ENSAYO

“VOCACIÓN DOCENTE VERSUS PROFESIÓN DOCENTE.”

ANDREA CAROLINA GARCÍA SUÁREZ

ESTUDIANTE

ELIANA ORTIZ

DOCENTE

UNIVERSIDAD LIBRE DE COLOMBIA

SECCIONAL SOCORRO

DIPLOMADO DOCENCIA UNIVERSITARIA

2017
Este tema tiene un interés especial por las condiciones estructurales que
actualmente afectan a la enseñanza y a los centros educativos, se debe
comprender la función, las posibilidades y los límites de la educación en la
sociedad actual, la importancia de la vocación en cualquier actividad
profesional conlleva a un mayor rendimiento en el trabajo y esto para evitar
fracasos personales en el desempeño de la labor. En la sociedad actual se
cree que la vocación determina a las personas más adecuadas para una
profesión y que existe una profesión conveniente para cada persona. Del
mismo modo, para acceder a una profesión se deben poseer unas cualidades
o aptitudes previas y en la elección de un trabajo hay que tener en cuenta la
vocación.

Es evidente que en la enseñanza se necesitan determinadas competencias

para poder desempeñarla correctamente y que no todas las personas están
capacitadas para ejercer estas funciones.

El perfil docente demandado está al alcance de todos los que deseen

dedicarse al magisterio con voluntad, conocimiento y desempeño ético. Y
aunque la vocación influya en el rendimiento y satisfacción laboral, no puede
deducirse que su ausencia sea la causa directa del fracaso, no solo se nace
con vocación, sino que hasta se puede perder cuando se idealiza
desmesuradamente la docencia.

Normalmente existirán menos docentes en las aulas que trabajan sin

vocación, lo mismo que en cualquier otro ambiente laboral. Sin embargo,
también puede afirmarse que hay muchos docentes que trabajan
convocación, por lo tanto existe un criterio que vocación no se contrapone con
profesión.

El mejor docente no es el que lo sabe todo o el que tiene la mayor cantidad de

títulos, sino aquel que le gusta lo que hace, que está pendiente de los demás,
que ven por sus necesidades, personas con ilusión por el saber, por aprender,
que le gusta estudiar y valoran el conocimiento más que otra cosa.

La paciencia, la capacidad de trabajo y de querer sacrificarse por los demás

hace parte importante en el desarrollo de la docencia.
La vocación docente es sin duda alguna básica para la profesión docente ya
que se necesita de vocación para llegar a la realización de esta, es importante
aclarar que el docente no nace, se hace; pero para llevar a cabo esta situación
debe existir el gusto y las ganas de querer aprender y de tener la capacidad
para enseñar ya que no todas las personas cuentan con estas habilidades,
pero con el tiempo se pueden ir desarrollando si la persona realmente está
dispuesta a desempeñar su rol de docente, por eso existe la preparación
docente para aquellas personas que están dispuestas a aprender a llevar sus
conocimientos a las aulas.

En definitiva, la profesión docente se equipara a las demás profesiones pero

se debe tener en cuenta la vocación y las dificultades de adaptación a la
comunidad educativa que esto conlleva, a pesar de esto la sociedad no tiene
en cuenta que un docente debe educar en la sociedad del conocimiento y que
por lo tanto no se trata de una tarea fácil. Por ello hay que pensar en la
formación permanente en relación con la vocación y las demás competencias
que son necesarias para la profesión docente.

La vocación docente debería apuntar también a la profesionalización, que

tiene que ver con la clave para mejorar la calidad docente, apoyada y ayudada
por el placer de enseñar. En este sentido, la autorrealización es esencial para
emprender y entregar lo mejor a la juventud. El docente debe encauzar sus
energías hacia un constante trabajo profesional, sin revindicar la profesión,
solo como una salida laboral porque si se da esto estaríamos en serios
problemas.