ENTRÉGUESE ESTA HOJA AL SUPERINTENDENTE DE LA ESCUELA

RESPUESTAS DEL REPASO CORRESPONDIENTE A LAS SEMANAS DEL 4 DE

MAYO AL 29 DE JUNIO DE 2015.
FUENTES DE LA INFORMACIÓN: Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Es-
crituras [bi12] y La Atalaya [w].
INSTRUCCIONES: Todos deben tener las preguntas de repaso que aparecen en Nuestro
Ministerio del Reino. Si el tiempo lo permite, el superintendente de la escuela puede
plantear preguntas adicionales a fin de aclarar las ideas más importantes, destacar las
razones de las respuestas o lograr que se mencionen aplicaciones prácticas de la
información. Dado que no siempre es posible incluir en esta hoja todas las respuestas
válidas, se aceptarán las que sean correctas y estén de acuerdo con nuestra manera actual
de entender esas cuestiones en particular, aunque dichas respuestas no aparezcan aquí.
La congregación no podrá consultar esta hoja sino hasta que haya finalizado el repaso;
ahora bien, el superintendente de la escuela debe utilizarla las semanas previas como
orientación para saber qué puntos conviene destacar para beneficio de la congregación.
Si los comentarios de los presentes abarcan los puntos clave de la respuesta, no hay que
leerla de la hoja. El repaso no debe durar más de veinte minutos.
AL SUPERINTENDENTE DE LA ESCUELA: Pídale a uno de los lectores de La Atalaya que
lea desde la plataforma algunos de los textos que aparecen en Nuestro Ministerio del Reino
como parte de las preguntas o después de ellas. Por lo general, estos se leerán antes que
las preguntas. Sin embargo, en vista del tiempo limitado que se concede al repaso, usted
mismo puede decidir si ciertos pasajes deben leerse o resumirse brevemente.
La fecha que aparece entre corchetes corresponde a la semana en que se analizó esta
información.

