplazados por la insurrección popular de abril, es la causa
que convierte gran parte de las milicias obreras y campesinas en organizaciones
176
mercenarias. Esta política alienta el anticomunismo desde los sectores reaccionarios del
gobierno y del partido oficial. El gobierno otorga carta blanca a las misiones religiosas
extranjeras, franquistas e imperialistas, que utilizan el púlpito como tribuna política y
como tribuna de perversión del sentimiento religioso de nuestro pueblo, como tribuna de
la campaña anticomunista, en concomitancia con los llamados servicios de “cooperación
técnica y económica” de los EE. UU.
El MNR se divide. El Sector liderizado por Walter Guevara A.rze, asume franca y
abiertamente la línea proimperialista de la burguesía comercial importadora burguesía
burocrática), que desempeña papel dominante en el gobierno del Dr. Hernán Siles
Zuazo, sale de las filas del partido oficial y forma el Movimiento Nacionalista
Revolucionario Auténtico (MNRA). En realidad, la campaña electoral para constituir el
Poder Ejecutivo de la Nación por el período de 1960-64 y parcialmente el Poder
Legislativo, encona la lucha de estas fracciones que se disputan el poder público. Esta
lucha enconada llega al extremo de crear el peligro de un nuevo golpe de estado y
radicalizar algunos sectores de masas, cuyas posiciones de violencia, condicionan un
ambiente de intimidación y desconfianza.
Esta situación nacional, agravada de más en más por las imposiciones dictatoriales de
los “asesores” norteamericanos en el Consejo Nacional de Estabilización, que
sistemáticamente rechaza toda demanda de mejoras económicas de los trabajadores en
general, da lugar a huelgas reivindicativas de varios sectores laborales. La represión de
estas huelgas conforme a las directivas del Fondo Monetario Internacional (FMI),
organismo al que consulta el presidente de la Republica sobre los problemas de
exclusivo interés nacional y del pueblo boliviano, amplía los conflictos sociales con paros
de solidaridad de los trabajadores afiliados a la Central Obrera Boliviana (COB).
177
la requisa y consiguientes vejámenes contra las personas que realizan viajes a
Cochabamba. Por otra parte, con el pretexto de las luchas campesinas y el no menos
irónico de “garantizar elecciones libres”, el gobierno designa en calidad de autoridades
políticas en varios departamentos, a jefes militares. El propósito no confesado de estas
medidas, pero sobrentendido por el pueblo, es el de garantizar y asegurar el triunfo
electoral del oficialismo, que inicia su campaña electoral aún antes de levantarse el
estado de sitio y cuando los demás partidos políticos se hallan limitados en su acción.
En efecto, en las “zonas militarizadas’’ se impide del modo más absoluto toda forma de
propaganda y acción política de los demás partidos, pero especialmente del Partido
Comunista. Sólo el MNR autodenominado de “izquierda” y el MNR “auténtico”, tienen
carta de ciudadanía para la campaña preelectoral desde mucho antes dc haberse
convocado las elecciones.
A pesar de la división del partido oficial con la separación del “autentismo” dada la
composición heterogénea del MNR y las condiciones políticas creadas, se manifiestan
nuevas contradicciones en el seno de dicho partido, entre los sectores liderizados por
Paz Estenssoro de una parte y por Juan Lechín de otra. Esta situación crea
determinadas condiciones para el trabajo de entendimientos por la aceptación de un
programa de unidad democrática y antiimperialista, propugnado por el Partido
Comunista de Bolivia.
Dada la presencia del PMNRA en las luchas políticas, cuya característica saliente es la
virulencia en la campaña de acusaciones recíprocas entre las dos fracciones del partido
gobernante, Falange Socialista Boliviana (FSB), que durante los ocho años trascurridos
desde la insurrección popular de abril de 1952, encabezara las fuerzas de la reacción
desplazada por dicha insurrección y ejecutara una política de oposición cerrada, con el
propósito de restablecer el gobierno de la “oligarquía feudal-minera” a través de
sangrientos y aventureros golpes de estado reprimidos por las masas obreras y
campesinas, se ve obligado a adoptar una táctica diferente. Frente al fracaso de su
táctica golpista, táctica repudiada por las masas obreras y campesinas, táctica que
favorece ampliamente la labor diversionista y demagógica del gobierno, FSB se esfuerza
por constituir un movimiento de “unidad nacional”. Este cambio táctico, tiende a mostrar
al imperialismo yanqui —que aparentemente le retira su apoyo para dársela al
PMNRA— un nuevo sentido de su oposición al MNR. De ahí que su campaña se orienta
a ganar las bases sociales patrióticas y antiimperialistas cada vez más amplias ~ se
178
orienta asimismo a neutralizar la creciente influencia del PMNRA en las masas de la
pequeña burguesía. Consecuentemente, su lenguaje se modifica. Ahora manifiesta una
inclinación a “defender las riquezas nacionales, la soberanía y la dignidad bolivianas de
la voracidad imperialista”. Acusa a los monopolios norteamericanos como a los
causantes de la situación en que vive el país y acusa al MNR como al “enajenador” de la
Nación.
