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Tesis.

¿El amor debe morir en el siglo XXI?

Introducción.
Tan cerca y tan alejados nos encontramos los seres humanos en este planeta, nos une la
tecnología y nos acerca en las distancias y dedicamos tiempo a los que lejos están y
también demostramos nuestras pasiones y emociones, y nos sentimos amados, pero el
amor ¿dónde ha quedado en realidad? Un amor de palabras, sin la pasión de la cercanía del
otro, un amor frío, será que el otro se ha desgastado y esta depresivo. Pareciera que se ha
perdido en algún lugar de la humanidad, ¡porque existe!, aunque éste oculto en las
dependencias humanas.

El amor esta extraviado, está oculto y es deber humano encontrarlo y darlo a la luz,
des ocultarlo, mostrarlo, antes que una catástrofe nos alcancé y nos destruya como
humanidad y entonces solos los animales existan ya que estos están recuperando sus
derechos, su dignidad. El amor está en nuestras manos y se está lleno como el agua, se está
volviendo líquido, el eros está en agonía, necesario es regresar a los orígenes y recordar
cómo fue definido el Eros en el diálogo el Banquete de Sócrates, donde en boca de Diotima
se da una definición del él.

Humanos diciendo te “amo”, con el amor agonizando en la oscuridad de los


sentimientos desgastados, sin las ganas de demostrarlo sino de solo expresarlo, - como el
que esta postrado en cama agonizante, solo expresa pero ya no demuestra, pues sus fuerzas
las ha perdido el cuerpo hay esta inmóvil - no debiéramos dejar que el amor muera, pero en
este siglo XXI que haremos los humanos para que siga prevaleciendo, y así logar una
convivencia dónde prevalezca el amor, menuda tarea es la que tenemos.

Consideraremos la importancia de los que ya han pensado y escrito antes que


nosotros – Socrates, Byung-Chul Han y Bauman, Zygmunt, estos preocupados porque nos
demos cuenta que el amor existe y no debe morir, tres escritos dónde cada uno demuestra
su punto de vista sobre el Eros- Amor a partir de los cuales podremos determinar la
existencia del Eros-Amor – definición-, su estado actual –agonía- y así determinar si el
amor debe vivir o morir en éste siglo XXI.
Hipótesis.
El amor es el deseo de cosas buenas y bellas, que no puede ser controlado para
complacencias ni tomar posesión ni poder sobre el otro, por lo tanto tampoco puede ser
profanada la intimidad de la creación universal. Al parecer esta intimidad en este siglo XXI
si está siendo profanada a través de la oferta del otro y de la fragilidad en vinculación de la
relaciones humanas.
Argumento.
El desconocimiento del significado del amor nos ha llevado a desvirtuar el concepto de
este, mostrado en vínculos humanos frágiles, condicionados a la erosión del otro y a la
profanación de la intimidad del Eros es lo que lo tiene en agonía. Por lo tanto el Eros
agoniza y no debe morir, debemos regresar al origen socrático y aplicarlo en este siglo XXI
para que el amor no muera.
Justificación.
La tesis se formula en relación al actuar actual de la humanidad, una humanidad
deshumanizada, donde el amor parece se ha perdido o en otras palabras agoniza, pero ese
agonizar tiene una raíz y esa raíz puede ser el desconocimiento del significado del amor
desde los tiempos de Sócrates, y esa ignorancia está liquidando el amor humano, y lo
muestran las relaciones entre el uno y el otro relaciones cortas sin compromiso, así como la
exhibición de la intimidad, así que debemos saber que el amor es para crear cosas bellas
que den felicidad aunque la tecnología nos muestre otras formas de amar.
Metodología
Se abordarán tres perspectivas sobre el amor o el Eros, citaremos el diálogo el Banquete, el
amor líquido y la agonía del Eros, para determinar si el amor debe morir en éste siglo XXI.

