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Teorías científicas
El ser humano y los seres vivos en general estamos sujetos a un ciclo contínuo
de vida y muerte. Nacemos, crecemos, nos reproducimos y morimos.
Nuestra existencia es, en principio, algo efímero. Pero, ¿esto es realmente
así?
Numerosas creencias religiosas y filosofías proponen que no existe la muerte
como desaparición del organismo, sino que nos reencarnamos o que una
parte de nosotros (sea el alma o la conciencia) trasciende o se reencarna.
Los adeptos al solipsismo afirman que sólo existe una persona en el Universo
y que ella imagina todo lo que ve y ocurre a su alrededor. Está muy
apegada a la teoría anterior, en el sentido de que la mente es la que fabrica
la realidad y la muerte mediante su conciencia. Cuando la persona muere,
el universo entero deja de existir, pues su conciencia lo creó dando paso a
otro estado: el del universo espacio-temporal del Más Allá. Con el
nacimiento de otro individuo, formas diferentes de vida renacerían bajo su
conciencia y su capacidad para crear otros universos con leyes diferentes y
espacios propios.
1. Religión cristiana
Aun así hay diferentes variantes dentro de la propia religión cristiana. Por
ejemplo, los testigos de Jehová creen que el cuerpo resucita de nuevo en
la Tierra y no en el cielo ni en el infierno.
2. Religión islámica
Los budistas creen que siempre vivimos una vida física, solo que en diferentes
cuerpos y sin recordar qué hicimos en la anterior. En otras palabras, se podría
decir que creen que después de la muerte siempre hay vida.
4. Personas ateas
Estas dos son las dos creencias más populares sobre qué hay después de la
muerte de los ateos. En general, se suelen sustentar en que, a pesar de que
saber que no hay nada tras la muerte sea negativo, eso les hace vivir la vida
más intensamente.
Si hay algo que inquieta a todo ser humano, aunque éste se niegue a
aceptarlo, es lo que sucede cuando dejamos de respirar, pensar, sentir.
Cuando nuestros órganos vitales dejan de funcionar y ya no hay actividad
cerebral. La muerte es lo único certero que tenemos. Por ello es que la idea
de la filosofía ante la muerte tiene múltiples concepciones
Jean-Paul Sartre dijo que “todo lo que existe nace sin razón, se prolonga en
la debilidad, y muere por casualidad”. Contrario a lo que Heidegger
afirmaba sobre que el hombre sólo alcanza la autenticidad con la muerte,
Sartre no lo veía a éste como un ser-para-la-muerte. Para Sartre lo más
seguro era que el hombre muriera antes de cumplir su tarea. Entonces la
muerte no sería más que “una aniquilación que en sí no es más que una de
mis posibilidades”.