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Revista de Geografía Norte Grande, 59: 65-82 (2014)


Artículos

Valoración de la geodiversidad.
Validación metodológica en escalas
detalladas1

David Serrano Giné2

RESUMEN
Los estudios de geodiversidad todavía son poco frecuentes, aún no disponen de un
cuerpo teórico y metodológico suficientemente desarrollado y han sido aplicados
principalmente a pequeña escala. El propósito de este artículo es desarrollar y
aplicar un procedimiento de valoración de la geodiversidad que pueda realizarse
en unidades de dimensión reducida y tener validez a escala detallada. Para ello se
propone un método que parte de experiencias previas, se centra en un proceso de
ensayo y error sustentado por un exhaustivo trabajo de campo y se beneficia del
cálculo y representación gráfica ofrecido por los sistemas de información geográ-
fica. La validación se efectúa en Muntanyes d’Ordal (Barcelona, España). Los re-
sultados obtenidos indican un predominio de las superficies con valoración media
(37,34%) y alta (36,24%). Gracias al trabajo de campo se demuestra la validez del
método en ámbitos escalares detallados. La investigación presta particular aten-
ción al acabado cartográfico.
Palabras clave: Geodiversidad, geomorfología, paisaje, Muntanyes d’Ordal.

ABSTRACT
Geodiversity studies are still rare, do not have a sufficiently developed theoretical
or methodological body, and are primarily applied at small scales. The purpose
of this paper is to develop and implement a process for assessing geodiversity at
detailed scales. To this end, a method based on previous experiences, focused on a
trial and error method, supported by an extensive field-work and using geographic
information systems is proposed. Validation was performed in Muntanyes d’Ordal
(Barcelona, Spain). The results show a predominance of surfaces with medium
(37.34 %) and high values (36.24%). Thanks to fieldwork, the robustness of the
method was demonstrated at a detailed scale. Special attention is paid to mapping
aspects.
Key words: Geodiversity, geomorphology, landscape, Muntanyes d’Ordal.

1 Durante el redactado de este artículo se ha contado del Dr. Antonio Gómez Ortiz. Artículo recibido el 26
con el apoyo institucional del Servei de Gestió i Evo- de febrero de 2013, aceptado el 7 de noviembre de
lució del Paisatge de la Universidad de Barcelona. La 2013 y corregido el 23 de junio de 2014.
información aquí expuesta es fruto de una investiga- 2 Departamento de Geografía, Universidad Rovira i
ción de mayor alcance desarrollada bajo dirección Virgili (España). E-mail: david.serrano@urv.cat
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De un tiempo a esta parte los estudios como aplicados y políticos (DeLong, 1996;
que evalúan la diversidad del medio natural Primack y Ros, 2002; Comisión Europea, 2006).
están tomando un protagonismo crecien- La idea de biodiversidad mantiene estrechos
te. Resulta habitual percibir estos trabajos vínculos con la gestión ambiental, la valoración
desde un posicionamiento holístico, si bien de patrimonio natural y el establecimiento y
rápidamente se diferencian aquellos aspectos manejo de espacios naturales protegidos (Ma-
relacionados con la diversidad de elementos llarach, 2008).
biológicos, o biodiversidad, y aquellos otros
relacionados con la diversidad de elementos El concepto de geodiversidad, por el con-
abióticos, o geodiversidad. Existen, aun, otros trario, no se halla tan desarrollado, carece de
posicionamientos centrados en la diversidad una definición unívoca ampliamente acep-
de elementos geográficos, o de la superficie tada y adolece de poca difusión en el léxico
terrestre, que también reciben el nombre de e imaginario colectivo. De esta manera por
geodiversidad. Esta convivencia de signifi- geodiversidad se entienden concepciones
cados y acepciones genera cierto grado de claramente acotadas, próximas a “diversidad
confusión, así como dificultad a la hora de de geologías”; otras más convergentes, que
desarrollar metodologías de trabajo. La idea reúnen aspectos topográficos, litológicos, geo-
de biodiversidad se encuentra ampliamente morfológicos y estructurales; y aun otras que
difundida y goza de una cómoda aceptación, incluyen la totalidad de elementos abióticos
tanto por parte de la sociedad civil como del medio: “geodiversity refers to a set of inter-
en ámbitos académicos y científicos. Por el fingering spheres: the atmosphere, lithosphere,
contrario la noción de geodiversidad –en su morphosphere, pedosphere, hydrosphere and
acepción de diversidad abiótica– se halla biosphere” (Kozlowski, 2004: 834) o, incluso,
mucho más restringida, no disfruta de tanta de la superficie terrestre. La variedad de con-
popularidad y connota una ambigüedad cla- ceptualizaciones y planteamientos es notoria,
ramente manifiesta. Finalmente la geodiversi- hecho que ha conducido a un cierto número
dad –en su acepción de diversidad territorial– de experiencias, tanto teóricas como aplica-
se asimila a la suma de ambas distinciones, a das (Gray, 2004; Haffey, 2008). Por todo ello
la que cabe incorporar la diversidad de ele- se conoce que el concepto de geodiversidad
mentos antrópicos. En las líneas que siguen interdigita con otros campos afines, como los
nos centraremos en la geodiversidad entendi- relacionados con valores patrimoniales y de
da como diversidad de elementos abióticos, conservación. Si bien es habitual entender su
puntualizaremos de qué manera entendemos participación desde posiciones meramente
este concepto y desarrollaremos una metodo- escénicas, cuando no estéticas (Gronggrijp,
logía para valorarla, tomando como ámbito 1999; Fernández y Pradas, 2002).
de referencia las escalas grandes de trabajo.
La diversidad natural, sea como fuere,
Si bien es posible encontrar un elevado nú- abraza tanto aquellos aspectos de orden bió-
mero de definiciones de biodiversidad (Gaston tico como aquellos otros de carácter abiótico;
& Spicer, 2004), existe bastante unanimidad a es por ello que propuestas globalizadoras
la hora de reconocerlas y confrontarlas. Una de como diversidad biofísica o diversidad del
las definiciones más aceptadas es la propues- medio natural parecen ser totalmente acer-
ta en el artículo segundo del Convenio sobre tadas. La idea de diversidad territorial, por
Diversidad Biológica, promulgado en el seno otra parte, agrega a estas dos esferas la con-
de la Conferencia sobre el Medio Ambiente y cerniente al ser humano y sus actividades.
el Desarrollo, de 1992, donde por diversidad Conviene, no obstante, considerar que las
biológica se entiende “la variabilidad de or- definiciones y metodologías relacionadas con
ganismos vivos de cualquier fuente, incluidos, el estudio de la biodiversidad no se corres-
entre otras cosas, los ecosistemas terrestres y ponden completamente con aquellas otras
marinos y otros ecosistemas acuáticos y los ligadas a la geodiversidad, si bien se admite
complejos ecológicos de los que forman parte; el vínculo evidente entre ambos conceptos.
comprende la diversidad dentro de cada es- Autores como Lars Erikstad (1999), Carl Jo-
pecie, entre las especies y de los ecosistemas” hansson et al. (1999) o Murray Gray (2004),
(ONU, 1992). Esta definición ha sido laxamente entre otros, refl exionan a propósito de esta
trabajada, tanto desde planteamientos teóricos relación, asegurando que la valorización y la
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conservación de la biodiversidad derivan de la geodiversidad a diversidad de elementos


