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WW

Antología StandArte
Dramaturgias emergentes de un teatro
joven mosqueruno
Vol. 1

Cindy Lorena Isaza Cárdenas

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Antología StandArte
Cindy Lorena Isaza Cárdenas

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Antología StandArte
Dramaturgias emergentes de un teatro
joven mosqueruno
Vol. 1

Cindy Lorena Isaza Cárdenas

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A mis abuelos Domingo, Rosa Eva, Teresa (Rosa Evelia)
y Jaime ( Jorge Arturo), mis contadores de historias.

© Cindy Lorena Isaza Cárdenas A la Familia Isaza Cárdenas


Antología StandArte Vol. 1
Dramaturgias Emergentes de un Teatro Joven Mosqueruno

Ilustrador: Verónica Alejandra Muñoz Roa


Diseño y diagramación: Ian Lucas Cabezas Rodríguez
ISBN PDF: 978-958-48-7503-7

Publicado en Colombia

Reservados todos los derechos. Salvo excepción prevista por la ley, no se permite la repro-
ducción total o parcial de esta obra, ni su incorporación a un sistema informático, ni su
transmisión en cualquier forma o por cualquier medio (electrónico, mecánico, fotocopia,
grabación u otros) sin autorización previa y por escrito de los titulares del copyright. La in-
fracción de dichos derechos conlleva sanciones legales y puede constituir un delito contra
la propiedad intelectual.
El montaje comercial de esta obra sólo lo podrán realizar previa autorización del autor.
Pueden dirigirse al correo electrónico: standarteteatro@gmail.com.
Diríjase a DNDA (Dirección Nacional de Derechos de Autor) si necesita fotocopiar o esca-
near algún fragmento de esta obra (www.registroenlinea.gov.co).

8 9
Estas historias, obras y escritos, nacen de la necesidad
por crear un teatro propio.

Por la necesidad de creer en nosotros mismos.

10 11
Agradecimientos

A Dios.

A toda la familia StandArte,


los que estuvieron, los que están y los que estarán.

A Yeiber, mi cómplice, mi apoyo y el gran amor de mi vida.

A la familia Isaza Cardenas, mi familia


y patrocinadora número uno.

A Carlos Macias Avendaño, secretario de cultura,


a su equipo de trabajo y toda la administración
municipal de Mosquera Tarea de Todos
en cabeza de Emilio Casallas.

Gracias por creer.

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ÍNDICE

Trazante.................................................. 15

En la banca............................................. 45

Urdimbre................................................ 69

Princesa Valentina................................... 109

Tiempo................................................... 153

14 15
TRANZANTE

16 17
18 19
TRANZANTE

Montaje artístico StandArte Teatro

Texto dramatúrgico: Lorena Isaza Cárdenas

Participaron creativamente en este proceso los integrantes


de la agrupación StandArte Teatro

DIOS
Yeiber Fabian Cely Jaimes
Angely Natalia Méndez Algarrra
Angie Valentina Arévalo Tovar
Jeslly Faviara Mejía Porras
Nicolás Rivera Quintero
Lorena Isaza Cárdenas

REPARTO

MANUEL : Yeiber Cely Jaimes


MARIANA: Jeslly Faviara Mejía Porras
BRUJA: Angie Valentina Arévalo Tovar
JHON SANCHEZ: Angely Natalia Méndez Algarra
MARCOS TRIANA: Nicolás Rivera Quintero
DISEÑO DE ILUMINACION: Yeiber Cely Jaimes

Esta obra está basada en “Macbeth”, de William Shakespea-


re, se estrenó el 8 de diciembre de 2018 en la casa de la
música de la Secretaria de Cultura de Mosquera. Proyec-
to ganador Plan de Incentivos para Artistas Mosquerunos,
Incentivo de Creación para Artistas con Trayectoria 2018.

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Antología StandArte Vol. 1 Trazante

PERSONAJES (Esta historia se cuenta por cuadros, y cada cuadro tiene


su nombre, todos van al tiempo, o ninguno va con el tiempo
SER 1, 2 Y 3: del otro, no se inicia con uno, ni se termina con otro. En los
Seres con aspecto místico, combinación de brujas y chamanes, cuadros, todo se toca, o nada en realidad).
oscuros y pícaros.
REZOS Y ORÁCULOS
MARCOS Y VOZ EN OFF:
Que responde al nombre de Marcos Triana, ex senador de la repú- (En el espacio, tres seres, entre murmullos, olores y canti-
blica, padre de familia. cos).

MARIANA: Que pase la niebla


Que responde al nombre de Mariana de Martínez, esposa de porque el sol resplandece,
Manuel Martínez, mujer profesional y descendiente de una de las su rostro brilla como el mismo oro,
más familias influyentes de su país. el color de la muerte, en sus ojos,
en sus mejillas, el rojo de la sangre,
JHON: en sus oídos, el llanto de los niños.
Que responde al nombre de John Sánchez, ex militar y sicario, //Será cabeza, será cabeza y no cola//.
cabecilla de banda al margen de la ley. Se hará de armas y de guerra,
cuchillo en su mano,
MANUEL: diente de perro,
Que responde al nombre de Manuel Martínez, ex militar que in- trans – parente,
cursiona en la política y el manejo de bandas al margen de la ley, tras – pasado,
esposo de Mariana de Martínez con ascendencia humilde. tran- seunte,
tranzado.
ESPECTRO 1: //Será cabeza, será cabeza y no cola//
Ser fantasmal que toma la forma de John Sánchez.
SER 1: (Sacudiendo unas ramas). ¿Qué aires son los que
ESPECTRO 2: trae, sobre las hojas de las plantas, el polvo?
Ser fantasmal que toma la forma de La Bruja.
SER 2: Del polvo vienes y al polvo volverás…

SER 3: Y de su fruto no comerás.

TODOS: //Será cabeza, será cabeza y no cola//

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Antología StandArte Vol. 1 Trazante

SER 1: ¿Qué fruto pudo dar aquella planta? ¿De qué se ali- SER 3: Polvo de las tumbas de nuestros muertos olvidados.
mentó aquel hombre?
SER 2: Y sangre de una virgen… (Toma la mano de uno de
SER 2: Puso el sabor de la bilis en sus labios, desnudó su los seres y la corta, la sangre se ve caer sobre el mortero).
corazón, se vio tentado.
SER 1: (Disgustado, le duele). No, no… no, no, no…
SER 3: ¡Fue culpa de la mujer! aahhhh.

SER 1 Y 2: ¡Shhhh, nos escucha! SER 2: Mientras los demás no lo sepan…

SER 3: ¿Quién? SER 3: (Escupe sobre el mortero). Saliva espesa, para que le
cueste tragarse sus palabras.
SER 1: La ambición.
TODOS: ¡Ya todo está listo!
SER 2: El miedo.
(Como en un acto litúrgico, con actitud ceremonial, cami-
SER 1: La envidia. nan hacia los invitados, se untan el dedo corazón y ponen
sobre su frente la marca del tranzado. Hablando al públi-
TODOS: El pecado. co). Pon sobre la palma de tu mano un billete para la buena
fortuna. (Se untan el dedo corazón y ponen, sobre el torso
(Todos se miran detenidamente, silencio, estallan en risas). del brazo, la marca del tranzado, mientras se hace un rezo,
“será cabeza y no cola”. Toman el billete, a quien no pone
SER 3: (Satírico). Aquello que fue, ya es. Y lo que ha de ser, ni monedas, ni billetes en su mano, le pondrán la marca del
fue ya. rechazado). Quien no tranza el dinero, tranza la vida.

(Se disponen a preparar su menjurje). (Los 3 seres desaparecen entre la nube de humo).

SER 2: Los grandes hombres tocan a nuestra puerta, y noso-


tros los bañamos en gloria. (Hablándole al otro ser
y preparando su menjurje en mortero). Dame la flor mansa,
tres lágrimas de madre campesina…

SER 1: Una hoja de un libro muerto, para enterrar en el már-


mol lo que quedó escrito.

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Antología StandArte Vol. 1 Trazante

TERROR Y MUERTE VOZ EN OFF: Tomé la decisión de volver al país, el que nada
debe, nada teme. Eso dice el adagio popular. Nada de lo que-
(Un cuarto con estantes y mesas, una cama, jarrones llenos se decía era cierto.
de rosas rojas a distintas alturas, televisores de diferentes
tamaños, en todos se proyecta la imagen de un hombre que MARCOS Y VOZ EN OFF: Soy inocente.
presenta su testimonio).
MARCOS: Se es inocente hasta que se compruebe lo con-
VOZ EN OFF: Recuerdo que desperté cansado y asustado, trario. (Toma una maleta y comienza a empacar, se detiene
pues esa noche no pude dormir, tuve pesadillas toda la no- mientras observa un pequeño oso de peluche).
che.
VOZ EN OFF: Lo compré para Pajarito.
MARCOS: (Despierta asustado). ¡No!
MARCOS: (Con rabia). Como si esto le explicara por qué me
VOZ EN OFF: Me levanté y me duché, como buscando que fui.
el agua se llevara la sensación de vacío que se formaba en la
boca de mi estómago. Llovía. VOZ EN OFF: Sólo tuvimos un hijo.

MARCOS: El agua nunca viene sola. MARCOS: Era un niño, no había derecho.

VOZ EN OFF: Mientras buscaba qué colocarme, la vi, tan VOZ EN OFF: Ese día escuché el sonido más terrorífico que
roja, colgada y esperando para rodearme el cuello. Reconoz- se pueda escuchar.
co que cuando María Elena me la regaló, no fue de mi agra-
do, pero era un regalo y los regalos no se reviran. MARCOS: (Terminando la frase de la voz en off ). Cuando
se vive en la zozobra. Era el teléfono, no paraba de repicar.
MARCOS: Se guardan en el último cajón. (Caminando hacia el teléfono). ¿Qué hacer?

VOZ EN OFF: Le gustaba vérmela puesta, decía que me veía VOZ EN OFF: No conteste. (Silencio). El dolor en el estó-
como el hombre empoderado que debía ser. Me la llevé con- mago se hizo más fuerte. Me sentí de nuevo en la pesadilla.
migo, de alguna manera era tener a María Elena a mi lado.
Me la coloqué. (Mientras la voz en off se escucha, el Hombre toma una
cámara y la ubica al frente suyo, una mesa, unas hojas, se
MARCOS: Siempre buscando suplencias, ojalá uno dejara de convierte en el presentador de un noticiero, la transmisión
pensar que todo se puede reponer luego. El tiempo no se pasa por los televisores). Tomé el control, encendí el tele-
repone. visor, busqué el mismo canal que habló de mí cuando gané
mi lugar en el Senado, el mismo que me acusó, el mismo que

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Antología StandArte Vol. 1 Trazante

pasaba el comercial de la mantequilla que nos gustaba en el fotos de los periódicos amarillistas, en sus pechos, escritas
desayuno, y allí estaba. las palabras, sapo y traición.

MARCOS: Se ha confirmado que los cuerpos encontrados MARCOS Y VOZ EN OFF: (Hombre abre la manga de su
se identifican como María Elena de Triana y Joaquín Tria- camisa y, en el dorso del brazo, se observa la marca del
na, Esposa e hijo de Marcos Triana, Exsenador de la Repú- tranzado). ¡Mierda! (Silencio. La mira, intenta quitársela).
blica y exiliado político, implicado en el caso de traición y Sólo sé que quien la hace la paga, y el crimen de mi familia
robo a la nación, Triana pide asilo político al recibir repe- no quedará impune. No más lagrimas ahora, pensaré en la
tidas amenazas por su colaboración en el caso de Manuel venganza.
Martínez. ( Va en un crescendo de rabia y dolor). Triana no
dudó en huir y dejar solos a su esposa e hijo para prote- (Apagón).
ger su vida, huyócomo huyen las ratas cuando el barco se
está hundiendo, no se llevó a su familia con él, asegurando
que no era prudente, porque iba en busca de soluciones di-
plomáticas y de otros testimonios que podrían esclarecer el
caso. ¡Pero él sabía!, ¡sí!, ¡lo sabía!, ¡que los iban a matar!

(Sale del noticiero, aparece de nuevo la grabación del hom- EL LAVATORIO DE LAS MANOS
bre en testimonio, está tirando todo en la habitación). ¡Los
mataron por su culpa! (Una tina, alrededor velas aromáticas de todos los tama-
ños, olores orientales. En la tina, una mujer; con una mano
VOZ EN OFF: (Llorando). Los mataron por mi culpa. sostiene una copa, en la copa, vino, en la otra mano, un cu-
chillo; mirada perdida, el maquillaje corrido, está envuelta
MARCOS: ¡Los mataron por mi culpa! ¡Mierdaaaaaaaaa! (Llo- en la penumbra de sus pensamientos. Al lado, una mesa,
rando). Los mató mi miedo, yo sabía, sabía que Manuel era sobre la mesa una toalla blanca, manchada, ensangrenta-
capaz de hacer cosas terribles, pero no con los niños, era da, y una botella de vino; en el piso, un tapete; frente a la
sólo un niño. (Llora, sosteniendo el oso contra su pecho). tina, un marco de espejo sin espejo. Una butaca redonda,
Debí quedarme y enfrentarlo, ante las cámaras, ante las au- sobre la butaca, una salidera satinada de color vino tinto).
toridades. Sabía lo que todos saben en el país, pero nadie,
nadie hace nada. En la política, todos tenemos rabo de paja, MARIANA: (Al cuchillo). Yo misma te afilé. (Bebe de la copa).
nuestros muertos se valorizan, pero siguen muertos. El que El sonido del metal contra la piedra se hizo melodía de fondo
no tranza el dinero, tranza la vida. para mis pensamientos alegres. (Mete y saca el cuchillo del
agua). Se parecía a mi padre, tal vez por eso no pude hacerlo
VOZ EN OFF: Estaba solo, lloré, lloré mientras imaginaba a yo misma. En cambio, él no tuvo reparo en que yo tuviese la
mi esposa y a mi hijo como los cuerpos que muestran en las edad de su hija. Me apuñaló con su miembro hasta 4 veces a

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Antología StandArte Vol. 1 Trazante

la semana, durante 5 años. Siempre que ocurría, dejaba que gue en sus manos, aterrada, las mira, entra en furia). To-
mis pensamientos vagaran, soñaba despierta. davía están manchadas, todavía están manchadas… (Se lava,
pone el cuchillo en su boca, se lava cada vez con más fuer-
(Mete y saca nuevamente el cuchillo en el agua de la tina). za). ¡Quítate! ¿Por qué no se quita? (Al público). ¡Alguien
Cuando era niña le tenía miedo a la idea de ver salir la san- que me ayude! ¡Por favor, quítenmela! (Busca que el público
gre de mi cuerpo, me preguntaba cómo era. Hasta el primer haga algo por ella, les entrega la toalla, los lleva a la tina,
día en que me apuñaló, sentí algo húmedo y tibio que ba- nada funciona). ¡Maldito! ¡Maldito! ¿Por qué no puedo qui-
jaba por mi entrepierna. Recuerdo, sobre todo, la tibieza. tarme su sangre de mis manos? (Grita). ¡Yo no lo maté! ¡No
La toqué con la punta de mis dedos, la olí, sentí su viscosi- lo maté! ¡Soy inocente! Fue Manuel, fue él quien le clavó el
dad y lloré. (Bebe nuevamente de la copa). La sangre tiene cuchillo mientras chillaba como un marrano. Porque merecía
cualidades muy particulares, por ejemplo, ¿sabían que todos morir como lo que era, un cerdo.
nosotros tenemos 5 litros de sangre que recorren nuestro (Temblorosa, busca la copa y bebe. Se queda en silen-
cuerpo? Sí, la aorta es la arteria principal que permite que cio por un momento, luego comienza a reír). Se creía
cada mililitro de sangre se distribuya por cada miembro; intocable, pero el tabaco lo dijo, Manuel iba a ser el dueño de
una herida en la aorta sería fatal, nos demoraríamos sólo un todo. Yo terminé de convencerlo, la única manera en laque
minuto en desangrarnos. (Para sí). Yo llevo desangrándo- se cumple el destino es haciendo todo por mano propia. Él
me media vida.(Silencio). Aprendí todo esto en mis estudios tenía que pagar y Manuel que sobresalir. (Ríe). Yo lo planeé
de medicina en la más prestigiosa universidad de este país, todo, se necesita astucia, inteligencia y, sobre todo, frialdad
de donde se han graduado todos los López, los Pumarejo, para pensar como ejecutar un asesinato. (Huele su mano).
los Triana y no sé cuantos más apellidos, incluyendo el mío. Todavía siento el olor de la sangre, ni el perfume más costoso
lo ha podido desvanecer de mi olfato. (Llora con rabia). ¡No
(Se toma de un sorbo lo que queda de vino en la copa. Con lo hice sólo por mí, lo hice por cada una de las que fuimos
un gesto, le pide a alguien del público que llene de nuevo apuñaleadas por el cerdo, lo hice porque nadie nos quiso es-
su copa). cuchar, nadie escuchó los sollozos, nadie vio el aislamiento,
nadie escuchó el grito desesperado en nuestros ojos! (Se cal-
(A la persona). ¡Gracias! Todavía quedan buenas perso- ma). Lo hice por Manuel, Manuel lo hizo por mí. Nos amamos.
nas que quieren ayudar a mujeres indefensas como yo. Y el amor todo lo puede, todo lo espera, todo lo soporta.
¡Salud! (Bebe). Él sabía que yo estaba asustada, mi fa-
milia sabía lo que pasaba, nunca dijeron nada, amaban (Se va hacia el marco del espejo). Manuel, mi amor, ¿aca-
demasiado la vida que llevaban, yo tampoco dije nada, so se ha apoderado el miedo de tu cobarde corazón? ¿Acaso
aunque odiaba mi vida. Tenía miedo, lo sigo teniendo. no deseas demostrarme cuánto me amas? ¿Acaso no quieres
los reconocimientos y los lujos para ti? ¿Te atemoriza lo que
(Usa el cuchillo como espejo, se mira). Los ojos jamás ocul- vas a hacer? ¡Ya está profetizado! ¡Piensa en nuestro futuro!
tan nada, nunca pude quitar de mis ojos el miedo. (Con su (Mira a lo lejos). ¿Qué pasa amor? Tranquilo, ya está hecho.
mano, acaricia su rostro y se da cuenta que la mancha si- (Sonríe, de repente su semblante cambia, se pone pálida).

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¿Qué has hecho, por qué traes el cuchillo?, ¿por qué no lo silla y la acomoda en diagonal a la ventana).
ocultaste?, ¡dámelo, voy a ocultarlo! (Pone sus manos frente
al espejo). Ahora también tengo su sangre en mis manos. (Al público). A la muerte ya no le tengo miedo, no después de
¡Rápido, hay que lavarnos la sangre para que no se den cuen- haberla visto cara a cara. (A su acompañante). Pero a usted
ta! ( Va hacia la tina, toma la toalla, la moja, se limpia las nada, nada me lo va a tocar. (Con una seña, le indica guardar
manos, se limpia la entrepierna). silencio, habla bajo). ¿Se acuerda de esa vez que jugamos a
correr y el primero que llegara tenía que gastar el pan y el
(Desesperada). ¿Y qué importa que se sepa? ¡Nadie pue- salchichón? ¿Sí, lo recuerda? ¿Se acuerda, que casi lo alcanzo?
de juzgarnos! ¡Nadie puede juzgarme! (Llora). ¡Nadie lo ¡Por un pelito!, bueno, cuando yo le diga, así mismo va a co-
juzgó a él! (Toma la bata, se la coloca, llena la copa de rrer, como alma que lleva el diablo y escuche lo que escuche,
vino, se dirige al público, levanta la copa). Es hora de no va a parar hasta que llegue a donde le dije, ¿me entendió?
renovar su pacto de silencio, esta es mi sangre, sangre de (Con una mano, se limpia una lágrima, la otra mano está
una tranza eterna, sangre derramada por mujeres apuña- en su cintura, no deja de mirar hacia la ventana). ¿Llo-
ladas, tomen esto en conmemoración nuestra. (Les da a rando, yo? (Se hace el fuerte). No mijo, cuando uno tuvo la
beber de la copa,mientras llora y les indica salir del es- vida que yo he tenido y a la edad que tengo, ya no quedan
pacio. Va hacia atrás del escenario, se quita la ropa mo- lágrimas…
jada y se coloca ropa de gala, las luces se van apagando).
No más le cuento por encimita: éramos 10 hermanos; los re-
cursos, pocos, de estudio, cero, no me gustaba estudiar. Hice
hasta quinto de primaria porque mi amá me obligó. Leo, es-
cribo, divido, multiplico, resto y mato. (Saca un arma que
sostenía en la cintura). Me fui de soldado porque el hambre
desespera a cualquiera y, según la vieja, allá no me iba a
COMO ALMA EN PENA perder; lo que nadie sabe es que eso, comparado con lo que
hago ahora, es la antesala del infierno. (Comienza a sostener
(Un hombre agitado, se esconde en un cuarto de San Alejo, el arma jugando a apuntar al público). Se quebraba una
con cajas de cartón de todos los tamaños, maniquíes, todo rama, cuidado; se movía una hoja, cuidado; lo necesitaba el
apilado y abandonado. Al fondo, una ventana por donde cabo, cuidado, mínimo le quería dar por el rabo. (Ríe). Lue-
observa). go tener que ver a los compañeros de uno, todos mutilados.
Una vez, a uno, el explosivo le dejó los intestinos afuera.
JHON: (A quien está con él). ¡Shhh! ¡Tranquilo, tranquilo (Al acompañante). No, no lloré, a mí no me pasó nada, vea,
que yo no lo voy a dejar morir! (Mirando por la ventana quedé enteritico y coleando. Eso sí, eran ellos o era yo. Me-
hacia la calle). Antes, antes me sacan a mí con las patas por ses después, trajeron a unos pelaos, se veían asustados, nos
delante. Seguro ya están en camino. (Organiza algunas ca- dijeron que, si les dábamos de baja, nos íbamos a ver a la
jas, que le servirán como escudo o para ocultarse, toma una familia tres días. Y como dije: en la guerra, son ellos o uno.

