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Las relaciones historiográficas entre Europa y América

Latina a partir de las historias del presente


Israel Sanmartín

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Israel Sanmartín. Las relaciones historiográficas entre Europa y América Latina a partir de las historias
del presente. XIV Encuentro de Latinoamericanistas Españoles : congreso internacional, Sep 2010,
Santiago de Compostela, España. pp.1523-1541. �halshs-00531225�

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Congreso Internacional 1810-2010: 200 años de Iberoamérica - 1523

LAS RELACIONES
HISTORIOGRÁFICAS ENTRE EUROPA
Y AMÉRICA LATINA A PARTIR DE LAS
HISTORIAS DEL PRESENTE

Israel Sanmartín
USC
España

Este trabajo es el resultado de un acercamiento y utilización de


historia del presente tanto desde una perspectiva práctica como
desde una realización teórica. Por tanto, consideraremos la
historia o las historias del presente en una dimensión empírico/
teórica en la que intentaremos reposicionar las distintas
historias del presente más allá de la nueva historia política e
intentaremos introducir o mezclar la historia intelectual o
cultural con el fin de desarrollar una historiografía del presente
o sobre el tiempo presente. En cierto sentido, el presente ha sido
una preocupación historiográfica ya desde la Edad Media, en la
que podemos hablar de una narración de los hechos que estaban
aconteciendo o próximos a lo que estaba sucediendo. En lo que
sigue, por tanto, realizaremos en cierta medida un ejercicio de
historiografías comparadas y sus diferentes representaciones,
que no son reflejos de lo que sucede en la realidad sino que son
parte de la realidad misma.

En este trabajo reflexionaremos sobre la recepción de teorías, interpretaciones,


problemas historiográficos, y sobre si el lugar geográfico influye en la
elaboración y reelaboración de tesis y supuestos historiográficos, teóricos y
metodológicos. A pesar de esto, este trabajo no es sólo una reflexión sobre el
espacio, sino también sobre el «tiempo», es decir sobre el espacio temporal
en el que se desarrolla esa recepción, reproducción y elaboración. En lo que
1524 - XIV Encuentro de Latinoamericanistas Españoles

sigue, por tanto, trataremos de explicar cómo se ha producido una vez más
un caso de «colonización historiográfica» alrededor de la idea de Historia
del Presente. La idea nace en Francia pero pronto «viaja» a otras latitudes
«periféricas» o «dependientes». Pese a ello no mostraremos una versión
en exceso victimista de la recepción de la idea de Historia del Presente,
puesto que aunque sí es cierto que ha tenido una recepción desigual en
muchos países y en cierta medida deudora de su idea matriz francesa, en
los diferentes territorios se han desarrollado presupuestos, metodologías y
proyectos propios. Por tanto, pese a recibir la idea, los autores y el concepto
historiográfico, la historia del presente ha dejado espacio para crear
presupuestos propios en los diferentes territorios en los que ha llegado. Para
explicar esta idea, empezaremos por exponer las diferentes ideas de Historia
del Presente, para continuar con un recorrido somero por la recepción de la
idea en diferentes países, para hacer un pequeño alto y desarrollo en América
Latina y mostrar la novedad historiográfica y en la forma de hacer la historia
que supone la Historia del Tiempo Presente.

El presente en la historia y en la historiografía


La reflexión y el interés de los historiadores por la «historia de su tiempo»
es un rasgo constitutivo de la historiografía desde sus orígenes, cuestión en
la que interviene su carácter de materia «pública», es decir, su capacidad
para establecer o narrar memorias públicas del pasado, y sobre todo del
pasado reciente19. Así, existen dos matrices para entender la historia del
tiempo presente. Por un lado, la referida al tiempo que frisa el propio
momento vivido, o la llamada «historia inmediata»20, y a la «historia
del tiempo presente» en su acepción más clásica, que dependiendo del
lugar se refiere bien a después de la Segunda Guerra Mundial (mundo
francés), la transición democrática (en el caso de España) o los procesos
dictatoriales (América Latina)21. Todo esto supone una superación de toda
una serie de limitaciones historiográficas que habían estado presentes
en la historia contemporánea hasta la aparición de la llamada «nueva
historia»22, cuando el historiador recupera su condición de sujeto en la
19. G. Pasamar Alzuria, Formas tradicionales y formas modernas de la «Historia del Presente», Histo-
ria social, Nº 62, 2008, pp. 147-169.
20. Carlos Barros, «Es posible una historia inmediata?», en http://www.h-debate.com/cbarros/spanish/
articulos/mentalidades/inmediata.htm, [consulta 13 de marzo de 2009]
Barros, Carlos, «El estatus epistemológico e historiográfico de la Historia Inmediata», http://
www.h-debate.com/Spanish/presentaciones/lugares/montevideo3/audio.htm, [consulta 13 de mar-
zo de 2009]
21. Ángel Soto Gamboa, «Historia del Presente: Estado de la cuestión y conceptualización», Historia
Actual Online, Nº. 3, 2004.
22. Julio Pérez Serrano, «La historia continúa», Historia Actual On Line, nº1, 2003 en http://www.his-
toria-actual.com/hao/pbhaoabs.asp?idi=ESP&pgt=2&pid=4&pbl=HAO&vol=1&iss=1&cont=1,
[consulta 15 de marzo de 2009]
Congreso Internacional 1810-2010: 200 años de Iberoamérica - 1525

investigación, especialmente con las condiciones internacionales de la


posguerra y los cambios sociales e intelectuales materializados tras 1968,
que es cuando se produjo una democratización tanto de la historiografía
como del uso público del pasado y de las memorias en particular, algo
que se ha acelerado en los años noventa con la globalización. Por tanto,
sólo estamos en un proceso que comenzó desde los años sesenta y que es
el de la reflexión sobre el «presente» en tanto problema histórico, que ha
provocado una discusión a fondo de lo que es la «historia contemporánea»
como período histórico y el nacimiento de una manera distinta de entender
lo contemporáneo.
En este trabajo nos situaremos epistemológicamente en la «historia
inmediata» con la idea de retornar a la reflexión sobre los acontecimientos
más recientes, es decir, a aquellos que han dejado de ser presentes, si es
que existe algo que se llame presente, y no es simplemente el punto que
une el futuro con el pasado23. La historia inmediata se puede presentar
asociada a la recuperación de la memoria histórica, a una historización
de la memoria, a una historia de los imaginarios sociales o también como
herramienta indispensable para estudiar los debates intelectuales y las
teorías surgidas en relación y como consecuencia de la historia de todos
los días, que es construida por los sujetos individuales, colectivos y por
todas las instituciones públicas y privadas. La historia inmediata no es un
enfoque único en los abordajes del presente.

