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Secretaría : Amparo

Ingreso Nº : 2215-2019

EN LO PRINCIPAL: INFORMA; OTROSÍ: ACOMPAÑA DOCUMENTOS.

ILUSTRÍSIMA CORTE DE APELACIONES DE SANTIAGO

CARLOS FLORES LARRAÍN, abogado, en representación del Ministro


del Interior y Seguridad Pública, según consta en mandato judicial ya
acompañado, en autos sobre acción constitucional de amparo en favor de Carlos
Alberto Puebla y otros, seguidos ante esta Ilustrísima Corte de Apelaciones,
con el Rol N° 2215-2019, a VS. ILTMA., respetuosamente digo:

Que conforme a lo previsto en el artículo 21 de la Constitución Política de


la República, y al auto acordado de la Excma. Corte Suprema del año 1932
sobre tramitación y fallo del recurso de amparo, informamos sobre acción de
amparo formulada por CARLOS PUEBLA MORALES, YBAR SOTO PIZARRO,
HERNÁN RODRÍGUEZ GEMENAO Y CAMILO CARTAGENA SALAZAR, en el
siguiente sentido:

A. DE LA ACCION DE AMPARO FORMULADA POR LA RECURRENTE.

Se ha interpuesto recurso de amparo en contra del Ministerio del Interior y


Seguridad Pública; el jefe de la Defensa Nacional de la provincia de Santiago y,
de Carabineros de Chile, con el objeto de denunciar una supuesta restricción y
vulneración al derecho a la libertad individual y seguridad personal, establecido
en el artículo 19 N°7 de la Constitución Política, en que habría incurrido el
personal de Carabineros de Chile, en el contexto del estado de excepción
constitucional de emergencia declarado en la ciudad de Santiago, a contar del
día 19 de octubre recién pasado.

Exponen los recurrentes que el día 24 de octubre recién pasado, se


encontraban en distintos puntos de la capital observando las manifestaciones
cuando recibieron impactos de proyectiles disparados por funcionarios de
Carabineros de Chile. Refieren que, producto de las heridas, fueron atendidos en
la Unidad Traumatológica Ocular del Hospital Salvador con distintos pronósticos
de recuperación.

Sostiene que la actuación de funcionarios policiales a cargo de los


procedimientos es abiertamente ilegal y desproporcionada, y ha afectado
gravemente la integridad física de los amparados y de las personas en general.

Finalmente, solicita la recurrente se adopten las providencias que juzgue


necesarias para restablecer el imperio del derecho y asegurar la debida
protección del afectado, subsanando los efectos de las conductas ilegales y/o

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arbitrarias que han perturbado y privado aquel derecho fundamental de los
amparados.

B. ANTECEDENTES

Como es de conocimiento público, durante el día viernes 18 de octubre


recién pasado, diversos sectores de la región Metropolitana sufrieron reiteradas y
graves alteraciones del orden público como consecuencia de la quema, saqueo y
destrucción de numerosos recintos privados y públicos, especialmente de la red
de transporte del Metro y de buses; así como la interrupción de la libre circulación
de las personas debido a la instalación de barricadas en las calles.

Dada la magnitud de la afectación y el evidente riesgo para la seguridad


de las personas, el Presidente de la República declaró estado de excepción
constitucional de emergencia en la provincia de Santiago y Chacabuco y las
comunas de Puente Alto y San Bernardo, mediante el decreto N° 472, de 18 de
octubre de 2019, cuyos efectos fueron ampliados posteriormente a toda la región
Metropolitana, mediante el decreto N° 479, del mismo año, así como también a
varias regiones del país. Al mismo tiempo, se designó al General de División del
Ejército de Chile, Javier Iturriaga Del Campo, como Jefe de la Defensa Nacional.

