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Alimentos genéticamente modificados VS Alimentos orgánicos.

Antes que nada, definamos que son los alimentos genéticamente modificados, los
OGM son las siglas de Organismo Genéticamente Modificado. Éste es el nombre que
recibe cualquier organismo, planta o animal que ha sido modificado con técnicas de
ingeniería genética. De ahí parte la idea de alimentos modificados genéticamente.
Los alimentos orgánicos, en cambio se basan que para su producción hay un mínimo uso
de insumos externos, que sean cultivados sin pesticidas sintéticos o sustancias
químicamente, tampoco por un proceso que cambia químicamente una planta, animal, o
la fuente mineral natural, hormonas de crecimiento, antibióticos, técnicas de ingeniería
genética modernas (incluidos los cultivos modificados genéticamente), fertilizantes
químicos, o aguas residuales.
Hay diferencias en su historia, la agricultura orgánica inicia sus movimientos en los
grandes países industriales - Gran Bretaña, Alemania, Japón y Estados Unidos – en la
década de 1930 y 1940 como alternativa a la agricultura convencional debido al aumento
de nitrógeno sintético disponible después de la primera guerra mundial. En la década
comprendida entre 1979 y 1990, EEUU reconoce la agricultura orgánica, creando de esta
forma normatividad legal que regula la producción de alimentos orgánicos.
La aplicación directa de técnicas de ingeniería genética, incluyendo el mejoramiento
tradicional se inició en la década de 1960. Esta práctica permitió aumentar
significativamente las variedades de cultivos de alimentos básicos con 13 características
para una mayor producción y resistencia a enfermedades y plagas en varios países, tanto
desarrollados como en desarrollo.
Y bueno, ¿quién tiene el control? En la fabricación de OMG hay 6 corporaciones de
pesticidas y OMG, que poseen y controlan el mundo de las semillas, los pesticidas y las
industrias de biotecnología, estos son: Monsanto, DuPont, Dow, BASF, Syngenta y Bayer.
De ellas Monsanto se convirtió en la compañía convencional de semillas más grande del
mundo en 2005, fundada en 1901 en Saint Louis, Missouri por Jon Francés Quinn.
Monsanto a partir de la venta de aditivos alimenticios, como los edulcorantes artificiales,
paso a ser líder en la evolución de la agricultura, y con casi 15 mil millones de dólares en
ingresos anuales, Monsanto es también líder en la producción de semillas y herbicidas de
los cultivos modificados genéticamente.
En la agricultura orgánica, existen requisitos específicos para certificar la producción
orgánica de la mayoría de los cultivos, animales, cría de peces, cría de abejas,
actividades forestales y cosecha de productos silvestres. Donde se supervisa por ejemplo
en plantas la selección de semillas y materiales vegetales, el mantenimiento de la
fertilidad del suelo empleado, el método de labranza; la conservación del agua, y el
control de plagas, enfermedades y malezas. Con respecto a la producción de animales,
normalmente hay requisitos sobre la sanidad de los animales, su alimentación,
reproducción, condiciones de vida, transporte y procedimientos para sacrificarlos

Estas normas para la agricultura orgánica son creadas principalmente por agencias
certificadoras privadas, pero también muchos países han creado normas nacionales. En
Centroamérica, el gobierno de Costa Rica ha establecido sus propias reglas. Europa,
Estados Unidos y Japón tienen normas nacionales y si los productores desean exportar sus
productos a estos mercados deben cumplir los requisitos de etiquetado orgánico de los
países importadores.

