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UNIVERSIDAD CENTRAL

DEL ECUADOR

I CONCURSO UNIVERSITARIO DE
MICRORRELATOS

“Universidad: Una
mirada desde la Ética
Y la identidad”

Compilación

COMPILACIÓN

COMITÉ DE ÉTICA
2016
Para el Comité de Ética es muy importante que la
construcción de la ética institucional se la realice
desde espacios incluyentes, en donde toda la
comunidad universitaria pueda participar, hacer
escuchar su voz y desarrollar sus mejores
capacidades.
Es por ello que la publicación de los microrrelatos
ganadores de los concursos “Los fines éticos de la
Universidad” y “Universidad: una mirada desde la
ética y la Identidad”, el primero por iniciativa de la
cátedra de Ética de la Ingeniería a nivel de la
Facultad de Ingeniería en Geología, Minas,
Petróleos y Ambiental y el segundo a nivel de toda
la comunidad universitaria, constituye motivo de
satisfacción, la gran acogida que tuvieron los
concursos nos dio la pauta de que nuestra comunidad
universitaria no es ajena a la realidad circundante,
que piensa la ética, tiene inquietudes, vive su
universidad y es capaz de manifestarlo con belleza y
estilo, porque la ética no está reñida con el arte, por
el contrario se recrea y manifiesta con mayor fuerza
en los microrrelatos que ponemos a su
consideración.
Esperamos con esta publicación contribuir con
nuestra universidad en la consecución de los
objetivos institucionales y que cada lector, obtenga
enseñanzas que le ayuden a entender la ética
universitaria desde otras visiones.

COMITÉ DE ÉTICA
“Universidad: Una Mirada
desde la Ética y la Identidad”
I Concurso de Microrrelatos
Compilación
CATEGORÍA DOCENTES
PRIMER LUGAR

EJERCICIO DE ÉTICA PARA UN ESTUDIANTE DE


INGENIERÍA

Tambukikoy
======= “Ejercicio de Ética para un Estudiante de
Ingeniería” =======

Seudónimo: Tambukikoy

El profesor escribe en la pizarra:

Con las siguientes variables:


a = el ingeniero piensa
b = diseño
c = ética aplicada
d = sabiduría
e = seguridad en las obras públicas

Resuelva los siguientes ejercicios de formalización:


1. a ˄ b
2. a ˄ c → d
3. e ↔ a ˄ c → d
4. a ˅ ┐c → ┐e
5. b ˅ e ˅ ┐ c → ┐d

El alumno escribe en su cuaderno:

Solución:
1. El ingeniero piensa y diseña
2. Si el ingeniero piensa y aplica la ética, hay
sabiduría
3. Hay seguridad en las obras públicas sí y solo
sí el ingeniero piensa y aplica la ética
4. Si el ingeniero piensa y no aplica ética,
entonces no hay seguridad en las obras
públicas
5. Si el diseño en la seguridad de obras públicas
no tiene ética, no hay sabiduría

El alumno se levanta y camina hacia el profesor. Le


muestra su solución. El profesor lee y califica en rojo:
10. Le entrega el cuaderno al alumno.
El alumno demuestra que entiende su profesión como
ingeniero de la Universidad Central.

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José A. Cóndor Tarco


FIGEMPA
SEGUNDO LUGAR

DIFERENTE ENFOQUE

Liko
DIFERENTE ENFOQUE
Gabriela Amaguaña, oriunda de Salinas de Guaranda, es
una estudiante de alto rendimiento. Aplicó las pruebas
SNNA y aprobó para estudiar en la Universidad Central
del Ecuador en la carrera de Educación Parvularia. Sus
padres, de clase trabajadora, hicieron un gran esfuerzo
para alquilar una habitación en Quito y con limitados
recursos inició su vida estudiantil.
En la clase de Psicología, Gabriela pidió la palabra a la
maestra Matilda Vera, dio su punto de vista sobre el
desarrollo evolutivo del niño y de la niña, desde un
enfoque neuropsicológico, que contradecía la teoría de la
docente. Matilda, intimidada por la exposición de la
estudiante, se alteró y sin poder contener su ira, le mando
a callar. Dirigiéndose al resto del salón la docente dijo:
“Yo soy la que conoce la materia”. Salió del lugar dando
por concluida la clase. Dejó demostrando ante todo el
salón, que no tenía argumentos para refutar el
conocimiento teórico de Gabriela.
Retirada en la soledad de su habitación, Gabriela se
disponía a realizar sus tareas estudiantiles. Tenía que
interpretar y analizar los datos de la lista de cotejo que
había aplicado para observar a los niños y niñas en su
práctica docente del CEMEI Santa Clara; estaba muy
preocupada por el impasse que tuvo en la mañana con la
profesora Matilda, tema que no le permitía concentrarse
en su trabajo.
Mientras encendía su ordenador, volvía a su mente la
imagen de la magíster Matilda desencajada y se culpaba
de haber abierto la boca; su opinión le hizo quedar mal a
la maestra ante todas y pensaba: “Ojalá no tome
represalias en mi contra”.
Mientras procesaba los resultados de la lista de cotejo a
una matriz, recibió una llamada a su celular, de un
número desconocido; enseguida deslizó su dedo para
contestar:
–Aló –dijo.
–Hola Gabriela –era la voz de Matilda.
El cuerpo de Gabriela comenzó a temblar y con una voz
entrecortada, contestó
–Magíster, buenas tardes.
–Te llamo porque me quedé muy preocupada por la clase
de hoy; ¿será posible que conversemos mañana antes de
entrar a la sala de clases?
Gabriela creyó que la maestra le ha tendido una jugarreta,
lo que le puso muy nerviosa y no pudo continuar con su
trabajo.
A la mañana siguiente, Gabriela en el salón de clases se
dirigió a los cubículos de tutorías de los profesores, tocó
suavemente la puerta. Desde adentro Matilda le pidió que
pase.
–Permiso magíster, ¿puedo entrar? –dijo Gabriela.
–Sí, pasa -le contestó Matilda-, veo que has tomado muy
en serio la materia.
–No por favor, no; no fue mi intención, jamás cruzó por
mi mente contradecirle -respondió Gabriela, con una voz
entrecortada.
–No te preocupes Gabriela, no pasa nada, fue muy
solvente tu exposición.
–Magíster quiero contarle que la noche anterior del
impasse consulté información en la Web y encontré datos
interesantes sobre la psicología evolutiva de los niños y
niñas; esto me emocionó tanto que pasé de un documento
a otro y así avanzó la noche.
–Está bien, Gabriela, ahora las neurociencias van a paso
acelerado y este enfoque desde la neuropsicología me
parece muy interesante.
–Disculpe profe, creo que no debí hablar mucho.
–Gabriela, quien tiene que pedir disculpas aquí, soy yo;
me has dado una buena lección.
Gabriela salió del lugar sin decir nada.
Matilda delante de sus estudiantes reconoció que su
comportamiento del día anterior no fue el adecuado. Se
examinó como docente, al entender que el educador ante
todo es un mediador del conocimiento.
Todos los días se crece como ser humano y como
profesional, en esta grata tarea de ser docente.

Edison Franklin Cando Vaca


Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la
Educación
TERCER LUGAR

UNIVERSIDAD KAFKIANA

Diógenes Alejandro Xenos


¿En qué nos hemos convertido? No tengo claro. ¿Soy
burócrata o docente? Algo sucede.
Hay que timbrar o poner la huella. Mecanismos de
control. Hay que disciplinar al docente. ¿O al burócrata?
Algunos son puntuales con esta obligación, aunque de
inmediato se van. De todas maneras, son cumplidos.
Del aula al cubículo, se nos ha dicho. Nos quieren
convertir en autómatas.
Llenen formularios para justificar su presencia en la
Universidad. Un atentado ecológico, además, por el gasto
de papel. El CEAACES está detrás de nosotros.
Evidencias, dicen que necesitan. Hay que completar las
horas de trabajo. Y hay que cumplirlas adecuadamente.
La evaluación nos acecha.
Voy al aula de clases. Casi me olvido…mis dos libritos
bajo el brazo para darme un toque intelectual. Si son de
autores franceses mejor. Y si están a la moda, tiene más
caché.
Los temas deben ser tratados con brevedad, debo cumplir
con el Syllabus. No importa. Ahora hay infocus y el
power point. Ojalá no se vaya la luz. Como tarea, los
estudiantes, y las estudiantes, para que no me digan
sexista, deben leer algunos escritos que yo los estudie en
la maestría. Ya creo que van treinta libros que he
mandado a leer. He demostrado profundidad académica.
Espero que en verdad los hayan leído.
Regreso a la oficina. Hay que investigar. Sentado frente
al computador, espero que haya conexión a la Internet.
Avanzo así en la investigación. Afuera, la realidad debe
adaptarse a los resultados que yo obtenga en mi búsqueda
por el ciberespacio.
¡Uff! … ¡Qué agotamiento!
Me hace falta la varita de Harry Potter. No estaría mal
convertirme en hechicero, regar un poco de sal en grano
en los pisos de mi facultad y así llegar a convertirme en
autoridad. Jajajaja. No se molesten, es solo una pequeña
broma en medio de tanto trabajo.
Ahora el paper. Debo buscar una revista indexada. Hay
de las que cobran para publicar. Es una opción. También
podría reciclar trabajos anteriores. Quizás mis pares no
se pongan difíciles. Deberíamos saber de los gustos y
colores de ellos, así escribiríamos para satisfacerlos.
En fin. Todo es válido para posicionarme en la Academia
y avanzar. Meritocracia se llama.
Tengo ansias que me recategoricen. Voy a buscar unos
trabajitos que hice hace un tiempo. Los voy a publicar de
inmediato, como libros. Por ahí conservo unas poesías de
juventud. ¿Me las aceptarán?
¡Ahhhhh! Esto es desesperante. Necesito buscar una
editorial de prestigio. No entiendo que es lo que
entienden por prestigio. Habría que hacer un tratado
académico sobre esto. ¿La Editorial de la U. será
prestigiosa?
Esto parece kafkiano.
Me despierto, estoy asustado. Debo ir a trabajar.
¡Terrible! No es un sueño, es mi realidad.
Nos han transformado y solo podremos liberarnos
matando al burócrata, al simulador, al intelectual
pedante, al Prometeo para así volver a ser.
Simón Rodríguez, José Martí y Paulo Freire nos hacen
falta.
Dax Toscano Segovia
Facultad de Comunicación Social
A VECES

Luz
TÍTULO: A VECES Seudónimo: Luz
Johnathan atraviesa la estrecha y empedrada carretera, en
un descalabrado autobús camino a la gran ciudad. Un
sudor frío recorre sus bronceadas manos, espera llegar a
la dirección que, con letra ininteligible, escribiera su
padre, luego de contratarle “una pieza” mientras cursa la
universidad. El paisaje de verdes montañas le da valor.
¡De pronto! las prominencias policromadas serían la
puerta de entrada a Quito, especuló. El corazón
adolescente latió con el ardor de lo ignoto. El repaso de
su infancia, la familia, la escuelita, el colegio que lo
“transformó en hombre”. Sus amigos de siempre no
estarán, no lograron completar el puntaje… Todo se
mezcla en la algarabía de lo nuevo y la añoranza de lo
dejado.
La terminal terrestre es diferente. En su pueblo no había,
el borde de la calle servía para subir y bajar de los
autobuses, concretar una cita, hacer negocios, mirar a los
conocidos y desconocidos, realizar mítines políticos en
apoyo al candidato a la presidencia de la Junta Parroquial
(olvidaba decir candidata) aplaudir a la reina, el pase del
Niño, cama de borrachos. Servía para todo.
Nuevo transporte… una voz extraña anunciaba las
paradas, el oído atento esperaba la de Santa Clara. Ahí
debía bajarse, cruzar una callejuela rumbo al hospedaje.
Un timbre que, alguna vez, fuera amarillo, sobresalía de
la pared. Con temor oprimió el botón, que humedeció su
dedo con la mugre impregnada. Su chirrido lo sobresaltó,
pero fue más la presencia de la dueña de casa que
apresurada decía entra. ¡Qué! ¿Solo eso traes? Fue la
sorpresa de doña Rebeca, si te portas mal de ¿dónde te
voy a cobrar? No, se-ño-ra, tartamudeó Johnathan, voy a
portarme bien, mi papá responde. Sí, le conocí, parece un
buen hombre por eso le arrendé, aunque no se le veía
solvente, “me cayó bien” respondió sin tapujos la doña.
Primera noche de pesadilla, el frío más intenso que en la
aldea, aunque la nieve rodeaba las pequeñas casas. El frío
de la ciudad es feroz. Es el frío de la soledad. Larga noche
de memorias. Al día siguiente, la inmensa casona de la
Central, colorida con anuncios, propaganda por doquier,
avivó su alma, y a la vez le confundió. Trámites
administrativos, uno que otro tropiezo. Llegó la jornada
de clases. Jóvenes de todo estilo: peinados extravagantes,
camisas sin abrochar, zapatos coloridos, pantalones
seductores, prendas apretadas. Ya había visto casi todo
en revistas y en la televisión. Pero el andar, la forma de
hablar sí que eran desconocidos: palabras nunca
escuchadas, atravesadas, sin duda es una realidad de
extrema irrealidad. Johnathan con su peinado simple,
camisa a cuadros, zapatos oscuros, a veces, creía no
conectar. Juzgó que podría estar en un mundo donde la
forma de vestir y verse está sobre la de pensar y ser. A
veces sintió miedo.
¡Sería como ellos!: un gel, en la noche experimentó el
cambio. Embadurnado, ni él se reconoció, sus cabellos
transformados en picachos atraerían la atención, pensó.
Era otro en su apariencia. Nadie notó el renuevo, la
víspera apenas alguien lo vio. Solo él sabía que no era él.
La costra del gel, los rasgos faciales más visibles, la
molestia del cambio lo envolvían ¿Acaso esto deseaba?
¿Ser otro, parecerse a otros? ¿Es moda, es fuerza
inclusiva, qué es? El espejo cada noche le reclamaba su
rostro. La sandez le consumía, pero la libertad de
pensamiento, los conocimientos, la sabiduría encontrada
en la Universidad Central, le despertaron del
aturdimiento. A veces en su mente ¿quería ser otro? La
vacilación se desvaneció, volvió a ser Jonathan, volvió a
ser quien es. En la Universidad Central reafirmó su
identidad.
FIN

Santa de Gloria Coloma Romero


Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia
¿QUIENES SOMOS, DE DONDE VENIMOS?
Valentina
¿QUIENES SOMOS, DE DONDE VENIMOS?

