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Con fuerza desde las masas:

¡Desatar la Rebelión Popular contra la ofensiva del capital en toda América Latina!

1. La Rebelión Popular en Ecuador expresa con colosal determinación el camino para los
pueblos de Latinoamérica y el mundo. Durante las últimas dos semanas hemos sido
testigos de la ofensiva creciente y generalizada de las masas contra el gobierno,
expresada a través de la Huelga General (catalizada ésta desde la protesta de masas y
la acción directa), los paros, cortes, marchas, enfrentamientos y la llegada de miles de
indígenas a Quito provenientes desde las comunidades del interior. Dicho
levantamiento tiene como antecedentes las rebeliones de 1997, 2000 y 2005, pero en
esta oportunidad, como resaltan los medios y analistas de diversa índole, la Rebelión
es más profunda, más masiva, más articulada que en ocasiones anteriores. Es de una
calidad superior.
¿A qué se debe esto? Desde nuestra perspectiva, se debe fundamentalmente a que la
Rebelión responde a causas que están fuertemente determinadas por la situación
política mundial. El anuncio de Lenin Moreno el 1º de Octubre de retirar el subsidio a
los combustibles, que es parte del paquete mayor acordado por dicho presidente con
el FMI en marzo de este año, es una expresión particular de la ofensiva global
impulsada por el capital y el imperialismo en el marco de la crisis integral del
capitalismo que se desarrolla en la actualidad. Por ende, las razones del enorme
levantamiento popular a que asistimos en estos días en el hermano país no deben
buscarse en sus factores internos, sino más bien en las particularidades del período
histórico en que nos encontramos. En este sentido, la Rebelión ecuatoriana se
hermana con los procesos de lucha que álgidamente se desarrollan en la actualidad en
Irak y el Medio Oriente; con los levantamientos en Francia, Puerto Rico, Hong Kong;
con las protestas en Nicaragua, Colombia, Perú, Paraguay, Brasil, Argentina, Chile; con
la rebelión en Haití, que luego de un año y cuatro meses de alzamiento constante
vuelve a expresarse con fuerza una vez más en estos días. Se hermana con todos estos
procesos (sólo por nombrar algunos, la lista es interminable) y luchas alrededor del
globo, y de esta manera nos entrega luces respecto a las características de la actual
etapa de la lucha de clases mundial: Frente a la ofensiva del capital en curso,
determinada por la profunda crisis capitalista que no logra ser revertida, los
levantamientos populares se tornan inevitables: crece su alcance, madura su
accionar, se expande su efectividad. Son un poderoso impulso para millones de seres
humanos a lo ancho del globo que toman conciencia y se lanzan a la protesta.
2. Durante su último congreso, nuestra organización delineó las bases de su apuesta
táctica para el período: desarrollar la protesta popular en nuestro país para derrotar
la ofensiva capitalista en curso. Creemos que en la actualidad, esta apuesta se
materializa concretamente en la situación ecuatoriana. Las masas en Ecuador,
expresadas fundamentalmente a través del movimiento de resistencia indígena, de
trabajadores, de mujeres, pobladores, estudiantes, etc. asumen el método de la
protesta popular y lo desarrollan integralmente, cristalizando dicho desarrollo
fundamentalmente a través de un programa de alcance nacional: el programa por la
derrota de la ofensiva capitalista. La particularidad de dicho programa, es que no
responde meramente a los intereses corporativos de los distintos grupos sociales que
lo impulsan aisladamente, es decir, no representa los intereses particulares del
movimiento indígena, los sindicatos, o los estudiantes por separado; por el contrario,
tiene la potencialidad de alzarse por sobre dichas particularidades y apelar a la
sociedad en su conjunto: su importancia radica en su carácter político, en el hecho de
que plantea incipientemente el problema del poder. El carácter incipiente,
embrionario y hasta cierto punto contradictorio de dicho programa está determinado
por el hecho de que es creación de las masas en el curso de su accionar; no constituye
una obra plenamente consciente y deliberada de los dirigentes de las principales
organizaciones de masas que hoy están a la cabeza del levantamiento, sino que son las
bases de dichas organizaciones las que han empujado a las dirigencias a la adopción de
dicho programa y al desarrollo de la Rebelión. Debido a esto, el problema del poder no
se plantea aun abiertamente en toda su magnitud. Los principales puntos del
programa, la derogatoria del paquetazo y el fin de la reforma laboral y la
flexibilización, el fin de la represión y del estado de excepción, la liberación de los
detenidos, el fin de las alzas en el transporte, el fin del carácter neoliberal y
extractivista de la economía ecuatoriana, el pleno respeto y vigencia de los acuerdos
firmados por el estado con las comunidades indígenas, representan no sólo una
estocada mortal para el gobierno de Lenin Moreno, sino que expresan una ruptura de
las masas ecuatorianas con la burguesía, el FMI y el imperialismo en su conjunto. Las
distintas facciones políticas burguesas en Ecuador, desde Lasso hasta Correa, están
imposibilitadas de implementar dicho programa y capitalizar políticamente la
Rebelión. ¿Quién tendrá la capacidad para hacerlo? Desde nuestra perspectiva, en
esto radica el carácter incipiente del problema del poder planteado en Ecuador: sólo
un Gobierno de Trabajadores, Comunidades Indígenas y Campesinas tendrá la
capacidad de gobernar a través del programa por la derrota de la ofensiva capitalista.
