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FORO: PSICOPATÍA

Manuela Alejandra Rozo Riveros

A continuación, se presentará un cuadro comparativo respecto a los criterios de psicopatía según Hare y los trastornos de personalidad Grupo B.
Tabla 1. Cuadro comparativo entre criterios de psicopatía según Hare y los trastornos de personalidad del grupo B.

Criterios Psicopatía según Hare Trastornos de personalidad (Grupo B) DSM-5 (2013)

Se encuentra divida en 2 factores. El primero es Trastorno de personalidad Antisocial:


interpersonal/afectivo y el segundo, Desviación social. A. Patrón dominante de inatención y vulneración de los derechos de los
Factor I. Interpersonal/afectivo: Se caracteriza por presentar demás, que se produce desde los 15 años de edad, y que se manifiesta por
patrones sintomáticos característicos, “tanto a nivel afectivo tres (o más) de los hechos siguientes:
(emociones lábiles y cambiantes, falta de empatía, ausencia de 1. Incumplimiento de las normas sociales respecto a los
sentimientos de culpa o de remordimientos), como en el plano comportamientos legales, que se manifiesta por actuaciones repetidas que
interpersonal (ausencia de vínculos duraderos y estables, son motivo de detención. 2. Engaño, que se manifiesta por mentiras
superioridad, dominio, arrogancia, manipuladores , egocéntricos) repetidas, utilización de alias o estafa para provecho o placer personal.
y conductual (estilo de vida inestable con comportamientos 3. Impulsividad o fracaso para planear con antelación.
parasitarios y ausentes de planificación, impulsivos, 4. Irritabilidad y agresividad, que se manifiesta por peleas o
irresponsables, búsqueda de sensaciones inmediatas, transgresión agresiones físicas repetidas.
de las normas sociales)”(Aguilar, 2017. p.13) 5. Desatención imprudente de la seguridad propia o de los demás.
Sin embargo, de manera más descriptiva y según el 6. Irresponsabilidad constante, que se manifiesta por la
Modelo jerárquico bifactorial de las cuatro facetas del PCL-R incapacidad repetida de mantener un comportamiento laboral coherente o
(1991, 2003) (Citado por Aguilar, 2017. p.15) se presentan los cumplir con las obligaciones económicas.
siguientes: 7. Ausencia de remordimiento, que se manifiesta con indiferencia
Faceta 1 (interpersonal): o racionalización del hecho de haber herido, maltratado o robado a
1. Locuacidad/encanto superficial alguien.
2. Sentido de autovaloración grandilocuente B. El individuo tiene como mínimo 18 años.
3. Insinceridad/ Mentira Patológica C. Existen evidencias de la presencia de un trastorno de la conducta con
4. Estafador/Manipulador inicio antes de los 15 años.
 Faceta 2. Afectivo Interpersonal D. El comportamiento antisocial no se produce exclusivamente en el
5. Ausencia de remordimiento y de sentimientos de curso de la esquizofrenia o de un trastorno bipolar.
culpabilidad
6. Afecto superficial
7. Insensibilidad/Crueldad/ Falta de empatía
8. Incapacidad para aceptar la responsabilidad de sus
actos

Factor II. Desviación social: (López & Núñez,2009) este factor Trastorno de la personalidad límite
se divide en 2 facetas. Patrón dominante de inestabilidad de las relaciones
Faceta 3. Estilo impulsivo/irresponsable interpersonales, de la autoimagen y de los afectos, e impulsividad intensa,
1. Necesidad de estimación/propensión al que comienza en las primeras etapas de la edad adulta y está presente en
aburrimiento diversos contextos, y que se manifiesta por cinco (o más) de los hechos
2. Estilo de vida parásito siguientes:
3. Ausencia de metas realistas a largo plazo 1. Esfuerzos desesperados para evitar el desamparo real o
4. Impulsividad imaginado. (Nota: No incluir el comportamiento suicida ni de
5. Irresponsabilidad automutilación que figuran en el Criterio 5.)
 Faceta antisocial: 2. Patrón de relaciones interpersonales inestables e intensas que se
6. Pobre control de la conducta caracteriza por una alternancia entre los extremos de idealización y de
7. Presentación precoz de problemas de conducta devaluación.
8. Delincuencia juvenil 3. Alteración de la identidad: inestabilidad intensa y persistente de
9. Revocación de la libertad condicional la autoimagen y del sentido del yo.
10. Versatilidad criminal 4. Impulsividad en dos o más áreas que son potencialmente
autolesivas (p. ej., gastos, sexo, drogas, conducción temeraria, atracones
alimentarios). (Nota: No incluir el comportamiento suicida ni de
automutilación que figuran en el Criterio 5.)
5. Comportamiento, actitud o amenazas recurrentes de suicidio, o
comportamiento de automutilación.
6. Inestabilidad afectiva debida a una reactividad notable del
estado de ánimo (p. ej., episodios intensos de disforia, irritabilidad o
ansiedad que generalmente duran unas horas y, rara vez, más de unos
días).
7. Sensación crónica de vacío.
8. Enfado inapropiado e intenso, o dificultad para controlar la ira
(p. ej., exhibición frecuente de genio, enfado constante, peleas físicas
recurrentes).
9. Ideas paranoides transitorias relacionadas con el estrés o
síntomas disociativos graves.