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Antología StandArte Vol. 1 Trazante

(Se asusta, se acerca a la ventana). Hay que estar siempre yo a todo eso le tengo mucho respeto. Manuel no creía, él
pendiente, no vaya a ser que le lleguen a uno por la reta- siempre fue de los que decía: uno se labra su camino. Y le
guardia. pareció mucha gracia hacer que la profecía se le cumpliera
rapidito.
Allá fue donde conocí a Manuel. Quién iba a pensar que
ahora estaríamos en estas, él buscándome para matarme y Una mañana el jefe amaneció muerto, y todos sabemos que
yo huyendo. Por eso es que… amigo, el ratón del queso. para vivir en paz usted no ha visto, ni ha oído, cállese y viva
Cuando terminamos el servicio militar me quedó muy claro bueno. A los pocos días, Manuel tenía el control de todo, en
que quien tiene las armas, tiene el poder, y si tiene el poder, el Senado, en el barrio, en todo, y yo… coma calla´o.
tiene el control. La guerra no es un paseo, para esto hay que
nacer y saber ser. ( Va hacia la silla, la gira y se sienta en ella). Pero si Ma-
nuelito podía hacer todo lo que estaba haciendo, porque lo
Uno de los altos mandos me llamó y me dijo que si quería decía “una profecía”, pues yo también estaba destinado, tam-
trabajar con él y yo le dije que sí. Pero ya no era directamen- bién a mí me lo habían dicho y mis hijos tendrían una vida
te con el gobierno, igual dije que sí. Y entonces sí que tuve diferente a la mía. (A su acompañante). Usted, usted va a ser
armas. (De varias partes de su cuerpo, saca diferentes tipos el dueño de todo, va a estar rodeado de grandes personali-
de armas, las coloca sobre una mesa). Esta es una GLOCK, dades, va a ser un político de renombre que va a defender a
semiautomática, 9 milímetros, cargador para 17 cartuchos, los más necesitados. (Se queda en silencio un momento, de
50 metros de alcance efectivo, velocidad de disparo: 375 me- repente escucha algo, ve hacia la ventana, se da cuenta que
tros por segundo. Este otro es un revolver Calibre 22, peso han llegado por él). ¡Nos encontraron! ¡Rápido! ¡Agáchese!
2,5 gramos de plomo, alta resistencia y precisión y muy eco- (Se escucha una ráfaga de disparos, va hacia a la mesa a
nómico en el mercado. Y, por último, mi preferida, la SIG tomar una de sus pistolas, son muchos los disparos. A me-
sauer p226, también semiautomática, calibre 9 milímetros, dias logra tomar una, vuelve detrás de la silla). ¡Manuel!,
50 metros de alcance, sin seguro manual, de origen suizo, ¡Manuel! ¡Enfrénteme cara a cara, cobarde! (Dispara, trata
una fiel compañera. (Luciendo el arma). Con esta le salvé de esquivar los disparos).
más de una vez el pellejo a Manuel, fue la primera que el jefe
me dio para trabajar. (Al acompañante). No llore, no llore, tranquilo. (Dispara, se
da cuenta que ya no tiene cartuchos). ¡Mierda!
Cuando empezamos, Manuel los entrenaba, yo los reclutaba;
pelaos como yo, sin oportunidades. A Manuel le creían, era (Se agacha, piensa, está angustiado, se calma, habla para
el líder, el jefe le tenía mucha confianza. Yo fui el que le en- sí). Soy Jhon Sánchez y no le tengo miedo a la muerte. (Al
señó a Manuel que, para poder sobrevivir en esto, se necesita público). La guerra no tiene fin y cada día vamos a estar peor,
ayuda superior. (Mira su marca de tranzado). Yo lo llevé desde antes de Cristo ya nos matábamos, estamos en pleno
donde ellas, fue ahí donde se armó el despelote y ese man se siglo XXI y todavía nos matamos. Yo jamás fui un delincuen-
terminó de enloquecer. A mí también me dijeron cosas, pero te, sólo tuve que luchar para sobrevivir, porque en esta vida,

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matas o te matan. ( Ve la marca del tranzado y la besa, como ¡Pero nada, soldado! Cuento tres y lo veo llamando a su
elevando una oración). El que no tranza el dinero, tranza mamá. ¡Soldadoooo, maaaar!
la vida. (Se levanta y se pone frente a las balas). ¡Manuel,
cobarde! (Recibe el impacto de un disparo y cae, se apagan (Toma el muñeco, lo deja sobre una mesa y comienza a gri-
las luces). tar, hablando como Murillo, en un crescendo, hasta llorar).
¡Mamá, mamá, mamá! (Hablando como él). No llore Murillo,
no llore, que llorar no es de varones.

(Toma otro muñeco, como si fuera otro de sus soldados, es


Salazar). ¡Permiso para hablar mi Sargento!

JUEGOS DE GUERRA Hable, Salazar. (Hablando como Salazar). Mi Sargento, us-


ted se contradice.
(En escena, un hombre de espaldas. Por sus ropas, se ve que
posee un alto rango militar, habla con voz potente a sus sol- Explíquese, Salazar. (Hablando como Salazar). Con todo
dados, figuras en miniatura que están sobre su escritorio, respeto, mi sargento, pero el día que matamos a los pelaos
ubicados de manera estratégica). usted se puso a llorar.

MANUEL: Todo juego de ajedrez debe tener sus peones, peo- ¿Me acusa de no ser varón soldado? ¿Me está diciendo que
nes que protegerán al Rey. Porque nosotros, como reyes, no soy cobarde soldado?
podemos tener manos sucias. Entonces los peones se encar-
garán de aligerar las tareas y de ensuciarse las manos. (Con (Saca una navaja y le corta una parte al muñeco). ¿Un co-
voz de mando). ¡A ver García!, párese derecho, Salgado, ata- barde haría esto, soldado? (De repente siente remordimien-
lájese bien el uniforme, Murillo, ¿qué me mira, me le parecí a to). ¡Mi muñeco! ¿¡Ven lo que ustedes causan, soldados!?
su mamá o qué? (Se voltea, camina hacia los soldados). ¿Le (Reorganiza a sus muñecos). Murillo, yo no quería cortarle
dio mamitis Murillo? ¿Quiere llamar a la mamita? ¡Conteste, nada, tampoco a usted Contreras, ni a usted Ramírez. Yo los
negro de mierda! (Toma uno de los muñecos, habla como quiero, los quiero porque ustedes sí han sabido respetarme.
Murillo). Sí, mi cabo. Ustedes son los mejores peones que he tenido. Ya sé, todo
buen soldado merece una recompensa, Mariana no estaría
¿Cómo, Murillo? ¡No lo escucho! (Hablando como Murillo). de acuerdo, pero esto va a quedar entre nosotros. Rápido,
¡Sí, mi cabo! saquemos el tanque que vamos para el pueblo a tomarnos
unos wiskis.
Cuento tres para que esté en la cima de esa montaña… (Ha-
blando como Murillo). Pero mi cabo… (Toma su botella y sirve, comienza a beber y a brindar).
¡Trago para todos que yo pago! (Les sirve a varias perso-

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Antología StandArte Vol. 1 Trazante

nas del público, está realmente feliz). ¡Muchachos, vamos dado reporte de la baja de Sánchez!
a brindar!, brindemos por las victorias, ¡salud!, brindemos
por la muerte del jefe, ¡salud!, brindemos por mi esposa, por (Toma otro muñeco y habla como el soldado Rosero) Dis-
Mariana, la mejor mujer del mundo, ¡salud!, brindemos por culpe mi General. (Hablando como él). Lo escucho Rosero.
mí; por mis triunfos, por mis derrotas, por mi miseria, por (Como Rosero). ¿No cree que, por la muerte de Sánchez, to-
mis noches sin dormir, por mi falta de cordura. (Silencio). dos van a sospechar de usted? (Como él). ¿Y es que usted va
¿Qué es la vida? a abrir la boca Rosero? (Como Rosero). Claro que no mi…
mi… ¡mi coronel! (Hablando como él) Así se habla soldado
(Toma en las manos a sus pequeños soldados y los observa). y, en definitiva, ¡untado el dedo, untada toda la mano! (Ame-
¡En esta vida nada tiene sentido! ¡Todo es una ilusión! Real- nazante). Quien no está conmigo, está contra mí.
mente, en esta vida, nada ganamos con tanto trabajar. Unos
nacemos y otros morimos, pero la tierra jamás cambia. (Al (Sirve más whisky y bebe). El jefe era bueno, pero jamás iba
público). ¿Alguna vez han tenido en sus manos el poder de la a dejar que alguien más tomara su puesto, ¡antes muerto!,
vida y de la muerte? Yo sí. decía, bueno, así fue. (Limpia su navaja, aunque no está, ve
sangre en su mano y trata de limpiarla disimuladamente).
(A sus soldados). A ver soldados, cuéntenles a los demás Y seguramente el criminal que lo hizo, lo ha de estar pagan-
qué fue lo que pasó, comience usted, García. (Hablando do muy caro. ( Volviendo en sí). Pero él ya no está y ahora
como García). Bueno, yo iba caminando entre los matorra- me toca a mí mantener este negocio a flote, la guerra es un
les, cuando pisé la mina, vi como todo se oscureció, luego negocio muy lucrativo en nuestro país y no se puede dejar
desperté y me faltaba una mano. ( Vuelve a ser él). Muy bien acabar. Además, Sánchez, ya no era un buen elemento. Tenía
García, ahora usted, Contreras. (Hablando como Contreras). la palabra muerte en la frente desde que nació, en cambio
Mi nombre es Ernesto Contreras y tengo 15 años, me obliga- yo, tengo la palabra poder, ¿o hay alguno aquí que todavía lo
ron a estar aquí. (Hablando de nuevo como él). El sol sale dude? (Para sí). ¿De qué me sirve tener el poder y no tener
por la mañana y por la tarde, se oculta, y vuelve corriendo seguridad? (Silencio).
a su lugar para salir al día siguiente. El viento gira y gira y
no deja de girar; a veces sopla hacia el norte y a veces sopla Entre otras cosas, me han llegado rumores que el señor Tria-
hacia el sur. (Reflexionando). Los ríos corren hacia el mar y na insiste en acusarme por el terrible fallecimiento de su
luego vuelven a sus fuentes, para volver a vaciarse en el mar, amada esposa e hijo. Cuando todos aquí sabemos que el úni-
pero el mar jamás se llena. ¡Qué difícil me resulta explicar lo co culpable fue él, por abrir de más su boquita. (Hablando
aburrido que es todo esto! ¡Nadie se cansa de ver! ¡Nadie se como el soldado Murillo). Permiso, mi General. (Como él).
cansa de oír! ¡Todo es vanidad! (Se queda en silencio unos ¿Ahora qué? (Como Murillo). Mi general, lo que yo todavía
segundos). no entiendo es por qué tuvimos que torturar a la familia de
ese Triana de esa manera. Sería tan terrible que su esposa,
(Riendo). ¡Soy un vanidoso de mierda! ( Volviendo sobre sus cuando vio las noticias, vomitó. (Hablando como él). ¿Y us-
muñecos). ¡Vamos, soldados, levántense, todavía no me han ted, qué hace mirando a mi mujer? (Como el soldado). No

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Antología StandArte Vol. 1 Trazante

mi general, cómo se le ocurre, su mujer es sagrada. (Como en nuestra mesa. Por favor sírvanse. Los tranzados primero.
él). Tenga cuidado Murillo. Mariana debe sentirse halagada
y feliz de todo lo que estoy haciendo por ella. Nos amamos (Dos personajes, vestidos de negro, le sirven a Manuel y a
y el amor todo lo puede, todo lo espera y todo lo soporta. Mariana una porción de Carne cruda, mientras el público
podrá tomar de la mesa los alimentos que desee, se escucha
(Organiza sus muñecos y habla al público y a sus muñecos). música de fondo. Entran como espectros personajes de los
Encontrar peones tan fieles en la desgracia y en la muerte, cuadros anteriores. Manuel toma la carne con las manos y
como lo han sido todos ustedes, es imposible, soy afortuna- la aprieta).
do. En agradecimiento, he preparado un banquete y todos
están invitados, sigamos celebrando, mientras podamos. MANUEL: No, no, yo no lo hice. (Saca a uno de sus muñecos
del bolsillo). ¡Contreras, por qué Sánchez sigue vivo! ¡Explí-
(Camina seguro y sale de escena). quese soldado! (Espectro 1, sale. El Hombre, hablando como
el soldado). Pero mi coronel, yo no veo a nadie. (Como él).
¡Maldita sea Contreras! ¿Cómo se puede comer en paz, si es-
tán sobre ti las sombras de los que llevaste a la fosa?

MARIANA: ¡Estás loco!

LA ÚLTIMA CENA MANUEL: Amigos, no me hagan caso. ¡Salud! ¡Brindemos por


todos los que hemos callado ante la muerte de alguien! (Él y
(Un salón iluminado con luz cálida, la escenografía y la Mariana brindan felices).
utilería de color rojo, todo, cortinas, mesa, elementos y ali-
mentos. Manuel está en la entrada al salón, se dirige al (Entran dos espectros, son los personajes que han aparecido
público). en los cuadros “Como alma em pena” y “Rezos y oráculos”).

MANUEL: Todos ustedes han sido invitados a comer del mis- ¡Aléjense de mí! ¿Por qué siento sus presencias como las mi-
mo plato que yo he comido, sigan según su categoría: pri- mas llamas del infierno?
mero los Tranzados. Sean muy bienvenidos todos. (Se ubica
en uno de los extremos de la mesa, cuando el público ya MARIANA: ¡Basta Manuel! (Mira al público y le parece que
ha ingresado, aparece en la entrada Mariana, vestida de también tienen las manos manchadas de sangre. Habla con
gala). Ha llegado la reina de esta casa, saluden a mi esposa miedo). La sangre clama por sangre. Y aquí todos son culpa-
Mariana. bles.

MARIANA: (Se ubica en el otro extremo de la mesa, habla al MANUEL: Juntos hemos comido del mismo pan, fruto de la
público). Les saludo de todo corazón, es un gusto tenerlos sangre derramada en nuestros campos.

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Antología StandArte Vol. 1 Trazante

MARIANA: En nuestras manos está la prueba infalible, he- presente que nunca, pero nos hacemos inertes, sordos a sus
mos guardado silencio, bebido de la misma copa, tomado de reclamos y advertencias. ( Vuele a caer).
la misma bebida amarga, el dolor se mueve en nuestras venas
como el caudal del río. MARCOS: (Levantando el dorso de la mesa). O nos ciega la
venda del dolor.
MANUEL: Nadamos en un mar de sangre, nos vemos tan lejos
de la orilla. ¡Somos adictos al crimen! (Los espectros 1 y 2 se levantan de la mesa y salen. Marcos
se levanta, alza a Manuel del cabello, lleno de rabia, pone
MANUEL Y MARIANA: ¡Todo debe rendirse a nuestra volun- en el cuello de Manuel un cuchillo, habla al público). ¿Al-
tad! guna vez han tenido en sus manos el poder de la vida y de la
muerte? Hoy, ustedes tienen el poder; el cielo y la tierra son
(Música de fondo, entra Marcos, personaje del cuadro “Te- testigos de que hoy les doy a elegir entre la vida y la muerte.
rror y muerte”. Todos los personajes se ubican alrededor (En forma de pregón). Levanten la mano quienes elijan la
de la mesa y realizan una especie de danza que refleja de- vida para este hombre y con ella, el perdón, y manténgala
seo, la manera en que Hombre y Mujer cedieron a la ten- abajo quienes desean la muerte y su eterno descanso en el
tación del poder se representa en una manzana que todos limbo. (Al público). Hoy, ustedes han elegido.
buscan también probar, al final y en medio de la danza,
Mariana se muestra angustiada y se levanta, todos quedan MANUEL: (Con ironía y sarcasmo). No se le puede quitar a
sobre la mesa). un hombre lo que está entregando voluntariamente, ya no
deseo vivir. (Ríe). Mantendré mi ley, yo haré mi camino.
MARIANA: No se puede vivir con tanto dolor por dentro, con
tanta culpa. (Saca de sus ropas el cuchillo). Por fin he en- (Si eligen muerte, el actor prepara su cuchillo para dar la
contrado la posibilidad de lo imposible, la expiación de mis estocada final, pero se detiene, porque él también ha hecho
temores. Voy a ser libre. (Sale de escena, se dirige al espacio su elección).
del lavatorio de las manos, corta sus venas).
MARCOS: Yo también he elegido, y en algo tiene razón este
MANUEL: (Levanta el dorso de la mesa). Estoy triste, siento hombre, no se le puede quitar a un alguien lo que ofrece
el peso de la muerte, la angustia de las noches sin dormir. voluntariamente. No tiene miedo de morir, pero ¿y de vivir?
( Vuelve a Caer). (Quita el cuchillo). En la Biblia Dios dice: “A mí me toca ven-
garme. Yo le daré a cada cual su merecido”. Y también dice:
MARCOS: (Levanta el dorso de la mesa). Eso se llama con- “Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed,
ciencia y está ausenten en demonios como tú. ( Vuelve a dale de beber. Así harás que le arda la cara de vergüenza”. El
caer). que no tranza el dinero, tranza la vida. (Soltando a Manuel).
Hoy tranzo contigo, esta es mi venganza: que me veas seguir.
MANUEL: (Levantando el dorso de la mesa). O se hace más A ti te dejo las noches sin dormir, los ecos del llanto de los

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Antología StandArte Vol. 1

niños, las sombras y el olor de la sangre. Trata de vivir con


eso. Adiós. (Deja caer el cuchillo al suelo y sale de escena,
Manuel queda de rodillas, las luces se apagan).

FIN
(2018)

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EN LA BANCA

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EN LA BANCA

Montaje artístico StandArte Teatro

Texto dramatúrgico: Lorena Isaza Cárdenas

Participaron creativamente en este proceso los integrantes


de la agrupación StandArte Teatro

DIOS
Yeiber Fabian Cely Jaimes
Angely Natalia Méndez Algarrra
Angie Valentina Arévalo Tovar
Jeslly Faviara Mejía Porras
Nicolás Rivera Quintero
Lorena Isaza Cárdenas

REPARTO

CARLA: Valentina Arévalo,


Jeslly Mejía,
Natalia Méndez
RODRIGO: Nicolás Rivera
DISEÑO DE ILUMINACIÓN: Yeiber Cely Jaimes.

Esta obra fue Proyecto Ganador del Plan de Incentivos para Artis-
tas Mosquerunos, Incentivo de creación para Jóvenes Artistas
2015 y Participante del Festival Mundial de Teatro Adolescen-
te VQV en su Decima versión en Buenos Aires Argentina 2018
con reconocimiento a la dirección, escenografía y vestuario.

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Antología StandArte Vol. 1 En la banca

PERSONAJES (Un parque solitario, una banca y un teléfono monedero


a un lado. Entra Carla, es una chica que trae una maleta
CARLA: bastante grande y pesada, la deja al lado de la banca, de
Chica dinámica, extrovertida y picara, estudiante y amante del su bolso saca un papelito con una dirección, mira hacia los
Teatro. lados como buscándola, tratando de ubicarse. Se fija en el
teléfono monedero, busca en sus bolsillos algunas monedas,
RODRIGO: por fin encuentra algunas. Hablando consigo misma)
Chico algo psico rígido, reservado y algo tímido, de muy buenos
modales y estudiante de administración de empresas. CARLA: ¿Y ahora?

(No sabe cómo marcar, busca quien pueda ayudarle, por fin
llega un chico con una mochila de viaje y mapa en mano, el
chico usa lentes. Se dirige al chico). Disculpa. (El chico no
parece escucharla).

¡Oye! Discúlpame, ¿Te puedo pedir un favor? (El chico la


mira, no está seguro si lo llama a él, así que hace un gesto
para asegurarse). Sí, tú, ¿puedes hacerme un favor? Es que
no soy de aquí, y no sé cómo usar el monedero, acabo de
llegar, olvidé avisar a qué horas llegaba para que pudieran
recogerme. (Le enseña el papel). Debo llamar a este número,
es de la persona que debe venir por mí. ¿Puedes? (El chico
asienta con la cabeza, dobla su mapa, lo pone bajo su bra-
zo, toma el papel, descuelga la bocina, y se queda esperan-
do, mira a Carla). ¡Ah! Cierto, la moneda, pero no sé cuál
exactamente. (Carla extiende su mano con varias monedas,
el chico toma una, la introduce, marca el número, espera
un momento y pasa la bocina a Carla). ¡Gracias!

(El chico vuelve a tomar su mapa y observa como buscando


una dirección, mientras Carla habla por teléfono y obser-
va al chico). ¿Hola? (Sin perder de vista al chico). ¿Hablo
con don Rafael? ¡Profesor ¿Cómo está?! Habla con Carla… sí
señor, la misma… sí, es que olvidé llamarle en el aeropuer-
to, discúlpeme…. estoy en un parque, cerca de la estación

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Antología StandArte Vol. 1 En la banca

de buses… por supuesto, lo espero… ¿30 minutos?, está manera repentina, lo abraza y toma la fotografía, el flash
bien… muchas gracias, hasta luego (Cuelga la bocina). Uu- lo molesta evidentemente. Ella, feliz, observa el resultado,
fff gracias a Dios. (Al chico, a quien parece no interesarle él logra, a ciegas, llegar hasta la banca, ella igual. En si-
y mira insistentemente el mapa y la calle). Oye, muchas lencio, lo observa concentrado arreglando su mapa, así que
gracias, no sé qué hubiera hecho si no llegas. decide ocuparse también. Busca algo en su bolso de mano,
saca un libro, entre sus páginas encuentra algo específico.
¿Al parecer, tú tampoco conoces por aquí? (Se acerca al chi- Hace ruidos y gestos exagerados con su rostro y boca, trata
co, mira el mapa y el lugar que él ve, él la evita, ella sigue de memorizar algo, se prepara para interpretarlo, la luz del
insistente). ¿Qué lugar buscas exactamente? (Él la observa y espacio se hace tenue, un foco cenital queda sobre ella, es
trata de evadirla) Si quieres, yo puedo ayudarte, para devol- un distanciamiento). Ojos, vean por última vez; brazos, den
verte el favor… (Carla, de manera imprudente, ha querido su último abrazo y labios, que son puertas del deseo, den su
tomar el mapa, el chico, en vano, hace un intento para evi- último beso, beso, besar, besado, bésame, bésame, bésame.
tarlo, ella se queda con un trozo del mapa en la mano. Él se
ve alterado, ella está apenada e intimidada por su mirada) (Sin darse cuenta, ambos giran sus rostros y quedan muy
¡Lo siento!, yo sólo… quería… a... yu… darte. cerca, a punto de besarse, se dan cuenta y se intimidan, se
separan, regresa la luz general al espacio. Carla, con una
(El chico le arrebata el trozo de mapa, y se dirige hacia la sonrisita en su rostro, guarda el libro, trata de entablar
banca). Yo estaba por hacer lo mismo. ( Va por su maleta una conversación y se fija en sus maletas). Comparada con
para traerla más cerca de la banca, lo intenta, pero parece la tuya, mi maleta es algo exagerada.
haberse hecho más pesada). No sé qué le pasa… está más
pesa…da. (El chico ha logrado arreglar su mapa, saca de su mochila
una libreta de apuntes y un lapicero, escribe). Es que pien-
(Él la observa, se desespera al ver que no puede con la ma- so quedarme un buen tiempo, un mes en realidad. Ya sabes
leta y se decide a ayudarla, toma la maleta, la lleva hasta cómo somos las mujeres, empacamos de todo. La verdad no
la banca y vuelve a sentarse). Otra vez gracias… que pena. sé cómo voy a hacer de vuelta, porque pienso llevar regalos
(Se sienta en la banca, observa la mochila del chico, insiste para mi familia, mis amigos, encarguitos que te hacen, ya sa-
en ver el mapa, él insiste en evitarlo, al punto que debe irse bes, no todos los días se sale del país, esta es mi primera vez.
a un lugar del parque donde Carla no impida que arregle su Donde vivo es muy bonito, no digo que aquí no sea bonito,
mapa. Ella, parece rendirse, decide tomarse fotografías en pero mi país es un completo paraíso, o por lo menos eso
el maravilloso lugar en el que se encuentra, increíblemente dicen en los programas de TV. Como en todos los lugares,
llega hasta el chico). Oye, ¿me tomas una foto, por favor? encuentras problemas, pero lo mejor son las personas, so-
(Él parece estar fastidiado, pero accede, toma la fotogra- mos amables y divertidos, siempre andamos de fiesta y esas
fía y le entrega la cámara) Ay no, esta quedó muy fea, ¿me cosas…
tomas otra? ( Visiblemente molesto, accede). Ay no, siguen
quedando feas… ah ya sé, tomémonos una foto juntos. (De (El chico ni siquiera la mira, está concentrado escribiendo,

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Antología StandArte Vol. 1 En la banca

ella se siente ignorada). Creo que te estoy incomodando. Rodrigo). ¿Quieres?


