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LAS SIETE RAZAS

Antes de presentar la fuente, quisiera que quedara más claro el concepto "de raza
raíz". Según entiendo, no tiene que ver con el número de razas distintas en
determinado momento, como son las razas blanca, negra, roja o amarilla que se
estudian en los cursos actuales de sociología o historia, o como son las razas
oriental, asiática, africana, etc. Más bien entiendo que se trata de la humanidad
como conjunto o como un todo, que habita un astro en determinado periodo de
tiempo,

La ANTROPOGENESIS enseña que cualquier mundo del espacio infinito, tarde o


temprano se convierte en el escenario de siete razas humanas. En hora-buena
sabemos que en este malhadado mundo de tanto infortunio, somos nosotros
precisamente, la quinta generación.

Es ostensible que la luna fue en otros tiempos la morada de los selenitas. No resulta
difícil comprender que en la corteza lunar evolucionaron e involucionaron siete
razas humanas. De acuerdo con la sabia ley de la Recurrencia que se procesa
siempre en todos los mundos, es obvio que la primera raza selenita humana fue una
generación gigante.

Basados en esa citada ley podemos comprender sin mucha dificultad, que las
últimas familias de Selene fueron liliputienses, demasiado pequeñas de estatura. Es
incuestionable el regreso involucionantes de la humanidad selenita hasta el estado
germinal elemental primitivo. El reposo de los gérmenes elementales durante el
gran Pralaya, es de hecho un axioma de la Sabiduría antigua.

Todo planeta da siete razas; nuestra Tierra ya dio cinco, faltan dos. Después de las
siete razas nuestra Tierra, transformada por grandes cataclismos, se convertirá, a
través de millones de años, en una nueva luna.

5 ta. Nosotros, los arios, somos la quinta raza. Nuestra actual raza terminará con un
gran cataclismo. La sexta raza vivirá en una Tierra transformada y la séptima será la
última. Después de estas siete razas, la Tierra se convertirá en una nueva luna.

Todo planeta tiene siete razas y siete sub-razas. Nuestro planeta Tierra ya dio cinco
razas, faltan dos.

Después de las siete razas y ya transformada por los cataclismos, se convertirá la


Tierra a través de millones de años en una nueva luna.

Toda la vida involucionarte y evolucionarte vino de la Luna. Cuando la gran vida


abandonó la Luna, ésta murió, se convirtió en desierto. En la Luna también
existieron siete razas y cada una con sus siete sub.-razas. El alma, la vida lunar, está
ahora involucionando y evolucionando en nuestro planeta Tierra, Así es como se
reencarnan los mundos.

Hay que salvar la Tierra para que se puedan completar las Siete Razas. Hay que
sacrificar el planeta con el holocausto del Fuego, el banquete del Agua y la lucha de
los Elementos, todo esto de acuerdo a la Ley. El Evangelio según la Ley, es el
Evangelio de San Lucas...

La Tierra actual, por ejemplo, está completamente marchando de acuerdo con la Ley
de la Entropía y si no hay un gran Sacrificio, quedará igualada el día de mañana,
convertida en una Luna más; pero como no se ha terminado el programa (cada
planeta tiene que tener sus Siete Razas, antes de convertirse en Luna), pues hay
que hacer un gran Sacrificio.

Raza Polar

La tradición dice que los esquimales de Groenlandia y Alaska provienen de la lejana


Thule. Se dice que los esquimales están mezclados con los invasores de Polinesia,
Tunguses y Dené.

El gran Maestro Gnóstico Rosacruz Arnoldo Krumm Heller habla cosas sublimes
sobre la lejana Thule, la Isla Sagrada. Don Mario Rosso de Luna dice que esta Isla
todavía existe, pero se halla en estado de Jinas. Nosotros sabemos que en esta Isla
existió la primera raza humana.

La Raza Polar se desenvolvió en un ambiente totalmente distinto al actual. En


aquella época, que data de hace más de trescientos millones de años, la Tierra era
propiamente semi-etérica, semi-física; parecía un curvo océano azul como el
firmamento de la noche.

La cuna de la sabiduría oculta no fue el Asia, como creen muchos. La verdadera cuna
de la sabiduría oculta fue la Isla Sagrada, la lejana Thule, de la cual habla tantas
bellezas Huiracocha.

Por aquella época de la Raza Protoplasmática, la Isla Sagrada no estaba en el Norte.


Esa Isla fue realmente un continente cuya posición exacta estaba en la línea
ecuatorial. Más tarde, con la revolución de los ejes de la Tierra, quedó dicha isla en
el Norte. La revolución de los ejes de la Tierra ya está demostrada por la ciencia
contemporánea.

