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FACULTAD DE DERECHO
ESCUELA DE DERECHO
__________________________________
ASIGNATURA
DERECHO PENAL I – PARTE GENERAL
ESTUDIANTES
- RIVAS ROJAS, WIILIAMS
- YAIPÉN, PAMELA
- MARTÍNEZ MIGUEL
- ROJAS VÁSQUEZ, LUZDIMAR
TEMA
LA ACCIÓN PENAL
ASESOR
ORLANDO BUSTAMANTE, WILMER
MODALIDAD
MONOGRAFÍA
SEMESTRE ACADÉMICO
2015-II
DEDICATORIA:
A nuestros padres, que nos dan la oportunidad de seguir nuestros estudios superiores y
ser, algún día, virtuosos agentes de la justice.
AGRADECIMIENTO:
A Dios, por darnos la vida y permitir que sigamos su camino, a nuestro profesor
Orlando por brindar las asesorías oportunas para el éxito de nuestra investigación.
ÍNDICE:
RESUMEN:
INTRODUCCIÓN:
Esto quiere decir que el concepto de acción penal en el ejercicio del poder que
está asignada a una institución del Estado como monopolio de la violencia
legítima. La naturaleza de la acción penal es punitiva con base en el sistema
jurídico existente. Además tiene un carácter de procedimental, en cuya
característica radica la imparcialidad de su aplicación.
1
MORENO CATENA. V., Introducción al Derecho procesal. 64p.
2
HURTADO POZO, José. Manual de derecho penal. 165p.
CAPÍTULO I
CAPÍTULO II
8. Elementos de la acción
8.1. El impulso volitivo
8.2. Conducta corporal externa
8.3. El resultado
9. Formulación doctrinal de la teoría de la acción
9.1. Finalidad de la acción penal
9.2. Escencia de la actividad final
9.3. Fundamento de la actividad final
10. La Teoría de la acción
10.1. Tipos dolosos y tipos culposos
10.1.1. La distinción en partes objetiva y subjetiva
10.1.2. La imputación objetiva
10.1.3. Los límites de la imputación del resultado
11. Diferencias entre la acción civil y la acción penal
Primero, debemos señalar que aun cuando se hable de acción penal y acción
civil, la acción siempre será pública. Sin embargo, para efectos distintivos, la
doctrina dice que cuando se presenta la comisión de un hecho ilícito, se derivan
dos acciones: una, puede generar peligro para los bienes o intereses jurídicos
colectivos de la sociedad, y la otra, puede dañar o lesionar o dañar bienes
jurídicos o intereses particulares3. De modo que hablamos de dos cuestiones.
A nuestro parecer, las diferencias entre acción civil y acción penal son las
siguientes:
3
CASTILLO SOBERANES, Miguel. El monopolio del ejercicio de la acción penal del Ministerio Público en
México. 43p.
4
CASTILLO SOBERANES, Miguel. El monopolio del ejercicio de la acción penal del Ministerio Público en
México. 44p.
Entre los antecedentes históricos de la titularidad de la acción penal encontramos
que en sus orígenes aquélla recayó en la persona del ofendido (acusador privado
del sistema germano antiguo), en una pluralidad de personas en el sistema de la
acusación popular del derecho ateniense.
Luego vendrían seis siglos de dominio del sistema inquisitivo que predominó en
Europa (siglos XIII al XVIII), período durante el cual todas las facultades estaban
centralizadas en la persona del monarca.
5
SALAS, C. La acción penal.
6
CASTILLO SOBERANES, Miguel. El monopolio del ejercicio de la acción penal del Ministerio Público en
México. 44p.
Es de carácter público porque repercute en el medio social, es así que teniendo
interés el estado en eliminar conductas antijurídicas que se pueden acoger a más
sectores de la población – deciden que el Fiscal haga la debida intervención
para la tutela de los bienes jurídicos en primer lugar de la víctima y, en segundo
de la sociedad, esto es, que si no se detiene el mal que se acrecienta en la
sociedad, entonces, finalmente acabará por entrometerse profundamente en el
medio, haciendo difícil su combate, es de interés común en ese caso, de ese
modo queda justificada la intervención del estado en las conductas antijurídicas
de las personas.