Sin embargo, este punto no ha sido planteado por la Rebelión, debido en parte, a la
gran debilidad de las fuerzas de izquierda revolucionaria en Ecuador para desenvolver
una táctica tendiente al desarrollo del propio programa planteado por las masas. En
momentos en que incluso afloran vacilaciones y contradicciones en los propios
sectores de suboficialidad y clases de los cuerpos represivos y del ejército, una táctica
tendiente a la constitución de un gobierno de este tipo se coloca a la orden del día.
Sobre la base de estas consideraciones, es apremiante que el movimiento de masas y
las organizaciones revolucionarias extraigan las importantes lecciones que nos entrega
la experiencia del pueblo ecuatoriano: en primer lugar, la protesta popular es un
método de alcance internacional. En el marco de la crisis del capital, expresa la
rebelión de las masas trabajadoras de todo el mundo contra la ofensiva capitalista en
curso. Representa el principal método de lucha de masas en la actualidad. En segundo
lugar, desarrollar la protesta popular es posible y necesario en las actuales
circunstancias. Es tiempo de enterrar los mitos acerca de la incapacidad de los pueblos
para resistir los embates del enemigo y cristalizar la tan anhelada unidad para pasar a
niveles superiores de lucha. Las masas ecuatorianas barren en las calles con la
supuesta “derechización” del continente que pregonaban hasta hace poco los
ideólogos del derrotismo y la claudicación. El desarrollo de la protesta en Ecuador se
expresa fundamentalmente en el programa por la derrota de la ofensiva capitalista. En
éste factor de carácter político radica la inagotable energía de las masas en los duros
enfrentamientos con las fuerzas del Estado. Éste programa es el inigualable aporte del
pueblo ecuatoriano al período histórico que abren las rebeliones de masas en la
actualidad. Es la condición necesaria para generalizar la protesta y tornarla en
Rebelión Popular. En tercer lugar, las fuerzas revolucionarias deben avanzar hacia una
caracterización de la ofensiva capitalista en su conjunto, enlazándola con el período
histórico a que asistimos y colocándose a disposición de desarrollar la protesta
popular. La Rebelión Popular en Ecuador señala un horizonte, en el sentido de que
está determinada por las mismas condiciones que existen en todos los países
latinoamericanos. Sin embargo, es innegable que este proceso no posee todavía un
carácter revolucionario. Es nuestra tarea, como organizaciones de izquierda
revolucionaria salir del derrotismo y la lucha testimonial, materializando apuestas
tácticas concretas que rompan con el aislacionismo, el sectarismo, la pasividad, y
permitan impulsar la lucha por la derrota de la ofensiva capitalista. Las masas pasan a
la ofensiva, y es apremiante colocarse a la altura de las circunstancias para conjugar
adecuadamente los elementos de carácter estratégico que nos plantea la actual
situación a través de una táctica útil y efectiva. La lucha por la derrota de la ofensiva
capitalista es el escenario propicio para la construcción de la fuerza social
revolucionaria de masas que nos permitirá pasar de la Rebelión Popular a la
Revolución, a la construcción del poder revolucionario de la Clase Trabajadora.
3. Durante los últimos días, se conoció el anuncio de Donald Trump de que asistirá a la
cumbre de los líderes de la APEC a desarrollarse en nuestro país los días 16 y 17 de
Noviembre. Este anuncio completamente fuera de lo común, nos muestra el delicado
escenario que enfrentan las principales potencias imperialistas, representantes
políticos por excelencia del gran capital internacional, y completa la nómina de los
principales líderes del imperialismo en la cumbre. Frente a la profundización de la
crisis capitalista, y en perspectiva de una nueva recesión internacional, las crecientes
contradicciones inter imperialistas y el auge de la lucha de masas mundial se tornan
factores desestabilizadores de la situación política a gran escala. Por esta razón, los
líderes de las principales potencias buscarán por enésima vez un nuevo acuerdo que
les permita arribar a una solución de conjunto para materializar la ofensiva y
ahuyentar los crecientes fantasmas de lucha popular que rondan el globo. Demás está
decir que, por enésima vez, volverán a fracasar. Esta situación se entronca, además,
con el propio auge de la lucha de masas que se desarrolla en nuestro país, cristalizado
durante las últimas semanas en las luchas por la recuperación de Agua, que ha
adquirido una proyección de carácter nacional y cuyo potencial se muestra en las
innumerables acciones directas de masas que han aflorado durante los últimos días.
Dicho escenario se expresa en nuestra región con el anuncio del proyecto de
construcción de la “carretera hídrica”, manifestación concreta de la ofensiva del
capital en el Bío bío.
A los frustrados acuerdos de las potencias imperialistas y las crecientes
contradicciones entre las distintas facciones de la burguesía internacional, se debe
responder con la unidad más férrea y la articulación de los distintos sectores en lucha
para, con el ejemplo heroico del pueblo ecuatoriano, responder a través de la protesta
popular, golpear decididamente la cumbre de la APEC y cristalizar la lucha por la
derrota de la ofensiva capitalista en su conjunto en nuestro país.
Con el ejemplo de Ecuador: ¡Desarrollar la protesta popular para derrotar la ofensiva
del capital!

¡No es sequía, es saqueo! ¡Golpear la cumbre de la APEC impulsando la lucha por el


Agua!

¡Derrotar el acuerdo de Trump con Protesta Popular en las calles!

Zonal Sur

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