En el referido decreto, se señala que: “En el ejercicio de sus funciones, el


Jefe de la Defensa Nacional, tendrá todas las facultades previstas en el artículo
5º de la ley Nº18.415, y específicamente la prevista en su número 1, esto es,
asumir el mando de las Fuerzas Armadas y de Orden y Seguridad Pública que se
encuentren en la zona declarada, para los efectos de velar por el orden público y
de reparar o precaver el daño o peligro para la seguridad de la zona, debiendo
observar las facultades administrativas de las autoridades institucionales
colocadas bajo su jurisdicción, especialmente la de la Intendenta de la Región
Metropolitana”.

Lo anterior, deriva expresamente del artículo 42 de la Constitución Política


de la República que establece que, luego de la declaración del estado de
emergencia efectuada por el Presidente, las zonas respectivas “quedarán bajo la
dependencia inmediata del Jefe de la Defensa Nacional que designe el
Presidente de la República. Este asumirá la dirección y supervigilancia de su
jurisdicción con las atribuciones”.

Cabe hacer presente que mediante el Decreto Supremo N°533, publicado en


el Diario Oficial el día 28 de octubre de 2019, se puso término al estado de
excepción constitucional de emergencia en la Región Metropolitana.

i. Naturaleza y alcance de la acción constitucional de amparo.

El artículo 21 de la Carta Fundamental regula la acción constitucional de


amparo a efecto de subsanar aquellas situaciones en las que cualquier individuo
puede ser sujeto de perturbación o privación de las garantías establecidas en el
art. 19 número 3 y 7 de la CPR, es decir, libertad personal y seguridad individual.

La libertad personal es el derecho que tiene toda persona de residir y


permanecer en cualquier lugar de la República, a trasladarse de un punto a otro
dentro del territorio nacional y a salir o entrar de ese territorio, respetando la ley;
mientras que la seguridad individual consiste en que nadie puede ser privado ni
restringido en aquella libertad personal, sino en los casos y formas determinados
por la Constitución y las leyes.

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Más allá del tenor legal del artículo 21, la doctrina y jurisprudencia
sostienen que la naturaleza e idoneidad del recurso de amparo se corresponde
con situaciones o amenazas claramente determinadas y actuales que afecten los
derechos ya señalados. En este sentido, la I. Corte de Apelaciones de
Concepción en causa rol 102-2009 ha señalado que: “…el recurso de amparo
tiene por objeto que todo individuo que se hallare arrestado, detenido o preso
con infracción de lo dispuesto en la Constitución o en las leyes, pueda ocurrir a la
magistratura a fin de que ésta ordene se guarden las formalidades legales y se
adopten de inmediato las providencias que se juzguen necesarias para
restablecer el imperio del derecho y asegurar la debida protección del afectado”.

Es del caso S.S.I., que del tenor del recurso y de los antecedentes
acompañados no es posible determinar una acción que vulnere actualmente el
derecho a la libertad individual o la seguridad personal de los amparados, así
como tampoco refiere una acción concreta por parte del Ministerio del Interior y
Seguridad Pública o de sus organismos dependientes que suponga la
perturbación actual al ejercicio legítimo de esas garantías que pueda ser
remediada por la vía extraordinaria del habeas corpus.

En efecto, en el texto del escrito se menciona que los amparados tras


resultar heridos, fueron trasladados a un centro asistencial, encontrándose bajo
el cuidado de profesionales de la salud y su propia familia. En consecuencia, no
hay personas que hayan sido o estén detenidas, ni se advierte una amenaza
concreta a su libertad o seguridad personal.

Sobre el particular, con fecha 23 de octubre de 2019, este Ministerio


solicitó vía oficio a Carabineros y a la Policía de Investigaciones enviar los
antecedentes que dichas instituciones dispongan en relación a personas civiles
que hayan resultado afectadas de cualquier manera con ocasión de los hechos
que se registran en nuestro país a contar del 18 de octubre de 2019.

ii. El actuar operativo de Carabineros se subordina a la normativa


establecida para su funcionamiento interno.

En el libelo se hace referencia, por un lado, a una actuación operativa


concreta de Carabineros de Chile respecto de los amparados, así como
actuaciones genéricas de las fuerzas de orden público que estarían amenazando
la seguridad individual de todas las personas.