Bueno, miremos que tan utilizados son. Tras el crecimiento comercial de varios cultivos
modificados genéticamente en los EE. UU. en 1996, la cantidad de superficie atribuida a
estos cultivos ha aumentado 100 veces. Los tipos más frecuentes de cultivos transgénicos
en los EE. UU. son el maíz, soya, algodón, canola, papaya, remolacha azucarera y alfalfa.
Estos cultivos se utilizan de diferentes maneras, por ejemplo, el algodón no solo el
algodón, sino que su semilla se utiliza como aceite de cocina, en margarina, manteca y
para freír alimentos. Además según el centro para la seguridad alimentaria, tres cuartas
partes de todos los alimentos procesados son modificados genéticamente, como las
galletas y las papas fritas. A partir de 2015, más del 90% de la superficie cultivada en los
EE.UU de soya, algodón y maíz, se han utilizado cultivos modificados genéticamente.
En Colombia hasta 2018, habían 54 mil hectáreas de cultivo orgánico, según Luis
Betancur, presidente de Fedeorgánicos, federación que agrupa a productores y
comercializadores de productos orgánicos en Colombia. En la práctica, los orgánicos
tienen un sello en su empaque que garantiza que han seguido el proceso: siembra,
cosecha, transformación y distribución.
Los productos certificados pueden costar más. La razón es que la oferta sigue siendo
limitada. En nuestro país la mayoría de la producción orgánica se destina a la exportación,
por lo tanto para el consumo local hay pocos productos, muchos son importados con lo
cual se incrementa su valor.
Según la FAO, los costos más altos obedecen a que al no contar con químicos, la
producción conlleva más tiempo y mano de obra por unidad. También la manipulación,
poscosecha y las cadenas de distribución y comercialización son menos eficientes, por
ser cantidades pequeñas.

Ahora, miremos sus beneficios. El propósito de los organismos modificados


genéticamente es crear una clara ventaja para el productor o el consumidor, que de otra
manera no ocurriría en la naturaleza.
Estas ventajas pueden aparecer en forma de precios más bajos y mayores ventajas de
producción, tales como su durabilidad y valor nutricional.
Los productores de cultivos OMG se benefician de las semillas, ya que sus cultivos tienen
una mayor resistencia a las plagas, enfermedades de las plantas y herbicidas,
permitiendo así un mayor volumen de cultivos. Los consumidores podrían beneficiarse de
los OMG, ya que los productores de semillas venden productos con beneficios para la
salud y el gusto, por ejemplo, empresas como Pioneer y Monsanto, producen aceite de
soya libre de grasas trans y enriquecidos con ácidos grasos omega 3.

Entre los beneficios de la alimentación orgánica, en el tema de salud, al no contener


residuos tóxicos perjudiciales; restos que muchos especialistas los consideran causa de
algunas enfermedades como dolor de cabeza, problemas cardíacos, asma, alergias,
osteoporosis, y hasta hiperactividad o cáncer. Además, tienen más nutrientes, gracias al
uso de fertilizantes naturales, con más presencia de vitaminas, minerales y antioxidantes;
y una mayor calidad en los hidratos de carbono y proteínas, en el caso de la carne. En el
medio ambiente reducir la contaminación del suelos, agua y aire, lo cual evita riesgos para
nuestra salud y un compromiso con el futuro, luchando contra el efecto invernadero y
logrando una mayor eficiencia energética con el uso de fuentes renovables y utilización
optima de los recursos naturales.

Pero, ¿son seguros? La seguridad de los OMG para su consumo es un debate está muy
polarizado ya que científicos y activistas no están de acuerdo en el tema. En los EE. UU.
la administración de alimentos y medicamentos nunca ha probado que la seguridad de
estos alimentos, han dicho que corresponde a los productores de biotecnología
determinar la seguridad del producto. Por otra parte, los grandes grupos de activistas ven
a los OMG como frankenstein con el potencial de causar problemas ambientales y de
salud; argumentan que los organismos modificados genéticamente podrían causar
reacciones alérgicas a los seres humanos y por lo tanto deben ser probados antes de su
lanzamiento al mercado. Dicho esto, según la asociación americana para el avance de la
ciencia el mejoramiento de cultivos que utiliza técnicas de modificación genética es
seguro.
Cambiando de panorama, en alimentos orgánicos existe cada vez más evidencia que
demuestra beneficios potenciales de los alimentos orgánicos en comparación con los
genéticamente modificados. Si bien estos estudios han demostrado diferencias en los
alimentos, se dispone de escasa información para sacar conclusiones sobre la manera en
la que estas diferencias se traducen en beneficios generales para la salud. Los siguientes
son algunos beneficios potenciales:

 Nutrientes. Los estudios han demostrado aumentos leves a moderados de


algunos nutrientes en los productos orgánicos. La mejor evidencia de un aumento
significativo es el de ciertos tipos de flavonoides, que tienen propiedades
antioxidantes.

