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ETAPAS DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO

LA INICIACIÓN

Conjunto de actos destinados a establecer una relación procedimental, entre el


administrado y la administración.
Formas de iniciar el procedimiento:
 De oficio: Por el órgano competente, o por orden superior, motivación
basada en cumplimiento de un deber legal o en mérito de una denuncia.
Inicio de oficio es notificado a los administrados, donde se incluye la
información total del caso. Se da la notificación inmediatamente de
emitida la resolución, salvo que normativa autorice que sea diferida.

 De parte: Todo administrado sin necesidad de ser parte lesionada tiene


derecho a formular denuncia, facultad del administrado para presentar
solicitudes en protección de su interés particular o en defensa del interés
general de la sociedad, y contradecir actos administrativos, pedir
informaciones, formular consultas o pedidos de gracia.

La excepción que señala la Ley es que por disposición legal o por su finalidad
corresponda que un procedimiento administrativo sea iniciado exclusivamente
de oficio, o exclusivamente a instancia del interesado.

El caso especial de las denuncias

 La naturaleza jurídica del denunciante: Al presentar una denuncia, no es


necesario que el denunciante sustente la afectación inmediata de algún
derecho o interés legítimo. Pero, a su vez, por esta actuación el
denunciante no es considerado sujeto del procedimiento que se vaya a
iniciar.
 Colaboración del administrado con la Administración: En realidad, la
denuncia implica más bien un supuesto de colaboración del administrado
a favor de la administración, lo cual no deberá generar ninguna carga o
costo para aquel.
La denuncia a realizarse debe exponer claramente la relación de los hechos, las
circunstancias de tiempo, lugar y modo que permitan su constatación, la
indicación de sus presuntos autores, partícipes y damnificados, el aporte de la
evidencia o su descripción para que la administración proceda a su ubicación,
así como cualquier otro elemento que permita su comprobación

Derecho del administrado a la petición administrativa

Cualquier administrado, individual o colectivamente, puede promover por escrito


el inicio de un procedimiento administrativo ante todas y cualesquiera de las
entidades, ejerciendo el derecho de petición reconocido en el artículo 2º inciso
20) de la Constitución Política del Estado.

Facultades de presentar solicitudes en interés particular del administrado, de


realizar solicitudes en interés general de la colectividad, de contradecir actos
administrativos, las facultades de pedir informaciones, de formular
consultas1178 y de presentar solicitudes de gracia.

Obligación de las entidades públicas de dar al interesado una respuesta por


escrito dentro del plazo legal.

Solicitudes en interés particular del administrado

Mediante las solicitudes en interés particular, cualquier administrado con


capacidad jurídica —es decir, capacidad de goce— tiene derecho a presentarse
personalmente o hacerse representar ante la autoridad administrativa, para
solicitar por escrito la satisfacción de su interés legítimo, obtener la declaración,
el reconocimiento u otorgamiento de un derecho, la constancia de un hecho,
ejercer una facultad o formular legítima oposición

Solicitudes en interés general de la colectividad

Las personas naturales o jurídicas pueden presentar petición o contradecir actos


ante la autoridad administrativa competente, aduciendo el interés difuso de la
sociedad. Se entiende por interés difuso aquellos intereses que no pueden
imputarse a personas individualmente consideradas, sino más bien a un grupo
indeterminado de ellas, de manera colectiva, respecto a bienes que no son
susceptibles de apropiación exclusiva.
Contradicción administrativa

La contradicción en el ámbito administrativo tiene por finalidad discutir en la


misma sede la pertinencia de un acto determinado, a fin de generar su
impugnación, en la vía administrativa, y en la forma prevista en la Ley, para que
sea revocado, modificado, anulado o sean suspendidos sus efectos.

Se ejerce fundamentalmente a través de los recursos administrativos que regula


la ley de procedimiento administrativo general. Sin embargo, es posible ejercerla
también a través de solicitudes que generen procedimientos administrativos
separados y autónomos.

Facultad de solicitar información

La Ley del Procedimiento Administrativo General señala que el derecho de


petición administrativa incluye también la facultad de solicitar la información que
obra en poder de las entidades, siguiendo el régimen previsto en la Constitución
y la Ley.