(Trata de llamar la atención del chico). ¿Creo que te es-
toy incomodando? (Grita poniéndose de pie). ¿No escuchas?, RODRIGO: (Mientras escribe). No, gracias.
¡Que te estoy incomodando!
CARLA: Son dulces típicos de mi país.
RODRIGO: (Por fin la mira). ¿Cómo dice?
RODRIGO: (Mira su reloj). No, gracias.
CARLA: Que si te incomoda que te hable mientras escribes.
CARLA: Son deliciosos, vamos, debes probarlos.
RODRIGO: No, para nada. ( Vuelve a clavarse en la libreta).
RODRIGO: (Mirándola). Muy amable.
CARLA: (Sentándose de manera impulsiva, por poco saca a
Rodrigo de la banca). Menos mal, es que suelo hablar mu- CARLA: Te lo aseguro, si pruebas uno, inmediatamente vas
cho, en cambio tú, muy poco. Estaba por pensar que eras a querer otro.
mudo, o que te caí muy mal, “¿Cómo dice?”, es lo primero
que me dices desde que te pedí el favor del teléfono. RODRIGO: (Dejando la libreta y el lapicero en la banca).
Es que tengo un estómago delicado.
RODRIGO: (Por fin escribe el último punto, se muestra sa-
tisfecho, cierra su libreta y la guarda). Lo siento, necesitaba CARLA: No te hagas de rogar. (Impulsivamente, toma a las
escribir antes de que la idea se disipara. malas a Rodrigo y le abre la boca e introduce el dulce). Va-
mos, cómetelo, abre la boca, vas a ver cómo me das la razón.
CARLA: Claro, ya entiendo, eres de esos tipos poetas que
viajan por todo el mundo buscando inspiración. (El dulce se queda atravesado en la garganta de Rodrigo y
no le deja respirar, Carla no se da cuenta). Pero que des-
RODRIGO: No, claro que no, por supuesto que me encanta cortés, no pensé que aquí no dieran las gracias. (Rodrigo
viajar, pero en realidad, lo que hago es escribir lo que tengo la toma por el hombro y le hace gestos desesperados para
que hacer en el día, para que no se me olvide, agendo mi día, indicarle que se está ahogando). No sabes dar las gracias y
cada cosa tiene su horario específico. quieres que juguemos a las señas, no entiendo lo que tratas
de decirme, nunca he sido buena con las señas.
CARLA: Vaya, que organizado y aburrido también.
Estando más pequeña, jugábamos a adivinar por señas y,
RODRIGO: ¿Cómo? (Carla sonríe disimulando, Rodrigo se aunque mi equipo siempre llevaba la delantera, terminaba
culpa por prestarle atención, vuelve a su libreta). perdiendo por mi culpa. Una vez mi primo menor se estaba
ahogando con una pepa de misagua y por poco se muere,
CARLA: (Carla saca de su bolso algunos dulces y le ofrece a ¿Sabes que es la misagua?, es un fruto que crece en verano…

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Antología StandArte Vol. 1 En la banca

(Rodrigo está rojo y desesperado). Está bien, jugaré: ahor- CARLA: ¿Hacia dónde vas Rodrigo?
carse, ahondarse, ¿Ahogarse? ¿Adiviné? (Rodrigo hace una (Ambos se sientan de nuevo en la banca).
leve seña de que está en lo correcto). ¡Gané! ¡Adiviné, se
está ahogando! ¡Se está ahogando! (Cae en cuenta). ¡Por RODRIGO: A un encuentro.
Dios! Se ahoga, ¡auxilio! Por favor, alguien que me ayude, se
está ahogando, ¡por favor ayuda!... ¿Y ahora qué hago? No te CARLA: Ah claro, a encontrarte con tu novia.
preocupes, hice un curso de primeros auxilios, aunque sólo
fui a dos clases… ¡Ah ya sé! (Se va por detrás de Rodrigo lo RODRIGO: No, a un encuentro de estudiantes.
rodea con sus brazos y empieza a hacer presión en su estó-
mago). No te preocupes, yo he visto que esto lo hacen en las CARLA: ¿En serio? Qué casualidad, yo también voy a un en-
películas, 1, 2, 3… cuentro de estudiantes ¿Y tú que estudias?

(Después de un momento, por fin, el dulce sale disparado RODRIGO: (Hace un gesto de angustia). Administración.
de la boca de Rodrigo, ambos están cansados y alterados).
CARLA: ¡Uy que lástima!
RODRIGO: (Agitado). ¡Por Dios, estuvo a punto de matar-
me! Usted está loca, yo mejor me voy. RODRIGO: ¿Qué es una lástima?

(Toma su mochila, Carla lo detiene). CARLA: Que estudies administración.

CARLA: (Asustada). No, por favor espera, no te vayas, dis- RODRIGO: ¿Por qué cree que es una lástima?
cúlpame, mi… (toma aire) mi intención no era esa, yo sólo
quería ser amable y hacer mi primer amigo aquí y tú pareces CARLA: Porque yo estudio teatro.
una buena persona. (Rodrigo la mira asustado).
RODRIGO: Y me encanta por usted, pero todavía no entien-
RODRIGO: (Con la garganta notoriamente resentida). Lo do por qué es una lástima que yo estudie administración y
soy. usted teatro.

CARLA: Por favor, siéntate, sé que la primera impresión no CARLA: (Coqueta). Porque si estudiaras teatro, como yo, y
fue la mejor, pero me presento, mucho gusto. (Extiende su no administración, iríamos para el mismo encuentro, nos po-
mano). Me llamo Carla. dríamos hacer compañía… y conocernos mejor.

RODRIGO: (Con la garganta afectada y algo de temor, le da RODRIGO: (Sonrojado e incómodo, sin saber qué hacer,
la mano a Carla). Yo soy Rodrigo. mira el reloj, se sorprende, saca su libreta, la revisa). Se
me ha hecho tarde. (Cierra la libreta y la guarda). Según mi

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Antología StandArte Vol. 1 En la banca

cronograma, estoy cinco minutos retrasado, debo irme. (Se RODRIGO: (Reacciona despertando del trance con un gri-
levanta de la banca). to). ¡Ahhhhhhhhhh! (Abre los ojos, mira a Carla). ¡Loca!,
¡Usted quiere matarme!, ¡Yo me voy de aquí! (Toma su male-
CARLA: No, todavía no puedes irte. Claramente estas alte- ta desesperado).
rado.
CARLA: No, no, espera. (Logra detenerlo). Respira. (Rodrigo
RODRIGO: Yo me siento mejor. le obedece). ¿Ahora ya estás más tranquilo?

CARLA: Claro que no estas mejor, ¡Ya sé!, ¿Qué te parece RODRIGO: ¡Loca!
si te enseño un ejercicio de relajación e interiorización del
personaje? CARLA: No te angusties, es sólo que hiciste muy bien el ejer-
cicio.
RODRIGO: No, gracias ya me siento bien.
RODRIGO: Insisto tengo que irme.
CARLA: Ay, vamos, necesitas relajarte.
CARLA: Pero, un momento, si apenas empezamos a cono-
RODRIGO: Lo que sucede es que yo no creo en estas cosas. cernos.

CARLA: ¿Te da miedo? ¿Quién tiene que aprender a ser va- RODRIGO: (Saliendo). En verdad fue bastante entretenido.
liente? (Rodrigo balbucea tratando de explicarle, pero al
final ella es bastante convincente). A ver, levanta las ma- CARLA: Claro, así son todos, me lo dijo mi mamá: no te me-
nos, cierra los ojos, toma aire profundo, déjalo salir. ¿Sa- tas con extranjeros, mejor es paisano conocido que extran-
bes quién es Stanislavsky? (Rodrigo abre sus ojos). Te dije jero por conocer.
que cerraras los ojos. Ahora sí, respira profundo. Relaja tu
mente, tu mente está completamente en blanco, te sientes RODRIGO: ( Volteando). Carla fue un placer, no entiendo lo
tranquilo, de repente te ves en una barca, estas en el mar, que habla, pero…
el viento refresca tu rostro, se escucha el suave cantar de
las aves. (Carla, de un modo estruendoso, imita el canto CARLA: Pero nada, nada de lo que digas ahora podrá sanar
de las aves, aunque más parece canto de aves de rapiña, la herida que me acabas de causar. Además, te digo que no
Rodrigo se asusta visiblemente). Tranquilo, cierra los ojos. soy de aquí, que no conozco a nadie, que debo esperar a que
El suave movimiento de las olas te lleva de un lado para el alguien me recoja y piensas dejarme sola, abandonada en
otro, el aire se hace más fuerte, de repente, se posa una esta banca, porque, según un tonto cronograma que tienes
nube gris sobre tu cabeza y comienza a llover y llueve, llue- escrito en una libreta vieja, llevas cinco minutos de retraso
ve, llueve, es una tormenta, el agua se mete a tu barca y se para llegar a no sé qué encuentro de administración, porque
hunde, se hunde, se hunde y te ahogas, te ahogas, te aho… eso es lo que estudias y no teatro, como yo para que nos

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Antología StandArte Vol. 1 En la banca

podamos conocer mejor. (Rodrigo se acerca a Carla, ella se mete bajo el paraguas, el
aguacero se desata. Carla siente frío, Rodrigo lo nota y se
RODRIGO: Es que esto es demasiado confuso. acerca más, ella lo mira, él se decide a pasar su brazo sobre
ella, ella se muestra satisfecha. Silencio).
(Se escuchan truenos, ambos se quedan viendo al cielo).
CARLA: Entonces… ¿te gusto?
CARLA: Truenos.
RODRIGO: ¿Perdón?
RODRIGO: Sí.
CARLA: Dijiste que te gusto.
CARLA: Va a llover.
RODRIGO: No, lo que dije es que compartiría mi paraguas
RODRIGO: (Una gota cae sobre su cara). Llueve ya. (Se lim- con gusto y eso es lo que hago.
pia).
CARLA: Okey, pero ¿Te gusto?
CARLA: Y yo no tengo paraguas, sabía que era importante,
no lo traje, no me cabía en mi maleta porque empaqué, seis RODRIGO: Carla yo…
pares de zapatos, ropa de invierno, ropa para verano, som-
breros, carteras que combinen con los zapatos, toallas y pi- CARLA: ¿No te gusto?
jamas, sacos, accesorios, ropa interior, trajes de baño, por si
vamos a la playa, todo combina. (Rodrigo sigue mirando al RODRIGO: Usted es muy bonita
cielo). ¿Y tú, normalmente que empacas?
CARLA: ¿Te parezco bonita?
RODRIGO: (Deja de mirar al cielo y empieza a buscar en su
mochila un paraguas). Yo, sólo un par de camisas, un par de RODRIGO: (Tímido). Sí.
calcetines, una buena chaqueta, interiores, toalla, shampoo,
desodorante, navaja, cinta, linterna, lapicero, libreta, mapa CARLA: ¿Y por qué no me lo habías dicho?
y, por su puesto, paraguas. (Saca un paraguas). Y aquí está.
RODRIGO: Es que soy tímido.
CARLA: Y ahora que está por desatarse un feroz aguacero
¿insistes en irte y dejarme? CARLA: No lo pareces.

RODRIGO: (Se siente obligado a quedarse). No, claro que RODRIGO: No lo parezco, pero lo soy.
no, compartiré mi paraguas con gusto.
CARLA: ¿Cuántos años tienes?

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Antología StandArte Vol. 1 En la banca

RODRIGO: Veinticuatro, ¿Y tú? Rodrigo mira a Carla y baja el paraguas).

CARLA: Soy un par mayor que tú. CARLA: Escampó.

RODRIGO: La mayoría de mis novias han sido mayores. RODRIGO: Ya sale el sol.

CARLA: Bueno, se te nota bastante maduro. (Se acerca). CARLA: ¿Qué hora es?

RODRIGO: Sí, lo soy. (Se acerca a Carla e intenta besarla). RODRIGO: (Mira el reloj). Las tres.

CARLA: (Lo detiene). ¿Qué hace? CARLA: Su cronograma, se le hace tarde.

RODRIGO: Pensé que yo le gustaba. RODRIGO: Aún faltan quince minutos para lo siguiente que
tengo que hacer, puedo quedarme otro momento.
CARLA: Y me gusta, pero ¿no cree que es demasiado pronto?
(Rodrigo está nuevamente a punto de besarla, en ese mo-
RODRIGO: Lo siento. mento ocurre un accidente automovilístico en la calle del
frente).
CARLA: ¿Sientes? ¿Qué sientes? ¿Sientes deseos de besarme?
CARLA: ¡Dios mío!
RODRIGO: Pues sí.
RODRIGO: ¡Que bruto!
CARLA: Bésame.
CARLA: Rápido vamos a ayudar.
RODRIGO: Pero usted me acaba de decir…
RODRIGO: No, no, ya hay mucha gente. Ya sabe, los chismo-
CARLA: Bésame. sos son los primeros en llegar, antes que las ambulancias y
la policía.
RODRIGO: Yo no quiero irrespetarla.
CARLA: Pobre mujer, parece muy mal herida.
CARLA: Si no me besa ahora, no sé si haya otra oportunidad.
RODRIGO: El coche está perdido.
RODRIGO: Ay, señorita.
CARLA: Y venía con una niña, ¡ay la cabeza!
(Se besan, el aguacero se calma y empieza a salir el sol,

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Antología StandArte Vol. 1 En la banca

RODRIGO: Vaya, si le va a costar el arreglo, si es que lo tiene. CARLA: (Sonriente). No es suficiente. (Pausa). ¿Qué hora es?

CARLA: Ojalá llamen pronto a su familia. RODRIGO: Las tres y cinco.

RODRIGO: Ojalá tenga el seguro al día. CARLA: No demora en llegar.

(Se sientan y quedan pensativos). RODRIGO: ¿Quién?

CARLA: Esto no va a funcionar. CARLA: El profesor Rafael.

RODRIGO: ¿Por qué no? RODRIGO: (Con cara de pena e inconformidad). Yo ya me


tengo que ir, pero me gustaría decirle antes que… algún día
CARLA: Tú eres de aquí, yo soy de allá. voy a ir a su país, la voy a buscar y le voy a pedir que se case
conmigo.
RODRIGO: Podemos viajar.
CARLA: ¿Y si ya estoy casada o peor aún, he muerto?
CARLA: ¿Cada cuánto?
RODRIGO: Entonces me devolveré y no ha pasado nada.
(Rodrigo la mira, luego agacha la cabeza, ambos suspiran).
(La luz del espacio cambia, como en un ensueño Carla y
RODRIGO: (De momento le ha llegado una idea). ¿Y el in- Rodrigo comienzan una danza en la que se deja ver la lu-
ternet? Hoy en día todo el mundo maneja relaciones por in- cha que hay entre su deseo de estar cerca y su realidad. Al
ternet. terminar, vuelven al punto en que quedaron antes de que se
diera la danza).
CARLA: Cierto, ¡Tienes razón! (Pausa). Un momento, nues-
tros cambios de horario. RODRIGO: (Silencio). Ya me tengo que ir.

RODRIGO: Cierto. (Pausa). CARLA: Sí, ya me lo dijo, entonces… (Pausa).

CARLA: Además, no tenemos nada en común. RODRIGO: Entonces…

(Rodrigo baja su mirada, se da cuenta que por coincidencia CARLA: Adiós.


sus zapatos son del mismo modelo y color, así que hace un
gesto para hacérselo notar a Carla). RODRIGO: Adiós.

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Antología StandArte Vol. 1

(Rodrigo toma su mochila, su paraguas, lo mira, lo deja


sobre la banca, esperando que ella lo encuentre. Carla no
mira, pero le ganan las ganas de decirle que no se vaya, al
girar se da cuenta que ya se ha ido, se escuchan nuevamen-
te truenos. Ella se sienta en la banca, encuentra el paraguas
de Rodrigo, se da cuenta que ya va lejos, siente unos deseos
enormes de llorar, lo abre, se desata de nuevo la lluvia).

FIN
(2013)

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Texto dramatúrgico: Lorena Isaza Cárdenas

Participaron creativamente en este proceso:

DIOS
Liliana Hurtado
Sergio Arenas Guzmán
María del Mar Matínez
Adriana Rincón
Lorena Isaza Cárdenas

REPARTO

SARA: Adriana Rincón


IBRAHIM: Sergio Arenas
MARINA: María del Mar Martínez

Esta obra está basada en la historia bíblica de Abraham y


Sara, libro del Génesis, capítulos 12, 15, 16, 17, 18 y 22.

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Antología StandArte Vol. 1 Urdimbre

PERSONAJES SARA EN EL ESPEJO


(Sara se encuentra en el baño, sentada en un banquillo bajo
SARA: una luz cenital, los pies metidos en una ponchera de agua,
Mujer de edad avanzada, infértil, dedicada a los oficios como ama la mirada fija al frente al espejo que cuelga en una de las
de casa y esposa de un médico pediatra. paredes, se escucha la caída de una gota de manera cons-
tante. Sobre el rostro lleva una especie de mascarilla que
IBRAHIM: hace ver el gesto de su rostro tieso e inmóvil).
Hombre de fe y edad avanzada, profundamente enamorado de su
esposa y profesional en medicina pediátrica. SARA: Me veo en ti cada día, y aún no termino de encontrar-
me, no me gusta lo que veo, la in-completud.
MARINA: El reflejo de lo ausente hace que se dilaten mis pupilas y se
Mujer campesina, joven, laboriosa y obediente, desplazada por la enmarque este dolor que recorre cada pliegue en mí.
violencia, ha perdido a toda su familia.
(Lentamente, observa con detalle diferentes partes de su
cuerpo, las refleja en el espejo, hasta fijarse nuevamente
en su rostro y procede a quitarse la mascarilla que lleva
puesta).

Los años no pasan en vano y en mí todo cambia, no importan


las cremas, las cirugías, las dietas. El reloj sigue su marcha y
el cuerpo no puede ocultar su tránsito, el tránsito de la ilu-
sión, del intento, del miedo, del llanto, del vacío. Entonces
buscamos cambiar de piel.

(Con las yemas de sus dedos, estira la piel de su rostro, lo


cambia de forma, también lo hace en otras partes de su
cuerpo, cada vez con más violencia).

En los comerciales y vallas, las veo todo el tiempo, orgullo-


sas, exhibiendo sus pechos; en las revistas y las películas,
sonriendo, mientras manifiestan no dar vida para salvar la
vida. Otras, en los restaurantes y en los parques, amamantan-
do orgullosas; todas exhibiendo sus cuerpos como trofeos.

(Llega a su vientre, lo pellizca y lo golpea).

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Antología StandArte Vol. 1 Urdimbre

La Maternidad desborda, afloja la piel, cicatriza y hace re- A mis entrañas las contrae el dolor
nacer. Te conviertes en madre, y todo está dispuesto para pariendo pensamientos de llanto y horror,
convertirte en mártir. tierra seca
A una madre todo se le perdona, se le respeta por encima de que no germina
todo… pero en mí, sigue siendo un sufrimiento silencioso. muerta viva,
que no queda preñada.
(Con su mano, hace el gesto de un cuchillo que busca des-
esperadamente traspasar su vientre). ¡Dar vida, parir, dar a Mujer vacía, me digo yo,
luz! (Con su mano, como una pinza, saca algo). La mujer quebrada en su interior,
infértil tiene útero, pero ninguna criatura anida en él. Tiene tierra seca
senos, pero estos no amamantarán a un hijo. (Sus manos pa- que no germina,
recen cargar un bebe y arrullarlo). La urdimbre está vacía. muerta viva
(Con rabia deja caer sus manos, vuelve su mirada sobre el que no queda preñada.
espejo). ¿Acaso no soy mujer, no es ese mi propósito?, ¿Soy
maldita, pecadora o castigada?, ¿Es mi fe pobre y también mis (Sonido de un teléfono celular, repica varias veces, ella sale
ovarios?, ¿Esperé demasiado?, ¿Es un hijo un milagro para de la bañera, contesta). Hola, sí, soy yo… claro que me
unos cuantos? interesa… ¿Cuántos años tiene? Mayor de edad, claro…Y
de salud, ¿Cómo está de salud…? Bien, entonces dígale que
(Toma el espejo en su mano). ¿Por qué nadie me responde?, venga a verme esta misma tarde. Ibrahim está de viaje y lle-
¿por qué no respondes? (Mira al cielo). ¿Por qué no me res- gará mañana; no quiero que él este cuando venga, primero
pondes? Estoy condenada a no ser una del montón, aunque quiero verla, conocerla, luego veremos lo del precio… bien,
quiero serlo. Estoy condenada a reírme para ocultar que muy aquí la espero… ¿Cómo me dice que se llama? Marina… ok
dentro de mí me siento seca y quebradiza, resquebrajada, como a las tres entonces… sí, que venga sola por favor.
dejada, desdeña - nada, desahuciada. Desahuciada en me-
dio del caos de mi infructífero, inconcluso, infecundable ser,
que no me deja estar en paz y me hace seguir buscando la
manera de cambiarlo. ¿Pero cuánto tiempo más tengo que
seguir esperando? (Deja caer el espejo y se rompe, toma un
trozo). ¿Estoy esperando? (Canta. Juega a que el trozo de es-
pejo es un niño, lo va acercando a sí misma, amenazante). COCINANDO PARA OLVIDAR
A mi cigüeña le fueron quitadas sus alas,
tierra seca (Se escuchan ruidos, alguien ha entrado a la casa, es Ibra-
que no germina, him que ve a Sara mientras acomoda el mueble, ella no se
muerta viva ha percatado de su llegada).
que no queda preñada.

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IBRAHIM: (Entra, descarga el maletín de viaje, desabrocha SARA: (Con ojos llorosos). No es nada.
su saco, en forma sigilosa va hasta Sara). ¡Sorpresa!
IBRAHIM: ¿Nada?, si fuese nada no tratarías de esconderlo,
SARA: (Sorprendida). ¿Ibrahim? ¿alguien nos escribió? (Trata de tomar el papel).

IBRAHIM: Sé que quedé en avisar mi hora de llegada, pero SARA: No. (Alterada). Ya te dije que no es nada… (Se cal-
quería sorprenderte, no me aguantaba las ganas de verte, ma). Publicidad nada más, siempre la meten debajo de las
entonces aproveché que algunos pacientes cancelaron. puertas.

SARA: (Preocupada). Sí que me sorprendes… (Disimulando IBRAHIM: ¿Y un anuncio te altera de esa forma? Eso que tie-
su preocupación). Yo también te extrañaba, vamos al cuarto. nes en la mano tiene que ser mucho más que la propaganda
Seguro llegas cansado. de un nuevo restaurante barato que esta por abrirse en el
vecindario. ¿Qué está pasando?
IBRAHIM: La verdad no… antes me gustaría ver como esta
todo por el consultorio. (Pausa). Sé que fueron muchos días SARA: (Llorando). Y… ¿Si no llega?
fuera y quieres que estemos juntos… por favor no te mo-
lestes. (Se acerca cariñoso y le abraza por la espalda, ella IBRAHIM: ¿Quién? ¿Acaso esperamos a alguien?
está pensativa y preocupada, comienza a desabrocharle las
ropas). ¿Recuerdas el niño que te conté por teléfono? (No SARA: Sí. (Cae en cuenta). No, hablo de un niño, nuestro
se percata del estado ausente de Sara que mira el papel que hijo.
tiene en la mano). Tenía ojos brillantes y una sonrisa hermo-
sa… cuando estaba por examinarlo, tuvo ganas de llorar… IBRAHIM: (Busca darle consuelo e intenta nuevamente ini-
pero le dije que no tuviera miedo… ¿Estás bien?, estás algo ciar un juego de seducción). Llegará mujer, llegará. (La toma
distraída. (Nota que Sara tiene algo en sus manos). en sus brazos, la lleva hasta el mueble). Sólo es cosa de
tener un poco de fe.
SARA: (Evitando el tema, trata de esconder el papel). ¿Qué
me decías? SARA: (Alterada). ¿Fe? ¿Qué es fe? ¿Qué más fe se puede te-
ner? (Enseñándole el papel). ¿Ves esto?, son los resultados,
IBRAHIM: ¿Te imaginas, cuando nuestro hijo nos mire con otra vez pensé, otra vez tuve fe, otra vez creí. (Alterada).
sus ojitos grandes como los tuyos? (Ella mira nuevamente el Clínicas, vitaminas, tratamientos, hasta las hierbas de sabor
papel en sus manos y se aleja renuente). amargo que nos han recomendado las vecinas, yo las he be-
bido todas y sigo seca, seca, Ibrahim.
IBRAHIM: (Nota que hay algo más que ella no quiere decir.
Molesto por el rechazo, reacciona). ¿Qué pasa? ¿Qué es eso IBRAHIM: (Enojado y extrañado). ¿Hierbas? ¿Estas tomando
que tienes en la mano? hierbas? ¡Por Dios, Sara!, ¿Cómo puedes creer en esas cosas?