Como ítems adicionales (López y Núñez, 2009) a lo expuesto en Trastorno de personalidad histriónica
los criterios de Hare, se encuentran: Patrón dominante de emotividad excesiva y de búsqueda de atención, que
1. Conducta sexual promiscua comienza en las primeras etapas de la edad adulta y está presente en
2. Muchas relaciones maritales breves diversos contextos, y que se manifiesta por cinco (o más) de los hechos
siguientes:
1. Se siente incómodo en situaciones en las que no es el centro de
atención.
2. La interacción con los demás se caracteriza con frecuencia por
un comportamiento sexualmente seductor o provocativo inapropiado.
3. Presenta cambios rápidos y expresión plana de las emociones.
4. Utiliza constantemente el aspecto físico para atraer la atención.
5. Tiene un estilo de hablar que se basa excesivamente en las
impresiones y que carece de detalles.
6. Muestra autodramatización, teatralidad y expresión exagerada
de la emoción.
7. Es sugestionable (es decir, fácilmente influenciable por los
demás o por las circunstancias). 8. Considera que las relaciones son más
estrechas de lo que son en realidad.

Trastorno de la personalidad narcisista


Patrón dominante de grandeza (en la fantasía o en el
comportamiento), necesidad de admiración y falta de empatía, que
comienza en las primeras etapas de la vida adulta y se presenta en
diversos contextos, y que se manifiesta por cinco (o más) de los hechos
siguientes:
1. Tiene sentimientos de grandeza y prepotencia (p. ej., exagera
sus logros y talentos, espera ser reconocido como superior sin contar con
los correspondientes éxitos).
2. Está absorto en fantasías de éxito, poder, brillantez, belleza o
amor ideal ilimitado.
3. Cree que es “especial” y único, y que sólo pueden comprenderle
o sólo puede relacionarse con otras personas (o instituciones) especiales o
de alto estatus.
4. Tiene una necesidad excesiva de admiración.
5. Muestra un sentimiento de privilegio (es decir, expectativas no
razonables de tratamiento favorable o de cumplimiento automático de sus
expectativas)
6. Explota las relaciones interpersonales (es decir, se aprovecha de
los demás para sus propios fines).
7. Carece de empatía: no está dispuesto a reconocer o a
identificarse con los sentimientos y necesidades de los demás.
8. Con frecuencia envidia a los demás o cree que éstos sienten
envidia de él.
9. Muestra comportamientos o actitudes arrogantes, de
superioridad.
Teniendo en cuenta el cuadro comparativo realizado, se puede identificar
algunas sintomatologías descritas en el DSM-5 similares a los criterios de Hare para la
psicopatía. En ese orden de ideas, hay mayor similitud en los criterios de Hare y los
criterios diagnósticos del trastorno de personalidad antisocial (Subrayado en color
amarillo), seguido por el trastorno de personalidad histriónico (Subrayado en Verde) y
finalmente el trastorno de personalidad narcisista (Subrayado en naranja). A partir de
este análisis, se puede obtener una idea general de la variedad de sintomatología que la
psicopatía tiene en relación con los cuatro trastornos de personalidad del grupo B, a
excepción del trastorno límite de la personalidad puesto que no se identifican
sintomatologías comparativas entre los elementos mencionados anteriormente.

PSICOPATÍA

Para empezar, es importante hacer una anotación respecto al concepto de


psicopatía, en términos generales no hay consenso claro de lo su definición, constructo
y/o diagnóstico, por lo que, existen diferentes puntos de vista respecto a sus
explicaciones, desde lo biológico, social y de contexto (López y Núñez, 2009). No
obstante, en la revisión de la literatura, la definición más clara en lo que respecta al
tema, la brinda Karpman (1961), quien brinda características generales de los
individuos, tales como: “individuo insensible, emocionalmente inmaduro, desdoblado y
carente de profundidad, con emociones simples, sin capacidad para experimentar
ansiedad o miedo, y sin la posibilidad de que las recompensas o castigos ejerzan efecto
alguno sobre su comportamiento” (p.3) (Citado por López y Núñez, 2009).