La existencia de información adecuada a la cual puede acceder el particular


reduce los costos en que el mismo debe incurrir para realizar los diversos
procedimientos administrativos existentes.

Obliga al Estado, a ser eficiente en su manejo de los servicios y bienes a su


cargo.

Facultad de formular consultas

El derecho de petición incluye también la facultad de formular consultas por


escrito a las autoridades administrativas, sobre las materias a su cargo y el
sentido de la normativa vigente que comprende su accionar, particularmente
aquella que es emitida por la propia entidad.

Peticiones de gracia

Las peticiones de gracia no se apoyan en otro título (jurídico) que el nudo


derecho de petición, por lo cual no resulta exigible el pronunciamiento expreso
de la autoridad administrativa. Las peticiones graciables se enfocan entonces en
solicitudes respecto de las cuales la Administración no está obligada a
pronunciarse positivamente aun cuando el administrado cumpla con
determinados requerimientos, puesto que se encuentran sujeta a la
discrecionalidad de la misma.

Prestación de un servicio cuando no cuenta con otro título legal específico que
permita exigirlo como una petición en interés particular.

Ejemplos de ello son los pedidos de pensiones de gracia, de formulación de


políticas, de emisión de determinados instrumentos legales de naturaleza
normativa o de realización de determinadas acciones por parte de la
Administración respecto de prestaciones a favor del administrado.

Efectos del inicio de procedimiento

Establecimiento de la relación administrativa procesal la misma que se sustancia


entre Administración y administrado.

 La necesidad de que el procedimiento siga sus trámites preceptivos hasta


poner fin al mismo, en mérito del impulso de oficio al que se encuentra
obligada la Administración.
 La atribución inmediata de potestades, obligaciones y deberes a favor de
la Administración; así como de derechos, obligaciones y deberes respecto
al administrado, como lo hemos señalado anteriormente.

Prioridad en la atención

La iniciación del procedimiento administrativo genera la prioridad en la atención


a favor del Administrado, es decir, que este sea atendido en el orden que
corresponda de acuerdo a la iniciación del procedimiento en cuestión.

Por ejemplo, en los procedimientos de obtención de licencias o de derechos de


explotación, así como en el caso de los procedimientos registrales, sean
industriales, mineros, mercantiles o de propiedad.

Posibilidad de adopción de medidas provisionales

La iniciación del procedimiento permite a la Administración la adopción de


medidas cautelares, destinadas, como su nombre lo indica, a asegurar la
ejecución de la resolución que ponga fin al procedimiento —su eficacia— y evitar
la generación de perjuicios irreparables.
Interrupción de la prescripción

Cuando existen plazos de prescripción o caducidad, como por ejemplo en los


procedimientos sancionadores, la iniciación del procedimiento administrativo
interrumpe los mismos, lo cual obviamente puede ocurrir en los procedimientos
de oficio o en los iniciados a pedido de parte.

Presentación de los escritos

Mecanismo a través del cual el administrado interactúa con la autoridad


administrativa. Mediante el escrito el administrado protege debidamente sus
derechos. El procedimiento administrativo es escriturado.

Requisitos de los escritos

 Requisitos subjetivos de los escritos provienen precisamente de las


calidades de estos, entendiéndose que el sujeto que presenta el escrito
debe tener aptitud — capacidad procesal— para realizar el acto, así como
una voluntad libre, la misma que no haya sido afectada por coacción,
situación que configura un delito contra la voluntad individual.
 Requisitos materiales de los escritos: Nombres y apellidos completos,
DNI, domicilio, en general datos identificatorios, el petitorio, indicación del
órgano entidad o la autoridad a la cual es dirigida, dirección donde recibir
las notificaciones, relación de documentos y anexos que acompaña.

RECEPCIÓN DOCUMENTAL

Inicio propiamente dicho del procedimiento administrativo iniciado a petición de


parte. Nacimiento de la obligación de la entidad de instruir e impulsar el
procedimiento.
LA ORDENACIÓN

Conjunto de reglas aplicables al procedimiento y destinadas a su tramitación


adecuada y eficiente de tal forma que se respeten las garantías del debido
procedimiento. La ordenación en nuestro caso, implica el cumplimiento de las
formalidades y requerimientos mínimos para que el procedimiento se tramite de
manera correcta.