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Crees que lo que no ha logrado la ciencia lo van a lograr los LA ENTREVISTA


remedios baratos que te recomiendan las vecinas.
(Se ve a Sara reuniendo varios elementos, un cuadernillo,
SARA: Por lo menos lo intento, ¿Acaso está mal? lapicero, un metro, una pesa, muchas cosas como para rea-
lizar un estudio médico. Se encuentra ansiosa, suena el
INRAHIM: No, pero al tomar esas bebidas ridículas estas timbre, Sara abre la puerta y observa detenidamente a la
dañando todo lo que hemos avanzado con los tratamientos persona en la puerta, después de un rato la invita a seguir).
médicos.
SARA: ¡Adelante! Usted debe ser la señorita que me recomen-
SARA: Yo sólo quiero… (Llora). daron.

BRAHIM: (Se calma, la abraza). No llores, por favor (Con MARINA: Sí señora.
lágrimas en los ojos. Pausa). He estado pensando… hace
mucho no cocinamos juntos, ¿Hace cuánto no preparamos SARA: Qué bueno, me urgía entrevistarme con usted.
nuestras maravillosas recetas? Por qué no preparamos un
pastel, un postre para la cena. ¡Anda!, ¡Vamos a prepararlo! MARINA: He venido tan pronto me avisaron.
Necesitamos mantequilla, leche….
SARA: Entiendo. (Sigue observándola detenidamente).
SARA: Y harina….
MARINA: Entonces, ¿busca una muchacha para el servicio?
IBRAHIM: (Todos los ingredientes los van poniendo sobre
la mesa). Tú untas el molde con la mantequilla y yo le echo SARA: (Haciéndose la desentendida). ¡Ah, sí! ¿Cómo me dijo
la harina. (Toma harina en su mano, se queda viéndole a la que se llamaba?
cara). Tienes algo en el rostro…Tienes… (Sopla la harina).
MARINA: Aún no le digo como me llamo.
(Sara se sorprende y decide tomar venganza, empiezan un
juego de harina. Finalmente, cubiertos de harina, se abra- SARA: Pues cuando uno se presenta a una entrevista de tra-
zan y ambos lloran. Ibrahim se despide con un beso en la bajo, es lo primero que se debe hacer.
frente y sale, Sara se queda sola, se repone, espera una vi-
sita). MARINA: Discúlpeme, me llamo Marina Barona.

SARA: (En su cuadernillo, toma nota de los aspectos que


considera más importantes). Empecemos, Marina, ¿Edad?,
¿Estado civil?

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MARINA: 25, soltera necesario por los suyos propios; hermanos, sí, dos, pero con
el mismo final.
SARA: ¿Estatura?, ¿Peso? (Mientras toma nota).
SARA: (Parece afectarle lo que acaba de escuchar). Qué ho-
MARINA: 1,70 y 60 kilos. rrible, estar sola, sin nadie en quien encontrar apoyo. (Pen-
sándolo mejor). Eso quiere decir que podría trabajar como
SARA: ¿Tipo de sangre? ¿Ha sufrido de alguna enfermedad interna.
grave? ¿En su familia hay enfermedades congénitas? (Despec-
tiva). ¿Puede quitarse eso que trae en la cabeza? MARINA: Sí señora, la verdad es que ahora no tengo donde
quedarme, así que si usted me emplea…
MARINA: (Habla mientras acata la orden). ¿Congénita?,
pues la verdad no he escuchado de esa enfermedad. SARA: Le brindaremos ayuda en lo posible, si se queda con
el empleo. (Sara toma un trapo y se lo entrega, hace un ges-
SARA: No, Marina, me refiero a que si en su familia hay en- to indicándole por donde sacudir, continúa tomando fotos,
fermedades hereditarias. (Sara toma la cámara y hace una como una sesión de fotos para catálogo). ¿Hijos, tiene hijos?
toma, cuando Sara la observa queda impactada por algo
que ve en ella). MARINA: (Extrañada). No señora, aún no.

MARINA: Pues alguna vez escuché que mi abuelo sufrió he- SARA: ¿Pero piensa tenerlos? ¿Le gustan los niños?
patitis, pero…. (Llamando la atención de Sara). ¡Señora!
Seño… MARINA: Claro que me gustan los niños, ¿A quién no? tiene
su trabajo criarlos, pero vale la pena, además para qué más
SARA: Continúe Marina. ( Volviendo del momento casi hip- venimos las mujeres a esta tierra sino es a tenerlos, qué otro
nótico, se apresura a tomarle fotos). privilegio se podría tener.

MARINA: Pero de resto, ninguna enfermedad. Gracias a Dios, SARA: (Interesada y algo molesta). Al parecer usted lo tiene
todos somos muy fuertes, criados en el campo, ya sabe, acos- muy claro.
tumbrados a vivir entre…
MARINA: (Sonrojada). Eso será cuando encuentre a un buen
SARA: (Interrumpiéndola, deja de fotografiarla). ¿Criados hombre.
dice? (Curiosa). ¿Cuénteme de su familia, padres, hermanos?
SARA: (En voz baja). ¿Y ya ha estado con algún hombre?
MARINA: Don José y doña Fidelina, mis padres, que ya mu-
rieron a manos de esas gentes que dicen luchar por los in- MARINA: ¿Disculpe?
tereses de los otros, pero que terminan matando al que sea

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SARA: Que, si tiene novio, niña. mismo. Sígame, le voy a enseñar dónde se puede instalar…

MARINA: (Ilusionada). No precisamente. MARINA: Señora, ¿No me piensa preguntar si sé cocinar, ba-
rrer y ese tipo de cosas?
SARA: (Preocupada). ¿Es de aquí?
SARA: ¡Aahh, cierto! (Despectiva). Dígame, ¿Sabe cocinar,
(Mientras Marina habla, Sara se pone los guantes médicos). barrer y ese tipo de cosas?

MARINA: No señora, aquí no conozco a nadie, tuve que salir MARINA: Sí señora, mire: en mi pueblo trabajé varios meses
de mi pueblo rapidito, mejor dicho, sin nada más que lo que en casa de doña Bernarda, una señora…
tenía puesto y sin avisarle a nadie y este fue el lugar más
cercano. Bien dicen por ahí: en tiempos de guerra, cualquier SARA: (Interrumpiéndola). Muy bien, está contratada.
hueco es trinchera. Y con tantas amenazas, yo me vine y él
se quedó. MARINA: Pero señora, no me ha dejado que le cuente…

(Melancólica). Créame cuando le digo que duele en el cora- SARA: Es lo de menos.


zón tener que dejarlo todo, para venirse a estas grandes ciu-
dades y dejar de ser uno; porque hay que decirlo, muchos, MARINA: ¿Lo de menos? Fíjese que usted me está contratan-
si no todos, de los que terminamos aquí, dejamos de ser, la do para los quehaceres, y ¿si después no le gusta como hago
dignidad se hace exclusiva de quienes logran mantenerla… las cosas?
(Algo enojada). Igual y me disculpa, pero creo que lo que me
pregunta es mi vida personal. SARA: Se nota que ya ha trabajado, así que, no hay problema;
en fin, Marina a mí lo que me interesa es que esté saludable.
SARA: (Toma entre sus manos la cabeza de Marina y la aga-
cha). Cuide su tono de voz, sepa señorita que no pienso MARINA: Ah, eso sí.
permitir que a mi casa llegue a vivir cualquier persona, por
eso me atrevo preguntar. (Chnatajeándola). Ahora, que si SARA: (Sonríe, le hace una seña de que la siga, empiezan
le molesta y no le interesa el empleo, tengo en lista a otras a caminar, sigue preguntando). Le voy a enseñar la cocina;
personas que de verdad lo quieren y lo necesitan. dígame, ¿Cuáles son sus medidas, talla de zapatos?

MARINA: No señora, si yo también lo necesito y mucho. (En


tono más amable). discúlpeme es que no estoy acostumbra-
da a que me hagan tantas preguntas.

SARA: Ya veo. Está contratada, necesito que empiece hoy

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EN EL COMEDOR MARINA: Igualmente señor.

(Ibrahim llega, busca a Sara, siente el olor de la comida). SARA: Por favor marina, sírvanos.

IBRAHIM: ¡Qué bien huele! ¿Sara? ¿Qué estás preparando? (Marina asiente con la cabeza y comienza a servir, hay un
(Entra y organiza el mueble, se sienta a esperar que vengan silencio incómodo. Sara, al parecer, está contenta, Ibrahim
a atenderlo). está molesto. Marina termina y pide permiso para salir).

IBRAHIM: Tengo bastante hambre. (Mientras se quita la cor- MARINA: ¡Provecho!


bata, se abre la camisa, como nadie llega se dirige a la
cocina). SARA: Gracias Marina.

SARA: (Lo detiene). Te vas a chupar los dedos, en un momen- IBRAHIM: Gracias.
to ordeno que nos sirvan.
(Empiezan a comer, Marina aún permanece allí, Ibrahim no
(Ambos se sientan en el comedor). deja de mirarla. Sara le indica que se retire, hay un momen-
to de silencio).
IBRAHIM: ¿Que nos sirvan?
SARA: ¿Qué tal quedo?
SARA: Ya verás ¡Marina!
IBRAHIM: Tiene buen sabor
IBRAHIM: ¿Marina? Sara, ¿Quién es Marina?
SARA: Verdad que sí, al parecer es una receta de familia…
(Aparece en escena Marina).
IBRAHIM: (Interrumpiéndola). ¿Por qué no me consultaste?
SARA: Mi amor, te presento a Marina. ¿Recuerdas que te dije
que pensaba contratar a una muchacha para que me ayudara SARA: ¿Qué, mi vida?
con la casa? Pues es ella y, desde ahora, va a vivir con noso-
tros. Marina le presento a mi esposo. IBRAHIM: ¿Por qué no me dijiste que ya la habías contrata-
do?
(Marina trae el cabello suelto, al parecer por consejo de
Sara). SARA: ¡Ah! Me estás hablando de Marina, ¿no te parece que
sabe cocinar muy bien?
IBRAHIM: (Se percata de la belleza de Marina, pero se
muestra indiferente). Mucho gusto señorita, Ibrahim. IBRAHIM: Quedamos en que la íbamos a escoger ambos.

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SARA: Además ¿no te parece que es muy cálida y respetuosa? SARA: (Alcanza a tomarlo de la mano). Si de verdad me
amas, por favor accede a que se quede con nosotros. (Sale,
IBRAHIM: ¿Desde cuándo tú sola tomas las decisiones de Ibrahim se queda y se sienta en la silla de Sara).
esta casa?
(En escena se muestran pequeños cuadros de cómo se va
SARA: Y no se puede negar que es muy bella, ¿Te fijaste en su desarrollando la vida familiar, la relación entre Ibrahim y
cabello?, su color de piel… Marina, los regalos que Sara le hace a Marina, entre otras
cosas).
IBRAHIM: ¡Por Dios, Sara, muéstrame un poco de respeto
que te estoy hablando!

SARA: Creo que sus encantos podrían atraer a cualquier


hombre.

(Un silencio llena todo el comedor). EL LAVADO DE LOS PIES

IBRAHIM: ¿A qué se debe el comentario? (Marina, vestida con una ropa elegante y sensual que Sara
ya ha usado antes. Se encuentra limpiando el sillón pre-
SARA: ¿Te la imaginas con una ropa diferente, un buen per- ferido de su jefe, lo limpia de una manera especial. Nota
fume y un poco de color en sus labios? que está sola, empieza a soñar y a jugar como si ella fuera
la señora de la casa. Llega Ibrahim, la observa y se acerca
IBRAHIM: Sara, no quiero escucharte. silenciosamente, se sienta a su lado, Marina queda inmóvil
al sentir su presencia, él le entrega un ramo hecho con su
SARA: ¿Por qué no? (Enfatiza). Es hermosa, sana, no conoce periódico, toma su rostro y lo gira hacia él , están a punto
a nadie; es una muchacha de campo a la que podríamos darle de besarse, Marina reacciona).
una mano, sólo nos tiene a nosotros; además sólo reconozco
que es una mujer bella y que tiene mucho potencial. MARINA: (Con los ojos cerrados). Señor, creo que me con-
funde.
IBRAHIM: Cállate, por favor.
IBRAHIM: (Sorprendido). Marina, ¿Qué hace usted vestida
SARA: Ella nos puede ser muy útil a futuro. así?

IBRAHIM: (Enojado). ¡No más Sara!, ¡No más!, no pienso MARINA: No piense mal señor, fue un regalo de la señora
seguir escuchando algo tan ridículo, de verdad que estás per- Sara, si quiere puede preguntarle.
diendo la razón. (Intenta salir).

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IBRAHIM: No Marina, no hay necesidad; disculpe mi imper- MARINA: ¡Debe ser hermoso!
tinencia, pensé que…
IBRAHIM: Sí, lo es. (Trata de acariciar una pierna a Mari-
MARINA: No se preocupe señor, a cualquiera le sucede. na, ella reacciona y se levanta, recoge el trapo para seguir
con sus labores, Ibrahim retoma su lectura).
(Marina vuelve a sus quehaceres, organiza el periódico y se
lo entrega, Ibrahim lo toma y se acomoda en su sillón, algo IBRAHIM: ¿Hay algo de comer?
pensativo).
MARINA: En poco estará lista la cena. (Ibrahim empieza a
MARINA: (Sigue limpiado y trata de curiosear lo que Ibra- masajear sus pies, al perecer, siente dolor, está cansando).
him lee en el periódico). Debe ser inolvidable.
MARINA: ¿Le duelen?
IBRAHIM: ¿Qué?
IBRAHIM: ¿Qué?
MARINA: Viajar y conocer tantos países.
MARINA: Los pies, ¿Le duelen?
IBRAHIM: Sí, bastante.
IBRAHIM: Sí, un poco, hoy estuve mucho tiempo de pie, no
MARINA: Yo siempre he querido viajar; me gustaría conocer faltó nadie a cita.
África, ¿usted ya ha ido?
MARINA: Si gusta, yo puedo… puedo hacerle un masaje.
IBRAHIM: Sí, es hermoso, ¿Sabe dónde está ubicado?
IBRAHIM: ¿Masaje?
MARINA: No.
MARINA: Sí, un masaje, con unas esencias, ayudan a que se
IBRAHIM: (Extiende su mano hacia ella, Marina entiende relajen los músculos.
que debe pasarle la suya pero Ibrahim toma el trapo. Ma-
rina se apena, Ibrahim limpia parte del suelo y la invita IBRAHIM: Me daría vergüenza, gracias de todas formas.
a sentarse, Marina accede, él se sienta a su lado, y en el
polvo del suelo comienza a dibujar un croquis). Este es el MARINA: (Sonríe). Ande Don Ibrahim, es con gusto.
Continente Africano, África tiene muchos países, mi prefe-
rido es Tanzania. (Marina se acerca a la figura, curiosa y IBRAHIM: Usted no ha sido contratada para estas cosas.
feliz, Ibrahim, se deja deslumbrar y observa detenidamente
a Marina). MARINA: Es que lo veo adolorido.

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IBRAHIM: Quizás otro día. (Están en silencio. Se escucha música. Marina empieza con
un masaje, al comienzo, Ibrahim se siente incómodo pero
MARINA: Como quiera. poco a poco se relaja y el masaje se convierte en caricias,
él entra en una especie de sueño donde sólo están los dos,
IBRAHIM: Gracias. crean una danza que representa el acontecimiento sexual.
Suena el timbre, Sara se encuentra a la puerta, Marina re-
MARINA: Ya terminé, permiso señor. coge todo y se esconde debajo del sillón, Ibrahim intenta
organiza su pantalón y abre la puerta).
IBRAHIM: ¡Marina espere!, la verdad sí me gustaría lo del
masaje, ¿Si no tiene problema? SARA: ¿Qué es ese aroma?

MARINA: Claro que no, ya preparo todo IBRAHIM: Yo no huelo nada. ¿A qué te huele?

(Ibrahim empieza a subir la bota de su pantalón, está pen- SARA: Huela a… (Mira el pantalón de Ibrahim). Arréglate
sativo, se dirige a la puerta, la abre, mira a la calle y lo el pantalón.
mismo por las ventanas. Marina entra con los implementos
para hacer el lavado de los pies, lo acomoda todo y empie- IBRAHIM: ¡Ah! ¡Sí!
za).
SARA: (Revisándolo todo). ¿A qué horas llegaste?
IBRAHIM: Huele bien, ¿Qué es?
IBRAHIM: No hace mucho.
MARINA: (Deja que Ibrahim huela de su mano). Manzanilla
y lavanda. SARA: ¿Y Marina?

IBRAHIM: Se siente bien, parece ser una experta. IBRAHIM: (Nervioso y disgustado). ¿Por qué me preguntas
a mí? Seguramente estará limpiando el cuarto, o la cocina, o
MARINA: Esta es una costumbre en mi pueblo, los hombres lavando ropa; yo qué sé, ¿acaso no es tu empleada?
llegan cansados de atravesar los campos, yo veía como mi
mamá, todas las noches, lo preparaba todo y mi padre llega- SARA: Tampoco es para que te enojes, ella sabe que tiene
ba derechito, ansioso para poder descansar. que estar pendiente de tu llegada y de atenderte, voy a tener
que llamarle la atención.
IBRAHIM: ¿Usted ya lo había hecho antes con alguien?
IBRAHIM: No es necesario, yo también me sé servir, yo sí la
MARINA: No, esta es la primera vez. vi limpiando por ahí, me ofreció un té y se fue.

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(Sara recorre el espacio, va encontrando rastros de lo ocu- MARINA: Es una bebida, últimamente no me he sentido bien.
rrido).
SARA: ¿Está enferma? Si se siente muy mal podemos ir al
SARA: Estás tenso, ¿Quieres que te haga un masaje? médico.

IBRAHIM: No amor, no es necesario, creo que me iré a re- MARINA: No señora, con esto me compongo.
costar un rato.
SARA: ¿Pero, qué es lo que siente? Sabe, voy a llamar a Ibra-
SARA: (Insinuante). ¿Quieres que te acompañe? him.

IBRAHIM: Sí, claro que sí, pensé que no lo ibas a decir. (Sa- MARINA: (Nerviosa). No señora, a él no.
len).
SARA: ¿A él no? ¿Y por qué no? Cuando me siento mal, él
(Marina sale de debajo del mueble. Apagón). siempre me hace sentir mejor. (Pausa). ¿Dónde tiene el pren-
dedor de cabello que le regalé? No se lo he visto puesto.

MARINA: Señora discúlpeme, no lo encuentro, creo que lo


perdí.

SARA: Pues encuéntrelo, no sea que otro lo encuentre pri-


TRAGO AMARGO mero. (Pausa). ¿Desde cuándo se siente así?

(Marina está en su habitación. La escena se torna oscura, MARINA: Hace un par de meses.
ella esta acostada, siente la presencia de alguien, es Sara,
realizan una serie de acciones que representa la angustia SARA: ¡Descuidada! ¿Cuándo nos pensaba contar que está
de Marina y la manipulación de Sara. Al terminar, Marina enferma?, con mayor razón voy a llamar a Ibrahim.
despierta de un sueño, se levanta, va a la cocina y prepara
una bebida para abortar, en ese instante llega Sara). MARINA: Por favor, señora, no lo llame, no metamos al señor
en esto.
SARA: Marina, traje fruta para mi ensalada, ¿puede preparár-
mela? SARA: (Se dirige a la bebida). Déjeme ver con que está pre-
parando la bebida. (Mira las hierbas, las toca, las huele.
MARINA: (Con voz entrecortada). Enseguida. Pausa). ¿Esto es ruda? ¿Marina, usted por qué está preparan-
do ruda, tiene cólicos, comió algo que le cayó mal, o es que
SARA: ¿Qué está cocinando? usted… está embarazada?

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MARINA: Perdóneme, yo no sé qué paso, después de todo lo y ahora se piensa convertir en una asesina. (Le grita). Usted
que ha hecho por mí. es una mala mujer, asesina, la voy a denunciar, su alma está
condenada a quemarse en el infierno, yo voy a hacer que se
SARA: ¿Marina, usted está embarazada? Dígame, Marina, pudra en la cárcel.
¡míreme cuando le hablo carajo! (Le arroja la ruda). ¿A
quién ha estado metiendo en mi casa Marina? ¿Desde cuán- MARINA: ¡No señora!, le juro que ya no voy a tomarme la
do anda metiendo tipos a mi casa? ¡Desvergonzada! ¿Quién bebida y haré lo que a usted le parezca conveniente…
es el papá de ese niño? ¿Usted se ha estado revolcando con
el carnicero?, ¿Es de ese hombre, usted lo ha metido a esta SARA: ¿Está segura de lo que dice?, ¿Qué tan dispuesta está a
casa?, ¿O es de otro?, ¿De quién Marina, de quién?, ¿Del pa- hacer lo que yo le diga para no terminar en la cárcel?
nadero, del lechero, del jardinero, del chofer de la vecina?
Marina, dígame de una vez, ¿De quién es?, ¿De quién Marina, MARINA: (Asienta con la cabeza).
de quién?
SARA: (Entusiasta). En ese caso, lo que vamos a hacer es
MARINA: Es del señor Ibrahim, perdóneme, por favor, per- lo siguiente, yo voy a cuidar de usted para que tenga un
dóneme. embarazo muy saludable, guardará absoluto reposo durante
estos meses y una vez que el bebé nazca, yo cuidaré de él y
SARA: ¿Y esta bebida es porque usted pensaba abortar? Por se convertirá en la luz de esta casa.
Dios, un asesinato en mi casa, eso no tendría perdón del
cielo. MARINA: Señora, no entiendo.

MARINA: Estoy muy confundida, yo no quiero ser madre y SARA: Es tan difícil una buena comunicación con usted, Ma-
menos en estas circunstancias, yo no entiendo, yo no quise rina, lo que le estoy diciendo es que yo voy a ser la madre
hacerlo. de ese niño o niña. (Distanciamiento, juego infantil. Habla
con ilusión). Que sólo a mí me podrá decir mamá, que yo le
SARA: ¿Usted no quiso? Entonces, ¿Está insinuando que compraré el primer vestido, ¡amarillo! para que tenga suerte
Ibrahim abusó de usted? toda su vida; le enseñaré sus primeras palabras, estaré pen-
diente de su primer diente, lo llevaré al parque… (Termina
MARINA: Yo no he dicho eso, pero… distanciamiento).

SARA: ¡No se haga la mosca muerta! Yo conozco a mi esposo, MARINA: ¿Usted piensa quitarme a mi hijo?
el broche lo tengo yo, lo encontré precisamente el día que
salí y que usted se quedó sola con mi marido y ese broche SARA: Pero si usted lo pensaba asesinar, ¡Un favor es lo que
no se cae con facilidad, por eso lo compré, no lo niegue más le estoy haciendo!, además no se olvide que la víctima aquí
Marina, usted estuvo con mi marido, traicionó mi confianza soy yo, ¡Usted me traicionó con mi marido! Esto es lo menos

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que usted podría hacer. (Sara entra en escena y saca cosas de un cajón). No en-
tiendo por qué no quisiste que fuésemos a la clínica. Y aquí
MARINA: Pero, señora. estoy, sin saber qué hacer, por primera vez voy a ser padre.

SARA: Pero nada, es eso o ir a la cárcel, escoja. (Apagón). (Cae en cuenta). Soy… padre… padre de Ismael… Dios es-
cucha, o eso he llegado a pensar.

