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Resumen
A través del estudio del caso de uno de los proyectos mas ambisiosos como lo es la
hidroeléctrica Hidrotuango, se estableció que las implicaciones de la construcción de estas
obras incurren en afectaciones sociales como el irreversible daño ambiental, destrucción de
los ecosistemas y sus componentes a largo plazo, el desplazamiento, el cambio en las
dinámicas poblacionales, en la economía local y regional, son algunas de las consecuencias.
En este articulo nos dedicaremos a establecer si es posible configurar un daño ambiental
como sujeto de reparación en el ordenamiento Colombiano.
Palabras clave daño ambiental, licencia ambiental, reparación ambiental.
Abstrac
Through the study of the case of one of the most ambitious projects such as the
Hidrotuango hydroelectric plant, it was established that the implications of the construction
of these works incur social damages such as irreversible environmental damage, destruction
of ecosystems and their components over a long period. term, displacement, change in
population dynamics, in the local and regional economy, are some of the consequences. In
this article we will establish whether it is possible to configure an environmental damage as
a subject of repair in the Colombian system.
Keywords: environmental damage, environmental license, environmental repair.
Introducción
De manera que vale resaltar lo expresado por Yuval Noah Harari en su obra De
animales a dioses al exponer como principales eventos históricos en el desarrollo de la
humanidad (i) la revolución cognitiva, (ii) la revolución agrícola y (iii) la revolución
industrial para precisar que la humanidad desde sus inicios no ha hecho otra cosa que
trasformar su habitad. Es así, como la especie humana se convirtió en una escultora del
paisaje y en consecuencia la principal causa de la transformación del medio ambiente,
transformaciones que han sido proporcionales a sus capacidades tecnológicas, hace doce mil
años aproximadamente se cree que apareció la agricultura y con ella la necesidad de tierras
para la labranza, las cuales para la época, teniendo en cuenta el numero de miembros de la
especie, se podían satisfacer ocupando los valles fértiles a orillas de los grandes ríos. No
obstante, a medida que la especie humana fue aumentando en numero, con ello, se redujo los
valles fértiles disponibles. Por consiguiente, se convirtió en un objetivo de imperiosa
necesidad crear nuevos valles o puesto en otros términos: talar, arrasar o devastar bosques
enteros para expandir las zonas de cultivo y así garantizar la manutención de la especie. En
consecuencia, muchas especies, tanto vegetales y animales se vieron damnificadas por la
expansión del hombre, algunas incluso hasta su extinción. De igual forma, la era industrial
ha hecho lo mismo a una escala mayor, pero, además agrego una nueva especie a la lista de
amenazadas o en riesgo de extinción en nombre del desarrollo, la humanidad misma.
Por ello, el desarrollo normativo sobre este tema no se hizo esperar, en algunas
ocasiones estableciendo limites a las actividades industriales, en otras fijando sanciones o
estableciendo parámetros para su desarrollo, parámetros que vale recalcar no significan un
camino hacia el desarrollo industrial sin causar un impacto ambiental, pues terminan por fijar
hasta que punto se puede soportar un impacto negativo sobre el medio ambiente en pro del
desarrollo. Es decir, hacen licita una actividad que daña el medio ambiente, fijando con ello
un daño que debe ser soportable, amparado por la figura de la licencia ambiental, de ahí que
sea necesario analizar detenidamente la licencia ambiental para determinar que daño se debe
soportar y que daño se debe reparar. Dicho en palabras de Mauricio Rueda Gómez “la licencia
ambiental como instrumento para exigir la reparación” (Rueda, 2016).
Por ejemplo, “Eroción en la roca del piso del túnel: la causa probable del colapso en
hidroituango” (Semana.com, 2018), este fue uno de los titulares emitidos por la plataforma
virtual de la revista Semana, luego de ser presentado el informe encargado a la firma chilena
Skava con el proposito de determinar las causas de la emergencia que pusieron en vilo la
continuidad del proyecto energetico más ambicioso hasta ahora desarrollado en Colombia.
Pues bien, ahora surgen una serie de interrogantes alrededor de la emergencia en
hidroituango, la principal, tal vez sea determinar si existe lugar a exigir la reparación por los
daños ambientales ocasionados y sus daños derivados a los habitantes de la ribera del río
Cauca o si por el contrario no hay lugar a ello.
