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. Algunas sugerencias recientes, tales como la relación entre consenso


y verdad, pueden ser postuladas y satisfactoriamente exploradas, y son
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desarrolladas al final de este libro. El punto de vista del autor es que estas EL SURGIMIENTO
sugerencias marcan una interesante línea de exploración~ quizá la más DE LA HERMENÉUTICA
madura hasta la fecha, y tienen que representar un interesante papel en
las ciencias sociales. Pero este líbro no es una historia: un comienzo, el
desarrollo de un argumento y -por encima de todo- un final (feliz). Debe
ser leído como un relato, un debate que está muy lejos de alcanzar su final.
Ellibro ni siquiera ambiciona presentar una historia completa del debate.
Por el contrario, las principales (y por lo tanto influyentes) actitudes
adoptadas en el transcurso del debate son puestas de relieve y presenta-
das sistemáticamente, de ser posible en su forma más pura y sobresalien-
te. Dejando de lado la historia de muchos de los compromisos "interme-
dios" o las soluciones eclécticas, destaca el carácter y la originalidad de las
teorías en discusión. Los capítulos del libro en gran medida son ensayos
individuales de derecho propio y pueden ser consultados por separado,
como, por ejemplo, lo certero de la respuesta de WeberoParsons al desafío
de la hermenéutica.
La idea conductora de la hermenéutica en Alemania a lo largo del siglo
XIX era que -al igual que en el individuo- todo sistema cultural, toda
Expreso mi reconocimiento por la crítica y el aliento prestados por comunidad, tiene un foco central en sí mismo. 1 Este foco central está
Anthony Giddens, que excede lo que las inevitablemente formales pala- constituido principalmente por una concepción de la realidad y su
bras de gratitud pueden formular. Tuve la suerte, asimismo, de haber evaluación.
contado con Robert Shreeve como revisor y editor, y con Gianfranco Poggi Este punto de vista de la comunidad era un fiel reflejo de la práctica de
corno atento y crítico lector del manuscrito. Resultaría imposible pasar Jos historiadores durante el siglo, sobre todo de los historiadores alema-
por alto la ayuda y la inspiración que obtuve de Janet Wolff, Richard nes, generado y sostenido por la tendencia romántica. Ésta es la razón
Kilminster, Ribert Tristram, Joseph Bleicker, Kevin Dobson y otros verdadera de cómo se plasmó la historiografía -como una vívida interio-
participantes del amistoso pero importantísimo debate que constituye y rización en la mentalidad de una nación considerada como sujeto colec-
mantiene la comunidad social de Leeds.
tivo, conformado por anhelos intuitivos, emociones, un sentido de un
único destino, que coloreaba inconfundiblemente la percepción indivi-
ZYGMUNT BAUMAN dual del mundo. Leídas como un tratado de sociología, las obras históricas
de la época están repletas de términos, o bien tomados directamente de
la psicología, o calculados para conducir la imaginación del lector a las
insondables profundidades del espíritu.
Es dificil decir si la concepción romántica de la obra de arte encendió
la imaginación de los historiadores románticos, o viceversa. Con toda
seguridad ambas abrevaron, al menos parcialmente, en el surgimiento
') b Y-"t::l del nacionalismo alemán -una ideología tanto más apasionada y convin-
cente dado su papel de apertura hacia, y sustituto temporario para., el
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(j\,.. c~~-
-·.e: estado nacional, más bien que su sustrato espiritual. Al contrario de los
entusiastas predicadores del Machtstaat de fines del siglo, los patriotas
IVtAJEH~ alemanes del Romanticismo no tenían comó referencia una estructura
política, un simbolismo surgido del estado. A falta de objetos mejor
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';i...... ... definidos, se volvieron hacia el elusivo, intangible Folkseele con la misma
natural facilidad con la cual sus sucesores habrían de volverse a:los super-
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1 Cf Karl J. Weintraub, 1Tisions of CZLlture, University of Chicago Press, Chicago y

Londres, 1966, pág. 7.