Soy un estudiante de la UCE, mis compañeros y yo,


venimos de distintos lugares, algunos distantes, otros
menos lejanos y otros cercanos.
Desde que nos graduamos, cargamos en nuestra mochila
muchos sueños. Nuestro objetivo por algún tiempo no fue
otro sino aprobar las consabidas pruebas y entrar a la
Universidad.
En el colegio ya pensábamos en esos días, imaginábamos
la libertad en el horario de clases, las horas huecas y todo
lo que íbamos a aprender. ¿Sería distinto a lo que
teníamos hasta hoy? Estos años se pasaron volando, a
pesar de que a veces ya no podíamos más del
aburrimiento en clase. Ahora esto no es el colegio, es la
U, con mayúscula.
Mis seres queridos estaban felices y orgullosos por el
puntaje que obtuve, puedo elegir la carrera que yo quiera.
Empezamos, todos estamos en la misma línea de partida;
¿llegaremos todos a la meta? Que cerca y que lejanos veo
esos días del cole, ahora soy un universitario a carta
cabal, ¿qué significa eso?
No es tan sencillo, para comenzar de un día para el otro
tengo una serie de materias y una diversidad de
profesores, pero todos, ellos y nosotros nos identificamos
en algo, pertenecemos a la UCE.
Con las reformas en el sistema educativo y el proceso de
acreditación, con TRANSPARENCIA estamos
participando activamente en ciertas actividades
adicionales a las clases, lo que hace que nuestro horario
esté repleto, hay días en los que salimos muy cansados.
Cuando cruzo la Avenida Universitaria, por el lado en
donde se encuentra la plaza Indo América, veo los bustos
de los indígenas que parece me saludaran. Silenciosos
testigos de mi llegar diario a la universidad, me despiden
cuando voy de salida, con seguridad me esperan el día
de mañana en el mismo lugar, ellos saben lo que es
PUNTUALIDAD, llueva o haga sol.
Supe que representan a los líderes indoamericanos, que
se destacaron por su valerosa actitud frente a los
conquistadores, estas obras escultóricas fueron aportadas
por cada uno de los veintiún países allí representados,
Rumiñahui, fue el primero: su verdadero nombre según
algunos historiadores: Pillahuano de origen quitu, en
quechua Ati: VENCEDOR, INVENCIBLE, y Hatuey fue
el último líder aborigen que es el símbolo de nuestra
REBELDÍA.
Me siento feliz de pertenecer a mi Patria y de conocer mis
raíces, que se extienden por Latinoamérica. El corazón
se me ensancha de saber cuánta LEALTAD y
SOLIDARIDAD hubo en estos hombres que dieron su
vida abrigando esperanza. Pienso que debemos darles el
RECONOCIMIENTO y el RESPETO que se merecen y
no solo eso, sino que deben traducirse en actos de
RESPONSABILIDAD Y COMPROMISO para
transformar la sangre derramada en conocimiento e
impartirlo en las aulas, construir con TOLERANCIA y
lograr la anhelada EQUIDAD.
Apenas amanezca yo tendré que salir, me subiré al
autobús y casi sin querer formaré parte de esa bola
humana que se transporta en los buses, mientras tanto yo
repaso las ecuaciones de segundo grado y me doy cuenta
de que camino casi por inercia, la ilusión de los primeros
días se va convirtiendo en algo un poco más sólido, estoy
trabajando mi primer año con toda HONESTIDAD.
Cuantas noches leyendo y haciendo deberes, pero eso sí,
los compañeros y compañeras son lo máximo, hemos
hecho un lindo grupo y juntos resolvemos todo, hasta lo
que parece imposible, sale a relucir la PERTINENCIA
del trabajo en equipo.
Un nuevo semestre está por iniciar, surgen las
expectativas de alumnos y profesores. ¿Cómo será el
nuevo grupo de estudiantes? De todas maneras es
bueno iniciar nuevamente, las aulas vacías no tienen
sentido.
Mónica Viteri Gordillo
Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación
LA VENTA DE LA DIGNIDAD
Apolo
LA VENTA DE LA DIGNIDAD
SEUDÓNIMO: APOLO
Ella lloraba en silencio y no reparó que su padre a lo lejos
atisbaba su dolor, él se acercó sigiloso a consolarla.
Margaret, lo miró fijamente y exclamó: ¡Padre, aún me
quieres! Esa expresión caló hondo en Joaquín, hombre
recio y abnegado, quien meses atrás quedó desempleado
por un recorte laboral. Joaquín miró fijamente a su hija,
tratando de adivinar la causa de su sufrimiento,
suavemente dijo: hija mía te quiero ¡Tú sabes bien que te
quiero!
Margaret preguntó:
___Pa., ¿recuerdas la gira universitaria del mes anterior?
___Sí, pues dijiste que trabajaron mucho ayudando en el
proyecto docente.
___Sería mejor si hubiese faltado.
___ ¿Qué dices?
___ Fue inútil mi esfuerzo, ¡Me expulsarán de la
universidad!
Joaquín escuchó atentamente a Margaret, quien le contó
que había sido acusada de haber fumado, bebido e incluso
de haberse drogado.
El rostro del padre cambió de tono e intentando conservar
la calma, preguntó:
___¿Son ciertas esa acusaciones?
Margaret trémula de angustia repetía- ¡Todo es falso,
papá!
___La maestra guía, quién nunca estuvo ahí, ingreso al
curso y públicamente me increpó con escarnio
diciéndome:
___Por borracha y drogadicta tendrás que salir de la
universidad, el Alma Mater alberga nobleza e integridad.
Rigoberta Alcívar, era una mujer inescrupulosa;
acomodada en la institución debido a que les conocía
serios secretos de las autoridades; era capaz de mostrarse
honesta frente a quien la desconocía; ella refirió toda su
actuación a un reporte oral de ciertas estudiantes que le
eran afines a sus intereses.
Joaquín, prometió a su hija resolver el problema y al día
siguiente irrumpió en el aula de Rigoberta, la enfrentó y
firmemente la acusó de abuso de autoridad, poniéndola al
tanto del proceso legal que llevaría a cabo en su contra
por la calumnia levantada a Margaret. Las estudiantes,
luego de observar lo ocurrido se acercaron al padre de
Margaret para denunciar otras tantas irregularidades de la
Magíster Alcívar; confiadas, depositaron en las manos de
Joaquín documentación y creyeron en lo dicho.
Él tomó los documentos y les dijo que -eso ayudará para
ponerla en su sitio-, las alumnas pensaron que por
primera vez alguien haría justicia.
Pasadas dos horas Joaquín recibió una llamada
telefónica, era la autoridad institucional, quien lo citaba
a su oficina a las 16:00. Puntualmente llegó a la cita.
Rigoberta y la autoridad lo esperaban. Joaquín intentó
hablar, cuándo una voz ladina lo detuvo diciendo:
___Seré clara con usted, tengo entendido que está
desempleado y eso es malo para un padre que debe
cumplir con cinco hijos, en su mayoría adolescentes, un
hijo enfermo y muchas deudas. Le ofrezco un cargo
directivo con una generosa remuneración, pero sobre
todo con estabilidad. Entendiéndolo como un acto de
“buena fe”, frente al mal entendido con su hija.
Joaquín, quiso mostrarse honesto, y cumplir en cierta
forma con la promesa hecha a su hija; pero Rigoberta
intervino diciendo:
___Lamento el mal entendido, solo quise…
“disciplinarlas”, le recomiendo acepte lo propuesto.
___Bien, necesitamos una respuesta…ya.
Joaquín, sacó la información que recibió y puso en las
manos de Rigoberta, ella sonrió y le dijo: - lo esperamos
mañana compañerito- Joaquín bajo la cabeza e intuyó el
abandono de su hija y las miradas acusadoras de sus
nuevos compañeros.
Moral y conveniencia chocaron en la cabeza de Joaquín;
respirando hondamente puso en las manos de Rigoberta
la información que le perjudicaba y bajando la cabeza en
sumisa aceptación, salió de la entrevista humillado pero
conforme. Margaret que aguardaba, intuyó lo peor,
preguntó:
_Que has hecho papá?
Joaquín, impotente, calló.
_Padre has vendido mi dignidad!!
Y en una carrera forzada huyó de la sala de espera.

Sandra Elizabeth Pachacama Mayorga


Facultad de Filosofía, Letras y Ciencia de la Educación.
TEKE
Jujopari
TITULO: TEkE
PSEUDONIMO: JUJOPARI
Llegue a las seis con veinte de la mañana, “De sargente”
saludó amablemente: ¡buen día, siga profe¡
Me dirigí a patio, junto a “rancho”, los estudiantes en
grupos asignados realizaban la limpieza, la víspera la sala
de profesores había quedado en orden, ahora el caos era
evidente, la cafetera sin agua y encendida, me dije a mi
mismo: “ni en la Carrera me salvo del quehacer
doméstico”.
A los pocos minutos llego Giovanni con Sofía,
saludamos, raudamente observó y preguntó ¡Que pasó¡,
con tono cortés solicitó ¡Brigadier encargado venga por
favor¡
¡Profe buenos días, a sus órdenes¡ el cadete intuyo y con
voz fuerte dispuso: ¡Recluta proceda a realizar la
limpieza de la sala de profesores¡
¡Su orden mi brigadier¡
Con paso apresurado los alumnos se dirigían a las aulas,
habían terminado actividad de formación y parte de
novedades, ingresé a paralelo correspondiente,
inmediatamente un estudiante dijo: ¡Alto¡, ¡Buenos días
licenciado, paralelo con treinta y tres cadetes, con la
novedad de un compañero con descanso médico y se
reportará más tarde, listos a recibir su clase de bioética¡
¡Gracias jóvenes, buenos días, tomen asiento por favor¡
Comencé a elucidar el contenido epistemológico del
termino bioética, desde una ética aplicada, BIOS (vida) –
ETHOS (carácter), y demás acepciones.
Percibí que varios discípulos no me atendían y se notaba
faltos de descanso, conjeture con que no desayunaron,
pregunte: ¡Jóvenes, que pasa, porque no me atienden¡
Una alumna expreso ¡es que nos tekearon ¡
¡Y qué es eso¡
En coro: ¡Tekear¡
¡Sigo sin entender¡
Con voz entrecortada, refirió la cadete ¡cuando los
varones hacen algo nos tekean solo a las mujeres, y ayer
en la noche nos tocó¡
¡Bueno pero sigo sin entender¡
¡ lo que pasa es que, licenciado, cuando las mujeres hacen
algo como por ejemplo coquetearse con los de sexto
semestre, nos tekean a los varones¡
Inmediatamente replicó una estudiante ¡igual por
ejemplo cuando algunos de los varones no se baña, o no
realiza la limpieza pagamos nosotras y somos tekeadas,
eso deberían ver y ser más conscientes y solidarios¡
Exclame, ¡bueno pero que es ser tekeados¡
Me di cuenta que se habían despertado y todos querían
explicar, uno de ellos dijo: ¡es un llamado de atención y
la forma de pagarlo es con ejercicios¡
¡Ejemplo trote, o varios tipos de ejercicios como:
lagartijas, abdominales, vuelta al árbol.………….¡
¡Ha entiendo¡
Una cadete refirió: ¡por ejemplo yo estoy con descanso
médico y eso es malo porque cuando regrese a la
actividad física me va a coger de nuevo¡
El comandante del curso dice: ¡Pero es porque no
respetan las normas que se implementan en la escuela y
por unos pagamos todos, y esto del teke es normal, es
ético¡
Varios cadetes expresan: ¡Si….es parte de la
convivencia¡…….¡si pero yo tengo odio y me da iras
porque es injusto¡…….….¡sin embargo yo me lleno de
ñeque y cumplo con el teke¡……………..¡ yo considero
que es disciplina aunque sé que estoy pagando por otro
que cometió una falta y esto nos enseña a ser tolerantes y
formar el carácter, es parte de la instrucción¡
Había pasado el tiempo de clase mientras comentábamos
construí un mapa conceptual con los valores y principios
establecidos en la escuela, explicando la relación con la
bioética.
Al cambio de hora regrese a la sala de profesores con la
intención de tomar un buen café caliente, y escuche con
voz enérgica por parte de un profesor: ¡Esto no lo
permito, que los cadetes ensucien la sala de profesores,
consuman el café y dejen en completo caos, por lo que
voy a ordenar al oficial instructor para que les tekeen¡
Y esa tarde hubo teke.