Debimos esperar, se nos dijo que con los tratamientos que


estábamos adelantando pronto tendríamos buenas noticias.
Nuestras familias aplican bien en que la fe es la certeza de lo
que se espera y la convicción de lo que no se ve. (Silencio).
TORMENTA Soy un hombre de ciencia, pero en el fondo reconozco que
algo superior mueve este mundo, mi mundo, y al no obtener
(Sara y Marina han salido de escena, entra Ibrahim, cami- ningún tipo de respuesta en la ciencia o en ninguna otra
na por el espacio, se muestra angustiado y por fin decide cosa, he llegado a pensar que quizás él si la tenga: “el hijo
sentarse. Mientras tanto, se muestran imágenes de cómo va de la promesa”.
creciendo el vientre de Marina y las atenciones y cuidados
de Sara). SARA: (Se ríe incrédula). A mi edad no se puede hacer ya
nada, no insistas con algo que ya no tiene sentido. (Entra
IBRAHIM: (Para sí). En los desiertos casi nunca llueve, por limpiándose las manos).
no decir, nunca… Las manos se resienten ante el calor, como
se resiente la razón cuando se debe asumir el error de una IBRAHIM: No entiendo la risa, no me parece motivo de bur-
mala decisión. la.

(Al público). Dicen que nunca está mal que llegue un hijo, SARA: Si no me burlo, sólo que me parece que es demasiado
que es una bendición, pero dentro de mí presiento que este “milagroso”, para que ocurra en estos tiempos, para que me
no será mi caso. No porque no anhele tener un hijo, sino por ocurra a mí.
la forma en que se ha concebido.
IBRAHIM: Para mí, lo que no tiene sentido es la poca capa-
(En off se escuchan pujos y quejidos, Ibrahim está ansioso). cidad de creer.
Yo todavía no sé qué hacer, cómo recibirlo, ¿Con alegría?,
¿Con dolor?, ¿He de mostrarme tranquilo?, ¿He de mostrar SARA: ¿Y por qué habría de hacerlo? Soy vieja Ibrahim, esa
todo este revoltijo de emociones que están por hacerme llo- es la verdad; si hay algo que no se puede retroceder es el
rar?, ¿Debo llorar? tiempo, ¿Acaso no tengo derecho a dudar de la promesa de
un hijo, siendo vieja y estéril? Porque eso soy.

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IBRAHIM: No es por eso. SARA: (Sufre un leve desvanecimiento por la furia de la dis-
cusión). Que te quedes, no me siento bien.
SARA: Sí, si es por eso, y también por eso estamos en esto.
IBRAHIM: Dudo que te pueda hacer sentir mejor.
IBRAHIM: ¿Estamos en qué Sara? ¿En qué estamos? ¡No es-
tamos en nada! Tú lo has manejado todo, tú lo ideaste, tú la SARA: Tú siempre me haces sentir mejor.
escogiste, tú la contrataste, tú, tú, tú, Sara, esto se trata de ti,
hace rato que ya no estamos Sara, ya no estamos. IBRAHIM: Pues cualquiera pensaría lo contrario.

SARA: (Sarcástica). Ahh! ¿Ya no estamos? Claro que no esta- SARA: Pero no es así.
mos, porque desde que te acostaste con ella…
IBRAHIM: Debe ser porque no has estado comiendo bien.
IBRAHIM: (Acusándola). No me lo eches en cara, esa tam-
bién fue tu idea. SARA: No he tenido tiempo, primero el parto, la dieta, aten-
der al bebé.
SARA: Lo disfrutaste, lo escondiste y no me lo dijiste, ¿Por
qué?, ¿Sería porque no querías, o porque la deseabas y no IBRAHIM: No quiero que sigamos discutiendo, sé cómo te
querías reconocerlo? No querías a aceptar que te atraía, que enferma pelear.
me habías sido infiel, que desde hace mucho antes que ocu-
rriera ya lo habías pensado, ¿No es verdad? SARA: Lo mejor es recostarme un momento y, seguro, me
repondré.
IBRAHIM: ¡Claro que no es verdad!
IBRAHIM: ¿Y si vamos a que te vea el médico?
SARA: Reconoce de una vez por todas que me mentiste, por-
que la omisión también es mentir y bien que omitiste el pe- SARA: Ya fui.
queño detalle de que te revolcaste con la sirvienta, porque
no fue sólo sexo, la amaste, la amaste y me fuiste infiel. IBRAHIM: ¿Y cómo te encontró?, ¿Qué te dijo?, ¿Cómo estás?

IBRAHIM: ¡Sara cállate! Ya no pienso seguir escuchando los SARA: Me mandó unos exámenes.
reclamos absurdos de una idea que salió de tu perversa ca-
beza. (Intenta irse). IBRAHIM: ¿Y los resultados?

SARA: No te vayas SARA: En el cajón, aún no los reviso.

IBRAHIM: Y ahora, ¿Qué quieres? IBRAHIM: (Abre el sobre y lo empieza a mirar). Pues de-

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berías, es tu salud, no puedes ser tan irresponsable. (Lee, helamos, hubiese sido mejor estando más jóvenes, pero mi
parece no creer lo que lee). abuela solía decir que así son sus cosas. (Su alegría se torna
en angustia cuando recuerda a Marina e Ismael). ¡Marina!
SARA: En estos momentos, tengo mejores cosas en qué pen-
sar, el niño es nuestra prioridad… se parece a ti… yo sé que SARA: (A Ibrahim). Se tiene que ir.
no ha sido como lo soñamos…
IBRAHIM: (Mientras camina hacia Sara). Aún es muy pron-
IBRAHIM: (Asombrado). Es un milagro. to. ¿Cómo pedirle que se vaya, si ella no tiene la culpa de
nada?
SARA: Claro que lo es.
SARA: (Que ha estado mirando su vientre con felicidad, se
IBRAHIM: ¡Es un milagro! indispone con los comentarios de su esposo). ¿Cómo esperas
que yo tenga un embarazo feliz y sin ningún riesgo con esa
SARA: Ya lo entiendes. mujer en la casa? Se tiene que ir, es por el bien de nuestro
hijo y tú se lo tienes que decir, yo me voy a descansar. (Sale,
IBRAHIM: ¡Sara, es un milagro! (Toma las manos de Sara, acariciándose el estómago).
las besa).
IBRAHIM: Sara, por favor, esperemos un tiempo.
SARA: Hace un rato te vi tan disgustado y pensé que…
(Sara sale y lo deja hablando solo).
IBRAHIM: (Hablando para sí mismo y mirando al cielo).
Sara, mi amada Sara, mujer de mi vejez. Es que no puede ser MARINA: (Tras la puerta, ha escuchado la conversación,
de otra manera, no puede venir de nadie más. entra, entre sus ropas lleva un cuchillo). Soy una víctima,
parece que la vida no se cansa de querer recordármelo, no le
SARA: Ibrahim ¿Qué pasa?, no entiendo. bastó con ponerme en medio de un conflicto en el que nada
tengo que ver, que me quitó todo, que me arrebató lo que
IBRAHIM: Ya entiendo el porqué de tus malestares. Sara, por amaba y me dejó sin raíces, sin nada, hasta ahora, y cuando
fin, lo que tanto estábamos esperando. pensé que por fin volvía a tener algo, me lo niega. ¡Sí! Bien
pude ser protagonista de una tragedia, quizás nací víctima,
SARA: (Riendo sobresaltada y nerviosa). ¿Qué? pero no tonta, así que no pienso irme.

(Se abrazan, luego se separan). IBRAHIM: Yo lo siento.

IBRAHIM: ¡Que vamos a tener un hijo! Vamos a tener un MARINA: ¡No señor! La que lo sintió fui yo, aquí, dentro
hijo, por fin. ( Viendo al cielo). Gracias, lo que tanto an- de mi cuerpo, en mi alma. (Se acerca a él). Recuerdo bien

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cómo, esa tarde, me retuvo cuando me quise ir, y ahora, que SARA: Lo único que tienes que decirle es que está despedida.
quiero quedarme, ¿Me pide que me vaya?
IBRAHIM: (Observa a Marina y a Sara, nota que no hay na-
IBRAHIM: (Alejándola). Ahora, las cosas son diferentes. die con el niño). ¿Y el niño? (Marina no responde, lo ignora,
Ibrahim sale por él).
MARINA: Ahora que ya no sirvo, que ya me usaron, pero
¿Qué creen?, ¿Qué se cree usted? No se olvide que usted es el SARA: Marina, esta despedida.
padre de mi hijo, él apenas tiene meses, yo no tengo familia,
no tengo a dónde ir, ¿A dónde quiere que me vaya? MARINA: (Desafiante). Se lo dije a él y ahora se lo digo a
usted, no me pienso ir.
IBRAHIM: Marina, yo de verdad lo siento mucho, sé que soy
tan culpable de su miseria como cualquiera de los hombres SARA: ¿Cómo me habla de esa forma?
que le arrebató su familia, su tierra, lo sé, porque yo también
le arrebaté su vida, pero ahora ,con el embarazo de Sara, MARINA: Le hablo como alguien que no piensa seguir dejan-
todo cambia, yo amo a mi esposa y es necesario que ella esté do que pasen por encima de ella.
tranquila, ya sabe que a su edad un embarazo no es fácil,
que hay muchos riesgos y su presencia en esta casa, y la del (Amenazante, saca de sus ropas un cuchillo).
niño, le molestan y no quiero que por un disgusto algo malo
suceda. SARA: (Asustada). Marina, por favor.

MARINA: Pero mi hijo también es su suyo. MARINA: Por hacerles un favor, ahora miren en la situación
en que estoy, lo que hacen conmigo es una injusticia.
IBRAHIM: Y tendrá todo lo que necesite, lo prometo, pero
por ahora, hasta que nazca mi hijo, lo mejor es que ustedes SARA: Marina, voy a llamar a la policía, es mejor que se vaya.
estén lejos.
MARINA: (Tomando a Sara del brazo). Pues si se atreve, ¿Por
MARINA: Pues se equivoca si piensa que voy a ceder tan fácil, qué no me saca usted?, usted fue la que me metió en esta
ya una vez cedí por miedo, pero esta vez no lo pienso hacer. casa. (La amenaza con el cuchillo y poco a poco la lleva
hasta la mesa). Tan buena persona que se mostraba, la seño-
(Entra Sara). ra correcta, la esposa abnegada, la mártir, cuando en realidad
es una persona cruel, ¿Cree que no me he dado cuenta, seño-
SARA: ¿No te pedí que le dijeras que se fuera? ra, cree que no sé lo que estuvo haciendo todo este tiempo?

IBRAHIM: Sara, no es tan sencillo. SARA: (Se ve descubierta, llora). No sé de qué me habla.

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MARINA: (Le pone el cuchillo muy cerca de su estómago). IBRAHIM: (Susurro). Sí.
¡Acuéstese! ¡Que se acueste! Fue usted la que planeó que
me acostara con su marido, todos eso regalos, sus vestidos, MARINA: No lo escuché.
sus perfumes, usted es la culpable de todo esto, usted y su
egoísmo, su falta de fe, en su desespero por alcanzar lo an- IBRAHIM: (En voz baja, intimidado). Sí, creo.
helado, no creyó en la promesa de tener un hijo, que Dios
podía escucharla y se apresuró a planearlo todo, a conseguir MARINA: ¿Sí cree, que?
una tonta como yo, con lo que no contaba usted era con que
Dios respondería y ahora, que ya tienen su milagro, ¡Que se IBRAHIM: ¡Sí, creo en los milagros! ¡Sí creo!
vayan la sirvienta y su hijo bastardo!
MARINA: ¡Pues ahora va a necesitar uno! (Introduce el cu-
SARA: (Casi no puede hablar, ahogada en llanto). No, no, chillo en el vientre de Sara).
¡Ibrahim!
(Apagón).
IBRAHIM: (Entra justo cuando Marina levanta el cuchillo,
decidida a herir en el vientre a Sara). Por Dios, será que
pueden bajar la voz que el beb… ¡Marina! ¿!Qué le pasa!?
Suelte eso, usted no puede hacer eso.

MARINA: ¿Y por qué no?


FIN
IBRAHIM: Porque yo sé que usted es una buena persona. (2012)

MARINA: Yo también creí que ustedes lo eran. ¡No se acer-


que!

IBRAHIM: Marina… por favor. (Intenta quitarle el cuchillo,


ella lo ataca). Le dije que no se acercara.

MARINA: Dígame algo, ¿usted cree en los milagros?

(Ibrahim no sabe que contestar).

MARINA: Todavía no me contesta.

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PRINCESA VALENTINA

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PRICESA VALENTINA
(Musical infantil)

Texto dramatúrgico: Lorena Isaza Cárdenas

Participaron creativamente en este proceso:

DIOS
Lorena Isaza Cárdenas

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Antología StandArte Vol. 1 Princesa Valetina

PERSONAJES “En la constelación de Andrómeda, bajo la poderosa


mano del creador, está brillando la primera y más grande
PRINCESA VALENTINA: señal de nuestro amor, una estrella.”
Niña que durante la obra va creciendo, vive en el mundo de los Valentina y Samuel.
sueños y busca cuidar de su reino.
NARRADOR: (Al tiempo que las luces se van encendiendo
MADRE PRINCESA VALENTINA: muy lentamente). En alguna habitación, no muy lejana de
Reina del mundo de los sueños, amorosa y cuidadosa. nuestros sueños, crecía una pequeña princesa, de dulce co-
razón, manos inquietas y gran sonrisa. Su nombre era sinóni-
PADRE PRINCESA VALENTINA: mo de valentía. En su mundo, Valentina, la princesa, tenía un
Rey del mundo de los sueños, seguro y valiente. modo particular de crecer pues, a medida que soñaba, crecía
la nobleza de su corazón y de su inteligencia y, aunque su
DIOS: cuerpo también lo hacía, no envejecía, al tener su corazón
Ser amoroso, lleno de luz, que brinda esperanza y paz. lleno de sueños, podía ser tan joven como un niño.

TIMTIM: (Aparece en escena un cuarto muy particular, la pared del


Mejor amigo de la princesa Valentina, ordenado y cumplidor de su fondo está llena de estrellas que le brindan luz a la habi-
deber. tación y que titilan al ritmo de melodías, su cama, de una
forma única. Todo de colores pastel).
DULCE:
Hada de algodón de azúcar, representa lo amoroso y romántico. VALENTINA: (Entra cantando). Dulce estrella, brillas hoy,
en algún lugar puedo verte titilar, en mi corazón. (Suspiro).
ALEGRÍA: De nuevo ha llegado el dulce momento… soñaré… y en la
Hada del color, representa todo lo amistoso y alegre. mañana el canto de los pájaros me levantará. Descansaré en
mi colchón de gelatina y mis almohadas de felpa.
FLORIPONDIA:
Hada de flores, representa todo lo rítmico y divertido. ( Voces en off de los padres de Valentina).

SAMUEL: PADRE: ¡Valentina! Ya es hora de soñar.


Joven valeroso y arriesgado, romántico y creativo, busca la justicia.
MADRE: Recuerda que es importante para tu crecimiento.
ROBASUEÑOS:
Ser antagonista, egoísta, busca causar daño robando los sueños VALENTINA: Sí padres…dulces sueños.
de todos los seres que existen.
PADRE: Dulces sueños princesa.

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Antología StandArte Vol. 1 Princesa Valetina

MADRE: Descansa amor. con chocolates, ponys y todas esas…

(Las luces se apagan y quedan encendidas las estrellas que VALENTINA: (Interrumpiéndolo). No, soñé con estar allá.
brillan mientras se escucha de fondo la melodía de la can-
ción que entonaba la princesa. De repente, aparece el sol en TIMTIM: (Escandalizado). ¿Estar dónde, afuera?, ¿Fuera de
la ventana, y a toda velocidad entra un reloj despertador tu cuarto? ¡Ay!, no, no, no.
que es el mejor amigo de la princesa, cada vez que timbra
se mueve de modo particular). VALENTINA: Sí Timtim, mis padres no me dejan salir, sé que
aquí tengo todo su amor, pero aun no entiendo por qué no
TIMTIM: (Corriendo y timbrando). ¡Oohhh! ¡Buenos días, puedo salir.
princesa, el sol ya sale! (Timbra). ¡Oohh, despierta! (Tim-
bra). Pero que pesado sueño… (Pensando). ¡Ah, ya sé! Se- TIMTIM: Pero princesa, tú sabes que necesitas soñar para
guro esto te hará volver (Los timbres del reloj se convierten seguir creciendo y darle vida al reino.
en canción).
VALENTINA: Pero puedo soñar a donde vaya.
Se escucha el gallo, ya es la hora
y entre las nubes el sol asoma, TIMTIM: Claro, pero allá afuera está…
no duermas tanto, pierdes encanto,
los pajarillos trinan su dulce canto (Se escucha voz en off de sus padres).
despierta, el día comienza,
las persianas se abren, Valentina, despierta. PADRE: Buen día hija.
Dios ha pintado el cielo de azul para ti.
MADRE: ¿Cómo amaneces?
(Timtim da un último timbrazo, la princesa se levanta).
¡Buen día princesa! VALENTINA: De maravilla padres.

VALENTINA: ¡Buen día Timtim! PADRE: Que bueno hija, venimos a decirte que debemos sa-
lir.
TIMTIM: Hoy, estoy seguro, será un bello día, ¿Qué tal tus
sueños? MADRE: A cumplir un compromiso real, pero pronto regre-
saremos.
VALENTINA: ¡Maravillosos! Soñaba tan agradablemente que
estaba profunda. PADRE: Así que recuerda no salir de tu habitación.

TIMTIM: (No la deja terminar). Sí, me imagino que soñaste VALENTINA: Por supuesto padres.

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Antología StandArte Vol. 1 Princesa Valetina

AMBOS PADRES: ¡Te amamos! VALENTINA: Tengo una idea, ¡Soñemos despiertos! ¡En los
sueños podemos ser lo que nosotros queramos y alcanzar lo
VALENTINA: ¡Y yo a ustedes! que deseemos en nuestro corazón! ¡Así, en el sueño, serás el
mejor bailarín!
NARRADOR: (Mientras habla, Valentina y Timtim tienden
la cama y organizan la habitación). Así es, aunque los pa- TIMTIM: Bueno, esa puede ser una buena idea, ¿Pero sólo
dres de Valentina la amaban profundamente, nunca le habían bailaremos nosotros?
permitido salir de su habitación, Valentina sólo conocía el
mundo desde su ventana. Cada mañana, le gustaba obser- VALENTINA: No, claro que no…en nuestro sueño. Podemos
var el sol saliendo, en las tardes disfrutaba verlo ocultarse invitar a quienes queramos.
y durante el día, buscaba figuras en las nubes. Aunque ella
no entendía por qué su encierro, obedecía, pues sabía que TIMTIM: Invitemos entonces a algunas hadas.
sus padres querían protegerla de un ser oscuro que, en las
noches, intentaba apoderarse de los sueños de príncipes y VALENTINA: A las flores.
princesas.
TIMTIM: A los planetas.
VALENTINA: Muy bien Timtim, ya está listo.
(Comienzan a bailar y cantar).
TIMTIM: (Quedó debajo de las cobijas y no logra salir).
NARRADOR: Al parecer, todo era diversión, pero muy pron-
VALENTINA: ¿Timtim? to todo cambiaría, la princesa llevó su mano al corazón, pues
un mal presentimiento a ella llegó.
TIMTIM: (Por fin logra salir, algo agitado). Sí, ahora pode-
mos continuar con la lección… VALENTINA: Un momento Timtim, siento algo raro y no lo-
gro explicar qué es.
VALENTINA: No Timtim, es tiempo de bailar.
TIMTIM: Seguramente no aguantas mi ritmo y estas cansada.
TIMTIM: ¿Bailar?... No, no, no, yo aún no sé bailar, tengo dos
pies izquierdos y me duelen los juanetes. VALENTINA: No, es algo más.

VALENTINA: No seas aguafiestas, el otro día te vi mover de (La escena se torna oscura, suena música de fondo triste).
un modo muy particular, al ritmo de tus timbronazos.
VOCES: (Gritando en off ). ¡No puede ser, que triste!, ¡Se
TIMTIM: Sin nada de ritmo. quedó sola, fue el Robasueños!, ¡El rey y la reina muertos!

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Antología StandArte Vol. 1 Princesa Valetina

VALENTINA: (Intenta salir, Timtim la detiene). ¿Qué es lo NARRADOR: Desde aquel día, la princesa ya no quiso volver
que sucede? a abrir su ventana, Timtim, como buen amigo, le alentaba a
seguir soñando para que no dejara de crecer, le recordaba
TIMTIM: ¿A dónde vas? que en sus sueños podría verse con sus padres y, aunque al-
gunas veces esos sueños se convertían en pesadillas, lograba
VALENTINA: Afuera, algo pasó. soñar para encontrarse con ellos.

TIMTIM: No puedes, recuerda lo que te dijeron tus padres. (Luces bajas, se ven las siluetas claras).

VALENTINA: Necesito saber qué pasa. TIMTIM: (Entra tratando de despertar a la princesa). ¡Ya
amaneció!
(Entra el hada dulce).
VALENTINA: (Se asusta y se cae de la cama, las luces suben
DULCE: (Triste). Princesa… y la princesa es una bella joven, las pesadillas y la falta
de sueños ha generado su transformación. Grita). ¡Aaahh!
VALENTINA: Dulce, ¿Qué pasa? (Masajeando su cabeza golpeada). Buen día Timtim, ¿Por
qué me despiertas de esta manera?, estaba con ellos.
DULCE: Princesa, sus padres…
TIMTIM: No puedes solamente estar soñando, es cierto que
(El narrador habla mientras suena música de fondo, la debemos prolongar los momentos en que sueñas, por tu vida
princesa Valentina, muy adolorida, sale de la habitación, y la del reino, pero recuerda que es aquí donde debes estar
las luces en forma de estrella se van apagando lentamente). para que se materialicen, en la realidad.

NARRADOR: Un gran dolor invadió toda la habitación y el VALENTINA: Los extraño tanto.
corazón de la princesa, todo se hizo pesadilla cuando se en-
teró de cómo su padre, el valiente rey, encontró en su cami- TIMTIM: Lo sé, pronto encontraremos un modo en el que re-
no al Robasueños, escapando de una de sus tretas, y trató cordar a tus padres no sea doloroso y tengas nuevos sueños.
de detenerle pero, para su infortunio, su acto de valentía
terminó con su muerte y la de la reina. (Sonidos extraños, pequeñas voces).

(La princesa ha llorado tanto que se queda dormida. Apa- VALENTINA: (Se arma). ¿Quién está ahí?
gón. La música triste cambia a un canto de pajarillos, ama-
nece, llega un nuevo día, han pasado ya algunos amanece- TIMTIM: Princesa, ten cuidado.
res).
VALENTINA: Seguro es ese Robasueños, pero conmigo no va

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Antología StandArte Vol. 1 Princesa Valetina

a poder. no quiero soñar, ya no me basta, en mi corazón hay un vacío


enorme, cuando duermo no lo hago bien, ya no sueño como
TIMTIM: No te preocupes princesa, yo voy a defenderte. (Las antes. (Canta).
voces se sienten más cerca, Timtim pierde el valor). Creo
que es tiempo de que aprendas a defenderte por ti misma. Ya no hay motivo,
ya no hay razón,
(Las vocecillas se oyen más cerca, la campanilla de Timtim ya todo terminó,
timbra de nervios, la princesa le pide silencio, se esconden muy dentro de mí, no logro cambiar el color,
detrás de la puerta, son las hadas Dulce, Alegría y Floripon- sólo espero volver a ver el sol
dia, entran). desde mi ventana, poder sentir su calor,
(suspiro) ya no quiero soñar.
VALENTINA: (Golpea a Floripondia en la cabeza). ¡Ahora
vas a pagar! ALEGRÍA: Un momento princesa, alguna vez yo también me
sentí como tú. Mi sonrisa se hizo pequeña y con el paso del
FLORIPONDIA, DULCE Y ALEGRIA: (Gritando). tiempo ya no podía bailar, me fui quedando quieta y cuando
¡Aaahhhhhh! pensé que ya no podía más, tocaron a mi puerta, con la últi-
ma sonrisa que me quedaba, logré abrir, y vi una mano gigan-
FLORIPONDIA: ¡Ay mi cabeza! (Cae desmayada). tesca que se acercó, después de eso, perdí el conocimiento.
Al despertar estaba en este mundo, todo en mí era nuevo,
VALENTINA: ¡Chicas! Son ustedes… ¡Flori! ¿Estás bien?, hasta mi nombre; yo no entendía, hasta que lo conocí.
¡Cómo lo siento!
FLORIPONDÍA: (Curiosa e insistente). ¿Y cómo era? ¿Cómo?
FLORIPONDIA: ¡Ay siento en mi cabeza una cumbia!
(Todos la mandan a callar).
VALENTINA: Lo siento, es que últimamente no he dormido
bien. ALEGRÍA: Su rostro brillaba como el sol y su sonrisa era lo
más amoroso que nunca había visto, me abrazó y me dio un
DULCE: (Con una voz muy dulce). No te preocupes prince- regalo, un sueño. Así ha pasado con casi todos los que esta-
sa, nosotras tampoco lo hemos podido hacer desde que… mos aquí; desde ese día no dejo de soñar.
(Todos le hacen gestos de guardar silencio). Desde que…
como tantas golosinas. Lo siento. TIMTIM: Algo parecido sucedió conmigo, sólo que a mí me
envolvió en un bello papel, me puso un moño rosa y me
VALENTINA: No, yo lo siento, pensé que era ese ruin que me entregó como un presente para la hija recién nacida del rey,
robó lo que más amaba. (Se sienta, los demás personajes se y aquí estoy.
sientan después de ella). Estoy cansada, desde aquel día ya

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Antología StandArte Vol. 1 Princesa Valetina

VALENTINA: Que bellas historias, ¿Por qué no me las habían DIOS: ¡Valentina!
contado?
VALENTINA: ¿Quién me habla? ¿Quién eres?
TIMTIM: No lo creíamos necesario hasta hoy.
DIOS: Yo soy el que soy.
FLORIPONDIA: ¡Eso es! ¡Eso es! A lo mejor, él le pueda dar
a la princesa un nuevo motivo para soñar. VALENTINA: Pues… yo soy la princesa Valentina.