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concretos poderes totales del Kaiserdom prusiano; y trataron de satisfa-
cer sus ansias nacionalistas como una continuación de la tradición con un estado de pensamiento y termina en una obra de arte", que era
espiritual con igual pragmatismo con que sus sucesores las basaron en la siempre un residuo objetivado de "un intento por parte del artista de
Staatréison. Fue "der deutsche Stamm", que en las palabras de Schlegel descubrir el equivalente formal de un estado de pensamiento". 4 Por lo
era "alt und stark". En concordancia con esto, fue "el original carácter tanto, la creación artística es una lucha entre la visión del artista y el
moral de un pueblo, sus costumbres, sus peculiaridades", lo que "debía ser medio, inflexible en minimizar la forma que el artista desea imponer. La
considerado sagrado". 2 obra es un compromiso entre ambos. Pero de los dos elementos que
El inescrutable e impenetrable, tenaz e indomable "espíritu del pue- trataban de originarla, el uno contiene la semilla de la vida y el signifi-
blo" era la única fuente en que la historia podía recabar su sentido y la cado; el segundo era de una absoluta obcecación, negatividad pura sólo
vida humana su valor. La historia en general, y sus más importantes y capaz de distorsión, nunca de creación. En consecuencia, si se desea el
memorables obras en particular,· habían sido hechas de este único sentido originario y puro de la obra de arte, es necesario ir más allá del
material. producto, más allá del objeto en sí, retrotraerse al "estado de pensamien-
Herder llamó a Alemania el "Reich de los diez pueblos". Los alemanes to" en que la visión del artista, única fuente de todo significado, gozaba
de principios del siglo xrx no encaraban el carácter de su nación como un aún de su prístina pureza. En otras palabras, la comprensión de una obra
aspecto de la naturaleza, como un hecho de vida, cuya presencia no de arte consiste en reconstruir la intención del artista de la cual el objeto
dependía de la reflexión ni de la apropiación activa. Por el contrario, la artístico, su producto final, sólo nos lo puede ofrecer en forma modificada,
consideraban como un fenómeno enteramente espiritual, que debía ser mediatizada y necesariamente ambigua. La intención es siempre más
captado intelectualmente antes de poseerlo. Herder instó a sus contem- rica que sus huellas tangibles, puesto que éstas son invariablemente
poráneos a investigar la esencia de su nacionalidad profundizando en el residuos de sus frustraciones.
rico saber popular de los antiguos cantos, que eran la primitiva y más Si regresamos a la visión romántica de la obra de arte (recuérdese que
pura expresión del espíritu creador de la nación. Fichte veía el misterio el artista es la más completa encarnación de la potencia humana)
del destino histórico de Alemania en los rasgos psíquicos peculiares del proyectada en la vasta pantalla de la historia, hallamos sin embargo
pueblo alemán: Charakter haben und deutsch sein eran indudablemente esquemas notablemente similares de pensamiento arraigados en un
lo mismo.' El espíritu venía a llenar el centro vacío de una nación sin "artista colectivo" de nación creativa. Las instituciones nacionales, la ley,
estado; al carecer de reyes cuya crónica pudiera ser sujeto de la historio- la literatura, Jos sistemas de gobierno, los tipos de vida familiar y todo lo
grafía, "el pueblo" usurpó naturalmente el papel que había quedado demás se reflejan como relictos del trabajo del genio nacional a través de
vacante como sujeto de la historia. Como todo sujeto, sus integrantes eran las edades: son la suprema obra de arte en su tipo; en su origen hay
considerados seres espirituales, motivados por el pensamiento y las establecido, puesto que esta vez el artista es el pueblo, Volk, este exclusivo
emociones, que actuaban de acuerdo con sus propias decisiones, portado- "colectivo singular" del alemán. Gustav Hugo, ya en el siglo xvrn,
res (al menos potencialmente) de poiein (acción) más que de pathein enseüaba que la ley es producto del genio nacional; la idea fue adoptada
(sufrimiento). Al contrario de otros sujetos, el pueblo era numeroso y por su famoso discípulo Karl Friedrich Eichhorn, y desarrollada exhaus-
anónimo. A pesar de que la psiquis individual les servía de prototipo, sólo tivamente en la monumental History of German Law a.nd Institutions,
podía adecuarse al nuevo propósito sometiéndose a una sutil transforma- la obra que fijó el modelo básico de toda la historiografía del siglo XIX. Karl
ción: lo que había sido de propi~dad individual se convirtió en un poder von Savigny y Jacob G:rimm no tardaron en aunar fuerzas con Eichhorn
supra-individual; lo que había sido la Seele individual se cambió en un y pusieron su gran pericia y brillante ingenio al servicio de la idea de la
Geist colectivo, y más tarde enKultur; lo que había sido un nombre para ley como producto del Volksgeist que fue una verdad de sentido común por
designar la autonomía individual y la libertad, devino la expresión lo menos durante un siglo. Alcanzó su mayor importancia en la obra de
teórica de la sumisión individual a la más amplia comunidad, el Volks- Karl Lamprecht, ya en tiempos de Dilthey, que impresionó al público
geist o Zeit-geist al cual no podía trascender ningún individuo, sino que entendido con una amplia generalización de la experiencia historiográ-
solamente en su seno podía alcanzar su individualidad. fica romántica del siglo: lo que gobierna la historia de cualquier época en
De todos modos, por lo menos superficialmente, la similitud entre una única conjmición de los rasgos psíquicos dominantes, el Zeitgeist, que
ambas era notable. Desde el punto de vista romántico, el artista represen- resplandece a través de todos los acontecimientos relevantes y debe ser
taba al individuo humano como ideal, el espíritu humano en su más alto rescatado de los mismos.
nivel. Y en cuanto a la sustancia de la obra de arte, "todo arte comienza Lo que constituyó la formación discursiva de la que nació la hermenéu-
tica del sigloxrx y sostenida por ella fue esta práctica de la historiografía,
3'Citado de The Mind o(Germany, de Hans Kohn, Harper, Nue1·a York, 1965, pág. 60.
apuntalada por los dos pilares del provisional carácter espiritual y
págs.Fritz Stern, The Politics of Cultural Despair, Doubleday, Nueva York, 1965,
338-9. 4
Eric Newton, The Romantic Rebellion, Stocken, Nueva York ILongman, Londresl,
1964, pág. 56.
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~
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~ esperanza de que el camino pudiera ser atravesado en ambas direcciones:
nacional de una nación-en-busca-de-un-estado, y la visión romántica de puesto que los objetos del estudio histórico surgen del espíritu, donde se
la obra creativa. Joachim Wach, 5 el autor del más comprensivo estudio de conserva su prototipo incólume, puesto que emanan de las profundidades
esla hermenéutica, rastreó los comienzos de virtualmente todos los interiores del ser espiritual, no parece haber razón de por qué no es l
tópicos significativos del discurso hermenéutico a partir de Friedrich posible, a partir de los objetos conocidos, realizar un Viaje de regreso al ll~
Ast (17 78-1841 ), retrotrayendo la fecha de nacimiento de la teoría moder- punto de partida, desde los objetos hacia sus orígenes espirituales, desde 1¡'j
na de la comprensión mucho más allá de Schleiermacher, hasta entonces ~
sus copias borrosas a la prístina claridad del prototipo. La hermenéutica, f.
reconocido ampliamente como su padre. A continuación de la victoria por lo menos en este primer estadio, confiaba en sí misma, por no decir 1
final de los "modernos" sobre los u antiguos", el mundo antiguo, con todas
sus realizaciones artísticas, filosóficas y legales, fue por primera vez
que se despreocupaba, respecto de las dificultades que tal aventura -~ ~·
1,
pudiera presentar.
encarado por Europa como un estadio en su historia, más bien que como Esta confianza en sí misma se basaba filosóficamente en el supuesto de
parangón de una perfección atemporal. El mundo antiguo había estado la unidad esencial del espíritu. Había sido aceptado que ninguna com-
presente en la conciencia europea durante la mayor parte de la Edad prensión es posible entre mundos totalmente extraños y desconexos.
Media y con toda certeza desde comienzos de la era moderna; pero en (Wittgenstein diría mas tarde: si los leones pudieran hablar, no seríamos
ambas aparecía como una hechura eterna, un modelo atemporal de capaces de comprenderlos.) Si existe algún entendimiento, su sola pre-
perfección excelsa, o bien como una entidad encerrada en sí misma con sencia contiene ya la prueba de una unidad y uniformidad primitiva del
pocos, o ningún, contactos con los acontecimientos corrientes. Fue sólo elemento espiritual oculto detrás de los mensajes. En las palabras de
cuando Europa despertó a su propia historicidad que la Grecia y la Roma Goethe, que Wach cita en consonancia con la idea de Ast:
antiguas pudieron ser reveladas como sociedades históricas, como el
pasado de Europa, como una contribución a la tradición europea. Ast se War' nicht das Auge sonnenhaft,
ubica en la larga fila de los filólogos que se empeñaron en tratar de Die Sonne kéinnt es nie erblicken,
registrar ampliamente las consecuencias de la nueva situación, y trata- lag' nicht is uns des Gottes eigne K.raft
ron, por sobre todo, de articular la totalidad de la tarea de asimilación del wie ki:innt uns Gi:ittlicbes entzücken?
mensaje antiguo con las surgientes tradiciones europeas como una serie
de postulados metodológicos. [¿Si el ojo no estuviera iluminado
Es que, según su punto de vista, lo que estaba en juego era la no podríamos divisar el Sol;
si no tuviéramos el poder divino,
reinstauración de la verdad ensombrecida o manifiestamente distorsio- cómo podría fascinarnos lo divino?)
nada a través de siglos de tratamiento escolástico; o, como lo estableció
Ast, el problema del Verstandnis contrapuesto al Missversttindnis (la Un extrañamiento total habría de ser absolutamente negativo. No
comprensión versus la incomprensión). puede haber comprensión sin una afinidad espiritual. Dem Verwandten
Al encarar su tarea, Ast hizo hincapié en todos los mayores problemas erschliesst sich das Verwandte 1 -todo objeto sólo puede manifestar su
que habrían de permanecer pendientes en el centro del pensamiento
hermenéutico durante muchos años. Ante todo, se le había dado la noción significado a un espíritu análogo.
Mediante el esfuerzo sólo es posible alcanzar a comprender aquellos
misma de la comprensión,··la interpretación genuinamente romántica objetos que han sido generados por el esencialmente mismo espíritu que
que acabó por identificarse ,;f:rl::ualmente con la idea de la hermenéutica: satura nuestro propio pensamiento. Si la opacidad de los objetos se nos
"di.e Erfa.ssung des Ge¿stes", 6 la captación del espíritu, que se expresa a sí presenta como un trastorno de aquello de lo que deberíamos tener una
mismo y vive a través de los monumentos de la creación intelectual y clara y fácil percepción, si nos requiere tender un puente sobre el vacío
artística, de igual modo que la forma ordinaria de la vida pública. El entre nosotros y el objeto, "restaurar" el Yerdadero entendimiento lo es
legado visible y tangible del pasado. -textos, pinturas, códigos legales, sólo porque nuestro alejamiento es relativo y temporario, habiendo sido
registro de costumbres -habían propuesto comoAusserungen- exteriori- uno-de los componentes temporariamente desconectado al desenvolvi-
zaciones del espíritu, remanentes sensibles de la propia enajenación,
documentos de sus poderes expresivos; el verdadero objeto de la compren- miento espiritual del otro.
Por lo tanto, toda comprensión parte del hecho de establecer una
sión era percibido sin embargo como a sus espaldas, nunca agotado por afmidad entre su sujeto y su objeto; o mejor dicho entre dos sujetos, que
ellos, siempre más pleno y rico que cualesquiera de sus expresiones. se hallen respectivamente al comienz.o y al final de la comunicación. Sólo
Ast, y varias generaciones de hermenéuticos después de él, tenían la es posible rescatar del olvido el sentido de la antigüedad en la medida en
que nuestro espíritu constituya una unidad con el espíritu de la Grecia y
' Joachim Waeh, Das lierstehen, Gru.ndzü.ge einer Geshichte der hermeneutischen
Th.eorie in 19 ,/ahrh.undert, 3 vols., J.C.B. Mohr iPaul Siebeck), Tubinga,l926.
' Ibi.d. pág. 38
. 'Cf. Wach, vol. 1, pág. 33.
2.5
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la Roma antiguas; unidad quizá temporariamente alterada, disminuida humana experiencia universal; según palabras de Each, las ubicó en la
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por un enajenamiento pasajero, pero unidad de todos modos, combatien- práctica vital, en la vidá cotidiana, en la experiencia vivida. Con Schleier-
do contra todos los obstáculos para alcanzar su propia recuperación. En macher la hermenéutica dejó de ser un análisis filológico de los textos
efecto, aquello que se refiere a la antigüedad puede extenderse a la remanentes de otros escritores: se convirtió en el problema de un
humanidad como un todo. No obstante, puede parecer insuperable la miembro de una cultura esforzándose por captar la experiencia de otro,
diferenciación de las especies humanas consideradas desde una perspec- de un habitante de una época histórica que trata de abarcar la práctica
tiva cercana, una verdadera perspectiva histórica habrá de reducirla con vital de otra época, su "cotidianidad", el tipo de experiencia que sólo se
toda justicia a un estadio intermedio que separa la unidad primitiva de puede expresar con la palabra alemana "Erlebni.s". Es posible advertir
la futura. En la historia de la humanidad todo ha surgido del espíritu claramente el origen romántico de este notable cambio de enfoque.
común y al final todo habrá de reconducimos a él. Supremo legado del Romanticismo, las elusivas, polisémicas nociones de
El intérprete (ya fuera historiador, filólogo o teórico del arte) tiene un "Leben" y "Erlebnis" fueron la eterna obsesión de la autorreflexión de las
papel especial que desempeñar en esta incursión al regreso del espíritu humanidades.
a su unidad original. En cierto sentido es algo así como un intermediario Schleiermacher fue el responsable también de otra innovación, quizá
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cultural entre las diversas épocas y naciones al permitir la gradual de mayor importancia aun. Cito al respecto a Gadamer.
re unificación de la humanidad dividida. De modo que se constituye en un
agente genuino de la historia: es $1 quien desata los nudos que aprisionan La especial contribución de Schleiermacher es su iRterpretación psicológi-
la espontánea y asistemática acción del espíritu. Si el espíritu, en pos de ca. En última instancia es un proceso adivinatorio, un modo de colocarse
su insaciable necesidad creadora, se manifiesta a sí mismo en las propias uno mismo en la mente del autor, una aprehensión del "origen intrínseco"
creaciones, ocultando de este modo su universalidad tras una multitud de de la composición de una obra, la recreación del acto creador de lo que ha
sido conocido (Boeckh), una reconstrucción que se origina en el momento
sus encarnaciones particulares, el hermenéutico desentraña el contenido vital de la concepción, la "decisión germinal" como núcleo organizador de
espiritual oculto de la obra del espíritu, reinstaurando de este modo la
la composición.
totalidad dispersada en lo particular. En cierto sentido, el hermenéutico
está forzando a obrar de este modo. No es una cuestión de libre elección Esto significa cabalmente ubicar el sentido que se persigue del acto en
del método de acción y, mucho menos, cuestión de un ideal preferido. La el proyecto del actor. Para comprender este significado, es preciso
comprensión .como tal sólo puede alcanzarse "universalizando" nueva- "identificarse" literalmente con el actor. La empatía es la principal
mente el espíritu oculto en la infinita variedad de la creación cultural herramienta de la personificación. La idea de "perderse uno mismo" en el
humana. El famoso "círculo hermenéutico'' (otra de las ideas que Wach transcurso de la cognición, olvidarse de sí mismo con el objeto de
atribuye a Ast) no es particularmente un método de estudio ingenioso y "recordar" los significados de otras gentes, la estrategia de una investiga-
eficiente; es, en la realidad de los hechos. la verdadera lógica de la ción imparcial en términos de las "categorías indígenas" se hallan
comprensión como tal. No existe comprensión de la historia, fuera del contenidas en germen, en el programa de Schleirmacher de "psychologis-
perpetuo movimiento desde lo particular hacia lo total y el regreso a lo che Interpretation". Y, por supuesto, que sólo en germen. La psicología de
particular, de manera de hacer transparente aquello que previamente, Schleiermacher no tenía idea de las ambiciones introspectivas de fines
en su incompartida particularidad, era impenetrable para nuestra inter- del siglo XIX y no se define como la búsqueda del pensamiento y el
pretación. Se suele, en efecto,-·hablar de una espiral hermenéutica: en sentimiento de lo "interior". No se pregunta: "¿Cómo intuía el sujeto esa
nuestra búsqueda de una afinidad perdida, en nuestra necesidad por intención?" "¿Qué era lo que el actor sentía ante la experiencia de esto o
reapropiarnos plenamente de las creaciones perdidas del espíritu afín, de aquello? Su psicología se relacionaba más bien con los puntos de vista
ciertamente nunca arribamos al fmal de nuestro empeño. Vam'os de lo "humanísticos" de la psiquis humana, que habrían de desarrollar Mas-
particular a lo universal y viceversa, recorriendo círculos siempre más low, Murray o Biswanger casi un siglo y medio más tarde. Para él,
amplios, y siempre acercándonos nuevamente al ideal del espíritu unifi- psicología significaba el arte de percibir un acto como una parte orgánica
cado, mas esta vez concientemente.
Fue dado a Schleiermacher, un miembro activo del movimiento ro- del Leben.
El postulado de la interpretación psicológica signiñca sencillamente
mántico, amigo personal de Schlegel, Novalis, Herz y Mendelssohn, que la tarea de la hermenéutica consiste en llevar a cabo, mediante un
llevar estas ideas a un orden sistemático y, por lo tanto, establecer los esfuerzo metódico y constante, aquello que de ordinario los interlocutores
fundamentos de ia hermenéutica histórica. La contribución de Schleier-
macher fue principalmente la de ampliar la noción de hermenéutica y del
' !bid. pág. 92.
círculo hermenéutico más allá de los confines de la filología, la exégesis • Hans Georg Gadamer. tomado de la traducción al inglés de Garreo Burden y John
y la crítica de arte. Al igual que Hegel, si bien en un sentido distinto, llevó Cumming, Truth and Method, Sheed & Ward, Londres ISeabury, Nueva York. 19751. pág.
el problema de la comprensión y la interpretación al centro mismo de la 164.