Juan José Páez


Facultad de Jurisprudencia, Ciencias Políticas y
Sociales
CATEGORÍA ESTUDIANTES
PRIMER LUGAR

DELANTAL DE ESTRELLAS
Flor de Cerezo 22
DELANTAL DE ESTRELLAS
Parece que fue ayer, cuando aquel muchacho de piel de
madrugada, ojos achocolatados y amplia sonrisa, salió a
conquistar el mundo. Quería ser “abogao” como lo decía
su abuela; aunque siempre dulcemente él le corregía. –Se
dice abogado viejita…
La mañana en cuestión, madre e hijo se levantaron muy
temprano, anticipándose a cantar antes que el gallo. Su
madre preparó bolones extra de corvina de despedida;
aparte de los que vendía a orillas de la playa. Tenían listo
hasta el último detalle que debía ir en la alforja del
muchacho. En el monte, la madre se correteaba un gallito,
para que acompañe al chico en su viaje, y si era posible,
algún día, le sirviera de alimento. Se limpió las manos,
en su delantal de antaño que dejaba escapar luz por dos
orificios, y le regaló la bendición a su orgullo de
muchacho, al único negrito que estuvo en el cuadro de
honor. Así fue pues, que el provinciano, con un costal al
hombro y un gallo a mano, se dirigió a la Capital.
Se la imaginaba como en las películas, con grandes
edificios y gente con terno de casimir. Cuando arribaba y
como llegó por el Sur, se llevó la decepción, acompañado
del soroche, a medida que avanzaba veía más y más casas
de ladrillo gris, gente en piyama y un rocío cristalino en
su ventana. A pie de la salida del autobús, se hizo la
promesa de no regresar con su madre, ni con las olas, ni
con su amor por Verito, sino conseguía llegar estrenando
corbata y oliendo a jazmines.
Nuestro muchacho no se detenía a mirar su color de piel
como el resto de la gente, sus ojos aperlados solo veían
el horizonte y junto a él, su destino. Después de dos
intentos de ingresar a la Universidad, fue finalmente
admitido y la alegría que le embargaba hizo que festejara
pidiendo una empanada con extra pollo y precio extra.
Cuando regresaba en la noche camino a su humilde
arriendo, la gente se cambiaba a la cera contraria,
incómoda y ruborizada. Él anhelaba demostrarle al
mundo que todavía hay gente honrada y buena; de todos
modos, es difícil cambiar la mentalidad de un mundo
lleno de prejuicios, pero es muy posible cambiar una
parte de él y quedarse viviendo allí y siendo feliz.
Son muchas sus penurias de hombre negro, pero aún son
más sus alegrías de joven anhelante de un cambio. Todos
los días, él hace la diferencia y trabaja ya sea de pintor o
conserje, dispuesto dar un “buenos días” a quienes
premeditadamente lo juzgan, y no acepta los actos
bandoleros de los “amigos de la esquina”. Por las noches
estudia y gasta felizmente en impresiones y e-mails.
Recuerda a diario la historia que escuchaba de pequeño,
que decía; que una madre cuando está lejos de sus hijos,
mientras duerme, se convierte en ave o mariposa y vuela
a vigilarlos. Siempre está cerca.
Han pasado siete años, y su espíritu es inmarcesible y
constante, lejos del hogar, asalariado y acumulado de
lecciones de códigos penales, su roble progenie lo
acompaña, el cantar de su pueblo se convertida en
Patrimonio de la Humanidad, marca el compás que su
corazón baila. Cada día se acerca a más a un “estaremos
por siempre juntos”. Llegará el día que huela a mar, a
bolones y a Vestido de novia. Llegará el día en que su
madre estrene delantal sin un solo agujero, con
estampado de estrellas, que titilarán en la más dulce de
las noches, anunciando que otro “corazón se ha
convertido en pájaro”, como lo afirmaba Edna Iturralde.

Chamba Agila Giselle Valeria


Facultad de Ciencias Psicológicas
SEGUNDO LUGAR

UNA MAÑANA DE JUNIO


Kubrick
Una mañana de Junio
Una mañana de junio “¡Que viento hace!”, pensó
Alberto, al recibir un golpe de aire helado en su rostro, el
instante de abrir la puerta de vidrio, a la salida del edificio
de apartamentos en donde vive. En su lejano pueblo todo
era distinto. “Como extraño el calor de las mañanas”,
continuó en sus adentros. En su pueblo las mañanas son
agradablemente abrigadas… y los fuertes vientos le
ponen nostálgico del sol que embellecen la selva
amazónica. Camina apresuradamente cargando su vieja
mochila que la conserva desde el colegio. Son las 8 y 50,
y su clase de matemáticas empieza a las 9 en punto.
Dobla la esquina y acelera el paso hasta la facultad. Mira
el reloj, son las 8 y 55... “aún hay tiempo” piensa. Ya no
tiene frío, la prisa con la que llegó hizo que entrara en
calor. Mientras cruza el vestíbulo del edificio, también se
le cruzan varios pensamientos… ninguno destacable, por
lo que prefiere simplemente numerar los pasos que le
llevan a su aula de clase, que queda al final de un largo,
amplio e iluminado corredor… “uno, dos, tres, cuatro,
cinc…” en ese instante se le cruzan el paisaje urbano que
está del otro lado de los ventanales del corredor, los
recuerdos de su selva verde, colorida y sonora… en una
ráfaga como la del viento, regresa a su memoria el cómo
llegó a la Universidad, su primer día. Ya son más de 8
meses desde aquella mañana en que sus pies tocaron este
frío corredor. “...siete, ocho, nueve, diez... –el semestre
ha sido difícil-”, piensa Alberto, no solo por lo exigente
de las materias, sino también por las costumbres
diferentes y complicadas a las que tiene que adaptarse.
Qué diferentes son las cosas en su pueblo. Aquí en la
ciudad la gente es complicada, individualista, por lo que
extraña mucho el ambiente de compartir, lleno de alegría
y vivencias colectivas en las se crió. “… once, doce,
trece…”, ‘chico de la selva’, le dicen, por su procedencia
y su comportamiento diferente al de sus compañeros
citadinos. Al principio la gente era indiferente, egoísta y
con poca apertura a un diálogo, pero ahora es diferente.
Aunque para muchos Alberto viene de un sitio recóndito,
lejano, olvidado, su formación personal es
primordialmente de integralidad. “… quince, dieciséis,
diecisiete, dieciocho...” le han insistido en los beneficios
de ser “civilizado”, pero el se da cuenta de cuán lejos está
la gente citadina, de ser personas como las que él conoce
y extraña. “… diecinueve y veinte...” terminó de contar
en voz alta. Llegó. Sus compañeros alzaron la mirada y
vieron al joven ‘de la selva’ tomar el sentido contrario de
la puerta del aula y salir al jardín, bajo un hermoso cielo
azul con tenues nubes que pintaban un paisaje... “Es hora
de volver a casa dijo para sí”… esa mañana la
universidad entera vio como el ‘chico de la selva’, hizo
lo que mejor sabía: Volar.
Estéfano Alexander Hidalgo Ontaneda
FIGEMPA
TERCER LUGAR

LO QUE LA VIDA MEJOR SABE HACER: MEDRAR


Carlos Ismael
LO QUE LA VIDA MEJOR SABE HACER: MEDRAR
Por: Carlos Ismael

De niño, pude ver como mis compañeros de escuela se


burlaban de una niña discapacitada, ella no había
desarrollado completamente una de sus manos, la
llamaban “La mano muca”, fue un momento de risitas
burlonas a las que la niña ya se había acostumbrado, por
mi parte, que cobarde fui en ese entonces, repudio ese
momento siempre y siempre reprimo mi falta de valentía
cuando recuerdos como ese, exigen tomar acciones en el
presente.
En ese entonces, fui uno de los niños más populares de
mi escuela, si así se lo puede llamar, cierto día y como
casi todos los días, pude ver a la mano muca caminando
sola por los patios, iba y venía con una mirada triste que
al parecer nadie la notaba porque pedía con recelo una
invitación para ir a jugar; fingía desviar la mirada, luego
de unos segundos la regresaba esperando que alguien
pudiese cambiar de opinión, las respuestas eran ¡NO! con
tan solo haberla ignorado. No pude evitar acercarme y
preguntar por su nombre el cual es Anita, luego la
conversación continuó muy entretenida, no recuerdo de
qué hablábamos, pero si recuerdo que sonreía; Pasaron
unos cuantos minutos y tres niños más se acercaron,
pensé que era la hora de partir con ellos porque me lo
pedirían, sin embargo uno se sentó junto a Anita y los
otros dos cerca mí, empezaron a platicar con ella quien
aflojo un poco la lengua, ellos parecían estar a gusto y sin
prisa por irse del lugar, a la final Anita nos cautivó con lo
graciosa que resulto ser.
Aquel instante sentí por primera vez un respingo en el
corazón, una sensación intensa por saber qué era lo que
había pasado, de pronto los niños que habían ignorado
por completo y se habían burlado de Anita, ahora
festejaban con ella una de sus ocurrencias, ¿acaso fue la
iniciativa que tuve de acercármele para que algo
maravilloso como esto ocurriera? o talvez ¿hay todavía
algún atisbo de esperanza en la naturaleza humana que
cada vez va perdiendo rasgos de humildad y hermandad
entre nosotros?, aun no lo sé, pero desde ese día he venido
creciendo con la certeza de que, una buena acción es lo
que se necesita para cambiar el rumbo de un trozo de
historia.
Los días van pasando a la velocidad de un Bugatti
Veyron, vas creciendo y tu mente cada vez necesita más
mundo para respirar, sales a ver el ocaso y eso te lleva a
ver el horizonte que se pone a coquetear contigo, se
insinúa para que tu mente explore ansiosa lo que hay
detrás de esa línea que solamente separa el cielo de la
tierra, ese horizonte que te llama a aventurarte sin tener
nada que perder. Desde luego, empiezas a conocer a
mucha gente, gente de todo tipo, una ciudad cosmopolita
de experiencias, historias infinitas que escuchar,
películas que tu mente las recrea y las pasa
imaginando…; bueno, también puede que sean historias
que en el mundo real existan y te das cuenta que la vida
tiene otra fachada, oscura vida donde hay niños
aprendiendo estrategias de guerra, prostitutas púberas,
ancianos en lo más olvidado de la sociedad, apartados de
ella, vida a la cual muy pocos parece importarles, sobre
todo a aquellos que disfrutan de un yacusi mientras saben
que un niño en algún país pobre, está metido en un fango
tratando de sorber un poco de agua.
Una educación con virtudes y valores hará medrar a la
vida, conseguirá lo más preciado: llenarse de
conocimiento, lo cual considero la más grande riqueza
que uno puede llegar a obtener.

Carlos Ismael Haro Cuichán


Facultad de Arquitectura y Urbanismo
SER Y NO SER: LA ÉTICA E IDENTIDAD
CENTRALINA EN NUESTROS DÍAS
Kuyay Yuyaylla
Me pregunto cuántas, así como tú, pudiendo ser luz de
estrellas, viajar con ellas, siguen atrapadas en el infinito
de los misterios de su cotidiana ética institucional.

KY1

1 Kuyay Yuyaylla: Es la transfiguración de la mente de Baltazara; la


filosofía aparecida en forma de destello. Del quechua: Kuyay,
<<amor>>, y Yuyaylla, <<sabiduría>>, <<amor por la sabiduría>>. Yo.
***

De la nada apareció un destello en la mente de


Baltazara. En ese instante, Kuyay Yuyaylla la vio salir de
su estancia para ir al baño. Aquello era imposible.
Baltazara llevaba medio lustro en coma a causa de un
accidente cerebro vascular hemorrágico. <<Ética escogió
por maestros a Coherencia, Tolerancia, y Miedo (porque
este es muy diligente para imponer el orden) –le decía
Kuyay a Baltazara-: No tuvo más maestros; al ver como
Justicia e Inmoralidad gobernaban al universo, prematura
se despidió del mundo inmaterial. Inmoralidad, en
cambio, es autodidacta pura, por eso es bella, porque es
original, rebelde, libre>>.

***

Kuyay: Ética coarta la libertad, es matricida. Así


aparecieron Ética e Inmoralidad:

De todas, una: Inmoralidad,


que así tan pronto como nació,
estando en la matriz, para salir empujó
a Ética, al salir vio a su madre, Libertad.
Cayó de cabeza hacia la nada,
Caos la recibió, le hacía un nido,
la abrigó mientras dormido
su corazón servía de almohada.
Mientras en otra dimensión
se apresuraba Ética a subir.
La muy astuta pretendía dividir
a todos en bueno y malo, sin razón.
Y desde aquel infortunio confrontan,
y trabas a Kuyay Yuyaylla montan.

***

Kuyay entró levitando al espacio frío. Halló un


cuerpo enrollado en sudarios. Como si no supiera de qué
se trataba, lo desenvolvió, tras un par de vueltas…,
impávido, miró su propio rostro inanimado. Besó aquella
frente helada. Baltazara ya es en Kuyay. Navegaba hacia
las sombras iluminando al universo. Tuvo que detenerse
para visitar a otro demonio: Serhí Nóser, quien
gobernaba omnipotente un planeta llamado Tierra. Me
encontró enraizado en la UCE.

***

A veces la Universidad te quita más de lo que te


da. APA es plagio ético porque pretende plagiar aquello
que solo a la Verdad le pertenece –le dije a Kuyay, que
acababa de estrellarse-. APA censura la creatividad y
privatiza el conocimiento, pues impone lineamientos.
Yo, Serhí Nóser, no cito a nadie, ni mucho menos a la
verdad, porque sé que la Verdad, duda (no hay verdades
ético-absolutas sino matizadas, verdades que trascienden,
que son verdad por un instante eterno, de tal forma que
algunos infinitos son más cortos en comparación con
otros).