Por ello, se considera como eje fundamental, el estudio de los conceptos de daño
ambiental, cómo diferenciar el daño amparado por la licencia ambiental del daño que debe
ser reparado y la finalidad de la reparación en materia ambiental. Con el proposito de producir
una mirada sobre la realidad, vista por los ojos del Derecho.
Parafraseando a Humberto de la Calle: ¿Por qué no hay palabra alguna que no desate
ferocidad entre nosotros? de igual forma, pareciera que no existiera un tema vedado a las
discordias proselitistas, ideológicas, de modelos económicos o políticos. Lo peor del caso, es
que medio siglo de conflicto interno y toda una historia republicana marcada por guerras
civiles intermitentes no han permitido crear un consenso sobre el modelo de estado que
debemos seguir y mucho menos han permitido que se desarrollé si quiera un debate dentro
de los limites de la ética y la razón. Por ello, consideramos que para llevar a buen puerto una
discusión se deben dar por sentadas unas bases mínimas que permitan el desarrollo del debate
sobre lo ya construido y según sean los resultados proponer criticas racionales tanto a las
conclusiones como a las de bases sobre la cual se desarrollo la disertación.
En primer lugar, las bases sobre las cuales proyectamos desarrollar la presente
consulta académica es el ordenamiento jurídico colombiano, sin cuestionar -al menos No,
inicialmente- la forma como esté estructura el sistema de reparación de daños ambientales.
En tercer lugar, para concluir, demostrar que es posible estudiar un tema tan
controvertido desde la mirada del ordenamiento juridico y solo según sus conclusiones
proponer un punto de vista y no como es cada vez mas habitual que se estudia el tema según
el punto de vista o interes que se requiera.
Medio ambiente
Tal como lo menciona francisco Correa Restrepo, el medio ambiente solo obtuvo relevancia
política internacional a partir de la década de 1970, todo como resultado de la cita que tuvo
lugar en Estocolmo, donde se realizo la Conferencia de las Naciones Unidas Sobre el Medio
Ambiente, allí, de entre muchos temas, vale mencionar que se resaltaron la importancia de
incluir actividades encaminadas a integrar el medio ambiente en los planes de desarrollo, al
igual que crear una legislación proteccionista en esta materia a nivel de cada estado. No
obstante, señala el mencionado autor, dichas decisiones no llegaron muy lejos; sin
desconocer que gracias a ello se lograron algunos avances en materia científica y técnica, lo
cierto es que “el medio ambiente en el plano político se fue agravando, entre otros problemas
[por problemas] ambientales, [como:] el agotamiento del ozono, el calentamiento de la tierra
y la degradación de los bosques” (Correa, 2004).
De ahí que, el gobierno nacional expidiera el Decreto 2811 de 1974, según el cual en
su artículo primero determino que el medio ambiente “es patrimonio común. El Estado y los
particulares deben participar en su preservación y manejo, que son de utilidad pública e
interés social. La preservación y manejo de los recursos naturales renovables también son de
utilidad pública e interés social.”
Sin embargo, como lo señaló anteriormente Francisco Correa Restrepo, estas medidas
no fueron mas que letras muertas en los diferentes ordenamientos jurídicos nacionales, ya
que no contribuyeron a ningún cambio, la protección del medio ambiente que era lo que con
ellas se buscaba no prospero en aquel entonces, por ello él continúa señalando y propone,
que:
Ley 99 de 1993; Por la cual se crea el Ministerio del Medio Ambiente, se reordena el Sector
Público encargado de la gestión y conservación del medio ambiente y los recursos naturales
renovables, se organiza el Sistema Nacional Ambiental, SINA y se dictan otras disposiciones.