la valorización y conservación de la geodi- geográficos o, por lo menos, a diversidad de
versidad, por ser esta la base y el soporte de elementos de la superficie terrestre. Algunas
organismos y ecosistemas: escuelas clásicas, como la Geografía Cultural
de Federico Alberto Daus, se sitúan en esta
“biodiversity depends essentially on geo- perspectiva. Otras propuestas precisan más
diversity – on the geological environment su campo de trabajo, y asimilan el prefijo
with its variations. For instance, some geo a los elementos abióticos de la superficie
plants need certain minerals and ele- terrestre. Estos planteamientos se definen por
ments; certain plant societies are rooted negación respecto la biodiversidad, la cual
in specific substrata, and some animals se centra en elementos bióticos, al tiempo
are adapted to sand dunes, others to river que permiten un distanciamiento de aquellas
banks” (Johansson et al., 1999: 2). otras posiciones que focalizan en cuestiones
de carácter antrópico. Este último enfoque,
En las líneas que siguen se desarrolla y apli- geodiversidad como diversidad de elementos
ca un método de valoración de la geodiversi- abióticos, ha generado de manera reciente
dad, en una zona bien conocida por nosotros, una pródiga línea de trabajo desde donde,
donde aún no se han realizado estudios de es- bajo distintas consideraciones y perspectivas,
tas características. El método que se implemen- se busca identificar y valorar aquellas porcio-
ta se concibe de forma holística para escalas nes de la superficie terrestre con mayor nú-
grandes de trabajo, y nace de aplicar y corregir mero y diversidad de elementos y dinámicas
experiencias similares que, por haberse desa- de predominio abiótico.
rrollado desde otros planteamientos u otros
contextos escalares, no propician resultados En este sentido, Luis Miguel Nieto (2001)
satisfactorios en estudios de detalle. recoge las propuestas más significativas y las
agrupa en tres grandes conjuntos, según si
Con el propósito arriba indicado, se atienden a diversidad geológica, estructuras,
reúnen distintas experiencias previas que materiales y procesos geológicos o diversidad
permiten reflexionar sobre el concepto de natural y ordenación y gestión del territorio.
geodiversidad, valorar los métodos emplea- El trabajo de Nieto también hace referencia
dos al respecto y, finalmente, derivar una a distintos documentos con valor normativo,
propuesta ajustada al área de estudio, la cual así como a experiencias concretas realizadas
verificamos a través de un exhaustivo trabajo desde diferentes concepciones, hecho que
de campo. Tras la presentación del área de refuerza la dispersión de planteamientos y
estudio y el desarrollo de la metodología em- métodos de trabajo existente.
pleada, se exponen los resultados obtenidos.
Este último punto cede paso a la discusión Luis Carcavilla, Jerónimo López y Juan
de los mismos, en un fructífero apartado José Durán (2007) reflexionan sobre el con-
donde se aplican y comparan otros métodos cepto de geodiversidad, señalando las re-
de trabajo aplicados con éxito en distintos laciones que mantiene con el patrimonio
ámbitos territoriales pero con resultados poco geológico, la biodiversidad y el paisaje. Los
acertados en nuestra área de trabajo. Final- autores conciben la geodiversidad de mane-
mente se señala la oportunidad de replicar el ra restrictiva, asimilándola estrictamente a
procedimiento propuesto en planteamientos diversidad geológica e indicando su estudio
y ámbitos escalares similares, como medida a partir de rasgos geológicos (como los aflora-
para validar su bondad y facilitar su aplica- mientos, las formas del terreno o los elemen-
ción desde concepciones holísticas y ámbitos tos unitarios), sus límites y los procesos que
territoriales detallados. los han generado; con todo admiten vínculos
con otros elementos del territorio, caso de
La geodiversidad la geografía, el paisaje, el clima, la cultura
o la economía. De esta manera proponen
Se conoce un buen número de definicio- una definición de geodiversidad centrada,
nes de geodiversidad, no todas coinciden- precisamente, en la idea de diversidad geoló-
tes y no todas elaboradas desde un mismo gica: “la variabilidad de litologías e intervalos
planteamiento. Algunas propuestas asimilan cronoestratigráfi cos presentes en el registro
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geológico de un determinado territorio, en González y Enrique Serrano (2008) indican