En cuanto a la posible etiología de la psicopatía, se identificaron factores


genéticos y estructurales. En los primeros se inician investigado con el fin de identificar
relaciones con el Trastorno de la personalidad antisocial (TAP), sin embargo, se han
identificado diferentes grupos de genes que en conjunto con un contexto vulnerable
podrían “dispararse” (Modelo diátesis- estrés) (López, 2013). Por otro parte, en los
factores estructurales se ha identificado aquellas zonas cerebrales relacionados con
comportamiento violentos como: “la corteza prefrontal la cual se relaciona con
conductas impulsivas, problemas para desinhibir una conducta, pobre planificación de la
conducta a realizar y pobre toma de conciencia de las consecuencias de la conducta a
realizar” (López, 2013, p.7). Además de la amígdala que se relaciona con la falta de
empatía y dificulta en la regulación emocional, provocando un desbordamiento
emocional (López, 2013).

Finalmente, se han formulado dos descripciones de los criterios de una persona


con característica psicópatas. El primero propuesto por Cleckley (1941) postula que “el
síntoma básico de la psicopatía sería la deficiente respuesta afectiva hacia los demás,
que explicaría el comportamiento antisocial que manifiesta el individuo” (López y
Nuñez,2009, p.3), adicionalmente, “reconoce que el psicópata puede imitar la moral y
los sentimientos sutiles del ser humano, pero le falta las emociones asociadas a ella”
(López, 2009.p. 3), es decir, dicen una cosa y hacen otra. Este autor plantea 16 criterios
para describir la psicopatía (Ver tabla 2).

Tabla 2. Criterios de Cleckley (1941) para describir la psicopatía (López &


Núñez, 2009; López, 2013).

Encanto externo y Inexistencia de Ausencia de Indigno de confianza


notable inteligencia alucinaciones y otras nerviosismo
manifestaciones de
pensamiento irracional

Mentiras e Falta de sentimientos Conducta Razonamiento


insinceridad de culpabilidad y de antisocial, sin insuficiente y falta de
vergüenza aparente capacidad para aprender
remordimiento de la experiencia vivida

Egocentrismo Gran pobreza de Pérdida específica Irresponsabilidad en las


patológico e reacciones afectivas de intuición relaciones
incapacidad para interpersonales
amar

Comportamiento Amenazas de suicidio Vida sexual Incapacidad para seguir


fantástico raramente cumplidas impersonal, trivial cualquier plan de vida
y poco integrada
Posterior a esto, Robert Hare utilizando las características de Cleckley, elaboró
un instrumento para el diagnóstico de la psicopatía con el nombre de Psychopathy
Checklist (PCL) (López, 2013). Hare defiende que la psicopatía se distingue de otros
trastornos psicopatológicos por un patrón característico de síntomas afectivos,
interpersonales y conductuales (Hare, 2003. Citado por Halty y Prieto,2015). (Ver
figura 1).

En el plano afectivo, estos individuos se caracterizan por experimentar


emociones lábiles y superficiales, por su falta de empatía, ansiedad y
sentimientos genuinos de culpa y remordimiento, así como por su incapacidad
para establecer vínculos duraderos con otras personas. En el nivel interpersonal,
son arrogantes, egocéntricos, manipuladores, dominantes y enérgicos. En el
nivel conductual, son irresponsables, impulsivos y buscadores de sensaciones,
suelen transgredir con facilidad las normas sociales, y se caracterizan por un
estilo de vida socialmente inestable que incluye comportamientos parasitarios y
faltos de planificación (Halty y Prieto, 2015. p.117-118)

Figura 1. Modelo jerárquico bifactorial de las cuatro facetas del PCL-R (Tomado de:
Aguilar, 2017. p.15)

TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL

El trastorno de la personalidad antisocial es descrito como “patrón generalizado


de desprecio y violación de derechos de otros que inicia en la infancia o adolescencia
temprana y continúa en la edad adulta” (Sher, SIever, Goodman, Mcnamara, Hazlett,
Koenigsberg & New, 2015). Dentro de los factores explicativos, se presentan los
factores biológicos, psicológicos, emocionales y sociales. Este último funciona como
factor protector o de riesgos según el caso, puesto que la familia es el principal grupo
social o de referencia en el que la mayoría de individuos crecen y se desarrollan,
además, son quienes brindan experiencias concretas e influyen en los diferentes
contextos que ayudarán al adolescente en su socialización (Musitu, Estévez, Jiménez &
Herrero, 2007), brindando normas, creencias y valores socioculturales y son ellos los
principales actores en el cumplimiento de las normas expuestas en casa, así como las
consecuencias al incumplimiento de las mismas. En este orden de ideas, si desde la
infancia se tienen unas sólidas redes de apoyo, se podrá tener mejor proceso de
socialización a diferencia de alguien que carezca de esta.