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cumplen sin darse cuenta, al darlo por sentado. Cuando dos personas se comprensión que nos abre es considerablemente más vasto. Puesto que el
comunican al hablar, sus palabras están entretejidas en la textura vital habla contiene su propia interpretación, o por lo menos logra su compren-
que comparten (puesto que hablan entendiéndose entre sí): sus palabras, sión sin la ayuda de ésta, raramente, o casi nunca, enfrenta a los hablantes
sin embargo, no les llegan como sonidos aislados, sino como elementos con la tarea de tener que deducir concientemente la totalidad del conte:x.'to
inseparables de la totalidad de la vida de que ambos participan. Se vital en que sus hablas llegan a tener un sentido. El. contexto es tan
comprenden los variados vericuetos de las palabras y las múltiples trivialmente obvio de entender, de encuadrarlo en su individualidad, que no
referencias, de modo que raramente se da pie a la pregunta respecto de ofrece resistencia. Debido a la facilidad de su tarea los hablan-tes reciben su
su significado. El habla resuelve el problema de su comprensibilidad castigo en su ignorancia respecto del conteA.'to total de su acción.
haciéndolo uno de sus propios recursos, y lo hace insensiblemente, a El lector moderno reconoce fácilmente en esta idea el concepto de
través de su propio desarrollo, pocas veces deteniéndose a reflexionar Garfinkel de esos innumerables "supuestos" que .persisten tenazmente,
sobre lo logrado de su efecto. Lo cual es posible merced a la inmediatez del aunque invisibles, en el simple acto de la conversación. Para Schleierma-
habla. El habla, por lo general, es coherente con el resto de la vida en su cher, tales "supuestos" son tramas que permiten tejer la tela de lavida,
"hábitat natural", no admitiendo error en cuanto a su correcta localiza- pero quienes están involucrados en ellos no pueden advertir tal trama.
ción. De ahí su trasparencia: la vida se muestra a través de las palabras. Sólo desde el punto de vista ventajoso de un observador, la tela se hace
Las palabras son reveladoras de la vida en cuanto son oídas. El entendi- visible en su totalidad, y por lo tanto es posible rescatar su planteo exacto.
miento correcto se cumple sin necesidad de interpretación. El fin y el De aquí la famosa aseveración de Schleiermacher de la superioridad
sentido conforman una unidad .. cognitiva del intérprete sobre el autor. El intérprete, inevitablemente, y
Un texto escrito, una obra de arte en la plaza de una ciudad o en el sin ninguna relación con sus propias condiciones intelectuales, sabe más
museo, un código legal o un ritual -al contrario de la conversación de la textura vital de la cual determinado elemento que se examina for¡;na
directa- presentan el problema de la comprensión a través de la interpre- parte. Sabe más, no porque su método sea mejor; no porque haya sido
tación, en razón de que han perdido conexión con la vida que les confería instruido para ser "profeta del pasado", o por haber acumulado experien-
un sentido. Lo cual se nos presenta como la oscuridad de fenómenos cuya cia de la que carece naturalmente el autor original. Sabe m_?.s llana y
significación se nos escapa ante nuestra ignorancia de su contexto sencíllament.e porque, al contrario del autor, encara el objeto como un
naturaL del modo de vida, que llena de sangre sus venas y las hace objeto, desde fuera, cual un fenómeno e>.'traño: este modo de encararlo
palpitar con su significación. Incorporar el acto en la totalidad de la vida, pone en movimiento el proceso de interpretación y, por lo tanto, es capaz
lo que en el habla se logra sin esfuerzo, requiere aquí proponerse una de conducir a la reconstrucción de la totalidad de vida. En principio, nada
acción especial. Es esta acción lo que Schleiermacher defme cono "inter-· impide al autor embarcarse en este viaje de interpretación: pero una vez
pretación psicológica". Como vemos, su psicología significa sobre todo el que ha comenzado el viaje, pierde su específica relación como "au.tor" de
hecho de considerar un acto como un elemento dentro de la totalidad de su obra, y se une a la larga lista de intérpretes. En tanto se aferre a supo-
la vida; de acuerdo con esto, la interpretación psicológica significa la sición original de autor, es decir mientras se niegue a considerar su obra
restauración de su perdida, olvidada o mal entendida totalidad. "desde fuera", deja de ocupar una posición privilegiada en el debate in-
En consecuencia, Leben viene a reemplazar el Geist como al mismo terpretativo; sus puntos de vista no son mejores, ni de. más fehaciente e-
tiempo concepto ontológito central y principio metodológico conductor. videncia que cualesquiera otros datos respecto del contexto vital en que
El postulado del círculo hermenéutico experimenta una transformación ha sido localizada su obra.
similar: consiste, ahora, en una construcción laboriosa de la totalidad de Para Wilhelm Dilthey, el gran codificador de la hermenéutica del siglo
la vida, que es al mismo tiempo desconocida y no accesible a la percepción xrx, el espíritu -a la vez sujeto y objeto de la comprensión históricS~.:= fue
directa, fuera de los ocasionales trozos de vida esencialmente accesibles, desde siempre absolutamente idéntico a la noción romántica de Leben:
pero sin embargo incomprensibles. El círculo se forma a partir de la este prístino modo de ser de la existencia humana, indefinible e
adivinación de la totalidad a la que el elemento considerado pertenece; irreductible a no importa qué otros factores, prominente en su capa-
si la conjetura es correcta, el elemento en cuestión revela su significado cidad de expresar experiencias (vívidas e interiores, "vistas-desde-
parcialmente, lo que a su vez nos da una pista hacia una mejor, más dentro, Erlebnis en oposición a Erfahrung: experiencias que subra-
plena, más específic¡3- reconstrucción de la totalidad. El proceso continúa, yan no importa qué como poiein difiriend·o de pathein), de expresar
en círculos cada vez más abarcadores, hasta que los residuos de opacidad estas experiencias como acontecimientos momentáneos o perdura·
que permanezcan en nuestro objeto no nos impidan captar su signifi- bles, pero siempre objetivados y obsen·ables, adecuando estas expe-
cación. riencias a su significado experimental. No obstante, lo que para los
Por lo tanto, la interpretación se hace mucho más laboriosa y dificil que románticos debía de ser un modo de existir-en-el··mundo, el pleno
en el tipo de comprensión que los hablantes alcanzan sin echar mano de desarrollo del genuino potencial humano trabado y paralizado por la
l.a reflexión. Por otra parte, sin embargo, el panorama de conocimiento y ilusión científica de la época moderna, era para Dilthey motivo de una
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'""1!