relación con su abundancia, distribución, que numerosos espacios protegidos acogen
frecuencia y, si se analiza su relación con el importantes elementos de geodiversidad, a
patrimonio geológico, importancia geológi- pesar de que estos no siempre aparecen reco-
ca” (Carcavilla et al., 2007: 152). gidos en los motivos de su declaración y por
bien que esta acostumbre a realizarse bajo
Por otra parte, Enrique Serrano y Purifica- justificaciones más relacionadas con lo bió-
ción Ruiz (2007a) señalan de manera clara tico que con lo abiótico. Aparte cabe contar
la existencia de distintos planteamientos de la preponderancia de elementos y criterios de
trabajo en función del grado de restricción tipo biológico, tanto en cuestiones relacio-
con el que se concibe este término. Indican nadas con la gestión y el mantenimiento de
la existencia de consideraciones excluyentes, espacios protegidos como en su evaluación
que por geodiversidad entienden únicamente (Mallarach, 2008). Iniciativas como el trabajo
diversidad geológica, así como planteamien- sobre geosites de la IUGS (Wimbledon et al.,
tos más abiertos, que integran en un solo 2000) o el Manifiesto Europeo para el Patri-
concepto la totalidad de elementos físicos del monio Terrestre y la Geodiversidad, de 2004,
medio natural. En este sentido proponen el pretenden corregir esta desviación.
estudio de la geodiversidad a partir de cinco
elementos (topografía, geología, geomorfolo- Mario Panizza y Sandra Piacente (2003)
gía, hidrología y suelos), desglosables en dis- han trabajado la valorización de espacios
tintos subelementos y desde cuatro jerarquías protegidos por su geodiversidad. Estos autores
escalares, según si la geodiversidad atiende a destacan la ligazón entre geodiversidad y pa-
partículas, elementos, lugares o paisajes. De trimonio cultural y, a través de él, con aque-
la misma manera plantean una definición con llos aspectos de tipo social que habitualmen-
marcada voluntad holística, que no solo con- te no se relacionan con temáticas abióticas.
templa elementos y procesos sino también De hecho la consideración de estos lugares
interrelaciones y rangos escalares incluyendo, puede realizarse atendiendo a tres aspectos, a
asimismo, la participación del ser humano: saber: la investigación científica (incluyendo
la identificación, el censo, la evaluación y la
“Thus, in acknowledgement of the ele- protección de elementos y lugares), la inte-
ments targeted by the concept and, in gración cultural (en la medida en que estos
particular, in recognition of the integra- lugares conforman un paisaje sentido como
tive character of the biotic elements of a propio por la sociedad) y la inspiración ar-
natural system, it is put forward here that tística (atendiendo a la sugestión que puedan
geodiversity be defined from a theoretical despertar en la elaboración de obras litera-
point of view as the variability of abiotic rias, pictóricas y, en un sentido amplio, artís-
nature, including lithological, tectonic, ticas) (Panizza & Piacente, 2002). Como re-
geomorphological, soil, hydrological, sulta lógico inferir, de esta concepción deriva
topographical elements and physical pro- la riqueza patrimonial, o geopatrimonial, de
cesses on the land surface and in the seas aquellos lugares con valores geomorfológicos
and oceans, together with systems generat- originales (Castro et al., 2012). Todo ello lleva
ed by natural, endogenous and exogenous, a hablar de la geodiversidad como recurso
and human processes, which cover the ambiental, social y económico, por ejemplo
diversity of particles, elements and places” mediante actividades como el turismo (Voth,
(Serrano & Ruiz, 2007b:143-144). 2004; Pralong, 2005; Naharaoui, 2011). Esta
complementa otras valoraciones territoriales,
Los lugares con una geodiversidad inte- ya centradas en aspectos bióticos, ya en otros
resante han sido estudiados y clasificados de tipo cultural o social, y se sitúa en la línea
bajo distintos parámetros en función de los de estudios como los propuestos por el Mont-
valores que albergan, los procesos que se pellier Panel, que se aproximan a territorios y
desarrollan y el alcance espacial de los mis- sociedades atendiendo a las distintas dimen-
mos (Reynard, 2004a; Reynard y Panizza, siones de su complejidad.
2005; Calvet y Giusti, 2009), hecho que ha
llevado a vincular la geodiversidad con los Como resulta fácil imaginar se han de-
espacios protegidos. Autores como Juan José sarrollado experiencias en distintos ámbitos
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DETALLADAS

escalares, si bien aquellos poco detallados aptitud o idoneidad, estudio multidiscipli-


