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UNIDAD 6: EL PROCESO DE ENFERMERÍA EN GERIATRIA Y

GERONTOLOGÍA: El anciano requiere de un cuidado integral e interdisciplinario


efectivo que incluya no sólo la recuperación sino también la promoción de su salud, y el
crecimiento individual y familiar para lograr la autonomía. Es aquí dónde el profesional de
enfermería debe ser participe de ello mediante sus cuidados íntegros y específicos que los
realiza en base al proceso de atención de enfermería.

El proceso de atención enfermero es un método racional y sistemático de planificación y


provisión de cuidados cuyos objetivos son: Identificar el estado de salud del paciente y los
problemas relativos al cuidado de la salud. Establecer planes de cuidados que satisfagan las
necesidades identificadas. Proporcionar intervenciones específicas para resolver esas
necesidades.

6.1.- Cambios funcionales, físicos y Psicosociales: Cambios que se producen en la edad


senil.

Con el paso del tiempo, naturalmente se producen cambios en todos los organismos vivos.
Los más evidentes son los cambios anatómicos, pero los más importantes son los cambios
en el funcionamiento de los órganos y sistemas de nuestro organismo.

Cambios Anatómicos:

Estatura: En general, crecemos hasta los 40 años y luego comenzamos a perder 1,25 mm.
por año (aproximadamente 5 cm. de pérdida a los 80 años). Esto se debe a la compactación
de los discos intervertebrales, aumento de la flexión de caderas y rodillas y aplanamiento
del arco del pie.

Piel: La dermis se adelgaza y baja la irrigación. Disminuye la elasticidad y aumenta la


laxitud, lo que hace más profundas las líneas de expresión (arrugas). Disminuye la
velocidad de crecimiento de uñas y pelo y aparecen las canas, que reflejan pérdida de
función de los melanocitos. Aparece vello facial en mujeres y el vello nasal en hombres.

Músculo esqueleto: A los 80 años hay una pérdida de hasta 40% de masa muscular y los
tendones se rigidizan. El aumento de velocidad de reabsorción ósea produce osteoporosis,
más marcada en mujeres.

Sistema nervioso: El peso del encéfalo disminuye por una pérdida selectiva de neuronas
(neuronas corticales, cerebelosas e hipocampo).

Visión: Los tejidos peri orbitales se atrofian, produciendo la caída del parpado superior y
eversión del parpado inferior. El iris se hace más rígido, la pupila más pequeña y la lente se
colorea amarillo por la oxidación de triptófano.
Audición: Atrofia del canal auditivo externo con cerumen más denso y pegajoso. El
tímpano se engruesa y la cadena de huesecillos se altera en sus articulaciones. Hay
disminución de células de Corti y neuronas cocleares.

Cardiovascular: Hay un leve aumento de tamaño de la aurícula izquierda. La


acumulación de tejido conectivo sub endotelial produce vasos más rígidos e irregulares. La
aorta se dilata.

Respiratorio: Hay disminución de la superficie alveolar. La calcificación de las


articulaciones costos-esternales rigidiza el tórax, lo cual, junto con disminución de la
musculatura intercostal, produce menos eficiencia respiratoria.

Gastro intestinal: Las encías se atrofian y se expone el cemento de los dientes,


apareciendo caries y pérdida de piezas. Los cambios musculares del esófago alteran la
deglución, y hay más reflujo de contenido gástrico hacia el esófago.

Renal: Se pierden nefrones de la corteza renal con caída de la función de hasta un 30% a
los 80 años.

Sistema reproductivo

Femenino: Disminución progresiva de oocitos, el ovario se fibrosa y se atrofia, lo que


disminuye la producción de estrógeno y progesterona. Estos cambios hormonales atrofian
el útero y la vagina e involucionan el tejido mamario.

Masculino: La próstata aumenta el estroma fibro-muscular y comprime la uretra. La vejiga


responde con hipertrofia de la musculatura de la pared.

Cambios Fisiológicos: Los cambios fisiológicos más importantes tienen que ver con los
ritmos fisiológicos, la capacidad homeostática del organismo y los mecanismos de defensa
contra infecciones.