crítica de la razón histórica, 10 de un método de cognición histórica, la historia el campo en que las ocasiones para la libre elección surgen a cada
peouliar herramienta que puede emplear el hombre para comprender su momento? Por lo tanto, ¿no es el caso que la única facultad de penetrar,
propia ~pero sólo la propia- acción. Como bien lo dijo Makkreel reciente- atribuida solamente a Dios en relación al mundo considerado como un
mente, Dilthey había puesto toda su esperanza en poder demostrar quell todo, pueda ser atribuida igualmente al hombre en el campo, más
modesto, de la historia humana? Si la historia es una creación humana,
Jos románticos tenían pleno derecho de proclamar que es posible alguna los hombres pueden reconocerse a sí mismos en sus productos externali-
forma humana de intuición intelectual, pero se equivocaban al pensar que zados al igual que Dios puede reconocerse en el mundo. Dios es capaz de
la naturaleza pudiera ser aprehendida de este modo. La naturaleza no es _comprender el mundo, el hombre puede comprender la historia. El anhelo
un texto que pueda ser interpretado en su significado concreto a diferen- romántico de captar intuitivamente los significados ocultos de la natura-
cia de las acciones humanas que pueden considerarse comparables a le~a es filosóficamente ridículo y absurdo. Pero la historia humana puede
documentos históricos o expresiones poéticas y analizarse por su signifi- ser considerada como la gefühte Welt de Goethe -el mundo "dado en
cación. sentimiento". Podemos comprender nuestra historia precisamente por-
que, al igual que la naturaleza para Dios, no existe por sí misma. Sólo
Kant habría de refutar la validez de la intuición interior, del "senti-
miento a través" como método de cognición científica. Para él, la objeti- existe en nosotros y a través de nosotros.!
La comprensión, por lo tanto, es un método particular que sólo las_
vidad del conocimiento científico era un ideal incontestable, y la objetivi- "ciencias del espíritu", el estudio de la historia humana, pueden emplear.
dad sólo puede concebirse en cuanto el yo "enmudece frente la existencia El hecho de que los hombres recurran a esté método no es la señal de su
fáctica del objeto natural; en este sentido, un objeto definido debe ser distanciamiento, o en realidad de su posición inferior con respecto a la
conocido, el sujeto se dirige a éf por sí mismo, esforzándose por una naturaleza. Por el contrario, ellos gozan de un privilegio inaccesible a las
validez objetiva. 12 . Es sólo en la esfera de la libertad, del juicio moral, que ciencias naturales. La comprensión es el pasatiempo de los dioses; en su
el yo se impone sobre la naturaleza; pero, entonces, ésta no es la esfera esfuerzo por comprender la historia o al anhelar que su esfuerzo resulte
de la ciencia o, en este sentido, del conocimiento científico. El ambicioso exitoso, el hombre se eleva a las alturas del verdadero saber divino, lo que
proyecto del Dilthey de la cuarta Crítica, de la razón histórica, se dirige
los estudiosos de las ciencias naturales no pueden hacer por mucho
a enmendar a Kant en este punto. Es cierto que esa inspirada adivina-
ción en relación con la naturaleza no es una posibilidad abierta para los que sueñen con ello.
Es -obvio que no podamos comprender a un árbol; 13 decir que no se
.. seres humanos. Una directa, no mediata penetración de la naturaleza. puede comprender a un árbol significa que el árbol no tiene ni significa-
sólo puede ser atribuida a Dios, y nunca ser un atributo de los hombres ..
En cuanto a la naturaleza puede ser pensada como la .Ausserung de la ción ni valor.
Sólo pueden ser significativos aquellos objetos que, en principio, están
voluntad de Dios, la "e>.:ternalización" de Su propósito; Dios, autor de la abiertos a la comprensión. La comprensión y el descubrimiento de la
naturaleza, puede ser concebido con capacidad para penetrar intuitiva- significación, o el valor, son una misma cosa. Pero la comprensión es,
mente Su propia creación, "para comprenderla", para reconocer en ella la asimismo, la victoria sobre la resistencia. Es posible pensar seriamente
voluntad y el propósito que Él conoce íntimamente, sin la mediación de en una comprensión como una actividad planeada y deliberada frente a
objetos externalizados. Pero no así los hombres, cuya arremetida contra una resistencia que se nos oponga, puesto que la significación de un objeto
la naturaleza en toda su helada, entumecida extrañeza de un objeto cuyo no es dada en realidad a primera vista. El campo en el cual la com-
origen y propósito, por lo tanto, permanecerá con toda certeza ignorado
prensión se convierte en la materia-sujeto de un método construido
por siempre; objetos de esperanzadas conjeturas y quizás de intensas
. sistemáticamente es, por Jo tanto, limitado en dos aspectos: la compren-
creencias, pero nunca de un conocimiento objetivo. . ~r.
~f

sión comienza donde la comprensión prerreflexiva, espontánea, muestra


Sin embargo, ¿no es acaso el hombre el Deus occasionatus del que
los primeros signos de insuficiencia; termina cuando se le interpone un
Nicolás de Cusa nos habló muchos siglos atrás? El hombre, ¿no es acaso
muro de total extrañamiento, impenetrable a toda identificación empá-
en todo, "en la ocasión", igual a Dios, dado que es capaz de libre albedrío tica. El vasto domino del Lebensii.usserungen, la expresión de vida, que
para elegir y, por lo tanto, actúa como el creador? Y, ¿no es acaso la
constituye el objeto metodológico apropiado de la comprensión o la
interpretación (Auslegung), se sitúa entre estos dos extremos. En esto, y
"' Wilhelm Dilthey/Der Aufbau der Geschichtlichen Welt in den Giesteswissenschaften, ;/ solamente en esto, las facultades cognitivas humanas son parejas a las de
en Gesammelte Schriften, vol. 7, B.G. Teubner, Leipzig y Berlín, 1927, pág. 121. Dios, y la adivinación del sentido es posible e inexcusable.
11
Rudolph A. Makkreel, Dilthey, Phi/osopher of the Human Studies, Princeton
University Press, Princeton, 1975, pág. 248.
La naturaleza y el mundo espiritual son dos métodos de cognición. Es
12 Fritz Medicus, "On the objectivity of historical knowledge", in Raymond Klibansky
.v la mente cognitiva la que constituye objetos de su cognición, tales como,
and H. J. Paton (edits.), Philosophy and History. Essays Presented to Ernst Cassirer,
Clarendon, ÜJ.:ford, 1936, pág. 138 13 Dilthey, pág. 259.