Las historias del presente


Sería erróneo presentar la historia del presente aislada del desarrollo de
una historiografía del presente. Metodológicamente las nuevas fuentes
de información (internet) y la nueva sociabilidad de lo historiadores
alrededor de Internet han provocado el surgimiento de una suerte de
estudios que podríamos llamar de historiografía del presente o inmediata
en donde se une lo teórico, lo metodológico, lo histórico, lo periodístico
y lo cultural. Por tanto, se acerca más a los acontecimientos recientes,
a la historia inmediata, pero sobre todo reivindica una nueva actitud
teórica frente a lo contemporáneo capaz de superar sus ambigüedades24.
En definitiva, la necesidad de la puesta en marcha de una historia y una
historiografía del tiempo actual como laboratorio para poder operar tanto
con acontecimientos como con construcciones teóricas. Todo esto lo

23. Para una mayor profundización en estas ideas, ver: Israel Sanmartín, Entre dos siglos: globalización
y pensamiento único, Akal, Madrid, 2007, y Israel Sanmartín, Un mundo global. A historia mundial
dende 1989, Santiago de Compostela, Lóstrego, Santiago, 2008.
24. Ver Carlos Barros, «El estatus epistemológico e historiográfico de la Historia Inmediata», http://
www.h-debate.com/Spanish/presentaciones/lugares/montevideo3/audio.htm, [consulta 13 de mar-
zo de 2009]
1526 - XIV Encuentro de Latinoamericanistas Españoles

uniremos con la geoepistemología, es decir, con la acepción geográfica


del conocimiento y como esta influye en la construcción de teorías
intelectuales.
La historia del presente es una nueva forma de hacer la historia y
no se trata de una simple abertura de una nueva época histórica. Y esto
sucede por la especial relación entre el sujeto de investigación con el
acontecimiento o acontecimientos estudiados al ser parte del objeto y
del sujeto del tópico elegido en el estudio, además de toda una serie de
cuestiones teóricas sobre el tiempo, el espacio, la realidad y la memoria,
que nos hacen concluir que cada una de ellas no es única sino que se
divide en estratos.

Los orígenes de la historia del presente en la época


contemporánea
En 1944 se crea en Francia el Comité de historia de la guerra. En 1951 se hace
lo propio con el Comité de historia de la II Guerra Mundial. Y en 1957 se edita
la Revue Francais de Histoire. Estos pueden ser los antecedentes remotos
de la Historia del Presente en Francia. En los años 70 la investigación
metodológica y epistemológica era la Nueva historia, heredera de los
Annales de Lucien Febvre y Marc Bloch. La Nueva historia había ignorado
la preocupación por el presente o lo inmediato pese a que algunos de
la llamada escuela de los Annales propusieron alguna reflexión sobre él,
como Bloch o Febvre. Sin embargo, en los años 70 las cosas cambiaron.
En 1974 en el libro Faire de´l histoire, Pierre Nora hablaba del «le reotur
de lé événement»25 y Jean Lacauture de la histoire immédiate. En el mismo
año, se crea el Instituto de Historia del Tiempo Presente (IHTP) en discusión
con René Rémond y el Instituto de Histoire Moderne et Contemporaine. El
Institut d’histoire du Temps Présent (IHTP) es una unidad de investigación
del CNRS (Centre National de la Recherche Scientifique). Fundado en 1978
(e inaugurado en 1980) por François Bédarida, integra el antiguo Comité
d’histoire de la Deuxième Guerre mondiale (CHDGM), creado en 1951, que
agrupaba historiadores especializados en la Segunda Guerra Mundial.
En ese contexto, como anunciaba René Remond la Historia del
Tiempo Presente suponía el retorno de lo político, a la vez que la presencia
generacional un fuerte estímulo de demanda social ante esos desarrollos
teóricos e históricos. Completando estas cuestiones iniciales, Jean Pierre
Rioux hablaba de que la Historia del Tiempo Presente es la historia de
las generaciones. Los acontecimientos académicos se suceden rápido y en
1980 se crea un seminario sobre la cuestión dirigido por F. Bedarida y en el
25. Pierre Nora, «Le retour de l´événement» , en Faire de I´Histoire, Gallimard, París, 1974, t. 1, pp.
210-22.
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Diccionario de Ciencias históricas26 aparecen las voces «Historia del Tiempo


Presente», «Historia Inmediata» e «Historia política». En ese momento se
empieza a hablar de periodizaciones. Así, la Historia del Tiempo Presente,
la «histoire proche» y la historia inmediata no hacían referencia al mismo
corte cronológico. La historia inmediata estaría vinculada al periodismo
y al ser imposible el delimitar lo inmediato ignoraría el rigor científico y
la relación con el sujeto, pese a que ya Bloch en L’Etrange défaite es ya un
observador perspicaz de lo que sucede y narra desde lo inmediato. En otro
sentido, estaría la «historia próxima» fechada en 30 años hacia atrás desde
el presente y la Historia del Tiempo Presente, que abarcaría 50-60 años, y
que funcionan a partir de la naturaleza de los archivos y de la accesibilidad
a los mismos, la naturaleza de los métodos, la cercanía de los historiadores
y el debate sobre el sujeto y el de las generaciones27. Finalmente, se utiliza la
idea de Historia del Tiempo Presente por convencionalismo y por su éxito
científico. Paralelamente a todo esto, se producía también una importante
labor publicística. Así, se creaban los Cahiers de Histoire du Temp Present
y el Bulletin del IHTP, así como la revista Vingtiéme Siècle.
Durante los años 80 esta idea de Historia del Tiempo Presente
se ve complementada con el surgimiento del grupo de estudios de
Historia Inmediata capitaneado por Jean F. Soulet28 en la Universidad
de Toulousse. Recogían aquella idea de Jean Lacouture de historia
inmediata en referencia a lo más próximo en oposición a la Historia del
Tiempo Presente que se quedaba en las cuestiones relativas a la II Guerra
Mundial o la guerra de Argelia. De esta forma, a partir del Instituto de
Estudios Políticos y Pluridisciplinares de América Latina surge el Grupo
de Investigación de Historia Inmediata en 1989-90, alrededor de tres ejes
fundamentales: a) preocupación metodológica; b) interdisciplinaridad; c)
dimensión pedagógica.
Pese a esto, hay algunos intentos de mezclas entre la Historia del
Presente y la Historia inmediata29, en el sentido de que la Histoire des
Temps Presentes evoluciona en un contexto histórico y la percepción
inmediata de la historia. Es un intento de aproximar la histoire immédiate,
la histoire proche y l´histoire du tempos présent. Es una propuesta renovada
para las historias de los tiempos presentes con el objetivo de formalizar

26. André Burguière, Dictionnaire des sciences historiques, Presses Universitaires de France, Paris,
1938.
27. Ver Jean F. Sirinelli, Génération intellectuelle. Khâgneux et normaliens dans l’entre-deux-guerres,
rééd., Presses universitaires de France, Paris, 1995
28. Jean-François Soulet, L’histoire immédiate: historiographie, sources et méthodes, A. Colin, París, 2009.
Previamente había publicado: SOULET, Jean-François, L’histoire immédiate, Presses universitaire
de France, Paris,1994.
29. Agnès Chauveau et Philippe Tétart, Questions à l’histoire des temps présents, Éd. Complexe, Paris,
1992.
1528 - XIV Encuentro de Latinoamericanistas Españoles

la presencia del historiador en su tiempo: climas ideológicos, modos


historiográficos, culturales, orientaciones científicas, etc.