Las posiciones de las partes

En el proceso judicial las partes son consideradas sustancialmente iguales,


mientras que en el procedimiento administrativo se reconoce la prevalencia de
la Administración respecto a los administrados, razón por la cual se establecen
determinadas garantías a favor de estos últimos.

Las garantías del procedimiento

Asimismo, las garantías aplicables al procedimiento administrativo y al proceso


judicial se enfocan de manera distinta. En el procedimiento administrativo dichas
garantías permiten, proteger al administrado ante el actuar indebido de la
autoridad administrativa y a fin de protegerlo contra la arbitrariedad.

Mientras tanto, en el proceso judicial se requiere asegurar la igualdad entre las


partes y proteger el principio de conducta procesal.

El principio de unidad de vista

Implica que los procedimientos administrativos se desarrollan de oficio, de modo


sencillo y eficaz sin reconocer formas determinadas, fases procesales,
momentos procedimentales rígidos para realizar determinadas actuaciones o
responder a precedencia entre ellas, salvo disposición expresa en contrario de
la ley en procedimientos especiales.

Si bien es cierto que en un procedimiento administrativo se reconoce una


iniciación y una finalización del mismo, el periodo intermedio goza de amplia
flexibilidad, que le permite a la autoridad administrativa adecuar los actos
procedimentales a cada caso concreto.

En el ámbito administrativo, el principio de unidad de vista se opone al principio


de preclusión procesal típico de la actividad jurisdiccional.
Principio de impulso de oficio del procedimiento

Dado que no puede dejarse al arbitrio de los administrados el seguimiento de los


procedimientos administrativos, el impulso de los mismos es de oficio, de
acuerdo al principio contenido en el inciso 1.3 del artículo IV del Título Preliminar
del TUO de la Ley 27444. Como resultado de este principio, las autoridades
deben dirigir e impulsar de oficio el procedimiento y ordenar la realización o
práctica de los actos que resulten convenientes para el esclarecimiento y
resolución de las cuestiones necesarias.

Derecho de acceso al expediente

Como resultado del derecho de los administrados al debido proceso en sede


administrativa, y como una garantía de la legalidad del procedimiento, los
administrados, sus representantes o su abogado, tienen derecho de acceso al
expediente que corresponde al procedimiento en cualquier momento de su
trámite, así como a sus documentos, antecedentes, estudios, informes y
dictámenes; pudiendo obtener certificaciones de su estado y recabar copias de
las piezas que contiene, previo pago del costo de las mismas.

Reglas para la celeridad de los procedimientos

En primer lugar, en el impulso y tramitación de casos de una misma naturaleza,


se sigue rigurosamente el orden de ingreso, y se resuelven conforme lo vaya
permitiendo su estado, dando cuenta al superior de los motivos de demora en el
cumplimiento de los plazos de ley, cuando no puedan ser removidos de oficio.

Medios de transmisión a distancia

El caso de la notificación en procesos de selección (SEACE)

Conformación del expediente

Permite dejar prueba instrumental de las actuaciones realizadas

sirve de insumo básico para la elaboración y generación de los actos de


instrucción

hace posible la emisión de la resolución final.


 Regla del expediente único: Como evidente consecuencia de la
importancia del expediente en el procedimiento administrativo, y como
una garantía de la legalidad del mismo, la ley señala que solo puede
organizarse un expediente para la solución de un mismo caso, para
mantener reunidas todas las actuaciones para resolver.
 Uniformidad documental: La Ley señala, en primer lugar, que los
documentos, actas, formularios y expedientes administrativos, se
uniforman en su presentación para que cada especie o tipo de los mismos
reúnan características iguales.

Intangibilidad del expediente administrativo

El contenido del expediente es intangible, no pudiendo introducirse


enmendaduras, alteraciones, entrelineados ni agregados en los documentos una
vez que hayan sido firmados por la autoridad competente. De ser necesarios
dichos cambios, en casos excepcionales, deberá dejarse constancia expresa y
detallada de las modificaciones introducidas. Demás está decir que dichos
cambios no son posibles en documentos o actos generados por particulares.

