Sunteți pe pagina 1din 2

Universidad Nacional de Colombia

Sede Bogotá
Facultad de Ciencias Humanas
Programa de Sociología
Asignatura: Teoría sociológica: Norbert Elias
Oscar Andrés Sánchez Mojica

Escrito reflexivo sobre la introducción, el prólogo de Norbert Elías y el prefacio a la tercera


edición, de Gina Zabludovsky. Del proceso de las civilizaciones.

Sociogénesis y psicogénesis de los estados del sur global


El proceso de civilización de los hoy llamados países del sur global se relaciona con la
globalización de la economía y la mundialización de la cultura europea iniciada en el siglo
XV, este es un proceso de sociologización de los pueblos y naciones conquistados y
sometidos a la lógica de composiciones sociales occidentales que transformaron sus
realidades para servir a los intereses del imperialismo, bajo la razón instrumental de un
capitalismo en desarrollo hasta nuestros días.
Impulsados por algo que podríamos llamar la occidentalización del mundo, los pueblos
sometidos tuvieron que enfrentar un proceso de descivilización de su propia realidad y se
vieron abocados a un proceso de civilización que aun hoy continúa, en el cual, la dirección
de los vectores de cambio en algunos momentos y lugares coincide y en otros no.
La ciudad es el lugar civilizatorio por excelencia, donde se privilegiaron los valores
culturales, políticos, religiosos, idiosincráticos y de comportamiento provenientes de la
civilización occidental y que hoy, son patrimonio de la vida urbana moderna. En lugares
principalmente rurales resisten las tradiciones de pueblos originarios, en consecuencia, el
proceso civilizatorio es mucho más lento, casi que aletargado, pero inexorable, dando como
resultado en los dos casos un mestizaje civilizatorio.
En los países del sur global el proyecto de consolidar un estado nación, en el mejor de los
casos se ve inconcluso, a razón de la incapacidad de los estados poscoloniales de lograr un
monopolio legítimo de la violencia física y la consecuente ingobernabilidad de territorios
que hacen parte de los estados y donde fuerzas armadas paramilitares o insurgentes se
enfrentan por el control político y militar de territorios.
Económicamente son estados dependientes de las políticas de los organismos multilaterales
como el FMI, el BM, el BID, entre las instituciones más poderosas en la preservación del
orden financiero global. Estos estados también son dependientes no solo de un modelo
mono exportador de materias primas, sino de las economías ilegales ligadas al narcotráfico,
el tráfico de armas y la trata de personas; sumado a la informalidad del sector económico
como la regla por excelencia, con la consecuente deficiencia en la recaudación de
impuestos, la baja bancarización y la precarización del trabajo que ha terminado por
engendrar una nueva clase social, el precariato.
En este escenario, la psiquis del hombre conquistado en proceso de civilización se
encuentra en un proceso de adaptación cultural de cinco siglos que desde su sociogénesis
concibe la cultura occidental como el fin último de la humanidad y que, ha desarrollado
todo un entramado sistema de dominación donde las ciencias humanas han sido una
estrategia de fundamentación y justificación de la política de conquista y sometimiento de
los pueblos y naciones del mundo.

Este privilegio cultural de la occidentalización es una estrategia de distanciamiento y


segregación social sobre los pueblos conquistados que, en el caso de la corona española, les
reconoció como naciones indias y se les permitió conservar algo de sus interrelaciones y
procesos sociales, pero se les ubicó jerárquicamente muy por debajo de la cultura europea,
lo que permitió instaurar un proceso de cambio social a larga data promovido en las
antípodas de la distinción y la imitación, del desprecio y el sometimiento. Origen de nuestro
rancio elitismo social.
Aun peor, a los hombres y mujeres sometidos a la esclavitud se les negó cualquier
condición de humanidad, de cultura, no fue sino hasta tiempos de la república cuando el
proceso civilizatorio esgrimió las banderas contra la esclavitud, respondiendo,
probablemente a nuevas formas de producción que emergieron con la revolución industrial,
las cuales, implicaban una racionalización de la producción y por ende del trabajo y de la
fuerza de trabajo. Pero no fue en honor a la humanidad de los esclavos que se les libero.
Tanto así que, después que la república otorga la ciudadanía a indígenas y esclavos, no con
poca resistencia de los señores feudales y de pueblos indígenas, al final continuaron solos,
es decir que, buena parte del proceso de aculturación de los pueblos y esclavos ha sido
emprendido por ellos mismos.
Es aquí, donde el papel de la mujer se expone en su faceta pedagógica de agente
aculturizador, es ella la que tiene un más fácil ingreso al mundo civilizado occidental, como
parte del servicio de sus señores occidentales o ya criollos puede copiar los modales y
costumbres y adaptarlos en su cotidianidad.
De esta manera las naciones conquistadas vieron descivilizado su mundo y con la
imperante necesidad de apropiarse, de aprender las nuevas normas y formas de
comportamiento, las estrategias de valor social, las creencias y el idioma de sus
conquistadores, en un proceso de adaptación psíquica y de cambio de las composiciones
sociales que estructuran la vida moderna,

S-ar putea să vă placă și