Adicionalmente, es importante mencionar la fuerte correlación de aparición de la


conducta delictiva en el género masculino, mediado por el contexto familiar y cultural.
Primeramente, las mujeres son condicionadas social y culturalmente a obedecer, actuar
conforme a la moral y generalmente tomar roles pasivos, a diferencia del sexo opuesto,
quienes desde niños suelen ser incentivados a involucrarse en conductas y juegos
competitivos e incluso ser agresivos” (Citado por Vaamonde & Omar,2008). Por lo
tanto, esto puede tener predisposición a nivel cultural o de género.

Por otra parte, este trastorno cuenta con ciertos criterios diagnósticos expuesto
en el DSM-5 (2013, p.363) tales como:

A. Patrón dominante de inatención y vulneración de los derechos de los demás,


que se produce desde los 15 años de edad, y que se manifiesta por tres (o más)
de los hechos siguientes:

1. Incumplimiento de las normas sociales respecto a los comportamientos


legales, que se manifiesta por actuaciones repetidas que son motivo de
detención.

2. Engaño, que se manifiesta por mentiras repetidas, utilización de alias o estafa


para provecho o placer personal.

3. Impulsividad o fracaso para planear con antelación.


4. Irritabilidad y agresividad, que se manifiesta por peleas o agresiones físicas
repetidas.

5. Desatención imprudente de la seguridad propia o de los demás.

6. Irresponsabilidad constante, que se manifiesta por la incapacidad repetida de


mantener un comportamiento laboral coherente o cumplir con las obligaciones
económicas.

7. Ausencia de remordimiento, que se manifiesta con indiferencia o


racionalización del hecho de haber herido, maltratado o robado a alguien.

B. El individuo tiene como mínimo 18 años.

C. Existen evidencias de la presencia de un trastorno de la conducta con inicio


antes de los 15 años.

D. El comportamiento antisocial no se produce exclusivamente en el curso de la


esquizofrenia o de un trastorno bipolar.

Para De Corral (1996) son los comportamientos impulsivos los que caracterizan
este trastorno; también la ausencia de responsabilidades personales y sociales, los
déficits en la solución de problemas, así como la falta de sentimientos de culpa y de
amor. Además, la juventud y los bajos niveles socioeconómicos y culturales funcionan
como factores de riesgo para esta conducta (López y Núñez, 2009).

A manera de conclusión y según Mora (2004) una de las distinciones entre un


“sociópata” y un “psicópata” radican en características psicológicas y conductuales, “a
pesar de que ambos manifiesten una clara inadaptación social y agresividad, pero esta
última, en el caso de la sociopatía, es reactiva a una situación mientras la agresión y
violencia sin motivo aparente, dirigida a conseguir un objetivo concreto, caracteriza a la
psicopatía” (p.10. Citado por López y Núñez, 2009). Adicionalmente, es importante
mencionar que para “clasificar” a una persona en alguno de los dos constructos, es
pertinente conocer su historia de aprendizaje, con el fin de identificar factores sociales,
biológicos o personales, partiendo de la idea de que la psicopatía es de carácter
biológico/genético, mientras que el trastorno de personalidad antisocial se da por un
proceso inadecuado de socialización (López y Núñez, 2009).
REFERENCIAS

Asociación Americana de Psiquiatría. (2013). Manual diagnóstico y estadísticos de


trastornos mentales (5°ed.). Washington, DC.
Aguilar, M. (2017). La inadecuada identificación de la psicopatía con el trastorno
antisocial de la personalidad. Revista Electrónica de Ciencia Penal y
Criminología. Vol. 19-13, 1-40.
Halty, L & Prieto, M. (2015). Psicopatía infanto-Juvenil: Evaluación y tratamiento.
Papeles del Psicólogo, vol. 36, núm. 2, mayo-agosto, 2015, pp. 117-124
López, M & Núñez, M. (2009). Psicopatía versus trastorno antisocial de la personalidad.
Revista española de investigación criminológica. Vo. 7, pp. 1-17.
López, S. (2013). Revisión de la psicopatía: Pasado, presente y futuro. Revista
Puertorriqueña de Psicología, vol. 24(2), pp. 1-16. Recuperado de:
https://www.redalyc.org/pdf/2332/233229143007.pdf
Musitu, G., Estévez, E., Jiménez, T. y Herrero, J. (2007). Familia y conducta delictiva y
violenta en la adolescencia. En S. Yubero, Larrañaga, E. y Blanco, A. (Coords.),
Convivir con la violencia (pp. 135-150). Cuenca: Ediciones de la Universidad de
Castilla-La Mancha.
Sher, L., Siever, L., Goodman, M., Mcnamara, M.,Hazlett, E., Koenigsberg,H &
New,A. (2015).Gender differences in the clinical characteristics and psychiatric
comorbidity in patients with antisocial personality disorder. Psychiatry
Research,229(3), 685-689.
Vaamonde, J & Omar, A. (2008). La deshonestidad académica como un constructo
multidimensional. Revista Latinoamericana de Estudios Educativos, 38(3,4), 7-
27

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