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El concepto de política a través de la historia

La evolución del concepto de la política

A lo largo del tiempo, el concepto de la política ha tenido grandes cambios en cuanto a su


fin. El enfoque de ésta ha mutado de acuerdo al contexto de la historia, la filosofía y la
religión

1. Desde la época clásica, donde nacen los primeros estudios de la política, el sostén
de ésta iba en directa relación al bien común, por lo menos en teoría y muy bien
arraigada para los contemporáneos de esa época.
2. Estado Moderno, estoy hablando del siglo XV-XVI en adelante, cuando estaba aún
muy incipiente la idea- pero que ya estaba concurriendo- la existencia de un
gobierno común y el sentimiento de identificación cultural y nacional de sus
propios habitantes, con esto nace la diplomacia; la prestación de servicio que da el
señor feudal al ceder sus derechos individuales a cambio de una serie de
privilegios, dentro de estos, la defensa. Así vemos transcurrir que el concepto de
política ha sido muy voluble a lo largo del tiempo.
3. A finales del siglo XVIII observamos la creación (y bien dicho creación, al estilo
kantiano hablando) del Estado liberal, donde sus referentes son muchos los que
hicieron su principal sentimiento a la razón, tal es el caso de: Montesquiev,
Diderot, Rosseau, Locke, Hobbes, etc. Cabe recordar, que este Estado Liberal nace
de una detracción perentoria al sistema monárquico-feudal, y que su máximo
esplendor se obtuvo cuando el Rey francés Luis XIV, señala: “L\'État, c\'est moi” (El
Estado soy yo).

Nota dejarles tarea

Línea de tiempo la evolución de la política en historia, desde la antigüedad ( época de


platón Sócrates) política en roma, política en la edad media, política en la ilustración, en
las revoluciones industrial y francesa, en las guerras mundiales I y II, y en la
contemporaneidad.

Formas de pertenencia en política: pertenencia ideológica, pertenencia nacional,


pertenencia partidista

La pertenencia ideológica
Pertenencia ideológica:

Implica diversos sistemas de pertenencia comunitaria o colectiva. La ideología es una de


las imperceptibles formas de cohesión social; involucra identidades espirituales y de
conducta bien definida que hacen cultura colectiva, es decir, formas concretas de
referencia para el comportamiento social, prácticas cotidianas con sentidos determinados.
Sus expresiones han sido diversas en la historia: liberalismo, conservatismo, socialismo,
ecologismo, comunitarismo, estatismo.

¿Qué mecanismos de producción ideológica tenemos?

La escuela, la religión los modernos medios de comunicación son mecanismos de


producción ideológica.

Pertenencia nacional: Otra expresión político-práctica de la pertenencia es la nación.


Envuelve determinaciones políticas, geográficas, civiles, especificidades de identidad en
territorios definidos. La gran mayoría de la personas somos nacionales de un país. Esto
tiene unos significados concretos en términos del carácter de la pertenencia, de las
libertades, de la ciudadanía, de las posibilidades de ser reconocidos en el ámbito
internacional; pero, igualmente, en términos ideológicos y culturales, identificados como
etnia, lengua, religión, idiosincrasia. La nación es una identidad político-cultural que
constituye vínculos de pertenencia entre las persona.

Pertenencia partidista: Los partidos, grupos o movimientos sociales igualmente expresan


este sentido de pertenencia de la política, pues son organizaciones dinámicas del interés
colectivo.

Dimensión constitutiva de la política

Dimensión política de la ciudadanía:

Consiste en los derechos y en las responsabilidades de asociación y de participación en el


ejercicio del poder político como miembro de órganos o instituciones investidas de
autoridad política (Ejecutivo y Legislativo) o como elector de los miembros de ellos. Gira
en torno a las relaciones de poder y a la intervención del individuo en ellas. Ello implica
que la ciudadanía política se desarrolla a partir de la transformación de la dominación
política o poder político en la autodeterminación del ciudadano (Habermas, 1994). Con
base en ella, los miembros de un Estado nacional tienen la capacidad jurídica de concurrir
a su vida política, participando en las formas democráticas que permiten la toma de
decisiones (Carbonell, 2005; 25 y nota 49).

Conceptos básicos: Poder, autoridad y gobierno. - Los poderes públicos.

El poder político:

El poder hace a la esencia de la vida política, implicando una relación de mando y


obediencia. Tener poder es la posibilidad de producir consecuencias intencionalmente en
otro u otros, a través de ciertos medios físicos o ideales. El poder político siempre se
desarrolla entre seres humanos. El poder es una energía que logra la obediencia por
medio de promesas de premios o amenazas de castigos. Es un poder público pleno
monopolizador de la coacción, para evitar la venganza privada.

La autoridad política

La autoridad política o soberanía es la autoridad que corresponde a la sociedad política o


Estado. Se define como acabamos de hacer, diciendo que es el derecho o facultad moral
de dirigir eficazmente la acción social de los ciudadanos al bien común de la sociedad
política. Le corresponde, como veremos, la potestad de jurisdicción.

No se puede entender adecuadamente la Autoridad política, sino en función del bien


común de la sociedad política. De tal manera que el fin de la sociedad política es la norma
y medida de todos los derechos y deberes, que competen y configuran la autoridad
política. Según la interpretación que se dé del fin de la sociedad política, así será la
concepción que se tenga de la autoridad política y de su función en concreto.

Los poderes públicos

Montesquieu, con su obra El espíritu de las leyes, define el poder como función y como
órgano. Allí, se describe una división de los poderes del Estado en el Ejecutivo,
representado por el Gobierno, el Legislativo, personificado por el Congreso, y el Judicial,
por los Tribuales de Justicia
La base fundamental de este concepto entonces, es prevenir que una rama del poder se
convierta en suprema y más bien hacer que cooperen mutuamente para el buen
funcionamiento del Estado, a través de un sistema donde se garanticen los balances y
contrapesos entre las ramas del poder, característica ineludible en un Estado de Derecho
propio de las democracias liberales.