VALENTINA: No, no lo creo, ni siquiera lo he visto, nunca ha DIOS: (Ríe). Lo sé, y también sé que cada día le haces honor
venido aquí. a tu nombre, has sido muy valiente.

DULCE: Claro que sí, él siempre ha estado aquí, sólo que no VALENTINA: Lo he logrado gracias a los regalos que me has
le puedes ver, a él hay que sentirlo con el corazón. Por qué dado, mis amigos.
no le cantamos la canción que él nos enseñó para la princesa.
(La canción inicia lenta, luego se vuelve muy movida y ale- DIOS: Sabía que los ibas a necesitar, espero que Timtim se
gre). esté comportando contigo como es debido. Pero no vine a
hablar de Timtim, hoy quiero hacerte otro regalo.
Dulce estrella brillas hoy, en algún lugar,
pueden verte titilar, en su corazón. VALENTINA: ¿Cuál?
es tu luz la que le hace ver
y permanecer, DIOS: Sé que sientes que ya no hay motivos para soñar, pero
jamás se rendirá hoy quiero regalarte un sueño de amor.
pues valiente, Valentina es.
Tu sonrisa es su motor, VALENTINA: ¿Amor? Yo no creo estar preparada para eso to-
en tu abrazo está el calor davía.
en el que ella siempre hallará la salida del dolor,
pues valiente, Valentina es. DIOS: Lo sé, por eso tu primer sueño de amor seré yo.
//Nuestra princesa es…. Valiente.
¡Nuestra princesa, fuerte es! VALENTINA: ¿Tú?
¡Valentina, ella es!//
DIOS: Sí, yo seré tu primer amor, luego pondré en tu camino
(La melodía de la canción queda de fondo. Todos, menos a alguien, al que también le he regalado un sueño de amor.
la princesa, quedan congelados, se escucha la voz de él, la Y te enseñaré una canción especial para cuando llegue el
voz de Dios). momento de encontrarse.

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(La canción es una melodía alegre pero romántica). FLORIPONDIA: ¿Y algo más?

VALENTINA: (Cantando). VALENTINA: (Apenada pero feliz). ¡Ay Timtim! (Suspira).

Y fue tu luz la que curó TIMTIM: Te dio un sueño.


mi corazón,
y fuiste tú quien me entregó VALENTINA: ¡Sí! ¡Un sueño de amor! (Suspira, toma a Tim-
todo el amor tim de las manos y baila con él por toda la habitación).
Y serás tú… lo único que me haga soñar.
(Las estrellas de la habitación comienzan a titilar de ma-
(La canción no se canta completa. Las luces se apagan, Dios nera intermitente, por la ventana se ve una sombra pasar).
le estaba hablando a Valentina a través de los sueños. Tim-
tim, Dulce, Floripondia y Alegría, están ahí. Con la luz apa- VALENTINA: ¿Quién está ahí? (Pausa. Música de suspenso).
gada hablan). No te tengo miedo Robasueños, soy la princesa Valentina.
(En sombras entra otro cuerpo, lo atacan).
ALEGRÍA: ¿Qué paso? ¡Luces! (Las luces se encienden. Todos
se asombran). SAMUEL: (Quejándose adolorido). Auuu, auuu, ya basta por
favor, ya no más… ¡Auxilio! (La luz se enciende, lo han en-
FLORIPONDÍA: ¡Lo conoció! ¡La princesa se quedó dormida vuelto con cobijas, logra salir, es un chico, blanco y rubio,
y está soñando! (Celebran de modo estruendoso, Dulce los sus ojos claros como el cielo).
manda a callar con una seña, entonces celebran sin soni-
do). VALENTINA: Pero ¿Quién rayos eres tú?

VALENTINA: (La princesa despierta y ha crecido, converti- TIMTIM: Atrás, te defenderé.


da en una bella mujer). ¡Timtim, estaba soñando! ¡Y es el
sueño más hermoso que he tenido! ¡Fue maravilloso! ALEGRÍA: Y yo.

DULCE: ¿Te encontraste con él? DULCE: Todos te defenderemos.

VALENTINA: Claro que sí. SAMUEL: ¡Hey, tranquilos!, no hay razón para ser agresivos.

ALEGRIA: ¿Y qué te dijo? FLORIPONDÍA: ¿Cómo burlaste la seguridad del palacio?

VALENTINA: Que soy muy valiente. SAMUEL: Yo sólo estaba tratando de conseguir algo de co-
mer, cuando las luces comenzaron a prenderse y apagarse,

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no veía por dónde iba. (Todos se miran, pues han sido sorprendidos con sus caras
de chismosos).
TIMTIM: ¿Entonces, venias a robar?
VALENTINA: Ya escucharon.
SAMUEL: No, bueno, sí, o tal vez…
TIMTIM: Pero…
TIMTIM: ¡Guardias!
VALENTINA: Fuera.
SAMUEL: No, no, todo es una confusión.
TIMTIM: Claro que no.
(Entra la guardia de la princesa Valentina).
VALENTINA: Vamos Timtim, obedéceme. (Al oído de Tim-
TIMTIM: Llévense a este ladrón. tim). No te preocupes. (Levantando la voz). No le tengo
miedo. Ahora, salgan.
VALENTINA: Esperen un momento, antes quiero preguntarle
algo. Dime, ¿Cómo te llamas? ¿Por qué razón has venido a (Todos obedecen, salen algo preocupados. Samuel mira de-
robar alimento al palacio? tenidamente la habitación).

SAMUEL: Mi nombre es Samuel, ¿Y es que acaso no sabes, en VALENTINA: Ahora ya puedes hablar, dime, ¿Qué sabes del
qué mundo vives? Fuera de este palacio la gente está sufrien- Robasueños?
do. Desde que el rey y la reina murieron, los sueños ya no
tienen la misma fuerza y nuestras tierras se están secando, la SAMUEL: Vaya, que linda habitación, y que cama más grande.
sequía ha afectado hasta otros reinos vecinos. (Empieza a tocar todo, se sube a la cama a brincar).

VALENTINA: Lo siento. VALENTINA: Oye deja eso… ya bájate.

SAMUEL: Yo lo siento más, además estoy seguro de que todo SAMUEL: ¡Hey, yujjuuuu… Yupiii!
esto tiene que ver con el Robasueños.
VALENTINA: (Estira la mano para bajarlo). Que te bajes.
VALENTINA: (A la defensiva). Y tú, ¿Qué sabes del Robasue- (Samuel la toma de la mano y la sube, le pide que brinque.
ños? Al principio, Valentina no quiere, pero se deja convencer).
No, es que, dime…. ¡Yupiii yuujjuuuu!
SAMUEL: Mucho, pero no te lo diré, y menos delante de
todos ellos. (Se cansan, paran, hay plumas por todos lados, se miran y
ambos ríen).

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Antología StandArte Vol. 1 Princesa Valetina

SAMUEL: Oye, por cierto, tú no me has dicho quién eres. VALENTINA: ¿En serio? ¿Qué puede hacer?

VALENTINA: Cierto, que descortés, yo soy Valentina. SAMUEL: Las rocas que lanzo con ella, son rocas de luz, atra-
viesan la oscuridad, porque son hechas con polvo de estre-
SAMUEL: (Asustado y apenado). Va... va… valent…. ¿La llas, de las galaxias de la templanza, paciencia, bondad, fe y
princesa? (Haciendo una venia). Princesa, lo siento, yo no amor.
quería.
VALENTINA: Woao, que maravilloso, ¿Dónde la conseguiste?
VALENTINA: Está bien, hace mucho no me reía tanto.
SAMUEL: Me la heredó mi padre.
SAMUEL: Pues, que lástima, porque tu sonrisa es… increí-
blemente… (Disimulando). Ruidosa. VALENTINA: ¡Timtim! ¡Timtim!

VALENTINA: ¿Qué dices? TIMTIM: ¡Qué pasa! ¡No te preocupes princesa, te defende-
ré! (Samuel abre la puerta, Timtim entra a toda velocidad,
SAMUEL: Bueno y por qué te interesa tanto saber del Roba- cae sobre la cama, rebota, da una voltereta y cae al suelo,
sueños. Samuel y Valentina ríen).

VALENTINA: ¿Cómo que por qué? Porque necesito que no VALENTIN: ¿Estás bien Timtim?
haga más daño, como se lo hizo a mis padres.
TIMTIM: Claro que sí princesa, no fue nada.
SAMUEL: O sea que te quieres vengar.
VALENTINA: Bien Timtim, necesito que vayas con Samuel y
VALENTINA: Claro que no, eso no es algo que yo deba ha- le enseñes el palacio y le des una habitación, desde ahora
cer, sólo quiero encontrarlo para detenerlo, además el Gran Samuel se quedará con nosotros.
Creador ya me ha dado algo nuevo.
TIMTIM: Pero princesa, es un desconocido, no sabes con
SAMUEL: ¿En serio?, pues yo estoy dispuesto a ayudarte, si tú qué intenciones está aquí.
me lo permites. (Samuel saca una honda). Yo soy un experto
y tengo esta arma mortal. (Una piedra sale y comienza a dar VALENTINA: Pero Timtim, ¿No fuiste tú quien me enseñó
golpes por toda la habitación, ambos tratan de esquivarla, que debemos hacer buenas obras?
hasta que Valentina cae encima de Samuel, se ven directo
a los ojos, luego ríen, se levantan). Disculpa, es que es una TIMTIM: Claro que sí, pero…
honda mágica.
VALENTINA: Pero nada, ahora Samuel es nuestro huésped y

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Antología StandArte Vol. 1 Princesa Valetina

lo atenderemos como es debido. es la manera de despertar a la princesa? Pues no señor, yo les


voy a mostrar cómo se debe despertar a la princesa (Brinca
TIMTIM: Sí, princesa. tratando de contarle que el reino ha amanecido increíble,
gracias a sus sueños). Asómate por la ventana.
SAMUEL: Gracias, princesa.
VALENTINA: Ya Timtim.
TIMTIM: Acompáñame, muchachito.
(Timtim y Samuel salen de escena, Valentina queda sola en (Todos van hacia las ventanas y miran y hablan el tiempo).
la habitación, comienza a reír, cada vez más fuerte).
ALEGRÍA: Miren, ahí está Samuel, entrenando con su onda.
NARRADOR: Por alguna razón, esa noche, Valentina y Samuel
se sentían muy extraños, al mirarse al espejo notaban que ha- FLORIPONDÍA: Es tan valiente.
bía en su rostro una sonrisa dibujada de oreja a oreja que,
por más que intentaban, no podían esconder. Su corazón DULCE: Y tan amable.
latía fuerte y sonaba como un tambor. (Sonido de tambor).
Brincaban y corrían por la habitación, recordaban aquel mo- VALENTINA: Es tan… (Suspira).
mento en que sus ojos se quedaron viendo uno al otro fija-
mente y ocurrió lo inesperado, suspiraban, suspiraban, sus- ALEGRÍA: Mira princesa, nos está saludando.
piraban… (El narrador suspira). Ninguno de los dos había
suspirado antes de esa manera y, aunque pensaron que algo SAMUEL ( VOZ EN OFF): ¡Bueno días, princesa!
que comieron les había caído mal, sabían que suspirar era
una sensación increíble. (Se van apagando las luces). Así se DULCE: Ohhh, creo que viene para acá.
fueron a sus camas y, como un milagro, esa noche la princesa
Valentina tuvo sueños plácidos e increíbles. FLORIPONDÍA: Va a subir por la ventana.

(Se escucha el canto de un gallo, entran todas las hadas, LAS HADAS Y VALENTINA: (Al tiempo). ¿¡Por la ventana!?
hablando con gran alboroto). (Comienzan a arreglar rápido la habitación y a la princesa,
con todo eso dejan a Timtim debajo de todas las cobijas de
LAS HADAS: (Abrumando a la princesa). Princesa… es un la cama).
milagro… verde… la gente… los ríos… el reino… es que
no… plashhh… y todo… es increíble. TIMTIM: ¡Oigan, auxilio! ¡Estoy acá!

(Entra Timtim y las calma con su campanilla). (Entra Samuel por la ventana, sube con dificultad, Timtim
logra salir, como puede, de las cobijas).
TIMTIM: (Sonando su campanilla). ¡Basta! ¿Creen que esta

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Antología StandArte Vol. 1 Princesa Valetina

VALENTINA: (Haciéndose la digna). Pero, que descortés, (Todos están sorprendidos con la belleza de la mariposa
¿Acaso no te han enseñado que se debe pedir permiso para que vuela por toda la habitación, y se posa sobre Timtim).
entrar a la habitación de una dama?
DULCE: Mira Timtim, creo que le caes bien a nuestra nueva
SAMUEL: Discúlpame princesa, la verdad todo eso de tocar amiga.
a la puerta y preguntar ¿Puedo pasar?, es bastante aburrido,
a mí me gusta descubrir nuevas maneras de hacer las cosas, TMTIM: Bueno, yo le caigo bien a todo el mundo, cómo no.
además traigo algo muy especial que te quiero regalar.
(Todos ríen).
VALENTINA: ¿Un regalo para mí?
VALENTINA: Claro que sí, mi querido amigo.
LAS HADAS: ¿Para ella? (Suspiro). (A la mariposa). Que hermosa eres, nunca había visto algo
como tú.
SAMUEL: Sí, para ti, cierra los ojos.
SAMUEL: Pero, ¿Cómo? ¿Nunca habías visto una mariposa?
VALENTINA: Pero…
VALENTINA: No, nunca se me ha permitido salir del palacio
SAMUEL: ¿Confías en mí? por miedo al Robasueños.

VALENTINA: Sí. SAMUEL: Pero princesa, no puedes vivir llena de miedo


toda tu vida, allá afuera hay un mundo entero por descubrir.
SAMUEL: Entonces, cierra los ojos, y cuando te diga puedes (Canta).
abrirlos. (Saca del bolsillo de su chaleco, un precioso capu-
llo dorado que ilumina toda la habitación). ¡Ábrelos! Abre tus alas, es hora de volar,
el viento te guía para ir más allá
VALENTINA: (Sorprendida). ¿Qué es esto? de lo que puedas soñar.
No dejes que el miedo te haga detener,
SAMUEL: Es un capullo de los que crecen en tu jardín, ahora el verde prado, deben sentir tus pies,
sopla muy suavemente sobre él. y tu corazón acelerado debe latir,
ver los colores del cielo hoy,
( Valentina sopla y el capullo se abre, de él sale una maripo- descubrir el mundo que él ha creado para ti,
sa con los colores del arcoíris). no dejes que el miedo te haga detener,
saltar con los conejos, montar en un árbol robusto
VALENTIA: (Maravillada y feliz). ¡Es una mariposa, y es pre- y viejo,
ciosa! dormir bajo su sombra,

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Antología StandArte Vol. 1 Princesa Valetina

hacer formas con las nubes, ROBASUEÑOS: (Cantando).


todo eso, no lo dudes.
Deslizarte por el arcoíris En el día, todos ríen
con gran emoción y sentir que se te sale el corazón. y se abrazan de alegría,
No dejes que el miedo te haga detener, ven el sol que los alumbra
él está contigo, ¿qué has de temer? y les brinda su energía,
lo que nadie imagina …es que…
(Cantan todos). entre sombras yo vigilo,
que te quedes bien dormido
//No dejes que el miedo te haga detener, para luego, de un zarpazo,
él está contigo, ¿por qué has de temer?// llevarme lo querido.
Cuando despiertan sólo lloran como niños
VALENTINA: Tienes razón, pero no lo hago solamente por y caminan desabridos,
mí, también por mi reino, si yo salgo y algo me pasa, no ha- pues ya no encuentran el motivo
brá quién sueñe, ya es bastante duro que la gente del reino para seguir en el camino
sueñe, el Robasueños ha logrado quitarles a todos lo que han pues sus sueños han perdido
soñado y por eso mis sueños son tan importantes. Así que, en lo oscuro de mí.
por ahora, me quedaré aquí, además no es tan malo, tengo el Robasueños soyyyyyyyy yo.
a mis amigos y ahora te tengo a... ti… y a Arcoíris, ese será
su nombre. ROBASUEÑOS: Parece que las cosas están mejorando en el
reino de los sueños, el ambiente se siente demasiado melo-
FLORIPNDIA: Qué lindo nombre, es perfecto para ella. so, y eso no es bueno, no puedo permitir que todo el tra-
bajo hecho se pierda, así que más me vale echar un vistazo.
(La luz se va apagando mientras se escucha la voz del Na- (Tarareando su canción, camina por el escenario buscando
rrador). algo).

NARRADOR: A medida que pasaban los días, Valentina y NARRADOR: Este ser oscuro y tenebroso, antes no era así,
Samuel se sentían más felices de compartir tiempo juntos y al contrario de lo que podríamos pensar, él era muy cercano
con sus amigos. Samuel le enseñaba cosas nuevas e increí- al Gran Creador, hasta que un día sintió envidia y quiso apo-
bles a Valentina. Timtim cuidaba de ambos. En el reino de derarse del mundo de los sueños que el Gran Creador había
los sueños, todo estaba mejorando. Pero había alguien que hecho. Y para apoderarse de el, formó una revuelta, pero no
no quería que eso siguiera así, y haría cualquier cosa para lo logró y fue expulsado. Como es lógico, fuera del mundo
evitarlo. Ese era el Robasueños. de los sueños ya no pudo soñar y todo se convirtió en pesa-
dilla esto lo hizo un ser de completa oscuridad.
(Se enciende la luz).

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Antología StandArte Vol. 1 Princesa Valetina

ROBASUEÑOS: (Buscando). Pero un momento, necesito en- SAMUEL: (Ríe).


contrar… mi arma letal… para acabar con los sueños de
todos, de una vez y por todas. Por fin aquí… (Saca un oso VALENTINA: (Enojada). Pero ¿Qué te pasa? ¿Cómo puede
de peluche). Ehh, no, éste es para cuando yo duermo… (Tira divertirte vernos de esta manera? (Se va corriendo).
el oso de peluche y sigue buscando). Ahora sí, por fin, aquí
está mi arma letal. (Es una bolsa negra). Nadie se va a salvar. SAMUEL: Espera…
(Con una risa malvada sale y se pierde en la oscuridad).
TIMTIM: Ay, Samuel. (Sale de escena).
NARRADOR: Mientras tanto, la princesa Valentina y Samuel
seguían pasando tiempo juntos, divirtiéndose y siendo muy SAMUEL: Pero… de verdad, lo siento. (Sale de escena).
buenos amigos. Samuel, por fin, convenció a Timtim y a Va-
lentina de que salieran al jardín, sin imaginar siquiera que el ROBASUEÑOS: (Riendo malvado). ¿Quién diría que encon-
Robasueños los estaba observando muy de cerca. traría aquí a mi querido Samuel? Ahora sí voy a matar dos
pájaros de un solo tiro. Pero no será ahora, ya vendrá el
VALENTINA: Vamos Samuel, alcánzame si puedes. momento. (Sale bailando y cantando).

SAMUEL: Claro que te voy a alcanzar. NARRADOR: Nadie en el mundo de los sueños imaginaba
lo que estaba por suceder, ni siquiera Valentina y Samuel
TIMTIM: (Muy cansado). Ya… no… princesa… cuidado… quienes, por ahora, sólo intentaban olvidar el mal rato que
no puedo…. más. (Se tira al suelo, el Robasueños está me- pasaron.
rodeando y hace un ruido, Timtim detiene a la princesa).
Espera princesa. SAMUEL: (Apenado). ¿Puedo pasar?

VALENTINA: ¿Qué sucede Timtim? VALENTINA: ¿Qué quieres, Samuel?, ¿Volverme a asustar?

TIMTIM: Es que escuché algo, puede ser el Robasueños. SAMUEL: No, claro que no.

VALENTINA: (Atemorizada). ¿Estás seguro? VALENTINA: ¿Cómo puedes hacer ese tipo de bromas? Sabes
que el Robasueños quiere hacerme daño, él es el culpable
(En ese momento, Samuel entra y los asusta). de la muerte de mis padres, y quiere llevarse mis sueños.
(Llora).
SAMUEL: ¡Buuuuu!
SAMUEL: Yo, de verdad lo siento, y por eso quiero disculpar-
TIMTIM Y VALENTINA: (Asustados). ¡Aaahhh! me. (Mete la mano en su mochila y saca algo que resplande-
ce). Así que te traje esto.

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Antología StandArte Vol. 1 Princesa Valetina

VALENTINA: (Asombrada). No puede ser, es… tu mano (Pone su mano debajo de la de Valentina, la estre-
lla comienza a subir y, de repente, con una súper velocidad,
SAMUEL: Es una estrella. sube al cielo. Cantan).

VALENTINA: Pero ¿Cómo tienes una estrella? SAMUEL:

SAMUEL: Esta estrella, me la dio el Gran Creador. Mi corazón ya no quería latir,


hasta que tus ojos me miraron.
VALENTINA: ¿Él? Fue tu sonrisa la que se llevó
lo oscuro alrededor de mí.
SAMUEL: Sí, me la dio luego de que el Robasueños acabara
con mi familia. VALENTINA: (Bailando y cantando por la habitación).

VALENTINA: ¿Cómo dices? Sentía miedo de vivir,


pensé que podría morir,
SAMUEL: Mi padre era el rey del reino de las estrellas y el pero todo cambio ahora que estás aquí.
Robasueños también me lo quitó.

VALENTINA: Samuel, yo lo siento mucho y te agradezco que VALENTINA Y SAMUEL:


hayas querido darme algo tan preciado, pero no puedo re-
cibirla. Y fue tu luz la que curó
mi corazón.
SAMUEL: Claro que puedes, porque cuando el Gran Creador Y fuiste tú quien me entregó
me la entregó, me dijo que debía dársela a la persona que me todo el amor,
hiciera volver a soñar. (Tímido). Y esa persona eres tú. y serás tú… lo único que me haga soñar.

VALENTINA: ¿Yo? VALENTINA:

SAMUEL: Sí, tú, así que le he puesto tu nombre, ahora ven. Ahora sólo quiero reír,
(La lleva hasta la ventana). ¿Ves la constelación que esta vivo feliz, pues estás aquí
allá? (Señalando al cielo).
SAMUEL:
VALENTINA: Sí.
El brillo de mis ojos volvió,
SAMUEL: Esa es la constelación de Andrómeda, ahora abre ya no siento dolor.