El Partido Social Cristiano (PSC), que constituye una ‘fuerza intermedia, sino fluctuante,
entre las posiciones del fascismo y las del social-cristianismo, centra toda su actividad
en la impugnación del Estatuto Electoral. Su actitud frente a las elecciones se halla
condicionada por los resultados de dicha impugnación. Por eso, ante el fracaso de su
campaña por la modificación del Estatuto Electoral, debido a su propio aislamiento, el
PSC apoya implícitamente las posiciones de FSB y del PMNRA.
En esta situación, el Partido Comunista plantea como objetivos. electorales, la lucha por
garantizar la realización de las elecciones, a través de la movilización do masas, a fin de
impedir la posibilidad de golpes de estado; la lucha por la modificación del Estatuto Elec-
toral, que si bien reconoce el voto universal, en cambio, constituye un instrumento legal
exprofesamente elaborado para garantizar el triunfo electoral del oficialismo. El PC se
propone, a través de la’. lucha, hacer que las masas populares acepten un programa
que exprese cl criterio independiente de la clase obrera; crear las bases de frente único,
como instrumento que por mecho de la presión de masas, obligue al nuevo gobierno a
aplicar una política nacional y democrática y finalmente plantea la necesidad de
democratizar el Par-.-lamento. Al propio tiempo, propugna la necesidad de un gobierno
patriótico de amplia coalición democrática, que practique una política estatal
179
independiente, de defensa de las minas nacionalizadas y de YPFB, de mejoramiento de
las condiciones de vida y de trabajo de los diferentes sectores laborales; un gobierno de
amplia coalición democrática que solucione el grave problema de la desocupación; que
realice en forma rápida y efectiva la reforma agraria; un gobierno que proteja y fomente
la industria dc trasformación, que atienda los problemas regionales, a través de la
construcción de obras públicas: aguas potables, luz eléctrica, escuelas, atención de la
salud pública, etc.; un gobierno de amplia coalición democrática que, finalmente, respete
las libertades y derechos democráticos y sindicales y amplíe las relaciones
internacionales de Bolivia, estableciendo relaciones diplomáticas y comerciales con la
Unión Soviética y con los demás países del campo del socialismo.
Estas y otras características restrictivas y negativas del voto universal, hacen del Estado
Electoral un instrumento para la imposición de la dictadura de partido único. Por eso,
todos los demás partidos, es decir, menos el MNR y el PMNRA, se interesan en la
modificación de la Ley Electoral. El Partido Comunista busca la acción conjunta para el
efecto. De ahí que se logra reactualizar los planteamientos de 1956 y 1958,
planteamientos que sintetizan las observaciones más urgentes y sentidas, en un
documento dirigido al presidente de la República, firmado por el USC, PURS, PIR, Par-
tido Liberal, Comunidad Democrática Cristiana y Partido Comunista. En el documento se
formula el reconocimiento unánime del voto universal. En respuesta el presidente
expresa el compromiso público de sugerir al Poder Legislativo la enmienda de algunos
puntos impugnados en el documento.
180
sobre El Estatuto Electoral y los Partidos Políticos, al que concurren los distintos parti-
dos, inclusive el PMNRA.
En estas condiciones, es de destacar la actitud del Partido Comunista que pone ante la
consideración de los partidos políticos y ante las organizaciones sindicales y de masas,
su programa de realizaciones inmediatas, en busca de un acuerdo aunque fuera en uno
solo de sus puntos. Pero, únicamente la lucha del movimiento obrero y la actitud de
algunas fuerzas democráticas, abren las posibilidades de entendimientos y crean el
ambiente favorable en el seno de la COB, que en una reunión ampliada aprueba su
propio programa electoral. En esa reunión, el secretario ejecutivo de la COB, señor Juan
Lechín, en su calidad de candidato del MNR a la vicepresidencia de la República, se
compromete a cumplir tal programa desde el gobierno. El Partido Comunista que hiciera
suyo el Programa de la COB, similar a su plataforma de realizaciones inmediatas, y en
virtud del compromiso adquirido por el mencionado Secretario Ejecutivo, inscribe en sus
listas de candidatos presidenciales, al binomio que éste integra, es decir, a Víctor Paz
Estenssoro y Juan Lechín. El PMN1RA lleva como candidato presidencial a su jefe Dr~
Walter Guevara Arze e igualmente FSB a su jefe Dr. Mario Gutiérrez.
181
finalmente, la acentuada abstención en las ciudades y otros centros de importancia,
caracterizan la forma antidemocrática de las elecciones.
‘El volumen anual de la riqueza ahora disponible es pequeño, pero el país posee
enormes recursos potenciales. De la confrontación entre esos dos hechos se deduce la
necesidad de desarrollar nuestra economía. Minas, petróleo, agricultura, ganadería e
industria fabril son los campos donde debe volcarse nuestro esfuerzo. El desarrollo
sobre la base de la minería, debe, pues, ser complementado con la diversificación.
“Lo que puede destinarse del presupuesto ordinario para poner en práctica esa plan es
muy poco, y, por otra parte, se requiere fondos en moneda extranjera para la adquisición
182
de maquinaria y materiales. Estas dos razones obligan a procurar, fuera del país, los
capitales necesarios.