30 31
~.
~
tos, haciendo tratativas, disputando, llegando a-un acuerdo, tratando de
:r.especti"amente, la naturaleza o la historia. En el primer caso trata de aventajar en algo a sus opositores o fracasando en aquello que se habían
la exploración de las conexiones y dependencias de los objetos tales corno propuesto. Ambas posiciones son viables en cierto sentido y se apoyan-en
son en sí mismos. Formula su tarea dentro del espíritu eleático, como la
exploración de seres fijos, estáticos, consistentes, que están allí de \ razones valederas. N a da existe en los asuntos humanos q_ue haga inapli-
cable en principio el enfoque científico-naturalista. Su aplicación puede
antemano, inamovibles e inexorables, imperturbables y completos, que l ser discutida a lo sumo sólo en el campo de las intenciones prácticas y las
en sus atributos no dependen de la mente cognoscitiva. De acuerdo con . -¡ preferencias. No obstante, todo argumento derivado (verdaderamente o
la profunda penetrac~ón psicológica de Ortega y Gasset, este modo j
como pretexto) de la "naturaleza del objeto" puede ser infundado.
cognoscitivo "naturalista" "es, en su base, intelectualisrno, es decir, la 1i Esta universalidad, sin embargo, no es aplicable al otro camino. Se
proyección en lo real del peculiar modo de ser en conceptos" ,14 o bien, puede postular cualquier cosa como naturaleza, pero sólo algunas partes
15
agregaríamos, la proyección de las prácticas científicas crean sus produc- de la realidad permitirían ser tratadas como historia.
tos, los conceptos de la ciencia, con un modo de ser que refleja, como un
espejo, la propia imagen de los científicos y la propia definició&de sus Comprender es redescubrir a ti en mí; el espíritu se recupera a sí mismo en
actividades. En el segundo caso, sin embargo, la mente cognitiva se todos los altos niveles de la configuración; la identidad del espíritu en mí,
propone a sí misma fines más elevados; obvia las limitaciones impuestas en ti, en cada uno de los sujetos de nuestra comunidad, en cada uno de los
por la actitud naturalista; no se contenta con la mera descripción de las sistemas culturales, y por fin en la totalidad de los espíritus y en la historia
cosas tal como son, sino que sólo quiere llegar a captar su significado, el universal, hacen posible esta colaboración de los diversos efectos en las
sentido oculto que, si el nl.l,turalista tratara de buscarlo se transformáría humanidades. El sujeto del conocimiento se asimila aquí al objeto, que -en
en un teólogo. Sólo el modo cognoscitivo de las ciencias del espíritu nos todos los ~veles- es su objetivación.
permite el lujo de pasar por alto la línea divisoria entre ciencia y teología,
la explicación y el conocimiento del propósito. Éste es el punto más crucial de la teoría de Dilthey y, en verdad, toda
La elección del método (o, de manera más general, del modo cognitivo) la problemática de la comprensión como un método particular que
¿es libre o está predeterminada por la naturaleza del objeto de conoci- constituyen las ciencias humanas, apartándolas de sus vecinos "natura-
miento? Esto no es una simple. pregunta a la que se pueda responder con listas". La comprensión es re-descu.brir mi yo en el tuyo; yo no puedo
un sí o un no. Por una parte, el hecho de tratar objetos como formando descubrirme en un árboL mucho menos me puedo re-descubrir en él, si no
parte de la naturaleza es una posibilidad que, al contrario del modo de las hay nada que establezca nuestra relación con el pasado. Sin embargo,
ciencias del espíritu, es ilimitado. Uno es libre de encarar los fenómenos puedo descubrirme en ti, pues ambos, tú y yo, somo_sparticularizaciones
a la manera desarrollada por los eleáticos y establecer límites estrictos al del mismo "espíritu", en última instancia, idéntico en sí mismo en todas
propio interrogante. Se puede decidir no aguardar la comunicación sus múltiples encarnaciones. Para re-descubrirme, digamos en cuánto a
recíproca, no permitir que el objeto, al ser examinado, se revele como comprender, debo compararme con un objeto con el cual mi unidad ha sido
sujeto y, sobre todo, como sujeto intencionalmente determinado. Es establecida previamente. Si la comprensión histórica, como rnétodu, es
posible que se resuelva interpretar la conducta del objeto sólo en términos cuestión de elección, la categoría de los objetos a los cuales puede ser
de poiein, y por lo tanto apuntar a una explicación causal: referir lo que aplicada no lo es.
se ve antes de la -.precedente observación más bien que la invisible Resumiendo: la comprensión, desde el punto de vista de Dilthey,
"interioridad" del objeto, que a veces sólo puede ser intuida por identifi- significa una elección de oportunidad determinada por la naturaleza de
cación simpatética. Es fácil advertir que la probabilidad de tal resolución algunos objetos potenciales de cognición, pero no de otros. Pero, ¿qué es
se acrecienta cónsiderablemente con el aumento de la distancia existente lo que determina esta oportunidad? ¿En qué se basal a diferencia decisiva
entre el sujeto conocedor y el objeto a ser conocido. Daremos un ejemplo: entre aquellos objetos que pueden, en principio, ser comprendidos y
la gente, alejada de los centros del poder estatal, privada de toda aquellos que han sido condenados para siempre a ser considerados
e>._-periencia directa de la toma de decisiones, de la política como una solamente desde fuera? Es aquí donde aparece el Geist: "Estas señales
intención deliberada, tiende naturalmente a considerarlo casi como un son siempre expresiones-de-vida. En el mundo de la significación,16
son
fenómeno natural y lo justifica en el lenguaje de conexiones causales, expresiones de lo espiritual; lo cual nos permite su cognición".
'-' Los objetos potenciales de nuestra comprensión son, por lo tanto,
determinaciones, tendencias inexorables. Este punto de vista es impug- ! expresiones del Espíritu. Y es porque son expresiones del espíritu que
nado calurosamente por quienes habitan esos centros, quienes visua- i
lizan el mismo proceso como una contienda de intenciones, como conse- podemos comprenderlos. La oración tiene la estructura gramatical de
cuencia de que un grupo de políticos coincida en dejar de lado asuntos una explicación causal. N o obstante, ¿es que nos la brinda? Si pregunta-
contenciosos, poniendo en debate sus respectivas intenciones y propósi- ¡;Dilthey, pág. 181.
"Ibid., pág. 205.
u ,losé Orl.ega y Gasset, ''Histors aE a system", en PhilosophJ• and History, pág. 300.
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1
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L1
mos qué es der Geist, cómo saber que lo que vemos es en verdad su mente con sus fines (no importa cuáles pudieran ser). El elemento
( manifestación, la única respuesta que se puede dar es ésta: lo sabemos constitutivo "espiritual" de la conducta se reduce a esta relación del acto
1
(cuando sentimos que podemos comprender y, eventualmente, captar el tendiente a su fin. La comprensión del significado de un acto significaría,
)significado de aquello que vemos. Semejante explicación causal resulta por lo tanto, desentrañar la regla que gobierna las relaciones existentes
ser una tautología; o, más bien, un artilugio para evitar o disimular la entre fines y significados. Al contrario del primer caso, es necesario ir más
tautología. El razonamiento circular no nos autoriza nunca a preguntar allá del objeto para poder captar su significado, pero, al hacerlo, es preciso
en qué están basadas en última instancia la universalidad y la unidad del echar mano del vehículo de una observación científica sistemática (presu-
espíritu; nuestro esfuerzo por comprender, y la satisfacción que de ello miblemente sustentada con el auxilio de estadísticas) más bien que por
resulta, pasa por alto nuestro interés en la pregunta. Podemos compren- no importa cual método de Geisteswissenchaftliche. Nuestra búsqueda
der todo aquello que sea una manifestación del espíritu, todo lo podemos del significado acaba cuando declaramos el fin al cual ha sido subordinada
comprender, no importa cual fuere mientras sea una manifestación del la actividad observada. No es que el actor cuya conducta observamos
espíritu. Una vez empeñados firmemente en la empresa de comprender, carezca de "experiencias interiores" en su actuar; con toda certeza las
el verdadero concepto que pareciera prestar legitimidad a nuestro pro- tiene permanentemente. Pero en lo que se refiere a la tarea de tratar de
yecto se retira a segundo plano, de manera muy parecida al "mandato del comprender la conducta, tales experiencias son irrelevantes. En tanto
pueblo" en el transcurso de la diaria actividad administrativa. O, más que los objetos de la primera clase contienen en sí mismos todo cuanto
bien, el concepto revela su papel como otro "puntal metafisico" -el rol tienen de sentido posible de descubrir, los objetos de la segunda clase
asignado por Parsons a la "mimo invisible"- que se supone conduce el vinculan no importa cuál elemento necesario para su comprensión con el
mercado, que de todos modos puede perfectamente mantenerse a sí campo de su vinculación con el producto final de la acción (tal como se
mismo con todas las leyes que hemos descubierto o le hemos asignado. advierte en la famosa ilustración de Weber de esta idea de Dilthey, del
Las reglas que se considera que sustentan la actividad de la compren- :\ campo intermedio entre el rítmico golpear del hacha y la pila de leña cor-
sión han sido articuladas por Dilthey fehacientemente en el sentido de ! tada). Ninguna de las dos clases nos conducen a las misteriosas, impene-
que sólo permiten al espíritu un rol como "puntal metafisico". La com- i trables profundidades de los sentimientos y otras experiencias del actor.
prensión, según lo que nos aclara Dilthey, se basa en la permanente ope- Es sólo la tercera clase de "manifestaciones de vida" la que presenta
ración del intercambio (Wechselwirkung) y la experiencia interior (Erle- problemas de especial complejidad. Para poder expresar el matiz peculiar 18
ben) Es probablemente en la comprensión de la propia experiencia inte- de la misma, Dilthey recurre a una curiosa mezcla de lírica y escepticismo.
rior, donde se da más allá de todo problema y sin necesidad de recurrir
a ninguna metodología especial, que se concreta gradualmente la com- ¡Lo cual es completamente diferente en el caso de una expresión experien-
prensión de las peculiares manifestaciones de vida y de otras personas. 1; cia! tal! Semejante expresión ... surge de la profundidad iluminada por la
El campo de acción de la experiencia interior es el campo de entrenamien- conciencia ... No puede ser consid~rada en témlinos de verdad o falsía, sino
sólo en términos de veracidad y doblez, falta de sinceridad. Y Jo es puesto
to tendiente a esta interioridad, mediante la cual es posible penetrar las que el engaño, la mentira y el..disimulo quiebran la continuidad entre la
de otro modo impenetrables profundidades de las creaciones del espíritu.
expresión y la entidad espiritual expresada.
No todos los objetos de creación humana requieren una interiorización
para ser comprendidos. Dilthey parece sugerir que por lo menos dos
vastas clases de acciones humanas y sus productos pueden ser captados La profundidad, que el conocimiento no pueda iluminar ... algo que no
de manera mucho más sencilla. Una de ellas es la de los conceptos, jui- pueda ser juzgado como verdadero o falso, sino sólo como genuino o
cios, y hasta mucho más amplias formas de pensamiento. Sus contenidos mendaz ... ficción, mentira, decepción que conspira por quebrar la concre- .
intelectuales pueden ser captados en su propio contexto. Esto puede ción entre el espíritu y su manifestación ... ninguna de las pretensiones
entenderse como una confirmación de la naturaleza independiente del 1 mentirosas o falsas pueden posiblemente colarse dentro de la conexión
trabajo intelectual, o bien como la refutación del conocimiento científico entre el acto de ·agitar el hacha y la pila de leña cortada; en tanto que
sociológico o psicológico: es posible ignorar las experiencias y los senti- aceptemos definir la acción en términos de sus resultados son ambos
mientos del autor de una teoría científica. Esos datos no son relevantes verdaderos o falsos. Podemos examinar y volver a examinar cuál es el caso
para comprender la teoría misma. La "razón pura" e_s capaz de imponer considerando las cosas objetivamente, es dee!ir como cosas. Pero, sin
sus propios sigpificados, sin depender de ningún otro significado, que no embargo, si consideramos la misma actividad como una manifestación de
sean los propios. la "experiencia interior", estamos abriendo una caja de Pandora de
La otra clase consiste en la conducta humana, presumiblemente en lo riesgos ontológicos y trampas metodológicas En nuestra hesitación entre
que se entiende como conducta humana. Ésta está relacionada regular- verdad y mentira no es posible que contemos con el auxilio de la
17
Ibid. " Jbid., pág. 206.
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34