Artículo 5º: […] 10) Determinar las normas ambientales mínimas y las regulaciones de
carácter general sobre medio ambiente a las que deberán sujetarse los centros urbanos y
asentamientos humanos y las actividades mineras, industriales, de transporte y en general
todo servicio o actividad que pueda generar directa o indirectamente daños ambientales;
Artículo 31: […] 12) Ejercer las funciones de evaluación, control y seguimiento
ambiental de los usos del agua, el suelo, el aire y los demás recursos naturales renovables, lo
cual comprenderá el vertimiento, emisión o incorporación de sustancias o residuos líquidos,
solidos y gaseosos, a las aguas en cualquiera de sus formas, al aire o a los suelos, así como
los vertimientos o emisiones que puedan causar daño o poner en peligro el normal desarrollo
sostenible de los recursos naturales renovables o impedir u obstaculizar su empleo para otros
usos, estas funciones comprenden expedición de las respectivas licencias ambientales,
permisos concesiones, autorizaciones y salvoconductos;
17) Imponer y ejecutar a prevención y sin perjuicio de las competencias atribuidas por la
ley a otras autoridades, las medidas de policía y las sanciones previstas en la ley, en caso de
violación a las normas de protección ambiental y de manejo de recursos naturales renovables
y exigir, con sujeción a las regulaciones pertinentes, la reparación de daños causados;
Artículo 42: […] b) El Ministerio del Medio Ambiente teniendo en cuenta los costos
sociales y ambientales del daño, y los costos de recuperación del recurso afectado, definirá
anualmente las bases sobre las cuales se hará el cálculo de la depreciación;
c) El cálculo de la depreciación incluirá la evaluación económica de los daños sociales y
ambientales causados por la respectiva actividad. Se entiende por daños sociales, entre otros,
los ocasionados a la salud humana, el paisaje, la tranquilidad pública, los bienes públicos y
privados y demás bienes con valor económico directamente afectados por la actividad
contaminante. Se entiende por daño ambiental el que afecte el normal funcionamiento de los
ecosistemas o la renovabilidad de sus recursos y componentes;
Con base en el conjunto de reglas establecidas en el sistema de que trata el inciso anterior,
el Ministerio del Medio Ambiente aplicará el siguiente método en la definición de los costos
sobre cuya base hará la fijación del monto tarifario de las tasas retributivas y compensatorias:
a) A cada uno de los factores que incidan en la determinación de una tasa, se le definirán las
variables cuantitativas que permitan la medición del daño; b) Cada factor y sus variables
deberá tener un coeficiente que permita ponderar su peso en el conjunto de los factores y
variables considerados; c) Los coeficientes se calcularán teniendo en cuenta la diversidad de
las regiones, la disponibilidad de los recursos, su capacidad de asimilación, los agentes
contaminantes involucrados, las condiciones socioeconómicas de la población afectada y el
costo de oportunidad del recurso de que se trate; d) Los factores, variables y coeficientes así
determinados serán integrados en fórmulas matemáticas que permitan el cálculo y
determinación de las tasas correspondientes.
Ley 491 de 1999; Por la cual se establece el seguro ecológico, se modifica el Código Penal
y se dictan otras disposiciones.
Artículo 1º: El objeto de la presente ley es crear los seguros ecológicos como un
mecanismo que permita cubrir los perjuicios económicos cuantificables a personas
determinadas como parte o como consecuencia de daños al ambiente y a los recursos
naturales y la reforma al Código Penal en lo relativo a los delitos ambientales, buscando
mejorar la operatividad de la justicia en este aspecto, lo anterior en desarrollo del artículo 16
de la Ley 23 de 1973.
Artículo 2º: El seguro ecológico tendrá por objeto amparar los perjuicios económicos
cuantificables producidos a una persona determinada como parte o a consecuencia de daños
al ambiente y a los recursos naturales, en los casos del seguro de responsabilidad civil
extrancontractual, cuando tales daños hayan sido causados por un hecho imputable al
asegurado, siempre y cuando no sea producido por un acto meramente potestativo o causado
con dolo o culpa grave; o, en los casos de los seguros reales como consecuencia de un hecho
accidental, súbito e imprevisto de la acción de un tercero o por causas naturales.
El daño ambiental puro podrá establecerse en estas pólizas como causal de exclusión de la
obligación de amparar, salvo que se logre la colocación del reaseguro para determinados
eventos de esta naturaleza.
Artículo 3º: El seguro ecológico será obligatorio para todas aquellas actividades
humanas que le puedan causar daños al ambiente y que requieran licencia ambiental, de
acuerdo con la ley y los reglamentos. En los eventos en que la persona natural o jurídica que
tramite la licencia tenga ya contratada una póliza de responsabilidad civil extracontractual
para amparar perjuicios producidos por daños al ambiente y a los recursos naturales, la
autoridad ambiental verificará que efectivamente tenga las coberturas y los montos
asegurados adecuados.
