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Carlos Azpilicueta

Tengo claro que con este artículo no voy a ampliar precisamente mi círculo de
relaciones. Más de uno se puede sentir aludido y no gustarle demasiado.

El caso es que la vida de un articulero mosqueril como la mía es dura y a la hora de


contar cosas, si eres muy sincero con lo que piensas, como es mi caso, corres el
riesgo en ocasiones de no dejar demasiado contento a todo el mundo.
Sin embargo, yo no sabría escribir de otra manera (eso y que no estoy como para
andar limitándome temas e ideas).
Desde luego no son diez. Son muchas más. He escogido tan solo algunas, quizás
las más conocidas. Y digo universales porque las he oído y leído en libros, foros,
páginas de Internet y hasta programas de televisión. Me consta haberlas visto en
español y en inglés y me cuentan amigos políglotos que existen en alemán y
francés.
Resulta curioso observar como cuando alguien realiza una crítica sobre algo,
aunque esté más basada en el desconocimiento que en la experiencia, si lo hace
con cierto aplomo y seguridad y proviene de un pescador con cierto nombre y
reputación, la idea en cuestión es rápidamente asimilada por más de uno de
alrededor. Normalmente, criticar técnicas o habilidades nuevas es una manera de
descartarlas rápidamente y evitar así tener que aprenderlas o experimentar con
ellas. Es un modo de aseverar que si yo, con lo buen pescador que soy, no sé eso,
es que no hace ninguna falta saberlo.
Un ejemplo claro lo tenemos en el lance a distancia. Esta modalidad ha empezado
a ser muy conocida recientemente y despierta gran curiosidad en todos los
pescadores. Es espectacular ver volar una WF 5 a más de 30 metros de distancia
y despierta una tremenda envidia el que lo logra hacer con estilo, técnica y
gracilidad. El caso es que eso es realmente complicado ya que requiere mucha
técnica, conocimiento y un innumerable número de horas de prácticas en lugares
muy amplios y aislados. La crítica que recibe esta
modalidad es de lo más tierna y pueril pero es Comentarios del tipo: “Llevo sacando
compartida por cantidad de pescadores: ¿para qué peces toda mi vida y nunca he
necesitado de tanta historia” o “Eso se
hace falta lanzar tan lejos si los ríos son mucho más
hace de manera intuitiva en el río cuando
estrechos? se necesita” lo único que reflejan son
Todos somos susceptibles de caer en esa trampa y ganas de justificar una falta de
delatar de esa manera tan ingenua e infantil nuestra conocimiento y un miedo a reconocer
desconocimiento sobre algo. “Esa mosca es demasiado que no se tiene ni idea del tema.
realista. No sirve para pescar” significa en el fondo
“¡Cómo me gustaría poder montar moscas así!” El tema es peligroso porque lo que
empieza como un simple comentario defensivo acaba haciéndose popular y
convirtiéndose en verdad universal. Lógicamente si una opinión alcanza el rango
de verdad por ese procedimiento, es casi seguro de que en realidad acabe
convirtiéndose, más bien, en tontería universal.

Con los lances de presentación ocurre algo parecido pero multiplicado por diez. Al
ser un tema más amplio que el lanzado a distancia, con más variantes, tipos y
posibilidades, las críticas que recibe son también más numerosas y existen casi
una para cada uno de los lances existentes.

Y es que, según parece, en pesca a mosca decir “No sé sobre eso” es una de esas
grandes frases prohibidas que nunca debiera ser utilizada delante de nadie. Al
menos si quieres seguir manteniendo tu muy trabajada e intachable reputación
como pescador. Y amigo mío, eso es sagrado.
Este es sin duda de los más ubicuos. Aparece
constantemente y cada día parece ganar más
adeptos. El último sitio donde lo he encontrado
ha sido en Sexyloops, la mejor página de
lanzado del mundo y una de las mejores de
pesca con mosca en Europa. Cuesta discutir a
los grandes maestros que allí se reúnen
(Borger, Richards…). Pero cuando no tienen
razón, no la tienen.
La idea que esgrimen los defensores de esta
afirmación es la de que un lance de
presentación es el resultado de un lance en
línea recta mal hecho. También señalan la
increíble obviedad de que la diferencia entre
un buen lance y otro es la intencionalidad que
lleve. O sea, que nosotros somos los únicos
jueces capaces de decidir si ese lance que
acabamos de ejecutar es bueno o no. En otras
palabras, una porquería de lance se convierte
en una obra artística con simplemente decir:
“Es exactamente lo que quería”.