Desarrollo
La obra de Platón el Banquete distingue la comprensión del amor como un elemento
consustancial a la vida. Por lo que la vida y el amor son distintos, pero tienen una relación
muy estrecha, por lo que del amor puede decirse que es el medio a través del cual la energía
de vida se expresa en la existencia humana, la cual podría definirse como la búsqueda de la
felicidad. Y en esa búsqueda de la felicidad se puede encontrar el amor o el Eros como bien
lo definió Diotima en el Dialogo Platónico del Banquete.
La definición de Eros de labios de Diotima es la más cercana a los puntos de vista
de Platón sobre la naturaleza del amor, cuyas tres notas más características son que amor es
todo deseo de cosas buenas y de felicidad
“En general, todo deseo de lo que es bueno y de ser feliz es, para todo el mundo, «el
grandísimo y engañoso amor». Pero unos se dedican a él de muchas y diversas
maneras, ya sea en los negocios, en la afición a la gimnasia o en el amor a la
sabiduría, y no se dice ni que están enamorados ni se les llama amantes, mientras que
los que se dirigen a él y se afanan según una sola especie reciben el nombre del todo,
amor, y de ellos se dice que estén enamorados y se les llama amantes.”1
Además que amor es desear que lo bueno sea de uno para siempre “Así que, en
verdad, lo que los hombres aman no es otra cosa que el bien.”2 Y que amor es procreación
en la belleza tanto corporal como espiritual “Pues yo te lo diré - dijo ella- o Esta acción
especial es, efectivamente, una procreación en la belleza, tanto según el cuerpo como
según el alma.” 3
Podríamos determinar hasta este momento que el Eros-Amor es el deseo de cosas
buenas y bellas que permiten la felicidad tanto en el cuerpo como en el alma. Y que
siempre está el uno y el otro – presenta la pareja - el cuerpo y el espíritu, el sujeto y el
objeto de deseo, el hombre y la mujer, Sócrates y Diotima – siempre un vínculo cercano,
humanizado.
Tal parece que el vínculo de pareja es el que determina el deseo de las cosas buenas
y bellas encaminadas a la felicidad, siendo ente vinculo un punto frágil pues habrá que
terminar que tan comprometidos se encuentran o que tan desgastados están. Los vínculos de
hoy se podrían determinar como de uso y desecho, relaciones cortas y deshumanizadas –
sin sentimientos – liquidándose cada día el vínculo de amor entre los seres humanos
«Las miradas se encuentran a través de una habitación atestada; se enciende
la chispa de la atracción. Conversan, bailan, se ríen, comparten un trago o una
broma y, antes de darse cuenta, uno de los dos dice: ‘¿Tu casa o la mía?’.
Ninguno de los dos está en busca de una relación seria, pero de alguna manera

1
Platón, (2017), Diálogos “Banquete”, Madrid, Editorial Gredos, p 262 (205 d)
2
Ídem, p 253 (206a)
3
Ídem, p 254 (206 b)
una noche puede convertirse en una semana, después en un mes, en un año o
más tiempo», señala Catherine Jarvie 4
El compromiso no significa algo a largo plazo, dando paso a la inseguridad “Esto es
un problema, y un problema grave, pero allí no termina el tema. Comprometerse con una
relación que “no significa nada a largo plazo” (¡y de esto son conscientes ambas partes!)
es una espada de doble filo.” 5
Otro aspecto a considerar en la liquides del amor es la falta de comunicación, el
deseo de complacer al otro o el simple deseo de cambiar al otro, coartando su libertad
utilizando la adulación como un factor de comodidad, “la clase de asociación que, debido
a la pereza, el miedo a la gente o una propensión por las relaciones cómodas, consiste
simplemente en tratar de complacer al otro evitando siempre el tema. Con la posible
excepción de una causa común contra un tercero, no hay nada que promueva tanto una
relación cómoda como la mutua adulación”.6
Tomar al otro como una posesión porque se cree que se tiene el poder sobre él,
olvidando que el amor es un pacto entre dos “El pathos del amor consiste en la insuperable
dualidad de los seres”7, no se puede domesticar esa dualidad, pues eso sería sentencias la
muerte del amor “Los intentos de superar esa dualidad, de domesticar lo díscolo y domeñar lo
que no tiene freno, de hacer previsible lo incognoscible y de encadenar lo errante son la
sentencia de muerte del amor.”8
Por lo tanto para el amor no es posible, la posesión, el poder, la fusión y el desencanto
ya que son sus Cuatro Jinetes del Apocalipsis.
“Y es en este punto radica la maravillosa fragilidad del amor, junto con su
endemoniada negativa a soportar esa vulnerabilidad con ligereza, todo amor se
debate por concretarse, todo amor lucha por sepultar las fuentes de su
precariedad e incertidumbre, pero si lo consigue, pronto empieza a marchitarse, y
desaparece. Eros está poseído por el espectro de Tánatos, que ningún hechizo