La queja

Finalidad de la queja: La queja es una garantía a favor del administrado que tiene
por finalidad obtener la corrección de los defectos que pueda tener la tramitación
de los procedimientos, defectos que pueden tener variada naturaleza y que
pueden deberse a diversas causas.

En caso de declararse fundada la queja, se dictarán las medidas correctivas


pertinentes respecto del procedimiento, y en la misma resolución se dispondrá
el inicio de las actuaciones necesarias para sancionar al responsable de los
defectos en el procedimiento.

Las medidas cautelares

Las medidas cautelares son instrumentos jurídicos que tienen por finalidad
asegurar la ejecución o el cumplimiento de la posterior resolución que se emita
como resultado de un procedimiento determinado.
Iniciado el procedimiento, la autoridad competente mediante una decisión
motivada y con elementos de juicio suficientes, puede adoptar provisionalmente
medidas cautelares a fin de asegurar la eficacia de la resolución por emitir. Estas
medidas pueden ser modificadas o levantadas durante el procedimiento de oficio
o a instancia de parte. La caducidad de estas medidas se produce cuando se
emite la resolución que pone fin al procedimiento o cuando ha transcurrido el
plazo fijado para su ejecución o para la emisión de la resolución.

LA INSTRUCCIÓN

Son diligencias o actos necesarios para la determinación, conocimiento y


comprobación de los datos en virtud de los cuales deba pronunciarse la
resolución en un procedimiento administrativo.

Se realiza a cargo de la autoridad, a cuyo cargo se tramita el procedimiento. Se


prohíbe diligencia innecesaria

Alegatos o Alegaciones:

 Los Administrados pueden formular alegaciones y aportar pruebas en


cualquier estado del procedimiento. Las alegaciones o alegatos tienen por
finalidad explicitar la posición del administrado en el procedimiento que se
está siguiendo, aportando elementos diversos, como datos de hecho,
valoraciones jurídicas o técnicas y argumentos basados en dichos insumos.

 En los procedimientos administrativos sancionadores o en actos de


gravamen para el administrado solo se puede expedir resolución después
de haberle otorgado un plazo perentorio no menor de 5 días para presentar
alegatos o pruebas de descargo.

Actividad y Actuación Probatoria

Es a través de la actuación probatoria que la autoridad administrativa puede


formarse convicción respecto a la resolución del caso concreto, en mérito de la
verdad material a obtener. Es mediante la actividad probatoria que se
comprueban los datos aprobados por los administrados o los obtenidos por la
Administración.
Carga de la Prueba:

Se rige por el principio de impulso de oficio. Debe señalarse que la actividad


probatoria le corresponde fundamentalmente a la entidad, estableciéndose
entonces el principio de que la carga de la prueba, es decir, la obligación de
probar los fundamentos que sustentan la decisión, le corresponde a la
Administración y no a los administrados, sin perjuicio de permitirle a estos
acreditar los hechos que alegan.

Ello conlleva además a dos importantes principios que son, el de la oficialidad de


la prueba, y de verdad material, es decir, la búsqueda de la determinación,
conocimiento y comprobación de los datos para poder emitir una resolución, por
parte de la autoridad administrativa. Esta última tiene la obligación de adquirir,
en el procedimiento, la mayor cantidad de datos que sean relevantes para su
decisión.

Actuación Probatoria de la Entidad:

 Cuando la entidad no tenga por ciertos los hechos alegados por los
administrados o cuando la naturaleza del procedimiento lo exija
dispondrá la actuación de la prueba.

 La actuación probatoria debe realizarse con las mayores garantías a


favor del administrado.

 La autoridad solo rechaza motivadamente pruebas innecesarias o


improcedentes.

 Puede prescindirse la actuación probatoria, cuando se decide en base


a hechos presentados por las partes que se tienen por ciertos y
congruentes.

 La autoridad no actuara prueba sobre hechos públicos o notorios, ni


sobre los alegados que consten en los archivos de la entidad o le
consten al funcionario por el ejercicio de sus funciones y sobre los
hechos que gocen de la presunción de veracidad sin perjuicio de la
fiscalización posterior.
 La autoridad recabará directamente de otras autoridades antecedentes
necesarios para resolver.

 La autoridad puede exigir a los administrados informes, documentos,


bienes e inspecciones salvo derechos constitucionales.