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Antología StandArte Vol. 1 Princesa Valetina

VALENTINA Y SAMUEL: ROBASUEÑOS: Intrépido Samuel, siempre queriendo apre-


surarlo todo. Lástima que no tengas cómo detenerme.
//Y fue tu luz la que curó
mi corazón, ALEGRÍA: Princesa, debemos protegerla, hay que sacarla de
y fuiste tu quien me entregó aquí.
todo el amor//
Eres tú… (Las tres hadas intentan sacar a Valentina).

(Se quedan viendo a los ojos). ROBASUEÑOS: Un momento, insignificantes seres. (Se es-
cucha un sonido, el Robasueños descarga sobre las hadas,
SAMUEL: En la constelación de Andrómeda, bajo la podero- una de sus técnicas para impedir que avancen). Ahora no
sa mano del creador está brillando la primera y más grande podrán ir a ningún lado. (Las hadas caen).
señal de nuestro amor, una estrella.
FLORIPONDIA: Ay mamacita, no puedo moverme, ni abrir
(Están a punto de darse un beso y llegan las hadas muy los ojos.
asustadas).
ROBASUEÑOS: Es mi don de parálisis del sueño.
LAS HADAS: ¡Rápido princesa!, ¡Rápido!
VALENTINA: (Angustiada). ¡Dulce, Alegria, Flori!, Samuel
VALENTINA: Pero ¿Qué pasa? ¿Qué vamos a hacer?

DULCE: ¡Es el Robasueños!, está atacando al pueblo, está SAMUEL: No debes tener miedo princesa, no voy a permitir
convirtiendo todo en pesadillas y viene hacia acá. que nada malo te suceda.

(Las luces se prenden y apagan, el espacio se llena de nie- (El Robasueños aparece detrás de Samuel y, con su polvo de
bla). oscuridad, sopla sobre él).

ROBASUEÑOS: (En off ). ¡Pero qué maravilla! Samuel, Valen- VALENTINA: ¡Samuel! ¡Cuidado!
tina y todas sus haditas juntos. Esto será muy sencillo, será
como robarle un sueño a un niño. Un momento, ya lo hice. (Samuel se desploma).
(Ríe).
ROBASUEÑOS: Demasiado tarde, princesa. Mi polvo de os-
SAMUEL: (Tirando piedras de luz con su honda, para ver curidad ha sumido a tu querido Samuel en un sueño del que
dónde está el Robasueños). Cobarde ser, muéstrate. no podrá regresar, mil pesadillas le robarán la ilusión y las
ganas de seguir viviendo, y morirá lentamente.

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Antología StandArte Vol. 1 Princesa Valetina

VALENTINA: ( Junto a Samuel). Samuel, no te entregues a aparece y se interpone para que ella no reciba el golpe).
las pesadillas.
VALENTINA: ¡Timtim!
ROBASUEÑOS: Ahora sí princesita, voy a terminar contigo y
adiós al reinado de los sueños. TIMTIM: Princesa, has sido muy valiente y debes seguir sién-
dolo.
VALENTINA: ¿Qué ganas con todo esto?
VALENTINA: Timtim, amigo, ¿Qué vas a hacer?
ROBASUEÑOS: Mucho, princesa, la lucha de la oscuridad
contra la luz existe desde hace muchos siglos. Y ahora, por TIMTIM: Cuando él me entregó a tus padres, me dijo que
fin, demostraré que los sueños son ilusiones que desapare- llegaría un día en que debería demostrar todo el amor que
cen en la primera dificultad, que la oscuridad es más podero- siento por ti, por mis amigos y por el reino. Y ha llegado ese
sa que la luz. De Ahora en adelante, yo reinaré. momento. Ahora debo irme, pero llegará alguien más para
estar contigo.
VALENTINA: No, no será así.
VALENTINA: Pero Timtim, no quiero a nadie más conmigo.
ROBASUEÑOS: ¿Y qué puedes hacer tú? Tú que sólo sabes Tú eres mi mejor amigo.
llorar desde que tus padres no están aquí.
TIMTIM: Siempre será así. Nunca dejes de soñar. (se pone
VALENTINA: No, ya no más. Soy Valentina, Princesa del mun- delante del robasueños). Ahora sí, enfréntate a uno de tu
do de los sueños, soy valiente, defenderé mis sueños, los tamaño.
sueños de mis amigos y de todo mi mundo. (Toma la onda
de Samuel y sus piedras de luz, se enfrenta con el Robasue- ROBASUEÑOS: Vamos relojito, tú sólo sabes correr y timbro-
ños. Aparentemente, una de las piedras de luz le ha dado al nar de un lado para el otro. ¿Qué puedes hacer tú?
Robasueños) ¡Le di!
TIMTIM: Yo sé muy bien cómo se vence la oscuridad.
ROBASUEÑOS: ¡No! (Cae).
ROBASUEÑOS: ¿Ah, sí? ¿Y cómo?
VALENTINA: Lo logré. Lo derroté. ¡Lo vencimos! ¡Amigos, lo
vencimos! TIMTIM: Con la luz, pero no la luz de una piedra, con la luz
del amor, del valor, de la amistad, la luz de los sueños, la luz
ROBASUEÑOS: (Riéndose). ¿En serio crees que soy tan fácil de Él. Y yo soy la luz. (Suena, in crescendo, el tictac de un
de vencer? Ahora sí, princesa, se acabó el tiempo de jugar, ya reloj que se acelera). ¡Es el tiempo de la luz! (La habitación
no te quedan más piedras de luz. Así que es mi turno. (Saca se va llenando de luz).
sus polvos de oscuridad y los lanza hacia Valentina, Timtim

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Antología StandArte Vol. 1 Princesa Valetina

ROBASUEÑOS: No, no, ¿Qué sucede? No puedo desvanecer. ALEGRÍA: Además de eso se trata el verdadero amor, el amor
No, no, ¡Nooooooo! todo lo puede…. (Flori la interrumpe).

(La luz llega a su máximo resplandor, son luces en contra, FLORIPONDIA: Y hablando de amor… ¿Dónde está Samuel?
cuando la luz se normaliza ha desaparecido Timtim y el
Robasueños). SAMUEL: (Levantando a la mano). Aquí estoy. (Flori y Dul-
ce corren a ayudarle). Alegría tiene razón, lo que Timtim
VALENTINA: ¡Timtim! (Llora). ¡Gracias, amigo! (Canta). hizo por nosotros fue un sacrificio de verdadero amor, debe-
mos estar felices de tener en nuestra vida un amigo que nos
Dentro de mi encontré el valor, ame de semejante manera. (Caminando hacia Valentina).
fuiste tu quien me ayudo, Gracias por ser tan valiente y tratar de ayudarnos enfrentan-
me dejaste ver en tu amistad do al Robasueños. (Le toma la mano).
que el amor es de verdad.
Me viste reír, me viste llorar VALENTINA: Tú también fuiste muy valiente. Además, Ale-
y sin pensarlo todo lo diste por mí, gría ya lo dijo: El amor todo lo puede…
gracias, amigo, gracias.
Me viste reír, me viste llorar SAMUEL: Todo lo espera…
y sin pensarlo todo lo diste por mí,
gracias, amigo, gracias. VALENTINA: Todo lo soporta…

(Las hadas recuperan su movilidad y logran abrir sus ojos). VALENTINA Y SAMUEL: Nunca deja de ser. (Samuel y Valen-
tina cantan).
ALEGRÍA: ¡Princesa! ¡Estás bien!
Todo lo puede,
DULCE: ¡El Robasueños fue vencido! todo lo espera,
nunca deja de ser.
FLORIPONDIA: ¿Y Timtim? En mi corazón lo escucho latir,
su fuerza me mueve porque él
VALENTINA: (Llorando). Nuestro amigo fue quien derrotó al nunca deja de ser.
Robasueños, él se sacrificó, Flori. El amor
todo lo puede,
DULCE: Lo siento princesa, sé que es difícil dejar de ver a el amor
quien amas, pero… debes sentirte feliz, todo su amor sigue todo lo espera,
contigo, justo aquí. (Colocando su mano en el corazón). el amor
nunca deja de ser,

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Antología StandArte Vol. 1 Urdimbre
Antología StandArte Vol. 1 Princesa Valetina

nuestro amor llegaría y siempre estuvo seguro de que era lo correcto. Así
nunca dejará de ser. que no te sientas mal, ahora él está disfrutando.

(Se miran a los ojos, están a punto de besarse, cuando las VALENTINA: ¿Cómo? ¿Sabes dónde está? ¿Acaso él no ha-
luces cambian). bía…?

DIOS: Me alegra que se hayan encontrado al fin. DIOS: ¿Desaparecido? Claro que no, valiente princesa, todo
sacrificio de amor tiene su recompensa y Timtim no iba a ser
VALENTINA: ¡Eres tú! la excepción después de lo que hizo.

SAMUEL: Lo siento mucho. (Aparece Timtim con gafas de sol y un vaso de limonada
sobre una nube).
DIOS: ¿Por qué lo dices Samuel?
TIMTIM: ¡Hola, amigos!
SAMUEL: Es que, por mucho tiempo, estuve enfadado y no
creía cuando me decías que iba a encontrar una nueva razón VALENTINA: ¡Timtim! ¡Qué bueno que estés bien! ¡Pensé
para soñar. que nunca te volvería a ver!

DIOS: (Riendo). Vamos Samuel, aunque tú dudaste de mí, yo TIMTIM: Princesa, yo siempre estaré para cuando me necesi-
nunca he dudado de lo que puede hacer tu corazón. Como tes, recuerda que lo único que debes hacer es ¡soñar, soñar!
tampoco dudé de la fuerza y valor de Valentina. Acepto tu
disculpa, hagamos borrón y cuenta nueva, ¿te parece? VALENTINA: ¡Así lo haré querido amigo!

SAMUEL: ¡Me parece! DIOS: Ahora ¿Te sientes mejor?

VALENTINA: Todo esto ha sido tan lindo, vencer al Robasue- VALENTINA: ¡Mucho mejor! Gracias
ños, encontrar nuestro sueño de amor, pero…
DIOS: Bien, amada princesa y joven valeroso, es momento
DIOS: ¿Pero…? de dejar en sus manos el reino de los sueños.

VALENTINA: Timtim… No pude Salvarlo. VALENTINA Y SAMUEL: ¿En nuestras manos?

DIOS: Mi amada princesa, Timtim nunca estuvo aquí para SAMUEL: Pero es que…
que tú lo salvarás, su misión siempre fue salvarte a ti, a todos,
incluso teniendo que dar su vida. Él sabía que este momento DIOS: Estoy seguro de que cuidarán de todo el reino tan

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Antología StandArte Vol. 1 Princesa Valetina

bien como lo han hecho hasta ahora. Además, no están so- FLORI: Me dicen que para otra cosa soy mejor.
los, tienen con ustedes a las increíbles hadas, Dulce, Alegría
y Floripondia, ellas serán su mano derecha. Y cuando me DULCE: Pero, no los escucharé más, estoy segura queee…
necesiten, sólo búsquenme.
TODOS: Siempre hay que soñar, siempre debemos conti-
VALENTINA: ¿Dónde te podemos encontrar? nuar, con valor, con amor, sieeeemmpreee hay que soñar.

DIOS: ¡Dentro de ustedes! Adiós rey y reina de los sueños. SAMUEL: Vamos princesa, es hora de alcanzar nuestros sue-
ños.
(La habitación se vuelve a Iluminar).
VALENTINA: (Al público). Es hora de que alcances tus sue-
VALENTINA: Todo esto es tan increíble. ños.

SAMUEL: Y apenas comienza. (Samuel y Valentina salen corriendo de escena, las hadas se
quedan bailando, el espacio se llena de niebla, poco a poco
(Canción final, es alegre y movida, todos los personajes las luces van apagándose).
cantan).

SAMUEL: El día comienza un poco gris.

VALENTINA: Y de tu cuarto no quieres salir.

DULCE: Parece que nada te sale bien. FIN


(2019)
ALEGRÍA: Y ya no sabes qué más hacer.

FLORI: Pero, por tu ventana cruza un rayo de luz, la luz que


te recuerda queeee….

TODOS: Siempre hay que soñar, siempre debemos conti-


nuar, con valor, con amor, siemmpreee hay que soñar.

VALENTINA: De nuevo alguien me dijo que no.

SAMUEL: Mi idea, loca, les pareció.

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TIEMPO

Montaje artístico StandArte Teatro

Texto dramatúrgico:

Lorena Isaza Cárdenas y Yeiber Fabián Cely Jaimes

Participaron creativamente en este proceso:

DIOS
Lorena Isaza Cárdenas
Yeiber Fabian Cely Jaimes

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Antología StandArte Vol. 1 Tiempo

PERSONAJES CUADRO I
(Providencia)
HOMBRE:
Asesino a sueldo, antiguo mentor de EL, encargado de saldar cuen- NÚMERO I
tas.
La obra está escrita para apoyarse en elementos técnicos que
EL: recreen atmósferas visuales y sonoras.
Hombre de 38 años, que busca redención, atrapado entre la vida y
la muerte. (Este primer cuadro va en black out. Todo el tiempo se es-
cuchará una lluvia citadina nocturna, en una calle tipo
EL BLANCO: avenida por donde no transitan autos, de repente se detiene
Hombre de 41 años, tranquilo y apacible, hermano mayor de EL. un taxi Ford, modelo Crown Victoria 1995, del que descien-
de un hombre de 1 metro con 80 centímetros, con zapatos y
EL NEGRO: abrigo de cuero ligero, barato, abre un paraguas).
Espectro de luz, jefe de una mafia dedicada al crimen organizado.
HOMBRE: Espéreme, ya bajo, no se vaya a ir, ahí está el di-
ELLA: nero.
Mujer de 20 años, víctima de trata de blancas, busca dejar su pasado
atrás. (Se escucha cerrar la puerta del taxi, por unos guantes de
cuero que están en las manos de un hombre que camina sil-
EL OTRO: bando una melodía particular, da seis pasos, de los cuales
Policía que está tras la pista de un crimen de la mafia. dos pisan un charco, antes de subir tres escalones, mientras
suenan las tejas sobre la entrada de un edificio de cinco
VOZ EN OFF NIÑO: pisos de alto y una azotea tipo terraza, abre la puerta de
Niño de 7 años de edad, que define su vida tras un hecho ocurrido entrada, la cual es metálica y tiene un color ocre oscuro,
en un juego. con un vitral en el medio superior, cubierto por rejas. En-
tra y sube por una escalera de madera de 1980 en caracol,
corroída por la humedad, la cual suena con los zapatos
ensopados de este hombre que sigue con la melodía particu-
lar que entona todo el tiempo, las barandas son metálicas,
están oxidadas y permiten escuchar cómo se deslizan los
guantes de cuero del hombre que sube, el goteo de un abrigo
barato y sus sacudidas. La escalera llega al quinto piso, el
hombre se detiene delante de una puerta de madera, de 2
metros 30 centímetros de alto y 80 centímetros de ancho,

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Antología StandArte Vol. 1 Tiempo

la cual tiene grabados borrados por el tiempo y cubiertos EL: (Leyendo en voz alta lo que escribe). Quiero expresarte
en algunas partes por grafitis. Tres golpes a la puerta, que mis más sinceras disculpas…. (Rasgando el papel). No, no
dan las manos cubiertas de cuero del hombre frente a la puedo empezar así, de seguro se va a enojar, pero no ten-
puerta, mientras sigue con la melodía suave. Silencio en el go la culpa… Aun así, se enojará. ¡Ah! No importa, ya lo
lugar, exceptuando la lluvia. Otros tres golpes a la puerta, entenderá, sabrá que mis razones son de vida o muerte, no
la melodía continúa. Se escucha el taconeo de los zapatos quiero que se ofenda, pero en algún momento entenderá…
de cuero barato, talla 42 americana, de un hombre que está (Tomando una nueva hoja). Quiero expresarte mis más sin-
en frente de la puerta y la melodía acelera el tempo ritmo. ceras disculpas. (Pausa). ¿Y qué le voy a escribir?... Sé que
Mientras espera, saca de la parte anterior de su pantalón has esperado mucho tiempo y tendrás que esperar mucho
un revolver Colt calibre 45 de aproximadamente cuatro mil más. (Rompiendo la hoja). Que idiotez, con toda razón me
dólares, de color negro mate que le compró a un amigo la dejó de hablar en aquella ocasión sin que la sonrisa se bo-
semana anterior, mientras silbaba particularmente. Revi- rrara de su rostro. Ahora, no juzgaría que lo hiciera de nue-
sa que el revolver este cargado, mira el cañón, lo cierra. vo. (Piensa y se levanta, dirigiéndose a la ventana). ¿Cómo
Golpea tres veces más, esta vez con más fuerza. Apunta el podría juzgar?, si todo lo que ha sucedido es por mí y, con
revolver a la puerta directamente en frente de él. Se abre razones o sin ellas, no puedo negar que fui yo quien causó
lentamente la puerta, las bisagras han rechinado desde esto. Sucedió cuando, por insolencia y con desdén, empecé
hace más de una década y lo hacen nuevamente esta noche a destrozarlo todo; rompí aquel viejo espejo del armario que
de lluvia. Se escucha un disparo, seguido de una secuencia. siempre mantuvo nuestro reflejo aislado de la realidad en
Cae un cuerpo al suelo, la primer parte que cae es la espal- que nos encontrábamos, que permitía que nuestros sueños
da, seguida de la cabeza, el rebote de los pies y el revolver fueran tan vivos que podíamos sujetarlos en nuestras manos,
Colt calibre 45, de aproximadamente cuatro mil dólares de dándonos la oportunidad de alimentar nuestras almas con
su viejo amigo, mientras que, por las escaleras, se escucha ellos. Sin embargo, poco a poco y con el tiempo, esos sueños
una carrera fugaz de un solo hombre que las baja con una se diluyeron entre los dedos gruesos y ásperos de un ser sin
respiración endemoniada, se oye el portazo de la puerta pensamiento propio.
abierta por el hombre que está corriendo y el taxi Ford mo-
delo Crown Victoria 1995, emprendiendo la huida por la En aquel momento, sentí que había roto únicamente el espe-
calle tipo avenida con lluvia citadina nocturna). jo, pero no advertí la fisura que abrí en una relación que, se
suponía, era de por vida. Por más que intenté borrar la he-
NÚMERO II rida, siempre tendré su marca, aquella persona jamás dejará
de ser parte esencial de mi vida; es como si trataras de correr
(Un hombre, con un estado para nada alentador, se encuen- de tu sombra, sabiendo que jamás lo lograrás y, tal como si
tra en una habitación escribiendo una nota, situado en un fuera mi sombra, jamás me abandonó. No le importó que
pequeño escritorio. En la habitación, una cama, una toalla sus palabras fueran para mí un taladro que entra y sale en
y una ventana, componen la triste imagen que permitirá el un panel de aluminio, ese sonido que destempla los dientes
desarrollo de la escena). y estremece el cuerpo entero, así eran sus palabras para mí,

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aun así, siempre me dio aliento, a mí, la persona que respon- (Se oye a dos niños jugando con un balón de goma, el ba-
día con frases soeces y tratos amargos a la calidez que siem- lón es de color blanco, rojo, azul, esta inflado con aire y
pre brindó. ¿Cómo hizo, si lo único que recibía de mí eran tiene un peso de no más de una libra, uno de los niños es
ofensas? Siempre lo demostré así, pero en el fondo anhelaba menor, tiene un overol de jean y una camisa manga corta,
su compañía, su presencia, su mano acariciando mi cabeza con cuello de corbata. El otro niño es mayor y tiene una
en momentos de tristeza, su sonrisa sincera a pesar de mis camiseta azul clara y una pantaloneta de dril, color beige;
bromas pesadas acerca de su forma de ser. ¿Por qué, por qué están jugando en una habitación pequeña donde hay dos
jamás se defendió, por qué jamás hizo algo contra mí, por viejas camas de madera, cubiertas por cobijas tejidas en
qué era tan buena persona, por qué fui tan imbécil, por qué carpetas de croché y un armario viejo, también de madera,
desprecié su cariño, por qué abrí esa fisura entre nosotros? de 1.80 centímetros de alto y 1.30 centímetros de ancho, con
siete gavetas y un cajón para los vestidos que tiene un es-
(Rompe en un llanto silencioso sobre la mesa que se percibe pejo de 1.20 centímetros de alto y 30 centímetros de ancho.
por su respiración agitada. La habitación se torna escasa Se escuchan las camas sonar, lo cual indica que los niños
de luz. Suena el teléfono). están jugando sobre ellas, de repente, en el juego, se oye un
grito, una risa, seguidos de un llanto fuerte, otro grito y un
¿Por qué esa sonrisa cuando se fue? Estaba feliz o, por el con- espejo roto).
trario, ¿Sentía lástima por mí? ¿Qué carajos fue esa sonrisa?
Fue como si supiera que, en algún momento, reconocería (Luz de foco cenital al fondo, lateral derecho del escenario,
que estuve mal e iría corriendo a admitirle, precisamente, que permite ver el paso lento del balón de goma color blan-
que estaba equivocado, que quería su compañía y admiraba co, rojo, azul, que esta inflado con aire y no tiene un peso
su forma de ser. ¡Carajo! Tenía razón, estoy corriendo, tratan- mayor a una libra. En el centro lateral izquierdo, se encien-
do de encontrar ese abrazo que siempre desee y decirle lo de un foco tenue de color azul que permite ver el rastro del
que siempre quiso escuchar. Y ahora, que se me da la opor- espejo roto. Apagón).
tunidad, me toca decirle que no podré llegar, que se quedará
esperando para escucharme decir muchas de esas cosas que NÚMERO IV
le gustaría saber.
(El número transcurre en una banca de parque, iluminada
(Interrumpiéndolo, el teléfono suena tres veces, al mismo desde lo alto por una luz de calle, amarilla y roja, ubicada
tiempo, una luz, al fondo de la habitación, titila tres veces. al fondo, en diagonal. Empieza con la entrada de un hom-
Apagón). bre que tiene la intensión de esperar a alguien y observa el
lugar con nostalgia, como si lo conociera de tiempo atrás.
NÚMERO III Se sienta en la banca y saca un sobre que contiene una
nota abierta y la conserva en la mano. Está vestido con
(Este número ocurre en black out). una camisa blanca y un pantalón café, con zapatos negros
clásicos. Lee la nota una y otra vez. Espera y observa. Se