Ritmos fisiológicos: Alteración y disminución de amplitud de los ritmos de cortisol


plasmático, temperatura corporal y acortamiento del ciclo sueño-vigilia. Además, los ciclos
se desincronizan (melatonina, hormona del crecimiento, gonadotrofinas). Disminuye la
capacidad de variar la frecuencia cardiaca y presión arterial ante situaciones de estrés.

Homeostasis: Hay mayor susceptibilidad a la hipo o hiper termia, ya que los ancianos
producen menos calor por kilo de peso. Producen menos calofríos y tienen menos
capacidad de vaso contrición con el frío, y vaso dilatación menos eficiente para sudar.
Regulan mal el agua corporal y tienen menos sensación de sed por lo que fácilmente se
deshidratan.

Barreras de defensa: La disminución de acidez de la piel altera la flora bacteriana, que


junto al adelgazamiento facilita pequeñas erosiones y favorecen las infecciones de piel. Hay
menos producción de mucus en la vejiga y los bronquios, lo que permite que micro-
organismos se adhieran a su superficie, favoreciendo la infección. La respuesta de
producción de anticuerpos está disminuida y hay cambios en la sensibilidad y función de
los macrófagos, que son claves en la regulación de la respuesta inmune.

Cambios sociales: Conforme las personas envejecen, tienden a pasar menos tiempo con
otros. Con frecuencia, el trabajo es una fuente conveniente de contacto social; por tanto, los
que llevan mucho tiempo de jubilados tienen menos contactos sociales que los jubilados
más recientes o quienes continúan trabajando. Para algunos adultos mayores, las
enfermedades hacen más difícil salir y ver a otras personas. Los estudios también muestran
que los ancianos con frecuencia pasan por alto oportunidades para aumentar el contacto
social y es más probable que, a diferencia de los adultos más jóvenes, se sientan satisfechos
con redes sociales más pequeñas. Sin embargo, el contacto social que los ancianos sí
mantienen es más importante para su bienestar que nunca antes.

Aunque es posible que los ancianos establezcan menos relaciones cercanas que las personas
más jóvenes, tienden a sentirse bien con las que tienen. A pesar de que el tamaño de la red
social y la frecuencia de los contactos se reducen, la calidad del apoyo social evidentemente
no lo hace. Gran parte de la vida de los ancianos está enriquecida por la presencia de
amistades de mucho tiempo y miembros de la familia. Aunque es posible que los ancianos
vean a las personas con menos frecuencia, las relaciones personales continúan siendo
relevantes, quizás incluso más que antes.

Las relaciones con los miembros de la familia continúan siendo importantes a una edad
muy avanzada. Entre estas relaciones se encuentran los lazos con la familia en la que uno
crece (con padres, hermanos y hermanas) y con las nuevas familias que los hijos construyen
cuando son mayores. En muchos países la familia nuclear, una familia de dos generaciones
conformada por padres y sus hijos en crecimiento, es la unidad familiar común. Los hijos
adultos y los padres por lo general quieren ser mutuamente

independientes. El lazo entre los hijos en la adultez media y sus padres ancianos es fuerte,
se nutre de los vínculos más tempranos y continúa a lo largo del resto de sus vidas. Las
relaciones entre la mayoría de las personas en la adultez media y sus padres son cercanas y
se basan en un contacto frecuente y en la ayuda mutua.

Muchas personas en la adultez media consideran a sus padres más objetivamente que antes,
los ven como individuos que tienen tanto fortalezas como debilidades. Algo más ocurre
durante estos años: un día un hijo o hija ve a su madre o padre y lo ve como anciano, y este
descubrimiento puede ser estresante. Por otra parte, los ancianos pueden observar a un hijo
en la adultez media que está en la cima de sus logros con una nueva y más respetuosa
mirada.
El equilibrio de la ayuda mutua que fluye entre los padres y sus hijos adultos tiende a
cambiar conforme los padres envejecen, cuando los hijos proporcionan una mayor cantidad
de apoyo. Sin embargo, incluso ahí, los ancianos realizan importantes aportaciones al
bienestar familiar, por ejemplo, a través de labores domésticas y cuidado de los niños.

Los padres ancianos cuyos hijos enfrentan problemas serios tienen más probabilidad de
deprimirse. Para las madres las relaciones más estresantes son aquellas en las que una hija
ha perdido contacto con la familia; para los padres, las relaciones más estresantes son con
los hijos que continuaban dependiendo emocional y financieramente de ellos.