***

Ética engendra espectros de identidad –Kuyay


me miraba temeroso. Continué mi discurso-: Nos lleva a
creer como egoístas virtuosos que “yo soy más, ¡porque
soy yo!”. Capitalismo ético es un oxímoron. Ética
alimenta la rebelión al poder, sí. Todo poder es autoridad.
No toda autoridad es poder…

***

¡No te desprendas Serhí Nóser! -me suplicaba


Kuyay-, ¡mi camino es virtud y felicidad!, ¿quieres ser
malo...?,
-¡Hasta pronto, Kuyay! -le dije.
***
¿Dónde estoy…? Me pregunto cuán perverso soy
como para permitir que mis deseos (que discrepan con el
pacifismo social) no salgan danzando fuera de mí.
Asesinarían, sádicos, a todo aquello que me instruyó en
lo correcto: mis maestros, la historia, la ética. En lo más
recóndito de mi ser se halla el germen revolucionario que
me hace desafiar a la autoridad. En cambio amigos,
familia, Dios, extraños, adoran este poder que nos
reprime: Ética. Ven algo en Facebook y pronto olvidan
sus problemas, su sufrimiento, ¡hasta olvidan su
identidad!, creen saber cómo se llaman y eso les
satisface, no buscan saber quiénes son en verdad; me
responden: ¡No molestes más, lárgate!
Serhí Nóser

¿FIN?

Byron Fernando Punina Telenchala


Facultad de Ciencias Económicas
MIS DERECFHOS POR TUS MONEDAS
Dahelle
Mis derechos por tus monedas
-“…Se encontraba roto, dormido y nublado, parecía el
fin de aquel cansado cielo, eran tantas nubes muriendo
en el suelo, era tanto llanto sin ser escuchado...”-
-Como todo invierno- interrumpió Jorge, poniéndose de
pie
- ¡Mucho más que una estación!-, replicó Ana
acomodándose en el espacio de banca que había dejado
su hermano, -había gente transitando en esta historia:
buenos, malos, ricos, pobres; me he cuestionado ¿porque
categorizarlos?, ¿quién necesita estándares cuando
tenemos igualdad de derechos?-.
-¿Y no es nuestro derecho poder ser diferentes? Nuestra
madre decía que cada persona es única.
-¡Jorge, todo es una contradicción!.. Decir que todos
somos especiales es otra manera de decir que nadie lo es-
Y sin ganas de debatir, añadió: –Empieza a obscurecer en
este parque, ¿nos vamos?
-Claro, vamos, pero sígueme contando.-
-Había mucha gente allí, unos trabajaban y otros cuantos
estudiaban, pero entre ellos había un grupo de personas
que al no tener las mismas oportunidades se veían
obligados a alimentarse de su hambre, se arropaban con
el frío, también les fue arrebatado el camino por donde
transitaban, obligados a mendigar un lugar para poder
mendigar e incluso tenían cierta habilidad para pasar
desapercibidos.
-¿Acaso ellos no se daban a notar?- preguntó Jorge con
palabras claramente pronunciadas, mientras aceleraba el
paso para alcanzar a escuchar la respuesta.
-Algo similar, era como si su llanto hubiera ensordecido
la ética de todos, o quizás ellos se quedaron sin voz por
tanto gritar, también sus súplicas enceguecían a quien
estuviese cerca. En palabras más claras, ya nadie los
tomaba en cuenta.-
-¿cómo es posible, nadie intentaba ayudarlos?-
-Se dice que unas cuantas monedas a cambio de un menor
cargo de conciencia era toda la ayuda que recibían. En un
principio la lucha diaria por pescar su bienestar era
enorme, y al desconocer sus derechos terminaron
sirviendo de carnada para nuevos pescadores “exitosos”-
-Eso suena terrible ¿Y dónde se encontraban?-
- Estaban en todas partes se los conocía como
“desafortunados”, habían tantos que se optó por
encarcelarlos, supuestamente por el bien común.
- ¿Encarcelarlos?- La curiosidad de Jorge aumentaba tras
cada palabra que la joven pronunciaba e intentando llegar
al fondo preguntó nuevamente: -¿Cómo consiguieron
encerrarlos a todos? , No debió ser tarea fácil-.
-Les tomó algún tiempo. Fueron enjaulados dentro de un
rechazo múltiple y mientras los desafortunados
concentraban todas sus fuerzas en hallar una salida, fue
tanta su frustración que, sin notarlo, se empezaron a
sentir libres dentro de su propia jaula.
Procurando entender lo que Ana acababa de decir,
añadió: -Significa que se acostumbraron a ese modo de
vivir..
-Querrás decir sobrevivir- y abriendo con ansias su
mochila, de entre varias golosinas, tomó aquel viejo
libro, (un obsequio de un desconocido) y buscando con
cuidado en las últimas páginas mientras procuraba no
romperlas, continuó: -Escúchalo tú mismo: “Siempre
acompañados por la soledad, entre mil escombros
buscaban respuestas, más al contemplar solo risas
molestas, a su fiel amiga se llamó libertad!..”-
- Cuéntame, ¿qué ocurrió al final?- interrumpió la lectura
deseando escucharlo todo antes de llegar a casa.
Ana refundió nuevamente el libro en su mochila y tras un
improvisado suspiro susurró:
-No lo sabremos, al libro le faltan unas cuantas hojas,
entre ellas las del final aunque yo creo que debieron ser
olvidados por completo, o quizás ignorados por
completo-.
- Eso es lamentable, menos mal solo es una historia-.
Concluyó Jorge con un aliento de alivio, mientras, como
era costumbre, acomodaba unos cuantos cartones y
sábanas en la entrada del viejo restaurante de comida
china en donde pretendían pasar otra noche de invierno.
Daniella Mishelle Cifuentes Revelo
Facultad de Ciencias Médicas
SED DE NADA
Lobo DV EG
SED DE NADA

— ¡Ah! ¡Triste vida la mía!


Vilipendiada por esta infame masa que me envenena.
¡Seres antipáticos! Otean en su ridículo desdén. Me
desafían.
Seguimos confirmando que somos de entre los
infectados la estepa gangrenada sin aliento de “vitae”.
Los tejidos de la estructura humana han sobrepasado
mi entumecida razón.
Crucé el globo; vi la miseria pasmada entre
murmullos insípidos de verborrea desgastada y justo
aquí, donde vi la luz, justo aquí se apagará la de otro
ser.

— Desollaré a esta bestia.

...

Puntos catódicos execrables. ¡Maldita mi suerte!


Lo cierto es que por donde pasa la línea del
ecuador terrestre, donde las altas montañas nos
refugian, morirá la última sobreviviente.
Nunca las quise.

Tampoco cupieron en mi vida ¡Escotomizarme


quiero!
— ¿Por qué soy quien tiene que matarla? ¿Por qué
quieren que lo haga a través de medios masivos?

El titular que cegó mis sentidos fue:

Miro los utensilios filosos y sin duda alguna


escogeré la más pequeña de punta exquisita. Dejé
la alabarda italiana por la ocre daga tibetana.
Lograré un gran tajo.

— Me mira el inmundo animal ¡Me miraaa!


Desorden licantrópico que hace inútil la vida de
quienes creen amarte. ¡Te desmerezco! Amargo
soliloquio en el centro de la tierra, por donde
cruza la línea imaginaria que también nos la
inventamos.
Desean poder declarar un mundo sin bestias como
tú. Me miran aletargados, como si su mayúscula
preocupación fuese vivir. Para ellos es fácil,
cómodos, fatuos ¡Bastardos!
Hoy soy importante. Te mataré. No lo hicimos por
hambre, es por la sed insaciable de reconstruir la
arqueología del mundo. Todos matamos a una,
pero la mía es la última.
Hoy soy importante. Me son irreverentes;
necesitan que asesine a las siguientes presas.

— ¡Seguirán los que maúllan!

Cuando me subrogue otro infeliz a la hora de


exterminar a los que maúllan, recordaré este día:
“La matanza de mi bestia”.

La aberrante idea del “haragán”, que se inventó


una cruel venganza por su pasado atroz, funcionó
frente a mi antípoda racionalidad. En su tumba
sólo permanece un ágrafo con pintura esmaltada,
que un niño que murió por coma inducido rayó.

Soy parte del ágrafo. No tengo nombre pero nos


recordarán. Al primero y último; pero del último
más porque el pasado es esquivo…
Animal doméstico
por tu doméstico existir aciago,
aquel ciego quise ser
y dejar de padecer
en la noche de tu impuro perecer
Así logre mi identidad. Se jactan por definirme,
se sirven de mí, me alimentan para luego
limpiarse con servilletas que por desgracia son
blancas.

— Mi pathos reverbera. Soy noticia. Improperios


gritan.

El proceso resultó fácil. Hice rodar la oxidada


jaula. Aulló y sus raíces volvieron. Murió de
contado; las altas cimas auxiliaron mi
embriaguez. De allí nació mi fuerza. Aún latía su
corazón. Llegué para ayudarlo. No sufrió.

Mi fortuna se torna circunspecta.

Por efecto de histéresis, agitado el presidente me


extiende su mano; con su venia puedo acabar con
esas pirañas que comen ratas. ¡Animales limpios
los llaman! Basura, basuras…
— Acabaremos con los cazadores de ratas. ¡Bárbara
naturaleza!

Vomitarán, vomitaremos.
Caso contrario nosotros mismos cenaremos a esas
escurridizas, como lo hace mi camarada que vive
escondido cazándolas.

¡Etéreo alimento!

Buscaremos a la siguiente presa; espero sean esas


malditas ratas que nos invadirán.

Órbita del sin sentido…

— Reinará la especie sauropsida nuevamente. ¡Qué


hermoso es su vivir!

Quiero despertar mañana para ver cumplido mi


sueño, servirme un vaso de agua contaminada.

Y ser devorado.

David Vinicio Espinel García


Facultad de Comunicación Social
DIFÍCIL MIGRACIÓN
Diogo
DIFÍCIL MIGRACIÓN
Todo comenzó cuando Javier terminó sus estudios
secundarios, había culminado el colegio en su provincia
natal de Imbabura con excelentes calificaciones.
Entonces aplicó para estudiar en una de las mejores
universidades públicas del país, aplicó para la
Universidad Central del Ecuador. Es aquí donde empezó
su reto. Migrar hacia Quito, teniendo que abandonar, a su
familia, amigos, experiencias, todo en busca de cumplir
sus sueños.
Los caminos de la vida nos llevan a conocer nuevas
personas, nuevas costumbres pero sin olvidar las raíces,
costumbres, valores y experiencias vividas. Javier llegó a
Quito, se hospedó en la casa de sus tíos Ricardo y Belén.
Allí tuvo que acoplarse a las costumbres de su ‘’nueva
familia’’. Donde él empezó a madurar y demostrar los
valores que su madre le enseñó tales como; respeto,
disciplina, puntualidad, etc.
Todo esto fue un cambio enorme para él. Sin embargo,
Javier aprobó y consiguió un cupo en la Universidad
Central del Ecuador. Para él fue el primer paso para
cumplir con sus objetivos. Sus tíos lo felicitaron ya que
fue muy duro para Javier, un chico de una provincia
diferente, que se encontraba solo y finalmente veía el
mundo de diferente manera, con una madurez que antes
no poseía. Al estar sin su familia Javier adquiere otra
visión. Javier valora mucho más a su familia y él apoyo
incondicional que ellos le brindan. Javier nota la gran
diferencia de estar lejos de su familia desde las pequeñas
cosas hasta cosas mucho más grandes. Antes él llegaba y
le tenían todo preparado. Ahora, en una casa ajena, Javier
se vuelve mucho más independiente. Es verdad, que se
encontraba en casa de sus tíos pero la confianza con una
familia propia no es la misma.
Al ingresar Javier a la Universidad Central del Ecuador,
conoce también a muchas personas que así como él
provienen de distintas provincias y que la Universidad los
acoge para forjarlos hacia el ámbito profesional y que
sean capaces de desenvolverse con excelencia y eficacia.
Cada persona con una historia diferente, una historia de
superación, esfuerzo y sacrificio. Javier y las demás
personas se identifican debido que al estar lejos de su
ciudad natal tuvieron que afrontar muchos problemas y
dificultades y no tuvieron a su familia cerca para
contarles el día a día, para tener un abrazo en los
momentos más difíciles donde un abrazo reconforta,
donde el abrazo de una madre o de un padre abriga y te
hace sentir tranquilo, te hace olvidar de todo dilema y te
da seguridad para seguir adelante. Javier conoce también
a personas que han vivido toda su vida en Quito.
Reacciona y abre su mente al darse cuenta que para ellos
también ha sido muy difícil todo este proceso. Pero la
diferencia es que ellos tienen a su familia cerca. Escucha
diferentes historias y se siente mucho más identificado
con cada uno de sus compañeros. En la Universidad
Javier aprende no solo de sus compañeros sino de sus
profesores también porque ellos le enseñan no solamente
conocimientos sino maneras de desempeñarse frente a las
dificultades que se le presentarán a lo largo de su
trayectoria estudiantil y posteriormente profesional.
Parece ser ayer cuando Javier empezó su largo camino y
ahora sentado en su oficina como jefe departamental
reflexiona y agradece la oportunidad que tuvo ya que
muchos fueron los que iniciaron y pocos culminaron,
razón por la que le valora el esfuerzo y el apoyo sintiendo
orgullo de pertenecer a la Universidad Central ya que
esto le permitirá surgir tanto en su vida personal como en
el ámbito profesional con su valores firmes los cuales
nunca cambio o los olvido al igual que la ética al realizar
cualquier actividad en su vida.
‘’ Dicen que los hombres que no recuerdan de donde
vienen, no saben a dónde van ’’.