Hoy por hoy me limito a decir que los hombres de la primera raza propiamente
dicha, existieron en el casquete polar del norte, en la Isla Sagrada. Entonces ese
casquete polar del norte, los polos, mejor diríamos, ocupaban la zona ecuatorial.
Incuestionablemente la forma de vida de aquella raza era muy distinta a la actual;
nada sabe sobre eso la antropología materialista.

El ser humano como semilla, se desenvolvió desde el Omeyocan, y fue cristalizando


poco a poco a través de diversas dimensiones hasta tomar la forma física de la
época polar.

La primera raza que existió en el mundo fue la raza del continente polar del norte,
esa es la raza protoplasmática.

La raza protoplasmática fue el resultado de muchos procesos evolutivos e


involutivos que se sucedieron en forma coordinada dentro de las dimensiones
superiores del planeta tierra.

La primera raza humana que otrora viviera en ASGARD, la Isla de Cristal, la Morada
de los Dioses, la Tierra de los Ases, incuestionablemente era semi-etérica, semi-
física.

Producto maravilloso de incesantes evoluciones y transformaciones que otrora se


iniciaran desde el estado germinal primitivo, la primera raza surgió de las
dimensiones superiores, completa y perfecta.

Los "hijos del primer sol" (los andróginos divinos de la primera raza), que otrora
vivieran felices en la Isla de Cristal, perecieron devorados por los tigres.

Dicen los aztecas que los hombres de la primera raza fueron devorados por los
tigres.

La primera raza fue gigantesca y de color negro, empero estuvo muy civilizada. Esta
fue una raza andrógina, asexual, semi-física, semi-etérica. Los individuos podían
reducir su tamaño al de una persona normal de la actual raza aria. Los rituales y
sabiduría de la primera raza fueron maravillosos. Los templos y construcciones
fueron portentosos. La barbarie no existía en aquella época. Dicha raza divina fue
devorada por los tigres de la sabiduría. El regente de esa raza fue el dios azteca
Tezcatlipoca. Cada individuo era un verdadero Maestro de sabiduría. La
reproducción se realizaba por el acto fisíparo, el cual es semejante al sistema de
reproducción de las células orgánicas mediante el proceso de división celular. Así, el
organismo padre-madre se dividía en dos. El hijo andrógino sosteníase por un
tiempo del padre-madre. La primera raza vivió en la Isla Sagrada situada en el
casquete polar del Norte. Todavía existe dicha isla en estado de Jinas.
Raza Hiperbórea

Los hiperbóreos tuvieron su escenario en esa herradura que rodea al polo norte.
Obviamente la misma Inglaterra y hasta Irlanda pertenecieron a la tierra de los
hiperbóreos, a esa tierra perteneció también Alaska, pues todas esas regiones
forman una herradura alrededor del casquete polar del norte.

Se dice que los hijos del Segundo Sol, los hiperbóreos, perecieron arrasados por
fuertes huracanes.

De la primera raza emanó la segunda, la Hiperbórea, sujetos que se reproducían


mediante "brotación"; ingentes multitudes que otrora habitaran en las múltiples
regiones del Septentrión.

Los "hijos del segundo sol" (la segunda raza de la tierra de Apolo), los hiperbóreos,
fueron arrasados por fuertes huracanes.

La segunda raza fue gobernada por el dios azteca Quetzalcoatl. Esa fue la
humanidad Hiperbórea. La segunda raza fue arrasada por fuertes huracanes. Los
degenerados de la segunda raza fueron los monos, antepasados de los monos
actuales. Esa raza se reproducía por el proceso de brotación, tan común en los
vegetales. De todo tronco brotan muchas ramas.

Dicen los aztecas que los hombres de la primera raza fueron devorados por los
tigres, que los de la segunda raza se volvieron monos.

LA SEGUNDA RAZA fue gobernada por Quetzalcoatl. Fue la humanidad hiperbórea,


La segunda raza se degeneró y se convirtieron en monos, antepasados de los monos
actuales. Se reproducían por el proceso de brotación, tan común en los vegetales,
del tronco brotan muchas ramas. Fueron arrasados por fuertes huracanes.

Más tarde surgieron los hiperbóreos de quienes habla Federico Nietzche. Gentes que
vivieron en esas herraduras que circundan al Polo Norte; país en el Septentrión.