Aunque la mayoría de los adultos ancianos se encuentran físicamente en buenas


condiciones, vigorosos e independientes, algunos buscan la ayuda de sus hijos para tomar
decisiones e incluso pueden depender de ellos para las tareas diarias y apoyo financiero. Si
los ancianos enferman o son frágiles, sus hijos pueden enfrentarse con el manejo de la vida
de sus padres.

Es probable que lo ancianos se depriman si necesitan ayuda de sus hijos. En una sociedad
en la que ambas generaciones valoran su independencia, la posibilidad de ser dependiente
puede resultar desmoralizadora. Los padres no quieren ser una carga o agotar los recursos
de sus hijos. Aunque los padres también pueden deprimirse si temen que sus hijos no los
cuidarán.

6.2.- Patologías en la edad senil: Características y tipos de patologías de la edad senil:


Alzheimer, Parkinson, Huntington, demencia vascular, otros.

1.-Alzheimer: Enfermedad mental progresiva que se caracteriza por una degeneración de


las células nerviosas del cerebro y una disminución de la masa cerebral; las manifestaciones
básicas son la pérdida de memoria, la desorientación temporal y espacial y el deterioro
intelectual y personal. No se conoce completamente cuáles son las causas del Alzheimer y
porqué se produce la enfermedad. En los cerebros de personas afectas de demencia por
enfermedad de Alzheimer se han identificado depósitos anormales de dos proteínas que
forman agregados e inclusiones, desestructurando la arquitectura cerebral.

*Características del Alzheimer:

A) Deterioro Cognitivo (de las funciones intelectuales superiores):


Con la enfermedad se afectan todas las funciones intelectuales impidiendo que la
persona portadora del mal pueda valerse por si misma, pierde la capacidad para
tomar decisiones y desenvolverse en las actividades simples de la vida. A
continuación describiremos las más resaltantes.

La pérdida de memoria: es una de las características más resaltantes de la EA. Al


principio los olvidos son menores, espaciados y son interpretados como parte del
envejecimiento. La persona olvida donde dejó sus llaves, su monedero o el lapicero.
Con el tiempo los olvidos se van haciendo más frecuentes e importantes y
usualmente referidos a lo inmediato, recordando bien el pasado. La persona
portadora del mal se torna repetitiva, pregunta muchas veces lo mismo; olvida lo
que acaba de escuchar y/o decir. En estadíos más avanzados no recuerdan ni lo
reciente ni el pasado. La persona con EA ya no puede aprender nueva información
ni recordar ni entender lo que se le dice y explica una y otra vez.

Alteración del lenguaje: Progresivamente el lenguaje se va perdiendo. Hay


dificultad para encontrar las palabras correctas y denominar o expresarse. Durante el
curso de la enfermedad el lenguaje se va empobreciendo y además hay dificultad
para entender lo que leen, ven, escuchan. Esto hace que muchas veces se aislen,
tornen callados, otras irritables porque “ya no son los de antes”.

Desorientación: Hay dificultad para saber la fecha correcta y aún cuando viven
muchos años en el mismo vecindario no pueden ubicar las calles y hay el riesgo de
perderse.
Problemas para reconocer rostros. Inicialmente confunden rostros de personas
conocidas y luego olvidan sus rostros. Pueden ver al vecino de muchos años y no
logran determinar quien es. Cuando la enfermedad avanza, la persona con el mal al
verse en el espejo no se reconoce.

Dificultades para ejecutar acciones: A pesar de tener en buen estado la parte


muscular y neurológica tienen dificultades para desarrollar acciones. Así por
ejemplo ya no podrán manipular correctamente la llave de la cocina, el control
remoto del televisor. Pueden ponerse la ropa en el orden incorrecto y los zapatos al
revés.

B) Síntomas psicológicos/psiquiátricos y trastornos en la conducta:


Entre lo más frecuentes están:

Depresión: Cerca del 50% de los casos de EA se presentan como depresión


(tristeza, pena, llanto, poca comunicación, entre otras manifestaciones). Esto
dificulta el diagnóstico pues se cree que es depresión y se deja pasar mucho tiempo
antes del diagnóstico y tratamiento correcto. También la depresión puede
presentarse poco después del inicio de EA cuando la persona se da cuenta que “ya
no es la de antes” que “algo malo le está pasando”. Hay casos en que la depresión se
da en el curso intermedio de la enfermedad.