“El Código del Petróleo ya en ejecución, el Proyecto de Ley de Inversiones que está
pendiente de vuestra consideración, HH. Congresales y una otra ley que debe ser
proyectada y aprobada para fomentar la inversión en el sector de la minería privada, son
medidas básicas indispensables para la obtención de esos capitales urgentemente
requeridos.
“...Hay proyectos que... constituyen prerrequisitos para la inversión privada, sólo pueden
ser emprendidos por el Estado. Habrá que buscar también la financiación de esas obras
específicas.
Con respecto a los planes de “colonización” expresa: “Llevad remos los excedentes de
población de la meseta y de los valles centrales a tierras bajas del Norte y del Oriente,
donde se encuentra el porvenir.., la reforma agraria entrará en su segunda fase. Deber
primero, acelerarse la formalización jurídica del nuevo derecho de propiedad
concluyendo los procesos de afectación de tierras ahora, en trámite y, segundo,
introducirse nuevas técnicas agropecuarias...
En política internacional, el presidente anota que realizará una política “de amistad con
todos los pueblos del mundo”, dando preferente atención a las relaciones con los países
vecinos, y agrega: Son importantes la cordialidad y el buen entendimiento en las
relaciones con los Estados Unidos de América, y mucho puede hacerse aún en el campo
de la cooperación entre los dos países.”
Es notorio que el discurso del doctor Y. Paz Estenssoro, por segunda vez presidente de
Bolivia, contiene dos aspectos: el primero corresp6nde diríamos a una evaluación de los
ocho años de gobierno del MNR, desde 1952, los cuatro primeros años bajo la dirección
183
del mismo doctor Paz y los cuatro siguientes bajo la dirección del doctor Siles Zuazo,
jefe y subjefe del MNR, respectivamente. El segundo aspecto, corresponde al programa
que se propone desarrollar el gobierno encabezado por el doctor Paz. ¿ Qué de nuevo
hay en todo esto? ¿ Ofrece el MNR cumplir su juramento dc conducir el país por el
camino de la independencia nacional, tan solemnemente proclamada en el Acta de la
Independencia Económica de Bolivia, firmada en el campo de María Barzola, el 31 de
octubre de 1952.
En primer lugar, las afirmaciones del presidente Paz, con referencia al primer aspecto
que toca su discurso, no corresponden a la realidad, no corresponden a los hechos, no
corresponden a la situación objetiva en que se desenvuelve el país. Esta realidad es, por
sí misma, el rotundo mentís a las afirmaciones del primer mandatario de la Nación. ¿
Cómo se puede sostener sin empacho, tan llana y simplemente que “ahora, las riquezas
de Bolivia pertenecen a los bolivianos”, cuando la Nación toda está hipotecada al
imperialismo norteamericano? Bien sabemos que si Bolivia ha nacionalizado la grande
minería y el gobierno administra la actividad básica de la economía nacional, la fuente
principal de recursos nacionales en moneda extranjera 1 la actividad cuyas fluctuaciones
regalan el pulso de la vida íntegra de la Nación, en cambio, no dispone de ella. ¿ Quién
fija los precios de nuestros minerales? ¿ Quién regula, por tanto, la producción en
nuestra industria básica? ¿ Es acaso el Estado boliviano independiente y acaso actúa
por propia determinación, como verdadero dueño de sus riquezas? No podemos cerrar
loe ojos a la realidad, a los hechos que porfiadamente se abren paso en la mente más
cerrada por las conveniencias, por el egoísmo, por los prejuicios, por los intereses de
clase en suma.
Pero, ¿acaso no es suficiente todo el análisis que ofrecemos sobre las minas
nacionalizadas, el petróleo, la reforma agracia, etc. Para demostrar que las afirmaciones
del presidente de la República no corresponden a la realidad. ¿Acaso no se ha
desnacionalizado el petróleo para entregarlo a los trusst petroleros norteamericanos e
ingeles, no obstante la dura lección de la guerra del Chaco y no obstante el “alentador
ejemplo” de YPFB, “de que el Estado es capaz de administrar su patrimonio”, ¿Acaso el
presidente mismo de la Nación no está “subvencionado” por el imperialismo
norteamericano a través del “auxilio” del punto IV al presupuesto nacional.
184
Afirmar que “el obrero posee seguridades y derechos como en pocos países”, cuando la
miseria hinca sus dientes en la entraña misma de la familia obrera, cuando el azote de la
desocupación flagela los hogares de los trabajadores, cuando la inseguridad de trabajo
es el fantasma que ensombrece el hogar humilde de los trabajadores y destruye la
familia de éstos, es simplemente, ironizar con el dolor, el hambre y la miseria de un
pueblo dignos de mejor vida.
185
desarmar a los campesinos e impedir su reivindicación de la tierra y su verdadera
liberación.