Ahora quiero referirme en forma enfática a esa raza hiperbórea que derivara de la
protoplasmática. Fueron los hiperbóreos una raza más psíquica que se reproducía
por sexualidad en forma de brotación. ¿Han visto ustedes los corales en los
acantilados del borrascoso océano? De un coral sale otro y de ese, otro y otro. Hay
plantas que mediante sus brotes siguen multiplicándose, así también sucedió con
los hiperbóreos. Ciertos brotes aparecidos en el Padre Madre operaban la fuerza
sexual hasta que se desprendiera ese brote y diera origen a una nueva criatura. Ese
era el modo de reproducción de los hiperbóreos.
Al fin, esta raza se sumergió allá en el fondo del borrascoso Océano Pacífico a través
de millones de años de evoluciones e involuciones de esta Naturaleza fecunda.

Heródoto, en el libro IV, Capítulos XXXII y XXXIV, cuenta que los Hiperbóreos,
viejos antecesores de los LÉMURES, enviaban periódicamente a DÉLOS sus ofrendas
sagradas, envueltas en paja de fromentun. Tales ofrendas venerandas tenían bien
marcado su sagrado itinerario. Pasaban primero al país Escita y después iban
caminando hacia occidente hasta el mar Adriático, ruta igual a la que seguía el
ámbar desde el Báltico hasta el caudaloso río PO en la península Itálica.

De esa primieval RAZA POLAR provino la SEGUNDA RAZA: ADAM-EVA o JOD-HEVA,


gente HIPERBÓREA, andróginos inactivos.

Raza Lemur

Resulta ostensible que el Mioceno tuvo su propio escenario en la antigua tierra


Lemuria.

Pero reflexionemos un poco. ¿En dónde estaba ubicada la Lemuria? En el Océano


Pacífico, eso es obvio. Cubría una extensa zona de ese mar. A través de diez mil
años de terremotos se fue sumergiendo poco a poco entre las embravecidas olas del
océano.. Más quedaron restos de Lemuria, en la Oceanía, Australia, la isla de Pascua,
etc. La Lemuria tuvo realidad, ocupó su lugar en un tiempo muy antiguo. Esto podrá
molestar hoy en día, a aquellos antropólogos materialistas partidarios de la Pangea.
Se han embotellado tanto estos señores en su dogmatismo sobre la Pangea que ni
remotamente aceptarían la posibilidad de la Lemuria.

La Lemuria fue aceptada por Mr. Darwin y existe todavía en el fondo del océano
Índico.

Escrito está con letras de oro en las páginas inmortales del Libro de la Vida que de
esta segunda clase de Andróginos divinos procedió a su vez la tercera raza raíz, los
DUPLOS, Gigantes hermafroditas ¡colosales!, ¡Imponentes!, Cuyo sistema
reproductivo era el de "gemación". La Civilización lemúrica floreció maravillosa en el
Continente Mu o Lemuria; volcánica tierra en el océano Pacífico.

Los "hijos del tercer sol" (los hermafroditas lémures), las multitudes de la raza
tercera que antes vivieran en el continente lemúrica situado en el océano Pacífico,
perecieron por sol de lluvia de fuego y grandes terremotos.

La tercera raza fue arrasada por el sol de lluvia de fuego (volcanes y terremotos).
Esa fue la raza Lemur. Dicha raza fue gobernada por el dios azteca Tláloc. Esta raza
fue hermafrodita y se reproducía por el sistema de gemación. La Lemuria fue un
continente muy extenso situado en el océano Pacífico. Los hombres lémures que se
degeneraron tuvieron después rostros semejantes a pájaros. Por eso los salvajes,
recordando la tradición, se adornan con plumas en la cabeza.

243- Durante las épocas Polar, Hiperbórea y a principios de la Lemuria, los seres
humanos éramos hermafroditas, y la reproducción se verificaba por "Esporas", que
se desprendían de las pantorrillas.

244- El hombre utilizaba sus dos polos: positivo y negativo de su energía sexual
para crear por esporas.

245- Con la división en sexos opuestos, el hombre pudo retener un polo de su


energía sexual para formar el cerebro y la garganta.

246- Entonces hubo necesidad de la cooperación sexual para la reproducción de la


raza.

247- El acto sexual se verificaba entonces bajo la dirección de los ángeles, en


determinadas épocas del año.

230- Fui testigo de la salida del Edén, y puedo asegurar que la causa causorum de la
pérdida de los poderes internos de la raza humana, fue la fornicación.

231- En la Lemuria, las tribus vivían en rancherías, y los soldados de las tribus, en
sus cuarteles.

232- Las armas de esos soldados eran flechas y lanzas.

233- En un solo rancho gigantesco vivía toda una tribu.

Cuando llegó el fin de la Lemuria, volteo la página de la historia, los volcanes


entraron en erupción. ¡Entonces se produjeron terribles terremotos y grandes
maremotos, que acabaron con toda la gran poderosa civilización del continente Mu.