Diego Andrés Onofa Rojas


FIGEMPA
ES CARA A BAJO
Samsa
ES CARA ABAJO
SAMSA

Microrrelatos “Universidad: Una mirada desde la ética y


la identidad” una excusa para hablar de la dicotomía
innecesaria de una llanta cara blanca encendida rodando
en medio de la yerba crecida en ritmo final.
ES CARA A BAJO

Unas y Unos van por la vida a más de ciento veinte


kilómetros por hora en su último modelo, entre ellos va
un escarabajo marrón, que con sus mañas y adaptaciones
personalizadas llega a cien, sin pasajeros. Siempre va a
cien, es un templo, un portal, una nación. Los recuerdos
solo vuelven en cada rojo, susurrados por espectros que
le piden que sea Uno más, se desespera y pita.
DORMIR-TRABAJAR-CASA-SEXO-ELOTRO-
ESCARABAJOMARRÓN DORMIR-
TRABAJAR-CASA-SEXO-ELOTRO-
ESCARABAJOMARRÓN
De ocaso a alba el cansancio lo detiene, no puede pegar
el ojo, solo instintivo llega a su escarabajo marrón entre
agrupaciones galácticas de peatones distraídos -UFF-
suspira él. A cien, todo cambia a nuevos matices y nuevas
gamas. Por un instante se disminuye la velocidad,
recuerda los ojos azules del pobre gato que vivía en la
casa siguiente. Pasó una semana sin alimentarse y se
comió la mitad de la cara de su dueña. Cuando sacaron el
cadáver no sabía quién era, ahora mucho menos sin
media cara. La falta de noche le resalta la soledad
acompañada, acelera, quiere seguir el arcoíris y atropellar
al duende liberándolo de su avaricia.

TRABAJAR-CASA-SEXO-ELOTRO-
ESCARABAJOMARRÓN
TRABAJAR-CASA-SEXO-ELOTRO-
ESCARABAJOMARRÓN
Esta mañana decide ir a trabajo con falda, lo miran raro,
lo silban, no pudo sentarse, su jefe lo llama de inmediato,
entra a la oficina y la puerta se cierra con cien orejas. Al
pasar el tiempo abre la puerta ya sin seguros, las miradas
le impide caminar, el enano de contabilidad detiene
totalmente su peregrinación, la sonrisa babosa lo distrae
un instante sin escuchar nada, al responder de instinto
dice - Me puso de gerente- En el fondo solo suena el coro
de los niños de Viena.
CASA-SEXO-ELOTRO-ESCARABAJOMARRÓN
CASA-SEXO-ELOTRO-ESCARABAJOMARRÓN
Al llegar a casa, todo en el jardín estaba hecho añicos, no
podía dimensionar como estaban las emociones. No
puede entrar, la puerta estaba blindada, la retina no
desactivaba el sistema de seguridad, que de seguridad
estaba atrancada con una silla hecha con los retazos del
muro de Berlín. Mira por la ventana mientras cientos de
perdigones ingresan en sus oídos como moscas -Tú y tú
escarabajo se van a la mierda-.

SEXO-ELOTRO-ESCARABAJOMARRÓN
SEXO-ELOTRO-ESCARABAJOMARRÓN
Al entrar al cuarto del motel, le esperan dos bellas sirenas
desnudas, que cíclicamente incrustadas se vuelven una en
lo alto de la pared, se detiene y observa envuelto en sus
siluetas. Afuera el destello de las cortinas, crean
imágenes de un festín de pasión y euforia. No se
equivocan, el zapping si provoca euforia en sus dedos
hasta alcanzar el clímax al digitar el control remoto y
descender hasta apagar el televisor.
Es día, es noche, es día, es día, no sabe si el techo es de
madera o hay baldosa. Varios días pasan inhumanos
como publicidades en el televisor, en esa habitación de
amantes.
ELOTRO-ESCARABAJOMARRÓN
ELOTRO-ESCARABAJOMARRÓN
Destellan en su mirada las llaves de su única escapatoria.
Como arte de predestinación está envuelto en su
armadura oxidada, otra vez a cien. Esta vez lo siente
poderoso, rugiendo como una bestia ante una batalla,
pidiéndole romper las correas.
Cada qué aumenta la velocidad ve las brillantes aureolas
que transportan a las Unas y los Otros. En el instante que
la fortaleza envuelve su ser, aumenta cada latido, sujeta
fuerte las riendas, para no desviarse y presiona a fondo,
consumiendo todo los fósiles del mundo. Supera esos
insignificantes ciento veinte revoluciones, rompiendo la
dermis natural que lo intenta detener, logra incrustarse en
el ovulo de lo sublime, fecundándose en la eternidad.
ESCARABAJOMARRÓN.

Franklin Estévez
Facultad de Comunicación Social
DESPERTAR
Loboestepario
DESPERTAR
Sentado frente a un ventanal observo el “Parque del
Arbolito”, en una hora será un nueva marcha de los
movimientos populares, una de las premisas es exigir al
Gobierno que retire la sospechosa prueba de ingreso a las
universidades, que ha dejado más de quinientos mil
estudiantes sin ingreso, entre ellas, mi hija, una
muchacha inteligente, activa, solidaria pero cuyos
resultados y supuestas postulaciones no le han favorecido
para estudiar, Veterinaria. Ella, como nadie más, ama a
los animales y que sin ser estudiante con sus
conocimientos adquiridos en libros, revistas e internet ya
sabe curar a perros y gatos.
Me hierve la sangre, como hierve el café que tomo para
pasar el trago amargo de la impotencia de no poder
ayudar a mi hija, he pensado en inscribirla en la
universidad privada que brinda está carrera, como es la
“San Francisco” pero es imposible costear seis mil
dólares un semestre, pero más duele que no pueda
estudiar donde quiera. Por eso salir a una de estas
marchas y hacerlo junto a ella es la forma de apoyarla en
su lucha, cuantas veces le conté de las jornadas de
protesta en las que participe, contra gobiernos de turno
por exigir mejoras para educación o para la sociedad,
siempre le relataba lo valientes que éramos mis
compañeros de periodismo y yo, es decir los de la
Central, ahora contrasta con el silencio de autoridades,
profesores y alumnos, que parecen ajenos a las realidad
del país, gente sin convicción para entender el rol que
cumple el Alma Mater. Veía, por el gran ventanal que
muchos ya se sumaron a la protesta, mi hija debe estar
por ahí, mezclada con el pueblo y la indignación de los
que todavía pelean por las mayorías aunque están sean
las menos agradecidas con los luchadores populares. Me
tomé otro sorbo, pago mi cuenta, empuño mi bandera de
Ecuador, salgo raudo dispuesto a cruzar la “12 de
Octubre” a toda prisa, mientras corría divise la silueta de
mi hija, aceleré el pasó, pero de pronto un sonido junto a
mí me paralizó, un golpe y recuerdo caer al suelo.
Abro los ojos, tengo dolor en la cabeza, veo un cuarto de
paredes blancas, veo gente a mi alrededor que sonríe,
¿estoy en un hospital? No, reconozco es mi dormitorio.
Vuelvo a mirar entorno, la sonrisa de mi hija, destaca,
veo a mi esposa, a un par de amigos, no reconozco a otros
dos, todos parecen alegres. Con lágrimas, con voz entre
cortada pregunto ¿y qué fue de la marcha? Todos ríen
estrepitosamente, me molesta en principio, lo tomo a
burla, pero veo una expresión sincera, acompañada de las
palabras de mi hija –eso fue hace dos años- no puedo
creer lo que me dice, pido de urgencia un periódico, la
fecha es Agosto del 2017, con desesperación, pido me
cuenten que me pasó, pero sobre todo que ha pasado en
Ecuador. Luego una hora de relato, en el que casi no
interrumpí, me explicaron que fui atropellado por un bus,
que estuve en coma hasta hoy. Que hubo elecciones, que
el partido de los “verdes” perdió, que un líder de
centroizquierda está de Presidente, que quitaron la
ridícula prueba y ahora es ingreso libre con
preuniversitario de seis meses evaluado y que mi hija ya
ingresó a la Facultad. Que el petróleo otra vez está por las
nubes, que las guerras en oriente terminaron, es decir
muchísimos cambios en mi inconciencia, lo único que
sigue igual es que el “Auquitas” sigue sin ganar un
campeonato.

José Eduardo Vásconez Conrado


Facultad de Comunicación Social
FRAGMENTO DE UN CENTRALINO
Neida Santamaría
El Himno Nacional del Ecuador suena en la radio,
indicativo de que es momento de ir a la universidad. He
dormido tres horas y quizá este no sea un bien día, no he
terminado el ensayo de literatura. Desayuno una manzana
y salgo a la parada de bus. Hay demasiada gente, todos
intentan subir como pueden, entre empujón y empujón
consigo subir en una unidad que está repleta de
estudiantes de colegio. Me ubico en un lugar frente a la
puerta trasera donde estorbo lo menor posible y me
abstraigo en mis pensamientos.
De verdad estoy molesto, hice un trabajo en grupo en el
que nadie participó. Mis amigos son demasiado
irresponsables y apáticos, como si nada les importara en
la vida más que el aspecto social. La mayoría de viernes
por la tarde…
Miro a mi alrededor, hay una señora con un niño en
brazos que viaja de pie. Los muchachos que están
ubicados en asientos, o bien duermen o bien están
abstraídos en sus teléfonos inteligentes. ¿A nadie le
importa? ¿A nadie le interesa la agonía de esa madre con
niño en brazos que apenas puede sostenerse en los tubos
estructurados del bus mientras el chofer acelera y pica en
competencia por ganar pasajeros? Quisiera tener el valor
de gritar, de decirle a alguien que le ceda el puesto a la
señora, pero algo dentro de mí, me lo impide, entonces
me quedo callado y viro la cabeza hacia ventana. El
dióxido de carbono exhalado por aproximadamente
ciento tres personas en una unidad diseñada para noventa,
hace que me abstraiga nuevamente en mis pensamientos
como en una especie de cálida ensoñación.
Al llegar a la parada de la Plaza Indoamérica, me bajo a
toda prisa y atravieso la plazoleta corriendo, las
esculturas que allí se encuentran pasan completamente
inadvertidas, me parecen que son héroes de guerra,
indígenas en su mayoría, pero no conozco sus nombres
ni su historia. Es lo que menos importa, debo llegar a la
clase, aún estoy a tiempo. Las clases de Historia, son las
que más me interesan por la cuantía de conocimientos
que otorga. La clase anterior, por ejemplo, mientras la
profe sugirió evitar el uso de adjetivos calificativos en
nuestros informes, mencionó el mural de “La Historia de
la civilización” del artista Guayasamín, que se encuentra
en la Facultad de Jurisprudencia. Nos comentó que ese
mural contiene la frase “Porque tú eres libre para alcanzar
tus sueños” del poeta Jorge Enrique Adoum quien inició
sus estudios de Filosofía en nuestra Universidad.
Esas son el tipo de cosas que me motivan a seguir
adelante. Soy un joven universitario que porta orgulloso
los colores rojo escarlata y azul cobalto. Mucha veces me
he preguntado si la descripción del perfil del estudiante
que se muestra en el silabo, verdaderamente
corresponden a los estudiantes. Puede ser que a veces lo
miro todo con cierta negatividad, pero al final sé que mis
compañeros y yo lograremos trascender las distracciones
juveniles y pasar a formar parte de la matriz productiva
del país, porque como dice en el mural de Guayasamín,
la libertad está para alcanzar los sueños.
Talentosos. Propositivos. Cuestionadores. Competitivos.
Críticos. Reflexivos. Observadores. Investigativos.
Tolerantes. Mente abierta. Así somos los centralinos, de
eso no hay duda. Ahora tengo la seguridad de que con el
trabajo en equipo, la diligencia y la responsabilidad que
nuestros profesores nos transmiten como valores,
lograremos representar lo que Remigio Romero y
Cordero expresó en nuestro himno: “Aborigen, lo mismo
que ibérica, entre el mar y el volcán de granito, juventud
de la Raza de América, somos fuerza de América en
Quito”. Soy Central.

Lizeth Miroslava Garcés Vargas


Facultad de Artes
CATEGORÍA EMPLEADOS
PRIMER LUGAR

PROVIDENCIA Y REFLEJO
Elías Caiza
“Las tinieblas del mundo exterior han desaparecido,
pero las tinieblas de nuestra alma continúan
inalteradas. Una gran parte de lo que
llamamos yo o consciencia permanece oculta en el
Reino de las tinieblas”.
-Haruki Murakami, Kafka en la Orilla- 3
TOMA I
(Era enfrentarse a la alegoría de tenerlo presente, de que
cualquier instante podía despertar. No acercársele
mucho o tal vez permanecer muy distante. Aquello
suponía también mantener firme las esperanzas: de que
su tacto floreciera en los demás y en ese instante; tan sólo
ahí entre todos los congregados, pudiera darse: el
milagro)

TOMA II
Estaba soñando, o soñaba que soñaba, mejor aún, que
soñaba un sueño: la eterna clausula borgiana; enmendada
está vez como la búsqueda del paraíso perdido. Y así,
sumido entre páginas de páginas de libros sin leer, podía
haberse dicho que estaba guiado por el embate material,
que necesitamos para decir: “Esto es real” “Esto no es
real” “Esto existe porque lo percibo” “Esto es la
verdad”. Pero aquellos con el júbilo a cuestas de una
reacción, podrán discrepar y enseñarme lo contrario. Más
yo sigo el recorrido de la luz en el libro, leo esta vez:
“unos ojos que se abren y reconocen la luz por detrás de
los párpados, podrán o no socavar (…)” Tomo una pausa
y cierro los ojos para enfrentarme a la posibilidad de la
página en blanco. ¿Qué he de presenciar para llamarlo
hallazgo? Cierto titileo rojo, al fondo de una habitación
me toma del brazo y me jala con fuerza. Estoy solo.

TOMA III
Me levanto muy temprano por la mañana. No estoy en mi
cama, me encuentro en la biblioteca. Me siento
observado. Me apuro a tapar la evidencia.

TOMA IV
Yo también soñé que el paraíso era algún tipo de
biblioteca (Borges); tantas letras juntas, tantas palabras
juntas: sin comienzo, sin fin; una vida llena de libros,
libros llenos de vidas. La eternidad dispersada en
perfecto orden para mí. ¿El conocimiento pesa? Si me
preguntan diré que sí. ¡Sólo traten de levantarme!

TOMA V
La línea que marca los signos vitales empieza a acelerar.
Puede ser. Todos se congregan alrededor mío. Abro los
ojos como si fuese por primera vez. Traigo la flor de los
sueños en mi mano; la única certeza de que sigo vivo, a
pesar de todo (un milagro florece y otro se sueña).