Aunque en últimas esto pretende generar una serie de reglas de procedimiento que
permitan que una de las ramas limite la otra, en sistemas presidencialistas la separación
total de poderes es imposible y tampoco es deseable.

Formas de gobierno y poder.

Tipo de Gobierno

El Gobierno normalmente se con tipo de legisladores, administradores y árbitros. El


gobierno es el medio por el cual se hace cumplir la política del Estado, así como el
mecanismo para la determinación de la política del Estado. Los gobiernos pueden
clasificarse en varios tipos.
Algunas de los tipos más comunes de los gobiernos son:

Democracia - Tipo de Gobierno


La palabra "democracia" significa literalmente "gobernados por el pueblo". La democracia
es un tipo de gobierno en el que todos los ciudadanos elegibles tienen el mismo peso en
las decisiones que afectan sus vidas. La democracia permite a los ciudadanos elegibles a
participar por igual, ya sea directamente o a través de representantes elegidos en la
creación de leyes.

República - Tipo de Gobierno


Literalmente una democracia es imposible en un tipo político que contiene más de unas
pocas personas. Todas las "democracias" son realmente repúblicas. En una república, el
pueblo elige representantes para elaborar y hacer cumplir las leyes. Una república es
dirigida por los representantes de los votantes. Cada uno está individualmente elegido por
un período de tiempo determinado.

Monarquía - Tipo de Gobierno


Una monarquía es un tipo de gobierno que consiste de un rey o una reina que a veces
tiene el poder absoluto. El poder se pasa a lo largo a través de la familia. A veces, un rey se
llama "emperador", sobre todo si hay un gran imperio, como China antes de 1911. No hay
grandes monarquías hoy. El Reino Unido, que tiene una reina, es en realidad una república
porque la reina no tiene prácticamente ningún poder político.

Aristocracia - Tipo de Gobierno


Una aristocracia es un tipo de gobierno de los aristócratas.
Los aristócratas son típicamente personas ricas y educadas.
Muchas monarquías realmente han sido gobernadas por aristócratas.
Hoy en día, por lo general, el término "aristocracia" se utiliza negativamente al acusar a
una república de estar dominada por los ricos, como diciendo: "Estados Unidos se ha
convertido en una aristocracia".

Dictadura - Tipo de Gobierno


Una dictadura consiste en estar gobernada por una persona o un grupo de personas. Muy
pocos dictadores admiten que son dictadores y casi siempre dicen ser líderes de las
democracias. El dictador en este tipo de gobierno puede ser una persona, como Castro en
Cuba o Hitler en Alemania, o un grupo de personas, como el Partido Comunista de China.
Esta tipo de gobierno se rige por un único líder que no ha sido elegido, y puede usar la
fuerza para mantener el control. En una dictadura militar, el ejército tiene el control. Por
lo general, hay poca o ninguna atención a la opinión pública o a los derechos individuales.

República Democrática - Tipo de Gobierno


Por lo general en este tipo de gobierno, una "república democrática" no es democrática y
no es una república. Un gobierno que oficialmente se llama una "república democrática"
suele ser una dictadura.
Las dictaduras comunistas han sido especialmente propensas a utilizar este término. Por
ejemplo, el nombre oficial de Vietnam del Norte fue
"La República Democrática de Vietnam." China utiliza una variante,
"La República Popular de China."

Totalitario - Tipo de Gobierno


Esta tipo de gobierno es gobernada por un solo partido político.
Las personas se ven obligadas a hacer lo que el gobierno les dice y también se les puede
impedir salir del país.

Teocracia - Tipo de Gobierno


Es un tipo de gobierno donde los gobernantes afirman estar gobernando en nombre de un
conjunto de ideas religiosas, o como agentes directos de una deidad.
Parlamentario - Tipo de Gobierno
Un tipo parlamentario está dirigido por representantes del pueblo.
Cada uno es elegido como miembro de un partido político y se mantiene en el poder
mientras su partido se encuentre en el poder

Anarquía - Tipo de Gobierno


La anarquía es una situación donde no hay tipos de gobierno. Esto puede suceder después
de una guerra civil en un país, cuando un gobierno ha sido destruido y los grupos rivales
luchan por ocupar su lugar.

- El poder del constituyente. - Los poderes públicos, subdivisión y distribución

El poder constituyente

El poder es un concepto que se emplea para nombrar a la potestad o la facultad para


ejercer el mando, ya sea a partir de un acuerdo previo con el mandado o a través de la
fuerza. Es posible distinguir entre diferentes tipos de poder según su alcance: así se puede
hablar de poder judicial, poder legislativo, poder ejecutivo, poder electoral, poder
moral, poder municipal, poder público y otros.

La noción de poder constituyente refiere específicamente a la capacidad de crear o de


modificar una Constitución, que es el documento que se constituye como la base de la
organización social. En la Constitución quedan estipuladas las normas esenciales que
permiten regular el funcionamiento del Estado y el desarrollo del sistema político que rige
un territorio.

Lo que “constituye” el poder constituyente, en definitiva, es el propio Estado. Los


ciudadanos, a través de sus representantes, acuerdan la política que posibilitará
establecer el orden social, garantizar los derechos de las personas, castigar las faltas, etc.
De la Constitución que se aprueba emanarán todas las leyes y normativas que serán
aplicadas cotidianamente en el territorio en cuestión.