La raza Lemur concluyó cuando terminó el viaje del Sistema Solar alrededor del
Zodíaco, entonces entró la Tierra en erupción y terribles terremotos y grandes
maremotos a través de Diez Mil años ¡sumergieron al continente Mu entre las
embravecidas olas del Océano Pacifico!

Se habla también en la cultura de nuestros antepasados de Anahuac sobre los hijos


del tercer sol, los Lémures. Estos eran hermafroditas gigantescos, como podemos
ver sus representaciones en aquellas esculturas que están en Tule. Se reproducían
por Gemación, los hijos del segundo sol se reproducían por brotación, pero los hijos
del tercer sol, por Gemación. Es claro, que aquellos hermafroditas, ovulaban y ese
óvulo que se escapaba de sus ovarios, venía a la existencia ya fecundado.
Eran varón y hembra como dice la Biblia, que Dios creó al Hombre varón y hembra
los crió y llamó el nombre de ellos Adán, el día en que fueron creados. Entonces se
dice que en determinada época aquellos huevos se abrían y de allí salía una criatura
que se alimentaba del Padre Madre.

La Atlántida

En el viejo Egipto de los faraones, los sacerdotes de Sais dijeron a Solón que la
Atlántida había sido destruida nueve mil años antes de conversar con él.

La civilización atlante todavía no ha podido ser superada por nuestra tan cacareada
civilización moderna. Conocieron la energía atómica y la utilizaron en la guerra y la
paz.

La ciencia atlante tuvo la ventaja de estar unida a la magia; se fabricaron robots


extraordinarios, cierto tipo de elementales superiores controlaban dichos robots
que, dotados así de inteligencia, parecían seres humanos y servían fielmente a sus
amos. Cualquier robot podía informar a su dueño de los peligros que le acechaban y,
en general, sobre múltiples cosas de la vida práctica.

Tenían los atlantes máquinas tan poderosas y maravillosas, como aquella que
telepáticamente podía transmitir a la mente de cualquier ser humano preciosa
información intelectual. Las lámparas atómicas iluminaban los palacios y templos de
paredes transparentes. Las naves marítimas y aéreas fueron impulsadas por energía
nuclear.

Los atlantes aprendieron a desgravitar los cuerpos a voluntad. Con un pequeño


aparato que cabía en la palma de la mano, podían levantar cualquier cuerpo por
pesado que éste fuera.

El dios Neptuno gobernó sabiamente la Atlántida. Era de admirarse y verse el templo


sacratísimo de este santo dios. Las paredes y muros plateados de dicho templo
asombraban por su belleza y las cúpulas y techos eran todos de oro macizo y de la
mejor calidad.

El marfil, el oro, la plata, el latón, lucían dentro del templo de Neptuno con todos los
regios esplendores de los antiguos tiempos. La gigantesca escultura sagrada del
muy venerado y muy sublime dios Neptuno era de oro puro toda. Aquella inefable
estatua misteriosa, montada en su bello carro arrastrado por exóticos corceles y la
respetable corte de cien nereidas, infundían en la mente de los devotos atlantes
profunda veneración.

Las ciudades atlantes fueron florecientes mientras sus habitantes permanecieron


fieles a la religión de sus padres, mientras cumplieron con los preceptos del dios
Neptuno, mientras no violaron la ley y el orden. Pero cuando las cosas sagradas
fueron profanadas, cuando abusaron del sexo, cuando se mancharon con los siete
pecados capitales, fueron castigados y sumergidos en el fondo del océano.

Raza Koradhi

SEXTA RAZA: KORADHI. Saldrá después del cataclismo de la quinta raza, vivirá en
una Tierra transformada.

Solamente un pequeño grupito de gentes selectas será salvado, para que sirva de
semillero a la futura sexta gran raza, que se llamará Koradhi y habitará lo que hoy
es el casquete polar.

El uso y el abuso de la energía atómica despertarán al fin, las dormidas fuerzas de


los volcanes y terminará nuestra raza aria entre grandes terremotos, maremotos, y
espantosos cataclismos. Más tarde florecerá la sexta raza, la raza de Koradhi en el
Continente de la Antártida y entonces volverá el divino Maestro después de
Zachariel el gran iluminado.

Los justos serán el semillero de la futura sexta gran raza. Los justos serán traídos a
la tierra nuevamente cuando ya ésta se encuentre en condiciones favorables de
vida. Entonces nacerá la sexta raza. La Raza "KORADHI".

La Sexta Gran Raza, la Raza Koradhí, será más pequeña que la Aria.

Los hijos del Sexto Sol, los KORADHI, en la futura Tierra del mañana, también
morirán

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