El actual gobierno. no es sino una lógica continuación del anterior. No. importa la
declaración de su propósito de “desarrollar” la minería, el petróleo, la industria fabril, la
agricultura, la ganadería, etc., si tal “desarrollo” dependerá de la misma “ayuda ame-
ricana” y de las inversiones de capitales monopolistas de EE.UU. garantizados por la
Ley de inversiones, Ley que corno el Código del Petróleo, dictado por “el régimen
revolucionario” “regulará la inversión privada en las minas”, en la agricultura, en la indus-
tria fabril, etc. Tal desarrollo agravará las contradicciones de clase, porque se agudizará
la contradicción dominante entre Nación boliviana e imperialismo. Tal “desarrollo” de las
minas nacionalizadas, bajo la dirección del Fondo Monetario Internacional, ya implica,
desde luego, la imposición del despido de 5.006 obreros más, sobre los 8.500 ya
echados a la calle por la COMIBOL. Tal “desarrollo” significará la constitución de
186
empresas mixtas con capitales mono-polistas de EE.UU., o el arrendamiento de algunas
minas nacionalizadas a esos capitales. ¿No es esto parecido a desnacionalización?.
Y esto no es mero decir. El gobierno del MNR cree haber hecho y concluido la
revolución. Ahora se plantea la tarea de “desconsolidarla”, es decir, consolidar una
revolución inexistente. Ahora se plantea como tarea inmediata la “juridicidad
revolucionaria”. Entre otras medidas para ello, está modificando la composición y orga-
nización del ejército. Cuadros viejos del ejército derrotado por la insurrección de abril de
1952, retornan a retomar posiciones. Se sustituyen empleados en le. administración
pública. Se mantienen las luchas armadas de los campesinos del valle entre las
fracciones en que se hallan divididos. Se aceita, diríamos, el viejo aparato estatal.
Por su parte, la clase obrera sostiene una lucha firme contra los despidos y la
desocupación en masa, que, a título de “supernumerarios” en las minas nacionalizadas,
en las fábricas, en los ferrocarriles, etc., amenaza a todos los sectores laborales. Los
trabajadores esperan su III Congreso Nacional para el 2 de mayo próximo. Los
congresos locales de los campesinos en el distrito de La Paz, muestran la iniciación de
un proceso de esclarecimiento con respecto a sus problemas: la reforma agraria, lo que
indudablemente, abrirá el camino hacia la unidad, organización y orientación correctas
de las grandes masas campesinas con respecto a los problemas nacionales más
atingentes. La lucha armada entre los campesinos de Cochabamba, agrava las
contradicciones internas del partido del gobierno. Los empleados amenazados con el
despido para ser sustituidos por elementos adictos a la fracción de gobierno comandada
por el presidente, luchan decididamente en defensa de sus cargos. Los trabajadores y
amplias capas dc la pequeña burguesía no ocultan su descontento por el alza del costo
de vida, por el pavoroso problema de la vivienda, por la falta de solución a la pobreza y
la miseria que rondan todos los hogares de la gente sencilla, de los trabajadores,
empleados, maestros, etc., etc.
Los trabajadores se sorprenden ante el nuevo engaño a los campesinos y la Nación toda
con respecto a la reforma agraria, desvirtuada en esencia democrática y antifeudal, que
ahora se quiere “consolidar” con arados de hierro en una época de máquinas y tractores,
en una época en que la ciencia y la técnica permiten al hombre la conquista de los
espacios siderales.
187
Los trabajadores no alcanzan a salir de su asombro ante la política del gobierno, que
después de “sacarle las castañas del fuego a la Bolivian Railway por medio de la
Comisión Fiscal formada para la administración de los ferrocarriles de la red Speyer,
cuando éstos operan a pérdida y dejan de ser rentables para la B. Railway, se presta a
las maniobras de este monopolio cuyo único objetivo es ahora exigir una fuerte
indemnización por los viejos, gastados y atrasados ferrocarriles, para que el pueblo,
agobiado ya por la pobreza y la, miseria, cargue con este nuevo y pesado tributo en
beneficio de un monopolio enriquecido en medio siglo de explotación del país..
Ante las medidas legitimas adoptadas por el gobierno y el pueblo cubanos, en ejercicio
del derecho soberano de autodeterminación de los pueblos, el gobierno de los
monopolios capitalistas internacionales de los EE.UU. pretende repetir la hazaña de
Guatemala, de 1954, hazaña en la que se complica el gobierno de la “Revolución
Nacional Boliviana”, por medio del entonces canciller de la República, doctor Walter
Guevara Arze. Ante la política estatal independiente del gobierno de Cuba y de las
medidas de efectiva defensa de la economía nacional y popular, a. través de la
nacionalización de las empresas económicas fundamentales en manos de monopolios
norteamericanos, a través de una verdadera reforma agraria, de la industrialización que
canaliza el desarrollo independiente de la economía de Cuba, de la construcción de
viviendas, de escuelas, etc., a través, en fin, de una verdadera revolución antiimperialista
y antifeudal, el gobierno de EE.UU., bajo la presión de los monopolios, pretende aislar a
la Nación cubana, impedir que se libere de la tutoría tomada de hecho por el gobierno
norteamericano. El Departamento de Estado que representa la política imperialista de
los monopolios yanquis que dirigen consorcios internacionales, manipula con los
gobiernos sometidos a sus directivas, para impedir la liberación de Cuba, de la opresión
que nacionalmente sufren todos los pueblos de América Latina por parte del
imperialismo yanqui.