Pablo Leonardo Flores Chávez


Centro de Información Integral (Biblioteca)
SEGUNDO LUGAR

LA CIUDAD DE LA MEMORIA
Cazadora de espacios
Inspirada en el Libro “Las Ciudades Invisibles” de
Ítalo Calvino
En un pedazo del altiplano de los Andes, surge en sus
faldas la ciudad universitaria, implantada en un nudo del
Quito Luz de América, cada elemento que la conforma
habla por sí mismo, como manifestado su papel de
emisor, tal si fuera un árbol patrimonial en medio de la
vía, rígido pero consiente, esta ciudad del conocimiento
cuenta con una retícula de canales y de calles que se
superponen y se entrecruzan, para ir de un lugar a otro,
siempre se puede elegir entre la transparencia o la
justicia, estas no son rectas sino un zigzag que se
ramifican en cada facultad, las calles se abren a cada
transeúnte y se acercan más al paisaje natural.
Marcada por la horizontalidad, el teatro y el edificio de
administración central nos dan la bienvenida, describir
cuantos peldaños y cuestas la conforman, cuantas áreas
de césped amarillento las contrastan, sería como no decir
nada de ella, la ciudad universitaria está hecha de
relaciones, entre las medidas de sus espacios y los
acontecimientos de su pasado, de las mentes de
estudiantes que crecen, de las miles de manifestaciones
en la plaza y de los encuentros fortuitos en los jardines.
En esta ola de recuerdos que refluyen, la ciudad se
embebe como una esponja y se dilata, pero la UCE no
dice su pasado, lo contiene, como las líneas de una mano,
escrito en los ángulos de los espacios públicos, en las
rejas de las ventanas, en los pasamanos de las escaleras y
en los hitos emblemáticos, surcando a su vez cada
segmento por heridas, roturas, incisiones y cañonazos.
Para atrapar poesía, los instantes de su recorrido tienen
manías y maneras de hacerlos inolvidables, permanecen
en la memoria como el abuelo fanfarrón y como el
saltimbanqui en cada esquina, no es como una máquina
para vivir como dijo Le Corbusier, sino que nos permite
pensar y actuar.
Imaginemos que el abuelo fanfarrón es Jones Odriozola
y que el saltimbanqui es Gato Sobral, aquellos que
iniciaron la primicia de esta ciudad, ello son los que
observan todo desde cada chacra de la u, en un día de sol
en Quito sentir la presencia de estos seres en cada
yaloman, sauce o acacia plantada, es parte de sentirse
humano. El campus es un bebé urbano que hay que
cuidarlo mientras crece, educarlo mientras se transforma
y quererlo como microhogar cuna del conocimiento y la
verdad.
Diciembre 2015

Paulina Alexandra Escobar García


Departamento de Planificación Física, Fiscalización y
Mantenimiento
TERCER LUGAR

DE REGRESO
Adsum
Son casi las seis. Agarro mi chaqueta marrón y salgo de
casa siguiendo tu rumbo, de norte a sur por todo San
Carlos hasta llegar al parque Inglés. Hace frío. A este
camino lo conozco antes que a ti; pero, a cada paso, a
cada cuadra que agoto me pregunto si Rodríguez
presintió nuestra historia, y por eso nos contó en una de
sus canciones; y me voy imaginándote de pequeña, con
cachos en el pelo, mocos, muchos mocos por supuesto y
una falda ridícula que haría juego perfecto con tus pies
torcidos, entrando en la papelería de doña Carmita, tu tía.

Yo no recuerdo muy bien cómo estaría vestido o


disfrazado, pero sería uniformado con la misma ropa que
mi hermano, porque a mi madre -terriblemente- le daba
por vestirnos así, al estilo “gemelos”. Tu adentro, y ahora
yo también, tal vez sonriéndonos, tal vez llorando,
haciéndonos muecas toda la vida por estas calles, toda la
vida y no nos cruzábamos -al menos no como hasta
ahora- con esta profundidad de vino añejo, de licor
macerado que me embriaga de cabo a rabo mientras bajo
por la Vaca de Castro, y me empiezo a emocionar Sofí.

He vuelto aunque no sé si lo he hecho de una pieza o si


una parte de mí sigue allí, en Ucrania, buscando a sus
amigos, sufriendo su desaparición, forzada por la política
que lo engulle todo. Pensé que era necesario irme para
que las cosas estén bien, porque mi ausencia restauraba
un silencioso orden en el que yo estaba de más, llegaba
tarde o no era bienvenido; había perdido esa sensación
que ahora tengo al ir a buscarte, me habían quitado la
esperanza a golpe de argollas, de portales de compras
públicas, de argucias legales delineadas para descalificar
al más apto y dejarlo en indefensión, como mano de obra
barata. Comienza a llover, los colores se hacen más
intensos conforme avanzo para verte y nos reflejan como
dos caras de un espejo, en donde tú -bellamente
despojada- seguiste aquí sin rencores, haciendo de la
libertad la protesta máxima y en donde yo fui la cara
oculta, el que pensó que bajar los brazos, que dejarlo todo
era la demostración más alta de inconformidad y por eso
perdí contra la politiquería de cinturas obesas y cerebros
pequeños. Jamás les daré dinero, no les daré el 25% del
valor del contrato, no firmaré como monigote, no les
dejaré robar, me largo dije. Estoy cerca y sé que debes
estar allí, que desde hace tiempo estás, esperando a
terminar con tu pareja y a que yo termine con la mía,
esperando a que me vaya de viaje a Kharkiv y regrese,
esperando a que me de las vueltas hasta encontrarme y
deje de estar ausente; pero, esperando sin saber siquiera
que esperabas y menos que era por mí, mojado -de cabo
a rabo- dispuesto a restaurarnos o a morir en el intento.
El viento arrecia, cruzo la calle, subo media cuadra, llego.

No sé si todo este ritual escondido llegue a su fin hoy y


si no tuvimos siquiera la fidelidad que tienen los perros,
para estar juntos, para sentirse, para morderse y
revolcarse; porque a pesar de todos los colores y los
labios, de las rosas de papel que florecen arriba en el
teleférico antes de salir de paseo a caballo; a pesar de todo
eso y tu pelo confundido por el viento, somos humanos y
por esa ciega ilusión de no creernos animales, no
entendemos ni un poco de esa ética virtuosa, tan anterior
al ethos, que no se somete a la razón.

Diego Xavier López Pereira


Archivo Histórico
LA UNIVERSIDAD: EL MICRO MUNDO PARA VIVIR,
SOÑAR Y LUCHAR
Arawano
La Universidad no es el único lugar para trabajar, pero si
es el mejor. Tú, él, nosotros, sabemos que en ella
emergen y confluyen todas las corrientes del libre
pensamiento (quizá también anarquistas y ultristas); es
amplia, plural y profundamente humanista; genera
conocimiento y ciencia; no soslaya la reflexión, el
análisis, la crítica, tampoco la autocrítica; es formadora y
suscitadora; única y diversa, valiosa amalgama de
rebeldía y sabiduría sin par.

En sus aulas, pasillos y laboratorios se vive y, si no se


vive, se debe vivir y morir, si es necesario, con pasión,
compromiso y emoción. Ideales en eclosión existen por
doquier cual hemorragia incontenible, que es parte de su
filosofía y esencia señera. Allí no hay tregua a la
mediocridad, ni a la rapaz mezquindad; es la gran casona
del sur al este, y del oeste al norte, la de vivificantes y
liberadoras gestas en pro de los más nobles propósitos.

Espacio constructor de refulgentes hechos sociales,


culturales, políticos, éticos, de identidad y, de múltiples
sueños postergados, no sólo universitarios sino de país,
de nación y nacionalidad que emergen cada día en busca
de derroteros para asirse y transitar. La Universidad no
mendiga, no pacta, no se doblega, ni abandona, no hay
lugar a las dobleces, por ello es histórica, antecesora y
predecesora. La Universidad es al país, como la sangre a
la herida.

Es claustro de la sencilla tarea, o de la más compleja y


especializada empresa. Allí se experimenta, e igual se
equivoca, se ríe y se llora de felicidad o impotencia. Es
faro de la sabiduría y la excelencia, tan importante como
la vital búsqueda del “yo interior”: ¿qué somos?, ¿qué
hacemos?, ¿para qué y por qué? Parafraseando a
Machado, es el entorno para “hacer camino al andar”,
para vivir, soñar y luchar profundamente, por lo cual aún
no hemos de morir.
Somos parte de ese micro mundo singular, el de la
búsqueda de intersticios con “bajo perfil”, es que nuestras
tareas no las hacemos para lucir vanidad, tampoco
pecamos de falsa modestia. Hace poco aprendimos
mucho, hace mucho aprendimos poco, no dejamos de
aprender: “sólo sabemos que nada sabemos”. Antes y
ahora, la Universidad nos forjó en valores, en actitud,
compromiso y sentimiento, y en ese transitar moldeamos
cuerpo y alma, razón y espíritu.

Hace muchas lunas afirmamos los ideales, y echamos a


volar los sueños allí en la profundidad de la selva, así
emergió la Estación (centro de apoyo a la formación en
la Amazonia). Aún con imperfecciones, tenemos razones
para vivir, para deshacernos de demonios internos: la
ignorancia, la vagancia, el egoísmo, el queminportismo.
Y podemos equivocarnos, los únicos que no se equivocan
son aquellos que nunca hicieron nada.

Quedamos deslumbrados con la exuberancia infinita y el


verdor de este “laboratorio vivo”, el paraíso estaba ahí.
La Pacha Mama nos embriagó de razón y locura:
aprendimos a amarla, valorarla y respetarla, tanto como
a los hermanos kichwas, nuestro prójimo, herederos
ancestrales de tan maravillosa floresta, lar de seres
anónimos, muchos ya se fueron, pero su espíritu mora
libre en ríos y montañas, lagunas y cascadas, como los
pájaros con su mágico vuelo.

Hoy entendemos mejor la misión de la Universidad;


conocemos que su rol en la sociedad no es simple, no se
reduce a conceptos o acciones superficiales, sin
estrategias, ni compromiso. Con la ética e identidad
institucional o personal ocurre igual. Nuestro trabajo
tampoco es sólo una función, o una denominación.
Entendemos a la Universidad en su filosofía intrínseca, y
la queremos como un proyecto de vida relevante e
integrador, que debe fortalecerse cotidianamente con
excelentes universitarios y mejores seres humanos.

Fernando Pico Delgado


Estación Científica Amazónica Juri Juri Kawsay
UNA INSTITUCIÓN INCÓLUME: LA UNIVERSIDAD
CENTRAL DEL ECUADOR

Pasteur
A pesar del vertiginoso incremento de la población
estudiantil, como resultado de la dinámica demográfica,
así como la situación financiera que soporta el Alma
Mater, desde hace muchos años y que ha llegado a
agudizarse últimamente como consecuencia del deterioro
de la economía nacional, la Universidad Central,
juntamente con sus estamentos: docentes, trabajadores y
estudiantes, lucha denodadamente por superarse y salir
avante.

Es cierto que la institución de educación superior está


inmersa en discusiones, quizá inclusive en una especie de
disputa, respecto de la problemática socio-económica,
política y cultural del país; siendo más explícito, en una
controversia ideológica, que por cierto es una de sus
funciones implícitas más importantes, productos del
constante análisis al que permanentemente está sometido
su medio de acción y los alcances de su participación
social; actividad que por lo regular trasciende los ámbitos
académicos y se identifica, como no puede ser de otra
manera, con la efervescencia popular del momento.

Son muy amplios y constantes los servicios y aportes que


la universidad ecuatoriana, especialmente la
Universidad Central ofrecen al progreso. Ahí están los
cientos o miles de profesionales que trabajan para el
Estado o para la empresa privada; los estudios,
investigaciones y programas técnico-científicos en los
que participan sus catedráticos y estudiantes, la amplia y
eficaz vinculación con la comunidad. Los trabajos de fin
de carrera y otros requisitos académicos que constituyen
verdaderos proyectos, que ya están ejecutándose en las
más diversas áreas.

Cuando la nube negra de la crisis ensombrece aún más el


panorama nacional; cuando las manos anhelantes de los
niños que sufren hambre todavía se yerguen hacia el
infinito, intentando saciarse con el fulgor de las estrellas;
cuando los hombres y mujeres de la frontera, de otros
recónditos lugares del país y con los más olvidados del
tugurio urbano; ven amarillar o destruir sus cosechas,
que fueron plantadas con manos callosas y abonadas con
sudor y lágrimas; y los otros que decaen sin trabajo ni
abrigo, eclosiona una institución para marchar junto al
pueblo.

La noche está cayendo, los jinetes cabalgan por la cumbre


de las montañas, hacia el horizonte difuso; sus sombras
quebradas languidecen y sus pisadas se sienten hondo,
con dolor sordo y permanente.

Los hombres y las mujeres ecuatoriales aman la vida con


calor; amán la tierra con pasión, quieren verla florecer y
fructificar para que sus hijos se arraiguen, en el suelo que
los vio nacer y constituyan hitos incorruptibles, para que
no se comprima la patria.

Allí surge la universidad Central del Ecuador, la más


antigua institución de educación superior del Ecuador,
que está en el clímax, en su madurez, enarbolando la
bandera: de la ciencia, de la técnica y de las caras
reivindicaciones sociales.

La Universidad Central trabaja siempre por el bien


común, se esfuerza por aportar los medios para alcanzar
el bienestar colectivo, en base a la ética y la moral.

La Universidad trabaja infatigablemente y no duda


nunca, se abre camino con empeño y escala los
obstáculos y a toda amenaza responde creciendo.

La Universidad ama a la comunidad como a sí misma y


siente alegría hasta en los días difíciles.