Ansiedad: Al ir perdiendo sus facultades la persona portadora del mal se torna


ansiosa, preocupada y con el temor que “algo malo le está sucediendo” pues ya no
es la misma de antes. El temor a que algo malo le suceda puede acompañarse de
conductas particulares como por ejemplo, asegurarse que la persona más cercana
y/o cuidador estén siempre a su lado, no querer salir a ninguna parte, ir a cada
momento al baño, quejarse de malestares físicos.

Agitación psicomotriz / reacciones catastróficas: Manifestaciones que se


producen en respuesta a la deficiencia cognitiva. No saben como expresar que se
siente aburridos o fastidiados por la sobre o hipo estimulación, entonces gritan,
caminan de un lado a otro, insultan y pueden llegar a agredir físicamente. También
puede ser que les duele algo o que quieren ir al baño y no saben decirlo. Algunas
veces estas manifestaciones pueden ser secundarias a la frustración que sienten por
no poder realizar actividades que antes solían hacer como limpiar, ordenar o
cocinar.

Creencias y convencimientos falsos: Producto de su pérdida de memoria y


dificultades en entender, los portadores del mal al no encontrar sus objetos como
dinero u otros, creen firmemente que alguien les robó. Se tornan desconfiados y
acusan a los que los rodean, incluyendo seres queridos, de ser las personas que
hurtaron sus objetos.

Alucinaciones visuales: Usualmente esto se da en los estadios avanzados de la


enfermedad. Relatan ver familiares ya fallecidos con quienes conversan.

Asociadas a estas alteraciones se producen cambios en la conducta alimentaria y


también en el sueño. Comen poco en la creencia que ya comieron o al revés. En el
día ¨cabecean¨, dormitan, o no quieren hacer actividades y en la noche se tornan
muy activos, ¨arreglando sus cosas para irse a su casa¨.

C) Dificultades en la realización de las actividades de la vida diaria:


Comprende dificultades para realizar actividades de la vida diaria, como asearse,
vestirse, conducir, hacer compras, y comer sin ayuda. Las dificultades van de menos
a más y usualmente el paciente termina dependiendo de un cuidador para sobrevivir
y realizar actividades esenciales de la vida diaria.

2.-Parkinson: La enfermedad de Parkinson es una enfermedad progresiva del sistema


nervioso que afecta el movimiento. Los síntomas comienzan gradualmente. A veces,
comienza con un temblor apenas perceptible en una sola mano. Los temblores son
habituales, aunque la enfermedad también suele causar rigidez o disminución del
movimiento.

En las etapas iniciales de la enfermedad de Parkinson, el rostro puede tener una expresión
leve o nula. Es posible que los brazos no se balanceen cuando caminas. El habla puede
volverse suave o incomprensible. Los síntomas de la enfermedad de Parkinson se agravan a
medida que esta progresa con el tiempo.

A pesar de que la enfermedad de Parkinson no tiene cura, los medicamentos podrían


mejorar notablemente los síntomas. En ocasiones, el médico puede sugerir realizar una
cirugía para regular determinadas zonas del cerebro y mejorar los síntomas.

*Características Del Parkinson:

Temblores: Un temblor, o sacudida, generalmente comienza en una extremidad, a


menudo en la mano o los dedos. Puedes frotar el pulgar y el índice hacia adelante y
hacia atrás, lo que se conoce como un temblor de rodamiento de la píldora. Tu mano
puede temblar cuando está en reposo.

Movimiento lento (Bradicinesia): Con el tiempo, la enfermedad de Parkinson


puede retardar tu movimiento, haciendo que las tareas simples sean difíciles y
lleven más tiempo. Puede que tus pasos sean más cortos cuando caminas. Puede
resultar difícil levantarte de la silla. Puede que arrastres los pies mientras intentas
caminar.

Rigidez muscular: La rigidez muscular puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo.
Los músculos rígidos pueden ser dolorosos y limitar tu posibilidad de movimiento.

Alteración de la postura y el equilibrio: La postura puede volverse encorvada o


puedes tener problemas de equilibrio como consecuencia de la enfermedad de
Parkinson.

