Samuel Casallas Arévalo – Humanidades 1

Taller
El ejercicio consiste en elegir tres pinturas realistas de diferentes autores preferiblemente de
obras que no se hayan trabajado en clase y hacer un pequeño comentario atendiendo a las
pautas dadas en la charla del día del 30 de septiembre.
PINTURA NO.1

Procesión de Pascua en la región de Kursk - Iliá Repin, 1880-1883

Es una obra realista porque retrata el realismo social del como una multitud de personas de
diferentes clases sociales en una procesión ortodoxa desde el monasterio de Korzenna cerca
de Kursk. No es lucha de clases, es una congregación de personas con un mismo sentido
ético/religioso dirigidos hacia un punto en épocas de pascua.
El cuadro transmite desolación, un “éxodo” y pasión por las multitudes de personas en una
procesión de la iglesia ortodoxa. Los sacerdotes cargan a una figura mientras el pueblo
ortodoxo los sigue atrás. El panorama es árido y desierto, propio de la estepa rusa. Con un
mismo objetivo, todo el pueblo camina unido a través del polvo. Podemos ver clérigos,
militares y gente que posee tierras quer visten a la forma occidental, en una escena que, lejos
de tener paz se muestra llena de caos. N eso exenta de escenas de violencia, como el hombre
en primer plano castigando con un palo a una niña, o el hombre de blanco a la derecha
pegándole a uno de las personas que está caminando.
La objetividad de la obra se refleja al poder plasmar de una manera general la unión de clases
en un paisaje desértico, el valor de plano y el punto de vista del autor es retratarlos juntos en
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unión con un punto de fuga al lado izquierdo del cuadro y en cantidades grandes. Todos estos
elementos generan una gran tensión en la obra, que la hace vibrante y dinámica.
PINTURA NO.2

Des glaneuses - Jean-François Millet, 1857

El fin de la obra es retratar de una manera muy humanista la realidad de la sociedad rural del
siglo XIX, los campesinos del proletariado y representa la antiquísima tradición del espigueo.
Es una obra que se utiliza como símbolo de protesta y denuncia de las pésimas condiciones
de vida en las que se encontraban los campesinos. Algunos críticos y curadores del arte dicen
que es una analogía representativa con connotación religiosa que alude a la recogida del mana
en el antiguo testamento.
A Millet lo catalogaban por hacer obras peligrosas, que atentaban contra la identidad de la
burguesía y la clase alta francesa, lo llegaron a llamar “El pintor de los campesinos” también
por obras como “El Ángelus”. Y este cuadro de las espigadoras lo que realmente busca
transmitir es la desolación, cansancio y soledad denigratoria de esta clase social.
La objetividad es difícil de encontrar porque el autor se pone del lado de las espigadoras,
pero se retrata a partir del valor de un plano general que observa desde lejos como un
espectador pasivo a estas mujeres. El lienzo de “Las espigadoras”, de los más pobres entre
los pobres, manifiesta una impresión de absoluta armonía. El hombre y la naturaleza en total
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concordia, como manifestaciones de un orden natural superior. El sol vespertino ilumina

expresivamente, por igual, a las personas y al paisaje, bañándolos en tonos suaves. Es una
representación del mundo rural, agrario y tradicional.
PINTURA NO.3

Ophelia - John Everett Millais, 1852

Esta obra es una adaptación realista de la muerte del personaje Ophelia de “Hamlet” de
Shakespeare, exactamente en el acto IV, escena VII donde Ophelia se volvió loca y un día el
cual estaría en el campo recogiendo flores, cuando la joven se subió a la rama de un árbol
con el fin de coger una flor, y esta rama se quebró, cayendo al agua, y muriendo ahogada.
Retrata de una manera cruda la muerte y busca transmitir por medio de su paleta de colores,
la desolación y la belleza en cada momento de la vida, hasta en la muerte. También se
transmite Su trágico fin nos golpea profundamente, como ocurre cuando alguien tan joven
muere inesperadamente y de esa forma se convierte en una presencia intangible, cuya imagen
nos evoca la más profunda tristeza y desolación.
La objetividad se presenta a través de una forma de representación del espacio en relación
del personaje, se observa la muerte desde lejos pasivamente. Además, la fidelidad del
escenario donde el pintor busca potenciar la imaginación en este caso recreando un pasaje
literario lleno de espiritualidad que en medida no se trata de someterse a una objetividad
aséptica, sino de hallar un equilibrio entre todas las partes, una comunicación que se traduzca
en la expresión honesta del autor y en el deleite de la persona que observa