Al respecto S.S, es preciso señalar que estas situaciones se enmarcan


dentro de la responsabilidad que le cabe a cada uno de los funcionarios que
incurre en estos hechos ilícitos, y eventualmente su superior jerárquico según
sea el caso, pero de ninguna manera es el Ministro del Interior y Seguridad
Pública el responsable de alguna conducta ejercida de forma personal por un
funcionario policial en particular.

Esta Secretaría de Estado cuenta con facultades para coordinar, controlar


y evaluar las acciones en materia de control de seguridad y orden público, pero
no puede señalar a las fuerzas policiales ni a las de defensa nacional los
procedimientos, el contingente que participa en ellos, ni los equipos o
armamentos a utilizar, debido a que esa determinación compete exclusivamente
a los altos mandos institucionales.

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En este orden de ideas, también es el sistema de control de
comportamiento de Carabineros de Chile el que debe regir en este caso, por
tratarse de la estructura normativa a la que se someten todos los funcionarios
policiales sin excepción, y que, en una segunda línea argumentativa, hace que,
indefectiblemente, el recurso de amparo interpuesto deba ser desestimado.

Lo anterior, se encuentra contemplado expresamente en el artículo 36 de


Ley Orgánica de Carabineros de Chile, N° 18.691, norma que entrega a las
autoridades policiales la potestad disciplinaria respecto del personal que infrinja
sus deberes u obligaciones, la cual debe ser ejercida a través de un racional y
justo procedimiento administrativo, sin perjuicio de la responsabilidad civil o penal
que pueda afectarle.

Por su parte, las facultades de disposición del personal las encontramos


en el artículo 3° de la misma normativa, que entrega a Carabineros la
prerrogativa de establecer los servicios policiales que estime necesarios para el
cumplimiento de sus finalidades específicas, de acuerdo con la Constitución
Política. Desde esta perspectiva, debemos concluir entonces que no compete al
Ministerio del Interior y Seguridad Pública el control de la responsabilidad
disciplinaria interna de Carabineros de Chile ni tampoco de la decisión final sobre
la gestión operativa de los efectivos policiales.

iii. Existen los instrumentos normativos para la denuncia e investigación


de las acciones descritas.

Sin perjuicio de que los argumentos recién expuestos son –a nuestro juicio-
suficientes para determinar la improcedencia del presente recurso de amparo, es
pertinente señalar que al tratarse de funcionarios públicos, el personal de las
fuerzas policiales puede generar responsabilidades de orden administrativo, pero
también de carácter penal o civil en su actuar.

En este punto entonces, interesa destacar que ante eventuales infracciones


a los deberes propios o ilícitos de estos servidores públicos, existen los canales y
mecanismos establecidos en la Constitución y las leyes que permiten dar cuenta
de estas vulneraciones

La normativa común a aplicar es la referida a determinar la responsabilidad


administrativa, a través de la aplicación del Reglamento N° 11, de disciplina del
personal, a cargo de los funcionarios de mayor rango, por ser una organización
jerarquizada. Así lo determina el artículo 1° de dicho cuerpo reglamentario, al
prescribir "El régimen disciplinario de Carabineros se ceñirá a las disposiciones
del presente Reglamento, las que serán aplicables a todo el personal que presta
servicios en la Institución.", Asimismo, el artículo 35 dispone que "Tendrán
atribuciones para imponer sanciones disciplinarias al personal de su
dependencia, en los diferentes grados, los Oficiales, Suboficiales Mayores y
Suboficiales de Orden y Seguridad que desempeñen los siguientes cargos...”

El criterio antes expresado ha sido recogido por la propia Contraloría


General de la República en un sinnúmero de dictámenes relativo a las
instituciones policiales de nuestro país, señalando a título meramente ejemplar el
n° 38823 / 2006: “Conforme al Reglamento de Disciplina num/11 de Carabineros,
el régimen disciplinario de este personal se ceñirá a ese reglamento y la facultad
de aplicar las sanciones, por mandato legal, se encuentra radicada en los
Oficiales de Orden y Seguridad de la Institución Policial, los que sólo podrán

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aplicar las sanciones que expresamente contempla el mencionado
reglamento…”.