Relaciones entre centros y periferias


historiográficas
Las ideas son producidas en determinados contextos de realización
y cuentan con diferentes cauces académicos para que se difundan o
emigren hacia otras latitudes. Visitas de profesores, artículos de revistas,
congresos, contactos bilaterales, ofrecen la posibilidad de que las ideas se
trasladen. Por encima de todas estas cuestiones de funcionamiento de las
comunidades científicas o de los campos científicos está la cuestión de los
grandes centros historiográficos y su poder de difusión. De tal forma, las
novedades teóricas, historiográficas y metodológicas surgidas en Francia,
Estados Unidos, Alemania o Inglaterra ejercen de patrón y modelo para
las llamadas historiografías dependientes o periféricas, que simplemente
ejercen de receptores y reproductores de las novedades llegadas desde los
grandes centros que ejercen una gran influencia en cuanto a la política en
cuanto al desarrollo de estándares y modelos de calidad para la excelencia
que tienen que seguir el resto del mundo. Cómo se realiza esa recepción
y qué sucede en cada caso son cuestiones de las que se han ocupado
diferentes líneas de trabajo, aunque la geoepistemología está ofreciendo un
nuevo utillaje metodológico para estudiar esos casos30. La presencia del
inglés, el francés o el alemán como lenguas de ciencia y el español, italiano
y portugués como idiomas de traducción sigue siendo un gran lastre, así
como la creación de grandes índices de impacto sobre las publicaciones
de humanidades. Por todas estas razones podemos hablar de una cierta
colonización historiográfica por un lado y de deseo de autocolonización
historiográfica por otro lado, en el sentido de que por un lado están
las ganas de influencia y reconocimiento de las grandes historiografías
occidentales y por otro el deseo de recibir novedades y «estar al día» de las
diferentes historiografías receptoras.

El variopinto caso europeo


Realizadas estas acotaciones terminológicas, podemos decir que la idea
de Historia del tiempo Presente ha tenido una recepción diferente según
los lugares, puesto que los diferentes territorios tienen contextos, culturas
y desarrollos específicos, como corresponde a historias y memorias
estructuradas de modo diferente. Así, por ejemplo, en Bélgica se desarrolló

30. Ver Claudio Canaparo, Geo-epistemology. Latin America and the Location of Knowledge, Bern: Peter
Lang, 2009.
Congreso Internacional 1810-2010: 200 años de Iberoamérica - 1529

la idea a partir del Centro de Estudios y documentación de la Guerra y las


Sociedades Contemporáneas y se creó la revista Cahiers du Temps Presents
fundada por Jose Gotovich y en cuyo comité de redacción estaba Rousso
del Instituto francés. La revista se construyó a partir de la preocupación
por la historia contemporánea de Bélgica y sus culturas y en sus números
mantiene una preocupación por las cuestiones belgas como servicios
secretos, diplomacia diferencias culturales dentro del país, etc., además
tienen una sección de historiografía. El arco temporal que manejan es desde
el año 10 al 30 y también mucho de los años 50. A partir del número 15
hay un homenaje a Gotovich y se pone a los mandos Rudi Van Doorslaer,
quien abre el arco temporal hasta 1968. 15 En cuanto al Reino Unido, se
puede ver una vez más la inadecuación entre las ideas del continente y las
de la isla. Así, existe el Institut de Contemporary History y la idea de historia
del presente pero con connotaciones propias y desarrolladas en paralelo
a la idea francesa31. Lo mismo sucede en Estados Unidos con las ideas de
current history y de Contemporary History, vinculada al centro que está en
Ohio y que se dedica a cuestiones relacionadas con la historia del presente
más actual (historia inmediata aunque no es una equivalencia exacta). De
todas formas, después de 1960 están los Chatiers de Histoire Américane
que tratan de cuestiones después de 1945, así como la historia oral a partir
de la Oral History review (1982) o el Journal of American History (1988)
que tratan de cuestiones como la Guerra de Corea, etc.
Alemania es un caso más similar al francés puesto que el país estuvo
sometido a las mismas inconveniencias históricas que Francia con las
Guerras mundiales etc. (a diferencia del Reino Unido y EE.UU). Así está
la idea de zeitgeschichte32 desarrollada por Norbert Frei. Desde los 50 la
Zeitgeschichte partía del año 1917, es inherente a estudios alemanes.Toda
esta idea gira en torno al Instituto de Munich, en el que tratan cuestiones
sobre el período nazi y la RDA, aunque también existe un Seminario de
historia del tiempo presente en Tubinga dirigido por Hans Rothfels, el
decano de la historia del tiempo presente en Alemania y en Nurenberg con
el profesor Bernecker, quien en sus numerosas conferencias nos habla de
un nuevo estrato temporal en la historia del presente alemana: la historia
reciente del tiempo presente, que estaría situada temporalmente después de
198933. Italia tampoco se ha librado de la recepción de la idea y así existen
diferentes archivos de la Memoria y las revistas Storia Contemporanea
(Renzo de Felice) y Revista de Storia Contemporanea (Guido Quanzza),
31. Ver Anthony Seldon, Contemporary history: practise and method, Basic Blackwel, Oxford, 1988.
32. H. Kaelbe, «La Zeitgeschichte: l’histoire allemande et l’histoire internationale du temps présent», en
VV.AA, Écrire l’histoire du temps présent: en hommage à François Bédarida, CNRS, Paris, 1992.
33. Para un desarrollo de la evolución de la historia del presente en Alemania, podemos recurrir a:
Walter Bernecker, «La investigación histórica del «tiempo presente» en Alemania», nº 20, 1998,
pp. 19-27.
1530 - XIV Encuentro de Latinoamericanistas Españoles

así como de diferentes proyectos como la Officina Della historia con el


desarrollo de la llamada Storia del Tempo Presente.
En el caso de España, la idea de Historia del Tiempo Presente está
vinculada a todo lo relativo a la Transición española, por lo tanto a los años
70 y 80. A este extracto temporal pertenecen los grupos de investigación
de la Universidad Carlos III, de la UNED34 y de Almería35, así como el
de Extremadura, que ha desarrollado una metodología propia aplicada a
la historia del presente y al análisis de la prensa36. En otro sentido, está la
historia más inmediata, en la que se engloban los trabajos relacionados con
el Grupo de la Universidad Complutense y la llamada Historia vivida37,
el grupo de la Universidad de Santiago de Compostela encabezado por
Carlos Barros y que utiliza el término Historia Inmediata38 y por último
el grupo de La Rioja, capitaneado por Carlos Navajas39. Por último, el
Grupo de Estudios de Historia Actual, de la Universidad de Cádiz intenta
aunar los dos extractos temporales y mezcla estudios relativos a la historia
del presente con los más inmediatos. De hecho este grupo es el único
que no intenta apropiarse de ningún término ni busca monopolizar una
determinada temporalidad para lo que denominan historia actual.