11.1.1.2. Oficialidad
Por tener carácter público, su ejercicio se halla monopolizado por el Estado a
través del Ministerio Público, titular de la acción penal y que actúa de oficio, a
instancia de la parte agraviada, por acción popular o por noticia policial (con
excepción de los delitos perseguibles por acción privada). El Ministerio Público
tiene la facultad de perseguir de oficio (oficiosidad) el delito sin necesidad de
denuncia previa o por noticia de la comisión de un hecho delictivo. La oficialidad
y oficiosidad son características que tienen un mismo origen: el monopolio del
Estado en la persecución del delito7.
Los participantes del ilícito son acusados indistintamente por la acción contra el
bien jurídico tutelado por el derecho penal, de ese modo queda salvaguardado
por la ley y sancionado por las misma.
11.1.1.4. Obligatoriedad
La obligación por parte del Ministerio Público de ejercitar la acción penal ante la
noticia de la presunta comisión de un hecho ilícito.
7
SALAS, C. La acción penal
8
CUBAS VILLANUEVA, Víctor y otros. El proceso penal. 123p.
Una vez promovida la acción penal sólo puede concluir con una sentencia firme
condenatoria o absolutoria o con un auto que declara el sobreseimiento o no
haber lugar a juicio oral o declara fundada una excepción. No hay posibilidad de
desistimiento o transacción, como ocurre en el caso de los procesos iniciados
por acción privada o en los casos en los que se aplican los Criterios de
Oportunidad. Esta característica es la que distingue la acción pública de la
privada.
11.1.2.1. Voluntaria
En el acto de promover la acción penal privada prima la voluntad del titular. De
ese modo este es el que decide si actúa o no en contra del agresor puesto que
depende de su voluntad, entonces no hay intervención del estado hasta que no
decida accionar y poner en funcionamiento los entres encargados de tutelar sus
bines jurídicos dañados con la posibilidad de que sean devueltos o resarcidos.
11.1.2.2. Relativa
La acción penal privada es relativa, por cuanto la administración de todo el
proceso penal y, sobre todo, la capacidad de ejercitar el ius puniendi está en
manos del Estado, el particular tiene por tanto sólo facultades que se enmarcan
dentro del control penal estatal10.
9
CUBAS VILLANUEVA, Víctor y otros. El proceso penal. 124p.
10
SALAS, C. La acción penal
Este principio tiene su fundamento en que invariablemente debe ejercitarse la
acción penal, siempre y cuando se tenga por satisfechos ciertas condiciones
mínimas o determinados presupuestos, siendo por tanto, obligatorio el ejercicio
de la acción, siempre y cuando, se encuentren las condiciones de Ley
satisfechas y por ende, es entendible que el órgano acusador se supedita a la
Ley misma11.
Es del todo claro y conciso que el Estado a través del Ministerio Público será el
protector de la sociedad, y que cuando se vulneren ciertos valores de esta, se
estará en la posibilidad del ejercicio de la acción penal.
Por lo tanto, al analizar una situación concreta a un hecho concreto, se tiene que
discernir los presupuestos necesarios y concurrentes que calcen en la normativa
correspondiente con la que se pretende acusar al presunto sujeto que ha
cometido una ilicitud, si el supuesto cabe en un tipo penal entonces se da pie en
la investigación, no se puede acusar si no hay norma que ampare tal decisión
del Fiscal, por lo tanto, no hay pena sin ley.
11
FRANCO VILLA, José. El Ministerio Público Federal. 122p.
12
CUBAS VILLANUEVA, Víctor y otros. El proceso penal. 135p.
13
FRANCO VILLA, José. El Ministerio Público Federal. 123p.
14
Ídem.
Frente al principio de legalidad se sitúa su antitético, es decir, el principio de
oportunidad por el cual los titulares de la acción penal están autorizados, bajo
ciertos presupuestos previstos por la ley, a hacer uso de su ejercicio, evitando
o impidiendo la persecución penal de hechos punibles. En definitiva el principio
de oportunidad supone que, en determinados supuestos, aunque el hecho
tenga naturaleza penal y el autor sea con probabilidad culpable del mismo, no
se producirán otras actuaciones que aquella, conducente a evitar o cesar el
ejercicio de la acción penal.
15
FRANCO VILLA, José. El Ministerio Público Federal. 125p.
inmediatamente anterior se haya tenido dicho control (actio libera in causa) y
fuese exigible la evitación del resultado típico16.