Artículo 5º: Serán beneficiarios directos del seguro ecológico los titulares de los
derechos afectados por el daño o sus causahabientes.
Artículo 6º: La respectiva autoridad ambiental previa solicitud del interesado podrá
certificar sobre la ocurrencia y de la cuantía del siniestro, mediante acto administrativo
debidamente motivado. El dictamen podrá servir de fundamento para la reclamación ante el
asegurador o en el proceso judicial que eventualmente se adelante.
Artículo 8º: Si el valor amparado no cubre la cuantía del daño, o de todos los
perjuicios, quien fuere causante del hecho, deberá responder por el monto de todos los daños
y perjuicios que se hubieren producido en exceso de las sumas aseguradas en la póliza.
Artículo 11: Quien estando obligado a contratar la póliza ecológica y no contare con
ella o no estuviese vigente, al momento de la ocurrencia del daño, podrá ser multado por la
respectiva autoridad ambiental hasta por el equivalente a la mitad del costo total del daño
causado.
Artículo 5º: Se considera infracción en materia ambiental toda acción u omisión que
constituya violación de las normas contenidas en el Código de Recursos Naturales
Renovables, Decreto-ley 2811 de 1974, en la Ley 99 de 1993, en la Ley 165 de 1994 y en las
demás disposiciones ambientales vigentes en que las sustituyan o modifiquen y en los actos
administrativos emanados de la autoridad ambiental competente. Será también constitutivo
de infracción ambiental la comisión de un daño al medio ambiente, con las mismas
condiciones que para configurar la responsabilidad civil extracontractual establece el Código
Civil y la legislación complementaria, a saber: El daño, el hecho generador con culpa o dolo
y el vínculo causal entre los dos. Cuando estos elementos se configuren darán lugar a una
sanción administrativa ambiental, sin perjuicio de la responsabilidad que para terceros pueda
generar el hecho en materia civil.
Paragrafo 1o. En las infracciones ambientales se presume la culpa o dolo del infractor, quien
tendrá a su cargo desvirtuarla.
Artículo 10: La acción sancionatoria ambiental caduca a los 20 años de haber sucedido
el hecho u omisión generadora de la infracción. Si se tratara de un hecho u omisión sucesivos,
el término empezará a correr desde el último día en que se haya generado el hecho o la
omisión. Mientras las condiciones de violación de las normas o generadoras del daño
persistan, podrá la acción interponerse en cualquier tiempo.
Artículo 14: Cuando un agente sea sorprendido en flagrancia causando daños al medio
ambiente, a los recursos naturales o violando disposición que favorecen el medio ambiente
sin que medie ninguna permisión de las autoridades ambientales competentes, la autoridad
ambiental impondrá medidas cautelares que garanticen la presencia del agente durante el
proceso sancionatorio.
Artículo 24: Cuando exista mérito para continuar con la investigación, la autoridad
ambiental competente, mediante acto administrativo debidamente motivado, procederá a
formular cargos contra el presunto infractor de la normatividad ambiental o causante del daño
ambiental. En el pliego de cargos deben estar expresamente consagradas las acciones u
omisiones que constituyen la infracción e individualizadas las normas ambientales que se
estiman violadas o el daño causado. El acto administrativo que contenga el pliego de cargos
deberá ser notificado al presunto infractor en forma personal o mediante edicto. Si la
autoridad ambiental no cuenta con un medio eficaz para efectuar la notificación personal
dentro de los cinco (5) días siguientes a la formulación del pliego de cargos, procederá de
acuerdo con el procedimiento consagrado en el artículo 44 del Código Contencioso
Administrativo. El edicto permanecerá fijado en la Secretaría Legal o la dependencia que
haga sus veces en la respectiva entidad por el término de cinco (5) días calendario. Si el
presunto infractor se presentare a notificarse personalmente dentro del término de fijación
del edicto, se le entregará copia simple del acto administrativo, se dejará constancia de dicha
situación en el expediente y el edicto se mantendrá fijado hasta el vencimiento del término
anterior. Este último aspecto deberá ser cumplido para todos los efectos en que se efectúe
notificación por edicto dentro del proceso sancionatorio ambiental.
