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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

ESTUDIOS TEOLÓGICOS DESCENTRALIZADOS ETED – VENEZUELA

“ANALISIS DEL PENSAMIENTO SOCIOLOGICO DE MICHEL


FOUCAULT”

POR

JENNY R. HERNÁNDEZ B.

ORIANA GONZÁLEZ H.

INFORME DE LECTURA

En cumplimiento parcial de los requisitos para aprobar el curso de:

“INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA”

Profesor: ALEXANDER ROMERO

Septiembre, 2019

San Diego de los Altos, Venezuela


Michel Foucault constituye un pilar crítico de referencia respecto a las
instituciones sociales relacionadas a la medicina, psiquiatría, sexualidad
humana, sistemas de prisiones y, no menos importante, en las ciencias sociales.
Nacido en Poitiers, Francia, el 15 de octubre de 1926; fallece en París el 25 de
junio de 1984 a causa de una infección por VIH-SIDA.

ENFOQUE POLITICO

El pensamiento teórico de Michel Foucault abarcó aspectos muy diversos


relativos a la naturaleza humana, del cual no se escapa la política. Foucault fue
conocido por ser un ávido crítico del marxismo original, aunque este movimiento
constituyó una de sus fuentes filosóficas. Se pueden hallar tres tesis
foucaultianas críticas a la teoría marxista:

 El poder no se centra en el Estado, sino que circula por toda la sociedad: Para
este filósofo francés el poder no hace una referencia exclusiva al gubernativo,
sino que viene dado por una serie de micropoderes. En contraste al
pensamiento marxista, que establece al Estado como un centro de poder
sobrevalorado que ejerce una fuerza de represión para la coordinación de las
clases en las sociedades capitalistas, Foucault plantea un distanciamiento de
este discurso manifestando que el Estado no es más que el resultado de
agencias y funciones de gobierno, un sistema impersonal de reglas que se
extiende a todos los aspectos de la vida humana (desde un cargo burócrata
hasta la dinámica familiar cotidiana) la cual obedece a dos tipos de relaciones:
Opresión respecto a la legitimidad del poder y Represión en términos de lucha
y sumisión.
 La lucha política no consiste en la evolución social, sino que se realiza en las
microprácticas institucionales: Una de las premisas del pensamiento marxista
es la necesidad de luchar desde el proletariado para generar una revolución
que destruya al Estado capitalista de manera violenta. En contraste, Foucault
manifiesta el disciplinamiento de la sociedad, donde los individuos modulan
cómo pensar, cómo actuar, qué decir y cuándo. Estas microprácticas, que
llamó también discursos, representan el principal objeto de la lucha política;
sobre los cuales se debe hacer una crítica práctica que permita establecer los
acontecimientos que nos definen, a todo nivel.
 El poder es inextinguible: El fin del marxismo radical es eliminar las clases
sociales, el Estado y la política misma. Para Foucault esto significa un
absurdo, pues es imposible una sociedad en la que desaparezcan las clases
sociales, la política se encuentra en todas partes y nunca puede desaparecer
por completo; todo es político: siempre habrá lucha, resistencia y
confrontación.
ENFOQUE JURÍDICO Y PENAL

Esta posición filosófica de Foucault le permitió adentrarse en otros


campos sociales, como el sistema jurídico y penal. Uno de sus textos, quizá el
más conocido, “Vigilar y castigar” es una revisión a las penas y la forma en que
éstas se ejecutaban a lo largo de la historia de la humanidad, sobre todo en
Francia.

Según este autor, los gobiernos de estilo monárquico perpetuaban su


poder y soberanía mediante la imposición y ejecución de castigos públicos que
fueran de equivalente atrocidad al crimen cometido. Es entonces que, Rey,
sentenciadores y verdugos se convierten en uno solo; de esta unidad del castigo-
ejecución se deducía inmediatamente en el público la contrariedad del
delincuente a los deseos del Rey, y por lo tanto, el pueblo temía y actuaba dentro
de la norma. Esta primera etapa de la penalidad, a la cual denominó “Teatro del
castigo” sufrió reformas a medida que las monarquías fueron evolucionando
hacia democracias modernas.

Es entonces, que nace una reforma jurídica que permite desconcentrar el


poder y la ejecución de los castigos a múltiples instituciones a niveles locales y
regionales. A esto se refería Foucault con los micropoderes: el verdugo es
reemplazado por psiquiatras, jueces y maestros; se originan asimismo las
cárceles y los carcelarios como agentes de vigilancia. A este segundo
movimiento denominó “Economía del castigo”, donde se asume la noción de la
vigilancia como ente regulador para mantener a la sociedad dentro de la
normatividad.

ENFOQUE PSIQUIATRICO

Adentrándonos en el campo de la Psiquiatría, Foucault extiende su


pensamiento sobre la circulación del poder a través de instituciones, donde los
asilos o manicomios no son más que otro ejemplo de la supremacía del poder y
la política a algo que se supone estrictamente de carácter científico. Según este
sociólogo, los doctores afirmaban y reafirmaban su poder mediante el
establecimiento de la verdad de la locura. Para éstos, el saber-poder les permitía
perpetuar el diagnóstico sobre el loco, alienando su condición y creando
dependencia de la institución médica. Esta era la situación predominante en los
asilos de Francia durante el siglo XX, donde el poder predominaba sobre el
carácter asistencial e investigativo de estos centros; es entonces cuando el
pensamiento Foucaultiano incidió de manera tal en la comunidad científica, junto
al trabajo de otros autores del ramo, que se empezaron a aplicar intervenciones
en el sistema psiquiátrico francés para la mejoría en cuanto a la integridad del
paciente.

ENFOQUE EDUCATIVO

El discurso educativo para Foucault consistía en la premacía del poder en


forma de saber y la construcción de la verdad, de este modo se construye una
autoridad ejercida por los educadores, quienes deben ser modelos a seguir,
como dueños y fuente de la verdad, a modo de la antigua Grecia. Es por ello,
que las instituciones educativas son los “verdugos modernos” encargados de
adecuar la sociedad en torno a la verdad legitimizada por medio de compendios
bibliográficos, laboratorios y tesis; estas instituciones buscan enseñar desde la
verdad, argumentando creencias y actuando de forma transparente y ética para
formular a la sociedad deseada.

Han transcurrido más de 30 años desde la desaparición física de este


importante sociólogo francés, quien incursionó en numerosos aspectos de lo que
nos constituye como humanos, como sociedad, como depósitos temporales y
transitorios del poder. Su obra no se ha detenido, sus influencias siguen
acompañando los discursos sociológicos actuales y, más que establecer un
absolutismo en las disciplinas en las que incursionó, busca generar una mirada
crítica al pasado, a lo que construye nuestro modo de vida. En conclusiva, para
Foucault, el poder no es un ostentoso accesorio exclusivo de los gobernantes
sino parte de nuestra misma esencia como seres en sociedad, en contraposición
a otros pensamientos políticos radicales tales como el marxismo.

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