ISFD N° 84 – PROFESORADO EN EDUCACION FISICA – RECREACION PARTICIPATIVA

VERNUCCI - BOTTIGLIERI

Algunos aportes en relación a la mirada de los enfoques de la recreación:

El posicionamiento ideológico del animador refiere a la postura teórica con la que dará sostén a su
práctica profesional, tomando los aportes de Pablo Waichman quien analiza tres corrientes epistemológicas
en el campo de la Recreación (Recreacionismo – ASC y Recreación Educativa), es interesante pensar que
estas concepciones entran en constante lucha y a veces contradicción en el espacio de las prácticas
recreativas. Podemos decir que las contradicciones son como un motor, nos movilizan, y lo extraordinario de
éstas radica en la enorme energía que liberan. De contrapartida, si uno no sabe vivir con las contradicciones,
éstas te consumen. ¿Qué hacer, pues, con ellas? La respuesta no es simple pero si en lo inmediato podemos
pensar en analizar y reflexionar sobre nuestras prácticas. El primer punto de este análisis se refiere a la
relación entre las áreas y los enfoques. Y a lo cual queremos aclarar que las áreas de la Recreación (Socio
cultural, Deportiva y Turística), no condicionan al enfoque, ya que estas no se refieren a la postura ideológica
del animador sino al espacio o contexto en el cual se desarrolla la práctica. ¿Por qué es importante aclarar
esto último? Porque uno puede desarrollar una propuesta recreativa en un espacio social como por ejemplo
una ONG y posicionarse desde el enfoque recreacionista o viceversa, poder desarrollar una práctica
recreativa en un hotel donde la recreación es vista como un servicio, y se puede desarrollar una práctica
pensada, planificada en función no solo a los intereses de la institución, de los destinatarios, sino también a
los propios ideales que el animador.

El segundo punto en cuestión refiere a la adopción de una postura en relación a los enfoques y la
influencia de las instituciones donde se desarrolla la práctica, muchas veces el animador se ve tensionado
por los objetivos que buscan las instituciones y el posicionamiento que porta él de la Recreación, generando
contradicción entre una postura y la otra. Ante esta realidad pensamos la importancia de poder comprender
que los cambios suelen darse en pasos cortos, y que son aceptados cuando son demostrados con trabajo
comprometido, a veces se cae en la rutina de la comodidad y en muchos espacios se considera esa
comodidad como única posibilidad, lo que genera una negación a las propuestas de cambios o innovaciones
en la práctica. Se presenta aquí una gran encrucijada la institución tiene una ideología o busca un modelo de
recreación bajo una lógica y el animador esta posicionado bajo otra concepción, entonces pensamos o nos
preguntamos ¿Es imposible sostener una práctica en estas condiciones? Por supuesto que la respuesta es
no…sino que tendremos que buscar lo estratégico de nuestra práctica para poder dar respuesta a las
necesidades institucionales y no corrernos de nuestras convicciones.

El Tercer punto en cuestión tiene que ver al posicionamiento en torno a los enfoques, dado que
posicionarnos en un solo enfoque nos podría llevar a tener una única dirección, un único sentido, no hay que
cerrar sino más bien, abrir. Tratando de no pedalear en el aire, no perdernos. Esto último lleva a la
frustración, a desarrollar prácticas en donde el único objetivo es que el tiempo pase lo más rápido posible, y
nos pierde. Cada enfoque nos puede aporte algo para construir nuestra posición teórica, posición que a la
vez se va fortalecer en el lenguaje de la práctica. Esto implica desde el rol del animador tener una mirada
amplia, con sentido estratégico, para poder observar y hacer una lectura de la realidad del espacio, y
planificar las propuestas.

La planificación debe existir siempre, y es lo que le va a dar sentido a nuestra práctica. Cuando
hablamos del sentido es tener lo más claro posible el “que hacemos”, “para que lo hacemos”, “como lo
hacemos”, es decir la brújula que nos permita saber a dónde vamos con nuestra practica.