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Contenido
1.0 Introducción. 3
2.0 Objetivos. 3
3.0 Desarrollo. 4
7.0 Conclusión. 7
8.0 Bibliografía. 8
9.0 Anexos. 8
1.0 Introducción
“Una misma decisión judicial debe aplicarse a ustedes. El residente forastero debe
resultar ser lo mismo que el natural.”
Estos mandamientos formaban parte de una ley que se escribió hace casi 3.500 años y
que gobernó la vida de una nación por más de 1.500 años. El autor de esa ley o código
ciertamente tenía entendimiento de los derechos humanos. Esos mandamientos nos
recuerdan algunos de los principios que se encuentran en la Declaración Universal de
Derechos Humanos, como en el Artículo 3, donde se declara que todo individuo tiene
derecho a la “vida, a la libertad y a la seguridad de su persona,” o el Artículo 7, donde se
declara que todos los seres humanos son “iguales ante la ley.” Cuando la gente obedecía
esa antigua ley, esto contribuía mucho a garantizar la ‘vida, la libertad y la seguridad’ de la
gente que vivía en aquellos días.
Pero hoy en día la realidad es muy distinta, porque los derechos humanos al igual que los
deberes no se están cumpliendo como deberían. La violación de los derechos humanos
es un problema que va aumentado de día en día y por ello muchos llegan a preguntarse
¿serán alguna vez garantizados?
2.0 Objetivos
Dada la importancia que tienen los derechos humanos para la vida personal y social, es
necesario e imprescindible que sean dados a conocer, que se motive a su aplicación y
que sean protegidos frente a las violaciones que constantemente ocurren, convirtiéndose
este en el objetivo principal del ensayo, reflexionar sobre una posible solución a este
incumplimiento de los deberes y por consiguiente la violación a los derechos que nos
otorga la ley.
3.0 Desarrollo
“En todas partes del mundo crece el abuso de los derechos humanos, y las violaciones de
las normas internacionales están tan propagadas que nos enfrentamos a una crisis
respecto a los derechos humanos.”
Al leer estas palabras, algunas personas quizás se sorprendan. Ellas quizás crean que en
el mundo moderno se ha progresado mucho en cuanto a publicar y observar los derechos
humanos. ¿Qué punto de vista es correcto?
Esta generación ha sido testigo de mucha actividad internacional a favor de los derechos
de diferentes grupos… ciertamente a mayor grado que las generaciones anteriores. La
Organización de las Naciones Unidas ha tratado de establecer una norma internacional
por medio de producir en 1948 la Declaración Universal de Derechos Humanos. Después
de eso se hicieron dos pactos: uno, relativo a los derechos económicos, sociales y
culturales, y el otro, de naturaleza internacional, relativo a los derechos políticos y civiles.
Puesto que la Declaración Universal fue meramente una declaración de metas, fue
firmada por la mayoría de las naciones que en aquel entonces eran miembros de las
Naciones Unidas. Sin embargo, los dos pactos tenían el propósito de convertir aquellas
metas en ley internacional que fuera obligatoria para los signatarios. Las naciones
titubearon mucho más en cuanto a firmar estos pactos.
Muchos gobiernos nacionales han aprobado leyes que protegen los derechos y las
normas de vida de los trabajadores. Hasta los líderes de la cristiandad se están
expresando claramente a favor de los derechos humanos. Y, más recientemente, los
Estados Unidos han hecho de los derechos humanos una parte principal de su política
exterior, con la esperanza de usar su poderío económico y político para animar a otros
países a proteger los derechos de sus ciudadanos.
¿Significa toda esta actividad que los derechos humanos serán garantizados en nuestro
tiempo, o en este sistema de cosas mundial que existe hoy? Desafortunadamente, tal
como indicó el representante Frazer, todavía oímos acerca de violaciones de los derechos
humanos en muchos países. En 1976 se publicó la siguiente declaración del que
entonces era secretario de Estado de los Estados Unidos: “Ningún país, ningún pueblo,
en realidad ningún sistema político, puede alegar que tiene un registro perfecto en el
campo de los derechos humanos.”
Un problema es que hay violaciones que están fuera del control de los gobiernos
nacionales. Ningún gobierno desea que los delincuentes violen los derechos de sus
ciudadanos; no obstante, en la mayoría de los países hoy día la ‘seguridad de la persona’
de muchos ha sido violada debido a la creciente ola de crímenes.
Otro problema que es muy difícil de resolver es el del hambre mundial. Millones de
personas viven en un nivel de inanición, y, por lo tanto, disfrutan de muy pocos derechos .
Como lo expresó cierta persona: “¿Cómo podría la gente disfrutar de su derecho de vivir a
plenitud y bien si hay pobreza y hambre?”
En las noticias de los últimos meses han sido prominentes los refugiados de Vietnam. La
mayoría de la gente concordará en que, según el artículo 14 de la Declaración Universal,
“en caso de persecución” estas personas tienen derecho a “buscar asilo, y a disfrutar de
él, en cualquier país.” Sin embargo el que éstos se hayan presentado en las costas de
algunos países ha causado mucha consternación. Aparentemente amenazan la economía
de estos países, y hay informes de que se les ha rechazado, a veces con resultados
trágicos.