A nivel teórico o filosófico, puede decirse que el pueblo es quien ostenta el poder
constituyente. Para aplicar y ejercer dicho poder, convoca a diversos tipos de instituciones
(como una convención constituyente o una asamblea constituyente) que están formadas
por sus representantes. Las personas que finalmente ejercen el poder constituyente en
nombre del pueblo reciben el nombre de constituyentes y suelen ser elegidas a través de
elecciones libres y abiertas.

Es posible clasificar el poder constituyente en:

* originario: se trata del poder constituyente que aparece en primer lugar y que permite la
existencia del ordenamiento político; en otras palabras, es el que hace la primera
Constitución. Por lo general, una Asamblea constituyente se desempeña como poder
constituyente originario cuando aprueba la Constitución original de un país, ya que de
esta manera establece el nacimiento del mismo desde un punto de vista jurídico.

Cuando el poder constituyente originario completa su objetivo, deja de existir; sin


embargo, dado que sus acciones deben mantenerse en el tiempo, se crea un órgano que
tiene a su cargo el desarrollo y la modificación de las mismas, y así nace el poder
constituyente denominado permanente, instituido o derivado, según las necesidades;

* derivado: se encuentra establecido en la Constitución y se encarga de las tareas


relacionadas con su reforma. Muy a menudo lo ejerce un congreso, un parlamento o una
asamblea y coexiste con los poderes Judicial, Ejecutivo y Legislativo, con la función de
elaborar las normas de la Constitución, las cuales suelen requerir un procedimiento de
aprobación distinto al de las leyes;

* abierto: es el tipo de poder constituyente que resulta de un largo proceso, que puede
tomar varios años, tal como se aprecia en la creación de la Constitución Argentina, la cual
fue concebida luego de siete años de trabajo;

* cerrado: de manera opuesta al caso anterior, se habla de poder constituyente cerrado


cuando basta con un solo acto para que se abra y se cierre, algo que suele tener lugar
para las enmiendas y las reformas a la Constitución;

* formal: según las circunstancias que afecten el ejercicio del poder constituyente, se
denomina formal si para su actuación se apoya en la ley fundamental o en procedimientos
que estén previstos por la Constitución;

* material: cuando los poderes de los cuales proviene el ejercicio del poder se
constituyeron para la emisión de disposiciones reglamentarias constitucionales;

LOS PODERES POLÍTICOS OCULTOS.

Por encima del poder político se sitúa un supra poder (de naturaleza oculta)
fundamentado en un trípode:
1. Las grandes cámaras empresariales,
2. Las embajadas extranjeras
3. Los monopolios de medios de comunicación.

El político es sólo la expresión gerencial de ese poder.

ejm
Las mayorías, alienadas y embrutecidas por el descerebramiento mediático, creen
habitualmente que "el poder" son los presidentes y los gobiernos de turno.

Esta concepción masificada, alimentada por los propios analistas de la prensa


convencional, un "Presidente" es algo así como una entidad supra independiente que
toma decisiones autónomas por encima de la trama estructural del poder económico y
empresarial.
En sus análisis (y así como hacen desaparecer la dinámica de las relaciones capitalistas) los
comunicadores del sistema presentan un escenario de conflictos cuyo eje sólo pasa por las
competencias y las guerras entre políticos y partidos.

Este enfrentamiento, entre políticos con otros políticos por el posicionamiento electoral,
por un lado, y las peleas del gobierno de turno con la "oposición", por otro, nunca se
asocia con el establishment económico (el poder detrás del trono) y marca la dinámica de
la "información" que a diario consumen las mayorías.

Por lo tanto, para el nivel promedio estadístico masivo (incluido los intelectuales) el poder
de decisión es una área de exclusiva competencia de la "clase política" y del gobierno de
turno, en perpetua lucha por el sillón presidencial y por el resto de los gobiernos
provinciales y comunales y sus áreas legislativas.

Y aquí, se produce la primera distorsión reduccionista: La estructura gerencial (los


políticos) es confundida con los patrones (el poder empresarial que controla el Estado
capitalista y todo el sistema económico productivo).
2 periodo

QUÉ ES EL ESTADO? - Dos enfoques sobre el estado - El estado en el siglo XX: el estado
intervencionista, privatización del Estado

¿Qué es el estado colombiano?

El Estado colombiano, como se menciona en la Constitución de 1991, es un Estado social


de derecho, con soberanía sobre un territorio y con autoridad para manejar las
instituciones que estén dentro de ese territorio. Colombia, como Estado, tiene prioridades
tales como asegurar que los habitantes tengan garantías para desenvolverse libremente
en el territorio, velar para que en el ámbito internacional el país sea reconocido como
Estado, así como mantener el orden social interno. Todo ello para garantizar su
legitimidad como Estado social de derecho.

Para que esto sea posible, el Estado colombiano está representado por tres poderes por
medio de los cuales trata de cumplir con las prioridades anteriormente mencionadas: el
legislativo, el ejecutivo y el judicial. Estos poderes son los encargados de guiar el rumbo
del país, cada uno con tareas definidas por la Constitución de 1991, para lograr mantener
el orden interno y, a la vez, no ser una amenaza externa.

Nota: diapositivas

Intervencionismo estatal

El intervencionismo estatal refiere a las distintas medidas y acciones que realizan los
gobiernos sobre la economía nacional. Sin embargo el término resulta ser muy amplio
puesto que este puede comprender desde la regulación absoluta (cerrada) del control del
mercado hasta una actividad económica libre en un determinado país o nación.

En otras palabras, el intervencionismo estatal hace referencia a la participación en de la


actividad pública en la economía de un determinado lugar. Esta participación puede tomar
diversos matices y rumbos; puede intervenir para asumir una directa acción, para alentar
o promover determinadas industrias y desalentar otras, para establecer un determinado
sistema tributario o de distribución de ingresos (seguridad social), para intervenir por
algún tipo de acción monopólica o para disminuir el poder de las empresas privadas y
reorientar la economía del país.