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Antología StandArte Vol. 1 Tiempo

levanta y pregunta a alguien del público, si ha visto a la creo que también sucedía lo mismo por su parte. Creo que la
persona que espera). decisión de reunirnos se tomó al quitarnos las vendas de los
ojos y reconocer que necesitábamos el uno del otro, como se
EL BLANCO: Que pena, estoy esperando a alguien que, a supone, fue desde un principio.7
primera vista, parece de pocos amigos, pero, en el fondo,
es todo lo contrario. ¿No lo ha visto? Sé que es raro, pero (Al espectador). Bueno, muchas gracias. No le quito más
es que hace mucho tiempo no lo veo y siento que ha pasado tiempo.
una eternidad. ¿No le ha ocurrido que ha dejado de ver a al-
guien y siente que se ha ido muy lejos, desapareciendo com- (Se sienta nuevamente y lee la carta con una sonrisa en el
pletamente, sin saber nada más de esa persona?, es algo que rostro, aparece un hombre que se le acerca, le entrega una
no es fácil de entender, pero supongo que todo el tiempo carta, la cual lee rápidamente y queda desconcertado, mira
sucede, incluso, nosotros mismos lo hemos hecho y alguien al hombre que le hace un gesto para que lo acompañe. La
más se hace preguntas sobre nosotros. Aunque, no sé si es- luz se torna de un color azul, hasta que queda en black
tamos programados para esto de desaparecer o, simplemen- out).
te, decidimos hacerlo. Pero todos podemos decidir y, estoy
seguro: él ha tenido que cambiar mucho para poder tomar NÚMERO V
esta decisión que es tan difícil para alguien así, alguien que
cree no necesitar a los demás, definitivamente, no puedo (Sonido de lluvia. Suena el teléfono. Se enciende una luz
entender que me pidiera reunirnos en este lugar. (Observa que titila tres veces en el fondo de la habitación del cuadro
el parque, a la persona del público). ¿Sabe?, también este número II. Se puede ver la silueta de un hombre que está
lugar ha cambiado en gran manera, el lugar era diferente, iluminada por un contra luz. Está tranquilo, permanece
se podían ver niños por doquier y el ambiente era mucho sentado en una silla, a pesar de la poca luz, se puede ver
más agradable. Recuerdo que caminábamos juntos por este que tiene un traje y unas cuantas joyas).
parque cuando nos vimos por última vez. No recuerdo por
qué. Aunque, por su parte, estaba siendo bombardeado por EL: (Sorprendido y angustiado, se dirige al Negro, con un
muchas preguntas y reproches, lo único que pude hacer fue grito como si estuviera siendo atacado). ¡Cállese!
responderle como siempre lo hice, sonriendo de la mejor
manera, para que supiera que estaba ahí y que apoyaba lo EL NEGRO: No quiero que suceda nada que no deba suce-
que decidiera. Claro, no lo tomó de esa forma, salió corrien- der, sólo quiero que aprendas que todo lo que ha sucedi-
do, diciendo palabras que, por cierto, me sorprendieron. do es porque te he apadrinado y debes responderme, debes
Pensé realmente que era algo pasajero, sin importancia, pero aprender que no se puede dejar todo así por así, que todo lo
no volvimos a hablar. Sin embargo, en el fondo, sabía que que se hace tiene una consecuencia. Ahora, no puedes venir
reconocía en mí la compañía y el aliento que necesitaba y a decir que te equivocaste y pensar que yo haga como si nada
buscaba. Ahora me siento feliz porque, a pesar de estar lejos, hubiera sucedido, porque realmente, ¿Cómo quedaría si per-
sabe que mis pensamientos siempre acompañaron su andar y mitiera este tipo de conductas? No tendría el respeto que

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merezco y sería la burla de todos. Tienes que verlo como un abandone así por así y mucho menos tú, alguien con tus ca-
beneficio para los dos, yo conservo mi prestigio y tú apren- racterísticas y empeño por servir.
des cuál es el lugar que te corresponde.
EL: Me lo ha quitado todo o bueno, yo mismo me lo he qui-
EL: ¡Carajo! ¿Por qué no se calla? ¡Lárguese, déjeme en paz! tado por estar a su lado y seguirlo como perro faldero, yendo
Quiero que se vaya, que me deje en paz, no quiero estar más de un lugar a otro, con falsas promesas y ninguna realidad,
a su lado, déjeme, déjeme ir. ¡Ya está! Ya lárguese, déjeme pero me cansé, abrí los ojos y puedo ser libre. Lo he pensado
estar solo, no entiende que ya no le pertenezco, ya cumplí, y he tomado mi decisión, no puede suceder nada de ahora en
déjeme ir. No me mire de esa manera, sé que muchas cosas adelante, ya no hay nada de qué arrepentirse.
las he hecho yo. (Suena el teléfono).
(Suena el teléfono. Él contesta).
(Intimidado por la silueta). Ya he pagado, no me venga con
reclamos ahora, no quiero saber nada de usted, quiero que EL: ¡Aló! ¡Aló! ¿Quién es? (Se oye un aguacero que no permite
entienda, de una vez por todas, que ya no le pertenezco, escuchar claramente la conversación). Tranquila, no tiene que
que ya no quiero estar más cerca a usted, quiero mi vida de decir nada, es suficiente con que me haya escuchado. Perdóneme
regreso, quiero poder sonreír como antes, quiero ser feliz. (Sonido de lluvia. Golpean la puerta. Se oye un silbido par-
¿Sabe qué es la felicidad? No, no lo sabe, no sabe qué es eso y ticular. Él se acerca a la puerta para abrir. De repente, todo
quiere que los demás vivamos así, miserables y sin vida, pues queda en oscuridad, se abre la puerta lentamente, las bi-
déjeme decirle que me vale un bledo lo que quiera. Quiero sagras han rechinado desde hace más de una década y lo
estar feliz, no quiero vivir con esas malditas proyecciones de hacen nuevamente esta noche de lluvia. Se escucha un dis-
vida mediocre que me da, quiero una vida real algo que sí paro, seguido de una secuencia. Cae un cuerpo al suelo, la
pueda tocar, algo que usted jamás podrá darme. Lárguese, primera parte que cae es la espalda, seguida de la cabeza,
ahora y ya, déjeme tranquilo. el rebote de los pies y el revolver Colt calibre 45, de aproxi-
madamente cuatro mil dólares de un viejo amigo. Mientras
(Suena el teléfono). Todo lo que me ha dado, es una maldita que, por las escaleras, se escucha una carrera fugaz de un
ilusión, ya no podría perder nada más, se lo ha llevado todo, solo hombre, que baja con una respiración endemoniada,
lo que tengo en este momento es gracias a usted y no vale se oye el portazo de la puerta abierta por unos guantes de
nada. Ya no le temo. cuero que están en las manos del hombre que está corriendo
y el taxi Ford modelo Crown Victoria 1995, emprendiendo
(La silueta desaparece, queda El en la habitación). la huida por la calle tipo avenida con lluvia citadina noc-
turna).
EL NEGRO: ( Voz en off ). Muy bien, no tengas afán, creo que
has esperado mucho, unos segundos más no serán nada para NUMERO VI
ti. Aunque te apreciaba, no debiste alejarte, podría soportar
una falla, pero jamás permitiré que alguien que me sirve me (Luz de foco cenital al fondo, lateral derecho del escenario,

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que permite ver el paso lento del balón de goma color blan- disco que se atasca levemente cuando el disco gira desde
co, rojo, azul, que está inflado con aire y no tiene un peso el número 8; del otro lado, se escucha el sonido del tono
mayor a una libra). del teléfono varías veces, mientras tanto, se oye un taconeo
muy suave que proviene de uno de sus zapatos rojos de ta-
VOZ EN OFF DE UN NIÑO: (Un llanto de niño). ¿Está bien? cón bajo, se encuentra en la silla con un lápiz y un papel
No le vaya a decir a mi mamá, usted tuvo la culpa, yo le en la mano, recostada sobre la mesa de 1897, construida
dije que no jugáramos más, pero usted siguió, ¿Para qué no en madera de caoba de los bosques orientales, en donde se
para?, yo le dije que no más, que dejara así, ¿Por qué no me encuentra el teléfono. El tono del teléfono se detiene y se
hizo caso?, ¿Si ve?, eso le pasó por no hacerme caso, no le escucha una respiración profunda y nerviosa, que indica
diga a mi mamá, porque si no, yo le digo que fue usted quien intranquilidad).
dejó quemar el arroz ayer, para que nos castiguen juntos…
Está bien, hagamos un trato, usted dice que fue con el balón ELLA: No digas nada, quiero hablar yo. (Hay un silencio
y dejamos así, nos castigan, pero no nos pegan. O ya verá, profundo, luego un suspiro que evita el ahogamiento de la
si quiere que nos peguen, ya sabe que la correa de mi papá joven. El lápiz golpea la mesa y el zapato rojo de tacón bajo
pega bien duro... No puede decir nada, porque si no, ya sigue su golpeteo contra el suelo. De repente, todo queda en
verá. (Pausa). Trato hecho, jamás deshecho. silencio. Luego, la joven, con voz firme y cálida, habla al
teléfono). Aunque haya pasado el tiempo, no puedo olvidarte
(Apagón). y no aguanté las ganas de llamar, ahora no puedo conversar
por mucho tiempo, pero quiero que sepas lo que está pasan-
do por mi mente en este momento. No quiero que hables o
digas ninguna palabra, es mi turno de hablar. (Este monólogo
es de libre interpretación de la actriz, pero las pausas serán
marcadas). Y aunque hayas entrado en mi vida, justo cuan-
do no te esperaba, permitiendo que, dentro de mí, muchas
CUADRO II cosas se removieran, y gran parte de mis recuerdos y mie-
(Despedida) dos florecieran pudiendo superarlos, jamás te anhelé, nunca
imaginé tu rostro, mi piel no sentía cerca tus caricias, tus
NÚMERO I labios no empezaban mis días y tus frases no arrullaban mis
noches. (Pausa). Todo lo que puedo decir es que mi vida dio
(Una joven, de no más de 20 años, entra en una habitación un giro cuando entraste en ella, cuando te metiste en mí y
con piso de madera, deteriorada y astillada por falta de te hiciste mi carne. Todo cambió en el momento en que te vi
cuidado. Con pasos lentos y superficiales, se dirige a una en ese lugar, portando un atuendo que, realmente, llamó mi
silla metálica con un asiento cubierto con cuero rojo, des- atención, en medio de la multitud, de las luces, del sonido,
gastado por el paso del tiempo. Se detiene, el cuero suena tu imagen se grabó en mis pupilas, mi respiración se aceleró
al recibir el peso de su cuerpo. Marca desde un teléfono de como si estuviera en una montaña rusa y el tiempo se detu-

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vo, mientras caminabas hacia el sitio donde me encontraba, los ojos hundidos en lágrimas, que dolían hasta las venas…
ahí, en ese momento, sentí mi carne como la de una gallina recordando tu imagen, cuando eras la persona más dulce
que se prepara para la huida. En los últimos cinco pasos, y especial para mí, esperando un abrazo y que dijeras que
antes de llegar a mi ubicación exacta, me mirabas fijamente, todo estaría bien, que todo pasaría, comeríamos helado en
yo, sostenía mis entrañas para que no te dieras cuenta que el parque de siempre, sin importar que lloviera. (Pausa). Así
tenías mi atención, de repente, cambiaste el rumbo y fuiste terminaban esos malos días, con una promesa por cumplir.
directo a la barra a pedir un whisky en las rocas. Este cambio
de dirección, por cierto, produjo dos cosas en mí; la prime- Sin importar lo que sucediera, no podía alejarme de ti, como
ra, que respirara nuevamente y pudiera recoger mis entrañas si tuviera mi vida encadenada a la tuya, como si fueras mi
del suelo, la segunda, que me antojara de tus labios rosa y sombra o yo la tuya, no podía separarme, en todo momento
del olor de tu cuerpo. tenía tu aroma en mi piel y, cuando cerraba los ojos, veía tu
sonrisa de satisfacción que permitía que mi vida siguiera su
Después de ese momento, mi vida se volcó, literalmente no camino, que cada paso que diera fuera un respiro para mi
tenía una vida si no estabas cerca, cada instante, en el que alma. Me hice de tu propiedad, mi nombre cambio al tuyo,
no te encontrabas, sentía la soledad en mi cuerpo y mis ojos mis ojos eran los tuyos, mi sonrisa dependía de la tuya, todo
empezaban a llamar a ríos a alguien que me socorriera y me lo que hacía era para ti, nada me dejaba olvidarte, mis pa-
llevara con esa persona que quería en demasía. Al final de sos eran reconocidos por los demás como si quien caminara
cada día, podía sentir entre mis sueños itinerantes tus brazos fueras tú, tu nombre estaba marcado en mi piel y todos lo
alrededor de mi cuerpo, brindándome calor, dándome cari- sabían, te podían ver sin estar ahí, porque lo que era, lo era
cias, alentándome a seguir cada día. gracias a ti y el mundo lo aceptaba y nadie objetaba algo,
porque sabían que no tenían derecho alguno a dar palabras
No quería compartir mi suerte con nadie, quería ser egoísta, en donde mis oídos no podían escuchar.
quería que fuera sólo para mí, que no hubiera nadie más en
el mundo teniendo una vida como la que me dejaste vivir, Y aunque jamás podré olvidar tus ataques de amor… esos
una vida que te hace creer que estas en un sueño, que te que me tomaban por sorpresa y poseían de manera casi ani-
permite terminar un día de trabajo arduo y pesado, con esa mal mi carne, que me daban tiempo apenas de respirar y
sonrisa de satisfacción de la persona que te da motivos para seguir complaciendo tu necesidad de amor… (Pausa). Como
el día venidero. (Pausa). Realmente, no quisieras decepcio- si un batallón pasara por mí y dejara su huella marcada en mi
nar a esa persona, ya que tu vida depende de su sonrisa. Sin piel y mi alma, los suspiros profundos hacían que mi mente
embrago, en toda relación hay momentos malos, no lo nie- volara, mientras la pasión no dejaba lugar para nada más
go, algunos días no salían las cosas como esperabas y, cuan- que la excitación. (Pausa). Nunca me acostumbré, en cada
do eso sucedía, me dolían tus palabras, quedaban marcadas ocasión era distinto, la piel cambiaba de textura, el aroma
en mi piel, la habitación se tornaba gris y tu trato parecía era más intenso, la fuerza era experimental, el amor era in-
plasmarse en las paredes, como si las bañaras con tu des- finito y mi cuerpo llegaba a límites impensados, nunca me
precio… mientras tanto, esperaba que se acabara el día con acostumbré, porque nunca me permitiste acostumbrarme,

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me regocijabas con el placer de mil amantes, una y otra vez. Lo siento, no debí hacerlo. Le arruiné la vida y marqué la
(Pausa). mía, nunca fue personal, solo sucedió, eran negocios, estaba
en el momento y lugar equivocado, no pude contenerme, la
(Esta es una única acotación para este monólogo. Con in- pulsión de mi ser fue más fuerte que mi razón y le lastimé,
tenso dolor y furia). Y, aunque hayas entrado en mi vida, no sé qué paso por mi cabeza, sólo encuentro tinieblas en
justo cuando no te esperaba y la hayas destrozado, haciéndo- ese momento de mi vida, todo lo que hice y fui está conde-
me víctima de tus deseos carnívoros, satisfaciendo tu lujuria nado, pero no quiero permanecer así, déjeme descansar, el
con mi cuerpo frágil y sometiéndome a una vida de caos y tormento no me deja en las noches y su sufrimiento me ago-
desesperación, que ya no era mía sino la de un animal sin bia incesantemente durante el día, no quiero permanecer en
escrúpulos que entraba y salía de mi cuerpo, una y otra vez, este hueco, déjeme salir, permítame ver la luz, quíteme esta
sin sentir la más mínima pena. Y, cuando mi cuerpo dejó de carga, por favor.
alimentar tu líbido, dejaste que alimentara la de otros. Mi
cuerpo estaba destrozado pero seguía viviendo, aunque, en (Al otro lado del teléfono se escucha que golpean tres veces
realidad, deseaba morir, mucho más cuando tenías tus visi- la puerta, el hombre continúa). Permítame redimirme, no
tas interminables y tu pequeño batallón de colegas jugaba debí hacerlo, sé que con esto no puedo devolver el tiempo ni
con mi cuerpo, lo destrozaba con sus placeres, la excitación sanar sus heridas. Aunque no quería, terminé haciéndolo, caí
desbordaba las sábanas blancas del romanticismo casi antro- como los demás, no quiero excusarme, sólo necesito que me
pofágico que querías enseñarme a disfrutar. escuche y que sepa, que lo siento, que jamás me arrepentiré
de haberla dejado ir de ese lugar, era lo mínimo que podía
Y aunque hayas entrado en mi vida, justo cuando no te espe- hacer por usted, sin embargo, le hice mucho daño y quiero
raba, después de cada noche, siempre te perdoné. aprovechar para agradecerle por llamar y permitirme decirle
que lo siento. (Golpean tres veces más la puerta). Ahora sólo
(De repente, la joven queda en silencio y del otro lado se quiero que me dé su perdón, no quiero vivir con el daño que
escucha la voz del hombre del cuadro anterior, número II). le hice, ya he confesado todo y puedo decir que estoy respi-
rando tranquilo, pero quería escucharla.
EL: ¡Aló! ¡Aló! ¿Quién es? (Pausa). Conteste. ¿Aló? ¿Quién
carajos habla, dígame de una buena vez, ¿Qué quiere? Todas ELLA: Quie….
las noches, desde hace un mes, hace lo mismo y no habla,
dígame de una vez por todas, ¿Por qué llama?, ¿Quién es? No EL: (Interrumpiéndola).Tranquila, no tiene que decir nada,
me joda más la vida, déjeme en paz, no vuelva a llamar. es suficiente que me haya escuchado. Perdóneme (Él se que-
da en silencio, suena nuevamente la puerta, se oye cuando
¡Aló! Sé que está ahí, puedo oírla, deja escuchar su respira- él se levanta y abre, la puerta rechina, suena un disparo y
ción a través de la bocina, dígame ¿Qué quiere?, ¿Cómo con- la caída de un cuerpo sin vida).
siguió este número?, ¿Para qué llama?, ¿Quién es?, ¿Qué le
hice? Dígame. (Ella no contesta, pero se escucha su llanto). ELLA: (Deja caer la bocina del teléfono y rompe en un llan-

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to silencioso y desconsolador).¡Aló! ¡Aló! ¿Está ahí? ¿Qué NUMERO III


fue ese sonido? ¿Está ahí? ¿¡Aló!?... ¡Lo perdono, lo perdono!
Siempre lo perdoné. (Rompe en un fuerte llanto). (La banca del parque del primer cuadro está iluminada con
una luz de fondo calle en diagonal desde lo alto de color
(Se enciende una luz tenue en cenital, deja ver el teléfono azul. Una joven de no más de 20 años sentada en la banca,
de disco que se atasca levemente cuando el disco gira desde lleva puesta una falda larga suelta y un saco largo de bo-
el número 8, está descolgado sobre la mesa construida en tones de color negro y un chal cubriendo su cabeza que no
madera de caoba de 1897 de los bosques orientales). deja ver claramente su rostro. El Blanco se acerca tímida-
mente desde atrás).
(Apagón).
EL BLANCO: Disculpe. ¿Puedo sentarme?
NÚMERO II
ELLA: (Lo mira en silencio, se desplaza un poco hacia su
(El Blanco entra en una habitación vacía, acompañado por derecha. Baja la cabeza).
el otro hombre. El Otro, Dándole una palmada en el hom-
bro. Es de noche. Lluvia). EL BLANCO: (Se sienta, y saca el sobre). Tranquila, no le
voy a hacer daño, sólo vine a despedir a alguien. ¿Sabe?, me
EL OTRO: No había nadie más a quien llamar, lo encontra- gustaba venir a este parque de niño, sin embargo, dejé de ha-
mos gracias a una llamada anónima, tenía restos de notas por cerlo por un tiempo, pero ahora vengo cada vez que puedo,
toda la habitación, en la mano tenía una de ellas en donde no quiero olvidar, pero es algo que está en nuestra genética,
decía que se encontraría con usted hoy en este parque. ¿Us- olvidamos y somos olvidados, aún cuanto más nos resistimos
ted sabe algo? (Le muestra una fotografía). ¿La conoce? a hacerlo y hoy vine a eso, a olvidar a una persona para em-
pezar a recordar su esencia, hoy ya podré decir adiós. Hace
EL BLANCO: No, No sé quién es. Lo único es que él, desde un tiempo esperaba recibir a alguien muy especial en este
muy pequeño, tomó sus decisiones y en esta nota me hace parque, alguien que siempre estuvo en mis pensamientos.
saber, que al final, todo es cuestión de abrir los ojos. Que se Pero el destino llamó a la puerta y terminé esperando más
arrepintió desde aquel juego de niños. de la cuenta.

EL OTRO: ¿Lo conocía? ELLA: (Lo mira en silencio. Baja la cabeza).

EL BLANCO: Muy poco realmente, creo que lo llegué a cono- EL BLANCO: Lo siento, no quiero incomodarla, sólo que hoy
cer en esta nota. Era mi hermano. estoy pensando mucho en esta carta, y no sé por qué, pero
sentía que debía venir hoy, como si tuviera que venir. Espero
(Apagón). no incomodarla.

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ELLA: (Lo mira, baja la cabeza). Tranquilo. También sé lo con él y venía recordando lo que la carta dice al final. Que
que significa tener marcado a alguien en el pensamiento. me tranquilizara, que era suficiente que lo haya sabido. Que
Hay personas que no se olvidan fácilmente. se arrepentía. Hubiera preferido poder verlo una vez más y
escucharlo de él, pero el día que nos íbamos a encontrar des-
EL BLANCO: Es cierto, pero ¿Sabe?, esta persona, fue dife- pués de varios años, fue asesinado en la puerta de su casa.
rente, era distinto, no destacó por ser el mejor amigo o el Lo único que dejó fue esta carta y la foto de una chica. Tal
más estudioso, por el contrario, siempre tuvo un compor- vez era alguna conocida, pero nunca supe quién era, alguien
tamiento compulsivo y muy fuerte. Seguro que, si hubiera de quien seguramente jamás pudo despedirse. A lo mejor,
podido, le habría hecho daño a alguien, y realmente espero también se quedó esperando como yo. (Se levanta y se va,
que eso no haya pasado. deja el sobre).

ELLA: Sin embargo, hay personas que, si lo pudieran hacer, ELLA: Oiga, deja esto. (Mostrándole el sobre).
lo harían sin vacilar. Un hombre así me lastimó, rompió mi
corazón y mis sueños. Hizo de mi vida un caos y, después de EL BLANCO: Tranquila, ya la memoricé, de pronto usted me
un tiempo, me dejó saber que lo lamentaba. Y quería que lo pueda ayudar a encontrarla. Yo no he tenido suerte, tal vez
perdonara. usted pueda ayudarme a que él pueda despedirse. Como yo
ya lo hice de él. (Sale).
EL BLANCO: A mí me pasó algo parecido, pero por medio de
esta carta. ¿Usted qué hizo? ELLA: (Queda en silencio. Mira el sobre y lo abre. Llora
silenciosamente).
ELLA: Lo perdoné, antes de eso, ya lo había perdonado. Creo
que él quería decirlo, hacerme saber que se arrepentía. Pero
todo terminó con una llamada telefónica.

EL BLANCO: (Silencio). Tiene razón, lo mejor es dejarlo ir


y seguir adelante. Aunque, en mi caso, él pensaba que yo le
sentía algún rencor, jamás fue así, creo que se sentía culpa- FIN
ble por algo y quería disculparse. (2015)

ELLA: ¿Sabe?, yo también sentía que tenía que venir aquí,


como si tuviera que hacer algo.

EL BLANCO: Las cosas pasan por algo, dicen por ahí. Des-
de esta mañana estuve pensando en esta carta y, cuando la
leí, sentí que tenía que venir, como si me fuera a encontrar

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SOBRE ESTA PUBLICACIÓN

E specíficamente en la línea teatral, la Escuela de Formación de


Teatro de Mosquera, ha sido el trampolín, en el que artistas muy
jóvenes se han preparado e impulsado para tomar como proyecto
de vida profesional la formación de sus propias agrupaciones.

StandArte Teatro ha sido uno de ellas, uno de esos procesos artísti-


cos jóvenes emergentes.

Se debe aclarar que al hacer referencia a la palabra “joven”, no se


hace solo porque los integrantes de estos grupos sean jóvenes,
sino, porque a diferencia de la trayectoria de las agrupaciones que
conforman la escuela, estos grupos claramente tienen menor baga-
je. Esto no implica que sus trabajos sean de menor calidad artística,
todo lo contrario, sorprende ver como muchos de estos procesos
son novedosos y diversos.

Y justamente es esta novedad y diversidad, la que como agrupación


y a mí como dramaturga, me ha instado a entrar en el proceso de
creación escrita para la escena, para el afianzamiento de la drama-
turgia propia.

Esta recopilación de obras ha nacido de proyectos de creación


individuales y colectivos (con StandArte Teatro). Algunos de ellos
premiados en el plan de incentivos para artistas mosquerunos en
el 2015 y 2018.

Hoy, está publicación hace parte del comienzo de la sistematización


del patrimonio cultural y artístico de las artes escénicas dentro de
nuestro municipio.

Cindy Lorena Isaza Cárdenas

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