La Universidad crece en torno al manantial de la ciencia,


con árboles protectores que proyectan con ramilletes
multicolores, la silueta del hombre y de la mujer del
presente y del futuro.

La Universidad Central del Ecuador acopia con


paciencia, la mejor simiente, en los campos de la alta
investigación y de la técnica, para penetrar la tierra, como
si fuese la última siembra de esperanzas.

Wilson Enrique Torres Espinosa


Facultad de Ciencias Químicas
CONCURSO DE MICRORRELATOS

LOS FINES ÉTICOS DE LA UNIVERSIDAD

FIGEMPA 2015
PRIMER LUGAR

ÁRBOL CENTRAL
Mónik
Se divisa un destello de luz clara en el natural horizonte.
Las montañas se muestran con una hermosa coloración
verdosa. Entre el espeso paisaje boscoso se encuentra un
árbol que resalta entre todos los demás, el cual con su
imponente grandeza es conocido como el glorioso “Árbol
Central”.

Como una parte importante del Árbol Central, las


diferentes ramas que lo conforman presentan con orgullo
los frutos de conocimiento, valores éticos y excelencia
por los cuales se lo admira. Entre ellas; las hojas
conforman aquella comunidad de trabajo en equipo que
sostienen al macizo ante amenazas de plagas, llenas de
injusta inseguridad influyente en lo más valioso de cada
uno de los miembros del bosque, que consiste la vida
misma de todos.

En una tarde de verano intenso, infortunadamente; una


devastadora plaga de antivalores se acercó hacia el Árbol
Central entrometiéndose entre sus ramas, generando en
ellas una profunda herida. Una desdichada rama se
empezó a pudrir con lentitud dolorosa, los frutos cada vez
fueron menos y dañinos para el entorno. Las hojas se
secaban y caían con incrementada frecuencia
abandonando la rama en manos de insuficientes hojas
para mantenerla en vital funcionamiento. Se contagiaron
otras ramas de cercanía y el Árbol Central se encontró en
inevitable peligro de desaparecer.

La desesperación invadió a todos y cada uno de los


miembros del eterno glorioso, la esperanza se disolvía
entre la lluvia tenue de las noches de Luna que
transcurrían tal cual la plaga se apoderaba imperante del
árbol.

Entre la penumbra, una rama sobresaliente denominada


“Rama F” fomentó una respuesta ante la terrible situación
que atravesaba su hogar: un método. Un método
respetuoso de la vida y el entorno, el cual mediante
justicia, ética y compañerismo; desarrolla e impulsa
aquellos frutos que sobrevivieron, incrementando su
número y valor. Así también; desarrolla e implementa
equidad, responsabilidad, compromiso de cada uno de los
miembros, y ayuda de otros árboles que como una
hermandad conjunta formen una sola arboleda de unión.
Finalmente, promueve el dejar a un lado el egoísmo,
pesimismo, vagancia, e indiferencia con los problemas
que en el árbol se presentasen.

Esta estrategia genera un método de defensa contra


futuras plagas, como también la disolución de la que
atacaba sin piedad la vulnerabilidad del Árbol Central.
La rama afectada silenciosamente fue sanando; haciendo
crecer y fortificando valientes hojas saludables, sólidas
en principios éticos y dichosas de sentirse identificadas
con la rama, el prestigioso árbol y la montaña.
Conjuntamente con este hecho; los frutos -sin lugar a
dudas-, se formaron en las mejores condiciones,
convirtiéndose en la mejor cosecha que se haya
producido.

En definitiva, el Árbol Central continuó siendo un


admirable ejemplo para todo el bosque. Obtuvo el respeto
del resto de árboles y de las plagas, las cuales no tuvieron
la valentía de volver a enfrentar a sus sólidas ramas.
Existió armonía en la organización, la cual tiene
proyecciones de larga duración de acción; así como
también planificación de nuevos métodos de
mejoramiento como un único cuerpo de trabajo en
equipo.

Mónica Paola Albuja Delgado


Ingeniería en Geología
LILI LA PETROLERA
Marivel
Una de mis mejores amigas, Lili tiene 23 años y el
próximo mes se graduará, luego de estudiar por años y
pasar por problemas familiares que le dejaron muchas
enseñanzas y a la vez experiencias, de pasar muchas
tardes en la biblioteca de su universidad leyendo libros
por horas enteras, auto educándose y sin descanso
muchas veces dejaba de alimentarse por estar centrada en
sus estudios, bueno después de todo al fin logrará una
parte de su gran objetivo poseer un título, pero no sabe
por dónde comenzar ni que hacer después de obtener su
titulación. Bueno así empezó su travesía por la vida sin
saber por dónde empezar.

Esto comienza cuando ella siente que no puede encajar


dentro de nuestra sociedad al pensar que solo los hombres
pueden trabajar en minas y petróleos. Ella es una de mis
mejores amigas y sé que es una chica muy emprendedora
y dispuesta a cualquier cosa con tal de lograr todo lo que
se propone, siempre está un paso adelante pero aún tenía
miedo sobre su futuro, porque en un campo laboral como
es la ingeniería en petróleos y que en su mayoría está
copado por el género masculino ya que en nuestra
sociedad actual no es bien visto que una mujer se dedique
a este tipo de actividad.

Es en donde apareció el trabajo de la universidad y sus


miembros para dar una oportunidad y apertura a todos los
estudiantes para desarrollarse en un campo laboral
deseado, ahí aparecieron los maestros de Lili quienes con
sus consejos y enseñanzas le guiaron a que no debe
desfallecer por un mito social, en cambio que debe hacer
hasta lo imposible por alcanzar todos sus sueños y que
siempre hay una primera aunque sea mal vista ya nuestra
sociedad es bien machista porque piensan que las mujeres
solo pertenecen al hogar. Un maestro la llevo a realizar
las prácticas en una empresa italiana de petróleos donde
cumplió a cabalidad su trabajo y supero las expectativas
requerida por la empresa, es ahí donde la vemos ahora en
la actualidad cumpliendo con su trabajo de Jefa de
Perforación que era una de sus metas a cumplir y gracias
al apoyo incondicional de la universidad, de sus maestros
pero sobretodo de su esfuerzo, empeño y perseverancia
en alcanzar sus metas planteadas en su vida, que no
fueron fáciles de alcanzar y mucho menos sin el amparo
de una universidad como lo es la Universidad Central del
Ecuador.

Posdata: Tu mayor valor puede ser tu voluntad de


persistir más que cualquier otra persona (Brian Tracy).

Morelia Marivel Reino Reino


Ingeniería en Petróleos
JUSTICE Y HONESTY
Nicole
Era una mañana en la cual, el sol brillaba y Justice
recorría los pasillos en donde memorias pasadas
respiraban en los muros de la magistral Universidad
Central del Ecuador (UCE), un gran ser que se inclinaba
a obrar y juzgar a quienes le rodeaban, respetando la
verdad y dando a cada uno lo que le corresponde, es decir
siempre debía existir equidad entre todos, ella decía que
a veces es medida en varios ámbitos, y que por lo general
era criticada por doquier, algo digno de notar es el hecho
de que afirmaba que junto con Honesty (su gran amiga),
eran una alianza y que su único fin era ser amigas de
todos los que conozcan de su existencia y que sepan
valorarlas, si mostraban interés en ser amigos de éstas, de
verdad, se podía ver como todo marchaba bien, juntas
eran las responsables de la formación de grandes
profesionales colaboradores del bienestar de la sociedad,
ricos en valores y en ética profesional, y libres de actos
inmorales, lo cual es muy relevante porque sin estas
características, se podrá formar profesionales, claro que
sí, pero no miembros activos de esta sociedad que obren
respetando los derechos propios y ajenos.

Pero como no todo es color de rosa tenemos aquel que


siempre quiere dañar y atentar contra ellas, nadie más
conocido que Wickedness, un alma rebelde y
desesperada por llamar la atención, que buscaba su
felicidad a toda costa, quien se encargó de interponerse
entre estas dos grandes amigas y cambiar su forma de ser
completamente, fue tan fuerte la forma en la que golpeó
los corazones de tan inocentes amigas que les hizo dar un
cambio radical, su personalidad era otra, su mirada muy
distinta tanto que su voz ya no era la misma.

Esta terrible influencia hizo que Justice y Honesty


discutan y en medio de ella se forme un caos, donde todo
se iba tornando negativo, se creó el plagio, la mentira, las
famosas escusas y los abusos a cada hora y el lugar ni se
diga, claramente lo podíamos ver en cada aula de la UCE,
esto ocasionó la aparición de profesionales mediocres,
sin principios morales, con egoísmo, y un sin número de
defectos.

Hasta hoy sigue en pie lo que inició mal un día dañando


el joven espíritu de fieles seguidores del emblema
universitario sin que fuese su culpa más bien deberían
ponerse a pensar que fue la mano Wickedness la que obró
mal, influenció con fuerza ante Honesty y Justice , sin
embargo estas últimas aún tenían presente un poco de su
esencia, es decir aún en algunas almas universitarias,
estas dos grandes amigas se juntaban nuevamente y
obraban correctamente, haciendo que la universidad no
forme mediocres, sino profesionales éticos, que
destaquen ante cualquier profesional, y sean los grandes
representantes de la gran Universidad Central, para
demostrar que aún sigue presente su esencia y que jamás
desaparecerá, al contrario cada vez mejorará.

Shely Nicole Pazmiño González


Ingeniería en Petróleos
AMARGA REALIDAD
Jenny
Leonardo, un joven alto, ojos de color claro, una sonrisa
espléndida, con un cuerpo atlético, así era aquél
muchacho que acababa de llegar a la ciudad de Quito;
para él todo era extraño; no conocía a nadie en la capital.
Sin embargo, se encontraba lleno de ánimos por estudiar,
el hecho de haber obtenido un cupo en la Universidad
Central del Ecuador, era símbolo de orgullo.

Leonardo dejo atrás muchas cosas al salir de su pequeño


pueblo, pero tenía presente que la oportunidad de seguir
ingeniería en minas era la mayor bendición que podía
haber recibido, por lo cual sentía en su pecho una
inmensa felicidad; desde el primer día de clases se
propuso ser el mejor, era exigente, muy dedicado en sus
tareas; para muchos de sus compañeros él era demasiado
exagerado y antisocial; quizás eso convertía a Leonardo
en un joven digno de admirar.

A pesar de que los días pasaban Leonardo no lograba


adaptarse a la universidad, siempre llegaban a su mente
los dulces recuerdos de su familia y amigos; para él era
duro pensar que las escapadas a los parques con sus
amistades, eran ahora solo algo insignificante frente las
salidas continuas a las que sus compañeros lo invitaban.

Un día mientras Leonardo terminaba una de sus tareas, se


acercó uno de sus compañeros invitándolo a la
integración de su carrera; Leonardo al inicio dudo en dar
su respuesta, pero al final acepto la invitación debido a
que vio en ella una oportunidad de adaptarse al entorno
en el que estaba, lo que nunca imaginó fue que esa salida
lo terminaría decepcionando.

Llego el día de la integración, en la Facultad todos se


encontraban entusiasmados y esperaban con ansias su
transporte. Una vez que el viaje comenzó, Leonardo
quedo atónito al ver que los chicos que se encontraban en
el bus sacaron rápidamente botellas con alcohol, que lo
repartieron a todos los estudiantes, a pesar del
ofrecimiento él no acepto y al llegar al complejo bajó
rápidamente del bus.

Al entrar al complejo Leonardo encontró a varios de sus


compañeros, con quienes pasó durante la integración;
mientras el tiempo pasaba el ambiente se ponía más
festivo y fue entonces donde Leonardo se comenzó a
sentir incómodo, a su alrededor vio cómo quienes en sano
juicio eran personas “honorables” se transformaban
completamente por efecto del alcohol; era indignante ver
como empezaban peleas, como algunas chicas dejaban
que los chicos las tocaran , como los hombres no
respetaban a las mujeres y fue entonces cuando decidió
salir enseguida de ahí. Leonardo se preguntaba cómo era
posible que esos comportamientos existieran dentro de la
universidad; al llegar a Quito lo que el más anhelaba era
estar en un ambiente sano, lleno de justicia y respeto con
valores como los que sus padres le habían inculcado.

A pesar de todo Leonardo continuó con la idea de acabar


sus estudios y a la vez junto a varias autoridades luchó
continuamente para cambiar aspectos negativos de la
universidad que tanto amaba.

Jenny Fernanda Lema Yucailla


Ingeniería de Minas
LAMENTO
Bryan
Sus manos aún temblaban. Las lágrimas que emanaban
de sus ojos resbalaban por sus mejillas, y eran tan escasas
ya, que desde donde estaba, ÉL podía contarlas.

Los minutos testigos de aquella escena habían sido tan


largos como definitivos. Sin embargo, el minutero del
reloj ni siquiera alcanzó a pasar tres veces por el mismo
punto. La escena causó tal conmoción en su interior, que
ÉL podía revivir el momento: un grito; un silencio
después. Una palabra, luego varias. Todas encontraban
réplica y argumentos. Ninguna sirvió.

El hombre: aguileño, encorvado por la edad pero firme


por el mismo motivo, vestido pulcro y una voz tan severa
como la apariencia general; tenía al frente a la mujer de
la que brotaban las lágrimas. ÉL alcanzó a escuchar
distraídamente mientras se concentraba en su tarea antes
de comprender la severidad del asunto. No fue el único.

Los mortales en la misma situación habían reaccionado


igual. La labor era como tantas otras a lo largo de su vida
en busca de dejar de ser “señor” y ser llamado
“ingeniero”: un par de hojas al con sendas instrucciones,
algunos problemas propuestos y un espacio para
contestas. Las herramientas: un lápiz, un esferográfico y
un borrador.

El hombre encorvado había impartido rigurosamente el


conocimiento necesario para llenar de tinta aquellas
hojas, y la mujer que ahora lloraba había cruzado su
cátedra en dos períodos ya, con intentos fallidos.