Actuación Probatoria: Testigos

 Quien ofrece prueba de testigos soporta la carga de la comparecencia.

 Si el testigo no comparece sin causa justo se prescindirá de su


testimonio.

 La administración puede interrogar a los testigos, y disponer careos con


los administrados, en caso de declaraciones contradictorias.

Actuación Probatoria: Peritos

 Los administrados pueden proponer peritos a su costa, indicando los


aspectos técnicos sobre los que debe pronunciarse.

 La administración se abstendrá de contratar peritos, debiendo solicitar


informes técnicos a su personal o a las entidades técnicas aptas
(preferentemente Universidades Publicas)

Actuación Probatoria: Terceros

 Los terceros tienen el deber de colaborar para la prueba de los hechos,


con respeto a sus Derechos Constitucionales.

Petición de Informes y Declaraciones de Funcionarios

 La autoridad solo puede solicitar informes indispensables para resolver


o preceptuados en la ley.

 Informe Legal: sólo cuando la cuestión jurídica es discutible y no pueda


ser resulta por el Instructor.

 Si no se presenta el Informe solicitado, la autoridad puede prescindir


de aquel o citar al Funcionario Informante.
 Las autoridades no prestan confesión, salvo en procedimientos
internos de administración; pero pueden ser testigos, informantes o
peritos.

Informe final y Proyecto de Resolución

Cuando fuere distinta la autoridad instructora de la que resulta competente para


resolver, la instructora eleva un informe final en el cual recogerá los aspectos
más relevantes del acto que lo promovió, así como un resumen del contenido de
la instrucción, análisis de la prueba instruida, y formulará en su concordancia un
proyecto de resolución.

FIN DEL PROCEDIMIENTO

Ponen fin al procedimiento, que debería concluir con la resolución o el acto del
funcionario competente que resuelve la solicitud o recurso del administrado,
concediendo o denegando el derecho invocado. Sin embargo, esto no siempre
es así, pues existen otras situaciones que ponen fin al procedimiento
administrativo sin que se emita un pronunciamiento sobre la solicitud o recurso
del administrado. Estas son:

Resolución sobre el fondo

Podríamos decir que ésta es la forma natural por la que deberían concluir los
procedimientos administrativos. Implica que el funcionario competente ha
evaluado la solicitud o el recurso del administrado y ha emitido un
pronunciamiento a favor o en contra del administrado.

Al respecto, la Ley señala que la resolución que pone fin al procedimiento debe
contener los requisitos de validez del acto administrativo. Asimismo, si se trata
de un procedimiento a solicitud del administrado, la resolución se debe
pronunciar sobre todos los puntos solicitados.

El silencio administrativo positivo

Funciona como una presunción en sentido positivo o negativo de la solicitud


presentada por el administrado, atribuyendo un significado a la ausencia de
pronunciamiento expreso por parte de la entidad encargada del procedimiento.
Así, la finalidad del silencio administrativo es la de proteger al administrado de la
demora o la inacción de los funcionarios públicos.

Cuando opera el caso del silencio administrativo positivo, el administrado puede


considerar concedido su pedido o solicitud cuando transcurre el plazo previsto
sin que el funcionario encargado del procedimiento emita su pronunciamiento.

De esta manera, el silencio administrativo positivo pone fin al procedimiento


concediendo al administrado su solicitud o recurso.

El silencio administrativo negativo

En su sentido negativo, el silencio administrativo también pone fin al


procedimiento cuando le atribuye a la inacción del funcionario encargado el
sentido desfavorable a la solicitud o recurso del administrado, quien podrá
considerar denegado su pedido e iniciar las acciones necesarias para cuestionar
dicha denegatoria

El desistimiento

El desistimiento opera únicamente en los procedimientos iniciados a solicitud de


parte, en los que el titular de la pretensión es el administrado. En estos casos, el
administrado puede desistirse de su solicitud o recurso cuando lo considere
pertinente. Existen dos formas de desistimiento:

