Sunteți pe pagina 1din 7

Trabajo Práctico, primer

tramo del itinerario.


Sujetos de la Educación y Convivencia Escolar.
Segundo año, grupo C.

Coronel, Silvia - coronelsilvia85@gmail.com


Fonseca, Alejandro - lic-fonseca@hotmail.com
Sguerzo, Natalia - natalia.sguerzo@gmail.com
Truisi, Sebastián - sebatruisi@gmail.com
16/09/2019
UNA ACTITUD POCO RESPONSABLE.

El caso que vamos a describir se sitúa en una institución educativa Privada de la


zona sur de la ciudad de Córdoba, específicamente el caso se presenta en un
primer año del ciclo básico. Este colegio se organiza en 2 divisiones por año y
tienen 35 alumno en promedio por aula.

La institución cuenta con un acuerdo de convivencia, que hace hincapié en:

-El respeto a todas las personas en la institución propiciando la comunicación y el


dialogo, la capacidad de escucha y corrección de actitudes que se tornen en
contra de la vivencia de este valor, como insultos, burlas, violencia y agresiones
de cualquier tipo.

-La responsabilidad de cada uno de los actores de la comunidad según el rol que
desempeña, fomentando este valor, pidiendo el especial compromiso de los
docentes y colaboración a los padres y responsable de los estudiantes para la
construcción de este valor.

-La honestidad, con este valor a insistir en la importancia de cultivar la verdad


para construir la confianza en los vínculos.

La situación que vamos a describir ocurrió en un primer año en la clase de


informática.

La profesora que dicta esta asignatura hace muchos años que trabaja en la
institución, en un principio se desempeñaba como maestra de música y
actualmente en esta materia.

Desde el año pasado los alumnos vienen manifestando un cambio en la conducta


de esta docente, a través de gritos y maltratos; y esto se manifestó por parte de
los padres ante la directora, no teniendo respuestas concretas.

En este curso asiste un alumno que es insulinodependiente, por lo que necesita


una atención especial por la docente a cargo. Particularmente el colegio no

1
desconoce de ésta situación dado que sus padres van a colocar la insulina
regularmente.

Durante su clase este chico dice: “profe me siento mal” a lo que la docente
responde con un reto: “anda a sentarte y termina el trabajo” y el chico se
desvanece en la clase. Se llama al servicio médico para que lo atiendan. Y a los
días del regreso del alumno al colegio, se presentan los padres pidiendo
explicación de por qué la profesora no le prestó atención cuando él le requería .La
directora solo responde a los padres que la docente es titular de hace muchos
años y que no le pueden decir nada.

De esta manera podemos decir que este caso tiene un final abierto, dado que no
hay respuesta alguna por parte de la docente y del equipo directivo. Y en cuanto a
la reacción de los padres solo quedó en comentarios de la situación con otros
padres del colegio. No hubo toma de conciencia de la docente sobre la magnitud
de su error y las consecuencias, o si lo hubo, pensamos que los padres merecían
sus debidas explicaciones del porqué de lo ocurrido. Y explicaciones no solo de
ella, sino además de la directora que, como cabeza de la institución es la principal
responsable de todo lo que ocurra dentro de la misma.

La actitud que se tomo fue la de “Calmar las aguas” y dejar que todo pase, en vez
de tomar la responsabilidad y asumir las consecuencias.

2
Procesos de subjetivación y subjetividad en la escuela hoy.
¿Qué situaciones estuvieron en juego y provocaron tal desenlacé? , ¿Quizás
algún conflicto propio de la docente, perteneciente a lo privado y que
involuntariamente se trasladó al ámbito escolar? ¿O se trata de un curso que
cuenta, con alumnos “problemáticos” a los cuales se trata de “dominar” desde una
posición autoritaria?

Partimos de la idea que la subjetividad no viene dada, sino que emerge de un


proceso histórico y social, en que los otros y los vínculos que se entablan con
ellos, tienen carácter configurante y requiere de la palabra de otro, pero supone el
rechazo a la repetición de esta palabra.

La escuela como institución, tiene una importante relevancia en el proceso de


construcción de la subjetividad y constituye el espacio social en el cual se
establecen relaciones entre los sujetos, y entre sujetos, conocimiento y cultura. En
este ámbito se forjan modos de pensar, sentir y actuar en el mundo. Cuando
hablamos de subjetividad nos referimos además a dos aspectos, la subjetividad
individual y la subjetividad colectiva. La subjetividad individual refiere, a lo que es
propio del sujeto, depende de él y tiene valor sólo para él. Y al hablar de
subjetividad colectiva significa que el proceso de constitución de la subjetividad, se
da en la relación y el intercambio con otros sujetos en los vínculos.

Los procesos de subjetivación traen lo nuevo en lo viejo, es lo que va haciendo a


la construcción de un sujeto en tanto proceso. La subjetividad entendida de esta
manera como un proceso, nos aproxima a un trabajo educativo siempre en
reformulación. (Nicastro - Greco, 2016).

La constitución del sujeto y la vida misma resultan impensables fuera de los


vínculos con otros. Además de las figuras parentales, el mundo del adolescente se
amplía incluyendo entre otros la figura de sus maestros y sus profesores; en estos
vínculos se ponen en juego mecanismos psíquicos inconscientes como la
transferencia y la identificación.

3
El ámbito escolar es un cruce de trayectorias donde se forman identidades
diversas (alumnos, maestros, trabajadores) y las presenta como narraciones
posibles de ser escuchada. Una trayectoria se hace y se recorre con otros, por
otros, gracias a otros y a veces, a pesar de otros (Nicastro - Greco, 2016). Durante
las distintas trayectorias se van conformando nuevas narraciones en el entramado
institucional.