ÉL sabía quién era ella. Entendía que los intentos


anteriores se habían quedado en intentos. ÉL sabía que
las noches de la mujer no transcurrían entre libros y
repeticiones de apuntes, sino en juergas y un germinar de
vida social. Había pensado que el último intento de la
joven sería distinto. Se equivocó.
Aquellas hojas de preguntas fungían para los dos como la
última oportunidad de despedirse cordialmente del
hombre encorvado y agradecerle. El éxito lo era para
ambos. Pero no el fracaso. Con el fracaso ÉL siempre
podía optar por volver a la misma aula en el siguiente
período. Pero para ella significaba cerrar un capítulo de
su vida sin remedio.

ÉL hubiera pensado que esta vez la mujer pondría toda la


fuerza derrochada meses atrás en conseguir su paso al
objetivo. Pero ella no compartía ese pensar.
Cuidadosamente la noche anterior preparó un cómplice
muy disimulado entre las herramientas que utilizaría, y
pretendía que aquel fuera su boleto salvador, finalmente
había cruzado ya otras metas con el mismo sistema. No
contó con la experiencia que había venido con los años al
ser del hombre de la nariz aguileña. Tan rápido como sus
hojas abandonaron la mesa sobre la que se apoyaban, se
desvaneció también un sueño que nunca se peleó.

Otra escena lo sacó de su pensar divagante. Un abrazo de


una segunda mujer rodeó el cuerpo de la que lloraba. Aún
de lejos pudo ver que las lágrimas le volvían a salir.
Respiró profundo y dio la vuelta dispuesto a no ser ÉL
quien fuera alguna vez observado en su quebranto.

Bryan David Montenegro Zambrano


Ingeniería de Minas
SOÑAR
André
Dices haber soñado, pero no sabes ni siquiera que
significa soñar, dices saber lo suficiente, pero no puedes
explicarme la muerte, dices aceptar a todos tal cual, pero
te burlas del ciego y le gritas al sordo, dices ser feliz,
pero mira a tu alrededor.

Despertar en la conciencia del desgano me suena


abrumador, ¿Por qué no seguir soñando?...

El mundo radica céntricamente en algo muy fuera de


lugar, agrupar grandes oportunidades dentro de la vida
cotidiana de uno depende muchos de las acciones
cumplidas a lo largo de nuestra vida, llegar alcanzar un
nivel de superación es factor predeterminado por las
valores obtenidos y por la visión recogida a lo largo de
las decepciones y experiencias, puntualizar rígidamente
una forma de existencia para llegar a ser alguien
importante en la vida, alguien que llegue a marcar la
diferencia en un mundo donde la falta de educación,
respeto y el exceso de pobreza, diferente tipos de
situaciones que llegan a pasar en la vida de una persona,
que se puede observar sin ninguna dificultad, pero
siempre hay el otro lado de la moneda, lo bueno y lo
malo, lo ético lo moral, lo espiritual y lo superficial, el
amor y el odio, la tenacidad y la depresión, es por eso que
el único humano libre de pecado y con un corazón limpio
llegaría ser aquel recién nacido, y de aquel momento de
vida, aquella gran experiencia que nadie se llega acordar,
nuestro propio nacimiento.

“Llegará aquel momento donde deje aquel lápiz y


borrador, donde la suma y la resta se me haga fácil, donde
haga lo que haga obtenga la máxima calificación”. Me di
cuenta que soñar consiste en exactamente eso, donde me
llego a desanimar por no poder muchas cosas, pero ese
desanimo se convierte en ambición y ganas de seguir
luchando, ganas de demostrar quién soy, con euforia, con
alegría y humildad. Sé que no alcanzare la perfección,
pero tengo coraje luchador, visión de águila, y se podría
decir que en aquellos momentos difíciles, de gran riesgo,
depresión, decaimiento, hay que meternos que la palabra
“nunca” será la culpable de nuestro fracaso, así que es
mejor evitarla, pero la mejor manera de hacerlo es hacer
las cosas con amor, convicción y lealtad.

Es por eso que empezar mi carrera como profesional para


mí es un gran regodeo, pero para alcanzar mi meta están
aquellos docentes los cuales son los instructores para
formarme como una gran persona y tener una amplia
capacidad en lo que es el ámbito de la ingeniería,
tomando en cuenta también uno de los motivos más
agradables el cual me inspira día a día a seguir estudiando
para alcanzar mi meta, el honor que tengo a estudiar en
una las mejores universidades a nivel nacional, la
Universidad Central del Ecuador ha hecho de mí una gran
persona con criterios y pensamientos más profundos.

Paúl André Rosero Pérez


Ingeniería en Minas
TRAGEDIAS DEL SILENCIO
Hela
Parado frente al espejo, no se reconoce; se ha convertido
en una persona sin rostro, ojos vacíos y una mueca de
desesperanza. ¿En qué momento se perdió a sí mismo?,
¿cómo vendió su integridad y su persona por centavos,
sucres y limosnas? Tiene la soberbia tatuada en su
amarga mirada y ahora se encuentra aquí, perdido,
porque nunca entendió la inmensa responsabilidad que
acarrea el conocimiento de una ciencia. Se forjó en los
confines de la cátedra y jamás comprendió que lo más
preciado es la honestidad.

Ahora, es un profesional manchado por el brillo negruzco


de la corrupción, un ser que ha lapidado su nombre, su
prestigio, y su labor por la oscura imagen del falso éxito;
y mientras se anuda la corbata de su traje impoluto de
sastre, y siente remordimiento, sabe que perderá aquel
juicio, entiende que se está desmoronando a cada paso
por que la absoluta verdad es que carga sobre sus manos
la muerte de alguno, el daño de todos y el engaño de
muchos.

Mientras el apabullante destello de las cámaras le grita


que es un monstruo, un asesino, a él no le importa, ¿cómo
interiorizar en sí mismo el dolor de sus actos, el desprecio
del mundo y la mano del dinero sucio sobre sus hombros,
si no tiene nada que de verdad importe?, lo ha vendido
todo, ya no tiene alma. La culpabilidad de sus actos no le
afectan porque la justicia es solo un concepto, merece las
sobras del encierro; sin embargo, la realidad es
desgarradora, vive en un país aplastado por el sofocante
peso de la letal mentira, donde la justicia no existe para
el pueblo, para aquellos hombres, como él, que sin
escrúpulos, juran fidelidad a la codicia.

Su patria dominada por el cáncer social que mata de


manera tortuosa la esperanza del pueblo. Esta
enfermedad impúdica, que se auto denomina reina de la
patria, responde a un nombre sucio: de dinero, que se
traduce en sangre del pueblo; esta en dolor de la injusticia
y las lágrimas del silencio, esta padecimiento humano se
llama corrupción, hija de la mediocridad y la pereza,
hermana de la gula de poder y amante de la mentira y el
engaño. Y, él lo sabe; pues, es parte de aquel sistema sin
escrúpulos, puso su granito de arena en la construcción
de este imperio maldito. Él, este hombre sin nombre, es
el reflejo de aquella sociedad decadente, de engaño y
olvido. Al final, el juez inmoral -al igual que él-, ha
fallado a su favor y, otra vez, la sangre la sangre
derramada, se ha cubierto con impunidad, al igual que las
vidas cosechadas por las desgracias de la indiferencia y
la corrupción.

Diana Michelle Dávila Ronquillo


Ingeniería de Petróleos
TAN COMÚN Y TAN CORRIENTE, EL RELATO DE
UN SOBREVIVIENTE
Un luchador con mucha suerte
Cada día en mi vida es una nueva aventura, pues uno
nunca sabe que es lo que se puede encontrar en las calles;
como estudiante universitario, tengo la dicha de ser parte
de la Universidad Central del Ecuador. Así también
siento que pertenezco a una gran familia que enfrenta
miles de problemas cotidianamente, pues me refiero a
cada una de las adversidades que vivimos los estudiantes
de la Universidad. A diario puedo palpar la dura realidad
a la cual nos enfrentamos con el transporte público, las
mortales carreras que muchos tomamos por alcanzar un
autobús que pasa cada hora, el hedor que se percibe al
ingresar al colectivo y aguantar los “empujones” de la
gente para acomodarse o buscar un asiento disponible, a
más de esto pagamos $0,25 por el servicio, concuerdo
con que no es una tarifa alta en comparación con otros
países de América, pero en comparación con el
continente europeo, esta tarifa es un delito. Otra de las
adversidades por las cuáles pasamos día a día los
estudiantes dentro de la universidad es la inseguridad,
varias veces me ha pasado que cuando se termina la
última clase del día y me dirijo a la avenida América en
la noche para tomar un autobús de regreso a mi hogar, me
encuentro con gente extraña, andrajosa, con olor a
alcohol y/o tabaco, con ojos rojos y hasta grosera.

Considero que si continúan así las cosas no faltará el día


en que me lleguen a asaltar, así como me han contado
algunos colegas de mi propia facultad, experiencias de
valentía y coraje al enfrentar a aquellos malhechores,
algunos eufóricos, otros drogadictos, que intentaron
asaltarlos aprovechándose las frías noches y hasta de las
cálidas y desoladas mañanas de Quito. Puedo mencionar
también en cuando a lo académico, que los fines éticos
de nuestra Universidad han ido pasando a “segundo
plano”, han sido olvidados y casi sepultados por nuestros
docentes y compañeros; justicia, equidad, seguridad,
bienestar estudiantil y administrativo son fines éticos
comunes por los cuáles se lucha día tras día, pues me
parece totalmente injusto que como dice el dicho “por
uno paguemos todos”. Es cierto que los tiempos han
cambiado, se puede evidenciar claramente que antes, el
ingreso a una universidad pública dependía resultado del
examen de admisión realizado por cada Instituto de
Educación Superior, del nivel de paciencia del estudiante
y de sus influencias en el proceso de matriculación en la
Facultad deseada.

Ahora todo es un muy distinto y uno especula mucho


acerca de los verdaderos requisitos, dado que su nota en
el Examen Nacional para la Educación Superior no es el
único factor influyente, pero más que todo pienso que es
imprescindible que la Universidad Central se comporte
como tal, actuar en unidad y dejar de lado aquellas “riñas
de niños” entre Facultades por demostrar cuál es la mejor,
sino más bien apoyarnos mutuamente y criticarnos
constructivamente en post de lograr un desarrollo
fructífero y equitativo en todas las áreas de nuestra
gloriosa y amada Universidad Central.

Sebastián Alejandro Arosteguí Hurtado


Ingeniería en Petróleos
MI PADRE ME ENSEÑÓ
Raúl
Un día me puse a pensar que sería de mi si no podría
caminar o si no podría comer sin boca como sobreviviría
entonces me di cuenta de que somos seres totalmente
raros que necesitamos de alguien para vivir y esa es
nuestra madre y nuestro padre ellos siempre me
enseñaron a mí y a mi hermana a que deberíamos tratar
de mejorar al mundo y eso empezando desde nuestros
amigos ya que un día en el vecindario se metieron a una
casa y robaron todo y no dejaron ni con que secarse las
lágrimas y al fin de unas semanas a los ladrones lograron
atraparlos y estos eran unos amigos de mi padre que por
necesidad de comer hicieron lo que hicieron ya que
tenían como 3 hijos cada uno y de ellos no pasaban de los
10 años ninguno pero dándonos cuenta de lo que había
pasado vimos el lado malo de la familia que les robaron
pero lograron recuperar sus cosas y sintieron un susto
muy feo.

En esa situación nos sentó a mi hermana y a mí y nos dijo


si nos damos cuenta de la gravedad de la situación
entonces comprendimos que por el hambre todos somos
capaces de cualquier cosa y nos hizo prometer que ahora
en este mundo tan retorcido nunca hagamos ese tipo de
cosas por hambre o por lo que sea porque nos podría
pasar lo mismo o peores cosas.

Además de aquella promesa nos dijo que nosotros como


niños tenemos la obligación de cambiar el mundo y la
forma más fácil de hacerlo es hablando e inculcando
buenos valores a los demás nos encomendó que
habláramos con nuestros amigos y les contáramos lo
sucedido y les dijéramos y si era posible hacerles
prometer que jamás harían eso porque nos pasaría lo
mismo o cosas peores desde allí llevamos un poco más
de bondad en el alma y podemos ser un poco mejor en el
ámbito de los valores hemos visto que ha sucedido
muchas veces la misma situación pero ahora ya podemos
estar ayudando dando consuelo y tratar de arreglar el
problema.

En este mundo debemos siempre y buscar la bondad y ser


seres humildes que traten de arreglar el mundo pero
siempre con un poco de malicia y cuidándose ya que no
todos piensan igual ni les gusta hacer el bien.

Raúl Oquendo
Ingeniería en Geología
COMITÉ DE ÉTICA
UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

Dr. Fernando Arroyo Arellano, Mgtr. Bioet.


PRESIDENTE

Dr. Luis Edmundo Estévez Montalvo, M.Sc.


M.Sc. Mercy Julieta Logroño
Lcdo. Manolo Gilberto Escobar Zurita
Srta. Hillary Kristel Chilles González
Dra. Katheryne Carrión Valdiviezo
SECRETARIA

EQUIPO TÉCNICO
Dr. Marco González E.
Dra. Jeannette Villavicencio
Lcdo. Christian Ortiz V.
Lcda. Nancy Chávez H.

DOCENTE COLABORADOR
Ing. Juan Manuel Guzmán

REALIZACIÓN
Lcdo. Christian Ortiz V.
Ing. Gustavo Pinto Arteaga

COMPILACIÓN
Lcdo. Christian Ortiz V.

Teléfono: 2904-211 / 2902192 / 2545455


Email: comite.etica@uce.edu.ec
Página Web:
http://www.uce.edu.ec/web/comite-de-etica

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