Este concepto es utilizado tanto en el ámbito económico como político. Esta acción recae
en manos del Estado. En algunos ámbitos se habla de intervencionismo cuando la acción
del Estado sobrepasa ciertos límites

La privatización del estado:

Un fantasma recorre el mundo: entre 1979 y 1991, unos 106 países transfirieron al sector
privado la propiedad o la gestión total o parcial de empresas o de servicios estatales. Pero
el fantasma no procede con igual diligencia en todas partes: En los países industrializados,
el fervor de Inglaterra para privatizar empresas (por valor equivalente al 45 por ciento de
los activos públicos) tuvo eco notable en Francia, Italia, España o Portugal, pero menos
notable en Alemania, Holanda, Australia o Japón. Lo propio ocurrió con el fervor de los 39
estados de EE.UU. que vienen privatizando la prestación de ciertos servicios básicos y de
seguridad social.

Ventajas de las privatizaciones estatales en Colombia

1) Imponer ciertos principios de competencia que todo proceso de privatización debe


llevar consigo. En este sentido, las privatizaciones deben ir de la mano de la desregulación.
De esta forma se intenta conseguir que el mercado estimule la economía, permitiendo un
mayor crecimiento económico.

2) Reducir las distorsiones económicas provocadas por las interferencias políticas en el


sector público empresarial.

3) Disminución del déficit del Estado. Con la transferencia y prestación de servicios por
parte de empresas con capital privado, los ingresos del Estado serán previsiblemente
mayores, en forma de impuestos. Las privatizaciones no suponen sólo un ingreso puntual
en el erario público como fruto de la venta. Efectivamente, las privatizaciones también
reducen el déficit público al quedar eliminados los déficits operativos.

4) Reducción de la deuda externa e interna. Es éste uno de los objetivos principales de las
privatizaciones. La existencia de beneficio en determinadas empresas públicas no es
argumento suficiente para situarlas al margen de los proyectos de privatización. Siempre
que el coste de la deuda pública sea superior a la tasa de rentabilidad que se obtiene de
las empresas públicas, una correcta privatización supondrá una mejora en términos de
financiación del sector público.

5) Contribuyen a desarrollar los mercados de capitales nacionales y locales, y mayor


participación de los inversores institucionales. Todo ello permite mayores tasas de ahorro
y de crecimiento de la economía.

6) Las privatizaciones pueden permitir extender el universo de población propietaria de


acciones (capitalismo popular) y aumentar la participación de los empleados en la
propiedad de la empresa. En este sentido, las privatizaciones no pueden ser simplemente
un negocio entre el Estado, los sindicatos y los grandes grupos empresariales. Hay que
aprovechar la oportunidad que dan las privatizaciones para que muchos ciudadanos se
vuelvan dueños (aunque sea en forma mínima) de las empresas que constituyen su
entorno

7) Entrada de capitales extranjeros. Hace algunas décadas unas pocas empresas


multinacionales, sobre todo de Estados Unidos, conseguían grandes ventajas en América
Latina explotando sus recursos naturales a partir de contratos negociados desde una
posición de fuerza.

http://lanic.utexas.edu/project/sela/privatizacion/estudios/procesos6.htm

la privatización del estado colombiano 1950 (68 años atrás)

En Colombia, los cafeteros llevan 50 años de privatización con éxito y sin ruido, pues
sus comités construyen carreteras, redes eléctricas, acueductos, hospitales y
escuelas en cerca de 300 municipios. Pero la moda mundial de los 80 llegó, como
suele acaecernos, en forma más bien tardía:

En el sector industrial, desde 1989 está acelerando la venta de acciones del Estado
(Papelcol, las ensambladoras y alrededor de otras 25 inversiones del IFI, incluyendo
Monómeros y Cerromatoso)

En el sector financiero, solo falta reprivatizar el Banco del Estado y (talvez) privatizar
el Cafetero, el Popular y aun la Caja Agraria;
En materia de infraestructura, Ferrocarriles y Colpuertos fueron liquidadas para dar
paso a esquemas de subcontratación e inversión mixta (en cambio, de la Flota
Mercante y de Satena se ha hablado poco)

En cuanto a servicios básicos, la privatización comenzó por la Empresa de Buses y la


recolección de basuras en Bogotá, pero se extiende a las nuevas EP de Cúcuta y
Barranquilla, a la CFT o a los recientes decretos y proyectos de ley sobre presencia
privada en el sector eléctrico;

En comunicaciones, está por supuesto el sonado proyecto de ley 33 de 1992; y


están las propuestas y la controversia en torno de Telecom, Inravisión o las
telefónicas locales; De los servicios sociales, hay un tanto de privatizador en la ley
10 de 1990 (subcontratación en salud) y un tanto más en el Plan de Apertura
Educativa (préstamos para matrícula); pero hay, sobre todo, el gran debate en
ciernes sobre privatización de las pensiones y de los seguros médicos a cargo del
ISS. Los porqués Si se mira con cuidado, hay en realidad dos especies de
privatización

Una, la más fácil, consiste en que el Estado se deshaga de sus elefantes blancos.
Todos los países arrancan por aquí; y todo discurso privatizador apela al hecho
indignante de la ineficiencia y el abuso que entrañan esos elefantes, llámense
British Airways, Assurances Générales de France o Ferrocarriles Nacionales de
Colombia. La otra forma de privatización, la difícil, surge cuando un propósito
nacional nuevo exige redefinir los límites entre Estado y empresa privada.

ESTADO COLOMBIANO. - Formación del estado colombiano: el estado hacendista, el


estado agroindustrial, el estado neoliberal

Diapositivas
3 periodo

EL PENSAMIENTO POLÍTICO EN COLOMBIA. - El pensamiento político en Colombia:


ideas liberales (la independencia, la constitución del estado nación) La modernización
(intervencionismo, ideas socialistas, últimas transformaciones).