Algunas claves sobre América Latina


Entendamos en este caso América Latina no como un concepto geográfico
sino como un concepto epistémico, es decir, refirámonos más al concepto
o idea de América Latina que a su vinculación geográfica. «Espacio»
en términos de geo-epistemología se refiere, en última instancia, a la
construcción de un sentido de localidad que incluye lugares físicos pero
también sitios no materiales e imaginarios. En concreto, «espacio» se
refiere a tres nociones básicas que todo dominio necesita implementar para
obtener eficacia semántica: lengua/lenguaje, ambiente/medio, pensamiento/
conocimiento. Estas tres nociones constituyen la ecología básica de todo
dominio y es al estudio de sus diversas formas o manifestaciones que se

34. Que editan la revista Historia del Presente: http://historiadelpresente.blogspot.com/


35. Ver el grupo de Rafael Quirosa: http://www.historiadeltiempopresente.com/web/
36. M. Barrado, (ed.), Historia del tiempo presente: teoría y metodología, Cáceres, Universidad de Extre-
madura, Instituto de Ciencias de la Educación, D.L. 1998 y Pinilla, Alfonso, «¿Historia contra Me-
moria? La utilización del pasado en el presente y el papel de los historiadores», Revista de historia
actual, Nº. 5, 2007, pp.161-173.
37. Julio Aróstegui, La historia vivida: sobre la historia del presente, Alianza, Madrid, 2004
38. Ver Actas I, II y III Congreso Internacional Historia a Debate, Santiago de Compostela, Santiago,
1995, 2000 y 2009 y Barros, Carlos, «El estatus epistemológico e historiográfico de la Historia
Inmediata», http://www.h-debate.com/Spanish/presentaciones/lugares/montevideo3/audio.htm.
[cosulta 15 de septiembre de 2009]
39. Con una importante dimensión publicística. Ver Actas del II, III y IV Simposio de Historia Actual,
Logroño, Instituto de Estudios Riojanos, 1996, 1998, 2000 y 2004.
Congreso Internacional 1810-2010: 200 años de Iberoamérica - 1531

dedica, en primera instancia, la geo-epistemología.40 Con qué propósito?


Pues en el de vincular tanto a lo latino tanto lo que sucede en su geografía
como en lo que intervienen personas vinculadas con la misma pero en
el exterior. En este sentido, tomaremos lo latino desde una perspectiva
amplia para desvincularlo geográficamente y llevarlo más al conjunto de
creencias, idearios y representaciones enmarcados en esa idea y vinculados
al idioma español y a una historia y culturas conjuntas, es decir, nos
vincularemos a lo que une todo ese mundo y no a lo que lo separa. Todo
esto lo hacemos para poder mostrar esa idea de «aporte» desde lo latino a
la Historia del Presente, y sus novedades.
Es cierto que es difícil hablar de una historiografía latinoamericana41,
aunque se están llevando a cabo proyectos muy interesantes en ese aspecto
de poner a lo latino en otra dimensión y con fuentes de elaboración
propias. Antes de continuar, hay que aclarar que existen tres extractos de
temporalidad en la historia del presente. Por un lado la historia del presente
entendida como el pasado reciente (aproximadamente desde la Segunda
Guerra Mundial), la historia del presente como historia inmediata, que se
refiere al pasado inmediato que frisa más con el presente, y por último un
intento de mezcla de ambas.
Hasta aquí no hay muchas novedades, puesto que simplemente
cada Grupo se adscribe a una temporalidad determinada y en muchos
casos buscan vinculación con las ideas originales francesas, de las cuales
aprovechan todo lo relativo a la teoría. Siguiendo con la idea de presente, en
Argentina existen iniciativas muy interesantes, principalmente vinculadas
a lo que ellos llaman «historia reciente», que es una idea vinculada más
bien a la idea de Historia del Tiempo Presente. Así existen una potente
red llamada «Red Interdisciplinaria de estudios sobre Historia Reciente»42
y también todos los trabajos vinculadas al Centro de Estudios de Historia
Política (CEHP) creado por Luis A. Romero, el Instituto de Tella
(entrevistas a sindicalistas), los Archivos de la Memoria o los diferentes
archivos orales.
En ese ámbito, el concepto de historia reciente está vinculado al
proceso dictatorial vivido por el país sudamericano, en el que ningún
historiador ha integrado la Comisión Nacional de la desaparición
(CONADEP)43. También han aparecido publicaciones de mucho interés,
como la coordinada por María Franco y Florencia Levi44. En este caso
40. C. Canaparo, «Geoepistemología», en Diccionario de pensamiento alternativo, en http://www.
cecies.org/articulo.asp?id=119, [consulta 3 de septiembre de2009]
41. Sergio Guerra, Cinco siglos de historiografía latinoamericana, Editorial Félix Varela, La Habana
Cuba, 2003.
42. www.riehr.com.ar.
43. Ver M-N Cernadas de Bulnès, Laura Llull, «L’histoire immédiate en Argentine», Cahier d’histoire
Immédiate, n 29, 2006, pp. 425-436.
44. Historia reciente: Perspectivas y desafíos para un campo en construcción, Paidós, Buenos Aires, 2009.
1532 - XIV Encuentro de Latinoamericanistas Españoles

también tiene presencia la historia inmediata en diferentes publicaciones


y foros45, así como en la lista historia inmediata de la Red Internacional de
Historiadores Historia a Debate, en la cual se han desarrollado diferentes
acciones de solidaridad a partir de casos concretos de desarrollo de
trabajos de historia inmediata. El caso de Uruguay es muy parecido, salvo
que los historiadores formaron parte de las Comisiones de la verdad. Hay
mucha práctica pero menos reflexión teórica. En cuanto a Venezuela,
existen diferentes proyectos vinculados a las representaciones políticas46.
Así existen trabajos vinculados a la derecha con lo que ellos denominan
Historia Actual y también hay varios grupos vinculados al estudio de
Chávez y sus transformaciones sociales en el otro lado. Además, existe un
grupo en Maracaibo vinculado a la idea latina de Historia Inmediata de
la red internacional de historiadores Historia a Debate, en la que ya han
desarrollado diferentes actividades
En cuanto a América Central, existe una Historia de América Central en
seis volúmenes desde 1980 a 1992 que se puede considerar un trabajo muy
sólido para la zona47, así como la revista de Estudios Sociales. En cuanto a
El Salvador, destacan los trabajos de Memoria48. En cuanto a Chile, es un
lugar donde ha tenido mucho mayor recepción la idea francesa (y también
española). Así existe una historia del tiempo presente y diferentes proyectos
algunos de ellos interesante vinculado a la Universidad Diego Portales, aunque
existen otros lugares vinculados con memoria, etc49. Sobre Brasil, la situación
no es muy diferente con publicaciones como la revista Agora, sobre la historia
del presente o el excelente trabajo del llamado «Laboratorio de Estudios do
Tempo Presente», más vinculados a la idea de historia inmediata.
En definitiva, existen diferentes formas de entender el presente
entendido dese diferentes perspectivas, en distintos tiempos puesto que
la historia crea, de alguna forma, el presente. De este modo, podemos
concluir que existe el desarrollo de una historiografía inmediata en la
que el sujeto tiene una presencia nueva que exige una redefinición de
muchos de los conceptos de la llamada «nueva historia» y los paradigmas
dominantes en el siglo XX, así como un desdoblamiento conjunto y real
entre teoría y práctica. Además, han aparecido novedades historiográficas
que parecen abordar la cuestión desde una perspectiva global y conjunta
en relación a América Latina50
45. Amelia Galetti y Roberto Trevesse El pasado que aún no es historia, Buenos Aires, Editorial
Dunken, 2008. Formato in 8º, III, 140 pp.
46. Fréderique Langue, «Quand la rue s’embrase sous le regard de l’université. L’histoire immédiate au
Venezuela, méthodes et questionnements», Cahier d’histoire immédiate, n°25, 2004, pp. 123-158.
47. De Edelberto Torres Ruiz, Flacso, 1993.
48. Es destacable el trabajo realizado por los miembros de la Cátedra Libre Roque Dalton
49. http://www.historizarelpasadovivo.cl/es_home.html
50. Luc Capdevila y Frédérique Langue, Entre mémoire collective et histoire officielle. L´histoire du temps
présent en Amérique latine, Rennes, PUR, 2009.
Congreso Internacional 1810-2010: 200 años de Iberoamérica - 1533