Desde mi punto de vista solo existen dos tipos de lances de presentación: los bien
ejecutados y los mal ejecutados. Y cada uno de los lance de presentación que
están catalogados tiene dos formas de ser realizado: mal y bien. Para que un lance
de presentación sea considerado como bueno independientemente de opiniones y
de los ojos que lo observen debe cumplir unos requisitos técnicos y estéticos
definidos para cada uno de ellos. Un par de ejemplos:

- Lance de Serpentinas convencional: deberán ser simétricas y de un tamaño


regular repartidas de manera uniforme a lo largo de toda la línea hasta el
bajo. Pueden variar en número y tamaño. La línea recta imaginaria que une
pescador y mosca debe pasar por el centro de todas las eses creadas.
Cualquier otra cosa será un lance en serpentinas mal ejecutado u
horriblemente mal ejecutado.
- Lance curvo convencional de derecha a izquierda: la curva debe nacer en la
punta de la caña y morir en la mosca. El último tramo del bajo debe quedar
perpendicular a la línea recta imaginaria que une mosca y pescador. Entre
mosca y pescador no se interpone nada: ni línea, ni bajo. La línea forma un
semicírculo uniforme en todo su recorrido sin existir picos ni arrugas.
Esos son dos ejemplos de lances de presentación con criterios objetivos y válidos
a los ojos de cualquiera. Cada lance debe tener su descripción y sus variantes bien
definidas. El que quiera decidir si su lance es un lance de presentación bien hecho
u otra cosa deberá antes enterarse, con rigor, de en qué consiste. Y el que quiera
inventarse uno nuevo deberá definir y poder describir con detalle qué figura refleja.
Si no, no vale.
“Yo considero que todos los lances de presentación (lances curvos y de
línea floja) son lances "malos" hechos intencionadamente. Los defectos
en el lance son siempre relativos a nuestras intenciones” Paul Arden.

El extendido perfecto
Para que un lance pueda ser llamado extendido deberá formar un triángulo perfecto cuyos tres
lados correspondan a:

1. Recta de unión entre mosca y punta de la caña


2. Recta de unión entre punta de la caña y mano del lanzador
3. Recta imaginaria de unión entre mosca y pies del pescador
Esta idea aparece recogida en muchos libros de lanzado. Libros escritos por
Krieger, Wulff, Kreh, Bean, Jaworwoski, Borger, entre otros. ¿Qué demonios ando
yo de nuevo discutiendo con todos ellos? Pues reconozco que puede parecer una
temeridad con alardes de soberbia y Clasificación general
ciertos tintes de protagonismo (inocente
de mí). Demuestra, sin embargo, cómo el Según la función que cumplen, los lances de presentación
tema de los lances de presentación, es pueden clasificarse en las siguientes categorías:
por un lado, un terreno no demasiado
estudiado por algunos los grandes gurús. - Lances antidragado: lances de línea floja, lances en V,
extendidos, apilados, curvos, lances en L, etc.
Por otro lado deja claro el enorme campo - Lances anti-alineamiento: extendidos y ganchos.
a la experimentación que sigue abierto - Lances anti-obstáculos: curvos, curvas, invertidos,
respecto a este tema. Y por otro, torre…
demuestra mis ganas de dar qué hablar - Lances combinados.
(la fama me aguarda).
Al grano, pues. Tanto curvos (lances en los que la curva nace en la punta de la
caña y muere en la mosca) como curvas (a alguna distancia de la punta de la caña
y muriendo en cualquier otro punto) pueden, desde luego ser utilizados para rodear
arbustos, troncos y demás. La verdadera utilidad práctica para esta sinuosa
función la encuentro yo en aguas paradas y en la pesca con señuelos del
blackbás, lucio, etc. Es quizás en este escenario donde cuajó la idea de esta
utilidad. Y es que curvar toda la línea con bajos más bien cortos y señuelos con
peso no requiere más que la ejecución de un lance lateral con la caña y cara del
carrete bien paralelas al agua. Es también en este escenario donde es más factible
observar cómo cae el señuelo al otro lado del arbusto y donde la picada, al ser
agua parada, será clara y ostentosa haciendo más fácil el saber cuándo clavar.
En ríos y aguas vivas la cosa cambia convirtiendo los lances curvos en algo no tan
bueno para rodear obstáculos. Fundamentalmente por dos razones:

- En curvos es muy complicado ver (intuir) la picada al otro lado del


obstáculo.
- Pescando aguas arribas un lance curvo sitúa una buena cantidad de línea a
través de la corriente, aumentando las posibilidades de que nuestra mosca
drague rápidamente (ciertamente un gancho es una mucho mejor opción en
estas circunstancias)

Si me encontrara, contando todo esto a viva voz en frente de una audiencia de


pescadores, en este momento, alguien, a punto de perder su paciencia, se
levantaría y preguntaría: “Vale, vale. ¿Entonces para qué demonios sirve un
curvo?”
Y yo contestaría: “Siéntese y tranquilícese, buen amigo, que ahora se lo explico”
Y se lo explicaría.
Desde mi punto de vista los curvos son probablemente los mejores lances
antidragado para pescar
corriente a través (entre 45º
y 90º grados en relación a
la dirección de la corriente).
Cierto es que sitúan línea
corriente arriba de la trucha
por lo cual si solo fuera por
este motivo un lance
extendido sería mejor
opción. La clave para que
estos lances realicen esa
función de manera tan
exitosa es que, bien
ejecutados, posicionan el
último tramo de línea y bajo
en línea con la corriente,
haciendo casi imposible el
dragado. Por otro lado son generalmente más precisos que muchos lances de
línea floja (cuya única misión es evitar el dragado). Por si esto fuera poco los
curvos son bastante menos sensibles al viento que estos últimos también.

Claves para curvar bajos largos


He estado a punto de incluir como tontería universal eso de “curvar un bajo largo es imposible”. Al
final no lo he hecho porque, aun no siendo imposible, sí que no es excesivamente fácil. Sin viento
molesto estos truquillos te pueden ayudar a curvar bajos de más de cuatro metros:

- coloca una mosca un pelín más pesada.


- utiliza bajo cónico empezando por el mayor diámetro que puedas permitirte
- nudo de aguja para el empalme línea-bajo
- pega un tironcillo con la otra mano a la línea en el momento de la parada
- retrocede ligeramente la punta de la caña hacia atrás justo después de la parada
- para la caña bien alta con un pequeño golpe de muñeca (nudillos hacia el cielo)
Reconozco que no es de las más oídas aunque existen grandes defensores de
esta afirmación. Es una tontería respaldada por el sentido común y proveniente de
alguien que no pasa muchos horas en el río. El sentido común dicta que si
posicionamos nuestra línea en
línea recta con la corriente,
venga ésta en la dirección que
venga, el dragado dejará de
existir (recordad lo contado
arriba sobre los lances curvos).
Muchas horas en el río nos
dice que esto no funciona así.

Imaginemos que estamos


pescando totalmente corriente
arriba y estirando la línea y el
bajo del todo. Nos daremos
cuenta en seguida que aunque
no situemos nada de línea
transversal a la corriente
nuestra mosca en muchas ocasiones draga.
Esto ocurre por dos razones:

- Existen multitud de micro corrientes que, aunque apenas se perciben y son


imposibles de leer con claridad, tiran de la línea en una y otra dirección.
- Casi siempre hay pequeñas caídas de agua y variaciones de altura entre la
mosca y nosotros repartidas a lo largo de toda nuestra línea. Son éstas las
principales causantes del dragado en esta posición de pesca. Sin un lance
de línea floja de algún tipo estamos perdidos (puede que incluso así si no
es el lance correcto o si esa línea floja no la logramos situar en el punto
exacto)

Admitido actualmente por grandes lanzadores-pescadores es el apilado


en la línea el lance más útil para pescar corriente arriba
Hablando de puntos exactos (véase más arriba). Si me dieran una mosca por cada
vez que he oído esto, mi desolada y deshabilitada caja de doble piso se quedaría
totalmente escasa y con falta de sitio.