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la simratía (Mitfúhen),_la cual intensifica la energía del acto.~ Pero la
observación objetiYa. La insondable oscuridad del espíritu no será disper-
sada por la luz del conocimiento objetivo de las regularidades estadísti- fantasía-es uno de los principales p[ares que sostiene estasimpatia;
merced a la fantasía, las emociones y aspiraciones encarnadas en det-er-
cas. Cada caso es único }r no puede ser sometido a una regla generaL "La -
comprensión tiene siempre como objetivo lo particular. 19 minada manifestación vital pueden ser captadas simpatéticamente y
vueltas a experimentar, y, por lo tanto, vueltas a la vida nuevamente. La
Este "particul_ar" es, sobre todo, lo individual. La tarea de la compren-
sión es comprender los objetos y los acontecimientos como "manifestacio- cantidad de puertas que puede abrir la fantasía depende, sin embargo, de
qué tipo de llave es determinada fantasía. "Cuanto más datada esté, más
nes de Vida" de otros individuos. Al hacerlo, estamos guiados por reglas 22
metodológicas endebles e inciertas. En el balance fmal estas reglas se ricas serán sus posíbilidades [de comprender] . El re-vivir los grandes
ubican en la esperanza de que la aventura es viable en principio y que acontecimientos históricos o las grandes obras de arte po-siblemente
esté abierto sólo a pocas y selectas personas; a pers,ona:s que debido a
puede ser intentada. Una vez más el Leben provee el puntal de apoyo:
Leben es una actividad compartida y existe una comunidad (Gemein-
su talento, formación y asombrosos conocimientos son capaces de
elevarse a alturas afines a las de los actores o autores originales de las
samkeit) que penetr-a a todos y cada uno de los individuos. Es posible
obras de arte reali:z;adas. Por lo tanto las más sub-limes foumas de
imaginar la comunidad como una "sustancia común" en la cual cada
Leben individual está grabado y al mismo tiempo es portador de la comprensión están sustentadas en parte por un método y en parte por
actividad Ilamada comprensión. Más precisamente, es posible pensar un talento especial; la naturaleza de estos soportes excluye su acce-
la comunidad como una simílitud-cum-afmidad postulada, una especie sibilidad univ_ersal y los transforma en arte o logros artísticos o
de parecido de familia, en l.a cual habría de basarse la magia simpática de históricos comparables a sus objetos. En estas formas más sublimes,
la comprensión se convierte en "un proceso intelectual que requiere
la compresión. Dilthey no se preocupó nunca de aclarar los fundamentos 23
de la comprensión. La esperanza introduce sus consideraciones ya plas- el esfuerzo más extremado." •
A partir de Schleiermacher, sin embargo, este re-vivir, definido sucin·/
tamente como re-creación de la experiencia individual, que aCQID.paña el~~
madas, basadas en más de un siglo de hado romántico. Es cierto que
Dilthey trata de hallar un método de comprensión; pero las categonas que
acto de la creación histórica, no conduce a la conclusión cabal del acto de
comprensión. Para poder empaparse de los motivos y emociones de ~os
imagina para construirlo, de hecho, juegan una función etiológica; su
hace .largo tiempo fallecidos actores del drama histórico, seria preciso~
papel principal consiste en dar cuenta del misterio de la comprensión
entre los individuos, más bien que en facilitar tal comprensión.
poder desenterrar ilegalmente un cadáver. La comprensión es algo
Se reconocen tres categorías metodológicas, pero de hecho etiológicas:
semejante a captar el sentido de un acontecimiento o de una obra de arte.
"Colocarse uno en el lugar de otro" (Sichhineinversetzen), "copiar" (Nach-
" Recordamos que sólo es posible captar el sentido de aquel objeto que es
bilden), y"re-vivir" (Nacherleben). La primera categoría es fundamental,
significativo en sí mismo (¡no un árbol!). Ahora bien, hemos dicho que
puesto que aporta las bases para las otras dos. Se refiere nuevamente a
sólo son significativo¡¡ esos momentos del pasado (es decir que pode-
la idea de nuestra esencial comunidad que une a todos los individuos. mos captar su sentido) mientras no se hayan convertido en cadáveres,
Gracias a esta comunidad el individuo es capaz de ponerse en el lugar del
es decir que deban su significación a algo más que los motivos y
otro, "transmitirse dentro de determinados contenidos de manifestacio-
aspiraciones que alguna vez hayan conducido a su concepción. "Un 24
nes de vida". 20 Es evidente que Dilthey supone que esta actividad, que se
realiza cotidianamente en cada unos de los actos, "simples" de comunica- J! momento del pasado es significativo en tanto esté ligado al futuro.".
Dicho de otro modo, un momento de la historia deriva su significado
ción, es trivial, es decir común. Puesto que esta actividad es tan común, de su relación con una más amplia totalidad, de la relación del pasado con
que no demanda esfuerzo ni acarrea problemas, es posible poder esperar
, el futuro, de la existencia individual con la humanidad. Es evidente que
de las otras dos logros más arduos. Copiar y re-vivir son actividades de
cuanto más vasta sea la totalidad a la cual es posible optar para referir
"tipo superior"; sólo en el transcurso de estas actividades es posible asir
el hecho histórico, mayor será la pasibilidad de develar su sentido
la "totalidad de la vida espiritual". Copiar y re-vivir son considerados un oculto. La comprensión es, entonces, no sólo un proceso personal,
dominio privilegiado de aquellas personas dotadas de facultades no 1 sino, al mismo tiempo, un proceso histórico. Es sabido que eso depende
comunes; re-vivir es un acto de creación; para re-vivir, por lo tanto, no es ~'
de las cualidades del historiador como personá. Ahora hemos aprendido
suficiente participar en el Leben como lo hace todo el mundo. La
que ello depende tanto de las cualidades del historiador en tanto contem-
"comunidad" que subyace en el acto de re-vivir es la comunidad de la
poráneo de un periodo histórico. "Aquello que establecemos como un fm
creatividad. l
Las formas de comprensión más elevadas son cuestión de arte, destre-
za y dotes especiales. Es cierto que re-vivir requiere en primer lugar de %1 [bid., pág. 215.
22 !bid., 225.

l
"!bid., pág. 212. ,. [bid., pág. 227.
2V !bid., pág. 214. 7< !bid., pág. 233.

37

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Y esto no es sino nuestra "espera del fin de la historia", el pensamiento


¡4 para el futuro condiciona nuestra determinación de significación del elusivo que puede entretener y entusiasmar sólo a los filósofos, pero que
pasado." por otra parte no tiene relación directa con nuestra actividad cotidiana,
Si esto es así, ¿nuestra comprensión de la creación histórica no que separa la creencia de Dilthey en la objetividad última de la compren-
permanecerá para siempre parcial y proteica? ¿Cómo podemos saber que sión histórica del "historicismo absoluto" del estilo de Croce. 26
En las
nuestra comprensión es mejor hoy que ayer y peor que mañana? ¿Acaso palabras de Raffaello Franchini, agudo analista de Croce.
la idea de la paulatina, creciente totalidad, no es otra versión de la
creencia acrítica en el progreso? Según Croce, la historia no es nunca una totalidad abstracta de la que
Dilthey es absolutamente conciente de las posibilidades de tales podemos extraer, de tiempo en tiempo, una parte en la cual estamos
interesados. Por el contrario, la historia nació de nuestros intereses
conclusiones. Sabe que una comprensión plena y concluyente, una que no vitales ... No existe historia en sí misma, historia de los hechos -observa
permita más posibilidades, sólo puede concebirse como un anhelo. Su Croce- por la misma razón de que no hay "casos historiográficos" como
posibilidad ha sido probada del mismo modo que la existencia de Dios fue tales. Los hechos ocupan el foco sólo por presentar intereses vitales, y
probada por la demostración ontológica de San Anselmo: la totalidad nosotros somos construidos y reconstruidos por ellos.
revelada de la historia de la humanidad va aumentando constantemente
.la pila de hechos y nuevas creaciones culturales -puede a cierto punto Lo que da vida a los así llamados "hechos históricos" es nuestro interés
revelarlo todo por sí misma, y en este caso brindar un encuadre fijo y presente, que los impulsa a una siempre renovada reconstrucción. La
completamente nítido dentro del cual el significado final de todo habrá de -'1, posibilidad del ''historicismo absoluto" está contenida orgánicamente en
·ser descubierto de una·vez para siempre. No obstante, este anhelo se la precisa idea de la comprensión como la actividad de relacionar el
sostiene tan poco como lo fue la demostración ontológica de San Anselmo. pasado con una totalidad siempre cambiante, sólo sometida por el dudoso
"Es preciso esperar al final de la historia para poder captar el material en expediente de la "unidireccionalidad" de este cambio; el "historicismo
su totalidad determinada." Pero, ¿por qué debemos consentir en que la < absoluto" significa en la práctica la fusión total de la comprensión de la
~
;(·.··;¡1·.·-.

histor1a con la historia misma. No existe otra historia fuera de una


historia deberá llegar alguna vez a su fin? ¿Por qué debemos aceptar que .,
su transcurrir en el tiempo puede ser descripto como un movimiento \ "historia comprendida", es decir, fuera del pasado tal como nos es
accesible intelectualmente. Y lo que hace accesible a esta intelectualidad

~
hacia el fin? Esta pregunta es crucial, puesto que al aceptar un "fin" ideal
de la historia, queda pendiente la posibilidad de encarar la historia como es nuestro interés en el día presente. Inspirados por nuestra urgencia
un movimiento uni-direccional, como un proceso que tuviera un indicador espiritual de la "verdad absoluta", no importa lo que signifique, recurri-
en cuyo transcurso ciertas propie!des (en este caso la comprensión del mos a otro puntal metafisico, en forma de una imagen del pasado como un
pasado) se acrecentarían gradua ente. · vasto estanque de "hechos" del cual extraemos cada vez más unidades,
La debilidad de la presunció en la que se basa la "objetividad J dejando cada vez menos en el contenedor. Desde el punto de vista de
procesual" de la comprensión hist rica pronto fue señalada pqr lo críticos Croce no existe tal contenedor; por encima de todo, no importaría aunque
radicales de las vacilantes y parciales soluciones de Dilthey, principal- existiera, puesto que nunca podremos estar seguros de su existencia.
mente por Benedetto Croce y su seguidor inglés, R. G. CollingW6Qd. Para Nuestros juicios sobre la historia están cortados de la misma roca que la
Croce, la suposic~ón de la "direccionalidad" de la historia es sup.~rflua y, historia que "juzgamos", es decir que ellos mismos son historia. La
por sobre todo, insostenible: la creencia en que la veracidad de la esperanza de que con el auxilio de ciertos métodos mágicos (¡históricos
suposición sea historia por sí misma, y naturalmente no tiene más también!) podamos escapar de nuestro yo y de nuestros juicios sobre la
fundamento que otros hechos históricos, al cambiar tan a menudo sus historicidad sólo puede basarse en la candidez o el engreimiento Y
significados: 26

Todo juicio es un juicio histórico, es, de hecho, historia... La teoria de que


el conocimiento genuino es conocimiento histórico .... por eso cualquier
sentido verdadero en contraste con las ciencias naturales, al igual que la
historia, cumple su tarea en el mundo, el humilde mundo. En contraste con
l ,¡.