Artículo 39: Consiste en la orden de cesar, por un tiempo determinado que fijará la
autoridad ambiental, la ejecución de un proyecto, obra o actividad cuando de su realización
pueda derivarse daño o peligro a los recursos naturales, al medio ambiente, al paisaje o la
salud humana o cuando se haya iniciado sin contar con la licencia ambiental, permiso,
concesión o autorización o cuando se incumplan los términos, condiciones y obligaciones
establecidas en las mismas.
Artículo 40; paragrafo 2º, Consiste en la orden de cesar, por un tiempo determinado que
fijará la autoridad ambiental, la ejecución de un proyecto, obra o actividad cuando de su
realización pueda derivarse daño o peligro a los recursos naturales, al medio ambiente, al
paisaje o la salud humana o cuando se haya iniciado sin contar con la licencia ambiental,
permiso, concesión o autorización o cuando se incumplan los términos, condiciones y
obligaciones establecidas en las mismas.
Decreto 3570 de 2011: Por el cual se modifican los objetivos y la estructura del Ministerio
de Ambiente y Desarrollo Sostenible y se integra el Sector Administrativo de Ambiente y
Desarrollo Sostenible.
2. diferencias entre el daño amparado por la licencia ambiental del daño que debe
ser reparado.
La licencia ambiental
Director
CRISTIAN GALLEGO
Abogado
Asesor metodológico
LUIS ENRIQUE NIÑO OCHOA
Especialista en Investigación Social
Título
El daño ambiental sujeto de reparación: una breve aproximación al caso Hidroituango en
Colombia.
De manera que vale resaltar lo expresado por Yuval Noah Harari en su obra De
animales a dioses al exponer como principales eventos históricos en el desarrollo de la
humanidad (i) la revolución cognitiva, (ii) la revolución agrícola y (iii) la revolución
industrial para precisar que la humanidad desde sus inicios no ha hecho otra cosa que
trasformar su habitad. Es así, como la especie humana se convirtió en una escultora del
paisaje y en consecuencia la principal causa de la transformación del medio ambiente,
transformaciones que han sido proporcionales a sus capacidades tecnológicas, hace doce mil
años aproximadamente se cree que apareció la agricultura y con ella la necesidad de tierras
para la labranza, las cuales para la época, teniendo en cuenta el numero de miembros de la
especie, se podían satisfacer ocupando los valles fértiles a orillas de los grandes ríos. No
obstante, a medida que la especie humana fue aumentando en numero, con ello, se redujo los
valles fértiles disponibles. Por consiguiente, se convirtió en un objetivo de imperiosa
necesidad crear nuevos valles o puesto en otros términos: talar, arrasar o devastar bosques
enteros para expandir las zonas de cultivo y así garantizar la manutención de la especie. En
consecuencia, muchas especies, tanto vegetales y animales se vieron damnificadas por la
expansión del hombre, algunas incluso hasta su extinción. De igual forma, la era industrial
ha hecho lo mismo a una escala mayor, pero, además agrego una nueva especie a la lista de
amenazadas o en riesgo de extinción en nombre del desarrollo, la humanidad misma.
Por ello, el desarrollo normativo sobre este tema no se hizo esperar, en algunas
ocasiones estableciendo limites a las actividades industriales, en otras fijando sanciones o
estableciendo parámetros para su desarrollo, parámetros que vale recalcar no significan un
camino hacia el desarrollo industrial sin causar un impacto ambiental, pues terminan por fijar
hasta que punto se puede soportar un impacto negativo sobre el medio ambiente en pro del
desarrollo. Es decir, hacen licita una actividad que daña el medio ambiente, fijando con ello
un daño que debe ser soportable, amparado por la figura de la licencia ambiental, de ahí que
sea necesario analizar detenidamente la licencia ambiental para determinar que daño se debe
soportar y que daño se debe reparar. Dicho en palabras de Mauricio Rueda Gómez “la licencia
ambiental como instrumento para exigir la reparación” (Rueda, 2016).