Las grandes redes globales latinas: historia a debate


Más allá de las diferentes representaciones de la historia del tiempo presente,
la verdadera novedad de las diferentes historias del tiempo presente es
la sociabilidad que han propiciado. De tal forma, han surgido grandes
Comunidades Académicas Latinas de historiadores vinculados a esta
temática, con una serie de características conjuntas, como su latinidad, su
preocupación por la teoría a la vez que la práctica, su forma de trabajo en
red, su multinacionalidad y multidisciplinaridad, su identidad transversal
complementaria con otras identidades epocales o disciplinares. Dos de las
grandes redes latinas de historiadores son Historia Inmediata perteneciente
al Grupo Historia a Debate de la Universidad de Santiago de Compostela
y la red Historia Actual, que es la comunidad creada a partir del Grupo de
Estudios de Historia Actual de la Universidad de Cádiz. En cuanto a la red
Historia Inmediata que está construida alrededor del espacio alcanzado
por la lista de distribución del mismo nombre desborda disciplinas y
especialidades en el sentido que abren la idea de historia inmediata a todo
el abanico de las ciencias sociales e integran a los diferentes historiadores
de las áreas no vinculadas a la historia contemporánea, puesto que
detrás de todo el debate sobre los estratos temporales de la historia del
presente se esconde un afán de distinción de la historia contemporánea,
que tradicionalmente se entiende que tiene su límite temporal en 1945
o en 1989. En el caso de la red internacional (con gran impronta latina)
de Historia Inmediata se han desarrollado desde su fundación en 2000
toda una serie de debates sobre cuestiones inmediatas (Chávez, Honduras,
Ecuador, Perú, Argentina, México, Chile, Lula, Colonización de América,
etc.), además de reflexiones teóricas empíricas y metodológicas en los
diferentes encuentros y congresos presenciales. También destaca en esta
red su componente de compromiso con la sociedad. Así se ha creado la
llamada Academia Solidaria, donde se han realizado llamados de apoyo
y solidariedad con historiadores tanto de América Latina como de otras
latitudes. En cuanto a la comunidad académica del Grupo de Estudios de
Historia Actual (GEHA) dirigido por el profesor Julio Pérez Serrano, su lista
funciona asociada al mayor conglomerado de listas peninsulares (rediris)
y funciona desde el año 2002 con envíos diarios de documentaciones,
informaciones, archivos electrónicos y actividades asociadas a la idea de
Historia Actual, que es una idea tremendamente integradora y abierta
sustentada en tres pilares: a) No buscan patrimonializar con su sello
(historia actual) todo lo referente a la historia del presente; b) No defienden
la idea de una cronología para el desarrollo epistémico de la idea de Historia
Actual; c) no pretenden los derechos de determinado tiempo histórico51.
51. Ver Julio Pérez Serrano, «La historia continúa», Historia Actual On Line, nº1, 2003 (http://www.his-
toria-actual.com/hao/pbhaoabs.asp?idi=ESP&pgt=2&pid=4&pbl=HAO&vol=1&iss=1&cont=1).
1534 - XIV Encuentro de Latinoamericanistas Españoles

Un caso práctico para estudiar la colonización de


la historia y la historiografía inmediatas
Nos centraremos en el neoconservadurismo como caso práctico para estudiar
la colonización de la historia y la historiografía inmediata. Reflexionaremos
en este apartado sobre la recepción del neoconservardurismo como
tendencia intelectual y como problema historiográfico en el Río de la Plata.
George Bush (padre) ganó por aclamación la nominación republicana
en 1988 y contempló el fin de la Guerra Fría, la caída del Muro de Berlín
y el colapso de la Unión Soviética y los países del Este y sacó la peor cara
de la política exterior estadounidense con la invasión de Irak y la invasión
de Panamá. Con estas actuaciones y acompañados de la desaparición de la
Unión Soviética se inició lo que Bush (padre) denominó un «nuevo orden
mundial», donde Estados Unidos sustituía la estrategia de «contención»
por ese «nuevo orden». De este modo, EEUU ejerció un poder unipolar y
le resultó fácil justificar ante sus electores su presencia militar.
Los acontecimientos de 1989 produjeron toda una serie de
interpretaciones y visiones de la realidad que hicieron que la mirada
neoconservadora se situara en el centro del debate intelectual. Una de
las tesis más importantes en el mundo intelectual occidental fue la de
Francis Fukuyama, quien argumentó que los nuevos sucesos significaban
la victoria del y el triunfo del modelo estadounidense, la expansión de la
oferta de bienes de consumo, el advenimiento de un «Estado universal
y homogéneo» y de la «conciencia poshistórica». El fin de la Historia
de Fukuyama está sustentado tanto en lo histórico y lo político como
en lo filosófico. Fukuyama se basaba en la concepción de Hegel sobre
la dialéctica del amo y del esclavo y en Kojève, así como la crítica de
la modernidad expresada por Nietzsche. Consecuentemente, es un
hegelianismo adquirido a través de Kojève vuyo resultado es una síntesis
original: ligando la democracia liberal con la prosperidad capitalista en un
nudo terminal y enfático. Por último, de Nietzche toma la idea del «último
hombre», negando toda libertad, autonomía y esperanza humanas fuera
de la democracia liberal y la sociedad de consumo.
Fukuyama se adelantaba a los acontecimientos de 1989 con la caída del
Muro y la desintegración del «socialismo real». Su anticipación, añadida
a un efecto propagandístico digno de un gran lanzamiento mediático, así
como su pertenencia a la Administración Bush, hicieron que su difusión se
multiplicara. En el artículo Fukuyama proclamaba el «fin de la Historia»
como «punto final de la evolución ideológica de la humanidad»52 concretada
52. F. Fukuyama, «The end of History?», The National Interest, nº 16, summer 1989, p. 1-18. El artícu-
lo iba reforzado por las críticas de importantes intelectuales neocoservadores: Allam Bloom, Pierre
Hassner, Gertrude Himmelfarb, Irving Kristol, Daniel Patrick Moynihan y Stephen Sestanovich, ver
«Responses to Fukuyama», The National Interest, nº 16, summer 1989, pp. 19-35.
Congreso Internacional 1810-2010: 200 años de Iberoamérica - 1535