Izquierda y derecha son términos que aún siendo usados comúnmente como calificativos de
corrientes o ideologías políticas, son poco claros para la mayor parte de las personas. Colombia,
que partiendo desde sus comportamientos históricos electorales podría ser calificada como de
centro o centroderecha, en los últimos años muestra una leve tendencia hacia la izquierda,
mientras el gobierno de turno es cada vez más señalado como de derecha. Una mirada al
pensamiento político de los colombianos, las causas y las consecuencias.

Colombia es un país que tradicionalmente ha repartido sus amores por dos partidos políticos que
subsisten desde mediados del siglo XIX, que han controlado la política nacional y que lograron
polarizar al país en algunos momentos del siglo XX. La apertura democrática que se logró con la
Constitución de 1.991 puso fin a la hegemonía, abrió las puertas a nuevos partidos y modificó las
tendencias históricas de las elecciones presidenciales y legislativas.

Como aproximación al pensamiento político colombiano es necesario hablar en términos que no se


definan a si mismos a través de los partidos, sino que logren explicarlos a ellos e incluir la ola
democrática alcanzada a finales del siglo, estableciendo parámetros de comparación que sean
consistentes con las realidades nacionales y que a su vez abran la puerta a un análisis a futuro
sobre las tendencias políticas de la población colombiana. Los conceptos utilizados serán izquierda
y derecha, como parte de un espectro político en el que pueden circunscribirse todas las
agrupaciones políticas a lo largo de nuestra historia.

El análisis que se presenta incluye una aproximación a los términos izquierda y derecha, una
contextualización de ellos en la historia nacional y un estudio electoral sobre las posiciones
políticas de los colombianos. Se estudian las elecciones presidenciales desde 1.898 hasta 2.002,
ubicando la posición ideológica de los partidos de turno y la tendencia histórica. Así mismo se
presenta un análisis de las elecciones para Cámara de Representantes que permite observar la
pérdida de vigencia de los partidos tradicionales y el abanico partidista que se ofrece hoy a los
colombianos, con la consecuente distorsión dentro del espectro político.

Una aproximación al pensamiento político de los colombianos desde las urnas, un poco de las
causas y consecuencias de una realidad histórica que merece mayor preocupación con miras a un
futuro inmediato y a una idea de país que debe generar debates ideológicos en medio de la
turbulencia de los vínculos de altos funcionarios con grupos al margen de la ley.

Izquierda y Derecha

Jacobinos y Girondinos pueden ser los orígenes de los términos izquierda y derecha,
respectivamente, según la posición que ocuparon en la Asamblea Francesa en los años de la
revolución. Los Jacobinos que se ubicaron a la izquierda del estrado y que representaban al
pueblo, enfrentados a los girondinos, terratenientes o aristócratas, que se ubicarían a la derecha;
darían inicio a una de las más conocidas diferenciaciones en términos políticos que se mantiene
vigente. La evolución de los calificativos podría seguirse dentro del marxismo alemán, con la
diferenciación entre la burguesía (que entraría a suplir el lugar de los girondinos) y el proletariado
(que ocuparía el lugar de los jacobinos). Los primeros como propietarios de los medios de
producción, y los segundos como poseedores únicamente de su fuerza de trabajo. Serían la
burguesía y el proletariado, o la derecha y la izquierda, el motor de muchos enfrentamientos
durante los procesos ocurridos en el siglo XX.

La revolución bolchevique de Rusia y los preceptos de Lenin inspirados en el Marxismo alemán,


serían los que darían un cuerpo definitivo al extremo de lo que llamamos izquierda, que terminaría
por enfrentarse a las democracias occidentales. El comunismo, o la dictadura del proletariado
como también se le conoce, fue el sistema político implantado por los revolucionarios rusos, con
una economía planificada desde el Estado y con la abolición de la propiedad privada.

En el otro extremo, luego del Tratado de Versalles y la creación de la República de Weimar en la


Alemania posterior a la Primera Guerra Mundial, se empieza a formar la contraparte al comunismo
soviético. El fascismo italiano de Mussolini, los camisas negras y el nacionalismo extremo,
combinados con una situación económica compleja en Alemania, dan pie a la aparición del
Nazismo alemán de Adolfo Hitler. La xenofobia y la defensa de una raza aria superior compuesta
sólo por los ciudadanos alemanes, un profundo antisemitismo y un programa ultranacionalista
serían las principales características del régimen del Tercer Reich. Las diferencias económicas no
son realmente tan claras, y están atravesadas también por una economía planificada y una
particular definición de la propiedad privada, ajena a la conocida dentro de las democracias
occidentales.

Finalizada la guerra, las tendencias extremas de la izquierda y la derecha fueron matizadas por los
sistemas democráticos, aunque se presentaron algunas claras excepciones como la revolución
china de 1.949 y la cubana de 1.959 con idearios comunistas, o las dictaduras latinoamericanas de
las décadas posteriores en gran parte de los países latinoamericanos que son categorizadas como
de derecha extrema. Sin embargo, en general, este tipo de posiciones ideológicas se mezclaron
dentro de los sistemas democráticos en forma de partidos, con idearios más cercanos a los
representados por jacobinos o por girondinos.

Izquierda y derecha colombianas

Colombia desde sus orígenes presentó una vida republicana orientada por la discusión entre
federalistas y centralistas. La constitución de 1.886 fue el punto de inflexión que determinó a
Colombia a su vida republicana luego de varios intentos por modificaciones del régimen que
resultaron en el enfrentamiento abierto entre los partidarios de cada tendencia, aunque dejando
claro el papel de los dos partidos que habrían de dominar la política nacional durante la mayor
parte del siglo XX: el Partido Liberal y el Partido Conservador.