Mezclar el tema de la precisión con lances de presentación para calificarlos de


buenos o malos es un error. Estimar un lance de presentación como bueno o malo
en base ha si la mosca ha entrado en el aro no tiene sentido. El lance puede ser
perfecto sin que la mosca haya entrado. Mi doble tracción, alineamiento, aplicación
de fuerza, etc. pueden ser perfectas y aún así no acertar con el aro. Otra cosa es
que lo que se esté midiendo es mi capacidad de ser preciso con un determinado
lance. Entonces, al margen de la perfección del lance se considerará un intento
fallido. Eso por un lado.
Está el hecho, también, de que la pesca al Algunos trucos para ser precisos
agua no requiere tanta precisión como la pesca con…
a trucha vista. Al menos del tipo de “métela en
el aro” y más del tipo de “ponla en ese carril” o Lance paracaídas: nos aseguramos tener en el aire
“sitúala a la izquierda” siendo éste un tipo de algo más de línea que la necesaria para llegar a
precisión algo más fácil. Sin embargo, y esto sí nuestro objetivo. Después de parar la caña bien alta,
que es admitido por la mayoría (creo), la pesca observamos el descenso de la mosca y corregimos la
al agua requiere de tantos lances de distancia llevando ligeramente la punta de la caña
hacia atrás.
presentación como la pesca a trucha vista. Lance extendido: sobrevolaremos nuestro objetivo
Desde mi punto de vista esta afirmación, que con una acentuada trayectoria descendente de la
yo he decidido describir como tontería número punta de la caña. Siempre que sea suficiente
4 (más que nada porque va después de la ejecutaremos el extendido corto (rotación de muñeca
tercera), lleva disfrazada una implícita carga de sin implicar nada de brazo).
creencia de que los lances de presentación y la Lance en serpentinas: las reduciremos al mínimo en
tamaño y número. Se tiende a crear muchas más y
precisión sea del tipo que sea, están muy mayores que las necesarias.
reñidos. Curiosamente este hecho es Curva en la línea: ejecutaremos y observaremos
fácilmente demostrable de lo contrario, de que viajar la curva un par de veces antes de posar la línea
sí que se puede ser preciso con ellos y mucho para calibrar velocidad y distancia.
(pero qué claro que me estoy expresando hoy).
Las claves para desarrollar precisión con todo tipo de lance de presentación son:

- Práctica.
- Tener una clara y estricta definición, que no deje lugar a subjetividades ni
intencionalidades, del lance que estoy ejecutando.
- Conocer pequeños trucos y ayudillas que nos facilitarán la tarea con
algunos de ellos.
- Práctica (por si se me había olvidado).
Vayamos a por la quinta. Una de mis favoritas.

Los buenos seguidores de mis artículos de lanzado saben de sobra, a estas


alturas, cómo ejecutar un gancho convencional. Así que pido disculpas por no
repetirme.
Pudiera parecer que sí, que la única manera de crear un gancho es evitar que se
termine de abrir el bucle del todo y muera, “pose”, antes de que lo haga. Y en el
90% de los casos es la manera en la que se ejecuta. Si existiera una manera de
añadir algo más de control a este lance, algo más de energía, sería muy
interesante. Siempre es más sencillo aplicar energía que controlarla y dominar su
fuerza. Además un lance con energía positiva es siempre menos susceptible al
viento que uno con negativa. Pues bien, ese lance existe. Al menos una manera de
ejecutarlo aplicando más fuerza y por lo tanto añadiendo más control. Yo le llamo
Gancho de derecha positivo (que no, que no es boxeo). Esta es su ficha técnica:

Utilidad: evitar alinear peces pescando corriente arriba presentando solo el último
tramo de línea de manera transversal a la corriente y el resto casi en total línea con
ella, minimizando el dragado de manera muy útil. Rodear obstáculos consiguiendo
la misma configuración de línea que anteriormente.

Descripción: la línea sale totalmente recta de la punta de la caña girando caso 90º
hacia la derecha en el último tramo de línea y el bajo.

Ejecución: en un lance frontal, paramos la caña enérgicamente con una rotación


de muñeca sobre el eje del antebrazo hacia adentro (hacia nosotros), a la vez que
bajamos la punta de la caña con suavidad, todo de manera fluida y delicada.

