Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
32En
numerosas ocasiones hemos hablado de lo importante que es que no se produzca
catabolismo muscular en nuestro organismo. Pero, ¿realmente sabemos lo qué es y
como se puede solucionar este problema?
Este proceso nefasto para nuestro cuerpo se produce cuando no dotamos al organismo
de las proteínas necesarias que se encuentran en carnes, pescados, huevos, leche...
y que son el componente fundamental del tejido muscular. Muchas veces caemos en el
error cuando iniciamos una dieta de adelgazamiento de comer poco y mal acabando de
esta manera con nuestro tejido muscular y perdiendo tanto el tono como la fuerza.
Nuestros músculos son un relleno que hace que nuestro cuerpo funcione y podamos
movernos con normalidad. Si nuestro organismo comienza un proceso de catabolismo
muscular, lo que conseguiremos será acabar con nuestra fuerza concentrada en los
tejidos musculares, y además, obtendremos una imagen insana. Nuestra piel se
quedará colgando y sin relleno.
Es (según sus creadores) la solución definitiva a una mala calidad de vida que sólo
necesita llevarse a cabo durante 30 días seguidos en los cuales, quedan eliminados
alimentos con azúcar y el azúcar propiamente dicho, los edulcorantes, el alcohol,
los cereales (incluso integrales) y sus derivados, las legumbres, las patatas
blancas, los lácteos y derivados y todo aquello que tenga sulfitos, nitratos o
transgénicos.
La dieta es entonces sin gluten, sin azúcares añadidos y muy reducida en alimentos
procesados, pues si bien se desaconsejan, se pueden incluir productos específicos
como mantequilla clarificada, aceite y leche de coco o aceitunas en conserva.
Además, eliminar grupos de alimentos como los cereales que son en general
placenteros y socialmente muy aceptados puede perjudicarnos y volver poco
sostenible la propuesta así como poco flexible por impedirnos comer y compartir
alimentos con otros.
De hecho, el propio programa whole30 señala que las dos primeras semanas (la mitad
de su duración) serán realmente duras y eso se debe a la ausencia total de
alimentos cotidianos que son buenas fuente de energía así como a la falta de
preparaciones culturalmente aceptadas y muy habituales en nuestra dieta.