Los conflictos de intereses, o de derechos, son otro problema. Ruben Santos Cuyugen,
educador filipino, lo explicó de la siguiente manera: “El proteger los derechos culturales de
una minoría puede ser contrario a las necesidades de desarrollo de la comunidad mayor o
de la región. De manera semejante, el proteger los derechos de propiedad del grupo de
condición económica elevada puede redundar en represión de los derechos de los grupos
de condición económica muy baja o de los desvalidos.”
¿Qué quiere decir él? Pues bien, imagínese un país en el que la mayor parte de las
riquezas esté en manos de unos cuantos privilegiados, mientras que la gran mayoría vive
en la pobreza. A fin de tratar de elevar las normas de vida de la mayoría y, por lo tanto,
proteger los derechos de ésta, el gobierno quizás trate de redistribuir la riqueza del país.
No obstante, al hacer eso es posible que viole los derechos de la minoría acaudalada, los
cuales son igualmente válidos.
Por otra parte, algunos países no comunistas llaman la atención a las muchas supuestas
violaciones de derechos que se efectúan en los países comunistas, como los informes
sobre campos de trabajo forzado, y la situación difícil en que, según amplia publicidad, se
encuentran los disidentes. No obstante, según el periódico francés LaCroix, “la Unión
Soviética. . . ha optado por hacer una gran celebración de este aniversario (de la
Declaración Universal de Derechos Humanos) por medio de elogiar. . . los derechos
excepcionales de que disfrutan sus ciudadanos.”
Pudiera quedar la impresión de que unos y otros están hablando de cosas diferentes, y tal
vez lo estén. Como dijo recientemente el Dr. Edward Norman, decano de Peterhouse de
la Universidad de Cambridge, Inglaterra: “En sus críticas de los regímenes autoritarios las
democracias occidentales insisten en esta clase de objeciones morales (acerca de los
derechos humanos). . . en su rechazo del liberalismo occidental los estados socialistas
responden con exactamente la misma clase de retórica sobre los derechos humanos. Se
comparte el vocabulario de los derechos humanos, pero el contenido varía según la
ideología o la clase.”
Algo que quizás sea peor que los problemas sociales y las diferencias ideológicas que ya
se han mencionado son los muchos casos en los cuales los gobiernos tienen la norma de
oprimir a su propia gente. Hace más de dos años la revista Times publicó una cita de
Amnistía Internacional en la cual se decía que en la década anterior 60 países habían
hecho uso oficial de la tortura. Tan solo en 1975 40 países fueron acusados de torturar a
sus propios ciudadanos. Además, se acusa a varios países de tener presos políticos.
que se efectuó hace poco. De un país asiático, algunos informes dicen que más de un
millón de personas han sido asesinadas por razones políticas.
Tal vez, al leer estos informes, usted se haya preguntado: ‘¿Por qué no se hace nada en
cuanto a esto? ¿Por qué no puede ir alguien, verificar si estas cosas son ciertas, y hacer
que cesen?’ La respuesta está en lo que el jurista británico lord Wilberforce llamó el
“dilema insoluble en las cuestiones de los derechos humanos: un principio es que, desde
la Declaración Universal, los derechos humanos son de interés internacional, y el otro es
que la manera en que un Estado trata a sus propios súbditos es cuestión de interés
exclusivamente interno.”
En vista de esto, es difícil ver cómo, en el presente sistema de cosas, se pudiera llegar a
garantizar plenamente los derechos humanos. ¿Habrá, pues, algún modo en que se
puedan garantizar estos derechos? Al examinar la historia pasada y presente de la lucha
del hombre por sus derechos, parece que por lo menos se necesitan dos cosas.
Primero, parece que se necesita una comunidad verdaderamente moral, una en la que
cada individuo no solo disfrute de sus propios derechos, sino que altruistamente respete
los derechos de su prójimo. En segundo lugar, tiene que haber una autoridad con
suficiente sabiduría como para que pueda decidir de manera justa cómo equilibrar los
derechos de los diferentes grupos, y resolver las ideologías en conflicto sobre los
derechos humanos. Esta autoridad también necesitaría suficiente poder como para
resolver problemas sociales como los del delito y la pobreza, cosas que conducen a que a
la gente se le prive de sus derechos. También tendría que ser supranacional, es decir,
tener autoridad sobre las naciones, de modo que ninguna potencia terrestre pudiera
matar, torturar, encarcelar injustamente o de otro modo oprimir a sus ciudadanos.
7.0 Conclusión
clases hallaran alivio de la opresión. Quién diría que unas palabras escritas hace más de
3.000 años tendrían también valides en el siglo XXI: “El hombre ha dominado al hombre
para perjuicio suyo.”—Ecl. 8:9
8.0 Bibliografía
Libros
Steiner, J. & Alston, Philip. International Human Rights in Context: Law, Politics,
Morals. Oxford: Clarendon Press. (1996).
Revistas
Paginas Web
jw.org
9.0 Anexos
Además de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, también existe una Carta
Internacional de Derechos Humanos. ¿Qué relación hay entre ambas?
La Declaración Universal tiene valor moral, les dice a las naciones lo que deberían hacer,
mientras que los cuatro documentos adicionales son vinculantes, les indican lo
que tienen que hacer. Aunque la preparación de estos documentos se inició en 1949,
no entraron en vigor sino hasta varios decenios después. Hoy en día, los cuatro
documentos, junto con la Declaración Universal, componen la Carta Internacional de
Derechos Humanos.