parecen resultar especialmente habituales. nar global, disponibilidad y potencialidad,
En cualquier caso, el papel de los elementos complejidad y (geo)diversidad. Viola Bruschi
abióticos en el paisaje y, particularmente, la (2007: 82) señala que la evaluación de luga-
de aquellos relacionados con la geodiversi- res de interés geológico se efectúa mediante
dad, se ha puesto de manifiesto en numerosas la identificación de criterios de calidad (valor
ocasiones (Chevalier, 1928; Reynard, 2004b, intrínseco, potencial de uso y grado de ame-
Castro y Brignardello, 2005; Reynard, 2005; naza), la especificación de las características
Gómez Ortiz et al., 2010; Serrano Giné, y parámetros que permiten representarlos,
2012). Esta participación se debe fundamen- el establecimiento de distintas escalas de
talmente al peso que poseen estos elementos valor para cada parámetro y la integración
en la configuración del paisaje, a causa de de los mismos para generar un “modelo de
su rol estructurante y su predominio visual, calidad”. Un planteamiento distinto fija una
que los incluyen e individualizan, al mismo mayor atención en los aspectos culturales que
tiempo, en el conjunto donde se encuentran: se vinculan a estos lugares, particularmente
“Mais le relief peut-il se confondre avec le mediante la interrelación entre formas del
paysage? Si l’on considère que pour qu’il y relieve y actuaciones humanas (Panizza &
ait paysage, il faut que s’établisse une relation Piacente, 2003). Serrano Cañadas y Gonzá-
entre une portion de l’espace géographique et lez Trueba (2005) demuestran la utilidad del
un observateur et que cette relation introduit cuaderno de campo y las fichas normalizadas
une série de filtres perceptifs entre l’espace para recoger información de lugares de in-
géographique et ce que nous appelons le terés geomorfológico; los autores proponen
paysage. Il participe bien sûr à la création una evaluación a partir de cinco parámetros
de paysages, mais il n’est pas le paysage. de tipo cultural y nueve de uso y gestión, que
C’est ce que nous avons appelé le paysage son puntuados, respectivamente, en dos y
géomorphologique, que l’on pourrait définir tres escalas cuantitativas. Murray Gray (2004)
comme « une portion du relief terrestre, vue, señala que la valoración de la geodiversidad
perçue (et parfois exploitée) par l’Homme»” puede desglosarse atendiendo a cinco aparta-
(Reynard, 2005: 14). De esta manera a través dos, a saber valores de tipo cultural, estético,
del paisaje la geodiversidad adquiere una di- económico, funcional y de investigación y
mensión netamente patrimonial, tal como se educación. En el ámbito del paisaje Reynard
evidencia, por ejemplo, en el caso de las acti- (2004a) apunta que la valoración puede di-
vidades mineras (Carvajal y González, 2002). rigirse hacia aspectos de tipo geocientífico,
geoecológico, estético, cultural, religioso e
Evaluación de la geodiversidad histórico y económico. Desde un posiciona-
miento mucho más amplio Mallarach (1999)
Las evaluaciones de diversidad natural se especifica que los criterios a seguir pueden
basan en la selección, clasificación y pondera- ser de carácter ecológico, de planificación y
ción de los distintos elementos que componen gestión y cultural, subdividiéndose cada uno
el medio. Ello se realiza a través de criterios, de ellos en distintos subapartados.
métodos y modelos, centrados en los valores
y calidades de dichos elementos, sean o no Las metodologías específicas para valorar
cuantificables. Este hecho comporta obstáculos la geodiversidad no son especialmente abun-
de distinto orden que, según Josep Maria Ma- dantes. La propuesta de Kozlowski (2004)
llarach (1999), pueden ser de tipo ideológico, para Polonia considera cuatro elementos
procedimental o metodológico. Con todo, no (desglosados en trece subelementos) en cinco
conviene olvidar que la consideración que categorías posibles (que varían de “muy alto”
se disponga a estos elementos y criterios de a “muy bajo”), utilizando como base territo-
evaluación, sea cual fuere, deriva de la impor- rial ocho mapas a escala 1:750.000 donde
tancia que la sociedad les atribuya y, por tanto, se representa la geodiversidad de la estruc-
siempre puede resultar variable y discutible. tura geológica, de la superficie terrestre, de
los suelos, de las aguas superficiales, de las
Wimbledon et al. (2000) realizan la selec- aguas subterráneas, de las aguas minerales y
ción de lugares de interés geológico mediante terapéuticas, de las aguas termales y de la es-
criterios de representatividad, singularidad, tructura del paisaje en clave de conservación
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de la geodiversidad. Nieto (2001) expone una estos distintos autores, se diseña un procedi-
iniciativa que considera el número, variedad, miento de trabajo que evalúa la geodiversi-
naturaleza y extensión de puntos de interés dad. Este procedimiento atiende a la variedad
geológico (PIG) y puntos de valor intrínseco y a la abundancia de elementos físicos, a la
(PIV) por unidad de superficie, señalando frecuencia, distribución y superficie de las
específicamente la subjetividad con la que se unidades de análisis y a la pendiente y rugo-
escogen los PIG y PIV objeto de análisis, así sidad del territorio estudiado, y presenta la
como la lógica variación de resultados que particularidad de desarrollarse en un ámbito
existe al comparar áreas de distinta super- escalar de sumo detalle.
ficie. Por otra parte, Carcavilla et al. (2007)
proponen la valoración de la geodiversidad a La consideración de los distintos paráme-
partir del análisis de la diversidad, frecuencia tros se realiza tomando como ámbito de refe-
y distribución de entidades geológicas, con rencia unidades homogéneas de relieve. Estas
el fin de cuantificarlas y facilitar su compa- delimitaciones se han realizado bajo criterios
ración. Ello comporta acotar la muestra a de homogeneidad topográfica, geológica y
analizar y la definición de clases, a partir del geomorfológica, pero sin confundirlas con
número y variabilidad de elementos consi- unidades litológicas o geomorfológicas stricto
derados, y teniendo muy presente la impor- sensu. Dichas delimitaciones, pues, deben
tancia de la escala de trabajo. Una vez esta- entenderse como un catálogo de tipos de re-
blecidas dichas clases se propone el uso de lieve, en el sentido amplio de dicho concep-
algoritmos que faciliten su análisis, atendien- to. Su objetivo es delimitar áreas con carac-
do a parámetros de abundancia, frecuencia, terísticas similares desde el punto de vista de
distribución y gradientes de geodiversidad. Fi- la topografía, la morfoestructura, la morfodi-
nalmente, Serrano y Ruiz (2007a) aplican un námica y, por extensión, el relieve. Tienen un
sencillo algoritmo que relaciona la variedad eminente carácter sintético, ya que defi nen
de elementos físicos con la rugosidad y la di- y delimitan espacios homogéneos desde una
mensión y desarrollan su aplicación a peque- perspectiva abiótica. Las unidades de relieve
ña escala, utilizando como espacio de refe- establecidas tienen validez a escala 1:20.000
rencia unidades geomorfológicas previamente y se concretizan en 408 delimitaciones reuni-
delimitadas. Los mismos autores señalan la das en 36 unidades (Serrano Giné, 2012).
importancia de la rugosidad como variable
para colegir información sobre topografía y El procedimiento seguido para valorar la
variaciones microclimáticas y topoclimáticas, geodiversidad se estructura en la delimitación
así como la poca adecuación del método a de las unidades de relieve, la recopilación de
unidades de pequeño tamaño. los elementos físicos contenidos en ellas y su
posterior correlación, a través de los siguien-
Metodología tes seis pasos:

La experiencia en metodologías para va- a) Análisis del área de estudio mediante tra-
lorar la geodiversidad es limitada. Las aplica- bajo de gabinete y exhaustivo trabajo de
ciones a casos concretos son escasas y, si se campo
contrastan entre sí, no resultan proclives a la b) Establecimiento de unidades de relieve,
realización de comparaciones. delimitadas bajo criterios de homogenei-
dad topográfica, geológica y geomorfoló-
Autores como Panizza y Piacente (2003), gica, con validez a 1:20.000
Gray (2004), Reynard (2004) y Pralong (2005) c) Inventario de los elementos abióticos con-
han realizado importantes apreciaciones a tenidos en cada unidad delimitada
cerca de la geodiversidad y su valoración. d) Evaluación de la geodiversidad mediante
Otros autores, como Serrano y Ruiz (2007a, el siguiente cálculo:
2007b) o Carcavilla et al. (2007) han especi-
ficado estos planteamientos en metodologías Gd= Eg*Rq*Sn*Un*P*Rg
concretas, que validan en ámbitos escalares
pequeños. A partir del conocimiento del área e) Cartografiado de los resultados obtenidos
de estudio, y gracias a las aportaciones de f) Verificación con la realidad
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DETALLADAS

El valor Eg del algoritmo aplicado nace física que a la geografía física. Conviene tener
del recuento de los elementos físicos existen- presente que algunos de estos elementos ya
tes en la unidad (Cuadro Nº 1). Contabiliza el aparecen implícitos en la unidad de relieve
número de elementos diferentes, contemplan- donde se observan por ser, precisamente,
do tanto elementos relacionados con la lito- motivadores de su definición. La abundancia
logía, morfoestructuras, procesos y microfor- de elementos contabilizados se expresa por
mas, como elementos de carácter hidrológico el parámetro Rq, que codifica la repetición
o edáfico. Sin llegar a la exhaustividad de de observaciones en tres categorías, donde 1
Juan José Durán (1998), los elementos obser- equivale a poco abundante, 2 a abundante y
vados prestan mayor atención a la geología 3 a muy abundante.

Cuadro Nº 1
Elementos físicos existentes en cada unidad de relieve

Tectónica y estructura
Tectónica Orogenia hercínica Estructuras
antiguas
Orogenia alpina Estructuras de
cobertera
Estructuras Fallas paleozoicas
Fallas alpinas y
cabalgamientos
Cuestas Cobertera triásica
Cobertera
cretácica
Elementos litoestratigráficos
Cronología y facies Litología Geoforma
Paleozoico Cambroordoviciano Esquistos
Diabases
Diques cuarcíticos
Mesozoico Triásico Buntsandstein Conglomerados, Eólicas
areniscas, lutitas Turriculares
Minería
Muschelkalk Dolomías, calizas,
margas, yesos Cársticas
Afloramientos
rocosos
Keuper Arcillas, evaporitas Minería
Jurásico Calizas. dolomías Cársticas
Cretácico Calizas, dolomías Cársticas
Afloramientos
rocosos
Minería
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Continuación Cuadro Nº 1

Tectónica y estructura
Cuaternario Pleistoceno Aluviones Abanicos
aluviales
Terrazas
fluviales
Coluviones Costras de
caliche
Aluviones Abanicos
aluviales
Terrazas
fluviales
Coluviones Deslizamientos

Fuente: Elaboración propia.

La participación de cada unidad en el cambio espacial del relieve. Ambos valores,


conjunto se contempla mediante el valor S y pendiente y rugosidad, han sido codificados
el valor U. El primero expresa el porcentaje según la propuesta de Serrano y Ruiz (2007a,
en superficie (ha) de cada unidad respecto el 2007b) (Cuadro Nº 2).
conjunto de unidades, mientras que el segun-
do indica la participación relativa en número Los valores obtenidos tras la aplicación
de delimitaciones de cada unidad respecto del algoritmo han sido ajustados a una cla-
a las unidades de un mismo grupo (Serrano sificación de cuatro categorías, utilizando al
Giné, 2012). De esta manera se observan las efecto el método de clasifi cación de cortes
dos posibles frecuencias de aparición, según naturales, o de Jenks. Este procedimiento
si considera a la superficie relativa o a la ha sido escogido por permitir realizar agru-
repetición de ellas, siempre contemplando pamientos de valores similares en clases
como valor de referencia el total de unida- homogéneas, atendiendo a la manera como
des delimitadas. Con el objetivo de valorar se distribuyen los datos a lo largo del rango
positivamente aquellas unidades más escasas de la variable. Las clases resultantes han sido
(tanto en número como en extensión) se ha recodificadas en una leyenda nominal que
aplicado el valor inverso, que se ha obtenido distingue cuatro categorías: bajo, medio, alto
mediante la formulación [100-S] o [100-U]. y muy alto, según los valores numéricos cal-
El resultado es la reducción equivalente, ex- culados.
presada bajo la forma Sn y Un.
Finalmente cabe indicar que para la apli-
El valor P corresponde a la pendiente me- cación del logaritmo propuesto, el cálculo de
dia de la delimitación, expresada en grados. la pendiente, la rugosidad y el cartografiado
Por otra parte, el valor Rg atiende a la rugo- de los valores resultantes, ha sido de gran
sidad media, entendida como magnitud de utilidad el uso de un sistema de informa-

Cuadro Nº 2
Codificación empleada para valorar la pendiente y la rugosidad del relieve

Pendiente (º) / Rugosidad 0-5 6-15 16-25 26-50 >50


Codificación 1 2 3 4 5

Fuente: Serrano y Ruiz, 2007a.


