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EL NEOINSTITUCIONALISMO Y UN ENFOQUE ÉTICO PARA COMPRENDER LA REALIDAD

El antiguo dilema Estado Vs Mercado como reguladores de la actividad económica de un país ha sido
superado por investigaciones recientes agrupadas en una nueva escuela denominada el neoinstitucionalismo.
El debate Estado frente a Mercado ha sido y sigue siendo interesante, atractivo e incluso apasionante. Los
liberales desde los clásicos, neoclásicos-marginalistas, monetaristas siempre han considerado que el mejor
asginador de recurso es el mercado puesto que el mecanismo de precios (mano invisible o el interés personal)
garantiza una máxima utilidad y beneficios para los agentes económicos. Los antiliberales que van desde
socialistas radicales hasta posiciones intermedias agrupados en los keynesianos y neokeynesianos consideran
que existen fallas en el mercado. El mercado perfecto no funciona en la realidad. Una de las famosas fallas
son las externalidades económicas: El mercado no puede regular las externalidades negativas como son: la
contaminación ambiental, la destrucción ecológica, la excesiva libertad de prensa, la corrupción, inmoralidad,
etc
Ahora el debate se centra en el tema del funcionamiento institucional y su explicación económica. La llamada
“nueva economía institucional” afirma que la eficiencia económica no sólo depende de la manipulación de
variables macroeconómicas, sino en la paciente reelaboración de las instituciones que rigen el
comportamiento y las relaciones entre individuos en la actividad cotidiana, en el interior de las empresas y en
el sen del aparato del Estado. Los nuevos institucionalistas tratan de utilizar los instrumentos de la Economía
para explicar la historia, el comportamiento animal, el comportamiento delictivo, el derecho, los contratos, la
empresa, las redes de información, el gobierno, la familia y otras instituciones sociales. Utiliza el
individualismo metodológico. Sólo los individuos que deciden y actúan. Los economistas neoinstitucionalistas
rechazan soluciones que pretenden acercar la realidad a la abstracción del libre mercado e intentan comparar
unas instituciones con otras sobre todo en el dilema Estado Vs Mercado. De lo que se trata es de elegir entre
soluciones institucionales subóptimas pero posibles, sostienen los economistas de esta Escuela. Bajo este
nuevo enfoque el Mercado y el Estado parecen competir en igualdad de condiciones: Las instituciones
estatales o las instituciones del mercado pueden ser comparativamente más o menos eficientes en el lugar y el
momento histórico. Esta perspectiva no acepta propuestas de validez universal. Por el contrario habrá de
fomentar del desarrollo institucional adecuado al entorno concreto.
Una de las propuestas del neo institucionalismo es la teoría de la agencia y el riesgo moral. Stigliz (Premio
Nobel de Economía 2001) ha realizado investigaciones al respecto. El agente económico: funcionario de la
empresa, parlamentario, magistrado, alcalde, funcionario público, periodista, y servidores públicos y estatales
etc; siempre están en la posibilidad de caer en un riesgo moral. En nuestro país muchas instituciones son muy
cuestionadas por el alto riesgo moral a la que ha conllevado las decisiones de sus agentes generando alto costo
social y económico. El Perú tiene millonarias pérdidas económicas por actos de inmoralidad y corrupción. La
ciudadanía muestra altísima desconfianza de la mayor cantidad de instituciones nacionales sobre todo
públicas que han llegado a un nivel de desprestigio insólito. Lo peor es que algunos agentes han llegado al
colmo de una degeneración ataráxica que les impediría alguna intención de cambio. Son pocas las
instituciones que funcionan óptimamente. En las demás los ciudadanos sufren chantajes, extersiones, coimas,
mafias, negociaciones antitéticas, estafas, difamaciones, prebendas, clientelaje, caudillismos, calumnias,
incumplimiento de promesas políticas, violación abierta de las normas, apropiaciones ilícitas, favoritismos, y
un sin numero de situaciones inmorales que esta llevando al ostracismo institucional con pocas alternativas
de cambio. Por lo tanto el problema del país no solo tiene que ver con el replanteamiento de las variables
macroeconómicas sino requiere una profunda y larga reforma institucional, y por nuestro lado nos queda
mejorar nuestras decisiones cotidianas dentro de nuestro ámbito de desenvolvimiento a fin de garantizar
mejores beneficios sociales y económicos para nuestros conciudadanos en un perspectiva presente y futura

Lic. Luis Gómez Vargas

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