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rocas o en prestaciones de una sola parte; esta distinción radica en que los

contratos con prestaciones reciprocas son aquellos creados como negocio jurídico
bilateral, que es el acuerdo de voluntades que relaciona dos prestaciones entre sí,
según lo cual la prestación de una parte encuentra su remuneración o
compensación en la prestación de la otra.

Es decir existen una prestación y una contraprestación estas a la vez unidas por un
nexo lógico especial llamado reciprocidad, “que consiste en su interdependencia
en la que cada parte no está obligada a su prestación, sin que sea debida la
prestación de la otra; una prestación es el presupuesto indeclinable de la otra; es
útil aquí el elemento causa.” (MESSINEO 2007).

En esta figura se puede decir que cada parte es al mismo tiempo acreedor y
deudor; un ejemplo clásico es el contrato de compra-venta, el que el vendedor se
obliga a entregar en propiedad el bien a cambio de una suma determinada de
dinero

3.1. Contrato de prestaciones reciprocas.


Denominada también “etapa de tratativas o tratos preliminares”, de “generación
o gestación del contrato”.

En esta etapa las partes discuten y buscan ponerse de acuerdo sobre la celebración
del contrato y su probable contenido.

Los tratos preliminares o


negociaciones previas se caracterizan por:

 Interés de las partes para contratar.- Supone la existencia de dos o más


partes que pretenden celebrar un contrato.
 Ausencia de la obligatoriedad para contratar.- Las partes desean celebrar
un contrato, pero las ley no los obliga a hacerlo.
 Libertad para retirarse de las tratativas.- Las partes si no están obligadas a
negociar pueden apartarse de las simples tratativas.
 Cumplimiento de ciertos deberes.- Si bien las partes pueden apartarse de
las negociaciones, sí están obligadas a cumplir con ciertos deberes como
honestidad, lealtad y buena fe, pues es lógico que sí la ruptura de las
tratativas se produjo de mala fe , es fuente de responsabilidad por culpa
in contrahendo.
 ¿Existe algún tipo de responsabilidad derivada de la negociación
precontractual?
 El jurista Ihering, sostuvó que la etapa de tratativas no debería estar
“desprotegida jurídicamente”, alguna responsabilidad genera. El la llamó
culpa in contrahendo (Responsabilidad extra contractual).
 Del artículo 1362 de nuestro C. Civil de 1984, se advierte que sí se
establece alguna responsabilidad derivada de la negociación
precontractual, derivada de la culpa in contrahendo. En este sentido, la
responsabilidad pre contractual, se produce desde que las partes en
tratativas, por una “motivación o expectativa legítima” hasta antes de la
celebración del contrato.

3.2. Contratación en masa o masiva


Torres (2009), señala que “la producción masiva y estandarizada de bienes y
servicios”, consecuencia del ritmo veloz de la vida moderna, ha generado la
“contratación masiva y estandarizada”.

En este tipo de contratación el proveedor predispone unilateralmente y


uniformemente el contenido del contrato (contrato por adhesión y contratos
concluidos con cláusulas generales de contratación) y, el consumidor no puede
hacer otra cosa que adherirse al contrato estándar sin discutir su contenido y, en
muchos casos sin posibilidad de reflexionar bien sobre su conveniencia, caso
contrario no contrata. De esta forma la concepción tradicional del contrato,
producto de la negociación de las partes, se enfrenta a una forma de contratación
en que la parte contratante, generalmente un empresario (parte fuerte), pre
redacte unilateralmente el contenido del contrato “por medio de formularios,
impresos, pólizas o modelos preestablecidos” y le imponga a la parte débil, a
quien sólo le está permitido aceptar el contenido predispuesto o no contratar.

La comercialización de la producción masiva de bienes y servicios es posible


mediante la contratación masiva, a través de los contratos por adhesión o
contratos de adhesión concluidos mediante cláusulas generales de contratación,
también denominadas condiciones generales, la contratación de ventanilla, los
contratos normativos, los contratos de hecho. (Torres. (2009) Contratación Masiva.
P. 128

En la contratación masiva se relacionan personas con poderes distintos,


especialmente económicos; consecuentemente, existe el riesgo que la parte
fuerte, abuse de la parte débil, imponiéndole contratos injustos. Para evitar esta
situación, la Constitución Política del Estado en su artículo 65 prescribe: “El Estado
defiende el interés de los consumidores y usuarios. Para tales efectos garantiza
el derecho a la información sobre bienes y servicios que se encuentran a su
disposición en el mercado. Asimismo, vela, en particular, por la salud y la
seguridad de la población”. Esta norma constitucional ha sido desarrollada por un
ordenamiento general y por otro especial, según sean consumidores finales o
consumidores clientes.

El ordenamiento general de protección al consumidor está contemplado en el


Código Civil, en los artículos 1390 a 1401, que regulan los contratos por adhesión
y los contratos concluidos por cláusulas generales de contratación.

El ordenamiento especial, denominado Derecho del Consumo, regulado entre


normas por la Ley N° 29571, Código de Protección y Defensa del Consumidor.

CONTRATO POR ADHESION

El artículo 1390, del Código Civil prescribe que “El contrato es por adhesión
cuando una de las partes, colocada en la alternativa de aceptar o rechazar
íntegramente las estipulaciones fijadas por la otra parte, declara su voluntad de
aceptar”.