Pérdida de los movimientos automáticos: Es posible que tengas una capacidad


reducida para realizar movimientos inconscientes, como parpadear, sonreír o
balancear los brazos cuando caminas.

Cambios en el habla: Puedes hablar suavemente, rápidamente, insultar o dudar


antes de hablar. Tu discurso puede ser más monótono debido a la falta de las
inflexiones habituales.

Cambios en la escritura: Puede resultarte más difícil escribir y tu letra puede


parecer pequeña.

3.-Huntington: La enfermedad de Huntington es una enfermedad hereditaria que provoca


el desgaste de algunas células nerviosas del cerebro. Las personas nacen con el gen
defectuoso pero los síntomas no aparecen hasta después de los 30 o 40 años. ... Un análisis
de sangre puede indicar si tiene el gen de la enfermedad y si la desarrollará.

*Características de Huntington:

La enfermedad de Huntington a menudo ocasiona trastornos motrices, cognitivos y


psiquiátricos con un amplio espectro de signos y síntomas. Los síntomas que se presentan
al principio varían mucho en las personas afectadas. Durante el curso de la enfermedad,
algunos trastornos parecen más dominantes o parecen tener un efecto mayor en la
capacidad funcional.

*Trastornos del movimiento:

Algunos de los trastornos motrices relacionados con la enfermedad de Huntington


comprenden movimientos involuntarios y deterioro en los movimientos voluntarios, como
por ejemplo:
Movimientos espasmódicos o de contorsión involuntarios (corea)

Problemas musculares, como rigidez o contracturas musculares (distonía)

Movimientos oculares lentos o anormales

Marcha, postura y equilibrio afectados

Dificultad en la producción física del habla o para tragar

El deterioro en los movimientos voluntarios, a diferencia de los movimientos involuntarios,


puede tener un mayor impacto en la capacidad de la persona para trabajar, realizar
actividades cotidianas, comunicarse y ser independiente.

*Trastornos cognitivos:

Algunos de los signos del deterioro cognitivo generalmente asociados a la enfermedad de


Huntington son:

Dificultad para organizarse, establecer prioridades o enfocarse en tareas

Falta de flexibilidad o tendencia a quedarse sumido en un pensamiento, conducta o


acción (perseveración)

Falta de control de los impulsos, que puede tener como consecuencia arrebatos,
actuar sin pensar y promiscuidad sexual

Falta de conciencia sobre las conductas y habilidades propias

Lentitud para procesar pensamientos o «encontrar» palabras

Dificultad para aprender información nueva

*Trastornos psiquiátricos:

El trastorno psiquiátrico más frecuente asociado a la enfermedad de Huntington es la


depresión. Esta no es solo una reacción al recibir el diagnóstico de enfermedad de
Huntington. Por el contrario, la depresión parece ocurrir debido a lesiones en el cerebro y
posteriores cambios en el funcionamiento cerebral. Algunos de los signos y síntomas son:

Sensación de irritabilidad, tristeza o apatía

Retraimiento social

Insomnio
Fatiga y pérdida de energía

Ideas frecuentes sobre la muerte, el morir o el suicidio

4.-Demencia Vascular: La demencia vascular es un desorden del cerebro que es caracterizado


por la pérdida y la dificultad de memoria que piensan, por ejemplo solucionar problemas y tomar
decisiones. Es causada por problemas con los vasos sanguíneos que alimentan el cerebro.

*Características De La Demencia Vascular:

Los síntomas de la demencia vascular varían, según la parte del cerebro donde disminuye el
flujo sanguíneo. Los síntomas suelen coincidir con los de otros tipos de demencia, en
especial con la demencia de la enfermedad de Alzheimer.

Entre los signos y síntomas de la demencia vascular se incluyen los siguientes:

Desorientación

Dificultad para prestar atención y concentrarse

Capacidad reducida para organizar pensamientos o acciones

Disminución en la capacidad para analizar una situación, desarrollar un plan


efectivo y comunicar ese plan a otros

Dificultad para decidir qué hacer a continuación

Problemas con la memoria

Intranquilidad y agitación

Marcha inestable

Deseo repentino y frecuente de orinar o incapacidad para controlar la micción

Depresión o apatía

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