1. ¿Por qué no estuvo bien la forma en que
Mical se dirigi ó a David, y qué pueden
aprender las parejas casadas de este rela-
to? (2 Sam. 6:20-23.) [11 de mayo, w11 1/8
pág. 12 párr. 1.] Cuando Mical habló con
desprecio a David, no solo lo ofendió a
él sino también desagradó a Dios. Los
casados deben prestar atención a lo que
dicen y no caer en la tentación de usar
lenguaje hiriente u ofensivo.
2. ¿Cómo reaccionó el profeta Natán cuando
Dios lo corrigió por decirle a David que
siguiera con sus planes de construir un tem-
plo para Jehová? (2 Sam. 7:2, 3.) [11 de mayo,
w12 15/2 pág. 24 párrs. 6, 7.] Jehová corri-
gió a Natán porque parece que expresó
sus propios sentimientos en vez de ha-
blar en el nombre de Jehová. La opinión
de Natán sobre la construcción del tem-
plo no era la misma que la de Dios. Sin
embargo, se sometió de buena gana y con
humildad al propósito de Jehová y lo
apoyó sin quejarse.
3. ¿Por qué le contó Natán a David la historia
que aparece en 2 Samuel 12:1-7 en lugar
de acusarlo directamente de haber pecado
gravemente? ¿Cómo puede ayudarnos este
relato a ser mejores maestros? [18 de mayo,
w12 15/2 pág. 24 párrs. 2, 3.] La historia
que contó Natán ayudó a David a ana-
sa15 06-S
lizar su situación con objetividad, sin
tratar de justificarse. El objetivo de un
maestro de la Biblia es que sus oyen-
tes lleguen por sí mismos a conclusiones
correctas y a entender los puntos de vis-
ta de Jehová. Puede hacerlo apelando
al sentido de la justicia del oyente sin
adoptar aires de superioridad.
4. ¿Por qué pudo engañar Absalón a los israeli-
tas, y cómo nos protegemos hoy de quienes
son como él? (2 Sam. 15:6.) [25 de mayo, w12
15/7 pág. 13 párr. 7.] Quizás los israelitas
se dejaron deslumbrar por la imponen-
te presencia de Absalón o por su poder
de persuasión. No fueron leales a Jehová
ni al rey que había designado. Hoy día,
Satanás continúa valiéndose de perso-
nas que son como Absalón para tratar de
ganarse el corazón de los siervos de Jeho-
vá, diciéndoles que las normas de Dios
son demasiado restrictivas o que los que
no sirven a Jehová sí saben divertirse.
Debemos darnos cuenta de que no son
más que sucias mentiras y valorar la ver-
dadera libertad de que disfrutamos bajo
la ley del Cristo.
5. ¿Cómo se encargó Jehová de satisfacer las
necesidades de David y sus hombres en un
momento difícil, y qué aprendemos noso-
tros? (2 Sam. 17:27-29.) [1 de jun., w08 15/9
 pág. 6 párrs. 15,16.] Sobí, Makir y Barzilai
les proporcionaron todo lo que necesi-
taban a David y sus hombres al ver el
aprieto en que se hallaban. David siem-
pre tuvo claro que la bondad de aquellos
tres hombres fue en realidad una expre-
sión del cariño de Jehová. Hoy también
Dios puede hacer que sus siervos se sien-
tan impulsados a ayudar a cualquier
compañero necesitado.
6. ¿Qué nos enseña la forma en que David tra-
tó a Ittai, que no era israelita? (2 Sam. 18:2.)
[1 de jun., w09 15/5 pág. 27 párr. 7.] Como
David, tenemos que esforzarnos por ver
más allá de las diferencias culturales,
raciales y étnicas y fijarnos en las bue-
nas cualidades de los demás. El vínculo
que se formó entre David e Ittai demues-
tra claramente que si llegamos a conocer
y amar a Jehová es posible superar el
prejuicio y la enemistad.
7. ¿Qué aprenden los hermanos de más edad
de la congregación del ejemplo de Barzilai?
(2 Sam. 19:33-35.) [8 de jun., w07 15/7 pág. 15
párrs. 1, 2.] El relato de Barzilai destaca
la necesidad de ser equilibrados. Por un
lado, no deberíamos rechazar los privile-
gios de servicio ni dejar de esforzarnos
por alcanzarlos porque nos sintamos
incapaces de asumir responsabilidades o
tan solo para llevar una vida tranquila.
Por otro lado, deberíamos ser modestos
y reconocer nuestras limitaciones.
8. ¿Qué seguridad nos transmiten a los sier-
vos de Dios las palabras de David sobre la
sa15 06-S
lealtad? (2 Sam. 22:26.) [15 de jun., w10 1/6
pág. 26 párrs. 6, 7.] Las palabras de Da-
vid nos recuerdan que Jehová valora que
seamos leales y le obedezcamos (Efes.
4:24; 5:1). Si tratamos a los demás con
lealtad, como lo hace Dios, podemos es-
tar seguros que nunca nos dejará. Nos
ayudará lealmente a superar cualquier
dificultad que enfrentemos.
9. ¿Cómo demostró Natán lealtad a Dios, y
cómo podemos ser nosotros leales? (1 Rey. 1:
11-14.) [22 de jun., w12 15/2 pág. 25 párrs. 1,
4, 5.] Natán demostró su lealtad a Jehová
defendiendo enérgicamente las disposi-
ciones divinas. Podemos ser como Natán
sosteniendo las normas justas de Jeho-
vá. También podemos enseñar la verdad
y defender la adoración pura con valor,
pero a la vez con tacto.
10. ¿En qué campos podría un siervo de Dios
buscar pretextos para no cumplir con los
mandatos de Dios, como tal vez hizo
Salomón? (1 Rey. 3:1.) [29 de jun., w11 15/12
pág. 10 párrs. 12-14.] Un hermano o una
hermana tal vez trate justificar una re-
lación romántica con un no creyente,
dejando a un lado las claras instruccio-
nes divinas de casarse “solo en el Señor”
(1 Cor. 7:39). Con pretextos similares,
algunos quizás participen en su centro
de estudios en asociaciones y equipos
deportivos fuera de horas de clase, de-
claren menos ingresos de los reales o
mientan cuando deberían revelar ac-
ciones por las que se exponen a sufrir
vergüenza.