Por ejemplo, “Eroción en la roca del piso del túnel: la causa probable del colapso en
hidroituango” (Semana.com, 2018), este fue uno de los titulares emitidos por la plataforma
virtual de la revista Semana, luego de ser presentado el informe encargado a la firma chilena
Skava con el proposito de determinar las causas de la emergencia que pusieron en vilo la
continuidad del proyecto energetico más ambicioso hasta ahora desarrollado en Colombia.
Pues bien, ahora surgen una serie de interrogantes alrededor de la emergencia en
hidroituango, la principal, tal vez sea determinar si existe lugar a exigir la reparación por los
daños ambientales ocasionados y sus daños derivados a los habitantes de la ribera del río
Cauca o si por el contrario no hay lugar a ello.
De entrada vale la pena aclarar que el tema es bastante ponzoñoso, ya que en él
confluyen intereses politicos, ideologicos, economicos y particulares -de cada habitante sobre
la ribera del río Cauca y los demas ecosistemas afectados-. No obstante, el motivo que nos
convoca es el estudio academico desde una perspectiva jurídica, que tiene como finalidad
analizar en abstracto la forma como el ordenamiento juridico colombiano plantea la
existencia del daño ambiental y su respectiva reparación en actividades desarrolladas de
forma licita. Por ello, lo acaecido con el proyecto hidroelectrico Hidroituango y las
concecuencias jurídicas -sí llegasen a existir- de la emergencia causada a principios del 2018,
serán observadas construyendo un caso hipotetico según los informes de prensa publicados
sobre el tema y de esta forma aterrizar las conclusiones de la presente investigación en un
tema de conocimiento comun por estos días.
Por ello, se considera como eje fundamental, el estudio de los conceptos de daño
ambiental, cómo diferenciar el daño amparado por la licencia ambiental del daño que debe
ser reparado y la finalidad de la reparación en materia ambiental. Con el proposito de producir
una mirada sobre la realidad, vista por los ojos del Derecho.
¿Cómo diferenciar el daño amparado por la licencia ambiental del daño que debe ser
reparado?
Justificación
Parafraseando a Humberto de la Calle: ¿Por qué no hay palabra alguna que no desate
ferocidad entre nosotros? de igual forma, pareciera que no existiera un tema vedado a las
discordias proselitistas, ideológicas, de modelos económicos o políticos. Lo peor del caso, es
que medio siglo de conflicto interno y toda una historia republicana marcada por guerras
civiles intermitentes no han permitido crear un consenso sobre el modelo de estado que
debemos seguir y mucho menos han permitido que se desarrollé si quiera un debate dentro
de los limites de la ética y la razón. Por ello, consideramos que para llevar a buen puerto una
discusión se deben dar por sentadas unas bases mínimas que permitan el desarrollo del debate
sobre lo ya construido y según sean los resultados proponer criticas racionales tanto a las
conclusiones como a las de bases sobre la cual se desarrollo la disertación.
En primer lugar, las bases sobre las cuales proyectamos desarrollar la presente
consulta académica es el ordenamiento jurídico colombiano, sin cuestionar -al menos No,
inicialmente- la forma como esta estructura el sistema de reparación de daños ambientales.
En tercer lugar, para concluir, demostrar que es posible estudiar un tema tan
controvertido desde la mirada del ordenamiento juridico y solo según sus conclusiones
proponer un punto de vista y no como es cada vez mas habitual que se estudia el tema según
el punto de vista o interes que se requiera.
Objetivos
Objetivo general
Determinar cuándo en una actividad licita existe un daño ambiental que deba ser reparado
según el ordenamiento jurídico de Colombia.
Objetivos específicos
Diferenciar las caracteristicas del daño amparado por la licencia ambiental del daño
que debe ser reparado.
OBJETO:.
A-2. Resumen
A-3. Análisis
UNIVERSIDAD LIBRE
Facultad de Derecho, Ciencia Política y Sociales
Seccional Cúcuta
OBJETO:.
Palabras claves
Antecedentes
Problema jurídico
Consideraciones de la corte
Decisión
Salvamentos de voto
Análisis de la sentencia
Anexo C: Ficha de análisis documental
UNIVERSIDAD LIBRE
Facultad de Derecho, Ciencia Política y Sociales
Seccional Cúcuta
Tema
Palabras claves
Fecha de publicación
Número de páginas
Ciudad
Edición
C-2: Resumen
C-3: Análisis