188
Esta es la razón por la cual el gobierno de BE. UU. no sólo incurre en agresiones
económicas y provocaciones de toda índole contra el hermano pueblo de Cuba, sino
que, con la complicidad de gobiernos latinoamericanos obsecuentes a sus dictados,
pretende llevar a cabo la intervención armada contra la República de Cuba.
Mientras los gobiernos latinoamericanos aceptan la “ayuda americana”, que tiene todos
los signos de soborno o propina por su “buena conducta” en la Conferencia de Costa
Rica, los trabajadores, campesinos, estudiantes, etc. de nuestra América, se vuelcan a
las calles a demostrar su solidaridad con el pueblo y el gobierno cubanos. En Bolivia, los
trabajadores efectúan manifestaciones en todas las ciudades, centros mineros,
ferroviarios, etc. y el propio Parlamento se pronuncia en apoyo de la Revolución de Cuba
y pide al Poder Ejecutivo instruye. a la delegación ante la Conferencia de San José de
Costa Rica, asuma idéntica posición. Sin embargo, el Poder Ejecutivo del gobierno, va
189
por su cuenta y por su cuenta se compromete y acepta ingresar en el reparto de los
dólares ofrecidos por EE.UU. De esos dólares ofrecidos para “obras sociales”, conforme
a las determinaciones de EE.UU., según el Acta de Bogotá, corresponderían a Bolivia 30
millones. ¡ 30 millones es el precio asignado por el imperialismo yanqui a la dignidad de
Bolivia!
La reacción tiende a unirse frente al ascenso democrático de’ las masas, con el fin de
hacerlas retroceder, con el fin de promover nuevas aventuras golpistas para cambiar el
equipo gobernante e-instaurar una dictadura fascista.
190
Por otra parte, el estado de falencia del Tesoro Público, la decadencia de la minería
nacionalizada, de YPFB, de los ferrocarriles y, en realidad de todas las actividades
económicas; la desocupación creciente, los bajos salarios, el hambre y la miseria que
hincan sus dientes en los hogares bolivianas, a causa del dominio que ejerce el
imperialismo yanqui por medio de sus agentes de dentro y de fuera del gobierno y de
sus propios organismos como el FMI, el punto IV y los llamados de “Asistencia técnica y
económica”, grávan las contradicciones internas de clase. En efecto, la burguesía
comercial importadora y burocrática, ligada a los monopolios imperialistas, que ejerce
dominio en el gobierno frente a la burguesía industrial débil y vacilante, que comparte
con aquella en el gobierno, hace que éste desarrolle una política antinacional y
antipopular. De ahí que la clase obrera, los campesinos y amplias capas sociales de la
pequeña burguesía y la misma burguesía industrial, manifiestan cada vez mayor
descontento por esa política del gobierno, por la ausencia de una política independiente
y patriótica que confronte las necesidades de la Nación y del pueblo. Por eso, los
obreros, campesinos, pequeños burgueses radicalizados y burgueses progresistas que
militan en el partido oficial, están contra la política del gobierno y exigen de éste una
política nacional e independiente. En realidad, ahora se revela más claramente el
carácter dual de la burguesía y las contradicciones internas que afligen al partido oficial.
Mientras se “procura” salvar la COMIBOL, que ya no puede ni pagar los salarios a los
trabajadores mineros, con créditos del imperialismo, como la ya famosa “operación
triangular”, créditos condicionados y otorgados por EE.UU., por la empresa Salzgiter de
Alemania Occidental, que trata de adueñarse del hierro del Mutún y por el Banco
Interamericano de Desarrollo, que no es sino otro instrumento más del imperialismo
como el FMI y el BIRF, se dilata la iniciación de las gestiones para la aceptación de la
oferta soviética, exigida por las grandes masas populares del país...
Las luchas de sectores de campesinos entre sí, fomentadas y provocadas por el mismo
gobierno, luchas que culminan con la masacre de Cliza, en noviembre último, el fracaso
dcl gobierno en su propósito de mantener ese estado de guerra entre los campesinos,
para dividirlos aún más y desorganizarlos totalmente; las concentraciones masivas de
campesinos en distintos lugares de la República los pronunciamientos de éstos con
respecto a sus problemas específicos:
191
burguesía comercial importadora y los latifundistas y ex latifundistas. El gobierno re-
trocede en su propósito de elevar el precio de los carburantes y retro-cede de su
amenaza de romper relaciones con Cuba.
Vivimos ciertamente, una época de viraje radical, de afirmación y de triunfo definitivo del
sistema mundial socialista, cuya influencia determina el carácter y contenido de esta
época nueva. La misma histórica sesión quinceava de las Naciones Unidas, a la que por
iniciativa del gobierno de la Unión Soviética, asisten muchos jefes de Estado y de
gobiernos, prueba la fuerza moral y política del socialismo. La simpatía con que los
reciben los pueblos de América Latina las proposiciones formuladas por Nikita Jruschov,
sobre el desarme completo y la abolición del colonialismo, etc., son la prueba de que
estamos en los umbrales mismos de una vida nueva, de un mundo nuevo.