Las influencias soviéticas empezarían a entrar en Colombia una vez consolidada la revolución
bolchevique, y sería en 1.927 cuando aparecería el Partido Comunista como materialización de las
ideologías propuestas por la URSS. Si bien las razones son poco claras, y pueden ser atribuidas
ya sea al régimen estatal o a la falta de partidarios, el partido no obtuvo victorias electorales que
buscaba, lo que significó no llegar a ser verdaderamente relevante dentro del espectro político
colombiano.

La extrema derecha en nuestro país pareció aparecer en apoyo al fascismo italiano y al nazismo
alemán desde algunas facciones del Partido Conservador, con una férrea oposición desde todos
los sectores políticos, incluyendo el mismo partido. Sería el Golpe de Estado -o de Opinión como le
llaman algunos-, el final del periodo en el que la discusión se dio en términos de derecha extrema
frente al resto del país. Empezaría un nuevo periodo en el que los partidos por dar fin a la
“dictadura blanda” pactarían un acuerdo sobre el intercambio por 16 años del todos los cargos
públicos equitativamente, en lo que habría de llamarse el Frente Nacional.
En esta división burocrática se dio una claro fenómeno de acaparación del aparto estatal que
terminó eliminando posibilidades para otras tendencias políticas diferentes a los partidos
tradicionales. Los rezagos de las guerrillas liberales que se enfrentaban al régimen anterior al
golpe militar, la influencia de la Revolución Cubana y la eliminación de espacios políticos,
terminarían por dar forma a las guerrillas colombianas, que desde la década de los 60 empezaron
a azolar el territorio. La cercanía ideológica con el marxismo y su proclama de defensa de los
menos favorecidos, harían que se calificaran como de extrema izquierda, o de la izquierda que
prefirió el camino de las armas que el de los votos, dejando el camino político libre de contrapesos
para los conservadores y liberales.

La repartición burocrática terminaría por desdibujar los idearios políticos de los partidos
tradicionales, mostrándose como un PRI mexicano en el que conjuntamente dominaron el aparato
estatal. Luego de los 16 años de gobierno conjunto, se demostró que los gobiernos posteriores no
pudieron terminar con la influencia del Frente Nacional en la política colombiana. El dominio de los
dos grandes monstruos políticos se mantuvo evidente durante los años posteriores, hasta la
proclamación de la Constitución de 1.991.

Con la nueva Carta Constitucional se abrió el espectro político a sectores diferentes a los partidos
políticos, y en particular a algunas guerrillas cuya desmovilización a finales de los 80’s sería el
punto de partida de la nueva Constitución. Aparecieron partidos con tendencias de izquierda,
respetando las normas democráticas y presentando oposición a los gobiernos oficialistas,
permitiendo no sólo nuevas ideas sobre la política sino la generalización de nuevas oportunidades
para aquellos que no compartían la visión tradicional en la historia colombiana .

Sin embargo, algunas guerrillas de izquierda radical se mantuvieron en pie de lucha frente al
régimen que empezaba a abrir espacios de participación legal dentro de la política. Y frente a ellas,
y desde algunos años atrás, se armaron grupos de autodefensas que serían proclamadas de
extrema derecha por sus orígenes y actuaciones. Si las guerrillas presentaron sus orígenes en
defensa de los menos favorecidos, las autodefensas o paramilitares como también se les
denominó, prestaban sus servicios a los hacendados y ganaderos que se veían atosigados por las
acciones de los guerrilleros. Empezó un enfrentamiento entre las guerrillas y las autodefensas que,
involucrando el negocio del narcotráfico, terminaría por desdibujarse ideológicamente
convirtiéndose en la mayor parte de los casos, en una lucha por territorio para el cultivo de
sustancias ilícitas, con acciones atroces de cada uno de los bandos.

La apertura del espectro político traería consigo otra consecuencia importante para la política
colombiana. No sólo se permitió el ingreso de nuevas formas ideológicas, sino que se causó una
multiplicidad de pequeñas fuerzas políticas que inundaron el mercado electoral y que acabarían
por debilitar a los partidos tradicionales. Los conservadores y liberales empezarían a postularse
desde otras agrupaciones que pudiesen traerles mejores beneficios políticos, dando fin a la unidad
de los partidos. Esta estrategia, iniciada con la Séptima papeleta antes de la Constituyente de
1.991, creó microempresas electorales donde la aparición de los sujetos sería más importante que
el color político que defendieran.

Sin embargo, y a pesar de las profundas dificultades en el momento de la caracterización de


tendencias políticas como las colombianas, es posible decir que el Partido Liberal se acercó a la
socialdemocracia y el partido conservador mantuvo un ideario cercano a la democracia cristiana.
Aparecieron grupos más cercanos a la izquierda como el Polo Democrático, otros más vecinos de
la derecha como Cambio Radical, y movimientos congregados en el centro como la Alianza Social
Indígena o el mismo Partido de la U.

Izquierda y derecha desde las urnas

Los resultados de las votaciones son los mejores indicadores sobre la posición ideológica de los
colombianos a la largo de la historia. Las votaciones para presidente son las que más indicios
pueden dar al respecto por encontrarse datos desde los inicios de la República, situación que no
se presenta en cuanto a los mandatarios locales porque las votaciones para alcaldes y
gobernadores iniciaron hacia finales del siglo XX. El caso del Congreso será evaluado en un aparte
posterior. Los resultados totales de las votaciones, teniendo en cuenta únicamente los votos
realizados por personas, es decir que no se cuentan los votos no válidos o nulos, ni los votos en
blanco, son los que se presentan a continuación:

Hay que matizar esta línea de tendencia comparándola con el porcentaje de personas que para
cada periodo se abstuvo de votar. En el gráfico siguiente el porcentaje de votación se representa
por el color naranja, y el de abstención por el color azul.

