A partir de los primeros párrafos del documento se puede inferir un aspecto
importante: Para los primeros hombres, la religión trataba explicar aquellos fenómenos naturales que estaban ajenos a la conciencia humana. Sobre esa particularidad, podríamos mencionar que ha existido un poco de tradición a lo largo de todos los años, debido a la necesidad permanente en las sociedades de someter, de alguna manera, a las clases sociales ubicadas en la escala más baja. La intimidación, el miedo a la propia existencia, han sido constantes universales para las civilizaciones desde tiempos remotos.
El hombre en su afán por atribuir sus orígenes a un ser superior vive en la
búsqueda permanente de una verdad que tal vez conoce, pero se muestra incrédulo a ello. A medida que la ciencia ha evolucionado, son menos las experiencias ligadas a eventos naturales que carecen de respuestas o explicaciones científicas. Es justo allí, en ese tramo de la historia que la religión empieza a quebrarse o a diluirse. Sin embargo, esta dualidad es selectiva, en relación a los individuos, debido a que existe una tendencia en la gran mayoría de personas de “concebir un mundo especial y sobrenatural para dar explicación al mundo que lo rodea”.
Desde la antigüedad, el ser humano se mostró impotente ante las condicionas
naturales que no podía controlar, ante ello, fundamentaron su vida en tradiciones y leyendas espirituales, donde gozaban del cuidado y la protección de seres superiores. Como resultado de rendirles tributo y someterse a ellos, el hombre empezó a darles forma y a condicionar en sus acciones. Muy a pesar de ello, el ser humano pronto logró algunas victorias contra aquellos eventos del clima o la misma naturaleza y otros elementos como la opresión social e incertidumbre, contribuyeron para que la religión se convirtiera en un fenómeno social.
Una característica vital en el concepto de religión, deriva del espíritu conservador
de algunas sociedades en su afán de controlar los cambios que se presentan en el entorno. La ciencia por su parte, golpea este concepto, proponiendo formas no cuestionables para satisfacer dichos interrogantes. Desde ese contexto fundamento mi posición personal, sencillamente porque estoy plenamente convencido que la religión surge como respuesta del hombre en su afán por encontrarle explicación a lo que no puede entender. De allí a que existan diversas e innumerables religiones en el mundo que acaparan millones de personas con el fin de absorberlas emocionalmente y condicionarlas a su antojo. La religión oprime y conlleva al ser humano a vivir inmerso en la incertidumbre y el miedo. Es cierto también que durante muchos años, la religión ha venido evolucionando y hoy por hoy se ha convertido en una herramienta que ejerce poder contra el débil que carece de conocimiento y busca incansablemente una verdad absoluta para si mismo.