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DETALLADAS

ción geográfica. Por otra parte es importante la fragmentación y rugosidad resultan nota-
señalar que los datos colectados han sido bles, e influencian claramente la vegetación
obtenidos mediante un exhaustivo trabajo de y las actividades humanas. La ocupación del
campo, y que la comprobación de resultados suelo se estructura por formaciones arbóreas
se ha servido, también, del conocimiento di- y arbustivas de tipo mediterráneo, algunos
recto de la realidad. cultivos de secano de distribución irregular y
un rosario de urbanizaciones residenciales de
Validación metodológica baja densidad (Paül & Serrano, 2005).

La validación metodológica se desarrolla Este sector debe entenderse como un área


en Muntanyes d’Ordal, un espacio de baja particularmente sensible desde el punto de
montaña repartido en poco más de 15.000 vista ambiental. Por una parte ello se explica
ha, a escasos kilómetros de la ciudad de por su proximidad a la ciudad de Barcelona y
Barcelona (Figura Nº 1). El sector se carac- su inclusión en un contexto periurbano; por
teriza por la compartimentación del relieve, otra parte por la fragilidad propia de los relie-
que se traduce en una sucesión de valles, ves montañosos que, a pesar de ser modestos,
sierras y rellanos en un contexto claramente son una constante en Muntanyes d’Ordal.
montuoso. Las alturas máximas del sector Por todo ello y por la riqueza del patrimonio
son modestas (Puig d’Agulles, 653,1 m) pero ambiental y cultural, este sector se encuentra

Figura Nº 1
Localización del área de estudio

Fuente: Elaboración propia.

parcialmente protegido por la Unión Europea d’Ordal. A su alrededor se disponen distintas


por el Lugar de Interés Comunitario “Serres sierras con direcciones excéntricas, relativa-
del Litoral Central”, de la Red Natura 2000. mente fáciles de individualizar a causa de la
incisión de la red hídrica.
Condicionantes abióticos
Según Noel Llopis Lladó (1947) la es-
A vista de pájaro la estructura del relieve tructura del sector se gesta durante los cam-
se articula en torno a Puig d’Agulles, pun- bios isostáticos de final del Oligoceno, que
to central y de mayor altitud de Muntayes marcaron la aparición de grandes fracturas
74 REVISTA DE GEOGRAFÍA NORTE GRANDE

longitudinales, con dirección NE-SW, y que El volumen y disposición topográfica


posteriormente facilitaron la aparición de propician la transición entre una situación
fallas de distensión de disposición transver- climática mediterránea litoral, al sur, a otra
sal. Los mismos movimientos tardioligocenos ligeramente continentalizada, al norte. Este
comportaron un basculamiento orogénico matiz se demuestra en un ligero incremento
hacia el NE, que impuso un buzamiento li- de las precipitaciones y un descenso térmico,
tológico en esta dirección. De esta manera ligados a una mayor altitud y a particularida-
es posible diferenciar cuatro agrupamientos des microclimáticas propias de los relieves
geológicos correspondientes a la era Paleo- contrastados, que justifican una inflexión en
zoica y a los periodos Triásico, Cretácico y la isoyeta de los 700 mm (Clavero, 1994).
Cuaternario.

El basamiento de Muntayes d’Ordal se


Geodiversidad en Muntanyes
forma por tres niveles litológicos, entre los d’Ordal
que sobresalen por su abundancia pizarras
y esquistos del Cambro-Ordoviciano con En la Figura Nº 2 y en el Cuadro Nº 3 se
profusión de diques cuarcíticos. Debido a la muestran los resultados generados por el algo-
morfotectónica estos materiales únicamente ritmo utilizado. Los resultados obtenidos seña-
afloran en superficie en el sector NE, de ma- lan unos valores de geodiversidad mayormente
yor buzamiento respecto el plano horizontal medios y altos para el total del área de estudio.
(Solé Sabarís et al., 1975). Sobre la serie
paleozoica descansa una orla de materiales Los valores más discretos se localizan en
triásicos, que siguen de manera evidente la el sector septentrional y oriental del área de
disposición NE impuesta por el basamiento. estudio, así como en algunos sectores interio-
Los materiales se forman por facies germáni- res dominados por materiales cuaternarios y
cas claramente estratificadas de conglomera- morfologías onduladas. Los valores medios y
dos y lutitas rojizas del Buntsandstein, donde altos acostumbran a coincidir con ubicaciones
se encuentran ejemplos de alveolización y montuosas, con un relieve fragmentado, pen-
taffonización, así como otros ventifactos. Si- dientes notorias y un número significativo de
guen dolomías y calizas del Muschelkalk in- elementos abióticos, principalmente derivados
ferior, lutitas rojizas del Mulschelkalk medio de la existencia de morfologías y procesos
y dolomías, calizas y margas del Muschelkalk cársticos. Las calificaciones de geodiversidad
superior, así como arcillas y evaporitas del muy alta se localizan en topografías similares
Keuper (Marqués, 1995). Estos últimos mate- pero que, frecuentemente, coinciden con li-
riales del Muschelkalk y del Keuper presentan tologías triásicas. Esta valoración elevada se
una gran horizontalidad y configuran relieves explica por los elementos físicos contenidos
en cuesta bien delimitados por los cantiles de en el interior de las delimitaciones y, también,
su flanco oriental. Estas litologías se encuen- por la escasa participación de este tipo de uni-
tran protegidas por una cobertura cretácica dades en el conjunto del área de estudio.
que, al seguir el basculamiento general, apa-
rece más desarrollada cuanto más al SW nos El algoritmo empleado asigna valores ele-
situemos. Los materiales predominantes son vados a aquellas unidades con abundancia
dolomías del Jurásico y del Cretácico, sobre de elementos físicos y poca participación de
las cuales se extiende una capa de calizas delimitaciones, en número o superficie, en el
indiferenciadas y donde resulta fácil encon- conjunto. Esta particularidad permite realizar
trar distintas morfologías cársticas, tanto de una doble valoración, interna y externa, se-
carácter centimétrico como de medidas su- gún se atienda a la geodiversidad del interior
periores (Llopis Lladó, 1947). Los materiales de cada unidad delimitada, o a la geodiversi-
más recientes se localizan de manera profusa dad del conjunto de Muntanyes d’Ordal.
en las cercanías de los cursos hídricos, donde
se acumulan en terrazas fluviales y en lechos Los valores de geodiversidad baja se con-
anamostosados; también son muy abundantes cretan en 127 unidades, esto es prácticamen-
los depósitos coluviales, presentes al pie de te el 31% de las delimitaciones. Los valores
laderas acusadas y valles encajados. medios son ligeramente superiores, atienden
a 145 delimitaciones con una correspon-
VALORACIÓN DE LA GEODIVERSIDAD . VALIDACIÓN METODOLÓGICA EN ESCALAS 75
DETALLADAS