Por lo anterior, queda de manifiesto que la organización jerárquica de


Carabineros de Chile corresponde a la propia institución, sin perjuicio de lo que
corresponda al ámbito de la responsabilidad penal, civil, o militar, en su caso, y
por lo tanto no corresponde el emplazamiento al Ministro del Interior cuando
existe toda una estructura de control sobre el accionar del personal de la
institución aludida en el libelo constitucional.

En cuanto a las acciones que han sido denunciadas como perturbación y


amenaza a la libertad personal y seguridad individual cometida por funcionarios
de Carabineros, éstas, en la medida que respondan a infracciones de carácter
administrativo deben ser sancionadas por la propia institución, y si se tratare de
ilícitos penales, desde luego deben cursarse las respectivas denuncias a fin de
que el Ministerio Público proceda a ejercer la acción penal que corresponde, y
éstas, juzgadas por los Tribunales competentes. Esto SSI., más aun cuando hoy
por hoy, están disponibles una serie de normas tendientes a controlar el actuar
policial y el resguardo de los derechos de las personas, de conformidad a los
artículos 83 y siguientes del Código Procesal Penal.

En cuanto a la investigación de ilícitos cometidos por funcionarios policiales,


este criterio ha sido recogido por la jurisprudencia, la que, a modo de ejemplo, se
manifiesta a través de la sentencia rol n° 668-2014, de la I. Corte de Apelaciones
de Concepción, que dispuso en recurso de protección ejercido contra
Carabineros: "5° Que los hechos expuestos por el recurrente, esto es, violación
de su hogar, lesiones y apremios ilegítimos, han sido negados por la recurrida y
de haber ocurrido pudieran ser constitutivos de delitos, los que deben ser
investigados por el Ministerio Público. En efecto, el Ministerio Público, según lo
dispone el artículo 1° de la Ley N° 19.640, Orgánica Constitucional del Ministerio
Público, es un organismo autónomo y jerarquizado, cuya función es dirigir en
forma exclusiva la investigación de los hechos constitutivos de delito, los que
determinen la participación punible y los que acrediten la inocencia del imputado
y, en su caso, ejercer la acción penal pública en la forma prevista por la ley. De
igual manera, le corresponderá la adopción de medidas para proteger a las
víctimas y a los testigos. 6° Que, consiguientemente, los hechos en que se funda
el recurso, de ser efectivos, deben ser investigados por el Ministerio Público, no
siendo el recurso de protección la vía idónea para amparar al recurrente ni para
dilucidar si se cometieron o no dichos hechos". La referida jurisprudencia se
refiere a un caso similar a este pero referido a la falta de idoneidad de la acción
constitucional de protección, sin embargo, su doctrina también es aplicable
plenamente a la acción de amparo.

En consecuencia, respecto de las acciones que han sido denunciadas como


constitutivas de perturbación a la libertad personal y seguridad individual, éstas,
en la medida que respondan a ilícitos penales o infracciones administrativas,
deben ser denunciadas por los canales correspondientes y sancionadas por la
propia institución o por las entidades persecutoras que correspondan conforme a
la legalidad vigente, por lo que ni el amparo ni la acción de protección son las
vías idóneas para denunciar los hechos expuestos por el recurrente.

I. CONCLUSIONES

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En definitiva SSI., tanto por encontrarnos frente a hechos pasados e
indeterminados en relación con el Ministerio del Interior y Seguridad Pública; y
por cuanto no existió ni existe el hecho que supone una vulneración a las
garantías protegidas por el artículo 19 N°7 de la Constitución Política, es que
solicitamos se desestime el recurso de amparo interpuesto.

POR TANTO;

A SS. ILTMA. RESPETUOSAMENTE PEDIMOS: Tener por informado la acción


de amparo deducida, y, en virtud de los antecedentes formulados, resolver, si lo
estimare, su rechazo.

OTROSÍ: Sírvase S.S. tener por acompañado Oficio N°33102 y 33103, del 23 de
octubre de 2019 ambos del Ministro del Interior y Seguridad Pública.

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