La alteración de la conciencia se define comúnmente en derecho penal como:
actuación anormal de un sujeto de derecho que al no tener en orden sus
facultades de discernimiento le es poco posible o no posible obtenerse a realizar
u omitir una conducta punible penalmente.
13.1. Hipnotismo
16
CUBAS VILLANUEVA, Víctor y otros. El proceso penal. 89p.
17
JIMÉNEZ DE ASÚA Luis, Tratado de Derecho Penal.
18
REYNALDI ROMÁN, Roberto. “la doctrina de la actio libera y su aplicación en el derecho penal
peruano”.8p.
de este modo no puede ser imputado como conducta antijurídica cuando de este
se desate un ilícito.
13.3. Embriaguez
Al respecto, el artículo 20, inciso 1 del Código penal peruano, establece que:
“Está exento de responsabilidad penal: el que por anomalía psíquica, grave
alteración de la conciencia o por sufrir alteraciones en la percepción, que afectan
gravemente su concepto de la realidad, no posea la facultad de comprender el
carácter delictuoso de su acto o para determinarse según esta comprensión”.
De lo anterior, se deduce que: cuando un sujeto no está en sus plenas facultades
de discernimiento, pues no es imputable su conducta antijurídica, y al contrario
a su vez; a esto, cabe revisar las reglas de tránsito, para verificar a partir de qué
momento se considera punible o no una conducta.
ANÁLISIS DE LA SENTENCIA EXP. N.° 02407-2011-PHC/TC19 LIMA
Refiere que no ha tenido conocimiento del proceso penal del que se le sigue y
que recién toma conocimiento el 26 de julio del 2010.
19
Obtenido en: http://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2011/02407-2011-HC.html
Estado auto limita su potestad punitiva; orientación que se funda en la necesidad
de que, pasado cierto tiempo, se elimine toda incertidumbre jurídica y se
abandone el castigo de quien lleva mucho tiempo viviendo honradamente,
consagrando de esta manera el principio de seguridad jurídica”.
Respecto a este razonamiento, es necesario destacar, que el suceso que no
tiene en cuenta el derecho pero que presuntamente sucedió en una época
pasada no quiere decir que la misma no haya sido punible ni tampoco que no lo
sea en la actualidad, el verdadero sentido que le da este colegiado es la tutela a
quien no fue puesto a disposición de la justicia en el debido tiempo, de modo que
tiene relevancia recordar el legítimo interés de la persona o del ministerio público
que debió hacer accionado en su respectivo momento, en esa situación se
destaca que no es punible un hecho que haya pasado el tiempo de su
investigación.
Seguidamente, no solo existen uno sino varios motivos por los cuales se exime
de responsabilidad penal a un sujeto que ha infringido el derecho, por ejemplo,
y de acuerdo con la resolución de este colegiado – se extingue la actio poena en
su potestad amparada por ele estado y en virtud de las cuales se auto limita su
potestad punitiva a las causas naturales (muerte del infractor), criterios de
pacificación o solución de conflictos sociales que tienen como base la seguridad
jurídica (cosa juzgada o prescripción), o razones sociopolíticas o de estado
(amnistía).
En este orden de ideas, resulta lesivo accionar contra el plazo razonable que
caduca la imposición de la pena, así es que estamos de acuerdo en que no debe
proceder la denuncia incoada contra el recurrente – todos tenemos igualdad en
derechos y al no haber discriminación nos fundamentamos en que no debe ser
aceptado el proceso por la seguridad jurídica que concede el estado.
Es por esos motivos y por el siguiente (que debido a que los hechos ocurrieron
en el año 2006 y no habiendo accionado el ministerio público en esas
circunstancias es que se ha vencido el plazo para accionar debido a que ahora
estamos según la denuncia en al año 2011 de modo que han transcurrido ya
cinco años – y la acción penal prescribe, en todo caso, cuando sobrepasa la
mitad del tiempo ordinario del plazo de prescripción y este es de 4 años; de este
modo tomamos en consideración el fundamento 14 de la sentencia y calculamos
que ya ha pasado más de dos años para el cumplimiento del plazo de
prescripción de la infracción cometida por el denunciado, es así que queda
salvada dicha pretensión en manos del Tribunal Constitucional) que damos por
concordar con la resolución de este colegiado a la luz de la justicia y en amparo
de la ley.
14. Conclusiones