Teniendo ya una idea sobre las votaciones totales realizadas para cada periodo presidencial, es
necesario observar el comportamiento de los electores con respecto a los partidos políticos, que
son finalmente las que habrían de permitirnos hacer un análisis sobre la posición izquierda-derecha
de los electores colombianos. Debe tenerse en cuenta que las votaciones presentadas a
continuación se dan sumando los votos por los candidatos de cada partido, en caso en que
hubiese más de uno.

Es necesario tener en cuenta que para algunos periodos presidenciales sólo se presentaron
candidatos de alguno de los partidos, por decisión propia del que habría de ser el partido
contendor. Partiendo desde esta situación, se presenta entonces una tendencia histórica del
comportamiento de los electores con respecto a sus partidos políticos, para realizar un mejor
análisis.

El comportamiento de los electores ha demostrado que después de la Constitución de 1.991 la


aparición de nuevos partidos disminuyó considerablemente la participación de los grandes
conglomerados políticos que prevalecieron durante más de un siglo. Sin embargo hay que anotar
que esta nueva aparición de partidos incluye agrupaciones de todos los sectores del espectro
político, desde la izquierda radical hasta la derecha. El siguiente es el listado de los partidos o
movimientos significativos de ciudadanos que han logrado votaciones significativas en vías de una
elección presidencial, incluyendo el año en el que se hicieron partícipes en los comicios y la
sumatoria total de los votos conseguidos.

Teniendo las votaciones totales que lograron los partidos en las elecciones presidenciales, es
posible hacer una equiparación con el pensamiento político de los colombianos. Si bien los
resultados no son exactos porque no hacen distinciones entre los candidatos dentro de los partidos
mismos, es posible acercarnos partiendo de lo que diría una cartilla tradicional de pensamiento
político. Para lograrlo se hace una calificación en una escala de 1 a 10, donde 1 es izquierda y 10
es derecha, de cada uno de los partidos y se multiplica dicha calificación por el número de
votantes. La tabla que se presenta a continuación señala la posición izquierda-derecha de cada
uno de los partidos .

Sin lugar a dudas la calificación de los partidos en la escala izquierda-derecha puede ser debatida
ampliamente según la posición política de cada uno de los observadores, principalmente porque no
se ajustan exactamente con la situación política colombiana. Aún así, nos permiten observar la
tendencia, y para los efectos de este análisis dicha información es suficientemente útil.

Tomando como partida estos datos, constantes para todo el periodo objeto de estudio, se puede
observar el pensamiento político de los colombianos según sus decisiones en el momento de
depositar los votos en las urnas.

Como puede observarse las tendencias nos indican una ligera inclinación de los colombianos hacia
la izquierda del espectro, cercana a un punto de nuestra escala. Los puntos extremos aparecen en
los momentos de candidaturas de un solo partido, generalmente liberal o conservador. Para tener
una mejor visión al respecto, podría observarse la tendencia según algunos periodos particulares
en nuestra historia desde 1.898:

• La Hegemonía conservadora (1.886-1.930)

• La república Liberal (1.930-1.946)

• La violencia (1.946-1.953)

• El Frente Nacional (1.958-1.974)

• El Post Frente Nacional (1.974-1.990)

• Constitución de 1.991 (1.991-2.006)

Teniendo en cuenta estos periodos y promediando las tendencias para cada uno de ellos, es
posible observar la variación según cada una de las etapas históricas.

Como es posible observar, la tendencia por periodos da cuenta de la razón de la variación en la


posición política de los colombianos en el momento de depositar sus votos para las elecciones
presidenciales. El periodo de la Hegemonía Conservadora, es sin lugar a dudas el momento que
haría pensar en un direccionamiento hacia la izquierda del apoyo colombiano, siendo tan largo que
no permite un contrapeso de los resultados obtenidos durante la República Liberal.

Sin embargo, matizando un poco estos dos periodos es evidente que la posición política de los
colombianos no ha variado mucho a lo largo del último siglo, y se ha mantenido muy cercana al
centro, aún más si se tiene en cuenta que el promedio histórico se ubica en 5.06.

Con esto podemos decir que más allá de los periodos dominados por alguno de los partidos
tradicionales, la situación política colombiana evidencia movilidad dentro del espectro político, y ni
aún dentro del periodo posterior a la Carta Constitucional de 1.991 donde el abanico de opciones
se amplió de manera dramática, podemos decir que los colombianos han dado muestras de
inclinarse significativamente hacia alguno de los extremos del espectro.

El problema de los Partidos Políticos

Si la calificación del aparte anterior sobre los partidos nos da una idea de lo poco clara que es la
tendencia política de los colombianos, la situación que se ha presentado luego de la Carta Magna
de 1.991 ha dejado en evidencia un desgaste significativo de los partidos dentro de la política
nacional. Los partidos tradicionales que dominaron a su antojo el siglo XIX y buena parte del siglo
XX, hoy se enfrentan con nuevas agrupaciones que los han llevado a perder parte de su influencia
a nivel nacional. Este particular desarrollo de la democracia en los últimos años del siglo XX nos
lleva a intuir un definitivo descalabro de la tendencia política de los colombianos.

Aquellos partidos tradicionales que lograron mezclarse dentro del imaginario del país, que se
enfrentaron por el poder a sangre y fuego, y que terminaron acomodándose a una repartición
burocrática para terminar con el conflicto que ellos mismos habían causado, al menos permitían
caracterizar a la población colombiana por un color o un pañuelo en particular. Esta definición
quedó desdibujada cuando los colombianos encontraron nuevas opciones, cuando la Constitución
abrió el espectro político, cuando el desgaste del Frente Nacional se hizo evidente luego de los
procesos de paz y se buscaban fuentes de renovación política.
Esa apertura es evidente en las elecciones legislativas, donde los partidos por norma constitucional
deben lograr representación para mantener la personería jurídica. Esta singularidad permite que
los partidos políticos ocupen su atención en las elecciones legislativas, dejando los comicios para
Presidente en un lugar diferente. Cabe mencionar que los dos últimos presidentes del país fueron
elegidos por movimientos propios, formados con coaliciones de diferentes partidos.