4 Bauman, Zygmunt, (2003), Amor líquido, España, Fondo de Cultura Económica de


España, p 18
5
Ídem, p 21
6
Ídem, p 22
7
Ídem, p 16
8
Ibídem
mágico puede exorcizar. No es que Eros sea precoz, y ninguna dimensión ni
intensidad de educación ni de métodos de autoaprendizaje conseguirán liberarlo
de su patológica tendencia suicida.”9
Ahora podríamos comprender que el amor no puede ser controlado para lograr
complacencias, domesticarlo, cambiar al otro, no se puede tener posesión, ni poder, ni
sufrir desencanto ni mucho menos falta de comunicación. Esto lo encaminaría a una agonía
en cada momento en que este amor se presentará en la pareja.
En este punto de fragilidad del vínculo humano es factible preguntarnos si ¿el amor
esta en agonía – el Eros agoniza –?
Como saber si el Eros agoniza, veamos el comportamiento humano, todo es
consumismo y desecho por lo que ya no hay tiempo para cultivar el amor, “Se piensa que
hoy el amor perece por la ilimitada libertad de elección, por las numerosas opciones y la
coacción de lo óptimo y que, en un mundo de posibilidades ilimitadas, no es posible el
amor. También se denuncia el enfriamiento de la pasión”, 10 existe un sinnúmero de oferta
del otro “No solo el exceso de oferta de otros conduce a la crisis del amor, sino también la
erosión del otro, que tiene lugar en todos los ámbitos de la vida y va unida a un excesivo
narcisismo de la propia mismidad”11
Un buen ejemplo de oferta puede ser la pornografía, “Lo pornográfico recibe su
fuerza de atracción de la – anticipación del sexo muerto en la sexualidad vida -. Lo
obsceno en el prono no consiste en un exceso de sexo, sino en que allí no hay sexo.”12 Esto
es la profanación del erotismo, “En contra de lo que en general se cree, no es enemiga de
los sentidos y del placer. Pero si el amor se profana para convertirse en sexualidad, tal
como hoy en día sucede, el rasgo universal del Eros se aleja de él.”13
Si existe una profanación entonces el Eros se aleja, ya que este mueve y propulsa al
alma para una procreación en la belleza ya que en el mora un germen universal
“En el Eros mora un «germen de lo universal». Cuando contemplo un cuerpo
bello, ya estoy en camino hacia lo bello en sí. El Eros mueve y propulsa el alma