 Ácidos grasos omega-3. Los requisitos de alimentación de la cría orgánica de


ganado, como el uso de pasto y de alfalfa como principal alimento del ganado, por
lo general, producen un aumento del nivel de ácidos grasos omega-3, un tipo de
grasa que es más saludable para el corazón en comparación con otras. Estos
niveles más elevados de ácidos grasos omega-3 se encuentran en las carnes, los
lácteos y los huevos orgánicos.

 Metal tóxico. El cadmio es una sustancia química tóxica que se encuentra por
naturaleza en los suelos, y la absorben las plantas. Los estudios han demostrado
que los cereales orgánicos, y no así las frutas y los vegetales, contienen niveles de
cadmio considerablemente más bajos en comparación con los cultivos
convencionales. Los niveles de cadmio más bajos en los cereales orgánicos
podrían estar asociados a la prohibición del uso de fertilizantes sintéticos en la
agricultura orgánica.

 Residuo de pesticidas. En comparación con los productos cultivados en forma


convencional, los orgánicos tienen niveles detectables más bajos de residuos de
pesticidas. Los productos orgánicos pueden contener residuos de los pesticidas
aprobados para la agricultura orgánica o de los pesticidas transportados por vía
aérea de las granjas convencionales. La diferencia en las consecuencias para la
salud es confusa debido a las normas de seguridad de niveles máximos de
residuos permitidos para los productos convencionales.
 Bacterias. Las carnes de producción convencional pueden tener una mayor
cantidad de bacterias resistentes a los antibióticos. El riesgo general de
contaminación bacteriana de los alimentos orgánicos es el mismo que el de los
alimentos convencionales.

Y por último como afectan al medio ambiente. Para los OMG, una importante causa
de preocupación para los agricultores es la propagación de genes alterados de los
cultivos modificados a cultivos tradicionales, a través del polen. Esto les afectaría
directamente con la prohibición mundial o la regulación de la importación de productos
transgénicos. Además, uno de los beneficios de los cultivos modificados genéticamente
es que son altamente resistentes a las plagas y por lo tanto, no necesitan ser rociados
con pesticidas, aunque desafortunadamente esto ha llevado a un aumento del número de
plagas secundarias lo que conduce a un aumento del uso de insecticidas negando el
beneficio inicial. Otro argumento en contra de los transgénicos es que el uso de
agroquímicos tiene un impacto indirecto en el medioambiente y la biodiversidad. Este
argumento es apoyado por una multitud de informes, que muestran que el uso o el mayor
uso de agroquímicos lleva a una disminución de las poblaciones dependientes, como el
algodoncillo, que es una planta indispensable para el ciclo de vida de la mariposa
monarca, tal como está, hay mucha preocupación sobre el medio ambiente y la
propagación de los cultivos modificados genéticamente no reconocidos.

Aunque se pueda creer que la afectación al medio ambiente de los alimentos orgánicos es
menor, no es así. Debido a que la producción de cultivos orgánicos se obtiene del 30 al 60
por ciento menos de rendimiento, porque no se usan fertilizantes. Para producir la misma
cantidad de alimentos orgánicos, pues, se requiere de un área de tierra mucho más
grande. Al ser los cultivos orgánicos menos eficientes se conduce más emisiones de
dióxido de carbono indirectas mucho mayores debido a la deforestación. Incluso la carne
orgánica y los productos lácteos son, desde el punto de vista del clima, utilizando como
métrica la producción de carbono, según los investigadores.

Y finalmente, los alimentos genéticamente modificados, pueden ser un progreso, ya que


obtenemos alimentos de calidad relativamente alta en cantidades muy grandes, básicamente
nada de la siembra sería desechable. Pero, aun así, eso de que los cultivos usen mayor
cantidad de insecticidas, rociando por lo tanto a los alimentos, no me gusta mucho, habría que
buscar solución a eso, sólo el tiempo dirá el efecto que los OMG tienen sobre los seres
humanos y el medio ambiente.

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