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EL PAPEL DE LOS SIGNOS EN LA EDUCACIÓN

El presente escrito tiene como objetivo posicionar la semiótica (en el poder del símbolo)
como protagonista en los procesos de aprendizaje, enseñanza, en las prácticas pedagógicas
y en el discurso pedagógico. Para cada uno de estos elementos constitutivos de la amplia
estructura educativa se sustentará como cada uno de los elementos mencionados se ve
influenciado por el poder del símbolo (Ruth Milena Páez Martínez, Educación, cultura
y simbolismo).

En el siglo XXI, nos estamos adentrando en el terreno de la kinésica y la proxémica como


elementos fundamentales e indispensables en la labor docente (proceso de aprendizaje y
enseñanza). Es prácticamente imposible que se dé un proceso de aprendizaje y enseñanza
sin que exista una relación entre los estudiantes y el profesor.

Desde la kinésica o también llamado lenguaje corporal (guiñar los ojos, levantar el dedo
pulgar en señal de aprobación, es decir, las percepciones auditivas y táctiles con sus
respectivas reacciones e interrelaciones) (Albert Mehrabian y Morton Wiener, 1967)
mostro en un estudio que muestra que la comunicación, el 93% de esta es lenguaje no
verbal lo que implica que desde el trabajo del docente debe lograr que el manejo del el
lenguaje corporal sea el medio de socializar el conocimiento y un dinamizador de su
discurso.
Respecto de la proxémica se puede decir que es referente al espacio que maneja el
individuo en términos de cómo lo emplea y como lo comparte con otros individuos
(Edward T. Hall (1914-2009). Detrás de este término hay toda un campo de estudio que se
ocupa de cómo el sujeto tiene unas relaciones espaciales bien definidas; Por ejemplo, el
espacio dentro de un contexto como el del aula de clase y como ésta varía de acuerdo con la
edad, el sexo, el status, los roles, la orientación cultural, etc. Es muy importante el manejo
semiótico del espacio puesto que un docente que invade ciertos límites puede generar en
los estudiantes un mensaje de intimidación y por ende el rechazo e incomodidad de los
estudiantes.
Respecto a las prácticas educativas para el maestro va ser de interés acercarse al lenguaje
(semiosis y discurso) con el fin de impartir una educación de calidad. Como toda praxis el
lenguaje se convierte en mediación no solo de tipo comunicativo si no ideológica que
garantiza la interacción y un intercambio de factores de identidad, de interculturalidad,
cohesión social, valores y ética. En conclusión el lenguaje es el tejido que compone y
relaciona toda práctica en aula.

Para entender el discurso como se hablo antes desde un punto de vista pedagógico se debe
entender como una fuente de sentido que se nutre de intertextos, de interdiscursos. Én ese
orden un discurso ideológico de lo pedagógico de lo social y el lenguaje como instrumento
para educar. Según esta perspectiva, a la hora de enseñar el lenguaje ya no bastan la
gramática ni los estudios lingüísticos. Es menester responsabilizarse de la discursividad
social del lenguaje para educar.

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