El hecho pasado no responde a un interés pasado, sino a un interés
presente, en cuanto está unificado con un interés de la vida presente ... No
es sino en nuestro pecho donde es posible hallar el crisol en el cual lo cierto
se convierte en lo verdadero ...

la fitosofia, la teoria es, o más precisamente, esa idea tradicional de que la


filo¡jÍ:¡fia tiene la mirada puesta en el cielo y por lo tanto obtiene -o así lo
espera- la verdad suprema.
l Esta idea expresada por Croce un tanto-poéticamente halla su exposi-
ción sistemática y lógica en las obras de Collingwood. La relatividad de
"Raffaello Franchini, La t.eoria della storia di Benedetto Croce, Morano, Nápoles, sine
data (c. 196B), págs. 96, 9B.
" Benedetto Croce, traducción inglesa de Cecil Sprigge, Philosophy, Poetry, 2' Benedetto Croce, trad. Íng. de Douglas Ainslie, Theory and History of Historio·
History. An Anthology óf Essays, Oxford University Press, Oxford y Nueva York, graphy, Harrap, Londres, 1921, págs. 12, 26.
1966, págs. 561, 563. '
39
38
la ineludible historicidad de pensamiento estaba contenida ya en el posible que, tarde o temprano, abandonemos el sendero al igual que antes
preciso acto de un acontecimiento que se haría "histórico". 28 muchos otros, y nos encaminemos por otras vías urgidos por nuestros
nuevos intereses; pero nada nos garantiza que el nuevo camino pueda ser
La peculiaridad que hace histórico [un objeto) no es el hecho de su suceder de ningún modo «mejor" o "más final" que el anterior. "Cada nueva
en el tiempo, sino el hecho de hacerse conocido por nosotros a través de generación debe reescribir la historia a su manera... El historiador
nuestro repensar el mismo pensamiento que creó la situación que estamos mismo, junto con su aquí-y-ahora que confirma la evidencia a su dispo-
30
.mvestigando, y por lo tanto alcanzar a comprender esa situación ... Es el sición, forma parte del proceso que está estudiando. " Es posible objetar
hístoriador mismo que está sometido a juicio, y revela su propio pensa- que la afirmación pueda provocar una regresión infinita. Es posible hacer
miento con su fuerza y flaqueza, sus virtudes y sus vicios ... Al comprender referencia a la complaciente creencia del positivismo en la verdad
[un acontecimiento] históricamente, lo estamos incorporando a nuestro histórica anclada en el pasado "como si una vez por todas hubiera
pensamiento actual... sucedido" en la época de la fe y la certeza de la cual el historiador
positivista formaba parte; del mismo modo, es posible hacer referencia al
Entonces, cualesquiera fuera el hipotético estatus ontológico de un sereno escepticismo de Collingwood respecto de la época de incerteza y de
acontecimiento, se torna histórico en razón de nuestro esfuerzo para falta de fe de la cual a su vez formaba parte. La objeción que Collingwood
alcanzarlo, para captarlo, para comprenderlo y, por lo tanto, incorporarlo habría lanzado al pasar sólo con una réplica: esa infinita regresión, otro
a nuestro presente. Todos estos esfuerzos están impulsados por nuestros nombre para la constante rotación del círculo hermenéutico, es una
intereses actuales más bien que por las peculiaridades intrínsecas del necesidad que su concepto de comprensión histórica aplica en una
acontecimiento mismo. Por lo tanto, la forma cambiante de la historia, tal eJ.-tensión que nunca habría soñado la idea positivista de la cognición
como la conocemos, tal como nos es dada cada vez que pensamos en ello, 'l
debe tratar de rastrearse no tanto en la lógica de los acontecimientos "en ···! histórica.
Deliberadamente o no, las crít\cas radicales de Croce y Collingwood
sí mismos", sino en nuestras preocupaciones del día presente. El círculo exponían las ambigüedades inherentes a la concepción de Dilthey de la
hermenéutico abarca, como fuente de su energía rotativa, la práctica \ comprensión histórica. Lo que demostraron fue que los conceptos de la
actual de aquello de que nosotros, los historiadores, formamos parte \ esfera hermenéutica y del conocimiento objetivo histórico, sólo pueden
invariablemente. j reconciliarse levantando sobre ellos una precaria construcción apuntala-
¿Dónde reside la "verdad absoluta" en la comprensión histórica, la idea · da con suposiciones endebles. Tanto de una manera como de la otra,
del saber histórico acercándose cada vez más estrechamente a su objeti- Í nuestro conocimiento históriéo está sujeto a las leyes de la progresión
~
vidad? Cualquier cosa que pueda ser considerada como objetividad en j unilineal y, por lo tanto, los historiadores dejan que los acontecimientos
cualquier momento particular es en sí misma historia, y por lo tanto está ¡ históricos "hablen por sí mismos"; o bien los hechos históricos son
sujeta a las mismas reglas formuladas para los acontecimientos históri- j activados (en verdad, hechos surgir como seres) a causa de los destellos
cos en general. Por lo tanto, no habrá de sorprendernos la siguiente l.
de luz emitidos por nuestra propia práctica histórica, y por lo tanto
afirmación de Collingwood: 29 forman parte de una porción del fluir de la historia. Los esfuerzos
frenéticos de Dilthey por afianzarse en cada uno de los campos estaban
¿Cómo podemos convencernos de que los principios en los cuales pensamos ~~
son verdaderos, ~alvo que estemos de acuerdo con esos principios, y ! condenados al fracaso desde un principio.
comprobar si una crítica incontestable de los mismos surge mientras } . El otro aspecto de la crítica de Croce y Collingwood es quizá un
trabajamos? La crítica del concepto de cieJ?cia .~s 1?.. tarea de la misrp.a . 1 involuntario, pero evidente, cambio de énfasis. El concepto de compren-
ciencia en cuanto avanza; exigir que esta crítica pueda ser anticipada. por 1 sión de Dilthey estaba sujeto, por así decir, a una "doble atadura", la
psiquis de los actores históricos (que los historiadores denominan re-
la teoría del conocimiento es lo mismo que exigir que tal teoría pueáa ;1
anticiparse a la historia del pensamiento. vivir) por una parte, y la totalidad que, como tal, eF accesible al historia·
dor (que condiciona las formas y los límites de ese re-vivir), por la otra. Si
Con estas palabras, Collingwood se reconcilia consigo mismo, y nos '. bien ambas críticas deben mucho más que un tributo ocasional al primero
invita a la vez a reconciliarnos con nosotros mismos, con la necesidad de ! de los factores, su atención se centra decididamente en el segundo.
vivir, trabajar y tratar de comprender sin certeza, y quizá sin esperanza, ¡ Dado que la totalidad es la que da impulso y contenido a la compren-
de que jamás ,¡habremos de alcanzar el final del camino que inspira J sión, ¿para qué habríamos de necesitar la psiquis del actor fallecido,
nuestros esfuetzos. Puesto que nunca es posible. saber si estamos en el 1 excepto para darle nombre a lo que estamos describiendo? "Lo que
sendero recto, recorrerlo pacientemente es lo más aconsejable, Es muy ~ establecemos como un final para el futuro, condiciona nuestra determi-
nación del significado del pasado ... ". Esta aseveración no resulta concilia-
28
R. G. Collingwood, The Idea of History, OJ::ford University Press, Oxford y NueYa ~
York, 1946, (ed. 1973), págs. Zl8, 219, 230. ¡ 30 [bid., pág. 248.
"!bid., pág. 230. ~
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tener historia universal". Y en esto, después de mucho tiempo, arribamos