 El desistimiento del procedimiento: Se produce cuando el administrado


se desiste de continuar con el procedimiento iniciado, pero conservando
el derecho a iniciar otro procedimiento con la misma pretensión.
 El desistimiento de la pretensión: En este caso, el administrado se
desiste de su pedido o solicitud, de tal manera que este desistimiento no
sólo genera que el procedimiento concluya, sino también, que el
administrado quede impedido de iniciar otro procedimiento por la misma
pretensión.
Como regla general, el desistimiento sólo afectará a quien lo hubiera
formulado.
Asimismo, el funcionario encargado podrá continuar con el procedimiento
si considera que podrían afectarse derechos de terceros o de interés
general.
Abandono del procedimiento

A diferencia del desistimiento, el abandono del procedimiento no conlleva una


actuación del administrado, sino todo lo contrario, el abandono del procedimiento
se produce por una inacción del administrado.

De manera general para cualquier procedimiento administrativo, el artículo 191º


de la Ley señala que cuando el administrado incumpla algún trámite que le
hubiera sido requerido que produzca su paralización por treinta días, la autoridad
de oficio o a solicitud del administrado declarará el abandono del procedimiento.

La conciliación

En los procedimientos trilaterales, en los que existen intereses contrapuestos de


dos o más administrados, es posible que el procedimiento culmine como
consecuencia del acuerdo conciliatorio al que lleguen las partes.

La transacción extrajudicial

Deberíamos referirnos en realidad a la transacción fuera del procedimiento y no


extrajudicial. En todo caso, se trata del acuerdo transaccional al que pueden
llegar las partes en un procedimiento administrativo trilateral.

Pero, a diferencia de la conciliación, la transacción se da fuera del procedimiento


administrativo.

Prestación efectiva de lo solicitado a conformidad del administrado en caso


de petición graciable

El derecho a formular peticiones graciables está regulado por el artículo 121º del
TUO de la ley 27444, y contempla la posibilidad de que el administrado solicite
al titular de la entidad competente la emisión de un acto sujeto a su
discrecionalidad o a su libre apreciación, o prestación de un servicio cuando no
cuenta con otro título legal específico que permita exigirlo como una petición en
interés particular.

Es decir, que los administrados tienen derecho a formular peticiones que no


están contempladas en procedimientos administrativos regulados por el TUPA
de la entidad correspondiente. Además, tienen derecho a que el funcionario
competente evalúe su petición y la concede o la deniegue.
Al respecto, la ley señala que en estos casos no es necesario que el funcionario
competente emita una resolución o un pronunciamiento sobre la petición del
administrado, sino que bastará con que la conceda de manera efectiva, según la
solicitud, dándose por concluido el procedimiento.

EJECUCIÓN DE RESOLUCIONES

Tiene directa relación con los efectos que los mismos generan. La ejecución
permite, entonces, que dichos efectos jurídicos puedan hacerse efectivos. Los
actos de ejecución son en gran medida hechos administrativos, pues son
manifestación de los efectos jurídicos de los actos administrativos generados por
la propia Administración Pública.

Pérdida del carácter ejecutorio

La doctrina conoce esto como decaimiento del acto administrativo, puesto que el
acto administrativo no posee dicha ejecutoriedad de manera permanente. Salvo
norma expresa en contrario, los actos administrativos pierden efectividad y
ejecutoriedad en los casos que señala el artículo 202 del TUO de la Ley 27444.

La Ley, sin embargo, no hace referencia a la existencia de plazo resolutivo


distinto al señalado en los puntos precedentes, en el cual el hecho futuro no
resulta ser incierto, sino más implica que ocurrirá de todas maneras. Un caso
interesante es el de la muerte del administrado cundo la obligación es
personalísima.

Sin embargo, esto puede entenderse más bien como la pérdida de eficacia del
acto, que evidentemente genera la pérdida de ejecutoriedad del mismo.

EJECUCIÓN FORZOSA

La ejecución forzosa es el mecanismo a través del cual la administración pública


procura el cumplimiento de las obligaciones y deberes generados respecto de
los administrados en un acto administrativo, ante la negativa del administrado de
cumplir espontáneamente con las mismas.
No siempre resulta procedente que la autoridad administrativa puede iniciar un
procedimiento de ejecución forzosa. Las exigencias que la administración debe
cumplir están contempladas en el artículo 203 del TUO de la Ley 27444.