Así como nuestros antepasados, los patriotas altoperuanos, luchan en guerra de quince
años, para romper los dientes del León dc Iberia, hincados en la entraña misma de
nuestro pueblo a lo largo de trescientos años coloniales; así también, ahora, el pueblo de
Bolivia, los trabajadores, se aprestan a romper sus cadenas impuestas por el
imperialismo yanqui y sus agentes nacionales. Este pueblo, el Prometeo encadenado en
sus propias montañas, defraudado en sus sacrificios y en sus esfuerzos, en sus
aspiraciones y en su gran victoria insurreccional de abril de 1952, por las vacilaciones,
por las debilidad y el temor y por los compromisos de la burguesía gobernante, se
apresta a reivindicar las banderas de abril.
192
NOTAS
1
Nombre dado por Alejandro Humboldt.
2
Fernando Diez de Medina: Bolivia, Clave y Centro de un Continente. (Publicado en la
Rey. Bohemia N9 15 de La Habana. Abril 12 de 1959. Respuesta al artículo “Caos en las
Nubes”, publicado en el N9 2 de la Rey. Time de New York. Marzo de 1959.)
3
Julio Murillo S. J.: Bolivia en las manos.
4
R. Capriles Rico y G. Arduz Eguia: El Problema Social en Bolivia.
5
Fernando Diez de Medina: Ob. Cit.
6
Joel Camacho V. : Orígenes de Bolivia. Rev. Jurídica Nros. 61-62 de la Universidad
Mayor de San Simón de Cochabamba.
7
Raúl Canedo Reyes: Problemas Económicos de Bolivia.
8
Raúl Canedo Reyes: Ob. Cit.
9
Walter Guevara Arze: Plan de Política Económica de la Revolución Nacional, 1955 (W.
Guevara A. Era entonces Ministro de Relaciones Exteriores).
10
A los más remotos habitantes de Bolivia se les atribuye una antigüedad de mAs o
menos 30.000 años. Con instrumentos de piedra toscamente labrada en puntas de
lanza, cuchillos, etc., su actividad económica habría sido la simple recolección de frutos
silvestres y raíces, y la caza de animales pequeños. Restos de esos instrumentos han
sido encontrados en Viscachani, Provincia Sicasica del Departamento de La Paz, y en
otras regiones del Continente.
193
Posteriormente, “hace unos 20.000 años acaso, aparecieron los verdaderos cazadores
que exterminaron los mastodontes y animales similares”. Conocían el arco y la flecha, y
la lanza utilizada como arma arrojadiza. Sus descendientes son, al parecer, los
Patagones, Zamucos, Matacos, Tobs y otros cazadores que habitan el Chaco.
1.000 años antes de la Era —dice Edgar Ibarra Grasso— llegan los primeros agricultores
a la región andina, trayendo a la vez cerámica, la piedra pulida, el tejido, el conocimiento
de la fundición de cobre y de oro, etc.... Más tarde, hacia unos 500 años de la Era, llegan
otros pueblos ya con cerámica pintada, que parecen corresponder a una influencia
amazónica, venida de Mojos.
11
El Profesor Comas dice: “La Carta Universal de Derechos del Hombre proclamada por
las Naciones Unidas. - - en contra de la discriminación racial. hace totalmente
inadmisible la calificación de inferior o superior aplicada a cualquier grupo racial.
Rechazamos - esta incalificable egolatría de ciertos blancos llamados civilizados; no la
consideramos mejor que la adoptada por Hitler, Rosemberg, Gunther y tantos Otros
«arianistas» del decenio pasado.” (Revista Universitaria números 35, 36, 37, de la
Universidad Mayor y Autónoma Tomás Frías de Potosí.)
12
Gustavo Adolfo Otero: Prólogo a Tiahuanacu. Biblioteca Boliviana.
13
Fernando Diez de Medina: Ob. Cit.
14
Sayaña en aymará y pergujal en quechua, son los nombres de las parcelas que en
usufructo se dan a los campesinos sometidos a servidumbre en los latifundios.
15
Chonta, palo de madera dura. Lampa, pala.
16
Miguel Bonifaz: Derecho Indiano.
17
Federico Engels: El Origen de la Familia, la Propiedad Privada y el Estado.
18
Las huacas se identifican unas veces con un animal o una piedra, con una planta o
una cueva y otras con un antepasado o símbolo del dios del ayllu. “Con el nombre de
huacas según Garcilazo, se señalan no sólo todos estos objetos cuando toman el
carácter de dioses sino también todas las cosas sagradas , las cuales constituyen sus
deidades de segundo orden con los nombres de Mamasara, Huancas, Cochamas,
Saramamas, Axomas, Huantaysaras, Ispacus, Hualcchúas, etc. Las Chapacas y las
Knopas tienen carácter de divinidades tutelares o penates...” (El Kollasuyu de Rigoberto
Paredes).
194
19
Según Rigoberto Paredes, los collas comprendían La nación bajo el nombre de suyu,
cuyo jefe era el Kari o el Zapana El jefe de la Marca era el Mallcu y el del ayllu el
Jilakata, etc Ob. Cit.