Controlando variables:

• tamaño del gancho: según el grado de rotación de la muñeca. Para grandes


ganchos el brazo se desplazará ligeramente hacia la izquierda
acompañando la rotación de muñeca

Si no te sale es que:

• estás rotando la muñeca demasiado tarde y no justamente en el momento


de la parada.
• bajas la punta de la caña demasiado tarde dando tiempo al bucle a que se
abra del todo.
Veterana afirmación donde las haya. Y algo de razón no le falta. El caso es que
intentar presentar con bajos largos como sustitutos de lances de línea floja limita
enormemente las condiciones de pesca y por tanto los resultados.
Los bajos largos, según mi
punto de vista, pueden y
deben sustituir a estos lances,
en badinas y aguas lentas.
Superficies que son casi
imposibles de descifrar y
donde el dragado va a ocurrir
casi, de manera directa y al
mismo tiempo que en la línea,
en el último tramo del bajo. En
cualquier otra circunstancia
pescar con bajos largos (por
encima de 4 metros) son todo
problemas y redundan en muy
poca efectividad: mala
precisión, pobre capacidad de
penetración en la vegetación, mucha influencia del viento, etc.
Este ha sido fácil y corto. Vayamos a por el séptimo.

Los poetas son grandes tipos pero limitados en recursos (referencia a un viejo
artículo). Los grandes pescadores que no han oído nunca hablar de lances de
presentación utilizan, habiéndolos adquiridos de manera intuitiva y auto-didacta,
básicamente los siguientes lances de esta categoría:

De línea flojita. Más bien línea arrugada repartida a lo largo de todo su recorrido.
Su ejecución consiste en aplicar más energía que lo acostumbrado para producir
un efecto rebote de la línea.
Tímido extendido. Sin apenas estiramiento de brazo y/o rotación de muñeca.
Fundamentalmente utilizado para evita alinear el pez.

Uno puede llegar a la conclusión de que, si estos pescadores, con tan limitados
recursos de lanzado, pescan muchos peces, será porque no son necesarios más.
Sin embargo las razones son otras. Los pescadores a mosca que sacan muchos
peces y jamás han aprendido ni practicado nada de lanzado es porque han
desarrollado toda una técnica que suple esta carencia.
En más de una ocasión he hablado del mejor lance de todos por antonomasia: el
lance-no lance (recuerda a Haitaku). Aquel que no hace falta ejecutar porque
consiste en acercarse al pez todo lo posible y pasarle la mosca casi de punta por el
morro, haciendo desaparecer de manera automática cualquier tipo de dragado o
problema de presentación. Sin embargo, la razón principal del éxito de estos
pescadores es que son tremendamente sigilosos. Son capaces de presentar sus
moscas a peces con grado de alerta cero. Y, como tú y yo bien sabemos porque
nos lo han contado por ahí, un pez con ese grado de alerta coge cualquier
imitación siempre que no lleve ningún nivel de dragado.
Sobra decir que si dichos pescadores dominaran más lances de presentación
todavía serían mucho más efectivos, sobretodo con peces a los que no se les
puede llegar acercándose a ellos y muy poco hostigados. Mi tajante
convencimiento es que la única manera de aprender a ejecutar el 95% de los
lances de presentación y a controlar sus variables y variantes es estudiándolos y
practicándolos a conciencia. Amén.

Leí hace poco una definición curiosa de lo qué es un lance. Un apasionado


contertuliano de foros y debates en
Internet señalaba que para él solo
se puede llamar lance lo que es
ejecutado antes de la parada
frontal. Todo lo que ocurra
después, según él, no es más que
un remiendo aéreo o acuático de
línea. Según este aserto no
existirían los lances extendidos
como tales. Tampoco serían
llamados lances los picados, ni la
serpentinas, bien diferenciados
unos de otros por lo que ocurre
después de parar la caña. No
estoy nada de acuerdo con esa
restrictiva definición (ciertamente puede que le haga la vida más fácil a su autor) y
en un próximo artículo puede que trate el tema con mayor profundidad.
Mientras tanto algo tengo muy claro. Lo que no ejecutes en el aire no esperes
poder hacerlo en el agua con el mismo resultado. En otras palabras, los remiendos
o reposicionamientos de línea en el agua nunca pueden ser sustitutos de ninguna
corrección aérea o lance de presentación. Más bien deben ser un complemento de
los mismos ya que el tiempo que pasa entre el momento que posa la línea y la
aplicación de la corrección en superficie es, casi siempre, excesivamente largo
para evitar el dragado con éxito. Para cuando la línea toque el agua deberemos
haber realizado la mayor parte de la tarea o si no después vendrán los problemas.