El comportamiento de la Cámara de Representantes en Colombia, hasta 1.990, presentaba un


claro dominio de los partidos tradicionales en términos de votos recogidos. Los resultados totales
de las votaciones hasta esa fecha puede observarse a continuación

De nuevo es importante entrar a diferenciar la cantidad de votos válidos que se evidencian en la


gráfica anterior, con el porcentaje de participación observado para cada uno de los momentos
electorales objetos de estudio.

Los resultados hasta 1.990 nos muestran un claro dominio de los partidos políticos tradicionales de
las mayorías de la Cámara de Representantes, con apenas pequeñas participaciones de diferentes
partidos, generalmente ocasionados por momentos coyunturales que marcaron a cierta parte de
los votantes.

Como puede observarse la participación de otros partidos diferentes a los partidos Liberal y
Conservador, empieza a manifestarse con el último gobierno del Frente Nacional,
fundamentalmente gracias a la participación de la Anapo en los comicios. Sin embargo es evidente
que el número de votos nos deja algunos vacíos que pueden observarse desde los porcentajes.

Los resultados nos permiten observar que hasta 1.990 los partidos tradicionales ocupaban casi la
totalidad de la Cámara de Representantes del Congreso de la República. El periodo comprendido
entre 1.951 y 1.953, que se ajusta con el inmediatamente anterior al golpe de estado propinado por
el General Gustavo Rojas Pinilla, es particular por el boicot patrocinado por el Partido Liberal en el
que ninguno de sus candidatos estuvo postulado a llegar a la cámara baja del Congreso. Este
periodo registra la mayor tasa de abstención en la historia de la Cámara de Representantes con
valores de 68.66% para 1.951 y 67.60% para 1.953.

Hasta 1.974 la Cámara de Representantes no tuvo ningún miembro que no se encontrara en las
filas de alguno de los partidos políticos tradicionales. Las curules se encontraban repartidas entre
el Partido Liberal y el Partido Conservador, la apertura democrática era casi nula. Desde entonces
se ha venido presentando un mayor número de Partidos que han logrado escaños en la
corporación, llegando hasta el complicado panorama que se presenta en la actualidad.

Para 2.002 las curules fueron repartidas de la siguiente manera:

Para 2.006, luego de la Reforma política de 2.003 que buscaba fortalecer los partidos políticos, los
resultados fueron los siguientes:

Si bien es evidente que hay una disminución en la cantidad de Partidos o Movimientos que
lograron alcanzar curules para la Cámara de Representantes entre 2.002 y 2.006, la apertura
democrática iniciada con la Constitución sin lugar a dudas llevó a los colombianos a repartir sus
afectos ya fuese por momentos coyunturales o por Partidos o Movimientos que se ajustaran más a
sus inclinaciones.

Esta situación nos lleva a replantearnos la nueva distribución de los votantes dentro del espectro
izquierda – derecha. Si antes de la constitución estábamos cerrados entre los liberales y los
conservadores, hoy estamos expuestos a numerosas agrupaciones que no necesariamente se
definen dentro del espectro, distorsionando la posible visión que tienen los colombianos sobre su
posición política. Es más, una calificación de todas las agrupaciones que lograron alcanzar alguna
curul en los dos periodos mencionado, sería casi imposible, si tenemos en cuenta que luego de las
elecciones de 2.006, muchas de ellas perdieron su Personería Jurídica, y algunos de sus
miembros se encuentran en las filas de otro partido o movimiento.

Y para donde vamos…

Sin lugar a dudas la Constitución de 1.991 genero un cambio dentro de la política colombiana. La
multiplicidad de partidos, la dispersión de las listas y las elecciones desde 1.998 donde ninguno de
los elegidos representaba a alguno de los partidos tradicionales, nos dan cuenta de los cambios
que verán las futuras generaciones sobre la política.

La tendencia de los últimos años nos dice que para las elecciones presidenciales de 2.010
tendremos más de 14 millones de votos y siguiendo la línea planteada por las últimas elecciones -y
las votaciones para cada partido-, no hará parte de las listas de los partidos tradicionales.

La tendencia política nos mantiene dentro de los mismos márgenes que históricamente se han
mantenido, aunque se mantiene un leve movimiento hacia la izquierda del espectro.

Los datos nos dicen que el promedio para 2.010 será de 4.68, frente al 4.75 de 2.006. Esto
significa un repunte de los partidos que se encuentran en la izquierda del espectro, mientras que
los votos que se habrían de ubicar en la centro derecha o derecha, posiblemente se queden en la
misma proporción.

Los resultados dentro de la Cámara de Representantes son inciertos mientras se desarrolla el


intento de las reformas al Congreso y al régimen electoral. Sin embargo es claro que la cantidad de
partidos que presentan candidatos a la presidencia será mucho menor que los que lo hacen al
parlamento, y sin lugar a dudas se mantendrá una dispersión dentro del pensamiento político de
los colombianos, en tanto no se clarifique la posición ideológica de cada uno.

La realidad de los partidos tradicionales será definida por las decisiones que tomen con miras al
proceso electoral de 2.010. La presentación de candidatos propios con posibilidades reales de
llegar al poder podrían modificar el panorama electoral, pero las diferencias internas
probablemente trasciendan hasta los electores en el momento de tomar una decisión.

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