Figura Nº 2
Geodiversidad en Muntanyes d’Ordal mediante el algoritmo utilizado

Valores de geodiversidad: 1. bajo; 2. medio; 3.alto; 4. muy alto.


Fuente: Elaboración pròpia.

Cuadro Nº 3
Geodiversidad en Muntanyes d’Ordal

Geodiversidad Número de Porcentaje de Superficie (ha) Porcentaje de


unidades unidades superficie
Baja 127 30,98 3.128,07 20,76
Media 145 35,37 5.627,54 37,34
Alta 122 29,76 5.462,10 36,24
Muy alta 16 3,9 852,64 5,66
Total 410 100 15.070,35 100

Fuente: Elaboración propia.

dencia de poco más del 35% del total y una La necesidad de buscar
extensión absoluta de prácticamente 5.630
ha. Las unidades con una valoración alta de nuevas metodologías para la
geodiversidad resultan relativamente nume- valoración de la geodiversidad
rosas, con una participación que roza el 30%
y 122 compartimentaciones. Finalmente, las El procedimiento utilizado permite esti-
unidades de geodiversidad muy alta implican mar la geodiversidad a partir de los elemen-
a 16 unidades, con un significado de casi el tos que más participan en su definición. Esto
4% del conjunto y una extensión de poco es la diversidad y abundancia de elementos
más de 850 ha. físicos, la pendiente y la rugosidad del re-
76 REVISTA DE GEOGRAFÍA NORTE GRANDE

lieve. También se considera la participación El método finalmente desarrollado pre-


relativa en número y superficie de cada deli- senta ciertas divergencias respecto otras ex-
mitación realizada, así como la extensión de periencias previas. Estas resultan fácilmente
las unidades observadas y la escala de análi- observables si se comparan los resultados
sis del estudio. La relación entre las distintas obtenidos con aquellos resultados ofrecidos
variables se ha establecido a partir de las por la aplicación de las metodologías origina-
sugerencias propuestas por otras experiencias rias. De esta manera, la aplicación del algo-
(Serrano y Ruiz, 2007a, 2007b; Carcavilla et ritmo explicitado por Serrano y Ruiz (2007a,
al., 2007), si bien la particularidad del área 2007b) muestra unos valores relativamente
de estudio ha requerido modificaciones y cercanos a la realidad con los operadores
ajustes importantes, que propiciaran la obten- empleados en el numerador de su formula-
ción de resultados realmente descriptivos de ción (Figura Nº 3), pero que se desvían si se
la realidad. Con este fin fue necesario realizar atiende a los utilizados en el denominador
dieciséis iteraciones basadas en un proceso (Figura Nº 4). Ello se debe a que este método
de ensayo y error, en el cual el trabajo de propone el uso de una corrección logarítmica
campo y el conocimiento del área de estudio de los valores de superficie, hecho que per-
resultaron de vital ayuda. El resultado final se mite reducir valores elevados y ajustarlos a
corresponde de forma fidedigna con la reali- escala decimal, para facilitar la comprensión
dad y muestra una robustez basada en expe- de resultados. Sin embargo, por este mismo
riencias previas de probada validez y en un motivo, su aplicación en unidades de exten-
conocimiento del área de estudio de primera sión reducida resulta inapropiada, pues la di-
mano, que descansa en el trabajo de campo mensión de las unidades de referencia llega a
realizado. comportar la ilógica obtención de resultados
con valores negativos.

Figura Nº 3
Geodiversidad en Muntanyes d’Ordal a través de los operadores empleados en el numerador del
algoritmo utilizado

Valores de geodiversidad: 1. bajo; 2. medio; 3. alto; 4. muy alto.


Fuente: elaboración propia a partir de Serrano y Ruiz, 2007a.
VALORACIÓN DE LA GEODIVERSIDAD . VALIDACIÓN METODOLÓGICA EN ESCALAS 77
DETALLADAS

Figura Nº 4
Geodiversidad en Muntanyes d’Ordal a través de los operadores empleados en el denominador del
algoritmo utilizado

Valores de geodiversidad: 1. bajo; 2. medio; 3. alto; 4. muy alto.


Fuente: Elaboración propia a partir de Serrano y Ruiz, 2007a.

Por otra parte la aplicación de las pro- (2003) evidencian de manera clara el número
puestas de Carcavilla et al. (2007) se ajus- de variables que deben considerarse a la hora
tan parcialmente a la realidad del área de de valorar la geodiversidad, así como la ma-
estudio, particularmente en el cálculo de la nera de correlacionarlas. Otras experiencias,
geodiversidad intrínseca o abundancia, aun- como las de Calvet y Giusti (2009) destacan
que resulta complicado realizar valoraciones la importancia de la escala y la dimensión
entre distintas unidades (Figura Nº 5), preci- espacial, en refl exiones que, a partir de la
samente por las dimensiones del área de estu- experiencia en Muntanyes d’Ordal, queremos
dio y el grado de análisis con el que se reali- compartir.
za su tratamiento. Por otra parte la estimación
de la frecuencia de clase que emplean estos La formulación final del algoritmo aplica-
autores en su formulación, proporciona unos do se ha establecido tras un largo proceso de
resultados desviados en nuestro caso, ya que ensayo y error. La verificación de los resulta-
únicamente permite destacar los valores de dos obtenidos se realizó mediante el contras-
las unidades de dimensión reducida (Figura te con la realidad y el conocimiento del área
Nº 6). Este hecho revela la importancia de la de estudio. Tras dieciséis aproximaciones se
dimensión de las áreas de referencia emplea- obtuvo la formulación aplicada, que es la
das, precisamente, en función del contexto que mayor coherencia presenta con la reali-
donde se ubican. dad y la que más fiabilidad reporta. El algo-
ritmo resulta de cálculo sencillo pues, aun-
Conviene señalar que trabajos como los que el número de variables analizadas sea
de Reynard et al. (2007) o Panizza y Piacente significativo (seis, en total), su interrelación
78 REVISTA DE GEOGRAFÍA NORTE GRANDE