en la democracia liberal, tras el fracaso del fascismo y el comunismo. Por


tanto, Fukuyama anunciaba la superioridad y globalización del liberalismo
económico y del liberalismo político, proponiendo la democracia liberal
como forma final de gobierno. Fukuyama publicó un par de artículos y un
libro para sustentar su exposición sobre «el fin de la historia». La propuesta
de Fukuyama es la respuesta de los neoconservadores a la Nueva Izquierda
para infiltrarse en la cultura popular; el fin de la Historia es un intento de
descreditar el marxismo y socialismo con el fracaso de los regímenes del
socialismo real.
El crítico más importante que le salió a Fukuyama fue Samuel
Huntington con su tesis sobre el «choque de civilizaciones», que como
muchos comentaristas musulmanes había señalado, había sido copiado del
artículo de un famoso orientalista llamado Bernard Lewis. En el número
de verano de 1993 -cinco años exactos después de Fukuyama-, Samuel
Huntington publicaba un artículo titulado «The clash of Civilizations?»-
el signo de interrogación recordaba todavía más a Fukuyama-. En el
artículo, Huntington, pronosticaba que los conflictos futuros no serían
ni económicos ni políticos sino culturales, pensaba que los conflictos
ideológicos darían paso a los culturales ya que, para él, la religión y la cultura
sustituían a la ideología como motor del enfrentamiento, y planteaba que
la lucha de civilizaciones serían la ultima fase de la evolución del conflicto
en el mundo moderno. Por otro lado, se atrevía a manifestar que esos
combates serían primero en la civilización occidental, dividía al mundo en
civilizaciones, y señalaba los conflictos recientes- de aquel momento- de la
guerra golfo, de la URSS y Yugoslavia como ejemplos de enfrentamientos
entre civilizaciones. Para él esa lucha de civilizaciones pondría fin a la
lucha ideológica. Dejando de lado a la revista, y debido a ese gran número
de contestaciones, Huntington -como Fukuyama cinco años atrás- decidió
responder a sus críticos53. Y después en un libro con el mismo título: The
clash of Civilizations.
Mientras uno habla del triunfo de Occidente (Fukuyama) otro habla
de su declive (Huntington); a la vez que uno plantea una paz mundial,
otro ofrece un mundo de conflictos. En ese escenario, muchos críticos
pensaron que se había sustituido la situación de «el fin de la Historia» por
la de «el choque de la civilizaciones» sin haber leído el artículo y libro. El
propio Huntington se mostró cauteloso sobre el tema.

53. Samuel Huntingon, «The clash of civilizations?», Foreign Affairs, vol 72, nº 3, Summer 1993, pp.
22-49; Samuel Huntingon, «If not civilizatins, What?», Foreign Affairs, vol. 72, nº5, November/
December 1993, pp. 186-194. Se recogían los originales y el debate en la revista Foreign Affairs
en un libro de título: The Clash of Civilizations? The Debate. A Foreign Affairs Readers. New York,
Council on Foreign Relations, 1993.
1536 - XIV Encuentro de Latinoamericanistas Españoles

La recepción del neoconservadurismo en algunas zonas de


América Latina
Nos referiremos a la recepción del neoconservadurismo en el Río de
la Plata como tendencia filosófica y como expresión intelectual El
neoconservadurismo ha tenido desde su origen una amplia recepción en
el Río de la Plata. Así, hay que destacar el importante trabajo de síntesis de
las ideas de Strauss realizada por Claudia Hilb y con la reproducción de sus
obras (de Strauss) en diferentes ediciones argentinas. En otro sentido la
obra de Kojève Introduction à la lecture de Hege ha sido traducida en varias
ocasiones. Los casos de Fukuyama y Huntington los desarrollaremos a lo
largo del trabajo. América Latina fue uno de los lugares donde las tesis de
neoconservadoras, y en especial las de Fukuyama y Huntington, tuvieron
una especial repercusión.
El artículo de Fukuyama sobre «El fin de la Historia» se publicó en
la revista argentina Doxa. Cuadernos de Estudios Sociales54, y en la revista
uruguaya Brecha en un total de tres artículos. También hubo diferentes
réplicas de las tesis de Fukuyama en los diarios Clarín y en La Nación
en varios momentos a lo largo de los años 90 y en el nuevo siglo. En
cuanto a la edición rioplatense de El fin de la historia y el último hombre
tiene los mismos errores que la versión peninsular, más allá de un formato
un poco más grande y una portada con diferencia de color. En cuanto a
Huntington, el libro es el mismo que se editó en España y en otros países
latinoamericanos. El Río de la Plata no es era un lugar nuevo para la
recepción de algunos autores que regrasaron a la actualidad, a la historia
inmediata, en especial Kojève y Strauss, que habían circulado ya desde los
años 70 con traducciones de algunas de sus obras, especialmente Kojève,
con lo que la recepción de autores como Fukuyama o Huntington fueron
mucho más acolchadas que en otros lugares geográficos, como España o
Portugal.
La repercusión de la tesis de Fukuyama en Argentina se llamó
Fukuyamamismo: defensa de instituciones liberales y económicas y
políticas. Además, se buscó la exaltación y la profundización personal55.
En el mismo sentido, también se buscó la reproducción de los textos de
Fukuyama por otros medios, como es el caso del texto Disertación de
F. Fukuyama, cuestión que fue de alguna forma refrendada por algunos
54. Doxa. Cuadernos de Ciencias Sociales, nº1, otoño 1990, pp. 3-12. En donde también se publicaron
las primeras réplicas de los críticos de Fukuyama publicados en la revista original The Nacional
Interest.
55. Judith Weinraub, «Beginning at the end: author and philosopher Francis Fukuyama. Making His-
tory», Washington Post, Mar 16, 1992, pp. C1 and C8 y NOVAK, Michael, «Beyond the end of His-
tory?», Fortune, February 24, 1992, pp. 112-113; Ver Tomás Várnagy y Daniel González, «Examen
a Fukuyama», Somos, 9 diciembre de 1991, p. 23 (mi deuda con el Profesor Várnagy por el envío
de este documento).
Congreso Internacional 1810-2010: 200 años de Iberoamérica - 1537