20
Bautista Saavedra: El Ayllu
21
José Carlos Mariátegui: Siete Ensayos de la Realidad Peruana afirma la población del
Imperio Incaico, antes de la conquista, era de diez millo-les de habitantes
22
César Antonio Ugarte: Bosquejo de la Historia Económica del Perú.
23
Miguel Bonifaz: Ob. cit. “Según Ondegardo, el tupo no excedía en mucho a lo que era
necesario para subsistir.”
24
Es proverbial el precepto vigente en el Imperio: ama súa, ama llulla y ama kkella, que
significa: “no ser ladrón, no ser mentiroso y no ser flojo”.
25
Luis E: Varcárcel: Del Ayllu al Imperio, citado por José Carlos Mariátegui. Siete
Ensayos.
26
José Antonio Arze: Ensayo Sociodia1éctico de la Historia de Bolivia. Rey. Jurídica
N9 1. Universidad Mayor de San Javier. Sucre.
27
Jorge Basadre: Historia del Derecho Peruano.
28
Luis Alberto Sánchez: Historia de América
29
Georges Rouma: El imperio Incaico: Breve Esquema de su Organización Económica,
Política y Social (Traducción de J. A. Arze).
30
P. Bernabé Cobo: Historia del Nuevo Mundo.
31
El subrayado es nuestro
32
Louis Baudin: El Imperio Socialista de los Incas.
33
Gustavo Adolfo Otero: Vida Social en el Coloniaje.
34
Instituto de Historia de la Academia de Ciencias de la URSS. Historia de los Países
Coloniales y- Dependientes. América Latina.
195
35
Volodia Tejtelboim: El Amanecer del Capitalismo y la Conquista de América.
36
Federico Engels: La Filosofía y la Vida.
37
Luis Alberto Sánchez: Ob. cit.
38
Volodia Teitelboim: Ob. ctt.
39
Jaime Mendoza: La Tragedia del Chaco.
40
José María Camacho: Historia de Bolivia
41
Jaime Mendoza: La Tragedia del Chaco.
42
Luis Peñalosa: Historia Económica de Bolivia.
43
José Martí: La Edad de Oro, citado por L. A. Sánchez: ob. cit.
44
Roger Garaudy: La Libertad.
45
Jaime Mendoza: Ob. Cit.
46
Lincoln Machado Ribas: Movimientos Revolucionarios.
47
José María Mamacho: Historia de Bolivia.
48
Volodia Teitelboim: Ob. Cit.
49
Carlos Marx: El Capital.
50
Federico Engels: La Filosofía de la Vida.
51
Arturo Urquidi Morales: Bases Sociológicas de la Reforma Agraria. Revista Juridica
Nros. 63-66. Universidad Mayor de San Simón. Cochabamba.
52
Julio Paz: Historia Económica de Bolivia
53
José María Dalence: Estadística Boliviana
54
Luis Peñalosa: Ob. Cit.
55
Luis Peñalosa. Ob. Cit.
196
56
Alvaro Alonso Barba: Arte de los Metales.
57
Jorge Juan Sebastián de Ulloa, citado por Luis Peñalosa: Ob.cit.
58
Academia de Ciencias de la URSS. Konstantinov: Materialismo Historico.
59
José Antonio Arze: Proceso de la Educación Boliviana.
60
Lincoln Machado Ribas: Ob. Cit.
61
Lincoln Machado Ribas: Ob. Cit.
62
Luis Alberto Sanchez: Ob. cit.
63
Armando Alba: Enumeración del Suceso Potosino: El Pueblo, 8 de Noviembre de
1959. Cochabamba.
64
Armando Alba: Ob. Cit.
65
Carlos Montenegro: Nacionalismo y Coloniaje.
66
Humberto Vásquez Machicado y otros: Manual de Historia de Bolivia.
67
Humberto Vásquez Machicado y otros: Manual de Historia de Bolivia.
68
Raúl Ruiz González: El Imperialismo. Proceso de Formación del Capitat Financiero
(Tesis presentada a la Universidad Mayor de San Simón). Cochabamba 1950.
69
9 y 11 Marcos Beltrán Avila: Historia del Alto Perú en el año de 1810..
70
Luis Alberto Sánchez: Ob. Cit.
71
Pelliza: Historia Argentina, citado por Beltrán Avila.
72
Marcos Beltrán Avila: Ob. cit.
73
Rigoberto Paredes: Prólogo al citado libro de Marcos Beltrán Avila.
197
74
N. Boljovitinov: Acerca del Problema de la Amenaza de Intervención en la América
Latina por parte de la Santa Alianza. (De la prehistoria de la Doctrina Monroe.)
75
José Luis Romero: Las Ideas Políticas en la Argentina.
76
Tristán Maroff: La Verdad Socialista en Bolivia.
77
Nicolás Bujarin: La -Economía Mundial y el imperialismo.
78
V.I. Lenin: El imperialismo Fase Superior del Capitalismo.
79
Raúl Ruiz Gonzáles : El Salario
80
Arturo Urquidi Morales: Ob. Cit.-
81
Juli : Ob. Cit.