En el caso descripto, como dice Korinfeld el docente está íntegramente implicado,


no sólo desde el conocimiento sino desde sus emociones, sentimientos y
pasiones. Por el mecanismo inconsciente de transferencia, el docente puede
transferir a sus alumnos el autoritarismo, aunque probablemente también los
alumnos pueden transferir en los docentes sentimiento ligados a su familia,
realizando desplazamientos de sus emociones desde sus padres a sus maestros o
profesores (hostilidad, conflictividad, ambivalencia) lo que pudo desencadenar
una actitud autoritaria por parte del docente como un mecanismo para lograr el
orden en la clase.

En ninguna de estas dos hipótesis probables se tomó en cuenta las


consecuencias, porque como dice Korinfeld “los efectos que pueden
desencadenar los lazos pedagógicos desde la perspectiva de los aspectos no
conscientes de transferencia e identificación, no son calculables”, debido que no
se puede predecir cuál será el comportamiento del otro.

¿Cómo influye el accionar de los distintos actores institucionales? Todas las


experiencias hacen posible establecer una conexión con el otro de una manera
totalmente única y dejan una “marca”, un registro generador de subjetividad.

Detenernos a pensar, escuchar al otro, es una tarea específica que hace a nuestra
responsabilidad como docentes.

Se trata de mantener abierta la posibilidad de producir algo nuevo allí donde


parece que siempre ocurre lo mismo, cuestionando supuestos y haciendo lugar a
la dimensión subjetiva comprometida en tal o cual problema en la educación.

4
El rol de los adultos – docentes hoy. Los sujetos adultos –
docentes en relación con la constitución de la subjetividad de los
alumnos – adolescentes.

Desde hace varias décadas, ya no hay una idea clara de cómo tienen que ser los
alumnos, es una época de incertidumbre en la cual los adultos estamos en jaque
(Kantor, 2008). En tiempos en que las nuevas tecnologías han redefinido los
modos de interrelación, muchos de los docentes todavía mantienen una mirada
retrospectiva sobre la enseñanza y en esta mirada los adultos padecen porque sus
lugares habituales aprendidos como hijos e hijas, alumnos o alumnas se
presentan ahora inciertos e incluso devaluados. A su vez los jóvenes también
padecen porque los adultos no encuentran cómo posicionarse en estos nuevos
tiempos, no les basta con mirar atrás y buscar identificarse con el modelo de los
propios padres y maestros (Greco, 2011). En análisis de nuestro caso podemos
llegar a diversas hipótesis.

Una de las hipótesis que podemos argumentar, en cuanto a la docente es que, su


accionar venga derivado de su trayectoria que no encuadra en las nuevas formas
de educar a estas nuevas generaciones. Otra hipótesis seria que la docente lleve
algún conflicto de índole personal y lo transfiera al aula. Y por último, en sus
prácticas opta por la salida no formal (desinterés, desgano, etc.).

Esto lleva a preguntarnos ¿Somos buenos referentes para las nuevas


generaciones? Hoy es necesario que los adultos tengamos una nueva mirada,
debemos estar disponibles e interesados de las inquietudes de nuestros
estudiantes. El aprendizaje y el dialogo mutuo son adecuados para una relación
productiva, sobre todo cuando los adolecentes están cada vez menos
predispuestos a obedecer reglas.

Para la educación de estas nuevas generaciones es necesaria la presencia de


adultos bien parados para favorecer el proceso formativo y además refundar la
mirada adulta sobre los jóvenes. Nos referimos a adultos no desde una cuestión
de edades sino de una posición de relación y vinculo con los adolescentes,

5
debemos educar en un marco de responsabilidad, confianza y en dirección a la
emancipación. Y es en el marco de la responsabilidad y no de la autoridad que
podemos construir nuevos lazos. Es necesario adultos que contengan y desafíen
pero además que establezcan límites que permitan y prohíban. Además tenemos
que tener en cuenta que las configuraciones familiares operan de manera
diferente con respecto a la autoridad en comparación con las generaciones
anteriores. Porque la constituciones familiares de las nuevas generaciones son
diferentes y donde los adolescentes de ahora tienen muchos referentes. Esto no
significa que tiempo pasado fue mejor, no es reconquistar lo perdido, sino llegar a
un equilibrio.

En nuestra apreciación general del rol de los sujetos de la institución, en cuanto a


la docente en cuestión encontramos la irresponsabilidad y el autoritarismo sin
medir consecuencias. Desde el rol directivo, se buscó atenuar el inconveniente
para no tener que dar explicaciones a sus superiores y luego tener que afrontar
futuras sanciones. Y si lo pensamos, vemos que este accionar, está totalmente
fuera del acuerdo de convivencia de la institución que hace hincapié, en el
respeto, la responsabilidad y honestidad.

Finalmente nos remitiéndonos al texto de María, B. Greco, Fricciones y versiones,


(…), no se trata de decretar el fin de la escuela y la familia en tanto instituciones,
sino de rencontrar su significación y recrear sus formas. Asumiendo que
necesitamos instituciones que nos permitan recibir a los niños, niñas y jóvenes,
porque allí se juega nuestra continuidad como generación adulta y sociedad.

Bibliografía:

 Nicastro Sandra y Greco María B., 2016, “Entre trayectorias”.


 Korinfeld Daniel, Levy Daniel y Rascón Sergio, 2013, “Entre adolescentes y
adultos en la escuela. Puntuaciones de época”.
 Kantor Débora, 2008, “Variaciones para educar adolescentes y jóvenes”.
 Greco, María B., 2011, “Ficciones y versiones” – Capitulo 2 del libro
“Autoridad y transmisión: niños y jóvenes en la mira” de Doval y Rattero.

S-ar putea să vă placă și