libros que buscaron el apoyo a Occidente56. De todas formas, la tesis del


«fin de la Historia» siempre ha estado muy visible en la prensa. En alguna
entrevista, Fukuyama se quejaba todavía en el año 2000 de que le replicaban
que la Historia no había terminado por tal o cual acontecimiento, y que
la globalización era el mejor ejemplo de sus tesis sobre el triunfo de la
democracia liberal y el capitalismo, aunque matizaba que era todavía un
proceso superficial, y que era un eufemismo de norteamericanización57.
El artículo «Choque de civilizaciones» también fue reproducido en
el periódico argentino La Nación en el año 2001. De tal forma, algunos
críticos argentinos de Huntington conceptualizaron la nueva situación
como un desplazamiento. El fin de la Historia daba paso al «choque de
civilizaciones», la tesis que había predicho Huntington en 1993, según la
cual los escenarios futuros de guerra serían entre civilizaciones Aunque
también se fueron reproduciendo en Argentina diferentes artículos de
Fukuyama, como el que dio origen a la tesis de la «brecha transatlántica»
de Robert Kagan.
En cuanto a Uruguay, la revista Brecha fue uno de los focos
fundamentales. En su número de julio de 1990 daba cuenta del primer
artículo de Fukuyama titulado «¿El fin de la Historia?» 58, acompañado
de una serie de críticos, al modo del original. Rápidamente, se hizo eco del
primer artículo de Fukuyama en un artículo de Eduardo Galeano59. Hacía
un artículo en contra del fin de la Historia a finales de noviembre de 1990
en contestación a los dos primeros artículos de Fukuyama donde critica la
posibilidad de la democracia y liberalismo en América Latina. El finalismo
siguió estando presente en la revista en los años 9060.
También la tesis del choque de civilizaciones tuvo recepción en la
revista Brecha. De tal forma, el historiador José Rila analizaba la tesis
del «choque de civilizaciones» en una entrevista en la que hablaba de la
recuperación de la vigencia del libro de Huntington tras el 11 de septiembre
de 200161. Ya en formato libro, destaca Miguel Barbero y su libro ¿El fin de
56. J. Sebrecelli, El asedio a la modernidad, Buenos Aires, Sudamericana, 1992.
57. Pedro Rodríguez, «Entrevista a F. Fukuyama», La Nación, 16 de abril de 2000, Sección 7, p. 3.
(Debo agradecer a la profa. Hebe Pelosi el envío del documento).
58. Francis Fukuyama, «¿El fin de la historia?», Brecha, 27 de julio de 1990, p. 16. un resumen de
1/3 del artículo original. Ver «Tres respuestas a Fukuyama», Brecha, 27 de julio de 1990, p. 17.
de Timothy Fuller (The Nacional Interest), que habla de la influencia de Strausss y Kojève, André
Fontaine (Le Monde) más sobre Marx y León Rozitchner (psicoanalista argentino) que pone libera-
lismo, democracia y filosofía (Marx y Hegel) con el Tercer Mundo. Francis Fukuyama, «Dúplica»,
Brecha, 27 de julio 1990, p. 17.
59. Eduardo Galeano, «El desprecio como destino. La teoría del fin de la historia se pone de moda»,
Brecha, 10 de agosto de 1990, p. 32. Muy en la misma línea, la revista recogía un artículo de
Gunder Frank, André, «No hay fin de la historia: la lucha democrática continua», Brecha, 23 de
noviembre de 1990, pp. 26-27.
60. Como Niko Schvarz, «Después del fin de la historia ¿el fin del empleo?», Brecha, 16 de mayo de
1997, pp. 14-15.
61. Ver Diego Sempol, «El choque de culturas», Brecha, 21 de septiembre de 2001, pp. 16-17.
1538 - XIV Encuentro de Latinoamericanistas Españoles

la tontería?62. Incidía en un argumento semántico y conceptual aduciendo


que Fukuyama utilizaba, interesadamente, como sinónimos los términos
«progreso», «crecimiento», «acumulación» y «evolución». Por último,
uno de los trabajos más solventes y más serios fue el que abordó la profesora
Barbara Díaz, quien hizo una comparación de los planteamientos de
Francisco de Vitoria con Francis Fukuyama, Samuel Huntington y Robert
Kagan. La profesora Díaz propone la idea de communitas orbis como un
pilar para constituir el nuevo orden internacional63.

La recepción desde Historia a Debate como red historiográfica


latina
La Red Académica Internacional de historiadores Historia a Debate, e pese
a no estar erradicada en América Latina, muchos de sus integrantes sí lo
están. Es una red académica que dedicó al particular un espacio en su
Primer y segundo Congresos64
El coordinador de la red, Carlos Barros, tachó la tesis de Fukuyama de
inteligente e intuitiva, puesto que la aceleración de la historia supuso un
recomienzo de la Historia en 1994 con la revuelta de Chiapas, continuada
en la guerra de la OTAN, Seattle, 11-S, etc., con lo que las profecías
finalistas no se habrían cumplido y la Historia continuaba. El I Congreso
Internacional Historia a Debate se hizo eco en 1993 del amplio debate
que había suscitado la tesis de Fukuyama dedicándole ponencias y mesas
redondas65. Miguel A. Cabrera, reflexionó sobre la idea de detención de
la historia real y la imposibilidad de modificar el modelo social vigente
desde diferentes perspectivas con una gran finura intelectual. Estas
consideraciones eran complementadas por Juan Manuel Santana, quien
era muy preciso cuando exponía que el momento histórico había llevado
a todos el pesimismo, pero no era más que el final de una época en la que
la historia se aceleraba y eso se plasmaba en los enfrentamientos entre el
Imperio americano y el Tercer Mundo, con lo que debíamos de tomar en
serio a Fukuyama66.
62. Miguel Barbero Alzamora, ¿El fin de la tontería?, Ediciones de Juan Darién, Uruguay, 1993.
63. Barbara Díez, El internacionalismo de Vitoria en la era de la globalización, Cuadernos de Pensamien-
to Español, Pamplona, 2005.
64. Ver Actas del II Congreso Internacional Historia a Debate, Santiago de Compostela, 2000; en cuan-
to a los seminarios visitar la página y en cuanto a los artículos ver las Actas y diferentes artículos
del Grupo Manifiesto.
65. Carlos Martínez Shaw, «En final de la historia», en Actas I Congreso Internacional Historia a Debate,
Santiago, 1995, p. 36; también publicado en Carlos Martínez Shaw, «Tres puntos débiles», en «Te-
mas de nuestra época», El País, jueves 29 de julio de 1993, p. 6.
66. Miguel A. Cabrera, «La historia y las teorías del fin de la historia» en Actas I Congreso Internacional Historia
a Debate, Santiago, 1995, p. 211. Juan M. Santana, «La historia en el fin de una época o el secuestro de
Clío», en Actas I Congreso Internacional Historia a Debate, Santiago, 1995, pp. 254-255. Ver Carlos Barros,
«La historia que viene», Actas I Congreso Internacional Historia a Debate, Santiago, 1995, pp. 109-110.
Congreso Internacional 1810-2010: 200 años de Iberoamérica - 1539