82
Alcides Arguedas : La Plebe en Acción.
83
Eduardo Arze Quiroga La Nacionalización de los ferrocarriles de la red Speyer
(Ponencia presentada al Primer Congreso Nacional de Facultades de Derecho).
Universidad Mayor de San Simón 1940.
84
Legislatura Ordinaria 1906. Redactor de la H. Cámara de Diputados. 1. II.
85
Humbertol Fossati: Lo que la opinión pública no debe olvidar con motivo de Tlw Bolivia
RaiLway Company. (Lo relativo al Contrato Speyer es extracto de este trabajo de
Fossati, pub1icado en 1959 por la Universidad de Oruro, como Anexo del Informe
Económico sobre este asunto.)
86
CEPAL: El Desarrollo Económico de Bolivia.
87
René Ruiz González. La Economía Boliviana y el Comercio Exterior. (Publicado por la
Universidad de Oruro en 1956.)
88
CEPAL: Ob. cit.
198
89
Remberto Capriles Rico: Informe. Boletín del Ministerio del Trabajo y P.S. N9 1. 1937.
90
Víctor Paz Estenssoro: La Masacre de Catavi (Interpelación de la Cámara de
Diputados al Gabinete por los sucesos de Catavi. Sesión ordinaria del 23 de agosto de
1943.
91
Walter M. Beveraggi Allende: Impacto de las Inversiones en América Latina. Trimestre
Económico enero-marzo de 1953. Nº 1. México.
92
24 Dr. Rodolfo Pomeranz: informe de la Comisión destacada para inspeccionar les
minas. Boletín N’ 5. Previsión Social. Publicación oficial del Ministerio del Trabajo y
Previsión Social..
93
Walter Guevara Arze: Plan de Política Económica de la Revolución Nacional (plan
preparado por W. G. A. en su calidad de canciller, ~ 1955, exclusivamente para el
Departamento de Estado norteamericano, como se declara expresamente en las
páginas introductivas del libro respectivo).
94
Denominación dada por el pueblo al golpe de estado del propio presidente Mamerto
Urriolagoytia, con objeto de burlar el resultado de las elecciones del 51.
95
Victor Paz Estenssoro: La Misión Keenleyside vio con ojos de funcionario colonial la
realidad boliviana. (Rev. Económica. Agosto 1953 - Marzo 1954.) Publicación del Centro
de Estudios Económicos y Financieros de la Universidad Técnica de Oruro.
96
Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL): Ing. Goosen Broesma, Gerente General y
Dr. Guillermo Bedregal, presidente: Programa Integral de Defensa de las
Nacionalización de las Minas. Mayo 1960.
97
Raúl Ruiz González: Una batalla en la lucha por la independencia Nacional, la
Defensa del Petn3leo. (Conferencia dictada en la Universidad de Cochabamba, bajo los
auspicios del Sindicato Petrolero. 1957.)
98
Arturo Urquidi Morales: Ob. cit.
99
11 Arturo Urquidi Morales: Ob. cit.
100
Fausto Beltrán y José, Fernández Bustos: ¿A Dónde va la Reforma Agraria en
Bolivia?
199
101
No obstante existir prohibición por D. S. para derribar vacas que procrean, militantes
del MNR logran permisos especiales que burlan la ley, inflexible para loe danés
ganadero..
102
Raúl Ruiz González: Sobre la Estabilización Monetaria (Conferencia dictada en la
Universidad de Cochabamba).
103
El Ing. Gumucio que combatiera el Plan de Estabilización Monetaria, a través de su
carta trascrita, es ahora ministro de economía y, naturalmente, defensor y ejecutor del
mismo Plan que sigue el actual presidente, Dr. Paz.
104
Manuel Prudencio, Superintendente de Bancos: Divulgación de los Fundamentos
Económico-Financieros que respaldan al Fondo Monetario InternacionaL r al Banca
Internacional de Reconstrucción y Fomento, seg6n los convenio. de Breton Woods,
News Hampshire, EF. UU. (La Paz, octubre 1946.)
105
Juan Lechín Oquendo: La COB y la Estabilización Monetaria 1957.
106
Asthenio Avenranga Mollinedo: Estudio Técnico -A ctuarial de la Caja de Seguro
Social Ferroviario y R. A. La Paz 1960. (Averanga es Gerente Técnico de dicha Caja.)
107
José Antonio Arze: Ob. cit. (Proceso de la Educación Boliviana. Versión taquigráfica
de su intervención efectuada en la sesión del 25 de marzo de 1947 en la H. Cámara de
Diputados.)
108
Citado por Eugenio Varga en Problemas Fundamentales de la Economía de la
Política del Imperialismo.
109
Juan Lechín Oquendo: La C.O.B. y La Estabilización Monetaria. La Paz, Bolivia.
Publicaciones COB. Secretaría de Prensa y Propaganda.
200
INDICE
I. PAISAJE .
Teoría de la emancipación
Primeros años de la vida republicana
201
VII. INSURRECCION POPULAR DE ABRIL DE 1952. GOBIERNO DEL MNR.
202