La norma señala adicionalmente que en caso de resoluciones finales que


ordenen medidas correctivas, la legitimidad para obrar en los procesos civiles de
ejecución corresponde a las partes involucradas y no a la entidad administrativa
que las emitió.

Notificación del acto de inicio de ejecución

La decisión que autorice la ejecución administrativa será notificada a su


destinatario antes de iniciarse la misma. Ello implica que los actos materiales de
ejecución se originan necesariamente en un acto administrativo que los justifica,
cuya emisión es posterior al acto que se ejecuta. Este principio le permite al
administrado hacer posible el cumplimiento voluntario de su obligación. Sin
embargo, la norma establece que la autoridad puede notificar el inicio de la
ejecución sucesivamente a la notificación del acto ejecutado, siempre que se
facilite al administrado cumplir espontáneamente la prestación a su cargo. Vale
decir, otorgarle al administrado el plazo razonable para cumplir con la obligación,
transcurrido el cual se dará inicio a la ejecución forzosa. Artículo 204 del TUO
Ley 27444.

Medios de Ejecución Forzosa

La ejecución coactiva

Es el mecanismo de ejecución forzosa por excelencia, a través del cual la


Administración se procura la ejecución de una obligación de dar, hacer o no
hacer, aun en contra de la voluntad del administrado. Artículo 296 TUO Ley
27444. La ejecución coactiva se rige por sus propias normas, señaladas en la
normatividad pertinente. La ley aplicable actualmente es la Ley de Procedimiento
de Ejecución Coactiva, N.º 26979.

El embargo de bienes o el remate de los mismos son ejemplos de mecanismos


de ejecución coactiva, en particular referidos a obligaciones de dar. La
Administración se encuentra entonces autorizada a obtener del patrimonio del
obligado aquello que se le adeuda.
La ejecución subsidiaria

Es el mecanismo a través del cual la Administración se procura la prestación a


través de la ejecución de la misma por un sujeto distinto al obligado. Este
mecanismo se aplica a falta de ejecución coactiva, cuando no existe mecanismo
que permita obtener que el administrado cumpla su prestación de manera
directa.

La ejecución subsidiaria ocurre únicamente cuando la obligación no es


personalísima y fundamentalmente respecto de obligaciones de dar o de hacer.

Multa coercitiva

La multa coercitiva es el mecanismo a través del cual la entidad administrativa,


para la ejecución de determinados actos, puede imponer multas reiteradas por
períodos consecutivos, a fin de que el obligado cumpla con lo ordenado por la
Administración.

La multa coercitiva se da únicamente cuando así lo autoricen las leyes, y en la


forma y cuantía que estas determinen expresamente, en estricto cumplimiento
del principio de legalidad y dado el carácter especial que rodea a este
mecanismo de ejecución. La Ley, en consecuencia, no autoriza directamente a
las entidades el empleo de este mecanismo coercitivo.

Es preciso señalar además que la multa coercitiva es independiente de las


sanciones que puedan imponerse con tal carácter y compatible con ellas. La
multa coercitiva no tiene naturaleza sancionadora, sino más bien conminatoria y
funciona como un mecanismo de ejecución.

Acto de compulsión sobre las personas

Los actos administrativos que impongan una obligación personalísima de no


hacer o soportar, que no puedan hacerse efectivos de otra manera, podrán ser
ejecutados por compulsión sobre las personas en los casos en que la ley
expresamente lo autorice, y siempre dentro del respeto debido a su dignidad y a
los derechos reconocidos en la Constitución Política. Ello implica que solo la ley
—entendemos ley emanada del Congreso, puesto que solo mediante esta puede
limitarse derechos fundamentales— puede otorgarse la potestad de ejercer
dicha coerción directa.
Por otro lado, la compulsión no podría por ejemplo privar de la libertad a alguna
persona o generar la pérdida de su patrimonio. En consecuencia, el uso de actos
de compulsión resulta ser aún más excepcional que la multa coercitiva por ser el
mecanismo más gravoso a emplear contra el administrado.

Un ejemplo interesante es el contenido en la Ley Orgánica de Elecciones


respecto a la ausencia de miembros de mesa durante la jornada electoral. Se ha
establecido que las ausencias se deberán cubrir con electores de la respectiva
fila, pudiendo emplearse incluso la fuerza pública.

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