Conclusiones de la historia del presente como


encrucijada historiográfica
Hay que señalar que la historia del presente no significa sólo el retorno de
la historia política (aunque sí en parte) puesto que muchos de sus trabajos
están enmarcados en lo que podríamos denominar Nueva Historia Política
o incluso vinculada a la nueva historia conceptual67. Lo político tiene una
gran dimensión en la historia del presente e incluso documentación de
origen no político se lleva a una interpretación política68. En tal sentido, es
necesario desarrollar una historia del presente o inmediata de lo cultural,
de lo intelectual y de lo social de las ideas69, para lo cual son necesarios
nuevos enfoques, el aprovechamiento de la nueva documentación
audiovisual y fotográfica, así como la apertura a temas más culturales. En
ese sentido, los Cultural Studies pueden aportarle a la historia del presente
la preocupación por la cultura desde abajo, por lo marginal, por lo teórico
más allá de lo político70. Así lo sustantivo en la historia del presente serían
las cuestiones relativas a la evolución política de los diferentes países y sus
traumas memorísticos en torno a sus procesos dictatoriales o experiencias
bélicas (Francia, Alemania, Italia, Portugal, España, Argentina, Uruguay,
Chile, El Salvador, etc.).
Las historias del presente tiene unas fechas de acotamiento móviles
que varían según el interés del historiador y según su distancia con el
propio presente, con lo que la historia crea el tiempo y no es el tiempo el
que crea la historia. El presente se tiene que redefinir en cada momento y
coincide con el tiempo experimentado y construido por cada historiador.
Temporalmente, el presente histórico es un tiempo móvil que no puede
confundirse con una época. La historia del presente es siempre una
temporalidad y una historia concreta y una historia cuyos límites serán
permanentemente móviles. Por tanto, las historias del presente están
definidas en referencia a fechas movibles, construcciones narrativas y
explicativas no teleológicas, superando el eurocentrismo de otras formas
de hacer historia, buscando la pluriversalidad y la complejidad71.
En cuanto a la relación de la historia del presente con el espacio es más
complicado. En un nivel teórico, la historia del presente es un «no lugar»
67. Ver Francois Bédarida, «Definición, método y práctica de la Historia del Tiempo Presente», Cua-
dernos de Historia Contemporánea, nº 20, 1998, pp. 19-27.
68. Ver Ángel Soto Gamboa, «Historia del Presente: Estado de la cuestión y conceptualización», His-
toria Actual Online, Nº. 3, 2004.
69. Israel Sanmartín, Un mundo global. A historia mundial dende 1989, Santiago de Compostela, Lóstre-
go, Santiago, 2008.
70. Como se está empezando a hacer en el IHTP en algunos seminarios, ver www.ihtp.cnrs.fr.
71. Es de referencia el trabajo del profesor Baschet: Jérôme Baschet, «La historia frente al presente
perpetuo. Algunas reflexiones sobre la relación pasado/futuro», Relaciones. Revista del Colegio de
Michoacán, Vol. 24, nº 93, pp. 213-242.
1540 - XIV Encuentro de Latinoamericanistas Españoles

al ser un espacio móvil, público y en continua construcción. Al mismo


tiempo es un espacio al que llegan las diferentes memorias del pasado
tanto en sus usos públicos como en sus usos privados, con lo que es una
encrucijada teórica pero también académica, puesto que se encuentra a
caballo entre la teoría y un área contemporánea a la que no pertenece,
con lo que institucionalmente es un «no lugar» también. En cuanto a su
dimensión práctica, la historia del presente puede estar vinculada tanto
con la historia global/mundial como con cuestiones más puntuales o de
escalas diferentes, al ofrecer un marco teórico nuevo y una perspectiva
disciplinar que funciona con nuevos parámetros.
En el debate sobre el neoconservadurismo asistimos una vez más a
una división internacional del trabajo intelectual, donde unos crean y
otros reproducen, unos opinan y otros primero mimetizan esas opiniones,
con lo que la geografía, y la idea que tenemos de Norte/Sur se reproduce
de alguna forma desde lo intelectual.. Así, existen grandes centros de
producción donde se crean los temas y se distribuyen por medio de
los canales informativos capitalistas y occidentales a todo el mundo
(colonización epistemológica). Esa información se recibe en los centros de
recepción donde se reproducen como grandes novedades y las aportaciones
que se hacen desde estos centros periféricos nunca llegan a los centros
de producción, con lo que no hay un debate verdadero. Podemos hablar
de que existe una auténtica historia inmediata, donde se reflexiona sobre
lo que está aconteciendo desde el punto de vista del propio investigador
manejando diversas fuentes de información (prensa, medios audiovisuales,
informes gubernamentales, Internet, etc.) y los diferentes estratos del
tiempo, ya que el mismo presente ofrece un tiempo estratificado. No es lo
mismo el tiempo en el contexto de producción que en el de recepción y
reproducción, así como tampoco son iguales los contextos. De esa relación
entre tiempos, contextos históricos (intelectuales, políticos, sociales,
etc.) y espacios surge una nueva forma de entender la historia, en la que
debemos de poner en reflexión la relación entre los diferentes tiempos
presentes, sus contextos y sus espacios, en el sentido que lleguemos a
una pluralidad de enfoques en los que se puedan entremezclar esas tres
matrices. De tal forma, podemos hablar de la interacción de lugares,
tiempos y contextos, en plural, puesto que son varios. Espacios, por los
diferentes lugares desde los que se produce, se reproduce y se piensa la
tesis; tiempos, porque cada espacio lleva asociado un tiempo «inmediato»
diferente y unos acontecimientos que se desarrollan de forma local
pero también que interaccionan con lo que está sucediendo en los otros
espacios y contextos. Así, las tesis neoconservadoras se desarrollan en
un ambiente político determinado pero tienen que interaccionar con
los diferentes contextos intelectuales, geográficos, políticos e históricos
Congreso Internacional 1810-2010: 200 años de Iberoamérica - 1541

locales, que producen sus propias reflexiones sobre el tema, como hemos
visto aquí. Por tanto, debiéramos de considerar toda esta cuestión como
dividida en diferentes planos. Por un lado, todo lo relativo a aquello que
tiene como eje a los acontecimientos, lo que supone pensar la tesis desde
la historia inmediata, por otro lado toda la cuestión ideológica asociada a
los contextos y los espacios, y por último, un plano relativo a lo intelectual
donde reflexionamos sobre autores, ideas y conceptos. Por tanto, historia
inmediata, geoepistemología e historia intelectual como puntos de
partida para un nuevo entendimiento de las diferentes relaciones espacio/
tiempo, en los que el tiempo no tiene que construirse en base a un fin,
donde el espacio no tiene que estar acotado de antelación y las ideas
tienen que ser discutidas en los diferentes contextos intelectuales. Por
lo tanto, tanto el tiempo, como el espacio como las ideas, son móviles y
sujetas al devenir de la historia que debe de ser interpretado no en base a
cadenas ideológicas preestablecidas, sino al albur de los propios cambios
históricos en donde tanto el tiempo, como el espacio, como las ideas están
en continua construcción. Por tanto, los diferentes presentes tenemos que
entenderlos como el resultado de la degradación entre lo local, lo colonial
y lo epistemológico, es decir lo complejo como punto de encuentro entre
todo ello.
En consecuencia, la historia del presente e historia inmediata
latinas han realizado aportes tanto desde el punto de vista práctico en
sus investigaciones, como teóricas en lo que hemos señalado, como en
la interactuación de los historiadores en su campo. Entonces, podemos
concluir que ha habido una cierta colonización historiográfica pero
también un aporte desde otras historiografías más periféricas que no se
han ceñido a una mera recepción acrítica de las ideas matrices francesas.

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