Figura Nº 5
Geodiversidad en Muntanyes d’Ordal (abundancia)

Valores de geodiversidad: 1. bajo; 2. medio; 3. alto; 4. muy alto.


Fuente: Elaboración propia a partir de Carcavilla, López y Durán, 2007.

Figura Nº 6
Geodiversidad en Muntanyes d’Ordal (frecuencia de clase)

Valores de geodiversidad: 1. bajo; 2. medio; 3. alto; 4. muy alto.


Fuente: Elaboración propia a partir de Carcavilla, López y Durán, 2007.
VALORACIÓN DE LA GEODIVERSIDAD . VALIDACIÓN METODOLÓGICA EN ESCALAS 79
DETALLADAS

se realiza mediante un álgebra sumamente Finalmente, y como ya se ha notado en


simple. Durante el proceso de ensayo y error otras ocasiones, conviene insistir en la to-
se emplearon algoritmos que consideraban la davía escasa experiencia en valoraciones de
ponderación de determinadas variables, pero geodiversidad y en la aplicación de metodo-
su validez no siempre resultó clara, motivo logías no siempre coincidentes que, según la
por el cual terminaron desechándose. Tam- naturaleza del área de estudio, proporcionan
bién se consideraron cálculos que integraran resultados con distinto grado de ajuste con la
índices sobre la abundancia relativa de cada realidad. Un trabajo continuado en este sen-
clase, como los propuestos por Rosenberg, tido ha de permitir la homogeneización de
según recoge Durán (1998). Pero su identifi- aproximaciones, particularmente en el caso
cación no siempre pudo realizarse de forma de los estudios con elevado grado de detalle.
sistemática y su correlación no demostró Esto es porque, como se ha demostrado, las
una validez evidente. De la misma manera valoraciones en ámbitos escalares reducidos
se ensayó con procedimientos que homoge- no muestran el mismo grado de acierto si se
neizaban las unidades en función de la par- aplican en ámbitos escalares grandes. La bon-
ticipación de estas en el conjunto. Pero los dad del método desarrollado ha sido valida-
resultados obtenidos no fueron satisfactorios, do, a escala de detalle, en Muntayes d’Ordal.
por otorgar siempre puntuaciones mayores Resultaría positivo que próximas propuestas
a aquellas delimitaciones más frecuentes o aplicaran esta misma metodología en otros
de mayor extensión. A lo largo de todo el ámbitos escalares grandes, y que la ajustarán
proceso metodológico se observó, de forma en la medida en que fuera necesario. Dichos
reiterada, la importancia de ajustar los valo- próximos ejercicios no solo deberían atender
res empleados a la realidad impuesta por una a estas demandas, sino también a otras rela-
escala de trabajo detallada. cionadas con la valoración cualitativa de la
geodiversidad, la estimación de su calidad y
La aplicación de este procedimiento en la integración con otras medidas y métodos
Muntanyes d’Ordal ha revelado un predo- de valoración, tanto de elementos abióticos
minio importante de las unidades con una como de sistemas naturales, en general.
geodiversidad baja y media (66,35%), una
participación significativa de las unidades Referencias bibliográficas
con alta geodiversidad (29,76%) y una parti-
cipación minoritaria, pero valiosa de las de BRUSCHI, V. Desarrollo de una metodo-
muy alta geodiversidad (16 unidades con un logía para la caracterización, evaluación y
significado del 4% del total). Resulta intere- gestión de los recursos de la geodiversidad.
sante señalar que las unidades de mayor va- Cantabria: Universidad de Cantabria, 2007.
loración adquieren este significado, en buena Disponible en Internet : http://hdl.handle.
parte, por su carácter singular. Estas tienen net/10803/10611.
una participación en número y en superficie
minoritaria en el área de estudio, pero que CALVET, M. & GIUSTI, CH. Géosites,
se encuentra valorada positivamente en el al- géotopes ou géomorphosites ? Pertinence des
goritmo utilizado. Esta particularidad permite concepts et complexité scalaire. Géomorpho-
considerar tanto la geodiversidad interna de sites, 2009, Vol. 2, p. 101-102. Disponible
cada unidad como la externa, es decir, la del en Internet: http://geoinfo.amu.edu.pl/iag/
conjunto de Muntanyes d’Ordal. El resultado, arch/Paris2009Vol2.pdf
en consecuencia, ofrece una doble lectura
según si se atiende a la geodiversidad en el CARCAVILLA, L.; LÓPEZ MARTÍNEZ, J. y
interior de cada delimitación o para la totali- DURÁN, J.J. Patrimonio geológico y geodiver-
dad de Muntanyes d’Ordal. Precisamente por sidad: investigación, conservación, gestión y
este último aspecto conviene recordar que relación con los espacios naturales protegi-
los valores de geodiversidad aquí obtenidos dos. Madrid: Instituto Geológico y Minero de
deben ser entendidos en el ámbito donde se España, 2007.
insieren y en el contexto escalar en que han
sido generados, pues en otros ámbitos se en- CARVAJAL, D.J. y GONZÁLEZ, A. La con-
contrarían descontextualizados. tribución del patrimonio geológico y minero
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