Otra ventaja importante de disminuir en todo lo posible el número y tamaño de las


correcciones, una vez posada la línea en el agua, es el peligro de meter ruido con
arranques y salpicaduras que pongan en alerta a nuestra amiga.

Además, la vistosidad de algunos dibujos en el aire es del todo insuperable a


ninguna configuración de línea sobre el agua. Os puedo asegurar que la estética
en el lanzado con mosca es algo más que una simple cuestión de gusto personal.

Lo que me faltaba oír. Que ganas de tirarme de la lengua.


La mayoría de lances de presentación son perfectamente combinables con un
rodado. Recordemos que un rodado es la mitad de un ciclo completo de un lance
básico. Y precisamente la mitad frontal que es la que nos interesa. El problema no
radica en la dificultad de ejecutar estos lances tras un rodado, algo que no tiene
ninguna dificultad adicional. Los rodados aunque son lances muy básicos no son
muy utilizados y su manejo y control, como todo, requiere algo de práctica. La
cuestión es ser capaces de ejecutar un buen rodado con la energía justa y parando
la caña lo suficientemente alta para darnos tiempo a crear la configuración
deseada.
Es posible y muy práctico ejecutar rodados con la caña lateral, algo esencial para
crear un curvo positivo. Si no somos capaces de realizar buenos rodados casi de
manera instintiva el hecho de pensar en él y en el lance de presentación que viene
después supone demasiada información a procesar en un segundo. Algo que suele
tener como resultado original vistosos burruños.

Curiosamente existe un rodado que es en sí mismo un extraordinario lance de


presentación ya que consigue apilar el bajo de manera muy elegante y efectiva.
Consiste en efectuar un rodado lo más redondo posible (criticado por Krieger en
favor de uno más elíptico) y parar la caña bien alta de manera que el último tramo
caiga casi vertical desde el cielo. Mágico.
Esta es uno de las últimas incorporaciones a la lista de los horrores.
Nace de una reciente obsesión por un tipo de bucles, considerado como modelo a
imitar y objetivo a alcanzar por todo lanzador de nivel que se precie como tal. El
bucle al que me refiero es uno estrecho y afilado con amenazante punta y de
marcada simetría y verticalidad. Como he mencionado en más de una ocasión ese
bucle sirve para lo que sirve. Desde luego para ejecutar muchos lances de
presentación es muy
poco práctico. Con esto
quiero decir que la
definición de lo qué es
un buen bucle es algo
muy discutible y
discutido.

Desde mi punto de
vista, siempre dentro de
los bucles creados
conscientemente, no
hay ni buenos, ni malos,
ni bonitos, ni feos (para
gustos…). Tan solo
existen bucles que facilitan la ejecución de un determinado tipo de lance en unas
determinadas circunstancias de pesca. Un buen lanzador debe ser capaz de crear
a capricho (suyo y de su público) bucles anchos, estrechos, redondos,
puntiagudos, paralelos, de apertura lateral, rápidos, perezosos de trayectoria
ascendentes y un largo etcétera.

Todos ellos tienen su lugar, misión y momento en esta vida (pues Amén de nuevo).
Algunas tonterías que se quedan en el tintero
Entre otras nos encontramos frases como:

• “La DT es la mejor línea para estos lances” (¿a partir de qué distancia?)
• “A penas se utilizan en acción real de pesca” (desde luego. A penas se conocen)
• “Siempre se crea por sí misma algo de línea floja en cualquier lance, quieras o no” (la
cantidad que tú no quieres y donde no la deseas)
• “Con estos lances el clavado es muy difícil” (si sabes controlar sus variables en absoluto.
Que para eso están)

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