En el contrato por adhesión una de las partes, llamada predisponente o


estipulante, redacta todas las estipulaciones o cláusulas contractuales en
formularios dirigidos a adquirientes anónimos, cualquiera del público, quienes si
desean contratar y sus posibilidades económicas lo permiten deben concretarse a
adherirse, caso contrario se apartan, porque nada hay que discutir ni modificar”.
(Torres, Anibal. (2009) Contratación Masiva. P. 132

B. Características:
Este contrato presenta como características las siguientes:

a) Redacción anticipada y unilateral del contrato.- El proponente redacta


unilateralmente al contrato, siendo su voluntad lo que establece la condición del
vínculo contractual.

b) Negativa a toda posibilidad de discusión.- El contrato se presenta como una


unidad inmodificable, estructuralmente concatenado y no admite discusión
alguna.

c) El contrato está dirigido a una multiplicidad de personas.- Se propone a una


pluralidad de personas, independientemente de si lo aceptan o no, la oferta
continuará siendo igual.
d) El proponente cuenta con un poderío económico indiscutible.- Es la capacidad
económica lo que fortalece al proponente para imponer su voluntad. En nada le
afectará si uno o algunos rechazan el contrato, porque otros muchos estarán
dispuestos a someterse a las cláusulas impuestas por el contrato.

e) Los destinatarios carecen de libertad contractual.- Los que se adhieren al


contrato pre redactado carecen de libertad contractual, pues el contrato se
perfecciona aceptando pura y simplemente cada una de las estipulaciones del
contrato, tal y como son presentadas por la otra parte, sin haber intervenido en la
formación del contenido contractual.

f) El aceptante deberá adherirse al contrato.- Sólo así puede nacer la fuerza


vinculante del contrato. La voluntad del aceptante conlleva un sometimiento
absoluto.

El artículo 1398 del C. Civil establece que “En los contratos celebrados por
adhesión y en las cláusulas generales de contratación no aprobadas
administrativamente, no son válidas las estipulaciones que establezcan, en favor
de quien las ha redactado, exoneraciones o limitaciones de responsabilidad;
facultades de suspender la ejecución del contrato, de rescindirlo o de resolverlo y
de prohibir a la otra parte el derecho de oponer excepciones o de prorrogar o
renovar tácitamente el contrato”.

Las estipulaciones vejatorias de los contratos por adhesión y de las cláusulas


generales de contratación, que pese a la buena fe del predisponente, aprobadas o
no por la autoridad administrativa, conocidas o no, conocibles o no, que generen
en perjuicio del adherente un grave desequilibrio de los derechos y obligaciones,
carecen de validez.

Las cláusulas vejatorias que perjudican de manera desproporcionada e inequitativa


al adherente salen del contrato, pero éste mantiene su validez y eficacia por el
resto, es decir, la invalidez del contrato es parcial, además la invalidez es relativa
por cuanto opera únicamente a favor del adherente, mas no del predisponente.

Supuestos del artículo 1398 del Código Civil.

El artículo 1398 sanciona con invalidez por abusivas, a las estipulaciones de la


contratación masiva por las que se establezcan a favor de quien las ha redactado:
a) exoneraciones o limitaciones de responsabilidad; b) facultad de suspender la
ejecución del contrato; c) facultad de rescindir o de resolver el contrato; d)
facultad de prohibir a la otra parte el derecho de oponer excepciones; y e) la
cláusula de prórroga o renovación tácita del contrato.

a) Estipulaciones de exoneración o limitación de responsabilidad.


Ninguna cláusula de exoneración o limitación de responsabilidad puede amparar al
predisponente que de manera deliberada incumple con sus obligaciones, porque
ello atentaría contra el principio de la buena fe en la ejecución de los contratos,
prevista en el artículo 1363 del C. Civil.

Las cláusulas limitativas o excluyentes de responsabilidad, se encuentran


proscritas por el artículo 1398, pero además, de conformidad con el artículo 210 y
218 del C. Civil, son inválidas cuando se fundan en el propio dolo del
predisponente o cuando en el formulario se establece que el adherente renuncia
a la acción de nulidad por los futuros incumplimientos dolosos del predisponente.

b) facultad de suspender la ejecución del contrato.

Esta facultad es vejatoria cuando el predisponente se atribuye el derecho de


suspensión que por ley no le corresponde; caso contrario, no es vejatoria.

c) Facultad de rescindir o de resolver el contrato;

Es vejatoria loa estipulación por la que el predisponente se atribuye la facultad de


rescisión o resolución del contrato que por ley no le compete, es decir, por
causales que están fuera de las previstas por la ley.

d) facultad de prohibir a la otra parte el derecho de oponer excepciones;

Las estipulaciones que prohíben al adherente el derecho de oponer excepciones


son vejatorias, por tanto, inválidas, por afectar el derecho constitucional de
tutela jurisdiccional efectiva.

e) la cláusula de prórroga o renovación tácita del contrato.

Esta cláusula es vejatoria por ser restrictiva de la libertad de contratar del


adherente, pues por este medio se le puede estar obligando a contratar cuando ya
no lo desea.

Cabe señalar que no es acertado que el artículo 1398 sólo considere inválidas las
estipulaciones lesivas consignadas en las cláusulas generales no aprobadas
administrativamente. La invalidez de las cláusulas vejatorias debe ser sancionada
independientemente d

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