ble fácilmente con la idea de Dilthey de la hermenéutica como un método por fin a un fundamento sobre el cual la creencia es un carácter progresivo
para penetrar el espíritu de la gente y los acontecimientos del pasado. En de la comprensión histórica, en el cual puede basarse. Pero éste no es el
la obra de Croce y Collingwood parece más bien como una conciencia de fundamento de Dilthey, no es la actividad metódica de los historiadores
que se empeñan en la gradual "reunión de las piezas" de un conocimiento
necesidad. Es más bien la manera en que opera la comprensión de la
historia: esto es lo que debes hacer para poder, comprenderlo. total en continuo crecimiento. Éste es un fenómeno que va mucho más
La ambigüedad inherente a la hermenéutica de Dilthey, sin embargo, allá de los límites de no importa qué actividad historiográfica profesional.
sólo puede resolverse de dos maneras: o bien insistiendo en que la mente La fundamentación de la creencia es la civilización misma, que siempre
del actor histórico (líderes prominentes, artistas, etc.) contiene el criterio trasciende los límites que establece por sí misma desde un momento
anterior, gradualmente se dirige a la identificación de la noción de
esencial de veracidad de todas las comprensiones; o suponiendo que la
libertad interpretativa del historiador, para todo propósito práctico, y ~'nosotros" con la de "humanidad", y alcanza finalmente la antigua
libre de trabas, es infinitamente activa y nunca habrá de detenerse. La profesión de fe: Nihil hu maní a me alienum puto. "Todo conocimiento de
primera solución aporta cierta tranquilidad, puesto que no se han la verdad histórica surge a su vez del estudio de la historia. La historia
misma, y la conciencia histórica se convierten en un constituyente
inventado reglas satisfactorias de "penetración mental" que dejen de
integral de la civilización." Después de todo, "la historia es la manera
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incluir la propia experiencia del "penetrador" (esta grieta en la presa que
encierra el mar de la subjetividad). La segunda solución es una manifies- intelectual en que una civilización se rinde cuentas de su pasado".
Cuanto con mayor riqueza se desarrolle nuestra propia práctica
ta rendición ante la inevitabilidad del relativismo histórico, que Dilthey
trató engañosamente de evitar proponiendo la comprensión como un histórica, tanto más rico será el pasado que consideramos un problema a
método para cuya aplicación. los historiadores cuentan con el au.xílio del comprender y podemos comprender. Cuanto más rico el pasado que
tratamos de tal modo, tanto más rica se hace nuestra civilización y su
incesante progreso de la historia hacia su cumplimiento.
capacidad futura de absorción. El círculo hermenéutico no es precisamen-
Éste es, por supuesto, un juicio-de-valor para definir la reconciliación
te el método apropiado para los historiadores profesionales. Es el modo
de la historicidad de la comprensión histórica como una rendición. Es una
rendición desde el punto de vista de un ideal de la ciencia y de los hombres en que la historia misma se mueve.
En cuanto a la tarea que Dilthey estableció para sí mismo y la ciencia
de ciencia, en su carácter de dueños indiscutidos de su dominio y únicos
hermenéutica cuya codificación propuso, esta conclusión significa una
dispensadores de la verdad, a la cual ellos tienen el privilegio especial de
derrota. Dilthey se proponía idear un método que en última instancia
acceder y exclusivos derechos, en virtud de las herramientas que sólo condujera no precisamente a la comprehensión de la historia, sino a su
ellos son capaces de manejar. Es fuente de un infinito potencial de
verdadera comprehensión. Pero, una vez admitido el papel crucial del
desarrollo, y ciertamente no una rendición, desde el punto de vista de la
"intercambio" con la experiencia interior del sujeto cognicente, y en
recapitulación que aclara el ~re-envío" del pasado (como dice Heidegger),
consecuencia la primordial importancia del horizonte histórico accesible
y llevarlo a cabo es el factor supremo del desarrollo histórico futuro. Por
del sujeto, Dilthey dejó abierta una brecha entre la comprensión y la
cierto que no es una rendición, sino fuente de optimismo, puesto que así
verdad, que cantidad de pensadores futu.ros tratarían de salvar con
lo declara Johann Huizinga: 31 4fj diversa fortuna. En los últimos capítulos veremos que la totalidad de la
Los intereses históricos de toda civilización regional están determinados historia del problema de la comprensión puede ser presentada como una
por la siguiente pregunta: ¿cuáles son las cosas que le "interesan"?... El serie de intentos recurrentes por escapar del relativismo de la compren-
pasado ... sin ninguna otra consideración, significa meramente el caos ... sión revelado por Dilthey, tal vez en contra de su propia intención.
El pasado está siempre limitado de acuerdo con la clase de sujeto que Estos intentos adoptaron, como regla, uno de los dos cursos alternati-
intenta comprender. Cada civilización tiene un pasado propio. vos. Ellos pueden ser descriptos a grandes rasgos, primero,la búsqueda
de una serie de métodos a prueba de tontos, que en última instancia hace
Ésta es en realidad la razón de ser optimista y consolarnos a raíz de los la comprensión tanto posible como convincente; y segundo, el desarrollo
intensos esfuerzos de nuestra civilización por comprender el pasado de la de una teoría de la historia que habría de presentar la historia del
humanidad como un todo, puesto que "es la esencia de una civilización conocimiento como un progreso hacia la verdadera comprensión. La
que todo cuanto concibe se convierte en parte de la misma". Por lo tanto, suposición crucial que subraya el primer camino es que la comprensión
es una especie pe gozo para todos aquellos que consideran la riqueza es una tarea de la razón; el corolario de tal suposición es que la razón
cultural como una virtud el hecho de que "nuestra civilización· que tiene puede alcanzar esta comprensión sólo en cuanto escapaz de emanciparse
por su pasado el pasado del mundo, nuestra historia es la primera en de no importa qué cosa proviniera de otras fuentes (pasiones, intereses

"Johann Huizinga, trad. ingl. de D. R. Cousin, "A definition ofthe concept ofhistory", 32 !bid., págs. 8-10.
en PhilosophJ• and History, pág. 7. 43

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históriros limitados, lealtad grupal, etc ). La suposición crucial del 2


segundo es que la romprensión es una tarea de la historia. Su corolario LA COMPRENSIÓN
es la creencia de que la verdadera comprensión no puede devenir COMO ACTIVIDAD DE LA HISTORIA:
universal mientras el desarrollo histórico no pavimente el camino de la
razón. En meri"txl a la brevedad, denominaremos las dos clases de KARLMARX
soluciünes respectivamente "racionalista" e ''historicista".
El rasgu distintivo prominente de la solución racionalista es su des-
aprensión respecto de la ubicación determinada históricamente en la que
se aborda la comprensión. Desde su punto de vista, el conocimiento, al
igual que la ignurancia, son atemporales. Puede alcanzarse en cualquier
momento. Alcanzarlo depende solamente de lo adecuado del método. Si
no se logra, al que hay que cul.par es al método errado. La gente que
fracasa en ellogr{J de la verdadera comprensión, es claro que apunta en
la dirección equivocada o es-desviada de ella por suposiciones inapropia-
das. Para salvar su error, es preciso que echen mano del método correcto.
De acuerdo con sus impresionantes y convincentes resultados, los méto-
dos correctos, una vez inventados o descubiertos, serán adoptados sin No fue la hermenéutica alemana, en la forma descripta en el capítulo
reticencia; su "idoneidad" será ei único argumento necesario para asegu- anterior, lo que confirió tanto ímpetu como directivas a la teoría social de
rar su triunfo. Karl Marx. En ninguna parte de su obra Marx se reflrió directamente al
La sohtción histori-cista difiere en su rechazo total a creer que la
reconocible problema hermenéutico, tal como fue definido por Dilthey o
comprensión correcta sea posible en todas las condiciunes, dado la sus predecesores; tampoco tuvo mayor contacto con la obra de ninguno de
accesibilidad al ·empleg del método eficaz. El conocimiento, al igual que los pensadores, de los que hemos tratado, que pudiera ser relevante para
la ignorancia, está determinado históricamente. La historia debe "madu- sus propias preocupaciones_. Sin embargo, la contribución de Marx a las
rar" hacia la oomprensi.ón objetiva. El grado de comprobación que debe respuestas que la ciencia social habría de dar más tarde al desafío de la
ser satisfecho por los mejures métodGs en la propia -conciencia de una hermenéutica fue formidable, y hasta quizá crucial. Fue Marx quien
época es y permanecerá siendo limitado hasta que la historia "trascienda expuso los sólidos fundamentos sobre los cuales habría de eleYarse la
a sí misma" y cree las condiciones para que la comprensión pueda respuesta "historicista": encaró la idea de la historia como el progreso de
liber-arse de limitaciones históricas y alcanzar el nivel de la objetividad; la razón hacia la propia-comprensión, tal como la desarrolló en forma
pero aunque lo pudiera, no resultaría efectivo. Ninguna proposición
filosófica Hegel, traduciéndola en términos sociológicos.
verdadera es "convincentemente obvia" fuera del apropiado marco histó- Hegel dio dimensión histórica a las dos ideas revolucionarias de Kant:
rico. que el "objeto del conocimiento" es esencialmente diferente del "objeto de
Coni.o todas las tipologías, ésta pone énfasis en las dit'érencias entre los la realidad" (y no su reflejo, copia o réplica pasiva); y que el sujeto de la
tipos y minimiza similitudes. Ambos tipos son presentados como puros, cognición es y debe seguir siendo un agente activo, cuyo impacto no puede
si bien en la práctica :beori.as específicas mezclan en diversa proporción las ser borrado de ningún objeto de conocimiento. El sujeto ha sido promoYi-
dos tendencias. No1>bstante, la tipología parece abarcar la mayor contro- do de un factor del acto cognitivo, distorsionante e indeseado, a ocupar el
versia que haya habido jamás en el centro mismo del debate sobre la papel de conilición indispensable de todo conocimiento. Fue mostrado
comprensibn. Muchas de las actitudes adoptadas en el debate pueden ser subjetivamente como inseparable de la cognición; en consecuencia, un
entendidas mejor dentro -de la lógica de uno u otro de los dos tipos. Su conocimiento objetivo sólo puede alcanzárse en su totalidad a través de
presentaci-ón en este 'estudio está basada en este supuesto.
esta subjetividad.
Sin embargo, el "sujeto" de Kant era una entidad a-histórica, sometida
a análisis. En su aspecto más universal se lo veía como una condición
trascendental de cada acto de cognición considerado separadamente.
,y Dentro de los límites de un acto cognitivo singular el sujeto y su objeto
real, en realidad, parecen oponerse netamente y ser autónomos, _sólo
mediados por la producción del objeto de conocimiento. Sin embargo, esta
oposición desapareció cuando Hegel traspasó los confines de U:;! simple
acto cognitivo para entrar en los vastos ámbitos del proceso histórico.
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