9
Ibídem
10
Byung-Chul Han, (2014), Agonía de Eros, Barcelona, Herder Editorial, S. L. p 5
11
Ibídem
12
Ídem, p 26
13
Ídem, p 35
para «una procreación en la belleza». De él emana una fuerza ascensional del
espíritu. El alma, impulsada por el Eros, produce cosas bellas y sobre todo
acciones bellas, que tienen un valor universal.”14
Entender al Eros en su forma más sublime es entender al otro como asimismo, y
entender al otro como asimismo es respetar esa intimidad donde solo se puede dar la
belleza, ya que si esa intimidad es profanada el Eros se aleja, y siendo germen universal
este siempre está dispuesto a crear cosas bellas.
Conclusión.
La pregunta ¿El amor debe morir en el siglo XXI? Se podría responder con un simple “si” o
un “no”, pero eso sería lo más sencillo, un sinsentido, no se llegaría a ninguna conclusión ni
respuesta concreta, se tiene que profundizar desde los orígenes explicados por el Sócrates
en el dialogo del Banquete donde es presentado como el deseo de cosas buenas y bellas
que permiten la felicidad tanto del cuerpo como del alma en una relación de pareja.
Con referencia a la pareja no me refiero simplemente a la relación hombre-mujer,
sino a la relación del yo mismo con los otros incluso del yo mismo y las cosas o actividades
con las que se interactúa.
Y es la interacción con lo demás en donde se puede determinar si el amor se
encuentra en agonía y si este debe morir, cuando este es utilizado para controlar y lograr
complacencias, para domesticarlo y cambiar al otro, para tener posesión y poder sobre el
otro, entonces el amor sufre desencanto y las relaciones se convierten en fragilidad humana,
dando pie a abandonos que van desde una persona –la pareja- hasta familias completas.
Aquí se muestra un Eros frágil con miedo a relaciones duraderas –lazos fuertes- o
más bien con miedo a crear cosas bellas dentro de la intimidad universal, es la
representación de vivir juntos pero alejados, disueltos los nexos entre personas y acciones
colectivas da paso a la liquidez y el fluctuar del amor y no nos referimos a que nuestros
deseos fluctúen o el que vivamos varias historias de amor, sino más bien a -vidas
desperdiciadas-. Aquí es donde radica el punto doliente del amor líquido, en el hecho de que el
arte de romper las relaciones y salir ileso de ellas supere ampliamente al arte de componer las
relaciones.

14
Ídem, p 35
Las relaciones ya no son intimas ahora son mostradas, el Eros ha sido profanado ya no
hay respeto por la intimidad, ahora se muestra como un producto de consumo a través de la
pornografía, se ha olvidado que el Eros es un germen de creación universal siempre dispuesto a
crear cosas bellas.
Entonces tenemos que si el Eros o Amor es el deseo para crear cosas buenas y bellas
que permiten la felicidad del cuerpo y del alma, en relación con el otro no alejados sino juntos,
la pregunta es ¿dónde se perdió este deseo?, la respuesta está en la fragilidad del vínculo entre
la pareja, en el exceso de oferta del otro y en la profanación de la intimidad del Eros, la perdida
de creación cosas bellas nos ha llevado a la agonía del amor, pero ¿es necesario que muera?
Si continuamos con la falta de creatividad, alejados los unos y los otros y si
continuamos exhibiendo nuestra intimidades por medio de las tecnologías, en efecto este amor
morirá en el siglo XXI. Pero que hará una humanidad sin el Eros, se perdería ya no habría más
cosas bellas ni felicidad para el cuerpo y el alma, nos convertíamos en un peor que una
maquina fría, sin sentimientos en efecto sin amor.
Rescatemos al Eros de su agonía, no dejemos que muera ni en este ni en otro siglo por
venir, cambiemos la oferta del otro por lo que nos podamos ofrecer los unos y los otros, ya no
vivamos juntos y tan lejos, acerquemos más, recortemos distancias, hagamos tiempo para crear
y convirtamos este planeta en una cosa bella que nos de felicidad como seres humanos.

Bibliografía.
Platón, (2017), Diálogos “Banquete”, Madrid, Editorial Gredos
Byung-Chul Han, (2014), Agonía de Eros, Barcelona, Herder Editorial, S. L.
Bauman, Zygmunt, (2003), Amor líquido, España, Fondo de Cultura Económica de España

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